Monasterio de los Santos Patronos de Europa El Monasterio de los “Santos Patronos de Europa” se fundó el 19 de junio del corriente año. Se encuentra en el pueblo de L’Ollería, Valencia. Pertenece a la Rama Contemplativa de nuestro Instituto. Son religiosas de clausura que mediante una vida de oración, silencio y penitencia sostienen el trabajo misionero de los sacerdotes y de las hermanas apostólicas de nuestra Familia Religiosa del Verbo ¿Cómo es un día en la vida contemplativa? Las monjas viven una vida de soledad y de silencio, en la que mediante la escucha de la Palabra de Dios, el ejercicio del culto divino, la ascesis personal, la oración, la mortificación y la comunión en el amor fraterno orientan toda su vida y actividad a la contemplación de Dios. El día transcurre en silencio, entre la oración, el trabajo, el estudio, la lectura espiritual y la Lectio Divina (lectura de las Sagradas Escrituras). La participación de la Santa Misa diaria es el culmen y el centro de la jornada monástica junto a las dos horas diarias, una en la mañana y otra por la tarde, de adoración al Santísimo Sacramento. El canto del Oficio Divino inunda y vivifica la jornada de la contemplativa, el día inicia y finaliza con el Canto de la Liturgia de las Horas, y a lo largo del mismo las distintas actividades se interrumpen para alabar a Dios, en nombre de toda la Iglesia, mediante el canto de estas Horas. Quienes desean pueden participar de la Santa Misa, del canto de las Horas Litúrgicas y de la Adoración al Santísimo Sacramento en el monasterio. Las monjas dedican las horas de trabajo a la confección de ornamentos litúrgicos, rosarios, imágenes y otros trabajos manuales. También trabajan en la huerta y en los jardines del Monasterio. Las hermanas cuentan con dos momentos diarios de intensa vida comunitaria, después del almuerzo y de la cena; extendiéndose más los domingos y días festivos. Intención particular por la que reza el monasterio Toda contemplativa de nuestro Instituto consagra su oración y sacrificio por los grandes temas e intenciones de la Iglesia, especialmente por aquellos dones que ningún mérito sino sólo la oración y la penitencia pueden obtener de Dios. Un modo concreto de rezar por ello es asignando a cada Monasterio una intención particular de oración. Este Monasterio tiene como intención especial rezar para que Europa redescubra sus raíces cristianas. Por ello nos hacemos eco de las palabras que el Beato Juan Pablo II dijo en Santiago de Compostela en su discurso del 9 de Noviembre de 1982: “Yo, Juan Pablo…, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual, en un clima de pleno respeto a las otras religiones y a las genuinas libertades. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No te enorgullezcas por tus conquistas hasta olvidar sus posibles consecuencias negativas. No te deprimas por la pérdida cuantitativa de tu grandeza en el mundo o por las crisis sociales y culturales que te afectan ahora. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo. Los demás continentes te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: «lo puedo»”.