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.ExcMO. SR.- D . JOSÉ ECHEGARAY
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I ^ a d - r l d . 1.° <le Iwla.yo d.© 1 9 0 S
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nados investigadores de sus trabajos, de sus discursos, de
sus propagandas y de sus obras parlamentarias y de Gobierno. Los seguiremos al mitin, los oiremos en la confeLa aparición, ó acaso fuese mejor dicho, la resurrección rencia, los mostraremos en plena luz en la interviú.
con impulsivo y caluroso brío de la GACETA POLÍTICA, no
Otro de nuestros deseos más vivos es el ahondar en la
puede determinar un sonado suceso periodístico; pero, de vida regional hasta dar con algo de espiritual selección
cierto, es nuestra voluntad que señale una generosa y hon- que se parezca á lazo común entre los diversos grupos esrada aspiración en la prensa española.
pañoles, sembrando, á ser posible, simiente generosa de
Nada tan difícil en esta nuestra labor profesional con la inteligencia y amor para todos ellos. Creemos que, si no
letra de molde como el haHai- expresión ni modalidad nue- el único, hay un camino que lleva á talfin:la franca y pervas en el arte geaeral del periódico; el ingenio, la elocuen- sistente campaña de política pedagógica, dignificando al
cia, el telégrafo, las mil formas del saber y la vulgariza- maestro, enalteciendo la escuela, y haciendo de la educación en todos los órdenes del espíritu y déla realidad, han ción y de la instrucción—términos inseparables y correlahallado en el periodismo moderno términos que parecen tivos, aunque hasta hoy distantes y separados—las bases
insuperables.
esenciales de una España futura.
Pero si al género Revista nos referimos, todas las difiParalela á esta campaña iniciaremos otra, dedicada á
cultades acrecen; la misma brevedad de su esfera, la mis- vulgarizar para elementos modestos de la opinión (claro
ma restricción de su campo, acortan el vuelo de toda ac- que no para profesionales ni doctos), las notas progresivas
ción, y, sobre todo, hacen doblemente ásperos y trabajo- que ert punto á Derecho público é internacional y sus inssos los mejores intentos.
tituciones se producen á diario en el mundo.
Una Revista no puede dirigirse al público con fuertes
Inculcar, además, 'en el espíritu general de la nación el
excitaciones de la curiosidad, ni con inmediatas y sorpren- deber ineludible en que se encuentra de participar en las
tes satisfacciones de ella. No cuenta con el golpe nervioso responsabilidades y empresas políticas, es tarea en que,
y agitador del telégrafo, ni con el íolletín emocionante, ni por apropiada á nuestra significación y propósito, hemos
con el estímulo poderoso de la diaria fiebre, graduada en de insistir con perseverancia; el abstencionismo trae como
sucesos. La Revista ha de ser reflexión y ecuanimidad, es- consecuencia el poder de las oligarquías arriba y de los
tudio y llamamiento severo al interior, y aunque á su modo viles caciquismos abajo, y nadie podrá impugnar éstos ni
sea una fuerza de opinión y aun lino de sus colaboradores lamentarse de aquéllas, sino honra y robustece con' atlécontra el pesimismo y el fastidio, realmente tiene que lu- tico y valiente ejercicio los derechos y los deberes de ciuchar, para conseguirlo, con la naturaleza de su acción, dadanía.
lenta y apacible, sin ruidosos truenos ni llamativas tempesEn materia internacional, no ya el vulgo, aun personas
tades.
distinguidas y cultas, adolecen de lamentable obscuridad
Pero tal como este arte de la Revista es en su modestia en la información y en el juicio.
i
,
»
La ignorancia es general en estos asuntos, los probley^ en su sencillez y limitaciones, nosotros ríos consagramos
mas de selección con el mundo quedan en la sombra caná él con entusiasmo, y ponemos en esta reducida tribuna la
cilleresca, sin que nadie intente esclarecerlos ni ventilarlos,
misma fe que en el amplio foro de las multitudes.
y los unos por sus riesgos, como los de África, y los otros
Ninguna fuerza se pierde en la Naturaleza, y de igual
con promesas de amistades fecundas, como los de nuestra
modo no hay trabajo que no quede integrado en un acercomunicación con América, quedan diferidos á tiempos y
bo social de cultura y de mejora.
plazos indeterminados. Nosotros los llevaremos de frente y
Nosotros, por ejemplo, pensamos que realizaremos obra
de modo principal; nuestras relaciones con las Repúblicas
buena y patriótica haciendo de la GACETA POLÍTICA un órhispano-americanas serán objeto para la GACETA POLÍTICA
gano exacto, reflexivamente imparcial de cuanto la opinión,
de una constante labor, con la mirada y la esperanza
en sus diversas manifestaciones, vaya elaborando entre núpuestas generosamente en el bloque espiritual que resista
mero y número, ya en el Parlamento, ya en las Asociaciofuerte y victorioso á la América creciente, la Norte-Aménes científicas, ya en la prensa, ya en la calle, ya en la farica sobre nuestra raza.
milia misma. Ningún movimiento ha de carecer en estas
*
columnas de signo expresivo, de expresión acomodada á
* *
su intensidad.
Tales son los puntos generales en que descansa nuestro
Sin violencias ni acritudes hallarán los hombres políticos
en nuestra crítica, no jueces enfadosos, pero sí desapasio- pensamiento periodístico, y como queremos que la larga
PRKSBNT ACIÓN
promesa no parezca indicio de infecundidad y de parvedad
U n a pobre mujer lanzó aquí el p r i m e r grito: á él respon-
en la obra, dejamos la palabra á los hechos, y con la escul-
dieron cien mil rugidos. Como el agua que rompe un di-
pida frase del clásico nos despedimos del respetable lector,
que, como el ciclón que arranca de cuajo una selva, como
dicicndole:—¡Adiós, por hoy, señor lector; largo es el ca-
el incendio contenido que súbitamente estalla, como e*
mino, muchas veces en él nos encontraremos; tú me c o -
volcán que quiebra su corona de granito, como el alud
nocerás por la voz y y o á ti por la censura!
que arrasa cuanto se le pone por delante, así la ira del
pueblo.
E^aE
2 DE
MAYO
DE
No pensó en las subsiguientes represalias, ni midió sus
fuerzas, ni calculó el resultado d e su a r r a n q u e . Sin armas,
1808
con las uñas, con los dientes, con los pies, con las piedras
[HOMENAJE.
de las calles, con las ramas de los árboles, con cuanto e n contró á mano, hombres, mujeres, niños, acometieron á las
España se estremece hoy con un soplo de entusiasmo,
tropas francesas, ciegos, enloquecidos, frenéticos, sin retro-
l l u n d i d o s , avergonzados, maltrechos por las codicias
ceder, ante la horrible m o r t a n d a d que el ejército francés
ajenas y los delitos propios, un fulgor de esperanza alum-
hacía, sin preocuparse del que caía á su lado—fuera padre,
bra nuestras frentes al repasar las páginas de la Historia de
h e r m a n o , hijo—exaltados hasta el horror y hasta la sublimi-
hace un siglo.
dad por el santo a m o r á la patria y el odio implacable al
-
,
,
lira m a y o r nuestro envilecimiento, más honda nuestra
extranjero.
incultura, más grande nuestra pobreza, más ineptos nues-
Con la rapidez de una onda luminosa, corrió la noticia
tros gobernantes, y, sin embargo, en un instante dado, el
de parte á parte de la ciudad; casi simultáneamente estalló
espíritu inmortal y gigantesco de la raza se despojó de aque-
en toda ella la rebelión, y al silencio e n c o n a d o y trágico,
llas lacerías y surgió triunfante y esplendoroso, asombran-
sucedió el estrépito horrísono de las descargas de la fusile-
do con su heroísmo al mundo y cambiando con su espada
ría, el sordo estampido d e los cañones, el galopar d e s e n -
de fuego los destinos del universo.
frenado d e los caballos, los ayes de dolor de los moribun-
La nación había sido villanamente entregada al e x t r a n -
dos, las imprecaciones de los combatientes, los toques es-
jero; un ejército triunfador y vandálico deshonraba nues-
tridentes de las cornetas y clarines, el volar incesante y
tras ciudades, profanaba nuestros templos, insultaba nues-
atronador de las c a m p a n a s tocando á r e b a t o .
tra bandera, pisoteaba nuestra historia, y para España,
Y como la rebelión corrió por la ciudad, cundió por la
exangüe, triste, sin dirección, sin fe, sin esperanzas, p a r e -
península: con rapidez increíble y con unanimidad p a s m o -
cía haber llegado el último m o m e n t o como pueblo inde-
sa. El pueblo, esa palanca eterna de todo lo grande, esa
pendiente.
fuente inagotable de sentimientos, ese ejemplo inmarcesi -
•
.
T>os raudales infinitos d e sangre, derramados para c o n s -
ble de entusiasmo y amor á lo noble y lo justo, sin jefes, sin
tituir nuestra nacionalidad eran perdidos; aquella labor gi-
armas, sin dinero, se lanzó al c a m p o , en rebelión contra
gantesca y tenaz de siglos y siglos para afianzar nuestra
todo lo existente; contra los de dentro y contra los de fue-
independencia, inútil. íbamos á ser absorbidos por el c o -
ra, contra los franceses y los afrancesados, contra los e x -
loso francés, como ya lo había sido el resto del continente.
tranjeros y los traidores.
En el silencio trágico de la patria, resonaba con estruen-
Y los catalanes, de áspera corteza y nobilísimo corazón;
do humillador el eco de avalancha de las legiones victo-
los gallegos, de valor indomable y resistencia increíble; los
riosas del César, que como una inundación de afrentas se
aragoneses, hijos predilectos de la gloria; los andaluces, li-
extendían por todos los ámbitos de la península.
geros, frugales y siempre dispuestos al combate; los va-
No había esperanza. ^Qué resistencia oponer á aquel
lencianos, tan dulces y agradables en la paz, como
fieros
ejército, ebrio d e sangre y de gloria, y hasta entonces ja-
é intrépidos en la guerra; los castellanos, parcos de pa-
más vencido.'' jCómo impedir el avance incontrastable de
labras y elocuentes de hechos, cuantos pueblan la tierra
aquella masa gigantesca que, á un tiempo, reunía en su mar-
madre, sin distinción de idiomas, ni de aspiraciones, ni d e
cha la ceguedad fatal de las cosas inanimadas y la fuerza
ideas, se unieron en un haz formidable, apretadísimo, h e -
suprema que presta la fe en los propios destinos? ¿Cómo
roico, para hacer frente al invasor y arrojarlo del suelo
España, hambrienta, despoblada, miserable, inerme, e n t r e -
patrio.
gada á sus p a u p é r r i m a s fuerzas, osaría ponerse frente al co-
Los ejemplos d e heroísmo se multiplicaron; cada ciudad
loso que había d o m e ñ a d o las más ricas, poderosas y flore-
era una fortaleza inexpugnable, cada casa un castillo, cada
cientes naciones?
pecho un reducto, y en cada palmo de t e r r e n o había una
Y , sin e m b a r g o , fué. No mueren más q u e los pueblos
página de gloria, escrita con sangre.
que se resignan á la m u e r t e . F r e n t e al poder brutal de la
La hierba de las campiñas españolas nació roja d u r a n t e
fuerza, está el indomable de la idea. U n mártir q u e cae
muchos años; pero al fin, aquel pueblo moribundo, befa y
son cien héroes que se yerguen. La tierra como las bestias
escarnio del orbe, cuando los ejércitos de Napoleón pusie-
feroces no se sacia de sangre. Por cada gota que recibe
ron en él su planta, transfigurado, heroico, glorioso, v e n c e -
pide cien más. T o d a la del m u n d o no es bastante para
dor del rey de los vencedores, impuso nuevamente con el
ahogar un sentimiento, c u a n d o está hondamente arraigado
ejemplo de sus legendarias hazañas, respeto y admiración
en el corazón d e un pueblo y éste se halla resuelto á d e -
universales.
fenderle, haciendo el sacrificio de su vida.
