Relatoria Taller Periodismo Literatura

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Relatoría del taller de periodismo y Literatura
con Rafael Argullol
LAS FORMAS DE LA PENUMBRA, EL CLAROSCURO DE
LOS ESCRITORES
Taller de Periodismo y Literatura
con Rafael Argullol
Cartagena de Indias, 2 al 5 de diciembre
Organizado por:
FNPI, CAF, Ministerio de Cultura de España, Fundación Carolina y Boomeran(g)
Relatores: Karim Quiroga y Tomás Hidalgo Nava
Editor: Jairo Echeverri García
“La ciudad tiene que ser el territorio de la poesía”
Rafael Argullol
Maestro:
Rafael Argullol
España
Poeta, novelista y ensayista español. Se licenció y doctoró en Estética en la
Universidad Central de Barcelona. Impartió clases en las Universidades de
Roma y Berkeley, y desde 1988 fue profesor de Estética en la Universidad
Central de Barcelona, centro en el que ejerció como catedrático. Entre su
extensa producción se encuentran los libros de poemas Disturbios del
conocimiento (1980) y Duelo en el valle de la Muerte (1984). De sus novelas se
destacan Lampedusa (1981) y El asalto del cielo (1986. En 1989 se publicó
Desciende, río invisible. En 1993 le fue concedido el Premio Nadal de novela por
La razón del mal. Catedrático de estética y teoría de las artes en la Facultad de
Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra, además de colaborador del
diario El País y del blog literario en español El Boomeran(g) (ver
http://www.elboomeran.com/blog/2/rafael-argullol/), a cargo del grupo español
Prisa.
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con Rafael Argullol
Introducción:
La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano seleccionó a 15 periodistas de
siete países (Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, México, Perú y
Venezuela) para formar parte del taller Periodismo y Literatura que se ofreció en
Cartagena de Indias, Colombia, del 2 al 5 de diciembre de 2008 con Rafael
Argullol como maestro invitado.
El maestro entró al salón y las miradas de cada uno de los periodistas se
clavaron en este hombre alto y delgado, con una expresión suave, una dicción
clara y un vocabulario específico y preciso. De esta manera se dio inicio a un
continuo diálogo y debate… una tertulia ambivalente en el cual muchas de las
ideas de los periodistas se complementaban, así como algunas eran
discrepantes, sin embargo, con igual validez.
La ambición de los talleristas era clara: producir piezas periodísticas literarias,
sin importar el género pero deteniéndose en el estilo: La búsqueda del oficio y el
valor de la literatura, técnicas para ponerle su propia entonación a una noticia,
procurar narrar ya que todo tema forma parte de una realidad. Una urgencia de
salir del periodismo formal al acercarse a la descripción, a lo que lo apasiona,
para que cuando la gente lea, sienta la imagen que tuvo el periodista. Aspirar a
un goce estético, con figuras retóricas, metáforas, etc. El objetivo de llegar a
escribir sin decir “yo estoy acá” y de darle una voz a los que no la tienen. Estos
son tan solo algunos ejemplos de las aspiraciones y expectativas que movieron
a estos 15 periodistas a postularse al taller.
Otras expectativas de los talleristas que se expresaron fueron la creación de
blogs que permitan una mirada diferente del mundo en general, de su gente y de
cada país, las ventajas de la literatura y el periodismo y viceversa, la conquista
del espacio y el universo literarios por parte del periodista. En otras palabras, el
anhelo que en alguna ocasión expresó el Premio Nobel mexicano Octavio Paz:
“A mí me gustaría dejar unos pocos poemas con la ligereza, el magnetismo y el
poder de convicción de un buen artículo de periódico... y un puñado de artículos
con la espontaneidad, la concisión y la transparencia de un poema” (citado por
Héctor Anaya en “Periodismo y literatura”, www.hottopos.com/vdletras/hect.htm).
Tal como lo afirmó Charles Baudelaire, el escritor moderno necesita tener una
actitud carnavalesca y desarrollar varios papeles en su vida cotidiana. Uno de
ellos es el de convertirse en el escriba capaz de describir lo cotidiano, en alguien
que se sumerja en el torbellino de la ciudad.
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Desarrollo del taller y conclusiones generales
Día 1
El taller se movió en un vaivén de preguntas y respuestas, relacionadas con el
día a día de la sala de redacción y el fondo de una sociedad latinoamericana
que, de acuerdo con el maestro Argullol, se encuentra, la mayoría de veces,
ensimismada. “Una especie de encerramiento circular, con los mismos temas.
