REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA VICERRECTORADO ACADEMICO DEPARTAMENTO HOMBRE Y AMBIENTE VENEZUELA A LA LUZ DE LOS NUEVOS PARADIGMAS DEL DERECHO LABORAL. CASO: PROYECTO DE LEY ORGANICA DE ESTABILIDAD EN EL TRABAJO Trabajo de ascenso presentado para optar a la categoría de Profesora Agregada de la Universidad Nacional Experimental de Guayana Autora: ADDY OROZCO Puerto Ordaz, Octubre de 2011 RESUMEN UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA VICERRECTORADO ACADEMICO DEPARTAMENTO HOMBRE Y AMBIENTE VENEZUELA A LA LUZ DE LOS NUEVOS PARADIGMAS DEL DERECHO LABORAL. CASO: PROYECTO DE LEY ORGANICA DE ESTABILIDAD EN EL TRABAJO AUTORA ADDY F. OROZCO R. OCTUBRE, 2011 El presente trabajo es producto de una investigación de índole documental, que tuvo como objetivo principal el análisis del Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo de Venezuela, a objeto de constatar las debilidades y fortalezas del mismo, a la luz de los cambios de paradigmas que se están suscitando en el derecho del trabajo, producto de la globalización. Dicho análisis nos permitió determinar que a pesar que el aludido proyecto de ley tiene un alto contenido social, no es menos cierto que de implementarse el mismo, Venezuela se apartaría de la tendencia mundial actual, la cual propende la flexibilización de la legislación laboral, a los efectos de hacerse un poco más permeable a la realidad de los mercados de trabajo, permitiendo de esa manera el desarrollo económico de un país. Palabras claves: globalización, social, estabilidad laboral. ii flexiguridad, diálogo INDICE pp INTRODUCCION 1 CAPITULO I El derecho del trabajo frente a la globalización 8 I.1. La flexiguridad 8 I.2. El diálogo social 11 CAPITULO II Tendencias legislativas de la estabilidad laboral en América Latina II.1.1. La estabilidad laboral 20 20 II.1.1. Concepto 20 II.1.2. Clases 22 II.2. Tendencias legislativas de la Estabilidad laboral en América Latina 24 II.3. Régimen de estabilidad laboral en Venezuela 26 II.4. Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad En el Trabajo 29 CONCLUSIONES 35 REFERENCIAS 42 ANEXOS A Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo (2007) iii 47 INTRODUCCION En el mundo actual y como producto del fenómeno de la globalización, muchos paradigmas de diversa índole han tenido que ser revisados, debido a la enorme incidencia que dicho fenómeno ha tenido, principalmente en el orden sociopolítico y económico de los países del mundo en general. En tal sentido, se ha planteado la revisión y ejecución de nuevos paradigmas concernientes al Derecho del Trabajo y que sirven de sustento a la relación obrero patronal, regida por el principio protector o de tutela, y cuyo postulado es la protección del trabajador -hiposuficiente económico de la relaciónante el patrono, compensando de esa manera el marcado desequilibrio del poder negocial de las partes y garantizando el desarrollo de una relación en un clima de paz y sin posibilidad de explotación de la clase trabajadora( Carballo, 1998). Desconocer globalización y la los existencia cambios de que el este fenómeno mismo ha de estado generando en el proceso sociopolítico y, económicamente, en lo productivo y, por ende, en el mercado de trabajo, es dar la espalda a una realidad que llegó para quedarse y que lejos demandando a de menguar, las cada naciones la vez se fortalece imperiosa más, necesidad de adaptarse a la misma. La globalización, si bien ha sido cuestionada, pues se dice que ha generado 1 problemas que inciden directamente en el mercado de trabajo, generando en algunos supuestos desempleo y el surgimiento de nuevas formas de empleo, precarias de por si, también ha traído consigo aspectos positivos, entre los cuales destaca el supuesto crecimiento económico en el orden mundial, lo que podría estar impactando el vínculo jurídico laboral, que aún, en algunos países, está regido por una legislación del trabajo poco permeable, rígida y carente de flexibilidad, que se contrapone con el vaivén y carácter flexible de la economía. Ante esa realidad generada por el fenómeno de la globalización, necesidad de muchas naciones revisar y de han tratar comprendido la de su ajustar legislación laboral, con la finalidad de adaptarla al mencionado fenómeno global, pero teniendo claro el carácter tuitivo de la misma y bajo la premisa de la inexistencia de igualdad negocial de las partes que integran la relación de trabajo. La cuya Organización gestión permanente de se Internacional ha normas del caracterizado laborales Trabajo por la (OIT), búsqueda reivindicativas del trabajador, ha reconocido el fenómeno de la globalización y recomienda que la legislación laboral sea un poco más amplia y flexible, a los efectos de adaptarse a la mencionada realidad que se vive en la actualidad y en procura de garantizar la generación de fuentes de empleo dignas, sin sacrificar los postulados que justifican su existencia, en virtud de lo cual, desde el año 2001 viene 2 estudiando, calibrando e implementando el concepto de “flexiguridad”, el cual alude, según la óptica de dicha organización, al equilibrio que debe existir entre la flexibilidad, la estabilidad y la seguridad en relación al empleo, los ingresos y la protección social (OIT, 2005). En este contexto, una de las instituciones más neurálgicas del derecho del trabajo es la estabilidad, entendida ésta como el derecho que tiene el trabajador a permanecer en su puesto de trabajo y el deber que tiene el patrono a despedirlo sólo por justa causa (Plá Rodríguez, 1998). Algunos coinciden que un cierto grado de estabilidad en los mercados de trabajo favorece la productividad, sin obviar que ello genera seguridad a los trabajadores, pues implica la permanencia durante cierto tiempo en la fuente que le satisface sus necesidades básicas y la de su núcleo familiar. Sin embargo, muchos países han constatado la necesidad de replantear dicha institución, a los efectos que no se constituya en un obstáculo en la generación de fuentes de empleo y la calidad de los mismos, y por ende, en el desarrollo y flexibilidad de la economía, siendo ejemplo de ello Dinamarca, país este donde se implementó inicialmente la flexiguridad, resultando hasta el momento un éxito, pues cuenta con altas tasas de empleo y un alto nivel de seguridad social. En la actualidad, Venezuela posee una legislación laboral trabajo que contiene relativo, un es régimen decir, 3 de todo estabilidad en trabajador, el en principio, tiene derecho a permanecer en su fuente de trabajo y a ser despedido sólo por causa justificada; sin embargo, en el supuesto que la culminación del vínculo laboral sea producto de un acto arbitrario patronal, deberá ser indemnizado (Artículos 112 y 125 de la Ley Orgánica del Trabajo). Con la llegada del Presidente Hugo Chávez al poder y su claro objetivo político de implementar el llamado “socialismo del siglo XXI”, en el mes de Febrero del año 2007 le fueron otorgadas potestades de diversa índole, mediante una Ley Habilitante concedida por la Asamblea Nacional -órgano este en el cual predominan miembros de su ideología- con la finalidad de revisar y ajustar nuestra legislación a las pretensiones del gobierno en cuestión. Entre los proyectos de ley que han sido elaborados a través de la mencionada Ley Habilitante, destaca el Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo (PLOET), el cual fue elaborado en el mes de Abril del mismo año, estando íntegramente redactado y en espera únicamente del pronunciamiento de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en relación a la constitucionalidad de su carácter orgánico, según lo dispuesto en el artículo 203 de nuestra Carta Magna. En tal orden de ideas, el referido Proyecto de Ley Orgánica de Venezuela y conociendo Estabilidad que el con en toda el Trabajo seguridad propuesto será promulgado, propósito político del gobierno 4 en actual, prevé el cambio del régimen de estabilidad laboral que hasta la fecha existe en nuestro país: de un régimen de estabilidad relativa -el cual garantiza la permanencia en el empleo y a no ser despedido sin justa causa, pero en el supuesto de serlo, se indemnice al trabajador- a uno de estabilidad absoluta, en donde el patrono sólo podrá prescindir de los servicios de un laborante únicamente cuando éste haya incurrido en una causa que justifique la culminación de la relación laboral, sin que pueda ser sustituido el reenganche por una indemnización. El panorama inquietante y anteriormente preocupante por mencionado sus resulta consecuencias e impactos sociopolíticos y económicos en el país, siendo relevante determinar cuales serían las bondades y fortalezas que presenta dicho Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo, a los efectos de poder predecir el posible impacto que dicha legislación tendría en la economía venezolana y, por ende, cómo podría afectar o distorsionar la flexibilidad de nuestro mercado laboral, constituyendo este el objetivo principal de nuestra investigación. En ese contexto y partiendo de la realidad existente a escala mundial en relación a los cambios de paradigmas que se están trabajo, recomendando resulta en importante relación la al presente derecho del investigación, toda vez que la misma permitirá establecer si nuestro país propende a evolucionar en cuanto a los planteamientos legislativos que existen hoy en día para 5 esta rama del derecho o si, por el contrario, se aleja de los mismos. La investigación se realiza dentro de la modalidad de índole documental, procedimiento organización, entendiendo científico análisis e de por ésta indagación, interpretación de el acopio, información relacionada con el tema en específico, utilizando como fuente principal