La difusión inicial de las fotografías de Juan Rulfo (1949-1964) Paulina Millán Vargas El 30 de septiembre de 1980, cinco días después de ingresar co­ mo miembro de número a la Academia Mexicana de la Lengua,1 Juan Rulfo recibió un Homenaje Nacional organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes e inaugurado por el entonces presidente de México, José López Portillo. El homenaje tuvo como sede el Palacio de Bellas Artes y en el museo se instaló la exposición El mundo de Juan Rulfo, integrada por una selec­ ción de sus documentos personales, así como por obra pictó­ rica inspirada en sus escritos y persona. Lo más atrayente de la exposición fue la muestra de cien imágenes fotográficas cap­ tadas por la cámara de Rulfo. Desde el mes de agosto, en vísperas del homenaje, y hasta noviembre de ese año, los periódicos y revistas cubrían la sec­ ción de cultura con reseñas o artículos sobre la obra literaria o fotográfica de Rulfo.2 Parecía que era la primera vez que se abría la puerta al mundo visual de Juan Rulfo, pues se igno­ raba la exposición fotográfica montada en Guadalajara 20 años atrás en la Casa de Cultura.3 Véase “Texto del discurso de recepción del autor de Pedro Páramo”, El Universal, 26 de septiembre de 1980, pp. 1, 15. 2 Véanse, entre otros: “Exposición fotográfica de Juan Rulfo con la vi­sión del México que captó hace años. Un ángulo insospechado del creador de ‘Pedro Páramo’”, Excélsior, 13 de agosto de 1980, p. 2; Roberto Vallarino, “El homenaje nacional a Rulfo”, Unomásuno, 27 de septiembre de 1980, p. 17; Juan Acha, “Exposición-homenaje sin imaginación”, Uno­ másuno, 5 de noviembre de 1980, p. 17. 3 Sobre la exposición fotográfica de Guadalajara en 1960, véase el ar­ tículo de Lon Pearson, “Juan Rulfo: una exposición fotográfica olvidada”, 1 [91] 92 PAULINA MILLÁN VARGAS A partir del homenaje, las exposiciones de su fotografía se volvieron una constante. En 1989 se inauguró la exposición Na­ da de esto es un sueño, compuesta por 30 imágenes de diversos temas; en 1992 el Museo del Ferrocarril de la ciudad de Puebla presentó Entre rieles; en 1994 se montó Arquitectu­ra de Méxi­ co en el Museo Nacional de Arquitectura; en 1996, en el Museo Mural Diego Rivera se mostró La ciudad de Juan Rul­fo (40 imáge­ nes integraban esta muestra).4 En diversos momentos y lugares y con distintas temáticas se ha podido apreciar la fotografía de Rulfo. La Universidad Iberoamericana presentó en su campus de la ciudad de México durante los me­ses de julio y agosto de 2009 Juan Rulfo: Oaxaca, exposición cu­rada por el artista plás­ tico Francisco Toledo, como parte de las actividades del 53º Congreso Internacional de Americanistas. Con las exposiciones del material fotográfico de Juan Rul­ fo las inquietudes y las preguntas empezaron a surgir: desde cuándo el autor de Pedro Páramo era fotógrafo, si adoptó la foto­ en Víctor Jiménez, Alberto Vital y Jorge Zepeda (coords.), Tríptico para Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, Congreso del Estado de Jalisco-Edi­ torial RM-Fundación Juan Rulfo-Universidad Iberoamericana-Universidad Autóno­ma de Aguascalientes-Universidad de Colima-Universidad Nacio­ nal Autó­noma de México/Facultad de Filosofía y Letras-Dirección Gene­ ral de Publicaciones y Fomento Editorial, México, 2006, pp. 233-247; en adelante, “Una exposición fotográfica olvidada”. 4 Para mayor información sobre algunas de las exposiciones de las fotografías de Juan Rulfo, véanse: “Noticias”, Los Murmullos: Boletín de la Fundación Juan Rulfo, 1, primer semestre de 1998, pp. 52-55; “Las exposi­ ciones fotográficas de Juan Rulfo”, Los Murmullos: Boletín de la Fundación Juan Rulfo, 2, segundo semestre de 1999, pp. 42-50 (en adelante, “Las ex­ posiciones”); “Noticias”, Los Murmullos: Boletín de la Fundación Juan Rulfo, 2, segundo semestre de 1999, pp. 80-87; José Carlos González Boixo, “Esteticismo y clasicismo en la fotografía de Juan Rulfo”, en Víctor Jiménez, Alberto Vital y Jorge Zepeda (coords.), Tríptico para Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, Congreso del Estado de Jalisco-Editorial RM-Fundación Juan Rulfo-Universidad Iberoamericana-Universidad Autónoma de Aguascalientes-Universidad de Colima-Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Filosofía y Letras-Dirección General de Publica­cio­ nes y Fomento Editorial, México, 2006, pp. 255-259 (en adelante, Tríptico para Juan Rulfo); “Cronología”, en Paulina Millán Vargas, “Trayectoria fotográfica de Juan Rulfo: una visión