(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2004; 51: 568-575) ORIGINAL Estudio comparativo de cuatro técnicas de anestesia general en endarterectomía carotídea: respuesta inflamatoria, complicaciones cardiocirculatorias y analgesia postoperatoria J. Longás Valién, L. M. Guerrero Pardos, A. Gonzalo González, M. Infantes Morales, A. Rodríguez Zazo, J. M. Abengochea Beisty Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. Resumen OBJETIVO: Estudiar el control hemodinámico analgésico y la respuesta inflamatoria, en pacientes sometidos a endarterectomía carotídea, bajo diferentes tipos de anestesia general. MATERIALES Y MÉTODOS: Estudio prospectivo de 80 pacientes incluidos aleatoriamente en cuatro grupos: grupo 1, mantenimiento realizado con sevoflurano a CAM de 1; grupo 2, sevoflurano CAM de 1,5; grupo 3, remifentanilo; grupo 4, propofol. Se estudiaron las alteraciones hemodinámicas intra y postoperatorias, grado de analgesia postoperatoria, evolución de las poblaciones leucocitarias y de los niveles de IL-6, variables clínicas del Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica en las primeras veinticuatro horas postoperatorias. RESULTADOS: Episodios de hipertensión intraoperatorios: Grupo 1, 60%; Grupo 2, 65%; Grupo 3, 50%; Grupo 4, 60%. Episodios de hipotensión intraoperatorios: Grupo 1, 85%; Grupo 2, 80%; Grupo 3, 80%; Grupo 4, 75%. Los pacientes de los grupos 3 y 4, presentaron mayor incidencia de Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (p<0,05) en la primeras veinticuatro horas postoperatorias y niveles más altos de IL-6 (p<0,05). La analgesia postperatoria no presentó diferencias estadísticamente significativas entre grupos. CONCLUSIÓN: Se encontró un aumento de los niveles de IL-6 periféricos, así como un aumento de la incidencia de Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica en el postoperatorio inmediato de los grupos que no recibieron halogenados. Sin embargo el control hemodinámico y analgésico no presentó diferencias significativas. Palabras clave: Endarterectomía carotídea. Anestesia balanceada. Remifentanilo. Anestesia intravenosa. Hipnóticos halogenados. Respuesta inflamatoria. Citocinas. Correspondencia: Javier Longás Valién Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor Hospital Universitario Miguel Servet Paseo Isabel La Católica, 1-3 50009 Zaragoza E-mail: [email protected] Aceptado para su publicación en septiembre de 2004. 568 Comparison of 4 techniques for general anesthesia for carotid endarterectomy: inflammatory response, cardiocirculatory complications, and postoperative analgesia Summary OBJETIVE: To study the analgesia, hemodynamic stability and inflammatory response in patients undergoing carotid endarterectomy under different types of general anesthesia. MATERIALS AND METHODS: A comparison of 80 patients randomized to 4 groups: group 1, maintenance with sevoflurane at a minimum alveolar concentration (MAC) of 1; group 2, sevoflurane at MAC 1.5; group 3, remifentanil; group 4, propofol. Variables studied were hemodynamic alterations during and after surgery, level of postoperative analgesia, differential white cell counts, levels of interleukin-6 (IL-6), and clinical signs and symptoms of systemic inflammatory response syndrome in the first 24 hours after surgery. RESULTS: The incidences of episodes of intraoperative hypertension were 60% in group 1, 65% in group 2, 50% in group 3, and 60% in group 4. The incidences of episodes of intraoperative hypotension were 85% in group 1, 80% in group 2, 80% in group 3, and 75% in group 4. Patients in groups 3 and 4 had higher incidences of systemic inflammatory response syndrome (p<0.05) in the first 24 hours after surgery and higher levels of IL-6 (p<0.05). Postoperative analgesia was similar in all 4 groups. CONCLUSIONS: Increased levels of IL-6 in peripheral blood and of systemic inflammatory response syndrome were found in the early postoperative period in groups that did not receive halogenated gases. Hemodynamic stability and analgesia were similar in all groups, however. Key words: Carotid endarterectomy. Balanced anesthesia. Remifentanil. Intravenous anesthesia. Halogenated hypnotic agents. Inflammatory response. Cytokines. Introducción La endarterectomía carotídea es una técnica cuyo objetivo es eliminar la placa de ateroma, y con ello prevenir las posibles embolizaciones sobre el territorio 16 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Estudio comparativo de cuatro técnicas de anestesia general en endarterectomía carotídea: respuesta inflamatoria, complicaciones cardiocirculatorias y analgesia postoperatoria distal a ella1. Uno de los principales retos del anestesiólogo en esta cirugía se deriva de las