1 2 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 El ROSACRUZ Revista Oficial en español de la Orden Rosacruz, AMORC Director: Roland Brisson, Gran Maestro Diseño: Alejandro Ruvalcaba Rábago Editor: Rubén Colomo Badillo Traductora del Francés: Marta Eugenia López Subirós Publicada e impresa trimestralmente por la Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, A. C., Camino a Los Naranjos No. 102, San Pedro de los Hernández Guanajuato, C.P. 37280, León, Gto., MÉXICO. Reserva al Título en Derechos de Autor de la Secretaría de Educación Pública No. 003570/95. Certificado de Licitud de Título No. 9547 y Certificado de Licitud de Contenido No. 6661, ambos expedidos por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Todos los derechos están reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de “El Rosacruz”, sin previa autorización otorgada por escrito por el editor. 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Leyendas y Sueños | 13 Nicholas Roerich, F.R.C. La Búsqueda | 19 José David Belmontes Beltrán, F. R.C. Especulaciones acerca del ser humano, parte 1 | 24 Cándido Mirón, F.R.C. La Búsqueda de la Mente | El Cielo es Real | 32 Eben Alexander III. Carta a la redacción | Francisco David Colomo Muñúzurri. 42 Carta abierta a los jóvenes Por Serge Toussaint, F.R.C. Traducción URCI. « Más que nunca, el mundo de mañana será lo que los jóvenes de hoy hagan de él individual y colectivamente…» 6 de Enero de 2013 – Año R+C 3365 Desde hace tiempo, deseaba dirigirme a los jóvenes por medio de una carta abierta, pero aplacé constantemente este proyecto, por temor de que tal iniciativa les pareciera presuntuosa o de que la juzgaran «anticuada»; sin hablar de los que podrían ver en ella la obra de un “gurú” que desea llamar la atención. Pero todo mundo conoce el adagio: « ¡el miedo no evita el peligro!» Por otro lado, siempre pensé que había que tener la valentía de expresar sus opiniones, a riesgo de ser incomprendido, mal juzgado o hasta ridiculizado. Así que me decidí a escribir esta carta, habida cuenta que mi fin no es en ningún caso alimentar la menor polémica, sino, posiblemente, suscitar la reflexión de unos y otros. En preámbulo, me gustaría decirles que sinceramente amo a los jóvenes, lo que no tiene nada de original en sí, más aun cuando pocas personas se atreverían a pretender o a reconocer lo contrario. Sin embargo, jamás cedí ante el «juvenilismo», que constituye para mí una forma de demagogia y una confesión de «viejísmo». Aunque me sienta joven de espíritu y haga lo posible para conservar mi alma de niño, soy perfectamente consciente que lo esencial de mi vida presente 3 está detrás de mí y que mi juventud es ahora parte de mis recuerdos. Si preciso «de mi vida presente», es porque, como la inmensa mayoría de los Rosacruces, me adhiero al principio de la reencarnación. Pero ese es otro asunto… Sin querer hacer un juego de palabras, me parece preferible amar más bien a los jóvenes que a la juventud. En efecto, muchas personas dicen amar a los jóvenes, mientras que en realidad, aman a través de ellos los recuerdos que tienen de su propia juventud. Sin embargo, es natural, cuando tuvimos la oportunidad de tener una infancia feliz, de sentir una cierta nostalgia. No obstante, el amor hacia los jóvenes significa tener empatía por ellos, lo que implica escucharlos y desear su felicidad, preferiblemente con ellos y no a pesar de ellos. Este es mi caso, esto no quiere decir que yo apruebe o aprecie todo lo que dicen y hacen, lo que los «juvenilistas» tienden a hacer o a hacer creer, para parecer jóvenes ante los ojos de los demás. Teniendo la oportunidad de viajar mucho en el marco de mi función, querría primero decir a los jóvenes cuán feliz soy de comprobar que la gran mayoría de ellos no es racista ni nacionalista, lo que es muy apreciable. Además, están abiertos a todas las culturas. Es probablemente la primera vez en la historia que la juventud, en el plano mundial, es tan universal. Esto se explica en gran parte por el hecho de que los medios de transporte y de comunicación, a los cuales vino a añadirse la Internet, hicieron de la Tierra un solo país. Hay otra explicación para el surgimiento del universalismo: ya sea que estén conscientes de eso o no, y a veces más allá de las apariencias, los seres humanos evolucionan interiormente de generación en generación, por no decir de encarnación en encarnación. Por el hecho de que los jóvenes tienen una apertura de espíritu cada vez más grande ante el mundo, son mucho más pacifistas de lo que eran las generaciones pasadas. Antaño, el patriotismo, el nacionalismo, el miedo al otro, los prejuicios raciales, etc., favorecían la guerra. Una vez puesta en marcha, la espiral del odio, alimentada por el deseo de venganza, conducía hasta a los menos belicosos a matar y asesinar. 4 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 En nuestros días, la inmensa mayoría de los jóvenes son, si no necesariamente antimilitaristas, por lo menos «antiguerra», lo que es más positivo en sí. Podemos sólo regocijarnos con eso, porque la paz es uno de los ideales más nobles que existen. De hecho, es un arquetipo que forma parte integrante del alma humana. Esto quiere decir que cuanto más evolucione la humanidad mental y espiritualmente, este ideal se expresará más a través de los comportamientos individuales y colectivos. Bajo el efecto, no sólo de la evolución que opera de generación en generación, sino también de la multiplicación de los fundamentos del saber, del conocimiento y de la información, los jóvenes son más cultos y menos ingenuos de lo que eran a su edad sus padres, abuelos y bisabuelos. Es lo que explica por qué las religiones perdieron claramente su influencia sobre ellos. De una manera general, sus dogmas no están más adaptados a las mentalidades de nuestra época, y esto, tanto en el plano moral como el doctrinal. A principios de este siglo XXI, ¿cuántos jóvenes creen que la humanidad es el resultado de una pareja original, en este caso Adán y Eva, que habrían sido echados del paraíso por haber comido del fruto prohibido? Del mismo modo, ¿cuántos se adhieren a la resurrección de los cuerpos y piensan que Dios, al final de los tiempos, tomará parte entre los buenos y los malos? No vean allí un ataque o una crítica de las religiones. Tuvieron y todavía tienen su utilidad, porque permiten a millones de personas vivir su fe en lo cotidiano. Si comprendo la indiferencia de los jóvenes con respecto a la religión, particularmente en Occidente, lamento no obstante que esta indiferencia los haya alejado de la espiritualidad. En efecto, este alejamiento va en contra de su bienestar, porque crea un vacío en lo más profundo de ellos mismos. Dado que «la naturaleza se horroriza del vacío», muchos de ellos colman éste con actividades que acaparan e incluso exacerban sus efectos físicos y mentales, a veces hasta el extremo, en detrimento de su vida interior. El resultado es un desequilibrio síquico que explica en gran parte por qué muchos no son verdaderamente felices y sufren de un malestar evidente. 5 Para convencerse, basta con recordar que en los llamados países desarrollados, el número de suicidios entre los jóvenes no cesa de aumentar, hasta el punto de volverse muy preocupante. ¿Cómo no estar afectado por tal constatación? Pero ¿cómo reprocharles a los jóvenes su falta de espiritualidad, mientras que sus mayores contribuyeron a hacer la sociedad cada vez más materialista? En nuestros días, y como cada uno sabe, es el dinero el que dirige al mundo. Por cierto, él siempre ejerció una gran influencia sobre los seres humanos, pero esta influencia parece haber alcanzado su paroxismo y da lugar a una avidez y a una codicia aparentemente sin límite. Venerado como un dios, sirve de fundamento para una religión sin alma, con sus fieles y sus servidores. Su credo no puede ser más simple y se resume en una palabra: «tener» (siempre más). Sobre su altar, los valores morales más elementales son sacrificados: honestidad, integridad, equidad, generosidad, compartir, etc. Sin embargo, necesitamos dinero, de modo que no es a él a quien tiene que culparse, sino a la gran importancia que le es concedida hoy. De «servidor» que debería ser, se volvió un “mal amo”, y esto, en todas las categorías sociales. ¿En qué consiste pues la espiritualidad que falta a la inmensa mayoría de los jóvenes y de la que podrían sacar una fuente de bienestar? Precisemos en primer lugar que no hace falta seguir una de las religiones que existen actualmente, tanto más, como dije anteriormente, que ellos tienden a alejarse de ellas. En resumen, ella está fundada sobre la idea de que todo ser humano posee un alma y que el fin de la vida es convertir esta alma en mejor. ¿Cómo? Trabajando libremente en su desarrollo personal, o más exactamente, en el perfeccionamiento de su personalidad. Es en el trabajo de perfeccionamiento que se encuentra el fundamento de la espiritualidad, con sentido, no religioso del término, sino místico. Visto desde este punto de vista, Dios no es solamente la Inteligencia, la Conciencia, la Energía, la Fuerza (poca importancia tiene el término) que obra a través del universo y la naturaleza; reside también en el hombre, 6 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 bajo la forma de lo que nosotros llamamos comúnmente “la voz de su conciencia”. La creciente influencia del dinero en la sociedad ha generado una subcultura de la cual la televisión es actualmente el principal vector. ¡Cuántas emisiones tontas, vulgares y envilecedoras, sin hablar de la violencia que se exhibe continuamente en las pantallas! Muchas de ellas están diseñadas para los jóvenes, lo que sugiere que los que las financian, las