Número 18 - Actividad Cultural del Banco de la República

Anuncio
NÚMERO i B _A ÑO 1.
281
L ESSEPS .
,
,
COPTA DEL CUADRO A L OLEO DE LEON
BO N ~A T,
GRA nADO DE A. V.HLEl'T E.
PAPEL PERIODICO IL USTR ADO.
10 OE JUNIO OE 1882.
282
FERNANDO
DE
ESSEPS! H éaquí un nombre que todos
nu estros compatriotas habrán oído pronuncia r ; lié aquí un per sonaje
que todos más ó menos conocemos. N o es simplemente un hom obr e notabl e, es mi se r Ieg cudario : su fama no so limita á S1I
patria, se extiende por E uropa,
alcan za á todo el IU1U1110, es uni versal.
El gen io, en efecto, no conoce
límites, y cua l ave espiritual domina los espacios, vuela por todo el orbe , se
:f1~
cierne en lo infinit o. E s por esto que los
grandes hombres no tienen en realidad lo qne
~
se llama patria, per tenecen {t todas las unciones.
La gloria, como el sol, corno la verdad, luce para todos,
es patri monio de la humanida d: todos le debernos rospeto, gratitud y admi rac i ón. Y cuando decimos g-loria
no entendemos por esta palabra simplemente esa uurcola brill ante que cubre los grandes hechos ó hu; hazanas
sorprendentes que perp etúan cierto s nombre s al través
de los siglos ; .las glorias imp erecederas son las quo conquistan los hombr es útil es, los bien hechores de la lumiauidad.
Ncwton , inventando las leyes mec ánicas del iuuudo :
Jenner descubriendo la vacuna, Franklin arrebata nd o
el rayo á los cielos, son para nosotros una trinidad más
gloriosa que An íbat el héroe de Cart ago, Ó Scipión 01 de
Roma, ó Na poleón el prim er gu errero de los tiempos
modernos. Edd íson, Ri cld , Les seps, los prim eros trasmitiendo instant áneamente el pensam iento al través de
los espacios por medio de la electricidad, y el seg undo
perforando Istmos, y cavan do los arenal es de l desi erto
para abrir paso al comercio y á 1<"L civili zación del níUIL I
do, éstos son los hombres verdaderamente granl1l:ls, las
glorias resplandecient es del siglo XIX.
i:ti
TI
F ernando de Lesseps , Conde del mismo nombre, nació
en Versalles el 19 de Diciembre de 1805, y ti ene por
consiguiente 76 años cumplidos. Fu é su padre D . 1\1ateo de Lesseps, Encargado (le N egocios de Francia en
Túnez, y su mad re una dama de alta distin ción, descen dien te de raza española. Familia dist ingnidisima por su
cuna y talentos, dió á la Francia muchos serridores esJ
pecialmente en la diplomacia y carrera consular a las
que parece tenían decidida in clin ación. U no de sus tíos,
D . Mateo, desompc ü ó el Con sulado general de Itusia ;
otro, D. Bartolomé, el mismo destino en Lisboa, y fué el
compañero del desgraciado La Perouse á horda de las
fragatas 4ó La B oussole " y " L 'A strolabo " cua ndo desembarcaron en Karnshatka, luégo atravesaron la Sibe da juntos, y aqu él fu é el único que sobrevivió de tan
penosa J atrevida expedición. D . Edinundo murió en
Lima cuando desempe ñaba el cargo de C ónsul gen eral
en el Pcrúj y por úl timo D . Julio está en P arís tle .J<~fe
de la misión de Túnez.
Fernando, de qui en nos ocupamos, despu és de haber
concluido sus est udios en un Liceo de París, con el ma Jor lucimiento, no pudo meno s que seguir ht inclinación
de toda su familia, y ent ró en la carrera diplomática
en 1825, de agregado al Consu lado general en l.1islJoa.
En 1827 pasó al ~1inisterio de N egocio§ E xtnllljeros á
ocupaT un puesto en la Dirección comereial bajo la.s órdenes del Conde La F crr onays, y en 1828 fué nombrado attaché al Consulado general de Túnez. P ocos llleses
despué s de la conqui sta de Argel se le confi{í una mi-
LESSEPS
sión muy delieada cuan do se tr ataba de some ter ln provincia de Con stantino por el mariscal Cla usel ; y luégo,
en 1831 , pasó á E gipto en calidad de V ico-có nsu l, eru plco qne conse rvó-ha sta 1 8:_~ ;{. En el me s de N ov iembrc
de est e año filé ascend ido á Cóns ul en el Ca iro, y poco
t iempo después l'a s(í á desempe ñar el Consulado general de A lejandría du ran te la terrible cpidem la que acabó con la mayor pa rte de la pobla ci ón de ta u importante
ciudad. L a. cond ucta de Lesseps en est n ocasión fué digna
de todo elogio , y su Gobiern o lo rec omp ensó con la Cruz
de la Legión de hono r. En 18:JG fué llamado á desempenar la A gencia diplom áti cu cu Egipto , en circunstanCÍ<LS políticas lllUY difí ciles, .y aprovech ó -de la ocupación
de Siria por Y brahim- paclrá para prote ge r ii los cristia nos coutribnvcndo así á restablecer las rela cione s y la
unuon ía entre el Virey ile E gip to, l\I eheme t- A I( y el
Sultán . En l oSaR regres ó ii París con Iicenci n., y fu é
uoruhrurlo Có ns ul en Ro tterdum : d e all í pasó á M álaga ,
y por último en 184:! al Consu lado de B arce loua .
La situación política de Españ a era en esa época muy
critica, y tocóle á T.csseps rlesempeñar su nu evo destino
eu circunstancias muy delicada s ,Y azarosas. B u Novieurhre rle este añ o tuvo lugar el bomb nrdoo de la cindad , y los acontecimientos políticos que siguieron alarmurou toda la poul aci ón. Fu é entonces qne Lesseps
tlesplegú una ac tiv idad admira ble y tollas sus dotes diplomáticas, protegiendo á sus na cionales, dand o asi lo en
los lmqnes d« gu erra fra nceses lÍ todos los españ oles como
pron u-rido s en lu revoluci ón ; y por ú ltimo, in ter ponieudo toda su in fluenc ia ha sta salvar la ciudad de las horriblcs dcsgrnei as y calamidades que la am enazaban. Semclante con duda obtu vo su merecido galardón ; pues
apa rt e 11e haucrse con quista do la grati tud y simpatías de
los espa ñoles, todos los gobiernos le prod igaron por ella
honores y recompen sas. Las Cámaras de comercio le
dirigieron felicitaciones muy lisonjera s: los residentes
fran ceses en B arcelona le discern ieron un a me dalla ; los
habitantes costearon un busto en mármol que se colocé
en los salones de la Muu lcipalidad ; el Ob ispo le tributó
sus homenaje s, y le <lió una. acción de gra cias; los Reyes
de Cerdeü n, L as Do s Sicilias, S uecia, Países B ajos, le
confirieron las insignias (le sus respectivas órd enes; los
gobiernos de las demás potencias le pasaron notas congratnlatorias ; y por último Isabel 11, la. Re ina (le Es pn.
ña, le nombr é C ome n dador <le prim era clase de lit orden
de Carlos l IT.
BI 1848 fu é nuiubrudo J Iini stro de F rancia, en .:\la·
drid , en cuyo pue sto prestó ig ualmen te servicios lUUY
importantes tt su país ; y poco despu és, cuando se le havía destinado para la L egación de Berna ocurrió el ataque cont ra Roma por las trop a s fran cesas. B u esta emergencia. noccsit ébaac de un hombre muy lt:L1JiI que se dirigie ra á la Ciudad Sa nta para arreglar tod o, en una.misión
conciliad ora ; y el Gobi erno fran cés no pud o men os que
fija rse en Les aeps como el diplotu ático mejor calculado
para el caso. Dispue sto siempre tÍ servir á su país, aceptó sin va cilar la misión, no sin cierto t emor, pues comprendía lo delicado de ella, y las dificultade s que lbau tÍ
presentársele para su desempeño. N o tardaron en realizarse sus sospecha s y temores : la crisis porque pasaba
la Hepública romana era violenta ; pronto cOlllllrendió
con su gran suspicacia el espírit u dominante, y con tolla
f ra UI}Uez,L é ind epen denc ia comunicó al Gouierno su opinUin é imp resiones. Oomo era tle esperarse, no fueron
éstas del agrado de la Asamb lea constituyente que á la
sa..:ón se hallaba reunida , y cOlltral'iiLuan la políticíL del
GalJiIwte fra.ncés, Jo qne hizo quo se le llam am il1111Cniatallwllte á _París, y se dió la orden de continuar las
hostilidades. A ella contestó Lesseps, m:Ulllando su re-
PAPEL PERIODICO ILUS TRADO.
NÚMERO
lB _
AÑO l.
283
nnncia, y disgustadocon este proceder pidi6 sn retiro y
'
G utenberg con su descubri miento maravilloso de la imprenta.
E n el orden físico, notáb ase que nu estro globo necesiIn
taba ensa.ncharse, el e~ríri tu de expa nsión anhelaba por
nue vas tierra s en el Siglo xv, y no tardó en presenta rse
Hallábase re tirado gozan do de las dulzuras de la vida el inmortal Colón, y en despecho de dificultade s sin
privada, y entregado al estudio cua ndo en 1854 el V irey crue~~o, descubrió un nuevo mu ndo, nuest ra virge n
de Egipto, Mohammed Said lo invitó para que le hiciera Am érica.
una visita con el ohjeto de discutir su proyecto del CaA sí, del mismo modo F ulton y ' Vatt ap licaro n á la
nal de Suez que ya había concebido, .r le había comuni - industria, á la mecán ica y á la nav egación el descubri cado por correspondencia , S in pérdida de tie.c po, trasla- mien to del vepor ¡ y Lcsseps, compren diendo las necesidóse Lesseps á E gipto, y en un viaj e que hizo con el dad es del comercio, ha venido á bri lla r por encima de
Virey de Alejandría al Cairo al través del desiert o, las miste riosas pirámides de E gipt o, y realizar con su
comunic6le sus plan es, le hizo
luminoso pensamiento el suenna exposición de todas sus
ño de los F araones, y un a de ideas, )' el P rín cipe entus ias las necesidades más premi osas
El señor D . 1'\ICOL..ÍlJ TANOO A R)l I>II.O na ció e n & gotá el 24
mado compren dió al momento
para la civilizací én y para el
d e E ner o de 1830. SUR padree fue ron el Rdío r D. Nic olás
l~ ~mportancia de la obra, y
mundo.
Ta nco, Secreto-te d e Haclend e'del L ibertador, y la ~eñora D .pidió á su compañe ro que le
Ma rgar it a A rm ero . H h:o eu e cstudíos en 10 8 Estados U uld oe
A fuer za de energfa y persey en F ra nci a , y á la ed nd de d iez y ocbo añ os p u blicó en l a
presentara una Memoria sobre
vera ncia M , de L esse ps fué
H
aba
na
un
texto
d
e
matemátfca
a
y
alg
u
nos
folletos
sobr
e
la materia pa ra considerarla.
captándose ~o eo á poco las
aeuntos eeonomí cc s, 1IoIezell\do en las lLlit aelonci pcütícaa de
Accediendo á sus deseos pusimpatías de algunos ca pita 1&-49, se consagró en ab8oluto á la defensa de IIUIl ideas en la
blicó )1. de Lesseps en 1856,
prensa y en la t ribuna. Su lenguaje pol1t1eo ea vlril, modelista s, y ya en 1859 pndo losu. célebre ) Iemoria ti tulada :
ra do y pulcro en la formn. H abiendo emigrado en ISS:!, fijó
gra r por medio de una suscrip6U residencia en la IIab."\na, donde deeem pe ñé imporbntc6
" Perforamiento del I stm o de
ción doscientos millones de
pucetce:
Director
de
la
empreea
del
ga.s,
CAntador
del
FCITl)Suez; e.rposici6n y dQcumenfrancos, con los cuales organicarril y Representante de la gnn CMn eom eretal D rak e y
toe ojiciale.s," en la cual prezó su compañía, y dió princiCo mpañia. E l lK'ñ or T AlfCOea el co lombia no q ue mee h a ,"ia_
sentó todos los datos necesapio á los trabajos de su colosal
jada . Trl-'1l veces le ha dad o la vue lta pi m undo, y ha recorrld lj cas i todos los p aJees de E uropa y Am ér ica. Ñ otable es
rios, todas sus obser vaciones
e mpresa.
su .. Viaj e á Ch ina, P ale stina &c," p or la n at u ralidad de la
científicas, y porm enores de
P ero no tardó mucho en tror elación y lo s i m port an tes dat os y re ñexte nee qu e contie ne.
esta obra gigantesca.
pezar con nu eva s y grandes diConserva Inéd ita ot ra obra" Viaje al Japón," cu ya introd ucEste trabajo tan importante
ficultades. La mu ert e vino á
ción pu bli có el R epeTw io Colombi ano. Lo! eeontoe polí tlco e
llamó la atención en toda Eudel señor T ANCO ee e nc uent r an en el Cristiano Erra nte, El
arrebatarle á Sa id- pacha , su
/)f a, La Civil ización, E l Charillari, El Fi rotEmico y 1.' 1Jl era ldo.
ropa; pero como toda idea uueamigo y protector ; el G obier Vari os 60n loa folleto s qu e ha pu b licad o, y el ultim o d e
'fa, suscitó celos y ri validades
no de la Puerta empezó á hoshto8 Ileva "por titu lo La .K aCl6n '!I ros P a rti dos. El lK'ñor
entre las naciones interesad as,
tilizarlo, todos los trabajadores
TANCO ti ene u n a. ñscncmte, ezprestv a y llena de anlma.ción;
y tardó eu ser acogida como
6 fellah « fuero n deaband én IIU genio vivo le induce á buseer el re truécano con frecu en cia, y espeelalm ente cu ando habta en franct':.s no p uede
debía. El Sultán empez6 á madose, prefiri end o ir á sembrar
p rescind ir de este juego de vocablos, ÍI. qu e tanto se pr esta
nifestar escrúpulos y á poner
algodón á las du ras faenas del
aq ue lla lengu a. Su conve rsación es ag radable, como tiene que
dificultades; gra ves cuestiones
desierto; y fuero n tantas las
ser lo la de u n h om bre que ha viaj ad o m uch o r ha m a nt en ido
diplomáticas se prese ntaba n ;
contrariedades, que hubo un
re tacíonce con las n otabilida des d e di versos paises.
losmagnates finan cieros nega momento en que par ecía que
ban su cooperación, y por úl la Empresa iba á fraca sar por
timo la Inglaterra declaró
completo.
