Palimpsesto Nº4, Vol. II, 2005 Universidad de Santiago de Chile, ISSN 0718-5898 La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico del partido democrático en Santiago de Chile, 1889-1893. ∗ The satire and political humor THE PEPPER, democratic party newspaper in Santiago, Chile, 1889-1893. MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS Brindo dijo un ciudadano rechazando al aristocrático por el partido democrático voy a brindar cortesano. En este momento me afano brindar por dicho partido que harto valor ha tenido para defender al pobre deseo que valor les sobre en defensa del pobrerío. A. Reyes, “Brindis al Partido Democrático”, El Ají 24.4.1890. ∗ Este trabajo corresponde a uno de los resultados del proyecto Fondecyt Nº y una versión definitiva será integrada en el volumen de Maximiliano Salinas, Tomás Cornejo y Catalina Saldaña ¿Quiénes fueron los vencedores? Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Santiago, 2005. Palimpsesto 4; II, 2005 “La revolución de 1891 fue obra exclusiva de los sotanudos de manteo y de levita. El pueblo ignorante fue miserablemente engañado por estos que no creen ni en Dios ni en el diablo, lo único que adoran es el oro.” El Ají, 27.2.1893. RESUMEN El artículo analiza el objetivo que cumplió El Ají como medio de comunicación casi exclusivamente popular, donde en menos de 4 años se publicaron diversas sátiras y comentarios que otorgan una óptica del bajo pueblo respecto al conflicto de la Guerra Civil de 1891. Nacido en Santiago, El Ají fue el medio para atacar indistintamente a dos lados del conflicto, demostrando una independencia que respondía a los intereses populares, ajenos en buena medida a las discusiones del ‘Cuadrilátero’ con el Gobierno. PALABRAS CLAVE: Sátira, Humor Político, El Ají, Prensa Popular, Roto, Guerra Civil. ABSTRACT The article analyzes the objective fulfilled Ají as media almost exclusively popular, where in less than 4 years were published several satires and commentaries that provide a perspective of common people regarding the conflict of the Civil War in 1891. Born in Santiago, the Aji was the means to attack indiscriminately on both sides of the conflict, demonstrating independence responding to popular interests, largely oblivious to the discussions of 'Quadrilateral' with the government. KEYWORDS: Satire, Political Humor, The Pepper, Popular Press, Ruck, Civil War. Entre los años 1889 y 1893 se publicó en la ciudad de Santiago un periódico notable y apasionante destinado a defender la causa de los miles de rotos del Partido Democrático. 1 Desde el 26 de agosto de 1889 hasta el 6 de noviembre de 1893 se publicaron 207 números de El Ají, nacido como “periódico semanal joco-satírico”, con el lema “¡Al que le pique que se rasque!” 2 El Ají se concibió como un periódico tan popular y necesario para el pueblo como el mismo y sabroso condimento chileno: “Al pobre no le alimenta / La comida si no pico. /... / Yo soy pobre / Y colorado, / Quien me tome / Restregado / Bebe aquí / Un barril de chacolí. /... / Al pobre yo le divierto.”3 Como el ají, El Ají “pica y no saca sangre”, sentenció el periódico en 1892. 4 En cierta ocasión se señaló que la jocosa publicación tenía como objetivo “hacer más llevadera la existencia del pueblo trabajador contra los avances del potentado y de la fuerza del capital.” 5 El periódico se originó como una necesidad popular tras la desaparición de El Padre Padilla, la famosa publicación de Juan Rafael Allende. 6 El 1 ¿Cuántos fueron los miembros del Partido Democrático? Haciendo un homenaje al dirigente desaparecido en la Guerra Civil de 1891 Antonio Poupin, El Ají señaló que dicho líder “es y será para 50.000 demócratas, hijos del pueblo como nosotros, el Mártir de la verdadera Democracia”, El Ají, 12.12.1892. 2 El Ají, 11.11.1889. 3 El Ají, 18.8.1890. 4 El Ají, 7.1.1892. 5 El Ají, 1.9.1890. 6 El Ají, 26.8.1889. MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… Ají se asumió, pues, en continuidad con la tradición humorística de Allende, aunque concediéndole a éste cierta habilidad incontrarrestable. 7 El periódico se editó durante varios años en las dependencias de la imprenta de La Igualdad, en la calle San Pablo nº 3, entre Puente y Bandera, lugar donde también se realizaban periódicas asambleas del popular Partido Democrático 8, y donde también funcionó el Restaurant Democrático, famoso por sus ricas empanadas y su renombrado cola de mono. 9 Algunos de los colaboradores de El Ají se llamaron La Cebolla, La Coliflor, El Rábano, El Ajo, La Betarraga, o La Zanahoria, además El Tomate, conocido por sus cartas intercambiadas con el Presidente Balmaceda. 10 Su director fue Hipólito Olivares Meza, un obrero tipógrafo nacido en Limache en 1856, empleado de la imprenta de El Independiente, y dirigente por entonces del Partido Democrático en el popular barrio del Arenal. 11 El tiraje del periódico alcanzó a principios de 1890 a tres mil y cuatro mil ejemplares. A mediados de ese año decía publicar cinco mil ejemplares A fines de 1891 su tiraje fue de diez mil ejemplares. 12 A fines de 1892 el periódico se publicaba en la “Imprenta de El Ají” en la calle Cañadilla 37-D. 13 Sus lectores fueron principal sino exclusivamente los rotos: “¿Con que los rotos no más leen El Ají? - Tanto mejor, pues,...”. 14 Uno de sus redactores fue el director general del Partido Democrático Avelino Contardo, quien firmó sus comentarios políticos con el seudónimo de “Catón”. 15 El Ají abordó numerosísimos temas del acontecer de su tiempo, incluso denunció la invasión de los blancos a los indios sioux en los Estados Unidos. 16 El Ají tuvo también su pareja, La Pimienta, periódico similar en temas e intereses. En ocasiones ambos dialogaron en un mismo espacio, comentando, por ejemplo, la falta de auténticas convicciones religiosas de la aristocracia de Chile. 17 7 “[I]ré dando a conocer a mis lectores estos tipos, dignos del redactor de El Padilla y no de la tosca manaza de Paquidermo”, El Ají, 14.10.1889. En 1890 El Ají recordó a Juan Rafael Allende y a todos los dirigentes del Partido Democrático encarcelados por Balmaceda en 1888, encomiándolos como “esos grandes hombres rejenadores [sic] del pueblo desvalido”, El Ají, 28.4.1890. En 1893 El Ají denunció el injusto encarcelamiento del “gran periodista don Juan Rafael Allende que no ha tenido más delito que abrir los ojos al pueblo”, El Ají, 10.4.1893. 8 El Ají, 5.5.1890; 10.7.1890. El Ají contabilizó 30 mil miembros del Partido Democrático en todo el país en 1890, cfr. El Ají, 7.8.1890. 9 Este restaurant estaba a cargo de Adolfo Castro, conocido como “El Compale”, El Ají, 6.10.1890. 10 El Ají, 16.9.1889; ver la Antología. 11 El Ají, 10.2.1890. Sobre Olivares, cfr. La Igualdad. Órgano de la Sociedad Igualdad y Trabajo, Santiago, octubre 1912. 12 El Ají, 3.3.1890; 4.4.1890; 16.6.1890; 16.11.1891. 13 En dicha imprenta se publicaban folletos, versos populares, etc, El Ají, 12.12.1892. 14 El Ají, 21.4.1890. La relación de El Ají con los poetas populares a lo Humano y a lo Divino de la época, como Adolfo Reyes o Rosa Araneda fue puesta de relieve por Micaela Navarrete, Balmaceda en la poesía popular 1886-1896, Santiago 1993, 21-22. 15 El Ají, 12.5.1890. Avelino Contardo murió durante la Guerra Civil de 1891, cfr. el homenaje póstumo en El Ají, 16.11.1891. 