capítulo 1. la izquierda, aproximación coceptual

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CAPÍTULO 1.
LA IZQUIERDA, APROXIMACIÓN COCEPTUAL
En el transcurso de los dos últimos siglos en materia política ha sido usual aludir o
emplear los términos izquierda y derecha cuando se trata de señalar las posturas, el
comportamiento o los discursos de algunos sectores, grupos, individuos o colectivos
respecto a la forma como está organizada la sociedad y las relaciones sociales entre
los
sujetos.
Aunque
esencialmente
polisémicos,
los
términos
contienen
connotaciones particulares que les caracterizan y permiten señalarles atributos.
Izquierda y derecha, como categorías del lenguaje político tradicional desprendidas
de los debates de la Revolución Francesa, representan dos maneras de catalogar los
comportamientos y prácticas políticas por el énfasis que ellas manifiestan. Para
distinguir una y de otra y hallar una definición de ambos términos, de por sí
mutuamente excluyentes, se partirá de los planteamientos básicos que al respecto
presentó el autor italiano Norberto Bobbio [1909 – 2004] en su texto Derecha e
izquierda, razones y significados de una distinción política1.
Norberto Bobbio considera que el punto nodal en la comprensión de la separación
entre las corrientes de derecha y las de izquierda está dado por la postura que
ambas mantienen de forma amplia respecto al tema de la igualdad. En aquellas
doctrinas, ideologías y teorías que desde el siglo XIX han agrupado a la izquierda,
plantear una iniciativa política que intente disminuir las desigualdades sociales entre
los hombres y los factores que las producen, han figurado como los objetivos de
primer orden. Tanto la conducta moral como los diversos discursos de la izquierda en
distintos momentos dan cuenta de ello. A su vez, aquellas otras doctrinas o
corrientes donde se agrupa a la derecha, perciben las desigualdades sociales como
elemento constitutivo de la sociedad y no buscan, al fin y al cabo, una eliminación de
las mismas por alguna vía en particular. Izquierda igualitaria ligada a la emancipación
[de género, de privilegios de clase] y derecha desigualitaria con apego a la tradición,
1
Bobbio, Norberto. Derecha e izquierda, razones y significados de una distinción política. España, Gráfica
Internacional, 1997.
[9]
hacen parte inicialmente de una clara distinción entre las dos posturas políticas que
permiten en un marco amplio inscribir los distintos movimientos, acciones y teorías
políticas modernas. La izquierda es concebida en esta perspectiva como el motor de
los cambios sociales, una tendencia a modificar los órdenes en los cuales mantener
las desigualdades sociales es una permanente histórica, y la derecha, bajo esta
misma perspectiva, asume un tinte de inmovilidad y elemento justificador de las
desigualdades. Sin embargo, es preciso matizar el término igualdad para definir más
apropiadamente la separación entre la izquierda y la derecha.
Igualdad, entendida para la izquierda, no se remite al simple hecho de agrupar a
todas las personas en una misma categoría donde todos son iguales en todo,
homogéneos, pues no deja de ser una idea utópica. Las personas son iguales en
condiciones: iguales frente a la muerte, pero desiguales son las maneras de morir;
iguales en cuanto todas las personas se comunican, pero desiguales toda vez que
usan distintos lenguajes. Son iguales en cuanto desiguales, pero a todos les
corresponde un mismo principio de igualdad para ser juzgados y atribuirles
derechos2. En este sentido, para la izquierda desplegar en todo momento una
política igualitaria se ha caracterizado por la tendencia a remover los obstáculos que
convierte a las personas en desiguales socialmente, pues existen desigualdades
naturales [nacer en una familia o país determinado, por ejemplo] no objeto de la
izquierda. La tendencia en disminuir las desigualdades buscando con ello hacer más
iguales a los desiguales es el principio rector del accionar político de la izquierda. Y
remover los obstáculos en ciertas doctrinas e ideologías de la izquierda,
específicamente el socialismo real, ha llevado a los esfuerzos por eliminar el principal
impedimento para la igualdad: la propiedad.
