NÚMERO i B _A ÑO 1. 281 L ESSEPS . , , COPTA DEL CUADRO A L OLEO DE LEON BO N ~A T, GRA nADO DE A. V.HLEl'T E. PAPEL PERIODICO IL USTR ADO. 10 OE JUNIO OE 1882. 282 FERNANDO DE ESSEPS! H éaquí un nombre que todos nu estros compatriotas habrán oído pronuncia r ; lié aquí un per sonaje que todos más ó menos conocemos. N o es simplemente un hom obr e notabl e, es mi se r Ieg cudario : su fama no so limita á S1I patria, se extiende por E uropa, alcan za á todo el IU1U1110, es uni versal. El gen io, en efecto, no conoce límites, y cua l ave espiritual domina los espacios, vuela por todo el orbe , se :f1~ cierne en lo infinit o. E s por esto que los grandes hombres no tienen en realidad lo qne ~ se llama patria, per tenecen {t todas las unciones. La gloria, como el sol, corno la verdad, luce para todos, es patri monio de la humanida d: todos le debernos rospeto, gratitud y admi rac i ón. Y cuando decimos g-loria no entendemos por esta palabra simplemente esa uurcola brill ante que cubre los grandes hechos ó hu; hazanas sorprendentes que perp etúan cierto s nombre s al través de los siglos ; .las glorias imp erecederas son las quo conquistan los hombr es útil es, los bien hechores de la lumiauidad. Ncwton , inventando las leyes mec ánicas del iuuudo : Jenner descubriendo la vacuna, Franklin arrebata nd o el rayo á los cielos, son para nosotros una trinidad más gloriosa que An íbat el héroe de Cart ago, Ó Scipión 01 de Roma, ó Na poleón el prim er gu errero de los tiempos modernos. Edd íson, Ri cld , Les seps, los prim eros trasmitiendo instant áneamente el pensam iento al través de los espacios por medio de la electricidad, y el seg undo perforando Istmos, y cavan do los arenal es de l desi erto para abrir paso al comercio y á 1<"L civili zación del níUIL I do, éstos son los hombres verdaderamente granl1l:ls, las glorias resplandecient es del siglo XIX. i:ti TI F ernando de Lesseps , Conde del mismo nombre, nació en Versalles el 19 de Diciembre de 1805, y ti ene por consiguiente 76 años cumplidos. Fu é su padre D . 1\1ateo de Lesseps, Encargado (le N egocios de Francia en Túnez, y su mad re una dama de alta distin ción, descen dien te de raza española. Familia dist ingnidisima por su cuna y talentos, dió á la Francia muchos serridores esJ pecialmente en la diplomacia y carrera consular a las que parece tenían decidida in clin ación. U no de sus tíos, D . Mateo, desompc ü ó el Con sulado general de Itusia ; otro, D. Bartolomé, el mismo destino en Lisboa, y fué el compañero del desgraciado La Perouse á horda de las fragatas 4ó La B oussole " y " L 'A strolabo " cua ndo desembarcaron en Karnshatka, luégo atravesaron la Sibe da juntos, y aqu él fu é el único que sobrevivió de tan penosa J atrevida expedición. D . Edinundo murió en Lima cuando desempe ñaba el cargo de C ónsul gen eral en el Pcrúj y por úl timo D . Julio está en P arís tle .J<~fe de la misión de Túnez. Fernando, de qui en nos ocupamos, despu és de haber concluido sus est udios en un Liceo de París, con el ma Jor lucimiento, no pudo meno s que seguir ht inclinación de toda su familia, y ent ró en la carrera diplomática en 1825, de agregado al Consu lado general en l.1islJoa. En 1827 pasó al ~1inisterio de N egocio§ E xtnllljeros á ocupaT un puesto en la Dirección comereial bajo la.s órdenes del Conde La F crr onays, y en 1828 fué nombrado attaché al Consulado general de Túnez. P ocos llleses despué s de la conqui sta de Argel se le confi{í una mi- LESSEPS sión muy delieada cuan do se tr ataba de some ter ln provincia de Con stantino por el mariscal Cla usel ; y luégo, en 1831 , pasó á E gipto en calidad de V ico-có nsu l, eru plco qne conse rvó-ha sta 1 8:_~ ;{. En el me s de N ov iembrc de est e año filé ascend ido á Cóns ul en el Ca iro, y poco t iempo después l'a s(í á desempe ñar el Consulado general de A lejandría du ran te la terrible cpidem la que acabó con la mayor pa rte de la pobla ci ón de ta u importante ciudad. L a. cond ucta de Lesseps en est n ocasión fué digna de todo elogio , y su Gobiern o lo rec omp ensó con la Cruz de la Legión de hono r. En 18:JG fué llamado á desempenar la A gencia diplom áti cu cu Egipto , en circunstanCÍ<LS políticas lllUY difí ciles, .y aprovech ó -de la ocupación de Siria por Y brahim- paclrá para prote ge r ii los cristia nos coutribnvcndo así á restablecer las rela cione s y la unuon ía entre el Virey ile E gip to, l\I eheme t- A I( y el Sultán . En l oSaR regres ó ii París con Iicenci n., y fu é uoruhrurlo Có ns ul en Ro tterdum : d e all í pasó á M álaga , y por último en 184:! al Consu lado de B arce loua . La situación política de Españ a era en esa época muy critica, y tocóle á T.csseps rlesempeñar su nu evo destino eu circunstancias muy delicada s ,Y azarosas. B u Novieurhre rle este añ o tuvo lugar el bomb nrdoo de la cindad , y los acontecimientos políticos que siguieron alarmurou toda la poul aci ón. Fu é entonces qne Lesseps tlesplegú una ac tiv idad admira ble y tollas sus dotes diplomáticas, protegiendo á sus na cionales, dand o asi lo en los lmqnes d« gu erra fra nceses lÍ todos los españ oles como pron u-rido s en lu revoluci ón ; y por ú ltimo, in ter ponieudo toda su in fluenc ia ha sta salvar la ciudad de las horriblcs dcsgrnei as y calamidades que la am enazaban. Semclante con duda obtu vo su merecido galardón ; pues apa rt e 11e haucrse con quista do la grati tud y simpatías de los espa ñoles, todos los gobiernos le prod igaron por ella honores y recompen sas. Las Cámaras de comercio le dirigieron felicitaciones muy lisonjera s: los residentes fran ceses en B arcelona le discern ieron un a me dalla ; los habitantes costearon un busto en mármol que se colocé en los salones de la Muu lcipalidad ; el Ob ispo le tributó sus homenaje s, y le <lió una. acción de gra cias; los Reyes de Cerdeü n, L as Do s Sicilias, S uecia, Países B ajos, le confirieron las insignias (le sus respectivas órd enes; los gobiernos de las demás potencias le pasaron notas congratnlatorias ; y por último Isabel 11, la. Re ina (le Es pn. ña, le nombr é C ome n dador <le prim era clase de lit orden de Carlos l IT. BI 1848 fu é nuiubrudo J Iini stro de F rancia, en .:\la· drid , en cuyo pue sto prestó ig ualmen te servicios lUUY importantes tt su país ; y poco despu és, cuando se le havía destinado para la L egación de Berna ocurrió el ataque cont ra Roma por las trop a s fran cesas. B u esta emergencia. noccsit ébaac de un hombre muy lt:L1JiI que se dirigie ra á la Ciudad Sa nta para arreglar tod o, en una.misión conciliad ora ; y el Gobi erno fran cés no pud o men os que fija rse en Les aeps como el diplotu ático mejor calculado para el caso. Dispue sto siempre tÍ servir á su país, aceptó sin va cilar la misión, no sin cierto t emor, pues comprendía lo delicado de ella, y las dificultade s que lbau tÍ presentársele para su desempeño. N o tardaron en realizarse sus sospecha s y temores : la crisis porque pasaba la Hepública romana era violenta ; pronto cOlllllrendió con su gran suspicacia el espírit u dominante, y con tolla f ra UI}Uez,L é ind epen denc ia comunicó al Gouierno su opinUin é imp resiones. Oomo era tle esperarse, no fueron éstas del agrado de la Asamb lea constituyente que á la sa..:ón se hallaba reunida , y cOlltral'iiLuan la políticíL del GalJiIwte fra.ncés, Jo qne hizo quo se le llam am il1111Cniatallwllte á _París, y se dió la orden de continuar las hostilidades. A ella contestó Lesseps, m:Ulllando su re- PAPEL PERIODICO ILUS TRADO. NÚMERO lB _ AÑO l. 283 nnncia, y disgustadocon este proceder pidi6 sn retiro y ' G utenberg con su descubri miento maravilloso de la imprenta. E n el orden físico, notáb ase que nu estro globo necesiIn taba ensa.ncharse, el e~ríri tu de expa nsión anhelaba por nue vas tierra s en el Siglo xv, y no tardó en presenta rse Hallábase re tirado gozan do de las dulzuras de la vida el inmortal Colón, y en despecho de dificultade s sin privada, y entregado al estudio cua ndo en 1854 el V irey crue~~o, descubrió un nuevo mu ndo, nuest ra virge n de Egipto, Mohammed Said lo invitó para que le hiciera Am érica. una visita con el ohjeto de discutir su proyecto del CaA sí, del mismo modo F ulton y ' Vatt ap licaro n á la nal de Suez que ya había concebido, .r le había comuni - industria, á la mecán ica y á la nav egación el descubri cado por correspondencia , S in pérdida de tie.c po, trasla- mien to del vepor ¡ y Lcsseps, compren diendo las necesidóse Lesseps á E gipto, y en un viaj e que hizo con el dad es del comercio, ha venido á bri lla r por encima de Virey de Alejandría al Cairo al través del desiert o, las miste riosas pirámides de E gipt o, y realizar con su comunic6le sus plan es, le hizo luminoso pensamiento el suenna exposición de todas sus ño de los F araones, y un a de ideas, )' el P rín cipe entus ias las necesidades más premi osas El señor D . 1'\ICOL..ÍlJ TANOO A R)l I>II.O na ció e n & gotá el 24 mado compren dió al momento para la civilizací én y para el d e E ner o de 1830. SUR padree fue ron el Rdío r D. Nic olás l~ ~mportancia de la obra, y mundo. Ta nco, Secreto-te d e Haclend e'del L ibertador, y la ~eñora D .pidió á su compañe ro que le Ma rgar it a A rm ero . H h:o eu e cstudíos en 10 8 Estados U uld oe A fuer za de energfa y persey en F ra nci a , y á la ed nd de d iez y ocbo añ os p u blicó en l a presentara una Memoria sobre vera ncia M , de L esse ps fué H aba na un texto d e matemátfca a y alg u nos folletos sobr e la materia pa ra considerarla. captándose ~o eo á poco las aeuntos eeonomí cc s, 1IoIezell\do en las lLlit aelonci pcütícaa de Accediendo á sus deseos pusimpatías de algunos ca pita 1&-49, se consagró en ab8oluto á la defensa de IIUIl ideas en la blicó )1. de Lesseps en 1856, prensa y en la t ribuna. Su lenguaje pol1t1eo ea vlril, modelista s, y ya en 1859 pndo losu. célebre ) Iemoria ti tulada : ra do y pulcro en la formn. H abiendo emigrado en ISS:!, fijó gra r por medio de una suscrip6U residencia en la IIab."\na, donde deeem pe ñé imporbntc6 " Perforamiento del I stm o de ción doscientos millones de pucetce: Director de la empreea del ga.s, CAntador del FCITl)Suez; e.rposici6n y dQcumenfrancos, con los cuales organicarril y Representante de la gnn CMn eom eretal D rak e y toe ojiciale.s," en la cual prezó su compañía, y dió princiCo mpañia. E l lK'ñ or T AlfCOea el co lombia no q ue mee h a ,"ia_ sentó todos los datos necesapio á los trabajos de su colosal jada . Trl-'1l veces le ha dad o la vue lta pi m undo, y ha recorrld lj cas i todos los p aJees de E uropa y Am ér ica. Ñ otable es rios, todas sus obser vaciones e mpresa. su .. Viaj e á Ch ina, P ale stina &c," p or la n at u ralidad de la científicas, y porm enores de P ero no tardó mucho en tror elación y lo s i m port an tes dat os y re ñexte nee qu e contie ne. esta obra gigantesca. pezar con nu eva s y grandes diConserva Inéd ita ot ra obra" Viaje al Japón," cu ya introd ucEste trabajo tan importante ficultades. La mu ert e vino á ción pu bli có el R epeTw io Colombi ano. Lo! eeontoe polí tlco e llamó la atención en toda Eudel señor T ANCO ee e nc uent r an en el Cristiano Erra nte, El arrebatarle á Sa id- pacha , su /)f a, La Civil ización, E l Charillari, El Fi rotEmico y 1.' 