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nº 9. Marzo de 2008
Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas
JUAN
ECHANOVE:
“En los toros, hasta
lo que no me gusta,
me interesa”
JOSELITO:
“Retirarse es como
lanzarse al vacío”
SAMUEL
FLORES,
un gran reserva
EL TOREO EN
MÉXICO
NOEL
CHANDLER,
todo el toreo
en la cabeza
EL CABALLO
TORERO
ASÍ VIVÍ
la presentación de
El Cordobés en Madrid
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editorial
SUMARIO
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Expectación
Arranca una de las temporadas más interesantes de los últimos años, tanto por la
situación del escalafón de matadores como
por el juego ofrecido el año pasado por numerosas ganaderías. Madrid abre sus puertas el nueve de marzo con una corrida de novilleros triunfadores en 2007 y con el firme
propósito de ofrecer a los abonados y aficionados una temporada a la altura de las
expectativas, por lo que a programación se
refiere.
Nuevamente repetirán en Madrid las
principales figuras del escalafón. Las cuatro
tardes de El Cid y Juan Bautista, las tres tardes de El Juli, Castella, Morante, Talavante
o Perera, las dos tardes de Manzanares, Hermoso de Mendoza o Diego Ventura y la presencia de novilleros triunfadores como
Pepe Moral, Rubén Pinar o El Payo, son
muestra de una filosofía, asentada en los últimos años, de hacer de Madrid el escaparate
y el crisol de lo mejor que puede ofrecer la
Tauromaquia de hoy. Ojalá culminen con
éxito el esperado regreso de José Tomás a Madrid y la alternativa de Cayetano.
La vuelta de algunas ganaderías interesantes para Madrid, como Samuel Flores,
Fuente Ymbro o Baltasar Ibán, se añade al
mantenimiento de otras que, tras las últimas
temporadas, detentan un claro liderazgo,
como Victoriano del Río, Puerto de San Lorenzo o Núñez del Cuvillo, junto a la siempre esperada presencia de Victorino, Adolfo, Cuadri, Palha o Dolores. También en este
capítulo, y no es independiente del capítulo de toreros, la selección de ganaderías y reses ha evolucionado notablemente hacia un
toro más armónico, en el que la seriedad máxima no esté reñida con las hechuras.
Esperamos que San Isidro (8 al 31 de
mayo) y Aniversario (primera semana de junio) arranquen con el gran ambiente que
confiamos que dejen Castellón, Valencia y
Sevilla. Volveremos este año a programar ciclos que tan excelente resultado de público
ofrecieron el año pasado, como fueron las
novilladas de julio y septiembre, y programaremos un agosto, tratando de corregir los
resultados de 2007, en el que corridas de toros y novilladas supongan una auténtica
oportunidad para toreros y novilleros que
tanto necesitan sonar en Madrid.
Una temporada, en fin, marcada por la expectación de aficionados y medios de comunicación (se han multiplicado las solicitudes de acreditación) que refleja el momento de gran interés que vive la Fiesta. Somos conscientes de que Madrid es pieza clave en aportar a esa Fiesta el rigor, la seriedad y la profesionalidad que necesita.
Feliz temporada.
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12
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Noticias Taurodelta
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Ocho Naciones
11
Así lo viví yo
12
Ganadería: Samuel Flores
16
Entrevista con Joselito
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Entrevista con
Juan Echanove
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Otros Puntos de Vista
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Toreo a caballo
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Recomendación de Libros
20
16
Edita: Taurodelta S.A.
C.I.F. A20620456
Dirección: José María Baviano, b+c
Comunicación. [email protected]
Coordinación y edición:
Óscar Aranda.
[email protected]
Redacción: José Ignacio de la Serna
y Juan Pelegrín.
[email protected].
Tfno: 91.356.22.00. Ext. 241 y 224.
Fax: 91.361.43.43.
Colaboradores en este número:
Laura Tenorio, Andrés de Miguel,
José María Sotomayor, David Plaza,
Juan Antonio de Labra, Juan Manuel
Sánchez Morate, Sandra Prada y
María Margarita Herrera.
Publicidad:
Olga Zorzo.
Tel.: 91 356 22 00. Ext. 212
[email protected]
MAK Publicidad. 91 555 31 30
Depósito legal: M-10844-2007
Diseño, Producción e Impresión:
Imprimex®
c/ Urano, 13. 28936 Móstoles. MADRID.
Tel.: 91 685 28 65
www.imprimex.es
Maquetación:
Javier Jiménez de Molina.
Puede acceder a los contenidos de
todos los números de la revista en
www.las-ventas.com
Información sobre actualidad y
actividades en la Plaza de Las Ventas:
902 1931 66
Ilustración de Portada: Tauros, obra de Salvador Moreno de Alborán Ferrándiz, presentada al concurso de carteles.
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NOTICIAS
Departamento de Comunicación de Taurodelta • Fotos: Juan Pelegrín y Alberto Simón
Gómez del Pilar, triunfador del
“Trofeo la Oportunidad de
Vistalegre”
municación, con el fin de cuidar al máximo su calidad y mantener al mismo
tiempo su carácter divulgativo y coleccionable. Por eso, a las secciones ya habituales, donde se ofrece información detallada sobre los protagonistas del festejo, se añaden ahora otras que irán ampliándose durante la celebración de las
ferias de San Isidro, Aniversario y Otoño.
Una de estas novedades será la portada
del programa. En cada número aparecerá una fotografía alusiva a momentos
de faenas que en su día fueron premiadas con las dos orejas en la plaza de toros Monumental de Las Ventas. Además, en las páginas interiores reservamos un espacio para recordar de forma
sintetizada algunos fragmentos de las
crónicas más relevantes aparecidas en los
diarios madrileños de la época. De esta
manera, pretendemos analizar en la
El novillero de la Escuela Taurina de
Madrid, Noé Gómez del Pilar, fue el
triunfador de la VI edición del ‘Trofeo de
la Oportunidad’, cuya final se celebró en
el Palacio de Vistalegre de Madrid el pasado 23 de febrero. Nada más conocer el
veredicto del jurado, el novillero se
mostró “muy satisfecho”, ya que, según sus propias palabras, “así es como
uno demuestra que quiere ser torero”.
Para Gómez del Pilar, aparte del orgullo
que supone ser declarado ganador, lo
que más ilusión le hace es “verme anunciado junto a figuras del toreo en el festival que próximamente se celebrará en
Vistalegre”.
La Escuela de Tauromaquia de Madrid “Marcial Lalanda”, que comenzó el
pasado mes de octubre el curso 20072008, demuestra, una vez más, el alto nivel que poseen sus alumnos. Los sesenta
y cuatro jóvenes inscritos este año, entre
los que se encuentran cuatro extranjeros
y una mujer, han permanecido entrenando durante todo el invierno. Dicha
preparación fue más intensiva aun para
los cuatro alumnos encargados de representar a la escuela en la plaza carbanchelera: el ya mencionado y ganador,
Noé Gómez del Pilar; Alberto Escobar, Mario Montes y Josete.
Por su parte, Taurodelta, un año más,
consciente de que el futuro de la Fiesta se
encuentra en los más jóvenes, se ha comprometido con la Escuela Taurina de
Madrid a aportar a los alumnos la posibilidad de participar en 30 tentaderos, lidiar 42 becerros y actuar en 12 novilladas.
Estos festejos, al igual que en años anteriores, se celebrarán en diferentes pueblos
de la provincia de Madrid. Tendrán ca-
4
Noé Gómez del Pilar.
rácter clasificatorio y la final, como viene siendo habitual, se celebrará en la plaza de toros de Las Ventas.
En lo que va de año se han celebrado
ocho tentaderos en diferentes ganaderías como las de Santos Alcalde, Fernando
Peña, Los Recitales; Puerto de San Lorenzo, Navalrosal y la portuguesa de Palha. En ellos han participado los alumnos
más aventajados.
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Nuevas secciones
para el programa de mano
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A partir del próximo domingo día 9 de
marzo, fecha en la que dará comienzo
oficialmente la temporada taurina en Las
Ventas, los aficionados que acudan a la
Plaza encontrarán algunas novedades en
el programa de mano. Al igual que el pasado año, los contenidos se elaborarán
íntegramente en el Departamento de Co-
'RPLQJRGH-XOLR
Portada de uno de los programas de mano
del pasado año.
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NOTICIAS
Presentación de la Mesa del Toro.
medida de lo posible, la evolución del toreo y de la crónica taurina como género
periodístico, a través de las plumas más
prestigiosas del momento. Del mismo
modo y, a petición de los abonados de la
plaza, añadimos una hoja de notas en
blanco para todos aquellos que en algún
momento deseen apuntar las incidencias
de la lidia. Durante las ferias ya mencionadas contaremos con la colaboración, entre otros, de José María Sotomayor y José Antonio Sanz Domínguez,
quienes se encargaran de secciones
como “La primera vez que…” y “Efemérides”, donde se dará buena cuenta de las
anécdotas y curiosidades sucedidas en
ésta plaza desde el día de su inauguración: el 17 de junio de 1931.
Presentada la Mesa del toro y el
proyecto de exposición taurina en
el Parlamento Europeo
La federación de asociaciones taurinas
Mesa del Toro fue presentada el pasado 21
de febrero en el aula Antonio Bienvenida
de la plaza de toros de Las Ventas. Quince agrupaciones, que representan a ocho
sectores vinculados al mundo de la tauromaquia, se integran en esta entidad.
Uno de los principales objetivos de la
Mesa del Toro es la celebración de una
exposición taurina, “Entre el hombre y
el toro”, en el Parlamento Europeo el
próximo mes de junio con el objetivo de
promover, divulgar y defender la tauromaquia. Dicha exposición tendrá lugar los próximos 4 y 5 de junio y, según
palabras del portavoz de la nueva federación de asociaciones taurinas, Eduardo Martín Peñato, en el acto de presentación: “es una oportunidad única que
debe marcar un hito en la historia de la
tauromaquia”.
Antonio Tejerina, nombrado
presidente de ABOVENT
Antonio Tejerina Castellanos fue nombrado presidente de la Asociación de
Abonados de Las Ventas (ABOVENT) en la
Asamblea de Socios celebrada el pasado
28 de enero. Tejerina, hasta entonces Tesorero de la asociación, sustituye a Marino
Gómez Escobar, fallecido el pasado 4 de
diciembre en Madrid a causa de un infarto de miocardio.
Antonio Tejerina, economista de profesión y abonado del tendido 10 de Las
Ventas es, además de presidente de ABOVENT, socio del Círculo de Amigos de la
Dinastía Bienvenida; socio de honor de la
peña El 7 y socio del Club Cocherito de Bilbao y de la peña Los de José y Juan, fundada por su padre.
Taurodelta informó a abonados y
aficionados de las líneas maestras
de la temporada en Las Ventas
Representantes de la dirección de Taurodelta mantuvieron durante el mes de
febrero reuniones con distintas asociaciones de abonados y aficionados de la Plaza de Las Ventas con el objetivo de darles
a conocer datos de la programación y actividades previstas para la temporada e intercambiar opiniones sobre diferentes aspectos de la gestión de la Plaza.
Respecto a la presencia en Las Ventas
de las principales figuras del toreo, Taurodelta confirmó la contratación en firme de los matadores El Cid y Juan Bautista (cuatro tardes cada uno), de El Juli,
Morante de la Puebla, Sebastián Castella,
Alejandro Talavante y Miguel Ángel Perera
(tres tardes cada uno). También se confirmó la casi segura participación de
José María Manzanares en dos tardes, al
igual que Pablo Hermoso de Mendoza y
Diego Ventura, y la probable, aunque aún
no confirmada oficialmente, presencia de
José Tomás y Cayetano.
También se informó de las novedades
ganaderas como son la contratación de
corridas de Samuel Flores, Baltasar Ibán,
Marqués de Domecq, Fuente Ymbro o
Santiago Domecq, junto a las ganaderías triunfadoras en pasados años, entre
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NOTICIAS
Nueva imagen de los bares de la plaza de toros de Las Ventas.
ellas las de Victoriano del Río, Puerto de
San Lorenzo o Núñez del Cuvillo. Las ganaderías de Victorino Martín y Adolfo
Martín lidiarán en dos ocasiones (San Isidro y Otoño) y la llamada semana torista de final de Feria se reduce a tres corridas (entre ellas Adolfo y Victorino)
mientras el resto de este tipo de ganaderías (Dolores Aguirre, Celestino Cuadri o Palha) estará intercalado entre los
festejos de Feria.
