A PALOS SUPLEMENTO JOVEN DE TIEMPO ARGENTINO Domingo 11 de enero de 2015 Buenos Aires, Argentina Año 5 Nº300 LA PRETEMPORADA: EL KILÓMETRO CERO DE LA GLORIA | ECONOMÍA CALLEJERA | APUNTES TARDÍOS SOBRE EL ESTUDIANTE | SO ABRA | CELCIT | EL CIERRE DE GRÁFICA VULCANO | MANUELA MALASAÑA | ESTEREOTIPOS | VERANIZACIÓN año 5 | nº300 | 11 de enero de 2015 2 FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES El kilómetro cero de la gloria Por Zambayonny Ilustración: Daniel Caporaletti Cada vez que comienza una pretemporada la ilusión futbolera se manifiesta de diferentes maneras sin importarle presupuestos, historia o sentido común. Ese es el corazón de un andamiaje infernal. Los planteles vuelven a juntarse perezosamente con el sabor de la sidra tibia todavía en los labios y la consistencia abstracta de los turrones blandos repugnando jodidos en la memoria. Los jugadores se saludan como en el primer día de clases tras un largo verano donde se extrañaron más de lo que es conveniente confesar. Algunos están más flacos y otros mas gordos pero todos pasaron de grado. También hay algunos nuevos que tímidamente se suman a la ronda de mate para que les conozcan la voz. Las piernas pesan como puntos perdidos de local, el sol pega como un 6 que se retira mañana, las tribunas vacías hierven más que cuando están llenas y la pelota es un indomable objeto desinflado con aire del año pasado. Los primeros trotes alrededor de la cancha son la muerte, la extremaunción la apura el Profe cuando anuncia la primera serie de ejercicios. El cuerpo parece haberse olvidado de todo y las viejas lesiones reaparecen como una señal indiscutible de que no hubo vacaciones. Sin embargo, mientras corren, se ríen. El aire de pronto les sobra para contar anécdotas, hacerse bromas y hasta cantar. El kilómetro 0 de la gloria es ahí. Todo el mundo sabe cuándo se corta una racha, pero nadie sabe cuándo está por comenzar. Ellos sí. Se tienen fe. Saben que este puede ser el inicio de un año inolvidable en el que acaben consiguiendo logros impensados. Una temporada de victorias y de reconocimientos que quizás se corone con un pase millonario. Se convencen. En la concentración revisan el fixture con confianza y recrean los partidos que vendrán como capítulos de un libro fácil todavía en blanco que depende de ellos cómo se escriba. Por fin cierran los ojos al final del doble turno y de la cena agotados en sus pequeñas camas bajo el ventilador que tiembla más de lo que gira. El último pensamiento antes de dormirse está bañado por la sensación liberadora de que todo este esfuerzo va a valer la pena. En otra habitación el Director Técnico está anotando y tachando refuerzos, imaginando mediocampos con jugadores que aún están en otros equipos y revisando videos de futbolistas ignotos o baratos que si los trae y acierta pueden llegar a convertirse en la revelación del campeonato, pero que si se equivoca le van a costar el puesto y la acusación de haber traído una manga de muertos de los que se lleva un porcentaje en caso de venta. Se siente como Dios abriendo la guía al azar. Se comunica con los dirigentes mil veces por día y estos le informan cómo van las negociaciones con los Veranización WHISKYPEDIA Contenido [ocultar] 1. Definición 2. Principio teórico 3. Efectos 4. Influencia en la Información La veranización es una teoría de la comunicación que sostiene que, durante los períodos en los cuales aumenta la temperatura, el coeficiente intelectual de los seres humanos desciende catastróficamente a niveles insospechados durante el resto del año. Debido a que estas temperaturas suelen registrarse durante la estación denominada verano, el nombre que se le ha dado a este fenómeno es el de veranización. Principio teórico Si bien la veranización es un fenómeno que se establece desde las ciencias sociales, específicamente desde la comunicación, tiene algunos de sus fundamentos en la biología. Según los teóricos de la veranización, el origen de este fenómeno se debe a que las condiciones climáticas provocan la lentitud de las conexiones cerebrales, la dificultad en los desplazamientos físicos, nombres que dejó anotados antes de irse de vacaciones. Le dicen que ninguno de esos va a poder venir porque piden una fortuna. Hay que pasar a la segunda lista que dejó por las dudas. De esa tampoco. Tercera y última lista. De esa tal vez uno o dos que se disputan varios clubes. Cambio de planes. “Hay que ser más inteligentes y menos obvios para sacar ventaja“, le dice a su ayudante de campo y lo excita. Se pone a revisar entre los tapados con apellidos demasiado comunes que todavía no explotaron. “Un equipo de González que no diga nada pero que después la rompan“, le explicó a su mujer en la cola del supermercado el día anterior a Año Nuevo mientras ella no lo escuchaba. Se entusiasma. La idea de encontrar oro en el barro le da manija. Siempre se creyó con buen ojo. Busca exhaustivamente entre hombres del ascenso que podrían funcionar, llama a veteranos con contactos y les pide datos como un burrero con poco viento y mucha suerte. Abre diarios viejos y aprovecha que le está agarrando la mano a Internet con la ayuda de su hijo para rastrear delanteros que juegan hace años en el exterior y que ya nadie los recuerda. Pregunta donde queda Turquía y manda a averiguar la característica para llamar. Se pone a leer informes de los pibes de las inferiores que tienen potencial; hay de todo, alguno medio crack pero muy chico, 14 años, cumple 15 en la 3 fecha, podría ser y además no quiere que el muchacho llegue a Primera con otro técnico que se quede con el mérito de haberlo descubierto. También intenta convencer a algún retirado reciente y a otro que lo jubiló el chupi le promete impunidad. Indaga en ligas sudamericanas, nombres raros, no sabe si es el apellido o el apodo, casi todos negros. Sabe que tardan en adaptarse “¿Pero quién te dice que alguno no termina siendo Pelé?