1Jl era ldo. ropa; pero como toda idea uueamigo y protector ; el G obier Vari os 60n loa folleto s qu e ha pu b licad o, y el ultim o d e 'fa, suscitó celos y ri validades no de la Puerta empezó á hoshto8 Ileva "por titu lo La .K aCl6n '!I ros P a rti dos. El lK'ñor entre las naciones interesad as, tilizarlo, todos los trabajadores TANCO ti ene u n a. ñscncmte, ezprestv a y llena de anlma.ción; y tardó eu ser acogida como 6 fellah « fuero n deaband én IIU genio vivo le induce á buseer el re truécano con frecu en cia, y espeelalm ente cu ando habta en franct':.s no p uede debía. El Sultán empez6 á madose, prefiri end o ir á sembrar p rescind ir de este juego de vocablos, ÍI. qu e tanto se pr esta nifestar escrúpulos y á poner algodón á las du ras faenas del aq ue lla lengu a. Su conve rsación es ag radable, como tiene que dificultades; gra ves cuestiones desierto; y fuero n tantas las ser lo la de u n h om bre que ha viaj ad o m uch o r ha m a nt en ido diplomáticas se prese ntaba n ; contrariedades, que hubo un re tacíonce con las n otabilida des d e di versos paises. losmagnates finan cieros nega momento en que par ecía que ban su cooperación, y por úl la Empresa iba á fraca sar por timo la Inglaterra declaró completo. ' por medio de sus ingenieros més not ables que la obra Cu alquiera otra persona que no hub iera sido L esseps era impracticable, y en el P arlamento se despert é una se habría desalentado con este cúmulo de dificultad es; oposición formidabl e. U nos consideraban á L esseps co- pero no podía suceder así con un hombre como él, que mo un visionario ; otros no lo j uzgaban capaz de acome- á todas sus dotes reunía un temple de alma extraordina . ter tamaña empresa, y los más se oponían sin razón al- rio. C ual otro Colón imploró el auxili o ele su soberano, guna por espíritu de envidia y miras mezquinas. ¡Triste y buscó su influencia pa ra llevar á. ca bo los trabajos. condición la del genio! i Suert e penosa la de los grandes Napoleón 111 no podía negársela: hombre de genio, bombres ! En todos los paí ses, en todas las épocas han igu alm ente comprendía la importancia de la obra, J la luchado del mismo modo : jam ás se les ha comprendido gloria que su ej ecución reportaría á la F rancia, á su al principio, que las ideas como la luz al brota r del hu- nombre J á su rein ado. mano cerebro, apenas alcanzan á dorar las cumbres de Al momento pú sose Napoleón en comunicación con la inteligencia, y es sólo lentamente que van abri én dose las autorid ades tur cas, in terpuso su va limie nt o y podepaso al través' de las preocupacionea y las tinieblas de la derosa influ encia; y en breve toda s las dificultades se ignorancia. 1Dichosos ellos si no se exponen como Ga- allanaron volviendo á empezar los trabajos del Canal lileo, por haber lanzado una gran verdad , á ver apagada con mu cha acti vidad. No en traremos aquí (~ hacer la nar ra ción de ellos, la llama de su genio en las horr en das hogueras de la baste apuntar que ya en 1865 se había terminado la priinquisición ! Nada puede, empero, cont rariar la marc ha na tural del mera parte, J que cuatro años después, en 1869, se inaumundot ni oponerse á las evoluciones progresiva s de la guró la apert ura del Ca na l, terminándose así una de las humanidad. Cuando las id eas gr and es germina n en el obras más gigantescas del siglo, que riva liza en dificulseno de la sociedad, cuando las concepciones del genio tades de ingeniatura con el gran ferrocarri l tras-conti se convierte n en un a necesidad, le Provideu cia siempre nenta l de los E stados U nidos, .y con el tunel del Monte depara un ser priv ilegiado, á quien in spira :1 ali enta Cenis, superando á todas estas maravilla s en magni tud J consecuencias para el comercio uni versal. para ejecuta rlas y llevarl as á cabo. La inau gu ra ción tUYO lugar en medio de una esplén Sintióse, por ejempl o, en el orden moral la necesidad de difundir los conocimientos, de propagar el pensam ien- dida fiesta, á la cual asist ieron los principales soberanos to humano; no bastaban los manuscrit os, ni los procedi- de Europa invit ados por N apoleén , y pre sididos por la mientos at rasados, y al momento aparecieron Faust y Emperatriz. abandon é la carre ra dipl omáti ca. PAPEL PER IO DI CO IL US TR ADO. 10 284 Al deslizar se suavemente las agu as del ~relli tcrránco hácin (,1 mar Uojo pa ra correr veloces {, confundirse con las de la Indi a, a rrastraban en sus corrien tes la civiliza ción hasta los confines del O riento, J fra ternizando sus diversas 01,,8, llevaban ¡í todo el orbe la fama del Neptuno moderno, del nombre del inmortal LESSEl~S. 1\' Como em de esperarse, después de UH SUl'PSO tan tras cendenta l, Lesseps fué colmado du toda clase de honores : las potenc ias extranjeras le en viaron sus fulícitaciones, y acabé de recibir todas las condecoraciones que le faltaban de los soberanos europeos : era S11 pecho un verdadero cielo tachonado (te cruces de hrillantes, que á manera de estrellas, reflejahan su gloria. Francia le concedi ó la gran Cruz de la Legi ón de honor: la Sociedad de Geografle de París le nombró su Presidente ). le adjudicó un gran premio j la dudad de Londres le confirió el derec ho (lt~ bl(r!Jlle.~í(f, y la acudemía de Ciencias de Pa rís, por últi mo, le abrió sus puer tas, le nombr ó miem bro suyo, y le designó uno de SUR sillones más promin entes, Las dragas é instrumentos científicos cou que lH'rfuró el Istmo, por en medio (le históricos desiertos y sagradas rt'giones, fueron una especie (le vara mágica que ab rió á Lesseps las puertas de la gloria, J le can) al mismo t iempo la senda de la in mortalid ad. El año de 1S7a formó el proyecto de unir la Ru sia con la India por medio de una gran vía férrea que debía atravesar todas las regione s del A sia Centra l. S eg(lll los planes que publicó, este camino de hierr o dehía partir (le Oreuhourgo en la lín ea que separa la l~urop :\ del A sia para llegar á P eishawer en los confines del A fghu nistan, Por esa épocn envió á sn hijo V íctor acom pañado (le un ingeniero inglés, .:\L H unrt , á empezar los estudios preparatorios j mas tuvo que aban donarlos pronto para ocuparse exclusiva mente en allanar las d ificultades que se present aban con moti vo del tráns ito por el Cana l de Suea, )' del derecho de tonelaje 11ue debía cobrarse á los buqu es. ':\1. Losseps se vi é obligado ií. someterse á las ex igencias del K edive de Egipto, J tilojar subst ituir al derecho verdadero el que se impuso oficialmente (lisminuyendo las entradas de la empresa. .1\ pesar de esto los productos han . ido aumentando cada año de una ma nera extraordinaria, J las acciones han tomado un yalor fabuloso. El IS,5 el Gobierno britáuico compró al Vi· re)" de E gipto las aeciones que poseía mI la sUllla de cuatro millones de libras esterlinas, ó sean veinte millones de pesos; )" esta gran operació n financiera fué a l mismo tiempo que un gran pensamiento político ue lord lleaconsfield, una IUedilla de alta diplomacia qne puso de un golpe en manos de la Ing-Iaterra la supremacía de la Compailía, J .lt-jó el Canal rasi hajo su influencia ,. ~Ierio. . E sta med ida proul1jo una b'Tan sensación en Enropa, alannando á los franceses, y sobre todo á los accionistas. No tardó 1\1. de Ll'sseps, con Sil acostumbrada habilidad, en calmar los á nimos, J en una puhli C<lción que hi zo, les probó á todos que este golpe de E stfldo inglés no les apa reja ha perj uicio ~lg~1Do. Creemos que en lugar de afectarse por el procedll111ento, .:\I. de L esseps más bien se ale~rró, pues con ~l daba la l ng-l aterra la mejor prueba de lo mfumlado de su Ollosición á la obra, )' ma nifestaha paten teml:'utc cuán importante la. conside raba para comun icarse con sus llosesiones en la India. En 187fi rué nom hrado Se nador, y presidi ó en Ma rsena el Cougreso de Orientalistas. Eu 1877 se le namó á la Presidencia ele la Comisión internacional para explo rar el África. Al afío siguiente, el ten iente D . L. 'Vyse BouapaTle obtuvo dcl gobierno de Colombia }a coucesió n para la exc.ayación lIe un Canal nI través del I stmo de OE JUNIO OE 1882. Panamá, y al momen to se dirigió a 1\[. de Lesseps, quien la negoció por la suma de die z mill ones de fran cos. En 1879 convocó el me morable Co ng reso de París, á que asistieron los principales ingenieros de E uropa ). América, ). allí, después de una umdurn discusión, decidieron la practicabilidad de la obra, )" las ventajas que ofrecía el Istmo de I' euamú sobre las demás vías interoceánicas proyectadas. Siu pérdida de tiempo dirigióse Lesseps á P anamá llevando su señora, dos hijos, J acompañado de un cuerpo tic ingenieros , para cerciorarse de todo J veri ficar los da tos y ase rciones del Congreso, resolvi end o todas las cuestiones técnicas (le la empresa. En Diciembre (11,1 mismo año desembarcó en Colón con su comitivn, )" fué recibido dignamente por las autoridades)" el pueblo 11(' Colombia , X uestro Gobierno se apresuró lí. hacer al ilu stre huésped los honores debidos, )" vnvió varios comisionados para presentarle sus felicitaciones. Dos meses bastaron pa ra lleu nr el obje to del viaje, verificand o los trabajos emprendidos y las obser vaciones ya hechas, .Y así se Jludo fijar cun ex actitud el trazo de la línea,)' hacer todos los cá lculos para la form ación de los presupuestos. Q uedó, pnes, resuelto el punto más importante: el proyecto en tró ('11 su ~egunda faz, la de le consec ucién de los millones que se necesitaban pa ra llevarl a á cabe ). fundar la Compatiía . En tanto que )1. el e L essep s He ocupaba en todo esto, en los Estados Unirle s se levantaba una grita destemplada y terrible contra la empresa. El Gobierno americano se manifestaba hostil por miras pol íticaa ó comerciales, invocando la decantada doctrina de Monro e, que nin gu na apli cación tenía en este caso, J' la pren sa apoyaba clamando porq ue se impidiera su reali zación. Los trata dos públicos les parecían letra muerta ; las obligaciones y el respeto que se deben las naciones entre sí, las cons iderab an como una farsa ; J a l habl ar de Colombia más par ecía. que se trnta ha del principado de 1\Ionaco, ó algún pun to de B erberla, que de una Rep ública ami ga J E starlo sober ano. Se mejante escá ndalo exaltó la opinión)" causó una gra n sensación en todas partes. Esto hizo que ) 1. (le Lesseps var iara de r um boj y á su regn:so á Europa se dirib-rió de Colón directamente á X ue\'a York, J al efecto 11('gó á esa ciudad el mes de ) Iarzo de ISSO. D esde que puso los piés en el muelle, lUultitud de di, putaciones lo recihieron con un entusiaslUo gran(le, )" su pe"n nanencia en la ~n me tró poli ameri can a fué una s~rie de ma nifest..'1ciones de adm irnción, )' una ovaci6n contIn ua. T odos Jos personajes políti cos, la )Iuni cipali· dad, la Cámara de Comercio, los negocian tes interesados en el tráfico del Pacífico, las sociedades francesas, los cuerpos de ingenieros, los miembros de los principales clubs, todas las corporaciones, en una pa labra, se dispu· taban al ilustre huésped ]Jara uar le banquetes, trib utarle honores l obsequiarle de todos modos. Á todos ellos asistió; complació á todo el mund o ; ri sitó todos los establecimi enros púhli cos ; concurrió á todas las fiestas, J desplegó tal tino J actividad, que di. por día fué aumentando la admiraci ón por el hombre Y disminuyendo la preve nció n contra su proyecto . Luégo Be filé á '" ashingto u J conferenció eou el Presidente Y Secretarios, habiendo asistido á la scsión dcl S enado en que se propuso )a adopción de una medid a resucitando la doctrina l\Ionroe, l (Ieclarantl o que el Gobierno ame· rican o debía tener la tlireccióu ahsoluta de la obra. Entonc es fué cuamlo con sum o ta cto 1\1. de Lesseps felicit6 al Senador que hizo la. moci6n , y salió inm ediatamente á poner un parte telegráfic o anunciando tí. ¡laTÍs que es· ta ba ~scgurnda la protección del Ca nal, 'Iue el Gob~erno ame neano lo apoyaba. Con este moti vo el Seeretano de PAPEL PER lODlCO IL USTR ADO. RimERO 1S - AÑ,Q 1, 285 Estado, ~Ir. E