Los aficionados recibieron también
información de la planificación general
de la temporada en la que se repetirán los
ciclos programados el pasado año aunque
con algunas leves variaciones en el mes
de agosto, en el que se combinarán corridas de toros y novilladas. La Feria de
San Isidro, en la que se incluye la corrida de la Prensa, se extenderá entre el 8 y
el 31 de mayo. La siguiente semana se programarán la Feria del Aniversario y la corrida de Beneficencia. La temporada concluirá el domingo 26 de octubre.
Taurodelta y las asociaciones de abonados y aficionados acordaron volver a
reunirse antes del comienzo de los ciclos
feriales de mayo y junio.
Colaboración del Curso de
Periodismo Taurino y Taurodelta
Taurodelta S.A. ha llegado a un acuerdo de colaboración con la Fundación Joselito en lo que se refiere a la participación de alumnos del Curso de Periodismo
Taurino de la Universidad Complutense
en las herramientas de comunicación de
6
la empresa que gestiona la Plaza de Las
Ventas.
Según este acuerdo, tutelado por el Director del Curso, don Miguel Ángel
Moncholi, y el Departamento de Comunicación de Taurodelta, los alumnos
elaborarán información, documentación y encuestas que serán publicados
en el programa de mano, en la revista
Taurodelta y en la página web las-ventas.com.
Entre los trabajos a realizar por los estudiantes se encuentra el seguimiento informativo de la actividad de la Escuela de
Tauromaquia Marcial Lalanda.
Renovación de la imagen
y los servicios en los bares y
terrazas de Las Ventas
Los bares y terrazas de la Plaza de Las
Ventas ofrecerán una imagen completamente renovada a partir del comienzo de
la temporada, según un acuerdo alcanzado por Taurodelta S.A. y la empresa
Abrochado.
Los bares de la galería inferior de la Plaza tendrán una nueva imagen, más moderna y acogedora, con una nueva decoración mural en las contra-barras, además
de ofrecer mesas y taburetes con respaldo para que los aficionados puedan departir antes y después de la celebración
de festejos, atendidos por camareros uniformados. En todos los bares se ampliará
considerablemente la oferta de bebidas y,
en el caso de los combinados, se reduce
el precio con respecto al de la pasada temporada.
En las terrazas de los tendidos altos del
cinco y el seis se instalarán dos zonas de
bares y restauración, de aproximadamente 300 m2 cada una, en las que, desde una hora antes del comienzo de los espectáculos y hasta las 11:30 de la noche,
se ofrecerá servicio de bebidas, de tapas,
aperitivos y de un maestro cortador de jamón. Ambas terrazas disponen de servicio de ascensor próximo.
Conciertos en Las Ventas
Respecto a la celebración de conciertos
durante este año, Taurodelta ha llegado
a un acuerdo con la empresa Getti que
permitirá ofrecer un mayor número de
eventos. Entre los conciertos que ya están
contratados se encuentran los de Julio
Iglesias, Los Secretos, Miguel Bosé (12 de
junio), Pereza (13 de junio), Liberty (19 de
junio), MTV (24 al 27 de junio), El Barrio
(3 de julio), Gloria Stefan (5 de septiembre), Getti Festival (11 de septiembre), Manolo García (18 y 19 de septiembre) o Rosendo y Barricada (26 de septiembre).
También, el espectáculo Red Bull que ya
estuvo en Las Ventas en pasadas temporadas.
II Concurso de carteles
y relatos taurinos 2008
Por segundo año consecutivo, Taurodelta convoca los concursos de carteles
y relatos taurinos. En ambos casos la participación es libre, sin límite de edad, lugar de residencia o formación académica. El procedimiento para la realización del cartel es libre y el tema deberá
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adecuarse al objetivo de resaltar los valores
culturales de la Tauromaquia y la tradición
de los festejos taurinos en la ciudad de Madrid. El cartel premiado se utilizará para
anunciar la Feria de San Isidro y los que queden en segundo y tercer lugar se utilizarán
para anunciar las Ferias del Aniversario y
Otoño. Taurodelta dota este concurso con un
total de 6.000 € que se distribuirán en un primer premio de 3.000 € y dos premios accésit de 1.500 € cada uno.
Para el concurso de relatos se admiten todos
aquellos trabajos que cuenten experiencias,
anécdotas, conversaciones con enjundia, semblanzas de personajes y momentos especiales
vividos en la plaza madrileña. La extensión del
texto no debe exceder las 20 líneas mecanografiadas. El texto debe ir titulado, fechado y
firmado por el autor, quien deberá adjuntar
su dirección y número de teléfono. Los originales deben remitirse al Departamento de Comunicación de Taurodelta, únicamente a través de correo electrónico, dirigiéndose a la dirección [email protected].
Los mejores relatos serán publicados en el
programa de mano y en la página web oficial
de Las Ventas. Al finalizar la temporada se elegirá el mejor relato. El ganador del concurso
recibirá un premio de 1.200 euros.
Puede consultar las bases completas de ambos concursos en www.las-ventas.com
Cartel ganador del concurso del pasado año, obra
de los hermanos Pardo Ordóñez.
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OCHO NACIONES
En los próximos años se cumplirán
cinco siglos de la llegada de los conquistadores españoles a tierras aztecas. El idioma y la religión fueron
dos de las aportaciones más trascendentales, pero también diversas
costumbres y tradiciones entre las
que sobresalen las corridas de toros.
Texto: Juan Antonio de Labra
Fotos: Archivo de 6toros6
8
El toreo
en México
E
l antecedente más remoto del toreo
en México se puede encontrar en
una de las Cartas de Relación enviadas por Hernán Cortés al rey Carlos V.
Desde entonces, el gusto por las fiestas taurinas se popularizó y con el paso del tiempo adquirieron una identidad propia.
En esta orilla del Atlántico la Fiesta se
siente y se vive con una intensidad única,
tanto en las plazas monumentales como en
las otras, las de vigas y petates. La emoción
embarga al público por igual, y éste se distingue por su sensibilidad para captar la
belleza. Goza, sufre y termina entregándose
con una fervorosa pasión. Se trata de una
forma de percibir cautivadora y espontánea, cargada de emociones y preñada de
idiosincrasia.
Aunque las formas conocidas de alancear toros tuvieron preponderancia durante los dos primeros siglos tras la Conquista, la forma de concebir el toreo caminó por senderos más definidos conforme transcurrieron las décadas. Las viejas
tauromaquias españolas se dieron a conocer a través de los toreros que vinieron
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a actuar en el siglo XIX. Y fue Bernardo Gaviño el que realizó las aportaciones más importantes de cara a delinear una Fiesta estructurada.
Las enseñanzas de este insigne gaditano
contribuyeron a delinear una tauromaquia
más sólida, que no dejó de tener su toque
mexicano, pues los aspectos de la lidia traídos desde España se fusionaron con suertes oriundas de esta tierra, que dieron
como resultado una singular mixtura.
EL TORERO CON BIGOTE
Uno de los mayores exponentes de esta
transición fue Ponciano Díaz, que lo mismo ponía pares a dos manos desde su caballo, que toreaba conforme los cánones de
los reconocidos maestros rondeños y daba
muerte a estoque. El charro nacido en la
casona de Atenco, la añeja ganadería toluqueña fundada en 1552 por un primo de
Cortés, fue una especie de eslabón perdido que aglutinó las enseñanzas de los toreros españoles y dio pie al surgimiento del
toreo mexicano con expresión autóctona.
Sin embargo, el talante artístico se aglutina en la figura de Rodolfo Gaona, al que
Saturnino Frutos ‘Ojitos’, banderillero retirado perteneciente a la cuadrilla de Guerrita, convierte en el primer torero mexicano
‘en serio’ con respecto a la forma de torear
vigente en el último tercio del siglo XIX.
Y fue precisamente ‘El Indio Grande’ el
buque insignia de una forma de torear cargada de clasicismo, pero a la misma vez tocada de un sentimiento propio de su raza.
La rivalidad de Gaona con Joselito y Belmonte en la llamada ‘Época de Oro del Toreo’, fue la prueba fehaciente de que el México taurino comenzaba a brillar como un
atractivo satélite.
Si en los años diez del siglo XX hubo dos
toreros muy arrebatados como Luis Freg o
Juan Silveti, auténticos gladiadores de los
ruedos, la verdad de las cosas es que el estilismo mexicano terminó de consolidarse con la llegada de Pepe Ortiz, un artista
de una versátil imaginación, creador de
hermosas suertes capoteras que vienen a
enriquecer el acervo del torero universal.
Esta nueva forma de torear, que buscaba proyectar sentimientos profundos, se enriqueció con la mejora del toro de lidia mexicano, y gracias al empeño de cuatro familias fundadoras de la cabaña brava: los
Barbabosa, los González, los Llaguno y los
Madrazo, se edificaron las bases de una tauromaquia relevante.
El toro criollo, que se elegía al azar entre los que bravuconeaban, dio paso al toro
criado con dedicación y talento. Fue Antonio Llaguno González, ganadero de San
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En esta orilla del
Atlántico la Fiesta se
siente y se vive con una
intensidad única.
Mateo, el artífice del toro prototipo, y sobre las cruzas de ganado criollo con sementales de Saltillo crea una ganadería sólida. A la par que aumentó la calidad del
toro mexicano, el estilo de torear fue adquiriendo determinados matices.
En la actualidad, la Asociación Nacional
de Criadores de Toros de Lidia tiene registrados alrededor de 290 hierros distintos, distribuidos en una gran parte del territorio nacional.
EL MAESTRO DE MAESTROS
En pocas décadas, el toreo de México alcanzó sus cuotas más altas de rivalidad con
la llegada de uno de los pilares de nuestra
tauromaquia: Fermín Espinosa ‘Armillita’.
Y años más tarde, Carlos Arruza dejó en claro que los toreros mexicanos podían rayar
a alturas insospechadas, como quedó comprobado en la famosa temporada española de 1945, cuando fue el máximo competidor de Manolete.
El rompimiento del convenio taurino entre México y España de 1936, también fa-
Manolo Martínez.
El toreo de México
alcanzó sus cotas
más altas con la
llegada de Fermín
Espinosa ‘Armillita’.
Años más tarde,
Carlos Arruza dejó
en claro que los
toreros mexicanos
podían rayar a alturas
insospechadas.
Eloy Cavazos, ejecutando la regiomontana.
Carlos Arruza ejecutando una arrucina.
voreció el surgimiento de la época dorada
de la tauromaquia azteca. Surgieron entonces toreros de la talla de Alberto Balderas, Jesús Solórzano, Lorenzo Garza, El Soldado, Silverio Pérez, Calesero o Luis Procuna.
En esos ocho años de relaciones rotas, brota la forma más auténtica de torear, cargada
de personalidades disímbolas, unidas por
el denominador común del sentimiento. El
toreo mexicano se ha caracterizado por la
variedad de quites, su riqueza banderillera
y las faenas largas de muleta.
Las plazas pequeñas ya no eran suficientes para el público generado en esta
época y se construyeron varias monumentales, siendo la Plaza México, la obra
de un visionario llamado Neguib Simón,
la más importante de América.
9
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OCHO NACIONES
Amanoletado natural de Fermín Espinosa ‘Armillita’.
Curro Rivera.
y calidad en sus embestidas. Ganaderías
como Valparaíso, Reyes Huerta, Jesús Cabrera o Garfias tuvieron notoriedad en los
cosos más importante del país tales como
Guadalajara, Monterrey, Aguascalientes, Tijuana o Querétaro.
Gaona, en la vieja plaza de Madrid.
El regreso de los toreros españoles en el invierno de 1944 revolucionó el ambiente y se
creó la máxima expectación de cara a la llegada de Manolete, que confirmó la alternativa el 9 de diciembre de 1945 en El Toreo de
la colonia Condesa. El Monstruo de Córdoba enciende la mecha de la pasión y su paso
por el país se convierte en un revulsivo.
En esos años aumentó la afición y surgieron muchos novilleros sobresalientes,
como los ‘Tres Mosqueteros’ (Manuel Capetillo, Jesús Córdoba y Rafael Rodríguez),
y entrados los años cincuentas aparecieron
una serie de formidables espadas tales
como Juanito Silveti, El Ranchero Aguilar
o Joselito Huerta.
Los toreros mexicanos son vistos con mucho agrado por los públicos españoles, y
desde la Monumental de Barcelona lanzan
sus propuestas artísticas gracias al valioso
apoyo de don Pedro Balaña, gran promotor del toreo en España.
