CURIOSIDADES DE UN CASTELLANO OLVIDADO Releyendo días

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CURIOSIDADES DE UN CASTELLANO OLVIDADO
Releyendo días pasados el magnífico libro de Don Francisco de Quevedo y Villegas “Historia de la
vida del Buscón llamado Don Pablos: ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños” –lectura muy
conveniente si tenemos el ánimo por los suelos-, me tropecé con una de tantas palabras en desuso:
atacado.
Acudiendo al diccionario de la Real Academia Española (esa que Limpia, Brilla y da Esplendor),
obtengo su significado:
“Atacar (acepción 3). (Der. del ár. hisp. tákka, y este del ár. clás. tikkah 'cinta para sujetar una
prenda').
1. tr. p. us. Atar, abrochar, ajustar al cuerpo cualquier pieza del vestido que lo requiere. U. t.
c. prnl.”
“Atacado, da. (Del part. de atacar –acepción 1- ).
1. adj. coloq. desus. Encogido, irresoluto.
2. adj. coloq. desus. Miserable, mezquino.”
Y también encuentro:
“Desatacado: 2. tr. p. us. Desatar o soltar las agujetas, botones o corchetes con que está
ajustada o atacada una prenda de vestir. U. t. c. prnl.”
“Calzas atacadas: f. pl. Calzado antiguo que cubría las piernas y muslos y se unía a la cintura
con agujetas.”
“Calza: (Del lat. vulg. *calcĕa, y este del lat. calcĕus, zapato).
1. f. Prenda de vestir que, según los tiempos, cubría, ciñéndolos, el muslo y la pierna, o bien,
en forma holgada, solo el muslo o la mayor parte de él. U. m. en pl. con el mismo significado
que en sing.”
“en calzas prietas:
1. loc. adv. coloq. En aprieto o apuro. Poner, verse en calzas prietas.”
El texto que cito a continuación del libro de Quevedo puede aclarar algo:
“Y al volver atrás, como hizo fuerza, se le cayeron las calças, porque se le rompió una agujeta que
traía, la cual era tan sola, que, con verme tan muerto de risa de verle, me pidió una prestada. Yo,
que vi que de la camisa no se le veía sino una ceja, y que traía tapado el rostro, de medio ojo, le
dije: -Por Dios, señor, si vuesa merced no aguarda a sus criados, no puedo socorrerle, porque vengo
también atacado únicamente.” Don Francisco de Quevedo y Villegas “Historia de la vida del Buscón
llamado Don Pablos: ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños”. Capítulo XII. De mi ida, y sucesos
hasta la Corte.
Estabais advertid@s: Somos muy serios. Que este breve texto lo demuestre al tiempo que sirva
como cordial saludo a quienes visitáis esta web.
El Francisco Javier Agapito
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