Hoy se conmemora el Centenario de aquel increíble despertar. No son los tiempos exactamente lo mismo, pero
por desgracia tienen muchos puntos de contacto. Una afrenta imborrable y una herida que no cicatrizará nunca llevamos en el pecho los españoles. Ya que no supimos á tiempo
imitar el ardimiento de aquellos héroes, limitándonos á llorar como mujeres nuestra desventura, honremos su memoria, presentándolos como ejemplo á nuestros hijos, y ellos
tal vez den á la patria días de gloria que borren las manchas que con nuestra cobardía arrojamos en su bandera.
¡Gloria á los héroes de la Independencia española!
-^igí^--
BANDO DE MURAT
Juzgamos una nota curiosa la publicación de la alocución que Murat dirigió á sus soldados el 2 de Mayo, después de los sucesos terribles y gloriosos de la jornada:
«Soldados: La población de Madrid se ha sublevado; ha llegado hasta el asesinato. Sé que los buenos españoles han gemido de estos desórdenes; estoy muy lejos de mezclarlos
con aquellos miserables que no desean más que el crimen
y el pillaje. Pero la sangre francesa clama por la venganza; en su consecuencia, mando lo siguiente:
»Artículo I. El general Grouchi convocará esta noche
la comisión militar.
»Art. II. Todos los que han sido presos en el alboroto
y con las armas en la mano, serán arcabuceados.
»Art. III. La Junta de Estado va á hacer desarmar los
vecinos de Madrid. Todos los habitantes y estantes que
después de la ejecución de esta orden se hallaren armados
ó conservasen armas sin una permisión especial, serán arcabuceados.
»Art. IV. Todo lugar donde sea asesinado un francés,
será quemado.
»Art. V. Toda reunión de más de ocho personas será
considerada como una junta sediciosa y deshecha por la fusilería
»Art. VI. Los amos quedarán responsables de sus criados; los jefes de talleres, obradores y demás de sus oficiales;
los padres y madres de sus hijos, y los ministros de los
conventos de sus religiosos.
»Art. VIL Los autores, vendedores y distribuidores de
libelos impresos y manuscritos provocando á la sedición,
serán considerados como unos agentes de la Inglaterra, y
arcabuceados.^
Como se ve, el caudillo francés no se anduvo por las
ramas y mucho menos los que recibieron la misión de cumplimentar el bando.
La noche del Dos de Mayo fué en consecuencia una noche siniestra, rota por el fulgor de la pólvora, el estrépito
de la fusilería y los gritos de angustia ó las maldiciones de
los arcabuceados.
Esta conducta resultó tanto más reprobable cuanto, hallándose el triunfo del lado de los madrileños, para reducirlos se les pidió parlamento, y solo mediante las promesas de la junta depusieron las armas.
Ciudad-Rodrigo y el Centenario de la Independencia
Zaragoza y Gerona, Bailen y Madrid, Arapiles y Badajoz, entre otros, se aprestan á conmemorar el Centenario
de los sitios, con el entusiasmo que en sus respectivas localidades despiertan los recuerdos, y la actividad que permiten los recursos que para ello por varios medios se han
proporcionado; entusiasmo y actividad que contrastan con
el silencio sepulcral que en este asunto guarda Ciudad-Rodrigo, cuyo puesto de honor debía figurar en los primeros
lugares de tan patriótica fiesta.
Bien es verdad que situada esta plaza fuerte, tan poco
fortificada y peor emplazada, como después diremos, en
D. A N D R É S PÉREZ DE HERRASTI
defensor heroico de Ciudad-Rodrigo.
la provincia de Salamanca, á cinco leguas de la frontera
de Portugal, poco conocida y menos visitada por hallarse
fuera de línea general ferroviaria, sumida en desconsolador
marasmo, ve transcurrir los años sin que su nombre inmortal suene para nada.
- •
, •, ,
En cambio, los españoles que visitan París pueden leer
en el interior del Arco de la Estrella y entre los nombres de
Austerlitz y de Marengo, en cuyas batallas salieron victoriosas las águilas francesas, los de Bailen y Ciudad-Rodrigo, en donde la suerte de las armas no les fué tan propicia.
Recopilando y extractando ligeras notas y compendiadas historias, haremos á vuela pluma una sucinta reseña
del formidable sitio que sufrió tan olvidado pueblo.
Esta plaza es de fortificación defectuosa, irregular y de
último orden, sin fosos ni glacis formal y circuida de pa-
drastros que facilitan su ataque y dificultan su defensa,
salidas d e los sitiados, hasta el día 25 d e Junio que a p a r e -
uno de ellos el teso ó altura de San Francisco que descue-
ció el cerro de San Francisco, de que y a se ha hecho
lla y domina e n t e r a m e n t e todas sus murallas, cuyo recinto
mención, coronado d e siete baterías descubiertas con 46
es tan corto que desde cualquier punto que se sitúen con-
cañones, morteros y obuses en línea, rompiendo el fuego
tra el las baterías enemigas, lo c o m p r e n d e n todo y no que-
contra la plaza, arrojando desde luego bombas, balas y
da paraje libre de sus tiros, no sólo de b o m b a s y granadas,
granadas sobre los recintos y edificios de la ciudad, con tal
pero aun de bala rasa.
furor, que en las seis primeras horas se contaron sobre 800
No hay dentro ni fuera almacén seguro para la pólvora,
ni edificio á prueba; todo su interior es como un campo
firme,
sin el m e n o r resguardo para las personas ni los
tiros de espoleta y más de 3.000 de bala rasa de todos calibres.
Al instante se puso el pueblo en movimiento, acudiendo
unos al servicio de las bombas para apagar los incendios,
efectos.
E n tal situación, después de rechazar en Marzo de 1809
otros á conducir heridos á los improvisados hospitales,
al ejército francés que intentó tomar la plaza, se presentó
otros á llevar municiones á las baterías, y en este servicio
el mariscal N e y el 7 de l ' e b r c r o de 18 l o con I 2 . 0 0 0 h o m -
se señalaron particularmente los niños, estimulados por el
YISTA.
O E I S r B P i A i : ^ ] 1DE> C I U D A D - ü O D I l i a - O
bres, intimando el día ÍO, de oficio, la rendición al gober-
ejemplo de |sus padres, haciéndose, en información d o c u -
nador D. A n d r é s Pérez de Herrasti, que contestó con la
mentada, mención de Cayetano I'uentes, que demostrando
comunicación siguiente: «Como presidente de la Junta Su-
un arrojo impropio de sus nueve años de edad, contribuyó
perior d e Castilla la Vieja; como gobernador d e la plaza
con sus débiles fuerzas á la heroica defensa de dicha ciudad.
de Ciudad-lxodrigo, y como militar, tengo jurada la defen-
Menos ha de pasarse en silencio los activos y c o n s t a n -
sa d e esta plaza hasta perder la última gota de mi sangre;
tes servicios que hicieron d u r a n t e todo el sitio dos ciegos
así pienso cumplirlo, y toda la guarnición y habitantes de
mendigos que había en la plaza, los que, con el particular
la ciudad están resueltos á lo mismo; es la única c o n t e s t a -
tino que suelen tener estos desgraciados, y guiado uno de
ción que da á las proposiciones que se le hacen.»
ellos por un perrito que le servía de lazarillo, tan luego
Para apreciar la arrogante entereza de este bizarro mili-
como los sitiadores rompieron el fuego de sus baterías
tar, téngase en cuenta que la plaza, para afrontar el riesgo
contra la ciudad, acudieron á llevar municiones á las nues-
que tan amenazador se presentaba, no contaba más que
tras en la muralla; y cuando éstas no eran necesarias, se
con 4.000 hombres, entre soldados veteranos, voluntarios,
empleaban en portear agua para que bebiera la tropa que
urbanos y habitantes solteros de diez y siete á cuarenta
las servía, y para rellenar las tinas de combate con tanta
años. E n estas fuerzas figuraba un batallón de artillería con
actividad, celo y desprecio del peligro, que en todo el
¡37 plazas efectivas de artilleros viejos y propiamente ta-
tiempo que d u r ó el sitio no cesaron en estos ejercicios, ni
les!
se les vio descansar, ni se les notó remisión en acudir á
No entra en nuestro propósito detallar los innumerables
los parajes que se les indicaban, por más que percibían al
y encarnizados ataques de los sitiadores, y las sangrientas
oído el silbido de las balas que á su lado cruzaban; siempre
alegres, risueños, preguntando por donde pasaban si falta-
A h o r a bien; días pasados se ha cubierto ante el rey y
ba alguna cosa, y repitiendo de continuo las voces: «¡áni-
tomado la almohada ante la reina, respectivamente, el d u -
mo, muchachos; viva nuestro r e y y viva Ciudad-Rodrigo!»
que y la duquesa d e Wellington y de Ciudad-Rodrigo, y
¡Conmovedor episodio, digno del lienzo ó del mármol!....
ha sido recibido en audiencia por S. AI. el obispo de dicha
Se haría interminable este bosquejo si hubieran de refe-
ciudad. ¿No sería aún ocasión oportuna de que tan p r e -
rirse las pruebas de arrojo, heroísmo y sagacidad que dio
claros personajes iniciasen una demostración de piadoso
tan valeroso pueblo, p o r q u e desde un principio presidió el
recuerdo por aquellos mártires que dieron vida y hacien-
buen acuerdo de agrupar en pequeños núcleos al paisa-
da p o r su patria.?....
E . F . D.
naje, utilizando sus particulares aptitudes para servir de
•^m<r-
fuerzas auxiliares de la guarnición propiamente dicha.
Las correrías, rápidas marchas y sorpresas realizadas
por el infatigable guerrillero D. Julián Sánchez con sus 24O
voluntarios de á caballo, dieron que hacer al imponente
EL MONUMENTO DEL DOS DE MAYO
y siete días de cerco, treinta y cinco de trinchera forma-
Conocido es de todos los españoles este monumento, erigido á los heroicos defensores de la Independencia española. P e r o pocos, m u y pocos seguramente, conocerán las
fases por que pasó antes de su construcción. Por eso creemos oportuno darlas á conocer.
Desde que dicho m o n u m e n t o se ideó hasta que finalizó su.
construcción pasaron cerca de veintidós años. En 1808 tuvo
la primera idea L^. W e n c e s l a o Argumosa. L a s Cortes d e
Cádiz ordenaron su construcción en 1811. Más tarde, en
1814, las Cortes que se reunieron en Madrid hicieron exh u m a r los cadáveres de los héroes y depositarlos en San
Isidro, hasta que la obra estuviese terminada. H a y un lapso
de tiempo, hasta 1821, en que nada se hizo, volviendo después á continuar las obras, suspendiéndolas más tarde, y
siguiendo un estado alterno de cosas, de suspensión y de
trabajos hasta 1840, en que se dieron las obras por terminadas, q u e d a n d o y a definitivamente las cenizas de los
mártires instaladas en el sarcófago para ellas destinado.
da, trece de brecha abierta y diez y seis de bombardeo y
s--s>-<5
ejército sitiador, y los tiraadores y cazadores de profesión,
q u e se situaron en la t o r r e del c o n v e n t o de San F r a n c i s co, e x t r a m u r o s de la población, causaron enormes bajas al
enemigo, distinguiéndose el Chorlo y su cuñado Domingo
Pacheco, que, con su certera puntería, m a t a r o n más de
cien franceses.
