De descalabro político a posibilidad irrepetible * El viernes de la

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De descalabro político a posibilidad
irrepetible
*
El viernes de la semana pasada se le
presentó una oportunidad de lujo a la
canciller federal alemana, Angela Merkel:
el hasta entonces presidente Christian
Wulff renunció a su cargo después de que
la fiscalía del Estado Federal de
Hamburgo pidiera a la Cámara Baja del
Parlamento Alemán (Bundestag) la
suspensión de su inmunidad debido a
escándalos de corrupción en los que se
encontraba envuelto..
Los rumores que finalmente llevaron a la
Fiscalía a tomar esta decisión circulaban
en periódicos alemanes desde diciembre
del año pasado y la semana pasada
cobraron su primera “víctima”: el propio
expresidente Wulff. El primero de los
escándalos hace referencia a una
concesión hecha por el gobierno federal
del Estado de Baja Sajonia por 4 millones
de euros (9´276.800.00 de pesos
colombianos) a una compañía en la que
David
Groenworld,
amigo
del
expresidente y quien meses antes había
pagado unas vacaciones para Wulff y su
esposa en la isla de Sylt por un total de
774
euros
(1´795.060),
tenía
participación. Al parecer, Groenworld
pagó dichas vacaciones con el fin de
obtener dicha concesión. El segundo caso
tiene que ver con la obtención de un
préstamo privado con condiciones
ventajosas para comprar una casa
unifamiliar, el cual había obtenido gracias
a las estrechas relaciones que tenía con
personas cercanas al sector bancario.
Para el momento de la renuncia, el
gobierno de Merkel enfrentaba una crisis
interna en la que los partidos de oposición
se encontraban fortalecidos y su coalición
de gobierno tambaleaba. Esta situación se
evidenció en los resultados de los
comicios regionales acaecidos en 7
Estados Federales el año pasado. Allí el
CDU, por sus siglas en alemán, (Unión
Cristianodemócrata) perdió gran parte de
su poderío político concentrado en las
regiones y el SDP y los verdes
aumentaron la cantidad de votos
obtenidos en la mayoría de los Estados..
Para observar claramente este fenómeno
traigamos a colación dos ejemplos: en el
Estado Federal de Hamburgo los
resultados electorales muestran una
disminución porcentual en los votos
obtenidos por el CDU del 20.7% y un
aumento del 14,3% en los votos obtenidos
por el partido de oposición del actual
gobierno, el SDP, por sus siglas en
alemán,
(Partido
Socialdemócrata
Alemán). Una situación parecida se puede
apreciar en los resultados electorales del
Estado Federal de Saxony-Anhalt donde
los votos obtenidos por el CDU, con
respecto a las elecciones del 2006,
disminuyeron en un 3.7% y los del SDP
se mantuvieron constantes. En el resto de
Estados Federales los números varían
pero la situación general es la misma: una
pérdida sustancial del poder político del
CDU.
Gracias a este panorama, la renuncia del
expresidente le daba a la canciller la
oportunidad de recomponer el mapa
político de la República Federal Alemana
y de generar nuevas alianzas, que de cara
a las elecciones federales del 2013,
reposicionaran el CDU y le permitieran
constituirse una vez más como la fuerza
mayoritaria en el Bundestag. Pero ¿Cómo
hacerlo? La opción era la de complacer a
los partidos de oposición postulando a su
candidato. Pero ¿Estarían sus cogobernantes liberales de acuerdo con esta
decisión? A simple vista, podríamos decir
que no. Sin embargo el poder del FDP
(Partido Liberal Alemán) también se
había visto menguado en las elecciones
del año pasado y no tenían más remedio
que apoyar a la canciller.
Después de evaluar la candidatura del
presidente del Tribunal Constitucional
alemán,
Andreas
Vosskuhle,
del
presidente del Parlamento alemán,
Norbert
Lammert,
del
máximo
representante de la Iglesia Evangélica
alemana, Wolfgang Huber y del
contrincante de Wulff en la pasada
elección de presidente federal, Joachim
Gauck, la canciller aprovechó la
oportunidad y candidatizó a Gauck,
propuesto por los partidos de oposición.
Ahora bien, ¿Por qué beneficia esta
elección a Merkel y al CDU? Primero,
porque Gauck goza de buena reputación y
altos niveles de popularidad entre la
población alemana debido a la ardua
defensa de los derechos humanos
realizada al margen de los partidos
políticos tradicionales del país teutón y a
la labor desempeñada como pastor
protestante, factores que renuevan la
confianza del pueblo alemán en su
gobernante y en su partido. Por otro lado,
las elecciones regionales del año pasado
evidenciaron un fortalecimiento de los
partidos de la oposición y una posible
alianza entre el CDU y el SPD aumentaría
las posibilidades de Merkel para
mantenerse en su cargo actual. Además,
el acercamiento entre la coalición de
gobierno y la oposición aumenta el nivel
de maniobra al interior del Bundestag lo
cual eleva las posibilidades de aprobación
de las iniciativas presentadas a esta
cámara, en momentos tan complicados
para la zona euro.
En conclusión, la elección de Gauck
puede convertirse en el barco salvavidas
de Angela Merkel y del CDU, vamos a
ver si los partidos de oposición recuerdan
este gesto en el momento en el que deban
apoyar electoralmente a la canciller y a su
partido en las elecciones federales del
próximo año, y si las altas cualidades
morales de Gauk, logran borrar de la
mente de los alemanes los escándalos en
los que está envuelto el expresidente
alemán
miembro
de
la
Unión
Cristianodemócrata.
Coalición de Gobierno Uniones Cristianas
Aliados Liberales
Oposición Socialdemócratas
Verdes
Apoyado por
CDU CSU (Unión (Unión Cristianodemó
crata)
Cristianosocial)
Angela Merkel
Christian Wulff
*María Juliana Ruiz Hakspiel. Joven Investigadora
FDP (Partido Liberal Alemán)
Joachim Gauck
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