realizan, las programan y animan, consideran que la juventud se complace en la tontería y la vulgaridad, y que toma placer en envilecerse. Ante tal desprecio, ¿qué esperan para hacer valer sus derechos y optar por programas dignos de su sensibilidad e inteligencia? ¿No se engrandecerían negando y hasta oponiéndose a esta manipulación desvergonzada de los espíritus? A semejanza de la Internet, la televisión es el reflejo de la sociedad; ella expresa lo mejor y lo peor. ¡Que todos en general, y los jóvenes en particular, hagan de la televisión un soporte de elevación cultural y moral más bien que de atontamiento! Entre las manipulaciones más perniciosas a la cual se entrega la telerrealidad ante los jóvenes, está la exaltación de la celebridad. Con gran cantidad de exhibicionismo y con gran cantidad de voyeurismo, les hacemos creer que uno de los fines mayores en la vida es volverse célebre, y de allí ser admirado y adulado, por no decir venerado. ¿A qué puede llevar tal culto del ego, sino a la desilusión y al desencanto? Así como lo muestra la experiencia, la celebridad no basta para sentirse realizado y feliz; en numerosos casos, hasta es una fuente de angustias, de temores y de estrés. No es en la mirada de los otros que debemos buscar la felicidad, sino en la que nos dirigimos hacia nosotros mismos. Eso quiere decir que ante todo una persona debe aprender a ser una buena compañía para sí mismo. Cualquiera que lo logre no siente para nada el deseo de volverse célebre, tampoco se abandona a adular a esta u otra «estrella», hasta el punto de dar la apariencia de vivir a través de ella. ¿Qué decir también de las modas que se les impone regularmente 7 a los jóvenes o que se imponen entre ellos, ya sea en el ámbito de la música, la vestimenta, del lenguaje, las costumbres, etc.? Allí también, ¡que se planteen la cuestión de saber a quién o qué beneficia esta manipulación! Es natural el querer individualizarse y afirmarse, pero la personalidad, no está en imitar a los demás o seguir la moda, en cualquier área que sea. Tampoco es «llevar la contraria» y desmarcarse exageradamente de otros en una preocupación de marginalidad. Se trata simplemente de ser uno mismo y vivir de acuerdo con sus propios valores y gustos personales. Y al contrario de lo que muchos jóvenes parecen pensar, nada es más respetable e incluso admirable que quedar conformes con nuestras propias decisiones, incluso si son «normales», en lugar de adoptar las que nos son impuestas desde el exterior, para ser o parecer estar “de moda”. Como es el caso de la religión, la relación de los jóvenes con la política también ha cambiado mucho. Precisemos que es una parte integral de la sociedad y es una necesidad para gobernar el estado como la ciudad, y desde el pueblo más pequeño a la más grande megalópolis. Todavía hace unos pocos decenios, ella era el centro de las conversaciones entre los jóvenes, cada uno se sentía un alma “contestataria”, a veces también sin saber si lo que se cuestionaba era realmente cuestionable. Hoy en día, muchos pierden el interés. ¿Por qué? Porque ellos sienten que la política no logra resolver los problemas de los ciudadanos ordinarios y es incapaz de mejorar el mundo. Por ello, en muchos países, el porcentaje de voto de abstención es muy importante para los jóvenes, excepto tal vez en las elecciones locales, donde se sienten más involucrados. A la imagen de los hombres, la política es imperfecta; por tanto está sujeta a la crítica. Pero si se admite que en toda democracia verdadera se tiene a los dirigentes que se merece, la política es una fiel imagen, ciertamente de quienes nos gobiernan, pero también de los que son gobernados. Frente a los problemas que se plantean a la colectividad, es a la vez demasiado simple y demasiado fácil pues responsabilizar exclusivamente a los y a las que ejercen funciones políticas. Independientemente del hecho de que somos libres de 8 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 nuestro voto, podemos y debemos hacer un uso de nuestro libre albedrío y actuar para que la sociedad mejore. ¿Cómo? Esforzándonos en hacernos «seres humanos realizados», para recuperar los términos de Comenius, eminente Rosacruz del siglo XVII, considerado como el padre espiritual de la U.N.E.S.C.O. En esto, siempre creí que la política, en el sentido filosófico del término, era primero y ante todo el arte de gobernase a sí mismo. Desde mi punto de vista, la solución a la crisis actual reside más en la ética que en la política, sin que una excluya a la otra. Pero, ¿qué es la ética? En pocas palabras, es la actitud de respetarse a sí mismo, respetar a los demás y respetar la naturaleza, lo que no es nada moralizante. Desgraciadamente, este respeto falta cruelmente en nuestros días, porque los padres y los adultos en general no se lo transmitieron a los hijos. Durante las últimas décadas, los hemos condicionado a reivindicar derechos. Esto no sería dañino si, paralelamente, los hubiéramos familiarizado con los deberes correspondientes. Esto no se hizo, de allí el desequilibrio actual y sus consecuencias en la sociedad: violencia, corrupción, intolerancia, robos, violaciones, tráficos de todo género, etc.; como de comportamientos negativos que se traducen en la ausencia de no violencia, de integridad, de tolerancia, de honestidad, de benevolencia, etc. Se vuelve pues urgente volver a estos fundamentales, y pertenece a los jóvenes aceptar este desafío. Dado que son más bien víctimas que culpables del laxismo que actúa con rigor desde hace muchísimo tiempo en este campo, su mérito solo sería mayor. En relación con la noción de deberes, los jóvenes que leerán esta carta abierta encontrarán posiblemente una guía en la «Declaración rosacruz de los deberes del Hombre», propuesta por la Antigua y Mística Orden Rosacruz en 2006. Tengan en cuenta que esta declaración ha sido publicada a página completa en revistas y periódicos de primer plano, y que su aparición ha sido aclamada por numerosas personalidades civiles, políticas y religiosas. El Epílogo habla por sí mismo: «Si todos los individuos cumplieran estos deberes fundamentales, quedarían pocos derechos por reivindicar, porque 9 cada uno se beneficiaría del respeto que le es dado y podría vivir feliz en la sociedad. Esta es la razón por la que toda democracia no debe limitarse a promover un “Estado de Derecho”, en cuyo caso el equilibrio mencionado en el Prólogo no puede ser mantenido. Es imprescindible también que predique un “Estado de deberes”, para que todo ciudadano exprese en su comportamiento lo que el hombre tiene de mejor en él. Sólo basándose en estos dos pilares es que la civilización podrá asumir plenamente su estatuto de humanidad.» Ciertamente, tales proposiciones no tienen nada de reaccionario, sino traducen lo que debería parecer evidente para todos. De lo que precede, deducimos que la política no es asunto exclusivo de los partidos y de las corrientes que se dedican a eso, todas tendencias confundidas. Como gobierno de sí mismo, implica a todos nosotros y tiene que poner lo mejor de nosotros mismos al servicio de los demás y de la sociedad, lo que nuevamente nos lleva a lo antes dicho sobre la espiritualidad. Visto desde este ángulo, la forma más alta de política es el humanismo, ideal filosófico que consiste en poner el bienestar de todo individuo en el corazón de las preocupaciones de los gobernantes y de los gobernados, sin distinción. Esto equivale a hacer a otros lo que nos gustaría que nos hagan, pero igualmente a no hacerles lo que no nos gustaría que nos hagan. Esto naturalmente recuerda el mandamiento superior del Maestro Jesús, el cual no es propiedad moral o espiritual de ninguna religión, sino una fuente de inspiración para quien quiera, cristiano o no, creyente o ateo, que se adhiere a este mandato. Entonces, a falta de ser espiritualistas, insto a todos los jóvenes a ser humanistas. Pero no se puede ser humanista sin participar también en la salvaguardia y la protección de la naturaleza. Sin embargo, todos sabemos que nuestro planeta está amenazado: calentamiento climático, deforestación excesiva, destrucción generalizada de ecosistemas, desaparición de muchas especies vegetales y animales, contaminaciones diversas… De toda evidencia, la ecología se convirtió en el desafío más importante del siglo XXI. Lamentablemente, la crisis económica y social que afecta al mundo desde hace varios 10 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 decenios oculta este desafío a riesgo de que se no se haga lo necesario para evitar lo peor. Ciertamente, este es el legado de generaciones anteriores, pero si los jóvenes de hoy no se movilizan, parece evidente que la tierra, obra maestra de la creación, pasará a ser inhabitable para millones, quizás incluso para miles de millones de seres humanos. Así que apostamos por su sentido de la responsabilidad y su movilización, con la idea de que sus hijos y nietos hereden una Madre Tierra regenerada, con la que la humanidad será finalmente reconciliada. Otro peligro que amenaza la estabilidad de la sociedad y lo que comúnmente se llama el «vivir juntos», a saber, es el individualismo. En efecto, es cierto que la Internet es una gran fuente de información y una gran manera de comunicación, lamento, sin embargo, que su uso se ha vuelto demasiado excesivo hasta el punto de que muchos jóvenes admiten que no pueden estar sin la red. ¿Qué decir también de su adicción a los celulares y otros teléfonos inteligentes? Paradoja de los tiempos modernos: los seres humanos se comunican durante todo el día de un lugar a otro del planeta, pero muchos de ellos dicen que se sienten muy solos. En este sentido, esto es lo que podemos leer en la «Positio Fraternitatis Rosae Crucis» Manifiesto que la AMORC publicó en 2001 mundialmente: «comprobamos, por otra parte, que en la era de la comunicación, los individuos ya no se comunican. Los miembros de una misma familia ya no dialogan entre ellos, tan ocupados como están en escuchar la radio, mirar la televisión o navegar en Internet...»