Hemeroteca Digital - Biblioteca Nacional de España

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'
Esta Junta ha procurado, en su obra. hacer sentir
o
r por
aqui la influencia
obra de los mismos españoles,
ayudando a la juventud estudiosa para incorporarse a las empresas científicas
que, por interesar a todos los pueblos cultos, han adquirido, según frase de la
Junta, un carácter internacional. Triste es decirlo, pero nuestra nación vive bastante alejada
de esos núcleos intelectuales
que suman estuerzos de todas ]as naciones a favor de la cultura
universal.
Para el logro de este fin, la Junta, durante los años
igto y igi i, ha concedido, previo concurso, pensiones en el extranjero a varios estudiantes y
profesores para los más diversos estudios,
convirtiéndolos en transmisores de las enseñanzas de Ios maestros y de las Escuelas e Institutos
extranjeros. Estos puntos de contacto, establecidos con la cultura universal, han sido, además,
favorecidos por el «Patronato de Estudiantes»,
las iniciativas de las
que ha venido a encauzar
familias que por su propia cuenta envían a sus
fuera
de España, dando
estudios
hacer
a
hijos
medios a los españoles que
trabajan sobre un mismo problema en el extranjero, para agruparse,
fundando, por vía de ensayo, «La Escuela Española de Roma», que proporciona a sus miembros
medíos para investigaciones
arqueológicas e históricas.
Durante estos años se han introducido cambio de repetidores con las escuelas
francesas, se
han enviado delegados en
Congresos científicos o para misiones especiales y se ha iniciado
una
patriótica labor, que merece toda nuestra simpatía y aplauso, encaminada a fortificar las relaciones con los países hispanoamericanos.
Por R. Q. de iQ de abril de
tgio se encargó a la Junta que otorgase a los estudiantes americanos cierto número de
plazas en los centros de estudios e investigaciones en los Institutos de
educación que dirija en España y en las escuelas españolas que furide en el
extranjero, dándoles
facilidades para utilizar las Instituciones de patronato creadas para los estudiantes esnañoies. Asimismo se la Iacultó para enviar a América
pensionados con la misión de estudiar determinados
asuntos y para establecer el intercambio de
profesores y alumnos Poi' último, se la autorizó para
pubíicar en España obras científicas sobre América, especialmente como resultado de los
trabajos
<le los pensionados, fomentando el cambio de las
publicaciones de la Junta con las de otras
entidades científicas americanas.
g8i
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cional de Ciencias físiconaturales, y en otros centros creados
por la Junta para realizar trabajos dentro de España.
a la
Algo se ha hecho ya en este terreno enviando de Argentina
en los Museos
Paris, Lonprofesores, previa preparación
en
dres, Amsterdam y Bruselas, para completar sus estudios
dos
los Museos Nacionales de Buenos Aires y la Plata, para llevar
de la fauna fósil de las
a cabo la clasificación de las colecciones
en la Universidad de Valencia.
existentes
Pampas
Por iniciativa dc la Junta, ha llevado a cabo su viaje a América D. Adolfo G. Posada, quien ha dado cuenta de su misión
con América».
en una Memoria titulada«Relaciones científicas
También D. Agustín Viñuales Pardo, después de ocho meses de preparación en Alemania, se ha trasladado a la Argende esta
tina, para hacer estudios sobre la vida. económica
República.
Dentro de este orden cabría instituir «La Escuela Ameride Seviíla» para abrir el campo de investigación de los
estudiosos americanos y españoles en aquel admirable Archivo
encierra tantos capítulos inéditos de la Historia
de Indias,
cana
que
de,américa.
Estamos al principio de esta labor científica y docente, l
resultadc
aun cuando los primeros pasos han sido tanteos, el
viendo como se va formando una lees
por demás halagüeño,
dice' la
gión juvenil que ha real zado una labor seria, y como
los
se
Junta en su Memoria,
primeros signos del
perciben
científic que encuentra aplicaactividad
la
de
resurgimiento
ción en el Centro de Estudios Históricos y en el Instituto Na-
k".~~~f~~~lSEB~.P5
m
En el decreto de constitución se otorgó a la Junta personalidad para adquirir bienes y para recibir donaciones que sumar
a los auxilios del Estado.
Hasta ahora en í spaña, donde se registran tantos legados
píos y benéficos, nadie se ha acordado en vida ni en muerte de
de cultura. América ha sido la única que
este superior
ha dado el ejemplo, siendo el primer donativo recibido importante io,ooo pesetas para tres pensiones en el extranjero, de un
ilustre argentino el Dr. Avelino Gutiérrez.
Hace pocos días que el Cónsul de la Argentina puso en
nuestro conocimiento que en su país, por medio de suscripción, se habían recaudado más de ioo,ooo nacionales para establecer el intercambio entre profesores españoles y argentinos.
En los presupuestos de igi i se consignaba, para atender a
los fines y servicios de la Junta, la suma de 775,ooo pesetas.
Esta cantidad constituye una de las cifras más reproductivas de nuestro presupuesto. Con ella difícilmente adquiririamos un buen torpedero y basta para echar los cimientos de la
cultura científica, que no es cosa que se hunda, y que infunde
a los
mayor fuerza y potencialidad que las corazas y
órgano
pueblos
los cañones.
Hoy las nacicnes, tanto en la guerra
sitan para resistir el poder de la ciencia,
como en
la paz,
nece-
Federico Rahola
*
El Canalde Panamá y las doctrinas de Monroe, Sáenz Peña, Root y Lodge
Monroe proclamó la doctrina: «América
este
para los americanos.» Seguramente que para
misma
eminente estadista y para los hombres de
escuela de justicia y de respeto a los derechos de los
pueblos débiles, como Lincoln, Leward, Mac Veaghs
etc.,
etc., los iberoamericanos quedaban comprendido,
Root,
en esta doctrina tanto como los
yanquis. La escuela imperialista
no entiende sino que
no lo considera así,
americanos
y por
existen éstos y que ellos por la ley del más fuerte, Qui~ nominor leo, se creen dueños absolutos, no de las dos Américas,
sino de Asia y de toda la tierra. Así es que la desmembración de Méjico y el arrebato que,le hicieron de California,
Tejas y Arizona; el desmembramiento y el arrebato que le
hicieron a Colombia del Istmo de Panamá; la guerra con
España y el botín que de ésta cogieron; Puerto Rico, Filipinas y su protectorado sobre Cuba, son actos que estos imperialistas, modernos Atilas de los Trusts y de las especulaciones.
predican y defienden como muy naturales y como obligada
consecuencia del destino manifiesto.
Los pueblos iberoamericanos o sus
gobiernos, y también los
europeos, a una insinuación de los Estados Unidos se disputan
onor de ser los
primeros en aplaudir estos actos vandálicos,
como sucedió con Panamá
y antes con España.
j Mañana serán otras las víctimas y todos aplaudirán por
miedo! Y éstos tendran
que reconocer, como en el caso de
Colombia
'a y d
de K
España, los hechos cumplidos y establecer relaciones con los victimarios. Los
pueblos no tienen derecho a
i.
proclamó la otra el notable estadista argentino. A pesar de que
ella es justa y amplísima, puede ser explotada en perjuicio de
los pueblos débiles por los imperialistas yanquis, euiopeos y
también iberoamericanos, o sea por los' más fuertes, quienes
establecen en los territorios de aquéllos, como huéspedes que
solicitan «el pan y la sal», su hogar y sus industrias, y cuando
ya se sienten fuertes, promueven guerras civiles, hacen mons-
presidente
Ipa
.
En la Conferencia de La l laya, el actual
presidente de la
Argentina, Sr. Sáenz Peña, opuso a la doctrina de Monroe, la
de «América para la humanidad». Seguramente en defensa de
los países iberoamericanos, víctimas de la doctrina de Monroe
1
truosas
piden protección a sus gobiernos, y
salvajes africanos.
América con los yanquis en la época
Esto sucedió a Centro
de los filibusteros ; a Chile, cuando los escándalos de los marinos americanos ; a Santo Domingo y actualmente a Nicaragua, en donde los soldados yanquis acaban de apoderarse de
Managua, según ellos, para proteger los intereses de sus nacionales, y como el imperialismo será siempre el mismo, ya se
trate de hombres civilizados o de salvajes, llámense egipcios
conducidos por Ramsés II o Sesostris ; griegos conducidos por
Alejandro, romanos por César, bárbaros del Norte por Atila,
franceses por Napoleón, el más grande de los mortales, o yanquis por los magnates del dinero, los pueblos débiles deben pre-
él.
Las naciones europeas hubieran hecho en la América latina
lo mismo que los yanquis, si éstos no lo impidieran, como lo
hicieron cuando defendieron a Venezuela y la Guayana contra
Inglaterra, no por amore, sino porque «América es para lo!
americanos». La doctrina de Saenz Peña, justa y hermosa, necesita un complemento indispensable para que no se aplique a
los pueblos débiles y para que los fuertes no se declaren la humanidad. Este complemento lo han establecido y lo cultivan
con gran éxitp la Argentina y Chilé, asimilando todo elemento
extranjero que llega allí, al carácter nacional y a las grandes
virtudes morales y religiosas del hogar iberoamericano, que son
s8z
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reclamaciones y
estos intervienen como si se tratara de
caverse contra
todos los pueblos que tendrán que pasar por esa garganta del
globo. Esto fué lo que quiso Colombia al dar la concesión frande esperar que
cesa, según la cual el Canal era internacional. Es
triunfe el senador Root, y si así no fuese, inglaterra exigirá el
cumplimiento del convenio Hay-Pauncefote que garantiza a su
marina mercante en el uso del Canal, iguales derechos que a la
americana. Así quedarán
protegidas las de todos los
si Colombia ap ueblos
la Península ibera, en donde la mujer, como maesposa, como hija, forma y educaal hombre. En esos
dos países, como sucederá a su turno en todos los otros, los inmigrantes extranjeros son fundidos en un inmenso crisol, en
el hogar cristiano, y modelados por las virtudes y por los bellos ideales de éste ; los hijos extranjeros formados por las madres criollas, son entusiasfervientes patriotas ;
tas
así lo han observado Ferri
y Clemenceau en sus recientes viajes a la Argentina. Buscando italianos y
franceses en los hijos de sus
las mismas
dre,
en
como
y.
probara, mejorándolo
tuidad,
sangre cruzada.
Lodge,
velt, sin perjuicio de abanen
la última
paña presidencial,
cam-
acaba de
proponer, y el Senado americanoha aprobadocon gran
mayoría, algo inaudito, por
no calificarlo de otra manera, y que en adelante se
llamará la Doctrina I odge,
la siguiente declaración :
Los Estados Unidos considerarán como un acto sumamente grave puede decirse
de hostilidad, cualquier concesión que se dé a Gobiernos
que no sean americanos (se
entiende yanquis) en los
puertos de cualquier país
,
lo que
a
se
perpe-
refiere
Europa no olviden estas
verdades. Q u e e I Can al d e
Panamá acerca de quince
días a la raza asiática a los
centros de civilización occidental. Que en aquel conti.
nente, cuna de civilización,
se en cuentra más de la mitad del globo, y que empujada por su creciente aufalta de
mento y por la
alimento y de espacio, se
desbordará como una avalancha sobre América. Que
de
Massachussets, el antiguo
y grande amigo de Roose-
donarle
quedaría
en
al uso del Canal, en iguales
condiciones que Ja de los
Estados Unidos.
Conviene que todos los
pueblos de América y de
intelectual. Lo mismo son los chilenos
y los
demás iberoamericanos de
e
El senador
a
marina
compatriotas, encontraron
argentinos de gran fortaleza
física
con-
las actuales circunsel tratado Cortes
tanc¡as
Root pendiente todavla su
forme
pueblos hay, cojaponés, superiores
entre esos
mo
el
e ideales
los occidentales, v que pueden educar
para la guerra y para la civilización, a toda la raza
amarilla. Que la China ha
dado pruebas elocuentes,
que pudiera amenazar Ja
PaCanal
del
del
que deben hacer meditar a
seguridad
los occidentales, de qué es
namá.
Esto quiere decir clacapaz, en su último cambio
de Gobierno y en notables
ramente, y los yanquis lo
actos del actual Presiden te,
con su genial bruaplicarán
entre los cuaJes recordamos
talidad: «Pueblos iberoameel reciente de una visita
ricanos (inclusive el Brási J),
oficial a una misión católica,
os notificamos en nombre
en que asistió a un solemne
derecho del más fuerte, que
Te Deum, y al contestar al
del soy yo, que habeis p erEl üenersl Reyes
discurso del misionero afirdido vuestra soberania, que
mó ser la religión elemento
desde hoy tomo la tutela
de vuestros intereses y que si me contradecís os trataré como
indispensable de civilización, sin la cual el hombre es una besa Colombia y a Nicaragua».
tia. Sirva esta bella lección para los occidentales que se han dePara los imperialistas este es el
clarado enemigos personales de Dios y que empujan a la humasignificado de la Doctrina l rtdge.
