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Benito Sanz Díaz
Benito Sanz Díaz
Cuenca, 1949. Doctor en Ciencias Políticas,
Económicas y Comerciales (1979) por la
Universidad de Valencia.
La tesis doctoral -“Villamalea 1900-1939.
Estudio sobre una comunidad rural de La
Mancha. Del caciquismo a la aparición de las
organizaciones de clase”- fue dirigida por el
catedrático de Historia Económica José Fontana
Lázaro.
Diplomado en Dirección de Empresas
Agrarias por el Ministerio de Agricultura
(Zaragoza, 1976); Desarrollo Rural por el Centre
International de Hautes Études Agronomiques
Mediterranéennes -CIHEAM-. Montpellier,
Francia (1977), con beca del Gobierno de
Francia, y en Función Gerencial en las
Administraciones Locales por el ESADE
(Barcelona, 1991).
Técnico de Administración EspecialEconomista en la Diputación de Valencia. Jefe
del Gabinete Técnico de la Conselleria de
Economía (1982); Director General en la
Presidencia de la Generalidad Valenciana (19821985); Director del Gabinete de la Presidencia de
las Cortes Valencianas (1985-1988); Jefe del
Gabinete del Conseller de Cultura, Educación y
Ciencia (1988-1989) de la Generalidad
Valenciana. Ha sido jefe del servicio de
Economía y Hacienda, asesor municipal desde
1989, y actualmente jefe de S. de Información y
Coordinación Municipal en la Diputación de
Valencia.
Profesor de Historia Económica Mundial y
de España (1992-1995), y de Dirección de
Empresas en la Universitat de València.
Autor de Centrales Nucleares en España. El
Parón nuclear (1984); Los Socialistas en el País
Valenciano. 1939-1978 (IVEI, 1988), Sociología
y Política del Socialismo Valenciano. 1939-1989,
(IVEI, 1990); L´Oposició universitària al
franquisme. València. 1939-1975 (DISEUniversitat de València. 1996). Finalista de los
premios octubre de 1994, con Tradició i
modernitat del valencianisme. 1939-1983, del
que es coautor, editado por 3i4 (1996), y “Rojos
y demócratas. La oposición al franquismo en la
Universidad de Valencia. 1939-1975” (CCOO.
PV-FEIS-Albatros. 2002), entre otros. Es coautor
de “Política y políticos valencianos. 1975-2000.
Del tardofranquismo al Estatuto. 1975-1982”
(Editorial Gules, 2002), y de “Historia política
de la Comunidad Valenciana. 1970-2003”,en
Pressgroup Holdings Europe (en prensa).
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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Villamalea
1875-1977
Historia de un pueblo de Castilla-La Mancha
Benito Sanz Díaz
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Benito Sanz Díaz
Autorización de reproducción.
Queda autorizada la reproducción de cualquier parte de este libro, o fotografías propiedad
del autor, por cualquier medio o procedimiento, sin autorización expresa del autor, si bien debe
citarse la fuente bibliográfica, agradeciendo que se le comunique.
En caso de que se esté interesado por algunas de las partes del texto (en word), o las fotografías
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Se agradecerá las sugerencias o comentarios sobre la publicación.
Benito Sanz Díaz.
Correo electrónico: [email protected]
Editan y patrocinan:
Junta de Comunidades
de Castilla-La Mancha
Diputación
de Albacete
Ayuntamiento
de Villamalea
Cooperativa
San Antonio Abad
Caja Rural
de Villamalea
Ficha bibliográfica
“Villamalea. 1875-1977. Historia de un pueblo de Castilla-La Mancha”.
Benito Sanz Díaz.
Edita Ayuntamiento de Villamalea, Diputación de Albacete, Cooperativa San Antonio Abad y Caja Rural de Villamalea
Diseño grafico de cubiertas: Antoni Paricio.
Fotos Benito Sanz Díaz.
ISBN
Deposito legal
© Benito Sanz Díaz
© De esta edición Ayuntamiento de Villamalea, Diputación de Albacete, Cooperativa San Antonio Abad y Caja Rural de
Villamalea.
Pedidos:
Ayuntamiento de Villamalea. Plaza de la Iglesia, 5. 02270 – Villamalea (Albacete).
Cooperativa San Antonio Abad. 02270 – Villamalea (Albacete).
Caja Rural de Villamalea. 02270 – Villamalea (Albacete).
PVP: 24 €
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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A la memoria de Enrique López Carrasco
A Rosa Verde y Enrique López Verde
A Josep Fontana Lázaro,
que me enseñó a investigar y dirigió
mi tesis doctoral sobre Villamalea
A Álvaro Anguix,
y todos los amigos de Villamalea
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Benito Sanz Díaz
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
PRÓLOGO
“La historia de los hombres se ha desvanecido en su mayor parte del recuerdo.
Sólo se nos hace accesible, en mínima porción, mediante laboriosas investigaciones”;
así comienza Kart Jaspers el prólogo a su Origen y meta de la historia. Sírvannos
palabras tan acreditadas para presentar este libro que, de manera documentada y
laboriosa, nos devuelve accesible buena parte de la historia contemporánea de
Villamalea.
Mas lo que ahora se recupera y escribe corresponde a un pasado reciente, lo que nos
permite observar, a su vez, cómo la madurez y la cordura ganadas por nuestra sociedad
dejan adentrarse ya en periodos complejos, por momentos y casos tan dolorosos e
injustos, de la historia de esta tierra y de España.
Felicitemos al autor que ha sabido indagar con saber y prudencia historiográfica en
tiempos espinosos, discurriendo además por los escurridizos terrenos de la historia local
en este caso, donde los nombres se recuerdan vivos y los testimonios personales son
reconocibles.
Recibimos esta obra con el deseo de que el conocimiento cada vez mejor y mayor,
que la ilustración cada vez más precisa y detallada del pasado contribuyan a elevar
nuestra conciencia del presente. La saludamos también con el propósito de poder
celebrar, conscientemente, los avances que en estos años hemos conseguido.
Hoy no es ayer, y esta tierra, con muchos siglos de vida no siempre dichosa a sus
espaldas, emerge cada día gracias al trabajo y al esfuerzo de los castellano-manchegos.
En este sentido Villamalea es ejemplar, un lugar que ha trascendido más allá de sus
límites geográficos para ser conocida, y reconocida, por la capacidad emprendedora y
cooperativa de sus gentes.
Quisiera que la lectura detallada de otros tiempos nos ayude a valorar la distancia
que hay entre aquella España de la Restauración y la que en este año cumple un cuarto
de siglo constitucional; aquella de los cuneros y el centralismo apoyado en la
dominación caciquil a diferencia de esta otra autonómica que propicia el arraigo con el
territorio y el compromiso con cuantos vivimos en él.
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Benito Sanz Díaz
En su conocido libro sobre la Historia del siglo XX, Eric Hobsbawm terminaba
diciendo: “No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado
hasta este punto y por qué. Sin embargo una cosa está clara: si la humanidad ha de
tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente”.
Que la publicación de este libro, mientras ayuda a conocer el pasado, nos invite a
superarlo, y que Castilla-La Mancha reconozca, también en el hecho de sobreponerse a
su historia, un motivo más para avanzar en el siglo XXI en feliz sintonía con una
España propicia y con la humanidad.
José Bono Martínez
Presidente de Castilla-La Mancha
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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Me gustaría en primer lugar felicitar al autor de esta
publicación por su especial sensibilidad para recuperar una parte
de la historia de Villamalea, un período esencial de la vida de
esta localidad que deben conocer sus habitantes porque descubrir
el pasado siempre es una buena forma de edificar el futuro.
La Diputación de Albacete siempre será sensible a este tipo
de iniciativas a través de las cuales se fortalecen las señas de
identidad de los municipios y de sus gentes.
Desde las crisis del campo, la emigración, pasando por los
inicios del cooperativismo, la II República, la Guerra Civil y sus
consecuencias..., todo ellos son momentos de la historia de este
pueblo que no deben caer en el olvido.
Villamalea, al igual que otras muchas poblaciones de dentro
y fuera de nuestra provincia, ha sufrido cambios profundos en
este período. Los más mayores son testigos directos de esa
evolución, de esa importante transformación social, económica,
política y cultural.
Sin embargo, las páginas de este libro reflejan las especiales
características de este pueblo de La Manchuela, que ha tenido
una gran tradición sindical y política y un nivel de conciencia
social “único e irrepetible” como asegura el propio autor, al que
felicito de nuevo por haber concluido con éxito esta ardua tarea.
Pedro Antonio Ruiz Santos
Presidente de la Diputación de Albacete
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Benito Sanz Díaz
“Villamalea. 1875.1977. Historia de un pueblo de Castilla-La Mancha.” recoge un
siglo de la historia de Villamalea, una historia compleja, dura, difícil, llena de situaciones
criticas, pero también de lucha, de esperanza, de un pueblo que ha querido construir su
futuro.
Cuando el autor, Benito Sanz Díaz, nos propuso la edición del libro, y una vez
conocido el contenido, vimos de gran interés el apoyar su edición, tanto desde el
Ayuntamiento, como desde dos de las instituciones económicas claves de nuestra historia y
de nuestro presente, como son la Cooperativa San Antonio Abad y la Caja Rural.
No me cabe duda de que aquellos que lean este libro de la historia de Villamalea,
tendrán ocasión de hacer un recorrido por un siglo de la vida económica, política y social de
Villamalea. Esta historia, que se inicia en el análisis del caciquismo de la Restauración
borbónica, donde liberales y conservadores se turnaban en el poder; tiene anécdotas de gran
interés en nuestro pueblo, donde la familia Ochando se implantó a finales del siglo XIX.
Este caciquismo, del que todos hemos oído hablar a nuestros padres y abuelos, seria
sustituido por la IIª República democrática, donde los intereses de las clases más
desfavorecidas se verían defendidos por partidos y sindicatos de clase. En febrero de 1936
era elegido el primer alcalde de izquierdas de la historia de Villamalea.
La democracia y la República serian barridas por el golpe militar encabezado por el
general Franco, que abriría 40 años de la más negra historia de nuestro pueblo. Es bajo esta
dictadura, cuando los sectores más conscientes de la localidad supieron ir abriendo brechas
de libertad y democracia en un régimen de terror, arbitrariedad y represión. La Cooperativa
San Antonio Abad y la Caja Rural fueron excelentes instrumentos de la defensa de los
intereses de la inmensa mayoría, contribuyendo a mejorar el nivel económico a través de la
defensa de nuestra agricultura, así como educándonos en el cooperativismo, la solidaridad,
las libertades y la democracia. Las luchas de los años 60 y 70 contribuyeron a traer la
democracia, y a que España tuviera una Constitución, y de ello nos sentimos todos
orgullosos.
Como alcalde, y en representación del interés de la gran mayoría, estoy convencido de
que esta historia nos dará a conocer más y mejor en Albacete, Castilla-La Mancha y
España. Uno de los objetivos de este ayuntamiento será gestionar el que desde la
Diputación y la Junta de Castilla-La Mancha integren este libro en la pagina de Internet de
Villamalea, para posibilitar el acceso a esta información, así como de diseñar actividades
junto a la Universidad, que permitan reflexionar sobre la historia de nuestro pueblo.
Felicitar, por ultimo, a Benito Sanz por su excelente trabajo, que trasciende lo
académico, pues leyendo la obra se comprueba el gran cariño que le tiene a Villamalea,
donde paso meses investigando nuestra sociedad, y haciendo amigos que, tras mas de 25
años, aun lo recuerdan.
Jacinto López Descalzo
Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Villamalea
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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Leer la ultima parte de la historia de Villamalea –que hace referencia a
la creación y desarrollo de la Cooperativa San Antonio Abad, entre otros
temas, cuyo borrador nos pasó Benito Sanz para que le hiciéramos
sugerencias antes de publicarlo, supuso para mí, y las generaciones que
nacimos en los años 40 y 50, repasar parte de nuestra biografía personal y
humana. El libro que el lector tiene en sus manos es parte de la memoria
histórica de varias generaciones de vecinos de Villamalea.
Como presidente de la cooperativa quiero referirme a esas paginas
donde se lee el origen de nuestra cooperativa. Los testimonios de los
pioneros son emocionantes. La cooperativa nació de la necesidad de
defender el producto de nuestro trabajo y base de sustento. La mayoría de
los vecinos de Villamalea vivíamos –y vivimos- hasta fechas recientes de la
agricultura, y especialmente de la viña. Hasta que se creó la cooperativa no
éramos dueños de lo que producíamos con sudor y esfuerzo. Gracias a la
cooperativa los campesinos de Villamalea defendimos nuestro trabajo
como campesinos frente a un sistema que nos perjudicaba.
Todos recordamos aquellos años 60 y 70, cuando en las asambleas de
la cooperativa se alzaba la voz de los campesinos y éramos una referencia
para toda la provincia y para muchos pueblos de España. La cooperativa no
solo defendió nuestros justos intereses, sino también nuestra dignidad y
derechos, la cultura, la fiesta del cooperativismo, el desarrollo de nuestra
conciencia política en un régimen en el que no había libertades y se nos
negaban nuestros derechos, hoy felizmente recogidos en la Constitución de
1978.
La guerra contra la Entrega Vindica Obligatoria –que con detalle
recoge el autor- en la que la cooperativa se enfrento al Ministerio de
Agricultura, a los jerarcas de las Hermandades y el cooperativismo del
régimen, fueron un ejemplo y una referencia en toda España. Y ganamos al
Gobierno, que después de embargar los bienes de la cooperativa tuvo que
dar marcha atrás.
Todo esto y otras historias las recoge Benito Sanz en este libro
emocionante para los que vivimos esos años en primera persona. La
cooperativa a través de su Junta Rectora ha apoyado y contribuido a editar
esta parte de nuestra historia, que servirá para que nuestra historia local sea
más conocida.
Gerardo Bueno
Presidente de la Cooperativa San Antonio Abad de Villamalea
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Benito Sanz Díaz
Muchas personas que conocen Villamalea se preguntan el por qué de la
singularidad de este pueblo y las marcadas diferencias con otros pueblos de
la comarca.
Algunas respuestas a esta situación las podemos encontrar en este
análisis histórico, social y económico que Benito Sanz hace de Villamalea,
que nos presenta el devenir histórico de nuestro pueblo a través de un siglo
1875-1977.
La obra, dividida en cuatro grandes capítulos, nos traslada desde lo que
se conoce como Caciquismo hasta la Transición, quedando entre ambos la
II Republica-Guerra Civil y la etapa Franquista. Durante esta última etapa
ocurrieron algunos hechos controvertidos que el autor interpreta desde su
posición política.
Al margen de lo anterior, durante la II República y la posguerra, la vida
política en Villamalea, social y económica de sus gentes, sientan las bases
del movimiento COOPERATIVISTA.
Cooperativismo que hoy y ya desde hace algunas décadas impregna
prácticamente a todo el pueblo de Villamalea, a sus gentes, a su
organización económica.
Hija de este movimiento y de esta época es la Cooperativa de Crédito
“Caja Rural de Villamalea”, La Caja Rural ha capitalizado el aspecto
financiero del desarrollo cooperativista. Y lo importante es que tanto la
organización como la gestión y la propiedad está en manos de los
Cooperativistas, quedando los beneficios en el pueblo de Villamalea.
No quiero terminar sin agradecer a Benito Sanz, la importante labor
realizada con este libro. Nos da a los Villamalenses la oportunidad de
conocer nuestra historia y así ayudarnos a interpretar el presente e ir
organizando el futuro.
Dar las gracias a todas aquellas personas -algunos ya no están- que con
sus testimonios ayudaron al autor en la información y comprensión de
numerosos hechos analizados en la obra.
Por último, a los jóvenes, que lean esta obra, que comprendan que sus
abuelos y padres han creado algo en Villamalea que beneficia a todos.
Antonio Tellez Pardo
Presidente de la Caja Rural de Villamalea
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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INTRODUCCIÓN
¿Por qué investigué la historia de Villamalea? ¿Cuál es la génesis de este libro?
Al licenciarme en Ciencias Económicas en la Universidad de Valencia, en 1975, obtuve una
beca del Instituto Agronómico Mediterráneo (IAM), institución del entonces Mercado Común
Europeo, para realizar estudios sobre dirección y gerencia de empresas agrarias, beca vinculada al
Ministerio de Agricultura (IAM, Zaragoza). Para obtener el diploma, tras todo un curso de teoría de
empresa, cooperativismo, agricultura, mercados, etc., había que realizar un estudio práctico en una
empresa agraria o cooperativa. La única que entonces me sonaba era la de Villamalea, ya que hacia
poco había leído en la revista Triunfo (1976) un extenso artículo sobre la cooperativa san Antonio
Abad, su singularidad y sus enfrentamientos con el Ministerio de Agricultura en defensa del
cooperativismo y la agricultura. El IAM se puso oficialmente en contacto con la cooperativa, y yo
escribí al entonces presidente. Se aceptó que hiciese un estudio sobre comercialización y mercados
vitivinícolas de la cooperativa. Antonio Palomares Vinuesa hizo gestiones personales para que me
facilitasen realizar dicho estudio, como así fue.
Lo que iba a ser una estancia de dos meses para unas prácticas académicas, se convirtió en
cinco meses –de mayo a septiembre de 1976-. Al estudiar la cooperativa me fue interesando, cada
vez más, conocer el fenómeno que allí se desarrollaba y que era insólito y original en la España del
tardofranquismo. No podía entender cómo viviendo el general Franco, la cooperativa de un pueblo
perdido en La Mancha, con una población de 3.500 habitantes, era capaz de oponerse frontalmente
al Gobierno, pedir la dimisión del ministro de Agricultura, de los responsables nacionales de las
cooperativas, de las Hermandades de Labradores y demás jerarquía del régimen franquista. Acabé el
trabajo sobre comercialización de la cooperativa y obtuve el diploma de Dirección y Gerencia de
Empresas Agrarias del Ministerio de Agricultura en 1976, pero no acabé ahí mi relación con
Villamalea. Realmente la empezaba.
Mi interés se amplió a conocer la historia del pueblo, su economía, la sociedad, la evolución
política, su antropología y costumbres, etc. Y empecé a hablar con todo el mundo: campesinos,
jornaleros, funcionarios del ayuntamiento y de la Hermandad de Labradores, el cura párroco, etc. Lo
que iba a ser un trabajo académico, acabó convirtiéndose en el borrador de una tesina de licenciatura
y una tesis doctoral.
Para entender el pueblo, sus archivos se quedaron cortos, y recurrí a los del ayuntamiento de
Albacete, al Archivo Provincial de la Provincia de Albacete –donde Francisco Fuster puso a mi
disposición una excelente organización y material-; recurrí a una antigua imprenta de Casas Ibáñez,
donde se había editado en tiempos de la monarquía de Alfonso XIII La Voz del Distrito, portavoz
del clan caciquil de los Ochando en la Restauración, y a otras fuentes.
Planteé al catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma
de Barcelona, José Fontana Lázaro, el tema de la tesis y mi deseo de que me la dirigiese. Le interesó
el tema y se comprometió a dirigirme la tesis doctoral desde Barcelona, orientándome en los
aspectos a investigar, y el interés en la historia oral, contrastada con documentos y datos.
En 1976-1977 estudié en el Centre International de Hautes Études Agronomiques
Méditerranéennes (CIHEAM) de Montpellier Developpement Agrícole et Rurale, con beca del
Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno francés, y adquirí metodología de análisis y amplié
bases teóricas para analizar el fenómeno de Villamalea, a través de los profesores Louis Malassis y
Michel Papayannakis, que interesados por el tema, orientaron parte de mi investigación.
Durante 1976 tuve la enorme suerte de encontrarme en Villamalea al investigador y escritor
gallego José Antonio Duran, que residía en un municipio colindante. Duran es un especialista en
temas sobre Galicia, el caciquismo, la figura de Castelao, y el mundo gallego en general –un
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Benito Sanz Díaz
erudito, y me atrevería a llamarlo sabio-, contando con excelentes estudios.1 Pasé largas jornadas
escuchando sus comentarios, sus reflexiones sobre Villamalea, las formas adoptadas por el
caciquismo, y otros puntos de vista que me sirvieron para profundizar en aspectos de la vida de
Villamalea.
La tesis la limité al período 1900 a 1939, por ser un periodo con características propias, que se
modificarían con la Guerra Civil y la dictadura del general Franco.
El catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma de
Barcelona, José Fontana Lázaro, que aceptó dirigirme los trabajos de investigación y la tesis
doctoral, leyó y releyó los sucesivos borradores de 1976 a 1979, rescribí la tesis cuatro veces, hasta
que consideró que estaba lista para ser leída. El profesor Fontana emitió el siguiente informe a la
Universidad de Valencia:
“José Fontana Lázaro, catedrático de Historia Económica Mundial y de España Universidad Autónoma de Barcelona-, como director de la tesis doctoral que, con el título de
"Villamalea. 1900-1939. Estudio sobre una comunidad rural de La Mancha. Del caciquismo a
la aparición de las organizaciones de clase"...
Expone: Que la tesis doctoral que somete a la aceptación de la Facultad de Ciencias
Económicas y Empresariales de la Universidad de Valencia para su exposición y defensa, le
merece el siguiente juicio:
La investigación efectuada... tiene un doble interés metodológico. Por una parte, ha
conseguido aunar armónicamente el trabajo de archivo con el de campo, los procedimientos
tradicionales de la historia económica con los de la antropología y la sociología. El resultado
ha sido muy estimable, puesto que el cuadro de datos obtenido por la investigación de archivo
le da un sólido marco de referencia, mientras que las encuestas e interrogatorios, efectuados
tras haberse familiarizado con el medio y con sus habitantes, le permiten alcanzar elementos de
explicación a los que nunca hubiese podido llegar con el solo dato escrito.
Pero tiene también un interés metodológico que va más allá de lo meramente instrumental.
Para quienes intentamos relacionar las transformaciones económicas con las actitudes
políticas se presenta siempre el problema de explicar los casos atípicos, que se apartan del
modelo general. Villamalea es, claramente, una excepción en el entorno político y social de los
pueblos de La Mancha albaceteña. Explicar esta excepción por factores aleatorios -la
presencia de un determinado personaje- significaría, en el fondo, invalidar el modelo general
con que se pretende dar cuenta del resto. La investigación del señor Sanz Díaz, al mostrar
como se conjugan unas diferencias de base -la existencia de unas formas peculiares de
explotación de la tierra- con la incidencia de unos hombres y unos hechos concretos nos
permite, por el contrario, pasar a una explicación general más matizada y rica, y abre, con
ello, un interesante terreno de reflexión...
Barcelona, a 1 de septiembre de mil novecientos setenta y nueve”.
El resultado fue una tesis de 500 paginas, resumidas aquí en un centenar. 2 La tesis fue leída en
1980, formando parte del tribunal el director de la misma, José Fontana Lázaro, catedrático de
Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma de Barcelona, Gabriel
Tortella Casares, catedrático de Historia Económica de la Universidad de Alcalá de Henares, y los
catedráticos de la Universidad de Valencia Ángel Ortí Lahoz -Teoría Económica-, Manuel Sánchez
Ayuso, y Emerit Bono Martínez -Política Económica-. Así fue como me doctoré en Ciencias
Políticas, Económicas y Comerciales en la Universidad de Valencia “por Villamalea”.
1
2
Entre otros: Entre otras: “Historia de caciques, bandos e ideologías en la Galicia no urbana. (Rianxo 1910-1914)”
(1972);“El primer Castelao. Antología y biografía rotas (1910-1916)” (1972); “Agrarismo y movilización campesina en
el país gallego (1875-1912)” (1977), todos en Madrid, Siglo XXI de España. “Abriendo el surco: manual de lucha
campesina” [por] Basilio Álvarez, edición de J. A. Durán, Madrid, Akal, 1977, entre otros
Se puede consultar en el Archivo Histórico Provincial de Albacete y en la Facultad de Economía de la Universidad de
Valencia.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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El material recogido era abundante, por lo que amplié la base de mi investigación de 1939 a las
primeras elecciones democráticas de 15 de junio de 1977, dado que lo que más me interesó de
Villamalea era el conocer lo que había sucedido en los últimos cuarenta años, bajo la dictadura del
general Franco, y que tenia un enorme interés histórico y político: la represión brutal de la
postguerra, el hambre y el estraperlo, la resistencia armada de los años 40 y la presencia de la
guerrilla en la zona –la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) y la partida del
Manco de La Pesquera-, los consejos de guerra contra los vecinos de la villa por apoyo a la guerrilla
y las condenas; la reorganización del PCE y cómo los comunistas ganan las elecciones en la
cooperativa san Antonio abad, la Hermandad de Labradores, la caja rural, etc., y cómo desde esas
plataformas legales emprenden una larga lucha contra la dictadura a través de la defensa de los
intereses campesinos, de la viticultura, de los precios de los productos, de la oposición a los
impuestos abusivos, etc.
A través de largas entrevistas con los protagonistas, fui reconstruyendo el complejo puzzle de la
realidad del fenómeno Villamalea, imperceptible desde fuera. Además consulté los archivos del
ayuntamiento, la cooperativa, la caja rural, y el archivo parroquial de Villamalea, gracias a la
colaboración de las personas que estaban al frente de ellos.
En ningún momento se me restringió el acceso a los datos existente, bien al contrario todo
fueron facilidades. También me entreviste con investigadores de Albacete y durante semanas pasé
horas tomando notas –no existían las fotocopiadoras actuales- en el Archivo Municipal de Albacete,
donde conservan excelentes colecciones de prensa del siglo XX, y en el Archivo Provincial, donde
los documentos consultados, perfectamente ordenados y accesibles, permitían perfilar la situación
de Villamalea y su contexto, y tener una perspectiva más amplia.
También se consultaron las bases de datos de delegaciones provinciales de ministerios, datos
del Instituto Nacional de Estadística, censos agrarios y de producción, etc.
Publiqué parcialmente algunas partes de la investigación en Al-bacit: Las colectividades
campesinas durante la guerra civil española: Villamalea (1936-1939)3; Historia de la Cooperativa
san Antonio Abad de Villamalea (Albacete). 1946-1977 4; En Almud, Revista de Estudios de
Castilla-La Mancha publiqué Caciquismo en La Mancha: Los Ochando en el Partido Judicial de
Casas-Ibáñez.5
En el Encuentro de Investigadores del franquismo, que tuvo lugar en Almagro, organizado por
la Universidad de Castilla-La Mancha / Fundación 1 de mayo, en septiembre de 1992, dicté una
ponencia sobre la experiencia de Villamalea, publicándose en la obra colectiva: “Colaboración,
pasividad y enfrentamiento, tres actitudes colectivas ante el franquismo. Bastiones de resistencia en
Castilla-La Mancha. El caso de Villamalea”.6
A lo largo de 1977, 1978 y 1979, volví a Villamalea para contrastar datos, análisis y reflexiones
con algunos vecinos, especialmente con Enrique López Carrasco.
Quiero destacar la importancia que tuvo el PCE en el desarrollo económico, político y social de
Villamalea. Inicialmente hubo dificultades en la investigación, por ser el PCE ilegal y clandestino, y
la información obtenida impublicable en un sistema autoritario y no democrático. La presencia de la
Guardia Civil y las fuerzas del orden, presentes siempre en la villa, y en la sociedad, dificultaban la
información. Seria a partir de septiembre de 1976 cuando obtendría muchas de las claves, ya que
Enrique López Carrasco, presidente de la cooperativa saldría del agujero, y tras la reunión del
Comité Central del PCE, celebrada en Roma en agosto de 1976, se acordaría que parte de la
dirección comunista saliese a la luz.
Enrique López declararía ante la prensa de Albacete y nacional que pertenecía al Comité
Central del PCE desde 1968, sucediéndose reuniones ilegales de la Junta Democrática (ver IV. 7 y
3
Al-bacit, Revista de Estudios Albacetenses, numero 5. Septiembre de 1978, paginas 119-130.
Al-bacit, Revista de Estudios Albacetenses, numero 7. Enero de 1980, paginas 113-148.
Almud, Revista de Estudios de Castilla-La Mancha, numero 3, 1980, paginas 121-133.
6
Universidad de Castilla-La Mancha / Fundación 1 de Mayo. Almagro. 12-14 de septiembre de 1992.
