marzo 04 • año i • número 1 revista de información de baluarte Paco de Lucía El itinerario de un genio Madama Butterfly Mirando el mar de Lindsay Kemp Todo es posible con La Cubana Arcadi Volodos Las manos del dibujante programación marzo-junio 2004 Queridos amigos REVISTA DE INFORMACIÓN DE BALUARTE Nº 1 MARZO 2004 PUBLICACIÓN GRATUITA TIRADA: 10.000 EJEMP. DIRECCIÓN DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN DE BALUARTE COORDINADOR DE REDACCIÓN ROBERTO VALENCIA TRADUCCIÓN AL EUSKERA CRISTINA BERASAIN DISEÑO, MAQUETACIÓN Y COORDINACIÓN EDITORIAL KEN FOTOGRAFÍA IÑAKI ZALDUA ILUSTRACIONES FERNANDO PAGOLA CÉSAR OROZ PUBLICIDAD IÑIGO MINONDO (T 609 407 418) A la hora en que esta revista nace, BALUARTE cumple cuatro largos meses de vida. El tiempo de los primeros pasos ha sido intenso, repleto de acontecimientos. Cerca de doscientas mil personas han pasado por un edificio que, poco a poco, va perdiendo la cara de novato y se va construyendo por dentro a base de ritmos, voces y pisadas. Conscientes de que hay mucha vida circulando tras estas paredes de granito, hemos querido contarla. Son numerosos los amigos y clientes de BALUARTE que quieren tener información periódica, especialmente de nuestras actividades culturales. Con este objetivo nace BALUARTE EN VIVO, una revista que aparecerá cuatro veces al año para ampliar la información de los eventos más interesantes que ocurran en BALUARTE, con especial atención a la programación de la Fundación Baluarte. Hablaremos del pasado: detendremos la mirada en el instante más bello de un espectáculo y seremos espías de la vida que pasa entre bastidores. Finalmente, nos interesaremos por los espectáculos que vendrán, ofreciendo información que ayude a su comprensión y disfrute. Desde BALUARTE, queremos agradecer a la Fundación Baluarte y a todas las firmas comerciales su presencia en estas páginas, ya que hacen posible que esta publicación esté ahora en sus manos. Queremos también destacar el trabajo de las personas que han puesto profesionalidad, ilusión y una buena dosis de cariño en la puesta en marcha de BALUARTE EN VIVO. Que ustedes la disfruten RECEPCIÓN Y CENTRALITA t 948 066 066 General Chinchilla (puerta C) Horario de atención: de lunes a viernes de 8:30 a 19:30 TAQUILLA t 948 066 060 Plaza del Baluarte Horario: de lunes a sábado de 11 a 14 de 17 a 20 hrs. Festivos en horario de tarde si hay espectáculo CAFETERÍA Y RESTAURANTE t 948 066 050 Acceso por Avenida del Ejército y Plaza del Baluarte. T.O.S. mar-jun-04 Programación Bellini Teatro Zuzenean Volodos Arcadi baluarte Cubana La Butterfly de Lucía Rossini Baluarte de Baluarte Aldizkari hau argitara ematen denean, BALUARTEk lau hilabeteko ibilbidea egina izango du. Aurreneko pausoak sendoak izan dira: emanaldi ugari izan dira ikusgai eta dagoeneko 200.000 pertsona izan dira gurean. Pixkanaka-pixkanaka hasiberriaren itxura galtzen ari da, eta, urrats, erritmo eta ahotsen babesean, barne-barnetik zutitzen ari den eraikina da. Granitozko pareta hauen atzean istorio ugari dago eta hauek zuengana iristea nahi izan dugu orain. Asko dira aldiro gure ekitaldien berri jaso nahi duten BALUARTEko lagunak eta bezeroak. Xede horrekin jaio da BALUARTE EN VIVO, gurean izango diren ikuskizun nagusien informazio zehatza helarazteko urtean lau alditan argitaratuko den aldizkaria, alegia. Bertan, arreta berezia eskainiko diogu Baluarte Fundazioaren egitarauari. Iraganaz mintzatuko gara, emanaldiaren une gorenaren edertasunean pausatuko dugu begirada eta tranpaldoaren atzean izkutatzen den munduaren lekuko izango gara. Finean, ikuskizunak bere sakontasunean ulertu eta hauetaz erabat gozatu ahal izateko oinarrizkoa den informazioa helaraziko dugu. BALUARTEtik gure eskerrak eman nahi dizkiogu Baluarte Fundazioari eta orrialde hauetan izena jarri nahi izan duten enpresa guztiei; izan ere, aldizkari hau zuengana helarazteko aukera eskaini dute horrela. Halaber, argitalpen hau martxan jartzeko ilusioz, maitasunez eta profesionaltasunez ari den lan taldearen ahalegina goraipatu nahi dugu. Goza dezazuela EL BIS: Madama Paco Gioacchino El álbum JULIO BOCCA Y BALLET ARGENTINO Entrevista a PORTADA 4 8 10 14 16 20 22 26 