el documento escrito en cualquiera de sus manifestaciones: fuentes impresas, electrónicas o audiovisuales (Espinoza y Rincón, 2006). Para la consecución investigación se del agotaron, objetivo de esta cronológicamente, los siguientes pasos: a) selección y delimitación del tema; b) acopio de la información; c) organización de los datos y la realización de un esquema conceptual del tema; d) análisis de los mismos; y e) elaboración de la monografía. La monografía constituye el texto a través del cual el investigador dicha pone investigación, de es manifiesto decir, los resultados constituye el de informe final de dicha investigación documental. En el supuesto que nos ocupa, la presente monografía está estructurada de la siguiente manera: • Portada • Resumen • Indice General 6 • Introducción • Capítulo I • Capítulo II • Conclusiones • Lista de referencias • Anexos 7 CAPITULO I EL DERECHO DEL TRABAJO FRENTE A LA GLOBALIZACION El derecho del trabajo aparece como rama autónoma del derecho una vez que se generaliza un tipo específico de trabajo, a saber: aquel que es voluntario, dependiente y por cuenta ajena y surge como respuesta al fenómeno de la Revolución Industrial, cuyos inicios se ubican en Gran Bretaña hacia 1760. (Montoya, 2001). La legislación laboral se caracteriza por regular el trabajo como hecho social, estando integrada por un conjunto de normas de excepción, frente al derecho común (regido por el principio de autonomía de voluntad de las partes), con la hiposuficiente finalidad económico de de tutelar la al relación trabajador, de trabajo, menguando de esa manera el desigual poder negocial de éste frente al patrono, lo que condujo a la explotación de la clase trabajadora durante mucho tiempo, la cual, por la necesidad de ganarse un sustento para sí y su familia, toleró condiciones de empleo desfavorables para su vida y salud. Ante una esa disciplina realidad, el derecho laboral constituye sustentada en diversos principios rectores, entre los cuales destaca el principio protector o de tutela, que lo rige íntegramente y se inspira “… en 8 un propósito de igualdad y responde al objetivo de establecer un amparo preferente a una de las partes: el trabajador.” (Pla Rodríguez, ob.cit.). Es por ello que el derecho laboral se caracteriza por contener normas infranqueables y de estricto orden público, regidas por principios propios, siendo de aplicación automática ante la existencia fáctica de la relación laboral: determinada la existencia de ésta, se aplica de manera inexorable e inexcusable el derecho del trabajo (Pasco, 2005). Sin embargo, el esquema clásico del referido derecho se construyó sobre un modelo de relación laboral constituida, por un lado, por un trabajador que presta el servicio de manera personal, remunerado, por cuenta ajena y bajo la subordinación de otra, siendo aceptado por gran parte de la doctrina laboral latinoamericana que este último elemento, la subordinación, es el que determina su existencia. Este concepto en materia laboral alude al deber que directivo tiene de el su trabajador patrono, quien de sujetarse posee al facultades poder para organizar y dirigir la empresa -pues es quien asume los riesgos y frutos de su organización productiva- así como a inspeccionar la labor efectuada por el trabajador y a fiscalizar el cumplimiento de la misma (Ermida y Hernández, 2003). Por otra lado, el modelo empresarial sobre el cual se construyó la legislación laboral está caracterizado por para ser industrializado, cuyo centralizado funcionamiento se 9 y utilizaron jerarquizado, masivamente contratos de trabajo típicos (Casas, 2006), modelo que en la actualidad comparte y escenario contratación y descentralizadas, como con con producto nuevas de y la globalización, precarias organizaciones flexibles y cambiantes, formas de productivas donde en algunos supuestos no es fácil constatar la subordinación, generando que una inmensidad de verdaderos trabajadores esté, indebidamente, fuera del ámbito de aplicación del derecho del trabajo, lo cual forzosamente conduce a un replanteamiento de esta disciplina jurídica, pues de lo contrario, correría el riesgo de quedarse sin una base de sustentación jurídica, afectando el colectivo laboral y, por ende, la estructura económica y social de un país. La globalización, entendida como un fenómeno de apertura de los mercados y economías a escala mundial, ha generado nuevas formas y políticas de empleo, demandando al mercado de trabajo su adaptación a dicho fenómeno y, al derecho del trabajo, la revisión de sus paradigmas, ello con la finalidad de ajustarlo, en lo posible, a la realidad actual. En este sentido, Perelló (2006) señala: La globalización ha conducido, de manera forzosa, la introducción de reformas laborales, a objeto de alcanzar una gestión más flexible de los recursos humanos dentro de la organización de la empresa y como camino a seguir para adaptarse ésta al mercado laboral, originando con ello el desarrollo de nuevas formas y políticas de empleo que derivarán en el rendimiento del Derecho del Trabajo. 10 La OIT globalizador, se (2005), ha consciente pronunciado en el del fenómeno mismo sentido, destacando lo siguiente: Los profundos cambios que se están produciendo en el mundo del trabajo, y especialmente, en el mercado de trabajo, han dado lugar a nuevas formas de relaciones que no siempre se ajustan a los parámetros de la relación de trabajo. Si bien esas nuevas formas han aumentado la flexibilidad del mercado laboral, también han contribuido a que no esté clara la situación laboral de un creciente número de trabajadores, y que, consecuentemente, quedan excluidos del ámbito de la protección normalmente asociada con una relación de trabajo. Es evidente que existe un consenso entre muchos en relación a la necesidad que tiene la legislación laboral de adaptarse a la nueva realidad que se presenta en los mercados de trabajo, producto principalmente, de la globalización, proceso este que ha generado, entre otras cosas, el surgimiento de nuevas formas de empleo que en algunos supuestos escapan del ámbito de aplicación de la legislación laboral, lo cual no es una situación ideal para ese grupo de trabajadores, y que ha conducido a la flexibilización del mercado de trabajo. I.1.La Flexiguridad. Como consecuencia de la globalización y los efectos de ésta en el mercado laboral y, por ende, en el derecho del trabajo, la OIT, con fundamento en su Convenio 122 sobre Política de Empleo y a través de su 11 Programa Global de Empleo, desde el año 2001 viene estudiando y recomendando a los países -en la medida que la realidad sociopolítica y económica de cada uno así lo permita- implementar un sistema que estima de suma importancia para la evolución de los mercados de trabajo, el cual no es otro que la “flexiguridad” y que acepta e incluye tres situaciones concurrentes: bajas tasas de desempleo, alta seguridad social para los trabajadores y un mercado de trabajo más flexible, sin dejar de lado una realidad inmutable y que originó el nacimiento del derecho laboral: la desigualdad negocial de las partes que integran la relación laboral, es decir, la existencia de un hiposuficiente económico dentro de ésta que debe prestar un servicio enmarcado en lo que dicha organización ha denominado el trabajo decente. La “flexiguridad” encuentra sus antecedentes en Europa en la década de los ‘90 entre los llamados Países Bajos; sin embargo, fue en Dinamarca donde se implementó este sistema desde mediados de dicha década y que hasta la presente fecha ha resultado ser el más exitoso de todos desde el punto de vista sociopolítico y económico, lo que ha colocado a Dinamarca en el tercer país más rico del mundo y con una tasa de desempleo para el año 2009 del 1.9% (Index Mundi, 2009). Según Pampillón (2005) el sistema danés de flexiguridad consiste en: Una combinación inédita (ningún país lo ha logrado hasta ahora) de un alto grado de flexibilidad en el mercado laboral, protección al trabajador 12 desempleado y una eficaz política activa de empleo. La flexibilidad del mercado laboral consiste en que las contrataciones y los despidos se producen con mucha facilidad y rapidez y sin coste para la empresa. Esto permite una adaptación casi inmediata de las necesidades de mano de obra que tienen las empresas con la coyuntura económica. (…)El modelo de “flexiguridad” danés consigue que su mercado laboral se beneficie de las importantes ventajas de la desregulación y proporciona, al mismo tiempo, cierta seguridad al trabajador. Este fenómeno sitúa la tasa de paro danesa entre las mejores del mundo. En el 2006 el nivel de desempleo de Dinamarca fue del 3.9%, frente al 7.9% de la UE-27 (sic). El modelo danés introduce un cambio muy importante en el estado del bienestar: en vez de proteger el empleo se protege la flexibilidad. Se dice que lo más estratégico de este modelo es el hecho que los trabajadores tienen derecho al subsidio de paro, pero además de ello, tienen deberes, es decir, deben procurar encontrar un empleo activamente o, en su defecto, capacitarse para conseguirlo, pues pasado un tiempo determinado sin conseguir empleo (3 meses), el Estado los obliga a ocupar una vacante laboral existente para ese momento. La idea básica que sostiene este sistema es que la calidad del empleo debe valorarse no sólo desde la perspectiva del trabajador, sino también, en función de políticas laborales que enfrenten la necesidad de adaptación que tienen las empresas en la actualidad para asegurar su integración en mercados competitivos (Luján, 2008). El mencionado sistema de flexiguridad danés ha demostrado ser de un incuestionable éxito, despertando la curiosidad de diversos organismos, los cuales han optado 13 por estudiar dicho concepto y recomendar su implementación, ajustándola, claro está, a la realidad e idiosincrasia de cada país. En tal sentido, el Comité Económico y Social Europeo (2006) elaboró un informe titulado “Flexiguridad: el caso de Dinamarca”, a través del cual analizó dicho sistema, destacando, entre otras, las siguientes conclusiones: 1. La flexiguridad compatibilidad una hacienda es un existente pública ejemplo entre viable el y de la crecimiento, altas tasas de empleo. 