El senador Root, uno de los hombres más distinguidos de su
nidad a la barbarie. El peligro amarillo no es una ilusión, es un
hecho que llegará más o menos pronto, pero que fatalmente llepaís, y uno de los mejores amigos de los pueblos de la América
ibera, df:fiende actualnferfte en el Parlamento de Washington,
gará; para conjurarlo y hasta para convertirlo en mutuo bien,
deben unirse en verdad y en justicia, que es la ley evangélica,
que no haya en el Canal del panamá tarifa privilegiada para la
marina mercante de su país,
los
intereses
de
todos los pueblos, y especialmente los de América.
se
respeten
y que
en
moral, fortaleza
generosos,
a
R. Reyes
MEXICO
:
Conferencia leída
Señoras y señores :
~on todo respeto y consideración, singular placer y rendido
g) agradecimiento cedo a la benévola instancia de la esclarecida «Casa de América», que tan cortesmente se ha dirigido
a mí,
por conducto del Sr. D. Claudio Ametlla, inteligente Secretario de la Asociación y del entusiasta miembro de la misma,
micompatriotael Sr. D. Miguel Hernández Gener. Voy a deciros
unas cuantas
palabras de aníistad, de concordia y de unión que,
~
en
desprovistas
de elocuencia, serán para vosotros de sumo
y cada uno de los miembros de la «Casa
de América» sois apóstoles de fraternidad, mere:edores de
que
los españoles y los
os
en sus cora-
aunque
interés, ya que todos
hispanoamericanos
dediquen
altar de gratitud imperecedera.
Gratas y muy bellas impresiones llevo de esta noble tierra
de mis mayores al
país de Cuauhtemoc y de Morelos, de Zaragoza, de Ocampo y de Juárez ; pero entre estas impresiones be-
zones un
383
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la Casa de América el día 8
llas y gratas, culminan las que me han hecho sentir dos cultísimas asociaciones : la Unión Ibero-Americana, de Madrid, que
acaba de conferirme la distinción de hacerme socio honorario
suyo, agrupación en cuyo recinto vuelan los verbos inflamados
de í abra y de San Pedro, y esta simpática «Casa de América»,
de Barcelona. Ambas sociedades tienen por principal objeto
estrechar las relaciones de afecto, sociales, económicas, científicas, literarias, artísticas y políticas, entre España y las naciones americanas, y estudiar cuantos asuntos se relacionen con
Ios fines de las asociaciones, especialmente aquellos que se refieren al comercio, ese genio que une a los pueblos separados
por las mayores distancias que suaviza esperezas y extingue
odios, apagando paulatina, pero tenazmente, la llama de los
rencores, y difunde y propaga la confianza mutua entre las
naciones. Por su afición al comercio fueron los fenicios tan
poco atectos a la guerra que no tenían fuerza de resistencia más
que para la defensa de sus rocas insulares, y al primer ataque
habían de perder sus posiciones de tierra firme : jamás tuvieron
imperio propiamente dicho, como los grandes Estados del continente ; pero eran tan necesarios a todos por su comercio, que
se mantuvieron durante muchos siglos. ora soberanos, ora protegidos; por su creciente afición al comercio, es de esperarse que
acabe el mundo moderno por abandonar todo instinto guerrero.
Bien haceis los miembros de la «Casa de América» en amar al
comercio ; porque, así como el amor ligó las almas de Julieta y
Romeo, salvando inextinguibles odios de familia. ha sido el
comercio el que ha hecho el milagro de reconciliar a España
con sus hijas de América'en un definitivo y caluroso beso tan
sonoro que, dado en Cádiz ha repercutido en toda Iberia y en
toda la América latina. Abrigo, señoras y señores, la hrme convicción de que el acercamiento de España y América no será
estéril, sino fecundo en grandes y benéficos resultados, y que a
los hermosos acentos de la Marcha Real española y de los H imnos nacionales americanos, podrán pronto decir Iberia, y la
América española al progreso humano: ¡Por fin, eres nuestro!
En esta gran obra de civilización podéis contar con toda la
buena voluntad y el constante esfuerzo de mi país. Entre vosotros vive un sagaz joven mexicano lleno de fe y entusiasmo
por todo lo que es adelanto y tiende a la armonía entre ese
pueblo y el Continente Americano. No necesito nombrarlo
para que sepáis a quien aludo; el cónsul de México sabrá deciros, mejor que vo, que nuestra patria, hoy tan calumniada en
ciertas hojas extranjeras, es un centro de cultura llamado por
sus
riquezas naturales, no exploradas todavía, a grandes destinos, que siente por los demás pueblos de la tierra, y con especialidad por España y las Republicas latinoamericanas, un
afecto que se traduce en grandes distinciones para los españoles
y los centro y sudamericanos que pisan nuestras playas.
Hubo en igio una revolución política que escribió en su
estandarte dos grandes principios : la irreelección y la efectividad del sufragio. Pertenecí a la Administración de! señor general Días, y no puedo parecer sospechoso de parcialidad al deciros honradamente que ese movimiento fué laconsagración de
los principios a que que me contraigo. Triunfante la revolución después de una corta lucha en la cual los pasados gobernantes tuvieron el patriótico tino de no oponer una seria resistencia, aspiraciones personales no satisfechas, encendieron de
nuevo la tea de la discordia. Toda guerra, como ha dicho Víca
tor Hugo, se hace
por la humanidad, contra la humanidad y
pesar de !a humanidad ; pero hay que distinguir siempre entre
la amparada
por razones políticas o sociales, y la que trae por
móviles odios o intereses exclusivamente personales. La actual
revue!ta no cuenta con la circunstancia exculpante de llevar
inscritos en su bandera principios necesarios para la colectividad. Dígase lo
que se quiera, los nombres de los actuales gobernantes han salido de las ánforas electorales, y esto da el sello
de la legitimidad al
presente orden de cosas. Por eso la opinión
publica no ha dado al nuevo rrlovimiento I- fuerza irresistible
1"e dió al anterior, Hav otras razones, además, para que el
a«'
popular no rice ya las banderas revolucionarias : por una
parte la nación está cansada de la
pelea y necesita algunos años
p s
y Por otra, los rebeldes han tenido mano desgraciada
para escoger sus víctimas y la
ue se ha vertido
sangre inocente qu
está aho g»do
an
las turbulencias en su cuna. En el Norte han
sido p rácticame
i amente
aniquiladas; en Veracruz fueron vencidas
con una rapidez
y una facilidad que muestra la fortaleza del
Gobierno
las partidas
que operan en algunos Estados del Sud
son acorra adas en sus cuevas.
Desgraciadamente las punibles vías de hecho a que han acudido los rebeldes han dado margen a
que se quiera hacer aparecer a nuestro país como
indigno de formar parte del concierto de!as naciones civilizadas. Para contrarrestar tan
'
injustos
g8g
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bastará recordaros que en todas partes y en todas las
han cometido y se cometen fechorías en tiempo de
guerra, y que aun en tiempo de paz se han visto y se ven actos
de bandolerismo en las más adelantadas colectividades del
cargos
épocas
me
se
globo.
El Gobierno de México procura, por cuantos medios están
alcance, solucionar la cuestión agraria, uno de los principales factores del malestar general y como medio para llegar a
ese hn, cuenta con veintiún millones de hectáreas de terrenos
nacionales. Como reserva forestal, hay una superficie de siete
millones de hectáreas.
No es cierto que México haya sufrido una gran detención
en el camino del progreso. En el primer semestre de este año
se expidieron novecientos cuarenta y cinco títulos mineros,
de catorce mil seiscientas hectáque amparan una superíicie
reas, y la producción petrolera ha aumentado de uno a doce en
los últimos seis años. Fácil es ser profeta después de los sucesos; tal es el desarrollo de esa producción, que puedo aseguraros que ella sola hará a Veracruz y a Tamaulipas tan ricas y
tan prósperas como la Alta California.
A la sazón se llevan a cabo, entre otras grandes obras públicas, las de mejoramiento de los puertos de Frontera, Tam pico,
Salina Cruz y Puerto México. Continuamente se celebran
contratos para la construcción de nuevas líneas de ferrocarril.
La red ferroviaria llega a más de veinte mil kilómetros de vía
federal que, unidos a Ia longitud que corresponde a los ferrocarriles de jurisdicción local, da una suma de más de veinticinco mil kilómetros.
Por lo que puede serviros, para estimar el movimiento mercantil os diré que el de la correspondencia llegó, en el primer
semestre del año, a cien quince millones y medio de piezas; la
emisión de giros postales importó cerca de veintiún millones y
medio de pesos, y el valor de esos giros contra países del exterior ascendió a cerca de cuatro millones. Los recibidos de procedencia internacional importaron, en números redondos, dos
millones doscientos setenta mil pesos.
No obstante los trastornos, la renta del timbre produjo en
i.' de julio de igi r a pode junio de igl2el último año fiscal
treinta y dos millones ciento veintinueve mil trescientos sesenta y seis pesos, teniendo una disminución de setecientos
treinta y siete mil setecientos ocho pesos, respecto a los produc.
>os del mismo impuesto en el año económico anterior. En la
Renta de Aduanas hubo una disminución, en el mismo lapso,
de cinco millones ciento veinticuatro mil cuatrocientos ochenta
y cinco pesos, con relación a los productos obtenidos en el año
fiscal pasado. Los productos de las contribuciones directas y de
los impuestos de carácter municipal del Distrito Federal tuvieron, en cambio, un aumento de trescientos setenta y siete
mil pesos, elevándose a doce millones setenta y nueve mil pesos Dicho aumento, unido a los efectuados en otros impuestos
y)aprovecharnientos federales, entre los que se halla el producto del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, que fué de un
millón seiscientos veinticinco mil pesos, han compensado la
baja en el Ramo de Aduanas. Se estima que los ingresos normales del último año económico se elevaron a ciento tres millones quinientos mil pesos, y que las cuentas de ese año se
habrán cerrado con un superávit de consideración.
I-os ingresos de la Aduana de Veracruz, en octubre últímo,
fueron de tres mil'.ones novecientos sesenta y tres mil pesos,
contra tres millonas trescientos diez
y seis mil en el mismo mes
del año de igii. El total de los ingresos de Aduanas, desde
i.' de agosto hasta fin de octubre próximo pasado, se eleva
aproximadamente a quince millones setecientos noventa y dos
mil pesos, contra quince millones quinientos treinta y siete
mil en números redondos en el mismo período del año anterior.
El valor de las exportaciones, en el último año fiscal, fué cle
cerca de doscientos»oventa y ocho millones contra doscientos
ochenta y cinco millones y medio en el año anterior.
En los Bancos había, el 3i de agosto último, mil ochenta y
cuatro millones quinientos noventa y seis mil trescientos treinta
y ocho pesos, entre efectivo, préstamos, etc.
La producción de metales preciosos tuvo un aumento de
más de siete millones ochocientos veintiún mil pesos.
Las existencias en las cajas federales, en go de junio de
iii~,
ascendían a cincuenta y un millones setecientos veintinueve
mil pesos.
a su
—
Perdonad,
señoras y señores, que
os haya fatigado con la
pero para vosotros no debe ser indiferente saber que un pueblo que tratáis de unir con su madre
España y con sus hermanos de América, no merece los ataques
lectura de
que
en
estas
cifras
;
algunas hojas extranjeras
se
le
dirigen
;
no
puede dejar
de im portaros ver que el progreso ha Aotado en el mar de las
tu< bulencias mexicanas, como se levanta la estátuade la Libertad entre las olas encrespadas de la bahía de Nueva York y
como brilla el arco iris
por encima de las borrascas ; no puede
ser falta de interés,
para vosotros, la noticia de que México
sigue avanzando en la gran columna de honor que forma con
las otras naciones del globo, y que ese paí., como esta tierra
bendita y como todo el continente latinoamericano, está alerta
y pronto para lanzar en la meta del camino el grito del héroe
de Longfellow: ¡excelsior!