4
5
16
Benito Sanz Díaz
8). Esto facilitaría la investigación y me daría las claves del fenómeno político, social y económico
de Villamalea. Es así como se inició otra fase de la investigación, ya que la salida a la luz pública de
parte de la organización del PCE me permitía encuestar y obtener una información vedada
anteriormente, y que me era facilitada sin problemas. Así fui conociendo la relación que había entre
el PCE, la cooperativa y la caja rural, la Hermandad de Labradores, el impulso cultural, la fiesta del
cooperativismo, las asambleas y su papel como plataforma legal de los comunistas y una serie de
relaciones antes opacas al no militante.
Conocí de primera mano acciones y actos en los que se ponía de manifiesto la fuerza y
organización del PCE en la villa, y el dinamismo de todo un pueblo que lo secundaba,
implicándome en su historia como algo más que un investigador ajeno a lo que allí acontecía. Así,
por ejemplo, estuve presente en una asamblea masiva, de cerca de 200 comunistas (ver fotos
paginas 260-261), que tuvo lugar en el almacén de Vicente Molinero, el 5 de septiembre de 1976, en
el que Enrique López informaba de lo acordado por el PCE en Roma y como, en medio de la
asamblea, irrumpiría la Guardia Civil, metralleta en mano. La Guardia Civil, sorprendida por el
número de los allí reunidos, y el que los asistentes los rodeasen físicamente, desató los nervios.
Enrique López, tranquilo y seguro, tuvo que calmar la situación. Dirigiéndose sargento primero de
la Guardia Civil que dirigía el asalto, le dijo:
“-Sargento, no nos apunte, dígale a los números que le acompañan que apunten al suelo, a ver
si va a escaparse algún tiro y hay alguna desgracia. Tranquilo, que todo esto es pacífico”.
El sargento, vistos los asistentes, detendría a Enrique López, Vicente Molinero, Álvaro Anguix,
Venancio Cuenca y Joaquín Honrubia. Los detenidos, escoltados por la Guardia Civil serian
llevados al cuartelillo, y tras ellos seguía una procesión de 200 personas, a las que se iría sumando
en el trayecto hasta más de 500, que rodearían el cuartel gritando ¡libertad a los detenidos!,
negándose a disolverse. La llegada de fuerzas, de los cuarteles de Casas-Ibáñez y otros municipios
colindantes, sería incapaz de disolver a los manifestantes, que se negaron a dispersarse hasta que
soltasen a los detenidos. Tras varias horas de tensión, los detenidos serían puestos en libertad y
citados al juzgado de Casas-Ibáñez al día siguiente. La presión de los vecinos del pueblo había
hecho retroceder a las fuerzas del orden. Todo quedaría en nada, pues la transición política se
aceleraba, la izquierda salía a la superficie, y meses después se legalizaban los partidos políticos, y
tras tensiones políticas, Adolfo Suárez legalizaba al PCE el Sábado Santo de 1977, tres meses antes
de las primeras elecciones democráticas de 15 de junio de 1977. Esta detención sería similar en
algunos aspectos a la ocurrida en febrero de 1936, poco antes del triunfo del Frente Popular, cuando
Germán Carrasco –tío de Enrique López- fuese detenido por la Guardia Civil (ver II. 2. 2. - La
campaña electoral de las elecciones de 1936).
Con la ayuda inestimable de Enrique López y vecinos militantes del PCE, acabé de redactar la
base de este libro en 1980. El servicio de publicaciones del Ministerio de Agricultura, que entonces
dirigía el prestigioso sociólogo y profesor Cristóbal Gómez Benito, conocedor de la tesis doctoral,
me llamó para publicar el libro en 1982, dado que por diversas fuentes le habían llegado noticias del
interés de dar a conocer la experiencia de Villamalea, una de las más significativas ocurridas en
España en lo que iba del siglo XX, pero dado que en esos momentos investigaba otras cuestiones, lo
dejé pasar. Enrique López hizo gestiones, años después, para que se publicase en un acuerdo entre el
Ministerio de Agricultura y la nueva institución autonómica Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha, pero debido a su enfermedad y lamentable fallecimiento, quedó interrumpido el proyecto.
Varias conversaciones con Álvaro Anguix, Rosa Verde y mis compañeros profesores de la
Universidad de Valencia, me han animado a reelaborar el libro, resumirlo, hacerlo más ágil, legible
y ameno, evitando las excesivas citas académicas, y acabar el texto. El libro que el lector tiene en
las manos es el resultado de lo que acabé de escribir en Xàbia (Alicante), en julio de 2003.
La propuesta de publicación fue acogida con entusiasmo por varias instituciones de Villamalea:
el ayuntamiento y su alcalde, Don Jacinto López Descalzo, y sus compañeros de corporación; por el
presidente de la Cooperativa San Antonio Abad, Don Gerardo Bueno, y la junta rectora de la
cooperativa, por el presidente de la Caja Rural Don Antonio Tellez Pardo y su junta rectora, y por la
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
17
Diputación de Albacete a través de la diputada provincial y concejala Doña María del Carmen
Ibáñez, que acordaron financiar la obra.
El Excmo. Sr. D. José Bono Martínez, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha acogió con enorme interés esta investigación, aceptando leerla, prologarla y presentarla.
Por último, el apartado de Agradecimientos.
Agradezco a todos los que han hecho posible el presente libro. En primer lugar a los vecinos de
Villamalea que me acogieron y me dieron todo tipo de información oral sobre la historia del pueblo,
sus costumbres, problemas, conflictos...
Con varias docenas de vecinos charlé y obtuve datos en bares, plazas, jugando al dominó, en el
bar de la cooperativa, la posada y por las calles de la villa.
Agradecer a los veteranos jornaleros y pequeños campesinos militantes comunistas, anarquistas
y ugetistas del Frente Popular y vecinos que conocieron el período de la II República española y de
la Guerra Civil por su colaboración: Eugenio Molinero Martínez, el “comandante” Sebastián Pérez
López, Narciso Descalzo Tendero, Cesáreo García “el abuelo”, Eladio Bueno Caballero, Samuel
Serrano, Juan García, Bernardo Palomares, Mario Fernández, la falangista Celia Fernández, entre
otros.
A los que no conocieron la II República ni la Guerra Civil, pero sufrieron sus consecuencias y
que me permitieron conocer la realidad de la postguerra: Vicente Molinero Borja (que en la ultima
parte de la elaboración del libro mejoró sustancialmente el texto y me sugirió matices y mejoras), el
bueno de Pedro Campos, el perspicaz y hombre de acción Joaquín Descalzo “el Piti”, Gerardo
Bueno, Joaquín Honrubia “Chamu”, Álvaro Anguix, Antonio Piqueras...
A los vecinos Antonio Ibáñez “el hermano”, Octavio García, Teodulo Jiménez, Antonio
Picazo, El Berna, Ignacio Fernández, Luis y Angelines Martínez, Julián Serrano, Aurelio, Venancio
Cuenca, Carmela, Miguel Pérez Parreño -Miguelin en el texto-, y Viridiana, Germana, Juan
Escribano, Ángel Jiménez, Juan Fernández, Modesto Serrano “el chato de Modesto” y su hermano,
y un largo etc.
A Antonio Valera, funcionario del Ayuntamiento, que me facilitó la lectura de las actas
municipales de 1890 a 1950. A Justo y Pepe, administrativos de la Cooperativa San Antonio Abad,
que tanta paciencia tuvieron mientras leía las actas y documentos de la cooperativa.
A los párrocos José Carrión y Antonio Martínez, que me permitieron consultar los archivos
parroquiales y me facilitaron documentos y opiniones sobre el punto de vista de la iglesia local a
partir de 1968, y los nuevos aires del Concilio Vaticano II. A los miembros de las sucesivas juntas
rectoras, y a los vecinos que me dieron a conocer sus puntos de vista sobre la comunidad, su
historia, sus conflictos...
Todos ellos me dedicaron su tiempo, muchos su amistad, y me permitieron sentir la solidaridad,
el contacto humano de un pueblo, la dignidad del campesino castellano, y ese algo que da esta
tierra, a veces tan dura, de Castilla.
En Albacete pude contar con la inestimable ayuda de Francisco Fuster, director del Archivo
Histórico Provincial de Albacete, que puso a mi disposición una amplía y bien organizada
documentación, base de la apoyatura documental de las dos primeras partes de este estudio. Miguel
A. Mateos, que me aclaró puntos oscuros del período de la IIª República. Antonio Díaz, historiador
albacetense, que puso a mi disposición parte de la documentación de su trabajo sobre la
desamortización de la provincia de Albacete durante el siglo XIX. Desde otro punto de vista,
colaboraron el abogado laboralista Luis Collado, Ignacio López –sobrino de Luis García- y el
dirigente político José María López Ariza.
Agradecer al catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad
Autónoma de Barcelona, José Fontana Lázaro, director de la tesis doctoral, por su paciencia para
leer los sucesivos borradores, y la experiencia investigadora que me transmitió a lo largo de las
18
Benito Sanz Díaz
reuniones de trabajo para perfilar la tesis. Seguí sus consejos de recoger la rica experiencia de los
protagonistas de esta historia, como una fuente más de la investigación, junto a las técnicas y
metodología tradicional de la investigación histórica.
En los aspectos metodológicos, sugerencias, comentarios, críticas y opiniones, fueron de gran
ayuda Michel Papayannakis, en el Centre International de Hautes Études Agronomiques
Méditerranéennes de Montpellier. El gallego militante José Antonio Duran enriqueció el texto con
sus sabrosos y acertados comentarios. El catedrático de Política Económica Manuel Sánchez Ayuso
-que dirigió la tesina de licenciatura sobre mis primeras investigaciones-, entre otros.
Álvaro Anguix me animó a finalizar el libro y me ayudó a gestionar la publicación, con la
habilidad de un manager experto en marketing internacional, que lo es. A Isidoro Herrero, que le dio
el ultimo empujón a las gestiones para finalizar la edición del libro.
A Manuel Soler, editor profesional y amigo, y a Guillermo Soler, que perfiló la cuidada edición.
A Antoni Paricio, amigo, diseñador grafico y artista, que con el arte que tiene, sabe envolver el
contenido de los libros con portadas siempre actuales, ingeniosas y de gran calidad grafica, siempre
en vanguardia.
Especial agradecimiento a Amparo Momparler Pechuan que, con una paciencia increíble e
infinita, tecleó los cuatro borradores y el texto final de la tesis y el borrador del libro, en una época
en que no existían ordenadores, sino modestas Olivetti manuales y copias de calco de carboncillo, y
que conoció en directo la experiencia de Villamalea y a muchos de sus protagonistas.
Agradecimiento muy especial a los que fueron artífices materiales de gran parte de este
trabajo, sin cuya ayuda este libro nunca hubiera salido a la luz, Enrique López Carrasco a cuya
memoria dedico este libro- y a su compañera Rosa Verde, cuyo papel en esta historia es
fundamental.
Por último, señalar que esta es la historia del caciquismo, la aparición de los partidos de
clase, y desde 1939, de los vencidos en la Guerra Civil. Unos vencidos que se unieron en la defensa
de la tierra y de su trabajo, que lucharon por su dignidad, y que acabaron consiguiendo las libertades
democráticas con su esfuerzo, contribuyendo a hacer posible la Constitución española de 1978.
Benito Sanz Díaz.
Valencia, 1980 / Xàbia, Alicante, 2003.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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El capitán general y senador vitalicio Federico Ochando y Chumillas,
jefe del clan Ochando. Foto Álbum, 8 abril 1927.
I.- Villamalea en el primer
tercio del siglo XX
1900-1931
Vida política en Villamalea. Del caciquismo a
la aparición de las primeras organizaciones de
clase. 1875-1931.
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Benito Sanz Díaz
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo
XX. 1900-1931.
I. 1- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la
aparición de las primeras organizaciones de clase.
1875-1931.
1.- El clan caciquil de los Ochando. Los Ochando como clase política. Federico Ochando y
Chumillas, cabeza del clan. 1. 1.- Base electoral de los Ochando: distrito propio. "La Voz del
Distrito", portavoz de los intereses ochandistas. 1. 2.- Algunas claves de la influencia ochandista:
las obras públicas. La vía férrea Baeza-Utiel.
2.- Villamalea: feudo ochandista. Las elecciones.
Luchas caciquiles en Villamalea.
3.- El fracaso del Sindicato Agrario Católico.
I. 2- Estructura económica y social de Villamalea hasta
la Guerra Civil.
4.- Estructura económica. 4. 1.- El trabajo agrario como base de ocupación de la población. La
gran parcelación existente en el sistema de tenencia de tierras.
La lenta penetración del régimen
de producción capitalista en Villamalea. 4. 2.- El fenómeno de "tierras a medias" en Villamalea.
Los comienzos. Una explicación. Los costes sociales. ¿Favorecía el dar "tierras a medias" al
desarrollo de la burguesía en la localidad?. Otros factores que contribuyen al desarrollo del
capitalismo local.
5.- Estructura social y clases sociales. 5. 1.- Vida municipal. Las difíciles condiciones
higiénicas y sanitarias de la localidad. El sistema de herencia en el proceso de minifundismo. El
servicio militar: sorteos y quintas. El analfabetismo. 5. 2.- Las clases sociales en Villamalea. 5. 2.
1.- Una burguesía rural en expansión. La acumulación de capital de la burguesía local. 5. 2. 2.- Los
asalariados: clase mayoritaria en la localidad. Eventuales. Fijos. 5. 2. 3.- Los campesinos. 5. 2. 4.Otras capas de población.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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I.- Villamalea en el primer tercio del siglo
XX. 1900-1931.
I. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras
organizaciones de clase. 1875-1931.
La Restauración de la dinastía Borbónica en España, en 1875, tras la Monarquía de Amadeo de
Saboya, la Iª Republica y el primer tercio del siglo XX, vienen marcados políticamente por la
importancia del caciquismo, sobre todo en las áreas rurales. El área geográfica donde se encuentra
Villamalea estuvo controlada por el clan familiar de los Ochando, que mantendrán durante cinco
décadas ininterrumpidas el control de los partidos judiciales de Casas Ibáñez y Alcaraz de Albacete.
Políticamente, el periodo de influencia caciquil de los Ochando declina con el advenimiento de la
IIª República, si bien sigue manteniendo un peso social ya que en las elecciones de 1933, uno de los
Ochando, Román Ochando y Valera, consiguen un acta de diputado por Albacete, por el Partido
Radical.
La IIª República marcará el ascenso de las organizaciones de clase. Partidos políticos y
sindicatos de clase se crean y se desarrollan en el periodo republicano, llegando a alcanzar poco
antes de la Guerra Civil -en Villamalea- una hegemonía y control del término municipal a partir de
las elecciones de 16 de febrero de 1936.
Como características generales de Villamalea diremos que, a lo largo de las tres primeras
décadas del siglo XX, el dominio y hegemonía de los propietarios locales –incipiente burguesía
rural en expansión-, fue total y absoluta en todos los aspectos, adoptando forma caciquil. Serán los
propietarios los que marquen las pautas políticas y sociales. Por el contrario, campesinos y
jornaleros -junto a otras capas- populares- permanecerán en una total desorganización, careciendo
de iniciativa, de conciencia de clase y de capacidad de reacción frente a los propietarios como clase
social hegemónica. Habrá que esperar a los últimos años de la década de los años 20 del siglo XX
para que -tímidamente- se creen los primero núcleos politizados, que se consolidaran en la IIª
República.
1.- El clan caciquil de los Ochando.7 Los Ochando como clase política. Federico Ochando
y Chumillas, cabeza del clan.
José Varela, refiriéndose al caciquismo, definía así el marco de referencia: "La organización
política de la Restauración se ha englobado en la literatura de entonces y después con el nombre
genérico de caciquismo. Y es que precisamente con la Restauración de la dinastía de los Borbones
en la persona de Alfonso XII -tras la experiencia fracasada de la Iª República-, cuando aparece el
caciquismo en España como fenómeno político.
La palabra cacique tiene su origen en la América prehispana, y se empieza a utilizar a partir
de 1840 para hacer referencia a esos personajes que controlaban la España rural. Cacique:
“Personaje en un pueblo o comarca ejerce excesiva influencia en asuntos políticos o
administrativos”.8
La organización política de la Restauración necesitaba un sistema que diese estabilidad al
régimen político. Así surge con fuerza el caciquismo, cuya base eran ciertos personajes -los
caciques- que controlaban electoralmente uno o varios distritos, y que garantizaban la elección de
determinados candidatos a las Cortes, a cambio de determinados privilegios. La manipulación y la
7
Una primera aproximación al caciquismo en La Mancha, la publiqué en la revista Almud, Revista de estudios de Castilla-La
Mancha, número 3. 1980. Paginas 121-133, con el titulo: Caciquismo en la Mancha. Los Ochando en el Partido Judicial de
Casas Ibáñez. De la Restauración Borbónica a la IIª República. 1875 - 1931.
8
Definición que da en Los amigos políticos, Partidos, elecciones y caciquismo en la Restauración. (1875-1900), de José
Varela Ortega (Alianza U. Madrid. 1977). Varela describe magistralmente el marco de la Restauración, y el papel que
juegan los caciques en el sistema electoral. Otros textos y autores que tratan el caciquismo son: El laberinto español. G.
Brenan. Ruedo Ibérico. París. 1962. Historia de caciques, bandos e ideologías en la Galicia no urbana. J. A. Durán. Siglo
XXI. Madrid. 1972. La burguesía conservadora (1874-1931). M. Martínez Cuadrado. Alianza U. Madrid. 1973. La
España del siglo XIX y España del siglo XX, de Manuel Tuñón de Lara. Ed. Península.
22
Benito Sanz Díaz
ilegalidad de las elecciones eran la base del sistema político, donde se turnaba en el poder el
bipartidismo reinante, conservadores y liberales.
Las obligaciones del cacique, respecto al partido o grupo de poder a quien apoyase, eran que
saliesen elegidos por el distrito electoral aquellos que designaba el partido, por los medios que
fuese. A cambio, el cacique y sus allegados disfrutaban de la protección de gobernadores civiles,
jueces, magistrados y otras autoridades, al mismo tiempo que recibían otras compensaciones y
ayudas del Gobierno.
El nombre genérico con que se ha denominado a la organización política de la Restauración ha
sido el de caciquismo. Si bien esta palabra tiene su origen en la América prehispana, su utilización
en España se hizo sobre todo entre 1840 y 1917, fecha en que comenzó a aparecer la opinión
pública, que mermó influencia a los caciques, si bien en las zonas rurales desapareció lentamente,
teniendo todavía un peso importante en los primeros años de la IIª República y después de la Guerra
Civil.
Documento
“...durante decenios y decenios, la práctica del sufragio estuvo viciada por la existencia del
caciquismo...”
La etapa histórica convencionalmente conocida como la Restauración, fines del XIX y comienzos del XX, ensayó en
nuestro país, con Cánovas y Sagasta como principales protagonistas en el turno del bipartidismo con dos fuerzas políticas
(conservadores y liberales), que nunca pasaron de ser meras agrupaciones de notables, el juego de una Monarquía
constitucional establecida en la Constitución de 1876. El texto constitucional dejaba para una ley posterior la clase de
sufragio que habría de funcionar y, precisamente por ello, sin cambiar el texto, hubo etapas de sufragio restringido y otras de
sufragio universal.
Ahora bien, en ambos casos, y durante decenios y decenios, la práctica del sufragio estuvo viciada por la existencia del
caciquismo. Eran los caciques, y sobre todo en la amplia España rural, los encargados de dirimir los resultados electorales, de
los que nunca resultaba perdedor el Ministerio de la Gobernación. No se concibe esta larga etapa sin la presencia y sin el
poder de los caciques. Y nuestra literatura política (Joaquín Costa o Lucas Mallada, por ejemplo) denunció una y cien veces
este importante lastre. Como señalara Ortega, nada era verdad, todo era un puro artificio. Y a esa España oficial es a la que se
quería oponer pronto la España real.
Ocurre, empero, que trabajos más recientes a nosotros, posiblemente por no estar tan dolidos por los acontecimientos,
están intentando, en lo posible, salvar la obra de la Restauración y, hasta cierto punto, justificar la idea de que el caciquismo
era la única forma participativa y de funcionamiento en una España iletrada, inculta, con muy alto índice de analfabetismo y
absolutamente ajena al juego de la política que protagonizaban las llamadas "familias de la Restauración". Sobre ese mundo
caduco se superponía un sistema (que se dice era vigente también en otros países) que, aunque corrupto, permitió que el
régimen funcionara.
Algo similar, aunque no exactamente igual, ocurrió durante nuestra segunda República. Existió caciquismo en no pocos
lugares de España. El siempre ineficaz Casares Quiroga puede ser un buen ejemplo de ello. Otra vez parece que no había más
remedio. La República realizó una valiosísima labor en la enseñanza (creación de escuelas y maestros), y durante sus años de
vigencia, una larga nómina de intelectuales, científicos y escritores engrandecieron nuestra cultura. Pero, no hay que
olvidarlo, el país seguía siendo el mismo. Otra vez, una serie de nombres aislados, por encima de una España también inculta
y también ajena a los valores de una cultura cívica que siempre ha de acompañar a un régimen democrático para su efectiva
consolidación. No hay más remedio que reconocerlo, a pesar de los escasos y poco modernos ejemplos que puedan traerse a
colación en sentido contrario. Como siempre, fue Azaña quien supo ver que la República (para entonces, la democracia)
tardaba mucho en llegar a los pueblos y el que denunció los lastres del inmediato pasado. Me atrevería a sugerir que, de no
haberse dado tales índices de incultura, la Guerra Civil, en un lado y en otro, no habría costado tanta sangre.
Texto: La España superpuesta, Manuel Ramírez, catedrático de Derecho Político en la Universidad de Zaragoza; su libro más reciente es
La segunda República setenta años después, publicado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
EL PAÍS | Opinión - 20-01-2003.
Al aludir al clan familiar de los Ochando, nos referimos a todo un grupo de personas, unidos por
vínculos familiares y políticos, que durante varias décadas dirigieron y dominaron la vida política
del distrito de Casas Ibáñez, -del que procedían- y en menor medida del distrito de Alcaraz. Con
base en los distritos, llegarían a controlar la vida provincial, y a tener gran influencia en algunos
asuntos de la vida nacional. Prácticamente su peso político arranca de la Restauración, alcanzando
su auge a partir de 1890, y hasta el advenimiento de la IIª República, conservando gran parte del
mismo durante el período republicano.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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El caciquismo local en Villamalea, alcanzará su máxima y más acabada expresión en la figura
de Genaro Cañada Ochando, gran propietario local, que controló sin discusión la vida del municipio
durante más de tres décadas, siendo alcalde 29 años, del 1 de julio de 1881 al 20 de febrero de 1910,
fecha en que falleció. Genaro Cañada Ochando pertenece al clan de los Ochando, no solo por
vinculaciones políticas, sino también familiares. Vamos a enmarcar el origen e influencia de los
Ochando en la provincia de Albacete, con el fin de conocer las vinculaciones económicas, políticas
y sociales del clan.
Antecedentes de la familia Ochando los encontramos en varios pueblos del distrito de Casas
Ibáñez. Así tenemos a Bonifacio Sotos Ochando, que fue obispo y hombre de gran cultura en su
época (siglo XVIII). También en Casas Ibáñez encontramos a Pablo Sánchez Ochando de la Banda
y Galdamez, que en 1772 fue nombrado hidalgo por el rey Carlos III. Sin embargo los Ochando,
como grupo familiar, permanecía disperso, y no tenía significación social. También encontramos los
apellidos refiriéndose a herreros, campesinos y oficios.9
Los Ochando empezarán a destacar como clan familiar a partir de mediados del siglo XIX, y
sobre todo por las continuas compras de propiedades que adquieren con la desamortización. Esta
compra masiva de tierras y propiedades dará la base económica en la que se asentaría el poder de la
familia. En las Actas desamortizadoras de la provincia de Albacete aparece constantemente el
nombre de los Ochando en Fuentealbilla, Cenizate, Mahora, Alborea, Casas Ibáñez y otros pueblos
del distrito de Casas Ibáñez.10
El ascenso del poder económico al político, coincide con la Restauración de Alfonso XII, donde
se consolida la influencia económica, social y toma auge la política. El ascenso en el ámbito social y
político se concretó en abundantes cargos militares, políticos y civiles que obtuvieron un pequeño
núcleo de la familia Ochando. Basándose en lo económico y en los cargos militares de un miembro
de la familia, irán tejiendo una red de influencia y poder a todos los niveles.
Ya hemos señalado que el poder económico les viene de
la desamortización Sin embargo el inicio de la carrera
política de la familia, tiene su origen en uno de sus
miembros, militar, que consigue altos cargos militares y
parlamentarios. Vamos a referirnos a este personaje.
Los Ochando como clase política. Federico Ochando
y Chumillas, cabeza del clan.
Federico Ochando y Chumillas es el eje del clan
familiar. Nació en Fuentealbilla en 1848, distrito de Casas
Ibáñez, Albacete. Ingresa en la academia militar de Estado
Mayor en 1864, siendo promovido a alférez en 1867 y a
teniente de Estado Mayor en junio de 1869. La historia de
sus ascensos y méritos va pareja a las luchas y guerras
mantenidas por la monarquía alfonsina. Una de sus primeras
acciones militares fue el encuentro librado en Barcelona,
contra los insurrectos republicanos, combatió a varias
partidas republicanas y libró combate en San Celoni, por el
Foto Álbum, 8 abril 1927.
que obtuvo como recompensa el grado de capitán.11
Más adelante fue destinado a Valencia para combatir a
los carlistas del Maestrazgo, por lo que se le concedió la Cruz Roja de primera clase al mérito
9
Los datos provienen de las siguientes fuentes: Catastro de Ensenada. Villamalea. 1753. Archivo Histórico Provincial de
Albacete. (A. H. P. de A). Crónica de la provincia de Albacete. J. Roa y Erostarbe. Albacete 1895. (A. H. P. de A.). Álbum.
Editado por la revista "Automóvil". Valencia, 8 de abril de 1927. Biblioteca especializada. A. H. P. de A., y Ateneo
Mercantil de Valencia.
10
El historiador Antonio Díez, de Albacete, recoge a la familia Ochando como uno de los beneficiados de la desamortización
del siglo XIX, en su tesis doctoral sobre la desamortización en la provincia de Albacete durante el siglo XIX. Información
oral de Antonio Díez, 1977.
11
Álbum. Pág. 17, y Crónica de la provincia de Albacete, Pág. 261.
24
Benito Sanz Díaz
militar. Destinado a Cataluña, sofocó varias rebeliones en el ejército. Vuelto a Valencia, tomó parte
en el “ataque y rendición de la plaza y en varios encuentros con los Cantonales, alcanzando el
grado de comandante por el arrojo demostrado... contribuyó al establecimiento del sitio de
Cartagena”.12 Federico Ochando combatió a todos los enemigos de la Restauración como militar:
republicanos, carlistas, cantonalistas, tropas insurrectas, etc. Con Alfonso XII se consolidará una
burguesía conservadora, de la que formará parte la familia Ochando.
Las crónicas de la época, recogen el continuo ascenso de Federico Ochando y Chumillas como
militar: “No satisfecho su ardor patriótico, por la pacificación de España, hombre de guerra ante
todo, a la guerra había de ir donde quiera que se ascendiese".13 Marcha a Cuba, donde por méritos
de campaña será ascendido a brigadier a los 30 años de edad. Ayudó a pacificar la isla, asistiendo a
los principales encuentros, apresando a Tomás Maceo, hermano del general insurrecto. Ayuda a
mantener los restos de la España imperial, en rápido declive. Después marcha a Filipinas como
general, estando encargado interinamente del Gobierno y de la capitanía general. Enfermo, regresa a
España, donde será gobernador militar de Madrid en 1894, y un año después ascenderá a teniente
general. En 1896 participa en la última campaña de Cuba como Jefe de Estado Mayor de Weyler.14
Vive la agonía de un imperio que se extingue. A su regreso a la metrópoli, ocupará importantes
cargos militares; será capitán general de Aragón (1897), de Andalucía (1898), inspector general de
la Guardia Civil en 1901 y de Carabineros en 1903; ocuparía después varias Capitanías Generales y
la Dirección General de Carabineros. Fue uno de los defensores de las mejoras continuas dentro del
ejército en las Cortes, donde se recogen muchas intervenciones ante la Cámara, con frases como
aboga “por el mejoramiento de las clases del Ejército y la Marina, del clero parroquial y rural,
retirados del Ejército...".15 Ocupa pues la cúspide del poder militar, siendo uno de los generales más
prestigiosos de la época.