A la par de los éxitos obtenidos por los
coletudos nacionales, los ganaderos mexicanos siguieron en la búsqueda de un
toro con más movilidad, mucha duración
10
UN TRIUNVIRATO ARRASADOR
Una de las épocas de máximo esplendor
fue también la de los años setenta. Tres toreros de mucha significación irrumpieron
con tremenda fuerza para formar un
triunvirato: Manolo Martínez, Eloy Cavazos y Curro Rivera, que se hicieron figuras
prácticamente desde sus respectivas alternativas. Cruzaron el Altántico en busca
de gloria, siendo el hijo del maestro Fermín
Rivera el que cosechó más lauros en cosos
ibéricos. México tenía preponderancia y reconocimiento a nivel internacional porque
nuestros toreros también gozaban de mucho cartel en Suramérica.
En la actualidad, la
Asociación Nacional de
Criadores de Toros de
Lidia tiene registrados
alrededor de 290 hierros.
Pero fue en estos años cuando se abusó
de lidiar el toro chico, y comenzó el descastamiento de las ganaderías que, en aras
de encontrar una mayor dosis de bondad en
las embestidas, perdieron vigor genético. Las
imposiciones hechas por Martínez y Cavazos, figuras sobre las cuales gravitó el toreo
tanto en las plazas como en los despachos,
terminaron por reducir el cerco en el que
brillaron varios de los hijos de las grandes
glorias de los cuarentas, toreros de mucha
solera como Miguel Espinosa ‘Armillita
Chico’, David Silveti o Guillermo Capetillo.
La última gran añada de novilleros surgió en 1982 con las presentaciones de Ernesto Belmont, Manolo Mejía y Valente
Arrellano. Y parece ser que a partir de entonces, ya ninguno fue capaz de ser figura del toreo al poco tiempo de recibir la alternativa, como ocurría antes. La maduración de los toreros se volvió más lenta y
la estructura de la Fiesta se resquebrajó al
desatarse una guerra de intereses.
DE CARA AL SIGLO XXI
La decadencia de la Fiesta mexicana se recrudeció a finales de los noventas, y varios
grupos de empresarios han tratado de rescatarla ofreciendo numerosas novilladas. El
panorama parece revertir el sino devastador
gracias al esfuerzo de muchas conciencias
limpias, provechosas, que se enfrentan a cotos de poder. Y, a pesar de estas sanas iniciativas, la ausencia de profesionalidad en
los estamentos taurinos ha impedido que el
espectáculo remonte el vuelo.
Pero todavía hay esperanza para que México resurja como la potencia taurina de
años pasados. Existe la infraestructura adecuada para llevar a la Fiesta a buen puerto,
solamente falta liderazgo y ganas de terminar, de una vez por todas, con las viejas
prácticas del autoritarismo surgido en los setenta. Es tiempo de que esos significativos
esfuerzos de gente que ama profundamente a la Fiesta tengan su recompensa.
Juan Antonio de Labra Madrazo es redactor
de la revista 6toros6, corresponsal en México de
Radio Nacional de España y subdirector del portal Burladerodos.com
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ASÍ LO VIVÍ YO
Texto: Sandra Prada
Fotos: Archivo de 6toros6
Así viví la presentación
de El Cordobés en Madrid
El 20 de mayo de 1964 Manuel Benítez El Cordobés se presentó en la plaza de toros de Las Ventas para confirmar la alternativa. El ruedo, encharcado por la lluvia, se tiñó de sangre derramada
por el confirmante al resultar herido por Impulsivo, de Benítez Cubero. El festejo, retransmitido por
televisión, acrecentó aun más la popularidad del fenómeno cordobesista.
Con este acontecimiento inauguramos una nueva sección: “Así lo viví yo”. En ella, aficionados ilustres de la plaza de toros de Las Ventas, nos contarán cómo vivieron algunos de los momentos históricos acontecidos en su ruedo.
E
n blanco y negro. Así recuerda
Jesús Banegas, hoy presidente de
la Patronal de Telecomunicaciones, la tarde en que Manuel Benítez
El Cordobés hacía su presentación
en el coso madrileño de Las Ventas. Banegas comenta haberla visto por televisión tiempo después. Sin embargo,
la expectación que levantaba la presencia del de Palma del Río en Madrid
era tal que, según cuentan, días antes
de aquel 20 de mayo de 1964, la venta de televisores se disparó como nunca antes. Nadie quería perdérselo.
Cordobesistas y anticordobesistas se
dieron cita en la Monumental de Madrid. “Aquella tarde llovía intensamente”, recuerda el profesor don José
Serrano Carvajal. “El espectáculo se retrasó más de media hora”. Serrano estuvo en las gradas pese a manifestar
abiertamente su escasa simpatía hacia
El Cordobés y confesar que, particularmente, no le motivaba aquella corrida. “Para mí –continua- Lagartijo,
Guerra y Manolete no tienen parangón
con ningún otro”.
Manuel Benítez venía a Madrid a
por todas después de cortar un rabo
y salir a hombros por la puerta de El
Príncipe. “No le importaba el riesgo”,
asegura José Manuel Durán, veterinario de profesión. Era apenas un adolescente cuando su padre le llevó a Las
Ventas a ver una corrida, a día de hoy
ya histórica.
Y allí estaba El Cordobés, en “la Universidad taurina madrileña para revalidar su título de doctor en tauromaquia ante el siempre tenido por el sabio
y recto Tribunal”. Manolo Castañeta lo
retrató de esta manera en su crónica del
día después en el diario Madrid.
Vestido de morado y oro hizo el paseíllo, montera en mano, entre su padrino, Pedro Martínez Pedrés y Manuel García Palmeño como testigo. Todos los ojos estaban puestos en él. No
sólo los que ocupaban sus asientos en
las Ventas. Millones de espectadores
se reunieron frente al televisor de sus
casas para ser testigos de una tarde de
excepción. Dicen, incluso, que una
gran multitud se arremolinaba frente a un escaparate cerca del coso
madrileño para seguir la corrida desde los televisores que allí había expuestos.
Salió Impulsivo igual de bronco
que el resto de los animales que
mandó Benítez Cubero. “No fue lo que
esperaban los mentores de El Cordobés”, asegura el profesor Serrano.
Lo cierto es que Manuel se llevó el
toro a los medios y muchos vieron ya
el triunfo del torero. Pero en uno de
los muletazos el diestro fue empalado primero y corneado en el suelo después hasta en dos ocasiones. El público se estremeció. En el tendido pedían la oreja. Pedrés tuvo que rematar la faena. A un pinchazo (sin soltar)
le siguió una estocada corta y delantera. El presidente concedió el trofeo.
Lo que ocurriera el resto de la tarde quedó en un segundo plano; importaban más las noticias que llegaban de la enfermería. Espectadores, telespectadores y quienes seguían la corrida desde el escaparate esperaban el
parte médico del doctor García Torres;
herida en el muslo izquierdo con dos
trayectorias. Su estado era grave.
No era el manejo del capote el plato fuerte del diestro. Fue en el quite,
por chicuelitas apretadas rematadas
con una revolera, cuando la mitad del
público estalló en aplausos. Emoción y tensión se daban la mano.
Con la muleta, El Cordobés demostró su gran personalidad. Esa que
tanto aclamaban unos y criticaban
otros. “Siento simpatía por El Cordobés como personaje, porque me
gustan aquellas personas que se ganan la vida de manera diferente”,
afirma don Jesús. Y El Cordobés era
y es, sin duda, esa clase de hombre
que huye de lo convencional. Serrano Carvajal destaca tímidamente
dos derechazos de una tanda de
cuatro que quedaron reflejados también en el diario Pueblo en su edición
del 21 de mayo. “Empezó a hacer lo
suyo, pero nada que ver con Lagartijo”, insiste el profesor.
El diario Madrid recogió al día siguiente la mentalidad con la que llegó El Cordobés a Las Ventas. Salir por
la puerta grande o por la del dolor.
Tuvo que ser por la segunda. Pero fue
su salida por televisión la mayor de
sus puertas grandes pues fue aquella
tarde la que le catapultó como torero de masas.
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GANADERÍAS EN LAS VENTAS
Samuel Flores,
un gran reserva
En tierras de quijotes y sanchos, donde los molinos afilan sus aspas para desgastarlas en duelo con el viento, hay
un sinfín de historias prácticamente olvidadas. La que ahora vamos a contarles comenzó hace doscientos años en
la desconocida sierra de Alcaraz. Todo echó a andar en el pueblecito de Peñascosa, en una preciosa casa solariega donde vivían los Flores. La agricultura y la ganadería eran sus medios de vida. Muy pronto decidieron hacerse
con ganado bravo. Viajaron a Villarrubia de los Ojos para adquirir reses de casta Jijona. Allí, hace más de dos siglos, comenzó la historia ganadera de la familia Flores. Fueron los ojos del Guadiana, donde el agua viaja silenciosa por territorio subterráneo y la tierra fértil acoge en su vientre a las cepas de vid, los que dieron fe de este
suceso. Hoy, la historia sigue enjugándose con tinta en honor a los célebres samueles.
Texto: David Plaza
Fotos: Alberto Simón y Archivo de 6toros6
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EL GANADERO
E
n el término municipal de Povedilla
se encuentra la finca El Palomar,
donde pastan las vacadas de Samuel
Flores y de Manuela Agustina López Flores.
Allí ‘velan armas’ los ejemplares reseñados
para la corrida que este año se lidiará en
Madrid. Será el regreso de los samueles a
Las Ventas, después de tres años sin pisar
su arena. Con más de 200 años a sus espaldas, la ganadería de Samuel Flores
está catalogada como una de las de mayor
solera del campo bravo y, por qué no reconocerlo, la de mayor prestigio de toda la
Mancha taurina.
Para la realización de este reportaje hablamos con Samuel Flores Romano, octava generación de una familia que dedica
su vida a “luchar por el campo, la ganadería y el medio ambiente”, “Prueba de
esto último”, dice, “es que las fincas que
tenemos son, en su mayor parte, montes
poblados. Este hecho demuestra el respeto que nuestra familia siempre ha tenido
por el monte y la naturaleza”. Estamos
ante un ganadero que centra gran parte de
sus negocios y de su ciclo vital en el campo, que trabaja día a día por mantener la
ganadería entre los puestos más altos de
la tabla.
Todo comenzó, como decíamos, con la
compra de vacas y sementales de casta Jijón, una raíz que en la actualidad se puede dar por extinguida. Ese pozo decidió secarlo completamente en 1926 para llenarlo
con una nueva sangre. “Mi tío abuelo, Samuel Flores, en vida de mi bisabuelo,
Agustín Flores, se hizo con una cuarta parte del hierro de Gamero Cívico, antes Parladé. Esta ganadería se dividió en cuatro lotes que fueron sorteados. Dos de ellos fueron a parar a manos de los señores Blanco,
padre e hijo, otro fue a Clairac y otro le correspondió a Samuel Flores”. Desde aquel
instante “todos los sementales que ha habido en la ganadería han sido puros de Gamero Cívico”.
“Fui consciente de que
había que buscar la
raza y la casta y luego
modularlas”
La ganadería de Samuel Flores, conocida como la del hierro redondo o el hebillón, se denomina así “porque el diseño del
hierro”, cuenta Samuel, “es producto de la
imitación de las hebillas de los bueyes, de
los collares de cuero donde prendía el cencerro. Una aguja era la que enlazaba el collar de los bueyes, lo que es el travesaño que
tiene nuestro hierro en forma oblicua”.
Samuel Flores Romano (Madrid,
1944), casado y padre de tres hijos,
dos varones y una mujer. Sus hijos,
Samuel y Carlos, mucho más introducidos en la ganadería, se complementan. Mientras Samuel lleva
más el tema del campo, Carlos se
centra en los asuntos financieros de
las empresas. “Ambos pueden llevar
cualquiera de las dos facetas”, afirma Samuel.
El hierro de Samuel Flores lidió su primera corrida de la historia en la plaza de toros de Albacete en el año
1796. Con motivo de los 200 años de
la ganadería apareció publicado en
1996 el libro: Samuel Flores, la pasión
por el toro. 200 años de vida ganadera en Albacete.
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GANADERÍAS EN LAS VENTAS
El hierro de la ‘F’, que se anuncia a
nombre de la madre, Manuela Agustina
López Flores, es la “ganadería de los Flores antiguos”. Ésta no sufrió un cambio
tan radical como la del hebillón. Fue a
partir de los años 40, una vez terminada
la Guerra Civil y con la ganadería muy
mermada, cuando “se eliminó prácticamente lo que quedaba de atrás y se completó con las vacas puras del otro hierro”.