'
por medio de sus ingenieros més not ables que la obra
Cu alquiera otra persona que no hub iera sido L esseps
era impracticable, y en el P arlamento se despert é una se habría desalentado con este cúmulo de dificultad es;
oposición formidabl e. U nos consideraban á L esseps co- pero no podía suceder así con un hombre como él, que
mo un visionario ; otros no lo j uzgaban capaz de acome- á todas sus dotes reunía un temple de alma extraordina .
ter tamaña empresa, y los más se oponían sin razón al- rio. C ual otro Colón imploró el auxili o ele su soberano,
guna por espíritu de envidia y miras mezquinas. ¡Triste y buscó su influencia pa ra llevar á. ca bo los trabajos.
condición la del genio! i Suert e penosa la de los grandes Napoleón 111 no podía negársela: hombre de genio,
bombres ! En todos los paí ses, en todas las épocas han igu alm ente comprendía la importancia de la obra, J la
luchado del mismo modo : jam ás se les ha comprendido gloria que su ej ecución reportaría á la F rancia, á su
al principio, que las ideas como la luz al brota r del hu- nombre J á su rein ado.
mano cerebro, apenas alcanzan á dorar las cumbres de
Al momento pú sose Napoleón en comunicación con
la inteligencia, y es sólo lentamente que van abri én dose las autorid ades tur cas, in terpuso su va limie nt o y podepaso al través' de las preocupacionea y las tinieblas de la derosa influ encia; y en breve toda s las dificultades se
ignorancia. 1Dichosos ellos si no se exponen como Ga- allanaron volviendo á empezar los trabajos del Canal
lileo, por haber lanzado una gran verdad , á ver apagada con mu cha acti vidad.
No en traremos aquí (~ hacer la nar ra ción de ellos,
la llama de su genio en las horr en das hogueras de la
baste apuntar que ya en 1865 se había terminado la priinquisición !
Nada puede, empero, cont rariar la marc ha na tural del mera parte, J que cuatro años después, en 1869, se inaumundot ni oponerse á las evoluciones progresiva s de la guró la apert ura del Ca na l, terminándose así una de las
humanidad. Cuando las id eas gr and es germina n en el obras más gigantescas del siglo, que riva liza en dificulseno de la sociedad, cuando las concepciones del genio tades de ingeniatura con el gran ferrocarri l tras-conti se convierte n en un a necesidad, le Provideu cia siempre nenta l de los E stados U nidos, .y con el tunel del Monte
depara un ser priv ilegiado, á quien in spira :1 ali enta Cenis, superando á todas estas maravilla s en magni tud
J consecuencias para el comercio uni versal.
para ejecuta rlas y llevarl as á cabo.
La inau gu ra ción tUYO lugar en medio de una esplén Sintióse, por ejempl o, en el orden moral la necesidad
de difundir los conocimientos, de propagar el pensam ien- dida fiesta, á la cual asist ieron los principales soberanos
to humano; no bastaban los manuscrit os, ni los procedi- de Europa invit ados por N apoleén , y pre sididos por la
mientos at rasados, y al momento aparecieron Faust y Emperatriz.
abandon é la carre ra dipl omáti ca.
PAPEL PER IO DI CO IL US TR ADO.
10
284
Al deslizar se suavemente las agu as del ~relli tcrránco
hácin (,1 mar Uojo pa ra correr veloces {, confundirse con
las de la Indi a, a rrastraban en sus corrien tes la civiliza ción hasta los confines del O riento, J fra ternizando sus
diversas 01,,8, llevaban ¡í todo el orbe la fama del Neptuno moderno, del nombre del inmortal LESSEl~S.
1\'
Como em de esperarse, después de UH SUl'PSO tan tras cendenta l, Lesseps fué colmado du toda clase de honores : las potenc ias extranjeras le en viaron sus fulícitaciones, y acabé de recibir todas las condecoraciones
que le faltaban de los soberanos europeos : era S11 pecho
un verdadero cielo tachonado (te cruces de hrillantes,
que á manera de estrellas, reflejahan su gloria.
Francia le concedi ó la gran Cruz de la Legi ón de honor: la Sociedad de Geografle de París le nombró su
Presidente ). le adjudicó un gran premio j la dudad de
Londres le confirió el derec ho (lt~ bl(r!Jlle.~í(f, y la acudemía de Ciencias de Pa rís, por últi mo, le abrió sus puer tas, le nombr ó miem bro suyo, y le designó uno de SUR
sillones más promin entes,
Las dragas é instrumentos científicos cou que lH'rfuró
el Istmo, por en medio (le históricos desiertos y sagradas rt'giones, fueron una especie (le vara mágica que
ab rió á Lesseps las puertas de la gloria, J le can) al
mismo t iempo la senda de la in mortalid ad.
El año de 1S7a formó el proyecto de unir la Ru sia
con la India por medio de una gran vía férrea que debía
atravesar todas las regione s del A sia Centra l. S eg(lll
los planes que publicó, este camino de hierr o dehía partir (le Oreuhourgo en la lín ea que separa la l~urop :\ del
A sia para llegar á P eishawer en los confines del A fghu nistan, Por esa épocn envió á sn hijo V íctor acom pañado
(le un ingeniero inglés, .:\L H unrt , á empezar los estudios preparatorios j mas tuvo que aban donarlos pronto
para ocuparse exclusiva mente en allanar las d ificultades
que se present aban con moti vo del tráns ito por el Cana l
de Suea, )' del derecho de tonelaje 11ue debía cobrarse á
los buqu es. ':\1. Losseps se vi é obligado ií. someterse á
las ex igencias del K edive de Egipto, J tilojar subst ituir
al derecho verdadero el que se impuso oficialmente (lisminuyendo las entradas de la empresa. .1\ pesar de esto
los productos han . ido aumentando cada año de una ma nera extraordinaria, J las acciones han tomado un yalor
fabuloso. El IS,5 el Gobierno britáuico compró al Vi·
re)" de E gipto las aeciones que poseía mI la sUllla de
cuatro millones de libras esterlinas, ó sean veinte millones de pesos; )" esta gran operació n financiera fué a l
mismo tiempo que un gran pensamiento político ue lord
lleaconsfield, una IUedilla de alta diplomacia qne puso
de un golpe en manos de la Ing-Iaterra la supremacía de
la Compailía, J .lt-jó el Canal rasi hajo su influencia ,.
~Ierio.
.
E sta med ida proul1jo una b'Tan sensación en Enropa,
alannando á los franceses, y sobre todo á los accionistas.
No tardó 1\1. de Ll'sseps, con Sil acostumbrada habilidad, en calmar los á nimos, J en una puhli C<lción que hi zo, les probó á todos que este golpe de E stfldo inglés no
les apa reja ha perj uicio ~lg~1Do. Creemos que en lugar de
afectarse por el procedll111ento, .:\I. de L esseps más bien
se ale~rró, pues con ~l daba la l ng-l aterra la mejor prueba
de lo mfumlado de su Ollosición á la obra, )' ma nifestaha
paten teml:'utc cuán importante la. conside raba para comun icarse con sus llosesiones en la India.
En 187fi rué nom hrado Se nador, y presidi ó en Ma rsena el Cougreso de Orientalistas. Eu 1877 se le namó á
la Presidencia ele la Comisión internacional para explo rar el África. Al afío siguiente, el ten iente D . L. 'Vyse
BouapaTle obtuvo dcl gobierno de Colombia }a coucesió n
para la exc.ayación lIe un Canal nI través del I stmo de
OE JUNIO OE
1882.
Panamá, y al momen to se dirigió a 1\[. de Lesseps, quien
la negoció por la suma de die z mill ones de fran cos. En
1879 convocó el me morable Co ng reso de París, á que
asistieron los principales ingenieros de E uropa ). América, ). allí, después de una umdurn discusión, decidieron
la practicabilidad de la obra, )" las ventajas que ofrecía
el Istmo de I' euamú sobre las demás vías interoceánicas
proyectadas.
Siu pérdida de tiempo dirigióse Lesseps á P anamá
llevando su señora, dos hijos, J acompañado de un cuerpo tic ingenieros , para cerciorarse de todo J veri ficar los
da tos y ase rciones del Congreso, resolvi end o todas las
cuestiones técnicas (le la empresa.
En Diciembre (11,1 mismo año desembarcó en Colón
con su comitivn, )" fué recibido dignamente por las autoridades)" el pueblo 11(' Colombia , X uestro Gobierno se
apresuró lí. hacer al ilu stre huésped los honores debidos,
)" vnvió varios comisionados para presentarle sus felicitaciones.
Dos meses bastaron pa ra lleu nr el obje to del viaje, verificand o los trabajos emprendidos y las obser vaciones ya
hechas, .Y así se Jludo fijar cun ex actitud el trazo de la
línea,)' hacer todos los cá lculos para la form ación de los
presupuestos.
Q uedó, pnes, resuelto el punto más importante: el
proyecto en tró ('11 su ~egunda faz, la de le consec ucién
de los millones que se necesitaban pa ra llevarl a á cabe
). fundar la Compatiía .
En tanto que )1. el e L essep s He ocupaba en todo esto,
en los Estados Unirle s se levantaba una grita destemplada y terrible contra la empresa. El Gobierno americano se manifestaba hostil por miras pol íticaa ó comerciales, invocando la decantada doctrina de Monro e, que
nin gu na apli cación tenía en este caso, J' la pren sa apoyaba clamando porq ue se impidiera su reali zación. Los
trata dos públicos les parecían letra muerta ; las obligaciones y el respeto que se deben las naciones entre sí,
las cons iderab an como una farsa ; J a l habl ar de Colombia más par ecía. que se trnta ha del principado de 1\Ionaco, ó algún pun to de B erberla, que de una Rep ública
ami ga J E starlo sober ano. Se mejante escá ndalo exaltó
la opinión)" causó una gra n sensación en todas partes.
Esto hizo que ) 1. (le Lesseps var iara de r um boj y á su
regn:so á Europa se dirib-rió de Colón directamente á
X ue\'a York, J al efecto 11('gó á esa ciudad el mes de
) Iarzo de ISSO.
D esde que puso los piés en el muelle, lUultitud de di,
putaciones lo recihieron con un entusiaslUo gran(le, )" su
pe"n nanencia en la ~n me tró poli ameri can a fué una
s~rie de ma nifest..'1ciones de adm irnción, )' una ovaci6n
contIn ua. T odos Jos personajes políti cos, la )Iuni cipali·
dad, la Cámara de Comercio, los negocian tes interesados
en el tráfico del Pacífico, las sociedades francesas, los
cuerpos de ingenieros, los miembros de los principales
clubs, todas las corporaciones, en una pa labra, se dispu·
taban al ilustre huésped ]Jara uar le banquetes, trib utarle
honores l obsequiarle de todos modos.
Á todos ellos asistió; complació á todo el mund o ; ri sitó todos los establecimi enros púhli cos ; concurrió á todas las fiestas, J desplegó tal tino J actividad, que di.
por día fué aumentando la admiraci ón por el hombre Y
disminuyendo la preve nció n contra su proyecto . Luégo
Be filé á '" ashingto u J conferenció eou el Presidente Y
Secretarios, habiendo asistido á la scsión dcl S enado en
que se propuso )a adopción de una medid a resucitando
la doctrina l\Ionroe, l (Ieclarantl o que el Gobierno ame·
rican o debía tener la tlireccióu ahsoluta de la obra. Entonc es fué cuamlo con sum o ta cto 1\1. de Lesseps felicit6
al Senador que hizo la. moci6n , y salió inm ediatamente
á poner un parte telegráfic o anunciando tí. ¡laTÍs que es·
ta ba ~scgurnda la protección del Ca nal, 'Iue el Gob~erno
ame neano lo apoyaba. Con este moti vo el Seeretano de
PAPEL PER lODlCO IL USTR ADO.
RimERO 1S -
AÑ,Q 1,
285
Estado, ~Ir. E varts,. exclamó : "este 111. Lesseps es un
hombre íncomprensible ; lo echa uno esca leras á bajo
y en lugar de enoj arse da las gracias con mucha cor~
tema."
