[8] CAPÍTULO 1. LA IZQUIERDA, APROXIMACIÓN COCEPTUAL En el transcurso de los dos últimos siglos en materia política ha sido usual aludir o emplear los términos izquierda y derecha cuando se trata de señalar las posturas, el comportamiento o los discursos de algunos sectores, grupos, individuos o colectivos respecto a la forma como está organizada la sociedad y las relaciones sociales entre los sujetos. Aunque esencialmente polisémicos, los términos contienen connotaciones particulares que les caracterizan y permiten señalarles atributos. Izquierda y derecha, como categorías del lenguaje político tradicional desprendidas de los debates de la Revolución Francesa, representan dos maneras de catalogar los comportamientos y prácticas políticas por el énfasis que ellas manifiestan. Para distinguir una y de otra y hallar una definición de ambos términos, de por sí mutuamente excluyentes, se partirá de los planteamientos básicos que al respecto presentó el autor italiano Norberto Bobbio [1909 – 2004] en su texto Derecha e izquierda, razones y significados de una distinción política1. Norberto Bobbio considera que el punto nodal en la comprensión de la separación entre las corrientes de derecha y las de izquierda está dado por la postura que ambas mantienen de forma amplia respecto al tema de la igualdad. En aquellas doctrinas, ideologías y teorías que desde el siglo XIX han agrupado a la izquierda, plantear una iniciativa política que intente disminuir las desigualdades sociales entre los hombres y los factores que las producen, han figurado como los objetivos de primer orden. Tanto la conducta moral como los diversos discursos de la izquierda en distintos momentos dan cuenta de ello. A su vez, aquellas otras doctrinas o corrientes donde se agrupa a la derecha, perciben las desigualdades sociales como elemento constitutivo de la sociedad y no buscan, al fin y al cabo, una eliminación de las mismas por alguna vía en particular. Izquierda igualitaria ligada a la emancipación [de género, de privilegios de clase] y derecha desigualitaria con apego a la tradición, 1 Bobbio, Norberto. Derecha e izquierda, razones y significados de una distinción política. España, Gráfica Internacional, 1997. [9] hacen parte inicialmente de una clara distinción entre las dos posturas políticas que permiten en un marco amplio inscribir los distintos movimientos, acciones y teorías políticas modernas. La izquierda es concebida en esta perspectiva como el motor de los cambios sociales, una tendencia a modificar los órdenes en los cuales mantener las desigualdades sociales es una permanente histórica, y la derecha, bajo esta misma perspectiva, asume un tinte de inmovilidad y elemento justificador de las desigualdades. Sin embargo, es preciso matizar el término igualdad para definir más apropiadamente la separación entre la izquierda y la derecha. Igualdad, entendida para la izquierda, no se remite al simple hecho de agrupar a todas las personas en una misma categoría donde todos son iguales en todo, homogéneos, pues no deja de ser una idea utópica. Las personas son iguales en condiciones: iguales frente a la muerte, pero desiguales son las maneras de morir; iguales en cuanto todas las personas se comunican, pero desiguales toda vez que usan distintos lenguajes. Son iguales en cuanto desiguales, pero a todos les corresponde un mismo principio de igualdad para ser juzgados y atribuirles derechos2. En este sentido, para la izquierda desplegar en todo momento una política igualitaria se ha caracterizado por la tendencia a remover los obstáculos que convierte a las personas en desiguales socialmente, pues existen desigualdades naturales [nacer en una familia o país determinado, por ejemplo] no objeto de la izquierda. La tendencia en disminuir las desigualdades buscando con ello hacer más iguales a los desiguales es el principio rector del accionar político de la izquierda. Y remover los obstáculos en ciertas doctrinas e ideologías de la izquierda, específicamente el socialismo real, ha llevado a los esfuerzos por eliminar el principal impedimento para la igualdad: la propiedad. La igualdad, desde su polisemia, es un concepto relativo que señala la forma en que se lleva a cabo la distribución de los bienes y gravámenes en una sociedad3. 2 Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 16 (cita específica del Prólogo a al edición española de Joaquín Estefanía.) La igualdad es relativa al menos en tres variables: los sujetos sobre quienes se va a repartir los bienes o gravámenes, los bienes o gravámenes a repartir y el criterio con el cual se va a repartir. En otras palabras, la igualdad sí, pero ¿entre quiénes? Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 139 3 [10] Distintos tipos de repartición son posibles, pero la mayor cantidad de sujetos interesados, la mayor o menor cantidad y valor de los bines a distribuir son las condiciones por las cuales es posible distinguir los regímenes igualitarios de otros desigualitarios. Además, no se debe confundir los regímenes igualitarios con los igualistas. Los movimientos igualitarios buscan disminuir las desigualdades sociales y convertir en menos penosas las desigualdades naturales. Por su parte los igualistas entienden la igualdad como “igualdad de todos en todos” sin distinguir divergencias4. Y al decir que la izquierda es igualitaria es afirmar que está propensa a la eliminación de las desigualdades, aunque no sean todas [más sujetos iguales que desiguales]. Y mencionar que la derecha no pretende conservar todas las desigualdades es decir que es más desigualitaria que la izquierda [más sujetos desiguales que iguales]. Tanto la izquierda como la derecha, que no son las mismas en todo tiempo y lugar, indican programas contrapuestos respecto a muchos problemas cuya solución hace parte habitual de la acción política donde hay diferentes valores e intereses de la dirección que habría que darle a la sociedad. Como representantes de la derecha se puede señalar el tradicionalismo, el conservadurismo y el fascimo, y como pertenecientes a la izquierda están el anarco – liberalismo, el socialismo científico y el liberalismo de izquierda dependiendo el contexto. Sin embargo, desde la época donde nació la distinción hasta comienzos del siglo XXI ella ha servido para agrupar multitud de corrientes particulares que actualmente hacen aún más compleja la simple clasificación izquierda – derecha. En los siglos subsiguientes a la Revolución de 1789 las categorías izquierda – derecha han sido más especificadas. La izquierda no es ya tomada como un todo homogéneo, y presenta una polaridad. Es posible entonces hablar de “una extrema izquierda” asociada a movimientos de pensamiento y acciones políticas donde la eliminación de las desigualdades sociales se lleva a cabo por unas vías más radicales y autoritarias [el jacobinismo entra en este grupo]. También es posible mencionar un “centro – izquierda” que denota movimientos y 4 Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 139 [11] doctrinas más liberales y a la vez igualitarios [tanto el socialismo liberal como la socialdemocracia figuran en esta categoría]. Asimismo, la derecha también contiene unas líneas más específicas. Se distingue la existencia de un “centro derecha” que agrupa partidos conservadores afines al método democrático, pero que únicamente reconocen la igualdad frente a la ley al ser ella imparcial. En esta categoría están los movimientos y doctrinas liberales desigualitarios. Finalmente, la “extrema derecha” señala los movimientos y doctrinas antiliberales y a la vez antiigualitarios [el fascimo y nazismo son claros ejemplos]. La “extrema derecha” comparte con la “extrema izquierda” el elemento autoritario y eliminación de las libertades democráticas, una en nombre de la revolución y la otra como respuesta antirrevolucionaria. Aunque para Norberto Bobbio es preciso partir de las posturas en torno a la igualdad para hallar las diferencias entre izquierda y derecha, también descarta otros niveles de separación entre una y otra5. Bajo otro punto de vista como la posición frente a la libertad y la autoridad en una y otra categoría, no es posible hallar una separación tajante. Es aquí donde es útil volver sobre los matices antes anotados sobre la izquierda [“extrema” y de “centro”] y la derecha [de “centro” y “extrema”]. La libertad es discutible en un régimen de “extrema derecha” como en uno de “extrema izquierda”, pues ambos son de un marcado autoritarismo que limita las expresiones sociales. En este caso es posible que tanto unas como otras expresiones extremistas compartan desde lo teórico los mismos autores [Geogres Sorel, Carl Schmitt, incluso Antonio Gransci]. Situación similar se presenta frente a la izquierda vista exclusivamente desde su carácter emancipador y la derecha desde su carácter tradicional anotada al principio. Preferible es problematizar los términos y 5 Estos niveles se encuentran en relación con los presentados por el italiano M. Rivelli en Destra e sinistra, l’identità introvabile. (edición provisional, Turín). Rivelli propone aspectos de separación con respecto al tiempo (progreso – conservadores), al espacio (igualdad – desigualdad), sujetos (autodirección – heterodirección), a la función (clases inferiores – clases superiores) y al modelo de conocimiento (racionalista – irracionalista). Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 122. [12] complementar emancipación con innovación y tradición con conservación para hablar de las relaciones tradición – innovación y conservación - emancipación6. Igualmente Bobbio presenta una importante reflexión sobre el devenir de la izquierda y la derecha a finales del siglo XX tras producirse el fin de un tipo de izquierda delimitada como lo era la soviética. En cuanto a categorías reiteradas en dos siglos de historia, derecha – izquierda han ido perdiendo contemporáneamente su valor en parte con la llamada crisis de las ideologías, siendo recientemente reemplazadas por otras categorías ante su anacronismo y el hecho de haberse transformado “en viejos términos”7. En las grandes sociedades democráticas, siguiendo los planteamientos de este autor, no es posible hallar a las dos posturas claramente contrapuestas. Este tipo de sociedades toleran muchos grupos de opinión y de intereses en competencia [a veces se contraponen, entrelazan, sobreponen] y es difícil indicar en cuáles de las posibles convergencias o divergencias de esos grupos e intereses, ante su heterogeneidad, se ubica la izquierda o la derecha. Asimismo, no es extraño observar en ocasiones como sectores políticos, antaño considerados de izquierda o derecha, en sus recientes discursos tengan posiciones muy similares, dicen en términos generales las mismas cosas, formulan lo mismo para los electores. En otras ocasiones incluso tanto la derecha como la izquierda quedan al margen y son las posiciones intermedias las que hacen la política [todo mediado por los contextos]. En coyunturas es posible hallar una tercera vía que ya no está en el centro de la izquierda o de la derecha que se plantea no como una forma de compromiso entre las dos partes extremas, sino como la superación de uno y otro grupo que busca conciliar dos sistemas de ideas. Esto se constata toda vez que en política aparecen temas que no tienen una suscripción puntual desde la izquierda o la derecha, como lo son los temas del medio ambiente y la bioética. Tener en cuenta lo anterior permite una mejor aproximación a los sistemas políticos actuales. 