Vosotros sabéis muy bien que los principios religiosos, sociales y políticos no se conquistan sin efusión de sangre ; que
siempre para llegar al Jordán hay que atravesar el Mar Rojo y
el Desierto. El Decalogo de los hebreos nació en el Monte
Sinaí entre rayos y truenos ; las Doce Tablas de los romanos de
la Carta Magna arrancada por los nobles ingleses a Juan Sin
Tierra, la Constitución Americana de t776, la francesa de1793,
Ia española de i8t~ cuyo Centenario acabamos de celebrar, las
de <8zy y t857 de México, casi todos los códigos que han significado un paso adelante, han sido el epílogo de una guerra interior o exterior, el dorado desenlace de una tragedia roja. Yo,
que he sido en mi país, por temores patrióticos de una guerra
exterior, un nadador contra la corriente, reconozco esa verdad
axiomática y estoy seguro de que vosotros la reconoceréis también y disculparéis a un pueblo joven y bizarro de que haya
pagado su tributo a la naturaleza, dando a luz, entre las garras
del dolor, los dos grandes principios de Ia irreelección y de la
efectividad del sufragio.
Pero no necesito hacer grandes esfuerzos para convenceros
de que debéis amar a mi país como mi país os ama a vosotros,
como mi país ama a su madre España y a los pueblos latinoamericanos. Toda Ia frialdad que haya podido producir en
vuestros espíritus la exageración o la maledicencia, se deshace
al sol de vuestro amor por las naciones hispanoamericanas.
México, como todos los países iberoamericanos, está unido
a esta tierra
por los fuertes e indisolubles lazos de la raza, del
idioma, de la religión, de las tradiciones. de las costumbres y
de las tendencias. Tiene vuestras cualidades y vuestros defectos ; vuestras virtudes
y vuestros vicios ; vuestro aspecto luminoso y vuestro aspecto obscuro. 1Cómo habíais de renegar de
un
pueblo cuya águila nacional ostenta plumas de la gran ala
latina? España tiene hambre y sed de fraternidad con la América española, como la América española tiene hambre y sed de
fraternidad con Espai~a. Eso no lo podemos ignorar los que
oímos en Cádiz el inmenso rumor del gran paso colectivo que
diez y nueve nací<>nes representadas dieron allí, en el camino
de la «nión y de la confianza mutua. Yo, que asistí a tan sublime espectáculo, sentí que se rasgaba de súbito la noche de mis
desencantos, y se encendía, resplandeciente y pura, Ia estrella
de mi esperanza.
Creo con el Sr. D. Elíseo Giberga, cuya potente voz aún resuena en este recinto, que se enlazan y completan el panamericanismo y el hispanismo : el uno, manteniendo incólume la integridad y la independencia de los pueblos americanos, y el
otro, conservando la unidad espiritual que evitará la mayor disgregación y la consiguiente anulación de esos pueblos, si la cual
unidad espiritual no habría América, porque no lo sería aquélla
en que dominase, por modo exclusivo, el espíritu
anglosajón, y
que sólo por él fuese inspirada y moldeada.
Sí : yo creo con el Sr. Giberga, que el progreso necesita del
concurso de todas las razas humanas, y creo en eso porque creo
en la civilización de mi
siglo, como creo en Dios. Negar tan
axiomáticas verdades, es negar la existencia de la alborada que
ilumina la época que alcanzamos. Fuera de mi ánimo y del
vuestro está pretender que se cierren las puertas de nuestras respectivas patrias a los vigorosos hijos de la América británica o
a los de otros
pueblos europeos y asiáticos. Méjico ha sentido
los benéficos efectos de su amistad con la República del Norte,
al ver invertidos en el territorio salvado
por Juárez varios cen-
de millones de dólares americanos. Pero hay que dar al
es del amigo, y a la madre lo que es de la madre.
Si la América latina debe, por razones geográficas, tener excelentes relaciones con la británica, debe, por razones étnicas e
históricas, conservar y fomentar las que la unen con España.
Una lira hoy cubierta de crespones, la del bardo mexicano Juan
de Dios Peza, anunció con acentos de alondra la unión iberoamericana que hoy nos alumbra con sus fulgores matinales.
Mucho se ha laborado en pro de esa unión en cl orden literario
y en el artístico ; pero como los intereses ocupan lugar tan preferente en el mundo moderno, hay que completar la obra de
concordia en el orden del comercio. De aquí que la in ente necesidad de la política mercantil preconizada por la pal;ibra «locuente del Sr. Rahola, y de aquí la interesante y laudable misión comercial de la Casa América.
¡Socios de la Casa América! ¡Yo os felicito por vuestra noble tarea, y os doy las gracias, no sólo en nombre de Méjico,
sino en nombre de América y de España, no sólo en nombre de
España y de América, sino en nombre de la humanidad! No
me extraña vuestra actitud : siempre se ha distinguido por su
constancia de abeja en la persecución d los generosos ideales,
la tierra del Conde Wifredo que ha cubierto de gloria el escudo
de las cuatro barras. En la nave que conduce al ansiado puerto
de la unión iberoamericana, un gran timonel ha caído al agua;
un gran timonel que con razón consideraban los catalanes como
hermano suyo, no olvidando que los hermanos son los amigos
que nos da la naturaleza y los amigos son los hermanos que uno
escoge. Canalejas tenía los mismos ideales, los mismos sentimientos y las mismas aspiraciones liberales de los hijos de Cataluña. Si él y Prim vivieran, ellos aplaudirían la obra de la
Casa América. Yo no soy de los que lamentan Ia suerte de ese
gran hombre, con quien cultivé pasajeras pero inolvidables relaciones de amistad, y que acaba de caer como el héroe de Castillejos, muerto por la bala de un asesino. Formarse a si mismo
como él se formó ; luchar como él luchó ;
llegar a ser un gran
orador venciendo, como Demóstenes, las facultades propias ;
conseguir, como Pit, justificada fama de habilisimo ministro :
brillar en plena luz ; combatir, triunfar y luego morir en plena
apoteosis : ¡esa es la vida del héroe! Pongamos sobre la losa de
esa tumba cubierta
por la bandera roja y gualda las verdes palmas de nuestra admiración
y las blancas flores de nuestra gratitud, y que el ejemplo de ese hombre fuerte sirva de estímulo a
todos los servidores de la patria y a todos los defensores de la
sociedad.
El joven y bizarro Rey de España tuvo una feliz idea a la
muerte de Canalejas ; recordó a sus ministros la célebre frase :
«
I Ha muerto el Rey : viva el Rey!» Espana tiene bastante contingente de hombres superiores para que no puedan cubrirse
las bajas que en sus filas haga el alevoso puñal del crimen. El
poeta emperador de la barba Rorida dijo que la imaginación
cree sorprender, cn ciertos momentos, el fenómeno de la idea,
viendo claramente una mano que arranca al que se va la antorcha para entregarla al que llega ; que el año de t642, por ejemplo, es un año extraño : en él muere Galileo y nace Newton.
Son esos los misteriosos recursos de la Providencia ; estad seguros de que ella dará a España un sucesor de Canalejas, de
mano bastante vigorosa para empuñar la espada que ha
quedado sin dueño.
España, como Europa, y México, como América, tienen
grandes y hondos problemas de difícil y peligrosa solución. Si
alguna duda cupiera, de ello, bastaría traer a la memoria la
intrincada y compleja cuestión de Oriente, que en estos instan
tes ensangrienta los campos balkánicos. Consolador es mirar
ue en medio del cataclismo, en medio del
caos, en medio del
iluvio que ennegrece la aurora del siglo xx, eÍ pensamiento
de la «Unión Ibero-Americana» vuela por las nubes como una
nívea paloma, en cuyo rosado pico se ostenta, verde y luminosa la santa oliva de la
paz!
He dicho.
tenares
amigo
lo que
hd,tlbcrto A. Estcva
© Biblioteca Nacional de España
LA EMIGRACION GALLEGA
Todo está cultivado. No hay, ni en las ingentes lindes del bancal, palmo de tierra que no exorne algún yerbajo labriego y bonancible. El maíz, alto, rico, brinda el rubio don gentil desus mazorcas. El millo,el centeno, danle
alfombra a la gándara toda en esquilmo. Una casuca, entre el verdor, escóndese. A veces, el manso y tierno mujir de los bueyes
pone, entre la dulce melancolía del conjunto, su nota de paz...
Sin embargo, el Sr. Chinto o el Sr. Dámaso no están conformes. El Sr. Dámaso es gallego, y como gallego, ambicioso
y trabíijor, y reflexivo. Y así, el Sr. Dámaso no se resigna ni se
aviene a vivir sin más allá, viendo todos los días el mismo anochecer, recogiendo todos los años la misma cosecha. El señor
." 'n el
canipo.
—
Dámaso, mientras aró, sembró, segó. aparó los granos en el
hórreo, tuvo una tentación irresistible, maga. ¡Irse!... ¡Irse a
Cuba, a Buenos Aires, a México! Igual hizo el Sr. Mingos, y
hoy es D. Domingo, oel Excmo. Sr. D. Domingo, y tiene cien
yuntas, y cuando asoma su morro al baIcón de la casa ricachona, no vé, de grandes que son,
aquellos dominios tan fértiles.
El Sr. Dámaso, buen
gallego, no ha tenido un chispazo de
inspiración que pudiera llevarle al fracaso por inexperiencia.
No. El Sr. Dámaso lo ha meditado
muy bien, dándole a la almohada su tiempo de sazonar idea
Y una vez sazonada la
idea de irse, lo ha decidido
ya y se lo ha participado a su mujer.
Mira, mujer... Después de todo vo no ha~o
aquí nada
Tú sola,
sola con los
arrapiezos te bastas y té sobras para el faenar
d la
de
a
o re hacienda.
ha
pobre
Yo me voy en busca de oro. Si lo trai~o,
bien. S
no !o
Si lo traigo,
tra'
algo habré de mandarte. Si me muero, el
Señor me l! eve consigo.
La S
Sra. Xuana
uana suele
sue e
fingir alguna lagrimita, y hasta es posible que no l~ sea necesario
simularla, que si el estómago tira,
a veces también agarra el corazón.
pero es el caso que, todos
conformes, e! Sr. Dámaso, en
compañía de su maleta, de sus pape!orios y de unas peseticas,
muy cortas peseticas, coge un tren, llega a Vigo, embarca, se va...
Ahora bien : pie ocasionó el Sr. Dámaso
a
.
—
'
.
.
su
patria,
a su
región,
a su
aldea,
© Biblioteca Nacional de España
a su
algún perjuicio
hogar? No.
Se ha marchado, y el bancal se cultiva, y la tierra da fruto,
y el hórreo sigue lleno con la misericordia divina En la casa
hay pan, el mismo pan que ayer. Sólo ha faltado un agricultor. Pero, en cambio, la tierra
ganó en su mujer, a una agricultora. Y luego, aquel emigrado es un factor de producción
puesto en el camino del trabajo aguerrido, remunerado más copiosamente. Y es una ventana más por !a que se asoma el campo gallego a las grandes civilizaciones mundiales, y es una esperanza de cultura, de esfuerzo, ~de oro!
La vaca sigue mujiendo en el establo. La
gándara sigue
verde y ubérrima. De vez en vez, entre un vivo
alborozo, el
cartero trae una carta exótica,
que huele a países enigmáticos y
a grandes aventuras románticas.
l'.ii el caniiilo.
Desde que ha salido el ayer pusilánime
aldeano de su hogar, ha ido sembrando el bien.
Ha empezado por despilfarrar sus economías,
aquellos ahorros tacaños que tuvo su abuelo,
improductivos, dentro del
arca, bajo el baldosín. Ganó el coche que le
condujo hasta la
vía férrea, ganó e! tren que le llevó a la costa,
ganó la 'hospedería y toda la ciudad en que estuvo alojado,
ganó la compañía
naviera. Su dinero, en acción, ha fomentado industrias
y ha
creado riquezas y vida. Por fin, su inopia total,
aquella sembradura hecha por donde quiera que pasó le ha metido en el
alma un ansia cada vez más fuerte, de luchar, de vencer.
El Sr. Dámaso. hacia América, es un benefactor,
y un núcleo de prosperidad y una palpitación de
energía.
I-:» /X niérica.
Nuestro labriego ha
llegado a las tierras
jóvenes, excelsas tierras de promisión, con una idea fija, con
una terquedad. Trabajar fieramente. El Sr. Dámaso no se distrae, ni disipa su tiempo en banalidades, ni es rémora, ni estorbo. Es un obrero tenaz, un labrador
experto, un intenso
agente de riqueza. Su obra recia, honda, perseverante, labor de
hormiga inteligente, no se permite un ocio, acaso ni un placer,
el más liviano. Luchar, hendir la vida con su tozudez de buen
gallego ambicioso, ganar, ¡producir! El Sr. Dámaso, pues, hace
mucha falta en América, tiene allí su adecuado ambiente,
—
—
g86
colabora desde
su nido
imperceptible a la gran epopeya del
y fuerte surgir americano.