2. La flexiguridad danesa se comprende partiendo de la idea que flexibilidad y seguridad no son conceptos contrapuestos. 3. La flexiguridad condujo a un cambio de paradigma: Se desecha la estabilidad en el puesto de trabajo para tener una seguridad de empleo y nuevas oportunidades personales, lo cual proporciona un elevado grado de seguridad económica y social al trabajador, evitando la fuga de empleos hacia otros países, producto de la globalización. 4. El sistema de flexiguridad danés no puede ser copiado exactamente en los países europeos, toda vez que estructurales existen y diferencias económicas 14 entre culturales, éstos. Sin embargo, podría ser adaptado a muchos países miembros de la Unión Europea. 5. La flexiguridad mercado laboral concilia la flexibilidad y la seguridad del del trabajador, garantizando de esa manera la protección social y la competitividad. Aún cuando la flexiguridad ha tenido detractores, pues estiman que la facilidad del despido prevista en este sistema atenta contra la estabilidad laboral de los trabajadores, no es menos cierto que se ha demostrado que tal flexibilidad no necesariamente genera un aumento en las tasas de desempleo, siendo el mejor ejemplo de ello Dinamarca, a lo cual debemos añadir que este sistema presta especial atención a los grupos menos favorecidos dentro y fuera del mercado de trabajo, es decir, mano de obra femenina, juvenil, discapacitada, entre otras. Todo lo antes expuesto conduce a concluir que en la actualidad y como producto de la globalización, se están generando cambios tanto en el esquema clásico de la prestación de servicios como en la organización empresarial, que demandan la adaptación de éstos a dicha realidad, siendo uno de los mecanismos para ello la reforma y ajuste de la legislación laboral, la cual debe tornarse un poco más permeable, sin renunciar a los postulados que originaron el nacimiento de ésta como rama autónoma y especialísima del derecho. Sin embargo, se ha determinado que el camino a 15 seguir para el logro de dichos fines, no es otro que el diálogo social, el cual, idealmente, debe incluir la participación de los actores sociales, para de esa manera lograr acuerdos que conduzcan a mejorar el mercado de trabajo y, por ende, la economía de un país. I.2. El Diálogo Social. La flexiguridad demostrado que laborales conduce la a lo largo de flexibilización a lograr un su de mercado vigencia, los de ha mercados trabajo tan flexible como lo es la economía y ajustado al crecimiento de la misma, enmarcado en lo que la OIT ha denominado el “Estado de Bienestar”. La flexiguridad, lejos de contraponer la flexibilidad del mercado de trabajo con la estabilidad laboral, las complementa, permitiendo que a pesar de existir movilidad de los trabajadores en relación a sus empleos, éstos cuenten con un excelente sistema de seguridad social, siendo insertados en otras fuentes de empleo con capacidades específicas. Sin embargo, hay consenso en relación a que el camino para lograr la implementación de este exitoso sistema, no es otro que el diálogo social. En este sentido, la OIT (2005) señaló lo siguiente: Evidentemente, no hay un único contexto institucional óptimo para cada país, ya que todos ellos difieren en lo que respecta a su experiencia nacional, su cultura y sus circunstancias. Por ello, es necesario que cada país considere una amplia gama de opciones en materia de políticas para crear mercados de trabajo que ofrezcan estabilidad, 16 flexibilidad y seguridad (es decir, «flexiguridad»). En este sentido, el diálogo social es sin duda el mejor instrumento para comprobar la aceptabilidad y eficiencia de los cambios propuestos y garantizar un amplio apoyo para los mismos. La implementación de la flexiguridad implica un delicado y complicado estudio de la realidad social de cada país donde se pretenda instaurar el mismo, que involucre la opinión de los interlocutores sociales que participan en el mercado laboral: patronos, trabajadores y estado. Como se estableció con anterioridad, el mecanismo para lograr acuerdos a tales efectos no es otro que el diálogo social, el cual, según la OIT (2005), es definido como: (…) todo tipo de negociaciones y consultas - e incluso el mero intercambio de información - entre representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores sobre temas de interés común relativos a las políticas económicas y sociales. La definición y el concepto de diálogo social varían en función del país o de la región de que se trate y no tienen todavía una formulación definitiva. Igualmente, condiciones dicha necesarias organismo que pueden ha establecido conducir al las diálogo social: 1. Existencia de organizaciones de trabajadores y de patronos sólidas e independientes, con capacidad de negociar y con acceso a la información necesaria. 2. Respeto a los principios de libertad sindical y negociación colectiva. 17 3. Voluntad política y compromiso de todas las partes interesadas. 4. Apoyo institucional adecuado. En el mismo sentido, se ha pronunciado el Comité Económico y Social Europeo (2006), según el cual la implementación de la flexiguridad en Dinamarca deviene del diálogo e integración de los interlocutores sociales, los cuales han desempeñado un papel central tanto para unificar criterios en procura de obtener un consenso en relación a la implementación de dicho sistema, como para su aplicación. Ello demuestra un alto sentido de organización, disposición y madurez de los interlocutores sociales, jugando un papel fundamental el estado, sea porque forma parte del diálogo, sea porque a pesar de no estar inmerso en el mismo, v.gr. negociaciones colectivas en el sector privado, debe contribuir a que se genere, garantizando igualmente el clima de confianza y optimismo necesario durante el decurso del mismo, para que de esa manera resulten las decisiones idóneas y esperadas por quienes participan. En España, en el año 2004, se inició un proceso de concertación social en el cual participaron el gobierno, representantes del sector sindical y representantes del sector patronal, con el objetivo de “favorecer la competitividad, el empleo estable y la cohesión social”, destacando el intervinientes documento que suscrito “ratifican el por las compromiso partes con el diálogo y la negociación como instrumento para abordar cambios que mejoren el funcionamiento 18 del mercado laboral”.(Mesa de diálogo social sobre mercado de expuesto, es trabajo, 2006). Como menester corolario colegir que de la todo lo antes implementación de cualquier sistema que propenda a mejorar el mercado de trabajo, a objeto de adaptarlo al movimiento y ritmo de la economía, ello con la finalidad de lograr un sistema sociopolítico y económico que se integre al proceso globalizador y que de esa manera estimule la creación de fuentes de empleo, la inversión extranjera y el desarrollo económico de un país, debe ser producto de una concertación previa en el cual los interlocutores participación protagónica, preponderante en éste, sociales jugando sea simple promotor del mismo. 19 como hayan el tenido estado participante un o una papel como CAPITULO II TENDENCIAS LEGISLATIVAS DE LA ESTABILIDAD LABORAL EN AMERICA LATINA II.1. La estabilidad laboral. II.1.1. Concepto. Hablar de la estabilidad laboral es tocar uno de los temas más considerando polémicos que por de lo la legislación general, suele laboral, enfrentar a patronos y trabajadores: los primeros, la consideran un obstáculo para el equilibrio y capacidad productiva de la empresa; los segundos, ante el aumento de los índices de desempleo, la convierten en el arma a través de la cual pueden mantener el vínculo jurídico que le permite la satisfacción de sus necesidades básicas y las de su grupo familiar. (Villasmil, 1993). Siendo el contrato de trabajo de tracto sucesivo, es decir, que su vigencia se prolonga en el tiempo, el derecho del trabajo prevé la institución de la estabilidad laboral como un mecanismo a través del cual se de garantiza al trabajador su permanencia en la fuente trabajo y, además, se frena el poder discrecional patronal de poner fin al vínculo laboral sin causa que así lo justifique. Es tanta para el derecho países la del importancia de esta institución trabajo, de América Latina donde se 20 que son varios le ha otorgado los rango constitucional, a saber: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela. Igualmente, existe el Convenio OIT Nº 158 y la Recomendación Nº 166, ambos de 1982, la cual complementa a aquél. Sin embargo, la estabilidad laboral como institución del derecho del trabajo se encuentra, para muchos, en crisis, producto de la globalización, lo cual ha generado, tal como se expuso supra, nuevas formas de organización productiva y, por ende, nuevas formas de contratación. La nueva empresa demanda el logro de nuevos criterios de eficacia, que no es otra cosa que la llamada producción flexible, para cuya obtención es necesaria la introducción de innovaciones de tipo organizativo, aún cuando ello conduce a la precarización de la contratación. Según Raso-Delgue (2008): (…) debe reconocerse que en las transformaciones que operan en el mundo del trabajo y la producción, un sistema de estabilidad absoluta podría llevar a una inercia