25 años después de haberse producido la
compra de la cuarta parte de la ganadería de Gamero, ambos hierros se convirtieron en “paralelos o gemelos”.
UN GANADERO MUY JOVEN
Tuvo que pasar muy poco tiempo desde aquel hermanamiento del hierro del
hebillón con el de la ‘F’ para que al actual Samuel le cedieran los trebejos.
“Cuando tenía 19 años empecé a llevar
gran parte de la responsabilidad de la ganadería”. Fue una experiencia que no le
resultó nueva. Con anterioridad ya había
viajado representando a su tío abuelo. Recuerda que la primera corrida a la que
asistió con galones oficiales “fue en
1963”. Ese año también viajó como representante de la ganadería a la alternativa de Manuel Benítez en la plaza de
Córdoba, “cortó una oreja al primer
toro, de nombre Palancar, y el rabo al
toro Derribés”, recuerda. Pero al poco
tiempo las cosas no marcharon bien. “A
partir del año 1966 empezó el bache de
la ganadería. El problema de cataratas
Ejemplar reseñado para ser lidiado en Madrid esta temporada.
que sufría mi tío, la marcha del mayoral
y el poco acierto que se tuvo con los sementales fueron las principales causas”. Samuel Flores, con la mayoría de
edad apenas recién cumplida, echó
mano del criterio que había ido adqui-
“En los últimos años
no tuve la corrida
adecuada en trapío,
presentación y garantía
para venir a Madrid”
riendo gracias a que “me prepararon desde muy niño enseñándome y aficionándome al campo para saber lo que se
me venía encima”. Era un reto “y lo cogí
con enorme ilusión. Seleccioné las vacas
y empecé a buscar la simiente adecuada.
Me sentí absolutamente responsable de
las decisiones que tomé”, afirma.
El bache de la ganadería duró relativamente poco tiempo si lo comparamos
con otros promedios. La luz comenzó a
verse otra vez “a partir de la corrida que
en 1971 estoquearon en Madrid Antonio
Bienvenida, Andrés Vázquez y Curro Rivera. Le dieron la vuelta al ruedo a un
toro. Fue una gran corrida. Una nueva
muestra de recuperación se produjo en
1981, año en el que le dieron la vuelta al
ruedo al toro Garcito, lidiado por Paquirri
en la Beneficencia madrileña”. Todos
estos datos que va desgranando el ganadero no los lleva escritos, ni tampoco hemos tenido que acudir a refrescarlos a las
hemerotecas. Los tiene en su memoria.
César Rincón, frente a un toro de Samuel
en la Beneficencia de 1991.
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Esa juventud y buen hacer, junto con
los conocimientos que le habían transmitido, contribuyeron a la recuperación del tono que anteriormente tuvo la
ganadería: “muy encastada, pero sin
modular. Era consciente de que había
que buscar la raza y la casta y luego modularlas”. Hubo que esperar a la Beneficencia del 89 y a la corrida premiada
del 90 en Madrid para considerar “que
la recuperación de la ganadería era definitiva”. Un cuarto de siglo después de
haber cogido el testigo, la obra de Samuel
Flores había alcanzado la plenitud buscada. “Antes hubo destellos, pero fue a
partir del 90 y del 91, con la corrida histórica de la Beneficencia y las seis orejas
de Ortega y Rincón cuando comenzamos
a completar la obra. Después llegaron
otros éxitos en Madrid, como el cosechado en 1992, con las dos orejas y la
puerta grande de Enrique Ponce; y el de
1993, con la corrida en la que cortó su
primera oreja Dámaso González. También fueron importantes la Beneficencia
del 94 y la corrida premiada en el San Isidro del 95. Todo el mundo recuerda también la corrida lidiada en el 97, con la que
Joselito, Ponce y Rivera rivalizaron en quites. De ahí para delante creo que hemos
mantenido esa línea”.
TIPO Y COMPORTAMIENTO
Esa fabulosa herencia que recibió Samuel Flores la sitúa en “el toro más típico
de la raza pura ibarreña”. Por suerte, la
mantiene hoy en día con “un toro bajo,
de manos cortas, con badana por delante, lo que le hace aleonado y, por tanto,
le da seriedad y respeto. Además, es un
toro ancho de sienes, con los pitones recios por la cepa y de astas blancas, lo que
le da sensación de trapío”. En cuanto a
comportamiento “es un toro que va de
menos a más. Sale abanto en general, no
dejándose torear bien con el capote,
pero se crece a partir del primer puyazo
y, habitualmente, el que es bueno, según
lo soban, entra hasta el final en la muleta”. Los pelos que en estos años atrás
han predominado son los negros y, en
menor medida, los castaños, chorreados
y mulatos. Estos últimos son una especie
de “salto atrás a lo de Gamero Cívico”. Ac-
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tualmente es posible ver cómo se conjugan el negro chorreado y el mulato, así
como encontrar un buen número de animales con el pelo castaño. Esto se debe a
“un toro estrella…” que, además, ha sido
el artífice de la recuperación anteriormente mencionada por el ganadero. “El
primer toro que lidié hijo suyo fue en la
Beneficencia de 1995. Un toro un poquito
cornipaso, algo corniabierto”. Este animal
dio, a su vez, “otro toro estrella” del que
vimos sus productos la pasada temporada “en la feria de Fallas y, cómo no, en la
exitosa corrida de Albacete”. Las virtudes
que dejan en la plaza “son fijeza y capacidad para repetir e ir de menos a más
embistiendo con el morro por el suelo”.
En estos años de resultados satisfactorios lo cierto es que ha faltado algo, reafirmarlo en una plaza como Madrid.
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Triunfo de ganadero y toreros en la Beneficencia de 1991.
“lo mejor”, pero, “como es algo que no
se puede garantizar”, siempre acude al
principio de “no defraudar a la afición
trayendo una corrida que esté en tipo y
con el trapío necesario para que haya
emoción y respeto en la corrida”. Estas
“Lo que más me importa en este regreso a Madrid es
que algún torero triunfe con la corrida y que,
fundamentalmente, el público de Madrid se emocione”
Pero no ha sido posible “porque no tenía
la corrida adecuada en trapío, presentación y garantía para ir”. El motivo está
en “camadas extremadamente cortas” a
causa de un grave problema sanitario.
“La ganadería se quedó muy mermada
entre las vacas que se murieron y las que
tuve que sacrificar. Gracias a la colaboración de la Dirección General de Ganadería y la Facultad de Veterinaria de
Madrid, en cooperación siempre estrecha
con las autoridades provinciales, conseguimos eliminar la tuberculosis que se
presentó en los animales a consecuencia
del contacto con las especies salvajes: jabalí, zorro, venado…”. Las vacas sanas fueron apartadas en cercas con malla cinegética. A este grave problema se le unió
la fatalidad de tener “infertilidad en uno
de los sementales de confianza, con lo
cual, ante camadas tan cortas, no tenía
la corrida completa”. Samuel señala
que “ante la eventualidad de no poder lidiar los seis toros o de no hacerlo con garantías”, lo mejor es “ausentarse”, como
hizo después de llevar lidiando “30 años
ininterrumpidos”.
NUEVE TOROS DE CONFIANZA
La corrida reseñada para este año tiene “nueve toros de gran trapío y buenas
hechuras”. Asegura tener “ganas de volver a Madrid” y ser consciente de que la
ganadería en la capital “es querida y respetada”. Del comportamiento espera
son las cartas que pone boca arriba Samuel Flores cada vez que viene a Madrid.
Una corrida, la de este año, que viene avalada por la confianza que “esos dos sementales estrellas” le han otorgado “porque no sólo me han dejado huella sino
que han fijado sus genes. He tenido la
suerte de ver cómo ese semental ha dejado hasta ocho hijos con nota extraordinaria en los tentaderos”.
Una simiente que “además del comportamiento que, quedó definido con la
corrida de Albacete del año pasado,
muestra unas nuevas ‘hechuras’ a lo visto en los últimos años”. La ganadería, a
juicio de Samuel, “ha dado un salto atrás
a cuando estuvo en los momentos estelares de los años 50 y 60, sobre todo en
los 50 cuando Luis Miguel, Ordóñez, Antoñete… lidiaban sus toros”. Confiesa que
se le había “embastecido un poco la ganadería”. Ahora, el nuevo toro de Samuel, los samueles de siempre, “siguen
teniendo cara, por supuesto. Los pitones
son recios y blancos para imponer el respeto. La badana también contribuye a la
sensación de trapío. Pero ha dado un salto atrás en el sentido de que el toro es
más bajo, mejor hecho, más fino, aunque
con tremendas arboladuras… Ha vuelto
a salir el toro chorreado, castaño, mulato,
listón… en un porcentaje del 50% sobre
el negro, como lo era entonces…” Los famosos samueles de los años 50 han
vuelto, “toros mulatos listones o mulatos
chorreados que, por lo que decían antes,
no fallaban. Por eso estoy tan ilusionado”.
Lo que más le importa al ganadero en
este regreso a Madrid, “es que algún torero triunfe con la corrida y que, fundamentalmente, el público de Madrid se
emocione”. Tal vez esté recordando ahora aquella imagen que se le quedó grabada cuando tan sólo era un niño del toro
Tabaquero, que lidió Antonio Ordoñez en
Madrid. “Fue un ejemplar de extraordinaria nobleza y calidad al que el torero
de Ronda hizo una faena memorable, con
aquellos muletazos que duraban minutos”. O quizás del toro “Garcito, lidiado
por Paquirri en la Beneficencia del año
80”. Y seguro que el recuerdo más intenso
y fresco es la corrida del 91, donde tuvo
el honor de “salir a hombros en Madrid
con Ortega Cano y Rincón”.
“Los famosos
samueles de los años
50 han vuelto”
Samuel Flores Romano, actual responsable de los hierros del hebillón y de
la ‘F’ acaba de cumplir 45 años al frente de ese difícil trabajo que es ser ganadero de reses bravas. A juzgar por lo que
vivimos a lo largo de este encuentro con
el ganadero, se le ve feliz. Por dos ocasiones paró la conversación para besar a
sus nietos, que acababan de llegar a la
casa. Y, sin dar tiempo a pensarlo, a la
pregunta de si moriría con las botas puestas contestó un “sin duda. Con las botas
puestas y sin dejar de dirigir y controlar.
Pero, eso sí, al mismo tiempo, empezando a delegar”. Marcando el mismo camino que su anterior generación le
mostró a él para seguir haciendo de este
encaste, llamado Samuel Flores, un gran
reserva de la dehesa española.
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ENTREVISTA
Joselito:
“Retirarse es como
lanzarse al vacío”
Se retiró hace cuatro años y asegura que le ha costado adaptarse a una vida tranquila, alejada del bullicio de una plaza
de toros. Una vida normal, como la del resto de la gente. Pero sucede que José no es un tipo corriente. Es enigmático y
contradictorio. Y además valiente, insobornable, vulnerable y provocador. Nos citamos en su casa de Talavera de la Reina
y, una vez metidos en faena, el maestro fumó con deleite y habló de toros con sensatez.
Texto: José Ignacio de la Serna
Fotos: Manolo Durán, Alberto Simón y David Cordero
Pregunta | ¿Siente nostalgia?
Respuesta | Mucho más de lo que esperaba. La
profesión de torero te llena tanto que, cuando dejas de torear, te encuentras desubicado
en la vida y, lo que es peor, sin saber que hacer. La emoción, el miedo y la duda que te genera el toreo te ayuda a vivir, te hace sentir de
la ostia.
P | Usted no anunció su retirada.
R |Eso nunca. Quería que hasta el último momento la gente tuviera la oportunidad de cagarse en mis muertos. Nada de anunciar retiradas, ni cosas por el estilo. Un torero nunca debe dar lástima, ni risa.
P | ¿Qué sintió a la mañana siguiente?
R |Tuve buenas sensaciones. Pensé que había
hecho lo correcto, que era mejor dejar de torear antes de que llegara el declive. Sin embargo, a los pocos días comenzó la desazón,
el vacío y la zozobra que sentimos los toreros
cuando nos retiramos. Este año he decidido
no torear festivales, porque cuando estoy
anunciado no soy capaz de pensar en otra
cosa.
P | Entonces, ¿le costó tomar aquella decisión?