Pero... qes a la vez conveniente su ausencia de
España?
Sí. Vive con una gran economía. Todos los
o
glorioso
los años
ricano,
pudo
ahorrar
unos
pesos, el
meses,
todos
virgen y noble oro ame.
alegremente, pensando en la aldea,
que manda
la mujer y en los
arrapiezos. «Gon ese dinero
quiero que merques otra vaca... O que eches los cimientos de
un hórreo más
grande... O que mejores las viñas y el plantío». Y
el dinero que gira, crea bancos
y empresas de crédito, y las favorece; y luego, esa lluvia menudita,
preclara lluvia deÍ ausente,
va enriqueciendo al
hogar, va enriqueciendo a la nación. En
Galicia, tal copiosa llovizna
imperceptible, ha intensificado y
ensanchado las fronteras del
comercio, de la industria y del
campo. Es un riego generoso y fecundo que la
vieja tierra galiciana recibe como
pan de Dios.
Aí volver.
Yo he visto volver al Sr. Dárnaso de América. Allí dejó su sangre, su
trabajo, su huella poderosa. Creó.
América le debe buena parte de su
magnificencia insigne. Pero
ha vuelto.
(Ha vuelto rico? Vamos a decir que no. Vamos a no creer
en la
mitología. Vamos a suprimir el ensueño. El Sr. Dámaso
no ha vuelto rico.
¡Ah; pero ha vuelto con algún dínero! Y ese
dinero es el acrecentamiento de la vida rural,
y es la garantía
de u na vejez luchadora. Y
luego el Sr. Dá maso, q ue se asomó
al mundo policromo de las
grandes industrias y de los comercios grandes, que ya no se asombra de nada,
que respiró aires
civilizados y cultos, que trae ropica petimetra, su buen sombrero de fieltro, su cadena aurea y su cerebro
avispado, es en
la aldea un ejemplo de emancipación, un estímulo de
trabajo,
acicate para no dormirse bajo el sol, oyendo como canta la ci ~arra, sino para expandir el espiritu y ser atrevido y ser fuerte.
Además... (no habéis visto palacios nuevos, fábricas
nuevas,
creaciones gloriosas de pujanza y de vida, en el
campo gallego?
qNo habéis visto surgir ciudades? 1No advertis una hebre de
en
anorros
la casuca,
en
—
lucha y de esfuerzo en la tierra quintañona,
aletargada ayer>
Pues todos esos palacios, y esas fábricas,
y ese hervor, ha sido
traído a Galicia por los emigrantes. 'l'odo eso lo incubó el abra-
zo poderoso
que se dan, cada vez más apretado, la vieja comarca
gallega y las tierras valientes, sahumadas de civilización y de
trabajo, que palpitan remotas y espléndidas, ganosas de sangre
antigua, ofreciendo su oro y su cultura con aire dadivoso y
magnífico...
Ribadeo, Puentedeume, Riaujo, pueblecitos míos, azules,
venturosos, q miento al
vuestros
lles y
hospitales,
decir que
vuestras
vuestra
prospcridacj,
escuelas, que
que
vuestros mue-
pinares son obra del buen gallego ido y vuelto,
poco triste, vuelto entre alalás y estampido bizarro de
cohetes, mensajero del pan?
Pero...
Pero, diréis...
q Y los que no tornan?
Esta pregunta, que suele
dejar estupefactos a quienes la
oyen sin tiempo de meditar la respuesta, suelo yo atajarta, exclamando :
f.as madres gallegas, esas hembras hermosas
y gallardas,
aren hijos bastantes
para poblar cien mundos. A/tas, garridas,
as nobles caderas de
ánfora, debieran ir, con el supremo derecho de la fecundidad, al biasón de la raza.
Y luego, si algunos, si muchos se
quedan, es en España, pues
aquellas tierras nobles y patrióticas, en su independencia bien
ganada y en su auge bien cimentado, señoras del futuro, tienen
a honra hablar
español, y serán, al través de la historia, como
las ramas vigorosas y excelsas de un tronco secular
y habrán de
ser, con nosotros, las guardadoras
preclaras del carácter y del
sello hispano.
Yo, cuando veo salir un trasatlántico de las costas
gallegas,
henchido mi corazón del alborozo,
grito siempre para mis
adentros, alegremente, como si lo viera marchar camino de la
ido
vuestios
un
—
—
—
gloria
—
:
¡Hermanos!
8Xaari ei
© Biblioteca Nacional de España
que
Salud!
sepii eeribee,
ryrz.
¡ ñuerte!
Luis Antón del Olmet
ACTUALIl3wDES
Concierto en la ~ Juventud Argentina».—
SUMARIO : Despedida al Cónsul dei Ecuador en Barcelona.— Firma del tratado francohispano.
Los comisionados mexicancs en
El Casino Hispanoamericano
La Cámara Industrial en 'Madrid.
Nuevas escuelas en Las Franquesas.
La Junta de
Conferencia en la Unión Iberoamericana.
La fiesta de la infantería española.
El Banco Hispanoamericano.
Barcelona.
El nuevo Presidente de Panamá.
Defensa Nacional.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
Barcelona
:
Banquete
en
honor del Cónsul del Ecuador Sr. Yerovi
v
>~
~~
P P
la
cas;i
ce se
llidí
l'in-
~ el día ~g
de
noviembre,
don Luis
Peypoch, don Luis
Agustí, D. José Viñamata, D. Salvador
Castelló, D. Miguel
ldernández Jen er,
D. Bartolomé Ortoll
y el Secretario de la
«Casa de América».
distinguidas personalidades políticas y
sociales ofrecieron al
cónsul general del
Ecuador, Sr. Leóniy
das A. Yerovi.
La sala presentaba un magnífico aspecto y el esquisito
menú fué expléndidamente servido.
A la hora de los
brindis, el presidente de la «Casa de
América» ofreció el
banque al homenajeado, habló luego,
elocuentemente, don
Félix de Ossa y Vi-
Finalmente se ha
firmado y pronto se
ratificará el Tratado
Francohispano en lo
concerniente a Marruecos.
A pesar de que se
firmó el día z7, hasta
el po no se dió a conocer la
integridad
del mismo, publi-,
cándose simultáneamente en Madrid
y
en l'arís.
Su texto ha sido
finalmente,
el Sr. Yerovi agradeció, en sentidas frases, el obsequio.
El Sr. Rahola en-
objeto
que
donde le retenían las
de
discusiones,
Barcelona: Firma del tratado Francohispano
vió, desde Madrid,
no
firmo quees
pluma
de oro macizo, ha sido regalada al Ayuntamiento de San Sebastián por el señor
García Prieto
La
'
Dr. Menacho, D. Luis Báez, D. Juan Ferrer
Vidal, D. Carlos
se
aqui.
Argenti»a» organizó,
La «Juventud
'
pública Dominicana, Argentina, Rumanía S
T
Uruguay y Venezuela ; D. Mariano Viada, D. Roberto Wirth,
que
con
grandes
de las
hemos de ha-
cernos eco
parlamentarias, una seiititía carta, cuya lectula fue aco
gida con grandes aplausos.
Recordamos, entre los asistentes, a los señores Capitan
general, Gobernador civil, Alcalde, marqués de Alella,conde de
Lavern, marqués de Monsolís, conde de Güell,
marqués de
Juliá, vizconde de Güell, barón de
Cuadras, D. Pedro Casas
'x de Ossa y Vicuna, los
presidentes del Círculo
Ecuestre y de la «Casa de
América», D. Manuel Garriga y
Coll y los cónsules de la
Argentina, Colombia, Chile, Cuba,
Italia, México, Paraguay, El Salvador,
Nicaragua, Bolivia, Retareas
© Biblioteca Nacional de España
Sinli tgo
I.ozano,
el banquete con que
la «Casa de América», los cónsules europeos y americanos
cuña y,
í>
i
Güell, D. Antonio
de Nadal, D. Ed uardo Calvet, D. José
celebró,
el jueves ~8 de dieciembre, en el local de la
«Casa de América»,
una hermósa fiesta, en
la que el joven violinis
ta
se
argentino
dió
a
José
Farga
conocer
ante
Barcelona: Concierto
en
la Juventud Argen
fni
'
Casas
con-
sistoriales
y escuelas
de Las
Franquesas
la
distinguida concurrencia que
ella asistió, como verdadero
maestro en el arte de Sarasate.
El Sr. Farga, que se encuentra en Barcelona de paso para
su
país natal, no nos es desconocido, pues recordamos perfectamente que años atrás obtuvo
en la Escuela
municipal de Música de esta capital un premio
ya los que ha dado
a
en
los her-
salones del Consulado argentino y en Ja «Juventud Armosos
gentina».
El
domingo, dia i. del cotuvo Jugar la
inaugura-
rriente,
ción de los edificios destinados
a
Casas Consistoriales y Escuelas
públicas que el filántropo don
Juan Sampere y Torres ha regalado a su tierra natal, Ayuntamiento de las Franquesas.
Los nuevns edificios son de
bellísimas líneas y adecuados
en absoluto al
objeto a que se
extraordinario que nuestro
no había concedido hacía catorce años, época
en
que se creó. Más adelante
tuvimos ocasión de oirle en el
Ayuntamiento
<.Orfeó Catala», donde dejó tras
lucir lo que más adelante sería,
les dedica, distinguiéndose Jas
un notable vio J i n ista ;
Escuelas por su material sanitay l iiego
abandonó la ciudad condal para
rio y pedagógico, así como
por
ir a Bruselas a perfeccionar sus
la importancia que se ha dado
estudios, teniendo como profea los
lugares de esparcimiento y
so r al conocido co n c e r t ista selnaguración de la Cám afa Industrial de Madrid
recreo, compuestos de vastos pañor Thompson. En la capit"I de
tios y galerías cubiertas.
Los invitados al acto
Bélgica se le concedió nuevamente uno de los primeros premios
inaugural salieron de Barcelona en
tren especial, descendiendo en un
que se otorgaron en los exámenes del año igio, siendo el único
apeadero construido exextranjero que obtuvo esta distinción.
profeso.
EI Sr. Obispo bendijo Jos nuevos edificios
Interpretó magistralmente las composiciones que constiy el Sr. Sampere,
tuían el programa :
hijo, entregó Jas llaves al Alcalde de la Población.
Sirvióse un banquete seguidamente,
El Sr. Farga piensa dar otro concierto en Barcelona antes
que Jué amenizado por
de partir para Buenos Aires, en donde va a organizar una serie
una banda militar y el coro de la
población.
A la hora de los brindis hicieron uso de la
de conciertos, que, a juzgar por sus
excepcionales condiciones,
palabra el señor
Cura párroco de las Franquesas, el Sr.
auguramos serán otros tantos éxitos, como los han constituído
Alcalde, diputado
INAUGURACIÓN
PEL
CASINO HISPANOAMERICANO
389
© Biblioteca Nacional de España
señor
AARCE LONA
ACTVALlDADES
Recepción de los delegados mexicanos en la
«casa
de
América»
Plaja y el señor
Sampere (hijo).
proteccionismo,
necesarias según
las circunstancias, y que no deben suscitar rece-
Los invitados
regresaron en el
mismo tren que a
la ida.
los, pues
entran
los módulos
de la
moderna
economía y deen
EI día g de los
corrientes se celebró en Madrid
la inauguración
oficial del local de
la Cámara de la
Industria.
I.a residencia
de dicha entidad
se ha instalado lujosamente en Ia
calle de San Be rnardo, n." z.
Presidieron el
acto los
señores
D Antoni<> Gómez
D.
ben quedar, por
lo tanto, desvanecidas las suspicac l as.
Si nosotros,
añadió, podemos
nuestros
ios en
dos
esta
s
extraterritono
puede
uspicacias,
antes
al contrario.
ocurrido en Francia
exportación al aceite
o
que las misiones
e las Cámaras de la
lar sistemas de adopdos extranjeros, para
gobiernos
de
i
y procuindus-
nuestras
de los Museos
rminó diciendo :
s en c i l la, p o r el co n-
niente
a y requiere grandes
Museos Comerciales
s aspiraciones ; éstas
se a.la creación de
rios y de Exportay personal técnico y
subsistencia ; deben
ión que compete a
representar
de España, no
y a desvanecer los en
nos
propalan. Se hai
que al unísono se fo
las regiones española
gado, después de gr~
de un siglo, a que s
margen de protecció
Manifestó que sólo trataria del aspecto arancelario y de la exportación.
