REVISTO QUinCEIiñL ILUSTRñDñ AÑO V NUM. 136 Palma 30 de Abril de 1921 LUGARES' DE MALLORCA •••-\fc LA C A S A DEL A R C H I D U Q U E , e n Mir3.mar.—Foto Grop Senatxo. eo cts. BALEARES Almacenes de Mercería TT JJ que pronto se abrirán al público, convenientemente reformados FRANCISCO FORTEZA Calle de Colon, 14 -*5i5^°'^í=*- - ^ ^ " S S i f ^ -^S^°Í'SBI'=*' -<i(^-^'=-"-^(^°No)'=*' • ^ ( S ^ ' ^ LITERA L O S C H O R R O S DE B A I B A R Escondida en un repliegue del manto verde esmeralda de vides lozanas, granados, liigueras, zarzamoras, copudos olivos y espesos algarrobos, una enorme masa de agua se despeña como si de improviso faltara la tierra bajo su cauce tranquilo, por tremendo cataclismo geológico. Tal es la impresión que causa en el ánimo del espectador el contemplar los famosos «Chorros de baibar». Se llega a ellos bordeando las márgenes de un manso arroyo que desliza sus claras y frescas linfas entre colmas vestidas de viñedos, bosquecillos de frutales y huertas frondosísimas. De súbito, el viajero se detiene junto a la cortadura por la cual se precipitan las aguas, viendo a sus pies el enorme peldaño carcomido por el agua, por el tiempo y por la tradición... ¿Queréis oir una de ellas, la que da nombre a la escondida catarata? Una ráfaga de poesía cruzó aquellos lugares un día primaveral, y prendió en ellos perfumando con aromas de leyenda clásica, una historia de amores que diríais traída del promontorio de Léucade o de los bosquecilios de Pafos. Las gentes del país, en su manía de atribuir origen «moro» a todo lo viejo, sea cacharro o leyenda, torreón o moneda, cuentan la historia colgándosela «al moro Baibar» o «Bal ba». Bastará referirla para que el más ignorante la tenga por hija legítima del ingenio h e l é n i c o - q u e tan a maravilla arraigó en los pueblos celtiberos—mejor que de la fantasía muelle y sensual de los hijos del profeta. Y la leyenda es esta: Los «Chorros de Baibar» están entre los dos pintorescos pueblos valencianos de Buñol y Alborache, más cerca—y en término de éste—que de aquel. Buñol, que es el más antiguo, significa en la lengua primitiva de los íberos «bullidor de aguas» y es famosa la abundancia de fuentes riquísimas en su término: por centenares se cuentan. Alborache, en lengua arábica, vale tanto como «alborada», y le conviene este nombre porque es eí pueblo de la Hoya que está situado al oriente de los demás. En uno de los quebrados barrancos que rodean a Alboraig o Alborache, están los famosos chorros y recogí la poética leyenda. A la mitad de la cortadura y debajo mismo del impetuoso torrente, nace un manantial TURE copioso que se une a la cascada, cayendo los dos sobre un pequeño estanque bordeado de rocas musgosas. A la izquierda de la fuente, una angosta hendidura señala la entrada de una gruta, en la que penetra el agua del estanque y cuyas paredes gotean agua cristalina e irisada como el rocío de la aurora. Es un pequeño palacio de crital. El suelo, está cubierto por frescas hondas cristalinas; del techo gotean límpidas perlas.que se deslizan por los almohadillados y musgosos muros y colgantes estalactitas, y comunican vida, luz y colores a los caprichosos arabescos de la prehistórica gruta. La voz sorda de la cascada resuena en el subterráneo palacio de cristal como eco armonioso de música lejana o coro de muchedumbre que vitorea, allá lejos, en el circo o en el teatro .. En esta gruta se>efugiaba el pastor Baibar en los días estivales, huyendo de los rigores de un sol de fuego, gustando de la música de aquellas voces imprecisas que resonaban en la cueva como ecos de un mundo lejano... Las cabras y las ovejas pacían a su antojo por los riscos próximos, apagaban su sed en el estanque y representaban su idilio salvaje con toda la simplicidad del instinto de reproducción. Baibar, mientras tanto, soñaba en la gruta de cristal. ¡Soñaba! Un amanecer, pacían sus ovejas cerca de los chorros. Al ir a beber de las claras y frescas linfas creyó percibir tenues y cristalinas risas y rumor de una veste que se arrastraba sobre las zarzamoras que festoneaban las alturas riscosas de la cascada. Alzó los ojos y vio envuelta en las espumas d'1 torrente una forma blanca, femenina, que cayó blandamente sobre las ondas del estanque y huyó apresuradamente, riendo voluptuosa, por la oquedad de la gruta. Lanzóse en seguimiento de la fantástica aparición el audaz mancebo; entró en el estanque, paso bajo los chorros que le envolvieron en finísimo polvo de agua, y p e n e t r ó en la gruta... a tiempo que la fugitiva se disolvía en los antros tenebrosos de aquélla, dejando tras de sí, como una blanca estela, húmeda niebla, vapores de agua. Muchas horas ha, brillaba el sol en en cielo en un cielo de radiante azul, franjeado de nubes albas, cuando desesperanzado salía Baibar de la cueva enamorado para siempre de la BALEARES divina aparición... Había registrado todos los Antes de estallar nuestro primer beso de amor ámbitos de la gruta; preguntó a todas las ya me habría desvanecido en tus brazos .. perlas de rocío irisado si habían visto pasar ¡Triste sino el mió: vivir menos que un espaspor allí a aquella mujer de sus ensueños, y mo de amor!... las líquidas perlas se deslizaban sin responder —¡Espera... no huyas! Por Apolo, deten tu a sus quejas dolientes. paso...—grita el desesperado mancebo.— Al día siguiente acudió a la cascada antes ¡Eres un imposible... y yo, como los poetas, del amanecer. Llevaba una antorcha a preven- amo lo imposible! ción. Encendió una pequeña fogata en la oque—¡Loco... loco! ¡Eres loco!...—dice la voz dad de dos rocas y esperó. Poco antes de debilitándose, perdiéndose en las concavidanacer el sol vio llegar, flotando como una des de la gruta, confundiéndose con el rumor bruma sobre el manso arroyo y precipitarse de las voces de misterio de la cascada:—Ya por las rocas, a la misteriosa ninfa. Encendió no puedo oirtt! Hoy me detuve un instante epresiiradamente la antorcha y fué tras la apa- más... porque Apolo se durmió en los brazos rición encendL'o de amores. de Venus y anduvo perezoso atándose sus El iluso no se detuvo a pensar que la casca- sandalias de oro... Pero ya oigo rodar su cada apagaría su antorcha... y al verla en sus rro de fuego... Adics; olvídame... No seas esquivo con las cariñosas zagalas que acuden manos mojada y humeante, la arrojó con ira al a ordeñar tus ovejas... Amalas a todas, canta estanque y entró resueltamente en la gruta. tus amores... y olvídame! No vio traza alguna de la ninfa fugitiva; ni siquiera su estela de brumas... Pero al dulce Perdióse la voz de la diosa y quedó atónito lamentar del enamorado pastorcico replicó una el mancebo... Pasado su estupor y herido por voz perdida en los profundos pasadizos y ga- el despecho, pensó tomar audaz venganza de lerías de aquel palacio de ondinas, y que las burlas de la diosa ¿Que no discurrirían un resonó confundida con el bramar del to loco o un enamorado burlador, si, por añadirrente: dura, el loco lo era de amor y el enamorado —¡Pobre Baibar, enamorado pastor! Me de la locura? persigues en vano... No soy una mortal y jaA la mañana siguiente se emboscó Baibar más seré tuya... ¡Soy la Aurora, la hermana en las breñas de la alta cascada, que ventían de Apolo, que después de anunciar la venida enmarañadas cabelleras de zarzamoras y gradel carro de fuego que rige el dios se refugia nados silvestres, y esperó, ojo avizor y el en éste su palacio de cristal! corazón agitado, la venida de la rosada Auro— ¡Ah! ¡Eres una diosa! ¡Por eso te amaba ra. Y, apenas lució por Oriente el primer desyo... que soy poeta, aunque pastor!—replica tello de luz irisada, vio venir flotando como enardecido Baldar, al saber que el objeto de una bruma sobre el manso arroyo a la diosa de sus amores. Llegó a las rocas que coronasus amores no es una vulgar mortal. —¡Ni a ios poetas puedo amar... aunque ban la cascada... y al pasar ante las asombrasean pastorcicos tan bellos como tú... No me das pupilas del poeta-pastor como imagen de busques... Soy luz fugitiva que brilla, un luz bellísima, tendió él la diestra crispada y un instante no más, entre las últimas sombras arenazóla por las irisadas vestiduras atrayéndola ferozmente hacia sí. de la noche y las primeras claridades del dia. — ¡Eres mia!