De regr eso á Nueva York, volvi ó á los pocos (lías á
en campaña: se. diri gi ó á ITiladelfia Y,Ohícago,
Y, ,¡gmó hasta San J!',:"nclSco de California. Luego regre.
so á Nueva York, VI81t6 á Boston, J en menos de un mes
recorrió las pri ncipales ciudades de la U nión dejando á
su paso las mejores impr esiones. T enninada esta gran
correrla de pr opaganda, M. Le sseps logr ó, si no pers uadir á los americanos, si no destruir del todo las preocupaciones contra su empresa, por lo menos dejar vacilantes á. muchos, y cambiar la opinión domin an te. .l\ fines
del mes de Abril embarcóse para Fran cia, y á los pocos
días hall ábase de vuelta en P arís cou sus planes mu y'
adelantados.
po~ers.e
v
No bien hahí a descan sado UD poco de su Viaje )" fa tigas cuando empezó de nu evo en la gran ca pital ot ra
propaganda igu al á. la qu e acababa de hacer en los Estados Unidos. O cupóse inm ediatamente en orga nizar la
sociedad de banquero s qu<' debía formar el Sindicado
financiero : dió sus célebres conferen cias en la Sorbona,
(m el Colegio de Francia, en la s academias, en los salones públicos. L a prensa toda se ocupó del asun to, y no
hubo un solo periódico en P arís que no contu viese alg ún
articulo todos los días sobre el Canal durante mucho
tiempo. Lo que se llama la "reclame" aturd ió {L los
franceses, .v el nombre de nuestra mod esta ciudad de
Panamá se oía resonar en todas partes desde los palacios
hasta los cafés, desde los almacenes de sombreros ha sta
las vidrieras y farole s del teatro de Robert Houdin, Esto mismo se repitió en los centros comerci ales de F ran cia, y baste decir que cuando lIeg6 la época de la suscripci6n los millones de francos afluy eron como por
encanto, y en el mes de Noviembre del añ o exprosado quedó reunido m ás del duplo "del capital solicitado.
~xito semejan te excedi ó las esperan zas de los promotores, y al acudir el público de una man era tan espontánea al llamami ento que le hizo Leesepa, le dió la mayor
prueba de confianza, y puso el sello definitiv o á la empresa que así entré en su te rcera J últim a faz convirtiéndose el proyecto en un hecho. H oy la ejec ución ha empezado} los trabajos está n ya muy adela ntados, J" ya no
hay mas cuestión qu e la de tiempo: dejar trascurri r algunos años para ver te rtui uudn esta gra nde obra .
Tal es la últi ma proeza de ~J. de Lesseps, que en
concepción y magni tud no le cede á la del Canal ~~gip ­
cío: tal es la porte ntosa Em presa qu e ha ex hibido en
mayor relieve todas sus dotes superiores, todo su genio
á la admiraci ón del mu ndu entero. El Ca na l de Pana má
("8 probable que sea lA últim a obra, el último esfuerzo de
una vida tan úti l, tan fecunda, tan bien empleada en
beneficio de su patri a y de la humanidad. Toda ella ha
sido una constante lucha con los hombres, con los Gobiernos, con la natural eza , en la cual ha triun fad o siempre el talento¡ In habilidad )" la constancia. Q uiz.í 1\1. de
Lesseps DO vivir á lo suficiente para ver te rm ina da s u
máxima obra , pero nadi e podrá Ja arrebatarle la gloria
que le corresponde como iniciad or suyo, y esto bastará
para su inmortalidad.
VI
Descrito el hombre p úblico, el célebre Ingeniero, reseñados los principales actos de su vida, digamo s algo
del hombre privado, tratemos de estampar algunos de
los rasgos característicos de UDa fisonomfa tan aimpática
como int eresante.
Es M. de Lesscps de mediana esta tura, figura distin-
guida y ari stocrática ; aire apues to y ga lla rdo á pesar de
los añ os. Su cara re vela á UD tiempo la nobleza J la
bo~da(} ; su ~j ? de ág uila el genio; sus delgados J firmes
labios la decisi ón J la energía. Su erguicla cabeza es venerable, majestu osa ; y en su espaciosa frente márcanse
las Hneas, los surcos que ha labrado el tiempo y las
huell as de las veladas, de la meditación y del trabajo.
D e ma neras suaves, de moda les finísimos é insinuantes
descúbrese en todo su porte al homb re culto, al cumpli~
do ca ballero, a l noble francés de la antigua escuela al
verda der o eliplomá.ti co. La conversaci ón, esta elocuen'cia
de la amistad, esta efusió n del a lma J comercio inocen te de la socieda d, es eD Lesseps un verdadero enca nte
y según á quien dirije la pa labra, es científíca, grave'
chistosa, familiar, 6 instru ctiva ; pero siempre discurr¿
con acierto J propiedad. Tiene particularmente ese don
espec ial de la naturaleza, eso que llam an los franceses
esprit, ese chiste ele Jos La Bruyére, Boi leeu, .Moliere,
qu e tanto ameniza la conversaci ón. So n in numerables
las agudezas que se refieren de LeS6t~pS, J" seanos permitido men cionar-una de elles que le oímos en la gra n recepci én que se le dió en N ueva York en los sa lone s de
D elm onico: "SeilOres, dijo, hoy he visitado el gran
puen te colga nte de B rooklin, que es una verdadera maravilla; se me asegura qu e rodas los Mas cruzan por
este punto más de ciento cincuenta. m il persona s, de las
cuales la mitad son señoras y señoritas. N o se puede
negar qu e las am eri can as se mu even mucho, que son
muy industriosas; y en vidio esta actl virlnd femenil qu e
qui siera comunicar á mi s trabajadores." l~stas palabras
pronunciadas con cierta sorn a , eran á la par que un
cumplimiento, una. alusión inofensi va á lo andariegas 6
callejeras (lue son las ame ricanas. D e cuna ilu stre, acostumbrado á resp irar siempre la a tmósfcru de las altas regiones sociales, no por eso es Lesscps orgulloso ni alt ivo;
al contrario, es mode sto, J mñs hien hace estudio en
oculta r su superioridad. Do ta do de ese tino social, verdadero ta cto del alm a, sabe dirigirse .t todos segú n su
edad, posición , mérito s ó cua lida des moral es ; y haúla.
siempre en el len guaje m {LS ad ecuad o J- conveniente. Es
el verdad ero tipo del hombr e ga lante, de mun do y ele
salón.
~I. ele Lesseps ha contraído ma tr imoni o dos '"eces, la
primera segú n creemos COD una. señorita K ílpatrick, parien ta de la Emperatri z Eugenia, J la segunda COD un a
hermosa criolla de la isla Maun c¡o, .Y ha tenido muc hos
hijos de am bas uniones. Como lo hemos dicho, ya. eumplié los 7~ años, y el último niño cuenta apenas meses de
naci do. D ir íase qu e el amor héc ia su compañera, como
su carácter viril, han de dominar siempre la na tu ra lezu s
todo es fenomenal en este hombre, ñsica J" mora lmente.
No hay padre más amoroso y tierno, ni amigo más
sincero y afectuoso. H ay que verlo cuando snle á pasear
al bosque de Boulogn e en su carretela de paja (panier),
tirada por dos caba llitos , manejados por él miemo, rode ado
de siete niñ os divinamente vestidos, de los cuales el 103J"or ape nas tiene nueve años . Parece un racimo de frutas en un cesto; un ramillete de preciosas flores sobre
el cua l como UD lirio descuella entre los sombreritos de
las criaturas la plateada cabeza del ven erabl e padre.
¡ Qu é cuadro ta n in ter esan te ! 1 Qui én hab ía de decir al
conte mplarlo, qu e ese es Lesseps, el Académico, el aab¡o, el distingu ido diplomático, el intrépido viaj ero , el
promotor de las obras má s port entosas del siglo, la notabilid ad creadora de la F rancia y del mundo 1
T odos los vecinos de la I gl e~ia de la Magdalena en
París ven cada domingo, pr ecisam ente, subir las gradas
del maj estuo so templ o UD anc iano res peteule llevando
de la mano unos niños. Ese personaje es Lesseps qne se
dirige á ofr la misa rod eado de sus hijos. /' Cuadro venerable y grato, que no pu ede menos qu e lamar la aten ción I N o hay , ni ha ha bido grande hombr e qu e DO sea
PAPEL PER IO DI CO IL US TR A DO.
286
lO
religioso: diríase que el genio siente más que ningún
otro la necesidad de adorar á Dios, y de rendir culto al
SER SUPREMO que tan particularm en te lo hu fovorecido con los destellos de su Omni potencia divina.
1\1. de Lesseps en los inviernos recibe á todos sus ami gos en su modesta mora da de la calle Sa n Fl orentin o.
En sus salones se ven todas las notabilidades de Francia, todos los extranjeros de distinción. Rodeado de infinidad de curiosidades que ha traído de sus viajes, y que
son á un tiempo sus recuerdos J sus trofeos, sin lujo ni
ostentación, allí acoge á todos con la mayor afabilidad,
tratando á unos con respeto, á otros con familiaridad,
dirigiendo á todos sonrisas y frases agradables. El año
pasado veíamo s siempre asistir á estas reuni ones á nuestro compat riota el scüor D. Carlos H olgu ín, qne en unión
de la Reina Isabel tUYO el honor de llevar :1. la pila bautismal al último hijo de M. Lesscps, y pudimos observa r
las consideraciones que prodigaba. á este disting uido colombiano que con tanto lucimiento ha represen tado nuestro país.
Como part e de la colectividad de los pu eblos, como
colombianos, M. de L esseps nos pertenece, J debiéramos
pensar en discernirl e algún premio, alguna prueba de
nuestra admiración y gratitud.
El Congreso de Colombia debería ocuparse en esto, y
creemos que si de este lado del Atlántico se ha coloca do
la estatua de Colón, del otro, en el Pacífico , debiera ponerse la de Lesseps, sin más ínscri pci én que ('1 mote de
sus anoas : aperiret terram gelltibus.
Así nos honraríamo s honrand o cate grande hombre.
¡ Pero qué necesidad hay por otra parte del mármol ni
del bronce para conmemorar los hechos de este esclarec ído var ón f __.. i: Qu é mejor monumento para él qu e las
obras portentosas que deja en el muud o ! ¡ Qu é mejor
recuerdo que una vida modelo t ... _ i Qu é mausoleo
más espléndido, ni más duradero que cl corazón entero
de la humanidad 1.. . .
,..J\ic.:-f.í.l 'Jo.l I1C.:l ..,t oUt'l CO.
~
EL DE8ENGAÑO.
en la senda de la vida,
Al despertar, ;; de esperanzas llena,
Audaz el A lma en la eternal faena,
1 Buscando el Bi en en la extensión perdida.
A:\IIN ABA
l\Ias al segu ir el rumbo dilatado,
El silbo de las penas poderoso
La arra straba iracundo al eng añoso
Sendero do los vicios han vagado.
Allí, de todo mato rral cerca no
Sentía ardiente la acera da espina ;
y allá del monte den sa la neblina
El paso la cerraba sobrehumano !
Ora la negra noche asaz impía,
Con los temores que su maut o lleva,
En mil congojas que el error renu eva
Al Alma infortu nada sumergía.;
,
Ora el rugir de tempestad lejana,
La misma soledad del bosque umbroso
Las horas inquietaban y el reposo
A la viajera excelsa soberana!
Viajaba así, viajaba perseguida
Sin encontrar las formas de su anhelo;
Allá, rasgando de la sombra el velo
Cayendo aquí, por el dolor herida! '
DE JU NIO DE
1882.
Empero al sucumbir á tanto daño
Omnipotente Jove á su crentura
El grito al escuchar de la amargura
L e di ó por com pañero al D esengañ o.
E ntónces i oh Virtud! Vi rtud deseada
Te vi ó lucir ga llarda el Al ma ansio sa
A t ravés de una l ágrima ardorosa
Qu e de sus ojos i ay ! brotó callada. . ..
Qu e el D csenguüo '\ j uez de la conciencia!
E nse ña misterioso a peregrino
D e ht Virtud el eteruul camino
Trazado por la augusta P rovidencia !
Bogotá, .:\1ayo de 1882.
'l
PANAMA.
1
que la ciudad tle Panam á, que pareci ó desde
fundación destinada á la opulencia, se trasforme
~
en emporio de comercio y de riqueza, apresurémonos
. . . I á recoger algunos recuerdo s de su pasado. )Iien..
tras los excava dores remue ven la tierra del Istmo para
abrir el gra n Canal que pondr é en comunicación el
océano Atl ántico con el Pacífico, y á cuya desembocadura se ulanr úu las techum bres de P anam á, recopile1ll0S nlguuna noticia s sobr e esta anti gua y noble ciudad,
consulta ndo para ello nuestra s viejas crónicas y los libros escritos por los pirat as y por los viajeros 41ue, con
fines muy diversos, la han visitado en distintas épocas.
Pedro Arias D ávila, el Caín de la Conquista , después
de haber se manchado con la sang-re de su émulo ínmorta l, V asco Núüez de Balboa, quiso sacudir el yugo de
las autoridades de la isla E spañola y del Consejo de
Castilla de Oro. Im agtnóse que alcanza ría este resultado
estableciéndose en el mar del Sur. Con este fin envió en
1518 al Al calde mayor Diego de E spinosa á Panamá,
con orden de edificar allí una ci udad. En el ínterin
escribió al R ey dánd ole cuenta de su proyecto, y recibió
en 1519 una contestación favora ble ; al momento mandó
orden á Gonzalo :1<"'. de O viedo, su Lugarteniente en el
Darién, de trasladar á P annuni los habitantes de Santa)Iaría la A nti gua con sus haberes y sus rebaños.
P ocos años después, en 10 de ::\rarzo de lt)~ G, se firmaba en la nueva ciudad, por los individuos entonces
oscuros Hernando de Luque, ecl esi ástico sag az y díscreto, F ran cisco Pizarro )' Diego de Almagro, aventureros
audaces que no sabían escribir, . (,1 singu lar contrato por
el cual disponían de la suerte tic) vasto imperio de los
Incas. P ara dar mayor solemnidad al contrato, el Padre
Luque celebr ó una misa, )' partiendo la hostia consagra..
da en tres partf's, <lió una á cada uno de sus compañeros,
mientra s 41ue los especta dores se enternecían viendo
aquellos hombres qu e se exponía n tan anim osamente á
ese sac ri flcio que parecía seguro.