¿No sería hora de (re)privilegiar los contactos directos y (re)humanizar la sociedad? En razón del estado caótico del mundo, muchas personas, especialmente los jóvenes, son pesimistas sobre su futuro y el de la humanidad. Los Rosacruces, a su vez, son y siguen siendo optimistas, lo que no quiere decir que no sean realistas. Así, en el texto titulado «Las profecías de los Rosacruces», publicado en 2011, se encuentra lo siguiente: «En vista de nuestra enseñanza y nuestra filosofía, somos optimistas sobre el futuro, aunque la situación actual pueda dejar temer lo peor. Más allá de las apariencias, el período turbulento que atravesamos constituye un “paso obligado” que debería permitir 11 a la humanidad trascender y renacer en sí misma... En conjunto, ella está destinada a instaurar una sociedad ideal, que numerosos sabios del pasado han predicho, y que numerosos individuos esperan más o menos conscientemente.» ¡Entonces confiemos! En lugar de limitarnos a decir que «la esperanza permite vivir» actuemos con la idea de que la vida está llena de esperanza. En la introducción a esta carta, mencioné mi temor de que se perciba como «pasada de moda», sobre todo por los jóvenes que la leerán. Sin embargo, yo no creo que sea «pasado de moda» animarles a ser espiritualistas, humanistas y ecologistas, que se comprometan a no ser manipulados por aquéllos que comercian la estupidez, el voyeurismo y otros derivados de la «mediatización» de las costumbres, de advertirles contra el individualismo que generan las nuevas tecnologías, de recomendarles despertar y expresar lo que hay de mejor en ellos, etc. En lo que me concierne, apelo a su conciencia y hasta a su alma, con el fin de que no pasen al lado de su existencia y hagan de la humanidad lo que está destinada a ser: la expresión sobre Tierra de lo mejor que la vida puede ofrecer a las generaciones presentes y futuras. También, que ellos se pregunten: ¿qué sociedad, qué humanidad, que mundo desean para sus hijos? Un adagio que ustedes conocen enuncia: «Si juventud supiera y si vejez pudiera», lo que deja suponer que los jóvenes tienen la energía apropiada para mejorar el mundo, pero no tienen la experiencia necesaria. Estoy convencido de que si ellos tienen la voluntad, ellos pueden alcanzarla, incluso más allá de nuestras esperanzas. Entonces, tengamos fe en ellos… Es con estas palabras de esperanza que concluyo esta carta, no sin expresar mis mejores deseos de felicidad y éxito a todos los jóvenes que la lean, sea que la hayan apreciado o no. Con mis mejores deseos. 12 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 Leyendas y Sueños Un mensaje especial de un eminente Filósofo y Artista Por Nicholas Roerich, F.R.C. (Enviado desde su Sánctum en los Himalayas) De: “The Rosicrucian Digest” Julio 1931 EL PROFESOR ZELINSKI, en su muy interesante trabajo acerca de los mitos, llega a la conclusión de que los héroes de estos mitos no sólo son figuras legendarias, sino que realmente existieron. Muchos otros autores llegaron también a la misma conclusión, derrocando así la tendencia materialista del siglo pasado, que algunas veces realmente intentó probar que incluso figuras históricas eran sólo mitos. Por tanto Senard, el erudito francés, intentó probar que Buda nunca existió y fue nada más que un mito académico. Asimismo hubo intentos por negar incluso la existencia de Cristo, ignorando 13 que tenemos pruebas muy cercanas a la época de su existencia, además que también se descubrió la inscripción romana con el edicto contra los primeros cristianos en Siria, muy cercana al tiempo de la gran Manifestación. En esta lucha entre aquéllos que reconocen y aquéllos que niegan, se revela un rasgo de la psicología universal. Resulta instructivo ver en esto cómo quienes niegan son derrotados gradualmente y quienes defienden el heroísmo, la verdad y la realidad, encuentran apoyo en los propios hechos. Además, aquéllos que han aparecido como soñadores de héroes y mitos de repente aparecen como los realistas, mientras que los escépticos, gradualmente ocupan la posición de soñadores que confiaron en la difamación de una fuente falsa. Así, lenta pero segura, gira la rueda de la evolución, llevando consigo la revelación de la verdad olvidada. Miremos hacia atrás y veamos cómo rápida y fácilmente la humanidad olvida hasta los acontecimientos y personalidades recientes. Sólo recientemente personalidades tales como Paracelso y Tomas Vaughan -ambos Rosacruces eminentes- estaban puestas en una lista como impostores, hasta en las Enciclopedias. Pero entonces, aquéllos que tenían una posición imparcial se comprometieron en leer sus trabajos y encontraron, en lugar de pronunciados charlatanes, profundos eruditos de cuyos descubrimientos la humanidad se benefició. Recuerdo cómo en mi infancia quedé fascinado con el libro de Gaston Tissandier, “Los Mártires de la Ciencia”. Aquéllos que fallecieron como un holocausto, por torturas o en el cadalso, son considerados ahora como grandes científicos. Pero el falso escepticismo continúa su trabajo y en lugar de aquellos mártires, se apresura para crear nuevos, y así de un modo seguro honrarlos con monumentos y celebraciones. En años recientes se ha hecho aparente una manifestación 14 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 social que nos da esperanza que en algún tiempo –quizás el tiempo esté cercano- los perjudiciales desmentidos serán frenados y puestos en el lugar que merecen. Las personas se han vuelto deseosas de leer biografías. Aquí realmente incluso los escépticos intentan no conceder. Encogiéndose de hombros, dirán, “¿Cómo podemos estar seguros acerca de las verdaderas intenciones de las acciones de los personajes descritos?” o “¿Cómo podemos estar ciertos que no fueron accidentes los que crearon los acontecimientos, marcando la vida de los personajes descritos?” o “¿cómo podemos estar seguros de la imparcialidad del biógrafo?” ¡Concedamos que estos comentarios sean verdaderos hasta cierto punto! ¡Debemos adjudicar una cierta parte del ánimo personal del biógrafo! Pero, no obstante, la colección de documentos históricos, nos ofrecen exactamente los mismos hitos de la verdadera realidad. Del mismo modo, hasta hace poco algunas crónicas se consideraron documentos inadecuados que no merecían una seria consideración. Pero un estudio detallado de las crónicas contemporáneas, documentos y descubrimientos, han demostrado qué las crónicas merecen mucha más estima de la que generalmente se supone. Ciertamente también tengo la esperanza que la humanidad no pase por alto siglos enteros antes de prestar atención a las manifestaciones excepcionales. Mediante la lectura de biografías, la humanidad aprenderá también a inscribirlos. Por supuesto, es erróneo pensar que los héroes podrían ser sólo atributo de la antigüedad. La síntesis de nuestra era cristalizará igualmente sus héroes y podemos esperar que los holocaustos, las prisiones y las ejecuciones, ya no sean parte de estas grandes almas. Habiéndonos cerciorado que los dioses de la antigüedad fueron personalidades heroicas grabadas en la memoria de los pueblos, debemos afirmarnos en el conocimiento de que en nuestros días su individualidad y la personalidad igualmente siguen imponiendo sus 15 manos sobre el timón de la humanidad. Determinando la existencia de estas personalidades, aprenderemos, al igual que los antiguos, a acompañarlos en una exposición positiva de sus vidas. No debemos olvidar que en el futuro estas descripciones de vida deberán llegar a las escuelas como antorchas de la historia. De ahí que nuestra juventud no solamente guste de leer biografías, sino también aprender a escribirlas, o más bien, discernir cuáles de las manifestaciones de sus contemporáneos se vuelvan historia. A través de la lectura de leyendas, los jóvenes también aprenden a soñar. Y esta es una gran capacidad: saber soñar, llenando el corazón con el mejor fuego. Con estos fuegos del corazón los jóvenes aprenderán también a discriminar cuál es verdad. Ningún cálculo deberá facilitar a la verdad, no es sino el lenguaje del corazón que sabe dónde permanece esta gran verdad, que, a pesar de todo, guía a la humanidad hacia arriba. Las leyendas, ¿no son la colección de las mejores flores? De lo pequeño, de lo insignificante, la humanidad no crea leyendas. A menudo, en aparentes leyendas negativas, figura una gran parte de la reverencia al poder. En cualquier caso, cada leyenda contiene algo inusual. ¿Y no nos conduce esta singularidad más allá del crepúsculo del estándar mecánico? Pero la leyenda que nos libera más allá de los límites de la opresiva rutina cotidiana, refresca nuestra tendencia de pensamiento y nos permite fundirnos en nuevas profundidades del conocimiento, con un eterno, inextinguible ardor juvenil. Pregunte a un gran matemático, un gran físico, un gran biólogo, un gran astrónomo, si él sabe soñar. No mencionaré a los artistas, músicos, poetas, ya que su ser entero está formado de la capacidad para soñar. Y un gran científico, cuando es realmente grande y no se aturde por la presencia de un testigo, le dirá bellamente cómo sabe volar en sueños y cómo muchos de sus descubrimientos tienen su fuente no sólo en cálculos, sino precisamente en un sueño. Hemos recordado entonces que las leyendas no son 16 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 abstracciones, sino usualmente la realidad misma. También debemos recordar