Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. GゥョセHャI@ IOTERICIA NUCLEAR Ltl :-;úm:r<u 3 169 ICTERICIA NUCLEAR L. DE LA VILLA RODRÍGUEZ y F. RODRÍGUEZ MEGÍA. INTRODUCCIÓN. La ictericia nuclear, o "kernicterus" de los autores alemanes, es una terminología a la vez anatómica y clínica, :pues indica la coloración de los núcleos grises del cerebro, con los trastornos anatómicos correspondientes, y la existencia de unas manifestaciones del sistema nervioso extrapiramidal como consecuencia de las alteraciones anatómicas de dichos núcleos. No se suelen observar alteraciones al nacimiento, encontrando al final del primero, segundo día o más tarde una :::oloración amarilla en piel y mucosas que se distingue fácilmente de la fisiológica del recién nacido por su intensidad, y alguna, la mayoría de las veces, por su aparición precoz. Al mismo tiempo aparece un síndrome intracraneal: el niño está apático, indiferente, somnoliento, no toma alimento, presenta alteraciones del ritmo respiratorio, tiene crisis de cianosis, pueden existir convulsiones, contracturas y opistótonos, síntomas todos ellos que nos hacen establecer el diagnóstico diferencial con una hemorragia intracraneal por la frecuencia con que se presenta en el recién nacido. En estas condiciones, el recién nacido puede morir; si sobrevive a este período, se presentan secuelas con síntomas del sistema extrapiramidal. Con respecto a su etiología, su mayor frecuencia lo da la eritroblastosis; sin embargo, como veremos cuando tratemos este capítulo, este síndrome puede estar producido por otras formas de ictericia del recién nacido : infecciosa, hemolítica, etc., etc. Caso 1." Purüicación G. O. Fecha de nacim1ento: 8 de marzo de 1943. El embarazo y parto fué !'IOrmal, presentando un peso al nacimiento de 3.250 gr. y una talla de 50 centímetros. Explorada al nacimiento, resulta una niña bien desarrollada, buen estado nutritivo, con buen panículo adiposo y turgor: <'1 tono es normal, y presentando ya el· · easo l.-P. G. 0., a los cuatro meses. Se aprecia aramente la hlpertonla residuo de su ictericia nuclear. Fig 1 Fig. 2. Caso l.-P. G. 0., a los cinco años. Apréciase clar·amente la marcha espástica con tendencia al equinis:no. a las pocas horas de su nacimiento, en que se hace esta exploración, un color de piel y mucosas amarillo, color amarillo que ya tenía al nacer, pues figura en la historia en el apartado de "Particularidades al nacimiento". El aparato respiratorio es normal y en el circulatorio presenta 120 pulsaciones por minuto y los tonos a la auscultación son normales. No se palpa bazo. Hígado, se palpa en reborde costal. El resto de la exploración al nacimiento no arroja ningún dato interesante. En los antecedentes familiares los padres son sanos, han tenido otro hijo, que vive sano y tiene dos afios más que la niña que nos ocupa, que nació de parto normal. El Wassermann y complementarias de los padres son negativos. El cuadro h emático de estas primeras veinticuatro horas presentaba una anemia intensa: 3.020.000 hematíes por milimetro cúbico con anisocitosis y eritroblastos abundantes (28 por 100), leucocitosis de recién nacido y 19.400 leucocitos por milímetro cúbico, no observándose monocitosis. La fórmula leucocitaria fué de 26 linfocitos, 3 monocitos, 71 neutrófilos, O eosinófilos y O basiófilos. La niña pasó ese día bastante bien, pero la ictericia se hacia cada vez más visible y al segundo d:a la piel tiene un tinte amarillo naranja, iniciando en este día las transfusiones con sangre Rh negativa. Al tercer día hacen su aparición los síntomas de sistema nervioso; asi, aparecen en la niña somnolencia, apatía, estrabismo convergente, está en opistótonos constante, no mama y apenas toma alimento. En las determinaciones, además del recuento y fórmula, figura la comprobación de la sangre Rh positiva en la niña y en el padre y Rh negativa en la sangre de la madre; la reacción de Hijmans van der Bergh es directa y la cantidad de bilirrubina en sangre es 4,2 por 100 c. c.; las reacciones de \Vassermann y complementarias son negativas, comprobándos(' la presencia de biliS en las deposiciones. Sigue estacionada en el mismo estado hasta el décimo día, en que empieza a ceder el cuadro, mejorando el esエ。セッ@ general y subiendo de peso: la cifra de glóbulos roJos aumenta a 3.500.000 por milímetro cúbico, persistiendo clara la eritroblastosis y la anisocitosis. Toma mejor el alimento y ha cedido bastante la ictericia aunque sin desaparecer; en lo que respecta al ウ■ョ、イ ッュセ@ neurológico! éste persiste; la niña presenta gran rigidez de nuca, h1pertonia marcada en extremidades y crisis de Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 170 REVISTA OLINIOA ESPAÑOLA op1stótonos; el estrabismo continúa con la misma carac· terística de convergente, habiendo desaparecido la som· nolencia y la apatía; tanto el hígado como el bazo S<' palpan en este periodo; las deposiciones siguen coloreadas y en la orina se comprueban pigmentos biliares. En días posteriores mejora más el estado grneral y la ictericia y a la tercera semana es dada de alta en el Servicio y se sigu<> su curso en la consulta ambulatoria (fig. 1 ). Hemos seguido el cmso posterior de esta niña hasta la edad de ocho años; la ictericia tardó en desaparecer seis semanas; el síndrome neurológico persistió durante todo el tiempo, presentando una gran hipertonía, más marcada en miembros inferiores, con tend<>ncia al equ inismo, presentando desde la edad de dos años movimientos de tipo coreiforme en miembros superiores; no anda ni es capaz de mantenerse en pie, y cuando cogida de las manos se intenta hacerla andar presenta una marcha espástica, según puede apreciarse en la figura 2. No habla a los ocho años, aunque dicen los padres que conoce a las personas que viven con ella, y tiene un carácter alegre. El examen mental, practicado según el método de Carlota Buther, revela una edad mental de nueve meses, siendo la edad al practicar el examen de ocho años. Se funda este diagnóstico en la carencia de t oda clase de atención: lentitud en las reacciones sensitivas y carencia de afectividad, diagnosticando con estos datos una imbecilidad profunda. Fig. 3. Caso 2.- I. G. R., a los tres años de edad. Puede a preciarse la contractura en flexión de las extremidades superioreR y en extensión de las inferiores. Caso 2.