del propio sistema de relaciones laborales y a una falta de respuesta a las necesidades de cambio que el nuevo modelo de producción insertado en una sociedad global ha generado. En tal sentido (sic) es cierto que una empresa –para no quedar fuera de toda competitividad, lo que en definitiva significaría su quiebre y la ruptura radical de los contratos de trabajo con las naturales consecuencias sobre el desempleo- debe poder reiniciar su mano de obra y reestructurarse ante los nuevos desafíos económicos. (…) Pero todo cambio que implica la intervención en los sistemas de estabilidad en el empleo, para que puedan alcanzar resultados favorables para ambas partes debe ser negociado. (…)La flexibilidad es buena y hasta necesaria cuando es negociada para adaptarse a las transformaciones del mundo del 21 trabajo y significa al mismo tiempo la existencia de un flujo de intercambio de concesiones. El panorama actual es un desafío para el derecho del trabajo, pues éste debe recuperar la capacidad de adaptarse a las nuevas realidades socioeconómicas. (Carballo, ob. cit.). II.1.2. Clases de estabilidad. Existen numerosas clasificaciones de la estabilidad laboral a nivel doctrinario; sin embargo, la clasificación más difundida y comúnmente aceptada es aquella que divide la estabilidad laboral en estabilidad absoluta y estabilidad relativa. II.1.2.1 Estabilidad absoluta. Según absoluta Mario es de aquella la que Cueva “niega (2001) al la estabilidad patrono, de manera total, la facultad de disolver una relación de trabajo por un acto unilateral de su voluntad y únicamente se permite la disolución por causa justificada…”. Este tipo inamovilidad, de estabilidad, plantea la llamada imposibilidad por algunos patronal de culminar el vínculo laboral por causa injustificada, toda vez que si ello sucede, el reenganche del trabajador es obligatorio, es decir, no puede sustituirse por el pago de indemnización alguna. 22 Ahora bien, la estabilidad absoluta, por lo general, en gran parte de las legislaciones de América Latina, constituye un régimen excepcional y temporal -al menos en el sector privado- toda vez que parte de la doctrina coincide en afirmar que una estabilidad de esta índole no es saludable, en virtud que conduce a convertir la relación de constituyendo productiva trabajo en un vínculo para una amenaza tanto la empresa como de para indisoluble, la el capacidad desarrollo económico en general (Villasmil, ob. cit.). II.1.2.2 Estabilidad relativa. Este tipo de estabilidad es definida como la garantía que tiene todo trabajador de permanecer en su puesto de trabajo y a ser despedido por justa causa; sin embargo, en el supuesto que se genere una conducta patronal arbitraria e injustificada que conduzca a la culminación del vínculo laboral, el trabajador deberá ser indemnizado. Al contrario de la estabilidad absoluta, en este tipo de estabilidad el reenganche del trabajador puede ser sustituido por el pago de una indemnización, constituyendo, por lo general, la regla en mayoría de las legislaciones laborales de América Latina. Claro está que cada legislación establece determinado requisitos para que un trabajador pueda gozar de este beneficio, sin embargo, la tendencia legislativa 23 es la concesión del mismo, tarifando la indemnización procedente en el supuesto que el patrono insista en la abrupta ruptura del vínculo laboral, negándose por lo tanto al reenganche del laborante. II.2.Tendencia legislativa de la estabilidad laboral en América latina. La Latina tendencia es la de previsión las de legislaciones un régimen de de América estabilidad laboral relativa, el cual forma parte de una legislación laboral que en la mayoría de los casos es de origen etático, es decir, deviene de un acto unilateral del estado. Entre los países que prevén tal régimen podemos mencionar Paraguay, a: Uruguay, México, El Argentina, Salvador, Costa Rica, Colombia, Brasil, Honduras, Bolivia, Guatemala, Ecuador, Perú, República Dominicana, Nicaragua, Chile, Panamá y Venezuela. Sin embargo, desde la década de los ’80 en la aludida región se determinó que para poder impulsar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de la población, se hacía necesario sustituir el sistema de mercado internista por uno que se sustentara en la liberalización y apertura financiera y comercial de la economía, privatización de las empresas estatales, abolición de los subsidios, reducción del gasto público, entre otros aspectos. El problema es que al contrario de 24 lo que ha sucedido en los países de la Unión Europea, en los cuales las reformas legislativas de contenido laboral han sido producto de los acuerdos tripartitos o por el debilitamiento del poder sindical, las que han tenido lugar en América Latina han sido más que todo producto de un acto unilateral del estado, siendo por lo tanto la mayoría de estas reformas provenientes de un acto de origen etático. Las reformas legislativas ocurridas últimamente en la región y relacionadas con el tema que nos ocupa, han tenido como factor común ir hacia la flexibilización de la estabilidad laboral, aún cuando en la mayoría de los supuestos se mantiene la indemnización a cambio del despido sin justa causa, considerando que el régimen de seguridad social en estos países es débil e ineficiente, la mayoría de veces. Sin embargo, podemos constatar que en países como Haití, sólo se exige darle al trabajador un preaviso, sin pago de indemnización alguna por el despido injustificado. El caso de Perú resulta interesante, toda vez que en el año 1979, la estabilidad laboral absoluta adquirió rango constitucional, pasando a ser uno de los países de América Latina con una de las legislaciones del trabajo más rígidas; sin embargo, a inicios de la década de los ‘90, el gobierno de turno propició una reforma laboral, la cual condujo, entre muchas otras cosas, a abolir el régimen de estabilidad laboral absoluta, para implementar uno de índole relativo, pues se reconoció que mientras 25 más rígida es la norma, los niveles de inversión son menores, lo cual afecta el mercado laboral. (Chacaltana y García, 2002). Por su parte, indemnizatorio en mínimo Argentina se cambio de a eliminó el tope restringir las contrataciones a término. Argentina y Perú son los países en donde las reformas legislativas laborales han tenido un carácter eminentemente flexibilizador; seguidos por Brasil, Colombia y Panamá, los cuales han tenido reformas no tan profundas como la de los dos anteriores, pero hacia la tendencia flexibilizadora. (Vega, 2000). II.3. Régimen de estabilidad laboral en Venezuela. El artículo 88 de la derogada Constitución de la República de Venezuela de 1961 establecía: “la ley adoptará medidas tendientes a garantizar la estabilidad en el trabajo y establecerá las prestaciones que recompensen la antigüedad en el servicio y lo amparen en caso de cesantía”. Este artículo establecía el carácter constitucional del régimen de estabilidad laboral en Venezuela, ordenando al legislador la adopción de medidas que tendieran fundamento en hacia el la permanencia principio 26 en protector, el el empleo, cual con rige íntegramente el derecho del trabajo. (Villasmil y Carballo, 1998). Con fundamento en la norma constitucional supra señalada, en Despidos Injustificados, estableció el un año 1974 régimen fue a de dictada través la de estabilidad Ley la contra cual relativa, se que permitía el despido sin justa causa, con la opción que el trabajador tenía la posibilidad de solicitar su reenganche ante las Comisiones Tripartitas, manteniendo siempre el decisión, patrono la potestad pagando a cambio de insistir la en su indemnización correspondiente. En el año 1990 fue promulgada la Ley Orgánica del Trabajo, la cual derogó a la Ley contra Despidos Injustificados, reproduciendo prácticamente la integridad del régimen de estabilidad laboral relativa, esto es, prohibiendo el despido sin justa causa, pero otorgándole al patrono la posibilidad de sustituir el reenganche por el pago indemnizatorio. En el Trabajo sufre régimen de indemnización año 1997, una la reforma, estabilidad que referida la cual laboral, anteriormente Ley dejó Orgánica intacto del el modificando la correspondía al trabajador por un despido sin justa causa. En el año 1999, luego de la llegada del Presidente Hugo Chávez al poder y mediante referendo consultivo, fue 27 aprobada la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual mantuvo el rango constitucional que tenía la estabilidad laboral en la derogada Constitución de 1961, estableciendo en su artículo 93 que “La ley garantizará la estabilidad en el trabajo y dispondrá lo conduncente para limitar toda forma de despido no justificado. Los despidos contrarios a esta Constitución son nulos”. Esta norma constitucional fue interpretada por los interesados en la materia como el paso de un régimen de estabilidad relativa a uno de estabilidad absoluta, la cual orienta al legislador a disponer todo lo necesario para limitar cualquier forma de despido injustificado; sin embargo, defensores manifestaron que dicha de ese cuerpo interpretación normativo conducía a tergiversar el espíritu, propósito y razón de la norma. En este sentido, Espinoza (2008) manifestó lo siguiente: Es una norma de excepción que está circunscrita a los trabajadores que han sido exceptuados del régimen normal de la estabilidad, de ninguna manera dirigida a los trabajadores permanentes que gozan de ella. (…) No fue concebida para excluir beneficiarios sino para incluir, (…) a los que se mantenía al margen del beneficio. En opinión constitucional va del referido dirigido a autor, el otorgarle artículo estabilidad laboral (relativa) a aquellos trabajadores que por la naturaleza de sus empleos no gozan de la misma, esto es, trabajadores transitorios. Sin embargo, dicha opinión parece no encontrar fundamentación jurídica a la luz de 28 lo señalado en la exposición de motivos del Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo que propone el actual gobierno en estos momentos. II.4. Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo. El sistema actualmente en de estabilidad Venezuela y laboral que existente fue expuesto anteriormente, está siendo reformado mediante el Proyecto de Decreto con rango y fuerza de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo (PLOET), el cual fue elaborado por la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, aprobado en Consejo de Ministros de fecha 25 de Abril de 2007, dentro de las facultades concedidas al Poder Ejecutivo mediante la Ley Habilitante de fecha 1 de Febrero de ese año concedida por el Poder Legislativo y publicada en la Gaceta Oficial Nº 38.617. El 2 de Mayo del referido año, el proyecto de ley que nos ocupa fue remitido a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, a los efectos que ejerza el control previo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 203 de nuestra Carta Magna, instancia esta que hasta la fecha no ha emitido circunscribir su pronunciamiento, únicamente a la el cual se constitucionalidad debe del carácter orgánico que se le otorga a dicha ley, sin poder ir más allá en relación al contenido de la misma. 29 Una Tribunal de vez que nuestro la Sala país Constitucional se pronuncie en del Máximo relación al carácter orgánico de ley, ésta será promulgada por el Ejecutivo Nacional, procediendo a derogar, en parte, la Ley Orgánica del Trabajo en todo lo relacionado con el régimen de estabilidad laboral contenido en la misma. De la exposición de motivos del proyecto de ley en cuestión, destaca lo siguiente: (…) el reto que tenemos de instrumentar leyes que hagan mas justas y humanas las relaciones de producción, limitando la facultad discrecional de cierto sector para producir pobreza por medio de la sombra del despido, irrumpe en la apetencia inquebrantable de servidor público, la necesidad de reflexionar respecto del instrumento legal idóneo para investir a la institución de la “Estabilidad en el Trabajo” de una protección absoluta que ampare a los trabajadores, pero no en forma delimitada o privilegiada, sino por el contrario que abarque a la gran mayoría de ellos. Bajo esta visión el Ejecutivo Nacional con el fin de brindar a la masa trabajadora la posibilidad de desempeñar su labor con decoro y dignidad, encaminó su actuación en la búsqueda de un cambio sustancial en la estructura administrativa y en el procedimiento para su protección ante la eventual perdida de su fuente de trabajo, fundamentando el proyecto de Ley en el precepto consagrado en el artículo 93 de nuestro texto Constitucional (…) (Negrillas nuestras). De ello se desprende la evidente intención del redactor de la ley en cuestión de pasar de un régimen de estabilidad relativa como el que poseemos actualmente, a uno de índole absoluto que abarque a la mayoría de los 30 trabajadores, lo cual queda patentado en lo artículos 1 y 5 del proyecto de ley in comento, los cuales disponen: Artículo 1. Esta ley tiene por objeto, (sic) garantizar y regular la estabilidad en el trabajo de todos los trabajadores y trabajadoras que se rigen por las normas contempladas en la legislación del trabajo ordinaria, quienes no podrán ser despedidos (sic) trasladados o desmejorados en sus condiciones de trabajo, sin que previamente hayan sido autorizados por la autoridad administrativa competente. Cuando el empleador o empleadora por voluntad unilateral termine la relación laboral sin haber obtenido la autorización del Inspector o Inspectora del Trabajo (sic) dicha acción se entenderá como un despido y será considerado nulo. Artículo 5. Todos los trabajadores y trabajadores gozan de estabilidad laboral. El empleador o empleadora únicamente podrá finalizar la relación laboral cuando cumpla con los procedimientos consagrados en esta ley y obtenga la autorización formal para ello, emanada del Inspector o Inspectora del Trabajo con competencia en la jurisdicción donde el trabajador o trabajadora preste sus servicios. De la redacción de los artículos antes transcritos se desprende posibilidad con del meridiana despido claridad sin que justa no causa; existe por la el contrario, el proyecto de ley contiene normas que regulan el mecanismo a través del cual un patrono puede prescindir de los servicios de un trabajador, todo lo cual se traduce en el agotamiento de un procedimiento que se agota ante las Inspectorías del Trabajo (órganos adscritos al Poder Ejecutivo Nacional), que debe culminar 31 en un acto administrativo que declare si existe o no mérito para culminar justificadamente el vínculo jurídico laboral. Vale Inspectores del mencionar que en nuestro Trabajo son funcionarios país de los libre nombramiento y remoción por parte del Poder Ejecutivo Nacional. En relación al ámbito de aplicación subjetiva de la ley, los artículos 2 y 3 establecen quiénes están amparados por ésta y quiénes quedan excluidos. En tal sentido, el primero de estos artículos determina que todo trabajador que sea permanente, con más de tres (3) meses de servicio ininterrumpido a su patrono queda amparado por la ley. Igualmente, la segunda disposición normativa referida, ámbito de determina quiénes aplicación, trabajadores temporeros, entre estarían los eventuales excluidos cuales u de su destacan los ocasionales, los empleados de dirección y los trabajadores domésticos, sin obviar a los funcionarios públicos, los cuales se rigen por una ley especial. El procedimiento administrativo referido consta de dos fases, a saber: una primera, la cual se agota por ante los Comités de Sustanciación, Mediación y Ejecución, los cuales se constituirían cada vez que se inicie un procedimiento de esta naturaleza y estarían integrados por tres (3) miembros principales (con sus respectivos suplentes), uno nombrado por el Inspector de Trabajo, otro por el patrono y otro por el trabajador. En esta fase, el referido Comité deberá intentar por todos los 32 medios legales existentes a su alcance lograr el acuerdo entre las partes en conflicto, sea mediante la mediación, sea a través de la conciliación. De no ser posible dicha solución, se procedería a levantar un acta contentiva de lo acontecido y suscrita por todos los intervinientes, remitiéndose al Inspector del Trabajo, a los efectos que se inicie la segunda etapa del procedimiento, la cual se caracteriza público, por cuya la inmediación decisión es de este impugnable funcionario por medio del recurso contencioso administrativo de nulidad que deberá interponerse ante los Jueces de Juicio del Trabajo de la jurisdicción correspondiente. (Meza, 2008). La decisión emanada del Inspector del Trabajo se limitará a declarar la procedencia o no del despido. En el supuesto ordenará el que éste sea reenganche del considerado trabajador injustificado, a su puesto de trabajo y el pago de los salarios caídos, sin otorgar al patrono la posibilidad -existente actualmente a la luz de la Ley Orgánica del Trabajo vigente- de sustituir el reenganche por el pago de indemnización alguna. De lo antes expuesto se desprende que la jurisdicción que en el presente poseen los órganos del Poder Judicial, Trabajo, para por conocer intermedio de los de los juicios Juzgados de del estabilidad laboral le es quitada a éstos y otorgada a las mencionada instancias administrativas, conduciendo a la denominada justicia laboral administrativa, la cual atiende a los principios de brevedad, oportunidad, 33 uniformidad, oralidad, inmediatez, equidad, primacía de la realidad de los hechos sobre las formas, entre otros (artículo 7 PLOET). Por último, especiales patronos se prevén adicionales, que a cuenten dos saber: con menos (2) procedimientos uno para de aquellos veinte (20) trabajadores y pretendan despedir a alguno de ellos, y otro previsto para la reducción de personal por razones económicas, de progreso o modificaciones tecnológicas. (Artículos 52 y 63, respectivamente, del PLOET). Las impresiones críticas relacionadas con el proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo, será expuestas en las Conclusiones documento. 