varts,. exclamó : "este 111. Lesseps es un hombre íncomprensible ; lo echa uno esca leras á bajo y en lugar de enoj arse da las gracias con mucha cor~ tema." De regr eso á Nueva York, volvi ó á los pocos (lías á en campaña: se. diri gi ó á ITiladelfia Y,Ohícago, Y, ,¡gmó hasta San J!',:"nclSco de California. Luego regre. so á Nueva York, VI81t6 á Boston, J en menos de un mes recorrió las pri ncipales ciudades de la U nión dejando á su paso las mejores impr esiones. T enninada esta gran correrla de pr opaganda, M. Le sseps logr ó, si no pers uadir á los americanos, si no destruir del todo las preocupaciones contra su empresa, por lo menos dejar vacilantes á. muchos, y cambiar la opinión domin an te. .l\ fines del mes de Abril embarcóse para Fran cia, y á los pocos días hall ábase de vuelta en P arís cou sus planes mu y' adelantados. po~ers.e v No bien hahí a descan sado UD poco de su Viaje )" fa tigas cuando empezó de nu evo en la gran ca pital ot ra propaganda igu al á. la qu e acababa de hacer en los Estados Unidos. O cupóse inm ediatamente en orga nizar la sociedad de banquero s qu<' debía formar el Sindicado financiero : dió sus célebres conferen cias en la Sorbona, (m el Colegio de Francia, en la s academias, en los salones públicos. L a prensa toda se ocupó del asun to, y no hubo un solo periódico en P arís que no contu viese alg ún articulo todos los días sobre el Canal durante mucho tiempo. Lo que se llama la "reclame" aturd ió {L los franceses, .v el nombre de nuestra mod esta ciudad de Panamá se oía resonar en todas partes desde los palacios hasta los cafés, desde los almacenes de sombreros ha sta las vidrieras y farole s del teatro de Robert Houdin, Esto mismo se repitió en los centros comerci ales de F ran cia, y baste decir que cuando lIeg6 la época de la suscripci6n los millones de francos afluy eron como por encanto, y en el mes de Noviembre del añ o exprosado quedó reunido m ás del duplo "del capital solicitado. ~xito semejan te excedi ó las esperan zas de los promotores, y al acudir el público de una man era tan espontánea al llamami ento que le hizo Leesepa, le dió la mayor prueba de confianza, y puso el sello definitiv o á la empresa que así entré en su te rcera J últim a faz convirtiéndose el proyecto en un hecho. H oy la ejec ución ha empezado} los trabajos está n ya muy adela ntados, J" ya no hay mas cuestión qu e la de tiempo: dejar trascurri r algunos años para ver te rtui uudn esta gra nde obra . Tal es la últi ma proeza de ~J. de Lesseps, que en concepción y magni tud no le cede á la del Canal ~~gip ­ cío: tal es la porte ntosa Em presa qu e ha ex hibido en mayor relieve todas sus dotes superiores, todo su genio á la admiraci ón del mu ndu entero. El Ca na l de Pana má ("8 probable que sea lA últim a obra, el último esfuerzo de una vida tan úti l, tan fecunda, tan bien empleada en beneficio de su patri a y de la humanidad. Toda ella ha sido una constante lucha con los hombres, con los Gobiernos, con la natural eza , en la cual ha triun fad o siempre el talento¡ In habilidad )" la constancia. Q uiz.í 1\1. de Lesseps DO vivir á lo suficiente para ver te rm ina da s u máxima obra , pero nadi e podrá Ja arrebatarle la gloria que le corresponde como iniciad or suyo, y esto bastará para su inmortalidad. VI Descrito el hombre p úblico, el célebre Ingeniero, reseñados los principales actos de su vida, digamo s algo del hombre privado, tratemos de estampar algunos de los rasgos característicos de UDa fisonomfa tan aimpática como int eresante. Es M. de Lesscps de mediana esta tura, figura distin- guida y ari stocrática ; aire apues to y ga lla rdo á pesar de los añ os. Su cara re vela á UD tiempo la nobleza J la bo~da(} ; su ~j ? de ág uila el genio; sus delgados J firmes labios la decisi ón J la energía. Su erguicla cabeza es venerable, majestu osa ; y en su espaciosa frente márcanse las Hneas, los surcos que ha labrado el tiempo y las huell as de las veladas, de la meditación y del trabajo. D e ma neras suaves, de moda les finísimos é insinuantes descúbrese en todo su porte al homb re culto, al cumpli~ do ca ballero, a l noble francés de la antigua escuela al verda der o eliplomá.ti co. La conversaci ón, esta elocuen'cia de la amistad, esta efusió n del a lma J comercio inocen te de la socieda d, es eD Lesseps un verdadero enca nte y según á quien dirije la pa labra, es científíca, grave' chistosa, familiar, 6 instru ctiva ; pero siempre discurr¿ con acierto J propiedad. Tiene particularmente ese don espec ial de la naturaleza, eso que llam an los franceses esprit, ese chiste ele Jos La Bruyére, Boi leeu, .Moliere, qu e tanto ameniza la conversaci ón. So n in numerables las agudezas que se refieren de LeS6t~pS, J" seanos permitido men cionar-una de elles que le oímos en la gra n recepci én que se le dió en N ueva York en los sa lone s de D elm onico: "SeilOres, dijo, hoy he visitado el gran puen te colga nte de B rooklin, que es una verdadera maravilla; se me asegura qu e rodas los Mas cruzan por este punto más de ciento cincuenta. m il persona s, de las cuales la mitad son señoras y señoritas. N o se puede negar qu e las am eri can as se mu even mucho, que son muy industriosas; y en vidio esta actl virlnd femenil qu e qui siera comunicar á mi s trabajadores." l~stas palabras pronunciadas con cierta sorn a , eran á la par que un cumplimiento, una. alusión inofensi va á lo andariegas 6 callejeras (lue son las ame ricanas. D e cuna ilu stre, acostumbrado á resp irar siempre la a tmósfcru de las altas regiones sociales, no por eso es Lesscps orgulloso ni alt ivo; al contrario, es mode sto, J mñs hien hace estudio en oculta r su superioridad. Do ta do de ese tino social, verdadero ta cto del alm a, sabe dirigirse .t todos segú n su edad, posición , mérito s ó cua lida des moral es ; y haúla. siempre en el len guaje m {LS ad ecuad o J- conveniente. Es el verdad ero tipo del hombr e ga lante, de mun do y ele salón. ~I. ele Lesseps ha contraído ma tr imoni o dos '"eces, la primera segú n creemos COD una. señorita K ílpatrick, parien ta de la Emperatri z Eugenia, J la segunda COD un a hermosa criolla de la isla Maun c¡o, .Y ha tenido muc hos hijos de am bas uniones. Como lo hemos dicho, ya. eumplié los 7~ años, y el último niño cuenta apenas meses de naci do. D ir íase qu e el amor héc ia su compañera, como su carácter viril, han de dominar siempre la na tu ra lezu s todo es fenomenal en este hombre, ñsica J" mora lmente. No hay padre más amoroso y tierno, ni amigo más sincero y afectuoso. H ay que verlo cuando snle á pasear al bosque de Boulogn e en su carretela de paja (panier), tirada por dos caba llitos , manejados por él miemo, rode ado de siete niñ os divinamente vestidos, de los cuales el 103J"or ape nas tiene nueve años . Parece un racimo de frutas en un cesto; un ramillete de preciosas flores sobre el cua l como UD lirio descuella entre los sombreritos de las criaturas la plateada cabeza del ven erabl e padre. ¡ Qu é cuadro ta n in ter esan te ! 1 Qui én hab ía de decir al conte mplarlo, qu e ese es Lesseps, el Académico, el aab¡o, el distingu ido diplomático, el intrépido viaj ero , el promotor de las obras má s port entosas del siglo, la notabilid ad creadora de la F rancia y del mundo 1 T odos los vecinos de la I gl e~ia de la Magdalena en París ven cada domingo, pr ecisam ente, subir las gradas del maj estuo so templ o UD anc iano res peteule llevando de la mano unos niños. Ese personaje es Lesseps qne se dirige á ofr la misa rod eado de sus hijos. /' Cuadro venerable y grato, que no pu ede menos qu e lamar la aten ción I N o hay , ni ha ha bido grande hombr e qu e DO sea PAPEL PER IO DI CO IL US TR A DO. 286 lO religioso: diríase que el genio siente más que ningún otro la necesidad de adorar á Dios, y de rendir culto al SER SUPREMO que tan particularm en te lo hu fovorecido con los destellos de su Omni potencia divina. 1\1. de Lesseps en los inviernos recibe á todos sus ami gos en su modesta mora da de la calle Sa n Fl orentin o. En sus salones se ven todas las notabilidades de Francia, todos los extranjeros de distinción. Rodeado de infinidad de curiosidades que ha traído de sus viajes, y que son á un tiempo sus recuerdos J sus trofeos, sin lujo ni ostentación, allí acoge á todos con la mayor afabilidad, tratando á unos con respeto, á otros con familiaridad, dirigiendo á todos sonrisas y frases agradables. El año pasado veíamo s siempre asistir á estas reuni ones á nuestro compat riota el scüor D. Carlos H olgu ín, qne en unión de la Reina Isabel tUYO el honor de llevar :1. la pila bautismal al último hijo de M. Lesscps, y pudimos observa r las consideraciones que prodigaba. á este disting uido colombiano que con tanto lucimiento ha represen tado nuestro país. Como part e de la colectividad de los pu eblos, como colombianos, M. de L esseps nos pertenece, J debiéramos pensar en discernirl e algún premio, alguna prueba de nuestra admiración y gratitud. El Congreso de Colombia debería ocuparse en esto, y creemos que si de este lado del Atlántico se ha coloca do la estatua de Colón, del otro, en el Pacífico , debiera ponerse la de Lesseps, sin más ínscri pci én que ('1 mote de sus anoas : aperiret terram gelltibus. Así nos honraríamo s honrand o cate grande hombre. ¡ Pero qué necesidad hay por otra parte del mármol ni del bronce para conmemorar los hechos de este esclarec ído var ón f __.. i: Qu é mejor monumento para él qu e las obras portentosas que deja en el muud o ! ¡ Qu é mejor recuerdo que una vida modelo t ... _ i Qu é mausoleo más espléndido, ni más duradero que cl corazón entero de la humanidad 1.. . . ,..J\ic.:-f.í.l 'Jo.l I1C.:l ..,t oUt'l CO. ~ EL DE8ENGAÑO. en la senda de la vida, Al despertar, ;; de esperanzas llena, Audaz el A lma en la eternal faena, 1 Buscando el Bi en en la extensión perdida. A:\IIN ABA l\Ias al segu ir el rumbo dilatado, El silbo de las penas poderoso La arra straba iracundo al eng añoso Sendero do los vicios han vagado. Allí, de todo mato rral cerca no Sentía ardiente la acera da espina ; y allá del monte den sa la neblina El paso la cerraba sobrehumano ! Ora la negra noche asaz impía, Con los temores que su maut o lleva, En mil congojas que el error renu eva Al Alma infortu nada sumergía.; , Ora el rugir de tempestad lejana, La misma soledad del bosque umbroso Las horas inquietaban y el reposo A la viajera excelsa soberana! Viajaba así, viajaba perseguida Sin encontrar las formas de su anhelo; Allá, rasgando de la sombra el velo Cayendo aquí, por el dolor herida! ' DE JU NIO DE 1882. Empero al sucumbir á tanto daño Omnipotente Jove á su crentura El grito al escuchar de la amargura L e di ó por com pañero al D esengañ o. E ntónces i oh Virtud! Vi rtud deseada Te vi ó lucir ga llarda el Al ma ansio sa A t ravés de una l ágrima ardorosa Qu e de sus ojos i ay ! brotó callada. . .. Qu e el D csenguüo '\ j uez de la conciencia! E nse ña misterioso a peregrino D e ht Virtud el eteruul camino Trazado por la augusta P rovidencia ! Bogotá, .:\1ayo de 1882. 'l PANAMA. 