Finalmente, abierta por los sitiadores una brecha capaz
para subir por ella 60 hombres de frente, fuera de combate
más de I.400 de los 4.OOO útiles que á duras penas sumaron
los sitiados al comenzar el asedio, embestida la plaza p o r
tres cuerpos de tropas francesas reunidas bajo el mando
del mariscal Massena, c u y o número ascendía á unos 65.000
hombres de todas armas, extenuados los españoles por el
insomnio, el cansancio y la fatiga producidos por setenta
cañoneo, que lanzaron sobre la plaza unos 37.000 tiros de
espoleta, de bombas y granadas y más de 40.000 balas,
Á L O S CIEN AÑOS
que d e s t r u y e r o n todos los edificios de la ciudad, sin q u e dar uno solo que no padeciese, no restándoles arbitrio ni
esperanza r e m o t a de socorro por parte del ejército inglés,
nuestro aliado, que al m a n d o del general lord Wellington,
se hallaba en Portugal, sin permitirle las circunstancias
a b a n d o n a r la plaza d e A l m e y d a , mandó el g o b e r n a d o r
Herrasti, á las seis de la tarde del día IO de Julio, poner
bandera blanca y envió un oficial parlamentario al c a m p o
francés, viniendo i n m e d i a t a m e n t e el mariscal N e y á la brecha, y después de t e n d e r su mano al gobernador, haciendo
grandes elogios de la defensa sostenida, añadió que no había para qué tratar de la capitulación, pues la acordaba
desde luego, todo cuanto en la más honorífica podía exigirse; que serían respetadas las personas y propiedades de
los habitantes d e la ciudad; los jefes y oficiales de la g u a r nición conservarían sus espadas, equipajes y caballos; la
t r o p a sus mochilas y efectos, y conducidos prisioneros á
Francia; sorprendiéndose todos los franceses, según iban
entrando en la plaza, de ver las espantosas ruinas á que
había quedado reducida la ciudad y sus recintos.
No por esto dejó de ser bien costosa la victoria, puesto
que el cálculo más aproximado d e las pérdidas q u e d u r a n t e el sitio tuvieron los franceses, hecho por ellos mismos, fué de 13.000 hombres, y h a y quien lo hizo subir á
17.000; lo cjue patentiza la tenaz y desesperada defensa d e
la m u y noble y m u y leal ciudad de Ciudad-Rodrigo.
Fala-toras
Sr.
Director
de la
GACETA
de
Fa.raíso
POLÍTICA:
Me pide usted unas cuartillas acerca de lo que la E x p o sición líispar.o-Francesa supone en el orden de las relaciones e n t r e a m b o s países y aunque plumas más prestigiosas que la mía, que de este asunto se han ocupado, pudieran servirme de escudo para eludir mi modestísima opinión, tengo sumo gusto en complacer á usted en su deseo
y dar á su GACETA POLÍTICA una impresión todo lo breve que
necesariamente imponen los trabajos de última hora q u e
estamos realizando.
Afortunadamente, un siglo transcurrido sobre la e p o p e y a
de nuestra independencia ha borrado de modo completo y
radical hasta los últimos vestigios que en el alma nacional
pudieron q u e d a r d e aquellas luchas.
Al llegar su Centenario, creyó Zaragoza que nada mejor
para solemnizarlo dignamente que afianzar la obra del
tiempo con una fiesta del trabajo, fiesta de la paz y de la
fraternidad e n t r e los pueblos de igual raza, y aquí, en Zaragoza, en la ciudad d e los Sitios, aquí d o n d e la lucha a d quirió caracteres más cruentos, se inició y se ha realizado,
pues la P^xposición es, á estas horas, un hecho real y t a n gible, ese hermoso himno á la cordial fraternidad entre
PVancia y E s p a ñ a .
P21 patriotismo de los españoles de hace un siglo, conquistó la independencia de la Patria á costa de su sangre
generosa; h o y , el patriotismo de otros españoles d e s c e n dientes de aquéllos, quiere demostrar que la Nación, aún
desangrada por un siglo de guerras y turbulencias, tiene
arranques sobrados para conservar por medio del trabajo,
la independencia económica, que es base esencial d e la del
territorio.
Esto es lo que quisimos que fuese, y esto es lo que será
la Exposición Hispano-PVancesa: un canto al trabajo r e g e nerador, base y fundamento d e la vida de las naciones.
Junto á la industria francesa, potente y vigorosa, apare- teligencia lo esclaviza, y subyuga, todo y parece haber
cerá muy brillantemente representada la industria espahecho prisionero al Dios de los Éxitos.
ñola, que en esta Exposición quiere demostrar que calladaAún está viva la huella de la labor realizada por
mente se afana en ponerse á la altura de las de los países
más adelantados; junto á la labor de los obreros franceses, se él desde la Unión nacional. España entera estuvo
apreciará el esfuerzo de nuestro obrero, que pugna por
abrirse paso en lucha con la falta de medios de educación, pendiente de su palabra y dispuesta á obedecerle como
y en esta unión, en esta confraternidad, se afianzaron los un solo hombre.
lazos de cariño entre la nación rica y poderosa y la que
Y ciertamente, si aquel avasallador
movimiento
lucha y se esfuerza por ponerse, por medio del trabajo tefracasó,
no
fué
de
Paraíso
la
culpa.
naz y entusiasta, á la altura á que sus virtudes la hacen
acreedora.
Hoy, iniciando y presidiendo la Exposición HisPasarán las fiestas oficiales; se disipará el eco de frater- pano-Francesa, vuelve á ser la actualidad tnásgrannales discursos; se plegarán las banderas, que hoy flamean
entrelazadas, en el mismo lugar donde se combatieron ra- de de España, y nuevamente un clamor de aplausos
biosamente, pero quedará firme y duradera la obra de paz saluda al héroe del trabajo, al paladín de la confrarepresentada por la Exposición: Francia y España se ha- ternidad de dos pueblos gemelos.
brán conocido en el terreno del trabajo, y esto, que á no
Zaragoza debe estar orgullosa de tan ilustre hijo,
dudar acrecentará las relaciones comerciales entre ambos
pueblos, será el galardón que Zaragoza habrá conquistado y la GACETA POLÍTICA une sus plácemes á los infien el Centenario de sus gloriosos Sitios y de la indepen- nitos que estará recibiendo.
dencia española.
ñ. Pagador.
Ruégole me dispense la obligada concisión de estas impresiones, y soy muy atento s. s. q. s. m. b..
PARAÍSO.
POLÍTICA INTERIOR
EL GOBIERNO Y EL PROYECTO DE RÉGIMEN
MORET. — MONTERO
RRORISMO. — DEMÓCRATAS
DE CANALEJAS.
LOCAL.
MAURA Y
RÍOS SE EXPLICA. — CONTRA EL T E Y LIBERALES.
CONFERENCIAS
EL
DISCURSO
SECRETAS.—LOS
PRESU-
PUESTOS.
Mientras los Cuerpos colegisladores suspendían sus tareas y los representantes de la nación se olvidaban de la
política, disfrutando las vacaciones que al mundo católico
impone la Iglesia de Cristo, para conmemorar la página
más sublime de la Historia Sagrada; los Sres. Maura y Moret se entregaban á las más profundas meditaciones, procurando el primero reconcentrar su espíritu, haciendo ejercicios piadosos en la confortable residencia que los reverendos Padres de la Compañía de Jesús poseen en Chamartín
de la Rosa; y buscando el jefe del partido liberal, en los
pintorescos poblados y en los alegres cortijos de la sierra
de la Alpujarra, retiro tranquilo que le permitiera, libre
de amigos é importunos, fijar su atención en los problemas
políticos q u e , aun alejado de las responsabilidades del
mando, muchas y muy graves pueden hacerle contraer,
según la dirección que imprima al partido que acaudilla.
DON
BASILIO
PARAÍSO
Es un tipo hidalgo. Alto, seco, recogido de carnes^
por su tez morena, curtida en la lucha de la vida,
parecen asomar las puntas de sus nervios.
Viste invariablemente de negro, y bajo el sombrero Frégoli, inclinado hacia la frente, su encrespada
cabellera le da aspecto de romántico y soñador. Y
los romanticismos y sueíios de este hidalgo aragonés,
á quien Zaragoza llama familiarmente
»Don Basilio », se traducen siempre en mejoras para su pueblo y galardones para su patria.
Al amplio golpe de vista del hombre de negocios d
la moderna, acompaña una resistencia y una tenacidad inconcebibles para el trabajo. Su portentosa in-
Regresaron ambos de sus respectivos y momentáneos
retiros; el Parlamento reanudó sus sesiones, la política recobró la animación perdida, y el problema magno, origen
de las cavilaciones de los dos jefes, se presentó de nuevo
sin que ninguno de ellos, en los días de meditación y estudio, hubiera logrado dar con la fórmula conciliadora que
facilitara la solución perseguida.
Continuó la discusión reposada, minuciosa y lenta del
proyecto de régimen de Administración local; de ese proyecto á cuya suerte ha unido el Sr. Maura, en un momento de ofuscación, la del Gobierno y la del partido conservador.
La opinión liberal, pronunciada resueltamente en contra,
coarta la libertad de acción del Sr. Moret, quien, por gubernamentalismo y por deberes de reciprocidad, facilitaría,
si pudiera, la aprobación del proyecto, con el que en gran
parte simpatiza.
Los ex ministros liberales, contrarios todos á la p r o -
los que siempre le han seguido y con él están en absoluto
yectada reforma, saben m u y bien que si ésta continúa es-
identificados; pero no la plana m a y o r del partido d e m o -
tancada en el Congreso, y no llega á aprobarse cuando el
crático.
Gobierno quiere y necesita, la caída del Sr. Maura es inevitable, y segura la del partido conservador.
Ni el general López Domínguez, jefe honorable de la
agrupación, ni el ,Sr. (jullón, cerebro de la minoría d e m o -
Si se aprestasen al combate y dieran la batalla, la vic-
crática del Senado, ni el Sr. Dávila, ni el Sr. Capdepón, ni
toria sería de los liberales, sin necesidad de tomar nuevas
el Sr. Sánchez Román, ni los d e m á s ex ministros que aún
posiciones. Les basta con m a n t e n e r s e firmes en las a c -
son correligionarios del Sr. Canalejas, hubieran
tuales.
á éste en su fracasada evolución.
.»
El Sr. Montero Ríos, aunque después rectificó en parte
sus declaraciones, ha manifestado que si el p r o y e c t o de
régimen local llegara á aprobarse, él se retiraría de la vida
política; y el Sr. Moret, más indeciso que nunca;
seguido
¿Qué ha ocurrido para que ahora aparezca el Sr. Canalejas tan distanciado del Sr. Moret?
Días antes de comenzar las últimas vacaciones parla-
fluctúa,
mentarias, el Sr. Canalejas cumplimentó á S. M. el Rey, y
duda, vacila y no avanza lo q u e sus correligionarios d e -
dícese que en la extensa conversación que sostuvieron am-
seaban; pero t a m p o c o retrocede en el camino emprendido,
bos, el Monarca elogió la disciplina y unión q u e impera en
como esperaba el Presidente del Consejo.
el partido conservador y que permiten al Sr. Maura des-
E n tal situación, el Sr. Maura ha resuelto dar el avance
para que se apruebe pronto el proyecto en cuestión, y dis-
arrollar su política, constituyendo Gobiernos firmes y d u raderos, como el actual.
puesto y a á emplear la fuerza numérica de la mayoría, se
El Sr. Canalejas debió recordar, al oir al Monarca, que
decidirá en breve á forzar poco á poco la máquina p a r l a -
en el partido liberal, desde q u e murió el Sr. Sagasta, ha
mentaria, hasta que su marcha adquiera la velocidad que le
venido ocurriendo todo lo contrario, y sin duda pensando
conviene.
cooperar á su remedio, se apresuró á conferenciar con el
*
Sr. Moret, poseído de la m a y o r satisfacción.