“, le pregunta al utilero que sabe que no pero dice que sí. Mientras tanto decenas de representantes llaman ofreciendo pescado podrido colado en lavandina a precio razonable y combos de 3 o 4 jugadores que van a todos lados juntos y nadie sabe por qué. Al final de la jornada se duerme frente a las pantallas de la computadora y del televisor entre teléfonos descargados, papeles y cigarrillos. Sueña que un pibe que vio por la calle y lo llevó a probar se convierte en el goleador del torneo, salen campeones, lo venden en 50 millones de dólares y él agarra la Selección Nacional. Es la esperanza, ese motor invisible que empuja como loco.x la necesidad constante de ingesta de líquidos y toda otra serie de conductas y procesos que provocan cierto retrasamiento en la capacidad intelectual de las personas en situación de verano. Efectos Ese proceso de veranización provoca que tempranamente los seres humanos, desde el punto de vista de esta teoría, prefieran los mensajes más bien sencillos y escasos de profundidad analítica. Según los teóricos del veranismo, con la llegada de la temporada veraniega los encargados de producir y distribuir la información entre los pobladores de un país deben adaptarse a las condiciones biológicas provocadas por lo que académicamente se denomina como la calor. Influencia en la Información Bajo la premisa teórica de que el ser humano se vuelve menso durante el verano, los emisores de mensajes informativos se adaptan darwinianamente a la situación reduciendo al mínimo la complejidad de sus mensajes. Allí donde durante el año se intentó la construcción de una noticia, por ejemplo, los canales de televisión mudan su programación a movileros que recorren restaurantes y playas para preguntarle a los veraneantes en qué andan, qué alimentos ingieren y en qué consiste su día, situación que se repite -tanto en preguntas como en respuestas- año a año y que incluso lleva a pensar si en verdad los canales de televisión no cierran de diciembre a marzo y reponen viejas notas sobre vacaciones anteriores. Una situación similar se produce, también, con la veranización de la literatura, donde los libros que durante el año se proponían pensar sobre algún hecho o circunstancia en particular dejan lugar a aquellos de menor consistencia, debido a la premisa jamás comprobada que el lector, con algo más de tiempo que durante su período laboral, pretende menos complejidad que más. 11 de enero de 2015 | año 5 | nº 300 3 ESTEREOTIPOS HOY: El o la que dice que está en contra de Facebook, en Facebook »»Estuvo muy activo combatiendo las nuevas políticas de privacidad. En Facebook. »»No le dice “Facebook” sino “Facebutt”, “Feisbuk” o “Caralibro”. »»Cada tanto sube algún pasaje de 1984 a Facebutt. »»Es de acusar mucho de “cínico” a todo el mundo. »»Igual tiene una idea un poco distorsionada de qué es el cinismo. »»Está esperando el post 2015 para volver a votar a Patricio Etchegaray. »»Es adicto a documentales berretas conspiranoicos que siempre comparte para concientizar. re ser un esclavo de las corporaciones”. »»“Y vos quién sos para decidir cómo fue mi año, Mark Zuckerberg!!!”, escribió en el post donde compartía “su año en Facebook”. »»Comparte la contraseña con su esposa/o porque dice que "no tiene nada que ocultar". »»No sabe bien por qué pero suele decir que antes los chicos podían jugar en la vereda. »»Película nacional favorita: Luna de Avellaneda. »»No tiene whatsapp porque dice que es una nueva herramienta de control. »»Sigue jugando a la viborita del Nokia 1100. »»Es vegetariano salvo de »»Una vez a la semana, empanadas. por lo menos, sube algo en contra de los medios. »»Usa toppers negras de cuero y pantalón cargo »»Escribe mucho en maverde. yúscula. »»En algún momento puso “Estudió en: Universidad de la Calle”. »»Ayer a las 11:21: “Basta de decirle “selfie” a la autofoto, manga de cínicos colonizados!!!” »»Ahora Mark Zuckerberg sabe que no le gusta la palabra “selfie”. »»Igual escribe “selfi”. »»Tiene alguna prenda Sergio Tacchini. »»Si va a Twitter es sólo para hablar más de los tuiteros. »»Ve C5N pero no le gusta. »»Sigue curtiendo mate e imitador de Silvio Rodriguez en Plaza Francia. »»No se bajó la aplicación de Facebook para el celular “porque no quie- »»Se jacta de escuchar AM. »»Es sufrido en el amor y cada tanto va a la milonga y no le gusta el tango moderno. »»Es de coger mas bien poco. »»Fumó armados bastante tiempo y siempre repite que antes fumaba Parissienes pero es mentira y a los Parissiens les dice "paruchos" »»Tiene un backup de contactos en una agenda de papel. ESTEREOTIPO QUE VIENE «El fanático/a de los casos policiales» Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a [email protected] o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos. web www.niapalos.org mail [email protected] twitter facebook Ayer y hoy Por Ni a Palos En abril de 2009, Ni a Palos -que hoy festeja su número 300- salía a la calle por primera vez. Aquel debut incluía también la primera entrega de una serie de columnas económicas que Iván Heyn publicaría, de forma semanal, hasta mayo de 2011. La sección se llamaba simplemente “Economía” pero rezumaba aquel adjetivo que Iván le agregó siempre a esa “ciencia maldita” que tanto lo apasionaba: “callejera”. ¿Qué era la “economía callejera” para Iván Heyn? Básicamente, la decisión política de abordar los sucesos económicos con una gramática transparente y romper el cerco de una economía ortodoxa que, como alguna vez dijo en estas mismas páginas, “ha logrado imponer en la opinión pública (...) la certeza de que es la única rama que estudia con seriedad la problemática económica y el funcionamiento de la sociedad.” En otras palabras, llevar la economía al ring embarrado de la sociedad, frente a las pretensiones de aquellos que la presentan como una ciencia oculta en favor de sus intereses. @niapalos niapalos Esas más de cien columnas acaban de ser compiladas ahora en Economía callejera (Peña Lillo / Ediciones Continente). El libro es tanto una semblanza de Iván -de quien el 20 de diciembre pasado se cumplieron tres años de su fallecimientocomo un aporte en tiempo presente. Pese a que algunos textos tienen ya cinco años -y un lustro es una eternidad para un país mutante como la Argentina-, no son pocos los artículos que destilan, todavía, una nada desdeñable actualidad. Las columnas donde Iván explica y desmenuza la política de endeudamiento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no sólo es fresca sino que también recuerda la ausencia de ciertas voces que puedan contar determinados temas de la política y la economía cotidiana. Inflación, deuda, política