que los sueños no son signos de analfabetismo, sino capacidades de almas refinadas. Alentemos constantemente a los jóvenes al esfuerzo de la llamada y creativa leyenda, y permaneciendo jóvenes junto con ellos, rindamos homenaje a los sueños como el principal y edificante medio de nuestra regeneración y perfección. Esfuerzo, la Jerarquía, Infinidad y Belleza –sólo bajo estos hitos progresamos indiscutiblemente–. Todo lo que consiste en la actividad de nuestras sociedades debe aplicarse inmediatamente en la vida. Rindiendo homenaje a los sueños no nos haremos soñadores. Seamos los sueños de un Creador. En este sueño no habrá intoxicación, ni vacilación, sino el conocimiento inmutable se reunirá en la profundidades de nuestro espíritu. Y en primer lugar recordemos que la palabra “Cultura” significa Cult-Ur o culto a la Luz. Pintura de Nicholas Roerich, Bandera de la Paz. 17 El Propósito de la Orden Rosacruz, AMORC La Orden Rosacruz, AMORC, presente en todo el mundo, es una fraternidad no sectaria de hombres y mujeres dedicados a la investigación, estudio y aplicación práctica de las leyes naturales y espirituales. El propósito de la Organización es ayudar a todos para vivir en armonía con las fuerzas cósmicas creativas y constructivas, para el logro de salud, felicidad y paz. La Orden es conocida internacionalmente como la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis y tanto en América como en otros continentes, constituye la única forma de actividades Rosacruces integradas en una sola institución. La A.M.O.R.C. (por sus iniciales) no vende sus enseñanzas. Las da libremente a sus miembros afiliados junto con otros beneficios. Para información completa acerca de las ventajas de la afiliación Rosacruz, escriba una carta al domicilio citado abajo y pida el folleto gratuito titulado «El Dominio de la Vida». Diríjase a: Escribano R.E.R. Orden Rosacruz, AMORC, Apdo. Postal No. 827, Oficina Centro, C.P. 37000, León, Gto. - MÉXICO Jerarquía Esotérica A todos los miembros de la Jerarquía Esotérica se les pide participar en los «Períodos Especiales de Meditación» que se efectuarán en las siguientes fechas: Jueves 15 de Agosto , Jueves 21 de Noviembre de 2013. Jueves 20 de Febrero y Jueves 15 de Mayo de 2014 a las 20:00 horas de su localidad. Sus informes deberán enviarlos a la atención del Gran Maestro a esta Gran Logia AMORC, Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, en León, Gto, México. 18 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 La Búsqueda POR JOSÉ DAVID BELMONTES BELTRÁN, F.R.C. El presente son reflexiones y meditaciones personales, que no representan necesariamente la opinión de la Orden Rosacruz AMORC. No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer. La realidad absoluta es consciencia pura. Nuestros sentidos perciben el universo circundante y nuestra consciencia le da comprensión asignándole: sentido, valor, forma y contenido entre otras cosas; el conocimiento es “algo” muy propio del hombre, porque el conocimiento como tal, sólo puede existir en la mente y consciencia. Todo es un reflejo de nosotros mismos. Objeto y sujeto se vuelven uno en el fenómeno de la manifestación; El objeto está ahí como una masa de energía atómica y subatómica, de hecho no existe como un objeto sólido con las cualidades físicas que el hombre común conoce, es nuestra consciencia quien le da existencia y cualidades “objetivas” y subjetivas. El hombre busca en la vida algo o a alguien que le confirme su valor y existencia. De hecho, la ausencia de esta confirmación es causa de ansiedad y angustia. En los ancianos la ausencia de valor 19 utilitario es causa de muerte anticipada. El hombre necesita de algo o alguien que le confirme su valor, porque él sabe instintivamente que en la naturaleza todo lo que no tiene valor tiende a desaparecer. La existencia del hombre radica en su propia consciencia, y ésta se esfuerza constantemente en ser consciente de ella misma para confirmar su propia existencia, pero es difícil “verse” ella misma, necesita del espejo donde su imagen reflejada le confirme que aun está ahí. El hombre desde su infancia busca consciente o inconscientemente por diferentes medios su propia confirmación, en este esfuerzo se une a grupos que refuercen su propia apreciación de valor existencial, inclusive busca a Dios por medio de religiones y otros grupos para ser aceptado por él, y cubrirse de “algún” modo con el valor de Dios. El hombre busca fuera de él a Dios y no lo encuentra, porque la realidad ultima y cierta para el hombre, sólo puede existir en el interior de su consciencia. El hombre porta en su interior a Dios como el modelo o ideal del hombre a ser. Pero sólo se vuelve parcialmente consciente de él por sus impulsos apremiándolo a alcanzar el valor de su propia realización. El hombre es un ser con consciencia, mente y razón, y comprende consciente o instintivamente que su realidad como ser, no radica exactamente en el cuerpo físico finito y corruptible, sino que encuentra en su consciencia que le confirma su existencia. También comprende que la muerte física es inevitable y que su existencia depende de la conservación de su consciencia que es donde ubica su verdadera identidad, de ahí que busca conocer y ampliar su consciencia más allá de su cuerpo físico no solamente como el hombre perfecto, sino también divino e inmortal. El hombre posee varios “cuerpos”, como el físico, emocional, psíquico y espiritual entres otros. La consciencia al experimentar la 20 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 experiencia, valga la redundancia, se mueve o instala en el cuerpo o los cuerpos por el cual está experimentando; el hombre no puede experimentar “algo” fuera de él, sólo puede hacerlo en el interior de él mismo, tomemos un ejemplo como: una flor, una rosa hermosa en forma, color, aroma, textura y armonía con su entorno, el hombre la percibe por sus sentidos y la forma en su consciencia, la mente la conceptualiza con atributos y cualidades objetivas y subjetivas comprendiendo lo que es la flor, pero, ¿Dónde se lleva a cabo esta experimentación y comprensión de lo que es la flor? En el interior del hombre, o sea en consciencia el hombre se ha convertido en la flor y la experimenta en sí mismo. Pero la percepción y comprensión de la flor fue formada por la percepción del objeto externo y la consciencia humana proyectó en ella su propia naturaleza y el bagaje de conocimientos que ya portaba desde antes dándole existencia en ella misma, en la consciencia humana, de acuerdo a su naturaleza y conocimiento. Ahora bien, cualquier otro conocimiento nuevo y diferente al ya adquirido anteriormente, que pudiera surgir al ver una flor distinta a la anterior, surgiría con base al conocimiento anterior, y las relaciones que nuestra mente y consciencia pudieran formar de una nueva conclusión como nuevo conocimiento. Místicos, teúrgos, religiosos entre otros, todos tienen su ciencia y ceremonias teúrgicas, todos poseen una parte exotérica y otra esotérica, y todos buscan por igual todo lo anterior expresado por diferentes fórmulas como: rituales, ceremonias, meditaciones, oraciones y arquetipos expresados en forma de dioses, santos, cartas del tarot, u otros símbolos, llegando a convertirse por fugaces momentos en los héroes o semidioses del ceremonial en el plano de su propia consciencia. El todo es consciencia y mente, donde esté la consciencia del hombre, ahí estará él. Cuando el ritual o ceremonial tiene éxito, ángeles y dioses acuden presurosos a la convocación, pero de ningún modo se espera la presencia real de tales deidades, porque son personajes simbólicamente alegóricos, y arquetipos que contienen grandes potenciales energéticos que explota o son liberados en manifestación 21 dentro de la consciencia de los participantes del ceremonial. El hombre se convierte igual que la flor, en los personajes del ceremonial y la consciencia cobra una expansión y agudeza sobre el drama ritualístico atrayendo ideas afines a las expresadas en el ceremonial, el cerebro hace conexiones neuronales al mismo tiempo que la mente humana hace relaciones de ideas que confluyen y emergen en nuevas conclusiones no expresadas exactamente en el ceremonial, sino que emergen en un estado de paroxismo ritualístico ante la conjunción de ritual, mente y consciencia. En realidad, poco importa si estos rituales son fantasía de mentes alteradas o no, como tampoco importa si el hombre cree en la existencia de dioses o no, porque mientras los actos y propósitos del hombre sean constructivos y propositivos en beneficio de la humanidad y estén sustentados por el amor, algo bueno brotará de él y Dios emergerá dentro de sus propósitos. Cada ser o individuo que poblamos la tierra es diferente al resto, y en esta multiplicidad de cuerpos, mentes y consciencias que experimentan cada segundo y suceso de nuestra propia vida, son en realidad una manifestación del alma universal, la mente cósmica que observa, de hombre a hombre, de consciencia a consciencia experimentando, aprendiendo y evolucionando a través de ellos.Somos en última instancia conocimiento de nosotros mismos, que nos revela ¿qué somos?, o ¿quiénes somos? ésta es la misma búsqueda del alma y mente cósmica. Nuestros cuerpos como los grandes conjuntos estelares, fueron formados por polvo de estrellas o soles. La energía solar que conocemos como luz son pequeños soles que han emanado de un sol mayor. El vacío o espacio interestelar es oscuro y frío, la energía solar sólo cobra manifestación cuando entra en contacto con cuerpos “sólidos” convirtiéndose en luz y calor revelador del universo manifiesto de formas y sentidos… La luz es un símbolo alegórico de la consciencia. 