E n esta conferencia experimentó el Sr. Canalejas una
E n el Senado, donde impera la templanza y la parsimo-
sorpresa m u y desagradable.
nia, se ha discutido con calor, y se ha combatido con gran-
La actitud de estudiada reserva que adoptó el Sr. Moret
des bríos y resueltas energías, el p r o y e c t o de ley contra el
y la significativa frialdad é indiferencia con que acogió
terrorismo de Barcelona.
ciertas
indicaciones,
según
autorizadas referencias
de
La elocuente y fogosa palabra del senador republicano
quienes conocen detalles y p o r m e n o r e s de todo ello, con-
Sr. Sol y O r t e g a y la no menos elocuente, razonada y per-
tristaron el ánimo, antes satisfecho del Sr. Canalejas, cau-
suasiva del ilustre catedrático D. T o m á s Maestre, debieron
sándole profundo disgusto y visible contrariedad.
convencer al Gobierno del grave error en que ha incurrido
al presentar á las Cortes tan funesto proyecto.
El Gobierno ha desoído las atendibles y autorizadas opi-
Y en vez de llegar á una completa inteligencia los dos
ilustres conferenciantes, las distancias que antes les separaban se agrandaron extraordinariamente.
niones de los respetables m i e m b r o s de la alta Cámara y se
El Sr. Canalejas se apresuró á dar públicas muestras de
ha negado á retirar dicho proyecto, persiguiendo su apro-
su enojo y de su disgusto, censurando con acritud al p a r -
bación. E n el Congreso correrá igual suerte que la reforma
tido liberal y al Sr. Moret en el discurso que pronunció
de la Administración local.
en la ciudad del T u r i a la semana anterior.
* *
Suponíase desde hace t i e m p o que existían corrientes de
inteligencia entre liberales y demócratas; pero recientemente se ha asegurado que en la actualidad están más distantes que nunca unos de otros.
El jefe del partido liberal, dos días después, respondía
briosamente al ataque, en los pasillos del Congreso.
No hay que esperar, por ahora, ni quizá en mucho
tiempo, que lleguen á reconciliarse.
Y no habiendo reconciliación, no p u e d e haber entre
ellos inteligencia política.
E n realidad no ha existido motivo para tales suposicio-
*
* *
nes; pues por mucha y m u y legítima que sea la influencia
del Sr. Canalejas en el partido democrático, su personali-
El señor ministro de Hacienda ha d a d o lectura al
Con-
dad ilustre no anula otras m u y respetables de dicho parti-
greso de los presupuestos generales del Estado para el
do, que no han pensado, ni piensan, en aproximarse al
año próximo.
partido liberal, ni, por tanto, en reconocer la jefatura del
Sr. Moret.
E n este pleito de demócratas y liberales hay una parte
m u y secreta que poco á p o c o se irá haciendo pública.
La cifra total de gastos aparecerá aumentada en 25 millones d e pesetas, y á pesar d e este aumento, justificado,
habrá un superávit
probable de 13 millones, si los cálcu-
los de los ingresos no resultan equivocados en la práctica.
E s cierto, ciertísimo q u e desde hace t i e m p o mostraba el
Los aumentos en los gastos corresponden á todos los de-
Sr. Canalejas vivísimos deseos de reingresar en el partido
p a r t a m e n t o s ministeriales, exceptuando la Presidencia del
liberal, reconociendo y acatando la jefatura del Sr. Moret.
Consejo.
Fernando
Si la reintegración del Sr. Canalejas al citado partido se
hubiera hecho, habrían a c o m p a ñ a d o al ex presidente del
Congreso unos cuantos senadores y diputados demócratas:
'—yyf\j*—
•S}j\j^
Boccherini.
tila revolución de la
enseñanza
'^' ^^ maestro es un psicólogo, encontrará grandeza en
su obra, interés en su labor, novedad y variedad perennes
Toda revolución ofrece necesariamente tres períodos
en su trabajo; pero si es un instructor, consumirá su e n e r gía en una actividad mecánica, pesada, enojosa, que le
fundamentales: el primero es la gestación de ideas, su p r o -
conducirá insensiblemente á la anulación de su personali-
paganda y su divulgación; el segundo la transformación de
dad, á la rutina y al automatismo,
las leyes, y el tercero la adaptación á las costumbres.
El h o m b r e q u e instruye, verifica una labor tan vulgar y
De aquí se desprende que toda revolución en los hechos
tan insípida como la del q u e hace zapatos ó arranca mine-
ha d e ir precedida de otra revolución en las conciencias.
ral en las entrañas de una mina. El hombre que educa rea-
El triunfo del Cristianismo no fué otra cosa que la g e r -
liza una obra artística que aventaja á las de Fidias y Praxi-
minación de la semilla ético-social contenida en los cuatro
teles; pero no es posible educar sin consagrarse de lleno al
Evangelios; el triunfo de la reforma, la divulgación de las
estudio de la psicología experimental y de la psiquiatría,
protestas de L u t e r o y el triunfo de la revolución francesa,
que, para vergüenza nuestra, ni siquiera forman parte del
la popularización de la filosofía enciclopédica de Condillac,
plan de estudios de nuestras escuelas normales, cuando de-
Voltaire, Rousseau y de toda aquella pléyade de cerebros
bieran figurar en todos los cursos de la carrera del Magis-
luminosos.
terio en forma creciente y cíclica.
Nosotros no podemos esperar la transformación de la
E s necesario educar, educar ante todo y preparar los
enseñanza en nuestra patria más que como efecto de un
educadores de mañana, puesto que, como decía Macaulay:
incubo filosófico, del cual carecemos.
Con los ciudadanos
E s v e r d a d que desde el desastre hasta la fecha las obras
d e Costa, Picavea, Altamira, Mallada, Alzóla, Silió, P u r de nuestra regeneración patentizan
ó educarlos.
í^afael Torróme.
gúete, Moróte, Perojo y de cuantos han meditado sobre el
gran problema
de un pueblo libre no se puede hacer más
que dos cosas: ó fusilarlos
una
avalancha de ideas que abre camino á la esperanza y d e muestran que estamos poseídos de aquel divino descontento en que reconocía Balfour el estímulo esencial del progreso; p e r o también es v e r d a d que de todas estas obras
no .se d e s p r e n d e más que un ansia indeterminada d o n d e
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no encuentra la opmion conclusiones universales, prmcipios
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Presupuestos nuevos.
^1 problema financiero de mayor interés en estos momentos, es
el de la elaboración (le los presupuestos de 1909, que actualmente
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viene preocupando al Gobierno. Es de una necesidad manifiesta
uniformes, apotegmas claros y precisos en que pueda insp,,^^ .^^ Revistas político-económicas abordar seriamente tan grave
pirarse.
tema, porque es verdaderamente inconcebible que desde VillaverE s indispensable "ante todo determinar el concepto de la de no se haya vuelto á remover hondamente la substancia íntima del
enseñanza v del maestro.
presupuesto nacional. Aquella fue, sin embargo, fundamentalmente
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una remoción de los ingresos que parecían petrificados, sin fuerza
El maestro hasta ahora no ha sido mas que un instruca
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para acabar con aquel crónico déficit, que de seguir en aquellos días
tor mecánico, un propalador de noticias sobre materias
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de nuestra derrota, hubiera puesto en peligro la propia interior
abstractas, un cómplice de la A c a d e m i a d e lengua y un
vitalidad de la patria. Hoy hace falta urgentemente una revolución
secuaz de Iturzaeta. Preparado para eso, instruido para eso, en los gastos, que ponga en armonía la ley económica del Estado con
reglamentado para eso, no ha podido hacer otra cosa y ha
l^'s exigencias que imperiosamente reclama la nación. Tan repetícumplido, por lo general, con su deber, más digna y p a ''^'^ ^^^^-^ ^^^ "^^ P"'^^*" ''^ '"'^'''^^'^ ^'t'' necesidad inaplazable, que
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constituye ya un lugar común hablar, desde tal punto de vista, de
cientemente de lo que muchos suponen.
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una inmediata reorganización de los presupuestos del Estado: (¿ue
Los que han rebasado con labor honorable tan mengua^^^.^^^^^ po^o; que aun así nos parece excesivo dado el despilfarro
dos límites han sido héroes de la enseñanza sin gloria ni
que se nota en ciertos servicios, mientras otros quedan indotados;
provecho, y han tenido que luchar con un medio ambiente
que sería muy conveniente proceder á una racional distribución de
h u r a ñ o y liostil.
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los ingresos, conforme á un criterio que estuviera en armonía con
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• • 1 j j 1 las presentes necesidades nacionales, etc., etc., son ya frases rcpe\\\ principio de llenar la cabeza viene rigiendo desde el
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tidísimas que cristalizan exigencias financieras fundamentales. Por
Siglo xvii en todos los centros de enseñanza españoles, á
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1, .• v, „„» „= ;„f„i»roW„ „„„
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otro lado, en todos los tonos se ha dicho que es intolerable que
pesar de que Montaigne había ya d'icho que «una cabeza
gastemos el 1,58 por 100 en la función jurídica del Estado, el 5,04
bien hecha vale más que una cabeza bien llena».
por 100 en la de cultura y el 8,98 por 100 en la de fomento de los
P21 maestro debe ser ante todo un psicólogo de la infanintereses materiales (principalmente Agricultura y Obras públicas)
cia, y en la psicología experimental, en la lógica, en la éti- mientras, por ejemplo, llega al 20 por .00, lo que consumen los
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gastos de gueri-a y marina. En todas las funciones del Estado gasea y en la hlosoíia ha d e fundar su preparación académica.
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tamos el 53,24 por 100, es decir, la mitad del presupuesto; empleanLos conocimientos generales deben aceptarse tan solo
^,, ,_^ ^¡j.,;, ^^^^^^^ ^„ j^,^ \,^í^,^^^^ de la Deuda pública y en la carcomo elementos y medios para formar el carácter, la v o g;, de las Clases pasivas (en junto el 46,76 por 100). En enseñanza,
luntad y la inteligencia de los niños.
fomento, gobierno interior y organización jurídica, política y adA pesar de q u e estas verdades son ya reconocidas por
ministrativa gastamos el 29,05 por 100 del presupuesto, mientras
todo el mundo, la instrucción y la preparación de los maes^^ ^ ^ ' " P<>r .00 del mismo lo absorben Deuda, Clases pasivas y
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ejército de mar y tierra; resta para completar el por ciento un 4,02
tros se tunda en la dramática, en la Aritmética y en la
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paralareligióny un 0,18 para las posesiones españolas del (jrolío de
Teología, es decir, en materia» abstractas y en el principio
Guinea. ¿Es posible seguir viviendo así?
d e que la instrucción es un
fin.
Resultan á simple vista como exigeaicias de mayor relieve, que
se han apoderado vivamente de la conciencia nacional, la necesidad
de distribuir mejor los ingresos entre las varias funciones del Estado y la de reducir el peso muerto del presupuesto, es decir, esas
cargas legadas p o r el pasado, remora de toda administración financiera. Sobre esta última exigencia, claro es que no se p u e d e influir
radicalmente y hay q u e adoptar un plan que nos vaya libertando
de peso tan enorme para lo futuro. No así sobre la otra, p o r q u e
la distriljución de los ingresos conforme á un plan más racional,
puede intentarse, desde luego, dando entrada en el presupuesto de
gastos á las corrientes más poderosas y fecundas del ambiente nacional. Flotan en este como ideas fundamentales de redención, la
doble necesidad de un amplio presupuesto de cultura y la de un
gran presupuesto de fomento. Representan ambos exigencias ineludibles, fuertemente arraigadas en el espíritu público, que ningún Gobierno p r u d e n t e p u e d e desatender sin peligro, no ya sólo
para su propia existencia, sino para su honor.