monetaria, el funcionamiento de los bancos y los créditos hipotecarios son debates sin tiempo que Iván lograba sintetizar con destreza. Algunos textos, por su parte, se contemplan hoy como un registro de una época particularísima, como sus columnas sobre la crisis financiera internacional -con el fraude Lehman Brothers todavía calienteo las tensiones y pulseadas del país post 125. Economía callejera, en definitiva, es un libro de economía que escapa al lenguaje técnico -y se acerca más a cierto idioma llano y político-, pero sin hacer tampoco de la simpleza una trampa. No es, tampoco, un libro de “recetas”: si hay un estereotipo del economista que Iván combatía con especial fruición, es el del “economista gurú”. Aporte, homenaje, retrato de época, este libro es también, y principalmente, la compilación de los textos de una persona que decidió formarse y hacer política, y que todas las semanas se sentaba a escribir sin otra pretensión que la de lograr que sus textos generen algo; respuestas, debates, que cada vez más personas hablen de política y de economía en la Argentina. × FALSA ESCUADRA Con V de Vulcano »»Es socio del Club Amigos del Ferrocarril San Martín. »»También escribe “Tuiter”. »»Puede ser el sub30 que usa boina. »»Su contraparte: el que habla mal de Twitter en Facebook. RUIDO DE FONDO | Economía callejera, de Iván Heyn Por Romina Sánchez Una bandera blanca y la leyenda en negro: “Esto: Gráfica Vulcano. Dueño: Fernando A. Blanco. Paganos los sueldos. Traé las máquinas que robaste garca”. Tal es la postal que presenta la cortina metálica de la vieja construcción de Virrey Liniers 1437, en Boedo. Sus paredes lindantes y la voz de los trabajadores que ven peligrar su fuente laboral coinciden en el contenido de la consigna. Y en el espíritu. El conflicto en la imprenta tiene varios meses. Pero antes de las fiestas sumó un capítulo quizás definitorio. “Fernando Blanco, el dueño, ingresó a la empresa en la noche del 23 para llevarse las máquinas. Pero vio frustrada su intención porque fuimos alertados por los vecinos, quienes se acercaron a la gráfica y lograron frenar el vaciamiento hasta que pudimos llegar nosotros”, cuenta el delegado Daniel López. Entonces, lo que siguió fue el acampe: carpas y carpas por toda la vereda en reclamo de la atención de la justicia. Según explican los propios trabajadores, la empresa ya se encontraba en convocatoria de acreedores y, luego de las reiteradas denuncias por el intento de vaciamiento, el juzgado civil y comercial número 19, que intervino también en la causa por la quiebra de la imprenta Donnelley Argentina, ordenó una guardia legal: la empresa no puede, de ahora en más, disponer de los bienes sin autorización previa de la justicia. De esa forma, el juez a cargo, Gerardo Santicchia, designó un interventor coadministrador en la imprenta y decidió que en Virrey Liniers 1437 permanezca, por lo menos hasta principios de febrero, cuando se supone que se resolverá la situación de la empresa, una consigna policial. Vulcano S.A. contaba, en sus buenos tiempos, con 60 trabajadores. Pero tras los numerosos despidos y los dos meses de atraso en el pago salarial, solo queda resistiendo una veintena. En tal sentido, el jueves al mediodía se convocó a una conferencia de prensa, en las puertas de la gráfica, en la que se informó sobre la situación de la causa que tramita en el juzgado civil y comercial número 19. Y, además, sobre los posibles pasos a seguir. “El 24 fue terrible: fuimos a trabajar y estaba la cerradura cambiada. Y cuando pudimos entrar, nos dimos cuenta que faltaban muchos insumos y maquinarias. El 23, entre las diez de la noche y la una de la madrugada, el dueño, Fernando Blanco, junto a su socio minoritario, Lorenzo Berriex (que después se terminó descompensando), y el encargado Marcelo Gómez, entraron a vaciar. Por suerte los vecinos se vienen portando 20 puntos: los insultaron y les sacaron fotos”, relata Daniel López. Y continúa: “Entre 2012, 2013 y 2014, la deuda que la empresa acumuló asciende a 400 mil pesos. Hasta noviembre, cobramos las quincenas más o menos en tiempo y forma, pero en realidad, nos deben más de dos meses. Acá hay 20 familias en juego, de Capital y la mayoría de zona sur y oeste del Conurbano. Los vecinos nos alcanzan comida, termos con agua, y el 31 nos trajeron dinero, ya que hay muchos trabajadores que corren serio riesgo de quedar en la calle: ya no los pueden bancar más con el alquiler. El 18 de noviembre los dueños presentaron una propuesta de pago que fue y está siendo evaluada por los acreedores. Pero recién el plazo legal para definir nuestra situación –si la empresa quiebra o no– vence a comienzos de febrero”. “Aceptamos ayuda de todo tipo, pero acá tiene que quedar claro que la única bandera que colgará de la imprenta Vulcano será la argentina, de la Federación Gráfica, y la que los propios trabajadores colgamos para dar a conocer nuestra situación”, suelta Ricardo Sarmiento, otro de los delegados, y mira, como el único destino probable, esa inscripción desafiante de Virrey Liniers 1437.× año 5 | nº300 | 11 de enero de 2015 4 Nota Chile es pop En paralelo al crecimiento y consagración de un nuevo rock indie en la Argentina, 2014 fue también el año que terminó de fortalecer un proceso único al otro lado de la cordillera: la emergencia de un nuevo pop en Chile. Movimiento híbrido y desprejuiciado que atraviesa las tradiciones cancioneras del país de Violeta Parra y las mezcla con las posibilidades digitales, la cuestión social y la herencia rítmica del pinochettismo, el pop chileno ofrece hoy un catálogo interesantísimo: Javiera Mena, Gepe, Dënver, Astro, Anita Tijoux, Ases Falsos y más. Radiografía del “CH Pop” que ya suena en la Argentina y que hoy dibuja una de las escenas más ascendentes de la región. Por Romina Zanellato La Cordillera de los Andes nos separa, son 5.308 km de frontera entre Argentina y Chile, pero no es nada para Internet. De aquel lado está pasando algo con la canción y la escena independiente, algo que está sonando de este otro lado: es pop. Tal vez los responsables sean Javiera Mena y Gepe, las grandes estrellas pop que en la segunda parte de la década del 2000 aparecieron con sus discos revolucionarios: Esquemas juveniles y