—gritó loco y jubiloso. Mi vida es fugaz; más breve aún que la de las Al sentir la diosa manos mortales sobre su rosas ¡pobre Baibar! ¡Te enamoraste de un haz de luz irisada! Yo no puedo ser tuya ¡ni cuerpo divino, lanzó un tenue quejido y se de nadie! Estoy condenada a vivir, todos los dejó caer al torrente. días, un instante brevísimo y a desvanecerme Baibar, que retenía en sus callosas manos en lasljces del día, apenas nacida. En un tor- el manto irisado de la Aurora, fué arrastrado mento renacer para morir, brillar un instante en la caída... y cayó al fondo «como cuerpo y pasar... sin dejar apenas huella de mi paso muerto cae», aferrado al manto de luz de su sobre la tierra! inmortal amada. Una carcajada cristalina resonó en la entra— ¡Para mí vivirás eternamente!... Te he da de la gruta al mismo tiempo que el cuerpo visto ese instante y ya tienes ün ;i!tar eternal en mi alma... ¡Espera aún... óyeme, ven!...— de Baibar el infeliz se estrellaba sobre las rocas que ceñían las márgenes del estanque gime el enamorado. —¡Adiós ,. no puedo! ¡No seré tuya jamás! y éste se teñía de rojo, con la sangra del BALEARES audaz mancebo, que quedó sin vida, porque osó desgarrar ia veste sagrada de la diosa. Las cabras y las ovejas de Baibar lanzaban desgarradores y tristísimos balidos en torno del tronco inanimado del impenitente soñador. Allí le encontraran las linda zagalas que acudían solícitas a ordeñar la sabrosa leche de las ovejas para regalar al desabrido pastor natas y quesos, más dulces que miel de Hiíneto; en cambio de las canciones del rústico poeta, _ * Al llevar los'ojos cuajados en llanto, inquiriendo la causa de la muerte de Baibar, vieron asombradas, en lo últo, brillando a la luz del sol con mágicas irisaciones, el manto de la diosa tendido sobre las turbulentas aguas de la catarata, y que para memoria del audaz hecho quedó allí eternamente, señalando el paso de la fugitiva Aurora por aquel lugar, antes apacible, y desde aquel día trágico teatro de los amores de Baibar, el pastor-poeta. Por eso, si vais a contemplar alguna vez los «Chorros de Baibar», veréis desde los peñascos fronteros, si el sol ilumina la cascada, siempre luminoso, mágico, irisado, magnífico de luz y de color, un girón del manto de la Aurora que envuelve las agitadas aguas, recordando la trágica aventura de lyi poeta rústico, audaz y soñador, B, M, S. M. VIDA SOCIAL Sin incidentes de monta por lo que a la Vida iS'ociaJ ixtsiíe, ha transcurrido la s e g u n d a q u i n c e n a de Abril, esa etapa poética y sugestiva p r e á m b u l o del mes poético por excelencia: el mes de oaayo. Sin e m b a r g o el t i e m g o ha seguido m o s trándose i n s e g u r o y solo en unos contados dias se nos reveló la Primavera toda radiante luciendo el sol e s p l é n d i d a m e n t e , en un cielo límpido y m u y a z u l , m u y e a a r m o nía con las galas que ya luce ahora nuestra esplendida naturaleza. Mas luefro tornaron las n u b e s invernales y la lluvia tristona, como si el i n v i e r n o , el i n t e r m i n a b l e invierno de este a ñ o no quisiera a b a n d o n a r n u e s t r a isla de ordinario tan risueña. Tal vez a esta i n s e g u r i d a d del t i e m p o a m á s del alto precio do los pasaj>>8, sea debido el desusado retraimiento quo so nota por parte de los turistas que otros a ñ o s , en esta época l l e g a b a n , en c o n t i n u a s y n u t r i das l e g i o n e s . _ ., Por lo que a la vida local se refiere, a q u í van a l g u n a s noticias. La primera que hay que c o n s i g n a r es el homenaje al i l i e s t r o Marqués función c e lebrada a beneficio del Patronato antituberculofo en nuestro teatro Principal y que convocó en aquel coliseo a lo más selecto y d i s t i n g u i d o de la sociedad palmesana llenándose por completo el teatro. El p r o g r a m a fué m u y escogido y las d i s t i n g u i d a s d a m a s y señoritas y los disting u i d o s aficionados al l/el caiilo que tomaron parte en la función oyeron m u c h o s y merecidlfimos aplausos. Los cuadros p'ásticos dirigidos y c o m binados por nuestro d i s t i n g u i d o redactor artístico ü . Ptsdro Biírce'ó constituyeron uu gran éxito y en ellos tomarou parte bellas señoritas luciendo artísticos trajes, result a n d o el conjunto una maravilla de luz y do color. Capítulo da boJap. En el Real Monasterio de Nuestra S . ñ o ra de Monserrat (Cataluña) contrajeron m a t r i m o n i o la bella señorita María Obach ü b a c h y nuestro d i s t i n g u i d o a m i g o el notario da Bdllver Ü. B u e n a v e n t u r a Barceló Oliver. Actuaron de padrinos por parte de la novia BU h e r m a n o el industrial D. Emilio y el comerciante D. J o t e Obach. tio de la novia y por parte del novio, su señora m a d r e d o ña J u a n a OÜver V J a . de Barceló y eu h e r m a n o el catedrático de la Escuela de Artes y Oficios y redactor artístico de B A Lií.-iHEs. I). Pedro. Fueron los testigos el d i p u t a d o por Seo de Urge! D. J u a n Serradell y el i n i u s t r i a l D. Sfbistián Obach tio de la desposada. —Eo la iglesia de Sao Francisco, de esta ciudad se celebró el eulace de la bella y dist i n g u i d a señorita Luisa Estarellas Mir, hija de n u e s t r o a m i g o el capitán del vapor «Jaime 1», con el joven profesor de 1.'' e n s e ñanza D. Gabriel Daviu Bibiloni, a c t u a n d o de padrinos por parte de la novia eus tios D. Ricardo y D. Magin Et<taba y por parte del novio el C o m a n d a n t e de Infaoteiia dou .luán Fiol Conrado y el médico de Santa María D. J o t é Verd, T a m b i é n se ha celebrado la boda de la distinguida y bella señorita Doloiea Ripoll Fargae, con el corredor de Comercio don J a i m e L, Pou Moragues. Bendijo la u n i ó n el vicario de la parroquia de San J a i m e R i o . D, Francisco Pou, en la capilla del BALEARES S a n t í s i m o S a c r a m e n t o de dicha iglesia p a rroquial. E n la propia iglesia se u n i e r o n en el i n d i s o l u b l e lazo la a g r a c i a d a señorita A n tonia Perelló Gelabert con D, Benito Oliver R a m i s , hijo del ex-alcalde de L l u b i don Jaime. Otras b o d a s : L a de la bella y s i m p á t i c a señorita María F o r n a r i s con el d i s t i n g u i d o i n g e n i e r o don Narciso BofiU; y la de la bella y d i s t i n g u i da señorita María R i u t o r t Antelm con el d i s t i n g u i d o Capitán de Artilleria D. F r a n cisco G i m é n e z . Desea el cronista a las noveles parejas inacabables dichas. Peticiones de m a n o : La de la bella señ o r i t a Asunción Salcedo G a r r i g a p a r a el j o v e n propietario g r a n a d i n o D. Vicente Martínez F e r n a n d e z , y para el j o v e n i n d u s trial D. R a m ó n Casasnovas R o g c h e r la de la s i m p á t i c a señorita Rosita González Aicart. En la crónica triste entre otras m u y sensibles p é r d i d a s hay q u e c o n s i g n a r el fallecimiento del L m o . Sr. D. G u i l l e r m o Montis Allende Salazar, Marqués de la B a s t i d a acaecido en Soria d o n d e d e s e m p e ñ a b a el c a r g o de Delegado de Hacienda y la del M. I. Sr. D. Miguel Roca, Deán de n u e s t r a iglesia Catedral B i s í i i c a . Las relevantes dotes de los finados h a n hecho q u e s u s m u e r t e s h a y a n sido m u y sentida. U n a oración por s u s a l m a s y n u e s t r o c o n d u e l o a las d i s t i n g u i d a s familias de los fallecidos. Otras n o t i c i a s : El éxito b r i l l a n t e o b t e n i d o por el l a u r e a do p i n t o r y Director de n u e s t r a Escuela de Artes y Oficios, D. L o r e n z o Cerda, con su exposición pictórica celebrada r e c i e n t e m e n te en el salón de '^La Veda» fué celebrado con u o b a n q u e t e q u e los a m i g o s y a d m i r a dores del prestigioso artista le ofrecieron, celebrándose en la serré del Hotel Alhamb r a . H u b o brindis efusivos y el Sr. Cerda recibió a d e m á s m u c h a s felicitaciones a las ] q u e u n i m o s la n u e s t r a cordial. j H e m o s recibido c o r r e c t a m e n t e inpreso el j u g u e t e cómico «La c u r d a de Benito» orig i n a l de los d i s t i n g u i d o s a u t o r e s Sres, Manz a n e q u e y Maquerie, e x t r e n a d o con l i s o n j e r o éxito en el teatro Lírico. M u c h o a g r a decemos la a t e n c i ó n . i El retraso de u n o s dias con q u e aparece este n ú m e r o nos da pie para cerrar esta cróneca, c o n s i g n a n d o el éxito q u e la c o m pañía de ópera del g r a n teatro del Liceo de Barcelona, va l o g r a n d o en n u e s t r o primer coliseo, d o n d e a c t u a l m e n t e a c t ú a . Loa aficcionados al bel canto están de e n h o r a b u e n a y todas las noches ofrece la sala de espectáculos un b r i l l a n t e g o l p e de vista, pues q u e en ella se ccjpgrega lo m á s d i s t i n g u i d o de n u e s t r a sociedad. Y n a d a m á s por h o y . CIRANO. LOS C U A T R O " A S E S , , DEL T O C A D O R (Marya Products. American Co.) SOBtRANO CONTRA^ S^TODOSIOS ENEMIGOS DEl CUTIS Í^^X>^••.