16 El Ají, 4.4.1890. 17 “-Pimienta: -¿Piensas, querido, que la aristocracia cree en Dios? -Ají: ¿Y cómo dice que es tan católica, que se confiesa y comulga todos los días? -Pimienta: -Es pura hipocresía y conveniencia. -Ají: -Así lo creo yo.”, El Ají, 22.9.1890. Palimpsesto 4; II, 2005 El objetivo central del periódico fue invariablemente la defensa de los rotos o de los pililos, o como se decía por entonces, del “jeneral Pililo”. 18 La defensa de los rotos fue un título a mucha honra: “La vieja 61, mujer de un paco, ha dado en ocuparse de nuestra publicación, diciendo que ella es redactada por rotos. Esta vieja mal educada, lejos de herirnos, nos honra; pues, ese epíteto lo llevamos desde que por el empuje de nuestros antepasados quedamos libres e independientes del yugo español.” 19 “Tenga presente el pueblo que los ricos quieren acabar con la rotería, según lo gritan todos los días, pero El Ají no le dará soga.” 20 Este orgullo de ser ‘roto’ tuvo que ver con lo que se ha denominado la “revolución sicológica del roto chileno” tras la Guerra del Pacífico. 21 Tras la Guerra Civil de 1891 El Ají dijo rendir culto a la “Diosa Democracia” y a sus grandes hijos como Francisco Bilbao; y otros dirigentes populares caídos en la reciente revolución. 22 El Ají tuvo como un motivo constante reírse de la aristocracia chilena, autoerigida como noble, pero en la realidad de oscuros orígenes. En 1890 el periódico mostró los “troncos” de donde descendían “el huacho Zegers, el zambo Montt, el especiero Matte, el falte Edwards, el hijo de su madre Balmaceda, el marinero escocés Mac Iver, el aventurero escandinavo König, el inmigrante Walker, el chancaquero Besa, los cangalleros Varela, Puelma, Concha y Toro, el sanguijuela de Altamirano, el corredor Sanfuentes, de los cheques falsos, el de las minas despobladas Mackenna, el suche de Bañados.” 23 Los políticos de esta aristocracia supuestamente decente eran sin más los explotadores del pueblo. Así se refirió El Ají a la candidatura de Eduardo Matte como diputado por Santiago en 1890: “La pretendida candidatura por demás funesta para el país, del judío más inescrupuloso que hay en la calle de los Huérfanos, del eterno vampiro chupador de la sangre del pueblo, del que se ha enriquecido por medio de la inconvertibilidad de sus billetes, arrancado entre gallos y medianoche el crédito del país en la cámara de diputados, es la de Eduardo Matte...”. 24 El ideal político de El Ají fue la búsqueda de un gobierno genuinamente democrático en Chile: “¿Cuándo tendremos representantes verdaderos del pueblo, que velen por nuestros intereses? Eso será cuando suba al poder un presidente enérgico y de ideas democráticas. ¿Lo conseguiremos? ¡Las esperanzas nos quedan!” 25 Para El Ají Chile no era una República, sino algo parecido a una monarquía absoluta y hereditaria. “A pesar de ser tan cortos nuestros alcances, no se nos escapa que nuestra República lo es sólo en el nombre, no siendo otra cosa que una especie de oligarquía, o de monarquía absoluta en que el poder se transmite de un modo hereditario. La sarcástica frase ‘igualdad ante la ley’ sólo existe en nuestra Carta como 18 “El Ají será pronto convertido en diario, para defender los intereses del pueblo, o sea al jeneral Pililo”, El Ají, 24.2.1890. 19 El Ají, 3.3.1890. 20 El Ají, 14.4.1890. 21 Sergio Grez, Balmaceda y el movimiento popular, en S. Villalobos, La época de Balmaceda, Santiago 1992, 80; también Maximiliano Salinas, Los rotos y la Nación: Juan Rafael Allende entre la Guerra del Pacífico y la Guerra Civil de 1891, en Mapocho, 55 (2004), 211-258. 22 Los ‘grandes hijos’ de la ‘Diosa Democracia’ citados fueron Ambrosio Larracheda, Juan A. Cornejo, Ricardo Castro, Juan D. Ortiz, Avelino Contardo, Antonio Poupin y Desiderio Cabrera, estos tres últimos muertos en la Guerra Civil de 1891, El Ají, 19.9.1892. 23 El Ají, 18.8.1890. 24 El Ají, 27.10.1890. 25 El Ají, 4.11.1889. MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… un simple letrero.”26 Desde que Chile se había hecho soberano e independiente era vejado y explotado por los “señores feudales”. 27 Desde esta perspectiva siempre se entendió la figura del Presidente Balmaceda como la de un rey: “Excmo. amo nuestro, ¿qué medidas ha tomado Su Sacra Real...?” 28, incapaz de reconocer la soberanía popular. 29 Para El Ají, Balmaceda era “Su Majestad Champudo”. 30 Desde el mundo del Estado y de la élite, los rotos no tenían derechos humanos. “¿Pero qué importa que se explote a los rotos? - Para ellos no se ha hecho otra cosa que los porotos, el raspa buche y los palos.” 31 A propósito de la falta de medidas gubernamentales ante la epidemia de influenza de 1890, expresó El Ají: “Para los señores feudales y autoritarios muy poco les importa que mueran a millares los rotos chilenos.” 32 La postura del periódico estuvo, pues, claramente distanciada de la aristocracia y de sus “diarios grandes”, llenos de prejuicios contra los rotos. A propósito de un robo en el Teatro Municipal denunció El Ají en 1889: “Los diarios grandes saben muy bien el nombre de este ‘honorable’, pero lo callan por no dar un ‘escándalo’ a la aristocracia. ¡Ah si hubiera sido un roto, con pelos y señales habrían dado su nombre al público! ¡Pero es un caballero y como todo caballero es mirado con respeto...!” 33 El pueblo debía aprender a reírse de los “diarios grandes”, como La Tribuna, una publicación que denigraba continuamente a los rotos del Partido Democrático: “Su administrador es el mismo de siempre: el protector de los extranjeros y el cuchillo de los obreros chilenos. Hijos del pueblo: reíos de ese diario.” 34 El Ají tuvo una actitud burlesca frente a los principales periódicos de la élite. Muchos de ellos vendidos a los intereses extranjeros. En 1890 El Ají denunció que la prensa santiaguina había sido comprada por “el judío Mr. North, a quien llamaron el Rey del salitre”. 35 Es muy interesante al respecto el grabado que publicó El Ají sobre la prensa de Santiago el 24 de marzo de 1890. 36 Sus burlas se dirigieron especialmente a La Libertad Electoral, órgano de expresión de los banqueros Matte. “La Libertad Electoral llama a los hombres del Partido Democrático los ‘hediondos’... Algún día quiera Dios / Que la fortuna se vuelva, / Que los pobres coman pan / Y los ricos coman... piedras.” 37 Al mes después agregó: “La Libertad Electoral ya no llama hediondos a los demócratas, para que les tiene cariño. ¿De 26 El Ají, 20.1.1890. El Ají, 24.10.1892. “Ochenta y dos años llevamos de vida independiente del yugo español, que para el obrero han sido siempre ochenta y dos años de esclavitud y despotismo.”, El Ají, 31.10.1892. 28 El Ají, 10.2.1890; el “feliz y dichoso monarca que nos gobierna”, El Ají, 27.2.1890. 29 “Cuando el señor [Adolfo] Ibáñez,..., declaraba en un banquete dado a los Ministros en Valparaíso, que el gobierno reconocía la soberanía del pueblo, y por consiguiente, él era el único soberano llamado a gobernar en un país como el nuestro, nosotros reíamos de esas promesas acostumbrados ya a oír tantas veces semejantes declaraciones.”, El Ají, 17.2.1890. 30 El Ají, 30.10.1890. 31 El Ají, 10.2.1890. 32 El Ají, 10.3.1890. 33 El Ají, 28.10.1889. 34 22 El Ají, 3.3.1890. Sobre la crítica de este órgano de la élite: “La Tribuna... da un tremendo azote al partido democrático,... Nos llama incendiarios, nos llama bandidos, nos llama broza de la sociedad...”, El Ají, 6.3.1890. 