Gepinto. El sonido fresco de esos discos, el juego del lenguaje visual, la atractiva novedad formaron ingredientes que al pasar los años se consolidaron en una identidad generacional. Dënver, Astro, Fakuta, Anita Tijoux, The Ganjas, Ases Falsos, Pedropiedra, Fármacos, son los herederos de una escena que crece al interior de Chile y que se expande, se exporta, y llegó a Argentina. Son ellos, también, los que están estirando como chicle el género, haciendo de su canción un experimento que a veces es rock, otras veces tiene una sensación de ensueño psicodélico y también una raíz cancionera folclórica innegable. Los 6.960 metros del Aconcagua, el pico más alto que nos separa, no es la mayor dificultad para sortear cuando se piensa en un posible puente entre la escena independiente argentina y la chilena. Es el cambio lo que dificulta el cruce de los Andes. Sin embargo, los lazos empezaron a concretarse este año: Astro cerró el festival Ciudad Emergente en el CC Recoleta con un show impecable, con gran asistencia de público. Y lo repitieron meses después en el Music Wins. The Ganjas –tal vez el menos pop entre todos- cruzó la cordillera para tocar con Nairobi en Matienzo y con Poseidótica en Club V. Anita Tijoux pasó por Niceto Club a fin de año. Cristobal Briceño, el líder de Ases Falsos, banda que sacó su segundo disco Conducción, bajo el sello Quemasucabeza –quienes este año editaron a los argentinos Diosque y Coiffeur-, lanzó uno de sus discos solistas Deja un rato piola con Fuego Amigo Discos (Buenos Aires) y Polvo Bureau (Rosario). Además, Ases Falsos tocará en febrero en un festival en San Martín de los Andes (Neuquén). La conexión parece que es un hecho. Raíz Lo que las dictaduras dejaron a cada lado de la cordillera tuvo la misma raíz cancionera. La generación que nació en democracia, que se formó en la segunda etapa del 2000, creó su identidad con el mismo carácter autogestivo. Si se puede comparar, de una forma caprichosa, el año que acaba de pasar fue el de consagración para esos músicos punta de lanza de la escena independiente. En Argentina, Él Mató tocó su primer Vorterix en julio de 2014 (y luego repitió), llenó un primer Groove (que luego repitió) y tuvo éxitos internacionales varios. A la par, Gepe, después de una carrera de una década, en octubre hizo su primer Teatro Caupolicán en Santiago de Chile, comparable a un Luna Park, y tocó por primera vez en el festival de Viña del Mar. Son los primeros pasos de los músicos independientes en los escenarios mainstreams. “Este boom se ha mantenido porque la forma en la que se montó es diferente a lo que ocurría antes, que se esperaba que grandes discográficas te compraran el álbum y te llevaran de gira. Toda esta gente se formó en la autogestión. El desarrollo es muy lento y se mantiene en el tiempo, nada fue de un día para el otro”, explica Cristian Araya, director de Super 45, web musical de referencia en Chile. Tal como ocurre en la escena argentina, parida en el sonido de La Plata, la música chilena que empezamos a escuchar tiene su raíz en la independencia y una más profunda en su época: internet, las distancias territoriales muertas a un click de distancia, la información y las herramientas para poder hacer todo desde casa. Octavio Cavieres, baterista de Astro, señala en un mail que la cantidad de gente que está haciendo música en Chile es cada vez mayor y que eso genera oportunidades y recursos para seguir llevándolo a cabo. “Se ha generado una industria independiente de productoras y sellos que mueven a las bandas y mantienen viva la escena. El públi- co también ha crecido y en los medios se toca cada vez más música chilena. Nos sentimos muy cómodos trabajando en Chile y haciendo crecer la escena desde acá hacia el exterior.” Desde la percusión de Astro, Caviares sostiene que la inclinación popera de Chile tiene que ver con la dictadura, “que cortó de raíz la industria cultural del país justo en los años en que el rock pegaba más fuerte en Argentina y el mundo. Después de toda esa tensión la gente quería algo liviano y fácil de escuchar.” Sonido La canción chilena post dictadura se animó a manipular sonidos populares, a mezclar la sensibilidad que tenía figuras del pasado como Violeta Parra con eso que veía en "Tal como ocurre en la escena argentina, parida en el sonido de La Plata, la música chilena que empezamos a escuchar tiene su raíz en la independencia y una más profunda en su época: internet, las distancias territoriales muertas a un click de distancia, la información y las herramientas para poder hacer todo desde casa." 11 de enero de 2015 | año 5 | nº 300 5 "La canción chilena post dictadura se animó a manipular sonidos populares, a mezclar la sensibilidad que tenía figuras del pasado como Violeta Parra con eso que veía en MTV, con la tecnología electrónica a la que accedió y, por sobre todas las cosas, a un espacio natural único." MTV, con la tecnología electrónica a la que accedió y, por sobre todas las cosas, a un espacio natural único. Araya, periodista y director de Super 45 lo denomina como una forma desprejuiciada de acercarse a la música. “Ellos (los músicos, las bandas) tienen una forma muy diferente de acercamiento a la generación de Violeta Parra, tienen otro punto de vista, eso les da un sentido de identidad diferente. Los primeros discos de Gepe o de Javiera Mena tenían una raíz folclórica pero muy orgánica, desde otro lugar, muy intuitivo.” El desprejuicio hacia el pop les permitió transformarlo, manipularlo y experimentar con sonidos frescos hasta crear algo nuevo. Javiera Mena no es Britney Spears ni pretende serlo, es otra experiencia sonora, tal vez más cercana a una posible electrónica europea, a zapatillas de baile y brillantina, a letras sensuales y ruiditos intergalácticos. Con Javiera se baila, al igual que con Gepe. “La escena de rock en Chile siempre existió pero no es tan ‘internacionable’ como el pop. Una escena hardcore o punk se mueve en circuitos muy cerrados. Son más fáci- les de ligar a un sonido anglosajón, pero estas bandas de pop, estos músicos, suenan como ellos mismos”, explica Araya. El trabajo en su propia identidad fue de la mano con el sello Quemasucabeza, de Gepe y Rodrigo Santis, de la banda Congelador. Ellos editaron Esquemas