Parlamentario en el Congreso y Senado.- Junto a su brillante carrera militar, Federico
Ochando une una vida política y parlamentaria paralela, teniendo un escaño en el Congreso y en el
Senado prácticamente durante 30 años, de 1879 a la Dictadura de Primo de Rivera, en el que se
disolvió el Parlamento, a excepción de algunas legislaturas.
Sin embargo, los inicios políticos de los Ochando no fueron fáciles. En los años 80 del siglo
XIX, tanto Federico Ochando como militar, como su familia, aun no se han consolidado en el
ámbito político. Están comenzando lo que será un ascenso continuo y que se consolidará para
décadas.
Siendo brigadier del Ejército, Federico Ochando, y aprovechando las amplias relaciones
familiares que tienen en el distrito de Casas Ibáñez, se presentará como diputado por el distrito, y
por la candidatura Liberal-Conservadora. Así será elegido por primera vez en 1879 como diputado a
Cortes, a la edad de 31 años. Los Ochando han iniciado su carrera política.
La red caciquil está aun embrionaria, sin que se haya trabado perfectamente sus junturas.
Existen unos vínculos familiares y el dominio de parte de los pueblos de los partidos judiciales de
Casas Ibáñez y Alcaraz, pero sin organizar como estructura que apoyará a la familia y protegidos
durante 40 años. La figura de su personaje más ilustre está en ascenso y aun le falta consolidar
relaciones en Madrid.
En las elecciones de 1884, Federico Ochando se vuelve a presentar, pero los métodos
fraudulentos -como lo eran siempre- no le favorecen, por apoyar el gobernador civil de Albacete al
candidato oponente. Federico Ochando recurre con su influencia y se querella con el gobernador y
los alcaldes de varios pueblos del distrito. Consigue que su caso se debata en el Congreso, donde se
ponen de manifiesto, una vez más, lo corrupto del sistema electoral y del caciquismo. En el Diario
de Sesiones del Congreso, se lee:
12
Crónica de la provincia de Albacete, Pág. 204.
Crónica de la provincia de Albacete, Pág. 204.
14
Valeriano Weyler, mariscal de campo, senador vitalicio desde 1898. Fue jefe del Ejercito en Cuba al producirse la
sublevacion de Maceo. Varias veces Ministro de la Guerra, se opuso al golpe militar de Primo de Rivera en 1923.
15
Álbum. Pág. 17.
13
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
25
“Presentación del Sr. Godró -como candidato electo por
Casas-Ibáñez-...
Exposición presentada por Don Federico Ochando,
candidato a Diputado a Cortes por Casas Ibáñez... pidiendo la
nulidad de la elección de varias secciones y que se le proclame
Diputado, pasando el tanto de culpa a los tribunales
correspondientes...”.16
Los Ochando tratan por todos los medios de asentar
sus dominios, aun sin consolidar. Un diputado de su
grupo defiende su caso en el Congreso:
"El Presidente (de las Cortes): El Sr. Merelles tiene la
palabra.
El Sr. Merelles: La he pedido... para tener la honra de
presentar al Congreso tres documentos referentes al acta de
Casas Ibáñez, provincia de Albacete. Es el primero un
certificado expedido por el Juez de Instrucción de Almansa, en
el que se hace constar que a pesar de las reclamaciones que ha
habido por parte de un elector, éste figuró en las listas,
votando sin haber tomado parte en la elección.
En el segundo, una certificación expedida por el Juez,
referida a hacer constar que han sido tantos y tan grandes los
abusos cometidos por el alcalde de Alpera, que el juzgado
municipal se ha visto en la necesidad de instruir diligencias
criminales contra ese mismo alcalde...”.17
Poco después, el mismo diputado Sr. Merelles intervenía
para señalar cómo un vecino: "Que en 27 de abril último se
hallaba en la cárcel sufriendo pena que le había sido impuesta
por el tribunal en causa, por hurto, aparece, no obstante,
tomando parte en la elección en una de las 15 secciones de que
se compone el distrito de Casas Ibáñez”.18
Los métodos caciquiles son la norma. El sistema de
fraude, con presiones, violencias, pucherazos, etc., está a
la orden del día. El interés de la cita es señalar cómo los
Ochando aún no dominan los hilos de un aparato que los
hará dueños de la situación. La querella no prospera, por
estar apoyado el gobernador civil de Albacete por el
ministro de Gobernación, y serles difícil obtener
documentos que prueben formalmente los fraudes: “por
que el juez y el gobernador, que son parientes y
naturales de aquella provincia, que resulta procesado
por esos mismos hechos, no se presten a dar las
justificaciones necesarias”.19
Los Ochando se resisten con energía, denunciando al
gobernador y varios alcaldes por abuso en el ejercicio de
su cargo; en las Cortes se denuncia: “...y la misma
petición hago respecto a los procesos incoados por los
hechos ocurridos durante la elección en las secciones de
Alborea y Villamalea...”, si bien no prospera contra el
gobernador “por abuso en el ejercicio de su cargo”, y se
declara válida la elección del candidato contrario.20
16
Diario de Sesiones. Congreso. Cortes 1879-81. Tomo 205. 177.
Diario de Sesiones. Congreso. Cortes. 1884-5. Tomo 229. 23.
18
Diario de Sesiones. Congreso. Cortes. 1884-5. Tomo 229. 114.
19
Diario de Sesiones. Congreso. Tomo 235.. 3.062.
20
Diario de Sesiones. Congreso. Tomo 235. 3.120.
17
Federico Ochando: diputado y
senador vitalicio
Federico Ochando y Chumillas unió a
su brillante carrera militar una larga vida
política y parlamentaria en el Congreso y
en el Senado, prácticamente durante 30
años, de 1879 a la Dictadura de Primo de
Rivera, en el que se disolvió el Parlamento,
a excepción de algunas legislaturas. Fue
electo por los distritos de Alcaraz y CasasIbáñez en varias legislaturas; senador electo
por La Habana (1896-1898), por Albacete a
partir de 1898, senador vitalicio desde 1906
y vicepresidente del Senado en la
Legislatura de 1902 y 1911.
26
Benito Sanz Díaz
Esta experiencia será de gran utilidad para la familia Ochando, que se moviliza para crear una
tupida red en torno a sus intereses, imponiendo a pequeños caciques a su servicio en los pueblos
más pequeños, y en los de cierta importancia a familiares directos, ocupando gentes a ellos
vinculados, las alcaldías y los juzgados municipales. Así, en las elecciones de 1886, no tendrán
ningún problema, y a partir de la fecha saldrán elegidos sin interrupción miembros del clan familiar,
o elementos ochandistas a su servicio.
Federico Ochando será diputado por Alcaraz o Casas Ibáñez alternativamente, y simultánea su
escaño con cargos militares. Será diputado hasta 1896, y senador por La Habana (Cuba) de 1896 a
1898, año en que es elegido, por primera vez, senador por Albacete, siendo reelegido en las
legislaturas a que se presenta. A partir de 1907 el Rey lo hará senador vitalicio hasta 1923, en razón
de su cargo militar, y ocupará en dos legislaturas la vicepresidencia del Senado. Muere en 1929.21
Favorable a la Restauración, Federico Ochando fue figura sobresaliente en el partido
Conservador que dirigía Canovas del Castillo. Al mismo tiempo apoyará la promoción de otros
miembros de la familia, tanto a escaños en el Congreso, como a cargos civiles provinciales,
obtención de prebendas y otros beneficios de diverso tipo.
Sí dedicamos un cierta espacio a Federico Ochando y Chumillas es por que reúne las
características propias del cacique, tanto en su trayectoria, como por la influencia que ejerce en el
resto del clan. El efecto es mutuo: el clan de pequeños caciques lo apoya en su carrera política, y
Federico Ochando les ayuda a promocionarse, potenciando con fuerza el poder del clan y su
organización.
La influencia política del clan Ochando no solo fue en Albacete, sino también en Valencia, donde el
ingeniero y diputado en las Cortes Román Ochando desarrollo sus actividades como jefe provincial de Obras
Publicas del Ministerio de Fomento. En las fotos, dos momentos de los homenajes en Valencia, en 1927, en
que aparecen Federico y Román Ochando. Fotos Álbum.
Otros miembros del clan Ochando.- Nos referimos, brevemente, a otros componentes de la
familia Ochando, que completará el cuadro y los beneficios que obtiene el clan de su organización
caciquil.
Andrés Ochando y Chumillas era hermano de Federico. Gran propietario de tierras, ocupó un
escaño en las Cortes en varias legislaturas. Sus hijos Andrés Mª y Román desempeñarían
importantes cargos públicos y en Las Cortes. Andrés Mª. desempeñó los cargos de presidente de la
Diputación, gobernador civil, delegado del Banco de España, etc., todos en Albacete. Román
Ochando y Valera tuvo una trayectoria pública muy importante: Ingeniero de Caminos de profesión,
pasó por distintos cargos en el Ministerio de Fomento, fue Jefe de Obras Públicas de Albacete y
21
En la pagina web del Senado -http://www.senado.es/historia/senadores/index.html- existe el documento: Expediente
personal del Senador D. Federico Ochando y Chumillas, por las provincias de La Habana y Albacete, y Vitalicio.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
27
después de Valencia. En dos ocasiones ocupó un escaño de diputado en Las Cortes, la primera al
acabar sus estudios, en 1898 –sustituyendo a su padre, que falleció-, y en 1933.
El apoyo a la familia
Ochando en Albacete
y Valencia quedó
recogido en el
homenaje a Román
Ochando y Valera,
ingeniero de caminos,
en 1927. En la foto,
uno de los actos de
homenaje, en
Valencia. Román
Ochando aparece
sentado a la izquierda.
En el centro Federico
Ochando, senador
vitalicio y jefe del
clan. Foto Álbum.
28
Benito Sanz Díaz
Miembros de la familia Ochando que ocupan algún escaño en las Cortes.22
(Con detalles de cargos militares, civiles y profesionales).
Federico Ochando y Chumillas
Cargos militares: Brigadier (1879). Jefe de Brigada de Madrid (1884). General de División (1889).
Capitán General de Filipinas (1892). Teniente General y Gobernador Militar de
Madrid (1894). Jefe del Estado Mayor General en Cuba (1896). Capitán General de
Andalucía (1898). Inspector General de la Guardia Civil (1901). Inspector General
de Carabineros (1903). Capitán General de Castilla la Vieja (1904). Director
General de Carabineros (1907). Capitán General de la 7ª. Región (1911).
Medallas: Cruz Roja al Mérito Militar de la 2ª. y 3ª. clase. Encomienda de Carlos
III. Gran Cruz de Isabel la Católica. Gran Cruz Roja al Mérito Militar.
Cargos civiles: Encargado interino del Gobierno de Filipinas (1892). Consejero del Reino.
Escaños parlamentarios.
Congreso: Diputado electo por los distritos de Alcaraz y Casas Ibáñez en varias legislaturas.
Senado23: Senador electo por La Habana (Cuba). 1896-1898.
Senador electo por Albacete a partir de 1898.
Vicepresidente 2º del Senado en la Legislatura de 1902.
Senador vitalicio de 1907 a 1923.
Vicepresidente del Senado en la legislatura de 1911.
Andrés Ochando y Chumillas. Hermano de Federico. Propietario de tierras.
Congreso: Diputado electo por el distrito de Casas Ibáñez en 1893, 1894, 1896.
Andrés Mª. Ochando y Valera. Abogado. Hijo de Andrés Ochando y Chumillas.
Congreso: Diputado a Cortes por Alcaraz en 1893 y 1898.
Diputado a Cortes por Casas Ibáñez en 1889 y 1901.
Cargos civiles: Presidente de la Diputación de Albacete.
Gobernador civil de la provincia de Albacete.
Delegado del Banco España en Albacete.
Román Ochando y Valera. Ingeniero de Caminos. Hijo de Andrés Ochando y Chumillas.
Congreso: Diputado electo por Casas Ibáñez, 1898.
Diputado por Albacete en La IIª República, 1933. Partido Radical.
Cargos civiles: Ingeniero-Director de Carreteras de la Diputación de Valencia. 1892.
Director de Negociado de Construcciones del Ministerio de Fomento. 1913.
Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Albacete y Valencia.
Román Ochando y Serrano
Congreso: Diputado electo por Casas Ibáñez. Legislatura 1919-1920.
Fuente: Álbum, actas del Congreso y Senado; Senado -http://www.senado.es/historia/senadores/index.html-, y La Voz del Distrito.
22
Estos cuadros están confeccionados a partir de las siguientes fuentes: Álbum, Crónicas de la provincia de Albacete, Diario
de Sesiones del Congreso y del Senado de varias legislaturas, La Voz del Distrito y testimonios orales.
23
Senado -http://www.senado.es/historia/senadores/index.html-. Expediente personal del Senador D. Federico Ochando y
Chumillas, por las provincias de La Habana y Albacete, y Vitalicio.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
29
1. 1.- Base electoral de los Ochando: distrito propio
Había dos tipos de diputados, según definía José Varela: cuneros y con distrito propio. Cuneros
eran aquellos cuya elección se debía más al apoyo del Gobierno que a su influencia local. La
Administración del Estado veía como distrito disponible aquél en el cual podía colocar un diputado,
sin que éste tuviese base local. Sin embargo, lo más corriente eran los que se conocían cómo
distritos propios, donde el candidato tenía una organización local y sus diputados se llamaban
candidatos naturales, con arraigo o derecho propio. Es a este tipo de políticos a los que sensu
stricto, se les ha denominado caciques y que tenían una base social real y amplia.24
Así, la influencia política de los Ochando en el ámbito nacional y provincial fue muy destacada,
legando a tener en algunas épocas un senador, dos diputados, distintos cargos provinciales y, por
supuesto, toda una red de caciques locales como alcaldes y concejales, jueces de paz, etc.
Las bases electorales de los Ochando fueron estables, como consecuencia de la implantación del
clan en los distintos municipios que componían los partidos judiciales de Casas-Ibáñez y Alcaraz.
Lo que caracteriza a los Ochando es precisamente el tener “distritos propios", a diferencia de los
"cuneros", que carecían de organización en el ámbito local que los respaldasen.
Los distintos miembros de la familia Ochando se habían enriquecido como consecuencia de la
desamortización del siglo XIX, y se habían hecho fuertes en los municipios, ampliando su poder a
través de enlaces matrimoniales y por el apoyo mutuo que obtenían de otros miembros de su
familia. Al estrecharse los vínculos organizativos y familiares, los Ochando conseguían fácilmente
imponer a sus candidatos a las Cortes, recibiendo por ello todo tipo de apoyos y ayudas, sirviendo
esto para consolidar su hegemonía. La mayoría de los alcaldes del distrito de Casas-Ibáñez eran
directamente familiares, caso por ejemplo de Villamalea, o bien individuos relacionados o
impuestos por ellos. La obtención de cargos civiles en Albacete por parte de alguno de los
miembros del clan –gobernadores civiles, presidentes de la Diputación, etc.- respaldaba y ampliaba
su poder local. Así, la base electoral multiplicaba su influencia política y social. Y todo esto venia
avalado por Federico Ochando y Chumillas, que desde sus cargos políticos y militares, velaba en
Madrid por los intereses del clan.
Un ejemplo del control de los Ochando lo recogemos del semanario "La Voz del Distrito",
donde queda patente su hegemonía sin oposición digna de tal nombre. Con motivo de unas
elecciones a Cortes se lee:
"Nuestras profecías se cumplieron.
El distrito de Casas Ibáñez es puro ochandista.
Así lo decíamos en anteriores números, cuando por tierras de Casas Ibáñez deambulaba el
candidato ciervista a la "caza de incautos” predicando... las "virtudes" de la política que representa,
y así ha resultado como ya saben nuestros lectores.
La derrota sufrida por el Sr. García Más ha sido de las que dan enseñanzas a la osadía y a la
inconsecuencia de quienes todo lo dejaron por la idea de "serlo todo" y fuere por el camino que
fuere. Ha sido una derrota sin precedentes, habida cuenta que los elementos que siguen a nuestro
paisano D. Federico Ochando no desplegaron toda su actividad, “porque entendieron desde el
primer momento, que a nada venía el candidato ciervista, a pesar de desgañitarse por los pueblos y
del diluvio de soflamas -todas buenas para aplicarlas al campo en que milita- que iba soltando su
periódico de la capital.”
Los Ochando no tienen que movilizarse a fondo en la pugna electoral, pues están seguros de su
éxito. Así, seguía el artículo publicado en primera pagina, a grandes titulares:
"Ya hubimos de decir que la gran mayoría de los electores de este Distrito es, sinceramente,
ochandista. Y, por la tanto, siempre incondicionalmente sigue las ordenes de su dirección, ya sea en
calidad de ministerial, es decir, que auguramos el triunfo del candidato ministerial con votos
ochandistas, que bien probado tienen donde se hallan en política... “.
Las connotaciones bíblicas aparecen en el citado articulo, al identificar Ochando-Diosbienhechor de la provincia de Albacete.
24
Los amigos políticos... Pág. 356-7.
30
Benito Sanz Díaz
"Con la derrota del ciervismo en este distrito, ya descontada, ha concluido la "deslindación" del
campo de Jericó por aquí planteada; pero sin que el "obediente" Josué haya podido “ver al sol
ochandista detenido en su carrera", sino después de presenciar éste, "desde su altura", el descalabro de
los que creyeron "atacar la plaza" y solo lograron -"en tierras de Casas Ibáñez”- abrir trincheras donde
sepultar los restos de las huestes que nunca tuvieron... frases bastantes para alabar "al dios bienhechor
de la provincia de Albacete", contra quien únicamente la soberbia les hizo rebelarse".25
Realmente estas frases corresponden a un dominio importante de los Ochando sobre la
candidatura ciervista, pues de 8.906 votantes, el ochandista obtiene 6.520 votos (73%), y el
ciervista 2.386 (27%).
Queda patente que al tener "distrito propio", los Ochando imponen sus candidatos a Cortes sin
problemas, frente al cunero ciervistas, al que consideran un intruso. Los ciervistas tratan de comprar
votos, recibiendo el desprecio de los ochandistas, que escribían en su semanario: "...en el distrito de
Casas-Ibáñez ha triunfado el ochandismo, ahora y siempre por los sufragios atraídos por
simpatías, no "por dinero", como en su periódico ha dicho gansamente el ciervismo. Esos
procedimientos solo han podido emplearse en su campo, como lo atestiguan 50.000 duros enviados
con publicidad a Cartagena, los 40.000 que, se dice, se han "derretido" en Almansa y el "...gabán y
manta que en la capital de esta provincia hayan cobrado ya algunas sastrerías".26
El peso de los Ochando es aplastante en casi los 24 pueblos que componían el distrito de Casas
Ibáñez. Así, por ejemplo, en las elecciones de 1920 tenemos, entre otros, los siguientes resultados
electorales:
Resultados en las elecciones de 1920 en el distrito de Casas Ibáñez.
Municipio
Casas-Ibáñez
Alcalá del Júcar
Jorquera
Fuentealbilla
Villamalea
Mahora
Recueja
Valdeganga
Candidato ochandista
votos
%
524
85
510
87
390
91
348
66
462
90
281
90,5
194
100
402
80
La Voz del Distrito, nº 181. A. H. P. de A.
votos
94
81
40
182
51
30
105
Candidato ciervista
%
15
13
9
34
10
9,5
20
Las bases electorales del clan Ochando
fueron estables, como consecuencia de la
implantación del clan en los distintos
municipios que componían los partidos
judiciales de Casas-Ibáñez y Alcaraz
durante tres décadas. Lo que caracteriza a
los Ochando era el tener “distritos
propios", a diferencia de los "cuneros",
que carecían de organización en el ámbito
local que los respaldasen. En la foto
Pedro Ochando –en el centro-, alcalde de
Casas de Juan Núñez, junto a varias
personas influyentes del municipio.
Foto Álbum.
25
26
La voz del Distrito, semanario independiente. Numero 181, de 31.12.1920. A. H. P. de A.
La Voz del Distrito. Numero 181. A. H. P. de A.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
31
32
Benito Sanz Díaz
Cronología y cargos militares, parlamentarios y civiles de la familia Ochando
Legislatura
Año
Cortes
Federico Ochando y Chumillas
Cargos militares
Cargos parlamentarios
1879
1879-91
Brigadier
Diputado electo por Casas Ibáñez.
Candidatura Liberal conservadora
1884
1884-5
Jefe de Brigada en Madrid
Querella contra el gobernador de
Albacete por fraude electoral
1886
1886-90
Secretario de la Dirección
General de Carabineros.
Diputado electo por el Distrito de
Casas Ibáñez. Candidatura adicta
al Gobierno
1889
1889-90
General de División
Diputado electo por Alcaraz
1891
1891
General de División
Diputado electo Casas Ibáñez
1892
Otros miembros de la
familia Ochando en las
Cortes
Encargado del Gobierno y de la
Capitanía General de Filipinas
1893
1893-4
General de División
Diputado por Alcaraz
Andrés Ochando y Chumillas
Diputado por Casas Ibáñez.
Andrés Ochando y Valera.
Diputado por Alcaraz
1894
1894-5
Teniente General y Gobernador
Militar de Madrid.
Diputado por Alcaraz
Andrés Ochando y Chumillas
Diputado por Casas Ibáñez
1896
1896
Jefe de Estado Mayor General en Senador electo por La Habana,
Cuba, con Weyler.
1896-1898
Andrés Ochando y Chumillas
Diputado por Casas Ibáñez
1898
1898
Capitán General de Andalucía
Senador electo por Albacete
Andrés Ochando y Valera
Diputado por Alcaraz.
Román Ochando y Valera
Diputado por Casas Ibáñez
1899
1899
Capitán General
Senador por Albacete
1901
1901-2
Inspector General de la Guardia
Civil
Senador por Albacete y
Vicepresidente segundo del
Senado.
Andrés Ochando y Valera
Diputado por Casas Ibáñez
Andrés Ochando y Valera
Diputado por Casas Ibáñez
1903
1903
Inspector General de
Carabineros.
Diputado por Casas Ibáñez.
1904
1904-7
Capitán General de Castilla la
Vieja. Capitán General de la
Primera Región Militar.
1907
1907-8
Director General de Carabineros. Senador Vitalicio.
1910
1910
Director General de Carabineros. Senador Vitalicio y vicepresidente
del Senado.
1912-20
Senador Vitalicio
1921-23
1923-30
Dictadura de Primo de Rivera
1933
IIª República. Legislatura 1933-1936
Román Ochando y Serrano
Diputado por Casas Ibáñez
Senador Vitalicio
Fuente: Álbum, actas del Congreso y Senado, La Voz del Distrito y testimonios orales.
Román Ochando y Valera
Diputado electo por Albacete.
Partido Radical.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
33
Los Ochando tenían distrito propio. Durante cuatro décadas Casas Ibáñez tuvo a Ochando u
Ochandistas ocupando escaños en Las Cortes. En todos los pueblos del distrito tenían caciques bajo
su control, que les aseguraban la elección. También los Ochando mantuvieron bajo control el
distrito de Alcaraz, y por el mismo ocuparon escaño varios miembros del clan y personas de su
entorno en casi todas las legislaturas.
Es significativo el cuadro siguiente, sobre las elecciones en Albacete de 1900 a 1923:
Año
Candidatos electos según partidos en la provincia de Albacete
Liberales y adictos al Gobierno
Conservadores
Otros
1901
3
1
1903
1905
1907
1910
1914
1916
1918
1919
1923
1
3
1
3
1
3
1
2
3
1
3
1
3
1
3
3
2
1
Los Distritos de la provincia de Albacete eran: Albacete, Hellín, Casas Ibáñez, Almansa y
Alcaraz. La tabla recoge los 4 distritos sin incluir la capital.
El reparto de escaños entre Liberales y Conservadores queda claro en los distritos rurales de
Albacete. En todos los casos un Ochando u ochandista ocupaba escaño. La alternancia de poder era
casi matemática, hasta 1919.
Métodos de control de los Ochando. Está claro que todos los métodos útiles fueron empleados
para imponer la hegemonía del clan en los distritos de Alcaraz y Casas-Ibáñez. Se hizo pucherazo,
se presionó a los vecinos con todo tipo de amenazas para que votasen al clan, se compraron votos,
se crearon bandas de matones y partidas de la porra, etc. Los encargados de ello eran los pequeños
caciques de pueblos, aldeas y pedanías. Estos llegaban a desterrar a los opositores que se
interponían en su camino, sin miramientos. Si eran jornaleros, se les compraba el voto, se le
amenazaba con no darle trabajo, se prometía darle ocupación, se le regalaba tabaco, carne, etc.
Según el individuo y la situación, se empleaba uno u otro método. A los campesinos díscolos, se les
amenazaba con quitarle aparcerías o arriendos, obligarles a que devolvieran los préstamos usureros,
con no comprarle la cosecha... Cualquier método era válido. Antes de las votaciones, se mataban
ovejas, se daba tabaco, ropa, dinero, etc.
"La Voz del Distrito", portavoz de los intereses ochandistas. El único órgano de información
del distrito de Casas Ibáñez, "La Voz del Distrito”, es la "voz" de los Ochando. Si bien la influencia
y hegemonía del clan arrancaba del siglo XIX, y había tenido momentos álgidos en la ultima década
del siglo XIX, en cuanto a la abundancia de cargos públicos detentados directamente por miembros
de la familia, y durante el siglo XX por los centros de poder y cargos ocupados por la familia o
vinculados a ella, en 1917 decidieron hacerse dueños del semanario del distrito, que si bien se
denominaba "semanario independiente", no era tal. En algunos periodos llegó a figurar como
redactor-jefe Fernando Ochando, cambiando el subtítulo por el de "Semanario Regional
Manchego". Basta leer cualquier numero para comprobar la línea conservadora y ochandista -en
exceso-, pues en muchos semanarios tienen como únicos protagonistas a los Ochando- salvo en el
espacio dedicado a la publicidad-. La apología es constante. En él se publican bodas, homenajes,
adhesiones, elecciones, defunciones, etc. del clan, noticias de sus íntimos y protegidos, etc. Así es
frecuente leer noticias de este tipo: “Boda aristocrática... el solemne acto de unir en indisolubles
lazos el matrimonio a la bondadosa y bella señorita Adelita Ochando, con el acaudalado
propietario de Balazote Dn. Damián...".27
27
La Voz del Distrito, 16 de noviembre de 1927. A. H. P. de A.
34
Benito Sanz Díaz
Este tipo de enlace estrecha las relaciones con otros clanes y ensanchan su base de influencia.
Otras veces les dedica toda la primera pagina a una defunción; con grandes titulares se lee: "Primer
aniversario. El Ilmo. Sr. Don. Andrés Maria Ochando y Valera, abogado, ex-diputado a Cortes, expresidente de la Excma. Diputación Provincial de Albacete, ex-gobernador civil ex-delegado del
Banco de España en esta provincia, etc., etc. falleció en Fuentealbilla el 15 de diciembre de 1918 a
58 años de edad...”.28
En otras ocasiones era para homenajear a algún miembro del clan o allegado. Cualquier motivo
era bueno para dedicar paginas enteras, -o todo el periódico- a los Ochando. Así, el nº 497 del
semanario -5.4.1927- lo dedica integro a Román Ochando. Leemos: "Del homenaje de Valencia a
nuestra ilustre paisano Dn. Román Ochando y Valera...” Y a continuación le dedica artículos,
poesías, alabanzas, resúmenes de prensa, adhesiones, etc. En esta línea apologética se mantiene el
semanario durante la época a que nos referimos, como característica de la publicación.