El abandono d e estas dos supremas funciones d e cultura y de
fomento bien se refleja en la nación. Un presupuesto—como dice
Nitti—representa el índice d e la vida colectiva de un pueblo. P u e de considerarse como un gran libro d e psicología nacional. E l destino q u e en él se da á los recursos del Estado y su aplicación á un
fin, con preferencia á otro, indica no solamente el presente estado
social del país, sino también sus orientaciones políticas fundamentales. Así resulta que en relación con nuestro presupuesto d e I n s trucción pública, uno d e los menores de Europa, está el gasto i n dividual, q u e representa 2,86 pesetas por habitante, superando en
este punto al de Italia, que es uno d e los q u e simbolizan el mayor
abandono del Estado. Y sin embargo ¡cuan distantes nos encontramos d e Italia en cuanto á cultura! La difusión (y no hablemos de
intensificación) de la misma, representa e n t r e nosotros un coeficiente realmente vergonzoso. E n Italia hay un 56 p o r 100 de a n a l fabetos; en España se eleva esta cifra al 68 p o r ico. Nos e n c o n t r a mos en este punto á la altura d e Rusia. Pero Italia lucha p o r
libertarse de este nial, fijos los ojos en la frase d e Mazzini: «La n a ción q u e no se instruye, no p u e d e existir moralmente. Sin instrucción no puede formarse la conciencia nacional.» Es preciso q u e
también nosotros nos preocupemos h o n d a m e n t e d e transformar
las condiciones actuales de la cultura, difundiéndola é intensificándola.
E n cuanto á nuestra agricultura, examinando los presupuestos
desde la mitad del siglo anterior, p o r ejemplo, se nota el escandaloso abandono de este elemento fundamenta] d e nuestra constitución económica. El resultado es bien conocido: e n o r m e emigración
de labradores (pasan d e 10.000 los q u e la nación pierde cada año);
un 47 por ICO del territorio nacional inculto; los campos yermos de
Castilla despidiendo fulgores d e miseria q u e bañan sus viejas ciudades de un tinte d e tristeza infinita; p o r doquier los signos visibles de nuestra decadencia agraria...
Respecto á Obras públicas, el gasto realizado, q u e ha venido r e presentando un promedio d e cerca de 50 '/j millones de pesetas,
en su mayor par-te, un promedio d e cerca d e 35 millones, se ha
despilfarrado en carreteras, para luego resultar q u e no tenemos
ni un sistema completo, ni bien acondicionado, careciendo muchas
importantes provincias de carreteras necesarias para el tráfico: y
no digamos n;ida d e caminos vecinales, para cuya construcción podíamos haber ayudado á los pueblos.En ferrocarriles hemos venitlo
gastando, p o r termino medio, unos 6 millones al año; en canales, 2 '/,; en nuestros p u e r t o s y faros, unos 5 '/,... Así resulta q u e
carecemos de un buen sistema ferroviario, que el Estado no ha procurado promover y q u e en países como el nuestro no p u e d e surgir
por la mera iniciativa privada; q u e carezcamos de un buen sistema
de aprovechamiento de las aguas, q u e fecundizara el suelo nacional; q u e no contemos con buenos puertos comerciales, p u e r t o s
acondicionados para el tráfico moderno, etc., e t c . .
Es preciso un gran presupuesto de Instrucción pública y un gran
presupuesto d e F o m e n t o . Así no es posible continuar. Es preciso
salir d e esta atonía vergonzosa, en cuyo seno se vienen incubando
los gérmenes d e la decadencia d e España.
l i u i s del
Valle.
EN LA UNIÓN ÍBERO-AMERICANA
VENEZUELA Y LOS ESTADOS UNIDOS
Sobre tema de tan palpitante
cuestión
actualidad, c o m o es la
surgida e n t r e a m b o s países, dio hace días una
conferencia el cónsul general de \^en(;zue!a y distinguido
escritor D r . Risquer.
A continuación d a m o s un e x t r a c t o de la citada conferencia, sintiendo no p o d e r insertarla íntegra, pues realm e n t e lo m e r e c e p o r su importancia.
El orador t o c a á las p u e r t a s del h o g a r español, cargado
de recuerdos patrióticos, á e x p o n e r la causa de V e n e z u e la, y pide no sólo atención á sus palabras, sino e x a m e n de
las publicaciones (pie exhibe.
Venezuela es un país que ha t e n t a d o p o r sus riquezas á
los explotadores, y no es e x t r a ñ o q u e , al abrir sus p u e r t a s
GENERAL CASTRO
Presidente de la República de Venezuela.
á la inmigración y capitales, se h a y a n abierto también las
d e la codicia s o b r e sus dones. Inglaterra avanzó sobre t e rritorio venezolano por virtud de un laudo arbitral; Colombia pudo avanzar por razón de o t r o laudo; Brasil
querrá
también a\-anzar por su lado, y sólo al N o r t e , la cordillera
p a r e c e decir al mar, c o m o para que lo oigan los h o m b r e s :
«no pasarás de aquí».
Compañías extranjeras c o n t r a t a r o n ferrocarriles, p u e r tos, cable, minas, navegación, etc., bajo la garantía del 7
por l o o anual sobre capitales nominales, c r e y e n d o el país
q u e quienes se arriesgaban en tales e m p r e s a s contaban de
a n t e m a n o con la posibilidad de los riesgos de toda empresa,
y q u e conservarían su neutralidad en los disturbios i n t e riores
y someterían toda controversia á los
Tribunales
venezolanos, sin dar nunca m a r g e n á reclamaciones internacionales, p o r q u e así lo consignaban todos los contratos,
P e r o ocurría q u e á cada c o n t r a t i e m p o , ^ cada fracaso e n
los negocios, el contratista apelaba á su Gobierno r e s p e c tivo, q u e sin e x a m e n c o m p r o b a t o r i o salía pidiendo indemnizaciones. Y así se c o m p r e n d e que cuando se c o n s t i t u y e -
ron las Comisiones mixtas, conforme al Protocolo de W a s -
á protección diplomática, y se niega á pagar indemnización
hington, para examinar las reclamaciones extranjeras, de
á un individuo que t a m p o c o ha probado ser ciudadano
81 millones y medio á que montaban las americanas, sólo
norteamericano, pues no ha cumplido con la ley de resi-
fueran reconocidas, como legítimas, por valor de 2 ^¡^; de
dencia de cinco años en los Estados Unidos.
39 millones de las italianas, eran legítimas sólo 2 millones,
y así de todas las demás.
S."*
Asunto
Olcott.—El
Gobierno de Venezuela había
decretado en 1893, para evitar el contrabando, que el t r á -
Concretándose el orador á la cuestión con los Estados
Unidos, dice que se compone de cinco
reclamaciones,
que son:
fico para el comercio extranjero con Ciudad Bolívar, no se
hiciese sino por la Boca Grande del C)rinoco; después contrató la navegación de Ciudad Bolívar hasta Maracaibo, con
ésta en un contrato para
escala en Trinidad y en Curacjao, y permitió á la Compañía
explotación de riquezas naturales en el Estado Bermúdez,
fluvial utilizar los caños del Orinoco, cerrados p o r el decre-
que Venezuela cedió á cambio de que canalizasen ciertos
to del 9 3 , «mientras el Ministerio de Hacienda tomaba sus
ríos y fomentaran la zona del convenio. Pero la Compañía
medidas, á las cuales el contratista debía someterse antici-
cesionaria no cumplió su obligación, pues se limitó á e x -
padamente».
I."
La del asfalto.—Fúndase
plotar el asfalto, sin cuidarse del fomento y canalización, y
Llegó un día, en 1900, en que el Gobierno c r e y ó c o n v e -
cuando avisada d e que el Gobierno la obligaría á cumplir
niente abrir todos los caños al Comercio, y d e r o g ó el decreto
su compromiso, ó rescindiría el contrato, se dedicó á pres-
de 1893, pof 1*' cual la Compañía d e navegación se creyó
tar todo su apoyo monetario y moral á una revolución, con
con derecho á reclamar una indemnización, que subía á
la esperanza de que, en pago, el Gobierno que de aquella
más de millón y medio de dollars. lístudiado este asunto
surgiere, después de abonarle los subsidios hechos en su
por la Comisión mixta de las reclamaciones n o r t e a m e r i c a -
favor, la dejaría gozando del contrato, sin obligarla á c u m -
nas, conforme al Protocolo de W^ashington, no se pudieron
plirlo.
avenir los dos arbitros y, de a c u e r d o con el mismo P r o t o -
La revolución fué vencida, y el Gobierno entonces d e -
colo, se apel(') al tercero en discordia, que lo era un jurista
m a n d ó á la Compañía pur rescisión del contrato incumpli-
holandés, n o m b r a d o por el (jobierno de Holanda, con apro-
do |y por daños ocasionados por el fomento que dio á la
bación de los Estados Unidos, y cuyo fallo debía ser d e -
guerra contra el Gobierno, )• pidió el, e m b a r g o de la mina
finitivo.
de asfalto, á responder de las resultas del juicio, n o m b r a n -
nezuela no tenía que pagar indemnización porque el d e c r e -
do depositario de ella al norteamericano Mr. Carner.
to de 1900 no contrariaba ni anulaba la concesión de la
P2ste sentenció, tras minucioso informe, que V e -
El (Gobierno de los Estados Unidos, sobre el cual ejer-
Compañía reclamante, y sólo reconoció unos 28.OOO d o -
cían influencia ciertos personajes interesados en el negocio
llars, por servicios prestados al Gobierno por los vapores
del asfalto, jirotestó, calificó de «despojo» el
d e la Compañía.
embargo
judicial, y amenazó al Gobierno de Venezuela con tomar
Pasado más de un año d e este laudo, sin protesta, el
medidas en favor de la Ctjmpañía. Este Gobierno refutó la
Gobierno americano pide á Venezuela la revisión del mis-
argumentación de aquél, a p o y á n d o s e en razones jurídicas,
mo, á lo que Venezuela se niega por respeto al arbitro, al
en las prácticas y (MI los antecedentes establecidos por el
país que lo n o m b r ó , al ministro que, en nombre de V e n e -
mismo Poder norteamericano; protestó á su vez contra las
zuela, firmó los Protocolos de W a s h i n g t o n y á la causa del
amenazas de los Estados Unidos, y el litigio siguió su curso
arbitraje, que sufriría un rudo golpe si las naciones no se
en los Tribunales de Venezuela. Así las cosas, fué sustituido
conformasen con lo c^ue resuelva el arbitro inapelable,
el ministro americano en Caracas, y con éste vino un
cuando esto le resulta adverso. Venezuela, por su parte, ha
A g e n t e especial con misión de estudiarla marcha del juicio
sufrido por razón d e d o s laudos e v i d e n t e m e n t e anulables.y
seguido contra la Compañía Bermúdez. El informe privado
contra ellos protestó, y por reformarlos
no debió ser favorable á ésta cuando la prensa n o r t é a m e -
trabajó; pero no habiendo conseguido nada, resolvió pagar
ricana cambió de tono, se transformó de súbito la actitud
y está p a g a n d o conforme á lo sentenciado por los a r -
del D e p a r t a m e n t o de Estado, y el mismo secretario de
bitros.
E s t a d o expresó en una nota la conveniencia de no dar
Crédito á cuanto aducían los interesados, única voz que ha-
4.""