• DECISIVO CQHTRA105 G U A N O S JM^ffitoa^^ ^asSS. Mantiene el cutis puro y joven. Evita las arrugas. Evita ios granos. Indispensable después de afeitarse. ~aK53¡? *• c R E ^1 e ® ROYAUI N E CRtMft UNIVERSAL DE. BtLLEZfl U » , , "-A M A S E l F I C A Z ,j Da un cutis de seda. Fija b i e n i o s polvos. Embellecedor instantáneo insuperable. SAVIA o ALMENDRÓN PftRA tW C U I D A D O D É L A S M A N O S Mantiene las manos tersas y finas. idelaire, del frío y del jabón. ¡j] Evita la acción OXfLoiT^, AGUA OXIGENADA SOLIDA niGur.oSAMÍlKTt D t S P R O V i S T i I n d i s p e n s a b l e para todos los cuidados de lilgiene intima. Dentrifico espumoso oxigenado. Desinfectante y cicatrizante admirable. EN TODAS LAS BUINAS PERFUMERÍAS, FARMACIAS Y DROGUERÍAS Suscribirse a "Baleares,, Precios de Snicripcióa REDACELÓD 7 ITOINLSTRACLÓN Maiquldi I . EntU. D i r i c h i HOMS DE DESPACHO MTÑINT, de 11 T I TIRDE, de 4 a 6 No l a da«ueWin tot «rigin a i i t ni sa l o s t i t n i eorraspondvnola sobra los mismos. BALEARES REVISTA QUINCENAL ILUSTRADA DI R E C T O R - P R O P I E T A R I O ENRIQUE VIVES VERGER EN ESPAÑA Un mes. . . . TQOPUs Trimestre . . 3 00 • Semestre . . . 6 OO > Un aflo. . . 12'00 . EXTRANJERO Un afio . . . IS'OO Ptas. Número susito 69 Ctt. Número atrasado S'SS PAGOS ADELANTADOS MALLORCA PINTORESCA J a r d i n e s de M\ramar.-Foto Gi-02} Sencixo. LOS TRANVÍAS ELÉCTRICOS A v e n i d a p r i n c i p a l d e la C i u d a d J a r d í n , q u e c r u z a l a n u e v a l i n e a d e t r a n v í a s e l é c t r i c o s d e Falma a l «Coll d' E n R e b a s s a » , q u e s e i n a u g u r ó el p a s a d o m e s . Fot. J. Af.'' Taronjl. INAUGURACIÓN DEL TRANVÍA DEL C O L L DE 'EN REBASSA A ¡as tres y media de la tarde del día 7 del actual tuvo lugar la salida de la Plaza de Cort, de dos coches motores con sus correspondientes arrastres, nuevos y espaciosos, por cierto, en los que tomaron asiento las autoridades, elemento directivo de la Sociedad de Tranvías e invitados, para asistir a la inauguración del nuevo ramal del Coll de 'n Rebassa. El recorrido se verificó en medio de la mayor animación y exento de ninguna clase de incidentes, patentizando los propietarios de los innumerables huertos que en tal recorrido se presentan a la vista su entusiasmo por medio de banderas y adornos que se veían en las entradas a sus propiedades. Después de pasar el puente que existe poco antes de llegar al popular caserío, tuerce la línea hacia la Ciudad Jardín, en cuyas inmediaciones se había congregado una gran multitud, d é l a que se destacaba un grupo de niños de la escuela que en el Coll de'n Rebassa dirige el maestro don Antonio Mercadal, quienes ai paso de los coches entonaron cantos escolares. El tranvía, siguiendo su marcha hacia el final de su trayecto, llegó en pocos momentos al Coll de'n Rebassa. Todo el vecindario se hallaba congregado en espera de los tranvías, para demostrar su satisfacción por la nueva mejora implantada. Innumerables adornos daban al caserío la nota de un dia de fiesta. Los acordes pasodoble lanzados al aire por una banda de música, daba mayor relieve al entusiasmo. Los aplausos se iban sucediendo, llegando a su período culminante cuando se pararon los coches al final de su trayecto; destacándose una comisión compuesta del Alcalde pedáneo del Coll d e ' n Rebassa don José Serra Juan, el Vicario Rdo. Sr. D. Miguel Cifre, los Reverendos don Pedro Quetglas y don Manuel March y los vecinos don Miguel García Salva, don Jaime Garau Cervera, don Pedro Antonio Thomás, don Miguel Vicens y don Jaime Serra, quienes testimoniaron a las autoridades sus rtspetos, y su agradecimiento al Presidente de la Sociedad General de Tranvías, don José Socías, lo mismo que al Director Gerente don José Esteva Boscana. Seguidamente y a los acordes de la banda de música, se dirigieron todos a la Iglesia en donde se cantó una Salve, en acción de gracias. En el interior del templo, como apuntábamos anteriormente, puede decirse que se hallaba congregado todo el vecindario, más los colegios de niños y niñas, con sus correspondientes estandartes, dirigidos los primeros A C T U A L I D A D por el señor Mercadal y las segundas por la maestra doña Teresa Aguiló y varias Religiosas Hermanas de la Caridad. A continuación tuvo lugar en la terraza del café de Miguel Más (a) Ca '/z poca roba un lunch consistente en galletas, confites y licores con que el vecindario obsequiaba a los visitantes, siendo además obsequiadas las señoras con artísticos ramilletes de flores. El primero en hacer uso de la palabra L a s a u t o r i d a d e s e i n v i t a d o s p o r la C o r a p a u i a d e T r a n v í a s , e x a m i fué el Vicario Reven a n d o los n u e v a s c a s e t a s I n s t a l a d a s e n l a p l a y a d e la C i u d a d J a r d í n . rendo don Miguel CiFot. J. M!>- Taronjl. fre, quien en frases Los esfuerzos son recibidos con aplauso g e sentidísimas expresó en nombre del vecinneral, dario la gratitud por la mejora llevada a cabo, saludando a todos con palabras llenas de galanía y emoción. EL AMAZONAS El Alcalde de Palma señor Barceló y Caimari hizo resaltar la labor llevada a cabo en poco tiempo por la Compañía de Tranvías, a El mayor río del mundo es el Amazonas, pesar de la crisis industrial que se ha venido que tiene un desarrollo total de 5.800 kilóatravesando, agradeciendo en nombre.del vemetros, lo que equivale a dos veces el curso cindario el sacrificio de la Compañía. del Danubio y vez y media el del Volga. El Presidente de ia Sociedad de Tranvías Sus fuentes nacen entre 2.000 y 4.300 me don José Socías hizo patente que lo único que tros de altitud; pero, de salto en salto y d e hay que agradecer es la tenacidad hija solacatarata en catarata, la altura del río va d e s mente del impulso del corazón, que fué lo úni- cendiendo hasta llegar, a su salida del país co que calculó lo que Palma deseaba: dar montañoso, solamente a 200 metros sobre el abrazos por medio de líneas de acero para nivel del mar. unirnos a todos. La amplitud, la profundidad y el volumen Al r gresar detuvieron los coches breves de las aguas del Amazonas responden al minutos en la Ciudad Jardín, donde se pudo número, la longitud y el caudal de sus afluencontemplar la magnificencia de aquella playa tes. oreada por los cuatro vientos, la que de seguEn Tabatinja, la anchura del río es de ro hará que en verano sea el punto más agra2 500 metros, y hay sitios en que produce la dable y fresco. Los coches con los invitados, estuvieron de misma impresión que el mar, pues no se al regreso, en la Plaza de Cort, a las cinco y canza a ver sus orillas. Naturalmente, la profundidad es variable, y media de la tarde. Al felicitar a la Compañía de Tranvías, ha- se estima, por término medio, en 75 a 100 metros. cemos votos para que ei éxito le acompañe en La masa de agua que el amazonas vierte en su laudable labor de dotar a la población y a los caseríos de servicio tan cómodo y útil coel Atlántico se calcula en 300-000 metros cúmo los tranvías. bicos por segundo. A C