1 que la ciudad tle Panam á, que pareci ó desde fundación destinada á la opulencia, se trasforme ~ en emporio de comercio y de riqueza, apresurémonos . . . I á recoger algunos recuerdo s de su pasado. )Iien.. tras los excava dores remue ven la tierra del Istmo para abrir el gra n Canal que pondr é en comunicación el océano Atl ántico con el Pacífico, y á cuya desembocadura se ulanr úu las techum bres de P anam á, recopile1ll0S nlguuna noticia s sobr e esta anti gua y noble ciudad, consulta ndo para ello nuestra s viejas crónicas y los libros escritos por los pirat as y por los viajeros 41ue, con fines muy diversos, la han visitado en distintas épocas. Pedro Arias D ávila, el Caín de la Conquista , después de haber se manchado con la sang-re de su émulo ínmorta l, V asco Núüez de Balboa, quiso sacudir el yugo de las autoridades de la isla E spañola y del Consejo de Castilla de Oro. Im agtnóse que alcanza ría este resultado estableciéndose en el mar del Sur. Con este fin envió en 1518 al Al calde mayor Diego de E spinosa á Panamá, con orden de edificar allí una ci udad. En el ínterin escribió al R ey dánd ole cuenta de su proyecto, y recibió en 1519 una contestación favora ble ; al momento mandó orden á Gonzalo :1<"'. de O viedo, su Lugarteniente en el Darién, de trasladar á P annuni los habitantes de Santa)Iaría la A nti gua con sus haberes y sus rebaños. P ocos años después, en 10 de ::\rarzo de lt)~ G, se firmaba en la nueva ciudad, por los individuos entonces oscuros Hernando de Luque, ecl esi ástico sag az y díscreto, F ran cisco Pizarro )' Diego de Almagro, aventureros audaces que no sabían escribir, . (,1 singu lar contrato por el cual disponían de la suerte tic) vasto imperio de los Incas. P ara dar mayor solemnidad al contrato, el Padre Luque celebr ó una misa, )' partiendo la hostia consagra.. da en tres partf's, <lió una á cada uno de sus compañeros, mientra s 41ue los especta dores se enternecían viendo aquellos hombres qu e se exponía n tan anim osamente á ese sac ri flcio que parecía seguro. Panam é prosperó rápidamente, llegando á ser ol lugar de escala más frecuent ado de la América Central. Ya contaba siglo y medio de existencia cuando el más audaz y rmls cruel de los piratas que iufestnrou la Am érica en el siglo XV II, H enrique )Iorgan (1), la tomó á fuego)' sangre el :! j al' E nero de 107l (:!), )' para que la H isrona , NTES Sil (1) J uaíl .J[QTba n l e llaman en la traducción es pañola de Tatas de A mérica; en la s obras in g lesa s)" francesa s que los Pi hemos consultado le d an el nombre de Henrique, (2) Algu nos a utores asi g nan al in cendio de P a nam á el año de 1670; es este u n error q ue pr ovi en e d e un yerro de im prenta . que se ha lla en la s ediciones españolas de 10B Piratas de A mlrica. PAPEL PERIODICO IL USTR ADO. l\ÚME RO 18 - AÑO J. 287 marcara su frente do ete rno baldúu, la hi zo in cend iar (,1 !lí~ !lespués fle haberla ocupado, enviando para ello remncmco hombres qu e Jlegasen 1'I1l'go en d iversos cd ificios de la dudad. Cuatro sema nas m ás ta nk-, salió ) Iu rg-au de «ntn- la s cenizas de P anamá , lle vando consigo 1'ji) j umen tos cnr ~ados .d~ oro y plata y otra s cosas prec iosa s, COIl UIl OS roo pnaoueros, mucho s de los cua les se vieron olüi g ndoa á dar fuert es SUlilas por S11 res cato. Este nveutu rern sin cum-icncia, hombre de r-utm üas de acero, se retiré (t -Iruun.ica con su rleo botín dejand o llU~·lados á los hncau eros, sus cruupu.ñt-ros de ;·api;-l:l , Jí quienes pag6 IIIU Y mal. En aquella isla ,"hi6 t ra nquilamente muchos anos, aca ta do ~. con sid erado ha sta el p UII ro de haber rh's eru peñnd o rle 1G80 JÍ lr.8:! t-l ('a rgu de Colemador. ) Ia:-:, si sus compatriotas le absolvieron tan fácilmente de sus crhm-ne s, pi fallo imparcial de la posteridad ha inscrito Sil nombre en tre los ,11' los mrmstmns que han afligido :Í, la lnunauidad. UIlO de lox courpañ cros do Morgau. •1. EX(jllüllleli ng, fraucés de uat-i ón, de serihc así la . opu lenta 1'aiuunri : "Dccorubau ii esta ppi l'('opal dudad 0('.110 conventos, siete de relig-iosos .Y Ul W ele monjas, como tamui éu dos suntuosas izlesias, prcci osamen re a dornadas de reta. 11108 y pintu ras 1I1uy ñ uas , ('011 II IU('ho uro y pla ta: un hospital, dond e pobres .'" cnfenuos hallaban la piedad de sus fund adores, bien exacta me nt e observada . Eran todos los edilk-ios de ('('el m muy hien r cnri osameu nlabrados y por dentro ricamente adorn;ulos, prin r-ipa lmente de mngn íücos cuadros y pinturas. " Jlustrúbaula aun doscientas ca sa s rle estru ctura pro<1i¡úosa, que ('ran las Bllís hahi tada s por poderosos lIlpr... c<Hlrres, fu('ra e1<' otm s ('itH'o . mil PO('O llI¡ís Ó ml-nos, para el 1'('sto de Illoradt))'('s. C ircund ah an sns s¡llida S ,. fontornos muchus y lU UY opimo s pl:mtíoH .'" j aI'lUIlC·;. filie tocIo el aflu hacía n dl'liciosas p('r:"pecti '-¡Ii' . " "Los g(~ llO n'S(~s ten ía n un a llIagu ílka ca sa fJ1 W :-;{'rrÍ<t <Ir Contador para el ('olllcl'cio de los uegrus . " ," La Cated ra.l , (le estilo ita lia no, l'sta ha f~OI'o ll atla por llIHt gran cúpu la, E l lni(~allc ro H iug'roflc, que pas(í por la eost~l diez aü os 111'S¡HU!S tlel ineent1io ,le Paualu¡í , ¡li el' (¡llé aun permallt'da de pies l'JI medio de las n\illa s, prest'ntJmdo :í dista nci a una 11t'l'lIIosa p('1'sl' e c t iYa ~ s4'llli'j allte á la de San P a hlo eH L ond res , 11 El mismo afio (l O'j }) t ' l\ flue )Iol'gau tlest ruy ú;Í Panamá con tollas sus riquezas, Don A ut.()lJio F el'1l1í1Hlt'1. de Uórrloll(l traslad6 b polllaeión un miri<Ímetro al HIII'Of's te tIe la antcrior, ('scogif'ut1o pa ra la ('.onstrucción (le 1<1 II11C\'a ciudad una peu íwm la ro(}f'J1(la de roca s sali('lltes , :11 pie dd cerro de AU('¡ín. Un )¡¡í hil in geniero , DOlí. Alfonso :M('re:ulo de Y illacorta, la rod eó de m nr all as , Panamá se lenm tt'í com o iwr em'a uto de su s ruina s, y ell pocos :\fIOS "old ó et Sl ' r Hna duda tl Hor ecien te . El conocit1o Yiajcl'O illgll-s (;l1i!1crnw Dalll pier, {Iue (TlIZ6 repetidas veee s por l:t (~o :-; ta (lel l stlllo <'ll cOlllpaü Ía. de los lmea.n eros, la. de,scrilw así en }G8.' : " L:t nuer a Pallam;'t C'N ulla HlUY h Cl'JIlu sa ('ilul:ltl, situada cer ca dd Hlar, tomo ti CI1J1tro millas eh, la s millaR de la antig ua. D a su 'uOI uhrc ti uu a ('spa eiosa ha hía , en fltle tlesr mh oca ll llmcho s ríos ll<n· ('g-a h1e ~ . a l ~U1 w s de los cna les cont ienen oro. La elllhl'lI(~cen :d g unas i ~la s, producti r as pa ra ·SIIS propil.:'tari os .'" dl'li ciosa s para los pasajeros y marin eros tllte Ilan'gan eNea tll' ('lIa s. S us alret1edores ofrece n deli ciosos pai saj c's, IIt'no s dl ~ oteros r de yalles hermoseados por muchas non 'sta s .r por gru ~ }los tlc árbol es aislados, tpte parecen e1l la lla n ura eOlno ot.ras pequef¡a s islas. E sta ciudad está ('ercada por lIlla alta muralla de pied ra cullierta d(' caflolles; se dic e (1II(' las casas son de larlrillo. Los techos pa rpc('u Huí s .l1 tos IJl W la murall a de la ciudad. L a ado rn a un gran número de ig lesia s y conventos, además 11(' la casa del Presidente y de otros bellos ed ificio s, qu e forman el uui s lisonjero r'oujnnt ó cpU' he visto ('11 A méri ca. ,. E stn ti tula d es floreeíente á ca usa ele ser el paso, tan to de las me rcan cías y tesoros que se lle van á todo el P er ú y Chile, ('01110 de los tlne de a llí se traspo rt a n ; así es 'lile la rada nunca est á sin buques . P or otra parte, cuantlu d.. tres ('IJ tre s año s la a r marla espa ño la viene á Portohelu, la ('Selw.llm de la plata llega á la vez de Lima con 10:-\ tesoro s del He} de España y eou gran Húmero de nav íos llen os de mercan cías y de plata. La ciudad se Ileuu ('lItO II( '('8 tic nobles J de courercinutes, Los marineros se oeupnu en df'seargar los tesoros J las mercan- r- ías, los curren-ros en trasporta rlos en mulns ú Portobelo, dond e vuelveu WII mercan cías de Europ a . En esos d ía s lle afán , la s ca sa s, la s tiendas, la s camas J' los víve n 's son tic 1111a carestía ex traord inar ia." Los bucaneros, 'Iue mirabnu con ojos de buitre á Paumuri, se delcitauau con la pers pocñ va de las islas que rodean su bahia. Unjo ven nventun-ro parisiense, Rave111':111 de LIISSH II. se e xpresa en estos términos : " Las du lzuras de qu e disfrut ámos e n aquellos l ugares, mereI ' PII (llIe los recuerde y procnre describirlos. Todas las íslas son ta n uc radablcs y tau he rmosas qu e se les llama ('OllIUIIIIlCUtl' h-'s jardillt','i de I'anunuí, y no sin raz6n, pu esto qn c la s P" I'SOllas rifas de estn ciudad ti enen cada. una su isla , y en d la sus quintas tle recreo ; rodeadas du ym:jd('s deliciosos, rt-gndos éstos por manantiales de a.¡.¡ua vi va, adoruudos y embe llecido s por tina gran profu siú» de flon-s y t1<~ lló" etla s de jazmín á vista perdida, y 1I('1\os de Hila illfinit.a '·Jl l'i('<1at1 (le fl'Utos de l país, entre lus t:lIal(,s IlH~ a;"'Tilcla ll partieularnlt'ute el za potc, el za· putill v, l'l agllúate y d ('aimito . _.. " J>llra n tp lUUr1 IOS aflOs, de 1G80 Jí 1fis..", los bucaneros ))0 lh'j a ron gozar :í In:; hahi t:mt<'s de Panam:\ de las de· Iidas (le 1;1 lIue ra Ca plla. Fl't,( ~t 1('ntementc cruza ron por :"us ('o:-l ta s, talando IU 8 t~alllpO S y la s islas)" apo· ,lt'J':lwlos(' fle Ia.s elll ha n: ac iOlws 'lile salían al mar. IllÍt'ntanHl l'epdit1as q~¡~( 'S h:Le(~rse (liwfIos de la. ci udad l'(Jl'tl'lIiCllflo t' ll la hahía fuertes ha t.aila Í'l nayales, en las (Jlu'lJ itienm p,T JI H ' d:lflO ;í los t'l'paflt-,I('s, pf'ro no logra. (lt! I'OII su illlen t... E ra en t()JH'(~ S O hisJlo de P an a uní el nmcrahlc histo· riador D on LU('1\8 F e rlllí nd cz tle Pietl rahita. Hefe riremos IIU ra sg o ele 1111 .i (~fc ~ de llirata s lllW prueha que esos hom· hn's tll'pranHlos ('ra ll a ('l~('H ihl(' s oí los sen timientos hu· llla no s. EII 1liS0 1 " eMa uclu e n hL isla. de Taboga, dice Hillg ros<', Í'l llpilllOS pOI" los llllwc;ulercs flue vau á Pana· w;í, íllW a llí Yida clltOllCeS, de Ohispo de lit ciudad, uno 'lile ha hía sido a utes O hispo d(~ Sall tn- :\larta, )" fIue fué llli~ ion ero lid (·apit.Jíll Saw-Kills, cuando éstc to mó esa pl a za cu a tro {.cinco años an tes (eil Hi'jG.) Luégo que el ca pitán supo ( ~ st.o , ('UYilí de prese ute dos pan es de azú car a l Ohispo. El llí a siguicntc volvi ó cl llll'r.cader á TalJoga, trinemlo ,i Saw- KiÍls lln anillo !le oro de retomo. La sit uad(m tIc Palla lll¡¡ fu é e n (~sos años de suprema au gu stia" El Pl't'si(1t.mte Don Petlro P on te 'y Llerena, Co íHle d('l Pa lmar, en UIla elLrta. que (~scribía l'U .Agosto tIp IHoSí al (jl~ \wrnadol' tIc Costa-Hi<'a, dándole cuenta. d(~ HU (]('l'1-!Tad ¡ulo ('OI uhate nayal, ('oncluia ·así : Estos ('II(:lII i90 1; de f)ios. me clI l'iaroJl ti uno de lo,~ míos á a ri sflrm e que!t',>; "t/a oll'iera d ,/('o prixioneros qlletenía mi pla:a , ,1/ (:01110 me e~ pruhibid o p or mi Rey lo rdll/ ~H: ; p ero (::·1108 1I 11Ci" O,'i t urcos me en ri a ron l'e-illte c((IJezas, !J me crtÍ ob1if/fHlo, p ara hnp Cflir la flestruc";(1 /1 de taJlto ~ ('rist ifOw H, Ú del'Olt,'erles su, gente, con rlÍl'z mil pic:,({.,. de rí oelto para, el rescate de norenta de {' Il lo.,. 