34 del presente CONCLUSIONES La globalización ha generado múltiples impactos a escala mundial, entre los cuales destaca el que ha tenido en la economía y, por ende, en el mercado de trabajo, conduciendo a plantear la necesidad de intentar flexibilizarlo, a objeto que se adapte un poco más al acelerado ritmo de aquella y a la realidad mundial que se ha producido: la generación de nuevas formas de organización empresarial y, a su vez, de nuevas formas de contratación laboral. Por su parte, producto de la el derecho necesidad de del trabajo equilibrar a nace las como partes relacionadas jurídicamente por el hecho social trabajo, donde una de éstas, el trabajador antes de la existencia, desarrollo y fortalecimiento de esta rama del derecho, vendía su fuerza de trabajo a otra persona, con la cual “negociaba” con su patrono en un plano de igualdad que en realidad no procurarse era un tal, sustento toda para vez él que y su la necesidad familia que de le permitiese satisfacer sus necesidades básicas, le impedía negarse a aceptar condiciones de trabajo deplorables y que en algunos supuestos ponían en riesgo su salud e, inclusive, su integridad personal. Ante principio esta inaceptable civilista de realidad, autonomía de donde regía el voluntad de las partes, esta disciplina se constituyó como autónoma y con principios propios que la inspiran y que cumplen el papel de garantizar que jurídicamente el trabajador reciba la 35 mayor protección y así evitar ser expuesto y explotado durante el decurso de su relación laboral. Es trabajo se por lo antes caracteriza expuesto por ser que el derecho del altamente tuitivo del trabajador y rígido en sus principios fundamentales; sin embargo, como producto de la globalización y del impacto que ésta ha tenido en los mercado de trabajo, se ha venido planteado la necesidad de cambiar o ajustar sus paradigmas, sin renunciar a los postulados básicos del mismo y que le sirvieron de sustento para erigirse como rama autónoma flexibilizarlo del un derecho, poco y con hacerlo la más finalidad permeable a de los cambios que se suscitan en la actualidad. Ante este panorama mundial, producto del fenómeno global, en la década de los ’90 surge en los Países Bajos un sistema que combina la flexibilización del mercado laboral, lo cual incluye, entre otras cosas, la facilidad en la contratación y en el despido, con una eficiente seguridad social que garantice al trabajador una fuente de sustento durante su cesantía laboral y que, además, le brinde la oportunidad de formarse, a objeto de optar a empleos distintos a los desempeñados en algún momento de su vida laboral. Es así como nace el término flexiguridad, sistema este que ha alcanzado un óptimo desarrollo en Dinamarca, país este que lo implementó con incuestionable éxito y que ha servido de inspiración 36 a otros países y organizaciones, entre las cuales están la Organización Internacional quienes lo del Trabajo recomiendan, y el Parlamento ajustándolo a la Europeo, realidad e idiosincrasia de cada país. Sin embargo, se ha constatado que la mejor manera de lograr la implementación de un sistema de flexiguridad en cualquier país es a través del diálogo social tripartito, el cual permita que los acuerdos logrados sean producto del consenso entre los actores sociales. Venezuela, por su parte, a través del gobierno actual, ha venido propiciados por desarrollando la cambios concepción legislativos, sociopolítica del Presidente Hugo Chávez, apartándose en algunos supuestos de la idiosincrasia política, social, cultural y económica que ha predominado en la democracia de nuestro país y alterando su realidad actual. Entre esas leyes destaca el Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo (PLOET), el cual es producto de la Ley Habilitante otorgada al Presidente en 2007, proyecto este de inminente implementación y que ha generado preocupación en muchos sectores, considerando el impacto que tendría desde el punto de vista sociopolítico y económico. La primera debilidad del PLOET es que éste no es producto de un diálogo social, sino de un acto unilateral e inconsulto del gobierno actual, lo cual es una de las mayores debilidades del mismo, considerando que con ese 37 proyecto de ley Venezuela se aleja de las tendencias y recomendaciones mundiales relacionadas con el derecho laboral y la adaptación del mismo a la realidad mundial supra referida. La excesiva rigidez en las relaciones de índole laboral conduciría al alejamiento de la inversión extranjera, cuya acción si bien tiene sus efectos negativos, no es menos cierto que en muchos supuestos genera fuentes de trabajo, aumenta el nivel de vida de la población y amplía los mercados. Asimismo, al ser rígida la posibilidad de despedir, ello conduciría a una baja contratación, toda vez que los patronos tendrían que ser muy selectivos con sus trabajadores, considerando que una vez contratados y superado el período de prueba correspondiente, sería cuesta arriba el despido de éstos, lo cual conduciría a la contratación de la mano de obra más calificada y competente en el ámbito de las funciones a desempeñar dentro de la organización empresarial, generando que buena parte de la población laboralmente activa quede desocupada y, lógicamente, en procura de satisfacer sus necesidades básicas, se desplace a la economía informal, con graves consecuencias: los trabajadores informales quedan fuera del ámbito de aplicación de la legislación laboral y de la seguridad social, sin obviar que al no existir en nuestro país un mecanismo de control de los mismos, éstos no pagan ningún tipo de tributo al Fisco Nacional. 38 A su vez, el PLOET desplaza la jurisdicción que en la actualidad posee el Poder Judicial para conocer de los procedimientos de estabilidad laboral, por intermedio de los Juzgados intermedio de del los Trabajo, al Inspectorías Poder del Ejecutivo, Trabajo, lo por cual genera desconfianza, toda vez que los Inspectores del Trabajo son funcionarios de libre nombramiento y remoción del Ministro del Poder Popular para el Trabajo, razón por la cual para muchos la imparcialidad de éstos estaría comprometida y, por ende, sería cuestionada. La solución al problema del desempleo en Venezuela no es sancionando leyes que se aparten de las tendencias mundiales y que nos colocan en posición antagónica a las mismas; por el contrario, la solución de ello está en manos del gobierno, pero mediante la implementación de mecanismos que fomenten la inversión y que brinden seguridad jurídica al inversionista, lo que a su vez se traduce en la generación de fuentes de empleo. El gobierno, más que preocuparse por impedir a toda costa el despido y la flexibilidad del mercado de trabajo, debe dirigir su acción a garantizar fuentes de empleo y que el trabajo se desarrolle bajo el concepto de decencia sugerido por la OIT, la cual ha establecido cuatro (4) objetivos estratégicos para lograrlo: a) la aplicación de los principios fundamentales del derecho del trabajo; b) creación de mayores oportunidades para hombres y mujeres de asegurarse un empleo e ingresos dignos; c) el mejoramiento de la cobertura y eficacia de 39 la seguridad social; y d) el fortalecimiento del tripartismo y del diálogo social. El panorama antes señalado luce poco proactivo, considerando que Venezuela, mediante la implementación de la Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo, se apartaría de la tendencia mundial, imponiendo una ley que no es producto de un intercambio de ideas y opiniones por parte de los actores sociales afectados por la misma, sino de un acto unilateral gubernamental. Si bien las condiciones de nuestro país no están dadas para implementar un sistema de flexiguridad como el existente en Dinamarca, toda vez que, entre otras razones, nuestra seguridad social se ha caracterizado por su precariedad, no es menos cierto que una mayor rigurosidad de la legislación laboral no fomentaría el crecimiento de nuestra economía y, por ende, el desarrollo del mercado laboral. Ahora bien, a pesar de las debilidades antes expuestas, no es menos cierto que el PLOET tiene un alto contenido social, a través del cual el gobierno buscaría frenar el abuso patronal relacionado con el despido, el cual en nuestro considerando la país poca tiene una efectividad práctica del muy elevada, aparato judicial existente. El PLOET propende garantizar al trabajador la permanencia en la fuente de empleo en tanto y en cuanto 40 no incurra en una causal de despido que justifique la culminación del vínculo laboral, garantía esta que en la actualidad no existe, considerando la potestad que tiene el patrono de culminar la relación laboral aún cuando no medie causa legal que así lo justifique, siempre y cuando pague a cambio la indemnización correspondiente. Asimismo, el PLOET establece que los patronos que respeten cabalmente la integridad de los procedimientos previstos en el mismo, serán beneficiarios privilegiados de las políticas que en materia fiscal, económica y administrativa tome el Estado, lo cual es un fomento al respeto de las normas; sin embargo, no especifica el PLOET cuáles serían, en concreto, dicho beneficios, lo cual debilita la norma, haciéndola imprecisa. Igualmente, el proyecto de ley en cuestión, tal y como acertadamente lo señala su exposición de motivos, dilucida el conflicto nuestra jurisprudencia existente patria, en la actualidad relacionado con en la competencia de los tribunales para conocer del recurso contencioso administrativo de nulidad de los actos administrativos emanados de las Inspectorías del Trabajo, al señalar que son los Tribunales Laborales los competentes para ello. Expuesto lo anterior, solo resta esperar la entrada en vigencia de la ley en cuestión y el devenir del tiempo, a los efectos de constatar lo acertado o no de nuestras conclusiones 41 REFERENCIAS Carballo, C. (1998, Octubre). El derecho del trabajo frente a la globalización: ¿la estrategia del Job? Ponencia presentada en el V Congreso Nacional de Estudiantes de Relaciones Industriales y IX Jornadas Académicas del Industriólogo. Caracas, Venezuela: Universidad Católica Andrés Bello. Casas, M. (2005, Noviembre). Las transformaciones del trabajo y el futuro del derecho del trabajo. Ponencia presentada en el I Congreso latinoamericano sobre gerencia, ley y jurisprudencia laborales: Su impacto en el desarrollo socioeconómico. Caracas, Venezuela. Chacaltana, J. y García, N. (OIT) (2001). Reforma laboral, capacitación y productividad: La experiencia peruana. [Documento en línea] Disponible: white.oit.org.pe/osra/documentos/peru_dt139_reforma_capac itacion_y_productividad.pdf [Consulta: 2010, Abril 15]. Comité Económico y Social Europeo. (2006). Dictamen del comité económico y social europeo sobre el tema <<Flexiguridad: el caso de Dinamarca>>. [Documento en línea].Disponible:eurlex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ. do?uri=OJ:C:2006:195:0048:0053:ES:PDF [Consulta: 2010, Mayo 12]. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 5.453 (Extraordinaria). Marzo 24, 1999. Constitución de la República de Venezuela. Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 662 (Extraordinaria). Enero 23, 1961. De la Cueva, M. (2001). El nuevo derecho mexicano del trabajo. (18ª ed.). México. Ermida, O. & Hernández, O. (2003). Crítica a la subordinación. Estudios sobre derecho del trabajo: Libro homenaje a José Román Duque Sánchez. Vol. 1. Caracas, Venezuela: Tribunal Supremo de Justicia. Colección Libros Homenaje, Nº 9. 42 Espinoza, A. (2008). Estabilidad en el empleo, constitución y jurisprudencia. Revista Derecho del Trabajo Nº 5 (extraordinaria). Barquisimeto, Lara: Fundación Universitas. Espinoza, N. & Rincón, A. (2006). Instrucciones para la elaboración y presentación de monografías: la visión de la facultad de odontología de la Universidad de lOS ANDES. Acta odontológica. [Revista en línea], 44-3. Disponible: www.actaodontologica.com/ediciones/2006/3/monografias_pri nt.asp [Consulta: 2008, Marzo 2]. Index Mundi.(2011). Dinamarca tasa de desempleo. [Página web en línea]. En Index Mundi: Economía/Tasa de desempleo.Disponible:www.indexmundi.com/es/dinamarca/tasa _de_desempleo.html. [Consulta: 2011, Mayo 7]. Ley Orgánica del Trabajo. Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 5.152 (Extraordinaria). Junio 6, 1997. Luján, J. (2008). Flexiguridad. [Documento en línea]. Disponible: www.aranzadi.com/index.php/informacionjuridica/doctrina/social/flexiguridad-lujan-alcaraz [Consulta: 2008, Abril 21]. Mesa de diálogo social sobre mercado de trabajo. (2006). Unión General de Trabajadores. [Página web en línea]. Disponible:www.ugt.es/dialogosocial/borradordsocial06.pdf [Consulta: 2010, Abril, 14]. Meza, M. (2008). Distintas formas de protección a la permanencia en el empleo. Revista Derecho del Trabajo Nº 5 (extraordinaria). Barquisimeto, Lara: Fundación Universitas. Montoya Melgar, A. (2001). Derecho del trabajo. (22ª ed.) Madrid, España. Organización Internacional del Trabajo, Departamento de Diálogo Social, Legislación y Administración del Trabajo. (2005).Diálogo social. [Documento en línea]. Disponible: www.ilo.org/public/spanish/dialogue/ifpdial/sd/[Consulta: 2010, Mayo 16). 43 _____________________________ (2005). Séptima reunión regional europea: Información sobre <<Flexiguridad, estabilidad y seguridad>> del mercado del trabajo. [Documento en línea]. Disponible: www.ilo.org/global/About_the_ILO/. [Consulta: 2011, Marzo 9]. Pampillón, R. (2005). La ampliación: tendencias económicas y cambio empresarial. La Europa de los veinticinco: desafíos políticos y económicos. (CL) Pasco, M. (2005, Noviembre). Los principios y el ámbito de protección del derecho del trabajo: Tendencias legislativas y la jurisprudencia. Ponencia presentada en el I Congreso latinoamericano sobre gerencia, ley y jurisprudencia laborales: Su impacto en el desarrollo socioeconómico. Caracas, Venezuela. Plá Rodríguez, A. (1998). Los principios del derecho del trabajo. (3ª. Ed.). Buenos Aires, Argentina. Perelló, N. (2006) Reformas laborales: empleo vs. flexibilización: Nuevos paradigmas del Derecho del Trabajo. Revista Gaceta Laboral. Vol. 12. Universidad del Zulia.Disponible:www.accessmylibrary.com/coms2/summary_02 86-32178913_ITM. Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo. www.castilloserrano.com/loet.pdf (2007).Disponible: [Consulta: 2009, Mayo 7]. Raso-Delgue, J. (2008). Distintas formas de protección a la permanencia en el empleo: Estabilidad e inamovilidad: La perspectiva uruguaya. Revista Derecho del Trabajo Nº 5 (extraordinaria). Barquisimeto, Lara: Fundación Universitas. Vega, M. (2001). La reforma laboral para América Latina: Un análisis comparado. Oficina Internacional del Trabajo. Lima, Perú. Villasmil, F. (1993). Comentarios a la Ley Orgánica del Trabajo. Vol. 1. (2ª ed.). Caracas, Venezuela. 44 Villasmil, H. & Carballo, C. (1998). Tripartismo y derecho del trabajo: La reforma laboral de 1997. Caracas, Venezuela: Universidad Católica Andrés Bello. 45 ANEXOS 46 ANEXO A PROYECTO DE LEY ORGANICA DE ESTABILIDAD EN EL TRABAJO EXPOSICIÓN DE MOTIVOS LEY ORGANICA DE ESTABILIDAD EN EL TRABAJO La propuesta de promulgar la presente Ley de Orgánica de Estabilidad en el Trabajo, surge de la concepción del derecho a la estabilidad en el trabajo como un derecho humano fundamental que se desdobla en dos vertientes una el derecho al trabajo y otra el deber de trabajar; cuestión que constitucionalmente ya había sido consagrada por nuestro legislador, pero que no es sino hasta 1974, que mediante una ley especial se intento desarrollar esta garantía, sin detener el abuso por parte del empleador para ejercer en forma unilateral y arbitraria, la acción de despedir, llegando incluso a concebirse como el “derecho de despedir”. Visto lo anterior y a la luz del socialismo del siglo XXI, se hace necesario adecuar nuestra legislación a la realidad de los nuevos tiempos para garantizar y proteger el derecho a trabajar y fomentar el deber de trabajar. De tal forma que en razón de la presente ley orgánica, se da el primer paso para concebir el derecho a la estabilidad como un derecho humano fundamental, generando un marco sólido en la preservación de la dignidad de la persona humana y consolidación de una sociedad de iguales. La Ley Habilitante conferida al Ejecutivo Nacional, por el Poder Legislativo, en fecha 01 de febrero de 2007, publicada en la gaceta oficial Nº 38.617, constituye el escenario propicio para incorporar a su agenda una ley que desarrolle el derecho constitucional a la estabilidad en el trabajo tal como lo consagra nuestra carta magna y con ello normar la protección, que desde abril de 2002 hasta la fecha, se garantizó a los trabajadores a través de la promulgación de los Decretos de Inamovilidad, como vía alterna para evitar la perdida de los puestos de trabajo debido a las circunstancias de inestabilidad que se generaron en nuestro país a partir de ese año, mecanismo éste que no ha creado efectos negativos en el 47 desarrollo de la economía venezolana, cuyo índice por el contrario se ha visto incrementado. A tales efectos, previo análisis de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se determino que conforme a lo previsto en el en el primer párrafo del articulo 203, se deriva la obligación para el estado venezolano de desarrollar el derecho constitucional a la estabilidad en el trabajo mediante un instrumento que posea el carácter de ley orgánica, porque como bien lo señala dicha norma, esta condición le viene dada en tanto y en cuanto sirve para instrumentar el comentado derecho, asi como responder a una serie de principios y fines sociales que se precisan con el objeto de asegurar el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación alguna. Desde esta óptica, la transformación socialista debe sustentarse en dos premisas fundamentales: consagrar el trabajo como derecho humano fundamental y, el deber ineludible de fomentar la generación y la estabilidad en los puestos de trabajo, para lo cual se precisa el fortalecimiento de las relaciones laborales y el desarrollo de la actividad productiva, que orienten la conducta del individuo en la consolidación de un nuevo paradigma que lo satisfaga mediante el trabajo y su aporte a la sociedad. Es por ello, que la ruptura con la ideología capitalista e irrumpir en la construcción de la nueva sociedad, impone el loable deber de concebir “leyes inexorables”, como decía el padre de la patria SIMON BOLIVAR, leyes que apunten al beneficio colectivo y se desmarquen del individualismo, para juntos marchar hacia la obtención de “la mayor suma de felicidad posible” y el mejoramiento del nivel de bienestar de la clase trabajadora”. Dentro de este orden de ideas están sentadas las bases del constitucionalismo social de derecho y de justicia plasmado en la ley de leyes que nos dimos como inicio de este proceso en 1999. Estas ideas y el reto que tenemos de instrumentar leyes que hagan mas justas y humanas las relaciones de producción, limitando la facultad discrecional de cierto sector para producir pobreza por medio de la sombra del despido, irrumpe en la apetencia inquebrantable de servidor público, la necesidad de reflexionar respecto del instrumento legal idóneo para investir a la 48 institución de la “Estabilidad en el Trabajo” de una protección absoluta que ampare a los trabajadores, pero no en forma delimitada o privilegiada, sino por el contrario que abarque a la gran mayoría de ellos. Bajo esta visión el Ejecutivo Nacional con el fin de brindar a la masa trabajadora la posibilidad de desempeñar su labor con decoro y dignidad, encaminó su actuación en la búsqueda de un cambio sustancial en la estructura administrativa y en el procedimiento para su protección ante la eventual perdida de su fuente de trabajo, fundamentando el proyecto de Ley en el precepto consagrado en el artículo 93 de nuestro texto Constitucional, el cual remite a la ley a los efectos de que garantice la estabilidad en el trabajo y disponga lo conducente para limitar toda forma de despido no justificado, considerando nulos aquellos que resulten contrarios al texto de ambos instrumentos jurídicos. En este sentido y de conformidad con el mandato constitucional comentado, se decidió darle rango de “Ley Orgánica” al proyecto que se presentó en un principio para regular la estabilidad en el trabajo, pues su cuerpo normativo no pretende regular una coyuntura, sino que acoge y desarrolla todos los dispositivos aplicables a dicho derecho, además de contener principios y disposiciones sustantivas y procedimentales dirigidas preferentemente a su preservación como parte del acervo patrimonial de los trabajadores y trabajadoras. De lo anteriormente planteado y de los ideales consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como son la corresponsabilidad, el protagonismo y la participación, conceptos progresivos que encaminan y armonizan el propio destino de la ley que se presenta, la cual permite distribuir las cargas y las responsabilidades de los sujetos involucrados en la relación de trabajo. Es así como la ley se cimenta una mixtura social, administrativa y de justicia que engrana perfectamente con dichos principios, prevaleciendo así el Estado de justicia y de derecho, y la realidad sobre las formas, e inspirándose en los Acuerdos y Convenios Internacionales suscritos y ratificados por la República Bolivariana de Venezuela, así como en nuestra innovadora Ley Orgánica Procesal del trabajo, como fuente referencial en la transformación del procedimiento en el ámbito laboral. 