1. 2.- Algunas claves de la influencia ochandista: las obras publicas. Explicar que el dominio
ochandista se ejerciese tan solo por la violencia, presión, fraude, "partidas de la porra”, etc., sería
demasiado simplista, a pesar de ser algunos de sus componentes. Junto a estos factores existía un
paternalismo de los caciques locales a la hora de dar trabajo, arrendar o vender tierras, conceder
prestamos, favores administrativos, ayudas económicas interesadas, etc., así como otros beneficios
de gran importancia social y económica para el distrito, como era la construcción de vías de
comunicación
y
obras
publicas. Carreteras, puentes,
perspectivas de vía férrea y
otras obras públicas, eran
elementos importantes en la
época. Su construcción abría
grandes posibilidades para
toda la población, sin
importar la clase social a que
se perteneciese. A los
grandes propietarios rurales
les interesaba porque abrían
vías de comercialización
para
sus
productos,
intensificándose el cultivo de
sus tierras, revalorizándolas.
A los jornaleros les permitía
encontrar ocupación en
épocas
de
paro,
o
incrementaban
los
días
trabajados a aquellos que
iban a jornal. Incluso los
pequeños campesinos podían ocuparse parcialmente en los trabajos de construcción de obra pública.
Todo esto, unido a los progresos y beneficios de todo tipo que se obtenían con estas nuevas vías
de comunicación, daban un apoyo electoral masivo a quien detentase los mecanismos de decisión y
control de las construcciones. Ahí encontramos a los Ochando. El estudio de las actas del Congreso
y del Senado nos muestran como los Ochando aparecen constantemente en las comisiones de
carreteras de las Cortes, presidiendo algunas de ellas. Recogemos, a título de ejemplo, el siguiente
cuadro:
28
La Voz del Distrito, 12 de diciembre de 1919. A. H. P. de A.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
35
Los Ochando en las comisiones de carreteras de las Cortes y el Senado
Legislatura
1879-81
1888-89
1879-81
1889-90
1891
Nombre y apellidos
Federico Ochando y Chumillas
“
“
“
“
“
Diputado
“
“
“
“
“
1893-94
1899
“
“
“
“
1908-09
“
Senador
1893-94
Andrés Ochando y Chumillas
1894-95
1889
“
Andrés Ochando y Valera
Diputado
“
“
Comisión de Carreteras de:
Casas Ibáñez a Requena
Balazote-Alcaraz
Casas-Ibáñez a Requena
Villarrobledo-Almagro-Alcaraz
Albacete, Jaén, Villamalea
Almansa y Alborea; Villamalea a Chinchilla;
Casas-Ibáñez a Casas de Juan Núñez
Roda-Mahora y Balazote
Casas de Juan Núñez-Jumilla; Albacete a
Villarobledo
Villarrobledo, La Almarcha, Casas Ibáñez y
Requena
Tarazona-Motilla. De La Roda a Mahora. De
Balazote a Munera
Ayora-Albacete
Albacete, Jaén, Riopar
Fuente: Diario de Sesiones del Congreso y del Senado.
Este cuadro no es completo, y tan solo es una referencia. La construcción de estas carreteras
favorece a los municipios por los que pasan, y los pueblos agradecen las obras con su voto político.
Se consolida así la influencia caciquil, con beneficios mutuos para ambas partes.
La prensa del distrito recoge continuas adhesiones y agradecimientos por "los beneficios
obtenidos en todos los pueblos del distrito con las vías de comunicación que nos han tendido". La
villa de Jorquera escribía: "Todos teníamos que ver al pueblo de Jorquera rodeado de carreteras,
con lo cual ha aumentado, desde hace diez años a esta parte, doblemente, su principal riqueza, no
teniendo que malbaratar sus productos como venía haciendo antes, por carecer absolutamente de
vías de comunicación”.29 El protagonista y destinatario de estos elogios era Román Ochando y
Valera, ingeniero-jefe de Obras Públicas de Albacete hasta 1924, y con influencia en la construcción
de vías de comunicación durante muchos años.
Los manejos caciquiles quedaban claros en una contestación de Román Ochado ante uno de los
homenajes tributados por varios pueblos, cuando decía: "Yo soy el menos acreedor de ello [el
homenaje], pues todo se debe en primer lugar de mi tío Federico, que se preocupó, en tiempo
oportuno, de incluir en el Plan General de Carreteras del Estado las necesarias para que todos los
pueblos del distrito tuvieran esta clase de vías de comunicación...". Se disculpa a continuación de
las que pudieran faltar: "Si hay algunos (muy pocos) que no las tienen, fue porque leyes posteriores
de carácter general, las suprimieron sí que nadie pudiese evitarlo".30
Las influencias e interrelaciones son constantes. Federico Ochando las incluye en el Plan
Nacional, Ramón Ochando las construye y Fernando Ochando se hace eco de ello en La Voz del
Distrito.
La Línea férrea Baeza-Utiel.
La línea férrea Baeza-Utiel había tenido una larga gestación, y con ella se pretendía unir
Andalucía con el Levante. Uno de los tramos importantes pasaba por Albacete, y más
concretamente, por el partido judicial de Casas Ibáñez.
El proyecto había sido debatido largo tiempo, aprobándose en Consejo de Ministros en 1927.
Habían apoyado el trazado Federico y Román Ochando. Román fue hasta 1928 jefe de Obras
Públicas de Albacete. El paso del clan se constata por el cambio del trazado original. El ingeniero
29
30
La Voz del Distrito. Nº 286. A. H. P. de A.).
La Voz del Distrito. Nº 497. 5 de abril de 1927. A. H. P. de A.
36
Benito Sanz Díaz
Bellido31, había realizado un trazado se cambió por presiones, para que atravesase el distrito de Casa
Ibáñez, en beneficio de los habitantes de esa zona. Reproducimos una de las páginas del semanario
del distrito en el que se ven los dos distintos trazados del tramo Albacete-Utiel.32 El trazado del
ingeniero Bellido pasaba por Mahora-Canizate-Víllamalea. El trazado que aparece con línea
continua (con bastantes túneles) tuvo como promotor al ingeniero Román Ochando. Según este
trazado, se aumentaba el número de túneles -de 4 a 13 y evitando la línea recta, más económica-, el
recorrido, los costos, pero se conseguía que pasase por la cabeza del distrito, donde los Ochando
tenían grandes intereses políticos y económicos. La aprobación de la vía férrea Baeza-Utiel es
acogida con gran entusiasmo; con este motivo se inician grandes homenajes a los Ochando. Los
pueblos del distrito se adhieren a los actos. La prensa recogía unas declaraciones de Román
Ochando con motivo de varios homenajes multitudinarios.
El “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927, recoge el homenaje,
constituyendo un documento periodístico y gráfico apologético de los homenajes tributados a los Ochando, en
todos los pueblos del distrito, en Albacete y Valencia. “La Voz del Distrito”, se hacía eco de todos estos
homenajes, recogiendo adhesiones y apoyos. A estos homenajes se unen autoridades civiles, municipales,
entidades, y junto a ellas la oligarquía de Albacete: los Picazo, Martínez Acacio, Gotor, Flores, Pozuelo, etc.
“Yo soy el menos acreedor de ello, pues todo se debe en primer lugar a mi tío Federico, que se preocupó,
en tiempo oportuno, de incluir en el Plan General de Carreteras del Estado las necesarias para que todos los
pueblos del distrito tuvieran esta clase de vías de comunicación... Si hay algunos (muy pocos) que no las
tienen, fue por que leyes posteriores de carácter general las suprimieron..."33
31
Existen dos documentos de Interés sobre el tema: Informe que la comisión de fuerzas vivas de la ciudad de Albacete
presenta con relación al mencionado anteproyecto. Anteproyecto de Ferrocarril de Baeza (empalme) a Requena (por La
Roda). Albacete. 1925. Archivo del Ayto. de Albacete. Ambos informes recogen la polémica de la época y su trazado.
32
La Voz del Distrito. 25.3.1932. A. H. de A.
33
La prensa local y de Valencia recogía los distintos proyectos del ingeniero Ochando: La Voz Valenciana (9.3.1927), El
pueblo (10.3.1927), La Voz del Distrito (10.3.1927), etc. En ellos y otros, se recogían con detalle los logros del Ingeniero
de Obras Públicas de Albacete y de Valencia, Román Ochando.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
37
Federico incluye las carreteras en el Plan, Román las construye y dirige como Ingeniero Jefe de
Obras Públicas de la provincia, y Fernando Ochando les hace un homenaje a ambos desde el
periódico del distrito, así como se hace eco de las distintas adhesiones y homenajes que les realizan
en Valencia y Albacete.34
La influencia de los Ochando continuará hasta entrada la IIª República, ya que Román Ochando
y Valera se presenta a las elecciones de 1933, por el partido Radical, y es uno de los candidatos más
votados en Albacete.35
La popularidad entre el vecindario vuelve a alcanzar tales cotas de simpatía y apoyo, que se
organiza un homenaje multitudinario en Albacete y Valencia. En uno de los homenajees se dan
vivas "al Gobierno, a su Presidente el Marqués de Estella, a D. Federico y a D. Román
Ochando...”. Las alabanzas y elogios son continuos: “...a su consecución dirigieron sus esfuerzos
tanto nuestro Ilustre General, D. Federico Ochando, como los amantes del progreso... Muchos han
sido los que han contribuido al éxito de esta gran empresa; pero en primer lugar destacase la gran
figura del hijo predilecto de este pueblo, D. Román Ochando, que técnica y patrióticamente ha
sabido llevar el ánimo de todos”.36
El peso político y social de los Ochando se conservó hasta entrada la IIª República. Román
Ochando se presenta en 1933 a las elecciones generales al las Cortes por la Coalición RepublicanaPartido Radical, consiguiendo ser elegido diputado, en el tercer lugar en número de votos de
Albacete (51,2%).
Bonifacio Carrasco fue uno de los vecinos que se enfrento al cacique Genaro Cañada Ochando y fue desterrado del
pueblo. En la foto aparece en el centro junto a mujer, su hijo Tirso y parte de su familia, y algunos miembros de la familia de
“los Barbas”, a principios del siglo XX. Foto Rosa Verde.
34
La revista Automóvil, dedica un homenaje a Román Ochando, y por tal motivo edita un Álbum en el que se recogen
Innumerables datos de todo tipo, así como fotografías y documentos gráficos sobre los Ochando. Sobre la vía férrea BaezaUtieI, hay un libro de Interés: El ferrocarril de Baeza a Utiel, Albacete. 1927. del Ing. Bellido. Archivo del Ayto. de
Albacete.
35
Obtiene el 51,2 % de los votos, siendo votado mayoritariamente en el Partido Judicial de Casas Ibáñez.
36
La Voz del Distrito. Nº 509. 8 de julio de 1927. A. H. P. de A.
38
Benito Sanz Díaz
Documento
La línea Baeza-Utiel costó
cerca de 1.500 millones de pesetas
de las de los años treinta, y están
construidos 107 túneles, con una
extensión de 29 kilómetros, y 25
viaductos a lo largo de más de 300
kilómetros...
“Vía muerta. La línea BaezaUtiel, construida en 1926, será
enajenada sin que nunca la haya
recorrido un tren
La hierba y las amapolas crecen
a sus anchas entre los raíles de las
vías de la línea Baeza-Utiel. El
gasóleo no ha podido dejar sus restos
negros, y los carriles todavía tienen el
brillo de lo nuevo. Estaciones donde
nadie se apea. Andenes solitarios en
los que nadie espera el próximo tren.
Ningún viajero ha recorrido este
trayecto desde que, en el año 1926,
durante la dictadura de Miguel Primo
de Rivera, comenzaran las obras de lo
que pretendía ser la línea ferroviaria
que uniera la Comunidad Valenciana con Andalucía por el interior.
Sesenta años después, con la infraestructura terminada prácticamente en su totalidad, el Ministerio de
Transportes, Turismo y Comunicaciones ha decidido su enajenación. En conjunto, la obra costó cerca de 1.500
millones de pesetas de las de los años treinta, y están construidos 107 túneles, con una extensión de 29
kilómetros, y 25 viaductos a lo largo de más de 300 kilómetros. Las estaciones sirven para albergar familias
con pocos medios económicos, y los túneles resultan rentables para el cultivo del champiñón. Francisco Heras,
de 52 años de edad, el último guardabarrera de esta línea que nunca ha sido recorrida por el ferrocarril, vive en
la localidad de Los Chospes (Albacete). Heras, Paco el vigilante para sus vecinos, inspecciona el tramo de
Balazote a Alcaraz, en la provincia de Albacete, cada 15 días. "En vista de que el tren no iba a funcionar,
muchos vecinos de la zona me solicitaron los túneles para cultivar champiñones, pero hasta el momento no
hemos recibido contestación de Madrid", comenta.
Juan Castro, de 74 años de edad, alcalde de la localidad de Alcaraz de 1979 a 1986, asegura que la
esperanza del ferrocarril hundió la vida de la comarca. "Cuando comenzó la construcción y el explanamiento
para instalar las vías mucha gente que hasta el momento vivía del campo se fue a trabajar en el tren. Cuando la
gente se dio cuenta de que el proyecto no continuaba, no pudo volver a sus trabajos habituales y tuvo que
emigrar", explica.
Modesto Marín, de 72 años, trabajó para la empresa Ferrocarriles de Construcción ABC (Ángel Bau Caso)
desde el año 1932 hasta que, al principio de la guerra civil, lo destinaron a Murcia. "Los del ferrocarril te
pagaban entonces un buen salario. Muchos jóvenes dejamos la agricultura, pero luego una empresa de
camiones de gran tonelaje forzó al Gobierno para que no se pusiera en marcha la línea y tuvimos que
abandonar el trabajo", comenta.
La enajenación de las instalaciones de la línea férrea Baeza-Utiel se acordó en el Consejo de Ministros del
día 20 de julio de 1988, después de varias paralizaciones y de un informe del Banco Mundial”.
Ana Chapa - Valencia. EL PAÍS | España - 16-06-1989.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
39
Valencia tributa a Román Ochando un homenaje como ingeniero de Obras Publicas de la provincia, al que se
suman personalidades valencianas de la época como el diputado y periodista Feliz Azzati, Teodoro Llorente,
director del diario Las Provincias, José Aparicio Albiñana, director de La Voz Valenciana, entre otros, como
recoge la pagina 85 del “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927.
40
Benito Sanz Díaz
La línea férrea Baeza-Utiel pretendía unir Andalucía con el Levante. Uno de los
tramos importantes pasaba por Albacete, y más concretamente, por el partido judicial de
Casas-Ibáñez, cerca de Villamalea. Los Ochando tenían grandes intereses políticos y
económicos en esta vía, tanto en el ámbito político como económico y social. “La Voz del
Distrito” recogía en su portada del 25 de marzo de 1932el trazado que se estaba
construyendo en la zona próxima a Villamalea, y que ocupaba a buen numero de obreros
en su construcción. Ilustración “La Voz del Distrito”, A. H. de A.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
41
2.- Villamalea: feudo ochandista.
Las referencias anteriores sobre el caciquismo y el clan de los Ochando en el distrito de Casas
Ibáñez permiten poner marco a la actuación política y social de los caciques de Villamalea.
El cacique local durante más de tres décadas es Genaro Cañada Ochando, vinculado a los
Ochando por parentesco. Genaro Cañada Ochando es uno de los mayores propietarios de Villamalea
y representante en el ámbito local de los intereses políticos y sociales del clan. Forma parte de una
vasta tela de araña que sirve para que su clan sea dominante durante medio siglo. Nacido en
Villamalea, será elegido alcalde de la localidad por primera vez el 1 de julio de 1881, siendo a partir
de la fecha la primera autoridad municipal hasta su muerte, el 20 de febrero de 1910.
Prototipo de cacique en la zona, conseguirá durante 29 años consecutivos se elegido alcalde. La
fecha de su primera elección coincide con el ascenso de los Ochando como clase política, formando
parte de la estrategia consistente en dar base electoral a Federico Ochando, y más tarde a otros
Ochando u ochandistas.
La elección de Genaro no encuentra ninguna resistencia a lo largo de su mandato. Es corriente
leer en las actas de sesiones del municipio, el escrutinio de la votación en la que los concejales
eligen alcalde. En 1902, por ejemplo, leemos cómo entre los concejales que votan, sale elegido
Genaro Cañada Ochando "...por 8 votos y una papeleta en blanco de los 9 concejales de que esta
Corporación se compone".37 Genaro Cañada Ochando vota en blanco en todas las elecciones. En
1904 volvemos a leer: “Terminada la votación y practicado el escrutinio, resultó elegido para el
cargo de alcalde D. Genaro Cañada Ochando por 9 votos y una papeleta en blanco de los 10
concejales que componen esta corporación”.38 Su dominio local es indiscutido. Su poder
económico lo encuentra en ser miembro de la burguesía rural, al ser uno de los propietarios más
fuertes. Su poder político se basaba en el control sobre la mayoría de los electores, y como
consecuencia de ello, en el apoyo de las autoridades provinciales y de la Administración Central del
Estado. A cambio de los "favores" a los miembros de su clan, este apoya y ayuda al cacique local.
En el caso de los Ochando, que tenían “distrito propio”, el apoyo se concreta -recíprocamente- en
elementos de la propia familia, en la mayor parte de los casos.
¿Qué obtiene el cuerpo electoral de Villamalea a cambio del voto ochandista? Los beneficios
son muy concretos y abundantes. Testimonios escritos los encontramos en las actas de sesiones del
Ayuntamiento; entre ellos escogemos como ejemplo el siguiente texto: "El Ayuntamiento designa al
alcalde Dn. Genaro Cañada Ochando... para que vaya a Madrid... a fin de que de acuerdo con el
diputado a Cortes de este Distrito [un ochandista]... y utilizando la influencia que en las esferas del
poder ejerce el Ilustre General Ochando, practique las gestiones necesarias el objeto de conseguir
que la mencionada carretera se incluye en el plan definitivo de obras a construir en el citado año
de 1906... para impedir que fallezcan de hambre y miseria en el próximo invierno los infelices
braceros".39
Las vinculaciones familiares y caciquiles quedan claras. Genaro Cañada Ochando va a Madrid,
y el general Ochando lo introduce ante el Ministro de Fomento, que da ordenes para que se incluya
en el plan provincial de construcciones del Ministerio la carretera solicitada. Así se lee, en carta
remitida al Ayuntamiento de Villamalea por el vicepresidente de la Comisión Provincial de
Fomento, que “...como resultado de la conferencia celebrada con el Excmo. Ministro de Fomento...
se acuerda incluir en el Plan de Caminos, la carretera solicitada".
La construcción de vías de comunicación fue, durante las tres primeras décadas del siglo XX,
una de las preocupaciones constantes de los vecinos y autoridades de Villamalea. Las demandas se
suceden, unas veces ante el ministro, otras ante los diputados del distrito o las autoridades
provinciales. Encontramos peticiones ante el gobernador civil de Albacete para la construcción de
carreteras que unan la villa con Casas Ibáñez y otros puntos; en las actas municipales se solicita "la
37
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 1 de enero de 1902. A. M. V.
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 1 de enero de 1904. A. M. V.
39
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 25 de septiembre de 1908. A. M. V.
38
42
Benito Sanz Díaz
construcción de la carretera de esta villa a la de Casas Ibáñez como medio de dar ocupación a la
clase jornalera y mejorar en algo su situación aflictiva".40
Genaro Cañada Ochando está capitalizando el encabezar estas demandas ante el vecindario. A
los jornaleros se les atrae por que las carreteras solicitadas serán fuente de trabajo para la mano de
obra en paro. Pero no solo a la "clase jornalera", sino también a la burguesía local, que necesita
esas carreteras para comercializar mejor sus productos y revalorizar la tierra.
La mayoría del vecindario apoya de esta forma las iniciativas de la corporación local, que
encabeza y gestiona Genaro Cañada, ante las autoridades y la Administración, obteniendo bastante
de lo solicitado, gracias al apoyo del clan de los Ochando.
A otro nivel, el cacique local y sus allegados, obtienen unos beneficios directos e inmediatos.
Sus arbitrariedades quedan inmunes, pues ni juzgados, ni autoridades se atreven a actuar contra
ellos, o simplemente son sus aliados o protectores. Se saltan la legalidad con impunidad. No pagan
los impuestos. Genaro Cañada, siendo uno de los mayores propietarios del termino, no aparece
nunca en las listas de contribuyentes, eximiéndose él y sus allegados, que cuando contribuyen, lo
hacen por cantidades muy inferiores a lo que les corresponde. Como contrapartida, los oponentes y
las capas sociales no pertenecientes al circulo de poder local, deben pagar.
La política caciquil está unida a una institución: el Ayuntamiento. En él estarán representados
los intereses de los mayores propietarios, fijándose los impuestos, arrendándose los servicios
públicos -agua, matadero, horno, etc.
Los Ochando dominaran el municipio sin discusión hasta bien entrada la lIª República, siendo
mayoría. Genaro Cañada y los caciques que le sucedieron fueron en todo momento omnipotentes,
controlaron la vida local, el Juzgado de Paz, el reparto de impuestos, la designación de los
empleados públicos, etc. Si algún mal aconsejado o impulsivo osaba interponerse, se le hacia la vida
imposible, acabando por arruinarle, o desterrándolo de la villa.
Si bien el arraigo de Genaro Cañada Ochando le hacia dueño del termino municipal, no por ello
dejaban de surgirle oponentes y enemigos entre los vecinos, como consecuencia de las
arbitrariedades e injusticias. Unas veces se reprimirá con multas, otras desterrando el oponente o
haciéndole la vida imposible, creándole dificultades para encontrar trabajo -si eran jornaleros- o
creando problemas a los campesinos necesitados de crédito usurario, o un arriendo.
Los Ochando de Villamalea tenían guardaespaldas, o lo que llamaban “bandas de la porra”,
cuyo papel era molestar o amedrentar a los reticentes. Cuentan los vecinos, que entre los
guardaespaldas, se encontraban dos, apodados “Los Centellas”. "Estos Centellas le faltaban a todo
el mundo. Poca gente les hacía frente, pues se sabía que Genaro Cañada los defendía. Hubo un
vecino al que tanto le amargaron la vida por no ser del agrado de Genaro Cañada, que un día, este
campesino, cogió a la familia y se la llevó a otro pueblo. Había un partido de fútbol en El
Herrumblar, y uno de los Centellas volvía del mismo. Este campesino apodado el “pitero”, lo
espero con una escopeta, y al verlo, lo persiguió a tiros y lo mató. Ya no pudo volver al pueblo,
pues sino lo mataban. A este hecho lo llamaron "la venganza del Pitero". Normalmente, con la
presión política o social, se conseguía controlar a los virtuales opositores, y no era frecuente recurrir
a la violencia, por lo consolidado que estaba Genaro Cañada.
2. 1.- Las elecciones. La Restauración borbónica de 1874 había creado un nuevo Estado bajo la
dirección de Canovas del Castillo, cuyo objetivo era doble: Mantener apartado al Ejercito del poder
y no confiar en las elecciones libres. Todas las elecciones estuvieron manipuladas. Hasta 1931 no
hubo ninguna elección a diputados que fuese limpia. Con este sistema electoral solo los grandes
propietarios votaban a los liberales o los conservadores, que se turnaban en el poder. En el fondo,
ambos partidos pertenecían a la misma clase y defendían los mismos intereses. Desde el Ministerio
de Gobernación se cursaban ordenes a gobernadores civiles, indicándoles el nombre de los
candidatos oficiales, falsificando o manipulando los resultados: votaban ausentes, difuntos,
analfabetos, etc. Las actas llegaban a remitirse en blanco para que el gobernador civil la rellenase a
40
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 10 de octubre de 1905. A. M. V.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
43
su gusto; bandas de matones rompían urnas y daban el clásico “pucherazo”. En la base del sistema
actuaban los caciques locales, que dirigían la “orquesta” local.
En Villamalea -como en los demás municipios- todos los años se elaboraba la lista de los 40
mayores contribuyentes, que junto los miembros de la corporación, eran los únicos que tenían
derecho a elegir senadores. No todos los vecinos tenían derecho a votar. En Villamalea, en 1907,
tenían derecho a votar 277 electores, todos hombres mayores de 25 años, siendo el 45% analfabetos,
de una población de 2.300 habitantes. En 1930 los electores eran 393, el 23,5% analfabetos, todos
hombres, de un total de 3.047 habitantes.
Para obtener el voto, se recurría a todo tipo de medidas. Es común la compra del voto. Al
vecindario le da lo mismo el candidato electo, pues se siente ajeno a la política, y lo único que la
interesa es obtener algún beneficio. Se vota al mejor postor. "A finales de 1912 -cuenta un vecinohubo elecciones a diputados a Cortes. Por los gubernamentales se presentó un tal Castillo, que era
ochandista; por la oposición Dn. Pompeyo Vidal... Este trató de ganar la elección –o mejor dicho,
compró-, por cada voto dio cinco duros y todos tan contentos. A pesar de ello no salió. En otros
pueblos la compra de votos tampoco dió resultado. Salimos la banda de música a recibirlo... ¡Viva
Dn. Pompeyo Vidal, viva! Pero muchos decían: ¡Viva... los cinco duros! A los músicos nos dio
treinta duros y tuvimos para ir dos días de merienda a la Ceja".
La población juega un papel pasivo, Hasta la aparición de los partidos políticos y sindicatos de
clase, las capas populares serán mantenidas al margen. Los ochandistas no tienen que comprar el
voto, por estar fuertemente asentados en el distrito. En Villamalea los ochandistas tendrán siempre
mayoría. En 1920, el candidato ochandista Del Castillo obtendrá el 90% de los votos, y el ciervista
tan solo el 10%. Incluso en las elecciones de 1933, en plena IIª Republica, Román Ochando
obtendrá 693 votos (55%) en Villamalea, saliendo diputado por Albacete.
Luchas caciquiles en Villamalea.En los últimos años de mandato como alcalde de Genaro Cañada Ochando, tras casi tres
décadas de dominio indiscutido, le salió un contrincante, comenzando unas escaramuzas caciquiles
en la localidad, que reflejaban los enfrentamientos entre liberales y conservadores, que se daba en el
ámbito nacional.
Estos enfrentamientos caciquiles animaron la vida cotidiana de Villamalea, aburrida del
predominio indiscutido de Genaro Cañada, que representaba a los conservadores. Su rival, Ciriaco
Fernández era liberal. Naturalmente, para enfrentarse a los Ochando, se tenia que tener buenos
padrinos. Ciriaco Fernández los tenia. Gran propietario local, "pudiente" como gustaba llamarse,
aparece como uno de los mayores contribuyentes -en el 5º lugar en 1906, y en el 7º en 1902, en el 5º
en 1909, etc. De profesión había sido medico militar, sí bien abandonó la milicia y se dedicó a
gestionar sus propiedades. Los apoyos de Ciriaco Fernández, eran importantes: su tío era el general
Pérez Fernández, a quien se le dedicó una calle en Villamalea, con motivo de una visita: "celebre
por la batalla de las Lomas de San Juan, le recibe la corporación y autoridades y se la da el
nombre a una calle...”.
Que los enfrentamientos entre Genaro Cañada y Ciriaco Fernández, respondían a divergencias
personales y caciquiles, más que a intereses políticos o económicos, queda patente en que ambos
eran grandes propietarios, familia de generales, y además parientes, ya que la mujer de Genaro
Cañada era hermana de Ciriaco Fernández. Los enfrentamientos respondían a una "política de
aldea", con sus secuelas de odios y rivalidades. Ambos ambicionaban el poder, si bien Genaro
Cañada dominaba el municipio.
La primera manifestación del enfrentamiento la encontramos en las elecciones a alcalde entre
los concejales en 1909. En la votación -ambos eran concejales- sale elegido Genaro Cañada "...por 8
votos contra 2, que obtuvo Dn. Ciriaco Fernández".41 Ciriaco Fernández gana posiciones en las
elecciones de 1910, con el resultado de 7 votos Genaro y 3 él mismo.
41
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 1 de julio de 1909. A. M. V.
44
Benito Sanz Díaz
Se crean así dos bandos caciquiles, con su correspondiente clientela y séquito. Cada bando tiene
sus apoyos en amigos y familiares, y a su vez en campesinos y jornaleros relacionados con ellos por
arriendo, usura o jornal.
Al hablar con las gentes del lugar, designan como partidos políticos lo que tan solo son luchas
caciquiles entre dos individuos. El mismo Soriano se refiere a los “dos partidos”. A las facciones
caciquiles se les denominaban en la época partidos políticos, quedando este concepto en el recuerdo
popular. Las relaciones familiares entre los dos caciques, sus vínculos con dos militares de alta
graduación -Ochando y Pérez Fernández- el que ambos fueran grandes propietarios, desdecía en la
realidad tal concepto de partido. Pero los viejos del lugar dicen que "había dos partidos políticos,
uno de izquierdas, cuyo jefe era Ciriaco, y otro de derechas, en el que mandaba Genaro".