repercusiones del clampado de la arteria carótida, realizado durante la intervención, con el consiguiente riesgo isquémico del Sistema Nervioso Central, por lo que es primordial asegurar la irrigación del territorio a través de la carótida contralateral. Este tipo de cirugía puede realizarse bajo técnicas de anestesia locorregional o general2. Las primeras permiten la evaluación neurológica constante del paciente una vez clampada la carótida. Mientras que las técnicas de anestesia general ofrecen un mejor control hemodinámico y respiratorio del paciente3. El uso de remifentanilo en este tipo de cirugía esta descrito como coadyuvante en la sedación y analgesia cuando se realizan técnicas de anestesia locorregional4. Sin embargo su uso en anestesia general puede presentar las dos ventajas anteriormente expuestas, permitir, por un lado la evaluación neurológica despertando al paciente intraoperatoriamente y por otro un mejor control hemodinámico del enfermo. No es conocida la repercusión a nivel central y sistémico que podría suponer este despertar intraoperatorio y su posterior repercusión en la evolución postoperatoria del paciente. La agresión que supone el acto quirúrgico, determina una respuesta del organismo que intenta restablecer la homeostasis del medio interno. En 1973 Tilney y col5, vieron que la pérdida masiva de sangre desarrollaba posteriormente disfunción de órganos que inicialmente no estaban implicados. Esta generalización de un trauma inicial fue definida en términos clínicos en 1991 por el Comité Americano de Cuidados Intensivos6. Se define el Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS) por la presencia de dos de los siguientes signos clínicos: a) Temperatura mayor de 38ºC o menor de 36ºC; b) taquicardia mayor de 90 latidos por minuto; c) taquipnea mayor de 20 respiraciones por minuto, o una pCO2 menor de 32 mm Hg; d) leucocitosis mayor de 12.000 x mm3 o leucopenia menor de 4000 x mm3. Es conocido que la asociación de estrés y dolor aumenta las infecciones en modelos animales. En 1976 Duncan y Collen7 estudian esta asociación en la práctica clínica. El hecho se relacionaría con el modelo de respuesta neuroendocrina de activación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, esta activación tiene entre uno de sus pasos finales la descarga de glucocorticoides, de conocido efecto inmunomodulador8. Ha sido estudiada la posible implicación directa o indirecta de los procedimientos anestésicos, en la modulación de la respuesta al estrés quirúrgico 9, hallando una distinta modulación de la respuesta infla17 matoria, cuando se comparan técnicas de anestesia locorregional frente a la anestesia general10. Estudios de los efectos de la anestesia locorregional muestran resultados dispares hasta la fecha, aunque la tendencia actual, es creer que ejerce un efecto inmunoprotector11. La modulación no sólo se realiza a nivel del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, sino que también hay una regulación de las propias células inmunes implicadas en la respuesta inflamatoria. En cuanto a la anestesia general, la mayoría de los estudios apuntan a una depresión de la inmunidad celular12. Si bien, es difícil extrapolar a nivel clínico los resultados obtenidos in vitro, ya que en el quirófano hay variables que pueden escapar a los condicionantes de laboratorio. El objetivo del presente trabajo fue estudiar la anestesia en pacientes intervenidos de endarterectomía carotídea, comparando cuatro formas de mantenimiento anestésico de anestesia general: 1,2.- anestesia balanceada con halogenados y fentanilo a dos dosis diferentes; 3.- anestesia basada en el uso de remifentanilo; 4.- anestesia balanceada con hipnóticos intravenosos y fentanilo. Comprobar la eficacia del uso de remifentanilo en la valoración neurológica intraoperatoria. Estudiar el confort perioperatorio, utilizando mediciones biológicas sencillas, como puede ser el estudio de las poblaciones leucocitarias. Así mismo, analizar la presencia de episodios de alteración hemodinámica intra y postoperatoria, así como valorar el dolor en el postoperatorio inmediato de cada uno de los grupos diseñados. Por último estudiar los niveles de interleucina-6 (IL-6), marcador de respuesta inflamatoria precoz, en el postoperatorio inmediato. Materiales y métodos Se realizó un estudio prospectivo en pacientes sometidos a endarterectomía carotídea por el Servicio de Cirugía Vascular de nuestro Hospital. El protocolo fue aprobado por los Comités de Investigación y Ética del Hospital. Se estudiaron 80 pacientes, varones, ASA III. Los criterios de exclusión fueron: enfermedades (procesos autoinmunes, síndrome de inmunodeficiencia adquirida…) y tratamientos crónicos (inmunosupresores, corticoides…) que pudieran alterar el perfil inmunológico basal; Estadio 3-4 de la escala NYHA; Insuficiencia renal crónica; Transfusión en los tres últimos meses y necesidad de transfusión perioperatoria; Proceso infeccioso en el mes previo a la intervención. Los pacientes, tras información y consentimiento, fueron incluidos aleatoriamente en uno de los siguientes grupos: 569 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 10, 2004 Grupo 1: Pacientes en los que el mantenimiento de hipnosis fue realizado con sevoflurano a CAM de 1. Grupo 2: Pacientes en los que el mantenimiento se realizó con sevoflurano a CAM de 1,5. Grupo 3: Pacientes cuyo mantenimiento se realizó con perfusión continua de remifentanilo a dosis de 0,3-0,5 µg kg-1 min-1. Grupo 4: Pacientes cuyo mantenimiento de hipnosis se realizó con perfusión continua de propofol a dosis de 5 mg kg-1 h-1. El protocolo anestésico fue el siguiente: en todos los grupos, se realizó premedicación la noche anterior a la intervención con diacepam (10 mg) v.o. El día de la intervención, 30 minutos antes, se premedicó a los pacientes con midazolam i.m 0,1 mg kg-1. Tras monitorización estándar de las constantes vitales, se realizó venoclisis de vena periférica con catéter 16G. Se monitorizó de forma invasiva la presión arterial. Para ello, se canalizó la arteria radial contralateral al lado de la cirugía. Previamente se comprobó la presión arterial en ambas extremidades superiores, descartando la existencia de estenosis a nivel de arteria subclavia o axilar. El análisis de la profundidad de hipnosis anestésica fue realizado mediante BIS, el cual fue monitorizado previo a la inducción anestésica, manteniendo valores intraoperatorios entre 40 y 60. La inducción se llevo a cabo con bolo de propofol i.v 2 mg kg-1 y como relajante muscular, en los grupos 1, 2 y 4, se utilizó cis-atracurio i.v 0,2 mg kg-1. En el grupo 3, previa a la administración de propofol, se inició perfusión de remifentanilo a dosis de 3-4 µg kg-1, a una velocidad de infusión de 0,3-0,5 µg kg-1 min-1. En los grupos 1, 2 y 4 se administró 3-4 µg kg-1 de fentanilo. La intubación endotraqueal se realizó sin incidencias en todos los pacientes, bajo un BIS entre 40 y 60. En el grupo 3 previo a intubación se instiló las cuerdas vocales con lidocaína a 5%. El mantenimiento anestésico se realizó con mezcla de O2- Aire a una FiO2 de 0,4 y de acuerdo al grupo asignado. Como analgesia intraoperatoria, en los grupos 1, 2 y 4 se usaron bolos de fentanilo i.v de 0,05 mg de acuerdo con la tensión arterial durante la intervención. El mantenimiento de la relajación muscular, en estos grupos, se realizó con bolos de cis-atracurio i.v 0,1 mg kg-1, de acuerdo con monitorización de la relajación muscular con estimulador de nervio periférico. En los pacientes del grupo 3, se suspendió la perfusion de remifentanilo cinco minutos antes del clampado de carótida, tras quince segundos del cual se procedió a la valoración neurológica del paciente. Para ello se valoró la fuerza y sensibilidad de la mano contralateral a la carótida intervenida. Si la valoración era positiva, se profundizaba de nuevo a los pacientes con 570 remifentanilo. A los cinco minutos se repitió la valoración, con carótida ya clampada. Si la valoración era positiva de nuevo, se profundizaba al paciente con remifentanilo. En este momento se administró a los pacientes midazolam a dosis de 0,01 mg/kg para asegurar amnesia del despertar intraoperatorio. La monitorización de la potencial isquemia ipsilateral se realizó mediante saturación regional cerebral de oxígeno, de acuerdo a valores iniciales. Una vez finalizada la intervención los pacientes ingresaron en la Unidad de Reanimación, donde permanecieron 24 horas hasta el alta de la Unidad en todos los casos. La analgesia postoperatoria se realizó con metadona 0,1 mg kg-1 s.c y metamizol a dosis de 2 g endovenoso cada 8 h. La pauta analgésica se inició treinta minutos antes del final de la cirugía. Se registraron las variables hemodinámicas de forma continua desde diez minutos después de la inducción anestésica hasta el alta de la Unidad de Reanimación. Los episodios hemodinámicos intraoperatorios fueron definidos como: Hipertesión; Tensión Arterial Sistólica (TAS) > 160 mm Hg mantenida al menos 30 segundos. Hipotesión; TAS < 80 mm Hg mantenida al menos 30 segundos. Los episodios hemodinámicos postoperatorios fueron definidos como: Hipertesión; aumento de TAS por encima de un 30% de su TAS basal. Hipotensión; disminución de un 30% por debajo de su TAS basal. Intraoperatoriamente se mantuvo la TAS y el pulso un 30% por debajo de los valores basales preoperatorios. Los casos de hipertensión fueron tratados con urapidilo (bolo inicial de 