R |Bueno, lo que realmente me ha costado es
adaptarme a mi nueva vida. Una vida normal,
como la que hace todo el mundo. Es cierto que
ya entonces había formado mi propia familia,
tenía mi finca y mi ganadería pero, aún así,
resultó difícil llenar el espacio que había dejado el toro. Afortunadamente, mi mujer ha
sido muy comprensiva y ha sabido entenderme. Pero confieso que lo he pasado muy mal
hasta encontrar de nuevo mi sitio. No estaba
a gusto conmigo mismo.
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y esperar a que salga mi toro. Sería vivir un romance bonito, pero no sirvo. Nunca fui un gallo ‘capón’, sino de pelea. Recuerdo un toro castaño en Madrid con el que no tuve cojones a
sobreponerme. Me hizo cavilar. Era de El Torreón y, sin ser bueno de verdad, en otro momento le hubiera cortado las orejas. No pude
con él y pasé un mal rato. Nadie lo advirtió,
aunque en mi fuero interno me hizo dudar.
La impotencia que sentí con ese toro no quiero volver a vivirla.
P | Siempre he pensado lo difícil que tiene que ser para un torero ‘reinsertarse’ en
la sociedad.
R |Es que se trata de eso, de reinsertarse en
una sociedad en la que hemos vivido al margen, metidos en un mundo maravilloso, pero
muy absorbente.
P | Y, además, a una edad en la que otros
empiezan a recoger sus frutos en otras
profesiones.
R |Claro, claro. Es que ese es el gran problema. Uno se retira como figura del toreo
siendo joven, amando lo que hace y con toda
una vida por delante. ¡A ver cómo digieres
eso!
P | Si este año ha decido no torear es porque en el fondo siente esa necesidad.
R |He tomado esa decisión y, sin embargo,
hace un par de días toreé una becerra en el
campo. ¡Ya ves! Yo soy el primero que se desconcierta con estas cosas. Siempre fui un tipo
raro y contradictorio.
P | ¿Qué tal su experiencia como apoderado de César Jiménez?
R |Muy positiva, sobre todo porque con él he
aprendido muchas cosas.
P | ¿De verdad?
R |Cuando eres figura del toreo crees que lo
sabes todo y los consejos te los pasas por la
‘minga’. Pero ahora me doy cuenta de que algunas de las cosas que me decían eran por
algo. Hasta el consejo de un ‘julai’ puede tener su lógica.
P | A eso se le llama humildad.
R |Yo soy como soy y no me puedo quejar, porque me ha ido bien en la vida y en mi profesión. Pero creo que si hubiera hecho más caso
habría conseguido más cosas.
P | ¿Materiales?
R |No, no. No se trata de dinero, ni de cosas
por el estilo. Se trata de torear mejor. Estoy convencido de que tengo una dimensión como torero mayor de la que he demostrado. Hay sensaciones que se me han quedado dentro, pequeños detalles, matices que me hubieran ayudado a cuajar mejor algunos toros.
P | ¿Por ejemplo?
R |La colocación, el entrar y salir de las suertes, el aliviar a los toros en determinados momentos... Yo era mucho de aplicar la ley del látigo, que fuera el toro el que se amoldara a mi
concepto y no al contrario. Ahora me doy cuenta de que en ocasiones hay que torear con
guante de seda.
P | A ver si resulta que no estoy entrevistando a una figura del toreo.
R |(Risas) Pues, mandar mandar, lo que se dice
P | ‘Antoñete’ asegura que cuando reapareció en los años ochenta fue porque
aquel toro ‘dejaba’ estar. El de hoy, ¿es más
exigente que nunca?
R |Sin lugar a dudas. El toro de hoy luce una
movilidad y una fiereza que exige toreros muy
preparados física y anímicamente. Si te retiras no te permite volver.
A
”
lo mejor me estoy ‘amariconando’,
pero me gusta el arte y el sentimiento, el
aroma que desprenden los buenos toreros.”
mandar no creo que lo haya hecho nunca.
Aunque es cierto que durante algunas temporadas he tenido mucha fuerza en los despachos y en las taquillas y, por supuesto, me
he permitido el lujo de pasarme muchas cosas por el ‘forro’. Pero, ¡ojo!, que quede claro
que estoy muy satisfecho con todo lo que he
conseguido.
P | En alguna ocasión, y utilizo sus propias palabras, le he oído decir que ya no
tiene ‘bragueta” para ponerse delante del
toro.
R |Delante de uno sí, y de dos también.
Cuando hablo de valor me refiero a una
entrega total y absoluta. Quiero decir apostar. Tirar la moneda al aire y que sea lo que
Dios quiera. Entonces de poco sirve la experiencia, porque para dejarte llegar un toro
apenas se necesita técnica, pero sí una
entrega desmedida. Y, amigo, eso es lo realmente difícil. Se trata de ofrecerle la
posibilidad de cogerte, de darle a elegir entre
el engaño o tú. Si eres capaz, el triunfo está
asegurado y los toros se desengañan y embisten mejor.
P | Entiendo que no quiera volver.
R |Tengo los pies en la tierra. También valor
para hacerlo, pero alcanzar ese estado de mentalización, ya no lo veo posible.
P | A lo mejor el público no le exige tanto.
R |Pero yo sí. No sirvo para rellenar carteles
P | Pues nos quedaremos sin paladear a los
más veteranos. Desde Rafael El Gallo, en
adelante, siempre ha habido un sitio para
ellos en el toreo, pongo por casos los de
Antonio Bienvenida, Andrés Vázquez, Rafael Ortega, Manolo Vázquez…
R |Es una pena, pero así es. Aunque como esta
profesión es de ‘majaretas’, alguno saldrá. El corazón de un torero tiene que ser como el de un
niño. Los niños se mueven por impulsos, por
deseos y por ilusiones. No miden las consecuencias de sus decisiones, las toman y ya está.
P | En la actualidad la técnica se ha convertido en un requisito imprescindible
para torear. ¿La impone el toro?
R |Sí y no. Delante del toro, una vez asimilada la técnica, no hay que pensar tanto. Si tú
piensas, el público piensa, y el resultado es que
las faenas resultan frías y mecánicas. La gente tiene que sentir, no analizar. La técnica es
necesaria para torear, para resolver los problemas que plantea la lidia, pero el sentimiento, el alma y la personalidad, también lo
son. A lo mejor es que me estoy ‘amariconando’ como aficionado, pero me gusta el arte
y el sentimiento, el sabor que desprenden los
buenos toreros.
P | ¿Lo suyo era la pureza?
R |Al menos eso fue lo que intenté.
P | ¿Había un hermanamiento entre lo
que sentía y lo que expresaba?
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ENTREVISTA
R |No siempre. A veces me he sentido incomprendido.
P | ¿Por ejemplo?
R |Cuando le pegaba a un toro quince muletazos a gusto y no se enteraba nadie. En
aquellos momentos me quería morir. Mostrar
algo tan íntimo y personal como es tu sentimiento y ver que no llegas a los demás, es lo
peor que le puede ocurrir a un artista. Cuando esto sucedía pensaba, ¿tan malo soy y tan
mal me expreso? Me reventaba. El torero tiene que transmitir su mensaje.
P | Por qué atesorando un valor natural
había tardes que deambulaba por la plaza como un alma en pena. ¿No podía o no
quería?
R |Un poco de todo. Además, cuando triunfaba
varios días seguidos me aburría. Necesitaba el
estrés, la presión, la polémica. Sentir que era
como un ‘ave fénix’, que resurgía de sus cenizas.
”D
elante
del toro
no hay que
pensar tanto.
La gente
tiene que sentir,
no analizar”.
P | Más de una vez se encaró con el ‘respetable’.
R |Me gustaba, me daba morbillo, y no
podía evitarlo. También al público. A veces
escuchaba una voz desde el tendido, que
podía o no tener razón, y me calentaba. Me
arrimaba hasta montarme en lo alto. Con
gallardía de torero macho, como ha sido
toda la vida.
P | Ha sido torero de pocas bromas.
R |He intentado defender lo mío y no me he
casado con nadie. Cuando ha llegado el momento de exigir y defender mis intereses lo he
hecho asumiendo las consecuencias.
P | ¿Y eso implica?
R |Pues en ocasiones quedarte sentado en casa
y dejar de ganar mucho dinero. Pero eso no era
lo importante. Lo importante era mi dignidad
y mi categoría como torero.
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P | ¿Fue siempre así?
R |Desde el día en que salí por la Puerta Grande de Las Ventas en el festival a beneficio de
los damnificados del volcán Nevado del Ruiz,
en 1986. Recuerdo que a los pocos días tomaba
la alternativa y un grupo de empresarios nos
ofreció torear veinte novilladas en sus plazas
y la alternativa en Burgos en el mes de junio.
Dijeron: “No te preocupes por tu alternativa
en Málaga, lo que está hecho, se deshace”. Les
dije que no.
P | ¿Pasaron factura?
R |No sé si tanto, pero la mañana de mi confirmación, el 26 de mayo de ese mismo año,
Enrique Martín Arranz, mi apoderado, me comentó que no teníamos firmada una sola corrida de toros. Sería pecado de juventud,
pero le dije que no se preocupara y que pasara lo que pasara, no firmara una sola corrida
por menos de un millón de las antiguas pesetas.
P | Eso es tener fe en uno mismo.
R |No tenía nada en la vida. Estaba más tieso que la mojama y, además, si no servía para
esto no iba a estar mucho tiempo. Sin embargo, tenía algo a mi favor: salía a la plaza
a jugarme la vida. El día de mi confirmación
corté una oreja de un toro de Murteira Grave. Eso, unido al triunfo del festival, me hizo
subir como la espuma. Ese año toreé más de
cincuenta corridas de toros y ya no me bajé
del carro.
P | Le recuerdo en Valencia, con un vestido blanco y oro, pegándole en el centro del
ruedo un ‘pedresina’ escalofriante a un
toro de Peralta, con una muleta del tamaño de un periódico.
R |Sí, sí, pero es que además tuve mucha
suerte. Esa temporada me arrimé como un
desesperado. Los toros me cogieron todas las
tardes y no me metieron el pitón. ¡No veas
que ostias me pegaban! Me levantaba del
suelo, me sacudía un poco el polvillo, y otra
vez a la batalla.
P | ¿Que le ocurrió con la Casa Chopera,
allá por el año 88?
R |Que después de triunfar en Madrid, en
San Isidro y en Beneficencia, llegó la hora
de mi contratación para la feria de Bilbao y
a don Manuel Chopera no se les ocurrió otra
cosa que ofrecerme la corrida de Murteria
Grave y otra de ese mismo estilo. Aunque en
un principio no me convenció la idea, le
dije que sí, pero con una condición, que
también la mataran Rafi Camino y ‘Litri’ y,
después, que la otra corrida fuera de Torrestrella o de Jandilla. Por lo visto no le gustó
mi propuesta y cortó por lo sano diciendo
que eran lentejas… Me advirtió que de no
torear, ese año no pisaría ninguna de sus
plazas. Y así fue. Perdí más de quince corri-
das de toros, pero yo no estaba dispuesto a
aceptar un trato semejante.
P | Sin embargo, al año siguiente…
R |Le corte dos orejas a un toro de Atanasio Fernández en San Isidro y me consagré como figura del toreo. A partir de ese día decidí no
anunciarme en ninguna de sus plazas sin saber antes lo que iba a cobrar, qué iba a matar
y con quién iba a torear.
P | ¡Si todos hicieran lo mismo…!
R |Cambiarían muchas cosas para mejor.
P | Hubo un momento en el que tuvo una
legión de partidarios.
R |Pienso que el motivo residía en que no era
caballo ganador. Tenía mis cosas, mis rarezas. Y eso hizo que me esperaran. Nunca
oculté mis dudas ni mi inseguridad. Percibieron que todo aquello era auténtico y se
apuntaron a la causa.
P | La duda es una constante en su vida.
R |Todavía hoy sufro más de la cuenta. A ve-
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se metieron conmigo, y eso que no expuse
un alamar.
P | Reapareció en Castellón en abril de
2000.
R |Reaparecí para quitarme el mal sabor de
boca de la despedía. Durante esa etapa hubo
cosas buenas. La última tarde le corté dos
orejas a un pedazo de toro en Zaragoza y me
quité feliz. Lo que me reventó de verdad, y
puedes decirlo así en la entrevista, fue torear
tantas tardes con José Tomás. Ese cabrón es
el torero más valiente que he visto en toda
mi vida. Se ponía allí y no había forma de
quitarlo. Con el toro bueno, dentro de mi
concepto, sabía que yo podía marcar una
ces me siento tan inseguro y tan mal que… Sin
embargo, sin saber por qué, un día me levanto
y soy el tío más optimista del mundo.