111Ie8(1'O'>;1 ('((,IIi todo,>; heridos, qu e nos restituyeron, de t r e,"icicllfo.,. treinta que habían ,wl!ido al mar en tres l)llt/uc,;; tÍ C'Ombatirh)s. i I"-ed c6 mo }IOS aflige Dios por tod os lad" H; tum cmmi c8fo ell milO}' de su Pasi6n! PAPEL PERIODICO IL USTRADO . ro 288 En vano el manso Obispo Piedrahita había procura do inspirar á los bucaneros sentimientos humanitarios, diri giéndoles la siguiente carta: SEÑORES: Aunque el sefíor Presidente os haya escrito bastante bruscamente, os ruego con instmwia que no derraméis máR sangre de los inocentes que tC neis en »ueetras manos, pues ellos se han Vl~8tO obligados á haceros la guerra . El Presidente obedece las ordenes del Rey, que le prohibe devolve,. los prisioneros de guerra ; yo har é cuanto pueda por haceros res8 tituir vuestra gcute, confiad en mi pa labra y quedareis satisfechos . OSa.t'iHO que todos los inqleses son catáli· co« 1'omanos, quehay actualmenteunaiglesia en J arruJ,i· ca, y que 108 cuatr o que fe- nemos, hobiéndose cont'ertido, qu i eren p errn a n ecer con nosotros. CONCURSO DE DE JUNIO DE 1882. construcción del ferrocarril, pareció que Panamá vería volver los tiempos de su pasa da opulencia, pero su situaci6n no mejoró tanto como era de esperarse, y no dudamos mejorará con la obra del Canal, que será la que marca la hora de su progres o y engrandecimiento definitvo, Un afamado viajero francés , el conde de Beauvoír, escribió hace pocos años sus Viajes al rededor del J.1fun· do, obra muy interesante, que fué coronada por la Academia Francesa. E l 24 de Julio de 1867 pasó por Panamá, que describe en los siGRABADO -TORREÓN DEI. ANTIG UO PANAMÁ. guientes t érminos : " Llegamos con dificultad á la ribera, á causa de la marea baja y de la oscuridad de la noche. . . . . L1H~gO que descm b a r c á mos hicimos un paseo por las calles fétidas tl(~ l espantoso rine/m (trou) que se llama Panamá. Al lado de III horribles tao bernas d on de una población de marineros J La prosperídad de Panamá no fué de larga duración. Esta ci u dad fué decayendo de su esplendor en el siglo xVlu porl a extinc i ón de las ferias y del cemm'ció de los ga leones. Los incendios de 1737 y 1756 con tribuyeron á su deeadencm. Su suerte no mejoró con nuestra in d ependencia nacional. Seis in- de av entureros se complace en la embriaguez, los naturales están hacinados en barra e us ilumina - das débilmente por mechas empapadas en aceite de coco, y donde se mece en una mis- ma hamaca todu un a. familia de seres sucios en harapos, de color de chocolate , y cubiertos de insectos cendioa que ha asquerosos. .N"o sufrido en el creo haber vispresente siglo to en todo mi (áéstosdan páviaje una eiubulo las consdad de aspecto Dibuj o de Urda:neta- Grabado de Joa qub¡ bron co - Tercer l;Ttmio. truccio nes de más repugnan· madera , que se te ! Así es que reseca en exceso en aquel clima abrasa dor) , el último en saludam os con felicidad la campana del ferrocaril que nos 1878, han ayudado á consumar la obra de destrucción, y llamó el día .~iguiente por la maiiana." hoy, dice M. Armando Recl ua, "apenas se abando na la i Extrañamos que un escritor tan serio y tan profundo estación del Troscontineniat no puede darse un paso sin observador como ha mostrado serlo el conde de Beautro pezar con ruinas ; por todas partes se ven casas des- voír, juzgue con tanto rigor á Panamá, sólo por haber truidas, lienzos de pared que amenazan desplomarse á hecho un paseo por el arrabal, en una noche oscura, cada momento, grietas enonnes, despoj os, en una palabra, como él mismo lo dice 1 A este cuadro tan sombrío de todo lo que fué presa de las llamas." queremos oponer otro, no trazado por nuestra pálida Antes de 1850 la población de Panamá, que paila hoy pluma , sino por la de un compatriota de 1\1. Beau voir, de 14,000 habita ntes, no alcanzaba á 5,000. Cuando la M. Armando Iteclus, que visit ó á Panamá á fi nes de emigrac ión á California, y cuando se trabajaba en la 1876. PAPEL PERIODICO IL USTRADO. lI.Ú"EaG ia _AÑO 289 J. Con esta inserción daremos fin á este trabajo, que ya sehace largo. IV u Hace un siglo, Panamá era un a de las ciudades más ricas y bellas qu e existí an en el muudo. Los galeones que arribaban á ella carga dos con los riquísimos tesoros que venía n del Perú, el incesante paso de aven tureros J emigrantes que se diri gían al Pacifico, daban lugar á que fuera el puuto de emba rque J desembarque más frecuentado de toda la A mérica occidental. As! hubiera seguido sin duda por sus buenas condiciones y por las comodidades que en ella se encont raban, á no ser por una multitud de causas que iniciaron su decadencia, que con in usitada rapidez se acentuó luégo . . . _ "Xo obstan te Jo que dejamos apuntado, P anam á cos, es en BU fondo man sa, servicial y buena, pero perezosa y pronta. á promover distu rbios J revoluciones á que se la incite: basta n alguno s intrigantes para ello, y aquí son num erosos . . . . Lu égo que uno de los agitadores logr a reunir el número de descontentos que cree suficientes para la rea lización de sus fines, queda acordado un pronuncianli ento; los sublevados se ponen en armas )' proceden á ocupa r la plaza de Santa-Ana, su iglesia y todas las casas que dominan la ciudad á tiro de fusil. Los encargados del poder ensayan resistir, se organizan como pueden )" toman posiciones en una altura. casi igual á aqué lla, que domina la playn y la a venida del peligroso barrio. P or desgracia, cuentan de ordi nario con muy poca gente para el sostenimie nto de este punto; el fuego de los adversarios los disperse en bre " es instantes y la ciudad es tomada . _.. P UE R T O n I' COLÓ);" , L&OAR DOl\ DE PJUN CJ PuRÁ LA ENTRADA DEL CAS AL J YfEROCE:ÁS JCO. G RAB ADO DE tiene aún magnífico aspecto, con sus ocho 6 diez iglesias)' conventos en ruin as ; sus pal acios, sus prisiones, sus arsenales de ot ra época y sus gigantescas fortificaciones. Los mur os y Jos fosos que la defendían por la parte de tierra, separá ndola de los sitios en que hoy existen algunos arrabal es, como Pueblo-Nu evo, A rrnbal, Santa-Ana, han sido cegados y destruidos á fin de atender á mejorar las condiciones de salubridad de la población, y facilitar su comuni cación con éstos; pero esto mismo, que tantas ventajas produce, n o puede menos de ser un gran peligro para los que gobierna n, mucho méa siendo estos arrabales el albergue de la gente de color. "Esta población , resultado de un cruzamiento llevado hasta lo infinito entre blancos, negros, indios y chinos,-aunque en proporción menor, - y de culics asiáti- JORG E C R A S E. " Los barrios de que venimos hablando tienen (mica )" exc lusivamente esta igle sia de Santa -Ana, que está constru ida, como todos los edificios de Pa na má, con rocas ígneas : p órfiro, traq uito, dolerita , bnsaltc roj o, pard o ó verdoso. La ciudad, 6 sea el espacio que circunscri bían las antiguas murallas, cuenta las igl esias por docen as. E stos edificios y los extensos conventos que les son anex os, dan pa tente J clara idea de la riqueza de Panamá en el siglo pasado. S iete monasterios ocupan casi toda la superficie; el único que se encuentra en buen estado de conservación es el de la Conce pción, y en él ha podido ser instal ado el hospi tal; algunos otros tienen sala s disponibl es, que con frecuencia emplean para almacenes, cantinas 6 depósitos militares, El más grande es el de San F ran cisco, cuya iglesia, aunque en mal esta do, sirve aú n para el culto . _. . 'I'ieue por todo PAPEL PERIODICO IL USTR A DO. 290 10 DE JU l'{IO DE 1882. adorno una elevada torre, destinada Ú campnnario, pero dos pisos restantes COl! madera, avan zando por todos laá la que apenas sí se hu hecho subir (le la ua ve ; ésta se dos UBOS dos m et ros, sin poriui oin (le un alt o balcón encuentra agrietada por todas parte s ; los muros han que tiene la venta ja de proteger al que t ransita por la perdido la vertical : las columnas cstún inc liuadas de un calle, de la lluvia en unu estació n, y de los fuertes ar domodo amenazador. A ntes de mu cho tiempo las hormi- res del sol en ot ra. Estas altas tasas dan á la. ciudad gas acabarán de arruinarla, pues en' numorosíaima s nn carácte r particula r y propio, bien distin to del de las legiones lo ocupan todo, desde los cimientos ha sta la demás poblaciones de la . .ú.tuéricn del Centro; COS,t que techumbre . _. . De los deiuas mona sterios apenas que- fácilmente se comprende teniendo present e que en I'a dau las capilla s; poco á poco, despu és de las sucesivas nam á no ocurre n temblo res de tie rra , corno con tanta reformas políticas y econ ómicas qu e los gobiern os han frecuencia sucede en ciertas partes del I stmo, sobro todo _ llevado á cabo, se han ido convirtiendo en casas habita- en X lcaragua y San S a lvado r " Panamá est á rodead o de fort ísiruas mu rall as, cuyo bIes, 6 se han desmoronado por el almndouo .. __ E nt re las iglesias que aun sir ven al culto, pueden citarse San an ehu es de va rios metro s, construidas por sus tres laJuan de Dios, San F elipe, .r la del CO BYCU to de Santo dos en el ter reno 'Iuc el mal' deja en seco al bajar la maDomingo, cuyos muros se conserv an en buen estado, rca , de modo qu e al subir ésta, las olas se estrellan conpero de la que un in cendio ha destro zado el techo ... _ tra ellas _. . . Lloy las fortalezas, que desde lineo mucho Aun puede verse un ar co de má s (le veint e metros, y tiempo están desar mada s, se desmoronan por toda s parcuya curva es de una forma H lH)' perfecta ____ g sta tes ; trozos en ormes que la mar ca soea.va, pied ras descniglesia, que á poca costa hu biera podido cou aervnrsc cejadas por lit no meno s destructora acci ón de los sarpoco después del siniestro que la dejó descubi erta , y que ment osos a rb usto s y de las plantas par ieta rias, que durante mucho tiempo estu vo aban donada sin que nad ie aprovechan la menor grieta para abri gar sus raí ces, se se acordara de ella" ha llegado al fin :'i convertirse en hallan espar cidos aeá y al lá en el te rreno que el mal' una panadería al vapor . descubre . "Las ruinas má s imponentes de la ciuda d y que má:; u BI bastión situado al Sureste, bastante bien conserllaman la atención, son las del Colegio de los .I esuitns. vano, sine en el día de pas eo, donde la s señoras aspiran Este convento, casi igual en extensi ón al de San Fran- por la tarde la fresca brisa del mar, y nada existe tan cisco, pero má s pobre de arqu itect ura, no llegó á termi- agradable y armoni oso á la vista como el pauo nuna que narse nunca, y su capilla , descubierta también á ca usa presentan la rada y sus islas tap izada s de verd ura . E n el de un incendio, sirve con har ta frec uen cia lla nt los es- otr o hastión, complctuuientc desmante larlo, se elevan pectáculo s que' pueden celebrars e al aire libre. aún, muy bien conservados, los muro s del monasterio . " E n cuanto tÍ las igle sias que no pertene cen :í COlll11 - de San Francisco didades , como San Mig uel, Malmnbc, Snu .J nan de " En comparaci ón de Colón, P a namá es un vcrdadeDios, San .Iosé y la )lerced, su ornamentación es aun ro paraíso. A quí en contramos una disti nguida sociedad mucho más recargada que en las bas ílicas de E spnñn. francesa y un hotel monumental (1) di rigi do por un Se yen en ellas inm ensos altares de ma dera dorada y com patrio ta nues tro, que nos ofrece confortables y cdtallada, sostenidos por gru esas columnas labra das cil u iodns ha bitacion es, así como todo lo que puedo dese aranchas espirales, llen as de nichos en (IHe hay santo s se ; es, sin disputa , el mejo r de los csrublocimir-ntos de vestidos con diversos trajes , con el rostro ihuuinado por su clase que ¡í orillas del gran de océ an o puede enconmedio de colores chillones, ubruuudos por uun peluca. nurse en toda A mérica, exc epción hecha de Ca lifornia. de cabellos verdaderos. Los pedestales está n adornad os N o quiero deten erme ú hablar de su ancho y cómodo con lambrequines de madera, pintados y festoneados con salón , ni de sus espaciosas habitacio ues a bie l'Í<ls tÍ, extenoro, cercados al rededor con maciza s balaustradas. E n sos corredores, en los que el fresco es tan delici oso, que muchas capillas se ostenta buen número de reliqu ias los viaj eros no curiosos (y es esta un a especie muy abunlocales, á las que los natural es profesan gran vene ra - dante) pasan en ellos to do el tiempo de su perman encia ci6n . . .. en Panam á. Puede decirse que no se ha descuida do '<D e todos los mouuurentos que podrían servir pam, llalla para aumen ta r el hicn csta.r del d iente. U na gran atestiguar la grandeza de tIlle Panamá disfrutó un máquina de vapor tiene en acción const nntemcnte apadía, la catedral es