Afirmó que hoy no se discute ni el aspecto puro del proteccionismo ni del librecambio, sino todo en sentido
positivista. Calific de naciones adultas a Francia, Alemania,
y otras,
reses
como
secun-
el
Museo
ce lona.
oncurso
del Estado,
relación, el Museo
n
que
rmarse
o
puedan interesarles.
permita
de las
a
los
cues-
particulares
que
Entiende que las Cámaras de la
Indust>ia deben realizar conjuntamente esta labor, borrando.
exclusivismos de intereses y resolviendo a priori pleitos que
pudieran ser en lo futuro objeto de contienda, siendo signo de
Japón
cultura, lejos de llevar discrepancias al poder, llevar soluciones
de armonía y engrandecimiento de la
Al final sonaron grandes aplausos.
En la
patria.
de Cataluña de nuestra ciudad se ha inauguasistencia de numerosa concurrencia, el «Casino
Hispano Americano». Sus fines son únicamente recreativos y
vendrá, seguramente, a ser un lazo más que una a españoles y
americanos en sentimientos de verdadera fraternidad.
rado,
plaza
con
El domingo, día 8, se celebró en la «Casa de América» una
solemne recepción en honor de los señores D. Gregorio Mendizábal y D. Alberto Esteva, comisionados que representaron
en el Centenario de las Cortes de Cádiz a la República de
.
proteccionismo
impone y
o
resci
pudiendo
p
de un régimen de tratados con sus
prescindir
colonias, no lo hace.
Austria, Italia y España,
Es añ
son naciones nuevas en
el aspecto
iudustrial, ppues su industri
ndustria p
principal,en algunas de éstas, son
los aprovecnamientos naturales de
su
u sue
suelo.
o.
F.stas naciones se
encuentran en condiciones de
a
inferioridad
frent
rente l as
primeras,
sin
el
embargo,
pero,
imperialismo proteccionista
ionis a se impone.
Refiriéndose a las admisiones
temporales, bonos de expory puertos francos, afirmó que son modalidades del
Industria,
a
os
las americanas, cuya industria}ización es más deficiente.
Inglaterra, después de medio siglo de estudio, transformose
en
nación eminentemente industrial. Estas naciones industriales se caracterizan por la nota
expansiva, acumulando en
sus
poblaciones el producto de su industria, que es inmenso,
y viéndose obligadas a exportar. El proteccionismo inglés es
acomodaticio, pues tiene una porción de arbitrios y la ley de
patentes, que es una verdadera protección, aunque digan Io
contrario sus hombres
públicos, que preconizan la libertad de
comercio. Chamberlain
pidió el zollverein para defenderse de
Alemania, lo cual se inspira en un sistema mixto, pudiendo así
llegar a su inmenso balance comercial.
Francia, con los procedimientos empleados de puertos fian
cos, admisiones
temporales y otros, se inspira en el proteccionismo. En los Es
d
Estados
Unidos, aun siendo una nación caótic~,
un con lomerado
erado de estados, el
g
se
como
M éxico.
'
aun
'
,
'
:
El local se hallaba adornado con profusión de plantas, figurando en el vestíbulo la bandera desplegada de México y en
el testero del salón de actos las banderas española y mexicana.
Al acto asistieron, entre otros, el capitán general D. Valeriano Weyler, con su ayudante de campo Sr. Gralla de Stein ;
el Sr. Die y Más, representando al gobernador civil, el alcalde
Sr. Sostres, el cónsul de México D. Antonio G. Villarreal, el
cónsul dominicano Sr. Bazil, el de Colombia Sr. Cortés, el de
la República del Salvador D. Bernardo García Prieto, el de Ni-
39o
© Biblioteca Nacional de España
merca-
materia de
ser
Vallejo, preside
a
los
produc-
extranjeros,
rialidad
Luis Sedó, pres
mara de Barcelona,
Molina.
Entre los asisten
D. Basilio Paraíso,
hermosa, D. Anton
etcétera.
El Sr. Sedó dió
sobre el te>»a : «M
v de exportación».
Comenzó saluda
de la Industria de
ciendo la infiuencia
arrollo de la industri
maras, y los benefic
a las de Madrid
y Ca
El tema de la C
es
poner de relieve
Vengo
con
penetrar
acvvwt im r~es
la Audíencia, y el
fiscal de S. M.; el
D. ManuelI. Terán, el
del Uruguay don
caragua
diputado Sr. Árgemí, por la Diputación provincial.
Lucas Rodríguez,
el de Servia don
Alejandro de Lacourt, el de la Argentina D. Eugenio F. Cattini, el
el rector de la U n iversidad, Sr. Barón de Bonet; el
secretario general
D. Carlos Calleja
de Portugal señor
Crespo Callado,
Borja-Tarrius
yunacomisión de
de
Ios Sres. Caste-
catedráticos de
ló, Dr. Menacho,
el Presidente de
los Estudios A mericanistas Dr. Fscobar, D. Cárlos
Uázquez, D. Miguel Hernández y
otros muchos que
sentimos no recordar.
Tamb len asistieron gran número de señoras y señ
mente
nuestro
centro
de Hacienda señor Eu
late; todos los generales con mando en esta plaza,
el comandante de
Marina con una
comisión de oficiales de la Arma-
delegado
pital
ataviadas.
ue
recepción come
la tarde ocupando la m
en
tenía
a s
Muxí, quien
e
de la llegada de las
cordes de la Marcha
a por las bandas y por
fueron trasde los cuerpos a
I altar mavor en el
de honor
ba
arroquia,
eras
guardia
gastadores.
e
de alzar resulto so
do la Marcha Real to.
e música que se ha-
obsequiados
tas
champaña.
uego se organizó
plo.
la misa, el notable
baritono y musico del regimtento de
Vergara, D. José Casademunt, cantó
nor
hallaba artísticamente adornado por oficiales
guarnición y lucía una iluminación espléndida.
En el altar mayor figuraba una preciosa imagen de la Purísima, bajo dosel, v a los lados varios trofeos militares artísticamente combínados.
En el presbiterio ocuparon sitio preferente el capitán general D. Valeriano Weyler. que fué recibido y despedido a los
acordes de la Marcha Real ; el secretario del Gobierno civil seel connor Díe
y Mas, en representación del gobernador civil;
cejal Sr. Garriga y Coll, por el Ayuntamiento; el presidente de
una
inspirada salve original
del músico mayor del citado
regi-
los músicos más
miei>to, Emilio Gutierrez, acompañado por
del
citado
cuerpo.
distinguidos
Seguidamente fueron devueltas a sus re» ectivos cuerpos
Real, y el calas banderas, también a los acordes de la
e invitados se trasladaron a
autcridade»
demás
general y
Marc/a
pitán
la plaza
presenciar el desfile de las tropas,
presenciado por un extraordinario
número de curiosos apo»tados en la indicada plaza y a lo largo
de la calle del Hospital.
Una comisión de distinguidos oficiales de infantería cuidaba
Igualdad
de la
para
fué
que resultó brillante y
de recibir y aposentar
sequiadas
con
a
preciosos
las señoras v señoritas, siendo éstas obde Aores.
ramos
'Según acordó en la Junta general de accionistas el «Barco
Hispano Americano», ha levantado, en la calle de Fontanella'
un suntuoso
pa1acio para instalar en él sus oficinas.
La nueva construción, debida a los planos del arquitecto
Sr. Madololl Rius, llena, con creces el objeto a que ha sido destinada, ofreciendo grandes comodidades a la numerosa clientela
que favorece
Los
a
dicha entidad.
empleados tambien
encuentran
grandes comodidades
la que nada se ha
al objeto de que pueda servirse rápidamente y sin
esfuerzo a los clientes.
La fachada, toda ella de piedra, es un verdadero ornato para
la calle de Fontanella, ya tan fav<>recida por be1los edificios,
para
su
trabajo
regateado,
39'
© Biblioteca Nacional de España
escn-
oncs.
i
se
interpretaron
n
contin
de esta
vicario D..1osé
la misa las bandas
ente
El señor cónsul de
final elocuen tes frases
el homenaje que se est
dándose el acto por t
y
músicas.
El templo
acto nutriy oficiales de
institutos de esta
s
leyo el se
dedic
poesía
inspirada
El domingo día 8 se celebró, con la solemnidad de costumbre en toda España la fiesta de la Inmaculada Concepción, por
el arma de Infanteria, de la cual es Patrona.
En Madrid, además de las funciones religiosas, se celebraen horon funciones teatrales, novilladas y otros espectáculos
nor de los soldados y clases.
También se les obsequió con un rancho extraordinario.
San
Por la mañana, a las once, en la parroquial iglesia de
de Vera una misa rezada los regimientos
asistieron
Agustín
de Barcelona, Alba
gara y Alcántara y los batallones cazadores
de Tormes
Mérida, con sus escuadras, bandas, banderas y
re-
espaciosas
hicieron otros
del bello sexo.
l.a F
Un quinteto amenizó el acto, que
ejecutó la Marcha Real y el Himno mexicano al llegar el capitán general y la comisión mexicana, respectivamente.
Al marchar eí general XVeyler dió un viva a México que fué
contestado con entusiastas vivas a España.
no
iúmero considerable
También
e
sentimos
amilias que llenaban
naves del
El señor Esteva pr
tinuación un notable
a
monár-
y otras muchas
jefes
s e
publicamos aparte.
siete y cuarto.
Las autoridades
centros
tieron al
neral Weyler y a su iz
de D. Joaquín Sostre
El Dr. Escobar en
inspirado discurso, h
ción de los señores h
a continuación el Sr.
yó un notable discurs
propio
los
e
La
el Presidente de la
primer
docente; el
en
la
nueva
instalación,
en
Conlerencia del Sr. Garcla C
en la Unión iberoamericana
sobresaliendo
en
ella el airoso
reloj.
campanile
La Junta de deieasa nacional
con su
monumental
En la «Unión Ibero-Americana», de Madrid, el agregado
militar de España en la Legación de Río Janeiro, comandante
Sr. García Caminero. dió una notabilísima conferencia sobre
el tema « l orvenir del Brasil».
Una numerosísima concurrencia acudió a oir al conferenciante, el cual realizó una notabilísima labor y escuchó muchos
y merecidísimos aplausos durante el curso de su peroración
yuna gran ovaciónal terminar.
Presidida por S. M. el Rey
don Alfonso XIII tuvo lugar
en Madrid la primera reunión
de la Junta de la Defensa Nacional.
El
Tres sumergibles entre ríoo y 5oo toneladas de
3.
desplazamiento.
Nueve torpederos de 6oo toneladas cada uno y una velocidad de 3o millas
Para las unidades de la primera parte, que será una importante Ilase naval, se destinan a Cádiz 2o millones de nesetas,
y
para la construcción en Cartagena de un dique capaz de buques
de 3o,ooo toneladas, se consignan io millones de pesetas.
Se construirán los nuevos barcos en la forma siguiente :
Los acorazados, en el Ferrol; los torpederos y sumergibles, en Cartagena, y los cruceros exploradores, en Cádiz.
Para ello se hará un nuevo
contrato con la «Sociedad Española de Construcciones Navales», modificando el contrato
El día i.' de octubre fué
con la solemnidad
de costumbre Presidente de la
República de Panamá el señor
D. Belisario Porras.
El nuevo Presidente goza
de gran popularidad en su país,
fiando sus com patriotas en que
su
gestión ha de ser muy beneficiosa para la joven República.
El Sr. Porras, como a soldado intrépido y decidido, es
ua esclavo de la disciplina,
pero al mismo tiempo en los
muchos combates en que ha
tomado parte, demostró que
esta
no le faltaba
iniciativa
personal que tanto vale y tanto
pesa en los hechos de armas.
Se ha distinguido también
como
diplomático, actuando
de ministro de su
país en
Wáshington cuando más embrollados se encontraban los
asuntos del canal y mereciendo el respeto
y hasta afecto de
ami os y adversarios.
omo a economista, fué el
delegado de su país en los Congresos panamericanos de Río
Janeiro, en igo6 y Buenos Ai-
gran importancia, como puede suponerse, no
siendo a propósito para estas
notas los asuntos tratados.
Con todo puede asegurarse
que en él se trató de los asuntos militares de Marruecos,
y,
especialmente, de la nueva escuadra que comenzará a construirse en cuanto esté botado
al agua el nuevo acorazado Alfonso XIII.
l.as unidades características
generales de la segunda escuad ra han de ser las sigu i en tes :
i.'