T U A L I D A D MARTIN, «EL EMPECINADO»; Quijano, fué devuelto a su casa por otroPedro Alonso, que para él lo fué su padre, quien lo consiguió alegando la corta edad del recluta. A la manera que el hidalgo manchego se Había necesitado el peregrino hidalgo deentregaba a la lectura de los l¡b,os de cabavanarse la sesera para ponerse un mote que llería, con tanta afición y gusto que olvidó revelase su linaje y patria; el sencillo lacasi de todo punto el ejercicio de la caza y briego no necesitó inventar ninguno, porque aún la administración de la hacienda, un joven naturalmente llevaba el que a todos sus conabrador castellano se enfusiafmhba hasta la vecinos ponían en los pueblos comarcanos, exaltación leyendo cuantos impresos caían tomándolo del negruzco lodo o pecina caracen sus manos con las noticias de las guerras terístico de los arroyos que cruzaban y cruzan que los ejércitos el suyo. napoleónicos sosLo mismo que en tenían allende las causas y perilos Pirineos, intepecias de sus corrumpiendo las faemienzos, hay ciernas agrícolas con to parecido (aunprolongados des que con la diferencansos hasta termicia que va de lo nar de leer la desvivo a lo pintado cripción de alguna y de la caricatura descomunal bata al verdadero retralia, y descuidando to del tipo clásico poco a poco las laespañol) entre las bores de las fincas aventuras sucesi paternas. vas del arrogante hidalgo y las del Y del mismo mo no menos decidido do que al ingenioso .Salida d e l a s a u t o r i d a d e s d e l a i g l e s i a d e l Coll, d e s p u é s d e l Te Deum q u e s e c a n t ó e l d i a d e l a fabrador. hidalgo se le llenai n a u g u r a c i ó n . — í ' o í . J. Soler Este fué, como ba la fantasía de ' aquél, víctima de aquellas s o ñ a d a s las lecturas a que se dedicaba; ostentó un mote invenciones de encantamientos, pendencias revelador de su naturaleza y patria; se endesafies, requiebros, amores, tormentas y contró con sus mercaderes toledanos y con disparates imposibles, que él juzgaba verdasus arrieros yagü^ses en los campos de Caderas quiso imitar así por el aun ento de su bezón y Rioseco; sufrió el pesar de saber, honra como para el servicio de su re,3ública. no que estaba encantada por ningún sabio la al campesino de Castillo de Duero (donde nació Don Juan Martín Diaz, El Empecinado, dama de sus pensamientos, sino presa por el 2 de Septiembre de 1775) le embargaban sus enemigos la reina legítima de su corazón, el ánimo hasta sorberle los sesos las descripsu madre; fueron tres las salidas que hizo: ja ciones verídicas de las hazañas reales de los primera contra la voluntad del autor de sus héroes de Montenotte, MelteSimo, Dego, días, la segunda como soldado y la tercera Mondoni, Lodi, Taglamento, Malta, Abukir, como voluntario guerrillero; se vio encerrado Zurich, Marengo, Hohenlinden, Austerliz, en una jaula y expuesto, no a la burla comJena, y de tantos otros combates como enpasiva de corteses caminantes, sino a las iras sangrentaban los c mpos de Europa y de de una multitud fanática y soez; y, por último, África, hazañas gloriosas que él soñaba emu- hasta en la hora de la muerte, asi como a la lar. memoria del manchego se le ofreció el cuadro tristísimo de sus pasadas locuras, al nunca De tai modo llegó a tener vuelto el juicio bien ponderado castellano se le presentó con aquellas lecturas que tanto le seducían, ante los propios ojos el más doloroso aún que al salir una mañana del apero, en vez de la antigua deshonra de su hogar por asisde dirigirse al sitio de la labranza, cambió la estepa por un viejo trabuco y marchó a sen- tir a presenciar su ejecución su infiel esposa Catalina de la Fuente, vecina de Fuentecén, tar plaza en la guarnición más próxima, que donde vivió algún tiempo Don Juan Martín ara la de Valladolid, Pero, como el buen JUAN A C T U A L I D A D tardó en fugarse, y con tres hermanos suyos y otros muchos camaradas que se pusieron a sus órdenes, formó pronto una partida que, emboscada en los alrededores de Madrid, inició sus correrías matando a un correo y quitando a otros los despachos. Después, se dedicó a la empresa de convoyes, con tal destreza y denuedo que entre los muchos apresados no tardó en figurar uno importantísimo, defendido por algunos millares de Contrariado vivía en su lugar, después de haber servido al rey al tocarle la suerte, y franceses mandados por el general Moncey a venció. lejos de las batallas en que había soñado en- quién el Empecinado contrarse, cuando Su temeridad no ocurrió el levantareconocía límites, miento general de y a causa de ella todas las provinvolvió a ser hecias españolas concho prisionero y tra Francia, y pudo encerrado en la el Empecinado cárcel de Burgo de ser alistado sin Osma. Pero un día obstáculo en el rerompió sus cadegimiento de caba nas, abrió las puerHería de España; tas ddl calabozo, pero hasta el 12 de y ya en i lena Junio de 1808 no calle peleó c.erpo recibió, como guea cuerpo con los rrillero, su deseag e n d a r m e s que do bautizo de sanquisieron detenergre, que sufrió a le, consiguió arroA s p e c t o d e la t e r r a z a d o n d e s e s i r v i ó e l lunch c o n orillas del Pisuerjar a uno del caq u e se o b s e q u i ó a las a u t o r i d a d e s e invitados. ga, en el combate ballo, y montando Fot. J. Soler. de Cabezón, tan en la cabalgadura desdichadamente dirigido por Don Gregorio del caído escapó a todo correr, para continuar siendo el azote de los ejércitos de Napoleón. de la Cuesta, a quien derrotaron Merle y Lassalle. Tan pronto como se vio en libertad, empeAsistió después, el día 14 de Julio, bajo el zó a recorrer, sin descanso, las comarcas de mando de tan desacertado general, a la no Aranda, Segovia y Sepúlveda, haciendo primenos desafortunada batalla de Rioseco, don- sioneros, entreteniendo considerables fuerzas de los españoles fueron vencidos por Bessié- destacadas en su persecución y burlando res, debiéndose el triunfo al talento militar diestramente al enemigo cuando más acosado de éste más que al valor de sus tropas, pues parecía verse de él. en los actos de arrojo llegaron a tal grado Ambas Castillas fueron teatro de sus innulos vencidos que solo un pelotón de ellos, merables proezas; y cuando la Junta Central entre los que iba Juan Martín, arremetió con reconociendo que las guerrillas eran los enetal ímpetu contra las avanzadas francesas migos más terribles de los invasores, procuque sembró el espanto en ellas y se apoderó ró fomentar aquellas que llamaba «fuerzas de una batería. sutiles del país», encargó al Empecinado la Ya desde esta batalla empezó a demostrar organización de las más importantes, confiel Empecinado su desprecio a la vida, su riéndole el mando de capitán. coraje y sus dotes de estratega; y en cuantas Llamado por las autoridapes de Quadalalibró después fué confirmando más y más la jara para que organizase también las suyas, Valentía, la serenidad ante el peligro, la assa puso al frente de éstas y no dejó a los tucia y el instinto guerrero que habían de franceses un momento de reposo, sostenien inmortalizarle. do con ellos rudos y biillantes encuentros hasta hacerles huir de la provincia. Durante Perseguido y preso por los franceses, no después de su segunda salida. Más a pesar de las indicadas coincidencias, siendo natural que todo fruto responda a la calidad de la semilla, así como las hazañas del manchego, inspiradas en falsas leyendas, fueron disparatadas y estériles, las del castellano, como inspiradas en relatos verdaderos, fueron bien encaminadas y fructíferas. A C T U A L I D A D gran parte del año 1811 no salió de la Manla provincia de Guadalajara, bajo las órdenes cha una división del cuarto cuerpo invasor del conde del Montijo, por disposición de (encargado de mantener expeditas las coBlake. municaciones entre Madrid y Andalucía, ex: A principios de Febrero de 1812 se vio el tendiéndose también a esta región las opeEmpecinado en grave aprieto, hallándose raciones del ejército del centro bajo las en Rebollar de Sigüenza, a donde lo había inmediatas órdenes del rey José), a la que llevado con engaños Don Santiago Albuin, no se opusieran los movimientos del bravo el Manco. Este empezaba a empañar su anDon Juan Martín, el cual se encontraba en terior patriótica conducta convirtiéndose, a todas partes, corriéndose unas veces a Araúltima hora, en cómplice y espía de los frangón y poniendo en grave aprieto la guarniceses y procurando perder a su antiguo amigo ción del castillo de y superior. Molina, volviendo En la noche del 7 otras a Guadalajara, de Febrero descansaya reconquistando Siban en dicho pueblo giienza y Cuenca deslas tropas del Empepués de destruir sus cinado, a quien guiaguarniciones, ya solo, ba el Manco a un suya unido a D. Pedro puesto paraje donde Villacampa, con el que sorprendería al enedesalojó la guarnición migo. Pero, lejos de francesa de Auñón, ser asi, lo que procuró llevándose innumerafué preparar una embles prisioneros. boscada, y mientras No sabiendo el enedormían los españoles migo cómo dominar mandó a v i s o a los los bríos del infatigafranceses, que estable Empecinado, reban apostados en las currió nada menos que Otro a s p e c t o d e l a t e r r a z a d u r a n t e a c e l e b r a c i ó n cercanías del Rebodel luncli.