Juveniles, el disco que impulsó a Javiera Mena y creció junto a ella y a las necesidades de Gepe. Esa estructura, tocar y fortalecer su identidad sonora les permitió llegar a España y a México. El circuito de festivales dejó afuera a Argentina por su crisis del 2001 y la diferencia en el cambio. Recién hace poco tiempo se retomó el vínculo trasandino y los paralelismos entre las escenas son notables. En la estética de estas bandas hay una fuerte presencia de la naturaleza, de los ancestros y de las tradiciones. Tal vez, Cristobal Briceño sea quien más enfrente las clasificaciones de la música, sin darle relevancia a su posible función de explicación, porque la obra habla sola. En su caso, los videos de los Fother Muckers, banda que lideró, son hendijas perfectas para espiar cómo es el Chile suburbano. Lo mismo hace con Ases Falsos y su poesía cruda, simple, popular. “A mí lo que me importa es la canción, se apellide como se apellide. Ese mecanismo compacto, dominante y mágico”, dice por mail. ¿Qué es el pop para él? Nada, una etiqueta inútil, pero lo que sí le interesa es el bagaje que cada uno trae y con el cual construye. “Me formé escuchando Fito Páez, Calamaro, o Divididos cuando era niño, muchísimo Charly García en mi adolescencia (y hasta que me muera, espero) y la lista continúa”, dice, y reniega de la palabra rock, de la etiqueta que liga a Argentina a cierto género y a Chile con otro. “Para mí el rock es un cuento cerrado. Juguetes de infancia. Hoy, como ya te dije, me interesa la canción. Cuando emergió el rock en Chile, el país pasaba por una etapa muy ideologizada, y el rockero era visto básicamente como un lacayo del colonialismo, un perro faldero del extranjero. Y se potenció mucho la canción "de raíz", lo que es una idea débil, pues de todos modos era cantada en español, con guitarras españolas y métricas europeas pero en fin, música muy linda que se propuso generar identidad”. Pero es él mismo quien rescata las mixtura, el tamiz que da la experimentación. “Mi formación como compositor y como oyente, mi pasaporte musical y mi sensibilidad melódica no tiene relación con mi nacionalidad”, concluye. Si pasamos por alto la etiqueta de pop y prestamos atención a lo popular, Anita Tijoux es otra abanderada chilena. Si bien rapea, su show en Niceto Club en noviembre pasado demostró que su banda es muy rockera y su talento en las rimas -algunas tan pegajosas como una buena canción de pop- se iguala a su faceta más soul. Con su segundo disco solista, 1977, llegó a los Grammys con cuatro nominaciones y a girar por todo el mundo. Su lírica está muy ligada a los problemas sociales de su país. Anita Tijoux, Dënver, Gepe, Astro giran por el circuito latinoamericano y europeo de festivales. Ahora, de a poco, también llegan a Argentina. Queda el puente para que las escenas independientes se unan y puedan generar una relación más fluida entre los países. Como dice Cristobal Briceño de Ases Falsos: “Viajar tocando es uno de los aspectos más gratificante de este trabajo”, y contó que recibieron una invitación del Vive Latino mexicano que los pone muy contentos. “Me encantaría ir a Buenos Aires, a La Plata, a Rosario, a Neuquén, a Tokio, en fin, recorrer el mundo cantando canciones. Pero las cosas pasan cuando pasan, y eso ya lo entendí. Esta todavía no pasa”.X "Anita Tijoux, Dënver, Gepe, Astro giran por el circuito latinoamericano y europeo de festivales. Ahora, de a poco, también llegan a Argentina. Queda el puente para que las escenas independientes se unan y puedan generar una relación más fluida entre los países." 6 año 5 | nº300 | 11 de enero de 2015 «[A la canción histórica] la absorbo mucho. La estudio, la disfruto y trato de rescatar cada una de las esencias que dejaron para nosotros. No me acuerdo escuchar nunca a Víctor [Jara] o a Violeta [Parra] antes de los 18 años. En casa sonaban los Who, Santana, Buena Vista Social Club.» como Chinoy, Nano Stern, Camila Moreno, Ana Tijoux? Con ellos tengo menos onda musical. Los conozco y pienso que son lindas personas pero yo tengo más onda con Javiera Mena y todo lo que mencionaba antes. Creo que ellos van por otro camino. Somos como burbujas, cada uno hace las canciones que les gustan y eso genera distintos caminos. Aunque nos juntemos y nos llevemos muy bien. No hay una escuela de sonido. Alex y Javiera me llaman todo el tiempo, implícitamente, con sus canciones. GEPE «EL POP TIENE QUE VER MÁS CON SENSACIONES QUE CON PROGRESIONES DE COSAS» Gepe es uno de los exponentes más interesantes del nuevo firmamento del pop chileno. Su último disco, GP, marcó un quiebre y llevó la canción hacia nuevos destinos, entre ellos, Argentina, Estados Unidos y México, amén de su propio país, donde del under pasó a reventar los teatros de las ciudades más grandes de Chile. Diseñador, hombre visual, cruce fundamental entre el pop y la música andina, según lo describe Julieta Venegas, charlamos con Gepe acerca de la canción, el cruce de Violeta Parra con internet, el legado de Cerati y Soda Stereo, y el presente de la música pop en Chile Por Facundo Arroyo Cuando era chico, Gepe no escuchaba a Violeta Parra ni a Víctor Jara. “Ahora las últimas composiciones de la Violeta me encantan”, dice. Estudió Artes visuales antes que música: “En el pop es casi tan importante como un arpegio de guitarra”, cuenta. Su inicio como solista lo sostuvo en un hilo conductor introspectivo y folk, bastante freak, en los que derivaron sus primeros LP Gepinto (2005), Hungría (2007) y Audiovisión (2010). Hasta que llegó GP (2012) y su carrera dio un vuelco. “Fue como volver a empezar” asegura. Gepe está decidido a llevar a su canción a otros lugares, y durante su última visita a la Argentina, plantado en el escenario Alternativo del Festival del Bosque, lo demostró: Daniel Riveros (así su nombre real) revienta teatros en las ciudades más grandes de Chile y acaba de establecerse en suelo americano con su última gira que lo llevó por Estados Unidos y México. En contacto con Ni a Palos desde el DF, Julieta Venegas lo resume: “Es la parte fundamental entre el pop y la música andina que nace desde Chile”. Por eso, y antes de hablar de sus canciones, Gepe desmenuza junto a nosotros el contexto para entender la mezcla que está desarrollando hace dos