6 7 Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 120. Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 52 [13] Sin embargo, puestas en contextos históricos, las distinciones entre derecha e izquierda, usualmente empleadas en sistemas políticos parlamentarios y de partidos, representan lenguajes políticos concretos. Generalmente los partidos que han llevado adelante programas e ideas de renovación, de izquierda en cuanto buscan disminuir las desigualdades, han estado relacionados con un determinado tipo de liberalismo y con el socialismo. Los liberales, apoyados en la democracia, han conducido la lucha de la burguesía contra la aristocracia y han conquistado derechos civiles, la libertad de pensamiento, de palabra y voto. Por su parte el socialismo, en sus varios componentes (socialdemocracia, laborismo, social reformista, maximalista, comunismo e izquierda extraparlamentaria) ha buscado por otras vías disminuir las desigualdades. Las vías pasan de moderadas cuando los medios se amparan en un reformismo dentro del sistema para disminuir desigualdades a un proceso revolucionario cuando el interés es un cambio radical de la sociedad y el sistema político. El otro extremo, el de la derecha, es visible en toda organización política, económica y social. Ella ha estado relacionada con el conservatismo y la constituyen quienes están satisfechos con el presente y el mantenimiento del orden actual, toda vez que tienen una posición privilegiada, o aquellos que buscan restablecer el orden anterior. En el pasado representó a la aristocracia por contraposición a la burguesía capitalista. Posteriormente en Europa, tras producirse el avance de las corrientes radicales y democráticas que representaban a la clase media y el movimiento socialista obrero, la derecha fue asumida por los partidos liberales. Más recientemente, y luego de la crisis producto de la I Guerra Mundial, la derecha fue abanderada por el movimiento fascita en cuanto extremo defensor de los intereses de la clase dominante. La ambigüedad que ha tomado la izquierda como la derecha desde el uso del lenguaje político cotidiano las ha hecho conceptos que generan interpretaciones imprecisas. En el presente el universo político recurre a otros tipos de binomios opuestos para ser representarlas, algunos con mayores recursos descriptivos. Tal es el caso de conceptos como “progresistas” y “conservadores” que disminuyen su falta de contenido determinado, específico y constante en el tiempo. Sin embargo, para el [14] periodo escogido en la presente investigación [1970 – 1990] y el espacio geográfico [Colombia] no sucedía igual. Tanto la izquierda como la derecha son categorías de una amplia significación para distintos sectores de la sociedad. El contexto histórico del periodo coincide plenamente con el debate de las ideologías [capitalismo – comunismo] que representa en términos generales la derecha y la izquierda respectivamente en medio de la polarización del escenario político. Aunque la identificación de las relaciones, debates y conflictos entre la izquierda y la derecha en el escenario colombiano de las décadas de 1970 y 1980 es completamente pertinente, también lo es identificar el tipo de izquierda en particular desarrolla durante ese periodo histórico. Sintéticamente se trata de una izquierda, según Fabio López de la Roche, que toma posición a favor de alguno de estos aspectos: apertura frente a ideas del socialismo, una adhesión al marxismo – leninismo o por lo menos al marxismo, una reivindicación de la colectivización de los medios de producción, una actitud anticapitalista, antiimperialista y antinorteamericana de liberación nacional; defensa de los intereses de los sectores populares y una actitud revolucionaria o por lo menos de adhesión a las ideas de avanzada8. La izquierda, además, presenta distintas versiones. De una parte, se ubica la izquierda radical inscrita en el proceso revolucionario armado [los diferentes grupos de guerrillas] y de otro lado está la “izquierda del centro”, más amplia, con otras propuestas, pero sin el abandono de la institucionalidad. Aunque debe reconocerse que es una izquierda que en los años 90 se ubica en la crisis señalada por Bobbio en el plano internacional, situación descrita por distintos analistas colombianos9. 8 López de la Rocha, Fabio. “La sociedad colombiana de los años 60 y 70: contexto formativo de las izquierdas”. Izquierda y cultura política: una posición alternada. Bogotá, Cinep, 1994. Pág. 54. 9 Por enunciar simplemente están las investigaciones de Fabio de La Roche y Medófilo Median: López de la Rocha, Fabio. “Crisis y renovación de la izquierda radical”. En: Revista Foro, No. 15, Bogotá, Septiembre de 1991, pág.53 – 34. y Medina, Medófilo. “La crisis de la izquierda en Colombia”. En: Revista Foro, No. 15, Bogotá, Septiembre de 1991, pág. 45 – 52.