el único que ha. escap ado ú la decre- ratos para obtener hielo, mi lavade ro y unu panadería pitud . Sus torres , que sirven de fa ros para, indica r la iuccáuica. Todas las persona s distingu idas de lu dudad, entrada de la rada y del puerto, S0 1l las mús al tas 'Iue todos los extranj eros que se hall an de paso, parece se existen en toda la Am érica Central y en la '.:\le ridiona I. dan cita en el café , sit uado en el cua rto bajo, y el mosGracias á la extinción completa de las fuerzas voleáni- trador de dicho café es la ve rda dera bolsa de Panamá, cas en el Istmo, sus torr es no se ha.u movido ni una el lugar donde se tra ta n todos los más importantes asunlínea siquiera en los dos siglos que cuen tan de existen- tos de la poblaci ón." cia. La arquitectura de lu iglesia, fea y de mal g-usto, pertenece al estilo que por convención han da.do en Ilrunar , jesuítico, y tiene un grandísimo parecido con la cate i G loria á Di os en los cielos; paz y fama en la tierra , dral de Méjico. Sus torrecil las como toda.s las de las á Fernando de Le sseps, cm cuya me nte gra uó Él la idea amazacotadas iglesia s del Is tmo, est a,han cll1Jü,rtas cou de la aber tura del Oana 1 de l )anamá ! láminas de l)rillante madreperla; ha1JiéndoiH~ caído est as j Gloria, progreso, fecumlt"t paz :i Colom bia, que en el escamas poco á poco, y siendo costoso reponerlas con pasado sirv ió de pedestal al renomure de Colón yen el concha de nácar, se las ha sustituido por peda.zos de pr esente, al de L esseps. Colón, pisantl o nu estrri~ suelo, cualquiera otra sustancüt, pintados de blanc o. descubrió el Continente am erican o ; L csseps eortando " Excepción hecha de las igksias, conven tos y forti - nuestro I stmo, di\'idc la América en tlos gra n'des porcioficaciones, Panamá no posee otro:; 1ll0UUlUen tos que nes, lmm eOllSlllllar l1H'jor la unión (le los países qne la puedan hacer record¡tr su pasado. l . os antiguos edificios forman. presentan muy poco de interesante, pero son dignos de B ogot:í, :l\Iayo de 1882.ser visitados el viejo palacio en que se reÍlne el C uerpo legislativo del Estado y l<t Ca sa munici pal, sit.u a.da en l';ce 11 1e '1lCjltcp" . la plaza de la Catedral. . . . " Se encuentran aún bastantes casas á la usan í:<l del (1) Es te h otel es hoy propiedad de la Com pa ñi a del Canal , siglo pasado, con los lnljos construidos 11e ladrillo, r los que lo com pró recientemente. PAPEL PE R IO DICO ILUSTRADO . l\ÚMERO f8 _ AÑO 1, 291 (CQlltinuaci6n .) BATALLAS Ycombat es librados durant e la guerra dela independencia de Colombia de 1810 á1824. EST1:IH O ne cno , " '" OR D. NICOJ..AS GONZAJ, :EZ. SOBRE LOS C"L"ADROS SI)lOPTICOS DEL SEN GENER AL RAF AEL UR D A NETA . Ma nd ó en je fe 9 ac ciones de gu er ra que d ieron el siguien te resultado: Tri unfos 4, Rechazos 3, Derroíoe 2. T R O P AS . )f F. S. RESU LTAD O P ARA LOS J E F E S R E A L I S T A S. S I TI O . PATRI OTAS. P atriotas. \ R ealistas. Enero 21.. . 18 14 Marzo 11 . Abril 2 " . Julio 24 .. Seti embre 17 . Noviembr e 25 . 181 5 Diciembr e 28 . 1816 Ju nio 18 . 1821 Agosto 3 á 5 - I !- Ba r agua Barquisime to ... . Val encia L as Brujit as Mucu chíes Chitagá Callej ones de Mé rí da Morro de Barcelona. .. Ag ua Santa . . . . CO RONEL . J uan R ey es Varga s . José Oeuallos . .. R emí gt o R am os . Beb a sti én Calzarl a . . . . J uan Baínt-Just.. . Tomás Circe _... . . ............'....I " .. 500 170 280 600 50 0 1000 800 ,,[ 1200 1000 " O" . I 500 1 1000 6000 60 0 1500 20 00 1400 I I Triunfo. Rechazo. T riunfo. Derrota. 1 200 1200 I Recha zo. T r iunfo. Rec h azo . 1100 I Triun fo. L U CI A.N O D'ELUYAR. Mandó en j efe 1 acció n de g ue rra en la cual qu edó vence do r. 11813 1L as Octubre 3 'I'rin ch era s .. .. . .1 Dom ingo Mon t everde QEN EH A L J O S E ,M A R I A . 1000 GORDOVA. l\Iandó en jefe 2 acc iones d e gue rra qu e die ron el siguiente resu lta do: T'ri urifos 1, Rechazos 1. Febrero 12...... Octubre 11 . .. .... 11820 1Chorros Blancos 1823 Berruecos y La Ven ta .. .... .. 1 Fra ncisco W a rleta . .. . .. Agus t ín Agua longo · '. 1 .. 500 I 200 Tr iunfo. Rechazo. 600 1500 GENER A.L FR ANCISCO flE RltIVDEZ . Mandd en jefe 17 a cciones de gu er ra que die ro n el sig uient e resultado: Trittnfos 11, RecJux,zos 2, Derr otas 4 . Enero 16 181 3 Marzo 22. ... 18 14 Setiembre 7 á 12 .. Noviembre 9. Setiembre 2 1816 Ju lio 10 1817 Mayo 30..... ... 1818 Agosto 25. ... Setiembre 13. Agosto 13....... 1819 Mayo 11.... 1821 _ _ 12 20 24 Junio 14. 24 Octubr e 16 - "'1- I Trapa L os Pit on es . .. .. .. F r a ncisco Cer veriz Franci sco R a set e F r a nci sco Tomás Morale s José Tomás Hoves .. Ma n uel Cañ a s . .. .. .. .... .... . ltl iguel Lat orre 'l'omás Oires . .. . J osé Guerrero . . R amón Afíez Jos é P er etra J osé Iz t urrrz J osé M . Monagas R amón Cor rea Fra ncisco J . JHor ál es Lúca s González .. J os é P er eírn Juan B. lnsu zarri.. 1 M atur¡n Ma gü ey es . Yaguarapoco Angostura P uer to M adera G üirta . R ío Ca r ibe.. . Conoma Chuspit a Gue t.ír c El Cons ejo .... .. .. .. Al to Limón... :\Iacu to ... ... El Ca l vario.. .. . Oumané 1 . .. 400 600 6400 120 0 2000 .. .. . . .. 1000 600 500 4[j0 500 1700 40 0 800 . .. .. .. . . .. . . .. 250 350 130 0 900 800 800 800 900 1500 1000 I 8000 1000 . . 70 400 800 T riunfo. Derrota . Triunfo. Derrota . Triunfo. Derrota. Re chazo. '! 'r iun fo. 1200 I 1 700 2000 80 0 2000 800 Rechazo. 'I'riunfo. Derrota. Triunfo. GENER AL CAR iJ OS SOU BI"E T TE.'. Mand ó en jefe 7 ac ciones de guerra que dier on el siguiente res ultado : Triu nf os 4, IWchaz os 2, Derrotas 1. Noviembre 11 Julio 8 - 14 Agosto 2 Setiembre 24.. .Mayo 16 Junio 7 . 1815 . 1816 .. . .. 1819 .. 1822 . La P opa.. .. Maraca y . Ag ua ca t es . Quebr a da Ho nda L a s Cruces Pe drega l Da bajuco . .. .. I J . M. V ill a vicen cio Francisco Tomás Mor a les . 1 - - . . - J uan N. Quer a . . . 1 Mi g uel La t orre J. Simó n Sicili a F rancisco Tomás Morales (Conti nuar á.) PA PEL PER IODICO ILUSTR ADO. . .. 150 300 "1 2~gg .. 700 . 700 I 1 800 6 00 9 00 1200 Triunfo. Re ch az o. De r r ot a. T r iu nfo . 1 1300 1200 1300 Rechazo. 292 {Q DE JUNIO DE NUESTROS GRABADOS. lt E~IOS querido consagrar los que llenan las páginas del present e número del PAPEL PERIÓDI CO á asuntos relacionados todos con la colosal obra que lomará en la historia el nombre de Canal de Panam á, y vendrá. á ser con el andar de los ti empos el mayor servicio que el actu al siglo diez)" nueve legue á los futuros siglos. Concretándonos á América, podemos decir sin empacho que será el más grande acontecimiento que pueda tener lugar en el Nu evo Mund o, después de su descubrí miento y después del de su libertad , consumada con BU emancipación de las potencias europeas. Efectivam ent e, el Canal Colombiano que ha de sepa- !882. E l malogrado señor A ndrés Santamaría á su vez tomó igual empeño como encargado en París de los asuntos de la Legaci6n, y con el señor Ord éüea, á quien nombró asistieron é hicieron parte del Congreso. Concurridas fueron las diez sesiones en las cuales se discuti6 tamaña empresa y solemne la última al someterse á votación los distintos proyectos. El lasto y bien dispuesto salón estaba colmado de notabilidades eu la ciencia, y muy pocos colombianos, )- nin guna colombiana, dejaron de asistir; se guardaba profundo silencio; cada uno de los miembro s del Congre so dió su voto, al ser llamados por orden alfabético. Se habían discutido siete princi pales proyectos, estudiados de anos atrá s; pero siempre el gran juez de los canales hab ía manifestado su opinión con esta.. frase: pas d'éclltsC8 (nada de esclusas) J el resultado de los estudios había sido el siguiente: rar en el Istmo de Panamá las dos Améri cas facilitará, sin casi cambiar de latitudes, el trán sito del Occidente del Viejo Mund o háeia las Indias orientales y á la imI - A TRATO y KAPII'Í. Con es cl usas y túnel, de l comanportante Au stralia, y realizará el pensamiento que hizo nacer en Col6n la idea de un Nuevo Mundo, si, como dante Belfr'idge, es tudiad o en d otal por el coma ndan te Colli ns, go lfo d e U rabá á la bahía do Chiri chirc. 2nD k ilómet ros lo estamos 'Viendo, LESSEPS acaba de triunfar contra la del d e la rgo, 2 esclu sas, 4 túneles, g asto S 200 .000,000, paso en indolencia 6 mala voluntad de las Américas, como t res días. triunfé para llevar á cabo el de Sues, de la pereza de Jos II-SA N BLA S. .1\ ni vel con tún el, d el mi sm o com andante (~rahes, nuestros abuelos, y de la no poca mala voluntad Selfridge, de la bahía de San BIas l¡ la e mbocad ur a del Barle los ingl eses, cuyo vocero, el gran ministro Palmera- yano, vía Nercalegun y Ma món, 16 t ú neles , 53 kil ómetro s, ton, trnducía en aquel entonc es la empresa del francés gasto S 280 .000 ,000, p aso en nn d ía. como de un sumio hueco. I JI -PANAMÁ. Con esclusas, d el comnn dunt e LIIII, de PaNo tienen número, se pierde en el océano de los tiem- namá á Chagroa. E s to p roy ecto, comb inado ('O B el prcacnpos, la.serie de proye ctos que se han estudiado para rea lí- tad o por Wyse y Recl us, filé el aceptad o. 7..ur la visión del genovés, que no vino ít ser pructicublc IV- P ,{NA:'.lÁ. De la bahía de Limóu rilu rad a/l o Punumd, sino cuando Vasco .Nú ñcz de Balboa descubrió el mar 73 k ilómetros, si n eec luena, :i n ivol, g net n $ 160.000,000, paso del Su r. Despu és de tres largos siglos el cabez udo g-aba. en dos d ías . (E l g r an túnel proyectado qu eduni suprimido cho ha ten ido necesidad de toda su tenacidad y toda su conforme tÍ las n uevas modifi caciones '11\ 0 hu su frido este persistencia para que vencidas las dificult ades y contra- proyecto) . V y VI-NI CAllAO UA Y C OSTA -RI C A . Dos vi aa enlue mis; tiemp o!!,)' conta ndo en su historia la división del antiguo continente en dos, por la unión de las aguas del mar mas condicion es , defend id a la una por 01 ilustre Menoc al y por Lull y la otra por Blan ch et, proyect o qu e teni c la preleIi ojn al Medite rr áneo, y la separación de la salvaje reno ia de los Estados Unid os . 202 kilóm et ros, 17 cscluaas, Afriea de la culta Europa, ha sido menester, decimos, gasto $ 180.000,000, pa so en c ua tro d iaa y m édio. su poderoso nombre, pesando en el platillo de las discu VII-TEHUANTEl'EC. Con 210 k ilóm etros, 120 esclu sas y 8i01H'8, J su consta ncia sin límites , para poder hacer ano doce días de tr á ns ito. E s te proy ecto fu éIllIIYpoco estudiado. (lar esa imuensa m áquina, conocida hoy con el nombre de trabajos del Cana l de P anamá y esperar divid ir en .:'t lt'llocal había defendido hasta el último momento su (los el nu evo continente, como partiera en dos el viejo, proyecto de Nicaragua, yse y Iteclus el de Panamá Aún recordamos, porque asistimos asiduam ente á ella s, Selfridge el del D arien occidental , eadu cual, en fin, s~ las aeulcradlsimus discusiones que tuvi eron lugar en propio proyecto, cuando Lcsseps scnnindoso, por decirlo P .lrÍS, cuando logró reun ir ~L de Lesseps en 1\Ia)"0 de así, en el platillo de la balan za de las discusiones, dejó 187U, ('U el local de la Sociedad de G eogra ña, B oulevanl sentir su enorme peso, usó de su intlncu c¡a dictatorial, Baint-Germain, el Congreso que tomó el nombre de 111 - de la ciencia que lo acompa ñaba en su razonamiento y tenwciouol del Calw l Americano, J en el que despu és de de su experiencia, y por 7"" votos por Colombia contra 8 quince días de luchas, de sabias discusiones. tan acalora- por Nicaragua y lti en blanco, el Al miran te La Itondas cuanto importan tes, se adoptó la vía de P anamá el cle re le K oury, Presidente del Congreso, proclamó el 29 de MaJ Ode aquel año. resultad o favorable al proye cto de la bahía de Lim ón á Muchos proyectos se tuvieron en cuenta por los miem- P an amá, en medio de los más ent usiasta s aplausos. Esbroa de aquel Congreso, el más importante que para las ta determinaci ón llenó de gozo nuestra alma lIió temple ciencias se haya reunido en todus los tiempos. á nuestro brío de colombianos.. . . ' .M.