25 mg) y perfusión de solinitrina a 0,5-0,8 mg kg-1 min-1. Los casos de hipotensión fueron tratados con efedrina (0,1-0,2 mg kg-1). La presencia de dolor postoperatorio fue recogida por encuesta del paciente, utilizando la escala analógica visual (EVA) de 10 cm de longitud, donde el 0 correspondía a ausencia de dolor y el 10 al mayor dolor inimaginable. Éste se registró en la primera, cuarta, octava, doceava y a las veinticuatro horas postoperatorias. Se realizó encuesta en el grupo tres de amnesia intraoperatoria, efectuándose al alta de la Unidad de Reanimación. De cada uno de los pacientes se obtuvieron por venopunción, cuatro muestras perioperatorias: muestra preoperatorio (muestra 1); primera, octava y veinticuatro horas tras el final de la cirugía (muestras 2, 3 y 4). Las muestras fueron recogidas en tubo con EDTA (ácido etilendiamintetraacético) y tubo seco. Se realizó estudio de hematimetría para la obtención de los valores de leucocitos totales, así como el recuento de neutrófilos, linfocitos y monocitos. La determinación se 18 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Estudio comparativo de cuatro técnicas de anestesia general en endarterectomía carotídea: respuesta inflamatoria, complicaciones cardiocirculatorias y analgesia postoperatoria realizó mediante contador hematológico (Technicon H3, Bayer®, Alemania). Recuentos expresados en número de células x 103/mm3. Las concentraciones de IL-6 se determinaron mediante enzimoinmunoanálisis (ELISA) (Pharmigen. San Diego. Ca). Los límites de detección (pg ml-1) fueron de 1,4 (valores normales 5-20 pg ml-1). Se recogieron, durante las primeras 24 horas postoperatorias, las constantes clínicas que pueden definir la aparición de un SRIS: pCO2, temperatura, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria. Los datos obtenidos fueron analizados con el paquete estadístico SPSS 10.0. Se hizo un análisis de estadística descriptiva de cada uno de los parámetros recogidos, así mismo se calculó la incidencia de SIRS de cada uno de los grupos diseñados. Se procedió al análisis de la normalidad de las muestras por el test de Kolmogorov-Smirnov con la corrección de Lilliefors. Se realizó el análisis de homocedasticidad de las varianzas por el test de Levene. Las comparaciones entre los grupos se realizaron por medio del análisis de la varianza. Así mismo se aplicó el estadístico chi-cuadrado y test t de Student para variables independientes. Se realizaron análisis intra e intergrupales de los resultados. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p<0,05. Resultados Las características demográficas y clínicas de los pacientes, así como del tiempo de intervención se muestran en la tabla I. No se encontraron diferencias significativas entre los grupos diseñados. TABLA I Características demográficas y clínicas Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Edad (años) 65 (7,2) 64 (8,1) 65 (6,9) 66 (7,1) Peso (Kg) 70 (4,3) 72 (5,1) 74 (5,3) 73 (4,3) Talla (cm) 163 (5,5) 167 (6,1) 165 (4,3) 166 (6,7) Coronariopatía 5 4 5 6 EPOC 9 11 10 8 Diabetes Mellitus 4 5 7 5 Episodios neurológicos AIT 3 2 3 3 ACV 2 3 2 1 Tratamiento cardiovascular Antagonistas del calcio 10 11 8 7 Beta-bloqueantes 7 8 10 8 IECA 10 9 8 10 Valores expresados como media y desviación estándar (entre paréntesis). Sin diferencias estadísticamente significativas, p>0,05. Grupo 1: sevoflurano a CAM de 1; Grupo 2: sevoflurano a CAM de 1,5. (Grupo 3: remifentanilo 0,3-0,5 µg kg-1 min-1; Grupo 4: propofol 5 mg kg-1 h-1. EPOC: Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica; AIT: Accidente Isquémico Transitorio ACV: Accidente Cerebrovascular; IECA: Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina. 19 Los pacientes fueron seleccionados al azar de los programados para endarterectomía carotídea. No se incluyeron aquellos pacientes que no cumplían los criterios de admisión del apartado de materiales y métodos. Los grupos estaban formados por veinte pacientes cada uno. El tiempo anestésico no presentó diferencias estadísticamente significativas entre los grupos (Grupo 1, 139 ± 25,3 min; Grupo 2, 140 ± 32,6 min; Grupo 3 148 ± 33,1 min; Grupo 4 142 ± 28,3 min). En todos los pacientes del grupo 3, la exploración neurológica intraoperatoria, con paciente despierto, se realizó sin incidencias y en ningún caso se encontraron alteraciones significativas. En la evaluación neurológica intraoperatoria de los grupos 1, 2 y 4 no se encontraron cambios significativos en la saturación regional cerebral de oxígeno respecto a los valores iniciales. En la exploración neurológica postoperatoria de los pacientes no se encontraron alteraciones reseñables. Los grupos 1, 2 y 4 recibieron una dosis media de fentanilo de 850,3 ± 