—Fot. J. Soler. a poner en rehén a su llar, para que cayesen madre. sobre la población. G r a n d e l u é aquel golpe para el invencible Cuando el Empecinado despertó, alarmado caudillo: pero ni aún así se dió a partido. por el estruendo de la caballería invasora, Para Don Juan Martín, los sentimientos del era ya tarde para organizar la resistencia; deber y de la independencia de la patria es- le mataron mucha gente, le hicieron más de taban por encima de todos los afectos huma- mil prisioneros y él, para salvarse, tuvo que nos. Entonces, discurrieron sus adversarios echarse a rodar por un despeñadero. otro medio: dieron la orden de que fueran Pronto se repuso de las pérdidas sufridas ahorcados, sin compasión, todos los guerri- en aquella trágica noche, y el 9 de Mayo pelleros de su partida que capturasen. El indo- netró en la ciudad de Cuenca, defendida por los mable castellano contestó a esta orden con imperiales, derrotándolos en todos los encuenla de arcabucear a tres franceses por cada tros y obligándolos a encerrarse en los fuertes. español que aquellos ejecutaran. En la mañana del 12 de Agosto (a los dos Mientras Lacy, Eróles, Manso y Milans días de salir el rey José) entraron en la corte reorganizaban los somatenes catalanes y de- de las Españas el Empecinado y Wellington, rrotaban a Decaen en las alturas de Garriga a quienes salió a recibii el nuevo Ayuntamiendejando libre el campo y la ciudad de Vich, to, llevándolos a la Casa de la Villa, donde el Empecinado tomaba por asalto a Catala- fueron muy agasajados. A peticiones del yud, el 4 de Octubre de 1811, haciendo pri- pueblo, se asomaron los dos al balcón que da sionera su guarnición, y el 6 de Noviembre a la plaza, y ambos fueron muy ovacionados. Mientras el generalísimo de los aliados recirecuperaba la Almunia, copandp a todos sus defensores; dedicando el resto del otoño, a bía justos aplausos de los habitantes de Mainterceptar las comunicaciones entre Valencia drid, el Empecinado volvía enseguida al camy Aragón, hasta que en el mes de Diciembre, po y reconquistaba a Guadalajara, rindiéndose y como general en jefe que había llegado a el general Preux con toda la guarnición. ser de un importante cuerpo, pasó otra vez a J O S É C Á S C A L E S MUÑOZ. A C T U A L I D A D REVELACIÓN propia emoción la emoción delirante de Hamlet, de Romeo, de Paolo, de todos los héroes galantes del amor, y pensé en una cita en su Una tarde, Ainelita, entre curiosa y senti- ventana florida, y en una mirada de sus ojos mental, me preguntó: y en un beso de sus labios. —¿Cuándo descubrió V. que era poeta? ¡Pensando en tíi Y me repetía aquella frase Luego me mira con la dulzura triste de sus saboreando su dulzura y su pasión. Y juré que ojos nostálgicos, que ya no llamean ni tienen la amaba, ingenuamente, como a mis hermailuminaciones de oro en las pupilas. nas las. estrellas y a mis tiernas hijitas las — Entonces, amiga mía, era yo muy niño. flores. Y aquel vals, divino, tímido, desfalleAmaba a mis hermanas las estrellas, a mis ciente, que iba derramando en su armonía tiernas hijitas las flores, y me fascinaba el toda la pena de mi loco amor. Cuando me revuelo de las mariposas y los gorjeos de u n * tiré a mi alcoba, escribí, escribí, escribí, in fuente. Y amaba . mensamente, locatodo esto porque mente, dolorosaera bello. Enconmente. La llamé traba la vida más ingrata, cruel, diintensa, amando a vina. Al terminar los jardines, a las aquella locura emaves, a las estrebriagadora y exalllas y a las mujetada hice el descures. Una noche, en brimiento más dola penumbra de un loroso de mi niñez. salón cinematográ— ¡Yo e r a un fico, bajo la caricia poeta! de unos ojos crueE. S. BELAVAL. les, vino la revelación atormentada de mi nueva vida. C U E N T O IDEAL Dilatándose en la N i ñ o s y n i ñ a s d e l a s e s c u e l a s p i i b l i c a s d e l Coll d' e a . voluptuosidad de Cuando la jovenRebassa, estacionados en la Ciudad Jardín, s a l u d a n las sombras, venían e l p a s o d e l t r a n v í a e l é c t r i c o el d i a d e l a i n a u g u r a cita llegó a la gran de los vioiines las c i ó n . — í V i í . J. Soler. ciudad, se halló en notas arpadas, pula mitad de las turras, cristalinas, como son las de los susbulentas calles como aturdida con el marcador piros y los sollozos. Era un vals viejo y vaivén de las mismas. apasionado. Se llamaba: «Pensando en tí». —¿Cómo lo haré, pobre de mi—dijo apesaImpulsaba las lágrimas a salir de los ojos, los dumbrada—para encontrar entre tantas cosas suspiros del pecho, los ensueños brotan de aquella en que yo he de ir a posar? nuestras pupilas dilatadas, las manos a unirse A poco vio un bellísimo joven cubierto de en un largo gesto de adoración ingenua, y las palabras a salir de los labios con toda la pena oro y de perlas que la miraba sonriente. La jovencita, tímidamente, se le acercó. recóndita de los amores íntimos. Y yo me sentí —Señor—le dijo—¿es usted conocedor de muy pequeño pero muy puro y muy bueno. Comprendí que hay siglos que se viven en un esta ciudad? —La conozco toda—contestó el gallardo solo minuto, que hay momentos de emociones joven. inmensas, que hay dolores que revelan las ma—¿Y tiene usted muchas relaciones? ravillosas transformaciones cantadas por Bec—Si, tengo mucha gente que me conoce. quer, y que hay otras vidas más bellas y más —¿Podría usted, pues, hacerme el favor profundas, paralelas a las nuestras. De los de indicarme las personas a quienes mi buena labios se me escapó su nombre como un seestrella y consejera me indica que rae acoja? creto violado. ¡Pensando en tí! ¿Qué decía —Seguro que puedo. aquella música que parecía tener alma para —Pues bien, hágame el obsequio de decirsuspirar? ¡Cuántas cosas delicadas surgieron de mi mente! En un momento condensé en mi me dónde habita el amante «Sueño». —En mi casa—respondió el joven. A C T U A L I D A D CHASCARRILLOS —Dime, Teresita, ¿Tú no vas nunca al colegio? —No, señor, porque mi papá no quieque aprenda a leer. — ¡Cómo es eso! ¿Tu papá no quiere que sepas una cosa tan útil? - N o quiere que sepa leer para que no haga como mi mamá, que le abre todas las cartas. A s p e c t o d e la p ' ü z a d e l a C i u d a d J a r d í n c o n l a s n u e v a s c a s e t a s i n s t a l a d a s poi- l<a s o c i e d a d « P r g r e s o U r b a n o » , q u e lüi l l e v a d o a c a b o el p r o y e c t o de construcción de la n u e v a c i u d a d . — ¿Por qué no vive usted con sus padres? —Porque no puedo. Cuando no estoy preso, lo están ellos, y cuando ellos salen, entro yo. Fot. J. Soler. — ¡Ah! He tenido, pues, un encuentro afortu nado. ¿Y la «Delicia»? — El) mi casa. - M e j o r que mejor.—¿Y la «Felicidad»? —Está tan:l:ifn en mi domicilio. — ¡Oh! eslo es iorprcndente, t xclamó la jovencita fijando sus ojos en el 1ICIIIIO;Ü joven. Acompáñeme, pues, a su casa. — Con mucho gusto, chiquilla. Vamos. Pusiéronse en marche; pero a medida que iban adelantando camino, se iba nublando el semblante de la muchacha. —¡Ah!