22 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 La búsqueda del hombre, es la búsqueda de su propia identidad, su realidad original y pura, el “Yo soy Yo”, es encontrar la realidad última en este plano y la libertad del ser. Buscamos fuera lo que está dentro. Ésta es la ansiedad inconsciente que el hombre siente y es impulsado en una búsqueda “ciega” por el ego y las pulsiones básicas del hombre. “El propósito general de la meditación es el mismo para todos: aprender a relacionarse con la consciencia, el nivel más puro de la experiencia” (1). Desplaza tu consciencia a través de todo tu cuerpo físico y después, relájate y olvídate de él, inhibe tus sentidos físicos, silencia tu diálogo interior y sumérgete en el universo oscuro de tu propia mente, mantente solamente “receptivo”, no razones, no pienses, analices o juzgues, eso lo harás después, sólo permanece atento a cualquier manifestación, cuadros, palabras escritas u orales, símbolos, lo que sea, este es tu universo interior y tú eres su centro, su dios, observa al pensador, vuélvete consciente de quien observa, percibe tus niveles de mente y consciencia e identifica: ¿Quién piensa? ¿Quién observa? ¿Quién eres? o ¿Qué eres? La búsqueda consciente o inconsciente del hombre, tiene como objetivo final encontrar su verdadera y original identidad, su verdadero “Yo Soy Yo”, donde se reúnen e identifican en el plano de consciencia pura tanto el Hombre, el Universo y Dios… volviéndose todos uno solo. “El Todo es mente; El universo es mental” (2) ¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses. Pax Vobiscum. Bibliografía: (1).- El Libro de los secretos.- Deepak Chopra. (2).- El Kybalión. 23 Especulaciones acerca del ser humano Parte 1 Por Cándido Mirón, F.R.C. Sin ánimo de escribir en términos cabalísticos, se puede decir que en la mente de la mayoría de las personas permanece la imagen de un Dios Todopoderoso, que todo lo puede, todo lo sabe y que está en todas partes, con algunas diferencias de apreciación. No obstante lo especulativa que pudiera ser esta premisa que parece correcta, no todas las personas se interesan en pensar cuál es la edad de ese Dios o, dicho de otra manera, desde cuándo Dios existe, y muchas veces, porque esta pregunta la consideran ilusoria. La mayoría de quienes han sido preguntados sobre este particular, se han conformado en contestar: que no saben; que desde siempre, o sea desde el eterno; y otros recurren a documentos de carácter sagrado, y dan la contestación, según ellos, completa y la mejor o más correcta, pero queda en las mente de muchas personas la inquietud e inconformidad de tales respuestas. Para dilucidar el dilema referido, más adelante se encuentran algunos razonamientos que, para unas personas parecerán aceptables 24 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 por su sentido común y sencillo, y para otros, sin importancia. Si de credos se trata -que los hay en abundancia- y que aquí no se van a discutir para evitar discrepancias. Sólo se conjeturarán algunos conceptos para refrescar algunas mentes que podrían estar necesitando ventilación y luz del Paráclito para desarrollar su potencial. Independientemente del significado que se le da a la palabra “espíritu” de los tantos que se usan, si es que se está hablando de manera esotérica o exotérica. Aquí en este artículo sólo se harán referencias, para que el acucioso e inteligente lector deduzca de su significado el mayor provecho posible. Es bien sabido que los seres humanos acrecientan sus conocimientos a través de sus sentidos objetivos, que son los receptores de todos los acontecimientos que alcanzan a captar gracias al grado de percepción que le permite su respectiva inteligencia, que para cada uno es diferente a la de sus semejantes. De ahí, que se piense que el destino ya viene definido para cada persona, determinando lo que cada quién será en su existencia y que, aun cuando se trate de cambiarlo nunca puede lograrlo, aunque parezca que sí. Es evidente que los niños, al momento de nacer, no saben si Dios existe o no existe; no temen a la muerte; no todos intuyen el peligro, por lo cual, es normal que actúen inocentemente ante las circunstancias de su existencia que están comenzando a sentir; y en la medida que aumentan sus edades adquieren los conocimientos correspondientes. Dios Todopoderoso que los ha traído a este planeta, sin que ellos lo hayan solicitado, los cuida inmensamente. De acuerdo a su edad y su crecimiento espiritual y al entendimiento que su Creador les provee, van comprendiendo la existencia de Dios durante su vida y en su manera en que se la van 25 acomodando sus semejantes y sus experiencias. Estas creaturas siguen aprendiendo en infinidad de circunstancias, de las costumbres de su entorno, las modas y todo lo que vienen alcanzando a ver, oír, oler, saborear y palpar, de conformidad al grado de desarrollo de estos sentidos y también de los sentidos síquicos que son muy importantes. Las personas que están en su entorno, no importando la edad, desempeñan un papel significativo en la vida de cada creatura, cuando directa o indirectamente los motivan para lo que hay o no hay que hacer, y además para las cosas inherentes a determinados objetivos y naturalmente gracias al instinto y la intuición de esas crecientes creaturas, van aprendiendo y conformando su personalidad, la cual es la viñeta fundamental de cada una de ellas. Así mismo van identificando al Dios en el que han de creer o no, ya sea temporal, o todo el tiempo que vivan en o alrededor de este globo terráqueo. Las personas con su mente agudizan su imaginación e intuyen sus pensamientos seleccionando y absorbiendo los conocimientos que les interesan y que satisfacen su ego y favorecen su subconsciente para que su consciencia, que es atributo del alma, permanezca tranquila y manteniendo la fuerza vital de vida estable y, consecuentemente esta alma, que es la sostenedora del espíritu de la persona que está viva y normal, se desarrolle naturalmente de acuerdo al fin para el cual Dios la ha hecho aparecer en este mundo tal como se le conoce. Las personas, antes de nacer, ya sea segundos, horas, días, meses o más, no recuerdan nada de lo que han sido o sean en sí mismas, es decir, no tienen memoria y, si la tienen, parece que no pueden usarla, lo cual es evidente, porque cuando vienen entrando de cabeza por el “túnel” llamado vagina y salen por la puerta de la vulva haciendo ruidos sin saber su significado, sencillamente se mueven recibiendo atenciones de adultos encargados de enseñarles directa o indirectamente lo que deben o no deben hacer en aquellos momentos de su desarrollo inicial. 26 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 Así, sucesivamente crecen pudiendo alcanzar la edad que tienen los hipotéticos lectores de este mensaje, quienes ya saben lo suficiente como para decir que tiene o no tiene sentido. Para algunos lectores, únicamente por favor, sería ideal que observen sin acerbo, cómo es que se va enriqueciendo el acervo de las personas, en este mundo siempre convulsionado. El hombre -léase la gente- siempre ha querido y quiere hacer lo mejor, no importándole su esfuerzo, siempre que ello esté satisfaciendo su consciencias, su instinto o sea, que él hace lo que él cree que es debido. Sus acciones, haciendo o no, reflejan lo que es cada persona, la cuál es única y nunca igual a otra; por lo tanto ellas son producto de sus actitudes. De lo anterior se colige que cada individuo actúa en fiel concordancia a lo que sus sentidos captan, ya que estos se conectan con su mente, que es la rectora de sus imágenes que a gran velocidad intuyen sus pensamientos de acción o no acción. Todo lo cual balancea su consciencia que como ya se dijo, es atributo de su alma. Hasta aquí se comprende claramente lo expuesto. Más adelante se tratará de explicar un poquito de uno de los incontables casos que hay en la historia de la humanidad. Bien, en el área geográfica donde se considera que fue desarrollada la historia sagrada más relevante de la Humanidad, allí, hay infinidad de acontecimientos, algunos pocos conocidos y la mayoría desconocidos, aunque hipotéticamente se pueden escribir abundantes páginas, recurriendo por supuesto a tradiciones, libros, imprenta, etc. Al aumentar la edad de los acontecimientos, más lejos va quedando la información de los mismos, por lo cual las personas más esfuerzo hacen para indagarlos y se exponen a no encontrar la autenticidad que buscan. Siendo la Biblia un documento importante para hablar de la 27 historia del hombre y de los múltiples hechos que ha experimentado y está experimentando este planeta, sería interesante escribir diversos tópicos, pero son tantos que muchos de ellos ya han sido expuestos por expertos en la materia, por lo cual, en este mensaje sólo se hacen limitadas referencias. Según la historia, Moisés escribió cinco libros, todos antes de la era cristiana. Tres de ellos en el desierto. Génesis. “desde el principio” hasta 1,657, habiéndolo completado en 1,513: Éxodo, en 1657-1,512, Levítico, durante un mes de 1,512; Números, en el desierto y llanuras de Moah, en 1,512-1,473 y Deuteronomio, en Llanuras de Moah durante dos meses, en 1,473. Eso dice la Biblia. Considerando la época durante la cual Moisés escribió, y las circunstancias que pudo haber experimentado haciendo su trabajo, se estima que fue un hombre extraordinario. Así también ha habido y hay otros hombres famosos por sus capacidades literarias y otros atributos y dones que Dios les ha conferido. En el Antiguo Testamento estos 5 libros forman el Pentateuco, llamándolo a veces Tora, o sea, leyes de Moisés, las cuales fueron interpretadas y enseñadas por personas mayores, especialmente autorizadas, porque solamente ellas debían hacerlo, desde