• Isabelo G. R. Fecha de nacimien to: 25 de julio de 1945. El embarazo y parto fu eron normales, presentando al nacer un peso de 3.670 gr. y una talla de 52,5 cm. Explorado al nacimiento, resulta un niño bien constituido, con buen panículo adiposo y turgor, siendo normal el tono, y teniendo un color pálido en piel y mucosas; el aparato r espiratorio y el circulatorio no ofrecen nada anormal; el número de pulsaciones por minuto es de 120; en abdomen no se palpa bazo; el hígado se palpa -un través de dedo por debajo de reborde costal; el resto la febrero QYセ@ de la exploración no arroja nmgún dato interesante, sa¡. vo la existencia en la región sacra de una mancha mon. gólica del tamaño de una palma de mano de un niño. En los antecedentrs familiares, los padres están sa. nos, han tenido otro hijo, que tiene tres años más que el que nos ocupa, y quC' v1ve sano. Las reacciones de \Vassermann y n ias en los padres son ne. gativas. A las pocas horas dP su racim iento cambia el color de piel pálido, que tenia al nacer, por un color ictérico, que se acentúa a medida que pasan las horas; pensando en que puede tratarse de una ictericia grave familiar, se hace un n•cuento y fórmula leucocitaria, encontrándonos con una anemia intensa (2.900.000 hemat.les por milímetro cúbico) con gran número de rritroblastos, leuc0. citosis y monocitosis. El cuadro m•urológico hace su aparición a las quince horas de nace>r, presentando convulsiones, rigidez de nuca, contractura de extremidades, opistótonos y estrabismo converg-ente; la tensión de la fontanela es normal; el niño está apático, como aturdido, indiferente· no llora, pero grita de vez en cuando; iniciamos el tra: tam1ento con transfusiones de sangre. Rh negativa, Vi· tamina K y luminal. . En los días sucesivos el estado del niño no mejora y la ictericia aumenta progresivamente, adquiriendo un tono amarillo moreno. El tercer día aumenta la rig1dt•z y el t•strabismo, las convulsiones son más frrcuentt•s y el estado general ha empeorado notablemente; el niño mama difícilmente y el descenso de la curva ponde ral es bastante interu;o; se le inyecta 5 c. c. de sulfato dP magn('sio, cediendo algo la rigidez y las convulsiones y acentuándose e>l セウᆳ trabismo. Al st•xto dia l'mpiczan a me>jorar los síntomas, siendo los primeros l'1 estrabismo y la hip{!rton!a, toma mejor el alimento. C<'dc la apatia y l'mp¡eza a ganar dt> peso. En los dias postt•riorps s1guió mt-jorando !SU estado gt'ncral, fué ganando dt> peso, contmuando con Ictencla por C'spac o d<' dos IDl ;e>s, sq.:ún d1ct• la madrc. ーイセ@ セᆳ tiendo la h1pertonia en extremidades. Durante todo el tiempo que duró la ictericia se comprobaron pigmentos biliares tanto en orina como en heces. Seguimos v iendo este niño en consulta ambulatoria, presentando un crecimiento y desarrollo normal, y al· gunos tras t or nos nutritivos de ligera intensidad en el primer año de la vida. CUando el niño va a cumplir los dos años, a los vein· titrés meses, nos dice la madre que al niño le dan ata· ques; según ella, el niño se pone rígido, en opistótonos, desvía la cabeza y los ojos al lado derecho así como también la boca; le suele durar unos diez minutos, des· apareciendo lentamente sin estado convulsivo; no se ori· na n i se muerde la lengua, entrando en un estado de somnolencia durante el cual el niño emite r uidos ininte· ligentes y ronquid os ; dice que le da por lo general de madrugada, habiendo t emporadas qu e le dan diarios por periodos de siete y hasta de diez días, pasándose a ve· ces un mes sin ellos. En la exploración que se le hiZO los reflejos patelares estaban exaltados con aumento de la zona r eflexógena y respuesta policinética; no habla clonus de rótula ni de pie, así como también era nega· tivo el Babinski y sucedáneos. Los reflejos del facial, Lust y Trousseau , fueron negativos. No volvemos a ver al niño hasta los tres años; en esta fecha el niño no habla, se tien e sentado, pero no anda; de la mano de dos personas echa los pasos tor· pemente, siendo la marcha espástica con equinismo (apoyando la punta de los pies) , pero sin tendencia a l_a marcha en tijera; presenta gran hipertonia en extrerni· dades: las inferior es en extensión y las superiores en flexión, como se aprecia en la figura 3; sólo conoce a la madre, pidiendo a veces la comida por señas; por lo general mantiene una actitud pasiva e indiferente du· rante todo el día; se ensucia enormemente al comer, te· niendo gran dificultad para la masticación; el pan, 」セヲG@ n e, pescado, etc., apenas los come por este motivo; e 0 Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ICTERICIA NUCLEAR 171 ede interpretarse como falta de secreción salivar, no セ・@ー el niño tiene una constante sialorrea que hace ya qla saliva se le salga por ambas comisuras labiales. アオセᄋァ」@ con ataques de hipertonia, según ya h emos re'd1 0 . pero además dice la madre que con posteriorifen é t os e1 ョセ@ 'fi o ..t· dad a ' la aparición de 'ñs ヲ[・セ@ .. ot ros, アセ」ヲ@ refiere diciendo que el m o seb qu e a . OJo , 」ッセ@ s1f uea de trapo: se le cae 1a ca cza, y s1 no 1e cog1era uerセ@ ente se la re.sbalaria y caería al suelo como un ・セ ャ・@ Estas fases de hipotonía dice la madre le duran pe 'como unos cinco minutos, y se r epone rápidapoco. mente. El niño en esta época presrntaba además un gran retraso mental. Copiamos a contimmción el informz fReínado por el doctor ELICEGUI: "El niño carece de aten1·ón lentitud en las reaccion es sensitivas, falta dr do:inlo sobre la contractilidad motriz y carencia de afectividad. sirviendo estos datos para diRe:noc;t;cA.r una imbecilidad profunda, consecutiva a algún proceso cerebral crónico. El método seguido, el de Carlota Buther, y la edad mental, la de los seis meses." caso 3.• Varia M. R. Fecha de nacimiento: 10 de marzo de 1943. El embarazo y parto fueron normales. presentando al nacer un peso de 3.100 gr. y siendo la talla de 48 C<'nUmetros. Explorado al nacimiento resulta un niño dt> aspecto normal, con buen estado nutritivo, siendo el tono normal, buen paniculo adiposo y las característ icas de turgor, presentando ligera palidez de piel: su aparato resPiratorio no acusa nada de interés y el aparato circulatorio es normal, siendo <'1 número de pulsaciones por minuto de 120. El bazo e híg-ado no se ー。ャセ@ v la exoloración de sist ema n ('rvioso no presenta particularidad alguna. En los antec<'dente.s familiares los padres son sanos, han tenido un hijo, que vive sano; un parto pr<'maturo de seis meses, que murió en las primeras veinticuatro horas, siendo la niña que nos ocupa la tercera. Las reacciones de \Vassermann y complementarias en la sanPTe de los padres son negativas aun previa reactivación. A las seis horas del nacimiento comienza a ponerse amarillo. ictericia aue va en aumrntn Pn el rnr!'n ñel primer dia para alcanzar un tono amarillo rojizo intenso en el segundo dia: en este día es palpable el bazo. el hígado ha aum entado de volumen y se palpa Uil través de dedo por debajo de r eborde costal ; el aparato circulatorio acusa una ligera arritmia y bradicardia. En el recuento practicado este dla acusa una intensa anemia (2.900.000 hematí es por mili metro cúbico) con abundantes eritroblastos y leucocitosis (13.200 leucocitos por millmetro cúbico). El tercer día aparece un empeoramiento del niño: está apático, somnoliento, mama con dificultad, presentando un estado de postración muy acusado durante este día; los periodos de agitación alt<'rnan con estas fas<'s d<' Ftg. 4. Caso 3.-M. M . R., a los quince meses, en plt'no atnque de hlpertonia. Fig. 5.