La igualdad, desde su polisemia, es un concepto relativo que señala la forma en que
se lleva a cabo la distribución de los bienes y gravámenes en una sociedad3.
2
Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 16 (cita específica del Prólogo a al edición española de Joaquín Estefanía.)
La igualdad es relativa al menos en tres variables: los sujetos sobre quienes se va a repartir los bienes o
gravámenes, los bienes o gravámenes a repartir y el criterio con el cual se va a repartir. En otras palabras, la
igualdad sí, pero ¿entre quiénes? Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 139
3
[10]
Distintos tipos de repartición son posibles, pero la mayor cantidad de sujetos
interesados, la mayor o menor cantidad y valor de los bines a distribuir son las
condiciones por las cuales es posible distinguir los regímenes igualitarios de otros
desigualitarios. Además, no se debe confundir los regímenes igualitarios con los
igualistas. Los movimientos igualitarios buscan disminuir las desigualdades sociales
y convertir en menos penosas las desigualdades naturales. Por su parte los
igualistas entienden la igualdad como “igualdad de todos en todos” sin distinguir
divergencias4. Y al decir que la izquierda es igualitaria es afirmar que está propensa
a la eliminación de las desigualdades, aunque no sean todas [más sujetos iguales
que desiguales]. Y mencionar que la derecha no pretende conservar todas las
desigualdades es decir que es más desigualitaria que la izquierda [más sujetos
desiguales que iguales].
Tanto la izquierda como la derecha, que no son las mismas en todo tiempo y lugar,
indican programas contrapuestos respecto a muchos problemas cuya solución hace
parte habitual de la acción política donde hay diferentes valores e intereses de la
dirección que habría que darle a la sociedad. Como representantes de la derecha se
puede señalar el tradicionalismo, el conservadurismo y el fascimo, y como
pertenecientes a la izquierda están el anarco – liberalismo, el socialismo científico y
el liberalismo de izquierda dependiendo el contexto. Sin embargo, desde la época
donde nació la distinción hasta comienzos del siglo XXI ella ha servido para agrupar
multitud de corrientes particulares que actualmente hacen aún más compleja la
simple clasificación izquierda – derecha. En los siglos subsiguientes a la Revolución
de 1789 las categorías izquierda – derecha han sido más especificadas. La izquierda
no es ya tomada como un todo homogéneo, y presenta una polaridad. Es posible
entonces hablar de “una extrema izquierda” asociada a movimientos de pensamiento
y acciones políticas donde la eliminación de las desigualdades sociales se lleva a
cabo por unas vías más radicales y autoritarias [el jacobinismo entra en este grupo].
También es posible mencionar un “centro – izquierda” que denota movimientos y
4
Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 139
[11]
doctrinas más liberales y a la vez igualitarios [tanto el socialismo liberal como la
socialdemocracia figuran en esta categoría].
Asimismo, la derecha también contiene unas líneas más específicas. Se distingue la
existencia de un “centro derecha” que agrupa partidos conservadores afines al
método democrático, pero que únicamente reconocen la igualdad frente a la ley al
ser ella imparcial. En esta categoría están los movimientos y doctrinas liberales
desigualitarios. Finalmente, la “extrema derecha” señala los movimientos y doctrinas
antiliberales y a la vez antiigualitarios [el fascimo y nazismo son claros ejemplos]. La
“extrema derecha” comparte con la “extrema izquierda” el elemento autoritario y
eliminación de las libertades democráticas, una en nombre de la revolución y la otra
como respuesta antirrevolucionaria.