P | ¿Qué me dice de la televisión?
R |Que la veo poco.
P | En serio.
R |Que no estaba de acuerdo con que me televisaran sin contar conmigo y lo impusieran
a la fuerza. Y te aseguro que el problema no
era económico, porque a veces he toreado gratis por hacer un favor a un amigo. Además, era
una época en la que se televisaban tantos festejos que la gente prefería quedarse en casa
viendo la tele que ir a la plaza y pasar por taquilla. Eso tampoco era bueno para nadie.
P | Lo entiendo, pero ¿qué hay de los miles de aficionados que no podían asistir
a una feria importante o a una plaza de
toros?
R |No te creas que no me pesaba. Por eso accedí a cosas que no me gustaban, por esa gente de la que me hablas.
P | En 1996 vivió su mejor temporada. Comenzó cortándole un rabo a un toro de
Pepe Garfias en México, luego llegaron las
seis orejas en la histórica corrida del dos
de mayo y en San Isidro volvió a abrir la
Puerta Grande.
R |Y al año siguiente salí por la Puerta del Príncipe de Sevilla.
P | Sin embargo, el 26 de septiembre de
1998 se despidió del toreo matando seis toros en esa plaza.
R |Aquella decisión la venía rumiando desde
el año anterior. Lo que ocurre es que esa tarde ví que había llegado el momento. En el 97
lo pase fatal, no era feliz en el ruedo y no soportaba la presión.
P | Esa tarde lo pasó mal de verdad.
R |Y mira que fui ilusionado a la plaza, pero
no me salía nada. Recuerdo que el cuarto
toro me desarmó con el capote, y estaba tan
jodido y tenía tantas ganas de acabar, que no
salté la barrera esperando que me partiera
por la mitad. Ese día di pena, pero ni siquiera
diferencia, pero es que a él le daba igual que
fuera bueno o malo. Hace poco mató un toro
a puerta cerrada en mi casa y se lo dije: “Con
un pelo de un huevo tuyo, soy capaz de reaparecer ahora”.
P | Si no existiera, ¿volvería a torear?
R |Saber que hay uno que se arrima más que
tú es jodido.
P | Tiene dos hijas maravillosas, Alba y
Claudia ¿y si una sale diciendo, papá,
quiero ser torero?
R |Pues te aseguro que si tiene condiciones iba
a ser la mejor.
P | ¿De arte o de valor?
R |¿La niña?, de arte, de arte. Pero con muchos
cojones.
P | ¿Eso es posible?
R |Para torear de verdad hace falta valor.
Y para hablar con el corazón, también.
Gracias, maestro.
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ENTREVISTA
Juan
“En los toros,
hasta lo que no me gusta,
me interesa”
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Echanove
Su palabra es ágil, como un torbellino que no para. Será que le da alergia el
aburrimiento. Es Juan Echanove (Madrid, 1961), quien vive desde que rodara
la película Manolete con la afición ahuecada.
Texto: Laura Tenorio
Fotos: Constante
E
n su caso, no fue su padre quien le hizo
aficionado. Fue la madre, Ángela Labanda, soriana de nacimiento y quien sólo
por afición realizó estudios de tauromaquia en
los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. “De joven, ella tuvo oportunidad de ver a los mejores de su época en la
feria de Soria, por San Juan. En esa plaza yo vi
toros por primera vez. Era muy pequeño y sólo
recuerdo un nombre: el de Diego Puerta”.
Con esos antecedentes, era fácil que siendo
crío Juan gastara ratos ojeando ejemplares de
El Ruedo, que su abuelo materno compraba por
ser el hombre aficionado. Cuando la televisión
retransmitía un festejo, “nos agrupábamos en
torno al televisor. Era la época de El Cordobés,
El Viti, Camino…”, recuerda el actor.
”M
e mantiene la
afición la posibilidad
de ver que un hombre
es capaz de parar el
tiempo en un capote”
Corrían los años 60 y España entera se paralizaba ante un fenómeno que abarrotaba las
plazas: “En casa teníamos una asistenta que cada
vez que a El Cordobés le televisaban una corrida, se sentaba en una sillita frente a la televisión
y casi levitaba. A mí me parecía sorprendente”.
Rodar Manolete, película en la que hace el papel de Camará, le ha hecho conocer la trastienda
del toreo, al tiempo que ha madurado como aficionado; sobre todo, y como él dice, “después
de pasar una crisis casi de aburrimiento, tal vez
por haberme saturado demasiado”.
Morantista declarado, tras el regreso a los
ruedos de José Tomás, el actor tiene claro que
para poder valorar más al de Galapagar “hace
falta una figura en el escalafón como Morante.
Pienso que de no estar el de La Puebla, todo me
parecería enormemente previsible, incluso el
riesgo. Mi madre también lo dice, para ella sin
la magia de Morante, la sensibilidad de toreros como José Tomás, el mismo Talavante o
Castella se queda huérfana. Y esto es algo que
comparto con ella”.
Juan habla, y habla, y liga premisas, y dicta sentencias y se “siente” a la par que sus reflexiones sobre los protagonistas de la Fiesta
ribetean la conversación. La entrevista nos ha
costado dos años de espera, dos largas temporadas. Hoy, en la casa del actor, nos percatamos de que ha merecido la pena. Entonces
le preguntamos qué le hace seguir siendo aficionado: “La posibilidad de ver que un hombre es capaz de parar el tiempo en un capote”.
Tras la respuesta, un intervalo de silencio
da paso a un cuasi ‘monólogo’ del actor. Esta
vez Echanove relata sobre los cuatro meses que
ha pasado de convivencia junto a Espartaco:
“Me ha hablado tan sinceramente sobre lo que
es el toreo que ahora, más que afición, lo que
siento es respeto y recogimiento, algo muy íntimo. Caminar sobre esos terrenos emocionales en los que se mueven los toreros me ha
hecho cambiar mi visión. Creo que me he convertido en otro tipo de aficionado. Ya nada me
disgusta, ya nada me preocupa, sólo sé que en
un momento dado alguien me va a contar, por
ejemplo, que Morante ha puesto una plaza bocabajo con dos verónicas y media o que José
Tomás se ha vuelto a colocar en el sitio en el
que convivía con la muerte, y yo al oírlo voy
a sentir que me sobra lo demás”.
Escuchándole parece como si Juan Echanove hubiera sufrido una especie de catarsis. Y
todo, como antes decíamos, a raíz del rodaje de
Manolete, que podría estrenarse el mes próximo. De ella, el actor comenta: “Es una película que da una idea tremenda del mundo del
toro, de cómo alguien puede ser odiado y amado a la vez, de la fragilidad de un hombre que
para sobrevivir tiene que hacerse torero y dejarse coger por los toros, de cómo pasa de la mi-
seria más absoluta a la gloria, de cómo las emociones y necesidades afectivas las tiene que embargar si quiere hacer frente a su profesión”.
Pregunta | ¿Cómo es su personaje?
Respuesta | Camará vive una dualidad con Manolete, a la vez que apoderado es una figura
paternal para el torero. Es cierto que don José
supuso una revolución comercial en el mundo del toreo, pero lo hizo asumiendo perfectamente la tutela del diestro, a quien acogió
casi como a un hijo.
P | Por cierto, las gafas que usted usa en
la película, nos han dicho que eran las auténticas de Camará.
R | Sí, las tenía un anticuario de Burgos.
P | Hablemos ahora de otros toreros. Curro Vázquez, verbigracia.
R | Ha sido ese torero cercano a Madrid que
junto a Antoñete suponen un referente.
P | Y el otro Curro, Romero.
R | Ése me ha hecho sentir lo que no se puede explicar. Recuerdo una faena durante un
San Isidro, lloviendo a mares. Los tendidos se
quedaron vacíos y él se quitó las zapatillas. La
faena fue impresionante, se escuchaba la voz
de Curro…
P | Dé más nombres.
R | Rafael de Paula. Sí, sí, el capote de Paula
–y lo dice despacito–, una tarde en el Puerto,
o quizá fuera en Jerez. ¡Qué más da! Un tore-
”S
in Morante todo
me parecería
enormemente previsible,
incluso el riesgo”
ro que en su momento no me llegaba fue Paco
Ojeda y sin embargo sé que ha sido un gran
maestro. En su toreo veía un sometimiento por
la fuerza, nada que ver con la ‘poesía’ de otros
diestros como el mismo José Tomás. Para mí,
Tomás no domina al toro por la fuerza, parece que lo está enamorando, que emplea la palabra… Mira, si yo fuera un toro, en la plaza estaría asustado con Ojeda, sin embargo con José
Tomás estaría seducido. Y ¡’cuidao’!, con esto
no pretendo infravalorar el valor, ¡para nada!
Es como hablar de la perfección y preguntarse
si se prefiere a un torero perfecto o a uno imperfecto. Al que le guste la perfección no tiene más que mirar a Ponce, él es perfecto.
P | ¿Qué tipo prefiere usted?
R | La imperfección. Me gusta más el toreo que
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ENTREVISTA
”E
spartaco me ha hablado tan sinceramente
sobre lo que es el toreo que ahora, más que
afición, lo que siento es respeto y recogimiento,
algo muy íntimo”
Caracterizado como Camará en la película Manolete.
P | Juan, si usted hubiera sido torero,
¿cómo se anunciaría?
R | Con mi nombre y apellido, sin duda. Lo de
los apodos no me gusta.
transmite cierta fragilidad. Lo que pasa es que
hay veces que los aficionados somos la leche.
Un ejemplo es con Ponce, que le pasa como a
su amigo Raúl. Los dos hacen todo bien, sin
darle importancia. Es lo habitual en ellos. Por
eso, en ocasiones no se les valora.
P | Elija entre un torero de clase y una clase de torero.
R | … Un torero de clase. Y lo digo pensando
en que la Fiesta se acabará en el momento que
los toreros dejen de ser toreros en la calle. Esa
torería para mí es la esencia.
P | Ahora parece ser tiempo de excentricidades.
R | Sí, pero aparte de eso, hoy en día el torero es
un elemento social, como un futbolista. Antes no
era así. Ahora son personajes con glamour, con
medios de comunicación que les entrevistan y
los mantienen ahí. Por eso pienso que es muy difícil encontrar el rastro perdido de la torería. Sería como encontrar el rastro de las hormigas.
P | Explíquese.
R | Sí, para encontrar la senda de la torería habría que encontrar a un torero torero. Si miras con quién va, qué hace, o por dónde se
mueve acabas topándote con otro torero torero, quien a su vez te conducirá a otro. Es muy
raro que un diestro que sea torero torero en
la calle te lleve al rastro de otro que no lo sea.
P | ¿Cuál es su ideal?
R | Que yo conozca, el torero de mayor dimensión, en todos los sentidos, se llama Es-
22
”A
l que le guste
la perfección
no tiene más
que mirar a Ponce,
él es perfecto”
P | ¿Encuentra alguna similitud entre el
público del teatro y el de los toros?
R | Puede haber coincidencias, pero no hay
mucha similitud. La diferencia está en que yo,
cuando voy a una plaza, me siento cómplice
del riesgo de los toreros, cosa que no ocurre
en un teatro. En la plaza noto una responsabilidad sobre el propio torero que se está jugando la vida, tal vez por eso soy más tolerante
en los toros que en el teatro. Y es que en los toros, hasta lo que no me gusta, me interesa.
partaco… Pero, probablemente, ese rango
puede que lo represente mejor que nadie Curro Romero. A Curro lo miro aunque esté haciendo la cosa más nimia, aunque salga de una
frutería con una bolsa, te aseguro que me quedo mirándole. Da igual los años que tenga,
todo lo hace con torería, hasta dar la mano.
P | Pero usted es más defensor del respeto que de la tolerancia.
R | Sí, es que hay cosas que no se pueden tolerar. En una plaza, por ejemplo, un insulto
a un torero me parece algo intolerable, a pesar de que la protesta sea un derecho justo.
Creo que un silencio bastaría para mostrar desaprobación.
P | O sea, como dijo Belmonte: “Se torea
como se es”.
R | Sin duda. Aunque pienso que hoy día los
toreros son un poco estándar, son como somos
el resto.
P | ¿El arte es vulnerable?
R | Sí, si no lo fuera no sería arte. El arte es una
necesidad de evolución del ser humano, algo
imprevisible, en tanto que el espectáculo es un
negocio, tiene sus reglas.
P | Pero si estamos en un momento extraordinario, en cuanto a toreros figuras
y con ganas de batirse el cobre en los ruedos.
