¿QUIÉN SE LIBRA DEL COHECHO? por LUCIÉRNAGA Es inevitable. Hoy para ti, mañana para mí. Así reza el mundo del corporativismo, bajo los auspicios de unos cargos públicos administrativos. Art. 419 del Código Penal. La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, solicitase o recibiere, por sí o por persona interpuesta, dádiva o presente o aceptare ofrecimiento o promesa para realizar en el ejercicio de su cargo una acción u omisión constitutivas de delito, incurrirá en la pena de prisión de dos a seis años, multa del tanto por ciento del triplo del valor de la dádiva e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a doce años, sin perjuicio de la pena correspondiente al delito cometido en razón de la dádiva o promesa. ¿Quién no se encuentra libre de la persecución por la Administración del Estado?. Hacienda, Ayuntamiento, Tráfico, Juzgados. etc. que todos los días bombardean a los ciudadanos con sus notificaciones obligándoles a cumplir con sus obligaciones tributarias o hacer frente a unas multas insospechadas. Y los ciudadanos acuden temblorosos a las ventanillas inhóspitas de unas oficinas protegidas por armados guardias de seguridad. Entre los muchos funcionarios que allí se pavonean de su autoridad, aparece un antiguo amigo del colegio, quien en aras a su antigua amistad, le ofrece su apoyo para subsanar unos errores que “con mucha dificultad” se pueden solucionar a favor del sancionado. ¡Dame tu dirección!, musita el agradecido liberado sancionado, quien, con un posterior regalo, participa en la ejecución del perseguido delito de COHECHO. El “caso Gürtel” hace meses que inunda todos los informativos, acusando al presidente y varios de sus colaboradores de una comunidad del país, por haber vendido sus servicios a cambio de unos trajes. El partido político en la oposición defiende a capa y espada a su gente, quienes por su parte se niegan presentar las facturas del supuesto regalo, valorado en unos 2.500 €. Cuando el país está inmerso en una crisis que afecta a toda la población, los ministros del gobierno aparecen en todos los medios de difusión para despacharse a gusto contra el partido en la oposición y viceversa. Mientras el país cae en picado, cerrando muchas empresas o despidiendo a miles de trabajadores, los responsables del gobierno están jugando al tiro de los dardos envenenados. Vergüenza para los culpables, con o sin trajes, del delito de COHECHO. Las Fiestas Navideñas son las fechas indicadas para practicar el COHECHO. Se reparten regalos a manta. A los funcionarios de las Instituciones y Organismos, a los Directores de Bancos y Cajas, a los médicos que le operaron a corazón abierto, a los jurados, árbitros, peritos, abogados, o cualesquiera personas que participen en el ejercicio de la función pública, agradeciendo los favores recibidos o iniciar al chantaje puro y duro, enviándoles cajas de cava, cestas de 2 y 3 pisos, cajas de habanos, whisky de reserva, relojes del Barça, trajes a medida, o las llaves de un apartamento en la Costa Brava, para tan sólo mencionar algunos de ellos. En fin, se hacen regalos al cónyuge, a la amante, a los hijos, a la familia, a los amigos incondicionales. Todos son una chapuza para pagar favores a cobro revertido. No hay que olvidar a los abuelos, canguros baratos y seguros por actuar de guardería infantil en los días señalados. Así podríamos seguir hasta el infinito, para llegar a la conclusión de que las Fiestas Navideñas debieran llamarse LAS FIESTAS DEL COHECHO por incurrir en ellas todas las condiciones para ser sancionadas como delitos por el vigente Código Penal. ooooOoooo Copyright© LUCIÉRNAGA