panorámica (1917-1962)”, tesis de licenciatura en Historia, Universidad Nacional Autónoma de México/Fa­ cultad de Filosofía y Letras, México, 2008, pp. 123-127. LA DIFUSIÓN INICIAL DE LAS FOTOGRAFÍAS DE JUAN RULFO 93 grafía cuando abandonó las letras, o si se convirtió en fotógra­ fo cuando trabajó en el Instituto Nacional Indigenista. Las anécdotas y los recuerdos del Rulfo fotógrafo se hicieron pre­ sentes; sus amigos cercanos hablaron sobre sus experiencias con Rulfo y su Rolleiflex. Nacho López recordó la caja en la que le devolvió sus negativos, con la leyenda: “Juan Rulfo fotógra­ fo”, gesto al que el escritor contestó “Yo no soy fotógrafo”. Tam­ bién relató la ocasión en que lo vio por primera vez trabajando con su “Rollei”, en Amecameca, tomando fotografías del Ballet de Magda Montoya.5 Por su parte, Walter Reuter habló sobre sus andanzas con Rulfo por la sierra oaxaqueña, provistos ambos de sus cámaras.6 Después de los recuerdos, el acercamiento a la fotografía de Rulfo fue a través de sus escritos. En las imágenes se veían los paisajes, lugares y personajes de la novela y los cuentos; hasta se dijo que las imágenes eran la ilustración perfecta de sus textos o bien que éstos eran el guión de las fotografías. La fotografía de Rulfo llevó por años impregnado el polvo de sus letras; pasó largo tiempo para que la fotografía fuera analizada por sí misma y para que se trazara un camino paralelo —pero a la vez distinto— entre el Rulfo fotógrafo y el escritor. El material resguardado por la Fundación Juan Rulfo, entre negativos, contactos e impresiones vintage —así como los re­ cuerdos y las anécdotas de sus seres cercanos— más los artícu­ los o indicios que se han encontrado de la participación de Rulfo como fotógrafo en diversos medios impresos (revistas y suplementos culturales) abre la puerta a la mirada fotográfica de Juan Rulfo. Ya se han analizado estética y técnicamente algunas de sus imágenes, ya se ha hablado de sus inicios fotográficos, de sus cámaras; poco a poco se ha ido trazando su trayectoria fo­ tográfica. Sin embargo, aún queda mucho que decir sobre la otra expresión artística de Rulfo. Un tema que me parece intere­ 5 Véase “El fotógrafo Juan Rulfo”, México Indígena. Número extraordi­ nario: Juan Rulfo, 1986, pp. 37-39. 6 Véase “Entrevista a Walter Reuter. Juan Rulfo: pescador de mares profundos”, México Indígena. Número extraordinario: Juan Rulfo, 1986, pp. 57-58. 94 PAULINA MILLÁN VARGAS sante tratar es lo que he llamado “la difusión inicial de la foto­ grafía de Juan Rulfo”, parafraseando el título del libro de Jorge Zepeda, La recepción inicial de Pedro Páramo.7 Difusión inicial de la fotografía de Juan Rulfo Aunque todo parecía indicar que fue a partir de 1980 cuando las fotografías de Rulfo empezaron a circular en libros, revistas, artículos y exposiciones, las recientes investigaciones en tor­ no a su vida e imágenes han permitido descubrir que al mismo tiempo que trabajaba con la cámara hacía públicas sus fotogra­ fías en las revistas América, Mapa, Mexico/This Month, Sucesos para Todos y en el suplemento México en la Cultura del diario Novedades. Contrariamente a lo que se podría creer, la fotografía para Juan Rulfo no fue solamente otra más de sus aficiones o temas de estudio como lo fueron la historia colonial, la música o la antropología. Al igual que al trabajo de escritor, al de fotógrafo le dedicó varias décadas de su vida. A la par que escribía los borradores de los cuentos o de la novela, tomaba fotografías. En junio de 1945 publicó en la revista América su primer cuento, “La vida no es muy seria en sus cosas”, y cuatro años después, en la misma revista, salió a la luz su primera selección fotográ­ fica. Entre 1953 y 1955, años en los que el Fondo de Cultura Eco­ nómica publicó los cuentos reunidos en El Llano en llamas y la novela Pedro Páramo, sus imágenes aparecían en México en la Cultura ilustrando algunos artículos. Rulfo no sólo fue un aficio­ nado a la fotografía, sino que trabajó como un profesional; su actividad fotográfica fue remunerada y compartió créditos en prensa con fotógrafos como Nacho López, Héctor García, Fernan­ do Mayolo, Rodrigo Moya y los hermanos Mayo, entre otros. 7 Jorge Zepeda, La recepción inicial de Pedro Páramo (1955-1963), Edi­ torial RM-Fundación Juan Rulfo-Universidad de Guadalajara-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Bellas Artes-Uni­ versidad Nacional Autónoma de México-Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, México, 2005.