Juan Soriano es más lúcido en sus "Memorias", señalando que "por los primeros años del siglo
[XX], había en Villamalea dos partidos del mismo color, pero de diferente nombre." Sin embargo,
la visión de Soriano no era la de la mayor parte de los vecinos, ya que Soriano era de los vecinos
politizados.
El apoliticismo de estos años entre el vecindario -hasta poco antes de la IIª República- es casi
total. La única clase social con iniciativa política y social es la burguesía rural. El municipio
discurría por un cauce conservador y caciquil. El vecindario -campesinos y jornaleros- permanecen
al margen de la vida oficial: viajes, banquetes, inauguraciones, agasajo a las autoridades, etc.
Existían dos mundos contrapuestos, cada vez más diferenciados: una burguesía en ascenso y las
clases populares, en permanente apoliticismo y falta de conciencia de sus intereses. Estas clases
populares son marginales y lo asumen. Aún no han surgido organizaciones de clase que defiendan
los intereses de la mayoría de la población.
Genaro Cañada muere en 1910. Pero las luchas caciquiles iniciadas, continúan, si bien son
menos virulentas y personales como en la época de Genaro Cañada. Siempre entre “los pudientes”,
se mantendrán divergencias y luchas en defensa de parcelas del poder municipal y económico. Así,
en las municipales de 1911, los ochandistas consiguen imponer a su candidato y marginar a Ciriaco
Fernández a una oposición testimonial, como lo reflejan las continuas discusiones y tomas de
decisiones de la corporación. Leemos en una reunión del ayuntamiento que: "La minoría del
Ayuntamiento compuesta por los señores concejales Don Ciriaco Fernández, Don José Antonio
Anguix y Don Juan Francisco Gómez López, formulan voto particular, disintiendo del parecer de la
mayoría”.42
Las luchas caciquiles continuaran, permaneciendo ausente "la clase jornalera", “los más
humildes”, en la toma de decisiones. Sumidos en un analfabetismo, la marginación y la resignación,
las capas populares serán los eternos olvidados, hasta que aparezcan partidos y sindicatos que los
representen.
Con el hundimiento de la monarquía, en 1923, el golpe de Estado de Primo de Rivera y la
instauración de la Dictadura, la vida en Villamalea prosigue ignorante de los acontecimientos. La
escasa politización y el caciquismo, unido a la ya crónica desinformación hizo que el hecho pasase
desapercibido. Todo siguió igual. Tan solo en el ámbito oficial hubo cambios en las autoridades
municipales; este cambio se hizo con indiferencia. En el acta de sesiones del 2 de octubre de 1923
se lee: “... previa citación urgente se reunieron en la casa consistorial los señores concejales y
vocales asociados... bajo la presidencia del Sr. Comandante del puesto de la Guardia Civil de este
pueblo... acto seguido el expresado dio lectura al telegrama del General Subsecretario de
Gobernación, en que consta el Real Decreto que publica la Gaceta de 30 de septiembre... referente
a la disolución de los ayuntamientos, declara cesantes en sus funciones y por consiguiente
finalizado su cometido a todos los concejales que en la actualidad componen este ayuntamiento...
los señores concejales a quienes corresponden, cesan sin oposición ni protesta alguna...”.43 A
continuación se efectúa una elección entre los asistentes, siendo elegido alcalde Julio Vergara
Carrión.
42
43
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 27 de noviembre de 1911. A. M. V.
Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 2 de octubre de 1923. A. M. V.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
45
La vida política local permanece sin interés, cumpliendo con lo que le dictan desde Madrid:
"...acuerdan por unanimidad llevar a cabo y cumplimiento todo cuanto se ordene, procurando
hacer lo posible por que sea lo más lucido" (1926).
Las contestaciones y acuerdos siguen este línea de apatía y atonía. Mientras tanto, en los
últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera, comienzan a crearse las primeras organizaciones
de clase de oposición al régimen.
Román Ochando, ingeniero de caminos, sobrino del capitán general y senador vitalicio Federico Ochando y
Chumillas, jefe del clan Ochando, e hijo del diputado y terrateniente Andrés Ochando, fue uno de los
personajes políticos más destacados del primer tercio de siglo XX en Albacete.
Fue ingeniero-director de Carreteras de la Diputación de Valencia, desde 1892, director de Construcciones del
Ministerio de Fomento, desde 1913, así como ingeniero jefe de Obras Públicas de Albacete y Valencia. Varias
veces diputado por el partido judicial de Casas-Ibáñez, al que pertenecía Villamalea, destacó por el impulso e
influencia que tuvo en la construcción de la vía férrea Baeza-Utiel.
Las ilustraciones corresponden a varias fotos de la familia de Román Ochando aparecidas en el “Álbum”,
editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. Archivo del Ateneo Mercantil de
Valencia.
46
Benito Sanz Díaz
Portada de “La Voz del Distrito”, portavoz de la familia Ochando, con motivo del homenaje a Román Ochando
aparecidas en el “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. Archivo del
Ateneo Mercantil de Valencia.
3.- El fracaso del Sindicato Agrario Católico.
A pesar del nulo arraigo conseguido por el Sindicato Agrario Católico en Villamalea, queremos
referirnos brevemente a su creación y desarrollo.44 Guiada por un paternalismo trasnochado, la
Iglesia intentó afianzar su dominio en las áreas rurales, creando centros del Sindicato Agrario
Católico. En esta línea, el 2 de enero de 1916 se crea en Villamalea el primer Sindicato Agrario
Católico. No nacía de la necesidad popular de unirse en defensa de sus intereses, sino al contrario,
de evitar que tal cosa ocurriese y un sector de los jornaleros y el campesinado se adhiriesen a
44
Los católicos habían hecho los primeros intentos de introducir sindicatos agrarios durante el S. XIX, por iniciativa del
jesuita padre Vicent. Falto de apoyo de la jerarquía católica y de la patronal, estos intentos fracasaron. Con el Papa León,
la iglesia prestó más atención a las clases trabajador, y comenzaron a crear centros católicos y sociedades de ayuda. En
España se introdujeron a partir de 1906, con apoyo del episcopado y con la financiación -en gran parte- de la patronal.
El "amarillismo" quedaba patente, ya que la Iglesia no permitía la huelga, y abogaba por el entendimiento de las clases
sociales. Se pretendía evitar la lucha de clases defendida por el sindicato anarquista –CNT-, y el socialista –UGT-.
La creación del Sindicato Agrario Católico iba encaminado a la "dominación y orientación política del pequeño campesino
por los grandes terratenientes, que estarán siempre a la cabeza del organismo católico, bloqueando así la posibilidad de
una organización autónoma del pequeño campesino, con intereses y objetivos propios, alternativa que habría, sin duda,
cambiado el curso de la historia contemporánea de España."
J. J. Castillo señala dos notas para la creación del sindicato: "Ganar el campo al socialismo, sirviendo de antídoto contra la
posible (o real) organización reivindicativa de los campesinos (jornaleros, arrendatarios, aparceros, pequeños
propietarios...), aunque su trabajo se centrará sobre los pequeños cultivadores más que sobre los asalariados...”. A los
pequeños campesinos -y esta es la 2ª nota- la organización católica servirá de alguna ayuda, como precarios "balones de
oxigeno", ante el riesgo de proletarización, endeudamiento y ruina, que las malas coyunturas económicas y el desarrollo
del capitalismo... podían provocar". J. J. Castillo Propietarios muy pobres: planteamientos básicos para el estudio de la
Confederación Nacional Católico-Agraria (1917-1942). Rev. "Agricultura Sociedad". Nº 6. Véase también del mismo
autor El sindicalismo amarillo en España. Edicusa. Madrid.1 977.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
47
sindicatos anarquistas o socialistas, hecho que por esos años era difícil, por el contexto tradicional
de Villamalea como zona rural.
En 1916, la Iglesia local, de la mano con los patronos, crea el sindicato católico. Dos personajes
van a destacar en la operación, ambos propietarios y hombres influyentes: Ciriaco Fernández,
cacique local, concejal y patrón, y Manuel García Navarro, alcalde, medico y gran propietario. Junto
a ellos el cura, D. José Guillen, apodado el "madroño". En un principio el sindicato careció de local
y las reuniones se hacían en “La Tercia", casa particular donde a veces se hacían bailes y se daba
café. Más tarde tuvo local propio en el "Centro Católico" de la Calle Mayor. Eugenio Molinero,
jornalero, cuenta sobre el sindicato: "En el Centro Católico tenían algunos libros de santos. Los
jornaleros íbamos por que no teníamos nada que hacer. Además había estufa y eso era importante
durante el invierno. Allí se pasaban los hombres las tardes, sumisos, callados, adormecidos. A
veces el cura iba y hacía alguna predicación de santos, vírgenes y todo eso, pero nunca de política.
La mayoría éramos analfabetos perdidos. Nunca se juntaron más de treinta personas, y ya digo, sin
estufa, la clientela hubiera sido ninguna".
Dependiente del Centro Católico se creó "La Sociedad", comercio que dado la escasez de este
tipo de servicios, era importante. Tenía de positivo el que fiasen género con bajos intereses, a pagar
en la época de la recolección. La inscripción de socios en "La Sociedad", costaba un real. Pronto
"La Sociedad" perdió su carácter social y pasó a manos particulares. Lorenzo Lozano “el Trones”
se hizo cargo del negocio, siguiendo con tal nombre hasta la fecha.
La labor social del Sindicato Agrario Católico fue nula. Su mismo vacío ideológico y el que no
defendiese las intereses de clase de jornaleros y pequeños campesinos hizo que no llegase a arraigar.
Las dirigentes –“los pudientes”- poco podían hacer en este sentido. Las únicas orientaciones que se
daban -muy ocasionalmente- fueron religiosas, y nunca políticas ni sindicales. "En aquellos años no
sabíamos que era eso de política. Nadie se preocupaba de nosotros -cuenta un viejo jornalero- y si
alguien nos hablaba, lo agradecíamos, hablase de lo que hablase".
La “armonía” interclasista existente en las tres primeras décadas del siglo XX se debía a la falta
de planteamientos sindicales y políticos de clase. El caciquismo paternalista ejercía una influencia
nada desdeñable. La lucha de clases no existía. Sólo con la aparición de partidos y sindicatos de
clase, poco antes de la IIª República, jornaleros, campesinos y otras capas populares se organizaran
por primera vez.
A finales de los años 20 del siglo XX, el Sindicato Agrario Católico se convirtió en "Centro
Republicano". Un sector de la derecha se hace republicana. En el Boletín Oficial de la Provincia de
Albacete, de 5 de febrero de 1931, se recoge la existencia de este sindicato: "Fecha de Constitución.
2.1.1916. Fines: Agrícolas. Nombre: Sindicato Agrícola. C/ Mayor. Socios 223".
Los hasta entonces monárquicos, "la gente bien" de Villamalea, se decían republicanos y por
vez primera empezaron a hablar de política. Eugenio Molinero cuenta como se desarrolló la primera
reunión: "Te hablaban de que había que mejorar la situación del trabajador y mandangas así. Se
pone a hablar “el Trones” y yo le digo que me voy a borrar. Me pregunta por qué. Yo no sabía ni
hablar, pero tenía claras algunas cosas y con mi jerga me levanto y le contesto: pero vamos a ver
“Trones”, ¿cómo pensáis que vosotros los “pudientes” del pueblo me vais a hacer un favor a mí
que soy trabajador? Pocos favores vais a hacer y va engañado el trabajador que os crea".
El contenido de clase de los que frecuentaban el Centro Republicano, antes Centro Católico, se
ve por el perfil económico de los asistentes: el alcalde, los concejales, el médico, bodegueros y los
trabajadores a sus ordenes, que temían perder el puesto de trabajo. "Los trabajadores iban a invitar
al jefe para no perder jornales. De esos decíamos: "ese va a plancharle la chaqueta al amo" o “a
estirarle la levita”. Solo con la instauración de la IIª República aparecerán los sindicatos de clase
que arraigarán rápidamente.
48
I.
Benito Sanz Díaz
2.- Estructura económica
hasta la Guerra Civil.-
y
social
de
Villamalea
4.- Estructura económica.
Villamalea, término municipal perteneciente al partido judicial de Casas Ibáñez, en La Mancha
albaceteña, se encuentra en la encrucijada de tres provincias: Cuenca, Valencia y Albacete.
También, por su localización, se la conoce como Manchuela. Con una superficie de 132,5 Km, es
uno de los municipios más extensos de la provincia. Bordeado por el río Cabriel, tiene un tercio de
su extensión cubierta por montes. A principios del siglo XX abundaban los caseríos, aldeas y
pedanías, sobre todo en la margen del río Cabriel.45 Estaba unida a los términos municipales
colindantes por caminos vecinales difíciles de transitar, hasta los años 20 y 30 (siglo XX), en que se
mejoró su infraestructura con carreteras.
El núcleo principal de población estuvo en la villa, mientras que el resto se hallaba disperso por
aldeas, pedanías y caseríos, variando su porcentaje de población según épocas. La población en
diseminado llegó a alcanzar un 26% en los años 30 del siglo XX, desapareciendo prácticamente en
los años 70, en que se concentró en su totalidad en la villa.
La tasa de natalidad era alta, con una población en constante crecimiento, a pesar de la
mortalidad elevada. La causa de la mortalidad -hasta los años 30- son las mismas que los de la
España rural: falta de higiene, deficiente alimentación, carencia de medicamentos y servicios
asistenciales, epidemias, etc. Cada cierto tiempo, una epidemia de cólera, gripe o cualquier otra
enfermedad asolaba la zona. La más importante fue la de 1918 -que azotó todo el país- y en pocos
días provocó una mortalidad de un 5% de población a causa de la gripe. En menor proporción de
fallecidos, eran más frecuentes.
Agricultura y ganadería. Enmarcamos el contexto económico en que se desenvuelve la
comunidad, como base para conocer su evolución y desarrollo, a lo largo del primer tercio del siglo
XX. Zona de secano y de escasa productividad. Su principal producto son los cereales, seguido de
pastos y monte, y en menor proporción de viña. El siguiente cuadro nos resume la situación.
Cuadro nº 1.- Cultivos. Villamalea. 1900.
Cultivos y producciones
Superficie en Ha
Porcentaje
espontáneas
según catastro
Huertas y regadío
109
0,93
Cereales
5.075
43,60
Viña
1.151
9,90
Olivar
121
1
Pastos
2.406
20,80
Monte alto, pinar y encina
2.716
23,30
Otros
50
0,40
TOTAL
11.638
100
Fuente: Enrique Alcaraz. "Memoria resumen de los trabajos de avance
catastral llevados a cabo en la provincia de Albacete". Ministerio de
Hacienda. D. G. de Contribuciones, Impuestos y Rentas. Alicante 1909. A.
H. P. de A.
El cereal es el principal cultivo a principios de siglo (lo había sido también en el siglo XIX con
una superficie de 4.351 Ha.). Al cereal se dedicaban las mejores tierras y las parcelas más extensas,
45
Hasta 1950 existía una población diseminada por todo el término municipal. Así, por ejemplo, tenemos que en 1930, el
término municipal de Villamalea, junto con el núcleo de la villa, lo componían: dos aldeas (Tamayo y Tabasqueros), tres
caseríos, veinticuatro casas de hortelanos, y otros veinticuatro edificios diseminados por el término. También existía el
molino de Abellan y la fábrica de luz de "Los Cárceles".
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
49
perteneciendo su propiedad a los vecinos más acomodados. Este cultivo ocupaba la mayor parte de
la mano de obra asalariada. En el siguiente cuadro se recoge la evolución de le población de 1900 a
1975 en el siglo.
Año
1900
1910
1920
1930
1940
1950
1960
1970
1975
Evolución del numero de habitantes de Villamalea. 1900-1975
Habitantes en el
Habitantes en
Total término
Evolución en
núcleo
diseminado
municipal
%. 1900=100
1.621
80
407
20
2.028
100
1.831
76
588
24
2.419
119,2
80
504
20
2.776
136,8
2.212
2.523
74
884
26
3.407
167,9
---3.717
183,2
-80
751
20
3.863
190
3.112.
84
532
16
4.028
198,6
3.359
3.450
98
54
2
3.525
173,8
---3.484
171,8
--
Fuente: Nomenclator de ciudades, villas, aldeas y demás entidades de población española. 19001970. INE. También, censos de población de Villamalea. A.M.V.
La vid -que ocupaba un 10% de la superficie del término a principios del siglo- empezó a ganar
importancia y superficie a partir de la segunda década, para convertirse en el cultivo predominante
en los años 60 y 70.46
Así como el cultivo del cereal era llevado por los campesinos acomodados a principios de siglo,
el cultivo de la vid es propio de pequeños campesinos. Las superficies dedicadas a la viña son
pequeñas, de tierra de poca calidad y marginal. Necesita mucha mano de obra para su puesta en
producción, lo que la hace poca atractiva a la incipiente burguesía rural, que está empezando la
acumulación de capital, y que invierte su dinero en negocios más lucrativos.
Por el contrario, el campesino se ve obligado a hacer un cultivo Intensivo en sus pequeñas o
medianas propiedades, y trata de sacar el máximo producto de sus tierras de secano.47 Este hecho es
general en la provincia de Albacete, pues como recoge E. Alcaraz (271-272) -al hablar de la vid:"...está casi monopolizado por la pequeña propiedad".
Podríamos aplicarle a la vid el calificativo de cultivo social, por la cantidad de trabajo que
absorbe, dando ocupación a un buen numero de familias campesinas. La importancia de la vid en el
proceso de acumulación de capital, a través del fenómeno "tierras a medias", hace que dejemos de
momento su análisis, para retomarlo más adelante. En lo que respecta a las huertas, único cultivo de
regadío, la superficie por ellas ocupadas era escasa, y se concentraba en les riberas del río Cabriel.
Si su extensión era reducida, no la era por el contrario su importancia económica y social. Estas
huertas, eran la base de un sector de pequeños campesinos, hortelanos en gran parte autosuficientes.
46
En el S. XVIII la viña ocupaba la siguiente superficie:
Tierra de 1ª calidad
5 almudes.
Tierra de 2ª calidad
280 almudes.
Tierra de 3ª calidad
508 almudes.
Tierra de 4ª calidad
165 almudes.
Total
958 almudes, 320 Ha. aprox.
Un almud - 1/3 Ha = 500 cepas. Catastro de Ensenada. Villamalea. 1753. Pág.. 21 A. H. P. de A.
A lo largo del S. XIX debió perder superficie el cultivo de la vid, pues se da la superficie de 108 Ha. para el cultivo de viña
y olivo (1874-1879). J. Roa y Erostarbe, Pág. 50. En el siglo XX volvió a adquirir importancia, ocupando nuevas
superficies, y siendo sin duda un gran progreso en la agricultura de la época. Según recoge Alcaraz, a pesar de los graves
problemas como consecuencia de la filoxera, el rigor del fisco, la depreciación temporal de los precios y otras motivos, la
extensión dedicada a su cultivo aumentó.
47
Sí bien a la incipiente burguesía local no le interesaba especialmente la viña como cultivo a principios de siglo, esta no
significaba que no fuese rentable. Así, el beneficio líquido anual -en 1900- para el cereal, era de 8 Ptas./Ha., mientras que
para la vid era 24,40 Ptas./Ha. El motivo era que los propietarios encontraban otras formas más beneficiosas de extraer el
beneficio campesino, como veremos al analizar el fenómeno de "tierras a medias" y la evolución de la burguesía rural local
en el primer tercio del S. XX. Alcaraz, 271-72.
50
Benito Sanz Díaz
Una parte de su producción se vendía en el mercado local, y con su producto se pagaban los
impuestos, los rentas, y se adquiría aquello que no producían directamente.
El olivar tenia escasa importancia, si bien permitía el consumo del aceite en la localidad, dando
lugar a pequeñas almazaras de transformación.
Por ultimo, existen pastos en un 20% del termino, que sirven para alimentar el ganado lanar y
cabrío, y montes -ricos en pinos y encinas- en un 24% del termino. La mayor extensión la ocupa "La
Derrubiada", con cerca de 4.500 ha., perteneciente al municipio, como monte publico "de propios”.
Ganadería. Aunque no muy abundante, tiene importancia, por el doble factor de ser la fuerza
de tracción, a la hora de trabajar la tierra, y por ser alimento para la población. El siguiente cuadro
recoge el censo ganadero a principios de siglo:
Censo ganadero. Villamalea.1900.
Ganado de labor
caballar
9 cabezas
mular
152
asnal
261
vacuno
4
Ganado de renta
lana
1.082
cabrío
433
Colmenas
247
Fuente: Censo ganadero. Villamalea.1900. A. H. P. de A. y E. Alcaraz.
La fuerza de tracción animal era asnal y mular, básicamente. A partir de 1923 -año en el cual un
propietario adquiere un tractor- se empieza a sustituir el ganado por fuerza de tracción mecánica.
Ahora bien el ganado ocupará un papel importante hasta los años 60, en que los tractores y otra
maquinaria los sustituirá casi totalmente. El ganado de renta dará ocupación a los pastores, hasta los
años 50, en que declina este tipo de oficio.
Por otra parte, existe un ganado domestico: cerdos, gallinas y conejos, principalmente, que es
llevado por la mujer en corrales adosados a la vivienda, y alimentados con desperdicios, y son la
base fundamental del consumo de carne fresca de las familias.
4. 1.- El trabajo agrario como base de ocupación de la población. Prácticamente toda la
población activa se dedica a las tareas agrícolas o depende de ellas. A través de los Censos
Electorales elaboramos el siguiente cuadro:
Sector primario, agricultura
Sector Secundario
Sector Terciario
Total
Población activa según sectores económicos.
1907
1930
numero
%
numero
%
249
89,8
327
83,2
16
5,8
32
8,1
12
4,3
34
8,6
277
100
393
100
1935
numero
793
86
80
959
%
82,6
8,9
8,3
100
Fuente: Censos Electorales de Villamalea.1907, 1930 y 1935. A. H. P. de A. Cifras absolutas.48
Campesinas, jornaleros, hortelanos y pastores, componen el sector dominante de la población
activa.49 El sector secundario la componen asalariados de pequeñas industrias complementarias de la
agricultura ( conservas, vino, alcohol, harina etc.). El terciario lo forman profesionales y servicios:
el medico, el veterinario, farmacéutico, cura, maestro, etc. También los que se dedican a los
48
Las cifras de este cuadro se refieren, para 1907 y 1930 a varones, mayores de 25 años, con derecho a voto. El de 1935 es
más completo, ya que la legislación republicana amplia el derecho al voto a las mujeres, y rebaja la edad de los votantes.
49
En los censos se diferencia, dentro de la ocupación agraria, a: propietarios, que son aquellos cuyas propiedades les permite
tener asalariados; hortelano o labrador, que son pequeños y medianos campesinos; braceros y jornaleros, que son
asalariados sin tierra a que poseen diminutas parcelas.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
51
servicios, como sastres, carpinteros, barberos, guarnicioneros etc. Un reducido grupo compone la
burocracia municipal: alguaciles, escribientes y secretario.
A partir de 1935, los censos recogen la ocupación de la mujer, asignándole la denominación de
sus labores. La realidad es muy otra, ya que en su mayor parte trabaja en faenas agrícolas, tales
como vendimia, siega etc. Al mismo tiempo se dedica a las faenas del hogar: cuidado del ganado
domestica y otros.
El análisis de la población activa nos permite constatar, que Villamalea es similar al resto de los
términos municipales de la provincia:
1º.- Mayoritariamente se dedica a faenas agrícolas.
2º.- Existe una escasa especialización y división del trabajo a comienzos del siglo XX.
Predomina la autoproducción de utensilios, herramientas, mobiliario, y el autoconsumo de los
alimentos que producen. Conforme transcurren las décadas aumenta la división del trabajo, la
especialización y la disminución del autoconsumo.
Al analizar las clases sociales, volveremos con más detalle al estudio de la composición,
evolución y numero de cada uno de los sectores sociales a que da origen la población.
La gran parcelación existente en el sistema de tenencia de tierras.- Pascual Carrión, en su
obra sobre los latifundios en España50, estudia la cuestión de las grandes propiedades, considerando
latifundio a la finca de más d 250 hectáreas.51 Al referirse al Partido Judicial de Casas Ibáñez
(Albacete), en el que se encuentra Villamalea, dice Pascual Carrión: "Partido de Casas Ibáñez: éste
partido limitado el norte por el Cabriel y atravesado por el Júcar, tiene veintiún términos
municipales en su mayor pequeña extensión. Al norte se encuentra Villamalea, que es uno de los
mayores del partido, con 11.659 Has., pero sólo tiene dos fincas de más de 250 Has. reúnen 875
Ha.".52
El partido judicial de Casas Ibáñez tiene unas características similares al de Albacete,
presentando términos muy parcelados, al lado de otras con grandes fincas.
Al referirte a Villamalea, Carrión señala la existencia de dos fincas superiores a 250 Ha., que
suponen un 7,5 % del termino en 1930. Según el avance catastral de Albacete tenemos los siguientes
dato, para Villamalea, a principios de siglo:
- Numero de fincas: 5.977.
- Extensión medía de cada finca: 2,2 Ha.
- Numero de contribuyentes y propietarios de rustica: 717.
- Extensión media por contribuyente: 18,48 Ha.
- Numero de fincas por contribuyente: 8,3 (media).
- Población en 1900: 2.045 habitantes.
- Porcentaje de la población propietaria: 35,6.
Constatamos que, a principios del siglo XX, el termino municipal de Villamalea está muy
parcelado, a diferencia de otros, ya que existe gran numero de fincas (5.977), y de propietarios
(717). Ahora bien, de estos datos no se concluye que exista una distribución igualitaria de la tierra,
sino solamente una parcelación excesiva.
La propiedad de la tierra está concentrada en pocas manos, si bien estos propietarios tienen la
tierra muy parcelada. Por el contrario, existe un porcentaje elevado de población que posee
pequeñísimas propiedades. Hay que señalar como dato que la concentración de la tierra y la
propiedad es más ostensible cuando comprobamos la endogamia de clase existente, ya que los
propietarios más fuertes tienen relaciones de parentesco entre ellos.
50
Pascual Carrión. Los latifundios en España. Ed. Ariel. Barcelona.
J. M. Naredo en su articulo: Superación del concepto de latifundio. Cuadernos para el Dialogo. Extra nº XLV. Marzo de
1975, expone la evolución del concepto y las distintas formas de considerar la gran propiedad, dependiendo de una serie de
variables, y no solamente de la extensión.
52
Pascual Carrión. op. cit. Pág. 116.
51
52
Benito Sanz Díaz
La lenta penetración del régimen de producción capitalista en Villamalea. La existencia de
un pequeño grupo de propietarios -tanto de tierras, como de ganado, inmuebles y otros bienes- va a
ser la base de una incipiente burguesía rural local, que se va a ir fortaleciendo y consolidando hasta
la Guerra Civil. Los rasgos de esta burguesía van a ser muy similares a los de los campesinos a
principios de siglo, diferenciándose paulatinamente conforme transcurren las décadas del siglo XX.
La acumulación de capital es lenta a principios de siglo, por el poco rendimiento de los cultivos, las
malas vías de comunicación y otros factores. Sin embargo, una serie de hechos van a abrir nuevas
posibilidades de expansión en la década de los años 20 y 30.
Importancia del cultivo de la vid en pequeñas parcelas. En sus comienzos, la plantación de
viña se hizo en tierras marginales, de escasa o nula rentabilidad y calidad, reducida superficie y a
menudo mala situación. Las mejores y más extensas explotaciones se dedicaban al cultivo del
cereal, perteneciendo a los propietarios más fuertes.
L inversión en plantación de viña era elevada y estaba llena de riesgo. El escaso desarrollo
técnico dificultaba su ampliación, a pesar de ser un cultivo mucho más rentable que el del cereal.
Junto a este factor, se unía la filoxera y otras plagas, la dificultad exportadora, y otros hechos que
impedían que éste cultivo se ampliase en la localidad.