35 El Ají, 20.2.1890. 36 Ver Antología. 37 El Ají, 30.1.1890. 27 Palimpsesto 4; II, 2005 veras ché?” 38 La Libertad Electoral causó verdadero impacto cuando a mediados de 1890 definió a Chile como un país gobernado incontrarrestablemente por la clase propietaria, y donde los rotos del Partido Democrático no eran sino una población susceptible de ser, a la larga, corrompida: “[El gobierno de Balmaceda] en vano quiere producir movimientos de opinión pública con farsas de demócratas desorganizados, [...]. Es necesario no equivocarse con apariencias más o menos bulliciosas. Nuestro país está constituido políticamente por una oligarquía que funciona con notable orden y regularidad desde nuestra Independencia. Lo que genera la autoridad en Chile, el pueblo, somos nosotros mismos, los propietarios del suelo: mas allá, lo que hay hasta ahora en forma de obrero y de trabajador y proletario no pesa por desgracia como opinión pública; es la masa electoral influenciable...” 39 El Ají no dejó pasar de largo la afrenta: “La Libertad Electoral, diario de los señores Matte, ha escrito en sus columnas de honor que el verdadero pueblo lo constituyen ‘los propietarios del suelo y que lo demás es jentuza, plebe y canalla’. Sangrienta ha sido la injuria y si no fuera por no añadir nuevos males al país, habríamos arrancado la lengua al escritor de La Libertad. Bonito modo de ganar popularidad insultando al pueblo; no es de extrañar entonces de que el señor Balmaceda se ría de la oposición, que ha echado una muralla entre su nobleza y la plebeya sangre de los hombres de trabajo... El pueblo [...] no sentirá la muerte moral de los que tanto le odian... La Libertad Electoral sigue en su vil tarea de insultar a los demócratas. El día de los palos nos veremos las caras, señores propietarios del suelo. La gentuza, la plebe y la canalla los tienen muy presentes.” 40 La auténtica respuesta de los trabajadores contra los banqueros de La Libertad Electoral debía ser el triunfo democrático del pueblo de Chile: “Bien lo sabemos y por experiencia lo conocemos, que a banqueros y agiotistas no les conviene que los obreros de Chile se ilustren para defender sus derechos... Nos insultan los propietarios del suelo, el verdadero pueblo, como ellos se llaman, está bien; pero en la próxima elección les haremos morder el polvo en las urnas y en la legislatura venidera formaremos el negro proceso de los que hace más de veinte años han creído que Chile es una hacienda que sólo tienen derecho a explotar.”41 Para El Ají La Libertad Electoral era no más que “el diario de los usureros Matte, de los eternos explotadores y chupadores de la sangre del pueblo”. 42 El Ají también denunció al periódico satírico de élite El Fígaro, visto como un apéndice de La Libertad Electoral: “El albañal de La Libertad Electoral, o sea El Fígaro, para echarla de gracioso, publica una serie de supuestos telegramas en los cuales muerde a diestro y siniestro. Diremos a los plumarios de El Fígaro que entre los demócratas no hay hambrientos ni asalariados para insultar a hombres honrados que jamás han explotado al país robando con la inconvertibilidad de los billetes y con los cuales se ha hecho el esplendor de una familia, despojando a medio Chile de sus haciendas. Siga El Fígaro, que también por aquí hay ramales para cruzarle la cara.” 43 El Fígaro era el “carretón basurero” de La Libertad Electoral. 44 “Veo con gran sorpresa que el pasquín El Fígaro se está convenciendo en su 38 El Ají, 20.2.1890 La Libertad Electoral, 7.7.1890. 40 El Ají, 14.7.1890. 41 El Ají, 13.10.1890. 42 El Ají, 16.10.1890. 43 El Ají, 17.3.1890. 44 El Ají, 21.4.1890. 39 MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… órgano cuyo tema es la difamación sin respetar clase social ni honorabilidad...”. 45 En otra ocasión se definió a El Fígaro como “órgano genuino de la juventud aristocrática”. 46 ¿Cuál fue la posición de El Ají frente al conflicto y la guerra civil de 1891? Su posición fue claramente de prescindencia y neutralidad frente a un proceso que se describió como una lucha entre sectores de la élite o de la aristocracia. “Los eternos chupadores del presupuesto, las treinta familias de sangre azul que gobiernan este país, están divididas”, señaló su redactor Avelino Contardo en abril de 1890. 47 El mismo redactor reiteró en noviembre de 1890: “El Partido Democrático sirviendo la causa del pueblo marcha solo en la actualidad. La oligarquía corrompida que nos manda está dividida hoy, pero nosotros no seremos tan necios para ir a engrosar las filas de los eternos explotadores del pueblo.” 48 “[A] los dos bandos los domina la ambición de gobernar, la afición a los caudales y puestos públicos del reino,...”.49 “[Por] lo que a nosotros toca sólo diremos que tan farsantes son los opositores como los gobiernistas y que todos están corrompidos.” 50 “Tanto el Gobierno como el cuadrilátero no tiene el más pequeño patriotismo, porque se empeñan ambos en asesinar el país, especialmente al pobre pueblo, quitándole todos los recursos para obligarlo a morir de hambre.” 51 Expresando la política del Partido Democrático, en el mes de febrero de 1890 El Ají criticó a ambos bandos desde los intereses del pueblo: “Nuestro país atraviesa en estos momentos por una situación que para los buenos hijos de Chile, no puede ser más grave. Por un lado el Presidente de la República,..., se ha declarado Dictador y ha violado la constitución y las leyes. Del otro, toda la oligarquía del dinero y de la política hacen contra el señor Balmaceda un fuego tremendo de injurias y cargos,... Convenciones de notables aquí, convenciones de empleados públicos y gentes pagadas allá, son los elementos que constituyen la lucha electoral... La República en esta emergencia debe ser salvada por el pueblo, tanto de la Dictadura reinante, como de la revuelta que se anuncia tendrá lugar.” 52 Los dos bandos constituían por igual una amenaza para el pueblo: “Se sabe que todo el pueblo en pocos días más se reunirá en un gran meeting para decirles a los especuladores del Cuadrilátero y al César de la Moneda: Hasta aquí no más amiguitos, válganse Uds. como puedan, no queremos ser gobernados por especuladores ni por maricas.” 53 El Ají ejerció una crítica burlesca por igual hacia los dos bandos contendientes de 1891. Siguiendo las orientaciones oficiales del Partido Democrático había que hacer conjuntamente “guerra a la intervención oficial del Gobierno y guerra al llamado cuadrilátero o cuadrilla de ambiciosos despechados que pelean la túnica de Chile para repartírsela.” 54 45 El Ají, 18.8.1890. El Ají, 23.10.1890. 47 El Ají, 10.4.1890. 48 El Ají, 17.11.1890. 49 El Ají, 24.2.1890. 50 El Ají, 17.3.1890. 51 El Ají, 7.8.1890. 52 El Ají, 13.2.1890. 53 El Ají, 27.10.1890. 54 El Ají, 31.3.1890. 46 Palimpsesto 4; II, 2005 Por una parte, se burló del Presidente José Manuel Balmaceda. Éste fue visto en general, como dijimos más arriba, como un monarca, un rey, alejado del reconocimiento de la soberanía popular. El principal delito de Balmaceda, a juicio de El Ají, no era consecuencia de sus enfrentamientos políticos con el todopoderoso Congreso, sino la inmigración de mano de obra extranjera, que atentaba contra el derecho al trabajo de los operarios chilenos. En otras palabras, El Ají estaba en otra. El periódico satírico hablaba, pues, desde una óptica eminentemente proletaria y popular. “El señor Balmaceda ha castigado al pueblo chileno cobarde y traidoramente con haber traído esta peste al país.” 55 El Ají auguraba que Balmaceda iba a llenar hasta los cargos de presidente de la República y de ministros con inmigrantes extranjeros. 