el punto de vista de la Hermenéutica Jurídica y Hermenéutica Religiosa. Explicaban el Antiguo Testamento y las leyes inherentes a la vida de la Humanidad. A través del tiempo han venido desapareciendo tales limitaciones, al grado que ahora cualquier persona que puede leer, tiene acceso a lo que dice el Pentateuco, como a los demás libros de la Biblia, que ha aumentado la cantidad de sus palabras, al ser escrito el Nuevo Testamento. Ha habido otros documentos como la Misna y los Gemaras, que son elementos constituyentes del Talmud; y otras normas tales como el Código Canónico, etc. 28 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 También existe el Corán, libro sagrado de los musulmanes. Contiene la revelación que el único Dios Alá, transmitió a Mahoma por el Arcángel Gabriel (612-632), primero en la Meca y después en Medina. Está escrito en árabe y se compone de 114 capítulos o azoras (suras). Y según los principios islámicos, sólo se debe predicar en árabe, para que sean efectivas sus enseñanzas y/o filosofía. Se puede notar que, siendo el hombre un ser racional especialmente creado por Dios a su manera y voluntad y, dicho sea de paso, nunca a su semejanza, porque Dios no ha de ser semejante a la persona tal como se le conoce, manejada por su Creador, y tan desobediente. Sin embargo, este punto es discutible, por cuanto, las personas aducen argumentos aparentemente axiomáticos. Consecuentemente con lo anterior, el ser humano es domesticable por excelencia de tal manera que se adapta a cualquier ambiente social como lo hace el agua adecuándose al recipiente que la contenga, manteniendo su nivel sin importarle la forma del espacio que ocupe, así es la persona, viva donde viva, siempre permanece manteniendo su identidad. Todos los conocimientos que se han venido descubriendo a través de lo que Dios pone de manifiesto al alcance de los seres humanos, tales como la Ciencia, en sus diferentes órdenes; Tecnología, Arte y Misticismo y otras disciplinas que funcionan en el diario vivir de la Humanidad, son precisamente la substancia o substancia de la vida y es, naturalmente lo que Dios da a sus creaturas conforme a su voluntad. La muerte es un hecho natural y consecuente, como el acto de nacer, crecer, multiplicarse, aprender, enseñar y actuar. Todo lo que las personas descubren y saben, es gracias a la voluntad de Dios, por ello, nadie debería decir: “lo que yo soy es sólo mi propio esfuerzo” Nada, absolutamente nada, se mueve o funciona sin el poder de Dios. Es comprensible el esfuerzo del ser humano el cual lo hace superarse y alcanzar sus propósitos u objetivos, pero nunca es autónomo. 29 Ahora bien, ¿cómo se interpreta a Dios? Las personas lo interpretan de diferente maneras, y aquí no se trata de discrepar con nadie, sencillamente, a continuación se harán algunas reflexiones, para quienes quieran aprovecharlas. Estas acotaciones -permítase usar este vocablo- acerca de la vida del ser humano, podrían ser útiles para explicar las realidades que se están viviendo y, que de ellas hay muchas desconocidas, porque no se está usando adecuada luz y entendimiento eficaz. (continuará) DONACIONES Y LEGADOS De las contribuciones y del apoyo de los miembros y amigos dependen las actividades culturales y educativas de una organización no lucrativa como la Orden Rosacruz AMORC. El crecimiento y el digno trabajo de muchas organizaciones meritorias se han extendido como resultado de legados dejados a ellas por aquellos que los estipularon en sus testamentos. Si usted desea contribuir con esta noble obra, puede solicitar información acerca de la manera de realizar su testamento, así mismo, sugerencias relativas a cómo estipular una donación a la Orden. Por favor, sírvase dirigir su petición a: Tesorero AMORC GLH, Apartado Postal 827, Oficina Centro, C.P. 37000, León, Gto., México, Tel. 477-104-42-76, fax 477-104-49-08 y 104-49-76. Por e-mail: [email protected]. 30 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 Comité de Ayuda Espiritual “Consejo de Solaz” El Comité de Ayuda Espiritual de la Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, imparte ayuda metafísica desde el Gran Templo, de lunes a viernes a las 13:00 hrs. tiempo central de México (12:00 hrs. P.M. tiempo astronómico), a través de un grupo de miembros locales que trabajan en esta humanitaria labor, siguiendo las instrucciones indicadas por el Imperator para todas las Grandes Logias de la Orden. Los miembros estudiantes de AMORC visitantes en la sede de esta Gran Logia, pueden unirse y participar en dicho Comité, siempre que acrediten su afiliación activa. Quienes deseen hacerlo así desde otras localidades, pueden unirse al Comité de Ayuda Espiritual, a cualquier hora del día, desde sus lugares de residencia, integrándose así a este noble trabajo a través del Consejo del Silencio. GLH Centro Cultural Rosacruz AMORC GLH León, Gto., México Misión: Somos una institución de servicios para el desarrollo de las potencialidades del ser humano, a través de mecanismos de autoaprendizaje, utilizando para esto la tecnología más avanzada en la generación y distribución del conocimiento rosacruz de A.M.O.R.C. NUESTRAS CUBIERTAS PORTADA: Puesta del sol. En el Oeste el sol de la vida se abandona lentamente al final de su jornada y, en radiante esplendor, va a descansar en los “brazos de la Madre” (paz y quietud). El Oeste en nuestras Logias es aquel punto donde los Fratres y Sorores buscan paz, descanso y armonía con el Cósmico, por medio de silenciosas plegarias y meditación. CONTRAPORTADA: Anuncio de Difusión Rosacruz. 31 LA LA BÚSQUEDA DE DE LA LA Mente Trabajos e Investigaciones realizados por Miembros Rosacruces y por Investigadores del C.I.I.R. El Cielo es Real... La experiencia de un doctor con la vida después de la muerte. Por Eben Alexander III Colaboración de Pedro Raúl Morales, F.R.C. Cuando un neurocirujano se encontraba en coma, experimentó cosas que nunca creyó posibles —un viaje a la vida después de la muerte—. “Como neurocirujano, yo nunca creí en el fenómeno de las llamadas experiencias cercanas a la muerte. Crecí en el mundo científico como hijo de un neurocirujano y seguí el camino de mi padre convirtiéndome en un académico y enseñando en la escuela médica de la universidad de Harvard y en otras universidades. Entiendo lo que le pasa al cerebro en esas experiencias cercanas a la muerte y siempre había creído que había buenas explicaciones científicas para esos viajes fuera del cuerpo, hacia el cielo. 32 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 El cerebro es un mecanismo impresionantemente sofisticado pero también extremadamente delicado. Si reducimos la cantidad de oxígeno que recibe en una mínima cantidad, va a reaccionar. Para mí no era una gran sorpresa que la gente que ha sufrido traumatismos severos pudiese retornar de su experiencia con historias extrañas, pero no significaba que en verdad hubiese ido a alguna parte. Aunque me consideraba un cristiano fiel, lo era más de la boca para afuera que en la realidad de mis creencias. No me molestaba con la gente que quería creer que Jesús era más bien un buen hombre que sufrió en las manos del mundo. Me compadecía profundamente de aquellos que querían creer que había un dios en algún lugar allá afuera que nos amaba de manera incondicional. De hecho me daba envidia la gente que estaba tan segura de sus creencias, pero como científico simplemente no creía que era posible. Sin embargo en el otoño del 2008 después de siete días en coma durante los cuales la parte humana de mi cerebro, la neurocorteza, estuvo inactiva, experimenté algo tan profundo que me dio razones científicas para creer que existe una consciencia después de la muerte. Ahora sé cómo pronunciamientos como el mío les suenan a los escépticos, así que contaré mi historia en el lenguaje científico que es el que manejo. Muy temprano, una mañana hace cuatro años, me desperté con un intenso dolor de cabeza. En pocas horas mi corteza cerebral -la parte del cerebro que controla el pensamiento y las emociones y en esencia nos hace humanos- se había desconectado totalmente. Los doctores del Lynchburg General Hospital en Virginia, donde yo trabajaba como neurocirujano, determinaron que había contraído una extraña bacteria que causa meningitis y que en su mayoría ataca a recién nacidos. La bacteria E.cola había penetrado mi fluido cerebroespinal y estaba “comiéndose” mi cerebro. Cuando entré en la sala de emergencia esa mañana mis posibilidades de supervivencia por encima de un estado vegetativo 33 eran muy bajas y pronto bajaron a inexistentes. Por siete días estuve en un coma profundo, mi cuerpo sin respuesta, y mis funciones de mayor orden a nivel cerebral totalmente desconectadas. Luego en la mañana del día siete, mientras los doctores analizaban la posibilidad de descontinuar el tratamiento, mis ojos se abrieron repentinamente. “No tienes nada que temer, no hay nada que puedas hacer mal. El mensaje me inundó con una vasta y loca sensación de alivio.” No hay explicación científica para el hecho de que mientras mi cuerpo estaba en coma, mi mente, mi consciencia, -ser interior- estaba viva y en buen estado. Mientras las neuronas de mi corteza cerebral estaban inmovilizadas a una completa inactividad por la bacteria que las había atacado, mi consciencia “libre-de-cerebro” viajó a una dimensión mayor del universo: una dimensión que nunca soñé que existiera y que mi ser anterior al coma hubiese negado totalmente como si fuese imposible. Pero esa dimensión -en pocas palabras, la misma descrita por los miles que han experimentado experiencias cercanas a la muerte o estados de consciencia místicos- está allí. Existe, y lo que vi y aprendí allí me ha colocado literalmente en un