A todo lo anterior había que añadirle las inexistentes vías de comunicación y como
consecuencia los problemas a la hora de comercializar los productos de vid. También influía la
acidez y baja calidad de los caldos. Todo esta frenaba a los propietarios más fuertes a plantar parte
de sus tierras con viña.
¿Quién cultivaba entonces el 10% de la superficie ocupada por viñas a principios del siglo XX?
El pequeño y mediano campesino, que invertía su trabajo y el de su familia.
Si bien la incipiente burguesía no dedicaba sus tierras al cultivo de la vid, si invertía en la
creación de bodegas transformadoras, reduciendo el riesgo económico de su cultivo y asegurándose
saneados beneficios en la transformación y comercialización de los mostos.
Todo lo anterior se va a ir modificando. La construcción de la línea ferrea Baeza-Utiel, la
primera Guerra Mundial, las mejoras técnicas del cultivo, etc. van a ir modificando el panorama.
Estos cambios no disipaban todos los riesgos, tales como catástrofes naturales, bajos precios, etc.,
pero abrían perspectivas. En éste contexto va a producirse el fenómeno que denominamos “tierras a
medias”, el cual vamos a analizar dada su importancia.
4. 2.- El fenómeno de “tierras a medias, en Villamalea.
Conocido es el hecho del gran apego que tiene el campesino a la propiedad de la tierra y a su
deseo de aumentarla. Así, por ningún motivo -salvo en casos muy extremos- el campesino está
dispuesto a perder parcial o totalmente sus tierras. Sin embargo, se va a dar el caso de que en la
provincia de Albacete se produzca el "dar tierras a medias", y así, en la "Memoria Resumen"
leemos:
“Mientras el cultivo de cereales ha permanecido estacionario, el de la vid ha invadido los
terrenos poco propios para aquél, convirtiendo en propietarios a los braceros y creando la pequeña
propiedad, mediante contratos con los propietarios de la grande, que segregaban parte de ellas
para entregarlas a los braceros y reconociéndoles el pleno dominio de la mitad de ésta parte, a
cambio de recibir plantada y ya en producción la otra mitad”.53
Es decir, el propietario de tierras cede una parcela inculta o de escasa productividad a un
bracero, jornalero o pequeño campesino, el cual corre con todos los gastos y trabajos a lo largo de
cinco años, para ponerla en producción, y al cabo de éste período se divide la parcela en dos,
pasando la mitad de la propiedad jurídica al jornalero o campesino que la puso en producción.
Insistimos en el hecho de que se transfiere la propiedad jurídica de la mitad de la parcela, para no
confundir éste fenómeno con casos especiales de arriendo o aparcería, ya que en estos casos lo
único que se divide es el producto del trabajo, pero nunca de la tierra. Este fenómeno se desarrollará
con particular interés en Villamalea.
53
Alcaraz.. 271.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
53
Los comienzos de las “tierras a medias en Villamalea. El cultivo de la viña era llevado a cabo
por campesinos y la incipiente burguesía rural se dedicaba a su compra y transformación en las
bodegas. A través de ésta compra y su posterior venta, obtenía una parte del excedente o beneficio.
La burguesía estaba muy interesada en la extensión del cultivo de la vid.
La incipiente burguesía local no quiere -invertir en la reconversión de la tierra de cereal en viña,
pues su nivel de acumulación de capital es bajo y encuentra otros negocios más rentables. Por otro
lado, la penuria y estrechez con que vive el campesino y el jornalero le impiden ahorrar para poder
adquirir la propiedad de pequeñas parcelas. En este contexto peculiar, aparece el fenómeno de "dar
tierras a medias" que va a desarrollar las fuerzas productivas locales.
Juan Soriano54 cuenta así el inicio de "dar tierras a medias" en Villamalea:
"Las tierras en Villamalea, como las de muchos otros pueblos de España, las tenían unas
cuantas familias. Entre los del pueblo, había un señor, el Dr. Garrido, que vivía en Madrid.
Farmacéutico de bastante renombre, era el celebre boticario que hizo las pastillas del Dr. Garrido
-lo que no sé es el poder curativo que tenían-. De éste hombre partió la feliz idea de "dar tierras a
medias" para ponerlas de viña. Por iniciativa se le debe a ese señor reconocimiento por haber
puesto la primera piedra de una gran parte de la propiedad que hoy disfruta Villamalea. El ejemplo
lo tenemos cerca: ¿Está la tierra tan repartida en los pueblos vecinos como en el nuestro? No, ni
mucho menos!"
Esto ocurría en 1912, y sin ser un hecho exclusivo de la localidad alcanzará en ella un gran
desarrollo. Sigue contando Soriano:
"Según mi padre y sus amigos los músicos, el primero en poner viñas a medias fue Morales, en
el camino de Ledaña. Decían que cuando éste hombre hacía hoyos y plantaba los sarmientos,
solamente se alimentaba de almortas. Pero éste hombre sin comer, con valentía, con miseria,
trabajo y mucha voluntad, crió viñas. Y no solamente crió viña, -y esto es lo importante- creó un
precedente y un estímulo para el porvenir del pueblo.
¡Magnífico ejemplo el de estos dos hombres!" 55
Soriano define con gran agudeza las características de estos dos personajes, representativos de
las clases sociales a que pertenecían. El Dr. Garrido, absentista, tiene una mentalidad burguesa, que
busca maximizar el beneficio, y para ello da como tierras a medias las propiedades a las que sacaría
poco rendimiento, por ser tierras pobres y marginales.
Morales, es también representativo de su clase. Es el jornalero que desea acceder a la propiedad
y carece de medios. No puede comprarla. Tan solo posee su fuerza de trabajo, y a través de ella -a
costa de miseria, esfuerzo y hambre- consigue sus primeras propiedades.
Aquí quedan reflejadas algunas peculiaridades locales, que se repetirán a lo largo del siglo XX.
La burguesía va a ser consciente y va a intuir cuales son sus intereses económicos de clase y va a ir
tras ellos, consiguiéndolo como clase social dominante. Por el contrario, el jornalero verá su
emancipación en acceder a la propiedad de la tierra, lo que conseguirá parcialmente y a costa de una
continua autoexplotación. La meta que el jornalero se marca es un falso objetivo y sólo adquiere
conciencia de una vanguardia en los años 60 y 70.
Son pocos los propietarios que dan "tierras a medias" en los primeros años de la década del
siglo XX. Sin embargo, la rentabilidad de la operación se hace evidente y cada vez son más los
jornaleros o campesinos que acceden o amplían la propiedad por éste sistema.
Las "tierras a medias” trabajadas por el jornalero o campesino se dividían en partes iguales y se
sorteaban, o previamente se ponían de acuerdo ambas partes para el reparto. La mayor parte de las
veces, era el propietario quien elegía su mitad, para evitar quedarse con la parte peor trabajada. Este
sistema hacía aumentar la fragmentación de las parcelas en todo el término municipal.
54
Juan Soriano (1902-1976) vecino de la localidad, escribió en 1974, sus “Memorias”. Hijo de guarnicionero, lo fue también
él hasta que emigró a Zaragoza, donde ejercerla como albañil. Allí conoció el movimiento obrero de Aragón, sobre todo a
los anarquistas. A su vuelta a Villamalea, ingresó en el recién creado Partido Comunista de España, en el que militaría toda
su vida. De formación autodidacta, recogió en sus “Memorias” todos sus recuerdos, escribiendo cuatro originales a
maquina, que regaló a sus antiguos camaradas. Hemos utilizado esas“Memorias” a la hora de escribir esta primera parte
del libro, recogiendo varias citas que nos ayudan a dar una clara visión de ésta época. “Memorias”, Barcelona, 1972.
55
Juan Soriano, Memorias, 9.
54
Benito Sanz Díaz
Una explicación de las "tierras a medias” en Villamalea. Si existe apego a la propiedad de la
tierra, lo racionalmente económico seria que la burguesía propietaria contratase jornaleros para
poner en producción de viñas sus tierras, evitando tener que “ceder” la mitad de la parcela. ¿Por qué
entonces "dar tierras a medias"? La respuesta es que la burguesía local ve más beneficioso y
rentable "darla" que el hecho de cultivarla a través de jornaleros. En esto se constata la gran
intuición de clase de la burguesía, que prefiere perder parte de su tierra -cosa que en ningún caso
haría un campesino-, y ver maximizados sus beneficios.
En primer lugar, las tierras que se "dan" a medias, son marginales, de reducida superficie, mal
situadas, pedregosas, llenas de grama y "uña de gato"56, de baja calidad y escasa rentabilidad. El
propietario tendría que hacer una inversión fuerte para obtener algo de ellas, cosa que no sería
rentable. Nunca da a "a medias” buenas parcelas o superficies relativamente grandes, pues en éste
caso si es beneficioso llevarlas con asalariados. Se dan tierras de escasa o nula rentabilidad.
En segundo lugar, las tierras dadas a medias lo son para ser plantadas de viña y no de otro
cultivo. Esto supone una alta inversión, pues hay que limpiar la tierra de piedras y acondicionarla.
Después plantar el sarmiento y durante cinco años no productivos, cuidarla y hacerle todas las
faenas propias: podar, labrar, injertar, etc.
El propietario se evita una alta inversión en materiales y mano de obra asalariada. Recibirá la
mitad en plena producción habiendo evitado riesgos y saneado los beneficios. La mayor riqueza
obtenida, le permitirá un aumento en su acumulación de capital, que invertirá en negocios más
rentables, compensando la "pérdida" por ceder parte de una parcela. Paralelamente -en el ámbito
local- se aumenta la riqueza del término municipal al poner en cultivo intensivo nuevas parcelas de
alta productividad.
Todo lo expuesto podría justificar por sí mismo las razones por las que un propietario está
dispuesto a perder la mitad de un bancal o parcela; pero la burguesía es hábil en su planteamiento,
demuestra que ve más lejos.
El jornalero produce uva en su mitad de tierra y no la autoconsume, sólo lo hace en una pequeña
proporción- ni la transforma; la vende en el mercado a bodegueros locales, -en algunos casos,
fueron los que le dieron tierras a medias-. El precio de la uva lo marca el bodeguero, que paga lo
que quiere, ya que por lo perecedero del producto y su dificultad de transporte obliga al productor a
tener que aceptar lo que le ofrecen. Los bodegueros siempre se ponen de acuerdo en fijar el precio
de la uva, defendiendo sus intereses y obligando a los viticultores a aceptar su oferta.
La explicación del fenómeno se justifica plenamente por mecanismos económicos. Cuando el
gran propietario cultiva viña, tiene que utilizar mano de obra asalariada, y a pesar de lo barata que la
encuentra, no consigue extraer la plusvalía que a su criterio le compense. Prefiere el mecanismo de
"tierras a medias", pues sabe que el campesino dedicará todo su esfuerzo y el de su familia a extraer
la máxima riqueza de sus menguadas tierras. En el caso de heladas, pedrisco o cualquier otra
catástrofe natural, el único que corre con los riesgos es el campesino. Cuando la cosecha es normal
o abundante, el precio a pagar vendrá impuesto por los bodegueros, con los que se verá obligado a
mantener buenas relaciones a pesar de ser consciente del abuso, pues sabe que tendrá dificultades a
la hora de vender.
Esta situación de sumisión del campesino viticultor al bodeguero se mantendrá hasta que el
campesino se organice y cree la cooperativa san Antonio Abad en los años 50.
En todo éste período, la burguesía obtendrá una plusvalía del jornalero empleado en sus tierras
y un excedente o beneficio del campesino que le vende el producto de su trabajo, manteniéndose
como clase dominante a todos los niveles. Por otro lado, el fenómeno de "tierras a medias" será un
espejismo para jornaleros y campesinos, teniendo un efecto desmovilizador y reformista, pues
encauzarán todas sus energías hacia el objetivo marcado por la burguesía, que solo a ella beneficia
como clase social. Las influencias sociales y políticas de este fenómeno van a condicionar parte del
desarrollo local, colaborando a crear una vía reformista y pacifica, creando un clima de "armonía"
56
Uña de gato: se dice de una mala hierba que se caracteriza por absorber la materia orgánica de la tierra y tener gran
resistencia.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
55
interclasista –hasta el fin de la Guerra Civil. El campesino que aumenta sus propiedades o el
jornalero que se hizo con ellas, se convertirá en defensor del sistema.
Soriano vuelve a captar con gran intuición la rápida aceptación -por parte de la burguesía local
del fenómeno de "tierras a medias". “Al ver los terratenientes el buen resultado de éste
experimento, y el valor tan grande que a la tierra se le había dado, no tardaron en seguir éste
camino. Desde entonces, con trabajo y voluntad, la tierra se fue repartiendo en beneficio de todos,
unos por darle más valor, otros por adquirirlas. Se fue haciendo una pequeña reforma agraria, sin
lucha ni decretos".57
Como bien señala Soriano, la propiedad se va a ir redistribuyendo. Lentamente se irá ampliando
la capa de pequeños campesinos, que llegará a ser dominante en los años 60 y 70 del siglo XX. Lo
que Soriano denominaba "pequeña reforma agraria sin luchas ni decretos", era una realidad que se
iría gestando a lo largo de varias décadas, si bien siempre de acuerdo con los criterios de la
burguesía local, que consigue imponer sus intereses en todo momento, salvando el paréntesis de la
Guerra Civil.
Los costes sociales.- Sería incompleto el análisis si no dedicásemos unas líneas a los costes
sociales del fenómeno "tierras a medias" sobre jornaleros y campesinos. Soriano ya lo apuntaba
cuando hablaba del caso del primer jornalero que consigue tierras por éste sistema. El jornalero
tiene que hacerse en primer lugar merecedor de que le sean dadas "tierras a medias", pues no todo
el que lo quiere lo consigue, sino que se da como premio a la fidelidad, al voto en las elecciones, el
trabajo, etc. Después tendrá que cultivarlas en los días que no trabaja como asalariado, pues es el
jornal lo que le permite vivir de forma precaria. Todo su tiempo lo dedicará a poner viñas y a faenar
en cavar los hoyos, podar, injertar, etc. La autoexplotación a la cuál somete a su familia y a él
mismo será brutal.
Como contaba un jornalero: "los que teníamos la suerte de coger viñas a medias solo teníamos
dos únicos días de fiesta al año: el Cristo y San Antón. Todos los demás días del año eran de largas
jornadas agotadoras para poner en producción una tierra pobre, con unas herramientas arcaicas y
una técnica primitiva. Solo posee sus manos y su fuerza de trabajo como único recurso. Pasarán
hambre, correrán con el riesgo de no ver concluida su labor. Una vez conseguidas unas pequeñas
parcelas, se esforzaran en obtener el máximo de producción, que venderán al bodeguero por el
precio que éste les marque.
Cuenta un jornalero: "Tuve suerte y conseguí coger "majuelo a medias". Así, los días que no me
daban jornal me iba a lo que llevaba a medias. Los jornales eran muy escasos. Para no morirme de
hambre y que pudiese seguir adelante, el amo me dejó gratis un pequeño bancal (parcela), para
plantar patatas, garbanzos o lo que pudiese... si no hubiese sido por eso, no sé de dónde hubiese
sacado fuerzas. Me levantaba a las dos de la mañana y me iba andando a las tierras a medias y si,
antes de ir al trabajo, conseguía hacer unos hoyos para enterrar los sarmiento, eso que tenía
adelantado; trabajábamos de sol a sol. Al volver procuraba echar unas horas más en lo mío y
llegaba a casa de noche”.
Todos los testimonios son similares. La picaresca no estaba ausente. Cuenta otro antiguo
jornalero:
"Me dieron "tierras a medias" y no tenia mulas. Solo los pudientes las tenían por aquel
entonces. Alquilarlas: ¿con qué? No tenia ni una "perra chica". Me las ingenié para coger las
mulas del amo y llevarlas a lo que tenía a medias. A mitad de la faena, cogía la mula y me la
llevaba a lo mío. Estaba un buen rato y volvía. Nunca lo hacía la misma hora, para que el amo no
me pillase. El amo no era tonto y a veces me decía: "Oye, a ti te cunde poco con las mulas", y yo le
decía que había muchas piedras y las tenia que quitar. Como no era mi tierra, le daba una pasada
con el arado y con eso cumplía. Si conseguía ir un rato a lo mío eso que me ganaba".
La suerte del pequeño campesino que podría coger “tierras a medias”, siendo mala, era mejor
que la del jornalero, pues tenía tierras propias y de ella se mantenía. No obstante, puestas en
57
Soriano. 10.
56
Benito Sanz Díaz
producción, tanto el campesino como el jornalero se veían obligados a vender la uva a los
bodegueros, que los explotaban de igual forma. Se dieron varios casos en que, una vez que le
jornalero se había hecho con algunas parcelas de tierras, caía en manos de usureros y tenían que
malvender lo que tanto les habla costado. En estos casos, el "retorno" a sus antiguos propietarios
completaba el ciclo de las “tierras a medias”.
“Hubo casos en que tras cinco años de cuidar las viñas y ponerlas en producción, se tuvieron
que vender a tres parrillas la cepa, porque no tenían nada que echarse al estómago. ¡Cuánta hambre
tenían que llevar encima para tener que hacerlo! Uno que se había hecho con 400 cepas, se las
cambió al propietario de una fábrica de harina, por una sola saca de harina. Se le debieron atragantar
los panes de solo pensar lo que tuvo que hacer".
¿Favorecía el dar "tierras a medias" al desarrollo de la burguesía en la localidad? Sí. El hecho
de ceder “tierras a medias implicaba una mentalidad basada en la rentabilidad y el beneficio. Se
evita el invertir en algo que tiene un riesgo.
Todos los testimonios son similares. La picaresca no estaba ausente. Así cuenta otro antiguo
jornalero: "Me dieron "tierras a medias" y no tenia mulas. Solo los pudientes las tenían por aquel
entonces. Alquilarlas: ¿con qué?. No tenla ni una "perra chica". Me las ingenié para coger las
mulas del amo y llevarlas a lo que tenía a medias. A mitad de la faena, cogía la mula y me la
llevaba a lo mío. Estaba un buen rato y volvía. Nunca lo hacía la misma hora, para que el amo no
me pillase. El amo no era tanto y a veces me decía: "Oye, a ti te cunde poco con las mulas", y yo le
decía que había muchas piedras y las tenla que quitar. Como no era mi tierra, le daba una pasada
con el arado y con eso cumplía. Si conseguía ir un rato a lo mío eso que me ganaba".
La suerte del pequeño campesino que podía coger “tierras a medias”, siendo mala, era mejor
que la del jornalero, pues tenía tierras propias y de ellas se mantenía. No obstante, puestas en
producción, tanto el campesino como el jornalero se veían obligados a vender la uva a los
bodegueros, que los explotaban de igual forma. Se dieron varios casos, en que una vez que el
jornalero se había hecho con algunas parcelas de tierra, caía en manos de usureros y tenía que
malvender lo que tanto les había costado. En estos casos, el “retorno” a sus antiguos propietarios
completaba el ciclo de "tierras a medias".
“Hubo casos en que tras cinco años de cuidar las viñas y ponerlas en producción, se tuvieron
que vender a tres perrillas la cepa, porque no tenían nada que echarse al estomago. ¡Cuánta
hambre tenían que llevar encima para tener que hacerlo! Uno que se había hecho con 400 cepas, se
las cambió al propietario de una fábrica de harina por una sola saca de harina. Se le debieron de
atragantar los panes de solo pensar lo que tuvo que hacer".
¿Favorecía el dar “tierras a medias” al desarrollo de la burguesía en la localidad? Sí. El
hecho de ceder "tierras a medias" implicaba una mentalidad basada en la rentabilidad y el beneficio.
Se evita el invertir en algo que tiene un riesgo, ya que su aún débil acumulación la emplea en
negocios tales como almazaras, fábricas de vino y alcohol y otros negocios. Se incrementa la
riqueza local, y por lo tanto el nivel de vida de algunos sectores. Se capta el excedente campesino al
comercializar los productos de la vid, y en algunos casos consiguen recuperar su antigua mitad por
la usura, cuando las condiciones del campesino son difíciles. Así pues, las “tierras a medias”
contribuyen a crear riqueza y a aumentar la acumulación de capital, ayudando a desarrollarse la
burguesía local en Villamalea.
Es significativo que ésta burguesía de Villamalea tuviese problemas con sus homólogos de los
términos municipales colindantes, a pesar de no ser un fenómeno local, si bien alcanza en él un
desarrollo importante. La burguesía de otros pueblos “criticaba” a la de Villamalea porque pensaba
que al crear pequeñísimos propietarios, corría el riesgo de quedarse sin mano de obra asalariada con
que trabajar la tierra. Lo que conseguía era crear una capa de pequeños campesinos, que al mismo
tiempo eran jornaleros, ya que con lo que ellos producían era imposible subsistir. La consecuencia
era una desmovilización campesina, por la ambigüedad de ser propietario-jornalero al mismo
tiempo. Y además ¿no se demostraba la rentabilidad del proyecto en la práctica? Para la burguesía
local estaba claro: por un lado hacían productivas tierras marginales de su propiedad con jornaleros
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
57
que permanecían temporalmente en paro. Esto creaba riqueza de la que ellos mismos obtenían el
mayor beneficio. Ayudaban a crear un pequeñísimo campesinado del cual sacar un beneficio, pues
¿qué beneficio sacaban de un jornalero en paro y de unas parcelas marginales incultas?
La operación económica se completaba al comprar la uva y captar el excedente campesino, al
marcar el precio, restarle grado alcohólico a la uva y quitarle peso a los “cuevanos” (espuerta de
esparto) en que se transportaba la uva. Junto a los beneficios económicos se unían los sociales y
políticos: hacer aceptar al jornalero una vía reformista de acceso a la propiedad privada, el privarle
de la posible conciencia de ser jornalero sin tierras, el hacerle un ser sumiso al paternalismo, al cual
debía agradecer la pequeña propiedad y también el asumir una situación de dominado sin
perspectivas de emancipación. En definitiva, era una trampa “dorada” la que se tendía al jornalero al
“cederle tierras a medias”, matando el posible potencial revolucionario que pudiera tener como
asalariado, en un futuro.
La operación quedaba claramente definida y era una incipiente burguesía rural local la que
controlaba el proceso, siempre fiel en la defensa de sus intereses objetivos a corto y largo plazo.
Otros hechos abrirán nuevas posibilidades de expansión económica a la incipiente burguesía,
cada vez más emprendedora. Señalamos algunos de ellos.
Las vías de comunicación inexistentes a principios de siglo, van a ser una obsesión de los
vecinos, tanto de la incipiente burguesía rural de la localidad, pues le abre perspectivas de
comercializar mejor sus producciones, como de los jornaleros y otras capas, pues les permiten
ocupar su fuerza de trabajo en períodos de paro.
El Ayuntamiento, en cuanto representante de los intereses de la naciente burguesía local y los
caciques, va a influir en Madrid, a través de los contactos políticos del general Ochando y los
diputados del distrito en la capital. Una prueba del peso caciquil de su alcalde, Genaro Cañada
Ochando, es la visita al ministro de Fomento, debido a la cual, más tarde, se recibiría una carta en el
Ayuntamiento que decía: “...relativo a la construcción de 200 Km de caminos vecinales... Como
resultado de la conferencia celebrada con el Excmo. Sr. Ministro de Fomento... se desea conocer la
cantidad que éste municipio se propone ofrecer para la construcción de algunos de sus caminos
vecinales”.58 La respuesta es: “Ninguna, por la imposibilidad y miseria de sus vecinos". Esta
contestación es habitual.
Las peticiones a la Administración para la construcción de carreteras, presentada con carácter
“social” por parte de la burguesía, aduce como justificación (según leemos en las actas de sesiones
del Ayuntamiento): “para remediar la miseria por la que atraviesa el vecindario [se acuerda]
solicitar la construcción de la carretera de esta villa a la de Casas- Ibáñez como medio de dar
ocupación a la clase jornalera y mejorar en algo su situación aflictiva”.59 Este tipo de peticiones se
ven continuamente reflejadas en las actas de sesiones del municipio, poniendo de relieve las
difíciles condiciones de vida de parte de la población.
En la segunda década del siglo hay un desarrollo del mercado local, que abre nuevas
perspectivas económicas. La energía eléctrica se introduce en la villa en 1912, constituyendo un
claro progreso y bienestar. Las velas de cera, las bujías, los candiles y chimeneas caseras, irán
dejando sitio a la luz eléctrica. Primero harán algunas viviendas particulares, y después el
alumbrado público de carburo clásico será sustituido por electricidad. El iniciador de producción de
energía eléctrica en Villamalea es uno de los propietarios locales, Miguel Pérez Laso, molinero de
oficio, el cual construye junto al río Cabriel una turbina, montando con unos pocos conocimientos
una rudimentaria central eléctrica, probando así la iniciativa de esta burguesía incipiente. Más tarde
un perito electricista reforma el canal y la turbina, incrementando la potencia, y suministrando
energía a pueblos vecinos.
"Las gentes -cuenta Soriano- estaban entusiasmadas por este progreso. Las velas, el
carburo, los candiles y toda clase de alumbrado hasta entonces en uso, habían pasado a ser recuerdo
del pasado".
58
59
Actas de sesiones del Ayuntamiento. 27. 5. 1906. AMV.
Actas de sesiones del Ayuntamiento. 13. 10. 1905. AMV.
58
Benito Sanz Díaz
5.- Estructura social y clases sociales.
5. 1.- La vida municipal. El Ayuntamiento como institución cumple en la villa una doble
función: administrativa y de control de unos sectores de la población por otros. Los cargos de
alcalde y concejales serán ocupados por las mismas familias. Estas representan los mismos intereses
clasistas a lo largo de todo el siglo XX. La excepción: el periodo de febrero de 1936 a marzo de
1939.60
Desde el Ayuntamiento se manipulan las elecciones y los impuestos, se favorecen u
obstaculizan determinadas acciones. Los caciques y la burguesía local detentan un poder
indiscutido, controlan la vida política y social y la economía publica. Tasas, multas,
aprovechamientos comunales, subastas de servicios -horno, pozo de agua y otros tributos-, etc., son
manejados en favor de una minoría.
Tal vez uno de los focos conflictivos sea el monte comunal de propios, más conocidos como
"La Derrubiada”, con una extensión de cerca de un tercio del termino municipal, 4.500 Ha. Los
bienes de "propios" eran bienes comunales que pertenecían al municipio, el cual los arrendaba en
pública subasta, sufragando con las rentas obtenidas parte de los gastos municipales. El arriendo
daba derecho a la explotación limitada de la riqueza de leñas, espartos y carboneras.
Otros ingresos del municipio se obtenían a través de la subasta pública de los servicios, como el
pozo de agua, el matadero, pesas y medidas, etc. Con respecto el agua, Villamalea careció de ella
hasta los años 60, por lo que las condiciones higiénicas y de vida fueron difíciles. En las épocas de
sequía la sed era un problema grave. A las afueras del pueblo existía el “Pozo del Concejo”, de
propiedad municipal, y su explotación era sacada a subasta.61
El Ayuntamiento construirá otro pozo y un edificio que lo cubre en 1924, del cual se excluye de
pago: "...a la clase jornalera, que por haber sido un año algo corto y escaso de cereales, se haya
agobiada, y que concurran las clases más acomodadas, aquellas que disponen de carros y de
caballerías, o no les sea gravoso el reducir a metálico su prestación, para que hagan acopio de la
piedra que sea necesaria".62 El acta municipal, nos pone de manifiesto, una vez más, las duras
condiciones de vida a que se ve condenada "la clase jornalera", que no puede cubrir ni sus
necesidades más elementales.