Panam é prosperó rápidamente, llegando á ser ol lugar
de escala más frecuent ado de la América Central. Ya
contaba siglo y medio de existencia cuando el más audaz
y rmls cruel de los piratas que iufestnrou la Am érica en
el siglo XV II, H enrique )Iorgan (1), la tomó á fuego)'
sangre el :! j al' E nero de 107l (:!), )' para que la H isrona
,
NTES
Sil
(1) J uaíl .J[QTba n l e llaman en la traducción es pañola de
Tatas de A mérica; en la s obras in g lesa s)" francesa s que
los Pi hemos
consultado le d an el nombre de Henrique,
(2) Algu nos a utores asi g nan al in cendio de P a nam á el año de
1670; es este u n error q ue pr ovi en e d e un yerro de im prenta .
que se ha lla en la s ediciones españolas de 10B Piratas de
A mlrica.
PAPEL PERIODICO IL USTR ADO.
l\ÚME RO
18 -
AÑO J.
287
marcara su frente do ete rno baldúu, la hi zo in cend iar
(,1 !lí~ !lespués fle haberla ocupado, enviando para ello
remncmco hombres qu e Jlegasen 1'I1l'go en d iversos cd ificios de la dudad.
Cuatro sema nas m ás ta nk-, salió ) Iu rg-au de «ntn- la s
cenizas de P anamá , lle vando consigo 1'ji) j umen tos cnr ~ados .d~ oro y plata y otra s cosas prec iosa s, COIl UIl OS
roo pnaoueros, mucho s de los cua les se vieron olüi g ndoa
á dar fuert es SUlilas por S11 res cato.
Este nveutu rern sin cum-icncia, hombre de r-utm üas
de acero, se retiré (t -Iruun.ica con su rleo botín dejand o
llU~·lados á los hncau eros, sus cruupu.ñt-ros de ;·api;-l:l , Jí
quienes pag6 IIIU Y mal. En aquella isla ,"hi6 t ra nquilamente muchos anos, aca ta do ~. con sid erado ha sta el p UII ro de haber rh's eru peñnd o rle 1G80 JÍ lr.8:! t-l ('a rgu de
Colemador. ) Ia:-:, si sus compatriotas le absolvieron
tan fácilmente de sus crhm-ne s, pi fallo imparcial de la
posteridad ha inscrito Sil nombre en tre los ,11' los mrmstmns que han afligido :Í, la lnunauidad.
UIlO de lox courpañ cros do Morgau. •1. EX(jllüllleli ng,
fraucés de uat-i ón, de serihc así la . opu lenta 1'aiuunri :
"Dccorubau ii esta ppi l'('opal dudad 0('.110 conventos,
siete de relig-iosos .Y Ul W ele monjas, como tamui éu dos
suntuosas izlesias, prcci osamen re a dornadas de reta.
11108 y pintu ras 1I1uy ñ uas , ('011 II IU('ho uro y pla ta: un
hospital, dond e pobres .'" cnfenuos hallaban la piedad
de sus fund adores, bien exacta me nt e observada . Eran
todos los edilk-ios de ('('el m muy hien r cnri osameu nlabrados y por dentro ricamente adorn;ulos, prin r-ipa lmente de mngn íücos cuadros y pinturas.
" Jlustrúbaula aun doscientas ca sa s rle estru ctura pro<1i¡úosa, que ('ran las Bllís hahi tada s por poderosos lIlpr...
c<Hlrres, fu('ra e1<' otm s ('itH'o . mil PO('O llI¡ís Ó ml-nos,
para el 1'('sto de Illoradt))'('s. C ircund ah an sns s¡llida S ,.
fontornos muchus y lU UY opimo s pl:mtíoH .'" j aI'lUIlC·;.
filie tocIo el aflu hacía n dl'liciosas p('r:"pecti '-¡Ii' .
"
"Los g(~ llO n'S(~s ten ía n un a llIagu ílka ca sa fJ1 W :-;{'rrÍ<t <Ir Contador para el ('olllcl'cio de los uegrus . " ,"
La Cated ra.l , (le estilo ita lia no, l'sta ha f~OI'o ll atla por
llIHt gran cúpu la, E l lni(~allc ro H iug'roflc, que pas(í por
la eost~l diez aü os 111'S¡HU!S tlel ineent1io ,le Paualu¡í , ¡li el'
(¡llé aun permallt'da de pies l'JI medio de las n\illa s, prest'ntJmdo :í dista nci a una 11t'l'lIIosa p('1'sl' e c t iYa ~ s4'llli'j allte
á la de San P a hlo eH L ond res ,
11
El mismo afio (l O'j }) t ' l\ flue )Iol'gau tlest ruy ú;Í Panamá con tollas sus riquezas, Don A ut.()lJio F el'1l1í1Hlt'1. de
Uórrloll(l traslad6 b polllaeión un miri<Ímetro al HIII'Of's te
tIe la antcrior, ('scogif'ut1o pa ra la ('.onstrucción (le 1<1
II11C\'a ciudad una peu íwm la ro(}f'J1(la de roca s sali('lltes ,
:11 pie dd cerro de AU('¡ín. Un )¡¡í hil in geniero , DOlí.
Alfonso :M('re:ulo de Y illacorta, la rod eó de m nr all as ,
Panamá se lenm tt'í com o iwr em'a uto de su s ruina s, y
ell pocos :\fIOS "old ó et Sl ' r Hna duda tl Hor ecien te . El
conocit1o Yiajcl'O illgll-s (;l1i!1crnw Dalll pier, {Iue (TlIZ6
repetidas veee s por l:t (~o :-; ta (lel l stlllo <'ll cOlllpaü Ía. de
los lmea.n eros, la. de,scrilw así en }G8.' :
" L:t nuer a Pallam;'t C'N ulla HlUY h Cl'JIlu sa ('ilul:ltl,
situada cer ca dd Hlar, tomo ti CI1J1tro millas eh, la s millaR
de la antig ua. D a su 'uOI uhrc ti uu a ('spa eiosa ha hía , en
fltle tlesr mh oca ll llmcho s ríos ll<n· ('g-a h1e ~ . a l ~U1 w s de
los cna les cont ienen oro. La elllhl'lI(~cen :d g unas i ~la s,
producti r as pa ra ·SIIS propil.:'tari os .'" dl'li ciosa s para los
pasajeros y marin eros tllte Ilan'gan eNea tll' ('lIa s. S us
alret1edores ofrece n deli ciosos pai saj c's, IIt'no s dl ~ oteros
r de yalles hermoseados por muchas non 'sta s .r por gru ~
}los tlc árbol es aislados, tpte parecen e1l la lla n ura eOlno
ot.ras pequef¡a s islas. E sta ciudad está ('ercada por lIlla
alta muralla de pied ra cullierta d(' caflolles; se dic e (1II('
las casas son de larlrillo. Los techos pa rpc('u Huí s .l1 tos
IJl W la murall a de la ciudad. L a ado rn a un gran número
de ig lesia s y conventos, además 11(' la casa del Presidente y de otros bellos ed ificio s, qu e forman el uui s lisonjero
r'oujnnt ó cpU' he visto ('11 A méri ca.
,. E stn ti tula d es floreeíente á ca usa ele ser el paso,
tan to de las me rcan cías y tesoros que se lle van á todo el
P er ú y Chile, ('01110 de los tlne de a llí se traspo rt a n ; así es
'lile la rada nunca est á sin buques . P or otra parte, cuantlu d.. tres ('IJ tre s año s la a r marla espa ño la viene á Portohelu, la ('Selw.llm de la plata llega á la vez de Lima con
10:-\ tesoro s del He} de España y eou gran Húmero de
nav íos llen os de mercan cías y de plata. La ciudad se
Ileuu ('lItO II( '('8 tic nobles J de courercinutes, Los marineros se oeupnu en df'seargar los tesoros J las mercan-
r- ías, los curren-ros en trasporta rlos en mulns ú Portobelo,
dond e vuelveu WII mercan cías de Europ a . En esos
d ía s lle afán , la s ca sa s, la s tiendas, la s camas J' los víve n 's son tic 1111a carestía ex traord inar ia."
Los bucaneros, 'Iue mirabnu con ojos de buitre á Paumuri, se delcitauau con la pers pocñ va de las islas que
rodean su bahia. Unjo ven nventun-ro parisiense, Rave111':111 de LIISSH II. se e xpresa en estos términos : " Las
du lzuras de qu e disfrut ámos e n aquellos l ugares, mereI ' PII (llIe los recuerde y procnre describirlos. Todas las íslas son ta n uc radablcs y tau he rmosas qu e se les llama
('OllIUIIIIlCUtl' h-'s jardillt','i de I'anunuí, y no sin raz6n,
pu esto qn c la s P" I'SOllas rifas de estn ciudad ti enen cada.
una su isla , y en d la sus quintas tle recreo ; rodeadas
du ym:jd('s deliciosos, rt-gndos éstos por manantiales de
a.¡.¡ua vi va, adoruudos y embe llecido s por tina gran profu siú» de flon-s y t1<~ lló" etla s de jazmín á vista perdida, y
1I('1\os de Hila illfinit.a '·Jl l'i('<1at1 (le fl'Utos de l país, entre
lus t:lIal(,s IlH~ a;"'Tilcla ll partieularnlt'ute el za potc, el za·
putill v, l'l agllúate y d ('aimito . _.. "
J>llra n tp lUUr1 IOS aflOs, de 1G80 Jí 1fis..", los bucaneros
))0 lh'j a ron gozar :í In:; hahi t:mt<'s de Panam:\ de las de·
Iidas (le 1;1 lIue ra Ca plla. Fl't,( ~t 1('ntementc cruza ron
por :"us ('o:-l ta s, talando IU 8 t~alllpO S y la s islas)" apo·
,lt'J':lwlos(' fle Ia.s elll ha n: ac iOlws 'lile salían al mar.
IllÍt'ntanHl l'epdit1as q~¡~( 'S h:Le(~rse (liwfIos de la. ci udad
l'(Jl'tl'lIiCllflo t' ll la hahía fuertes ha t.aila Í'l nayales, en las
(Jlu'lJ itienm p,T JI H ' d:lflO ;í los t'l'paflt-,I('s, pf'ro no logra.
(lt!
I'OII su illlen t...
E ra en t()JH'(~ S O hisJlo de P an a uní el nmcrahlc histo·
riador D on LU('1\8 F e rlllí nd cz tle Pietl rahita. Hefe riremos
IIU ra sg o ele 1111 .i (~fc ~ de llirata s lllW prueha que esos hom·
hn's tll'pranHlos ('ra ll a ('l~('H ihl(' s oí los sen timientos hu·
llla no s. EII 1liS0 1 " eMa uclu e n hL isla. de Taboga, dice
Hillg ros<', Í'l llpilllOS pOI" los llllwc;ulercs flue vau á Pana·
w;í, íllW a llí Yida clltOllCeS, de Ohispo de lit ciudad, uno
'lile ha hía sido a utes O hispo d(~ Sall tn- :\larta, )" fIue fué
llli~ ion ero lid (·apit.Jíll Saw-Kills, cuando éstc to mó esa
pl a za cu a tro {.cinco años an tes (eil Hi'jG.) Luégo que el
ca pitán supo ( ~ st.o , ('UYilí de prese ute dos pan es de azú car
a l Ohispo. El llí a siguicntc volvi ó cl llll'r.cader á TalJoga,
trinemlo ,i Saw- KiÍls lln anillo !le oro de retomo.
La sit uad(m tIc Palla lll¡¡ fu é e n (~sos años de suprema
au gu stia" El Pl't'si(1t.mte Don Petlro P on te 'y Llerena,
Co íHle d('l Pa lmar, en UIla elLrta. que (~scribía l'U .Agosto
tIp IHoSí al (jl~ \wrnadol' tIc Costa-Hi<'a, dándole cuenta.
d(~ HU (]('l'1-!Tad ¡ulo ('OI uhate nayal, ('oncluia ·así : Estos
('II(:lII i90 1; de f)ios. me clI l'iaroJl ti uno de lo,~ míos á
a ri sflrm e que!t',>; "t/a oll'iera d ,/('o prixioneros qlletenía
mi pla:a , ,1/ (:01110 me e~ pruhibid o p or mi Rey lo
rdll/ ~H: ; p ero (::·1108 1I 11Ci" O,'i t urcos me en ri a ron l'e-illte
c((IJezas, !J me crtÍ ob1if/fHlo, p ara hnp Cflir la flestruc";(1 /1 de taJlto ~ ('rist ifOw H, Ú del'Olt,'erles su, gente, con
rlÍl'z mil pic:,({.,. de rí oelto para, el rescate de norenta de
{' Il
lo.,.
111Ie8(1'O'>;1 ('((,IIi todo,>; heridos,
qu e nos
restituyeron,
de t r e,"icicllfo.,. treinta que habían ,wl!ido al mar en tres
l)llt/uc,;; tÍ C'Ombatirh)s. i I"-ed c6 mo }IOS aflige Dios por
tod os lad" H; tum cmmi c8fo ell milO}' de su Pasi6n!