Asunto
de la Orinoco-Corporation.
amigablemente
— Consiste en
quejas presentadas por varias Compañías, reunidas última-
bían oído, lo cual paralizó p o r dos años la acción del G o -
m e n t e en una sola, la Orinoco-Corporation,
bierno d e W a s h i n g t o n en el asunto.
concesiones sobre explotación de asfalto perjudicaban los
p o r q u e ciertas
fué un francés, hecho
derechos obtenidos por virtud de otros contratos. E s t e asun-
americano á última hora, de antecedentes nada limpios,
to, de mera interpretación de convenios, fué estudiado por
q u e como adscrito á la T^egación americana en Caracas y
la Comisión mixta, la cual encontró y sentenció que eran
correponsal de varios periódicos del trust del asfalto, ayudó
los Tribunales venezolanos los únicos que podían decidir
2.^
Reclamación
Faureft.—Este
activamente á la revolución de 1902. Cuando el Gobierno
en el particular, y esto es lo que Venezuela sostiene, por
de Venezuela pudo d e m o s t r a r la intervención de Faurett,
r e s p e c t o á sus leyes y convenios.
lo expulsó de su territorio, por lo cual los Estados Unidos
5.^
Reclamación
Crichjield.—El
general Castro, como
reclaman una indemnización de 25.000 dollars. Pero el Go-
Presidente provisional de Venezuela, había hecho una con-
bierno de Venezuela sostiene su perfecto d e r e c h o á expul-
cesión minera de asfalto, y aunque todos los actos e m a n a -
sar del país á un individuo perjudicial y que á m a y o r a b u n -
dos de su autoridad fueron aprobados en conjunto por una
damiento ha perdido, al faltar á su neutralidad, el derecho
A s a m b l e a constituyente, al ser sometida aquella concesión
al Congreso, conforme á la ley, fué desaprobada, lo cual no
gativas en doctrinas jurídicas, en las leyes del país, en las
impidió que la Compañía de Crichfield siguiese explotando su
prácticas universales, en su palabra oficial empeñada y en
concesión cuatro años. Pero cuando por una reforma de la
ese sentimiento que en los hombres, como en los pueblos,
ley d e Minas, la Compañía se veía obligada á pagar otros
se rebela contra las imposiciones de la fuerza, y no p u e d e
derechos, reclamó la validez de su concesión con los im-
consentir que se desconozca la Soberanía de la Nación, la
puestos en ella señalados, que eran inferiores á los nuevos,
independencia de sus Poderes y la consideración á que
6 una indemnización de 600.000 dollars.
tiene derecho. Así como ha sabido ponerse á la altura de
Venezuela sostiene que la concesión dejó de ser válida
los pueblos heroicos cuando ha sido insultado, no ha tenido
desde que el Congreso-Nacional la rechazó, y no puede el
ni tiene inconveniente en acceder á pretensiones traídas
Gobierno hacerse responsable de lo que la Compañía si-
con miramientos y capaces de entrar dentro de la órbita de
guiese haciendo, con desconocimiento de lo acordado por
su dignidad.
el Cuerpo Soberano d e la Nación. Sin embargo d e esto,
Por eso rechazó no hace mucho la fuerza con la fuerza,
celebró un proyecto de convenio con el representante d e
sin contar los enemigos, ni medir el peligro, y por eso
la Compañía de Crichfield, á satisfacción de ambas partes;
también se sometió á arbitraje cuando intervino una N a ción amiga en sus conflictos. P o r eso igualmente, una vez
resueltas en 1904, por medio d e los Protocolos d e W a s hington, todas las cuestiones de Venezuela con las demás
naciones, propuso á los Estados Unidos s o m e t e r á arbitraje
las que surgieren entre las dos naciones; pero los Estados
Unidos, en vez de enviar el p r o y e c t o referido, lo que envió
fué un p r o y e c t o de convenio para someter á arbitraje la
cuestión de la «Bermúdez», lo cual era de todo punto inaceptable por V e n e z u e l a , que no tenía con los Estados
Unidos, ni la cuestión asfalto, ni ninguna otra, pues todas
habían quedado resueltas por los recientes Protocolos d e
Washington.
No se necesita grande esfuerzo (concluye el orador) para
c o m p r e n d e r que no ventila un asunto entre el Gobierno de
Castro y el de Roosevelt, ni aun entre Venezuela y los
Pastados Unidos, sino la cuestión e n t r e el derecho y la
fuerza, la integridad y soberanía de las naciones débiles en
frente de las imposiciones de las fuertes, la solución del
gran problema de si las naciones de H i s p a n o - A m é r i c a
d e b e n vivir contando con las garantías de la doctrina de
Monroe.
T e r m i n a d a la conferencia,
el orador fué
justamente
aplaudido, recibiendo calurosos plácemes de la numerosa
DOCTOR RISQUER
concurrencia.
cónsul general de Venezuela en Madrid.
A todos ellos una el D r . Risquer nuestra más sincera
felicitación, y disponga de la (ÍACETA POLÍTICA para defen-
pero parece que el Gobierno norteamericano dio orden de
der con todo ahinco la nobilísima causa de q u e es esforza-
que no se realizase tal arreglo, sino que se dejase correr la
do paladín.
reclamación, á la cual se opone el Gobierno de V^enezuela,
^m<
que en todo caso somete el asunto á los Tribunales nacionales, conforme á lo pactado en el contrato primitivo.
Sobre la superioridad de los pueblos germánicos.
El e m p e ñ o de los Estados Unidos es someter á nuevo
arbitraje esas cinco cuestiones, que Venezuela
considera
Una de las razones geográficas.
resueltas así: la del asfalto, pendiente d e litigio en los Tribunales de Venezuela, conforme al contrato; la de Faurett,
Que los pueblos en que domina la raza germánica p o -
que es asunto de mera policía interior; la de Olcott, fallada
seen hoy el máximum de cultura científica, de riqueza, y,
por un laudo inapelable; la d e la Orinoco-Corporation,
lo que es consecuencia de ambas cosas, de p o d e r , es de
sen-
todo p u n t o innegable.
tenciada también por una Comisión mixta á ser juzgada en
los Tribunales de Venezuela, y la de Crichfield, c u y a con-
Esos pueblos están concentrados sobre todo en t r e s gran-
cesión íué negada por el Congreso Nacional, la ha referido
des entidades políticas: Alemania, Inglaterra y los Estados
también á ser juzgada por las leyes de la República, según
Unidos. Austria y Suiza en su p a r t e alemana no son, etno-
cláusula del contrato, y todavía la hizo motivo d e un a r r e -
gráficamente, sino prolongaciones del mismo imperio ale-
glo á satisfacción de ambas partes, que después de hecho
mán. H a y que añadir Plolanda y Bélgica, países en que la
ha paralizado la otra p a r t e .
población germánica bulle aglomerada y activa en e s t r e chos territorios; Suecia y Noruega en que, por el contrario,
El Gobierno de Venezuela ha venido fundando sus neu
se desparrama escasa en gran extensión, luchando con las
Siberia y el país de los Esquimales debieran haber sido los
contrariedades d e la situación geográfica; y hay que añadir
dos grandes focos de la civilización mundial. Esto, lo mis-
también una b u e n a parte de Francia, que, por lo que hace
mo que las fantasías del Dr. Robert sobre los cráneos ca-
á lo más de ella, es anticientífico, y, por lo tanto, absoluta-
tálanos que nunca se había t o m a d o la molestia de medir y
mente erróneo, colocar entre las naciones llamadas meri-
comparar, y lo mismo que otras ingeniosidades baratas de
dionales simplemente p o r q u e habla un idioma derivado del
las que hacen camino en las publicaciones destinadas á lo
latín. Igual motivo habría para calificar de pueblo latino á
que se llama el gran público, son simples expedientes para
los negros de Haití, cjuc hablan francés, y de pueblo sajón
sustituir el cómodo placer de e x t e n d e r la tinta sobre las
á l o s d e Liberia, que hablan inglés. La Francia del Norte y
cuartillas y firmar debajo, al esfuerzo persistente y callado
gran parte de la del Este, es decir, las regiones donde más
que exige siempre el estudiar algo.
intensamente radican la industria y la cultura de Francia,
Si la superioridad de los pueblos germánicos residiera
son países de raza germánica, en tan alto grado como la
exclusivamente en algo subjeti\'o, en una cualidad de raza,
Prusia renana y la Sajonia, y más germánicos, a n t r o p o -
se habría manifestado siempre. ¿Cómo se explica que no lo
lógicamente, que la Baviera del Sur ó la Alta-Austria.
h a y a hecho, para la m a y o r parte de los países hasta estos
Científicamente, es un disparate llamar á París ciudad lati-
últimos tiempos? ¿Cómo explicar que fueran los pueblos
na, como se quiera dar á este dictado otra significación
del Mediterráneo los creadores de las civilizaciones egipcia
que la relativa al idioma. Y aun dentro de tan estricto
y griega, los organizadores del Imperio R o m a n o , los descu-
concepto, habría mucho que hablar; los franceses se sirven
bridores y exploradores del África, la A m é r i c a y la Ocea-
de raíces y formas latinas, pero pronuncian con garganta
nía, casi exclusivos hasta el siglo xvii? ^Cómo explicar q u e
germánica. .Su idioma latino es algo así como el castellano
en plena época del Renacimiento, Inglaterra, poblada por
que se oye hablar en América á los alemanes é ingleses r e -
la misma raza que hoy, fuera un país de 3 millones de h a -
cién llegados.
bitantes que vivían de la pesca y de exportar á las fábricas
Resulta, pues, q u e (si prescindimos del J a p ó n , acerca del
de F l a n d e s la lana que no sabían elaborar, y que se agota-
cual habría también que hablar largo y tendido) al n o m -
ban en guerras como la de las Dos Rosas, que fué una de
b r a r los pueblos más ó menos p u r a m e n t e sajones ó g e r m á -
las más sangrientas y r e p u g n a n t e s tragedias de la E u r o p a
nicos, h e m o s n o m b r a d o á los más cultos, ricos y poderosos
muerta.' ¿Cómo se explica q u e entonces, y aun m u c h o des-
de la tierra en el m o m e n t o actual. Pero esta superioridad
pues, los e s c x e s e s fueran aún el pueblo semisalvaje que
tiene que resultar, naturalmente, más destacada en a q u e -
nos describe Macaulay.-"
líos que se agrupan con m a y o r homogeneidad étnica en
A p a r t e de Flandes, la superioridad de los pueblos n e t a -
más amplias nacionalidades: Alemania, Inglaterra y los E s -
mente germánicos no empezó á apuntar en PLuropa hasta
tados Unidos.
el siglo xviu y no se ha manifestado pujante hasta el xix.
Estos son los que personifican en más alto grado la a c tual superioridad d e la raza sajona ó germánica.
como una aptitud especial para la vida de los tiempos a c -
T o c a n t e á este problema, quizá algún lector recuerde el
célebre libro de E d m u n d o Demoulins A quoiticnt
ritc des Anglo-saxons.
La superioridad de esos pueblos se nos presenta, pues,
tuales.
la siipcrio-
Pero, aun colocados en este punto de vista, sigue presen-
Pero se equivocaría si c r e y e r a que
tándose la cuestión de la parte que en el fenómeno debe
me he propuesto rejn'oducir alguno de sus aspectos. lis
atribuirse al sujeto y la que corresponde al medio. Para
ese un libro que alcanzó mucha más boga de la cjue m e r e -
descubrir aquélla, el procedimiento mejor es aislarla, s e -
cía: una obra m u y mediocre. Por lo pronto, su autor no ve
parando uno por uno todos los elementos que integren la
la totalidad del problema; y lo e m p e q u e ñ e c e considerando,
segunda.
no á todos los pueblos de raza teutónica, sino únicamente
T a r e a semejante, aun de poderse llenar por completo,
á los anglo-sajones. Pero, además, no hace sino arañar en
exigiría un voluminoso libro. Pero, como lo mejor es e n e -
la superficie. N o desentraña las causas de esa superioridad,
migo d e lo bueno, v a y a por lo pronto una contribución
sino que se limita á consignar algunas de sus manifestacio-
ligera al estudio de uno, por lo menos, de esos elementos,
nes, y aún éstas en una esfera de acción m u y
mezquina,
encandilado sobre todo por el aparente predominio de la
vida política y cuanto de ella d e p e n d e .