75,3 µg, 840,9 ± 100,4 µg y 890,5 ± 90,5 µg respectivamente. La dosis media administrada de remifentanilo en el grupo 3 fue de 1872,5 ± 250,2 µg. El grupo 4 recibió como dosis media de propofol 950,6 ± 70,5 µg. La incidencia de episodios de hipertensión e hipotensión, así como los pacientes que precisaron tratamiento con drogas vasoactivas se recogen en la tabla II. Aunque el grupo 3 presentó menos episodios de hipotensión intra y postoperatorios, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Las dosis medias de urapidilo y solinitrina fueron inferiores en los pacientes del grupo 3. Sin embargo tampoco se encontraron diferencias estadísticamente significativas (tabla III). Las dosis media de efedrina fueron similares en todos los grupos. La presencia de dolor postoperatorio se recoge en la tabla IV. No se encontraron diferencias estadística- TABLA II Número de pacientes que presentaron episodios de hipertensión e hipotensión en el período intra y postoperatorio Hipertensión Intra GRUPO GRUPO GRUPO GRUPO 1 2 3 4 12 13 10 12 (7) (8) (4) (6) Post 10 (4) 11 (5) 8 (2) 10 (5) Hipotensión Intra 17 16 16 15 (6) (5) (5) (5) Post 11 (3) 10 (2) 11 (3) 93 (2) Entre paréntesis número de pacientes que requirieron uso de fármacos vasoactivos. Sin diferencias estadísticamente significativas, p>0,05. Grupo 1: sevoflurano a CAM de 1; Grupo 2: sevoflurano a CAM de 1,5. (Grupo 3: remifentanilo 0,3-0,5 µg kg-1 min-1; Grupo 4: propofol 5 mg kg-1 h-1. 571 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 10, 2004 TABLA III TABLA VI Dosis medias de los diferentes fármacos vasoactivos utilizados Valores de IL-6, neutrófilos, linfocitos y monocitos Grupo 1 Urapidilo Solinitrina Efedrina Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 78,9 (10,2) 74,2 (10,1) 69,9 (9,3) 77,3 (10,1) 400,8 (105,2) 398,3 (97,1) 350,3 (60,2) 389,3 (95,3) 7,5 (1,05) 7,15 (1,01) 7,4 (1,1) 7,2 (0,9) Expresadas como media y desviación estándar (entre paréntesis). Dosis de urapidilo y efedrina expresadas en mg; solinitrina µg. Sin diferencias estadísticamente significativas, p>0,05. Grupo 1: sevoflurano a CAM de 1; Grupo 2: sevoflurano a CAM de 1,5; Grupo 3: remifentanilo 0,3-0,5 µg kg-1 min-1; Grupo 4: propofol 5 mg kg-1 h-1. TABLA IV EVA en el período postoperatorio 1h GRUPO GRUPO GRUPO GRUPO 1 2 3 4 1,2 1,2 1,2 1,3 (0,41) (0,31) (0,34) (0,23) 4h 1,2 1,2 1,1 1,1 (0,41) (0,23) (0,36) (0,45) 8h 1,2 1,2 1,2 1,2 (0,35) (0,33) (0,32) (0,54) 12h 1,2 1,1 1,2 1,2 (0,45) (0,39) (0,24) (0,34) 24h 1,2 1,2 1,1 1,1 (0,25) (0,31) (0,43) (0,24) Expresado como media y desviación estándar (entre paréntesis). Sin diferencias estadísticamente significativas, p>0,05. Grupo 1: sevoflurano a CAM de 1; Grupo 2: sevoflurano a CAM de 1,5; Grupo 3: remifentanilo 0,3-0,5 µg kg-1 min-1; Grupo 4: propofol 5 mg kg-1 h-1. mente significativas entre los grupos, tampoco se encontró relación estadística significativa entre EVA postoperatorio y las variables incluidas en el estudio. Dos de los veinte pacientes del grupo tres, recordó el despertar intraoperatorio, incidencia del 10%. No se encontró relación significativa en estos pacientes con la aparición de complicaciones en el postoperatorio. La incidencia de SIRS en los grupos 1 y 2, mantenimiento con sevoflurano a CAM 1 y 1,5 fue del 10% y 15% respectivamente (tabla V). Sin embargo la incidencia en los grupos 3 y 4, mantenimiento con remifentanilo y propofol, fue del 60% y del 55% respectivamente. Se observó una relación estadísticamente significativa entre mantenimiento hipnótico y desarrollo de SIRS. De todos los pacientes que desarrollaron condiciones clínicas de SIRS, un 60% lo presentaron en los controles de la primera hora, un 80% ya lo presentaban a las 8 horas y el 100% a las 24 horas postoperatorias. TABLA V Incidencia del SIRS en los grupos estudiados GRUPO GRUPO GRUPO GRUPO 1 2 3 4 SIRS (n) NO SIRS (n) Incidencia 2 3 12* 11* 18 17 8* 9* 10 15 60* 55* *Diferencias estadísticamente significativas, p<0.05. Grupo 1: sevoflurano a CAM de 1; Grupo 2: sevoflurano a CAM de 1.5; Grupo 3: remifentanilo 0,3-0,5 µg kg-1 min-1; Grupo 4: propofol 5 mg kg-1 h-1. 