-El mismo caso, para que se pueda comprobar la marcha espástica con tendencia al ・アオゥョセュッ@ y la contractura de extremi(lades. apatía; durante los momentos de agitación el nmo grita y mueve constantemente la cabeza; aparece en <'ste día la rigidez de nuca, el niño se coloca en opistótonos intenso, tiene contracturas de extremidades, estrabismo convergente y convulsiones, la tensión de la f ontan<''a es normal y la i<'tericia sigue aumentando. En los análisis de orina, como en el de heces, se comprueba la existencia de pigmentos biliares. El cuarto día aumenta en intensidad el cuadro n eurológico, empezando a inyectar sulfato de magnesia a más de las transfusiones de sangre Rh negativas que desde el segundo día se vienen practicando. Con el sulfato de magnesia cede algo en intensidad el cuadro neurológico, pero persiste con todo su cortejo sintomático, hasta el día dieciocho de su nacimiento, en que empieza a m ejorar; el niño empieza a tomar el alimento, mama bien, ha cedido la rig1dez y el opistótonos, pero persistiendo la hipertonia en las extremidades y la ictericia. La anemia ha meiorado pero sin alcanzar cifras normales, teniendo este día 3.000.000 de hematíes por milímetro cúbico. La protrombina dió siempre valores alargados. no obstante in:vectllrle vitamina K cada veinticuatro horas. La curva ponderal descendió hasta el décimo d;a. en que se mantuvo hor;701'1tal; el día J 8. junto a la mejoría de los síntomas, comenzó a ascender. , Al igual que los anteriores, este niño fué visto posteriormente en la consulta ambulator;a. lセ@ ictPr;c;a dnró cerca de los dos meses, persistiendo la hipertonía en extremidades: durante el Primer año el niño presentó algunos trastornos nutritivos y una traqueobronquitis con fiebre alta a los nneve meses; pero la madre dice que el nii'io es un ser indiferente en casa, n o se sienta y sigue con contractura en las extremidades. A Jos dos años nos comunica la madre que el niño tiene ataques, ella dice quC' igual cp1e cuando nació (refiriéndose a las convulsione>s qu<' tu\'o en los primeros días); refier<' la madre que se pon{' rígido, estando así un rato, como unos cinco minutos. y unas veces esta hipcrtonia ced<' y el niño queda como adormilado y otras veces (do!> solamente) termina por convulsiones (figuras 4 y 5). Explorado el niño presenta las extremidades contracturadas en extensión las inferiores y en flexión las superiores; presenta un considerable aumento del tono muscular. Están exaltados los reflejos patelares y aumentada la zona reflexógena con respuesta po- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 172 REVISTA CLINICA ESPA"GOLA licinética, hay Bablnski espontáneo, no hay clonus ni de rótula ni de pie, los reflejos cutáneos y pupilares son normales, no hay signos menlngeos y la prueba de la sensibilidad es normal. El nifio no se sienta, está indiferente a todo, no conoce a las personas que le rodean y teniéndole que dar toda clase de alimentos. No anda ni se tiene de pie y cuando es llevado del brazo por dos personas presenta una marcha espástica con gran tendencia al equinismo. Aunque el nifío tiene solamente dos años se esboza un gran déficit mental, calculándose está en seis meses. l:S febrero 1951 El diagnóstico anatomopatológico es el de icteric· nuclear. ta La investigación tk Rh en los padres y en nifío dió los siguientes resultados : el Padre: Grupo sanguíneo O. Factor Rh, positivo. Madre: Grupo sanguíneo B. Factor Rh, negativo Nifío: Grupo sanguíneo B. Factor Rh, positivo. · Caso 5. 0 Nifío Carrascosa González, varón. Nace el 9 de agosto de 1953, a las 21,45 horas, con un peso de 3.630 gramos y talla de 50,5 centimetros. Antecedentes familiares y sociales. Padre treinta seis afíos, militar, sin padecimit'ntos de interés que r:. Caso 4.• Nervarez Losada, varón, nace el 29 de enescfiar. Madre treinta y un afíos, de ocupación sus la· ro de 1953, a las 24,30 horas, con un peso de 3.050 grabores, y sin enfermedadt's. La vivienda sana, y de cul· tura regular ambos padres. En la anamnesis figuran mos y una talla de 49 cm. Antecedentes familiares y datos. sociales. - Padre, fallecidos los abut'los paternos de accidente y parto veintrés afíos, de profesión impresor, y sin padecimienLos abuelos maternos viven sanos. · tos de interés. Madre, de veintidós años, de profesión Han tenido tn•s hijos más (r! qu e nos ocupa es el las labores de su sexo y sin padecimientos de interés. cuarto); el primero falleció, según r efie ren los padre· Vivienda sana y cultura regular. El parto que nos ocual segundo día y manifiestan que el niño presentó ゥセ@ pa es el segundo: el primer hijo nació bien y vive sano. tericia desde el nacimiento y que murió con un cuadro No la han practicado ninguna transfusión y tanto los de ictericia, edema y somnokncia. El Sl'gundo niño v1ve abuelos paternos como los maternos viven sanos. sano, sin que haya tenido alteracionC's al nacimiento El tercer hijo nació por operación cesárea a los ocho Datos obstétricos y del recién nacido.- El curso del meses y medio de embarazo, cesárea que, según refteembarazo fué malo y presentó grandes vómitos y dolore, practicaron para evitar d cuadro de la. critroblas. res; su duración, nueve meses; el parto fué normal, de tosis; no obstante presentó el mismo cuadro y murió a duración cinco horas y treinta minutos, sin particularila cuarenta y ocho horas, al par"rer dd mismo Stn· dades al nacimiento, y la reacción de Wassermann y complementarias practicadas a la madre, negativas. drome. Datos obstétricos y del recién nacido. -El curso del En el reconocimiento practicado al recién nacido, a emtarazo fué normal. La invPstigaclón bactcriológlca las diez horas, se aprecia ya una ictericia bastante indel suero, practicada en ('1 Instituto Espai'lol de Hcma· tensa en piel y mucosas, siendo el resto de la exploratologia y Hcmotcrapia, rn el t·tu so dP. estr cm tarazo. ción normal. arrojó el siguiente resultado. Padre: Grupo A. Factor Al segundo día el niño está en un estado de indiferenRh positivo (C. D. e). Madr•': Grupo A. Factor Rh pocia, somnoliento, con alteraciones del ritmo respiratorio sitivo (c. D. e). En el sur ro de la ュZセ、イ」@ se cncut'ntrlll y crisis de cianosis, la ictericia ha aumentado y en la aglutininas anti C n titulo de 1: R. El parlo fué norexploración del sistema nervioso nos encontramos himal (V. I A); la d •r!Jc;ón di'! pat1.o. de st'lo:; horas y pertonia y un discreto opistótonos; se le practica un reveinte minutos. La rf'a e ten " di' |G。N」[ウLイュセョ@ v com· cuento globular y nos da la cifra de 3.200.000 h emat 'es plementarias son n egativas. por milimetro cúbico con anisocitosis y eritroblastos en Al nacer el niño se recoge sangre del cordón y se gran cantidad, falleciendo al segundo día sin que dá envia al Instituto de Hematologia, informándonos éste tiempo a practicar transfusión. que el resultado es grupo A. Factor Rh positivo (c. D.l, El informe de autopsia es el siguiente: Cadáver de ante cuyos r esultados no se inclinan a la transfusión nifío a término con marcada ictericia (amarillo naransustantiva indicada por nosotros. El r econocimiento ja) con livideces cadavéricas en regiones declives y ciapracticado al recién nacido es el de un nifio normal con nosis de ufías de manos y labios. En la apertura de cráun buen estado de nutrición, paniculo turgor n eo se observan restos de l:iolsa serosa en región parietono. y color normal. La auscultación de aparato to-occipital (caput sucedáneo) . El cerebro se encuentra respiratono es normal; la de aparato circulatorio es fuertemente impregnado de una coloración amarillenta. también n ormal, con 120 pulsaciones por minuto y rit· Al corte se observa normal los ventriculos y plexos como embriocárdico; en abdomen no se palpa hígado ni roideos. En los núcleos grises se observa fuerte tinción bazo y el resto de aparatos no arroja ninguna particu· amarillenta que d·estaca del resto de la sustancia nerlaridad. viosa; a pesar de estar ésta también de color amarillenLos perimetros del recién nacido son: craneal, 38 to, la intensidad de esta tinción de los núcleos es como centimetros; torácico, 34; abdominal. 