Tres acorazados com-
proclamado
acto tuvo
prendidos entre 2o,ooo y 21,000
toneladas,
con
cuatro
torres
gemelas para ocho cañones de
3y centímetros, catorce cañones
de
i
ducto,
5 centímetros
en
el
re-
mayor de la
que tienen los buques que ahora se
construyen, cinco tubos
con
cota
lanzatorpedos
y
una numerosa
artillería de tiro rápido. La velocidad será de 2i millas.
Dos buques exploradores
entre 5,ooo
y ó,ooo toneladas, con diez cañones de i5
centímetros, artillería de tiro
rápido,
dos y
llas.
tres tubos
una
res en i
lanzatorpe-
gio,
ambos por
velocidad de 25 mi-
distinguiéndose en
serenidad de jui-
su
cio, prudencia y firmeza de
convicciones.
n. Bst.tsaalo Poaaas
Presidente de ta
Republtca
Qg2
© Biblioteca Nacional de España
actual.
de Panamá
>~
campaña escénica,
en
su
Madrid y
en
las
período álgido.
tanto
en
capitales
nuestra
dc
ciudad como
está en
provincia,
En nuestro Gran Teatro del
l.iceo continúa la
la dirección del
Entre las obras últimamente representadas
maestro Falconi.
se cuentan : Walk) ria, que proporcionó un triunfo a la señorita Kafftah
Rigoletto, en cuya interpretación fué ovacionado
el Sr. Viglione Borghesi, lo mismo que la Srta. Llopart y el
bajo Sr. Giralt. Traviata, en la cual triunfaron la Sra. Agostinelli v los Sres. Stracciari v Grancini; y la célebre ópera de
Gounod Ro>neo ~ Julieta en la que fueron aplaudidísimos los
intérpretes Sres. Brozia, Ciaro, Pacini, Sesona y Giralt.
Cuando escribimos estas líneas está anunciada en los carteles la representación de la ópera verdiana Ernani.
Para mayor satisfacción de los melómanos barceloneses se
anuncia la reaparición en el teatro Principal de la celebérrima
tiple ligera María Barrientos, la cual dará en dicho coliseo un
corto número de funciones. Le auguramos un éxito y un magnífico negocio.
En este mismo teatro continúa trabajando la compañía que
dirige D.' Cármen Cobeña. Poco o nada había estrenado, hasta
ahora, pero últimamente ha estrenado Lo más hermoso, original
del célebre reporter Adelardo Arias (Duende de la Colegiata).
El éxito fué muy poco lisonjero. sonriéndose el público de la
petulancia del autor y en especial de algunas frases como la de
«hacer genufiexiones con la cabeza» y otras.
La Compañía Larra-Jimenez-Abadía continúa en Romea
cultivando su género y dando representaciones de Petit
Quien trabaja, y de firme, es Villagómez. En pocos dias ha
estrenado la admirable comedia inglesa Las murallas de Jerico,
traducida por el Sr. Maristanv, y seguidamente la trajedia del
Sr. Carrión, Bernardo del Carpio. Unayotra tuvieron gran éxito,
debido, en gran parte, a la perfecta ejecución por parte de los
artistas, en especial del Sr. Villagómez, y la magnífica presentación escénica digna de todo elogio.
Ricardo Calvo, en Novedades. sigue resucitando las clásicas
comedias castellanas, y alternando con ellas los dramas románticos contemporáneo~. Asf hemos asistido, en pocos días, a las
representaciones de El desdén con el desdén, Entre bobos anda el
juego, El zapatero y el rey, En el seno de h muerte, La DoloPara dentro de poco anuncia este eminente actor
res, etc.
un estreno
que revestirá excepcional importancia, nos referimos al de Romeo
y Julieta del inmortal Shakespeare, obra de
prueba para un actor y para una actriz, y que puede dar un
nuevo y brillante timbre de gloria a la Srta. Velázquez y al
Sr. Calvo.
El sindicato de autores catalanes continúa defendiéndose
con fortuna, gracias a las obras estrenadas y a la
reprise de dramas ian afamados como Mossen Janot, de Guimerá,
y La Dida,
de Federico Soler.
Con todo, se estrenó en el Español, teatro que regenta dicha
empresa, la tragedia en un acto de Ambrosio Carrión, Epita-
brillante
campaña emprendida bajo
capé.
lami, que obtuvo
una
halagüeña acogida.
En Apolo se cultiva el género melodramático, según es inveterada costumbre en aquella casa. y así alternan D. Juan de
Serrallonga con La mujer adúltera. Pero, lo que forma el verdadero
repertorio de la compañía son les dramas educativos (~)
del Sr. Fola Yturbide, el
aplaudido autor de Zola o el poder
del g<»io, El sol de la humanidad
del
y otras producciones
mismo género.
De los teatros dedicados a zarzuela
'l íy opereta, en el del
voli han encontrado un filón con la obra El
se divierte, que
rey
ha sido muy bien acogida por el público. Para estrenar en breve
anuncian la nueva producción de los Sres. Arniches y F. Arias
El rey negro.
En el teatro Nuevo también han encontrado su obra, que
es la titulada El hjio del milag>.o, vaudeville, con ilustraciones
musicales, cargado de sal y pimienta, escabroso de situaciones
pero que ha constituído un verdadero éxito de risa y ha proporcionado al Sr. Sampere un legítimo triunfo.
Los «music-halls» siguen su carrera triunfante y ópimo
negocio.
Fn el Frontón Condal
llenos
dores
suceden los buenos
partidos y los
pisan aquella cancha jugaNavarrete, Arnedillo, Petit-Pasiego, Baracaldes,
rebosar, pues
como
Lizárraga,
no
se
en vano
etc.
En el Palau de la Música Catalana se han dado magnificos
conciertos, uno de ellos repetición del que tuvo lugar en obsequio de los concurrentes al Congreso de Música Sacra, fué un
gran éxito, repitiéndose el magninco motete de J. S. Bach, que
tan celebrado fué en la primera audición.
En el teatro Real, de Madrid, dos han sido las obras
cjue
más éxito han obtenido últimamente, por cierto degénero bien
diferente. Una de ellas es Los pescadores de perlas, de Bizet, el
inmortal creador de Carmen ; la otra Lohengrin, la gracil y elegante ópera del colosal creador de Parsifal y Sipfrido.
En la primera debutó, con gran éxito, un exquisito artista
ruso, el tenor Smirnoff; le acompañaron en el triunfo la señorita Aida Gonzaga y los Sres. Minolfi, Ferroni y el maestro
Saco del Valle.
En la interpretación de Lohe»grin se distinguió muy mucho, la Srta. Guerrini y el tenor Sr. Bonnini.
También el maestro Saco del Valle consiguió grandes
a p l a u s os.
En el Fspañol se ha representado, con gran éxito, la tragedia de D. Benito Pérez Galdós El Abuelo. Esta obra continúa
manteniéndose más y más firme cada día y va en camino de
ponerse, Pon alguna otra de D. Jacinto Benavente, a la cabeza de la producción dramática castellana en estos últimos
tiempos.
El estudioso
pel
de
Albrit,
Sr. Fuentes obtuvo, interpretando el pasonado triunfo que compartió con la seño-
actor
un
Moreno.
Los hermanos Quintero han estrenado, con gran éxito,' en
Cervantes
tragicomedia Fo> ti>nato. La obra es algo larga y
aburrida en los dos primeros cuadros en los cuales impera'un
sentimentalismo de no muy buena
en cambio el tercero es
rita
(a
ley,
bueno de verdad.
Con este cuadro último, muy bien hecho, muy bien poriderado, muy bien sentido y muy mucho aplaudido, pudiera haber quedado reducida la historia a un solo capítulo, original,
interesante, gallarda prueba del talento, de la inventiva, de la
pericia técnica de los ilustres ingenios andaluces, menos g>raciosamente andaluces que de costumbre ahora en la contrafiura del consabido
vago y sablista, que aquí se las echa de
icharachero y ocurrente y que tiene una «guasa» que es «in-
ganable».
El Sr. Simó
fué
Raso, interpretando el papel de protagonista,
aplaudidisimo y con toda justicia.
En Apolo se estrenaron Las
percheleras, que fueron protes-
tadas, cayendo la obra al foso a la segunda o tercera noche.
El «Duende de la Colegiata»,
que por lo visto es como cola
de
lagartija
perial,
una
en
lo de
trilogía
no tener
en
tad para combatir al
393
© Biblioteca Nacional de España
a
juego,
estrenó en el Coliseo Imhace la apología de la volunal vino y a las mujeres. No'nos
sosiego,
la cual
se
gf
atreveríamos a asegurar que literariamente juzgada sea cosa
superior la trilogía de D. Adelardo F. Arias, pero interesa mucho, y esto que puede ser un defecto para los partidarios de la
belleza pura y desapasionada, es una gran ventaja para el empresario y para el autor a la hora de cobrar los trimestres.
Sagi-Barba, en Price, sigue dando a su público las antiguas
zarzuelas de 'género grande, reforzando las representaciones
con la
interpretación de actos sueltos de las óperas que antes
representaba como Rigoletto, etc. Se distinguen en la compañía de este artista las Sras. Vila y López y el Sr. Farrus, tenor de
gran porvenir. Ultimamente ha estrenado con muy
buen éxito'El encanto de un va(s.
En el Gran Teatro v con éxito extraordinario se ha estrenado la opereta de los Sres. Perrín y Palacios, música del maestro Vives La veda del amor. Tratándose de los Sres. Perrín
y
Palacios nadie iba a buscar argumento en la obra sino efectos escenográficos y a recrearse con las armonías del maestro Vives.
Pero no ; los Sres. Perrín y Palacios salieron con un libro. Se habían tomado la molestia de escribir varias cuartillas
para fundamentar, con mayor o menor acierto, la colaboración
m usica I.
Claro que no renunciaron a asociar el asunto con la visualidad de otras obras suyas, y que en el segundo cuadro, desarrollado en el «Paíacio del Vals», el escenógrafo se hace
dueño de la situación y de los efectos. Pero en el primero se
ha iniciado una fábula, arbitraria y austriaca, por no variar,
que consigue llevar al espectador cierta sombra de interés.
Desde luego, se nota que los libretistas destinaban su trabajo a
un escenario donde se cultivase la
ya desterrada escuela «sicalíptica» que en un tiempo fué sima de nuestros ingenios.
Lo que salvó a la obra y le dió el éxito fué, indudablemente,
la música que para ella ha compuesto e1 maestro Vives. Don
Amadeo es de los compositores que mejor saben amoldarse a
los gustos del público, dando a los libretos lo que ellos requieren, ni más ni menos.," La velada fué triunfal para el maestro.
La interpretación, aceptabilísima por parte de Luisa Rodrí-
guez, Cármen Fernández y Rosario Aguilar, del Sr. Ontiveros,
más sobrio que de ordinario, y del Sr. Recobea. Las mismas
segundas tiples aparecían disciplinaílas al frente del coro sin
perturbar con la indiferencia de eminentes que suelen emplear, separadas de lo que dicen y cantan. Y, lógicamente, el
buen público batió palmas y los afortunados autores salieron
incontables veces.
En todos los teatrosseensaya con gran actividad, con objeto
de reforzar el cartel para las próximas Pascuas.
En el Cómico se estrenará muy en breve un sainete en dos
actos, original del Sr. Moyrón y del maestro Giménez, titulado
Los hombres que son hombres.
En Apolo habrá dos estrenos el día de Inocentes : una revista titulada Madrid en el siglo XXI, original de los Sres. Gil
Asensio y Moncayo, música de Calleja, y un Tenorio operetesco,
libro de Pablo Parellada, partitura de Barrera.
Antes, dentro de ocho o diez días, se estrenará un sainete de
López Silva y Pellicer, música de Quinito Valverde y Foglietti,
que ya ha obtenido un buen éxito en Buenos Aires.
Con más lentitud, se sigue ensayando una humorada de los
Sres. l.epina, Plañiol y Calleja, titulada El nuevo testamento.
Este testamento es el del Pollo Tejada que, arrepentido de
todos sus donjuanismos y derroches, se atiene en los últimos
momentos a la más severa virtud y da motivo a sus herederos
para andar a la greña durante seis cuadros, disputándose los
restos de su fortuna.
En el Gran Teatro se prepara una opereta en dos actos de
Fiacro Iráyzoz y Prudencio Muñoz.
En Cervantes se estrenará del ao al zi un juguete en dos actos, titulado Con trampa y' cartón, original de Muñoz Seca y
Pérez Fernández.
La novedad de la obra consiste en que parte de ella se desarrolla en una película cinematográfica.
En plenas Pascuas se celebrará el estreno de la traducción
de la pieza cómica en tres actos, del actor parisiense Sacha
Guitry, Jean III, con el título de La vocación de Pepito. ~ ~
El orador.
Evocación de su figura política.
