rrestre. parezca, Entre las llamas de Pedro Páramo UNA TEMPORADAEN COMALA Por H~cto~ Ru1fo las Rojas elige la muerte, recurrencias instante dos, sector a conformar mas ..énc1a~" deja calculadas un acento al la depravación, para analizar sin que, tropieza de ser Onetti precisiones intentar y lastima como otra el sufrimiento. raciales ni la maduraci6n s~s propias lo meramente circundante de Es el rumbos defini- de algunas entrañas. for- El paisaje, para convertirse en otro de- de la reflexi6n. Pedro Páramo es el el furor explicaci6n Es, por la vida recursos el el apropiados estrago conlleva timiento la lluvia, realizada purificación. muy precisable intentar, innecesaria atrozmente, intentar ser durante en la muerte, de Rulfo, al preparada en su favor es tan d~o, recuerdo humana, nos recuer- para existir. imperceptible nos compromete sin prisa Carece trascendente. u oscura que Y el arrepen- en profundidad. destruyéndose, y el premio de una un disernimiento por te- anuda y desanuda Haber vivido no está una de- su infierno mientras que ni siquiera Cada acci6n, que carece esas alcobas mismas generan- deshaciéndonos se indagan ni oposición de sentido. Pedro Páramo-esos caminos sin pájaros, esos árboles ateridos que ellas pero o debieron tribulacionese su arrepentimiento, .C::- L~_M.i",,~n ~~ convocados de tal padecimiento. La criatura de sus fracasos. sufrimiento -seres en su nuevo infiern~al para desplegar no es cosa distinta nipgunalk~nA~ por testimonio Sus pobladores desconsuelo- de SUBexigencias, ~ para resarcirnos da implícitamente y el que se oonfiesa de sus muchas y diversas feliza~~f~ De a11! soledad , amando-odiandose magnitud y el filo de los la impiedad. de lo que pudieron pues, estragos talla de la total y adivinan sesperada los reino y el sueño, se codician al el demonio, de Am~rica, del relato, por forzosidad, por Guimaraes más pacientemente en que este empieza lirio Herazo fantasma1es, alcanza Es allí, rinc6n compañia. la merecer habitadas simbología todos la de un perd6n los fantasmas y nunca en ese impreciso donde seguimos los hombrel)aullando, limosna por de una iracunda, en la Comala de Pedro Páramo, de la DOvela americana, (cada hombre, siquiera, en Rulfo ~nicam~nte y seguiremos r*9 susurrando~mendigando, o de una imposible y ya p