28 30 32 34 Se inauguró PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE LOS ELEMENTOS GRÁFICOS DE ESTA PUBLICACIÓN. SE PERMITE LA DIFUSIÓN DE LOS TEXTOS CITANDO PROCEDENCIA. Adiskide maitea BALUARTE ES UN EDIFICIO PROMOVIDO POR EL GOBIERNO DE NAVARRA 5 u m 4 r 1 o BALUARTE Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Julio Bocca EDITA baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra 04.05 | marzo 2004 Después de una larga espera... (foto 1) Tras cuatro años de obras comenzaron los actos de inauguración con “El Ritual de la Cuenta Atrás”. (2) El ex-ciclista Miguel Indurain asistió los prolegómenos organizados por (3) el grupo Els Comediants. (4) El arquitecto del edificio, Patxi Mangado, acompañó a María Bayo. (5, 6 y 7) Fueron noches mágicas disfrutadas por el público infantil. (8) El 30 de octubre, el director de Baluarte, Carlos Luri, recibió a la infanta Elena y a don Jaime de Marichalar. (9) Patxi Mangado mostró las dependencias de Baluarte a los duques de Lugo, que fueron acompañados, entre otras personalidades, por el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, el presidente del Parlamento de Navarra, Rafael Gurrea, el Consejero Navarro de Cultura, Juan Ramón Corpas, y la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina. (10) Tras el discurso del Presidente de Navarra, Miguel Sanz , (11) la infanta descorrió la placa conmemorativa en la que se puede leer: “Su Alteza Real la Infanta doña Elena inauguró Baluarte Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra el 30 de octubre de 2003”. (12) Posteriormente, firmó en el Libro de Honor, a lo que siguió el almuerzo que estrenó el restaurante de Baluarte (13). se escuchó música en la Sala Principal 1 2 1 4 4 5 3 7 8 6 7 11 8 9 13 10 11 12 13 (1, 2 y 3) Los medios de comunicación aguardaban la llegada de los duques de Lugo. El evento fue transmitido en directo por RTVE y Radio Clásica de RNE. (4) Los músicos calentaban sus intrumentos. (5) María Bayo se concentraba antes del inicio del recital. (6) A las 19 horas se inició el concierto. La Orquesta Pablo Sarasate y el Orfeón Pamplonés pusieron la música en una velada en la que se pudo escuchar la Obertura Baluarte, compuesta por Vicent Egea para la ocasión. (7) María Bayo, (8) Iñaki Fresán y la violinista Yuka Tsuboi obsequiaron a los asistentes con una muestra de sus voces y su ejecución. (9) Al final del concierto saludaron al público. (10) Miguel Sanz charló con el director musical del acto, Ernest Martínez-Izquierdo. Por su parte, Iñaki Fresán y María Bayo departieron con los duques de Lugo, en presencia de Juan Ramón Corpas, la presidenta del Orfeón Pamplonés, Mercedes Irujo, y su director, Alfonso Huarte. (11) Ernest MartínezIzquierdo y Yuka Tsuboi. (12) Después, en el vestíbulo, se sirvió un cóctel al que acudieron 1.500 personas del ámbito político, cultural y empresarial. (13) Detalle de la partitura inaugural. 2 3 5 6 9 12 10 baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra Danzar contra el frío Los miembros de la compañía The Irish International Dance Company fueron los primeros artistas extranjeros en actuar en Baluarte. Protagonizaron un espectáculo de danza popular irlandesa, a la que añadieron otros pasos como el tango o la salsa. Lo que llamó la atención fue la cantidad de vestuario empleado por la compañía. Hubo hasta diez cambios globales de ropa de todo el personal, llegando algunos bailarines a cambiarse hasta veinticuatro veces. Los hombros (laterales del escenario) y la chácena (fondo de escena) oficiaron de camerino improvisado donde los bailarines, ocultos a la mirada del público, efectuaban la muda con gran rapidez. Por su parte, la actuación de la Compañía Nacional de Danza dirigida por Nacho Duato ofreció en noviembre el primer evento con videoproyección. En esta ocasión, el número de técnicos de Baluarte que asistieron a los integrantes de la compañía en los hombros del escenario, era el mismo que el de bailarines: 15 miembros por cada equipo EL BALUARTE EN CIFRAS hasta el 29/02/04 Asistencia a actos culturales: 76.450 espectadores. Asistencia a exposiciones: 45.291 visitantes. Asistencia a ferias, congresos y similares: 74.771 visitantes. Asistencia total a Baluarte: 198.908 visitantes. Concierto más sonoro: Mayumana, con 120 dB. Concierto menos sonoro: el del pianista Nikolai Demidenko, con 80 dB. Espectáculo más poblado: Ópera Marina, 80 actores y 60 músicos en escena. El concierto más poblado: Concierto inaugural, con 200 músicos en escena. Concierto más íntimo: el de Nikolai Demidenko, un solo intérprete en escena. 