56 Balmaceda, de este modo, estaba “lanzando por millares a los chilenos a las Pampas argentinas”. Según El Ají miles de chilenos emigraban a Argentina buscando trabajo. 57 “Todos los obreros sabemos que es el Presidente de la República el que trae a esos renacuajos, y que con ellos piensa humillarnos; pero se equivoca Su Excelencia, el gran Partido Democrático se levanta como un solo hombre [...] para protestar contra todos los abusos, defendiendo nuestros justos derechos de ciudadanos,...”58 “¿Qué piensa don José Manuel Balmaceda hacer con los obreros de Chile? ¿Hartarlos de competidores para que nuestros hermanos se hundan en el profundo abismo de la miseria?”. “Don José Manuel no pone después de su firma Chile sino Chí, porque la otra mitad pertenece a los países de donde han venido inmigrantes.” 59 Pese a todo, en relación al conflicto de Balmaceda con la aristocracia, ciertamente El Ají no pudo dejar de expresar cierto apoyo instintivo. Es muy interesante esta declaración hecha a principios de 1890: “Y a propósito de Su Excelencia casi todos los diarios grandes ‘casi’ se comen a Su Excelencia. Sin embargo, Su Excelencia mientras marche con el pueblo chileno nada tendrá que temer Su Excelencia y adelante Excelencia.” 60 Ante los ataques de la oposición, dijo El Ají a Balmaceda en marzo de 1890: “¡Pobre mi monarca, te compadezco con toda mi alma, pero no te perdono nunca la bribonada que has hecho de traer tantos ‘coños’!” 61 Las burlas a la oposición a Balmaceda fueron fuertes y contundentes. El Ají sabía, y denunciaba, el poder que las grandes familias aristocráticas y burguesas ejercían dentro de esa oposición al Presidente. En un número planteó -en términos jocosos- la propuesta política del Congreso para nombrar un nuevo ministerio: para ministro del Interior, Augusto Matte; para Relaciones y Culto, Eduardo Matte; para Justicia e Instrucción, Benjamín Matte, para Hacienda, Domingo Matte; para Guerra y Marina, Claudio Matte; y para Obras Públicas, Ricardo Matte.62 Ahí estaba el poder del Cuadrilátero, “la amalgama de ambiciosos o despechados que bombásticamente se llama el cuadrilátero...”. 63 ¿Qué era el Cuadrilátero? “[El] cuadrilátero está formado en su mayor parte por hombres muy conocidos como enemigos de la libertad y que jamás se han preocupado del pueblo, cuanto que hoy mismo,..., 55 El Ají, 4.8.1890. El Ají, 16.9.1889. 57 El Ají, 30.9.1889; 24.2.1890. 58 El Ají, 11.11.1889. 59 El Ají, 2.12.1889; 30.1.1890. 60 El Ají, 27.1.1890. 61 El Ají, 3.3.1890. 62 El Ají, 6.3.1890. 63 El Ají, 20.3.1890. 56 MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… La Libertad Electoral, diario de los señores Matte, ha escrito en sus columnas de honor que el verdadero pueblo lo constituyen ‘los propietarios del suelo’...” 64 A los monttvaristas los llama “políticos que llenan el vientre con las chauchas de don Agustín [Edwards]...”.65 Éste último es llamado “amparador de pillos y hambrientos”.66 En agosto de 1890 expresó El Ají: “Se propala que en caso de que Balmaceda se haga dictador mandará a poblar la isla de Pascua a los Edwards, los Matte, Mac Clure y demás judíos que duermen en el oro ‘rodeado’ a los pobres.” 67 Al fin de cuentas, los miembros del Cuadrilátero también eran partidarios de la inmigración de trabajadores extranjeros en desmedro de los operarios chilenos (“¡Ah, imbéciles judíos, hoy vienen con esos escrúpulos de beatas, después que por ustedes mismos el pueblo se muere de hambre por haber traído una inmigración que es vergüenza y oprobio para nuestro país.”) 68 Las referencias burlescas a los miembros del Cuadrilátero se pueden ilustrar en las alusiones a Ladislao Errázuriz, llamado “Ladis...lodo..., el Bertoldo cara de palo del cuadrilátero en el Congreso.”, o también al pintor Pedro Lira: “El Cuadrilátero tiene su pintor el pijócrata Pedro Lira, el peor cuchillo de los artistas nacionales que no han nacido como él en ‘dorada’ cuna.” 69 Según El Ají tanto desde La Moneda como desde el Congreso se expresó el interés por conquistar a los miembros del Partido Democrático: “La niña bonita, agasajada, celada, mimada, es la democracia. Todos le lanzan sus piropos amorosos; si me amará dice el gobierno, si oirá mis palabras dice el cuadrilátero..., pero la muchacha duerme en sus laureles de pureza y de virtud;... nació sola al mundo y sola enarbolará su pendón republicano en la cúspide elevada de los Andes.” 70 El periódico satírico fue dando cuenta de las presiones tanto de Balmaceda como de la oposición para ganarse a los rotos del Partido Democrático. Con relación a La Moneda, dijo El Ají: “Se dice que don Adolfo Ibáñez cuenta para vencer con el Partido Democrático. No sea diablo, don Adolfo, si los demócratas no están para la cartera como usted.” O también: “Ya estamos cansados de recibir cartas de don José Manuel pidiéndonos que seamos su defensor. No gaste papel inútilmente, compadre José Manuel, porque El Ají jamás defenderá a los que son nuestros verdugos.” 71 “Vuelve a circular la especie de que don Adolfo Ibáñez pretende comprar al Partido Democrático. Risum!... Dan risa las pretensiones del ‘gordo’ ministro! El Partido Democrático es pobre pero digno, y no se vende como algunos radicales, independientes, nacionales,...”72 El Ají desmintió las versiones acerca del apoyo del Partido Democrático a Balmaceda: “Se corre que Balmaceda está más contento hoy que cuando iba a subir a la presidencia. Dice que tiene al Partido Democrático de su lado. Señor Balmaceda, para que usted pueda hacer doblegarse a ese partido tiene que darse vuelta lo de adentro para fuera.” 73 64 El Ají, 14.7.1890. El Ají, 30.6.1890. 66 El Ají, 10.7.1890. 67 El Ají, 7.8.1890. 68 El Ají, 27.10.1890. 69 El Ají, 30.10.1890; 10.11.1890. En otra ocasión se refirió al “payaso de esa Cámara Ladislao Errázuriz, guapetón famoso que se engulle a cierto coronel inválido como engullirse una guinda,...”, El Ají, 10.10.1892. 70 El Ají, 17.11.1890. 71 El Ají, 17.2.1890; 20.2.1890. 72 El Ají, 7.4.1890. 73 El Ají, 30.6.1890. 65 Palimpsesto 4; II, 2005 Con relación a los magnates del Cuadrilátero denunció El Ají: “Los del cuadrilátero no hallan cómo conquistar al pueblo. En días pasados pensaron celebrar meetings para protestar del gobierno sobre la inmigración, siendo que ellos mismos fueron los que la establecieron; y si no ahí está Eduardo Matte y Adolfo Guerrero.” “Se cuenta que el cuadrilátero no cabe en sí de gozo, porque cree que ya el Partido Democrático está con ellos. Formad castillos no más, farsantes, que el Partido no estará jamás con vosotros.” 74 Comentando el oportunismo de Pedro Montt de proponer un alivio a las cargas de los contribuyentes más pobres por cálculos electorales, denunció El Ají: “¿Ahora que Ud. está abajo, señor don Pedro, dice Usted esto? Cuando Ud. estuvo en las alturas, ¿qué hizo su merced? Si Uds. señores nacionales, sueltos y liberales renegados no tienen entrañitas! ¿Quieren engañar al pueblo? Ni lo había visto! Principien Uds. por darnos pruebas de lo que dicen y entonces les creeremos.