Asesinato',de Canalejas.
El tratado francoespañoí.
estadista.
El gobernante.
El demócrata.
Necesidad
La disyuntiva deí negociador.
Amputaciones sufridas.
—
—
—
—
—
la crónica anterior, dos sucesos capitales han
acaecido en la vida española : uno dolorosamente
siniestro, el asesinato del Sr. Canalejas ; otro que
encierra un enigma cuyo significado eÍ porvenir
desentrañará : la firma del tratado hispano-francés
sobre el reparto de Marruecos. Ambos sucesos
son de incalculables consecuencias
para la política española.
La figura de
aquel hombre insigne que se llamó D. José
Canalejas, víctima de la demencia criminal de quienes dan el
nombre de doctrina a lo
que es remoción de malvadas pasiones, no
evocarse sin una
puede
irreprimible emoción, confusa
mezcla ae sentimientos de
amargura por su infortunio, de admiración a sus dotes
esclarecidas, de cólera contra la mano
asesina que lo derribó, de duelo
por la gran pérdida para la
patria que hizo de la muerte de aquel patricio una desventura
nacional. Aun parecen escucharse los
ecos de I
apaa
p 1 b ra herm
aquel tribuno, que supo aliar siempre en los desenvolvimientos de su actividad política
y parlamentaria los ímpetus
del orador con las reservas del
estadista, las fervorosas expansiones del «sembrador de ideas», como a si
se
Esos
propio
llamó,
as prudencias
con
y meditadas austeridades del gobernante ;
sembrador de ideas fué, ante todo, ideas
que había de fertilizar
más tarde con su propia sangre.
394
© Biblioteca Nacional de España
—
—
—
El
—
pensador.
La
de
zona
una
de
—
r
El
pog.
concordia.
Pocas veces han brillado las glorias de la tribuna parlamentaria española como en los momentos en que la avaloraba y
enaltecía el hombre cuya trágica muerte deploramos. Fluían
de sus labios las palabras con la precisión y abundancia irrestañable de aquel para quien no hay reservas y secretos en todo
el vasto campo del idioma castellano. Su palabra era rica,
exacta, elegante, flexible, propicia para comunicar todas las
inflexiones de la pasión, para recoger todas las grandezas y eslendores del pensamiento. Su verbo prodigioso recorría todas
as variedades, todas las manifestaciones en que puede brillar
un orador extraordinario.
Imanas veces, con aquel tono confidencial en que, sustrayéndolas al encono de la contienda apasionada, exponia hermosas
verdades o explicaba elevadas teorías, retenía cautiva la atención del auditorio que seguía anhelante, paso a paso, el desarrollo de nuevas ideas moldeadas con elegancia exquisita, con
los acentos seductores de una meditación íntima, expresada en
alta voz, o de un coloquio fratei'nal mantenido, para regalo del
ánimo, con sus fascinados oyentes.
Otras veces, iluminaban el debate con llamaradas de pasión
los grandes arrebatos de su convencimiento, los be11os apóstrofes, las invectivas en que se revelaba el luchador, expresión no
retórica sino real y sincera de una voluntad indomable, tal
terio nlás restrictivo, con respeto menos escrupuloso a la
práctico de aquellos derechos ciudadanos.
Pero fa democracia que alentaba en su corazón, el sentido
liberal que inspiraba todas las expresiones de su entendimiento
no se limitaba a este
respeto formalista del precepto legal o del
ejercicio de las libertades públicas. Tenía un contenido más
substancial, alma de su alma, pasión de toda su vida ; la restauración de la justicia económica; la elevación del proletariado, el suavizamiento dc las crueldades impías de la lucha
por la existencia, el amparo de los débiles, la ayuda por la eficacia del poder público y por el concurso de los preceptos
legales, a todos los vencidos, a todos los desheredados, para
que compartiesen los beneficios de la civilización.
A esta noble aspiración redentora sacrificó sus días; al servicio de ella puso su cultura, su talento, su actividad
infatigable, los entusiasmos juveniles, las reflexiones de la madurez,
su autoridad de hombre
público, su influencia en la política.
¡Quién había de decir que hombre a quien tantos desvelos
causaran las miserias
y dolores del proletariado había de ser
arrebatado a la vida por la mano de un anarquista! ¡Trágico
destino! debió recoger gratitudes, sentir en torno suyo aquel
amoroso afecto de
quienes en él habían encontrado su más
ferviente defensor y recogió enconos y cayó al fin como víctima de una
ingrata demencia criminal.
El amor al proletariado, que constituía para él la esencia de
la democracia, sentimiento e idea al mismo tiempo en Canalejas dirigia toda su obra de reformador, aspirando a hacer del
Estado un gran órgano de justicia, a mitigar las asperezas del
vivir con un vaho de misericordia. Director de la vida
pública,
toda su labor se encaminaba, como él propio escribió, a constituir «régimen político en que, sin destruir los sedimentos de
fa historia, sin
reemplazar la tiranía de los menos por la de los
más, la ley, órgano del progreso y agente de la armonía social,
inspirándose en la justicia y en la opinión, facilite la marcha
ascendente de la colectividad hacia un ideal de fraternidad
y
de paz».
En ese derrotero se interpuso el asesino
para arrebatar a los
liberales un jefe, a la política un espíritu extraordinario, a la
patria una gloria, a ia causa de la fraternidad un obrero gi-
la demostró en su obra de Gobierno, voluntad que sabía
a las sinuosidades del camino, esquivar'las resistencias
del adversario, pero que marchaba tenaz y perseverante, siempre orientada en una dirección a cuyo término resplandecía la
luz de un noble y altísimo ideal.
Los grandes discursos en que su genio culmina han señalado época en el desarrollo de nuestra vida parlamentaria. En
ellos se reunían todas las condiciones precisas para herir los
sentimientos con eficacia esclavizadora. «Todo gran orador, ha
dicho Castelar, ha de reunir estas tres condiciones : discutir
con lógica, sistematizar en serie, extender su arenga con las
proporciones y las bellezas con que un gran arquitecto extiende
sus edificios». 'Así fueron los discursos fundamentales de Callalejas, henchidos de un mundo de ideas y má~ aún : porque
la inmensa e inagotable fertilidad de su entendimiento era tal
que cuando discurría sobre algún asunto y lo desentrañaba
hasta agotarlo, dejaba sugestiones flotantes de otras series de
pensamientos, abría ante el auditorio perspectivas interminables de otras doctrinas, de problemas conexos, de la vasta y
amplia trabazón de los fenómenos bullidores del mundo espiritual y del social.
Junto a la firmeza y amplitud de su doctrina y al noble y
elegante lenguaje que la Elocuencia se complació en comunicarle, brillaba otra cualidad que todos hemos podido admirar
y aplaudir con asombro, aun aquellos que, por ser sus adversarios en política, no asentían a las esencias doctrinales que
como
plegarse
proclamaban
:
su
destreza,
su
flexibilidad,
la
agilidad infatiga-
ble de luchador mental que desplegaba en los combates parlamentarios. Sabía siempre introducirse entre la argumentación
de sus contrarios, para dividirla, para arrollarla ; acertaba con
el punto donde debía herir ; sorprendida la parte débil'de una
argumentación por miiy recóndita que aquélla estuviese; y
rápidamente, certeramente, señalaba aquella debilidad pará
sacarla a luz, desenvolverla y hacer que flaquease en su cimiento toda una impugnación o que apareciese la injusticia de
una actitud.
Y es que, justador entusiasta en todas las justas oratorias,
era además, siervo de un prolijo estudio, de una meditación
reflexiva, ávido perennemente de acrecentar el caudal enorme
de su cultura, cultivador esclarecido y ardoroso de todas las
disciplinas mentales, lo cual permitía recorrer todas las escalas
de las ideas y encerrarlas en formas artísticas que hacían pensar
a los hombres superiores y sentir
y extremecerse subyugados a
los que no traspasaban la categoría de los vulgares.
Enamorado de las ideas, desdeñó constantemente en su vida
los fáciles encumbramientos y no se dejó deslumbrar por el
resplandor de las altas posiciones. Mientras deberes ineludibles no le obligaron a otra cosa, fué, antes que nada, el hombre
de estudio y de propaganda. Por eso, en la España contemporánea, la silueta de Canalejas se destaca, principalmente, con
el relieve de excelso orador. Pero sometido al contraste de la
realidad, las generaciones presentes encontraron en él junto al
orador de los grandes arrebatos y de las magnificencias de la
idea y del lenguaje, al estadista de los grandes cálculos y de las
serenidades y previsiones exquisitas.
De unas y otras cualidades necesitó para realizar su obra en
los tres años difíciles, acaso los más difíciles, porque ha pasado
nuestra patria en su período contemporáneo,
que estuvo al
frente del Gobierno. Su labor ha sido muy compleja porque los
tiempos eran muy complicados y la realidad muy confusa. Liberal sincero, demócrata por ideas y por sentimientos, ambicionó una honda y substancial transformación de la vida española. Quiso que su laboi fuera el puente tendido entre la España del pasado y la España del porvenir. Por eso, mientras
para los unos apareció como un revolucionario, aquellos que
sin contar con el tiempo suspiran
por la democracia futura, lo
motejaban de conservador. Y es que Canalejas tenía plena conciencia de su misión en los actuales instantes ; hombre de
gobierno, estadista, no aspiraba a barrer formas sociales con raices
en
la
sino
a
transformarlas
métodos
Historia,
profundas
por
lurídicos, con arreglo a los dictados de aquella suprema luz
que ilumina la conciencia moral que algiinas veces invocó, mal
entendido, por cierto, como suprema ley del gobernante.
Era Canalejas uno de los espíritus más sincera
y convencidamente demócratas de la política española. Fervoroso y apasionado defensor, desde sus años mozos, de la
consignación en
las leyes de todas las libertades
dan al individuo
políticas
que
la plenitud de su
personalidad ciudadana y lo convierten en
copartícipe de la soberanía, como gobernante, respetó escrupulosamente el ejercicio de esos derechos. Muchas veces se le
reprochó avenirse fácilmente a incomodidades y molestias.
hasta a riesgos políticos que hubiera
podido esquivar con cri-
una esperanza insubstituible.
Sus contemporáneos no podremos apreciar en toda su magnitud ni la persona ni la obra de D. José Canalejas. Tan dúctil
era su
complexión, tan rica la diversidad de su espíritu, tan
varia la fertilidad de su naturaleza en que Dios quiso atesorar
excepcionales prendas, que, para juzgarle, necesitaremos las
erspectivas def tiempo, que darán a su figura, incorporada a
a historia, las altas entonaciones
y los trazos que convienen a
la silueta de un hombre insigne, coronado por la tragedia. Un
destino implacable detuvo su carrera cuarido hervían mil proyectos en su cabeza y mil nobles anhelos en su corazón ; trabajador y combatiente infatigable, filósofo en acción, que pensaba febrilmente y esculpía en fórmulas imperecederas lo pensado, hombre de sentimiento propicio a todo afecto, fué su
cerebro motor siempre alimentado por grandes pensamientos,
sus nervios cuerdas siempre vibrantes a todo noble estímulo
y
Su palabra, arma dispuesta
a toda,elevada sugestión.
para la
defensa de toda justicia, su vida. en fin, corriente
vertiginosa
que, pareciendo buscar satisfacción de legítimas ansias, ya de
gloria, ya de poder, con el cual hacer el bien, buscaba realmente el eterno y solemne reposo de la muerte, único remanso
ci ncedido por Dios a la apresurada carrera de su vida.
Sobre el asesino, sobre la secta cuyo letal
influjo guiara la
mano de éste, el crimen arrojó
perdurable oprobio. Ante el
porvenir, la tragedia envolverá el nombre de Canalejas en una
imperecedera glorificación que la patria recoge y que la historia guardará.
gante,
f'
Dieron fin las prolijas negociaciones con Francia
y se firmó
el tratado. La actitud general del
país ha sido de reserva. Muy
varios elementos contribuyen a esta situación de ánimo. El des-
conocimiento de las cuestiones
política africana nos
el recelo de que la
efectúan ; estos y otros factores de desconfianza
para compensar la sensación de alivio y de descanso
con que de otra suerte se hubiera recibido el
término de una
cuestión enojosa
que, mientras se mantuviera en pie, ofrecía el
peligro de graves desavenencias entre Francia y España.
No es posible eximirse de una
amarga impresión de enojo.