años. Canciones pop mixturadas con música folklórica, el hip hop y los ritmos más bailables de Centroamérica. ¿Cómo convive tu música con el contexto chileno y cómo escuchás a tus pares? Yo creo que bastante bien. Hace 5 años, los que venimos haciendo música hace 10 o 15, hemos ido madurando y los discos han sido cada vez más profesionales. Las propuestas han sido más claras, mejores resueltas y por eso también el público se ha ido interesando un poco más. Ahora podemos llenar lugares de varios miles de personas, ¿cachai? Ha resultado increíblemente bien. Los chicos hacen discos desde el desconocimiento y súper naturales. Me refiero a Javiera Mena, Dënver, Pedro Piedra, Alex & Daniel, Astro, son como más seguros. Yo sé adónde quiero llegar, qué canción tocar. Antes uno tiraba toda la carne a la parrilla y ahora es como que los movimientos tienen más conciencia. ¿Encontrás vinculaciones con los referentes más de la canción ¿Y con la canción histórica como Víctor Jara y Violeta Parra? La absorbo mucho. La estudio, la disfruto y trato de rescatar cada una de las esencias que dejaron para nosotros. No me acuerdo escuchar nunca a Víctor o a la Violeta antes de los 18 años. En casa sonaban los Who, Santana, Buena Vista Social Club. ¿Cómo tratás en tu carrera la construcción del pop? Yo creo que ya los cimientos se pueden ver. Ahora mi tarea es mejorar la canción. Me ha pasado, desde el principio, que cada vez paro más de intentar mostrar lo que uno es por dentro, no sé si es un personaje, pero es como el oficio que uno va perfeccionando. No exponerme tanto como persona sino como artista. Yo creo que eso pasa y juega a favor. Poder hacer un trabajo con cierta distancia es poder hacerlo mejor. Porque lo podés medir más, analizarlo de manera más fría. Como que el trabajo no te consume a vos como persona. Yo me pongo pause y me dedico a lo que Gepe necesita. Cierta estética con la letra, cierta estética con lo visual. Vos decís que el pop es más diseño que música, ¿cómo es eso? Para hacer música pop no es necesario saber de música. Es más necesario tener una imagen, o un ideal o un imaginario general hacia lo cual quieras llegar. No quiere decir que sea más o menos profundo que el jazz o la música clásica, sino que es un lenguaje más visual. Y ahora más multimedial. Tiene que ver con los recuerdos, 11 de enero de 2015 | año 5 | nº 300 con la nostalgia, con el futuro, con la imagen visual. Tiene que ver más con sensaciones que con progresiones de cosas. Sos diseñador y en tu música está cada vez más presente, ¿cómo lo conjugás? Creo que tiene que ver cada vez más el diseño en mi música. Se ocupa de los espacios, la imagen, las visuales, lo estético. Me siento más diseñador que músico. Porque ya hay una idea: alimentar un sonido y una estética con una imagen en particular. Estoy en ese camino como de perfeccionar el lenguaje. Sin embargo, esto también es muy poético, por más que vos digas que la canción se aleja de la poesía… En realidad yo creo que es un género en sí mismo. Me refiero a las letras de las canciones pop. O de rock. Debería haber un género literario que sea “letra-canción”. No creo mucho en la mezcla de poesía con música. Esa poesía dura, digamos, la que uno lee en un libro. Pero hay un tratamiento narrativo que viene dentro del género en tu caso. Ah sí, claro. Pero que está unido al fenómeno físico de la música, esa narración está acompañada por los sonidos del pop en este caso. Sin embargo no tengo ninguna adicción literaria en este momento. Escucho más música que otra cosa. Ahora estoy copado con Calamaro. Hay un rapero chileno que se llama Portavoz que es genial. O Broncoyote, otro rapero chileno. ¿Cómo te manejás con esta música en relación a la era de la información? Sé que no es fácil, pero me parece algo natural. Que la música esté disponible, que se pueda acceder a 7 lugar más anónimo. «Me ha dado por más natural hacer música que tiene como cierta nostalgia. Yo creo que tiene que ver como con el folklore en Chile. Siempre está relacionado con la pérdida de algo.» toda la información que uno desea. Es parte del modo de hacer de todo el mundo. Uno, igual, debe generar una jerarquía de información personal. Particularmente yo estoy abierto a todo, pero lógicamente escucho más algunas cosas que otras. Hay que intentar ordenarlo y no marearse. Fruta y té En tus discos hay cada vez más referencias al rap. ¿Estás prestando realmente atención a ese género? Hay una cosa así como “sonido urbano” que me interesa mucho. Tienen que ver con Latinoamérica pero con el lado más centroamericano. Yo creo que me interesa más por sonoridades que como letras. Aunque las letras también, son así como verborreas. Decir mil verdades en tres minutos. Es como la historia del payador pero 60 años pa´ tras. Vos pensás en Centroamérica y eso, imagino, está bien relacionado con el reguetón Seguro. El reguetón es una cosa así como lo que pasó con la salsa hace como 30 o 40 años. Mezclar un ritmo latino pasado por un filtro del primer mundo. Eso me resulta interesante. Es el típico desarrollo de una música que llega de otro lado pero a la que se le impregnan aromas del lugar, o de la región… Claro, por ejemplo, y ya que estamos acá, con el hip hop. En Chile es demasiado grande el movimiento. Yendo a GP, es un disco supuestamente más alegre pero también se siente una ruptura o cierta melancolía. Eso es inevitable. Me ha dado por más natural hacer música que tiene como cierta nostalgia. Yo creo que tiene que ver como con el folklore en Chile. Siempre está relacionado con la pérdida de algo. En términos de imagen eso también siempre está presente. Siempre uno añora algo que quisiera o algo que perdió. Creo que eso lo saqué bastante del folklore, tanto del Sur como del Norte. ¿Ahí entonces encontramos tu rasgo andino en las últimas canciones? Muy cierto. La música andina me llegó hace bastante poco. Digamos, las ganas de hacerla. No tanto con la guitarra acústica sino con todo lo que venimos a proponer en GP, sobre todo con los bronces (vientos). Lo encuentro muy enriquecedor. Se te nota más suelto arriba del escenario, ¿lo estás disfrutando más? Sí, claro. Creo que tiene que ver más con los proyectos personales. Antes me sentía más cómodo con la guitarra o con la tonada. Y