36. Los diámetros la de la piel; en menor intensidad, pero más marcado son: biparietal, 9,5; bitemporal, 7,5; occipitofrontal, que el resto de cerebro, se encuentra también impreg11,5;. biespinoso, 10,5, y bitrocantereo, 9,5. La placenta nada la cápsula interna. El seno longitudinal superior arroJó un peso de 450 gramos. está intacto y es permeable en su trayecto. La hoz del A las catorce horas del nacimiento, el niiío empieza cerebro y tienda del cerebelo son normales. con ictericia, que se va acentuando en las horas pos· teriores, gran indiferencia, Practicando transfusión de Cerebelo de color pálido amarillento, menos marcado 60 c. c. de sangre Rh negativa a las dieciséis horas. Y que el cerebro; oliva cerebelosa, fuertemente tefiida de comenzando a tratarle con penicilina, vitamina K (que la coloración amarillenta y con h emorragias petequiaya se le había inyectado al nacer), vitamina C y corlt· les. Bulbo y protut:erancia, impregnadas de la misma coloración que el resto del encéfalo, aunque más débilsona 0,1 c. c. Al día siguiente (treinta y seis horas del nacimiento). mente, ?estacando más t efiidos la oliva bulbar, aunque el n ifío ha empeorado, presenta una intensa ictericia. menos mtensamente que los núcleos grises ya enumefiebre (39.4). somnolencia, ¡rran indiferencia. tendencta rados. al edema; la exploración del aparato respiratorio es Tórax.-Pulmones ventilados impregnados de una conormal. En abdomen se palpa higado, tres traveses di ャッイ。」ゥセ@ 。ュイゥャ・セエL@ más acusada en bases y con hededo, duro y de superficie lisa. Se palpa el bazo. :En セ。@ morragias p eteqmales subpleurales. Flotan en el agua exploración de sistema nervioso encontramos hipertonia y son normales al corte. Timo también amarillo con con t endencia al opistótono, rigidez de nuca, los retle· hemorragias ーセエ・アオゥ。ャウ@ en su espesor, de tamafío norjos de HAMPPELMAN y MORO son positivos y un bidro?e· mal y en cantidad de 2 c. c. Corazón y grandes vasos lP discreto bilateral; la punción lumbar dió un J!qUldo normales y conducto arterioso persistente. a presión normal y fu ertemente tefíido de amariJio, no Abdomen.-Higado grande, duro, que al corte deja practicando el análisis quimico y bacteriológico 、・セ@ ll· salir gran cantidad de sangre. El resto de la autopsia quido cefalorraquideo, por dificultades en el serv¡c!O· de abdomen no ofrece ninguna particularidad. ++7 + +, +-· Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. TOMO Lll NOMICRO 3 1.73 ICTERICIA NUCLEAR El recuento globular arroja 4.500.000 hematles por mi)lmetro cúbico, con un 90 por 100 de hemoglobina. La ueba de COOMBS, directa, es positiva al 1:8; se sigue r:atando al nifio con transfusiones de sangre Rh negativa, 60 c. c. por la mafíana .Y. セo@ c. c. por la tarde, cortisona, vitaminas C y K, pemc1hna, sueros glucosado y fisiológico y medicación 。ョセゥ・ウーュ、」L@ ウゥ・ョ、セ@ la alimentación con leche de muJer en pequefí.as cantidades pues el nifí.o apenas toma alimento. El nifio se agrava en días sucesivos y fallece el día 13, a las 2,20 horas, a los tres días y tres horas de su nacimiento. En la autopsia se aprecia cadáver de recién nacido, grande, con peso de 3.600 gramos, ictericia flavínica má.s intensa en cabeza y tórax, con livideces cadavéricas en sitios declives. Cianosis intensa de uf\.as, en menor grado en labios, hidrocele bilateral. Vesícula de pénfigo en región laterocervical izquierda. Cráneo. En pericráneo infiltración hemorrágica en la zona de la fontanela anterior, como consecuencia de las punciones venosas en seno longitudinal superior, efectuadas al practicar las transfusiones de sangre Rb negativas. En la convexidad del cerebro y bafí.ando las circunvoluciones, ligero exudado gelatinoso amarillento. Todo el cerebro presenta una coloración amarillenta. Al corte de cerebro se puede apreciar que la parte media del tálamo óptico está ヲ\Nセ・イエュョ@ tefí.ida de amarillo. oue la destaca del resto, que, aunque también amarillento, es menos intenso; la hoz del cerebro y tienda del cerebelo están intactas; el seno longitudinal superior está intacto, no apreciándose hemorragia en las proximidades. Cerebelo con la misma tinción amarillenta, pero de aspecto y consistencia normal; al corte se sigue apreciando la impregnación biliar. En bulbo y protuberancia se observa que ambas olivas bulbares están también fuertemente tefí.idas de amarillo, asimismo, los núcleos del suelo del cuarto ventriculo en grado mayor que el resto de la sustancia nerviosa. Boca y faringe. Amígdalas pequefí.as tefíidas de amarillo. La tráquea aparece bafíada de una secreción espesa purulenta de color amarillento. que procede de grandes bronquios. Las pleuras contienen un liquido hemorrágico ictérico en cantidad de 2 a 3 c. c., con coágulos de fibrina en el lfquido y adheridos a las pleuras parietal y visceral. Pulmón derecho con cisura pequefla incompleta, todo él congestivo con impresiones costales en el vértice. bien aireados y elásticos con cuatro o cinco peguefios focos del tamafí.o de lentejas Y subpleurales de color violáceo oscuru y que al corte dan la impresión de trombos hemorrágicos. Al corte de este pulmón se encuentra bronquitis de pequefí.os bronquios, dejando salir por ellos una secreción es-oesa purulenta y de color amarillento. El pulmón izquierdo, con el mismo aspecto y lesiones. Corazón.-Pequef\.a cantidad 11 a 2 c. c.) de exudado amarillento en pericardio. Cavidades derechas con pequefio hematoma del tamafío de una punta oe alfiler en válvula tricúspide. Grandes vasos normal es. encontrándose la endoarteria de ellos y del conducto arteイゥッセ@ (permeable) fuertemente teftidos de amarillo. Timo de color amarillento, de consistencia y corte normales, es algo pequefio para el peso del nifio, pesa solamente 6 gramos. Abdomen.- Las vísceras abdominales están bafiadas por un liquido amarillento. las paredes abdominales recubiertas de un exudado fibrinoso. El hígado es de color rojizo, está congestivo y con dilatación vascular que se aprecia bien al corte, peso 260 gramos. Bazo lig-eramente envuelto en una dele:ada capa de fibrina; al corte es de aspecto pulposo, blando, y de color violáセ・ッL@ su peso es de 22 gramos. Intestino con gran cantiカセ、@ セ。ウ・@ 、 está fuertemente tefiido de amarillo. Las das b1hares son permeables. El rifión izquierdo, lobulamo dcon Petequias arboriformes; al corte se aprecia la e ・イエセ ャ。イ@ de color oscuro ィ・ュッイ£セゥ」。@ y la sustancia セョZ。