Aunque para Norberto Bobbio es preciso partir de las posturas en torno a la igualdad
para hallar las diferencias entre izquierda y derecha, también descarta otros niveles
de separación entre una y otra5. Bajo otro punto de vista como la posición frente a la
libertad y la autoridad en una y otra categoría, no es posible hallar una separación
tajante. Es aquí donde es útil volver sobre los matices antes anotados sobre la
izquierda [“extrema” y de “centro”] y la derecha [de “centro” y “extrema”]. La libertad
es discutible en un régimen de “extrema derecha” como en uno de “extrema
izquierda”, pues ambos son de un marcado autoritarismo que limita las expresiones
sociales. En este caso es posible que tanto unas como otras expresiones extremistas
compartan desde lo teórico los mismos autores [Geogres Sorel, Carl Schmitt, incluso
Antonio Gransci]. Situación similar se presenta frente a la izquierda vista
exclusivamente desde su carácter emancipador y la derecha desde su carácter
tradicional anotada al principio. Preferible es problematizar los términos y
5
Estos niveles se encuentran en relación con los presentados por el italiano M. Rivelli en Destra e sinistra,
l’identità introvabile. (edición provisional, Turín). Rivelli propone aspectos de separación con respecto al tiempo
(progreso – conservadores), al espacio (igualdad – desigualdad), sujetos (autodirección – heterodirección), a la
función (clases inferiores – clases superiores) y al modelo de conocimiento (racionalista – irracionalista). Bobbio,
Norberto. Op. Cit. Pág. 122.
[12]
complementar emancipación con innovación y tradición con conservación para hablar
de las relaciones tradición – innovación y conservación - emancipación6.
Igualmente Bobbio presenta una importante reflexión sobre el devenir de la izquierda
y la derecha a finales del siglo XX tras producirse el fin de un tipo de izquierda
delimitada como lo era la soviética. En cuanto a categorías reiteradas en dos siglos
de historia, derecha – izquierda han ido perdiendo contemporáneamente su valor en
parte con la llamada crisis de las ideologías, siendo recientemente reemplazadas por
otras categorías ante su anacronismo y el hecho de haberse transformado “en viejos
términos”7. En las grandes sociedades democráticas, siguiendo los planteamientos
de este autor, no es posible hallar a las dos posturas claramente contrapuestas. Este
tipo de sociedades toleran muchos grupos de opinión y de intereses en competencia
[a veces se contraponen, entrelazan, sobreponen] y es difícil indicar en cuáles de las
posibles convergencias o divergencias de esos grupos e intereses, ante su
heterogeneidad, se ubica la izquierda o la derecha. Asimismo, no es extraño
observar en ocasiones como sectores políticos, antaño considerados de izquierda o
derecha, en sus recientes discursos tengan posiciones muy similares, dicen en
términos generales las mismas cosas, formulan lo mismo para los electores.
En otras ocasiones incluso tanto la derecha como la izquierda quedan al margen y
son las posiciones intermedias las que hacen la política [todo mediado por los
contextos]. En coyunturas es posible hallar una tercera vía que ya no está en el
centro de la izquierda o de la derecha que se plantea no como una forma de
compromiso entre las dos partes extremas, sino como la superación de uno y otro
grupo que busca conciliar dos sistemas de ideas. Esto se constata toda vez que en
política aparecen temas que no tienen una suscripción puntual desde la izquierda o
la derecha, como lo son los temas del medio ambiente y la bioética. Tener en cuenta
lo anterior permite una mejor aproximación a los sistemas políticos actuales.
6
7
Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 120.
