PRIMAVERA BARROCA - Centro Nacional de Difusión Musical

PRÓXIMOS CONCIERTOS
Centro
Nacional
de Difusión
Musical
PRIMAVERA BARROCA
OVIEDO | AUDITORIO PRÍNCIPE FELIPE | Sala de Cámara
MIÉRCOLES 20/05/15 20:00h
GALDÓS ENSEMBLE
Iván Martín, piano y director
Diálogos Norte-Sur
Obras de A. Soler y J.S. Bach
JUEVES 28/05/15 20:00h
AL AYRE ESPAÑOL
Eduardo López Banzo, director | Raquel Andueza, soprano
Tesoros españoles en América
Obras de J. de Torres, A. Corelli, G. Zamboni Romano, J. Cabanillas y P. Bruna
Localidades: 15€ | Consultar descuentos
Venta en las taquillas del Teatro Campoamor
y del Auditorio Príncipe Felipe
Red de cajeros de CajaAstur Tiquexpress
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I TURCH INI
NIPO: 035-15-002-2 / D. L.: AS-01094-2015
Ilustración de portada: Pilar Perea y Jesús Perea
ANTONIO FLORIO director
VALENTINA VARRIALE soprano
Ángeles y demonios
PRIMAVERA BARROCA
OVIEDO | AUDITORIO PRÍNCIPE FELIPE
| Sala de Cámara | JUEVES 07/05/15 20:00h
Pantone 186c
cmyk 100/81/0/4
pantone: 258C | cmyk 42/84/5/1
I
Leonardo Vinci (1690-1730)
“Murria addeventare suricillo”, aria de Li zite ‘ngalera (1722)
“Da me che buò se sa”, aria de Li zite ‘ngalera
Sinfonía de La Partenope (1724/25)
“Sento amor che piange e dice”, aria de La caduta dei decemviri (ca. 1710)
“Se del fiume altera l’onda”, aria de Artaserse (1730)
Pietro Marchitelli (1643-1729)
Concerto grosso en la menor
Vivace - Canzone - Allegro - Adagio - Allegro
L. Vinci
“Vo solcando un mar crudele”, aria de Artaserse (1730)
II
Leonardo Leo (1694-1744)
“Chesta è la regola”, aria de L’Alidoro (1740)
Domenico Sarro (1679-1744)
Sinfonía de Ginevra principessa di Scozia (1720)
Niccolò Piccinni (1728-1800)
“Son Regina e son amante”, aria de Didone abbandonata (1770)
Nicola Fiorenza (ca. 1700-1764)
Sonata para violín y cuerda en la menor
Adagio - Allegro - Grave - Allegro
L. Vinci
“Dimmi che un empio sei”, aria de Artaserse (1730)
Anónimo (s. XVIII)
Lu cardillo, canzonetta
Valentina Varriale, soprano
I TURCHINI
Alessandro Ciccolini, Patrizio Focardi, Paolo Cantamessa,
Marco Piantoni, Nunzia Sorrentino y Massimo Percivaldi, violines ;
Rosario Di Meglio, viola; Alberto Guerrero, violonchelo ;
Giorgio Sanvito, contrabajo ; Patrizia Varone, clave
Antonio FLORIO, director
Duración aproximada: I: 35 min.
Pausa
II: 35 min.
Ángeles y demonios
La ópera belcantista barroca conoció en el sur de Italia un desarrollo
autónomo que habría de tener notable trascendencia en el futuro del
género. La escuela napolitana lleva el virtuosismo del canto a sus extremos, pero es también en Nápoles donde tiene su origen la opera buffa, que
nace cuando en los primeros años del siglo XVIII se hizo habitual la composición de intermezzi, esto es de obras breves de carácter cómico o costumbrista que se intercalaban entre los actos de las óperas serias. De
este modo en los teatros napolitanos convivieron las rutilantes estrellas
de la vida operística internacional, fundamentalmente, castrati y sopranos, con actores y cantantes bufos que, habitualmente en lengua napolitana, hacían las delicias del público con temas cercanos a su vida cotidiana y un lenguaje simple y lleno de dobles sentidos.
Leonardo Vinci representa a la perfección la figura del compositor
napolitano de principios del XVIII. Salido del sistema de los conservatorios
(él pasó por el de los Poveri di Gesù Cristo), escribió óperas en los dos grandes estilos del tiempo; de hecho, hasta 1722, en que estrena Li zite ‘ngalera
(Los amantes en galeras), considerada por muchos la primera ópera bufa
conservada, y perfecta definidora de las líneas generales del género, todo su
trabajo se orienta a este tipo de piezas, pero a partir de ese año se vuelca con
el género de la opera seria, llegando a escribir, hasta su prematura muerte, diecinueve títulos en sólo ocho años: La caduta de’ Decemviri (1727) o
Artaserse (1730), su última ópera, escrita sobre un conocido libreto de
Metastasio, son buenos ejemplos.
Fue Domenico Sarro, formado también en los conservatorios napolitanos (San Onofrio, en su caso), el primer compositor en presentar una
ópera con libreto de Metastasio (Didone abbandonata, 1724). Para entonces
su carrera era ya notable (la Ginevra, principessa di Scozia fue estrenada en
1720), y se había movido siempre en el género serio, que se caracterizaba
por el uso de libretos salidos mayoritariamente de la historia antigua o la
mitología, apoyarse en estructuras rígidas en números cerrados y exigir
un altísimo virtuosismo vocal, que en la práctica supondría una auténtica
dictadura sobre la escena de los grandes divos del canto.
Niccolò Piccinni fue uno de los múltiples compositores que escribió
una ópera sobre ese primer libreto de Metastasio (se estrenó en Roma en
1770), aunque su figura se vincula mucho más al desarrollo de la opera
buffa en la segunda mitad del siglo y a la polémica arrastrada desde
antiguo que enfrentaba a los partidarios de la ópera francesa con los de la
italiana, polémica en la que se vio envuelto sin desearlo cuando los defensores de la italiana lo invitaron en 1776 a París para oponer su obra a la
de Gluck. Grandes especialistas en este repertorio, Antonio Florio y su
grupo, completan los números operísticos con un par de piezas instrumentales de sendos compositores y violinistas igualmente napolitanos.