Pensamientos sobre la conversación Por Gwen Cave, S.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. El fino arte de la conversación está muriendo. Con la venida de la televisión nadie quiere hablar ya más. Los ancianos y los solitarios y, en efecto, cualquiera que vive solo, echan de menos más que cualquier cosa la conversación. Se vuelven tan "embotellados" por dentro que cuando tienen oportunidad de hablar hablan y hablan sin parar. ¿Quién no ha sentido el estímulo de una buena discusión? No quiero decir una disputa política o religiosa donde cada uno toma lados y pone por debajo a otros, sino una buena discusión de ideas. Lo que necesitamos son Fiestas de Charlas, es decir, pequeños grupos de gente reuniéndose sólo para hablar, ancianos, jóvenes, quinceañeros en grupos mezclados o separados. Los temas son interminables: jardinería, cocina, viajes y maquinarias, carpintería y hasta platos voladores cualesquiera que sea en que esté interesada la gente. Pero los temas de nuestras enfermedades o de las píldoras que tenemos que tomar, no deberían ser permitidos; salud, sí, pero sólo de naturaleza positiva. Anulando el tema de la enfermedad de nuestras mentes objetivas le damos una oportunidad a nuestras mentes subjetivas de hacer algunas curaciones, ya que toda curación viene del nivel subjetivo de nuestro ser. El estímulo traído por nuevos temas lleva nuevo interés a nuestras vidas. Esto también trae la correspondiente mejoría de nuestra salud. ¡También podría ayudar a cruzar el puente de la diferencia de generaciones! Si los jóvenes y viejos pudieran discutir sus ideas juntos, sin prejuicios, pudiera ser que esto ayudara a resolver algunos problemas de hoy. Nos estamos moviendo hacia una nueva era con nuevas ideas y nuevos problemas. Esto está causando mucha inseguridad. Esta es una de las razones de las huelgas. La gente tiene miedo del futuro y piensa que la seguridad de trabajo y más dinero le ayudarán. Pero sólo un sentimiento interior de confianza hará desaparecer el miedo. En la conversación algunas personas empiezan a sentirse inquietas si el tema es uno que no les es familiar. La plática debería ser algo en lo que todos estén interesados, por lo menos al principio. Sea intrépido y permita que la ampliación de su consciencia lo guíe a un mundo más brillante y más iluminado. Tal vez este sería un servicio que todos podrían hacer formando fiestas de charlas entre los viejos, los jóvenes, los solitarios cualquiera que estuviera interesado. Permitan que las fiestas de charlas lleven mayor comprensión en esta nueva época.