Bobbio, Norberto. Op. Cit. Pág. 52
[13]
Sin embargo, puestas en contextos históricos, las distinciones entre derecha e
izquierda, usualmente empleadas en sistemas políticos parlamentarios y de partidos,
representan lenguajes políticos concretos. Generalmente los partidos que han
llevado adelante programas e ideas de renovación, de izquierda en cuanto buscan
disminuir las desigualdades, han estado relacionados con un determinado tipo de
liberalismo y con el socialismo. Los liberales, apoyados en la democracia, han
conducido la lucha de la burguesía contra la aristocracia y han conquistado derechos
civiles, la libertad de pensamiento, de palabra y voto. Por su parte el socialismo, en
sus varios componentes (socialdemocracia, laborismo, social reformista, maximalista,
comunismo e izquierda extraparlamentaria) ha buscado por otras vías disminuir las
desigualdades. Las vías pasan de moderadas cuando los medios se amparan en un
reformismo dentro del sistema para disminuir desigualdades a un proceso
revolucionario cuando el interés es un cambio radical de la sociedad y el sistema
político. El otro extremo, el de la derecha, es visible en toda organización política,
económica y social. Ella ha estado relacionada con el conservatismo y la constituyen
quienes están satisfechos con el presente y el mantenimiento del orden actual, toda
vez que tienen una posición privilegiada, o aquellos que buscan restablecer el orden
anterior. En el pasado representó a la aristocracia por contraposición a la burguesía
capitalista. Posteriormente en Europa, tras producirse el avance de las corrientes
radicales y democráticas que representaban a la clase media y el movimiento
socialista obrero, la derecha fue asumida por los partidos liberales. Más
recientemente, y luego de la crisis producto de la I Guerra Mundial, la derecha fue
abanderada por el movimiento fascita en cuanto extremo defensor de los intereses
de la clase dominante.
La ambigüedad que ha tomado la izquierda como la derecha desde el uso del
lenguaje político cotidiano las ha hecho conceptos que generan interpretaciones
imprecisas. En el presente el universo político recurre a otros tipos de binomios
opuestos para ser representarlas, algunos con mayores recursos descriptivos. Tal es
el caso de conceptos como “progresistas” y “conservadores” que disminuyen su falta
de contenido determinado, específico y constante en el tiempo. Sin embargo, para el
[14]
periodo escogido en la presente investigación [1970 – 1990] y el espacio geográfico
[Colombia] no sucedía igual. Tanto la izquierda como la derecha son categorías de
una amplia significación para distintos sectores de la sociedad. El contexto histórico
del periodo coincide plenamente con el debate de las ideologías [capitalismo –
comunismo] que representa en términos generales la derecha y la izquierda
respectivamente en medio de la polarización del escenario político.
Aunque la identificación de las relaciones, debates y conflictos entre la izquierda y la
derecha en el escenario colombiano de las décadas de 1970 y 1980 es
completamente pertinente, también lo es identificar el tipo de izquierda en particular
desarrolla durante ese periodo histórico. Sintéticamente se trata de una izquierda,
según Fabio López de la Roche, que toma posición a favor de alguno de estos
aspectos: apertura frente a ideas del socialismo, una adhesión al marxismo –
leninismo o por lo menos al marxismo, una reivindicación de la colectivización de los
medios
de
producción,
una
actitud
anticapitalista,
antiimperialista
y
antinorteamericana de liberación nacional; defensa de los intereses de los sectores
populares y una actitud revolucionaria o por lo menos de adhesión a las ideas de
avanzada8. La izquierda, además, presenta distintas versiones. De una parte, se
ubica la izquierda radical inscrita en el proceso revolucionario armado [los diferentes
grupos de guerrillas] y de otro lado está la “izquierda del centro”, más amplia, con
otras propuestas, pero sin el abandono de la institucionalidad. Aunque debe
reconocerse que es una izquierda que en los años 90 se ubica en la crisis señalada
por Bobbio en el plano internacional, situación descrita por distintos analistas
colombianos9.
8
López de la Rocha, Fabio. “La sociedad colombiana de los años 60 y 70: contexto formativo de las izquierdas”.
Izquierda y cultura política: una posición alternada. Bogotá, Cinep, 1994. Pág. 54.
9
Por enunciar simplemente están las investigaciones de Fabio de La Roche y Medófilo Median: López de la
Rocha, Fabio. “Crisis y renovación de la izquierda radical”. En: Revista Foro, No. 15, Bogotá, Septiembre de
1991, pág.53 – 34. y Medina, Medófilo. “La crisis de la izquierda en Colombia”. En: Revista Foro, No. 15,
Bogotá, Septiembre de 1991, pág. 45 – 52.
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