mundo Nuevo: Un mundo donde somos mucho más que nuestros cerebros y cuerpos, y donde la muerte no es el final de la consciencia, sino un capítulo más en un vasto e incalculablemente positivo viaje. No soy la primera persona en descubrir que la consciencia existe más allá del cuerpo. Cortos, maravillosos vistazos de esta dimensión son tan antiguos como la historia del ser humano. Pero por lo que sé, nadie antes que yo ha viajado a esta dimensión con la corteza cerebral totalmente desconectada y mientras su cuerpo estaba siendo observado por doctores todos los siete días de mi coma. 34 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 Todos los argumentos principales en contra de las experiencias cercanas a la muerte, sugieren que son el resultado de un mal funcionamiento de la neurocorteza cerebral así sea mínimo, transitorio o parcial. Mi experiencia tomó lugar, no cuando esa parte de mi cerebro estaba funcionando mal, sino cuando estaba simplemente apagada. Esto queda claro por la severidad y duración de esa meningitis y por el comportamiento de los CT scans y los exámenes neurológicos que me fueron practicados. De acuerdo al entendimiento de la ciencia moderna sobre el cerebro y la mente, no existe ninguna posibilidad de que yo hubiese experimentado una mínima y limitada consciencia durante mi tiempo en el coma, mucho menos la odisea “híper-vívida” y coherente que experimenté. Me tomó meses poder reconciliarme con lo que me pasó. No sólo con la imposibilidad médica de haber estado consciente durante el coma, sino de una manera más importante, con las cosas que pasaron durante ese tiempo. Hacia el comienzo de mi aventura estuve en un lugar de nubes, grandes, infladas, rosadas, blancas que se movían en contraste a un cielo profundamente azul oscuro. Más arriba de las nubes, inmensurablemente más arriba, volaban formaciones de seres transparentes y brillantes que se arqueaban a través del cielo dejando largas marcas a su paso. ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras se registraron más tarde cuando estaba escribiendo sobre lo que recordaba. Pero ninguna de estas palabras hacen justicia a los seres que observé, que eran muy diferentes de cualquier cosa que haya visto en este planeta, eran formas más avanzadas y elevadas, superiores. Un sonido imponente y penetrante como un canto glorioso venía desde arriba y yo me preguntaba si esos seres con alas los producían. De nuevo, se me ocurrió después que la dicha que 35 transmitían estas creaturas mientras se elevaban era tanta, que tenían que emitir ese sonido pues simplemente no serían capaces de contenerlo. El sonido era palpable y casi material, como una lluvia que puedes sentir en tu piel, pero que no te moja. Los sentidos de la vista y el oído no estaban separados en esta dimensión donde yo estaba. Podía escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres que brillaban arriba, y podía ver la perfección de la dicha en lo que cantaban. Parecía que no podías ver ni escuchar nada en ese mundo sin sentirte parte de él, sin unirte a él en una manera misteriosa. Desde mi perspectiva presente sugeriría que no podías mirar nada en ese mundo porque mirar es de alguna manera separar y allí no existía la separación. Todo era distinto pero al mismo tiempo todo era parte de algo más, como los diseños ricos e intercalados de una alfombra persa o el ala de una mariposa. Todavía se pone más extraño todo. En la mayor parte de mi viaje alguien más estaba conmigo, una mujer, era joven y la recuerdo con todo detalle. Tenía pómulos altos, profundos ojos azules y rizos dorados que enmarcaban su hermosa cara. La primera vez que la vi estábamos juntos moviéndonos en una superficie que tenía un patrón y que por un momento pude reconocer como el ala de una mariposa. De hecho había millones de mariposas a nuestro alrededor, ondas de mariposas adentrándose en un bosque y retornando hacia nosotros de nuevo. Era un río de luz y color moviéndose a través del aire. La ropa de la mujer era sencilla, como de una campesina, pero los colores, —azul pastel, índigo y naranja-durazno— tenían la misma, súper-vívida sensación de vida que tenía todo lo demás. Me miró de una manera que vista por un par de segundos podría hacer que toda tu vida valiese la pena, sin importar qué hubiese pasado hasta ese momento. No era una mirada romántica, no era una mirada de amistad, era una mirada que estaba más allá de todo eso, mucho más allá de todos los compartimientos del amor que tenemos aquí 36 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 en la tierra. Era algo más alto que contenía todos esos tipos de amor dentro de sí mismo, al mismo tiempo que era más elevado que todos ellos. Sin usar palabras, ella me habló. El mensaje llegó a través de mí como un viento, e instantáneamente entendí que era verdad. Lo supe de la misma manera que sabía que ese mundo alrededor nuestro era real y no una fantasía pasajera y sin sentido. El mensaje tenía tres partes y si fuera a traducirlo en lenguaje terrenal sería algo como: “Eres amado y cuidado, con amor, para siempre.”“No tienes nada que temer.”“No hay nada que puedas hacer mal.” El mensaje me inundó con una loca sensación de alivio. Era como si me hubiesen entregado las reglas de un juego que venía jugando toda mi vida sin entenderlo. “Te enseñaremos muchas cosas aquí,” dijo la mujer, de nuevo, sin decir exactamente las palabras sino direccionándolas en su esencia conceptual directamente hacia mí. “Pero eventualmente volverás”. Hacia estas afirmaciones solo tenía una pregunta: ¿De regreso adónde? El universo que experimenté en mi coma era el mismo descrito por Einstein y Jesús de maneras muy diferentes. Un aire cálido se sintió soplar, como ese de los días más perfectos del verano, moviendo las ramas de los árboles y fluyendo como agua del cielo, una brisa divina, lo cambió todo, cambiando el mundo a mí alrededor en una octava más alta, una vibración mayor. Aunque yo mantenía algo de mi función del lenguaje, por lo menos como lo pensamos en la tierra, comencé sin palabras a hacerle preguntas a este viento y al ser divino que sentí estaba detrás o dentro de él. 37 ¿Qué es este lugar? ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? Cada vez que en silencio preguntaba, la respuesta venía de inmediato como explosión de luz, color, amor y belleza que soplaba a través de mí como una ola que revienta en la orilla. Lo importante de estas reacciones energéticas es que no sólo me hacían sentir totalmente sobrecogido, sino que me respondían a las preguntas de una manera que sobrepasaban el lenguaje. Los pensamientos entraban en mí directamente, pero no era el pensamiento como el que tenemos en la tierra, no era vago, inmaterial o abstracto. Estos pensamientos eran sólidos e inmediatos, más calientes que el fuego y más mojados que el agua, y mientras los recibía podía entender al instante y sin esfuerzo, conceptos que me hubiesen tomado años entender en mi vida terrestre. Me continué moviendo y me encontré entrando en un inmenso vacío, completamente oscuro, infinito en tamaño pero también infinitamente confortable. Tan negro como era, también había una luz brillante allí, una luz que parecía venir de una órbita brillante que ahora sentía cerca. La órbita era como un intérprete o mediador entre esta vasta presencia que me rodeaba y yo. Era como si estuviese naciendo a un mundo más grande, y el universo por sí mismo fuese como una matriz cósmica gigante, y la órbita con la que de alguna forma me sentía conectado, o igual a ella, la mujer en el ala de la mariposa, me estaba guiando en el proceso. Después, cuando estuve de vuelta, encontré una nota del poeta cristiano del siglo 17, Henry Vaughan que llegaba a describir este lugar mágico, este vasto y negro centro que era el hogar del ser divino: “Algunos dicen que hay en Dios una profunda pero brillante oscuridad” Eso era exactamente: una completa oscuridad que también estaba llena de una luz desbordante. 38 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 Yo estoy bien consciente de cuan extraordinario, cuan francamente increíble suena esto. Si alguien, inclusive un doctor, me hubiese contado esta historia como en los viejos tiempos, yo hubiese estado muy seguro de que estaban bajo el hechizo de alguna alucinación. Pero lo que me ocurrió estaba muy lejos de ser ilusorio, era real o más real que cualquier cosa que me hubiese ocurrido en la vida. Eso incluyendo el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. Lo que me ocurrió amerita una explicación. La física moderna nos dice que el universo es una unidad, que es indivisible. A pesar de que parecemos vivir en un mundo de separación y diferencia, la física nos dice que por debajo de la superficie cada objeto y evento en el universo está completamente unido a cada otro objeto y evento sin que exista una separación verdadera. Antes de mi experiencia estas ideas eran abstracciones. Hoy en día son realidades. No sólo este universo está definido por la unidad sino también por el amor. El universo que experimenté en mí como es, como he llegado a verlo con ambos shock y alegría, el mismo universo del cual ambos Einstein y Jesús habían hablado en sus muy diferentes maneras. He pasado décadas como neurocirujano en las más prestigiosas instituciones médicas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros sostienen, como yo lo hice en mi momento, la teoría de que el cerebro y en particular la corteza cerebral generan consciencia y que vivimos en un universo separado de cualquier emoción, y que no existe el amor incondicional, que ahora sé que Dios y el Universo tienen hacia nosotros. Pero esa creencia, esa teoría, ahora queda derrumbada ante nuestros pies. Lo que me sucedió la