ャ@ Pá.lida, de color amarillento. El uréter corresde セョエ・@ a este rifión (izquierdo) dilatado como un asa elllb estlno delgado, hasta dos centtmetros de la desocadura en vejiga, comprimiendo el uréter se puede forzar, pero con trabajo, el paso de la orina a vejiga; cuando se ve por el interior el uréter, se aprecia una angostura capilar estenosada en la comunicación con vejiga. El riñón derecho con las mismas características que el izquierdo. Peso de cada rifión, 25 gramos. Suprarrenales normales de aspecto y al corte. El peso de ambas juntas es de 15 gramos. Vejiga urinaria, toda la mucosa piqueteada de petequias hemorrágicas y cuatro sufusiones hemorrágicas como lentejas en fondo vesical. Diagnóstico anatomopatológico: Ictericia nuclear, entroblastosis fetal. DEFINICIÓN. Se conoce con el nombre de ictericia nuclear: Una entidad clínica cuyas características anatomopatológicas consisten en una serie de alteraciones de los núcleos de los centros nerviosos, y cuyos datos clínicos más acusados son : un conjunto de manifestaciones del sistema nervioso extrapiramidal (hipertonia, movimientos coreiformes o atetósicos, etc.), junto a un cuadro de oligofrenia más o menos intenso. HISTORIA. Fué ORTH auien la comprobó por primera vez en 1875; ORTH hizo una descripción de la autopsia de un recién nacido, fallecido en el segundo día de la vida de ictericia grave; encuentra que tanto el cerebro como las meninges presentan una coloración amarilla, siendo esta coloración más intensa en los núcleos centrales. Al microscopio comprueba la presencia de numerosos cristales de bilirrubina, y una impregnación difusa de las células ganglionares, y de la neuroglia, con focos de degeneración grasa en el cuerno estriado; en este セーッ@ de lesiones las encuadro ÜRTH en el término de "ictericia nuclear". En 1903. SCHMORL hace un estudio sobre 120 casos de ictericia del recién nacido, encontrando seis veces la ictericia nuclear y comprobando la impregnación biliar descrita por ÜRTH; encontrando igualmente focos de necrosis en los núcleos. SCHMORL ideó para esta entidad el término de "kernicterus". En 1907, BONCKE describe un caso de ictericia nuclear en un niño de pocas semanas, el cual,. a las doce horas del nacimiento presenta ictericia acompañada de contracturas de extremidades y convulsiones; encontrando en la autopsia los núcleos centrales coloreados de amarillo y con focos de necrosis. En 1932, DIAMOND y sus colaboradores. agruparon en una sola entidad las hasta entonces separadas y conocidas con Jm; nombres de "ictericia grave familiar" e "hidropesía fetal" y "anemia congénita del recién nacido", dándola el nombre de "eritroblastosis fetal". En 1933 ZIMMERMAN y Y ANNET establecen la relación existente entre aquellos niños que desde el segundo día de su nacimiento. o en algunos casos antes. padecen ictericia grave. y que mueren al quinto o sexto día con síntomas de Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISTA CLIN!CA ESPA1VOLA 174 sistema nervioso, y aquellos otros que, después de violento y análogo ataque de ictericia neonatal, con síntomas de sistema nervioso, viv:eron, mostrando más tarde un retraso mental con síntomas de lesiones de los núcleos basales (espasticidad extrapiramidal, con movimientos coreiformes y atetósicos), comprobando en las a utopsias la existencia de pigmento biliar en las células nerviosas de la corteza cerebral, de los ganglios basales. Pero no en todas las autopsias aparece el pigmento biliar, tiñendo los núcleos grises. Estos dos mismos autores, en el año 1935 publicaron un caso de ictericia nuclear que vivió hasta la edad de tres años y que presentó durante su corta existencia un síndrome difuso de sistema nervioso central, asociado con movimientos atetósicos en extremidades, y aunque en la autopsia encontraron algunas alteraciones no encontraron la coloración nuclear, recomendando el uso del término "kernicterus", ya que con él no se especificaba más que el síndrome clínico. DE LA...'mE, en 1935, demostró la falta de relación entre el grado de kernicterus y las lesiones vistas al microscopio. LEVI!'.""E y STETSON, en el año 1937, intentaron explicar la patogenia de la eritroblastosis mediante un factor de isoinmunización, factor Rh de セMNBdsteinr@ y WIE¡..'ER. En 1940, SoBEL y ZUCKER publicaron un caso de tres años que, habiendo padecido eritroblastosis al nacimiento, no presentó en la autopsia lesiones típicas de la ictericia nuclear, a un presentando en vida trastornos neuromusculares. En 1945, LEONARD repasó 55 casos del New York Hospital, nacidos entre los años 1938 al 1944; 19 de los pacientes fallecieron en el período neonatal, cinco de ellos presentaron lesiones típicas en la autopsia, de los 36 restantes, uno demostró retraso mental y espasticidad. En 1945, DOCTER presentó un estudio sobre 13 pacientes de eritroblastosis que sobrevivieron el período neonatal, cinco de ellos (38 por 100) mostraron síntomas clínicos de ictericia nuclear, mientras que seis de los siete que fallecieron presentaron lesiones anatomo-patológicas al ser practicada la autopsia. ETIOLOGÍA. En la etiología de la ictericia nuclear figura en primer lugar, por su frecuencia, la eritroblastosis. En un gran número de casos encontramos en la anamnesis familiar datos de eritroblastosis en cualquiera de sus cuatro formas, edema congénito, anemia, ictericia grave familiar o diátesis hemorrágica. Si bien la ictericia nuclear aparece frecuentemente en el curso de una de las formas de eritroblastosis (la ictericia grave familiar) ello no quiere decir que sea una forma obligada de ella, ya que hay muchos casos en los cuales no aparece dato alguno de kernicterus, pudiendo considerar más bien que Hl ft>brero 1954 la ictericia nuclr una eventual complica. ción ウッ「イ・⦅Zセョゥ 、N@ ?'?'so de セョ。@ ictericia grave familiar. La イ・ ャセ」QPョ@ de la Ictericia nu. clear con el edema congenito no se ve en la prác. tica, pues aunque la etiología de éste es la mis. ma que la de la ictericia grave familiar, la su. pervivencia es tan corta que no da tiempo a que se engendre la ictericia nuclear. DE LANGE discute la importancia del foco in. feccioso en la etiología de la ictericia nuclear afirmando que en la sepsis del reción ョ。」ゥ、 セ@ existe una gran destrucción sanguínea que pue. de originar la ictericia nuclear, pues da lugar a una ictericia visible en piel y mucosas. La sífilis ha sido también achacada como causa de ictericia nuclear. PEIIU publica en el año 1939 un caso en la Revista Francesa de Pe. diatría, t. 5, núm. 4, de ictericia nuclear con probable etiología de sífilis congénita, afirman. do que aunque es una complicación de la eritro· blastosis, puede existir en ausencia de ella. BLUI\1-ZILBERMA...""TN publica en 1935 un caso de ictericia nuclear de etiología sifilítica. DOLLET afirma que la lúes congénita es más bien una causa predisponente alterando los órganos he· matopoyéticos, durante la vida intrauterina. YLLPO, en 1918, describió un caso de ictericia nuclear por atrepsia de vías biliares (cístico y hepático), sin embargo, en la anamnesis fa mi· liar existían datos de eritroblastosis. YLLPO en 191 . describió un caso de ictericia nuclear en un recién nacido por hcpatonefritis infecciosa. En lo que respecta a la prematuridad no pa· rece intervenir como factor etiológico. Podemos, por fin, pensar en la posibilidad de una hemorragia a nivel de los núcleos basales, bien sea ésta provocada por traumatismo obsté· trico o por una fuerte