R | Es posible, pero hay que esperar a ver qué
pasa con los toros.
P | Para terminar, ¿cuál piensa que es la
mayor dificultad de hacer cine taurino?
R | Partiendo de que técnicamente es muy difícil, por lo que significa el manejo de los toros, creo que a los aficionados lo que les gusta son los toros y no necesariamente las películas sobre toros. Además, lo que vende en el
cine es lo ‘negro’, el drama. De la misma manera que el cine negro no existiría sin perdedores, el cine taurino deja de interesar si en
él no se cuenta la verdad de una vida con problemas.
P | Pues lo mismo, porque las ganaderías
también están en un gran momento. El
que diga que los toros se caen es que no va
a la plaza.
R | Claro, claro.
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OTROS PUNTOS DE VISTA
Noel
Chandler,
todo el toreo
en la cabeza
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Iniciamos a partir de este número una serie de entrevistas a personajes que, ajenos a nuestra cultura, el azar,
el destino o la simple curiosidad les hizo entrar en contacto con la Fiesta de los Toros y, desde entonces, quedaron prendidos de su magia. Nuestro objetivo es conocer “Otros Puntos de Vista”.
Comenzamos la serie hablando con Noel Chandler, un
personaje al que le cabe todo el toreo en la cabeza.
Es galés, aficionado a los toros, experto corredor de
encierros y viajero impenitente. Ha sentado sus reales en Madrid, tras recorrer el mundo en viajes con sucesivas escalas en las corridas de toros. Ahora vive
en el barrio de los Austrias, desde donde sale para no
perderse las más de 130 corridas de toros que suele ver por temporada. Tiene Noel una complexión fuerte, de jugador de rugby, su otra pasión. No en vano, en
Gales el rugby, más que un deporte, es una religión.
Tiene la mirada franca y algo pícara, de hombre que
disfruta de la vida. Es culto, bohemio y, según dicen
sus amigos, cariñoso. No hace alarde de su experiencia
y transmite una tremenda ilusión.
Andrés de Miguel
Fotos: Juan Pelegrín y archivo de Noel Chandler
P
ara Noel, “lo más apasionante de los toros es que son como
un enorme balón que lo engloba todo: cultura, debates; libros, miles y miles de libros, historia, con sus buenos y malos, y tragedia. Es como un mar con mucho fondo en el que tú puedes nadar por donde te apetezca, a la profundidad que quieras”.
Noel Chandler, corriendo los ‘sanfermines’ en distintas épocas de su
longeva trayectoria como corredor en Pamplona.
Junto a su amigo y también aficionado británico Michael Wigram.
“Entré por casualidad en el mundo de los toros”, reconoce.
Y cuenta como se inició: “Me trajo un amigo mientras estaba en
África esperando a que me llamaran para hacer el servicio militar. Entramos en España sin documentación. Llegamos a la plaza y, desde el primer momento, me encantó. Después de cumplir con el servicio militar me vine a España y vi unas 25 corridas
en el año 57, la famosa temporada que noveló Hemingway como
El verano sangriento”. “Pero yo no tengo nada que ver con Hemingway –asegura- y estoy un poco harto de que todo el mundo haga la asociación de aficionado extranjero con Hemingway.
Pregunta | No parece fácil venir a los toros desde cualquier
parte del mundo.
Respuesta | Los primeros años todavía trabajaba en Londres y
podía venir fácilmente en avión a Gibraltar. Casi todas las corridas de esa época las vi por Andalucía, en Córdoba, Sevilla, Málaga, Algeciras… Después, los viajes se hicieron más largos, pues
estuve más de 30 años trabajando como alto ejecutivo en la división internacional de una empresa multinacional. Mi trabajo, siempre fuera de la oficina central, me obligó a viajar por
todo el mundo. Pero sólo en mi última época, en la que permanecí durante cinco años en Singapur, me perdí una vez la feria de Sevilla. Y nunca falté a San Fermín, ni San Mateo.
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OTROS PUNTOS DE VISTA
P | Tiene fama de ser un hombre discreto y amable, con facilidad para relacionarse con los demás. Quizá por
ello ha conocido a muchos toreros.
R | En el año 64 asistí por primera vez
a la corrida goyesca de Ronda. Allí me
presentaron a Antonio Ordóñez, al que
ya había visto torear cientos de veces. Desde entonces, la goyesca fue una cita
obligada. Durante los últimos quince
años de su vida mantuve una estrecha relación con él, sobre todo cuando empecé a seguir a su nieto Francisco Rivera Ordóñez. Estuve con él hasta el día en que
murió.
Antonio Ordóñez ha tenido una profunda influencia sobre mí. Me mostró
que los toros, además de provocación y
emoción por la presencia de la muerte,
son un arte sublime.
Una cosa que me sorprendía mucho de
Antonio Ordóñez es que nunca quedaba
satisfecho con su toreo. Por buena que
hubiera sido su faena siempre tenía
una mejor en su mente. Se fue sin hacer
su faena perfecta.
P | Gracias a las 3.000 o 3.500 corridas
que ha presenciado y a su capacidad
para entender los diferentes estilos
y momentos ha asimilado perfectamente los cambios que se han producido en la fiesta durante los últimos 50 años.
R | Desde que me jubilé, hace una docena de años, empiezo la temporada en
Olivenza. Después voy a las Ferias de Valencia, Sevilla… En Madrid suelo ver,
aproximadamente, la mitad de las corridas en la plaza. La otra mitad las veo
por televisión. La segunda parte de la
temporada la comienzo en San Fermín,
donde llevo yendo 48 años. Después
continúo por Santander, Azpeitia, Bilbao,
San Sebastián; Logroño, donde siempre
acudí con mi amigo Mateo -Matthew Carney, gran corredor de encierros americano, ya fallecido- y acabo en Zaragoza.
Si estoy siguiendo a algún torero es
otra cosa, hay que ver más corridas, es
más difícil. Quiero decir con esto que a
lo largo de mi vida de aficionado he visto muchas corridas y, artísticamente, el
toreo, tal como yo lo entiendo, es lo que
yo vi en los años 60 y 70. Aquello fue una
segunda edad de plata, con treinta toreros buenísimos que podrían ser figuras hoy.
P | ¿Cuáles han sido sus toreros preferidos?
R | A mí me han gustado muchos tore-
26
”Antonio Ordóñez me
mostró que los toros,
además de provocación
y emoción por la
presencia de la muerte,
son un arte sublime”
ros. Ya he mencionado a Ordóñez. Paco
Camino fue un torero técnicamente
perfecto y un enorme estoqueador. También me gustaron mucho El Viti, Aparicio padre y Miguelín. Este último fue un
gran torero, quizá poco reconocido por
el gran público, que lo tachó de tremendista. Antonio Ordóñez me dijo de
él: “Ese sabe torear”.
En los años 80 no había mucho optimismo entre los aficionados. En aquella
época, en la que se daba más importancia al toro que al torero, yo me hice seguidor de Ruiz Miguel. Con él vimos
‘Murteiras’, ‘Miuras’, ‘Victorinos’… Pero
cuando reaparece Antoñete lo dejo todo
para seguirle. Antoñete ha sido muy importante en el toreo ya que con su regreso los más jóvenes pudieron ver
cómo se cita y se torea. Es la época de Ojeda, que está mucho en la cara del toro,
pero Antoñete le da distancia, como
Rincón en el 91. Cuando viene alguien
que me gusta como Antoñete, El Yiyo o
ahora José Tomás, lo dejo todo y le sigo.
El Yiyo, cuyo modelo fue Antoñete, me
encantó. Dio mucha distancia a los toros.
Citó de lejos desde la mitad de la plaza.
¡Qué cosa tan preciosa! Estuve convencido de que podía ser el torero del futuro desde que ganó El Zapato de Oro de Arnedo... ¡qué pena!
También, por amistad, seguí a Francisco
Rivera Ordóñez, como si fuera uno más de
la cuadrilla, cuando fue uno de los ‘Tres
Tenores’ junto a Joselito y Ponce. Aprendí mucho con Francisco y su cuadrilla. Un
año llegué a ver 80 corridas en las que toreó él. Fue una gran experiencia.
P | ¿Qué ha supuesto San Fermín en
su vida?
R | San Fermín ha sido importantísimo
para mí. Empecé a ir en el año 61 y, desde entonces, no falté nunca. Corrí todos
los encierros hasta el año 98 y aún corrí
un par de veces más en el 2000. En un homenaje que me dieron mis amigos en el
2005, Yolanda Barcina, alcaldesa de
Pamplona, me envió una carta en la que
me decía que Mateo y yo habíamos sido
un ejemplo de cómo se debe correr el en-
cierro, incluso para muchos pamplonicas. Atanasio, Tito Murillo y Mateo fueron quienes me enseñaron a correr. Me
gusta mucho Pamplona, pero nunca he
confundido las dos cosas. Ser aficionado
a los toros es distinto a ser corredor. De
hecho, a muchos corredores no les gustan los toros.
P | ¿Cuánta ilusión se necesita para
seguir disfrutando los toros?
R | No es tan distinto de cuando empecé
en los 60, tenemos cinco o seis figuras y
otros siete u ocho esperando. Creo que
2008 y 2009 van a ser temporadas claves, por Castella, por Perera, que es un
torero que me gusta mucho, pues es serio en la vida y en su toreo, ¿quién torea
tan largo? También, cuando veo un torero como Curro Díaz, que da gusto
verle torear, pienso que tenemos mucha suerte. Además, creo que los ganaderos han aprendido del público de Madrid que los aficionados no quieren ver
pequeños animales trotando por ahí,
que quieren algo más fiero con más
emoción.
”Madrid es el centro
del mundo de los
toros. Por eso vivo en
Madrid”
P | En este nuevo siglo, ¿qué papel
juega Madrid?
R | Madrid me gusta mucho. Las Ventas
es la plaza más seria de cuantas existen.
El público tiene días mejores y peores.
Hay que tener en cuenta que es cambiante. Algunos días los turistas ocupan
una parte importante de su aforo y no
siempre los aficionados más veteranos
pueden acudir a los festejos. Pero, aun
así, Madrid es el sitio que más exige a los
toreros. De vez en cuando es demasiado
duro y eso no me gusta tanto. Además,
veo cierto afán de protagonismo por su
parte y, bajo mi punto de vista, el aficionado debe ser anónimo. Pero hay un
momento que me sigue apasionando. Se
produce cuando suena el clarín, los toreros tocan madera y se disponen a salir
al ruedo. Es ese momento en el que todo
aún es posible: el éxito o el fracaso, que
es lo que asusta de verdad a los que se visten de luces en Las Ventas. En ese momento te das perfecta cuenta de que Madrid es el centro del mundo de los toros.
Por eso vivo en Madrid.
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TOREO A CABALLO
El Caballo Torero
Bajo el epígrafe “El Toreo a Caballo” iniciamos a partir de este número de la revista Taurodelta una nueva sección
cuyo objetivo será adentrarnos en el fascinante, pero al mismo tiempo desconocido, arte de torear a caballo. A lo
largo de la temporada nos acercaremos a sus protagonistas y conoceremos su evolución y cultura. Comenzaremos
con el caballo, ya que, de los tres protagonistas fundamentales que intervienen en este espectáculo -caballero, toro
y caballo- este último adquiere gran importancia. De su capacidad físico-técnica, aptitudes lidiadoras y creatividad, dependerá, en buena medida, la emoción, el nivel artístico y la importancia del triunfo que se consiga.
Texto: Juan Manuel Sánchez-Morate
Fotos: Alfredo Arévalo, Juan Pelegrín,
Alberto Simón y archivo de 6toros6
GENERALIDADES
El caballo torero necesariamente tiene
que ser atleta y artista. Atleta, porque además de contar con una sólida estructura
ósea, un poderoso sistema muscular, un potente aparato locomotor y correctos sistemas circulatorio y respiratorio, también es
imprescindible que sea fuerte, resistente,
con fondo, rápido y, cómo no, elástico. Artista, porque tendrá que llevar implícita
una especial sensibilidad. Disponer de
mucha intuición. Manifestar orgullo, sen-
timiento, pasión. Y ser muy creativo. Todos
estos requisitos, unidos a una correcta
doma y complementados con la elegancia
y pellizco que le imprima su personalidad,
serán los que lo conviertan en un caballo
diferente, distinto, excepcional. En definitiva, en una obra de arte viviente.