La vida moderna requiere, como indispensable medio de
Lo primero que en mi concepto debe preguntarse todo
realizarse, a b u n d a n t e dinero. Sin espléndidas dotaciones no
pensador, es si esa superioridad de los pueblos germánicos
hay ejército ni marina: no hay poder; no hay tampoco ins-
estriba en algo personal, i n m a n e n t e en ellos mismos c o m o
trucción pública desarrollada, no hay grandes estudios cien-
sujetos, ó proviene sobre todo del medio en que están co-
tíficos posibles: no h a y cultura. P e r o la riqueza es preciso
locados.
crearla con el trabajo; la forma esencialmente moderna del
listo de la influencia del medio ha estado siendo d u r a n t e
trabajo es la gran industria; y los elementos más indispen-
largo tiempo m u y desacreditado por los q u e han querido
sables de la gran industria son, en primer lugar, el c o m -
hablar d e ello sin la preparación suficiente, imaginándose
bustible y luego los metales, especialmente el hierro,
que todos los fenómenos étnicos estaban explicados con
A h o r a bien; las tres naciones del globo cuyos territorios
asentar q u e los pueblos del Norte necesariamente debían
son más ricos en carbón y en hierro, son precisamente A l e -
ser fríos, reposados y trabajadores; y los del Mediodía apa-
mania, Inglaterra y los Estados Unidos. Pista superioridad
sionados, vivos y haraganes. Según tal manera de ver, la
del suelo explica en buena p a r t e la de sus pobladores, por-
que la proporción en que aquélla se muestra es verdadera-
firme base industrial cuando va acompañada de la riqueza
m e n t e abrumadora.
en carbón. Lo económico es que se transporte el hierro
La producción mundial de carbón viene á ser por año de
á donde el carbón se produce para beneficiar allí el mine-
unos mil millones de toneladas. De esa cantidad poseen
ral, no que se t r a n s p o r t e el carbón á donde está el hierro,
Alemania, Inglaterra y los Estados Unidos, las nueve d é -
H e aquí por q u é razón, si comparamos una con otra las
cimas partes. En i g o 6 , por ejemplo, los Elstados Unidos
dos columnas de guarismos del cuadro anterior, hallamos
produjeron 304 millones de toneladas métricas de hullas
que, entre los países que producen mineral de hierro, el
bituminosas y 65 millones de antracita; total, 369 millones
beneficio y consumo industrial de este último es m a y o r cjue
de toneladas, es decir, un tercio de la producción mundial.
la producción propia en los que gozan de riqueza carbone-
Inglaterra produjo en el mismo año un cuarto de lo que
ra, y m u c h o menor en los que no tienen carbón ó lo tienen
el m u n d o entero, es decir, 250 millones de toneladas. A l e -
escaso. En los Estados Unidos, Alemania é Inglaterra, con
mania produjo una cantidad intermedia entre ambas: 136,5
ser tan grande la producción d e hierro, todavía se importa
millones de toneladas de hulla y 56,2 de lignito; en suma,
alguna cahtidad del extranjero para beneficiarlo, porcjue el
292,7 millones de toneladas de combustible. La producción
carbón que poseen les da una potencia metalúrgica m a y o r
de los tres países representó, por consiguiente, 912 millo-
de la representada por su producción de minerales, con ser
nes de toneladas.
ésta g r a n d e . Francia, país mucho menos rico en carbón,
A l lado d e estas cifras, las de los demás países se que-
pero al fin el cuarto del mundo en producirlo, consume in-
dan bien por debajo. Francia, que ocupa el cuarto lugar,
dustrialmente todo el hierro que extrac y aun algo más.
no produce más que treinta y tantos millones por año, y
Bélgica, país relativamente m u y rico en carbón, sólo p r o -
aun esta cantidad, m u y superior á su vez á la de los países
duce 213.000 toneladas de mineral de hierro; mas consume
restantes, explica la riqueza industrial francesa; mas, para el
industrialmente cjuince veces esa cantidad. Pero España,
mantenimiento de ella, Francia necesita importar carbón
país donde la producción carbonífera es escasa, de los
por 15 ó 20 millones de toneladas al año, para dar abasto
n u e v e millones y pico de toneladas C|ue produce, no con-
á su consumo de cincuenta y tantas. Bélgica tiene una ri-
sume sino 849.000. Y Suecia (país de raza germánica, nota
queza carbonera m u y grande en proporción de su territo-
bené)^ á pesar de producir excelente hierro, no consume in-
rio, y ello explica también la intensidad de su industria y
dustrialmente ni la cuarta parte del extraído de su suelo
su estado de progreso.
p o r q u e le falta carbón que le dé fuerzas para ello.
¿Pero cómo exigir otro tanto á países como España, que
T a m p o c o tiene, pues, nada de extraño que Alemania,
sólo produce unos tres millones y pico de toneladas de car-
Inglaterra y los Estados Unidos, y tras estos países F r a n -
bón por año; y como Italia, cuya producción d e antracita
cia y Bélgica, lleven tanta ventaja en la industria metalúr-
y hulla es casi nula (unas 4.000 toneladas), y cuya p r o -
gica á los países del Sur de Europa. T a m p o c o la explica-
ducción de lignito apenas pasa algunos años de tercio d e
ción de esto exige atribuir á los pueblos del Norte cualida-
millón? E v i d e n t e m e n t e , no es necesario imaginar grandes
des étnicas superiores, máxime cuando nos encontramos
diferencias en el valor de las razas para explicar el fenó-
con el caso típico de Suecia.
m e n o . Por el contrario, lo p o c o que han hecho Italia y
El carbón y el hierro durante la lídad Media no r e p r e -
España supone un esfuerzo personal m a y o r que el que han
sentaban ninguna base decisiva para la industria y el des-
necesitado los países mencionados antes.
arrollo de la riqueza. Por eso en aquellos tiempos la m a -
V e a m o s lo que sucede con el hierro. Las cifras del si-
yoría de los pueblos que poblaban los países ricos en a m -
guiente cuadro, tomadas de la revista especial alemana
bos productos, no asombraron al m u n d o con ninguna ma-
Stalil
y relativas al año 1905 (excepto para
nifestación de superioridad. P e r o vino el siglo de las má-
F r a n c i a y Rusia que figuran con las de 1904) expresan la
quinas de vapor y, una tras otras, se fueron destacando las
producción de mineral y su consumo en varios países:
grandes potencias absorbentes del día: Inglaterra, los E s -
und
Bisen
tados Unidos y Alemania.
PAÍSES
Estados Unidos.
Alemania
Gran Bretaña..
España
Francia
..
Rusia
Suecia
Austria-Hungría
Bélgica
Producción
en t o n e l a d a s .
Consumo
en toneladas
Lejos de mi ánimo afirmar que el hierro y el carbón
43.206.551
45.407.000
23 451.168
25.837.800
sean exclusivamente
14 824.154
32.261 500
del poderío de esos tres países. Pero, si no son únicas, me
9-395 314
849.000
7.023.000
7.540.000
5.200.000
4.607.000
portantes, y creo, además, que entre las otras encontraría-
4.364 000
I.047.000
mos muchas análogas á éstas, sin necesidad de hurgar tam-
3.493 000
3.398.000
poco en la psicología de las razas. E n Inglaterra, por ejem-
213.000
3.153 000
plo, encontraríamos su posición marítima y el gran des-
las únicas causas d e la prosperidad y
parece evidente que se las debe contar e n t r e las más im-
arrollo de costas en proporción de la superficie del territoEl monopolio natural que los Estados Unidos, Alemania
rio, m e r c e d á lo cual, cualquier mercadería p u e d e llegar
é Inglaterra ejercen en la producción del carbón, la ejercen
al mar desde el punto más interior de la isla en un tiempo
también én la del hierro. E s para ellos un don de la p a r t e
muchísimo más breve que en cualquier otro país de análo-
del medio t e r r e s t r e que les ha cabido.
ga importancia y, por lo tanto, con mucho m e n o r coste.
A ' cuándo se manifestaron fecundas, en resultado, estas
P e r o nótese bien q u e la riqueza en hierro sólo es una
13
MISTER ASQUITH
ventajas naturales? E n la última p a r t e de la E d a d Moderna,
precisamente cuando pudieron ser utilizadas, cuando llegó
á la máxima perfección y al máximo desarrollo la navega-
Hijo de humilde familia, estudió en Oxford la carrera de
ción á vela. Para mí la actual situación de Inglaterra en el
m u n d o se debe, ante todo, á estos tres factores: el mar, el
carbón y el hierro. Ellos la explican muchísimo mejor que
abogado, haciendo sus primeras armas en el foro, con m o tivo del ruidoso proceso que se instruyó contra The
El éxito inmenso que entonces obtuvo, demostrando
toda la huera palabrería gastada en atribuir á los ingleses
cualidades excepcionales, cualidades que, por otra parte,
necesitarían á su vez ser explicadas, para lo cual, de un
Tilintes.
que las cartas autógrafas de Parnell estaban falsificadas hábilmente por el gran diario londinense, fué la base de su
celebridad.
modo ú otro, habría que volver á t o m a r en cuenta la influencia del medio.
Claro está que acaso en el centro del África existan c o marcas riquísimas en hierro y en carbón, que no han determinado el desarrollo de una civilización ni prodigiosa
ni elemental siquiera. Esto demuestra que no se puede
eliminar en absoluto el factor h u m a n o . Pero á éste sólo hay
derecho de atribuirle una influencia p r e p o n d e r a n t e , cuando
ofrece diferencias tan claramente marcadas como las que
hay entre un negro y un londinense. Dentro de E u r o p a nO
es posible hacer tal cosa, p o r q u e las diferencias en el factor
h u m a n o son, en realidad, m u y p e q u e ñ a s . La mayor parte de
las razas europeas están m u y mezcladas entre sí, en el Sur,
en el Centro y aun en el Norte, como lo demuestra la fuerte
proporción de braquicéfalos que existe en Dinamarca y en
Noruega, no obstante ser considerado c o m o originariamente dolicocéfalo el tipo rubio que caracteriza á los p u e blos germánicos. La ciencia antropológica, á pesar de los
pacientes y escrupulosos trabajos de sus numerosos cultivadores, navega todavía entre muchas dudas y obscuridades por el m a r d e la población europea. Por eso, si bien se
ha hablado mucho sobre el carácter, sobre el valor del elem e n t o humano, en los diferentes pueblos de Europa, se ha
desbarrado casi otro t a n t o . P o r un lado los pueblos de Euro-
Siendo diputado, su oratoria mordaz, incisiva, hizo caer
pa no están constituidos por razas puras y aislados; por otra
del poder á lord Salisbury.
p a r t e , la vida de las razas se cuenta por miles y miles de
Con Gladstone desempeñó el ministerio del Interior.
años, y no es posible deducir su psicología de lo que v e a -
U n o de sus éxitos mayores ha sido acaso el discurso que
mos en uno ó dos siglos, y menos prescindiendo de lo q u e
contra Chamberlain y su proteccionismo pronunció en el
les hemos visto hacer en otros muchos.
Parlamento á raíz de la guerra anglo-boer.