destruyó, y pienso pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la consciencia y explicando el hecho de que somos más, mucho más que nuestros cerebros físicos, de la manera más clara que pueda 39 tanto a mis compañeros científicos como a la gente en general. No espero que esto sea una tarea fácil por las razones descritas anteriormente. Cuando el castillo de una vieja teoría científica comienza a resquebrajarse, nadie presta atención en un principio. El viejo castillo simplemente fue muy difícil de construir en primer lugar y si se cae, uno completamente nuevo debe ser construido en su lugar. Yo aprendí esto de entrada después de estar lo suficientemente bien como para volver al mundo y hablar de lo ocurrido con otras personas, además de mi esposa Holley que ha sufrido mucho y nuestros dos hijos. Las incrédulas miradas políticamente correctas, especialmente de los amigos médicos, me confirmaron que sería una tarea difícil el que la gente entienda la enormidad de lo que vi y experimenté en esa semana que mi cerebro no funcionó. Uno de los pocos lugares donde no tuve problemas en lograr que entendiesen mi historia, y donde iba muy poco, fue la iglesia. La primera vez que entré a una iglesia después de mi coma vi todo con ojos frescos. Los colores de los vitrales me recordaban la belleza luminosa de los paisajes que había visto en el mundo superior. Las notas bajas del órgano me recordaron cómo los pensamientos y emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti. Y más importante, un cuadro de Jesús compartiendo el pan con sus discípulos, evocó el mensaje que estaba en el corazón de mi viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios, incluso mucho más grande y glorioso que el que aprendí a conocer en la escuela del domingo. Hoy en día muchos creen que vivir las verdades espirituales de la religión es una pérdida de tiempo y que la ciencia y no la fe es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia esa era mi manera equivocada de verlo. 40 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 Pero ahora entiendo que ese punto de vista es demasiado simple. El hecho simple es que la imagen materialista de que el cuerpo y el cerebro son productores, más que los vehículos de la consciencia humana, está caduca. En su lugar una nueva visión del cuerpo y la mente van a emerger y está emergiendo ya. Esta mirada es igualmente científica y espiritual y valorará lo que los más grandes científicos de la historia siempre han valorado: La verdad. Esta nueva imagen de la realidad va a tomar tiempo en ensamblarse, no estará completa en mi tiempo, e incluso, sospecho que tampoco en el tiempo de mis hijos. De hecho la realidad es demasiado vasta y compleja y demasiado irreduciblemente misteriosa para lograr ver la película completa o incluso llegar a ésta absolutamente completa. Pero en esencia, se va a mostrar que el universo está evolucionando y es multi-dimensional, y conocido hasta su más pequeño átomo por un Dios que nos ama de una manera más profunda y más fiera de lo que cualquier padre podría amar a un hijo. Yo todavía soy un doctor, todavía un hombre de ciencia tanto como lo era antes de mi experiencia. Pero en un nivel muy profundo, soy muy distinto de la persona que era antes, porque he captado una visión de esta realidad emergente. Y usted puede creerme cuando le digo que va a valer la pena todo el esfuerzo que hagamos para lograr llegar allí y para que los que vengan después de nosotros lo puedan captar correctamente.” “Entre todo el conocimiento, el más cierto es que tienes Alma, ésta es para ti la más clara de todas las verdades. Sé manso, sé agradecido por eso. No trates de sentirla a la perfección, sino entra en comunión con ella. ¡No llames Alma al pensamiento, a la comprensión, al razonamiento, a la voluntad! Éstos son actos de ella, pero no son su esencia. Busca el Alma por sus facultades, conócela por sus virtudes. Son más numerosas que los cabellos de tu cabeza; con ellas no pueden contarse las estrellas del cielo”. En Vos Confío, libro octavo, capítulo 3 “El Alma del Hombre, su Origen y sus Efectos” 41 Carta a la redacción Por Francisco David Colomo Muñúzuri. A continuación publicamos una carta enviada al comité editorial de esta Revista “El Rosacruz” por el hijo de una familia Rosacruz muy querida y apreciada por quienes laboramos en esta GLH y por un gran número de miembros de la Jurisdicción . “Es posible que lo más difícil de estas líneas sea darles un poco de cronología, aunque pensándolo bien, saldría sobrando, ya que son las acciones las que cuentan, no importando el tiempo y el espacio. Incluso si nos vamos más al extremo, el tiempo y el espacio son relativos, ya lo decía un gran Rosacruz, el buen Einstein. Una vez mencionado el Dr. Albert Einstein, estimado Lector, lo primero que te puede brincar a la cabeza es si seré capaz de compararme con él, o si lo que estás a punto de leer será tan frío y matemático. Nuevamente, sin hacer caso a la cronología, te puedo decir que pecaría de soberbia al quererme comparar con él o con muchos otros, todos tenemos nuestro tiempo y espacio y, espero que lo que estás a punto de leer no llegue a ser frío ni calculado Entremos rápido al tema ya que son pocas líneas las que se nos tienen permitidas y, por extraño y bizarro que parezca, intentaré definir un número: el 80. Correcto: “ochenta”. Una maestra podría decir: ocho decenas. Para los Romanos: LXXX, para una computadora: 1010000, algo así como para los mayas, no es un número primo y, para algunos idiomas sería complicado, ya que lo traducen como 60 + 20. En fin, puedo traer distintas definiciones de Internet y todas las Wiki´s conocidas y la definición sería tan fría como lo ya descrito. En este punto agradezco la descripción del 80 como 60+20 y entrados en gastos podemos agregar los sustantivos de “años”, “vida” y “miembro Rosacruz”. Ahora la definición buscada empieza a tomar forma: 80 años de vida y 60 años de miembro Rosacruz. ¡Cierto! ¿En qué 42 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 momento saltamos del 80 al 60? Agradecemos a la relatividad y a los saltos cuánticos esta facilidad. Luego de este trompicado inicio, intentaré –de nuevo-, describir el propósito de esta carta en unas cuantas líneas – ahora menos que al principio-. Puedo empezar diciendo que soy hijo de una Familia Rosacruz. Con mi Padre viajé desde pequeño a muchos estados de la República Mexicana, con el solo propósito de acompañarlo, pasarla bien y, de vez en cuando, perder uno o dos días de clases. Él, sin embargo, iba de trabajo y luego de sus jornadas convivíamos unas horas, ya sea en la cena o viendo la tele en algún cuarto de Hotel. Durante estos viajes conocí mucha gente con distintos “títulos”: Oficiales, Monitores, Maestros, Matres, Columbas, Tesoreros, un par de Grandes Consejeros y, a un sinnúmero de Fratres y Sorores activos y por activarse. Asistí al nacimiento de varios Capítulos y Pronaos así como al de alguna que otra Logia. ¿Amigos? Muchos, especialmente de mi Padre. Escaso era el lugar en dónde comíamos o cenábamos solos, siempre había un tercero o cuarto o más invitados a la mesa. Con mi Madre y mi Hermana asistíamos cada primer domingo de mes a la Logia ubicada en calle 4, en México, D.F. Ahí cada quien tenía sus actividades. Ya sea como Maestro, Capellán, Matre, Columba, Instructora de Columbas, Maestro Martinista o simplemente, asistente a la “Hora de los niños”. Los recuerdos de estos domingos son variados, especialmente por la cantidad de familias con las que ahí convivíamos. Asistimos a comidas de Fin de Año, Posadas y Pastorelas, Años Nuevos, Iniciaciones, Imposiciones de Nombre, etc. Nombra una actividad y ahí estábamos. Llega ahora el momento en donde la memoria es una peligrosa aliada. Recuerdos de familias que difícilmente olvidaré, como los Figueroa, Díaz, Nicoli, Matuk, González Alonso, Gutiérrez, Marroquín, Moreno, Chévez, Bósquez, Karosuo, y algunas otras que en este momento se me escapan, pero que, al leer estas líneas, sabrán que no las he olvidado. Familias todas llenas de virtudes y defectos. Familias todas que han dejado una gran huella en los cimientos y estructura de la actual Orden Rosacruz. Familias todas de Fratres, Sorores, Columbas y Jóvenes Rosacruces. 43 Especialmente Fratres y Sorores que regalaron, con gusto, años de su vida a esta organización. Maestros y Matres que vieron crecer a sus hijos en armonía, creando una fraternidad. Sospecho que con esta torpe retórica la definición ha cobrado vida y calidez. Este es un iluso intento de describir en unas líneas 60 años de trabajo de un miembro Rosacruz. Como diría W. A. Mozart, otro buen místico: “Lo más necesario, difícil y principal en la música, es el tiempo” y aunque el tiempo y el espacio son relativos, las líneas se me están terminando No puedo más que confirmar que es arrogante querer definir 60 años de actividad Rosacruz y 80 años de vida en unas líneas y, estimado Lector –incluso tú que no habías nacido-, para no caer en ese abuso, simplemente te invito a recordar y felicitar al Fráter Rubén Colomo Badillo en sus 60 años de continua actividad. Por enseñarnos a ser Miembro, Fráter, Maestro, Tesorero, Capellán, Maestro Martinista, Monitor, Gran Consejero, Colaborador de la Gran Logia, en fin... Pero más que nada por ser el Esposo, Abuelo, Padrino, Hermano y un Padre que día a día nos recuerda que los Rosacruces son hombres y mujeres que, a través de sus estudios, descubren la íntima armonía que existe en todo el Universo, del cual son parte, y manifiestan el poder que les confiere dicha armonía. ¡Felicidades Papá!” 44 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351 45 46 | El Rosacruz. julio, agosto, septiembre 2013, No. 351