06.07 | marzo 2004 El espectáculo con más saludos: Oliver, musical infantil. Los actores salieron a saludar 10 veces. El espectáculo con más dificultades de montaje: The Spirit of the Dance. Exigió la instalación de 250 focos en un escenario de 14 x 8 m. Bebo Valdés inauguró el piano de Baluarte, un Steinway & Sons modelo D-274. El instrumento fue adquirido en la Casa Steinway de Hamburgo. Al músico cubano le correspondió ser el primero en firmar en el Libro de Honor del Piano. Escribió: “Para el Auditorio de Pamplona yo, Bebo Valdés, hoy, 31/10/03, tuve el grande honor de haber tocado el lindísimo piano de cola del local. Y también el doble honor y placer de haber sido el primer pianista que lo tocó. De lo cual me siento orgullosísimo. Él es super bueno en todos sus registros, los bajos divino y los agudos son como gotas de agua. Y espero que tienen un piano para muchas generaciones. Lo único que digo que me gustaría que en nuestros conciertos encontrara un piano como ustedes tienen. Dios les bendiga, Bebo Valdés” La primera nota Mayumana nos visitó la segunda semana de diciembre. El grupo israelí ofreció cuatro funciones en las que deleitó con un espectáculo ideado a partir de originales percusiones. Los diez artistas utilizaron todo tipo de elementos “no musicales” como blanco para sus golpes rítmicos, desde bidones de basura hasta aletas de buceo. Los más curiosos fueron las latas de aceite de 5 litros de una conocida marca cordobesa. El camión del grupo transportaba palets con 100 latas de aceite vacías, rotuladas en hebreo y árabe. El itinerario seguido por los recipientes de hojalata resulta peculiar: el aceite se exportó a Israel para su utilización culinaria. Posteriormente, las latas se reciclaron para servir como “instrumentos” de percusión, regresando a nuestro país, ya con un valor artístico añadido. Eso sí, las latas terminan en un contenedor tras el espectáculo: las abolladuras causadas por los golpes acaban por hacerlas inservibles Latas de aceite Cristina Hoyos ha sido la artista que ha empleado una escenografía más austera. Una camioneta transportó su vestuario y el atrezzo, que constaba únicamente de una mecedora, una cortina americana, una guirnalda con luces y unos cubos. Este minimalismo escénico también se extendía al personal asistente. El marido de Cristina era el jefe de escenario, coordinando su labor con los técnicos de Baluarte, en la función ofrecida el 7 de diciembre. Además, también manipulaba la cortina americana y hacía un papel de extra en la representación. Esta escasez de medios no fue óbice para que la crítica destacara la calidad del espectáculo. “Cristina Hoyos, una de las grandes de las tres últimas décadas, demostró que el arte y la capacidad de transmisión no son exclusivas de un talle juncal y de la pujanza juvenil”, escribió Fernando Pérez Ollo en Diario de Navarra. A veces, menos es más La furgoneta 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Cómo se monta una pista de hielo en 24 horas Cada espectáculo requiere su propio proceso de montaje. Son los técnicos de Baluarte, en colaboración con las compañías, quienes se encargan de realizar un trabajo que se desarrolla a espaldas del espectador. El 30 de noviembre de 2003, actuó en la Sala Principal el Ballet Clásico sobre Hielo de San Petersburgo. Aunque el evento presentaba una escenografía sencilla, la instalación de la pista de hielo sobre el escenario precisó la organización de un dispositivo especial. Fue necesario montar una piscina, que se llenó durante la noche anterior a la función. Después, se procedió a helar el agua, lo que se consiguió con un circuito químico previamente instalado debajo de la misma. La acción de la química fue ayudada con el reparto en la piscina de varios