49 Resulta importante señalar que cuando se ejercen las funciones encomendadas con convicción, nace de inmediato la necesidad básica de articular las perspectivas ideológicas surgidas de la transformación inminente del Estado y su estructura, con las experiencias devenidas de los cambios sociales que emergen, lo que propone la urgencia de construir un andamiaje jurídico claro, preciso, expedito, confiable, que de acuerdo con la evolución de los diferentes sectores puede ser susceptible de aperturar nuevos espacios que incentivan la discusión inagotable de ideas trascendentales. En este orden de ideas, la Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo se encuentra estructurada en diez capítulos. Del contenido de cada Capitulo se desprende claramente de su denominación. Así, el Capitulo I, contiene las disposiciones generales y los principios en los cuales esta basada la ley. El Capitulo II versa sobre los órganos administrativos de estabilidad en el trabajo, en el destaca la creación inédita de los comités de sustanciación y mediación y conciliación, como órganos auxiliares de la justicia administrativa del trabajo. El Capitulo III regula la conformación atribuciones y deberes de los comités de sustanciación, mediación y conciliación. El Capitulo IV contiene las disposiciones relativas al procedimiento de estabilidad en el trabajo constituyéndose en una guía práctica y sencilla para liberarlo de formalidades y retardos inútiles tal como ocurría en la anterior legislación que regulaba la materia. El Capitulo V establece la fase de sustanciación, mediación y conciliación estatuyéndola como etapa primigenia del proceso donde además se toman todas las previsiones para que el proceso quede libre de vicios y sea expedita la decisión del Inspector o Inspectora del Trabajo. El Capitulo VI Estipula lo relativo a la fase ante la inspectoría del trabajo, como órgano decisor quien en audiencia oral y publica posterior a la fase de sustanciación, mediación y conciliación decide al fondo de la causa agotando la vía administrativa. El Capitulo VII estatuye el procedimiento que regula la terminación de la relación de trabajo cuando se trata de unidades de producción o de servicios con menos de 20 trabajadores, dándole un tratamiento especial para evitar entrabamiento que podría generarse en estas unidades de producción o servicios para la conformación de los comités de sustanciación, mediación y 50 conciliación. El Capitulo VIII trata el procedimiento especial de reducción de personal por cuanto la misma gira en torno a la culminación de la relación de trabajo en forma colectiva, cuyo principal objetivo es preservar la fuente de trabajo. El Capitulo IX construye el sistema de responsabilidad de los sujetos de la relación de trabajo El Capitulo X contiene el procedimiento sancionatorio aplicable a las infracciones derivadas del incumplimiento de las obligaciones establecidas en la presente ley. Por ultimo la ley estipula las disposiciones transitorias, derogatorias y finales. Cabe destacar que aprobar un conjunto de derechos y garantías, sin tomar en cuenta el entorno de la colectividad y legislar sobre un sistema de políticas, medidas, órganos y procedimientos que propicien su efectividad, carecería por completo de valor real y práctico y se circunscribiría a una mera declaración sin posibilidad de aplicación en el terreno fáctico, igual consecuencia generaría el efectuar reformas en instituciones fundamentales como la estabilidad en el trabajo o darle contenido a otras como el deber de trabajar, con abstracción de los medios de participación y de colaboración de la sociedad y el Estado en la actividad laboral, pues no solo se estaría violentando el espíritu y propósito de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, sino que además ello conllevaría a la elaboración de normas vacías sin contenido práctico ni asidero ético. Contiene La Ley Orgánica de Estabilidad en el Trabajo, la instrumentación de mecanismos de participación, protagonismo y corresponsabilidad, al proponer la creación de los COMITÉS DE SUSTANCIACIÓN, MEDIACIÓN Y CONCILIACIÓN, como órganos auxiliares de la justicia administrativa del trabajo, integrada por miembros voceros de los trabajadores, de los empleadores y del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social, con el fin de constituir la resistencia al burocratismo y convertir a la ley en una poderosa arma de lucha contra la corrupción y la ineficiencia, donde los sujetos de la relación laboral en forma corresponsable son los protagonistas del proceso, a quienes se le asigna la loable tarea de sustanciar los casos en forma directa y en el propio seno del lugar de trabajo, con lo cual sin 51 lugar a equívocos se logra el acercamiento de la justicia laboral a los administrados. En este sentido, se implementa el acto de mediación y conciliación, cuyo fin es orientar a los empleadores o empleadoras y trabajadores o trabajadoras en procura de evitar la ruptura de la relación de trabajo, siendo ésta la vía ideal para la recomposición de la fractura que esté perturbando la continuidad de esta. Igualmente, tiene como objeto fundamental sanear el expediente, depurando el proceso de toda cuestión incidental que retrase, demore o alargue la solución de la problemática planteada, con ocasión a la estabilidad en el trabajo, y en la cual las partes planteen la defensa de sus derechos. Por otra parte, es de precisar que este mecanismo es el idóneo para coadyuvar en el descongestionamiento de los órganos administrativos de justicia del trabajo, los cuales en lo sucesivo estarán encargados de decidir en un procedimiento en forma oral y publica para la resolución de todos aquellos casos donde la conciliación no haya surtido los efectos deseados. La ley es innovadora al disponer en forma taxativa que la decisión emitida por el Inspector o Inspectora del Trabajo en el procedimiento de estabilidad laboral agota la vía administrativa y contra ella solo procederá la interposición del recurso de nulidad por ante el juez de juicio, con lo cual se aspira dilucidar la polémica surgida sobre que órgano es el competente para conocer y revisar las providencias o resoluciones que en materia laboral haya dictado el mencionado funcionario. Se inspira así el proyecto, en la fidelidad a los principios que rigen el Derecho del Trabajo, colocando la norma más cerca de los justiciables a través de los Tribunales competentes en la materia, lo que permite deslastrar a las referidas providencias o resoluciones, de todo vestigio de formalismos jurídico y concebirlas no como actos meramente administrativos, sino que por el contrario idearlos como una simple decisión que deviene de una controversia de índole laboral, que a nuestro entender, deben y tienen que ser revisados exclusivamente por la jurisdicción del trabajo y no por la jurisdicción contenciosa administrativa. Esta disyuntiva relacionada con el órgano jurisdiccional para conocer de dichas 52 acciones ha sido objeto de constante debate, pues únicamente ha ocasionado que consuetudinariamente los trabajadores y trabajadoras se vean perjudicados, no sólo en cuanto al tiempo de duración de la acción judicial, sino además con la injusta consecuencia de la pérdida de sus puestos de trabajo. Las reflexiones que preceden y el plasmar la nueva estructura y visión de la institución de la Estabilidad en el Trabajo en esta Ley Orgánica que se presenta, son actuaciones que reflejan ampliamente al Derecho del Trabajo como la esfera o rama jurídica que se caracteriza por las particularidades que la definen, configurándose como un derecho en transformación constante por ser una disciplina profundamente social, cuya importancia gira en torno a las relaciones individuales y colectivas existentes entre la Administración Pública y el sector laboral público y privado y la visión que se ha desarrollado en razón de la globalización y de la problemática que hasta la fecha se origina con ocasión a la necesidad de una eficaz seguridad laboral. Es así como resulta insoslayable el deber de profundizar en la ampliación de la protección del sector laboral, pero no en forma privilegiada y restringida, sino que involucre a los trabajadores en su totalidad. En tal sentido se invita a la colectividad a participar en esta loable misión de transformar todo lo que involucra el ámbito laboral, en pro de nuestro beneficios y el del núcleo familiar, sin incurrir en actuaciones peyorativas y haciendo énfasis sobre nuestra intervención en los procesos que se originen de la actividad colectiva laboral. DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE LEY ORGÁNICA DE ESTABILIDAD EN EL TRABAJO Capítulo I Disposiciones Generales Artículo 1. regular la trabajadores contempladas quienes no desmejorados Objeto Esta ley tiene por objeto, garantizar y estabilidad en el trabajo de todos los y trabajadoras que se rigen por las normas en la legislación del trabajo ordinaria, podrán ser despedidos trasladados o en sus condiciones de trabajo, sin que 53