ahora no: vamos con la música más bailable, más andina, más colectiva que le digo yo. Más masa, desde un ¿Sentís que saliste del aura indie para apostar a otros lugares? Yo diría que fue natural, pero también está eso del fervor de la gente, de la masa, y la adicción a ese espacio. Esa retroalimentación constante me fascina. Pasa que en los recitales, mis canciones anteriores sirven para descomprimir y presentar una calma. Pero es eso, con GP la gente se conecta mucho. A este disco ya no lo puedo tocar solo. No tiene sentido. Mi formación base es de trío, y ahora también las bailarinas salen de gira con nosotros. ¿Cómo te manejás con esas canciones de tus discos anteriores en donde te encuentran en un estado más de introspección? La línea que llevo con mi vida personal y la de mi música está mucho más difusa. Eso me gusta y me hace sentir más cómodo. Lo de ahora es un mundo creado, claro que desde la realidad, pero más separado de mi vida personal. Eso hace que esté más dispuesto y más liberado. Lo que pasa en vivo forma parte de las canciones, antes estaba todo muy conectado. De Audiovisión a GP hay un quiebre. No hay conexión posible. Cero. Hay una desconexión sideral. Es una despedida a mi primera etapa. El GP es como empezar de nuevo. De verdad que siento esa total desconexión, hasta en términos personales. En Audiovisión todo era distinto. Seguramente me haya llenado de otro aire. ¿Tenés discos que para Gepe son referencia? Pucha, muchos. Hay uno de un gringo que se llama Disintegration loops, de William Basinski que es un discazo. De Chile una banda que se llama Alcayota, tiene un trabajo de nombre OMI que despierta mi atención. Las últimas composiciones de Violeta Parra y el Washing Machine de Sonic Youth. Ahí tendríamos algo básico para Gepe. ¿Qué disco tenés ganas de hacer? El que estoy haciendo ahora, hace apenas dos semanas comenzamos ese trabajo. Estoy pre-produciendo, será algo bien urbano. Te decía, estoy en esa, con ese concepto que no está del todo claro. Tienen que ver con el hip hop, con la música andina, con las raíces centroamericanas sobre todo y varias canciones más bailables. Está conectado con GP pero también va hacia otros lados como por ejemplo el flamenco. Esto viene a ser nuevo. Muy nuevo, aquí vuelve mucho la guitarra acústica. Estado de vista ¿Cómo fue tu relación con Cerati y Soda Stereo? (Tiene la Edición de Rolling Stone Homenaje sobre la mesa). De chico, en Chile, escuché mucho Soda Stereo porque todo el mundo lo escuchaba. Cuando fueron a Viña del Mar las primeras veces fue muy emocionante. En vivo lo vi a Cerati solista. Bocanada y Amor amarillo son dos grandes discos en mi vida. Bocanada sobre todo. Fui a la despedida de Soda. Año 1997 en el Estadio Nacional. Fue muy lindo, todo bacán. Tengo un buen recuerdo, él es un grande. Imagino que de Bocanada sacaste bocha de información… Sí, de todo. Porque encima es un disco re largo. Es electrónica de verdad, muy abstracto, el espíritu de libertad que tiene es imparable. ¿Cómo se dio el vínculo con Julieta Venegas? Una vez me escribió para cantar juntos en Chile. Además de ser una referente internacional que escucha música nueva, a ella le gusta estar en contacto con esa música. Y eso es súper valorable. Y conmigo ha hecho eso, hablamos bastante y cada vez que alguno anda por su país nos juntamos. Vos hace poco dijiste “No quiero ser Leonard Cohen ni cagando”, ¿eso tiene que ver con lo genuino de cada artista? Claro. Cada uno puede ser el que quiera, para qué andar copiando. Da lo mismo mientras uno pueda sentirse auténtico con su obra. Ahí quizás, en esa sinceridad sí salga una mezcla de Leonard Cohen, Juan Luis Guerra y el viejo de la esquina. Querer ser otra persona está medio obsoleto. Creo que con la información que manejás hoy día es imposible copiar a alguien. Todos mis respetos para Leonard Cohen pero me da lo mismo. No me interesa. ¿Entonces a eso le decís Ni a palos? Así estaría bien bacán, ¿cachai? X año 5 | nº300 | 11 de enero de 2015 8 Apunte tardío sobre El estudiante, de Santiago Mitre La salidera Eventos, lanzamientos, recomendaciones So Abra Por Martín Rodríguez Principio: alguien filmó el ecosistema cerrado y microclimático de la militancia y la política universitaria de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Un mundo tan familiar y tapado que a cualquiera de los que lo habitamos nos podría parecer irrepresentable, no porque no fuera fácil hacerlo sino por la utilidad de hacerlo. Una universidad escuela de jóvenes de las pequeñas burguesías con tristeza que serán allí sobre-educados y vivirán después sub-empleados. Me hablaron de El estudiante (este film, que tuvo su apogeo hace unos años) varios amigos en los que confío y en cuyos elogios deduje equivocadamente dos presencias que me desestimaban a verla: el cinismo (las obvias ironías sobre la militancia universitaria en sus variantes) y el costumbrismo (mostrar ese extraño mundo como un museo de la lengua y la práctica política detenida en el tiempo). Digamos que mofarse de la vida política universitaria puede ser parte de un blog (como el que escribía lúcidamente Tomás Aguerre, “Una excursión a los Indios Sociales”) o algún personaje capusottiano, pero en todo caso es una tarea fácil condimentada desde adentro: porque la mirada ácida sobre la militancia nace en la propia militancia, en ese folclore donde los nac and pop gastan a los troscos, los troscos a los bolches, los radicales a los ex frepasistas, y así. Pero nada de todo esto hay en El estudiante. Del pintoresquismo militante sólo los detalles precisos que permiten pintar la aldea rápido para sumergirnos en un film político a secas, que muestra una lucha intestina en un episodio que, para quienes conocen la experiencia militante, es absolutamente verosímil: una operación de asalto al poder académico que incluye “usos” de la militancia, negociaciones con ministerios y la traición. El árbol primaveral de la militancia estudiantil no puede esconder que efectivamente en las universidades hay poder, dinero, negocios, claustros, en los que toda militancia interviene, disputa, usufructúa, depende. Entonces: El estudiante no es un film costumbrista, no es cínico, ni se consagra al boludeo doliniano de que “se milita por las minas”. El