Discurso de Julieta Arag n Dom nguez; mejor promedio de aprovechamiento del grupo A de la maestr a en Periodismo Pol tico generaci n 2012-2013

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Profesor José Luis Vázquez Baeza, director general de la Escuela de Periodismo
Carlos Septién García.
Profesor Arnoldo Meléndez Castro, director administrativo.
Licenciada Claudia Estrella Velázquez Guillemín, coordinadora docente de Postgrado.
Profesor Jenaro Villamil Rodríguez, padrino de la generación 2012-2013, grupo A.
Doctor Otilio Flores Corrales, padrino de la generación 2012-2013, grupo B.
Estimados compañeros, amigos y familiares:
Hace 29 años, Manuel Buendía, el periodista político más influyente del siglo XX, les
dijo a estudiantes como nosotros:
“Hay unos periodistas mejores que otros. Pero sería más exacto decir que hay
periodistas que estudian y trabajan más que otros. La diferencia no está, en el vestir o
el andar. Lo que hace la diferencia es el esfuerzo que se ponga. El periodismo es ante
todo un compromiso personal”.
Hoy, en nosotros es patente ese compromiso.
Un compromiso para ser humildes, entender que no alcanzamos la cima por más alto
que se llegue, por tanto nunca hay que dejar de aprender.
Un compromiso para mantenernos lejos de la medianía. Lo que implica hacer a un lado
la autocomplacencia, el egocentrismo y prestar más atención a la voz que habita en
nuestro interior, llamada autocrítica.
Un compromiso para asumir a cabalidad la responsabilidad de luchar por la libertad de
expresión, sabiendo que sin responsabilidad no puede haber libertad de expresión.
Un compromiso con la verdad. Ello demanda saber escuchar, no perder la capacidad
de asombro y la curiosidad de saber de todo.
Este compromiso con la verdad también significa reconocer la influencia y el poder que
ejercemos. Mirar hacia el bien común, obligados a retribuir a la sociedad la confianza
depositada en el periodista.
Estoy convencida, que quienes cursamos la Maestría en Periodismo Político aspiramos
a ser mejores.
En estos 18 meses la fortuna logró un lazo de fraternidad entre los que conformamos el
grupo A. Cada individualidad imprimió su sello y aportó a esta experiencia.
Las historias de vida que nos regaló honesta y generosamente Glen, demuestran que
es posible vibrar con la información.
En la memoria privilegiada de Rodrigo es latente el archivo que todo buen periodista
debe tener. Rocko, además comparte con Alejandra la pasión por el periodismo
comprometido con la sociedad. En ellos se manifiesta aquello de “dar voz a los que
casi nunca escuchamos”.
Si hablamos de ser sagaz, crítico y agudo en el oficio, nos referimos por supuesto a
Sonia. Ella tiene la inteligencia que proporciona saber con claridad lo que se busca y
se quiere de la información.
La mirada auténtica fue siempre de Rodrigo Carranza y la originalidad de Xúchitl,
ambos fueron el caleidoscopio que contiene la magia de quien ve más allá.
Hafid nos contagió con sus propuestas y entusiasmo, él es ejemplo de la intensidad con
la que hay que defender las ideas.
El verdadero significado de las palabras esfuerzo, tenacidad y constancia lo aprendimos
de Viridiana, de Nayelli y de Erick, quienes cada sábado viajaron desde Oaxaca y
Veracruz. Para ellos ningún lugar está lejos cuando se trata de alcanzar un sueño.
En estos meses nuestra evolución fue evidente. En algunos casos, ya no nos
acompaña la gente a la que amamos. Y en otros, se está gestando un ser al que
esperamos con emoción y con los brazos abiertos.
Ruth y Silvia son la muestra de que siempre, lo mejor está por venir. Su templanza ha
transformado el cambio en oportunidad para ser libres y vivir en el aquí y en el ahora.
La lección más entrañable del vínculo de camaradería y de amistad genuina nos la
dieron Alejandro y Fernanda. Alex fue prudente, optimista y compartido. Mientras que
la dulzura de Fer, su alegría y sinceridad fueron el punto de encuentro de posturas
opuestas. Su disposición para ayudar, para escuchar y abrir su corazón, la convirtieron
en nuestra cómplice.
En este día especial, es preciso reconocer la entrega con la que nuestros profesores
compartieron su conocimiento y su exigencia, que no pocas veces nos metió en
aprietos. Gracias por abrir nuestras mentes, y guiarnos por un proceso de
redescubrimiento, del talento y vocación, que nos hace mejores.
Gracias también a Lucy Ferreira por su apoyo.
Y gracias a todos ustedes por estar con nosotros en este momento.
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