572 Primera hora Octava hora 24 horas GRUPO 1 IL-6 Neutrófilos Linfocitos Monocitos M ± DE 36,1 (2,4)** 5,3 (1,4) 1,1 (0,4)** 0,4 (0,2) M ± DE 38,2 (2,2) 4,3 (1,03) 1,3 (0,5)** 0,3 (0,1) M ± DE 45,1 (2,8)** 4,5 (1,9) 1,3 (0,3)** 0,2 (0,1)** GRUPO 2 IL-6 Neutrófilos Linfocitos Monocitos 35,3 6,6 1,2 0,6 (2,1)** (0,5)** (0,3)*,** (0,2)* 40,1 (3,2)** 5,8 (0,7) 0,9 (0,3)*,** 0,4 (0,08)** 43,3 5,6 0,6 0,3 (2,1)** (1,1) (0,1)*,** (0,1)** GRUPO 3 IL-6 Neutrófilos Linfocitos Monocitos 45,5 8,2 1,7 0,9 (2,1)*,** (5,3)*,** (0,3)*,** (0,7)*,** 68,3 6,7 1,6 0,7 (1,9)*,** (3,6)*,** (0,2)*,** (0,5)*,** 75,8 6,1 1,4 0,7 (3,1)*,** (3,3)*,** (0,2)* (0,2)*,** GRUPO 4 IL-6 Neutrófilos Linfocitos Monocitos 44,4 8,1 2,1 0,6 (2,2)*,** (3,7)*,** (0,6)*,** (0,3)*,** 72,6 8,2 1,6 0,6 (3,1)*,** (3,2)* (0,4)*,** (0,6)*,** 76,5 8,1 1,2 0,5 (2,9)*,** (3,5)* (0,4)*,** (0,2)*,** Valores expresados como media y desviación estándar (entre paréntesis) de IL-6, neutrófilos, linfocitos y monocitos. Recuentos celulares reflejados en n x 103 /mm3. IL-6 en pg/ml. Diferencias estadísticamente significativas intergrupales respecto a grupo 1 (*) e intragrupales (**), p< 0,05. Grupo 1: sevoflurano a CAM de 1; Grupo 2: sevoflurano a CAM de 1,5; Grupo 3: remifentanilo 0,3-0,5 µg kg-1 min-1; Grupo 4: propofol 5 mg kg-1 h-1. Las medias y desviación estándar de IL-6 neutrófilos, monocitos y linfocitos, se pueden ver en las tabla VI, en ella se reflejan los valores en la primera, octava y 24 horas postoperatorias. Los valores preoperatorios fueron normales. Ningún paciente presentó complicaciones de la evolución del SIRS como pueden ser infección, sepsis o fracaso orgánico múltiple. Tampoco se encontraron complicaciones neurológicas entre el alta de la Unidad de Reanimación y su alta hospitalaria. Sí se presentaron episodios de hiper e hipotensión (tabla II). Discusión El objetivo de la cirugía de la arteria carótida es la prevención del accidente cerebrovascular. El 80% de los ictus tienen su etiología en la carótida secundaria a estenosis, fundamentalmente de la carótida común o de la interna13. La endarterectomía consigue extraer la placa de ateroma causante de las embolizaciones y consiguiente obstrucción arterial. Se trata de una cirugía de cuello, en la que una vez disecada la horquilla carotídea, se deja exangüe la zona de la arteria a intervenir. La duración del procedimiento, desde que se pinza la arteria hasta la recu20 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Estudio comparativo de cuatro técnicas de anestesia general en endarterectomía carotídea: respuesta inflamatoria, complicaciones cardiocirculatorias y analgesia postoperatoria peración de la circulación, tras la cirugía, suele ser de 15 a 30 minutos, por lo que resulta importante un buen control de la función neurológica, no sólo durante sino también tras la endarterectomía14. El tiempo de tolerancia a la isquemia del Sistema Nervioso Central es de alrededor de cuatro minutos, por lo cual, antes de abrir la arteria hemos de valorar la eficacia de la circulación contralateral. Existen muchos métodos de detectar la isquemia cerebral, pero solo uno, el que permite la valoración neurológica del enfermo consciente bajo anestesia locorregional, es fiable en el 100% de los casos, el resto como el electroencefalograma, los potenciales evocados somatosensoriales, la oximetría cerebral regional o el doppler trascraneal, son controvertidos15. El empleo de anestesia general frente a técnicas locorregionales en este tipo de cirugía, ofrece dos ventajas fundamentales, permitir un mejor control hemodinámico y respiratorio del paciente. El mantenimiento postural del paciente durante la intervención no plantea el disconfort que se presenta utilizando técnicas locorregionales. Sin embargo, la gran ventaja de estas últimas es la posibilidad de una valoración neurológica con el paciente despierto16. La introducción del remifentanilo en este tipo de cirugía, puede permitir que la evaluación neurológica del paciente despierto sea posible utilizando técnicas de anestesia general. Las propiedades farmacológicas del remifentanilo permiten que el tiempo de terminación del efecto pueda ser predicho, debido a su corta vida media de 8 a 10 minutos17. La duración de su efecto es mucho más corta que la de otros opiáceos como el fentanilo, alfentanilo o el sulfentanilo. El efecto analgésico pico se produce de 1 a 3 minutos después de su administración. Por otro lado, como muchos opiáceos, puede producir hipotensión y bradicardia moderada, se ha demostrado que estos efectos no son mediados por liberación de histamina18. Twerky y col establecieron que se producía un mejor control hemodinámico en los pacientes anestesiados con remifentanilo frente aquellos en los que se usaba fentalino. En el presente estudio se vio que este grupo no presentaba una elevación significativa de episodios hipotensivos intraoperatorios respecto al resto de grupos19. El remifentanilo farmacodinámicamente, se comporta siguiendo un modelo bicompartimental durante la primera hora de infusión, pasando entonces a un modelo tricompartimental. Presenta un volumen de distribución bajo por su baja liposolubilidad. Después de una infusión prolongada el tiempo que tarda en disminuir su concentración efectiva al 50% después de interrumpir la infusión es de 3-4 minutos, indepen21 diente