traje romántico farragoso de la militancia no esconde que se lucha por un poder, a la vez, la lucha por un poder no exime la existencia de romanticismo, ropa salvada en el final. Pero hay más. La historia muestra a su protagonista (Roque, un chico de un pueblo del interior agrario) en una politización acelerada hasta mostrar su habilidad por identificar la lucha de poder entre ese ruido. Roque revela su animal político árido en una fauna barroca. Porque El estudiante también es una historia del choque de culturas políticas (interior vs porteños) en el teatro de la militancia universitaria: el “chico del interior” retratado trae una visión conservadora de la ideología en su mochila municipal pero también, en esa misma mochila, una rapidez brutal para entender la disputa de poder. El choque de culturas políticas que se da entre la militancia urbana híper ideologizada y la cultura política que muchos estudiantes del interior traen en sordina, es una de las tramas profundas. Roque empieza la historia mudo y fisgón, “la ñata contra el vidrio” del teatro militante, y por amor, erotismo, conveniencia y convicción, todo eso junto, deviene en un guarro de la lucha de poder. El “municipalismo” (esa política picante y desolada de radicales y peronistas) de Roque tarda en aflorar hasta que quiebra su eclipse con la Ideología que le enseñan, pierde el respeto sagrado por esas chicas y chicos de retórica frugal en asambleas, y entiende que tiene algo para dar. De hecho, las pocas discusiones políticas de sobremesa que protagoniza Roque no lo muestran a la derecha o izquierda de nadie, sino parado en el reformismo del que “hace”. Roque se integra a una agrupación de izquierda moderada que asocia a la palabra “gestión” contra el maximalismo trotskista. Para él, la política es hacer. Leí “críticas” donde le reclamaron a Santiago Mitre no acentuar el amanecer militante. El impacto de El estudiante la sobreexpuso ante el deber de dar La versión de la época, de lo que “cambió”. Mitre da su versión de lo conservador, de lo conservado, de lo que la política aún también es. Y, contrario a lo que algunos le achacaron, no reivindica el pragmatismo ni rechaza moralmente la política, sino que incluye esas tensiones en su visión. Si El estudiante resulta una disección del mito militante desde adentro, no se consagra a su derrumbe, ni niega su vitalidad transformadora. Sabemos que muchas cosas contradictorias pueden convivir en política sin matarse. Oscuridad y luz. Ideologías y “15 por cientos”. Etcéteras. Casi simultáneo al boom argentino de House of Cards (donde la política es una espectáculo maquiavélico para consumo), El estudiante da su versión verosímil de una parte de la política sin estilizar el bien, sin estilizar el mal.X So Abra es un grupo porteño que hace canciones de diversos géneros. Mezcla de interior y puerto, logra imprimir frescura a los múltiples ritmos del folclore argentino y latinoamericano, sin traicionar estilos ni esencias. Jóvenes músicos, instrumentación cálida y matices varios, eso es So Abra y eso plasma en sus trabajos editados de manera independiente. Luego de algunos cambios en su formación inicial, el grupo se reinventó durante 2014 sin perder su identidad, basada en voces armonizadas e instrumentos empastados en un sonido que logra conseguir tanto en vivo como en estudio. Por todo esto recomendamos escucharlos en soabra.bandcamp.com. Si podés, además, comprate su, hasta el momento, único álbum, porque es uno de esos discos fetiche con un gran diseño que complementa más que bien su música. Este año se viene el segundo. Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT) Manuela Malasaña En el marco de su 40° aniversario, el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT) propone una amplia programación para el 2015, incluyendo grandes figuras de la dramaturgia latinoamericana como Marco Antonio de la Parra, Eduardo Rovner, Román Podolsky, Mariela Asensio, Arístides Vargas o Sanchis Sinisterra. Desde el año 2000 el CELCIT viene realizando una intensa tarea de difusión y promoción del teatro argentino e iberoamericano a través de Internet, tanto a partir de su sitio www. celcit.org.ar, como a través de las redes sociales. En esta web podés acceder a una gran cantidad de publicaciones de manera gratuita, cursos a distancia y, desde 2012, una nueva iniciativa: el CELCIT TV una serie de micro-documentales y ediciones en video que abordan distintos aspectos de la actividad teatral iberoamericana. Interesante explorar este sitio para los amantes del teatro latinoamericano y darle una mirada, además, a la programación para este año. Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez Redactores Pablo Móbili Martín Rodríguez Emiliano Flores Franco Dorio Julián Eyzaguirre Romina Sánchez Diseño original Nizo Mauas Arte Diego Paladino Fotografía Patrick Haar Casi en la esquina de Costa Rica y Borges, en el barrio de Palermo, se erige un monumento al buen comer. Manuela Malasaña es un bar o "tasca" como le dicen en España, en donde la comida de este país europeo es representada de una manera gloriosa y a buen precio. En Malasaña se comen pinchos, o sea, platos pequeños y muy ricos, en este caso. El comensal tiene una gran variedad para elegir, desde minihamburguesas caseras con cebolla caramelizada hasta salmón o croquetas de papa. Todo hecho con mucha prolijidad y gusto casero, a contramano de tantos lugares por ese barrio porteño en donde los grandes precios son directamente proporcionales a las grandes desilusiones de tan pequeños e insulsos platos. También podés pedir ricas cervezas y algunos tragos. En este último punto, recomendamos el mojito que está muy bien logrado. No podés dejar de ir y, si vas, es una obligación pedirte una porción de papas alioli. Son la gloria. Si van 2 personas, comés muy bien por menos de $250 en total. Además las 2 mozas tienen mucha onda y te atienden de diez. Redacción: Amenabar 23 (C1426AYB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: [email protected] Departamento comercial: Tel.: 4776-1779 Internos: 156 y 159 Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:New Site. Baigorri 103, CABA Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. 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