—dice—aquellos a cuyo lado me conduces, no son los únicos a quienes debo visitar. Mi buena estrella me encargó que visitara otras personas menos amables, pero a quienes nadie en el mundo puede dejar de conocer. —Pues bien, dime el nombre de esas personas. —La primera es el «Sentimiento». ¿Sabe usted dónde habita? — Seguro, en mi casa. — ¿De veras? ¿Y la «Melancolía». —En mi casa también. —¿Y el «Dolor»? —En mi casa. La jovencita quedóse maravillada y dijo: —Pero, es muy extraño, que habiten todos en su casa. ¿Quién es usted, pues? —¿Yo? Soy el «Amor», exclamó el rubio y sonriente jovenzuelo. CATULLE M E N D E S . P l a n o del Restauí'ant q u e se está constvtiyendo en la n u e v a Ciudad Jardín, original del arquitecto municipal don J a i m e A l e ñ a , e l e g i d o por la J u n t a d e l a S o c i e d a d « P r o g r e s o U r b a n o » e n t r e los q u e se presentaron a concurso. Fot. Guardia Amer. TEA T R ALES' COMO SE HACEN tela barnizada y el mástic hacen que aquélla se adhiera fuertemente al hierro, y entonces sólo queda hacer girar la rueda, mientras se procura tener la tira de tela muy tirante, a Las envueltas de los neumáticos, no son exclusivamente de caucho; en ellas entra tam- fin de que no haga arrugas y se extienda bien bién la lona, por igual. De p r e p a r a d a de este modo se un modo espeponen tres, cuacial. Para ello, tro o más capas se barniza con de lona barniuna solución de zada alrededor caucho y bendel molde, procina, hasta que curando que las el líquido peuniones de los netra bien en el exlren.os cointejido, y luego cidan bien, pauna de sus cara que no reras es entera sulte ninguna mente revestidesigualdad. da de caucho. Los p l i e g u e s La lona así que por la forp r e p a r a d a se ma de media corta al sesgo caña de la Hanen tiras de 45 ta, hace la tela centímetros de a uno y otro laancho por medo, desaparetro y medio de cen componienlargo, que se do un todo comtransportan sopacto por la nabre bandas de turaleza misma algodón, hasta del material, y el departamencontribuyendo to de la fábrica también a ello donde s e da el estar cortado forma a ios neuel sesgo. máticos. Mientras se Allí, el opevan poniendo a r l o dispone las d i f e r e n t e s de una rueda capas de tela, de hierro colase coloca a caCesare Formichi, eminente barítono que con éxito grand e h a c a n t a d o l a c e l e b r a d a ó p e r a Thais d e M a s s e n e t do cuya llanta da lado el reborsirve de molde de que permite y que puede girar sobre un plano perpendi- asegurar los neumáticos en las ruedas de los cular al de la rueda. automóviles. ffay que advertir que la lona preparada Cada reborde es un aro de caucho, genecon caucho es muy pegadiza, lo que permite ralmente reforzado con alambre, que se pone formar tiras muy largas con sólo juntar los entre los bordes sobrantes de una y otras tiextremo de dos bandas y apretar un poco en ras; las orillas de éstas se remeten bien por el punto de unión. Porsi esto no fuese bastandentro del reborde, y por medio de una ruéte, lo primero que se hace al confeccionar una decilla montada en un mango corto, se planenvoltura es dar a la llanta-molde una mano chan las arrugas que forman al doblarse. Hade cierto mástic. El operador se hechu ense- cho esto, no falta más que sacar la envoltura de su molde, después de someterla a la opeguida al hombro una tira del material, y apliración del cocido. ca al canto de la rueda de hierro el extremo bue pende por delante. La pegajosidad de la Los inconvenientes que se encuentran a es- LOS NEUMÁTICOS T E A T R A L E S te procedimiento, son que el trabajo manual no puede ser nunca tan uniforme como el mecánico. Eso no obstante, son todavía pocas las fábricas que han tdoptado las máquinas para sustituir al sistema descrito. --^ Entonces todos los vecinos dijeron: «Si ese inútil cerezo no hubiese estado allí, jamás se hubiera derribado la casa». Hubo muchas discusiones; pero jamás ocurrió a los vecinos ni a nadie que el bonzo y la tempestad eran los únicos culpables; él por haber tenido la ocurrencia de plantarlo en ese lugar, y la tempestad por haberlo El joven y ia gelsha azotado y arrastrado de raíz. Un joven esAhora bien: taba tan inmenvos sois la cas a m e n t e enasa de campo del morado de una bonzo y yo soy muchacha gei el cerezo. sha, que le ofreSi n u e s t r o ció a su dueño, matrimonio nos propietario de trae la infeliciuna casa de té, dad, entonces u n a grandiosa todo el mundo cantidad de dime culpará, conero para mamo culparon al numitirla y poárbol. Dirán — der casarse con lo sé bien:— ella. Cuando la «una geisha lo muchaha geiha arruinado», sha lo supo, disobre mí caerá jo al joven: la lluvia de im«—Con vuesproperios. Si tro p e r m i s o , compráis mi livoy a contaros bertad ahora, una historia: os asemejaréis Un b o n s o , a un hombre que s e había que lleva una construido una antorcha contra casa de campo el viento: muy en las orillas de pronto estaríaun río, fué un mos los dos en hermoso dia de la obscuridad. primavera a las Por lo tanto, mon ta ñas. En esperad un año. su camino enMientras se contró un cerecumple el plazo en plena floW a l t e r Kirchoff, notabtlisimo tenor q u e h a de c a n t a r zo, g u a r d a d rescencia, y su Tristan en n u e s t r o T e a t r o P r i n c i p a l , cui dado samencorazón se te vuestro dinero, y si al fin de este tiempo abrió ante su belleza. Y se dijo: Voy a plandeseáis plantarme en vuestro jardín, os quetar en mi jardín un árbol como éste, para que daré eternamente agradecida». me pueda recrear en él mañana y tarde; porSiguiendo el consejo el joven, al cabo del que no hay nada aquí abajo más bello que este árbol. En seguida contrató hortelano, se hizo año casóse con la geisha y fueron felicísimos: Nada sobrepasa la sabiduría y la bondad de plantar un cerezo en su jardín, con lo que reesta geisha común, ni la prudencia con que el creaba su vista. Pero una noche se desató una tempestad joven siguió el consejo, Pero creo que esta que azotó al árbol contra la casa y acabo por clase de cosas sólo sucedían en los viejos tiempos de antaño,—H. destruirla. INVITACIÓN AL BESO Por primera vez Ana María me mintió. Fué un embuste tímido, bello, femenino. Nuestra Señora de los Ojos Verdes, como le llamaba yo, tenía la llave de los siete alcaceres de la serenidad. Cuando el embuste manchó sus labios, con el zumo color de rosa de su intención, sonrióse tristemente, casi con pena, como si un embuste de novia fuera un delito atroz. Y era que Ana María, a pesar de sus quince años, tenía un alma recién nacida. Aquellos que no la conocieran, pensarían en una flor de hospicio de gravedad melancólica y de triste sonrisa, ¡Oh, aquella dulzura maternal de hermana de la caridad de mi amada! Nunca sus ojos dieron permiso a mis labios puros de niño para besar sus mejillas de porcelana. Era su amor un amor fuerte, noble, sincero, tranquilo, sin emociones violentas, sin alegrías destempladas. ¡Amor de serenidad! Nunca una expansión de angustia, de celo, de amargura ni alegría rompió aquella paz absoluta de nuestro amor, ilusionado y tranquilo, que nacía en las primeras sonrisas de nuestros labios inviolados, en las primeras floraciones místicas de nuestras almas irreveladas. Yo esperé de su amor algunas lágrimas, para enjugarlas con mis besos, como un broche de su perdón. Las reconciliaciones dulces de las novelas eróticas devoradas a hurtadillas, me hacía ambicionar un pequeño y mimoso dolor para nuestro idilio sosegado y sencillo. Apenas sabía hablar de amor. ¡Era tan pequeño! La miraba mucho, le decía que cuandc las almas se aman, nunca Dios las separa, y en las despedidas, frente a la verja del colegio y d e su casa, le apretaba aquella manecita suya. tan suave y olorosa, con cruel ternura, como para perfumar con su recuerdo y su esencia las cortas horas de ausencia que mediaban entre los dos. Los domingos iba a la iglesia, con su mamá, vestida de blanco, con su palidez iluminada, y su cuerpo esbelto y armonioso en su delgadez aristocrática. Nunca sus labios dejaron