colemia. Los datos clíni· cos y anatomopatológicos vuelven a encontrar esta hipótesis, pero tales hechos deben ser re· visados desde el punto de vista de diagnóstico diferencial. Nosotros al igual que LANGE ARCE y otros, pensamos que la ictericia nuclear es una roa· nifestación parcial o complicación de las for· mas de ictericia grave del recién nacido. Como causas más frecuentes en su etiología la eritro· blastosis, y la ictericia séptica. Las teorías de LEVINE, fundadas en las ゥョカ・セ ᄋ@ tigaciones de LANDSTEINER y WIENER, no ・クーャセᄋ@ caban la multiplicidad de manifestaciones chnl· cas; ello ha sido aclarado con el descubrimiento de las dos clases distintas de anticuerpos biva· lentes y univalentes, los primeros llamados pro· píamente aglutininas y los segundos anticuer· pos bloqueantes o glutininas. Según esta teoría, al nacimiento se ーオ・、セ@ formar verdaderos tapones de eritrocitos aglutJ. nados en los pequeños vasos cerebrales c?n la producción de lesiones consiguientes, sum1endo a l recién nacido en un estado de estupor acom· pañado de convulsiones que pueden terminar fa· talmente o quedar permanentemente asociado 8 Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. IOTERIOIA NUCLEAR TOMO Lll NúM!:RO 3 un grave cuadro neurológico caracterizado por coreoatetosis asociado a un déficit mental intenso. Para WIENER, en estos casos, la ictericia nuclear no es ocasionada por la propia ictericia, sino que representa una reacción de tinción in vivo de célulás ganglionares lesionadas en virtud del obstáculo a la circulación, quedando demostrado ello por la presencia de tapones de eritrocitos aglutinados en los vasos cerebrales. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos comprender ahora por qué en algunos niños afectos de eritroblastosis fetal, a continuación de una transfusión de sangre Rh negativa (sin sustitución o sangría) , se presentan graves síntomas cerebrales por taponamiento de la circulación a consecuencia de acúmulos de eritrocitos bloqueados y signos evidentes de ictericia nuclear. Por el contrario, cuando la presencia de aglutininas en la sangre fetal estaba caracterizada por su carácter bivalente o hemolítico simplemente, se producía una anemia hemolítica más o menos intensa, pero sin taponamiento de los vasos por acúmulos de eritrocitos conglutinados. Creemos fácilmente comprensible que uno de los avances más importantes en esta materia ha sido el actual tratamiento de la transfusión sustitutiva, con lo que podemos prevenir, en la mayoría de los casos, la presentación de estos temidos cuadros de ictericia nuclear. SINTOMATOLOGÍA. AJ hablar de los síntomas de la ictericia nu· clear, hay que tener en cuenta los de la eritroblastosis, pues, como hemos dicho en el capítulo de la etiología, casi siempre aparece en el curso de ella. En este caso, el recién nacido presenta desde las primeras horas que siguen al parto, una palidez, indicio de la anemia congénita que padece; a las pocas horas. o en el segundo día a más tardar, aparece la ictericia; otras veces, el niño nace ya ictérico. La ictericia en los primeros momentos puede ser poco marcada en piel, más visible en esclerótica, pero rápidamente adquiere intensidad, tomando un color amarillo ocre, para trocarse más tarde por un amarillo verdoso. YLLPO dice que ha visto intensificarse hora por hora la ictericia. El índice ictérico es superior al normal; en la ッセゥョ。@ hay abundante cantidad de ーゥセュ・ョエッウ@ biliares y de urobilina y la reacción de Gmelin es positiva. Las heces están coloreadas: en cuanto a la reacción de Hijmans van der Bergh puede ser directa o indirecta. La duración de la ictericia es larga de uno o dos meses, como en nuestras observaciones. ARCE cita un caso en el que la ictericia duró cinco meses. Se encuentra c.orrientemente hepato y esplenomegalia. Con Cierta frecuencia se encuentran también hemoイ。ァセウ@ cutáneas y viscerales (petequias, equiiosis o hemorragias cutáneas), con retraso del lempo de coagulación. Las manifestaciones nerviosas son las que 175 marcan el comienzo clínico de la ictericia nuclear; éstas aparecen en un período que varía C!ntre los dos primeros días de la vida al final de la segunda semana, como han señalado varios autores; es raro que los síntomas aparezcan ya al nacimiento; los primeros síntomas son la apa· tía y somnolencia, el niño rechaza toda la ali· mentación y deglute mal, e incluso aparecen colapso y coma. Además de estas manifestaciones que hemos definido y que podemos considerar como propias del estado general, aparecen los síntomas propios del sistema extrapiramidal, siendo el más acusado el de la hipertonia, los miembros están fuertemente flexionados, siendo imposible su extensión; hipertonía que, durando, siempre será más tarde una de las secuelas de la ictericia nuclear; otros de los síntomas que podemos encontrar son los movimientos atetósicos o 」ッイ・ゥヲュセウN@ Hay rigidez de nuca y la posición del recién nacido es en opistótonos. Pueden aparecer convulsiones, pero en general éstas son poco intensas, reduciéndose en la mayor parte de los casos a temblor, sacudidas de los globos oculares, nistagmus intermitente, convulsiones aisladas de los músculos de la cara, de las comisuras labiales y aun de los de las extremidades. N o hay manifestaciones paralíticas, y si en algún caso aparecen podemos decir que se trata de un síndrome asociado. El ritmo respiratorio está modificado, encontrando taquipnea, respiración irregular y del tipo de Chevne-Stokes y, en casos más raros, del tipo de Kussmaul. Con este cuadro continúa varios días, en el curso de los cuales el recién nacido puede morir. Si sobrevive hay que contar con sus secuelas. Son éstas, principalmente, la hipertonia, que hace que los niños anden tarde y sean incapaces para manejarse a sí mismos. Otra secuela es la oligofrenia, presentando estos niños un retraso mental acentuado del tipo de la idiotez, que hace que, unido al síntoma anterior, convierte a estos niños en inútiles para cualquier actividad. A más de éstos pueden aparecer movimientos atétosicos y coreiformes, y ataques de hipertonía o de hipotonía, como en uno de los casos presentados por nosotros. No queremos cerrar este capítulo sin hacer constar gue uno de los síntomas de buen pronóstico, dentro de este cuadro de tanta gravedad en el recién nacido, es la mejoría del estado g-eneral. La desaparición de la apatía y somnolencia y, sobre todo, la toma de alimento; cuando el niño empieza a tomar alimento, puede afirmarse un pronóstico favorable en lo que a la vida se refiere. ANATOMÍA PATOLÓGICA, No son completos los datos que sobre la anatomía patológica se conocen, pues el corto nú- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 176 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA mero de publicaciones que sobre este capítulo de la ictericia nuclear se han hecho, y los exámenes anatómicos minuciosos que requiere, hace que los resultados publicados sean dispares. Como el síntoma predominante es la ictericia, hace que la sustancia nerviosa esté toda ella coloreada de amarillo; esta coloración es más marcada en ciertas regiones, como son las paredes de los ventrículos, las astas de Ammon, el