En el que en el primer lugar está la muerte y el asesinato y en segundo lugar, la
corrupción”, dijo el escritor español.
Contrario a lo que alguna vez dijo el Premio Nobel colombiano, Gabriel García
Márquez, al referirse al periodismo, Argullol argumentó que éste puede ser visto
como el peor oficio del mundo, el oficio que podría contribuir a la consolidación
de diferentes poderes al margen de la democracia moderna, que eluda el
compromiso con la verdad y la libertad. Se hizo énfasis en el papel que medios
como la televisión han jugado para satisfacer las necesidades de los gobiernos
de turno y no tanto del público en general. Argullol defendió la necesidad de
tener periódicos “bien hechos”, pues éstos son el principal acceso de la gente a
la cultura y la civilización. Agregó que es preciso acabar con ese contubernio
entre los poderes político-económicos con los medios, quienes en conjunto han
alimentado la apatía de los ciudadanos frente a la realidad.
Se discutió sobre la pérdida de lectores de la prensa escrita, y cómo esta cada
vez más intenta parecerse a la televisión. Surge entonces una pugna entre la
imagen y la palabra, algunos de los talleristas eran editores y redactores de
textos, y manifestaron su distancia con respecto a los reporteros gráficos. Se
concluyó con respecto a lo anterior que debe existir un trabajo en equipo entre
los encargados de los textos y los reporteros gráficos de manera que las
palabras no sean una repetición de lo que aparece en la imagen. Se habló,
además, sobre cómo la escritura en el blog debe ser distinta de la escritura en
soporte tradicional y cómo en general las nuevas tecnologías han ido
modificando la labor periodística creando nuevas exigencias, entre ellas una
formación más integral para los comunicadores.
Por otro lado, y ya haciendo referencia a lo que más interesaba a los talleristas,
se explicó que es posible no renunciar a la riqueza de matices en la escritura por
medio de técnicas narrativas y siempre confrontando diversas fuentes. Varios
puntos interesantes surgieron en torno a los géneros. ¿Debe especificarse con
rigurosidad? ¿Debe un escritor, antes de escribir, pensar en qué género lo hará?
¿Es posible insertar algo de ficción en una pieza netamente periodística en la
cual supuestamente hay que ser fieles a los hechos y a la verdad?
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Hubo ideas divergentes con respecto a esto pero los talleristas en su mayoría
coincidieron en que nunca piensan en qué genero van a escribir antes de
hacerlo… lo que sí tienen en cuenta es quién va a leer el texto. Esto anterior
indudablemente está ligado con el medio en el cual el trabajo será publicado.
Con respecto a la pregunta de insertar ficción en un trabajo periodístico se
concluyó, por una parte, que es válido siempre y cuando se use para enriquecer
o facilitar la lectura, nunca para facilitarle el trabajo al escritor. Para sustentar lo
anterior hubo varias analogías con otros escritores como Truman Capote y
Gabriel García Márquez en las cuales estos maestros de las letras usan ficción
en sus crónicas o reportajes. Por otro lado, se concluyó que los periodistas
deben huir de la redacción que no está escrita para compartir la verdad sino
para dar un golpe de efecto, sin saber para qué o para quién se escribe. En
suma, el periodista no debe aislar la escritura de las propias responsabilidades
que debe tener la escritura. La diferencia entre historia y literatura es que la
primera se ocupa de lo que es y la segunda de lo que puede ser.
Trabajos realizados y conclusiones del ejercicio
Día 2
Los ejercicios que se llevaron a cabo en el transcurso del taller consistieron en la
escritura de textos. Por ejemplo, escribir una pequeña pieza periodística de una
página basada en el caso del atentado ocurrido en Bombay contra hoteles y
centros turísticos el 26 de noviembre de 2008, cuyo lector fuera alguien que
estaba en coma y se acaba de despertar.
Ver: http://fnpi-periodismoyliteratura2008.blogspot.com/2008/12/muerte-enla-india-por-pedro-noli.html
Conclusiones del ejercicio:
Ni en las discusiones ni en los textos de los talleristas hubo referencia alguna a
los acontecimientos del mundo, sino únicamente a una realidad circunscrita al
país de origen de cada uno de los periodistas participantes y, en el mejor de los
casos, a Latinoamérica. Esta situación es un reflejo de la escasez de noticias
sobre aspectos relevantes del mundo, presente en los medios de comunicación
de América Latina y en el poco interés de la opinión pública de esta región hacía
esos temas, por ejemplo: los conflictos en Medio Oriente, las guerras civiles en
África, o los atentados de extremistas en Bombay, India.