PAPEL PERIODICO IL USTRADO .
ro
288
En vano el manso Obispo Piedrahita había procura do
inspirar á los bucaneros sentimientos humanitarios, diri giéndoles la siguiente carta:
SEÑORES: Aunque el sefíor Presidente os haya
escrito bastante bruscamente, os ruego con instmwia
que no derraméis máR sangre de los inocentes que tC
neis en »ueetras manos, pues ellos se han Vl~8tO obligados á haceros la guerra . El Presidente obedece las
ordenes del Rey, que le prohibe devolve,. los prisioneros de guerra ; yo har é cuanto pueda por haceros res8
tituir vuestra
gcute, confiad
en mi pa labra
y quedareis satisfechos .
OSa.t'iHO que
todos los inqleses son catáli·
co« 1'omanos,
quehay actualmenteunaiglesia en J arruJ,i·
ca, y que 108
cuatr o que fe-
nemos, hobiéndose cont'ertido, qu i eren
p errn a n ecer
con nosotros.
CONCURSO DE
DE JUNIO DE
1882.
construcción del ferrocarril, pareció que Panamá vería
volver los tiempos de su pasa da opulencia, pero su situaci6n no mejoró tanto como era de esperarse, y no dudamos mejorará con la obra del Canal, que será la que
marca la hora de su progres o y engrandecimiento definitvo,
Un afamado viajero francés , el conde de Beauvoír,
escribió hace pocos años sus Viajes al rededor del J.1fun·
do, obra muy interesante, que fué coronada por la Academia Francesa. E l 24 de Julio de 1867 pasó por Panamá, que describe en los siGRABADO -TORREÓN DEI. ANTIG UO PANAMÁ.
guientes t érminos :
" Llegamos
con dificultad
á la ribera, á
causa de la marea baja y de la
oscuridad de
la noche. . . . .
L1H~gO que descm b a r c á mos
hicimos un paseo por las calles fétidas tl(~ l
espantoso rine/m (trou) que
se llama Panamá. Al lado de
III
horribles tao
bernas d on de
una población
de marineros J
La prosperídad de Panamá no fué de
larga duración.
Esta ci u dad
fué decayendo
de su esplendor en el siglo
xVlu porl a extinc i ón de las
ferias y del cemm'ció de los
ga leones. Los
incendios de
1737 y 1756
con tribuyeron
á su deeadencm. Su suerte
no mejoró con
nuestra in d ependencia nacional. Seis in-
de av entureros
se complace en
la embriaguez,
los naturales
están hacinados en barra e us
ilumina -
das débilmente por mechas
empapadas en
aceite de coco,
y donde se mece en una mis-
ma hamaca todu un a. familia
de seres sucios
en harapos, de
color de chocolate , y cubiertos de insectos
cendioa que ha
asquerosos. .N"o
sufrido en el
creo haber vispresente siglo
to en todo mi
(áéstosdan páviaje una eiubulo las consdad de aspecto
Dibuj o de Urda:neta- Grabado de Joa qub¡ bron co - Tercer l;Ttmio.
truccio nes de
más repugnan·
madera , que se
te ! Así es que
reseca en exceso en aquel clima abrasa dor) , el último en saludam os con felicidad la campana del ferrocaril que nos
1878, han ayudado á consumar la obra de destrucción, y llamó el día .~iguiente por la maiiana."
hoy, dice M. Armando Recl ua, "apenas se abando na la
i Extrañamos que un escritor tan serio y tan profundo
estación del Troscontineniat no puede darse un paso sin observador como ha mostrado serlo el conde de Beautro pezar con ruinas ; por todas partes se ven casas des- voír, juzgue con tanto rigor á Panamá, sólo por haber
truidas, lienzos de pared que amenazan desplomarse á hecho un paseo por el arrabal, en una noche oscura,
cada momento, grietas enonnes, despoj os, en una palabra, como él mismo lo dice 1 A este cuadro tan sombrío
de todo lo que fué presa de las llamas."
queremos oponer otro, no trazado por nuestra pálida
Antes de 1850 la población de Panamá, que paila hoy pluma , sino por la de un compatriota de 1\1. Beau voir,
de 14,000 habita ntes, no alcanzaba á 5,000. Cuando la M. Armando Iteclus, que visit ó á Panamá á fi nes de
emigrac ión á California, y cuando se trabajaba en la 1876.
PAPEL PERIODICO IL USTRADO.
lI.Ú"EaG
ia _AÑO
289
J.
Con esta inserción daremos fin á este trabajo, que ya
sehace largo.
IV
u Hace un siglo, Panamá era un a de las ciudades
más ricas y bellas qu e existí an en el muudo. Los galeones que arribaban á ella carga dos con los riquísimos
tesoros que venía n del Perú, el incesante paso de aven tureros J emigrantes que se diri gían al Pacifico, daban
lugar á que fuera el puuto de emba rque J desembarque
más frecuentado de toda la A mérica occidental. As!
hubiera seguido sin duda por sus buenas condiciones y
por las comodidades que en ella se encont raban, á no
ser por una multitud de causas que iniciaron su decadencia, que con in usitada rapidez se acentuó luégo . . . _
"Xo obstan te Jo que dejamos apuntado, P anam á
cos, es en BU fondo man sa, servicial y buena, pero perezosa y pronta. á promover distu rbios J revoluciones á
que se la incite: basta n alguno s intrigantes para ello, y
aquí son num erosos . . . . Lu égo que uno de los agitadores logr a reunir el número de descontentos que cree
suficientes para la rea lización de sus fines, queda acordado un pronuncianli ento; los sublevados se ponen en
armas )' proceden á ocupa r la plaza de Santa-Ana, su
iglesia y todas las casas que dominan la ciudad á tiro
de fusil. Los encargados del poder ensayan resistir, se
organizan como pueden )" toman posiciones en una altura. casi igual á aqué lla, que domina la playn y la a venida del peligroso barrio. P or desgracia, cuentan de ordi nario con muy poca gente para el sostenimie nto de este
punto; el fuego de los adversarios los disperse en bre " es instantes y la ciudad es tomada . _..
P UE R T O n I' COLÓ);" ,
L&OAR DOl\ DE PJUN CJ PuRÁ LA ENTRADA DEL CAS AL J YfEROCE:ÁS JCO.
G RAB ADO
DE
tiene aún magnífico aspecto, con sus ocho 6 diez iglesias)' conventos en ruin as ; sus pal acios, sus prisiones,
sus arsenales de ot ra época y sus gigantescas fortificaciones. Los mur os y Jos fosos que la defendían por la
parte de tierra, separá ndola de los sitios en que hoy
existen algunos arrabal es, como Pueblo-Nu evo, A rrnbal, Santa-Ana, han sido cegados y destruidos á fin de
atender á mejorar las condiciones de salubridad de la
población, y facilitar su comuni cación con éstos; pero
esto mismo, que tantas ventajas produce, n o puede menos de ser un gran peligro para los que gobierna n,
mucho méa siendo estos arrabales el albergue de la
gente de color.
"Esta población , resultado de un cruzamiento llevado hasta lo infinito entre blancos, negros, indios y chinos,-aunque en proporción menor, - y de culics asiáti-
JORG E
C R A S E.
" Los barrios de que venimos hablando tienen (mica
)" exc lusivamente esta igle sia de Santa -Ana, que está
constru ida, como todos los edificios de Pa na má, con
rocas ígneas : p órfiro, traq uito, dolerita , bnsaltc roj o,
pard o ó verdoso. La ciudad, 6 sea el espacio que circunscri bían las antiguas murallas, cuenta las igl esias
por docen as. E stos edificios y los extensos conventos
que les son anex os, dan pa tente J clara idea de la riqueza de Panamá en el siglo pasado. S iete monasterios
ocupan casi toda la superficie; el único que se encuentra
en buen estado de conservación es el de la Conce pción,
y en él ha podido ser instal ado el hospi tal; algunos otros
tienen sala s disponibl es, que con frecuencia emplean
para almacenes, cantinas 6 depósitos militares, El más
grande es el de San F ran cisco, cuya iglesia, aunque en
mal esta do, sirve aú n para el culto . _. . 'I'ieue por todo
PAPEL PERIODICO IL USTR A DO.
290
10
DE JU l'{IO DE
1882.
adorno una elevada torre, destinada Ú campnnario, pero dos pisos restantes COl! madera, avan zando por todos laá la que apenas sí se hu hecho subir (le la ua ve ; ésta se dos UBOS dos m et ros, sin poriui oin (le un alt o balcón
encuentra agrietada por todas parte s ; los muros han que tiene la venta ja de proteger al que t ransita por la
perdido la vertical : las columnas cstún inc liuadas de un calle, de la lluvia en unu estació n, y de los fuertes ar domodo amenazador. A ntes de mu cho tiempo las hormi- res del sol en ot ra. Estas altas tasas dan á la. ciudad
gas acabarán de arruinarla, pues en' numorosíaima s nn carácte r particula r y propio, bien distin to del de las
legiones lo ocupan todo, desde los cimientos ha sta la demás poblaciones de la . .ú.tuéricn del Centro; COS,t que
techumbre . _. . De los deiuas mona sterios apenas que- fácilmente se comprende teniendo present e que en I'a dau las capilla s; poco á poco, despu és de las sucesivas nam á no ocurre n temblo res de tie rra , corno con tanta
reformas políticas y econ ómicas qu e los gobiern os han frecuencia sucede en ciertas partes del I stmo, sobro todo
_
llevado á cabo, se han ido convirtiendo en casas habita- en X lcaragua y San S a lvado r
" Panamá est á rodead o de fort ísiruas mu rall as, cuyo
bIes, 6 se han desmoronado por el almndouo .. __ E nt re
las iglesias que aun sir ven al culto, pueden citarse San an ehu es de va rios metro s, construidas por sus tres laJuan de Dios, San F elipe, .r la del CO BYCU to de Santo dos en el ter reno 'Iuc el mal' deja en seco al bajar la maDomingo, cuyos muros se conserv an en buen estado, rca , de modo qu e al subir ésta, las olas se estrellan conpero de la que un in cendio ha destro zado el techo ... _ tra ellas _. . . Lloy las fortalezas, que desde lineo mucho
Aun puede verse un ar co de má s (le veint e metros, y tiempo están desar mada s, se desmoronan por toda s parcuya curva es de una forma H lH)' perfecta ____ g sta tes ; trozos en ormes que la mar ca soea.va, pied ras descniglesia, que á poca costa hu biera podido cou aervnrsc cejadas por lit no meno s destructora acci ón de los sarpoco después del siniestro que la dejó descubi erta , y que ment osos a rb usto s y de las plantas par ieta rias, que
durante mucho tiempo estu vo aban donada sin que nad ie aprovechan la menor grieta para abri gar sus raí ces, se
se acordara de ella" ha llegado al fin :'i convertirse en hallan espar cidos aeá y al lá en el te rreno que el mal'
una panadería al vapor .
descubre .
"Las ruinas má s imponentes de la ciuda d y que má:;
u BI bastión situado al Sureste, bastante bien conserllaman la atención, son las del Colegio de los .I esuitns. vano, sine en el día de pas eo, donde la s señoras aspiran
Este convento, casi igual en extensi ón al de San Fran- por la tarde la fresca brisa del mar, y nada existe tan
cisco, pero má s pobre de arqu itect ura, no llegó á termi- agradable y armoni oso á la vista como el pauo nuna que
narse nunca, y su capilla , descubierta también á ca usa presentan la rada y sus islas tap izada s de verd ura . E n el
de un incendio, sirve con har ta frec uen cia lla nt los es- otr o hastión, complctuuientc desmante larlo, se elevan
pectáculo s que' pueden celebrars e al aire libre.
aún, muy bien conservados, los muro s del monasterio
.
" E n cuanto tÍ las igle sias que no pertene cen :í COlll11 - de San Francisco
didades , como San Mig uel, Malmnbc, Snu .J nan de
" En comparaci ón de Colón, P a namá es un vcrdadeDios, San .Iosé y la )lerced, su ornamentación es aun ro paraíso. A quí en contramos una disti nguida sociedad
mucho más recargada que en las bas ílicas de E spnñn. francesa y un hotel monumental (1) di rigi do por un
Se yen en ellas inm ensos altares de ma dera dorada y com patrio ta nues tro, que nos ofrece confortables y cdtallada, sostenidos por gru esas columnas labra das cil u iodns ha bitacion es, así como todo lo que puedo dese aranchas espirales, llen as de nichos en (IHe hay santo s se ; es, sin disputa , el mejo r de los csrublocimir-ntos de
vestidos con diversos trajes , con el rostro ihuuinado por su clase que ¡í orillas del gran de océ an o puede enconmedio de colores chillones, ubruuudos por uun peluca. nurse en toda A mérica, exc epción hecha de Ca lifornia.
de cabellos verdaderos. Los pedestales está n adornad os N o quiero deten erme ú hablar de su ancho y cómodo
con lambrequines de madera, pintados y festoneados con salón , ni de sus espaciosas habitacio ues a bie l'Í<ls tÍ, extenoro, cercados al rededor con maciza s balaustradas. E n sos corredores, en los que el fresco es tan delici oso, que
muchas capillas se ostenta buen número de reliqu ias los viaj eros no curiosos (y es esta un a especie muy abunlocales, á las que los natural es profesan gran vene ra - dante) pasan en ellos to do el tiempo de su perman encia
ci6n . . ..