MORFOLOGÍA
Lo realmente importante del caballo torero no es su aspecto exterior. Sin embargo, cara al gran público, su exhuberancia,
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TOREO A CABALLO
plasticidad y espectacularidad sí que la tiene y, además en alto grado. Por lo tanto,
conservando los rasgos típicos de la raza
a la que pertenezca, lo ideal es que resulte proporcionado en sus formas y equilibrado en sus dimensiones, además de
compacto, dinámico y estético. La cabeza
presentará un tamaño apropiado al volumen global del cuerpo. Las orejas conviene
que sean más bien pequeñas que grandes,
rectas y con movilidad. Los ojos serán ligeramente grandes, bien separados, brillantes y expresivos. Las fosas nasales amplias y limpias, de modo que permitan una
buena respiración. Y la boca correctamente
configurada, debido entre otras razones a
que en ella se ubicará la embocadura. El
cuello debe ser de longitud media, es decir, ni corto ni largo. También es necesario
que no resulte excesivamente robusto. Y
que su inserción, tanto con la cabeza
como con el tronco, no se produzca de manera brusca, sino de manera progresiva. La
cruz es necesario que sea sólida, algo prominente y relativamente ancha para que
facilite la adaptación de la montura. El dorso, debido a que tiene que soportar el peso
del jinete, presentará una constitución de
longitud media, recto, musculado y algo
flexible. El lomo debe ser recto, carnoso,
ancho y elástico para facilitar cualquier
tipo de movimiento. La grupa amplia, ancha y redondeada. Respecto a las extre-
Monturas mixtas.
28
midades –de suma importancia para el caballo torero- es condición indispensable
que sean fuertes, resistentes, con tendones
enjutos y limpios. Rodillas anchas, planas,
con buena movilidad articular. Cañas mejor cortas que largas. Menudillos sólidos y
cuartillas flexibles. Y cascos de tamaño medio, sanos y duros.
PSICOLOGÍA
En el caballo torero el factor psicológico resulta determinante para su comportamiento. Está claro que el caballo es un
animal inteligente, pero bastante menos de
lo que se cree. Sin embargo, sí que tiene
buena memoria, es receptivo y sensible.
También capta con prontitud rasgos tan diferentes como afectividad, miedo o confianza. Y, asimismo, tiene una notable capacidad para aprender, aunque basada especialmente en la repetición.
Para jugarse la vida creando arte delante
de la cara del toro el caballo torero, como
miembro excepcional de su especie que es,
necesariamente tiene que estar dotado de
unos perfiles psicológicos especiales que le
permitan llevar a cabo su misión con
emoción, pero también con seguridad. Por
lo tanto, mentalmente debe ser fuerte y
equilibrado. En ningún caso tienen que
afectarle las dificultades. Debe ‘venirse arriba’ y ‘salir airoso’ de las situaciones comprometidas. Además, debe motivarse con
facilidad, afrontar con gusto los retos,
disfrutar ante el peligro; poseer un alto grado de autoestima y ser frío y calculador
unas veces y caliente y apasionado otras.
TÉCNICA, TÁCTICA
Y PERSONALIDAD
El buen caballo torero es aquél que -además de contar con una excelente condición
física, duende, pasión, carisma y creatividadtambién dispone de depurada técnica,
múltiples recursos tácticos y una acusada
personalidad. La técnica resulta imprescindible para dominar al toro, ahormar sus
embestidas, corregir sus defectos y dejarlo
en las mejores condiciones para, dependiendo de su comportamiento, lidiarlo y/o
torearlo. Debido a la variedad y complejidad
de contenidos, no es fácil para el caballo
aprender los ejercicios primero, y asimilarlos y ponerlos en práctica, después. Ahora bien, teniendo en cuenta la vital importancia que su dominio tiene para el correcto
desarrollo de la lidia, es fundamental que
ejecute correctamente una serie de ejercicios como: tranquear con franqueza, cadencia y ritmo; galopar a una y otra dirección, incurvarse con facilidad; retroceder
con habilidad mediante el paso atrás; realizar los ejercicios en dos pistas sin ningún
tipo de dificultad y parar y arrear. No menos importante es que sea capaz de llegar
a la reunión con prontitud y naturalidad.
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De esta manera conseguirá ir hacia el toro
de frente y despacio, cargar la suerte, lograr
embroques ajustados y salir del trance toreando lentamente y con elegancia.
Tan importante como el nivel técnico
son los recursos tácticos. Tanto es así,
que si un caballo dispone de un envidiable
nivel técnico, pero carece de recursos tácticos, difícilmente podrá torear con emoción y seguridad. En efecto, el caballo torero está obligado a intuir y captar con rapidez el comportamiento y reacciones del
toro. Además, tiene que conocer terrenos, querencias y cambios producidos durante la lidia. Y, cómo no, estar capacitado
para darle las vueltas necesarias y, en
consecuencia, dependiendo de su bravura
o mansedumbre, aplicar la estrategia adecuada para ejecutar las suertes con eficacia y brillantez.
La personalidad del caballo es la cualidad que le imprime una identidad propia
y lo distingue de los demás. Hay caballos
que se muestran con mucha seriedad y sobriedad delante de la cara del toro. Otros,
por el contrario, manifiestan orgullo,
arrogancia y pasión. Y, algunos, solemnidad y majestuosidad. En cualquier caso, lo
realmente significativo es que sea cual fuere su perfil, se gusten, se sientan y se rompan ante los toros.
Diego Ventura clavando una banderilla.
CULTURA ECUESTRE-TAURINA
REJÓN DE CASTIGO
MONTURA MIXTA
Se trata de un instrumento que comenzó a utilizarse a finales del S. XV. Después, a lo largo de
su dilatada historia, experimentó cambios sustanciales que afectaron tanto a su longitud y clase de madera utilizada para su asta; como al material, tamaño y forma de la cuchilla. Sin embargo, desde 1921, fecha en la que D. Antonio Cañero transformó el rejoneo en ‘Toreo a Caballo’
y lo adaptó a las necesidades de la lidia a caballo moderna, su configuración, prácticamente, no
ha cambiado.
En la actualidad, el rejón de castigo consta de
dos partes bien diferenciadas como son: asta de
madera y lanza o cuchilla. El Reglamento Taurino de 1996, en su Articulo 67.1, lo define de la
siguiente manera: “Los rejones de castigo serán
de un largo total de 1.60 m. y la lanza estará compuesta por un cubillo de 6 cm. de largo y 15 de
cuchilla de doble filo para novillos y 18 cm. para
los toros, con un ancho de hoja en ambos casos
de 25 mm. En la parte superior del cubillo llevará una cruceta de 6 cm. de largo y 7 cm. de diámetro en sentido contrario a la cuchilla del rejón”.
En lo concerniente al número de rejones de
castigo que se pueden colocar, el Reglamento Taurino de 1996, en su Artículo 88.5 dice: “Los rejoneadores no podrán clavar a cada res más de
tres rejones de castigo”.
La montura mixta aparece en el S. XVIII, concretamente durante el reinado de Carlos III
(1716-1788). Surgió como consecuencia de sus
famosas ordenanzas, y fue diseñada para que los
soldados de caballería se sujetaran mejor encima del caballo y, en consecuencia, evitar caídas,
accidentes, incluso, muertes. Desde el S. XVIII, obviamente, la montura mixta ha evolucionado en
su forma, tamaño y materiales, hasta convertirse en una montura funcional, ligera y flexible que
se adapta perfectamente a la anatomía del caballo. Además, permite un buen contacto entre caballero y caballo y permite mayor libertad de movimiento. Estas propiedades tienen una gran importancia técnica porque, además de ofrecer mayor seguridad al torero a caballo, también posibilita que se toree con mayor proximidad y
emoción.
En el Toreo a Caballo, la montura mixta comenzó a utilizarse en la década de los años 70.
Hoy, excepto Fermín Bohórquez –que continúa utilizando la tradicional montura vaquera– el resto
de los toreros a caballo emplean en todos los tercios de la lidia la montura mixta.
El peso de la montura mixta oscila entre
los 6 y 10 Kg. Los materiales que se utilizan para
su construcción son: fibra de vidrio, lona, cuero
y zalea.
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LIBROS
Por: José María Sotomayor
Los toros en la poesía
Los toros y la poesía, como otras artes, han
estado siempre íntimamente ligados. La lidia
de toros es una costumbre ancestral y ya en
las poesías de Anacreonte se habla del bello
animal: Naturaleza al toro / dos cuernos quiso darle. De esta relación del animal y el hombre con la poesía se han publicado muchos trabajos. Unos han sido antologías referidas a un
conjunto de autores y épocas. En otras, el grupo de poemas se debe a la pluma de un solo
autor. En ocasiones el protagonista ha sido un
torero. Dentro del primer grupo puede destacarse Los toros en la poesía castellana (Estudio y Antología), José María de Cossío (1931),
de la que hubo una edición facsímil en 1990
auspiciada por el Ministerio del Interior; Poesía hispánica del toro (Antología, siglos XIII al
XX), recopilación de Mariano Roldán, que vio la
luz en 1970; Poesía universal del toro, nueva
antología, a cargo también de Mariano Roldán,
en dos volúmenes aparecidos en 1990. Y, entre otras, El Siglo de Oro de la poesía taurina
(Antología de la poesía taurina), editada en
2003. De las antologías de un solo autor y dedicadas exclusivamente al mundo de los toros,
sobresale la de Gerardo Diego, La suerte o la
muerte (Poema del toreo) (1963), con una nueva edición en 1990; también las de Fernando
Villalón, ganadero y poeta, bajo los sugerentes
títulos de Andalucía la Baja, La Toriada y Romances del 800; en antologías poéticas de Rafael Alberti, Manuel Benítez Carrasco o Francisco Montero Galvache y otros, la poesía taurina tiene un lugar destacado. En el tercer agrupamiento, el de las antologías dedicadas a un
torero, como en el terreno de la biografías, cobra protagonismo indiscutible el califa cordobés Manolete. En 1997 el Ayuntamiento de Madrid editó A Manolete: poética reunida en el 50
aniversario de su muerte. Fue una edición no
venal en tirada muy limitada y la recopilación
la realizó Lucio de Sancho. En 2007, con motivo del noventa aniversario del nacimiento del
torero y el sesenta de su muerte, Fernando del
Arco dio a la imprenta otra antología: Parnaso Manoletista: 800 poemas dedicados a
Manolete.
A la primera de las categorías pertenece la
obra Antología de la poesía mexicana en los
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toros. Siglos XVI-XXI, de José Francisco Coello Ugalde. Es el autor de la recopilación un investigador de nacionalidad mexicana que nos
tiene acostumbrados a tener que calificar sus
trabajos de excelentes. Hace dos años nos
sorprendió con una antología de poesía taurina mexicana en tirada numerada, limitadísima, que sólo unos pocos amigos podemos
disfrutar. Es un estudio rico en todos sus aspectos. No sólo en lo que concierne a la colección de poemas seleccionados, también lo
es por la abundante aportación histórica y bibliográfica que complementa la obra. En la
presentación, el propio autor afirma que
“acontece siempre que en un trabajo de estas
magnitudes, quedan ignorados datos considerables, los cuales existen en documentos
sumamente curiosos que, por su condición
han desaparecido en diversas y misteriosas
circunstancias, o se hallan en el peor de los
olvidos”. Fue su intención, y cumplió su objetivo, rescatar el mayor número de evidencias
que, en un acomodo cronológico y una selección rigurosa, dan como resultado un trabajo
rico en valores. Su búsqueda se remonta a los
primeros años del siglo XVI y la extiende hasta
el año 2006. El cuerpo de la obra está repleto
de notas a pie de página, algunas extensísimas, que constituyen una aportación a la historia del toreo mexicano. La bibliografía
incluida enriquece aún más la obra. Es un trabajo también - como todos lo que conozco del
autor - muy riguroso, que nos acerca al conocimiento no sólo de la poesía taurina, sino al
de la esencia misma del toreo mexicano y sus
protagonistas.
Coello Ugalde, José Francisco. Antología de la poesía mexicana en los toros. Siglos XVI-XXI. Prólogo
de Lucía Rivadeneyra. Epílogo de Elia Domenzain.
México. Edición de autor, 2006. Rústica plastificada
con solapas. Cubiertas ilustradas. La superior con
un grabado de Rosa María Alfonseca Arredondo y
la inferior con una fotografía de Miguel Ángel Llamas. Octavo mayor apaisado. 775 págs. Impresión
en dos columnas. Con colofón. Tirada de 20 ejemplares nominados y numerados del 1 al 20, firmados y fechados por el autor. El ejemplar utilizado es
el número 13, de D. José María Sotomayor EspejoSaavedra.
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