- Mientras tanto, váyanse Uds. a freír monos al Zanjón de la Aguada.” “¡Ah farsantes! Cuando están abajo adoran al pueblo y cuando están arriba lo estrujan.” 75 El Ají denunció, en particular, la política corrupta del Cuadrilátero con respecto al pueblo: “El cuadrilátero, que no tiene apoyo alguno en los hombres de trabajo, por medio de agentes ‘pagados’ desea engatusar al pueblo, porque nada ha hecho en su beneficio y sólo se ha ocupado, cuando alguna de las fracciones que lo compone ha estado en el poder, de estrujar a ese mismo pueblo, tan mimado actualmente por acercarse las elecciones... Los pigmeos que trataron de dividir al Partido Democrático, por más que cuenten con diarios como La Epoca y La Libertad, sólo conseguirán atrapar para sus bolsillos unos cuantos pesos,...”76 “[El] cuadrilátero ha mandado hacer mil pequenes para su gente, y lo bueno que dará será la rica chicha que expende don José Tristán Salinas, Maruri 6. Con ese líquido vivificante, la oposición derrocará al Gobierno.” 77 Eduardo Mac Clure habría corrompido gente para “dividir al Partido Democrático” 78 El Ají criticó ásperamente a los miembros del Partido Democrático que se vendieron a los intereses del Cuadrilátero. “Los que se titulan demócratas del cuadrilátero... hoy se alucinan con el oro que les dejan ver los Matte y los Edwards...”. El periódico mostró con nombres y apellidos a los “vendidos al oro del cuadrilátero”. Uno de ellos le habría asegurado a Agustín Edwards que “contaba con toda la clase obrera de Santiago”. Así resultó que había -de modo grotesco- un “partido democrático ‘dependiente’ de don Cucho [Edwards]”. 79 El Ají mostró una y otra vez su descontento por la situación. “El monttvarismo principia su obra. Se ha desatado contra el Partido Democrático y ha lanzado la jauría de perros comprados exprofeso, como los Araya Escón... No, los Edwards, los Mac Clure, los Matte y los Besa, aristocracia como ella se llama, no pueden abatir al pueblo,...”.80 Los obreros comprados por los ricos opositores a Balmaceda recibirían como recompensa apenas unas miserables migajas. Riéndose de toda esta situación, El Ají enumeró los insulsos y jocosos regalos que recibiría Araya Escón, uno de estos tránsfugas, de 74 El Ají, 27.2.1890; 20.11.1890. El Ají, 3.3.1890. 76 El Ají, 23.10.1890. 77 El Ají, 26.5.1890. 78 El Ají, 21.7.1890. 79 El Ají, 14.7.1890. 80 El Ají, 28.7.1890. Araya Escón, dirigente de la Sociedad Escuela Republicana, había sido partidario de la candidatura de Balmaceda en 1886, cfr. Sergio Grez, Balmaceda y el movimiento popular, en S. Villalobos y otros, La época de Balmaceda (Santiago: 1992), 78-79. 75 MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… manos de Agustín Edwards, Eduardo Matte, José Besa, Augusto Orrego Luco, etc. 81 El Cuadrilátero recurría a “los ganapanes del partido democrático independiente para ocuparlos de aplana-calles en las elecciones”. El Ají reveló que los miembros de ese partido espúreo eran personas con antecedentes criminales: “Se susurra que los ‘demócratas independientes’ desertores del Partido Democrático, puestos de lacayos de los cuadrilaterenses no han podido inscribirse por haber sido procesados por crímenes horrendos. Esta es la gente de que se vale el cuadrilátero para ganar elecciones.” 82 Como un grupo importante de los democráticos perseveraran en su opción de neutralidad política ante el conflicto de Balmaceda y la oposición, el Cuadrilátero terminó por proscribir, a veces por la fuerza, la participación electoral de los rotos de dicho Partido. Esto lo denunció El Ají a fines de 1890: “Sabemos de una manera positiva que el cuadrilátero ha dado orden a sus sabuesos de que objeten en todas las subdelegaciones a los hombres de trabajo; pero sí, de que inscriban a cuanto ‘futre’ hambriento vaya con ‘leva’ a embromar a los buenos ciudadanos. Los demócratas debemos en este caso objetar a la ‘pijocracia’, ya que ella maliciosamente quiere tener mayoría en las mesas del centro y burlar a los que realmente se interesan por la suerte del país... En la segunda los cuadriláteros hacen ‘raya’ con los pobres y dicen que la ley electoral es hecha para ellos solamente.” 83 “¿Quereis entreteneros al juego de las inscripciones electorales?, decía un pije a otro pije del cuadrilátero?... Pues bien, vamos a la mesa del Senado y objetemos a todo individuo que tenga olor a demócrata.”84 A fines de 1890 una concentración del Partido Democrático denunció públicamente estas mañosas y antidemocráticas conductas del Cuadrilátero, al “condenar con la mayor severidad los procedimientos de algunas juntas inscriptoras en que predomina el conservantismo, como asimismo la conducta de los agentes de la alianza opositora, al impedir la inscripción de los artesanos y obreros por el solo hecho de serlo, dificultando así al pueblo el ejercicio de sus derechos políticos;...”. 85 El Ají fue dando cuenta de la creciente desconfianza del Gobierno y la oposición ante un Partido Democrático que no se comprometía con ninguna de las opciones en pugna. “Opositores y gobiernistas, guiados por un común propósito, han objetado a cuanto ciudadano se presentaba, no vestido con levita y ‘colero’ y sí con el honesto traje que representa en nuestros obreros labor honrada, decencia y no fausto. Los demócratas han sido perseguidos por todos los partidos, porque ellos no tenían blasones que acompañar ni sus nombres figuraban en la heráldica.” 86 Al fin de cuentas, la élite comprobó que mejor no había que meterse con rotos. Después de una importante concentración del Partido Democrático, a mediados de 1890, El Ají recogió los comentarios hechos por un atildado monttvarista: “El lunes de la pasada semana se encontraba reunido un grupo de montt-varistas, es decir de políticos que llenan el vientre con las chauchas de don Agustín [Edwards], y comentaban acaloradamente los sucesos del meeting. Como era natural pelaban de lo lindo a los 81 Edwards le regalaría un delantal para el trabajo, de “cuero de macho”, Besa le iría a regalar “un bastón de madera de burro”, el poeta Pedro Nolasco Préndez le regalaría una composición en verso titulada ‘Al demócrata de marras de nuevo cuño’, etc, El Ají, 4.8.1890. 82 El Ají, 27.10.1890; 10.11.1890. 83 El Ají, 6.11.1890. 84 El Ají, 10.11.1890. 85 El Ají, 10.11.1890. El Ají acusó al respecto a Eduardo Matte: “Este miserable explotador, ha dado orden terminantemente a sus agentes, para objetar a todos los obreros que desean inscribirse en los registros electorales,...”, El Ají, 13.11.1890. 86 El Ají, 13.11.1890. Palimpsesto 4; II, 2005 demócratas y juraban hacer un escarmiento entre ellos cuando sus amos vuelvan al poder. Un señor muy estirado, que calza guantes y lleva lentes dijo con mucho desparpajo: esto nos pasa por meternos con rotos.”87 Después de los combates de Concón y Placilla que dieron la victoria final -y militaral Cuadrilátero, ¿cuál fue la posición política de El Ají? Lo básico fue la crítica y desaprobación del desenlace violento de 1891. Como dijera en noviembre de ese año: “Para tramar una revolución basta una docena de ‘pillos’ y una veintena de ‘tontos’” 88 El Ají no trepidó en hablar de la “matanza de hijos del pueblo que hizo la criminal aristocracia en las batallas de la Placilla y Concón” 89 Ya a fines de 1891, junto con lamentar la muerte de uno de sus principales redactores, Avelino Contardo, y la desaparición misteriosa del dirigente Antonio Poupin, el periódico criticó abiertamente el saqueo de la ciudad de Santiago. “A los individuos que anduvieron capitaneando las turbas en el saqueo del 29 de agosto se les tiene ya preparada una celda en la penitenciaría. ¡Qué bueno!” 