en Panam á. Puede decirse que no se ha descuida do
'<D e todos los mouuurentos que podrían servir pam, llalla para aumen ta r el hicn csta.r del d iente. U na gran
atestiguar la grandeza de tIlle Panamá disfrutó un máquina de vapor tiene en acción const nntemcnte apadía, la catedral es el único que ha. escap ado ú la decre- ratos para obtener hielo, mi lavade ro y unu panadería
pitud . Sus torres , que sirven de fa ros para, indica r la iuccáuica. Todas las persona s distingu idas de lu dudad,
entrada de la rada y del puerto, S0 1l las mús al tas 'Iue todos los extranj eros que se hall an de paso, parece se
existen en toda la Am érica Central y en la '.:\le ridiona I. dan cita en el café , sit uado en el cua rto bajo, y el mosGracias á la extinción completa de las fuerzas voleáni- trador de dicho café es la ve rda dera bolsa de Panamá,
cas en el Istmo, sus torr es no se ha.u movido ni una el lugar donde se tra ta n todos los más importantes asunlínea siquiera en los dos siglos que cuen tan de existen- tos de la poblaci ón."
cia. La arquitectura de lu iglesia, fea y de mal g-usto,
pertenece al estilo que por convención han da.do en Ilrunar
, jesuítico, y tiene un grandísimo parecido con la cate i G loria á Di os en los cielos; paz y fama en la tierra
, dral de Méjico. Sus torrecil las como toda.s las de las á Fernando de Le sseps, cm cuya me nte gra uó Él la idea
amazacotadas iglesia s del Is tmo, est a,han cll1Jü,rtas cou de la aber tura del Oana 1 de l )anamá !
láminas de l)rillante madreperla; ha1JiéndoiH~ caído est as
j Gloria, progreso, fecumlt"t paz :i Colom bia, que en el
escamas poco á poco, y siendo costoso reponerlas con pasado sirv ió de pedestal al renomure de Colón yen el
concha de nácar, se las ha sustituido por peda.zos de pr esente, al de L esseps. Colón, pisantl o nu estrri~ suelo,
cualquiera otra sustancüt, pintados de blanc o.
descubrió el Continente am erican o ; L csseps eortando
" Excepción hecha de las igksias, conven tos y forti - nuestro I stmo, di\'idc la América en tlos gra n'des porcioficaciones, Panamá no posee otro:; 1ll0UUlUen tos que nes, lmm eOllSlllllar l1H'jor la unión (le los países qne la
puedan hacer record¡tr su pasado. l . os antiguos edificios forman.
presentan muy poco de interesante, pero son dignos de
B ogot:í, :l\Iayo de 1882.ser visitados el viejo palacio en que se reÍlne el C uerpo
legislativo del Estado y l<t Ca sa munici pal, sit.u a.da en
l';ce 11 1e '1lCjltcp" .
la plaza de la Catedral. . . .
" Se encuentran aún bastantes casas á la usan í:<l del
(1) Es te h otel es hoy propiedad de la Com pa ñi a del Canal ,
siglo pasado, con los lnljos construidos 11e ladrillo, r los que lo com pró recientemente.
PAPEL PE R IO DICO ILUSTRADO .
l\ÚMERO f8 _
AÑO 1,
291
(CQlltinuaci6n .)
BATALLAS Ycombat es librados durant e la guerra dela independencia de Colombia de 1810 á1824.
EST1:IH O
ne cno
,
"
'" OR D. NICOJ..AS GONZAJ, :EZ.
SOBRE LOS C"L"ADROS SI)lOPTICOS DEL SEN
GENER AL RAF AEL UR D A NETA .
Ma nd ó en je fe 9 ac ciones de gu er ra que d ieron el siguien te resultado: Tri unfos 4, Rechazos 3, Derroíoe 2.
T R O P AS .
)f
F. S.
RESU LTAD O
P ARA LOS
J E F E S R E A L I S T A S.
S I TI O .
PATRI OTAS.
P atriotas. \ R ealistas.
Enero 21..
. 18 14
Marzo 11
.
Abril 2
" .
Julio 24
..
Seti embre 17
. Noviembr e 25
. 181 5
Diciembr e 28
. 1816
Ju nio 18
. 1821
Agosto 3 á 5
- I
!-
Ba r agua
Barquisime to ... .
Val encia
L as Brujit as
Mucu chíes
Chitagá
Callej ones de Mé rí da
Morro de Barcelona. ..
Ag ua Santa
.
.
.
.
CO RONEL
. J uan R ey es Varga s
. José Oeuallos
.
.. R emí gt o R am os .
Beb a sti én Calzarl a .
.
.
. J uan Baínt-Just..
. Tomás Circe
_...
.
.
............'....I
"
..
500
170
280
600
50 0
1000
800
,,[ 1200
1000
" O"
.
I
500
1 1000
6000
60 0
1500
20 00
1400
I
I
Triunfo.
Rechazo.
T riunfo.
Derrota.
1
200
1200
I
Recha zo.
T r iunfo.
Rec h azo .
1100
I
Triun fo.
L U CI A.N O D'ELUYAR.
Mandó en j efe 1 acció n de g ue rra en la cual qu edó vence do r.
11813 1L as
Octubre 3
'I'rin ch era s .. ..
. .1
Dom ingo Mon t everde
QEN EH A L J O S E ,M A R I A
.
1000
GORDOVA.
l\Iandó en jefe 2 acc iones d e gue rra qu e die ron el siguiente resu lta do: T'ri urifos 1, Rechazos 1.
Febrero 12......
Octubre 11 .
..
.... 11820
1Chorros Blancos
1823 Berruecos y La Ven ta ..
.... .. 1
Fra ncisco W a rleta
. .. . .. Agus t ín Agua longo
·
'.
1
..
500
I
200
Tr iunfo.
Rechazo.
600
1500
GENER A.L FR ANCISCO flE RltIVDEZ .
Mandd en jefe 17 a cciones de gu er ra que die ro n el sig uient e resultado: Trittnfos 11, RecJux,zos 2, Derr otas 4 .
Enero 16
181 3
Marzo 22. ...
18 14
Setiembre 7 á 12 .. Noviembre 9.
Setiembre 2
1816
Ju lio 10
1817
Mayo 30..... ...
1818
Agosto 25. ...
Setiembre 13.
Agosto 13.......
1819
Mayo 11....
1821
_
_
12
20
24
Junio 14.
24
Octubr e 16
-
"'1- I
Trapa
L os Pit on es . ..
.. .. F r a ncisco Cer veriz
Franci sco R a set e
F r a nci sco Tomás Morale s
José Tomás Hoves
..
Ma n uel Cañ a s . .. .. .. .... .... .
ltl iguel Lat orre
'l'omás Oires .
..
.
J osé Guerrero .
.
R amón Afíez
Jos é P er etra
J osé Iz t urrrz
J osé M . Monagas
R amón Cor rea
Fra ncisco J . JHor ál es
Lúca s González
..
J os é P er eírn
Juan B. lnsu zarri..
1
M atur¡n
Ma gü ey es .
Yaguarapoco
Angostura
P uer to M adera
G üirta .
R ío Ca r ibe.. .
Conoma
Chuspit a
Gue t.ír c
El Cons ejo .... .. .. ..
Al to Limón...
:\Iacu to ... ...
El Ca l vario.. .. .
Oumané
1
.
..
400
600
6400
120 0
2000
.. ..
. .
..
1000
600
500
4[j0
500
1700
40 0
800
.
..
..
..
.
.
..
.
.
..
250
350
130 0
900
800
800
800
900
1500
1000
I
8000
1000
.
.
70
400
800
T riunfo.
Derrota .
Triunfo.
Derrota .
Triunfo.
Derrota.
Re chazo.
'! 'r iun fo.
1200
I
1
700
2000
80 0
2000
800
Rechazo.
'I'riunfo.
Derrota.
Triunfo.
GENER AL CAR iJ OS SOU BI"E T TE.'.
Mand ó en jefe 7 ac ciones de guerra que dier on el siguiente res ultado : Triu nf os 4, IWchaz os 2, Derrotas 1.
Noviembre 11
Julio 8
-
14
Agosto 2
Setiembre 24..
.Mayo 16
Junio 7
. 1815
. 1816
..
.
.. 1819
.. 1822
.
La P opa.. ..
Maraca y .
Ag ua ca t es .
Quebr a da Ho nda
L a s Cruces
Pe drega l
Da bajuco
. ..
..
I J . M. V ill a vicen cio
Francisco Tomás Mor a les .
1
-
-
. .
-
J uan N. Quer a . .
.
1 Mi g uel La t orre
J. Simó n Sicili a
F rancisco Tomás Morales
(Conti nuar á.)
PA PEL PER IODICO ILUSTR ADO.
.
..
150
300
"1 2~gg
..
700
.
700
I
1
800
6 00
9 00
1200
Triunfo.
Re ch az o.
De r r ot a.
T r iu nfo .
1 1300
1200
1300
Rechazo.
292
{Q DE JUNIO DE
NUESTROS GRABADOS.
lt
E~IOS querido consagrar los que llenan las páginas
del present e número del PAPEL PERIÓDI CO á
asuntos relacionados todos con la colosal obra que
lomará en la historia el nombre de Canal de Panam á, y vendrá. á ser con el andar de los ti empos el mayor servicio que el actu al siglo diez)" nueve legue á los
futuros siglos.
Concretándonos á América, podemos decir sin empacho que será el más grande acontecimiento que pueda
tener lugar en el Nu evo Mund o, después de su descubrí miento y después del de su libertad , consumada con BU
emancipación de las potencias europeas.
Efectivam ent e, el Canal Colombiano que ha de sepa-
!882.
E l malogrado señor A ndrés Santamaría á su vez tomó
igual empeño como encargado en París de los asuntos
de la Legaci6n, y con el señor Ord éüea, á quien nombró asistieron é hicieron parte del Congreso.
Concurridas fueron las diez sesiones en las cuales se
discuti6 tamaña empresa y solemne la última al someterse á votación los distintos proyectos. El lasto y bien
dispuesto salón estaba colmado de notabilidades eu la
ciencia, y muy pocos colombianos, )- nin guna colombiana,
dejaron de asistir; se guardaba profundo silencio; cada
uno de los miembro s del Congre so dió su voto, al ser
llamados por orden alfabético.
Se habían discutido siete princi pales proyectos, estudiados de anos atrá s; pero siempre el gran juez de los
canales hab ía manifestado su opinión con esta.. frase: pas
d'éclltsC8 (nada de esclusas) J el resultado de los estudios
había sido el siguiente:
rar en el Istmo de Panamá las dos Améri cas facilitará,
sin casi cambiar de latitudes, el trán sito del Occidente
del Viejo Mund o háeia las Indias orientales y á la imI - A TRATO y KAPII'Í. Con es cl usas y túnel, de l comanportante Au stralia, y realizará el pensamiento que hizo
nacer en Col6n la idea de un Nuevo Mundo, si, como dante Belfr'idge, es tudiad o en d otal por el coma ndan te Colli ns,
go lfo d e U rabá á la bahía do Chiri chirc. 2nD k ilómet ros
lo estamos 'Viendo, LESSEPS acaba de triunfar contra la del
d e la rgo, 2 esclu sas, 4 túneles, g asto S 200 .000,000, paso en
indolencia 6 mala voluntad de las Américas, como t res días.
triunfé para llevar á cabo el de Sues, de la pereza de Jos
II-SA N BLA S. .1\ ni vel con tún el, d el mi sm o com andante
(~rahes, nuestros abuelos, y de la no poca mala voluntad
Selfridge, de la bahía de San BIas l¡ la e mbocad ur a del Barle los ingl eses, cuyo vocero, el gran ministro Palmera- yano, vía Nercalegun y Ma món, 16 t ú neles , 53 kil ómetro s,
ton, trnducía en aquel entonc es la empresa del francés gasto S 280 .000 ,000, p aso en nn d ía.
como de un sumio hueco.
I JI -PANAMÁ. Con esclusas, d el comnn dunt e LIIII, de PaNo tienen número, se pierde en el océano de los tiem- namá á Chagroa. E s to p roy ecto, comb inado ('O B el prcacnpos, la.serie de proye ctos que se han estudiado para rea lí- tad o por Wyse y Recl us, filé el aceptad o.
7..ur la visión del genovés, que no vino ít ser pructicublc
IV- P ,{NA:'.lÁ. De la bahía de Limóu rilu rad a/l o Punumd,
sino cuando Vasco .Nú ñcz de Balboa descubrió el mar 73 k ilómetros, si n eec luena, :i n ivol, g net n $ 160.000,000, paso
del Su r. Despu és de tres largos siglos el cabez udo g-aba. en dos d ías . (E l g r an túnel proyectado qu eduni suprimido
cho ha ten ido necesidad de toda su tenacidad y toda su conforme tÍ las n uevas modifi caciones '11\ 0 hu su frido este
persistencia para que vencidas las dificult ades y contra- proyecto) .
V y VI-NI CAllAO UA Y C OSTA -RI C A . Dos vi aa enlue mis;
tiemp o!!,)' conta ndo en su historia la división del antiguo
continente en dos, por la unión de las aguas del mar mas condicion es , defend id a la una por 01 ilustre Menoc al y
por Lull y la otra por Blan ch et, proyect o qu e teni c la preleIi ojn al Medite rr áneo, y la separación de la salvaje reno
ia de los Estados Unid os . 202 kilóm et ros, 17 cscluaas,
Afriea de la culta Europa, ha sido menester, decimos, gasto $ 180.000,000, pa so en c ua tro d iaa y m édio.
su poderoso nombre, pesando en el platillo de las discu VII-TEHUANTEl'EC. Con 210 k ilóm etros, 120 esclu sas y
8i01H'8, J su consta ncia sin límites , para poder hacer ano
doce días de tr á ns ito. E s te proy ecto fu éIllIIYpoco estudiado.