Otras de las fuentes de ingresos municipales fue el matadero. En las actas municipales
volveremos a encontrar referencias a las duras condiciones de vida de la población, a la miseria y al
hambre, cuando leemos una petición de un veterinario para ocupar plaza con sueldo en la villa, pues
según ley de 17. 3. 1864, toda población de más de 2.000 habitantes debía tener veterinario. El
Ayuntamiento le contesta "que no puede darle plaza por ser un municipio pobre como ningún
otro... [y por no] agravar más la situación aflictiva porque atraviesa el vecindario... tan
excesivamente pobre que es nulo o casi nulo el consumo que aquí se hace de carnes frescas y
saladas, y lo testifica el hecho de que solo en determinadas épocas del año se expende aquí ese
articulo para el consumo público".63
El presupuesto municipal tendrá un continuo déficit, por la miseria del vecindario. Así ocurre
que cuando el municipio o el Estado quiera obtener ingresos a través de impuestos, se encuentra con
éste tipo de respuesta: “...sobre artículos de comer o arder no comprendidos en las tarifas
generales de consumos, como patatas y leñas, no pueden ponerse impuestos. Teniendo en cuenta la
60
Las primeras elecciones democráticas a municipios de 1979 volverían a dar el triunfo a la izquierda, obteniendo el PCE
mayoría absoluta, 6 de los 11 concejales, y ocupando el cargo de alcalde un comunista.
61
Las dificultades en el suministro de agua se reflejan en las actas municipales. En una de 1923 leemos: "La situación de éste
población en la que se refiere al abastecimiento de agua es deficientísima debido a lo costosa y penoso que se hace su
conducción, no pudiendo aceptarse que la generalidad de vecinos, que carecen de caballerías para poder conducir dicho
líquido, tengan necesidad de hacerlo a pie, conduciendo en cántaros y a mano el agua que necesitan para el consumo a
una distancia de 600 m. cuyo camino, en el momento que llega el invierno se convierte en un lodazal intransitable, siendo
causa de que muchas veces la generalidad de los vecinos carezcan de tan indispensable artículo, constituyendo un
constante peligro para la salud, por no poder observarse los preceptos que aconseja la higiene". Actas Municipales, 25,
agosto de 1923. A. M. V.
62
Actas Municipales, 25. 8. 1923. A. M. V.
63
Actas Municipales, 11. 9. 1924. A. M. V.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
59
situación aflictiva porque atraviesa éste vecindario, especialmente la clase jornalera que carece
hasta de los recursos más indispensables para la vida".64
Tenemos que, en todos los aspectos de la vida local, van quedando reflejadas las duras
condiciones de vida de las capas populares, jornaleros, asalariados, campesinos y otros sectores de
la población, así como las dificultades de expansión de la clase social dominante: la burguesía.
Las difíciles condiciones higiénicas y sanitarias de la localidad. La escasez de agua contribuía a
que la higiene fuese escasa y de ahí la facilidad conque se propagaban epidemias y enfermedades.
La sanidad no era mejor. Deficiente alimentación y trabajo excesivo eran la causa de enfermedades
y muertes. Las epidemias eran continuas, siendo la más mortífera la de 1918. Con la llegada del
otoño la gripe asoló la región. En Villamalea murieron familias enteras. Las actas de defunción
parroquiales y del juzgado señalan que solo en septiembre de 1918 murieron 60 personas, siendo la
causa la "epidemia gripal”. El médico, Manuel García, consiguió atajar la epidemia y debió ser
brillante, pues recibió la Cruz de Beneficencia: "Por su labor desde el 15 de septiembre, en que se
declaró en éste pueblo la terrible epidemia gripal hasta el fin de octubre siguiente, en que
desapareció aquella calamidad publica... muriendo solamente 62 individuos de los 1.800
enfermos”.65
La de 1918 fue la más grave, sin embargo hubo otras. En éstas ocasiones, el Ayuntamiento
corría con los gastos de vacunación de epidemias como viruela, gripe, etc. Las condiciones
higiénicas seguirían siendo muy deficientes. La salubridad pública era muy mala: faltaban
alcantarillas, retretes, etc. Las necesidades fisiológicas las hacían en los basureros o cerca de las
casas, lo que provocaba contagios y enfermedades. La situación era tan grave que continuamente el
municipio tomaba cartas en el asunto, como lo reflejan las actas de sesiones municipales, en una de
las cuales se decía: “...sobre higiene pública se dice que Dn... hace tiempo tiene en el corral de su
casa un hoyo o barranco para depositar, como viene depositando en él, toda clase de basuras y
despojos, que después de podridos los convierte en estiércol que utiliza como abono en sus fincas;
este estercolero, por las materias fecales y demás inmundicias de que se compone, produce un olor
y fetidez tan insoportable que es imposible resistir, principalmente hoy en que los grandes calores
que se desarrollan pueden convertirse en un verdadero foco de infección".66
Testimonios como el citado muestra la carencia de estructuras higiénicas en la localidad a lo
largo de éste periodo, así como las condiciones de vida de la población en general.
El sistema de herencia en el proceso de minifundismo. Parte de los problemas de la
agricultura local se comprenden si tenemos en cuenta el sistema de herencia: todos los hijos tienen
el mismo derecho a la herencia del padre, lo cual supone un continuo fraccionamiento de la
propiedad y la dispersión de la misma. Este fraccionamiento de la propiedad sólo se ve frenado por
el hecho de practicarse un matrimonio de "endogamia de clase". Hay tendencia a casarse entre
parejas que tienen una propiedad o herencia similar. Es frecuente oír en Villamalea: “no se casó con
fulanita porque tenia 1.000 cepas de viña más que ella", y frases semejantes.
Y es que la tierra es algo más que status económico, pues condiciona las actitudes sociales. La
diferencia en la herencia de 1 Ha de tierra puede ser un obstáculo insalvable para que se lleve a cabo
un matrimonio entre dos personas que lo desean. Si se trata de saltar la norma, los conflictos
familiares serán motivo de problemas y criticas, enrareciéndose los lazos familiares. La norma tiene
gran fuerza. Si el matrimonio es un freno, no por ello detiene proceso. La igualdad de los hijos en la
herencia conlleva el dividir las parcelas a dimensiones mínimas.
El rendimiento de diminutas parcelas será reducido, ya que los lindes y caminos ocupan parte
del término y además crean problemas sociales entre vecinos que tienen tierra lindante.
El campesino tiene dos medios de incrementar sus propiedades: a través del matrimonio, o por
compra. Es común el caso de varios hermanos que heredan y uno de ellos compra la tierra a otro
64
Actas Municipales, 15. 2. 1906. A. M. V.
Actas Municipales, 711. 1918. A. M. V.
66
Actas Municipales, 8. 6. 1902. A. M. V.
65
60
Benito Sanz Díaz
hermano, endeudándose. Compra a veces para no tener que dividir una parcela ya de por sí
diminuta. Dará un capital que él obtendrá tras largos años de trabajo en la tierra, transfiriéndose a
menudo fuera de la agricultura y no pudiendo con éste dinero capitalizar sus tierras. Así se hipoteca
de por vida y simultáneamente descapitalizará su propiedad. Este problema se repetirá con sus hijos,
contribuyendo a la crisis del campesinado como sector social.
El servicio militar: sorteos y quintas. Uno de los acontecimientos que rompían la monotonía
cotidiana, era el ambiente que se creaba en torno al sorteo de las "quintos". Los "quintos" de
reemplazo se reunían y durante la semana anterior al alistamiento se dedicaban a divertirse. Muchos
eran los que aprovechaban para echarse novia, con el fin de cartearse, pues según el destino, estaban
meses, incluso años, sin volver de permiso. El día del sorteo causaba expectación en el
Ayuntamiento. El sorteo era rutinario y los vecinos comentaban las incidencias y los sucesos que
años antes les habían acontecido a ellos mismos.
La lectura de las actas del municipio nos describe como se efectuaba un sorteo a principios de
siglo:
“...estando preparadas 32 papeletas en blanco, todas iguales, se escribieron en la mitad
de ellas los nombres y los apellidos de los sorteables, con el número con que cada cual figura en el
alistamiento y en la otra mitad se escribieron tantos números como son aquellos, desde el uno al
dieciséis, ambos inclusive, para sortearlos.
Se contaron dichas papeletas y se introdujeron separadamente en bolsas iguales y estas en dos
globos destinados al efecto, en uno la de los nombres que se fueron leyendo al tiempo de la
introducción y en otro la de los números... Acto seguido, removieronse con fuerza los globos para
que se mezclasen suficientemente las bolas y dos niños menores de diez años fueron sacándolas de
una en una y entregándoselas. La de los nombres al Sr. Regidor y la de los números al Sr.
Presidente. Enseguida se leía y publicaba el contenido de dichas papeletas por los mencionados
señores, manifestándose a los demás individuos de la corporación y a cuantos interesados
solicitaron verlas, anotándose los nombres de los mozos y el numero correspondiente a cada uno a
medida que iban saliendo".67
Todo el sorteo era seguido con gran atención, constituyendo un rito año tras año. A
continuación se hacia un reconocimiento medico del mozo y su padre, y se podían alegar
impedimentos para el alistamiento. Para evitar incorporarse se inventaban historias de lo más
inverosímiles. Como todos se conocen en una pequeña localidad, los comentarios eran para todos
los gustos. Entresacamos de las actas algunos casos sobre el tipo de argumentos que esgrimían los
que querían librarse de la mili:
“Numero 1. Gabriel... soltero, jornalero, sabe leer y escribir. Llamado se presentó y tallado
resultó con la de 1m,520mm. Siendo declarado corto.
Numero 2. Asensio... soltero, jornalero, no sabe leer ni escribir. Preguntado si tenia que alegar
alguna excepción dijo: que es hijo único en sentido legal de padre impedido y pobre, al que
mantiene con el producto de su trabajo. Los interesados dijeron que éste mozo no tiene padre
conocido, siendo hijo de mujer célibe, toda vez que el que se supone su padre no se halla casado con
la madre del mozo...
Numero 3. José... jornalero... reconocido por el facultativo lo declara útil. Preguntado si tenia
que alegar alguna excepción dijo: que está manteniendo a un tío suyo que lo recogió a la edad de
siete años en que quedó huérfano de padre y madre, el cual lo ha criado y educado y al cual le
entrega el producto de su trabajo personal por ser su tío mayor de setenta años y pobre en sentido
legal. Los interesados dijeron que este mozo ha venido viviendo desde hace cuatro años en
compañía de otro hermano, el cual se libro un año al menos de servicio activo... que ni uno ni otro
ha vivido con el que suponen su tío... siendo más inexacto que tenga parentesco alguno con el que
supone ser su tío...
67
Actas sesiones. 9. 2. 1902. AMV.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
61
Numero 5. ...alega ser hijo único, que estaba enfermo de pecho y que tenia los pies planos.
Reconocido por el facultativo lo declaro útil...”.
Se trata de evitar la incorporación al servicio militar, alegando diversos motivos. No todos los
mozos hacían el servicio; dependía del número que sacasen en el sorteo. Así los números bajos iban
a África, los intermedios se quedaban en la península y había un cupo de excedentes.
Existía una posibilidad de no ir al servicio militar. En Villamalea se los conocía corno
“soldados de cuota”; a cambio de una cantidad de dinero, se libraban de hacer el servicio. Esta
desapareció durante la Dictadura de Primo de Rivera. El servicio militar era un acontecimiento, se
viajaba, se salía de la vida rural y para muchos era la primera ocasión “de dormir en cama, aunque
fuese mala, y de comer caliente todos los días".
A finales del siglo XIX varios vecinos de
Villamalea estuvieron en la guerra de Filipinas,
entre ellos el alférez José Maria Ruiz, en la foto,
hecha en Manila. Cedida por Álvaro Anguix.
Familia Ruiz Rubio. De pie, de I a D, Carmen Rubio, el alférez
José Maria Ruiz, Porfirio, Manuel y Consuelo Ruiz Rubio.
Sentada Leonor Rubio.
Foto de principios del siglo XX, cedida por Álvaro Anguix.
El analfabetismo. Queremos tan solo señalar el alto porcentaje de analfabetos que existen en la
población durante el primer tercio de siglo. Los datos están obtenidos a partir de los censos
electorales de 1907, 1930 y 1935.
Recogemos con más detalle el censo de 1935, por ser más completo, y recoger también a la
población femenina, constatando como esta es analfabeta en un porcentaje muy superior a la
masculina, tal y como ocurre en el resto del país. El analfabetismo en la mujer se da sobre todo en
las edades superiores a los 35 años.
62
Benito Sanz Díaz
En la población masculina predomina el analfabetismo en las capas más desfavorecidas
económicamente: jornaleros, hortelanos, etc.
Analfabetismo en Villamalea, 1907, 1930 y 1935.
Censo electoral de...
Analfabetos
Saben leer y escribir
Total
1907
Solo varones
125
45,2
152
54,8
277
1930
Solo varones
92
23,5
301
76,5
393
Hombres
347 36,3
607 63,7
954
1935
Mujeres
Total
630 70,7
977 52,9
261 29,3
868 47,1
891
1.845
Fuente: Censos electorales de Villamalea. 1907, 1930 y 1935. A. H. P. de A.
Tirso Carrasco, hijo de Bonifacio
Carrasco (uno de los vecinos que se
enfrento al cacique Genaro Cañada
Ochando y fue desterrado del pueblo) y
hermano de Germán Carrasco, líder
campesino de la Republica, en una foto
del servicio militar durante la monarquía
de Alfonso XIII. Foto Rosa Verde.
Constantino Anguix durante el servicio militar en Ceuta, a
principios del siglo XX. Foto AA.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
63
5. 2.- Las clases sociales en Villamalea
Vamos a analizar la estructura de las clases sociales en Villamalea durante el primer tercio del
siglo XX. Partiendo de una sociedad típicamente agraria y campesina en el siglo XIX, Villamalea
irá evolucionando a principios del siglo XX a un sistema en el que el capitalismo se introducirá
lentamente. En apariencia, tal vez resulte un contrasentido decir que Villamalea, con una estructura
agraria dominante, y con un campesinado amplio -si bien pobre y con escasas propiedades-, se
configura desde principios de siglo como una sociedad en el que el régimen de producción
capitalista se va imponiendo y dominando paulatinamente toda la vida económica. Esto es cierto, si
bien perduraran formas de producción y características típicas de una sociedad campesina, que se
desintegraran a lo largo del siglo.
Villamalea a principios de siglo va a ser una comunidad compleja, llena de interrelaciones
sociales, políticas y económicas, donde aún no están definidos claramente los rasgos de las clases
sociales dominantes de una sociedad capitalista, si bien éstas clases existen con características
propias. Lo que ocurre es que se está en la transición hacia lo que va a ser el sistema dominante y en
el interior bullen los intereses y las contradicciones propias de una sociedad compleja. Sí en la
primera década no están perfiladas claramente las clases sociales, en la segunda y tercera adquieren
rasgos propios.
5. 2. 1- Una burguesía rural en expansión. A finales del siglo XIX había comenzado a creerse
una incipiente burguesía rural, que irá desarrollándose en las primeras décadas del siglo XX y
consiguiendo su auge poco antes de la Guerra Civil.
La burguesía local tiene su base en la propiedad de la tierra, el ganado y otros bienes de tipo
agrario. A diferencia de la burguesía de otros pueblos colindantes, no tiene su origen en la
desamortización del siglo XIX. La tierra estaba muy parcelada, si bien la propiedad de la misma
permanecía concentrada en muy pocas familias. Lo mismo ocurría con el ganado, inmuebles y otros
bienes, tales como las fabricas de harina, vino y alcohol, comercios, etc.
Los difíciles comienzos y su evolución. La pobreza del suelo, la falta de vías de comunicación,
la técnica rudimentaria del laboreo, la escasa mecanización, las continuas catástrofes naturales, etc.
eran el origen de que la burguesía fuese incipiente y encontrase, en la primera década, fuertes
obstáculos a su desarrollo.
Sin embargo, en la segunda década se va a producir un fuerte desarrollo. Varios factores
contribuyen a ello: se comienzan a mejorar los caminos y carreteras que facilitan el comercio y las
comunicaciones, se inicia el fenómeno de "dar tierras a medias" que incrementan la riqueza local y
benefician a los propietarios por revalorizar sus propiedades y por comercializar los productos,
después de transformados en molinos, bodegas, almazaras, etc., de su propiedad. Se mejoran las
técnicas de cultivo, se introducen nuevas variedades de viña y en 1923 se introduce el primer tractor
que dará paso a otros; se comienza el abonado sistemático y lo que hasta entonces es cultivo
extensivo se le dedica más atención y laboreo. El mismo hecho de hacerse plantaciones de viña por
parte de los campesinos locales, hace que se amplíe el producto a vender y transformar y que la
burguesía se encargue de ello, con el consiguiente beneficio.
Gracias a estos y otros hechos, se va a conseguir acumulaciones de capital en pocas manos, que
serán invertidos en la creación y ampliación de fábrica relacionadas con la producción local o
complementarias, que a su vez será motivo de nuevas acumulaciones e inversiones. La creación de
la central de energía eléctrica en 1912, la introducción del teléfono, la aparición de las primeras
máquinas de labor, etc., ayudaban a ésta expansión económica.
Distintos documentos de la época nos permiten constatar cómo la propiedad estaba muy
concentrada en pocas manos y cómo los apellidos se repetían continuamente, de una a otra
generación. En este sentido son muy útiles para identificar a la burguesía en numero, nombre y
apellidos, las listas de los mayores contribuyentes del término municipal que el municipio elabora
principios de cada año68, los cuales tenían derecho a voto. El sistema de elección de la Restauración
68
Actas de sesiones. Archivo Municipal de Villamalea. En los meses de Enero de cada año.
64
Benito Sanz Díaz
restringía el voto a los mayores contribuyentes, excluyendo al resto. Unas veinte familias
concentraban prácticamente las propiedades y bienes en Villamalea. Los apellidos se repiten en
todas las listas: Ochando, Liante, Tevar Liante, García, Vergara, Melero, Fernández, Montero, etc.
La contribución y su cuantía en ésta lista de mayores contribuyentes, van coincidiendo con los
distintos bienes que poseen. El cuadro siguiente muestra como a pesar de que la propiedad está muy
dividida y son bastantes los vecinos que poseen "algo", la mayoría pertenece a pocos propietarios o
pudientes, como se les llama en la localidad.
Resumen de contribuyentes y contribución según las listas cobratorias. Ministerio de Hacienda.69
1899-1900
1920-1921
Contribuyentes
%
% total*
Contribuyentes
%
% total
628
34
29
691
91
4,9
4,1
46,6
18,2
35,2
857
27
35
919
93,2
3
3,8
38,3
12,4
49,3
Hasta 25 Ha.
51 a 100 Ha.
Más 100 Ha.
1930
Contribuyentes
%
% total*
881
65
67
1.013
87
6,4
6,6
31
15
54
Hasta 25 Ha.
51 a 100 Ha.
Más 100 Ha.
* % contribución s/ total contribuyentes
Si resumimos los porcentajes de las distintas fechas y las medias del porcentaje de la
contribución el cuadro se nos aparece más claro.
Hasta 50 Ptas.
51 a 100 Ptas.
Más de 100 Ptas.
Media del %
contribuyente
90,1
4,9
5
Media del % de la
contribución
40
15
45
Queda muy claro que la mayoría de los contribuyentes –90 %- solo contribuyen con un 40 %,
mientras que un 5 % contribuye con un 45 % de la contribución total.
Este cuadro completa el que ya vimos al analizar el gran número de parcelas existentes, sí bien
éstas pertenecen a un reducido número de propietarios. Son precisamente las pequeñas parcelas y
tierras margínales de ésta burguesía las que son cedidas para ser llevadas a medias por jornaleros y
campesinos.
El cuadro refleja algunas características más de la población: una burguesía local de pocas
familias, un reducido sector de medianos campesinos y un amplio sector de pequeños campesinos,
en su mayoría jornaleros-pequeños campesinos simultáneamente.
Matizar que los contribuyentes de menos de 50 Pta. estaban más gravados por el fisco al ser sus
cultivos intensivos, lo cual nos acerca más a esa realidad de las pequeña parcelas. Al mismo tiempo,
las propiedades de los mayores contribuyentes tenían una menor carga fiscal, por lo extensivo del
cultivo por un lado, y por la ocultación de riqueza por otro, la cual distanciaba además a esta
burguesía del resto de la población. La ocultación de riqueza se daba de dos formas: declarando
tierras de buena calidad como marginales o de baja calidad, o simplemente ocultando su existencia.
Sobre éste particular, la inexistencia de un catastro a principios de siglo, impedía una correcta
69
Datos obtenidos a partir del “Repartimiento individual de la contribución territorial y rústica” de Villamalea.
Legajos 1899-1900, 1920-21 y 1930. Legajos de Hacienda nº 609, 654 y 680. Archivo Histórico Provincial de
Albacete.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
65
fiscalización, en perjuicio de los campesinos, a los cuales les era difícil la ocultación e incluso sus
tierras eran valoradas de más calidad de lo que realmente eran.70
Claudio Moya y Enrique
Tevar eran dos de los grandes
propietarios de Villamalea. Claudio
Moya era medico, y durante una
época alcalde de la villa. En el
homenaje a Román Ochando, en
1927, ambos participaron en el
mismo. Las ilustraciones
corresponden a las fotos de ambos,
aparecidas en el “Álbum”, editado
por la revista "Automóvil" de
Valencia, el 8 de abril de 1927.
Archivo del Ateneo Mercantil de
Valencia.
Naturalmente, el ocultamiento se veía favorecido y casi refrendado por el sistema caciquil
imperante a principios del siglo XX, que permitía a la burguesía local mantener irregularidades y
ocultaciones imposibles de fiscalizar.
En el avance catastral en Villamalea de 190071, la diferencia entra la riqueza amillarada y
comprobada era de un 47 % del total de las tierras. A esto añadimos que el cultivo declarado era
diferente del real, ocultándose cultivos de alta fiscalidad como el olivo, la viña y la huerta, que eran
declarados como montes, pastos o en el mejor de los casos como cereal.
Había casos de ocultación tan escandalosos, como públicos. Así señalemos que el caciquealcalde Genaro Cañada Ochando, uno de los propietarios más ricos del término, no aparece como
contribuyente en las listas de mayores contribuyentes. Casos menos flagrantes eran continuos en los
propietarios más fuertes.
Tenemos que señalar como referencia, que si bien los datos ya señalados para la burguesía local
están basados en los datos locales, esto no implica que solo tuvieran propiedades en el termino
municipal. Al contrario, parte de ellos tenían propiedades en otros municipios, por herencia,
matrimonio o distinto grado de parentesco, con lo que las propiedades rebasaban el estricto marco
local.72
Hasta aquí sólo se ha hecho referencia a propiedades rústicas. Ahora bien, al analizar el censo
ganadero73 volvemos a comprobar los mismos nombres como mayores propietarios de asnos y
mulas, factor clave en la agricultura, por ser la fuerza de tracción más importante, así como el
ganado de renta y otros.
70
Sobre éste particular G. Brenan señala que, a principios del siglo XX, el fraude fiscal por ocultación ascendía de un 50 a un
80 % según zonas, de acuerdo con las declaraciones del Ministro de Agricultura ante el Senado. Mientras un pequeño
propietario pagaba de 70 a 80 Ptas. por Ha., una gran hacienda no pagaba nada. Cuando en 1923 Primo de Rivera
promulgue un decreto dando una moratoria especial por la cual 1os que ocultasen propiedades debían declarar lo verdadera,
“las largas colas de propietarios duraron días, para ponerse al corriente". El laberinto español, Ruedo Ibérico.
71
Memoria resumen, cuadro XXIII "Estado resumen de la superficie amillarada y comprobada”, 1900.
72
Sobre propiedades de un individuo en distintos municipios, señala Pascual Carrión: “...cuando una misma persona posee
tierras en varios municipios, aparece como propietario en cada uno de ellos; así es que la cifra real de propietarios es
inferior a la que refleja el Catastro”. P. Carrión, 104. Desconocemos las propiedades que los pudientes de Villamalea tenia
en otros municipios, si bien por razones de matrimonios, herencia, etc., conocemos su existencia, pero no cuantificable con
los datos consultados.
73
Censo ganadero. Villamalea, 1900. Archivo Histórico Provincial de Albacete.
66
Benito Sanz Díaz
Un análisis de la Contribución Industrial de Villamalea74 nos permite conocer la evolución de la
industria local y al mismo tiempo volver a constatar los mismos apellidos en la propiedad de la
misma. Sobre este particular el Anuario Comercial75 completa la industria con el comercio local.
La cuantía de las contribuciones nos dan una referencia sobre el volumen del negocio, y las
altas y bajas de cada industria nos permiten conocer como evolucionan las mismas, así como la
cantidad de producto trabajado. A modo de ejemplo citamos el apellido Vergara, que aparece como
uno de los mayores contribuyentes de rústica y pecuaria, uno de la familia es alcalde varios años,
además de otros cargos; son dueños de una fábrica de vino y alcohol, elaboran en la misma cosecha
propia y comprada, tienen una fábrica de harina y otras propiedades, y un miembro de la familia es
veterinario y otro practicante. Además están vinculados a otras familias de la burguesía local como
los García.
Antonio García Navarro, médico de profesión, casado con la hija de un gran propietario, lo es él
mismo alcalde varios años, posee una fabrica de vino y alcohol, donde elabora cosecha propia y
comprada, es cosechero de aceite con almazara propia, etc., y tiene ganado.
Liante es otro apellido vinculado a los grandes propietarios de rústica y pecuaria, posee además una
fabrica de alcohol, otra de aceite así como de conservas, frutos y hortalizas, etc.
Otro tanto podríamos decir de otras familias, vinculadas entre ellas por lazos de parentesco endogamia de clase- y que al mismo tiempo de ser los propietarios de la riqueza local, ocupan los
cargos públicos locales y son al mismo tiempo los que ejercen alguna profesión: médico,
veterinario, farmacéutico, etc.
La propiedad de las industrias locales y comercios, y las continuas ampliaciones y mejoras que
sobre ellas hacen, ponen de manifiesto como el capital acumulado es invertido en la localidad,
creando riqueza y puestos de trabajo y al mismo tiempo manifiestan dinamismo e iniciativa como
clase en expansión. En los años 30, ya no es esa incipiente burguesía de los primeros años del siglo,
sino una clase social perfectamente definida, dominante y con intereses específicos propios.
La acumulación de capital de la burguesía local. Es de gran interés el análisis de cuales eran
las fuentes de acumulación de capital de la incipiente burguesía rural, más tarde clase en expansión
y dominante. Parte de las claves de los hechos locales los encontramos en los mecanismos de
acumulación.
En primer lugar, los beneficios los obtenía de la tierra, adaptando estos varias modalidades; de
una parte, el propietario podía explotar la tierra directamente, lo cual no quiere decir que se
preocupe de los cultivos, sino sencillamente que corra con los riesgos y gastos de la producción. El
propietario puede trabajar en la tierra físicamente, pero no es la tónica. Cuando lo hace es para el
control del trabajo y no por necesidad. Lo normal es que lleve los cultivos a través de asalariados:
jornaleros, braceros, mozos de mula, capataces, etc. En este caso obtiene una plusvalía de la mano
de obra asalariada.
Por otra parte puede obtener rentas a través de la aparcería o el arriendo. De la aparcería obtiene
una renta variable de la cosecha, previamente establecida, y del arriendo obtiene una renta fija por
un tiempo señalado en contrato.76 La aparcería tiene mayor importancia, si bien por ambos medios
obtiene un capital acumulable. Otra forma de incrementar su riqueza y capital a través de la tierra
será el ya analizado fenómeno “tierras a medias”. También la venta de parcelas margínales a un
buen precio serán otras de las formas de obtener un capital acumulable.
Una segunda forma de obtener capital va a ser a través de las industrias locales de vino, alcohol,
harina, conservas vegetales, etc. Por una parte obtienen una plusvalía de la mano de obra asalariada
74
Contribución industrial. Legajos Hacienda. Villamalea. Archivo Histórico Provincial de Albacete.
Anuario Comercial. Guía Nacional de Industria y Comercio. Tomo I. 12 edición. Barcelona. Archivo Histórico Provincial
de Albacete.
76
El contrato en la zona solía ser verbal y no escrito. Leemos en la “Memoria...” sobre la solemnidad de los contratos:
“...son casi siempre verbales todos éstos contratos; por excepción escritos y casi nunca llegan a documento público. Bien
es verdad que tampoco suelen alcanzar esta solemnidad en la mayoría de los casos los contratos de compraventa, ni aún
las particiones hereditarias”. Op. cit., 113.
75
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
67
-obreros-. También de los campesinos obtienen un beneficio por la compra de sus productos a bajos
precios, tales como la uva, el trigo, azafrán, aceitunas, etc. que transforma y vende en Albacete y
otras localidades.