90 El Ají comentó a propósito del saqueo de la ciudad de Santiago, meses más tarde, en abril de 1892: “Preguntad, jesuitas menguados, a cualquier roto, por qué saqueó y os responderá: -¿Por qué? Porque ví a ‘sus mercés’ también saquiar y porque me mandaron! ¡Y tienen el cinismo de llamarse aristócratas!” 91 En medio de la Guerra Civil, la aristocracia eliminó al joven dirigente de la Sociedad de Sastres y del Partido Democrático Antonio Poupin Negrete: “Si Poupin tomó una parte activa en la revolución no fue por ayudar a la aristocracia, sino por el pueblo,... Sabía la aristocracia que el pueblo tenía un pilar poderoso en Poupin y por eso trataba de hacerlo desaparecer y en medio de la revolución consiguieron su objeto.”92 La contienda armada de 1891 mostró asimismo a un clero absolutamente fanático, que abandonó el mensaje de fraternidad enseñado por Jesús: “En la pasada revolución, ¿no se vio al sacerdote olvidarse de su ministerio, convirtiéndose en político, revolucionario, y azuzar a los ejércitos, hermanos ambos, a despedazarse furiosamente? En los combates, ¿no se vio al clérigo, alzada la negra sotana, con un rewolver en la mano y el crucifijo en la otra, recorrer las filas animando a los soldados, haciendo fuego?” 93 Este fue un tema que ya había abordado 87 El Ají, 30.6.1890. El Ají, 19.11.1891. 89 El Ají, 5.9.1892. En este sentido El Ají distó de los entusiasmos febriles e ilusos de la élite en contra de Balmaceda. El historiador Diego Barros Arana, por ejemplo, le escribió a Bartolomé Mitre el 30 de agosto de 1891: “La dictadura empapada en sangre,..., ha caído para siempre. Chile vuelve a ser el país de la libertad, del orden y del bienestar.”, Francisco A. Encina, La presidencia de Balmaceda, Santiago 1952, II, 310. Burlándose de los que celebraron el primer aniversario del saqueo de 1891, dijo El Ají: “Algunas casas también amanecieron embanderadas para celebrar la muerte de diez mil chilenos!”, El Ají, 5.9.1892. 90 El Ají, 16.11.1891. Con el saqueo “tantos padres y madres de familias [...] han quedado gimiendo en la más triste miseria”, El Ají, 3.12.1891. 91 El Ají, 4.4.1892. 92 El Ají, 22.8.1892, 29.8.1892, y 5.9.1892. La aristocracia se refirió a Poupin como “un sastrecito de mínima cuantía”. Así hablaba el colaborador de La Libertad Electoral Luis Orrego Luco, cfr. Luis Orrego Luco, Memorias del tiempo viejo, (Santiago: 1984), 32. 93 El Ají, 4.4.1892. El Ají criticó al cura párroco de la aristocrática iglesia del Espíritu Santo de Valparaíso, Cristóbal Villalobos, por orar sólo por los muertos del bando antibalmacedista: “Hasta para rogar por los muertos hacen distinciones políticas, estos gallos crestones!”, El Ají, 5.9.1892. 88 MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… Juan Rafael Allende en el Pedro Urdemales a principios de 1891. 94 Esta situación volvió a plantearla El Ají en una carta pública al arzobispo de Santiago Mariano Casanova en 1893: “[En] Chile quien ha desprestigiado a la religión habeis sido vos, Monseñor, y vuestros secuaces que,..., durante la recién pasada revolución, en vez de predicar la concordia, el amor mutuo como lo hiciera el mártis [sic] de Galilea, el humilde Jesús, os lanzasteis de una manera solapada algunos, y en son de guerra los más a predicar la destrucción de los lazos de la familia social cuando no el robo y el exterminio”. 95 Esta posición de El Ají fue muy interesante ya que tras la guerra civil el Partido Democrático se dividió en ‘constitucionales’ y ‘dictatoriales’. Los primeros se apropiaron de la dirección del Partido. Para el periódico satírico esto fue “una vergüenza”. 96 La Guerra civil, alentada por la aristocracia, terminó por conducir al país a una situación más que lamentable. El 17 de diciembre de 1891, a propósito de la posición del nuevo gobierno de continuar con la política de inmigración europea, señaló El Ají: “[N]o contentos los señores aristócratas con haber sumido al país en la más espantosa de las miserias a causa de la guerra civil de la que ha librado desangrado y hambriento, ¿se le amenaza aun con traerle inmigrantes? El cambio a 22 peniques, los proyectos financieros, la supresión de algunos trabajos públicos, ¿no son suficiente castigo aun para este pobre pueblo que no tiene más culpa y no ha cometido más delito que el haberse dejado arrebatar su soberanía durante setenta años? ¿Qué se pretende? ¿Tal vez reducir al pueblo a la desesperación?...¿La traída de inmigrantes obedece tal vez al propósito de hambrear más al pueblo?” 97 La inmigración de trabajadores extranjeros fue denunciada meses más tarde, en 1892, como “postre de la funesta revolución aristocrática”. 98 Con ocasión del primer aniversario de la sublevación de la Escuadra, el 7 de enero de 1892, comentó El Ají con indisimulado desengaño: “¡Oh! 7 de enero de funesto recuerdo para todos los chilenos que saben comprender los males que acarrean a un pueblo las revoluciones porque siempre traen la miseria y llantos a todos los hogares... Los redentores, que, cual Mesías prometido, esperaban los chilenos han sido los buitres que se han dejado caer sobre la presa y la han devorado sin dejarle ni los pelos. La dictadura, según dicen, se acabó, pero sigue su curso el despotismo que es más funesto y odioso y hace desgraciado a un país... Muchos ilusos acompañaron en la fatal jornada a los ambiciosos para llevar adelante una revolución que nos ha traído la ruina y la desolación... para mí no habrán ni dictatoriales ni constitucionales... llevaré por divisa los intereses de la democracia del pueblo trabajador.”99 Durante todo el año 1892 El Ají se propuso demostrar, especialmente a los rotos que se habían dejado seducir por la causa del Cuadrilátero -no faltaron demócratas que participaron en el saqueo de la ciudad el 29 de agosto de 1891-, que la aristocracia había regresado con todo al poder de Chile: “Ya puede ir conociendo el pueblo a esos falsos 94 Denunciando al sacerdote español Hilario Fernández , dijo Allende en febrero de 1891: “¡Canalla! En nombre de un Dios de paz, va a buscar armas para que el hermano mate al hermano, el hijo al padre y el padre al hijo!”, Pedro Urdemales, 14.2.1891. 95 El Ají, 8.5.1893. 96 El Ají, 19.9.1892. 97 El Ají, 17.12.1891. 98 “El más tremendo cargo hecho por los voceros de la aristocracia (léase pijocracia) a la administración pasada, fue de haber traído la funesta inmigración, que venía a arruinar al país.”, El Ají, 4.4.1892. 99 El Ají, 7.1.1892. Palimpsesto 4; II, 2005 patriotas, que hicieron la revolución, sólo para escalar el poder y de allí repartirse el tesoro de la nación a manos llenas,... Ya puede ir desengañándose el pueblo, que al haber dejado subir a los corruptores de sus conciencias y de sus hijos, a los fanáticos que lo embrutecen, se ha labrado su propia ruina, ha entregado su libertad y su vida misma a la aristocracia que hoy nos gobierna con todo su despótico poder. El patriotismo, ahora en Chile se paga... pero, a los aristócratas, no al roto,... ¡Pobre pueblo, pobre roto!... Trabaja, trabaja, pueblo chileno, que nuestros ‘señores’ de la aristocracia de horca y cuchillo os gobiernan!” 