de la duración de la infusión20. El efecto de acumulación del fármaco es mínimo, si se compara a otros opiáceos. Este hecho nos va a permitir el despertar intraoperatorio, con un margen de antelación relativamente pequeño, pero con el coste añadido de una analgesia postoperatoria residual inexistente, que se deberá controlar. En el presente estudio se vio que los pacientes intervenidos con remifentanilo presentaron unas condiciones hemodinámicas intra y postoperatorias similares a otras técnicas de anestesia balanceada, como son los casos de halogenados e hipnóticos endovenosos, incidencia de episodios hipertensivos del 50% frente al 60% en el grupo 1, 65% en el grupo 2 y 60% en el grupo 4. Incidencia de episodios hipotensivos en el grupo 3 de 80 frente al 85% en el grupo 1, 80% en el grupo 2 y 75% en el grupo 4. Todo ello parece indicar que el control hemodinámico intraoperatorio fue similar en todos los grupos. El control del dolor postoperatorio no presentó diferencias significativas en los grupos estudiados, incluido el período postoperatorio inmediato en el que la analgesia residual del remifentanilo es mínima, la cual fue compensada con una pauta analgésica adecuada. Toda intervención quirúrgica supone una agresión para el organismo, la cual está determinada por diferentes estímulos nociceptivos. Por un lado, factores psicológicos inherentes al individuo, condicionados por el miedo y la ansiedad que supone el acto quirúrgico. Por otro, la propia agresión intraoperatoria, no sólo condicionada por el dolor, sino por múltiples factores como la hipoxia, hipercapnia, hipoperfusión hística, hipotermia, etc. En este contexto, la actuación anestésica, intentará modular y reducir el estrés quirúrgico al cual es sometido el organismo21. Es conocido que, ante una agresión externa o interna, el medio orgánico responde activando el sistema neuro-endocrino-metabólico que incluye la activación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, del sistema simpático y la liberación de mediadores humorales de respuesta inflamatoria (citocinas), que condicionará una respuesta inmunológica celular22. El proceso inflamatorio produce cambios en gran número de los componentes del suero, los cuales pueden dividirse secuencialmente, en respuesta inflamatoria precoz y tardía. La primera respuesta, que tiene lugar una o dos horas después de la agresión, implica la elevación de sustancias pirógenas endógenas, que son esencialmente citocinas secretadas por las células fagocitarias, PMN y macrófagos, entre las cuales se encuentra el Factor de Necrosis Tumoral (TNF), IL-1 e IL-623. La IL-6, objeto del presente estudio, es una citocina con múltiples actividades biológicas. Entre otras funciones se encuentra su actividad sinérgica con IL-1 y TNF 573 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 10, 2004 para coestimular las células T, así como inducir la respuesta de fase aguda en las células hepáticas y del centro hipotalámico de la fiebre. Además, aumenta la replicación, diferenciación y producción de inmunoglobulinas por los linfocitos B. Es producida por monocitos, linfocitos T y B activados, células epiteliales y fibroblastos. La acción sinérgica de las citocinas proinflamatorias presenta una acción periférica y central de aumento de la sensibilidad (hiperalgesia). Se ha estudiado la involucración de la IL-6 en el desarrollo de alodinia y en la génesis del dolor crónico neuropático postoperatorio24. En nuestro estudio, si bien se observó un incremento de los niveles de IL-6, en todos los controles, en los grupos de remifentanilo y propofol (tabla VI), no se observó un aumento en el dolor postoperatorio. Sin embargo, sí se encontró una relación significativa entre los niveles de IL-6 en estos grupos y la aparición de clínica de SIRS en el postoperatorio inmediato. La respuesta celular a nivel periférico fue diferente en los distintos grupos. En la primera hora postoperatoria, los grupos 1 y 2 presentaron recuentos leucocitarios más bajos, con medias de 7,3 y 8,6 respectivamente. Sin embargo en los grupos 3 y 4, fueron superiores, con medias de 11,04 y 11,08 respectivamente. Este aumento de leucocitos fue debido a expensas principalmente de un aumento de neutrófilos. En los grupos 1 y 2 se observó una disminución de los linfocitos en sangre periférica, medias de 1,1 y 1,2 respectivamente. La evolución posterior en ambos grupos fue distinta; en el grupo 1 a las 24 horas el recuento se acercó a cifras preoperatorios, 1,3, sin embargo cuando la CAM aumentó a 1,5, a las 24 horas la linfopenia continuó con cifras de 0,6, lo que podría traducirse en un efecto inmunosupresor del agente, ya estudiado por varios grupos. Así, Collucci y col25 estudian los efectos