Parecía que nuestra situación con Francia estaba
liquidada respecto de Marruecos por el tratado de igoq. En éste se había esse
sg5
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diplomáticas,
imponga grandes sacrificios, la mortificación de las amputaciones de nuestra zona de
influenciaque por
ese tratado se
juntan
la de
Jgoz,
española que reducía
tipulado una zona de influencia
del Sr. León y Castillo. España podía
obra
dipomática
gloriosa
en dicha zona de influencia
ensar con suficiente razón, que
'rancia no habria de entrometerse, ni mucho menos pedir rectificaciones de frontera que cercenaran lo que ella con su firma
había reconocido como privativo del influjo español.
No obstante, cuando llegó la hora de hacer efectivo lo conpara bosignado en aquel convenio, Francia buscó un pretexto
rrar su firma de aquel Tratado, haciendo necesaria la estipulación de uno nuevo. Ese pretexto fué : que para obtener libertad
de acción en Marruecos, Francia se había visto obligada a dar
pecompensaciones territoriales a Alemania, por lo cual debía
dir a España otras compensaciones, equivalentes al beneficio
ue nuestra nación recibiera como consecuencia del convenio
ranco-alemán. La injusticia de la alegación se manifiesta con
sólo decir que de las negociaciones franco-alemanas España estuvo ausente porque no se la invitó a participar en ellas y que
es contraria al derecho de gentes, la doctrina de que los tratados
convenidos por una nación con otra pueden ser modificados por
esto
posteriores conciertos de aquella nación con una tercera. Si
fuése admisible, estaría franca la puerta para burlar todo compromiso, contraído por una nacion y garantido con los prestigios de su firma.
Pero así nos íué planteado el caso por Francia. Y no cabía
más que una alternativa, cada vez que sus pretensiones extremadas aparecían en el curso de la negociación : o aceptarlas,
las
puesto que no éramos los más fuertes, o dejar pendientes
a convenir, ya que sobre bases de jusnegociaciones, negándose
ticia era imposible el acuerdo. Los riesgos que esta segunda actitud entrañaba, no necesitan ser encarecidos. Dejar subsistente
la discordia con Francia, con las kábilas del Rif propensas a la
luéha y gran parte de la opinión española hostil a la acción
y de concuyo término estuviera la imposibilidad práctica de hacer efectivo derecho alguno
de España sobre parte del territorio marroquí. Racionalmente
discutir con empeño, utilizar
no habia, pues, otra solución que
intereses la
el apoyo de Inglaterra en aquella parte en que sus
firmar
el
tratado.
derechos
nuestros
y
inducían a sostener
En tgo4 se habían concedido a España dos zonas de influenLa pricia : una en el Norte y otra en el Sur de Marruecos.
Norte de Marruecos, Anghera, el Rif,
mera comprendía todo el
la orilla
la mayor parte del Gharb y todos los territorios entre
al Este, y la orilla derecha del Lucus al
de
Muluya
izquierda
esta zona
Oeste. Por el Sur, abarcaba el rico valle del Uarga. En
cedemos a Francia más de ~6,ooo kilometros cuadrados.
Sur de
La segunda comprendía una extensísima región al
al Este por el
Marruecos; limitaba al Norte por el río Mesa,
meridiano once y al Sur por el río Drae. Esta zona la hemos
un hinferentero, salvo el emplazamiento de Ifni y
africana, era mantener viva una fuente de
trariedades y acaso emprender un camino
perdido
por
land de diez kilómetros.
No puede hacerse cargos al negociador. Las circunstancias
más fruto. La aspiración'de Francia
no han conseguido obtener
límites.
Y, no obstante, por iníerés pa
últimos
ha ido hasta sus
nosotros esforzarnos en borrar del ánimo
debemos
patriótico,
todo impulso rencoroso
español todo íntimo resentimiento,
la discordia de afectos puede prove
de
Francia
;
contra
porque
la condición ineucusable de nuestra
nir la diversidad de miras y
sometida a nuestra in fluenobra en la zona marroquí que queda
con Francia.
Unidas ambas
de
propósito
cia, es la solidaridad
fácilmente.
naciones, prestándose mutuo concurso, prevalecerán
más costosa en sangre y en dinero y
será
labor
su
Desavenidas,
toda perturbación en las extensas cose ofrecerán facilidades,a
civilizar.
se
marcas
que
pretende
Baldomero
cVadrid, p diciembre.
ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO
Vida admirable de Francisco J. Tabar, coadjutor
de la Compañía de Jesús, Misionero en Argelia,
por ei R, P. Luis Charles, traducción dví R P. Ram6n Vendrell, ambos de la misma Compañía, Misiorleros en Africa. Edición ilustrada con i6 láminas tiradas aparte.
Barceiona, Herederos de Juan
—
Gili, Editores,
i g i z.
La colonizacion de Africa ofrece en nuestros
dias uno de los más vivos y signifiücativos contrastes. Por un lado, la ambici6n política y el egoismo
mercantil; por otro, el admirable espíritu de sacrificio, la sublime abnegaci6n del misionero cat6lico. Ejemplo elocuentísimo de esto úhimo es la
vida admirable del Hermano Francisco Javier de
Tabar, de la Compañía de Jesús. Este animoso navarro consagr6 en nuestros días su
larga y labüriosísima existencia a la enseñanza del catecismo en
la colonia francesa de Argelia,
que debe toda su
rosperidad a los emigrantes
g
españoles Es sencilamente asombrosa la vida de este benemérito
hijo de su insigne paisano San Ignacio de Lo ola.
Nacido en Cirauqui el S i de octubre de i g i, ingres6 en la Compañía a primeros de ociubre de
i
844, y a fines de octubre de i 84g se embarcaba
para Argelia en donde permaneci6 hasta el
g de
octubre de igoz, en que pas6a mejor vida,sucumbiendo «en el campo de batalla con las armas
arm
en
la mano ~, como dice su bi6graío. Ni un solo
4la
descans6 en ese largo período de más de 5o años
Argel, Mouzaia les Mines, Medeah, Orán, Saintaur, Fleurus, Lamtar, Saint-Denis-du-Sig, Sidi-
bel-Abbes, Máscara, Ain-el Adjar, M'-Sila, Blidah,
Mustaphá y el Oíivage», son testigos de su encen~
dido celo por la salvaci6n de las almas, de
su
in-
comparabie actividiid, de su maravilloso ingenio
para vencer las mú tiples dificultades que se o onian
nom(re
obra de civilizaci6n cristiana. Su
en la colonia
española de Argel, y
ha
leerse con sumo gusto entre nuesiros hermanos de Africa
y por cuantos se interesan
por el progreso de la verdad cristiana. Forma el
tomo parte de la Colecci6n «Los
o
voldmen i z constituye.
a su
poíiuiarísimo
su viaa
de
es
Santos»,mcu
Se ha repartido, con la puntualidad de costumbie, el número de Hojas Selectas. del mes de diciefnbre, que constituye, como siempre, un verdadei p raa zagine bajo el punto de vista literario, y,
en el artístico, un hermoso álbum en que colabo-
ran
nuestros
mejores artistas.
del
—
aquí
lo mis
i
de oso». Cuento alemán,
«El hombre de la piel
Mesties.— «Amor inmorcon dibujos de Apeles
con dibujos de F.
<al', por Alfonso pérez Nieva,
~ C~~d~d~~
espanolas: Cáceres
rta.
~
Paraguas y
J. Sánchez Rojas, con 6 grabados.
con i r grabados,
~, por F. M. Feldhaus,
quitasoles
Alfredo
Opisso, con un en
c José Verdi»,
por
«Los amores lde rutrato y dibujos de J. Pey.
Bruna (concíusi6n),
mosquito» por José Carlos
« l.a
guerra en los
con dibujos de J. Cabrinety.
«Entierro y íuBalkanes», con gi grabados.
nerales del emperador Mutsu-Hito, con iy grabados Publica además ias acostumbradas secciones
con un sude actualidades, modas y pasatiempos,
—
—
—
—
—
—
artístico impreso a tres colores, poesía
de M. Feliu
de Narciso Díaz de Escovar y dibujo
de R.Opisso.
d' Lemus, y una nota política
plemento
de la Coriirañia de
Vida del Padre Pablo Ginhac
al
el Padre Arturo Calvet, traducida
ei Padre
castellano de la 4." edici6n francesa, por
la misma ComGarcía Estébanez, ambos de
MiguelUn
5oo páginas,
en 4.' de más de
volumen
panía.
varios grabados, 6 peen riquisiino papel cromo y
encuadernado.—
setas en rústica¡y 8 lujosamente
Editores, I ll l z.
Barcelona, Hereaeros de Juan Gili,
de la Iglesia
Una de las notas más consoladoras
la
Cat6lica consiste en su asombrosa aptitud para
santidad. La Iglesia es admirable en sus Santos y
Sanadmirablemente grande en el número de sus
Los espiritus mezquinos de nuestros días, los
ni
q«no reconocen otra realidad que la materia,
más aliciente que su eítoísmo, no se cansan de
a«msr que ha terminado ya esa gloriosa dinastía
más preciado
de Santos,
que constituye el
de la diadema
de la Iglesia. Pero lo cierto
imperial
nuevo Santo
s que
apenas pasa día sin que un
ve"ga a darles el más solemne mentís. Y ora una
«ma Galgani, ora un cura de Ars, ya una Teresa
el»ño Jesús, ya un Juan Bautista Lassalle, sin
en el
«niar los miles
y miles aue viven ignorados
".do del claustro, en ef apartado rinc6n de las
mi»unes o en el santuario del hogar doméstico,
muestran con elocuencia abrumadoraque la virtud
í»antidad no s6lo no se ha extinguido, sino
que quizás se revela más potente y fecunda que
Jesús, por
florg6n
gg6
© Biblioteca Nacional de España
He
sumario:
Infancia y juventud de
~ El nido del águila.
Lean Mestrati, con i 4 grapole6n el Grande», por
Carlos Mendoza,
bados.— cLos Zubiaurre~, por
El sueño de un poeta», por
con 6 grabados.
de V. Carreres.
Enrique Yuste Arias,con dibujos
importante
agitaciones
a
Argente
El venerado P. Pablo Ginhac brilla en
días comoaurors espíendente en el puro
firmamento de la Iglesia. Nacido en igz4, muerto
en i Sg5, es de nuestros dias, es nuestro, completamente nuestro. Su vida, escrita por uno de sus
hermanos en reiigi6n, puede calificarse de vida espléndida, según expresi6n del Sr. Obispo de Rodez. De ella ha dicho v, L' ami du Clergé : sEs una
vida admirable de un jesuíta, del religioso más
eríecto de que tal vez pueda vanagloriarse la
ompanía de Jesús en el siglo xix. No conocemos
cosa más doctrinal, ni más profundamente espiritual, ni de mayor atracti vo como nonografía de una
santidad». La fama de
persona muerta en olorde
de su insus virtudes, confirmada por la eficacia
tercesi6n, llena ya el mundo, y no hemos de tardar mucho en ver sancionado por la Iglesia este
nunca.
nuestros
~
nuevo
modelo de tan
tidad.
t.iiis María
profunda
Grignón
como
sencilla
san-
de Montforh por H. Boutin,
H. Villaescusa.
Pbro., traduccion del Dr. Modesto
Un volumen en 8.' de zp6 páginas, z pesetasen
rústica y S en tela.-Herederos de Juan Gili, Editores, Barcelona i q i z.
Grign6n de Monfort es una revelaci6n para las
almas piadosas españolas. Ni en España ni en América se tenia noticia del ardiente propagador de la
devoci6n del Rosario. Sus hijos, los simpáticos
hermanos de San Grabiel, van popularizando su
nombre en nuestra tierra, y a medida que se conocen sus grandes virtudes, se
despierta y se propaga
más y más ladevoci6n del gran misionero del siglo xviii, del siglo de la frivolidad, de la indiíerencia, del materialismo. l':s sumamente curiosa, instruciiva y consoladora la lectura de estas páginas,
en las que se ve luchar al animoso siervo de Dios
contra todos los
poderes de la tierra, contra el
jansenismo, el galicanismo. la enciclopedia, contra
el siglo que se personific6 en Voltaire y que habla
determinar en la sangrienta revolución de iyg3.
l Qué triunfos tan admirables los suyos, cuando,
aleniado por el amor de Dios y de las almas, y sostenido por la fe del
pueblo levantaba verdaderas
tempestades de entusiasmo en las muchedumbres,
a
los
y aplastaba
enemigns con el peso incontrastade su humildad! Es este un libro
precioso, en el
cual se manifiestan por modo sorprendente los ad.
mirables caminos de la Divina Providencia, que se
vale de los peqnenos para vencer a los soberbios
Constituye el volumen Xí d» la «Coíecci6n de los
Santos que con tanto acierto publican en Barcelona los Herederos de Juan Gili.
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