100 A Chile había llegado una “revolución aristocrática” que estaba sumiendo en el hambre al pueblo: “Las leyes financieras dictadas últimamente, verdaderas expatriaciones, verdadero saqueo por millones han venido a colmar la medida y a llenar los bolsillos de los que en hora suprema las dictaron. El hambre golpea ya a las puertas de millares de hijos del trabajo y esta situación lleva sólo visos de empeorar.” 101 “Que se friegue el pobre, la bestia de carga, está muy en armonía con el programa infame que se trazaron desde el triunfo los ‘libertadores’...”. 102 Por su parte, los banqueros habían encontrado su paraíso en el Chile post 1891: “Se vocifera que los banqueros están muy contentos porque han ganado el 500 por 100 desde que triunfaron.” 103 En julio de 1892 ya sentenciaba El Ají: “Chile en poder de los banqueros, usureros, agiotistas, inmigrantes, traficantes, políticos, asesinos y ladrones.” Y también: “Se nos aseguraba que después del triunfo de la Constitución y las leyes, Chile sería una verdadera República de Jauja. Las aguas de nuestros ríos se constituirían en torrentes de leche, miel y vino,... Triunfó la ‘justicia’, triunfó el ‘derecho’ y nadie que yo sepa ha visto el oro y la plata,... Y mientras tanto el cambio declina, el pueblo contempla espantado la faz descarnada de la miseria...” 104 Las ilusiones de los revolucionarios fueron pronto desmentidas por la realidad: “El maná se convirtió en m...escolanza. El oro huyó a las cajas de los judíos. El opíparo festín a los insaciables estómagos de los redentores, y el pueblo se quedó con palmo de narices, con la cara más larga que la catana de un paco, chupando los huesos mondos y lirondos.” 105 Con la caída de Balmaceda surgió un mundo donde la palabra clave fue la “economía”. En su nombre se elevaron los intereses de la aristocracia y se hundieron los pobres: “Balmaceda fue un derrochador sin conciencia, pero nosotros, al contrario, seremos economistas,... cantaron al son de flauta destemplada los regeneradores políticos o regeneradores de sus bolsillos, si no lo tienen a mal... La economía principió. El roto fue la primera víctima, ¡qué más natural! Cayó en mugrienta tarima, pidiendo al cielo un pedazo de pan para su estómago,... -Se necesita un hospital para la canalla!, se digna decir alguien. -No se puede, ¡es necesario la economía!, se le responde. Espléndido!... -Es necesario que se continúen los trabajos fiscales porque 10.000 trabajadores no tienen un pan que comer...! ¡Callaos! que coman m... ¿no es necesario la economía? Y la eterna jerga sigue 100 El Ají, 10.3.1892. El Ají criticó a los demócratas que se sumaron a los triunfadores de 1891. Con la derrota de Balmaceda “el Partido se dividió en dos, uno afecto a la revolución triunfante y el otro afecto a la verdadera Democracia... El 29 de agosto,..., [algunos democráticos] imitaron la conducta vengativa de la aristocracia, saqueando y destruyendo las casas, muebles, etc., de los vencidos. ¿Eran dignos de pertenecer a un Partido de libertad,..., individuos que de esa manera obraron? ¡Seguramente que no!, El Ají, 26.9.1892. 101 El Ají, 21.3.1892. 102 El Ají, 9.5.1892. 103 El Ají, 16.5.1892. 104 El Ají, 4.7.1892; 18.7.1892. 105 El Ají, 5.12.1892. MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… impertérrita;... solo una palabra fatídica para él [pueblo], armoniosa para la aristocracia se oye: ¡Economía! economía!” 106 En definitiva, la lucha civil de 1891 fue una desgracia nacional provocada por “la intransigencia de los aristócratas, y donde los demócratas ‘pagaron el pato’,...”.107 La aristocracia triunfante, junto con sacrificar la vida de miles de demócratas en la Guerra Civil de 1891, conducía al pueblo al abismo en 1892: “Parece que no contentos con haber provocado un estado de cosas que costó la vida a diez mil mártires de la democracia chilena, la pérdida de nuestras garantías de hombres libres y el derroche injustificable de centenares de millones, todavía pretenden hundirlo más y más en el abismo de la miseria,... Parece que ellos, únicamente, son los llamados a dirigirnos, de espolearnos, y a mandarnos a que nos matemos unos con otros, cuando ellos así lo crean conveniente para llevar sus gastos de deslumbrante oro, mientras el pobre roto sufre hambre y miserias y sus infortunadas familias se prostituyen en asquerosos lupanares...”108 A fines de 1892 habían cada vez más rotos en Chile que criticaron la suerte del país en manos del Cuadrilátero. Comentando los recuerdos del presidente Balmaceda que hacía un ‘hijo del pueblo que iba ahí algo contento’, y la crítica que hacía del actual estado de cosas, expresó El Ají: “Cómo se conoce el desengaño por la experiencia que han adquirido todos al ver el cambio de las cosas! Antes muchos trastornados maldecían a Balmaceda; hoy que conocen su error, lo recuerdan y lo sienten con amargo dolor. ¡Triste cosa es, pero, ya es tarde!...”109 El Ají entregó una visión completamente burlesca de las nuevas autoridades del país. En vez de constitucionales prefirió llamarlos los “prostitucionales”. 110 El presidente de la República Jorge Montt era el nuevo “monarca” de Chile, satisfecho, no por el honor de ser jefe de la Nación, sino por el “crecido sueldo que gana”. Era un mandatario “salido de la nada”, y tan ignorante que no podía abrir las Cámaras “por no haber hallado quien le escriba el mensaje”. Tampoco conocía las leyes del país. 111 Fue llamado “el autómata que dirije los destinos del país”, o, a causa de su indolencia con la situación del pueblo, “el oscuro capitán de fragata [que] no se ha dignado en su mensaje ni recordar siquiera la grave situación debida a la falta de trabajo y al subido precio de las mercaderías...”. Su escasez de luces intelectuales era reconocida internacionalmente: “Don Jorge Montt,..., ha sido nombrado miembro honorario de la Sociedad de Literatos y Artistas de España. ¡Literato don Jorge! ¡Son muy diablos estos godos! ¡Cómo se burlan de nuestro Presidente!...”. Sólo los “pijes” podían admirar a tal “Presidente fantoche”. 112 Los opositores a Balmaceda habían sido una “confusa e infame amalgama de frailes, masones, beatas, monttvaristas y algunos corrompidos liberales”. 113 Agustín Edwards era, sin 106 El Ají, 12.12.1892. El Ají, 25.7.1892. 108 El Ají, 15.8.1892. 109 El Ají, 5.12.1892; ver Micaela Navarrete, Balmaceda en la poesía popular 1886-1896, Santiago, 1993, 117. 110 El Ají, 17.10.1892. 111 El Ají, 21.12.1891; 7.1.1892; 16.5.1892; 6.2.1893. 112 El Ají, 6.6.1892; 11.7.1892. 113 El Ají, 14.3.1892. 107 Palimpsesto 4; II, 2005 más, el “banquero de la revolución” 114 Enrique Mac Iver era un frívolo ante la situación de los pobres: “El hambre para más tarde, señor. Sí señores, que se mueran de hambre primero los rotos antes que nuestras haciendas se arruinen. Tales han sido las palabras del muy honorable diputado don Enrique Mac Iver.” 115 Eduardo Matte, por supuesto era “el gran judío banquero”, que a poco andar integró el gabinete del almirante Montt: “Los banqueros, los usureros y los agiotistas estarán contentísimos con la subida de ‘su papá’ al Ministerio... Y ¡caramba! que don Eduardo Matte les hará grandes beneficios a esos señores! Y al pueblo? ¡Oh! al pueblo le mandará buscar para su bienestar y abundancia... una inmigración ‘selecta’ y ‘escogida’ de los arrabales y cités del Viejo Mundo.” 