inmunosupresores del sevoflurano, en modelo murino, cuando se administra en dosis repetidas. Sin embargo, los grupos 3 y 4 presentaron recuentos de linfocitos más altos, observándose en el grupo 4 una mayor elevación de linfocitos periféricos en la primera hora postoperatoria. El recuento a las 24 horas fue superior que en los grupos de sevoflurano, 1,4 y 1,2 respectivamente. Esto podría reflejar una activación linfocitaria por mecanismos inmunomoduladores de respuesta a estrés, a través de la producción de citocinas, cuya función, entre otras, es activar el pool de neutrófilos y hacer que la respuesta inmunológica se amplifique. En el recuento de monocitos de los grupos 1 y 2, se observó una clara tendencia a la monocitopenia, presentando a las 24 horas recuentos medios de 0,2 y 0,3 respectivamente. En el grupo 3 los recuentos medios 574 encontrados fueron superiores al resto de grupos con medias de 0,9, 0,7 y 0,7. En el grupo 4 los recuentos medios fueron también superiores a los encontrados en los grupos 1 y 2 (tabla V). Este aumento en la línea monocítica, en los grupos de mantenimiento con remifentanilo y propofol, podría implicar, por un lado una activación del pool de líneas monocíticas como efecto intrínseco de estos fármacos, principalmente remifentanilo, o simplemente un mal control de la respuesta inflamatoria, con producción excesiva de citocinas proinflamatorias, que se traducirían en una activación celular incontrolada, produciendo incremento celular en las tres líneas estudiadas, siendo el origen del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, traduciendo un desequilibrio entre citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias 26. Estos resultados, nos hacen pensar que el control de la respuesta a estrés quirúrgico en este tipo de pacientes, es mejor, cuando el mantenimiento hipnótico se realiza con sevoflurano, y que utilizando CAM de 1, este control es adecuado. Además se vio que dosis superiores de sevoflurano se traducían en un aumento de la linfopenia a las 24 horas postoperatorias, aunque su traducción clínica es, por el momento, desconocida. Como conclusión diremos que la técnica anestésica, intenta modular la respuesta neuroendocrina, que tiene lugar en una situación de estrés intenso, como ocurre en la cirugía. La anestesia balanceada presenta un reconocido efecto inmunomodulador27. Los niveles de citocinas proinflamatorias, recogidos a través del estudio de la IL-6, mostraron niveles más bajos cuando se utilizó anestesia balanceada con halogenados, además los recuentos de las poblaciones leucocitarias, reflejo de la activación neuroendocrina, presentaron niveles de activación más bajos en estos grupos. Esto se reflejó clínicamente, con un aumento significativo de la incidencia de SIRS, en los grupos de anestesia basada en remifentanilo e hipnóticos endovenosos. Sin embargo, esta disregulación, dentro de las primeras veinticuatro horas, no se tradujo en un aumento de las complicaciones infecciosas o inflamatorias postoperatorias tardías. En el grupo de remifentanilo esta evolución de la respuesta neuro-endocrino-inmunológica podría reflejar la agresión añadida, que supone el despertar intraoperatorio. Sin embargo, este grupo, mostró un buen control hemodinámico intra y postoperatorio, así como un buen nivel de analgesia postoperatoria. Dado que los resultados clínicos a corto plazo no presentan diferencias, creemos que la anestesia con remifentanilo para este tipo de cirugía es una buena alternativa, pero quedan por determinar las repercusiones clínicas de los hallazgos en las alteraciones en la respuesta inflamatoria sistémicas en este grupo a medio y largo plazo. 22 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Estudio comparativo de cuatro técnicas de anestesia general en endarterectomía carotídea: respuesta inflamatoria, complicaciones cardiocirculatorias y analgesia postoperatoria BIBLIOGRAFÍA 1. McCarthy WJ,Park AE, Koushanpour E, Pearce WH, Yao JS. Carotid endarterectomy, a decade of experience. Ann Surg 1996;224(3):297305. 2. Tangkanakul C, Counsell CE, Warlow CP. Local versus general anaesthesia in carotid endarterectomy: a systematic review of the evidence. Eur J Endovasc Surg 1997;13(5):491-499. 3. Frawley JE, Hicks RG, Beaudoin M, Woodey R. Hemodynamic ischemic stroke during carotid endarterectomy: an appraisal of risk and cerebral protection. J Vasc Surg 1997;25(4):611-9. 4. Muchada R, Lucchesie G. Endarterectomía carotídea bajo remifentanio. Rev Esp Anestesiol Reanim 2001;48(10):508-512. 5. Tilney NL, Bailey GL, Morgan AP. Sequential failure after rupture of abdominal aortic aneurysms. An unsolved problem in postoperative care. 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