núcleo de Luys, el pie del hipocampo; en cuanto a los núcleos grises centrales, están fuertemente coloreados, siendo esta tinción más intensa en los núcleos putamen, caudal, y lenticular. En menor escala está la corteza cerebral. Los ventrículos laterales están algo dilatados y sus paredes, como la del epéndimo, están disminuidas en su grosor, dando idea de la existencia de una ligera hidrocefalia. Está también particularmente teñido el núcleo dentado en el cerebelo, y los núcleos de origen de los nervios craneales, siendo más marcada en los de los nervios sensitivos. En lo que respecta a la médula, las astas anteriores son las más teñidas. Las meninges están poco modificadas, puede encontrarse una ligera hiperemia y algún exudado, aunque en pequeña cantidad, indicios de la existencia de una meningitis serosa. Algunos autores señalan una fuerte coloración amarilla, de la porción nerviosa de la hipófisis. Los exámenes microscópicos realizados en cualquier núcleo descubren que junto a células alteradas existen otras normales, lo que parece indicar que el ataque celular no se verifica de una manera global, o como otros afirman, existe una predisposición especial, o una alteración anterior. Respecto a las alteraciones que se pueden encontrar en las células, para unos la célula está indemne, y sólo se distingue de una célula normal, por estar fuertemente impregnada de bilis. Para otros, presenta los signos manifiestos de una necrosis. En el protoplasma revela un aspecto granuloso y en el núcleo se encuentra picnosis o se disuelve. La mielina perteneciente a los fascículos, que atraviesa las regiones nucleares, es frecuentemente reducida a fragmentos en forma de bolas impregnadas de bilis, donde se descubren al microscopio cristales de bilirrubina. Parece que la materia colorante hallada en la ictericia nuclear es distinta de la que aparece en la ictericia ordinaria. En efecto, si se meten los órganos ictéricos en una solución de formol o sublimado, el color amarillo se cambia en verde, debido a la oxidación de la bilirrubina, que se transforma en biliverdina. Pues bien; esto no ocurre con los órganos procedentes de una ictericia nuclear, conservando éstos su color amarillo moreno. Respecto a las demás vísceras, el hígado y 15 ヲ」「イセエᄋッ@ 1951 hipertrnfiarlos y con fo?os de herna. bazo ・ウセ£ョ@ topoyes1s. La m el tubo digestivo está congestionada hiperémiCa y, a veces, encontra. mos pequeñas hemorragias, erosiones o ulcera. ciones. Para unos, estas lesiones del tubo diges. tivo son debidas a alteraciones de la circula. cwn y del trofismo, como consecuencia de la lesión nerviosa. Para otros, como YLLPO> más bien es debida a alteraciones como consecuen. cia de la eliminación de sales biliares en gran cantidad. En los riñones existen focos también de he. matopoyesis, traduciendo una perturbación profunda de la formación sanguínea. DIAGNÓSTICO. El diagnóstico podemos hacerlo en los recién nacidos, que después de un período de ictericia pronunciada, se presente un cuadro neurológico con hipertonía, opistótonos, trastornos de la deglución, apatía y somnolencia extremadas. La ictericia suele ser de aparición precoz, en el primero o segundo día a más lardar, si se trata de una eritroblastosis : en cuanto a los síntomas neurológicos siempre aparecen pasadas las treinta y seis o cuarenta y ocho horas del nacimiento. Como medios auxiliares emplearemos el examen hemático, que nos revelará una anemia intensa con prc cncia de g-ran número de form s nucleadas, en el ca::>o de la edtroblastosis. k investigación del factor Rh, tanto en el recién nacido como en los padres, así como la historia familiar de partos anteriores, es de gran valor para el diagnóstico. El hemocultivo puede ser un gran auxilia1 cuando la ictericia que se sospeche sea infeccio· sa (sepsis). En lo que respecta al diagnóstico diferencial, una de las entidades clínicas que más pueden confundirse con ella es la hemorragia intracra· neal; sin embargo, el antecedente obstétrico de parto prolongado, forceps, etc., cuando existe; la tensión de la fontanela, el líquido cefalorra· quídeo hemorrágico, abogan en favor de la be· morragia intracraneal; en última instancia, el examen hemático puede aclarar el diagnóstico, ya que en la hemorragia intracraneal aparece una ictericia, aunque es más leve que en el kernicterus. En lo que respecta a las secuelas, pueden con· fundirse cuando el niño no le hemos visto al nacimiento, sino en edades posteriores, 」ッセ@ セ。@ enfermedad de Little; si bien en la ictencia nuclear no hay antecedente de traumatismo obstétrico, prematuridad, sino la existencia de una ictericia al nacimiento que duró un mes 0 más tiempo. La marcha, aunque es ・ウー£エゥ」セ@ en los dos cuadros, sin embargo, los niños de 1cte· ricia nuclear no tienen tendencia a cruzar las piernas. De todas formas, la diferenciación de ambos cuadros, a más de resultar difícil en al· Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ICTERICIA NUCLEAR 'l'oMO Ltt :"-<'0!-l&RO 3 gunos casos, no tlene ningún valor, pues los dos se engloban en el inmenso capítulo de las parálisis cerebrales. PRONÓSTICO. El pronóstico de la ictericia nuclear es grave; ya que si en su período inicial amenaza con la muerte del niño, pasado éste, son las secuelas irreversibles o parcialmente modificables las que convierten al niño en un inválido. En efecto, el recién nacido afecto de este cuadro puede morir en medio de un estado de apatía somnolencia y coma; generalmente, en los , por lo que debe redoblarse diez' primeros d1as, la vigilancia en este período. Pasado este tiempo y, mejor aún, el primer mes, podemos decir que ha pasado la fase aguda y entonces vienen las secuelas, que a partir de este momento empezarán a esbozarse. Algunos autores aseguran que hay niños que curan sin secuelas, pero nosotros tenemos la impresión de que si existen, deben ser en número muy reducido. Estos niños se desarrollan mal, van retardados en todas sus funciones estáticas, en sostener la cabeza, en sentarse, en andar (algunos no lo consiguen nunca) ; la curva ponderal está siempre por debajo de la normal, van apareciendo alteraciones nerviosas y persistiendo las ya iniciadas en el primer período como la hipertonía, y conforme va creciendo el niño va acusándose más el déficit mental. Algunos autores aseguran que aquellos niños en los que predominan los movimientos coreoatetósicos, alcanzan un nivel mental superior que en los que el síntoma más marcado es la espasticidad. De todo lo expuesto se desprende que el pronóstico de estos niños es bastante sombrío y que debemos tener presente este síndrome como una de las causas que contribuyen a la invalidez infantil. TRATAMIENTO. En el tratamiento de la ictericia nuclear, tenemos que pensar que si bien este cuadro puede ser producido por otras causas, el mayor porcentaje lo da la eritroblastosis; en este sentido, los avances de más importancia giran en torno a la transfusión sustitutiva. セウ@ transfusiones parciales de sangre Rh negativa. sin sangría no deben practicarse, pues, como mdicamos en el apartado de etiología, pセ・、ョ@ favorecer la producción de tapones de eritrocitos en los pequeños vasos cerebrales, con la consiguiente producción de lesiones. Con la exanguinotransfusión tenemos a nuestro 。