de murmurar un rezo para dirigirme una sonrisa. Sus catorce años eran reflexivos, graves, serenos. No sentía inquietud por el pecadillo de tener un novio. Aquella serenidad elevada de su carácter tranquilo, era como un escudo para sus inquietudes; la ingenuidad melancólica de su corazón, aseguraba nuestro amor, bueno y desinteresado, de las asechanzas familiares, que sufrían las audaces Julietas de mis doce años, de aqueilas muñecas muy locas y bonitas que tenían a Othello por abuelo, y en cuyas esquinas, la pechera inmaculada de una camisa blanca, denunciaba el encantador espionaje del elegido. Alma serena; ojos serenos; ideas serenas. En mis primeros versos locos y torturados fué Ana María, la musa de los éxtasis, la abadesa de la catedral de la ilusión, la golondrina de las aviaciones tranquilas, la mujer con alma de piano; sí, alma dulce, grave, melancólica, armoniosa, apacible. Con sus ojos verdes, que eran de ámbar en la tarde, de azur en la mañana, y de crisopacio en la noche, iba filtrando en mis estrofas ingrávidas, todo el poema vigoroso de su amor, puro y tranquilo. Eran lentas filtraciones de rara atracción magnética, como si fueran nuestras pupilas, dos chorros de luz que al unirse, produjeran la vislumbración refulgente del paraíso prometido. Todo lo que callaba su voz de dulzura maternal, me lo decían aquellos ojos elocuentes de mi novia. F O O T - B A L L Concurso i-Copa Ayuntamiento^). — Primer e q u i p o d e i a R e a l S o c i e d a d ; «Alfonso X I I I » , q u e h a s t a el p r e s e n t e o c u p a u n o de los primeros puestos. Fot. Grop Senatxo. que nunca se ruborizaron ante mís miradas de embeleso, propios del niño, y del poeta torturado que iba floreciendo en el niño. Ana María escuchaba mis palabras apasionadas con una gran naturalidad. Junto conmigo esperó en el silencio cansino de las tardes primaverales, las arcanas revelaciones de la poesía salvaje y hermosa de la naturaleza. Espíritu multiforme y severo, era su alma un gran molde espiritual para las e.Tiociones supremas de la poesía Ana María tinía el perfil romántico, que creó mi imaginación al despertar con el grito formidable del poeta. Maestra de la suprema serenidad, con la luz de sus pupilas venció la voz de las atormentaciones y los sonidos violentos que derramaron las metálicas enunciaciones de la nueva vida del espíritu y el corazón, que celebró con su dualidad poética, la misa extraña y dolorosa que condena al hombre a soñar. Una tarde, tras las enredaderas de su casa, inicié la primera audacia formal de aquel amor otoñal. —¿No me das un beso? Mi novia me miró agradecida. Luego sonriéndome con maliciosa promesa, así me dijo: —Hay en mi mente un pensamiento que siempre lo he ocultado. —¿Cual, Ana María? [ ! —¡Ana María! -¡Si! — ¡Al fin he encontrado en tí una mujer! —Es por lo único que acepto que se pierda el mundo, añadió sonriendo tristemente, ¡Es tan hermoso dar un beso! Y ante el pacto del embuste de pensamiento que siempre me guardó la serenidad ultraterrena de mi novia, vino aquel primer beso nuestro, tembloroso, tímido y asustadizo que fué la primera revelación terrena de su alma de mujer,,. E. S. BELAVAL. PASATIEMPO En una escuela de párvulos; En la cartera de los libros de un alumno, el maestro acaba de hallar un gran pedazo de pan, y montrándoselo a dicho alumno, le pregunta: —¿Qué libro es este? — Es un fragmento de libro nada más. —¿Un fragmento de libro? —Si, señor. Un fragmento de la Doctrina cristiana: aquel que dice; «el pan nuestro de cada día». P O E S Í A EL P O B L É El poblé té un carrers llígats en I' estretor, que pugen, desiguals, entre ennegrides cases, •'Is teulats, el matí, s' ofereixen com brases d' un Ilumines caliu a tota la blavor. I s' está en els penyals hont mostra I' etzevara com llanca migeval el séu pal enflocat; s' assoleia i s' acata 'I parral de moscat al damunt de les gorgues de la ribera clara. S' espolsa en son iglesia un retaula brillant que guarda, en el teixit d' escenes complicades, Sant Sebastiá nafrat per les fletxes malvades; i les velles hi passen el diumenge, pregant. Els poals trenquen el raig de fresques fonta[neller, i pugen els perfums de 1' userda amb el vent. Té'ls seus horts tot a vora i'ls seus camps de [froment, i'ls olius escampats en els terrers d' abelles. Canigó, cap al tart, s'hi veu violetejar; una rega de llum, cap al tart, el retalla; es llevors que s' en tornen pagesos ab la dalla, i un hom ou les reinetes, amistoses, cantar. LA VELLA En la cadira baixa s' está al pás de la porta, la que r hivern guardava 'I recó de la llar, i mira 'I sol brunzent, la rosa, 'I Iliri ciar, com un Uumenet d'oli sa pupila m i g m o r t a . Fent ressaltar sa cara té son caire nuat, i en els genolls reposen ses dos mans arrufi[des... endreca a neis mainatges páranles atendrides, mes les troben estranyes i plenes de passat. Allá baix r aigua corre entremig deis herbat[ges, i brillen les axades sota 'l.fullam deis horts; la vella, en sa cadira, rumia sos recorts, sola en la quietut daurada del vilatge... Troba qu 'es bell el plá de nostre Rosselló; potser no sab si hi ha térra enlla de les mun[tanyes... S ' e s t á al pás de la porta... son mortes ses [companyes; en un tupí escuat s' és hadada una flor. Ara un fum blavenc puja de cada ximenella: ses nétes a la font se 'n baixen amb el poal... Totduna, la campana, ab un so sempre igual, sona per el rosari; s' es moguda la vella... A UN EIXAM D' ABELLES Oh joventut! Les fontanelles ais roquissers relliscarán, lleugeres... tot murmurejant flota un feliq eixam d' abelles. Sonriu la porpra de les flors dement deis correes de muntanya. El meu salut us acompanya, abelles del Maig géneros. He sentit vostra melodía des del replá del meu jardí, omplint tot r aire... 1 avui en mi r eixam deis somnis se congria. En la delicia del matí anéuvos penjolar. brunzentes, oh gaspa alada i resplendenta, a r emetller d" un hort vehí. Mos somnis fan mes liare viatge: ondegen a ran del cel ros fins un terrer mes amorós, hont solen tJobar llur hostatge. Allá hont r Albera ha desplegat ses penyes color de viola, r eixam de mos somnis tremola, i flota en 1' aire iluminat! J . S. PONS. DULCES CADENAS Tiene la jaula abierta tu jilguero y desplegar sus alas no ha querido; son tus labios más bellos que su nido: es tu alcoba más linda que su otero. Precia más él tu aliento lisonjero que los perfumes del vergel florido; sólo por regalar tu casto oído, es feliz, siendo un libre prisionero... Yo también estoy preso en tus amores y desprecio la gloria con sus flores, el invicto laurel, la egregia palma. Porque bajo la fronda de tus ojos, tengo yo el nido de tus labios rojos... ¡soy el feliz jilguero de tu alma! PEDRO JARA CARRILLO. BALEARES DOS LIBROS NUEVOS Ei s e c r e t o d e la P e d r i z a por Adolfo V á z q u e z . No ha mostrado predilección la nueva generación literaria, en Mallorca, por el difícil género novelesco. Por esto es más de celebrar todo intento en este sentido y más si el autor es forastero y aja pintura de nuestros paisajes y al bosquejo de nuestros caracteres dedica sus aptitudes. El nombre de Adolfo Vazquer era con antelación a la novela que ahora nos ofrece conocido en el campo de las letras. Con buen éxito ensayo antes sus aptitudes en el arte dramático. «El secreto de la Pedriza» es, como la titula sn autor, una novela de ambiente mallorquín. La acción se desarrolla particularmente en la brava costa valldemosina y la versión de aquellos parajes hs sido con donaire elevada a las páginas del libro. La vida del contrabandista sirve de eje a la acción y las figuras de «En Toni de Son Morades» y de Magdalena, su hermana, culminantes en la novela, están bien dibujadas. El relato, no obstante ciertas proligidades, al describir la manera como se hva aquí el contrabando logra despertar ti interés del lector. El final es intensamente trágico; el autor sabe preparar bien la acción para llegar al fatal desenlace y la descripción es entonces rica en colorido. La fluidez del estilo hace amable la lectura de la novela en conjunto que es una gallarda muestra