·rced al crédito adquirido con la apertura del Canal El proyecto favorecido fu é el de \\r)"se V Reclue. de Suea, reunió .M. de Lesseps el 15 de .:'tfayo de 79 Tendrá 73 kilómetros de largo, sin esclusas ; atravesani representantes á cual más conspicuos ; ing enieros de los regiones habitadas, pasará por ciudades provistas de remás importantes; sabios y capitali stas en grande ; allí cursos, el gasto total seré de ~.JO millones de pesos In glaterra y los Estados Unido s, España como Al ema- durará el pasaje de los buques dos días, se seguirá poc¿ nia y R usia, Su ecia y Xonwga, Bélgica )" Holanda, más ó m énos la línea del ferrocarril, y teni endo en cuenSuiza , Italia)" Portugal, Colombia, Nicaragua )' Méxi- ta. que el comercío actual de los países que . pueden. co, Guatemala, Sa lvador y Costa-Rica, China y Haway servirse de este Canal asciend e á trescientos sesenta enviaron sus delegados, y recordamos que á la Sociedad millones , que se traduce por un touelnj e de 4.830 000 Politécnica de Colombia, que se reunía asiduam ente toneladas, )' basán dose en la progre sión de los quince entónc es en París, le cupo en suerte tener el honor de últimos años, se puede asegurar que el tonelaje dentro tomar la iniciativa con el señor Ministro de Colombia de diez años llegará á 9.000,000 unuules, si rebajamos el en Londres para que fuera representada nuestra nación 20 por 100 como lo hizo la comisión estadí stica del Con. en ese Congr eso, y la fortuna de que el señor general greso ,para no echar por copas, llegamo s íL la cifra de Oamargo nombrara del seno de la Sociedad uno de sus 7.250,000 toneladas; si se fijan 3 ]lesos de derechos miembros, el señor D. A lejandro Hestrepo, quien se por clula Ulllt, y esta cifra no es exag cmda, obtml(lrcmo~ babía ocupado detenidamente de los trabajos dcl Oanal. anualmente 21.7t.iO,OOO lWSOS, ú sea un pl'oducto (le 10 "T PAPEL PERIODICO IL USTRADO . 293 "ÚMERO 18 _AÑO l. por 100 sobre el total de la suma que se gaste en la empresa. D e estas cifras se desprende que es buen negocio la colocación de din ero en esas acc ion es. La Sociedad Politécnica concurrió en masa á las sesiones del Congre so, y al salir el último día tle la solcmne, después de participar por el telégrafo ti Londres, al .11inist-ro colombia no, la decisión favora ble para nu estra patria, se trasladó en corporación á casa del señor de Lesseps, tanto para felicitarlo por el tri unfo que acababa de obtener, puesto que su voluntad había sido mani festada claramen te, cuanto porque recibiera en nombr e de Colombia palabras de aliento y cong ratulaci ón que desacentuaran un tant o aquel sent imiento de indiferen cia, por no calificarlo de algo peor, de que adolecemos los de acá allende los mares, y dar muestra de agradecimiento algranjraJlcés quien, como ) IoTSe, tie ne derecho á decir, )' muy cont ados son los hombres como ellos, que sir viendo á la humnnidad conquistan prematuro puesto en la inmortalidad, pues si el primero suprimió con el telégrafo las distan cias, con los canales suprimió el segu ndo los obstácnlos, viniendo con esto á ser ambos contemporáneos de su propia gloria. Fuimos recibidos oficialmente aunque con cordialidad r sencillez por el señor de Lesseps, en su tercer piso de la. calle de San Florentino, en las vecindades de la plaza de la Concordia, y recordamos que en la esca lera, á. Imn· to de tocar en su departamento, fué nombrado R icardo Pereira para llevar la palabra. Ibamos como miembros de la Socie da d P olitécnica, Luis Fonnegra, I gnacio Gu ti érrez P once, Itam ón U rueta, Rafael P ércz, Il eliotloro Ospina, Joaquín Suarez Ij~., José Mana Quij ano Al ejand ro Re str epo, -Iuan N. Uribe, Custodio I...a verde, P aulin o Fl érez y A lberto U ro daneta, Se nos introdujo en un salón que muy poro tiempo tuvimos para exam ina r, amueblado con carácter completament e oriental y en el que los mejores adornos eran todos recuerdos de Ia empresa del Ca nal de Suca, en el que las paredes estab an cu biertas de cuadros de maestros, relat ivos al Oriente, las mesas )" consolas recargadas de bronces conmemoratorios, entre los cua les descollaba la gran copa de oro r plata macisa ejec utada expresamente por el cincelador Faul ére r reg-alada por la Emperatriz Eugenia, el día en que aquella au gusta soberana surcó en la corbeta " E l Aguila " las aguas del Mediternin eo y elel Mar Hojo al traves del I stmo de Suea, copa nvnluada en ~()() ,OOO francos, y que al ser entregada ¡~ Lesseps la acompaüabnn los grandes cordones de las más elevadas órdenes, obsequiados por los soberanos present es, () enviados por los ausentes, haciendo así, de quien consumaba la colosal empre sa, igual en dignidad á los prín cipes reinantes y dignata rios de ma yor elevación. Pocos momentos después el tipo viviente del retrato que reproduce nuestra pri mera pági na ( pues que con razón ha dicho algún crítico que " para retratar debidamente á 1\1. Lcsseps se necesitaba nada menos que el pincel de León B ounat" para cara cteri zar las vigorosas facciones de aquel jo ven anciano, sordo á los añ os J sordo á las fatigas) se presentó ií. nuestra vista, ga lante, delicado, húmedos aún sus ojos con las lágrimas, hijas de la emoción que aca baba de experimentar, lleno de deferencia por todo lo que se refería lÍ Colombia, lo que nos hizo conservar <le él la má s agradable y duradera. de las impresiones. Aquel día fué de grata fruición para nuestro patrio. tismo, y mil anécdotas surgieron para hacer valer más el mérito del hombre extraordinario . A lguno contó que en su primer viaje de exploración á Egipto quiso ga narse al Virey para su causa, pero tropezó con los cort esanos, que eran adversos á su proyecto y que le acompañaban de paseo por un terraplén que sobre una murall a de dos metros dominaba el resto del desiertc ; Lesseps, caba llero 'V., en un corcel de aquellos parajes, en vez de buscar el camino, levantó las riendas, salvó el muro é hizo decir al más viejo de los cortesanos: "Quien salva tan fácilmente los obstáculos, tiene cons igo la sabiduría;" y fué así como empez6 á ganarse ~í los buenos conse jeros. Al t-,TÚn otro agregó que aquella misma tarde un a ág uila real se cernía á doscientos metros por en cima de las tiendas, )' que con bala rasa la rindió á sus piés el señor de Lesseps. Un tercero hizo la reflexión de que sin aqu el caballo J aq uella ág uila ta l vez el Cana l de Suez yacería en la imnginaci én de los ingl eses. Al gun os días despué s no se habl ó más del asunto. El 20 de Julio siguiente tu vo lugar en aquella metrópoli una gra n comida conmemorativa de nu estra ema ncipación política, y la. mesa fué presidida por el señor J . :U. Quij an o W alli s, :\Iinistro R esiden te en R oma, quien al dirigirse, en su bello discurso, al señor de Less eps,oolocado en el puesto de honor , dijo : "Una ocasión propicia se nos presenta para que la era de verda dera. paz r de proh'Teso empiezo para Colombia . El señor Con de de Lesseps, que hoy honra n uestra mesa, piensa llevar á cima la empresa. del Canal interoceá nico en t erritori o Colombiano, sobre los plan os :i exce lentes estudios de los señores W ysc y Iteclua, digno s hijos, como él, de la N ación más civilizada del lIl111Hlo. ~, El señor de Lesseps, despu és de haber con sus claros talentos J perseveran cia, desenterrado de entre el polvo de los siglos)' de entre las arenas del desierto el Canal de los Faraones, piensa hOJ , con la un ión de los dos oeéanos, complementar el pensamiento de Colón, uni en do el Oriente con el Occidente, y reali zando la aspiración de cuatro siglos. "Baludémosle, pues, con el mismo respeto J entusiasmo con que sa ludamos la memoria de nuestros libertadores, porqu e si éstos nos dieron libertad, él nos promete progreso. "Además hay completa paridad en sus respecti vas empresas. Nuestro s padre s nos independizar on de la met rópoli, y el señor de Lesseps ind epen dizará el comercio universal del obstáculo del Istmo, y quizá á Colombia para siempre de la discor dia civil." P ocos meses despu és, á las vísperas de parti r el señor de L esseps para Panamá, tuvimos ocasión de hacer el retrato cuyo facsímile ha reproducido fielmente nue stro artista el señor Rodrígu ez, )' llevó su ga lantería hasta escribir en nuestro .1.\ I bum el autógrafo que lleva al pi é. E staba en su despacho del Ca nal de Suee, donde presidie ndo claros talentos y rodeado de sabios conseje ros, más que consu ltor es Júpit er Tonante de la pléyad e de hombre s notables, que así respetan sus blan cos cabello s rom o aceptan , seg uros de acertar, sus deliberados con sejos, cuando nos honró pennitién donos hacer su retrato . E l torreón de P an am á, cuyo grabado hace parte del concurso que abri ó este peri ódico, y al que se a dj udicó el tercer premio, forma á pocas millas del P anam á de hOJ , las ruinas del P anamá antiguo, de que habla nuestro colabora dor S r. R estr epo. La vista del mu elle de Colón representa la ent rada en el A tláutico del gran Canal, En el pr óximo núm ero publicar émos el plan o tomado del do los ingeniero s Wyse y Iteclus, que indica el trazado del Can al y el del actual F errocarril, y no con estas publicaciones daremos término á las que hagamos relativas al Canal de P anamá, prefiriendo más bien cansar á nu estros lectores, que se crea, con fundado motivo, que en el interior de Colombia uo se le dá á la colosal emp resa, la impor tan cia que ella merece , J que le da el periodismo unánimemente en todos los paí ses civilizados. PAPEL PERIODICO IL US TR ADO. ro 294 CARTA CUARTA . .'(\ s eño q n. "~l b. q l o ~1q dan.la-lll:.s.l\t e , MI Qn: R1o o ALllERTO : ~m A sé que tienes entre man os, y no tIc' ahora , un proyecte muy de mi gusto,)' á cu)"a realización contribuiré hasta donde me sea posible, COIU O que , CI es no sólo un acto de j usticia, y un test imonio de ci~' ilización, sino también un motivo HUt S de embellecim iento para nuestra capita l. E se proyecto es el de recabar de la Municipalidad de Bogotá, el p erm iso par~ erigir un ~lodestí~illlo mon umento en el a rea que fue de la demolida capilla del JI umilladero 6 cerca de ella, de manera que no estorbe el paso del público )' sea como un apén~icc ú adorno m {1S para el bello parque que se ha construido en esa plaza . Aplaud o con todo mi coraz ón la idea, lamentando que no sea la l\Iunicip~llidad_ I~li.sllla la i~li ciadom del proyecto sin duda por imposibilidad física. Lo aplaudo, aunqric temo que mi aplauso sea estéril, como lo han sido en otras ocasiones mis buenos deseos respecto de otros proyectos. R ecordarás que hace un añ o, ó poco más, proponía )'0 á 10,6 cundinamarque ses que por una suscrición popular como se hace en otros países, y ya ,¡ne las ren tas púbiieas no podrían hacerlo, erigi ésemos un monumento sencillo á Nariño en la plaza, qne lleva su nombre, prenioe el permiso de la Jlunicip1Llidad y }¡L cesión del terreno correspondiente. Entonces decía yo-y lo diré siem pre-e-que ent re los granadinos , N IN GU NO con mejores títnlo s que Nari üo es acreedor {t este testimonio de gr atitud de sus conciudad anos, como que él fué el pre cursor de B olíva r y sus capitanes y el corto período de cuatro ó cinco unos (m que brillÓcomo mili tar , el prólogo de aquella otra época estru end osa que dió fin á la gu erra de ind epend encia. Cuando apenas bullía en la mente de Bolívar la idea de venir á completar la. libertad de América , ~-a Nnri üo combatía y yen cía en Palac é, Ta cines, el Palo, Ca libío J .Iuana tubú, victoria s que prepara ron el campo .