Imaginemos que los ingleses, los alemanes y los yankis
F u é el fundador con lord Rosebcry de la Liga liberal,
hubieran llegado al siglo xix habitando países escasos en
partidaria á todo trance de la guerra.
carbón, como Portugal, Espaiía é Italia; y que los portugueses, los españoles y los italianos hubiesen llegado habitan-
-^íá'<-
do países ricos en carbón y en hierro (que éste al existir
conjuntamente
MIRANDO AL PORVENIR
con el carbón es como tiene completo va-
lor). j'Habrá alguien que sinceramente crea que, en tales
El Centro Comercial hispano-marroquí, cuya labor m e ritísima conocen cuantos se ocupan de estas materias, ha
dado una prueba más de actividad y sentido práctico,
creando una cátedra de árabe vulgar en su domicilio de
Madrid.
La inauguración t u v o lugar el martes 28. Presidió el
ministro de Instrucción pública, y en primer lugar hizo uso
de la palabra el Sr. Saavedra, que elocuentemente d e m o s t r ó la utilidad é importancia de la nueva cátedra.
Siguióle el Sr. Moya —profesor del idioma—que leyó una
m u y bien d o c u m e n t a d a Memoria referente al árabe, su necesidad, y la diferencia q u e existe e n t r e el vulgar y el literario.
Finalmente, el Sr. Rodríguez San Pedro habló poco y
bien, brindando el a p o y o del Gobierno, y enalteciendo la
patriótica tarea del Centro Comercial hispano-marroquí.
T e r m i n a d o el acto, los invitados fueron obsequiados
con unrefresco.
circunstancias, la respectiva situación entre un grupo y
otro de pueblos sería la misma q u e h o y aparece?
El valor de un pueblo d e p e n d e , en igualdad ó semejanza de elemento étnico, de la utilización que sabe hacer del
medio en que vive. De aquí dos consecuencias: primera, la
superioridad más que probable, para el que habite medios
m u c h o más ventajosos; segunda, la necesidad primordial del
estudio científico del medio como base fundamental de la
vida, p o r q u e sólo de este conocimiento científico puede
surgir la conveniente utilización.
Por eso la gran calamidad para un país es estar dirigido
por abogados.
Emilio \{. del Villar.
14
nes obreras, en la acepción más extensa de la palabra, que
le prestaron una fuerza d e opinión e n o r m e .
Su muerte ha sido una gran pérdida para Inglaterra, una
MUERTOS ILUSTRES
pérdida irreparable para la humanidad.
-JV"
Consideraciones especiales nos impone
forzosamente
cierta moderación en los elogios de esta gran figura económica, perdida antes de tiempo por desgracia de la H a cienda española.
A no sentir este freno, ciertamente nuestra pluma acumularía con gusto y con justicia todos los conceptos encomiásticos que merece un h o m b r e que honradamente, lealmente, conquista por el esfuerzo de una labor tenaz é intensísima los más altos puestos.
Trabajo y honradez. Esa í'ué la divisa de D. E l e u t e rio Delgado durante toda su vida; pero trabajo sin tregua,
sin descanso, sin reservas, poniendo en él cuanto poner
podía un cerebro privilegiado: honradez lle\ada al quijotismo, á la exageración, al sacrificio.
Y así como otros medran arrastrándose, él escaló las
alturas—más t a r d e , por cierto, de lo que merecía—por la
fuerza ascensional de estas dos notas características.
Las completaban un especial don de gente, una palabra fácil, una dicción clara, una voluntad firme y un corazón que superaba en grandeza á todas estas cualidades.
Por ello su pérdida ha sido tan llorada. Los que no alMR. CAMPBELL BANNERMAN
canzaron á sentirla por el esplendor de su inteligencia soberana, la lloran por los recuerdos inagotables de sus b o n -
A pesar de los días transcurridos desde su fallecimiento,
dades.
Repose en paz el amigo querido, y sirvan estas líneas de
Bannerman es y será d u r a n t e mucho tiempo una actualidad
testimonio de afecto á su familia,
en el mundo.
Su labor gigantesca é incomparable, realizada desde el
Gobierno inglés, es de las que dejan una huella imborrable y siempre sirven de campo de experimentación á los
hombres de E s t a d o y á los pueblos.
Tal interés aumenta cuando se leen las semblanzas y
bioo-rafías de Bannerman.
Este h o m b r e excepcional carecía de las dotes que vulgarmente se adjudican á los políticos.
Xi era un gran orador, ni tenía una cultura excepcional,
ni estaba dotado de extraordinaria energía, ni siquiera de
esa convicción del propio valer, que es muchas veces la
m a y o r fuerza de que disponen los vencedores.
Era simplemente un h o m b r e bueno en la cabal idea de
la palabra; bueno en la intimidad del hogar, bueno en las
relaciones sociales, bueno en la vida política.
Esta bondad suprema fué su resorte de gobierno: perdonando las injurias, conquistó á sus mayores enemigos; ayudando á sus amigos, éstos le elevaron sobre el pavés; p r e dicando los eternos principios de
moralidad y jasticia,
arrastró tras si á la opinión pública inglesa, contaminada
por la oratoria nefasta del hombre de las naciones moribundas.
El dio la autonomía á los boers; él preparó el camino
EXCMO. SR. D. ELEUTERIO DELGADO
para que se la concedan á Irlanda; él, sin m e r m a r en nada
el poder de Inglaterra, redujo los gastos de Guerra y Marina; él, en suma, i n c o r p ó r e a su obra ciertas reivindicacio-
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Atentado contra Estrada Cabrera.
Un nuevo caso de locura colectiva se ha pri'sentado en Guatemala. Estrada Cabrera, el ilustre P r e s i d e n t e qué tanto bien ha
hecho y está haciendo por su patria, fue víctima el 22 de Abril
último de un atentado tan cobarde como fuera de razón.
Al entrar en el Palacio de la República, donde había de recibir
al nuevo presidente de los Estados Unidos, sufrió una descarga de
fusilería, de que milagrosamente salió ileso.
Los autores del atentado fueron los propios cadetes que formaban la guardia de honor del Presidente, sin duda instigados por
en nombre de la histf)ria y del derecho, la viabilidad de las regiones, producto histórico desaparecido en virtud de la ley del progreso y que en vano se p r e t e n d e galvanizar.
El nombre de Melquíades Alvarez excusa todo género de comentarios acerca de las maravillas oratorias que oyeron los asistentes al acto, y no e» necesario decir con que estruendosas salvas de
aplausos se recibieron sus portentosos períodos.
Banquete á Gasset.
('on motivo del brillante éxito forense obtenido en Albacete por
el eminente jurisconsulto D. Rafael Gasset, que consiguióla absolución de un procesado para quien el fiscal pedía cadena perpetua,
por haber dado m u e r t e á un hombre, disparándole cuatro tiros, en
presencia de un juez en funciones de su cargo, los abogailos del
Colegio de Madrid le han obsequiado con un banquete, patentizándole de este modo la participación que el Colegio ha tomatlo en
su triunfo.
El acto resultó brillantísimo por el número y calidad de los comensales y el entusiasmo que reinó, llegando á su colmo al terminar el Sr. Díaz Cobeña su brindis en honor del joven exministro.
E s t e recibió una calurosa ovación, que aumentó al finalizar su eloc u e n t e discurso de gracias á los compañeros y compartiendo con
el eminente medico, Sr. Maestre, el triunfo obtenido ante el Jurado
de Albacete.
El Sr. Serrano Echevarría puso inspirado término al acto, lanzando la idea, acogida efusivamente, de obsequiar con otro banq u e t e al Sr. Díaz Cobeña, en celebración d e q u e muy pronto hará
cincuenta años que viene ejerciendo la abogacía.
Nuevo académico.
Nuestro particular y querido amigo el ilustre ginecólogo doctor
I). Antonio Fernández Chacón, catedrático de Obstetricia de la
Facultad de Madrid, ha sido recibido como individuo de n ú m e r o en
la Real Academia de Medicina.
Su discurso, verdaderamente notable, versó sobre hemorragias
fost parhim, siendo muy celebrado por el numeroso y selecto p ú blico que llenaba el salón de actos y por los compañeros del recipiendario.
Contestóle el decano de la Facultad Sr. Calleja, quien hizo una
acabada semblanza de los extraordinarios méritos del Sr. Chacón
con la elocuencia que le es peculiar.
El acto fué solemne y brillante.
EXCMO. SR. I). MANUEL ESTRADA CABRERA
DE
Preriidcntc de la Repnlilica de Giiatcniala.
algún enemigo de su patria y de su raza, puesto que la m u e r t e de
Estrada ('abrera hubiera sido una honda herida á la causa latina
en América.
Estrada Cabrera ha castigado severísimamente la revuelta y, haciendo violencia á sus nobles sentimientos, fusilado á los autores
y cómplices de la intentona.
Es doloroso, pero es necesario; así engrandeció Porfirio Díaz á
Méjico y así forzosamente han de p r o c e d e r los grandes jefes de
Estado americanos a n t e la insensatez y falta d e patriotismo de
ciertos elementos.
SOCIEDAD
Transcurridas las fiestas de la Pascua ortodoxa se trasladarán de
Atenas á París, el Príncipe y la Princesa Jorge de Grecia, nee Bonaparte, siendo este el primer viaje que hacen á la capital francesa
después de su matrimonio.
En París se ha celebrado la boda de M. Maurice H e r b e t t e , secretario de Embajada, y de MUe. Denize Trézel, hija del abogado del
Consejo de Estallo T. Trezél.
La Comisión de gobierno interior del Senado ha nombrado conservador de las obras de arte de dicha Cámara, al inspirado pintor
D. Astcrio Mañanes.
^lñCIo^slñüEs
El próximo lunes se celebrará en casa de los condes de CasaValencia una fiesta, primera de la serie con que los condes o b s e quiarán esta Primavera á sus numerosas relaciones.
Los políticos de viaje.
El Sr. Canalejas ha realizado un viaje [íor Alicante y Valencia, en
el cual ha hecho alarde de su proverl)ial elocuencia, cosechando
muchos aplausos.
En Alcoy el recibimiento ha superado á toda ponderación, y al
b a n q u e t e celebrado en su obsequio concurrió todo lo más selecto
y culto de la industriosa ciudad.
También en Valencia ha sido muy atendido, presidiendo la Asamblea celelirada para pedir la construcción de un ferrocarril s e c u n dario que enlace Valencia y Alicante.
E n su honor celebróse otro banquete aún más animado que el de
Alcoy.
El lunes pasado se celebró en las Calatravas la ceremonia de
armar caballeros y vestir el hábito de la Orden de Alcántara á los
infantes D, Raniero y D. Felipe de Borbón.
Presidió el Capítulo S. M. el Rey, teniendo á su lado al Obispo
lie Ciudad Real Dr. Gandásegui, prior de las O r d e n e s Militares.
El acto revistió la solemnidad de costumbre. F u é apadrinado
D. Raniero por el infante D. Carlos, calzándole las espadas el conde de Cabra y D. Alfonso de Borbón.
También el infante D. Felipe fué apadrinado por D. Carlos.
El Capítulo estaba formado por las Ó r d e n e s de Calatrava, Alcántara y Montesa.
Al acto, concurridísimo en e x t r e m o , acudieron las más bellas
damas de nuestra aristocracia lujosamente ataviadas.
Asamblea de la Prensa.
El elocuente orador republicano D. Melquíades Alvarez dio el
día 22 en la Asociación de la Prensa su anunciada conferencia.
Dividióla en dos partes: una dedicada á enaltecer la autonomía
del Municipio, agrupación natural, célula del organismo nacional y
base pasada y futura de su grandeza, y otra á combatir r u d a m e n t e ,
Morsamor.
MADRID.—IMPRENTA DE FORTANET, LIBERTAD, 29.—TEI.Í:F.
16
991.
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