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Una de las mayores trampas del periodismo es el argumento de que a la gente
le gusta leer cosas que le son cercanas y que le afectan directamente. Esto
genera el aislamiento y ensimismamiento en el cual se encuentran regiones
como Latinoamérica y, por supuesto, sus periodistas y los destinatarios de los
mensajes producidos por los medios. La responsabilidad periodística consiste en
informar y, al mismo tiempo, hacer que lo informado trascienda en la vida de
quienes leen, ven y escuchan.
Día 3
El ejercicio consistió en escribir un texto acerca de la crisis de Wall Street
haciendo uso de un ejemplo del entorno inmediato del periodista.
Ver: http://fnpi-periodismoyliteratura2008.blogspot.com/2008/12/da-3.html
Conclusiones:
La mirada periodística es como un zoom y el éxito está en saber cuándo
acercarse o alejarse. El tema del arte es la verdad, igual que el del periodismo y
la filosofía. Es más importante la verdad que la persuasión. Se hizo referencia a
Karl Krauss, autor del libro Contra los periodistas y otros contras, quien criticó el
afán de muchos de éstos han caído en la “fraseología”, un tipo de escritura en
las que se trampean las ideas y en la que no se busca la transmisión de una
verdad sino la persuasión. A lo largo de las discusiones, se llegó a la conclusión
de que el objetivo del periodista es romper con la visión unívoca de la realidad y
lograr una polifonía de voces. En ello está emparentado con la literatura.
El periodista debe mirar más allá de lo urgente. Por un lado tiene que mantener
un ojo avizor ante la realidad inmediata, pero no quedarse en la superficie ni
caer en tentaciones maquiavélicas como generador de opinión pública. El estilo
es un tema de autocontrol. No se debe sacrificar la verdad frente al estilo del
periodista. Por supuesto, tampoco habría que satanizar el recurso de la
imaginación para lograr un mejor entendimiento de la realidad.
El trabajo del periodista es una pieza fundamental para la formación de la
opinión pública. Respecto al escritor se crean paradojas más complejas. El
escritor es alguien que tiene que sumergirse en el terreno fragmentario de la
ciudad, incluso en los pequeños detalles. El escritor moderno debe tener,
además, una faceta de periodista. Como se mencionó anteriormente, el
periodista y el escritor en general, al igual que el filósofo, han de abogar por la
ruptura de la visión unívoca de la verdad y de la realidad, práctica que se
encuentra presente en quienes detentan los poderes políticos y económicos.
Ambos tienen que aspirar a la polifonía de voces y a una visión poliédrica del
mundo.
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El periodista y el escritor comparten la aspiración de enriquecer el lenguaje y
brindar a la opinión pública una serie de criterios y herramientas que le permitan
a ésta criticar al poder y exigir transformaciones. El objetivo de ambos es
destruir la idea contemporánea de que los ciudadanos son meros clientes. El
escritor moderno debe estar por un lado con ojo avizor y al mismo tiempo,
profundizar en una visión trascendente de la naturaleza humana. Asimismo, es
necesario que el periodista emprenda una cruzada contra el empobrecimiento
del lenguaje, tan evidente en los noticieros y en muchos de los mensajes
difundidos mediante las nuevas tecnologías.
Día 4
El trabajo escrito que se llevó a cabo ese día giró en torno al caso de Milan
Kundera y como éste había sido recientemente acusado por una revista checa
de denunciar, en sus años de estudiante universitario, a un individuo que no se
ajustaba a la “única verdad” del régimen. Es decir, se le ha acusado de participar
en lo mismo que criticó en su novela La broma.
Ver: http://fnpi-periodismoyliteratura2008.blogspot.com/2008/12/da-4.html
Conclusiones:
El escritor de la época moderna vive en una caja de cristal y no puede mantener
su privacidad. Sólo los del propio gremio, los escritores, creen que lo que se está
escribiendo es pura ficción. El lector siempre piensa que la ficción es verdadera,
que los personajes son reales, y que existe un engranaje alrededor, cuando en
realidad el escritor se presenta camuflado en las máscaras.
El tema de este ejercicio evidenció lo poderosas que pueden llegar a ser las
palabras, hasta el punto de originar duda acerca de qué de lo escrito en la
literatura es cierto y qué es falso; y cómo el periodista tiene una responsabilidad
que es constantemente puesta a prueba.
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