í las posteriores cam paña s del Norte, J" vencía ej ércitos aguerrid os,-cn ocasiones tres veces más nUlllerosos,-co, mandados por jefes como Sámano , Aymer ích )" A sin, algunos de ellos superiores á Barreiro en táctica J" experiencin. Y habría. llegado hasta Quito, donde se le csperaba como á un libertador, sin la vil traición que le hizo sucumbir en Pasto. D ecía que cuando los granadinos libertad ores de Y enezucla no llevaban todavía al pecbo la medalla de ta les, y los nombres de B árbul a, Gámeza, B onzo, B omboná, San Matee, B OJ" a c{~ y otros esta ban solamente escritos en el libro de la P rovidencia, ya N uriño luchaba heroicamente, con los propios recursos de su país, J sin aj eno auxilio, por corona r la obra incompleta del ~O de Julio, y luego arrastraba cadena s J comía el negro pan del presidiario en las mazmorras de Ceuta, Sin embargo, todas esas vict orias tienen una sombra que las deslust ra para cierto s hombres : Xariñ0z.,Íefe del partído cent ralis ta, triunfó en esta ciudad el!) de Enero de 1813 sobre el num eroso ejé rcito federali sta que venía <Í in vad ir la capital, al mando de Baraya, y en el cual figu raban los después generales Francisco de P . San tand er y Rafael Urdaneta , el famoso Girardot y otros oficiale s nota bles, Pero dejemos á un lado ese van o proyect o que no tuvo eco en los corazones de nuestros olvidadi zos compatriotas, sin duda para confirmación de una verdad misteriosa: que N nriño nació con infausta estrella y filé tan desgraciado en vida como 10 ha sido después su memoria. Dejemos mi quimérico proyecto y volvamos al tuyo. Este es un recuerdo que demandan imp eriosamente la historia de nue stro país, la fe de nu estros padres-que es DE JUNIO OE 18 82. la nuestra-e-y la civilización de esta tie rra que se pre cia - DO sé si con razón-de ir tan adelant e en otras cosas. E ste recuerdo no está vin culado en el de que el Humilladero hubiera sido una capill a consagrada al culto - titulo que ya es bien respetabl e,-sino en el de que era un o de los monum en tos más antiguos de la conquista, el prim er edificio de teja que se construyó en esta ciudad, test igo de su fund ación ; y si los que no son hijos de ella no tien en interés en lo que le concierne (aunque mu chos manejan sus intereses), sepan que en los pueblos cultos, todos J cada uno de sus habitan tes proCUTan conservar v respetar los recu erdos de su historia, donde quiera que se ha llan, J sea cual fuere su origen. i Q ue sería en mucha parte del esplen dor <le Roma si no se conservasen allí los monume ntos que quedan de los paganos ! t Cuá l el de la E spaña y demás na~iones de E uropa si no se guardasen con escr upuloso CUIdado los del tiempo de los .bárb aros )" de los árabes f S in esos venerabl es monum entos, mu chas ciudades del antigu o mundo no tend rían el interés históri co J art ísti co qu e tienen para nosotros mismos (so entiende, para los que no hacen el viaje de los ba úles). E l criteri o del odio á los conquistadores no debe emplears e en estas materi as. S i ell os no hubi esen venido á esta tierra por una ley iurleclinaule del progreso de la especie humana, que tiende á ensancha rse, á ocuparlo todo y á civilizarlo todo, probablemente no habrían existido, ni existirían, la multitud de hombres grandes que hemos t enido, y tenemo s, ó habrían nacido en España ó en alguna de sus colonias. A lgunos querrían que hubi éramos sido ingleses. Si los ingleses hubieran conquistado este paí s habrían fundado muchas ciudades, y tal vez esta en qu e tú y yo vivimos, aunque no se hubiera llam ado Santafé ; habrían construido, en vez de un monum en to piado so, una herrería, por ejemp lo, la cual, por hab er sido la. prim era en su clase, la miraríamos COIl ven eración, como en los E stado s U nidos se mir an)" rodean de respeto muchos obje tos de aqu ellos primeros tiempos de su existencia políti ca, hasta el decrépito tro nco de un á rbol. Xo basta , am igo mío, que cada año al ray ar la aurora del 6 de A gosto, am an ezca el ércn de la capilla del H u· mill ndero cubierta de flores, que manos invi sibles esparcen a llí con ternura ; ni basta que el pu eblo, contra su costumbre , respete esas fiares y las mire con cariño duo ran te dos ó tres días: es preci so que el recuerdo sea pero mauento J sólido, aunque humilde. H oy que está de moda in str uir á los hijos del pueblo 'J- á las hijas de E va por el sistema objetivo, vendría muy bi en aplica rlo aquí. ¡ Pero cuál será ese modesto mon ume nto ' i Un busto 1 ¡ D e quién I ¡ D e Quesada 1 1 D e Las Casas! No representan ellos todo el pensamiento. ¡ Una estatua de la Fe t Seria IllUY bella idea, pero muy costosa . Ap uesto á que tú has pen sado lo mismo que JO : una cruz de mármol. Qué cosa más sencilla, más elega nte, más econémica ! Eso lo dice todo, lo compendia todo; sería la síntesis del pen samiento popul ar. E n la sencillez está. la sublimidad. L a causa primera y única de todo cuant o existe, debe ser la. suprema sencillez. i Y qué cosa m ás sencilla. que un a cruz ! dos palos cruzados, que miran al horizonte, y al zenit y nad ir; es decir, al espacio indefinido é nrmenso, por dondequiera que podemos concebirlo, ¡ R ecuerdas á aqu el pintor griego á quien se le pidieron alguno s bocetos de dibujo para que fuese premiado el mejor , en competencia con los de otr os concurrentes' Tom6 allí mismo el lápiz, y sobre uu lien zo trazó de un s610 rasgo un círculo tan perfecto, que apli cándole el compás se ha lló no discrep ar un solo punto. E se fué el premiado. P ero dirá. alguno que la cruz tiene algo de fúnebre y recuerda los cementerios, lo que no sería propio en un jardín de recreo. Tú y JO decimos que la cruz está bien PAPEL PERIODICO IL USTR ADO. I(ÚMERO f 8 - 295 AÑO l . en todas partes, como lo está el mármol, J no ha mucho que la veíamos figurar aun en las cosas más profanas : cruces en la gurgnu ta, cruces en el pecho, cruces en la ca beza, en los brazos, en los adornos, en los dijes, cruces en la iglesia, en los salones, en el teatro. .. D e manera que ca du mujercita, linda ú fea, vieja ó joven, que llevaba su cr uz (aunque no fuera casada ), cm una especie de cementerio ambulante. ¡V aya que el diablo no se atrevería tt ten ta rla s! Con que hagámo sle la cru z á la )Iunicipalidad- ya que ella no pued e hacerla, -con su elegante pedestal y su verja muy cuca . '111 entiendes mucho de eso .r ha ría s undiseño del mejor gusto. E s preciso trabajar sin descanso eu el proyecto, no deja rlo de la mano, insisti r con pero seremn cla, que , como dice el proloquio, el pobr e porfiado saca mendrugo; y aquí el mendrugo sería para todos. 1Ja cruz, humilde como es, no pide sino cuatro palmo s de terreno, en un mod esto rincón, y nunca molestaría :~ nadie. i Qué estorbo hacía la gran cru z de hierro-e-y qu e era señora cruz-que había en la antigua pla zuela de capuchinos, frente á la puerta de la igl esia ' .:\1.ts estorbo hacen ahora allí los arboíocce extranjeros, como llam é un chusco á 10 8 cucaltptus. ~ N i qu é estorbo hace la mo numental cruz que está en el jardín del A silo de indio gentes varo nes t P or el contrario, todos g ustan de sentarse en las am plias gradas de piedra qu e hay á su pié, bajo la fresca sombra de los árboles que la rodean, .r oír cantar algún pajarillo que al cae r la tarde viene á posarse en sus brazos, y se despide al egr emen te del sol. 1.0 que es (t mí, ta mpoco me estorba la eruceci lla de uro que llevo al pecho hace un medio sig lo, larg o de talle, allí mismo dond e la pu so con sus mano s mi buena madre. H ila me dijo que no me la quitara j an uis, y tú sabes cuán respetables son para algunos los deseos y los consejos de una madre, sobre todo cuan do ya no se la puede complacer en otras cosas. Un día estaba JO berreando porqu e no me daban g us· to en alg una simpleza , )' las lág rimas que der rau rabn caían sobre el pecho desnudo J moj aba n la crueeci lla. :Jfc puse :í secarla con la manga de la cam isa, mientra s con la. otra me enjugaba los ojo s, J se acabé el lla nto. Cuando tuve diez y ocho año s volví ¡t llora r al ver esa crnz; pero en tonces llora ba recordand o á mi maure que acababa de morir. Esta reminiscencia impertinente de tui infancia no {'S un argum ento irrefutable en favor de nu est ro proye cto, ni tú te atreverías á a legarlo como tal en el Cabildo de Bogotá: es solamente una. memoria que se ha escapado sin quererlo de mi pluma, y estando ya escrita, no quiero borrarla. (Jllod scrip si st'ripsi, te diré por pilatulla. Ko dejes, pue s, de la mano, el patriótico proye cto, y su realización será un tí tul o más qu e adquieras á la g ratitud de tus conciudadanos, especialmente de tu s ami gos, 'f espceialísim amente de qui en lo es siempre tuyo . Tu~-o afectísimo, ~ 1 J.. .)~ LA SAL DEL CUENTO. O 110 s,é que sea ve: dad , . pero SI lo doy por cierto, que all á en tiempos tan remoto!' que has ta se pierd e el recuerdo, en cuatro paredes toscas IIuO desafia ban al tie mpo, edificó su morada un noble clribchu opule nto . Corona ban la alta, cúsp ide blan cas piedr as, que á lo lejos del sol la luz rcflejabun por los contornos amenos ; ot ras de un azu l profund o colocaron en el centro ; <9a;ce~tJ Tt. y cutre la tierra escondidas paru ser vir de cim ientos , unas color de ceni za menos preciadas por eso. .t\ ver tanta maravilla sus vecinos acudi eron; J entre tanto el Gran Señor dueño de al cázar tan regio, envidiado y orgu lloso desafiaba el invierno. É ste en tró por sus cabales al fin de un mes de F ebrero, mas suced ió j suert e ingrata ! que la s piedras del cimi ento poniéndose luego verdes, después torrente s vertieron de agua pura y cri stalina que, por el prado corriendo, de la morada. del chibcl¡a socabó los fundamentos, }' echó por tierra. el ca stillo en la mita d del invi erno . Sobrecogido y turbado como presa de a lg ún sueño, llora nd o sobro las mi llas de su hogar mudo J desierto, huy ó de a.lli el poderoso cab izbajo y en silenci o. j Pobres ind ios ! D esd e enten eos jam ás en iu uros vi vícron l Pero pasaron los día s y la, muis ea ge nt e viendo (Iue acudían en profu sión all í ven a dos y ciervos, ard illas)' <n-es alegres de dul císim os gorgcos, por saber de ello la causa todos los chi bcha s vinieron y los de más ex perie ncia se j unt aron en consejo. Resulté de los ensayos )" sabios ex perimentos (¡ue, con el mayor cuidado, de aquellas piedras hicieron, que hab ían .hallado [pardicz ! de decirlo me da miedo, nn a mina sin rival , un teso ro, grande, inmenso, con qu e podrían ens an char sus dominios )" come rcio ; y ca yendo de rodillas ?l BildIica bendijeron. Desde entonces este hallazgo 'Iue nunca agotará el tiempo, despu és de dar á los ind ios en un te rritorio extenso reno mbre de poderosos, .Y fuina por todo el reino ( que fué despu és de G ra na da aHí cumulo (le E spaña vinieron), surti endo las rea les cajas ha seg uido sin tropiezo ha sta. el día en que engalana las cifras del Presupuesto, para pag ar intereses qu e 110 descuida el Go bierno. y lié aquí, lec tores míos, (i1le despu és de aques te enredo la sal de Z ip aquiré ' resultó ,~ La sal del cuento l " Bogotú- 1882. PA PEL PER IODICO IL US TR A DO. ~ . Viffe'Jaa g. 296 iOoE DE LESSEl'S . FF<.,~AX])O l' DI Ul:,10 DE L ~. .\n;RAL roR l.:RD.\:'\"ET.-\ . _ GR AnAH O D E RODRIGUSZ. ' PAPEL PERIODICO IL USTR ________ A DO. JUNIO DE 1882.