(lar esa imuensa m áquina, conocida hoy con el nombre
de trabajos del Cana l de P anamá y esperar divid ir en
.:'t lt'llocal había defendido hasta el último momento su
(los el nu evo continente, como partiera en dos el viejo,
proyecto de Nicaragua, yse y Iteclus el de Panamá
Aún recordamos, porque asistimos asiduam ente á ella s, Selfridge el del D arien occidental , eadu cual, en fin, s~
las aeulcradlsimus discusiones que tuvi eron lugar en propio proyecto, cuando Lcsseps scnnindoso, por decirlo
P .lrÍS, cuando logró reun ir ~L de Lesseps en 1\Ia)"0 de así, en el platillo de la balan za de las discusiones, dejó
187U, ('U el local de la Sociedad de G eogra ña, B oulevanl sentir su enorme peso, usó de su intlncu c¡a dictatorial,
Baint-Germain, el Congreso que tomó el nombre de 111 - de la ciencia que lo acompa ñaba en su razonamiento y
tenwciouol del Calw l Americano, J en el que despu és de de su experiencia, y por 7"" votos por Colombia contra 8
quince días de luchas, de sabias discusiones. tan acalora- por Nicaragua y lti en blanco, el Al miran te La Itondas cuanto importan tes, se adoptó la vía de P anamá el cle re le K oury, Presidente del Congreso, proclamó el
29 de MaJ Ode aquel año.
resultad o favorable al proye cto de la bahía de Lim ón á
Muchos proyectos se tuvieron en cuenta por los miem- P an amá, en medio de los más ent usiasta s aplausos. Esbroa de aquel Congreso, el más importante que para las ta determinaci ón llenó de gozo nuestra alma lIió temple
ciencias se haya reunido en todus los tiempos.
á nuestro brío de colombianos.. . .
'
.M.·rced al crédito adquirido con la apertura del Canal
El proyecto favorecido fu é el de \\r)"se V Reclue.
de Suea, reunió .M. de Lesseps el 15 de .:'tfayo de 79 Tendrá 73 kilómetros de largo, sin esclusas ; atravesani
representantes á cual más conspicuos ; ing enieros de los regiones habitadas, pasará por ciudades provistas de remás importantes; sabios y capitali stas en grande ; allí cursos, el gasto total seré de ~.JO millones de pesos
In glaterra y los Estados Unido s, España como Al ema- durará el pasaje de los buques dos días, se seguirá poc¿
nia y R usia, Su ecia y Xonwga, Bélgica )" Holanda, más ó m énos la línea del ferrocarril, y teni endo en cuenSuiza , Italia)" Portugal, Colombia, Nicaragua )' Méxi- ta. que el comercío actual de los países que . pueden.
co, Guatemala, Sa lvador y Costa-Rica, China y Haway servirse de este Canal asciend e á trescientos sesenta
enviaron sus delegados, y recordamos que á la Sociedad millones , que se traduce por un touelnj e de 4.830 000
Politécnica de Colombia, que se reunía asiduam ente toneladas, )' basán dose en la progre sión de los quince
entónc es en París, le cupo en suerte tener el honor de últimos años, se puede asegurar que el tonelaje dentro
tomar la iniciativa con el señor Ministro de Colombia de diez años llegará á 9.000,000 unuules, si rebajamos el
en Londres para que fuera representada nuestra nación 20 por 100 como lo hizo la comisión estadí stica del Con.
en ese Congr eso, y la fortuna de que el señor general greso ,para no echar por copas, llegamo s íL la cifra de
Oamargo nombrara del seno de la Sociedad uno de sus 7.250,000 toneladas; si se fijan 3 ]lesos de derechos
miembros, el señor D. A lejandro Hestrepo, quien se por clula Ulllt, y esta cifra no es exag cmda, obtml(lrcmo~
babía ocupado detenidamente de los trabajos dcl Oanal. anualmente 21.7t.iO,OOO lWSOS, ú sea un pl'oducto (le 10
"T
PAPEL PERIODICO IL USTRADO .
293
"ÚMERO 18 _AÑO l.
por 100 sobre el total de la suma que se gaste en la empresa. D e estas cifras se desprende que es buen negocio
la colocación de din ero en esas acc ion es.
La Sociedad Politécnica concurrió en masa á las sesiones del Congre so, y al salir el último día tle la solcmne, después de participar por el telégrafo ti Londres, al
.11inist-ro colombia no, la decisión favora ble para nu estra
patria, se trasladó en corporación á casa del señor de
Lesseps, tanto para felicitarlo por el tri unfo que acababa
de obtener, puesto que su voluntad había sido mani festada claramen te, cuanto porque recibiera en nombr e de
Colombia palabras de aliento y cong ratulaci ón que desacentuaran un tant o aquel sent imiento de indiferen cia,
por no calificarlo de algo peor, de que adolecemos los de
acá allende los mares, y dar muestra de agradecimiento
algranjraJlcés quien, como ) IoTSe, tie ne derecho á decir,
)' muy cont ados son los hombres como ellos, que sir viendo á la humnnidad conquistan prematuro puesto en la
inmortalidad, pues si el primero suprimió con el telégrafo las distan cias, con los canales suprimió el segu ndo los
obstácnlos, viniendo con esto á ser ambos contemporáneos
de su propia gloria.
Fuimos recibidos oficialmente aunque con cordialidad
r sencillez por el señor de Lesseps, en su tercer piso de
la. calle de San Florentino, en las vecindades de la plaza
de la Concordia, y recordamos que en la esca lera, á. Imn·
to de tocar en su departamento, fué nombrado R icardo
Pereira para llevar la palabra.
Ibamos como miembros de la Socie da d P olitécnica,
Luis Fonnegra, I gnacio Gu ti érrez P once, Itam ón U rueta, Rafael P ércz, Il eliotloro Ospina, Joaquín Suarez Ij~.,
José Mana Quij ano
Al ejand ro Re str epo, -Iuan N.
Uribe, Custodio I...a verde, P aulin o Fl érez y A lberto U ro
daneta, Se nos introdujo en un salón que muy poro
tiempo tuvimos para exam ina r, amueblado con carácter
completament e oriental y en el que los mejores adornos
eran todos recuerdos de Ia empresa del Ca nal de Suca,
en el que las paredes estab an cu biertas de cuadros de
maestros, relat ivos al Oriente, las mesas )" consolas recargadas de bronces conmemoratorios, entre los cua les
descollaba la gran copa de oro r plata macisa ejec utada
expresamente por el cincelador Faul ére r reg-alada por
la Emperatriz Eugenia, el día en que aquella au gusta
soberana surcó en la corbeta " E l Aguila " las aguas
del Mediternin eo y elel Mar Hojo al traves del I stmo de
Suea, copa nvnluada en ~()() ,OOO francos, y que al ser
entregada ¡~ Lesseps la acompaüabnn los grandes cordones de las más elevadas órdenes, obsequiados por los soberanos present es, () enviados por los ausentes, haciendo
así, de quien consumaba la colosal empre sa, igual en
dignidad á los prín cipes reinantes y dignata rios de ma yor elevación.
Pocos momentos después el tipo viviente del retrato
que reproduce nuestra pri mera pági na ( pues que con
razón ha dicho algún crítico que " para retratar debidamente á 1\1. Lcsseps se necesitaba nada menos que el
pincel de León B ounat" para cara cteri zar las vigorosas
facciones de aquel jo ven anciano, sordo á los añ os J sordo
á las fatigas) se presentó ií. nuestra vista, ga lante, delicado, húmedos aún sus ojos con las lágrimas, hijas de la
emoción que aca baba de experimentar, lleno de deferencia por todo lo que se refería lÍ Colombia, lo que nos
hizo conservar <le él la má s agradable y duradera. de las
impresiones.
Aquel día fué de grata fruición para nuestro patrio.
tismo, y mil anécdotas surgieron para hacer valer más el
mérito del hombre extraordinario . A lguno contó que en
su primer viaje de exploración á Egipto quiso ga narse al
Virey para su causa, pero tropezó con los cort esanos,
que eran adversos á su proyecto y que le acompañaban
de paseo por un terraplén que sobre una murall a de dos
metros dominaba el resto del desiertc ; Lesseps, caba llero
'V.,
en un corcel de aquellos parajes, en vez de buscar el
camino, levantó las riendas, salvó el muro é hizo decir
al más viejo de los cortesanos: "Quien salva tan fácilmente los obstáculos, tiene cons igo la sabiduría;"
y fué así como empez6 á ganarse ~í los buenos conse jeros. Al t-,TÚn otro agregó que aquella misma tarde un a
ág uila real se cernía á doscientos metros por en cima de
las tiendas, )' que con bala rasa la rindió á sus piés el
señor de Lesseps. Un tercero hizo la reflexión de que
sin aqu el caballo J aq uella ág uila ta l vez el Cana l de
Suez yacería en la imnginaci én de los ingl eses.
Al gun os días despué s no se habl ó más del asunto.
El 20 de Julio siguiente tu vo lugar en aquella metrópoli una gra n comida conmemorativa de nu estra ema ncipación política, y la. mesa fué presidida por el señor
J . :U. Quij an o W alli s, :\Iinistro R esiden te en R oma,
quien al dirigirse, en su bello discurso, al señor de
Less eps,oolocado en el puesto de honor , dijo : "Una
ocasión propicia se nos presenta para que la era de verda dera. paz r de proh'Teso empiezo para Colombia . El
señor Con de de Lesseps, que hoy honra n uestra mesa,
piensa llevar á cima la empresa. del Canal interoceá nico
en t erritori o Colombiano, sobre los plan os :i exce lentes
estudios de los señores W ysc y Iteclua, digno s hijos,
como él, de la N ación más civilizada del lIl111Hlo.
~, El señor de Lesseps, despu és de haber con sus claros
talentos J perseveran cia, desenterrado de entre el polvo
de los siglos)' de entre las arenas del desierto el Canal de
los Faraones, piensa hOJ , con la un ión de los dos oeéanos, complementar el pensamiento de Colón, uni en do el
Oriente con el Occidente, y reali zando la aspiración de
cuatro siglos.
"Baludémosle, pues, con el mismo respeto J entusiasmo con que sa ludamos la memoria de nuestros libertadores, porqu e si éstos nos dieron libertad, él nos promete
progreso.
"Además hay completa paridad en sus respecti vas
empresas. Nuestro s padre s nos independizar on de la met rópoli, y el señor de Lesseps ind epen dizará el comercio
universal del obstáculo del Istmo, y quizá á Colombia
para siempre de la discor dia civil."
P ocos meses despu és, á las vísperas de parti r el señor
de L esseps para Panamá, tuvimos ocasión de hacer el
retrato cuyo facsímile ha reproducido fielmente nue stro
artista el señor Rodrígu ez, )' llevó su ga lantería hasta escribir en nuestro .1.\ I bum el autógrafo que lleva al pi é.
E staba en su despacho del Ca nal de Suee, donde presidie ndo claros talentos y rodeado de sabios conseje ros,
más que consu ltor es Júpit er Tonante de la pléyad e de
hombre s notables, que así respetan sus blan cos cabello s
rom o aceptan , seg uros de acertar, sus deliberados con sejos, cuando nos honró pennitién donos hacer su retrato .
E l torreón de P an am á, cuyo grabado hace parte del
concurso que abri ó este peri ódico, y al que se a dj udicó
el tercer premio, forma á pocas millas del P anam á de
hOJ , las ruinas del P anamá antiguo, de que habla nuestro colabora dor S r. R estr epo. La vista del mu elle de
Colón representa la ent rada en el A tláutico del gran
Canal,
En el pr óximo núm ero publicar émos el plan o tomado
del do los ingeniero s Wyse y Iteclus, que indica el trazado del Can al y el del actual F errocarril, y no con
estas publicaciones daremos término á las que hagamos
relativas al Canal de P anamá, prefiriendo más bien
cansar á nu estros lectores, que se crea, con fundado
motivo, que en el interior de Colombia uo se le dá á la
colosal emp resa, la impor tan cia que ella merece , J que
le da el periodismo unánimemente en todos los paí ses
civilizados.
PAPEL PERIODICO IL US TR ADO.
ro
294
CARTA CUARTA .
.'(\ s eño q
n. "~l b. q l o
~1q dan.la-lll:.s.l\t e ,
MI Qn: R1o o ALllERTO :
~m A sé que tienes
entre man os, y no tIc' ahora , un
proyecte muy de mi gusto,)' á cu)"a realización
contribuiré hasta donde me sea posible, COIU O que
, CI es
no sólo un acto de j usticia, y un test imonio de
ci~' ilización, sino también un motivo HUt S de embellecim iento para nuestra capita l.
E se proyecto es el de recabar de la Municipalidad de
Bogotá, el p erm iso par~ erigir un ~lodestí~illlo mon umento en el a rea que fue de la demolida capilla del JI umilladero 6 cerca de ella, de manera que no estorbe el
paso del público )' sea como un apén~icc ú adorno m {1S
para el bello parque que se ha construido en esa plaza .
Aplaud o con todo mi coraz ón la idea, lamentando
que no sea la l\Iunicip~llidad_ I~li.sllla la i~li ciadom del proyecto sin duda por imposibilidad física. Lo aplaudo,
aunqric temo que mi aplauso sea estéril, como lo han sido
en otras ocasiones mis buenos deseos respecto de otros
proyectos. R ecordarás que hace un añ o, ó poco más, proponía )'0 á 10,6 cundinamarque ses que por una suscrición
popular como se hace en otros países, y ya ,¡ne las ren tas púbiieas no podrían hacerlo, erigi ésemos un monumento sencillo á Nariño en la plaza, qne lleva su nombre,
prenioe el permiso de la Jlunicip1Llidad y }¡L cesión del
terreno correspondiente.