La tercera forma de acumular capital la tiene en los servicios. De una parte por el préstamo de
usura, por la inexistencia de entidades dedicadas a tal fin. El préstamo cumplía un papel esencial en
una economía agraria, donde los gastos de la cosecha han de hacerse antes de la misma, y no todos
disponen de dinero líquido. El campesino que recurre al préstamo de usura ve mermado los ingresos
de su cosecha, mientras el prestamista tiene seguro su cobro con altos intereses. Si no paga recurre
al embargo de la tierra del campesino. Si el que solicita un préstamo es jornalero, el cobro está
asegurado, pues si no lo cobra en dinero, se lo cobra en trabajo; esto es un negocio rentable para los
propietarios que se dedican a la usura, pues se aseguran la mano de obra barata para la recolección,
ya que el jornalero se ve obligado a sufrir condiciones leoninas, entre las que se encuentra hipotecar
su fuerza de trabajo para un amo. El préstamo es una operación muy segura y lucrativa, además del
peso político y social que tal condición ejercía, pues la amenaza de no conceder el préstamo, o
querer saldarlo antes de tiempo, ponía en graves aprietos al jornalero y al campesino. Los
testimonios son elocuentes; así cuentan:
"Los del partido de Genaro Cañada se dedicaban a prestar dinero. Te dejaban cinco duros y
les tenías que devolver seis a los pocos meses. Los llamábamos préstamos del "duro a seis pesetas”.
El préstamo lo pedíamos cuando la necesidad nos apretaba, unos meses antes de la siega. Luego
para devolver los cinco duros, teníamos que ahorrar más de dos meses. A veces te pedían por cinco
duros, siete duros ¡Qué íbamos a hacer! Era invierno y sin nada que llevarnos a la boca, sobre todo
los hijos. Te ahogaban como querían esos chupasangres”.
Así pues, el “préstamo usurario” era una fuente de ingresos a la que eran aficionados los
propietarios locales, que diversificaban así sus ingresos por negocios no estrictamente relacionados
con la tierra, aunque sí vinculados a ella.
Otra de las formas de obtener ingresos era el ejercicio libre de las profesiones liberales, caso de
médicos, veterinarios, boticarios, farmacéuticos, etc., ya que los profesionales pertenecían a familias
propietarias de la localidad. También a través de los comercios y otros servicios, tales como la
energía eléctrica, alquiler de maquinaria, etc.
El poder económico se traduce en poder social y político. La burguesía forma un grupo aparte,
socialmente definido y diferente en costumbres, hábitos, formas de vida, etc. Ciertos signos
exteriores contribuyen a ello, tales como ser los propietarios de los primeros tractores, coches Ford
de lujo, etc., que en la época años veinte suponían una diferenciación social importante.
En el ámbito político detentan los cargos públicos del municipio: alcaldes, concejales, juez de
paz, etc. También controlaran las elecciones a diputados hasta ya instaurada la IIª República. La
vida de la alcaldía estará plenamente controlada, siendo la burguesía clase dominante a todos los
niveles.
El hecho de que no sea una burguesía potente en comparación con otros sectores no agrarios de
la provincia, no implica que no sea hegemónica a pesar de ser Villamalea una comunidad rural con
una amplia capa campesina. Bien al contrario, lo que se pone de manifiesto es que para el nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas de la localidad, es una clase emprendedora y dinámica, con
unos objetivos económicos muy claros y con una política muy bien definida, cosa que no tienen
otros sectores, como son los campesinos y asalariados.
5. 2. 2- Los asalariados: clase mayoritaria en la localidad.
Asalariado es aquél que carece de medios de producción, y que para poder vivir tiene que
vender su fuerza de trabajo en el mercado como una mercancía más. De entrada matizamos la
definición de asalariado en Villamalea, por el tipo de estructura económica existente. Ya hemos
señalado la gran parcelación existente en el término municipal y como un porcentaje importante de
la población tiene algunos almudes (1 almud = 1/3 Ha.) de tierra pobre y poco productiva. Este
matiz es importante, ya que si bien el ingreso básico del trabajador es el salario, posee muchas veces
pequeñas propiedades que le proporcionan ingresos complementarios. Y es aquí donde tiene su base
68
Benito Sanz Díaz
la falta de objetivos del asalariado, que no busca su emancipación en la superación del régimen
capitalistas, sino en objetivos confusos y poco definidos. El asalariado, como consecuencia de vivir
en una sociedad agraria, cuya base económica es la tierra y los bienes que de ella se obtienen, busca
su la emancipación individual en la posesión de la propiedad privada de la tierra. Y ahí está su
contradicción fundamental, por no ser consciente de la situación que vive, sino en su parte más
externa y superficial. Aspira a ser campesino, sector este de la población de futuro incierto y con
tendencia a la crisis continua.
Sí tomamos como referencia los datos que aparecen en los censos electorales de 1907 y 1930,
ya señalamos que sólo recogen a la población masculina de más de 25 años que tiene derecho al
voto y el de 19359 más completa por incluir a todos los hombres y mujeres de más de 23 años,
tenemos el siguiente cuadro:
Población asalariada en Villamalea (en porcentaje sobre el total de población censal).
Empleo
1907
1930
1935
Jornaleros
149
54%
161
41%
451
47%
Pastores
2
4
14
Empleados ayto
3
5
12
Albañiles
6
12
Otros asalariados
2
11
25
Total
156
58%
187
48%
514
54%
Fuente: Elaborado a partir de los censos electorales de Villamalea 1907, 1930 y 1935.
Archivo Histórico Provincial de Albacete.
Es evidente que casi un 60% de la población masculina censada es asalariada. El porcentaje
llega casi a un 75 % si tenemos en cuenta los no censados y que las mujeres, a pesar de aparecer
como sus labores, trabajan en todas las faenas agrarias, incluyendo también en éste porcentaje a los
adolescentes. Mas adelante haremos una referencia más amplia al papel de la mujer y del
adolescente en el trabajo.
Tenemos pues que la mayoría de la población activa es asalariada en el término municipal.
Podemos distinguir dos tipos de asalariados: eventuales y fijos. Analizamos la diferencia, pues
condiciona el comportamiento social de cada uno de ellos.
La mayoría de la población
de Villamalea eran
jornaleros, seguidos de
pequeños campesinos. La
ilustración recoge un grupo
de jornaleros y sus
familias, aparecida en
“Álbum”, editado por la
revista "Automóvil" de
Valencia, el 8 de abril de
1927. Archivo del Ateneo
Mercantil de Valencia.
Asalariados eventuales. Jornaleros y braceros constituyen la mayoría de la población activa y
asalariada. Junto al dato estadístico, tenemos las menciones constantes en las actas municipales, en
las que continuamente “aparece la clase jornalera... constituye aquí la mayoría del vecindario".
Los jornaleros trabajaban para un amo en las tareas del campo. Gran parte del año permanecían
en paro, pasando hambre y miseria. El paro temporal era consecuencia de la estacionalidad de la
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
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agricultura: vendimia, siega, etc. eran buenas épocas para encontrar faena. Pero durante los meses
de invierno la ocupación era imposible. En éste situación recurre al fiao a la tienda de comestibles,
al préstamo con usura, cayendo en las redes de los prestamistas y comerciantes, al mismo tiempo
que se ve obligado a adoptar una postura de sumisión casi total.
El jornalero recibía distintos nombres, según el trabajo que realizase: agosteros eran los contratados
para la siega y la trilla, e iban a destajo; segadores eran los que recogían el trigo; ayudantes de era
los que recogían la mies y la trillaban; agrimensor era el obrero más instruido que media las tierras
cuando se iba a destajo, para conocer la extensión segada, medir propiedades y delimitar lindes;
peón era el que cavaba hoyos, transportaba piedra, arreglaba cobertizos, etc. roseros los que cogían
la rosa del azafrán, etc. Todos eran temporeros e iban a jornal o destajo, según los casos.
Sobre el precio del trabajo del jornalero en las faenas agrícolas, era el siguiente, a principios del
siglo XX, en el Partido judicial de Casas-Ibáñez:
Salarios del jornalero. 1900.
Primavera, otoño y verano
Invierno
Trabajo de: escarda
Siega de cereales
Trilla
2 Pts./día.
1,75 Pts./día.
1,50 Pts./día.
3,50 Pts./día.
2 Pts./día.
La jornada se consideraba de "sol a sol" (14 y 15 horas al día). En invierno los jornales eran
más bajos por la abundancia de parados, aumenta en verano y épocas en que se ocupa a la mayoría
de la población. Estos salarios eran similares al resto de la España agraria de la época. Los salarios
evolucionaron en las décadas siguientes. Los datos los obtenemos de las actas municipales, ya que
al tallar las quintas figuraba el jornal medio, así como el tipo de trabajo y días trabajados.
Así tenemos el siguiente cuadro:
Clase de
trabajo
Años
Podar
Cavar
Viña
Siega
Vendimia
Azafrán
Total
Jornal medio de 1915 y 1930 en Villamalea.77
Jornal medio en las
Días invertidos al
Producto en pesetas de jornales en
distintas operaciones.
año
cada operación.
1915
1930
1915
1930
1915
1930
1,75
3,20
60
59
105
185,6
1,85
3
100
100
187
300
1,75
2,93
30
30
52,5
87,9
3,50
4,50
35
28
122,5
126
2
3,50
40
40
80
140
2,25
3,10
20
20
45
62
285
277
592
901,5
Según los datos del municipio, los días sin trabajo por fiestas, accidentes o enfermedad, en que
es pierde el jornal eran:
1915
80 días.
1930
88 días.
Otro dato interesante es el del promedio de jornal al año:
1915
1,62 Pts./día.
1930
3,25 Pts./día.
Todo lo anterior nos permite decir que existen trabajos mejor remunerados por la dureza de los
mismos y por la escasez de mano de obra del momento. También los datos sobre los días no
trabajados son orientativos, pues los años de sequía, pedriscos, heladas, etc., no hay trabajo ni
jornal. Así tenemos épocas de catástrofes naturales continuas que hacen peligrar la subsistencia
77
Actas municipales 28.2.1915. Los de 1930 son válidos para el período de 1925 a 1931; los tomamos de 9.1.1926 y
26.1.1929. Archivo Municipal de Villamalea.
70
Benito Sanz Díaz
física de las familias. Es el caso, por ejemplo, de 1900 a 1904, en que la cosecha de cereales y otras
fueron prácticamente ridículas por pedriscos y otros factores. Esta reducía el numero de días
trabajados.
¿Cuál era el ingreso aproximado de una familia de jornaleros? Es difícil evaluarlo por lo
aleatorio de los factores: números de trabajadores en la familia, días trabajados, ingresos
complementarios, si es arrendatario, ganado familiar, etc.
Hay que añadir que no todos los salarios eran monetarios, sino que a menudo eran mixtos: se
percibía una cantidad en metálico y otra en especie: aceite, vino, harina, leña, etc. El tipo de
economía agraria y la escasez de comercio favorecían éste tipo de salario pagado en especie.
Asalariados fijos: eran aquellos obreros con salario a lo largo de todo el año. Esto constituía
una gran ventaja, pues tenían asegurado unos ingresos fijos. Entre estos tenemos al mozo de mulas o
mulero, persona que se dedica a cuidar y trabajar con las mulas. La mecanización fue muy lenta: En
1923 se introdujo el primer tractor, lo que hacía el mozo de mulas fuese un trabajo muy importante,
ya que la fuerza de tracción animal era casi la única existente. El mozo de mulas hacia contrato
anual. El trabajo era duro y esclavo; se levantaba antes de salir el sol, daba de comer y beber a los
animales, los aparejaba y llevaba a trabajar el campo. Después los limpiaba y a menudo dormía
junto a ellos en un camastro. La elección de un mozo de mulas recaía sobre una persona de
confianza. Este hecho hacia que la ideología del asalariado fuese reflejo de la del amo, y aceptaba su
situación con sumisión para no perder el puesto. La abundancia de mano de obra hacía que la
fidelidad y esfuerzo en el desempeño del trabajo fuesen importante. Las críticas de los otros
asalariados eran feroces y despiadadas, y aún se oye comentar sobre ellos frases como: “estos del
boñígo ajeno son los peores a la hora de pedir algo para los de su clase”.
Otro tipo de obreros fijos era los que trabajaban en las pequeñas industrias locales, siendo su
número reducido. Los hay en las fabricas de harina, vino y alcohol, conserva, ladrillos; en la central
eléctrica de los Cárceles, que suministra energía a varios pueblos; los que trabajan en algunos
telares, etc. Su posición es privilegiada y suelen tener a veces pequeñas parcelas llevadas por algún
hijo, con la que continuamente interrelaciona sus intereses como asalariado y pequeño campesino,
manteniendo la ambigüedad. Generalmente aspiran a convertirse en campesinos y poseer una
propiedad suficiente que los haga económicamente independientes.
Otro tipo de obreros fijos es el que trabaja en la vía férrea de 1928 a 1936, con épocas de
paralización de obras. La línea férrea Baeza-Utiel pasaba por el término municipal de Villamalea,
trabajando en sus obras un buen número de vecinos. Sobre éste sector hablaremos más adelante.
Los pastores forman un reducido grupo con características propias, Eran y cambiaban de amo
cada año, o bien seguían con el mismo. Sus ingresos eran bajos y a menudo sólo trabajaba por la
costa (la alimentación), y algo de dinero en metálico. También se les daba anualmente aceite,
harina, vino y otros productos. El trabajo de pastor marcaba al sujeto, pues durante todo el año vivía
con el ganado, pasando temporadas en el monte. Su contacto con otros vecinos era poco frecuente y
esto le hacía un ser huraño, tímido, con dificultad de expresión. Se comenzaba de pastor muy joven,
y los padres se sentían afortunados si trabajaba a cambio de la costa, pues eso le hacía "tener que
alimentar una boca menos". Muchos de ellos dormían en cama por primera vez al ir al servicio
militar. Las dificultades para casarse eran grandes, pues las mozas se resistían, aún siendo pobres,
por el tipo de vida que suponía.
Los encargados o aniaguero78 eran empleados fijos de un amo, a veces absentista79, cuya
misión era la de controlar la explotación agraria, sirviendo de intermediario entre jornaleros y
propietarios.
78
El nombre de aniaguero se le daba a los encargados, en la partida judicial de Casas-Ibáñez- E. Alcaraz dice: “Percibe el
aniaguero, que también se llama mayoral, de 250 a 300 Ptas. en metálico al año y su aniaga se compone de fanega y media
de jeja, tres arrobas de vino, dos carretadas de leña de pino, otra de sarmientos y otra de paja al mes. Y un almud de tierra...
para azafranar, patatas, etc., que él ha de cultivar con los elementos de la finca". Pág. 91.
79
E. Alcaraz dice al respecto: “El propietario de la tierra, poco amante de ella por la general en esta provincia... vive bastante
alejado de ella material y espiritualmente". Pág. 90.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
71
Para acabar con los asalariados fijos, citemos a los empleados del municipio, secretarios,
alguaciles, guardas, el pregonero, escribientes etc. Dado el puesto que ocupan, y que los cargos
públicos son desempeñados por la burguesía local o sus representantes, estas funcionarios suelen ser
de ideas conservadoras, jugando un papel represor al servicio de la clase dominante, caso de los
alguaciles o guardas rurales.
No citamos a la Guardia Civil como parte de la población, ya que normalmente eran forasteros,
Vivian al margen de esta y su papel en las zonas rurales es la suficientemente conocido como para
insistir en ello.
5. 2. 3- Los campesinos.-
El campesinado constituía el sector fundamental de la vida local. Es complejo definir la figura
del campesino, habiendo sido enfocada desde distintos puntos de vista.80 El campesino, en
Villamalea, es aquel que vive de lo que produce su propiedad o de la tierra arrendada. Trabaja él y
su familia, llevando la administración de la explotación, pudiendo contratar esporádicamente mano
de obra asalariada, sobre todo en épocas de recolección.
El campesino suele ser, a menudo, dueño de las tierras que trabaja. De ahí su contradicción: ser
propietario y trabajador, lo que da ambigüedad.81
Para determinar el numero de campesinos de Villamalea, recurrimos a los censos electorales de
1907, 1930 y 1935. Tenemos para el primer tercio de siglo el siguiente cuadro:
Campesinos
Censo 1907
A
6 –10%
30
Hortelanos
30
Total
22 - 36%
60 28
Censo 1930
B
A
B
Total
24 12 - 9% 38 - 29%
50
40%
8 - 14% 82 48 - 36% 34 - 26%
32
132 60
72
Total
135
Censo 1935
A
B
23 - 8% 112 - 40%
146
281 126
103 37%
43 - 16%
155
A: analfabetos. B: saben leer y escribir
El pequeño campesino posee poca tierra en propiedad o arriendo, viviendo de su trabajo. Ahora
bien, parte de los miembros de su familia tienen que asalariarse; incluso él mismo tendrá que
hacerlo a tiempo parcial en muchas ocasiones. En ningún caso contrata jornaleros, ya que no puede,
ni los necesita. Su productividad es baja, por lo pobre que es su tierra, y por la nula mecanización.
Vive mal e inseguro, se autoexplota, solo produce para su autoconsumo. Dentro del campesinado de
Villamalea es mayoritario. Es difícil cuantificar sus ingresos; dependen de muchos factores: si la
80
La definición de campesino es compleja, y ha sido abordada desde puntos de vista muy diversos. Marx en “El 18 de
brumario de Luis Bonaparte”, no lo definía como clase social. Chayanov lo definía a partir del modo de explotación, siendo
sus características el carácter familiar y de subsistencia. El campesino no produce para acumular, sino para cubrir sus
necesidades. La capitalización es escasa y la mano de obra abundante. E. Wolf dice que el campesino produce para su
conservación y la de su familia; también para su consumo futuro -fondo de reemplazo-, y para el fondo ceremonial relaciones sociales de parentesco a religiosos-. K. Kautsky lo estudia desde un punto de vista económico: la transición del
feudalismo al capitalismo, la agricultura capitalista, la proletarización del campesinado etc. Lenin analiza al campesinado
como aliado natural del proletariado. Su escrito más interesante en este sentido es "El desarrollo del capitalismo en Rusia".
S. Galeski, partiendo del caso polaco, explica como "normalmente se considera al trabajo familiar como el rasgo principal
de la explotación campesina, rasgo que determina su funcionamiento y que la distingue de otras unidades de producción".
81
Estamos de acuerdo con la definición que E. Sevilla-Guzmán y Pérez Yruela hacen del jornalero (trabajador de la tierra),
como campesino sin tierras. Ver "Para una definición sociológica del campesinado". Rev. Agricultura y Sociedad, nº 1. Pág.
15-39. 1976.
También es muy interesante consultar “La evolución del campesinado en España”, de E. Sevilla-Guzmán, Península.
Barcelona.1979. La definición de campesino es compleja: "¿Qué hombre es campesino? ¿El que trabaja en la tierra y es al
mismo tiempo propietario de ella, o el que la trabaja sin tenerla en propiedad? ¿El que trabajándola y siendo propietario
persigue fines empresariales en el mercado, o el trabajador propietario cuyo objetivo fundamental es la subsistencia suya y
de su familia? ¿El propietario trabajador que es ayudado en su trabajo agrícola por asalariados... ? ¿Es también campesino
el gran propietario no trabajador que arrienda sus tierras? ¿Lo es el pequeño propietario o trabajador que se ve obligado a
trabajar como asalariado en otras explotaciones? ...Estas cuestiones se presentan en el análisis como obstáculos iníciales de
difícil superación...”. E. Sevilla-Guzmán y E. Moyano. “El campesino como clase y su acción política”. Rev. Agricultura y
Sociedad, nº 6, Pág. 255-262. 1978.
72
Benito Sanz Díaz
tierra propia o arrendada, el numero de componentes de su familia, ganado que posee, cuantos
miembros de la familia se asalarizan, y sí el mismo lo hace, etc. Un pie lo tiene en el salario y otro
en la tierra. Es jornalero y campesino simultáneamente, aspira a convertirse en mediano campesino,
con el fin de ser "independiente".
El mediano campesino puede vivir de los productos de la tierra, tanto él como su familia. No es
necesario que nadie de su familia se asalarie. En ocasiones como la vendimia, la siega etc., contrata
jornaleros. Tiene una cierta "independencia", por no depender “directamente” de nadie. Será
estable e incluso conseguirá una relativa prosperidad -siempre con respecto al entorno-, hasta los
años 50, en que se agudizará la crisis del campesinado. El sistema de herencia que ya señalamos,
contribuye a su crisis.
La figura del mediano campesino sirve como paradigma de las aspiraciones del jornalero
(campesino sin tierras) y del pequeño campesino. Para ellos representa un “status”, una
independencia y una autonomía envidiable. Esto será la causa de una falta de objetivos propios. Se
persigue una meta falsa, pues luchan por ser medianos propietarios, cosa que difícilmente consiguen
a lo largo de décadas, sin percibir como las estructuras económicas cambian, se transforman y
convierten al campesino en un "asalariado" de su tierra, sin las ventajas del obrero por cuenta ajena.
Los hortelanos constituyen casi un 20% de la población campesina, viven diseminados por el
termino municipal, siendo una minoría asalariados en la central eléctrica, o pastores o jornaleros.
Mayoritariamente son analfabetos, con respecto el resto de la población (el 70%). Sus condiciones
de vida son malas, la mortalidad infantil es alta. El hortelano es ideológicamente supersticioso, pues
vive aislado y marginado. Este aislamiento lo hace desconfiado, sumiso y huraño. Políticamente
votan a quienes los caciques les ordenan; carecen de conciencia de clase. Tenían la ventaja sobre los
jornaleros de poseer una economía de autoconsumo, disponiendo de un mínimo alimenticio en los
años de hambre. Conforme se introduzca el capitalismo en Villamalea, su vida se hará más difícil,
desapareciendo los hortelanos hacia los años 50 del siglo XX.
Objetivo, y contradicción, del campesino y jornalero, fue el ansia de poseer tierra. Tenia varias
formas de conseguirlo: 1.- por herencia a matrimonio; 2.- por compra, lo que era difící1, por los
escasos recursos de que disponía. 3.- por el sistema de tierras a medias. El más común de los tres
era el 3º, ya que el 1º dependía del numero de hermanos, y en caso de matrimonio solo se hacía, por
la general, con personas de un patrimonio similar. El 2º caso era casi prohibitivo.
El campesino, desde el punto de vista económico, estuvo sometido y supeditado a los intereses de
los grandes propietarios locales, a través del arriendo, el préstamo usurario, la compra-venta de
tierras, venta de productos a bodegas, almazaras, molinos, etc.
Es difícil separar al pequeño del mediano campesino, por los distintos conceptos de ingresos,
extensión y calidad de la tierra, el ganado de labor a renta que poseyesen, miembros componentes
de la familia, ocupación de los mismos, etc. Se está a caballo entre dos o más capas de población. Se
puede ser campesino y jornalero a tiempo parcial (muy frecuente). Esta ambigüedad en la
adscripción de clases sociales, creará una conciencia tardía en buena parte de los vecinos.
Por otra parte, continua la introducción de los mecanismos de mercado propios de una
economía capitalista, que irán haciendo depender al campesinado de los mecanismos propios de este
sistema. Las características de autoconsumo se van perdiendo paulatinamente, integrándose el
campesinado en el sistema dominante. Para los campesinos, cada vez más introducidos en los
mecanismos de mercado, la intensificación de la producción tiene su limite en la reducida
dimensión de las parcelas. Si unimos a esta lo injusto del sistema fiscal, las continuas y escalonadas
catástrofes naturales, etc., el panorama no se presenta como un futuro esperanzador. Esto se agudiza
con el sistema de herencia y el proceso de minifundización, que hace una crisis lenta, pero
continuada. En el primer tercio de siglo se sientan las bases de lo que, en los años 60-70, será una
crisis continua e irreversible.
I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931.
1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931.
73
Foto Luis Escobar.
5. 2. 4- Otras capas de población.
Por un lado están oficios y comerciantes que dependen para sus ingresos de otras capas de la
población. Su suerte está vinculada principalmente a jornaleros y campesinos. Una crisis o una
catástrofe natural serán motivos de problemas para ellos. Son los alpargateros, cerrajeros,
panaderos, herreros, zapateros, etc.
El comerciante, cuando tiene volumen, suele ser un gran propietario, siendo su numero escaso.
Suelen adelantar de fiao antes de la cosecha, cobrándose en trabajo, o cuando cobran los jornaleros.
Si es un pequeño comerciante, vincula su suerte a la del campesino y jornalero. Una mala cosecha
puede hundirlos.
Existe en la comunidad un pequeña núcleo de marginados, que por causas diversas carece de
trabajo, viviendo de la caridad publica y la mendicidad. Su numero es el de medio centenar durante
el primer tercio de siglo. Las actas municipales hacen continuas alusiones a "los pobres de
solemnidad de esta villa"; o textos como: "la junta acordó designar como pobres a 51 personas". A
este pequeño grupo social, el Ayuntamiento facilita algunos servicios gratuitamente, como medico,
medicinas y otros.
Por ultimo cabe señalar por su importancia económica y social, el papel que juega la mujer y el
adolescente en la producción. La mujer del campesino y jornalero cumple un papel importante,
aunque socialmente ocupe un segundo plano y está relegada. La condición femenina sufre una doble
explotación, como clase y como mujer. Junto a las faenas del hogar, está su trabajo en el campo:
segar, vendimiar espigar, recogida de lentejas y azafrán, etc. Su rendimiento será similar al del
hombre, pero menos valorado. Cifrándolo en jornal, recibe la mitad o menos que el varón por el
mismo trabajo. Tenemos el siguiente cuadro:
Salarios. 1900. Pts/ día
Hombre
Mujer y niño
Primavera, verano, otoño
2 Pts/ día
1 Pts/ día
Fuente: E. Alcaraz, pagina 89.
Escarda
1,50
0,75
Trilla
2
1
74
Benito Sanz Díaz
Estas cifras son ofíciales, si bien en la practica eran inferiores, y para jornadas de trabajo de sol
a sol, de 12 a 14 horas. Los testimonios son abundantes, e ilustran la difícil condición de la mujer.
“Desde muy joven iba al campo, por necesidad claro está, ya que estábamos muy mal.
Trabajábamos como burras para cobrar la mitad que los hombres, aunque llegábamos a rendir
más que ellos, por eso del orgullo. Los hombres nos trataban mal. Nos decían: por qué no os
quedáis en casa. Nos quitáis jornales. Y era verdad. Si los amos nos daban faena era por que les
salíamos más baratas. Esto nos dividía y enfrentaba. Lo entendíamos, pues muchos hombres tenían
que mantener a seis y ocho bocas hambrientas, pero en nuestras casas pasaba igual. Si nos
quedábamos en casa era un gasto y si ganábamos algún jornal ya era bueno".
"Nos pagaban menos por tradición, aunque supiesen que rendíamos como los hombres. Esto
llegaba a molestar a nuestros propios maridos. ¿En qué iban a basar su autoridad sí no nos
alimentaban? El cobrar menos nos parecía normal, lo que tenía que ser. Cuando hubo sindicatos la
cosa cambió. En la recolección, los amos contrataban por grupos. A la más fuerte le daban más
para que fuese más deprisa que el resto, obligándonos a ir a su ritmo. Las que no iban a la par
corrían el riesgo de que no los llamasen al día siguiente. Esto nos dividía, nos criticábamos entre
nosotras. El amo se frotaba las manos cuando nos picábamos. Se aprovechaban de nuestra
incultura".
Estos dos testimonios recogen algunas facetas, similares por otro lado al de cualquier pueblo
agrícola de la zona. Se las explota como mujeres y trabajadoras. Constituyen por otra parte la mano
de obra fundamental en las épocas de recogida de productos, como vendimia, siega, azafrán, etc.
En cuanto a los niños y adolescentes, hijos de campesinos y jornalero, hay que decir que
abandonan la escuela -cuando han llegado a ir- en el momento que pueden desempeñar algún
trabajo en el campo. Cualquier trabajo era bueno para irse acostumbrando. Desde un punto de vista
económico, su trabajo era complementario de otros, permitiendo un ahorro de jornales a los
propietarios. En cuanto el jornal que reciben era considerado -en el mejor de los casos- como el de
la mujer, si bien en la mayoría de los casos recibía la comida, y a veces ni eso.
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