de las estimables aptitudes que el Sr. Vázquez posee para el cultivo de tan difícil arte. Lleva la obra un prólogo del literato den Gabriel Alomar. A las muchas felicitaciones que ha recibido el autor de «E! secreto de la Pedrisa» por el éxito de su novela, une BALEARES la suya muy efusiva. G e n o v a p o r A n t o n i o Mulet, El encastillado caserío de Genova uno de los mas frondosos y sugestivos rincones que no obstante su proximidada Palma bien parece un paraje de la brava sierra, inspiró al atildado escritor Antonio Mulet una serie de interesantes artículos que fueron apareciendo en las columnas de La Almudaina y que ahora ha reunido el autor formando un pulcro libro que lleva una portada a la pluma muy adeaiada, obra del propio autor de «Genova», Está enamorado de aquellas deliciosas perspectivas supo llevar a las cuartillas las dulces emociones que aquellas le inspiraran. El estilo es galano, las descripciones muy interesantes y bien enfocados los asuntos. Otra de las características de Mulet en su libro es la acertada descripción de los personajes y sabe hacerla con sobrio trazado, pero de verde efecto, Prologuea el libro el escritor D, José María Tous y Maroto. «Genova» ha tenido un verdadero éxito de librería y el Sr. Mulet ha recibido muchas felicitaciones, BALEARES se complace también en felicitarle. RECUERDO DE AMOR Salí de la fonda en q u e me hospedaba decidido a c o n s a g r a r la t a r d e a los recuerdos. U n a a v e n t u r a de amor trágico, que est i g m ó p r o f u n d a m e n t e mi alma, dejando indelebles huellas de dolor, nae atraía ahora, en la proximidad del l u g a r , con fuerte fascinación; con ese morboso deleite que nos dan las cosas que fueron testigos de nuestros actos,.. Me e n c a m i n é al barrio de la V i ñ a . Bajo el fondo azul claro de su cielo, aparecían eus casas de un solo piso, con sus fachadas p i n t a d a s de blanco, de azulados tonos, h a ciendo resaltar el verdoso m a n c h ó n de BUS rejas cuajadas de flores, donde la m a d r e selva y la enredadera tejían polícromos y arabescos dibujos, por entre cuyos calados asomaban m o n t o n e s de claveles y rosas, de diferentes tonos, j u n t o a j a z m i n e s de p e n e t r a n t e aroma y de tal b l a n c u r a , que los destacaba del fondo semejando u n a lluvia de a l a r g a d a s perlillas. Presentaba la m i s m a nota de color, de vida, de alegrÍH; e n t o r n a n d o un poco los ojo?, parecían los zig zas que formaban las calles, un revoUiño de cintas de i n m a c u lada blancura, desprendidas suavemente del cuerpo de u n a diosa que h u b i e r a hecho de aquel sitio su lecho de a m o r . Al otro lado, enfrente, tras la alta m u r a - BALEARES l i a . 88 e x t e n d í a e l m a r m o v i d o p o r u n a l i gera brisa, q u e levantaba ondulaciones suaves, que e n su perezosa marcha, sucediéodose siempre unas a otras, morían al chocar contra las rocas convirtiéndose al romperse s u rizada cresta e n caprichosos dibujos. Y el s o l , casi perpendícula. tendía s u s ardientes rayos, que rielaban sobre eljagua, semejando bruñidas cuchillas q u e m a n o s igootasesgrimieran con rítmico compás. ¡Qué sensación t a n a g r a d a b l e , el ir recordando aquellos queridos lugares donde pasé u n a época d e m i vida! Cada sitio, cada detalle q u e r e c o n o c í a , m e traía a la m e m o ria r e c u e r d o s d e u n a m o r . . . ¡elú n i c o d e m i 'ida! p r o d u c i é n d o m e la tristeza dulzona, CDeláncólica, q u e dejan a s u paso las cosas q u e fueron, las cosas m u e r t a s . . . Ds n u e v o aparecían a n t e m i vista a q u e llos h o m b r e s d e b r o n c e a d a piel, n a r i z a g u i leña, ojos negros d e mirada soñadora, y boca e n c u y o p l i e g ú e s e lela el g e s t o h a l l a do y desdeñoso d e u n rey; tendidos o sent a d o s e n los z a g u a n e s d e u m b r o s a luz, c o n eus babosos cigarros, cuyo h u m o al elevarse hacia g u i ñ a r el ojo a l f u m a d o r c o n truhanesca malicia; gallardos e n s u indo lencia, s o ñ a n d o despiertos, a ñ o r a n d o zambras y fiestas. A.traveséel ancho espacio q u e mediaba entre la m u r a l l a y las primeras casas; m e d i r i g í a l a m á s b a j a . JVIe a c o r d a b a . E r a l a d e l tio Frasquito. N o tuve necesidad d e lámar, estaba en la puerta, echado sobre u n a silla recostada e n la pared, d u r m i e n d o la siesta c o n t o d a l a t r - m q u i l i d a d d e s u s noventa años, conservando n oobstante en su postura cierta a r r o g a n c i a d e viejo león. E o s u j u v e n t u d , h a b l a s i d o d e l o s d e l bronce, y hasta los sesenta, época e n q u e y o lo c o nocí, conservaba d i g n a m e n t e , el título d e decano q i e le correspondía. Era y o asiduo concurrente de Cintila, u n a vieja s i m p á t i c a y alegre, m u yd a d a a l jolgorio, y a cuya casa acudían todas las mosiias y mositos d e l b a r r i o , o r g a n i z á n d o se z a m b r a s y fiestas. AHÍ conocí y trabé g r a n amistad con el tio Frasquito, viejo d e a g r a d a b l e y noble aspecto, dicharachero y alegre, y al q u e todos queiian y respetaban. T e n í a c o m o a h i j a d a a R o s a la Clavelina, morena, d ecara preciosa, y e n c u y o cuerpo p a r e c í a q u e todos los á n g e l e s del c i e l o habían puesto sus gracias para adornarla. E r a h u é r f a n a d e u o c o m p a d r e d e l tio Frasquito, d e u n t a l R a f a e l i y o e l Coquinero. Al m o r i r , le e n c a r g ó q u e n o d e s a m p a r a r a a su capuijií/o de rosa, q u e d e j a b a abandonaiio. E m p e z ó l a juerga aquella noche. Rosa estaba m á s hermosa y provocadora q u e n u n c a ; lucía e n s u preciosa cabeza, cubierta d e ñores, u n c o m p l i c a d o y artistico p e i n a d o d e o n d a s y rizos, q u e servían d e m a g nifico m a r c o al perfecto óvalo d e s u cara; reluciin sus ojos g r a n d e s , m á s negros q u e l a n o c h e , l o s c u a l e s , a l d e c i r d e l tio Frasquito, « h a c í a n a m p o l l a s d o n d e m i r a b a n » . Y HU b o c a , d e g r u e s o s y r o j o s l a b i o s , m o s traba al sonreir unos dientes iguales y perfectos, d e n a c a r a d a b l a n c u r a . Ei vestido rosa pálido con menuditos lu- FOTOGRAFÍA SPORTIVA - DE - A. Q I L R U I Z RAMB LA, N.° \. Al lado de la "Cruz Roja,, R E T R A T O S D E TODOS LOS PRECIOS Y TAMAÑOS. ESPECIALIDAD E N TRABAJOS FUERA D E GALERÍA, CATÁLOGOS Y MUESTRARIOS P A R A L A INDUSTRIA Y COMERCIO. SE R E T R A T A R . DOMICILIO Para la cuaresma no debe faltar en su establecimiento la caja de conservas de pescado "SURTIDO ESPAÑA,, que la CASA ALBO de SANTOÑA (Santander) proporciona. Contiene 96 latas de diferentes pescados en 36 preparaciones distintas. Pídase precios. BALEARES n a r e s blancos, dejaba a d i v i n a r en su a t r e vido escote, mal cubierto por un pañuelo blanco de flecos, un seno perfectamente modelado, de t u r g e n t e s pechos; seguia la linea o n d u l a d a de su cuerpo hasta las caderas fuertes y bien modeladas, y t e r m i n a ban en u n a lluvia de encajes y volantes, por entre los que asomaba un d i m i n u t o y regordete pie d e n t r o de un monísimo zapato de charol escotado. Se babla puesto en el pecho u n a rosa de té, para mostrar su m^yor h e r m o s u r a , Al T A L L e R E S separarse la Clavelina de nosotros aquella noch», dt-oDi él de saludarnos, me dijo el lio Frasquito dejando de eonreir. — Por esa flor va a ocurrir a r g u n a esaborición esta n o c h e . F u é una profecía, (Concluirá). CA S^LI - D E - Carboriel J - u a r L Fundición, construcción de maquinaria, y calderería : : Reparación de automóviles y motores marinos : : : : Stok de materiales y piezas de recambio : : Soldaduras autógenas de todos los metales TELEFONO, 172. CALLE DE LA PROTECTORA N." 3 9 B a r t o l o m é R o c a C a t a n y HOSTALES, 37 DEPOSITARIO DE Yermoüt Martini Rossi (auténtico) Torino (Italia) COÑAC JD' OH (Fama mundial) Ventas directas de toda clase de artículos para colmados y confiterías. Especialidades en quesos mahoneses y ext anjeros