ャ」セョ・@ un medio altamente eficaz para el tratamiento de las formas de eritroblastosis y para prevenir la presentación de la ictericia nuclear. dí aセ・ュ£ウ@ de lo expuesto, el tratamiento en los 。セ@ mmediatos al nacimiento tenderá a conservar lo mejor posible el estado general del recién 177 nacido y a la terapéutica sintomática. La 。ャゥセ@ mentación ofrece dificultades por el estado de indiferencia, somnolencia, etc., teniendo a veces que recurrir a la alimentación son sonda. El tratamiento de las convulsiones (luminal, sulfato de magnesia, hidrato de cloral) ; la administración de sueros (glucosado y fisiológico); la medicación cardiotónica y la administración de vitaminas, principalmente e y K. En el período de secuelas, el tratamiento tenderá a la habilitación de estos niños para una utilidad social, y en este sentido ocupa el primer lugar la reeducación motora) cuyas misiones principales son: 1.0 Asegurar la distensión muscular. 2. ' Educar el dominio muscular voluntario. 3.° Conseguir que los nuevos movimientos realizados por el paciente sirvan para actividades útiles. En este sentido de la reeducación motora son poderosos auxiliares la cirugía, la neurocirugía y el tratamiento ortopédico. La terapia ocupacional irá encaminada a enseñar al niño las actividades más necesarias: vestirse, comer, practicar las funciones higiénicas. La terapia medicamentosa empleada por nosotros ha sido la vitamina B., de la que tenemos la impresión de haber mejorado la hipertonia y demás síntomas del sistema extrapiramidal, y asociado con ella el ácido glutámico. En lo que respecta al tratamiento de las alteraciones psiquiátricas, habrá que tener en cuenta que éstas tienen dos orígenes; uno anatómico: imputables a él son las alteraciones del carácter, la atención inestable, los impulsos sin dominio, y la falta de retención de lo aprendido, y un origen psicógeno al que corresponden los obstáculos en la vida emocional y en la evolución psico¡,exual. Todas ellas llevan consigo alteraciones de la conducta y dificultad de adaptación de estos niños, dando lugar a que se establezca una unión más estrecha entre madre e hijo, con falta de relación del niño con el mundo exterior que limita la experiencia hacia él y dificulta la tendencia a independizarse. La educación deberá acercarse en lo posible a la de los niños normales; claro es que estos niños requerirán una atención especial y un estudio de sus posibilidades, con el fin de que ni estén en grados escolares superiores a su alcance, ni que, debido a alteraciones de alguno de sus órganos de los sentidos se encuentren atrasados en uno o más cursos. Cuando se trate de niños con intensos defectos físicos o muy retrasados deberán ser educados en instituciones especiales. RESUl\IEN. Con motivo de cinco casos personales de ictericia nuclear, se hacen unas consideraciones sobre la etiología, sintomatología, anatomía patológica, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 178 BIBLIOGRAFIA B!SEK!:, R.-::IHinch. Med. \Vschr .. 51, :!.023. 1907: 51, Hl1:!. f. Kindt>rhE'ilk, 5'<, 105-1, 1936. BE'LLoc y ::llt:LLER, H.-Rev. Fran<;. Pt•diat., 797, 1935. bfセキ[MNカL@ A. y \Ax cnr:,E.J.o, s.-.ut'l1. u1,;. Cllltd .. Junc 1937. DOLI.ET, ::1!.-Thl'Se de In Faculté d<' ::l!t'tliclnc d•• Lyon, 1939. BAt:QUIS, D.-These de la FaC'ultt' <1<' ::l!édt'C'Íilt' d<' l\Iontpt•llier, 1943. DE L AX,;F., (;ORXI:LI\.-Acta Pediat .. ·1. 60, 19(;:! Fono y ¡. RAXK. rNセ@ -Diseases of the Nen·ous セケウエNュ@ in lnfnncv, Childhood and Adole::;cenct•. Ed. 2. Char!t•s C Thoma:< Springfield, 1944. BLu:-.r-ZILBEil:\H...-x.-These de Genéve, l. 1..,1, 1935. DOCTF.R, J. M. J. Pediat .. :?7, 3:?7, 1945. y lゥfNャrセi|ZMBjッオイョ@ Am. Mf'd AsH . 130. YA:'\XET, hエZャセA|NG@ 335, 1946. L<YM'IE LA:-;r>r.. ::11. D. 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Sin entrar en el problema de la heredabilidad de la epilepsia, ni en las tres principales tendencias que a tal respecto han surgido en la época moderna; mostrándonos de acuerdo con LAFORA: " ... hablar de epilepsia cuando se trata de la forma genuina de la enfermedad) y de síndrome epiléptico cuando no se determine su 15 febrero !95¡ etiología y nos reitramos sólo a los casos ataques convulsivo::; o con otros equivale con ¡:;eriédicos", es lo cierto que, a medida que ntes gresa la electroencefalografía y la ョ・オイッ」ヲpセN@ se va_ 。 ューャセ。ョ、_ L@ considerablemente el 」。ュー[セᄋ@ una mvestlgacwn que pretende arrinconar セ@ concepto de epilepsia esencial a unos límite mucho más estrechos. Los trazados electroen es falográficos archivados durante estos años pce. 1o, h an 1ogra d o prectsar · ' or ・セュー@ · la gran frecuen. c1a con que se presentan en la epilepsia genuina focos disrílmicos localizados en el lóbulo tem¡;oral y que las descargas que de aquí par. ten han podido producir auras ele muy distinta naturaleza. Las inve::;tigaciones de los canadien. ses BALWIN, EARLE y PENFIELDJ tratando de e¡¡. plicar la causa de la epilepsia temporal por la herniación del hipocampo durante el parto, 0 a seguida del mbmo, podría ser un dato que aducir, elegido entre muchos. Pero mientras se pueda realizar una terapéu. tica etiológica-si logramos alcanzarla-, de la enfermedad epiléptica) hemos de contentarnos con los excelentes avances que la sintomática ha llevado a cabo en estos ultimos años. Hoy poseemos un buen número de medicamento:¡ antiepilépticos que administrados 」ッエイ・セ。ュョ エ ・L@ solos o combinados, logran, en la mayoría de los casos, muy apreciables mejorías. Creemos, sin embargo, que en esto como en todo. lo "nue\'o", lo último, no Eiempre es lo ュセェッイN@ Ahí e:;,tá el difenilhidantoinato sódico pam afirmarlo, ya que estimam os que nmguno d' lo:. dHJ\ad.•:i la hidantoína posteriores a él son superiores en eficacia ni en íalta de toxicidad. (Nos referimos, naturalmente, a aquellas epilepsias que se ma· nifiestan con grandes accesos convulsivos; no a aquellas de petit mal, y en _lo que concierne a la coartación de los extensos ataques). Re· leyendo los trabajos publicados en la pasada dé· cada, causa un poco de asombro comprobar la discordancia entre lo que en ellos se asegura --en muchos de ellos, por lo menos-y la expe· riencia personal de cualquier clínico. Aquella to· xicidad sobrecogedora de la difenilhidantoína quedó reducida al hecho sencillo de poder tratar con ella durante años, ゥョエ・イオュー、。Lセ@ una gran mayoría de epilépticos, sin que casi nunca nos viésemos obligados a suprimir su ad· ministración por causa tóxica. Claro es que se ha generalizado su empleo en combinación 」ッセ@ el luminal, ese precioso medicamento tan 。ョャセᄋ@ guo y que todavía sigue jugando un papel de pn· merísimo orden en el tratamiento de la epilepsia. Y algo parecido-quizá en un escalón más bajo- cabría decir de los bromuros, no deste· rrados, ni mucho menos, de nuestro arsenal te· rapéutico. En cambio, todos hemos te:1ido al· gún que otro enfermo en el que la panacea de la "' atoxicidad y de la eficacia- aludimos a la ュセᄋ@ santoína-nos brindó una toxicidad clara, qUI· zá porque no dimos todavía, como en el caso de la difenilhidantoína, con la dosificación ade·