Entonces decía yo-y lo diré siem pre-e-que ent re los
granadinos , N IN GU NO con mejores títnlo s que Nari üo
es acreedor {t este testimonio de gr atitud de sus conciudad anos, como que él fué el pre cursor de B olíva r y sus
capitanes y el corto período de cuatro ó cinco unos (m
que brillÓcomo mili tar , el prólogo de aquella otra época
estru end osa que dió fin á la gu erra de ind epend encia.
Cuando apenas bullía en la mente de Bolívar la idea de
venir á completar la. libertad de América , ~-a Nnri üo
combatía y yen cía en Palac é, Ta cines, el Palo, Ca libío
J .Iuana tubú, victoria s que prepara ron el campo .í las
posteriores cam paña s del Norte, J" vencía ej ércitos aguerrid os,-cn ocasiones tres veces más nUlllerosos,-co,
mandados por jefes como Sámano , Aymer ích )" A sin,
algunos de ellos superiores á Barreiro en táctica J" experiencin. Y habría. llegado hasta Quito, donde se le csperaba como á un libertador, sin la vil traición que le hizo
sucumbir en Pasto.
D ecía que cuando los granadinos libertad ores de Y enezucla no llevaban todavía al pecbo la medalla de ta les, y los nombres de B árbul a, Gámeza, B onzo, B omboná, San Matee, B OJ" a c{~ y otros esta ban solamente
escritos en el libro de la P rovidencia, ya N uriño luchaba
heroicamente, con los propios recursos de su país, J sin
aj eno auxilio, por corona r la obra incompleta del ~O de
Julio, y luego arrastraba cadena s J comía el negro pan
del presidiario en las mazmorras de Ceuta,
Sin embargo, todas esas vict orias tienen una sombra que
las deslust ra para cierto s hombres : Xariñ0z.,Íefe del partído cent ralis ta, triunfó en esta ciudad el!) de Enero de 1813
sobre el num eroso ejé rcito federali sta que venía <Í in vad ir
la capital, al mando de Baraya, y en el cual figu raban los
después generales Francisco de P . San tand er y Rafael
Urdaneta , el famoso Girardot y otros oficiale s nota bles,
Pero dejemos á un lado ese van o proyect o que no
tuvo eco en los corazones de nuestros olvidadi zos compatriotas, sin duda para confirmación de una verdad misteriosa: que N nriño nació con infausta estrella y filé tan
desgraciado en vida como 10 ha sido después su memoria.
Dejemos mi quimérico proyecto y volvamos al tuyo.
Este es un recuerdo que demandan imp eriosamente la
historia de nue stro país, la fe de nu estros padres-que es
DE JUNIO OE 18 82.
la nuestra-e-y la civilización de esta tie rra que se pre cia
- DO sé si con razón-de ir tan adelant e en otras cosas.
E ste recuerdo no está vin culado en el de que el Humilladero hubiera sido una capill a consagrada al culto
- titulo que ya es bien respetabl e,-sino en el de que
era un o de los monum en tos más antiguos de la conquista, el prim er edificio de teja que se construyó en esta
ciudad, test igo de su fund ación ; y si los que no son hijos de ella no tien en interés en lo que le concierne (aunque mu chos manejan sus intereses), sepan que en los
pueblos cultos, todos J cada uno de sus habitan tes proCUTan conservar v respetar los recu erdos de su historia,
donde quiera que se ha llan, J sea cual fuere su origen.
i Q ue sería en mucha parte del esplen dor <le Roma si no
se conservasen allí los monume ntos que quedan de los
paganos ! t Cuá l el de la E spaña y demás na~iones de
E uropa si no se guardasen con escr upuloso CUIdado los
del tiempo de los .bárb aros )" de los árabes f S in esos venerabl es monum entos, mu chas ciudades del antigu o mundo no tend rían el interés históri co J art ísti co qu e tienen
para nosotros mismos (so entiende, para los que no hacen el viaje de los ba úles).
E l criteri o del odio á los conquistadores no debe emplears e en estas materi as. S i ell os no hubi esen venido á
esta tierra por una ley iurleclinaule del progreso de la
especie humana, que tiende á ensancha rse, á ocuparlo
todo y á civilizarlo todo, probablemente no habrían existido, ni existirían, la multitud de hombres grandes que
hemos t enido, y tenemo s, ó habrían nacido en España ó
en alguna de sus colonias.
A lgunos querrían que hubi éramos sido ingleses. Si
los ingleses hubieran conquistado este paí s habrían fundado muchas ciudades, y tal vez esta en qu e tú y yo vivimos, aunque no se hubiera llam ado Santafé ; habrían
construido, en vez de un monum en to piado so, una herrería, por ejemp lo, la cual, por hab er sido la. prim era en
su clase, la miraríamos COIl ven eración, como en los
E stado s U nidos se mir an)" rodean de respeto muchos
obje tos de aqu ellos primeros tiempos de su existencia políti ca, hasta el decrépito tro nco de un á rbol.
Xo basta , am igo mío, que cada año al ray ar la aurora
del 6 de A gosto, am an ezca el ércn de la capilla del H u·
mill ndero cubierta de flores, que manos invi sibles esparcen a llí con ternura ; ni basta que el pu eblo, contra su
costumbre , respete esas fiares y las mire con cariño duo
ran te dos ó tres días: es preci so que el recuerdo sea pero
mauento J sólido, aunque humilde. H oy que está de
moda in str uir á los hijos del pueblo 'J- á las hijas de E va
por el sistema objetivo, vendría muy bi en aplica rlo aquí.
¡ Pero cuál será ese modesto mon ume nto ' i Un busto 1 ¡ D e quién I ¡ D e Quesada 1 1 D e Las Casas! No
representan ellos todo el pensamiento. ¡ Una estatua de
la Fe t Seria IllUY bella idea, pero muy costosa . Ap uesto
á que tú has pen sado lo mismo que JO : una cruz de mármol. Qué cosa más sencilla, más elega nte, más econémica ! Eso lo dice todo, lo compendia todo; sería la síntesis del pen samiento popul ar.
E n la sencillez está. la sublimidad. L a causa primera y
única de todo cuant o existe, debe ser la. suprema sencillez. i Y qué cosa m ás sencilla. que un a cruz ! dos palos
cruzados, que miran al horizonte, y al zenit y nad ir; es
decir, al espacio indefinido é nrmenso, por dondequiera
que podemos concebirlo,
¡ R ecuerdas á aqu el pintor griego á quien se le pidieron
alguno s bocetos de dibujo para que fuese premiado el mejor , en competencia con los de otr os concurrentes' Tom6
allí mismo el lápiz, y sobre uu lien zo trazó de un s610 rasgo un círculo tan perfecto, que apli cándole el compás se
ha lló no discrep ar un solo punto. E se fué el premiado.
P ero dirá. alguno que la cruz tiene algo de fúnebre y
recuerda los cementerios, lo que no sería propio en un
jardín de recreo. Tú y JO decimos que la cruz está bien
PAPEL PERIODICO IL USTR ADO.
I(ÚMERO f 8 -
295
AÑO l .
en todas partes, como lo está el mármol, J no ha mucho
que la veíamos figurar aun en las cosas más profanas :
cruces en la gurgnu ta, cruces en el pecho, cruces en la ca beza, en los brazos, en los adornos, en los dijes, cruces en la
iglesia, en los salones, en el teatro. .. D e manera que ca du
mujercita, linda ú fea, vieja ó joven, que llevaba su cr uz
(aunque no fuera casada ), cm una especie de cementerio
ambulante. ¡V aya que el diablo no se atrevería tt ten ta rla s!
Con que hagámo sle la cru z á la )Iunicipalidad- ya
que ella no pued e hacerla, -con su elegante pedestal y
su verja muy cuca . '111 entiendes mucho de eso .r ha ría s
undiseño del mejor gusto. E s preciso trabajar sin descanso eu el proyecto, no deja rlo de la mano, insisti r con pero
seremn cla, que , como dice el proloquio, el pobr e porfiado
saca mendrugo; y aquí el mendrugo sería para todos.
1Ja cruz, humilde como es, no pide sino cuatro palmo s
de terreno, en un mod esto rincón, y nunca molestaría :~
nadie. i Qué estorbo hacía la gran cru z de hierro-e-y qu e
era señora cruz-que había en la antigua pla zuela de
capuchinos, frente á la puerta de la igl esia ' .:\1.ts estorbo
hacen ahora allí los arboíocce extranjeros, como llam é
un chusco á 10 8 cucaltptus. ~ N i qu é estorbo hace la mo numental cruz que está en el jardín del A silo de indio
gentes varo nes t P or el contrario, todos g ustan de sentarse en las am plias gradas de piedra qu e hay á su pié,
bajo la fresca sombra de los árboles que la rodean, .r oír
cantar algún pajarillo que al cae r la tarde viene á posarse en sus brazos, y se despide al egr emen te del sol.
1.0 que es (t mí, ta mpoco me estorba la eruceci lla de
uro que llevo al pecho hace un medio sig lo, larg o de talle, allí mismo dond e la pu so con sus mano s mi buena
madre. H ila me dijo que no me la quitara j an uis, y tú
sabes cuán respetables son para algunos los deseos y los
consejos de una madre, sobre todo cuan do ya no se la
puede complacer en otras cosas.
Un día estaba JO berreando porqu e no me daban g us·
to en alg una simpleza , )' las lág rimas que der rau rabn
caían sobre el pecho desnudo J moj aba n la crueeci lla.
:Jfc puse :í secarla con la manga de la cam isa, mientra s
con la. otra me enjugaba los ojo s, J se acabé el lla nto.
Cuando tuve diez y ocho año s volví ¡t llora r al ver esa
crnz; pero en tonces llora ba recordand o á mi maure que
acababa de morir.
Esta reminiscencia impertinente de tui infancia no {'S
un argum ento irrefutable en favor de nu est ro proye cto,
ni tú te atreverías á a legarlo como tal en el Cabildo de
Bogotá: es solamente una. memoria que se ha escapado
sin quererlo de mi pluma, y estando ya escrita, no quiero
borrarla. (Jllod scrip si st'ripsi, te diré por pilatulla.
Ko dejes, pue s, de la mano, el patriótico proye cto, y
su realización será un tí tul o más qu e adquieras á la g ratitud de tus conciudadanos, especialmente de tu s ami gos, 'f espceialísim amente de qui en lo es siempre tuyo .
Tu~-o afectísimo,
~
1
J.. .)~
LA SAL DEL CUENTO.
O 110 s,é que sea ve: dad ,
. pero SI lo doy por cierto,
que all á en tiempos tan remoto!'
que has ta se pierd e el recuerdo,
en cuatro paredes toscas
IIuO desafia ban al tie mpo,
edificó su morada
un noble clribchu opule nto .
Corona ban la alta, cúsp ide
blan cas piedr as, que á lo lejos
del sol la luz rcflejabun
por los contornos amenos ;
ot ras de un azu l profund o
colocaron en el centro ;
<9a;ce~tJ
Tt.
y cutre la tierra escondidas
paru ser vir de cim ientos ,
unas color de ceni za
menos preciadas por eso.
.t\ ver tanta maravilla
sus vecinos acudi eron;
J entre tanto el Gran Señor
dueño de al cázar tan regio,
envidiado y orgu lloso
desafiaba
el invierno.
É ste en tró por sus cabales
al fin de un mes de F ebrero,
mas suced ió j suert e ingrata !
que la s piedras del cimi ento
poniéndose luego verdes,
después torrente s vertieron
de agua pura y cri stalina
que, por el prado corriendo,
de la morada. del chibcl¡a
socabó los fundamentos,
}' echó por tierra. el ca stillo
en la mita d del invi erno .
Sobrecogido y turbado
como presa de a lg ún sueño,
llora nd o sobro las mi llas
de su hogar mudo J desierto,
huy ó de a.lli el poderoso
cab izbajo y en silenci o.
j Pobres ind ios ! D esd e enten eos
jam ás en iu uros vi vícron l
Pero pasaron los día s
y la, muis ea ge nt e viendo
(Iue acudían en profu sión
all í ven a dos y ciervos,
ard illas)' <n-es alegres
de dul císim os gorgcos,
por saber de ello la causa
todos los chi bcha s vinieron
y los de más ex perie ncia
se j unt aron en consejo.
Resulté de los ensayos
)" sabios ex perimentos
(¡ue, con el mayor cuidado,
de aquellas piedras hicieron,
que hab ían .hallado [pardicz !
de decirlo me da miedo,
nn a mina sin rival ,
un teso ro, grande, inmenso,
con qu e podrían ens an char
sus dominios )" come rcio ;
y ca yendo de rodillas
?l BildIica bendijeron.
Desde entonces este hallazgo
'Iue nunca agotará el tiempo,
despu és de dar á los ind ios
en un te rritorio extenso
reno mbre de poderosos,
.Y fuina por todo el reino
( que fué despu és de G ra na da
aHí
cumulo (le E spaña vinieron),
surti endo las rea les cajas
ha seg uido sin tropiezo
ha sta. el día en que engalana
las cifras del Presupuesto,
para pag ar intereses
qu e 110 descuida el Go bierno.
y lié aquí, lec tores míos,
(i1le despu és de aques te enredo
la sal de Z ip aquiré
'
resultó ,~ La sal del cuento l "
Bogotú- 1882.
PA PEL PER IODICO IL US TR A DO.
~ . Viffe'Jaa
g.
296
iOoE
DE LESSEl'S .
FF<.,~AX])O
l'
DI Ul:,10 DE L
~. .\n;RAL
roR l.:RD.\:'\"ET.-\
.
_
GR AnAH O D E RODRIGUSZ.
'
PAPEL PERIODICO IL USTR
________
A DO.
JUNIO DE
1882.
Descargar