116 Del encumbrado poeta antibalmacedista Pedro Nolasco Préndez se dijo, repitiendo una expresión satírica de Juan Rafael Allende, “los rebuznos de don Pedro No las Comprende” 117 Del famoso Isidoro Errázuriz se dijo que pertenecía a todos los partidos “menos del Demócrata porque no tiene con qué comprarlo”. 118 De Agustín Ross se dijo que compraba su senaturía. 119 Carlos Walker Martinez era el “gerente de la sociedad de saqueos”, muy relacionada con la Iglesia católica: “[S]e nos asegura que los ultramontanos han pedido a su Santidad León XIII que declare día festivo y de santificación el 29 de agosto para así venerar como merece a ‘San Saqueo, patrón del constitucionalismo chileno’.” 120 El general Emilio Körner era un “ñato mercenario”, que “vino a nuestra patria solamente a matar chilenos”. 121 En fin, la élite triunfante de 1891 fue designada con desdén como “los señores del Olimpo chileno”, o “los magnates del Olimpo chileno”. 122 El desprecio de El Ají por los triunfadores de 1891 fue extraordinario: “Waldo Silva está muy enfermo. Los prostitucionales quieren que se lo lleve Dios para canonizarlo santo, los balmacedistas desean que se lo lleve el diablo cuanto antes, y El Ají dice que se vaya a la misma mierda.” 123 Expresó El Ají a comienzos de 1893: “Malditos sean una y mil veces los bribones que armaron la revolución que fue para deshonra y desprestigio de nuestra Nación.” 124 114 El Ají, 10.3.1892. Esta era una verdad que todo el mundo sabía, desde el Presidente José Manuel Balmaceda para abajo. En una de sus cartas Balmaceda aludía al “cuadrilátero, dirigido por el monttvarismo y sustentado por el dinero de Edwards”, Francisco A. Encina. La presidencia de Balmaceda, Santiago 1952, I, 189. 115 El Ají, 21.12.1891. 116 El Ají, 14.3.1892; 21.3.1892. 117 El Ají, 17.3.1892. La expresión en Juan Rafael Allende, Pedro Urdemales, 24.1.1891. 118 El Ají, 16.5.1892. 119 “Se ruje que a Agustín Ross le cuesta la senaturía más de 50 mil pesos.”, El Ají, 19.9.1892. 120 El Ají, 14.3.1892; 15.8.1892. Refiriéndose a Walker Martinez señalaba El Ají: “Los conservados [sic], los que no conocen más patria que Roma, ni más Dios que un viejo chocho no deben prostituir la palabra libertad.”, El Ají, 19.9.1892. Se le reprochó que hubiera cobrado al fisco “la bicoca de 80.000 pesos por los perjuicios causados a su fundo de lo Cañas”, El Ají, 10.10.1892. 121 El Ají, 26.9.1892 122 El Ají, 9.5.1892; 16.5.1892. 123 El Ají, 17.10.1892. 124 El Ají, 13.2.1893. “¿Qué hemos ganado los obreros o sea el pueblo en general con tal guerra [de 1891]? Carestía general en nuestra alimentación, precios fabulosos en nuestras humildes piezas habitaciones, contribuciones enormes, abolición de la ley de garantías individuales y desconocimiento completo de nuestra Constitución jamás tan vilmente pisoteada como lo es hoy por los señores redentores.”, El Ají, 16.1.1893. MAXIMILINAO SALINAS CAMPOS, La sátira y el humor político de EL AJÍ, periódico… En este contexto adverso para los pobres y los rotos, El Ají llamó en 1892 a alzar al pueblo a través de las huelgas, sin importarle los obstáculos colocados por “los dueños del suelo”, como había dicho La Libertad Electoral con su sediciosa soberbia de 1890. 125 El Ají constituyó un periódico valiente y saludable en su jocosidad y consecuencia con respecto a la causa de los rotos y del Partido Democrático. Nunca perdió de vista la perspectiva crítica en torno a una élite que si bien se había escindido en 1891 tenía una unidad y una cohesión más profunda. Esto se comprueba en la impugnación permanente que hizo de la política de inmigración extranjera, defendida por la aristocracia como una forma de cambiar los hábitos o la informalidad del obrero chileno. En 1889 el ministro de colonización Juan Castellón había señalado que “los inmigrantes vienen a morigerar los malos hábitos del obrero chileno que es poco formal”. 126 Las nuevas autoridades que reemplazaron a Balmaceda en 1891 continuaron con la misma visión con respecto al tema. ¿De qué se estaba hablando en definitiva? La élite misma estaba siendo fruto de una inmigración que cambiaba y ‘agringaba’ a ojos vista el rostro de Chile hacia fines del siglo XIX. Esto lo señaló con perspicacia El Ají en 1890: “Muchos creen que es cosa nueva la inmigración a nuestro suelo; nada de eso. La inmigración data desde muchos años atrás;... Los frutos de esos primeros inmigrantes hoy los tenemos de autoridad en los ministerios, intendencias, gobernaciones, cortes de justicia, cámara de Diputados y Senadores, Consejo de Estado y demás menudencia, y en prueba de nuestro aserto, allá va esa lista que la hemos escogido por ser sus apellidos de los más ‘agringados’ y según nuestro recuerdo: Mackenna, Prats, Subercaseaux, Aninat, Bannen, Eastman, Edwards, König, Körner, Mac Clure, Mac Iver, Matte, Montt, Ossa, Borne, Rogers, Smith, Walker, Zegers, Blanlot Holley, Bunster, Cazotte, Craig, Tupper, Ravet, Trumbull, Waddington, Budge. Y otros tantos más que quedan en revuelta confusión metidos como en un lío. Así es que es inútil que a éstos estemos pidiendo supriman la inmigración.” 127 Ese mundo era el mundo privilegiado de los decentes, que se diferenciaba en todo sentido, con nombres y apellidos, del de los rotos. Como dijo El Ají: “Los hijos de los decentes se llaman Aurora, Augusto, Alfredo, Sofía; los de los pobres, Pancracio, Gregorio, Apolonia, Perfecta, porque la sociedad no admite a una Sofía friendo chorizos, ni a un Arturo recogiendo estiércol o basura.” 128 El Ají contó esta última historia de Chile, la de los Pancracios y Apolonias. La de los rotos y del Partido Democrático, que perseverarían durante largos años -antes y después de la Guerra Civil de 1891-con valor y con humor por implantar en el país una nueva sociedad donde el pueblo fuera realmente soberano. Ese fue su sueño y su gracia. 125 El Ají, 18.7.1892. El Ají, 3.12.1891. Sobre el tema, Carmen Norambuena, Colonización e inmigración, un problema nacional recurrente 1882-1894, en Dimensión Histórica de Chile 8, 1991, 63-79, y también Baldomero Estrada, La política migratoria del Gobierno de Balmaceda, en Luis Ortega ed., La guerra civil de 1891. Cien años hoy, Santiago 1991, 73-83, y del mismo autor Los intentos estatales por estimular el factor humano nacional a través de la inmigración europea 1888-1920, en Mapocho 47, 2000, 303-338. 127 El Ají, 20.2.1890. Estos apellidos eran los que sonaban en el corazón de la élite santiaguina, o “culta sociedad de Santiago”, como se autodenominaba hacia 1890. Los Subercaseaux, Edwards, Mac Clure, Montt, Matte, Zegers, etc, etc, protagonizaron el famoso baile del Club de la Unión de 1890, donde se congregó todo el espíritu hostil al Presidente José Manuel Balmaceda, cfr. L.A. Aguila S., El baile del Club de la Unión. 31 de mayo de 1890, Santiago 1890. En esa ocasión fueron excluidos explícitamente los hombres del Presidente, como Julio Bañados Espinoza, cfr. Don Cristóbal, 3.6.1890. 128 El Ají, 25.11.1889. 126 Palimpsesto 4; II, 2005 [Santiago, agosto 2004].