sacos de hielo. El posterior alisado de la superficie helada aseguró una superficie pulida sobre la que los bailarines ejecutaron una función que mezcla patinaje artístico con danza clásica. La instalación del juego de luces se realizó una vez que la pista se encontraba terminada. Como los focos estaban encima, hubo que extremar las precauciones para trabajar sobre una superficie tan resbaladiza. Tras el espectáculo, el trabajo de desmontaje volvió a ser arduo. De noche, una docena de operarios se encargó de picar el hielo durante 6 horas, así como de retirarlo en contenedores expresamente alquilados para la ocasión 1. Primero se desplegó una capa de aislante sobre el escenario. 2-3. A continuación se montó una estructura de tablones de poliuretano. 4-5. Con el fin de asegurar la completa impermeabilidad de la piscina, se colocaron dos capas de material plástico. 6-7-8. Una vez montada la bañera, se instaló el sistema de refrigeración del agua. 9-10. Por problemas técnicos en la desinstalación de la pista en otra ciudad, se dispuso de menos tiempo. Por ello, para conseguir helar a tiempo toda la piscina, se optó por rellenarla con hielo y agua. 11. Una vez repartido el hielo, se inció el llenado de agua. 12. Tras una noche con el grifo abierto, se procedió al alisado de la superficie de hielo. 13. La pista estaba lista para el espectáculo. 14. Los patinadores danzan ante el público. 15. Terminó la función, pero no el trabajo. Al picado del hielo, le siguió la retirada del sistema de refigeración para dejar el escenario listo para otro espectáculo. 08.09 | marzo 2004 baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra entrevista a Julio Bocca Tres para los 40 El bailarín argentino recordaba haber visitado ya Pamplona. “Fue en el 90 o el 92. Creo que actuamos para una universidad, en un pabellón o algo así. El público respondió maravillosamente. Me sorprende no haber vuelto hasta ahora”. Con la nieve cayendo sobre Navarra, Julio Bocca rememoraba el paisaje argentino de Ushuaia, el pueblo más austral del globo terrestre, en el que bailó en 1999 en los actos de despedida del milenio. “De todos modos, trato de armar mis giras en verano”, puntualizó. Su curriculum incluye, entre otros galardones, la Medalla de Oro en el concurso del Ballet de Moscú en 1985, y la consideración de mejor intérprete de 1987 por The New York Times. A un artista con su bagaje, ¿le resulta difícil motivarse para seguir adelante? Aunque he trabajado mucho, con constancia y disciplina, considero que he tenido suerte. Lo más importante es que hago lo que me gusta, y lo disfruto. Son veintidós años de carrera y, por supuesto, pesan los entrenamientos, pero siempre trato de hacer cosas diferentes. Este año tenemos cuatro producciones nuevas con el Ballet Argentino. Por suerte, la gente sigue viniendo a las representaciones, lo que supone un incentivo para subir al escenario. Pero usted también realiza otras actividades. En 1990 fundamos el Ballet Argentino. También tenemos una Escuela de Comedia Musical y de Danza, donde damos clase a 500 alumnos, y una Fundación que promueve que los chicos del interior de Argentina vengan a estudiar a Buenos Aires con los gastos pagados. Por otra parte, damos becas para que puedan estudiar en Nueva York. Ahora, con mi socio, hemos salvado el teatro Maipo de Buenos Aires, un salón de 1908 que iban a convertirlo en garaje. En este teatro estrenó obras Gardel y actuaron las grandes figuras de music-hall. Ahora soy el director artístico, y lo que hacemos es dejar que grupos independientes representen allí sus funciones. Digamos que me he procurado una serie de actividades para seguir en lo mío cuando me retire. ¿Está cerca ese momento? En marzo cumplo 37 años, y tengo decidido retirarme a los 40. Ahora estoy cerrando puertas. En 2003 hice mi última función de Romeo y Julieta con el American Ballet, después de haberla bailado durante 17 años. Este año, tras la gira por EEUU, me despediré también del Bolshoi. Me voy mentalizando, aunque va a ser muy difícil. ¿Cuál será la última función? La que el cuerpo aguante. Me gustaría hacer Gisèle, que no es demasiado exigente para el protagonista masculino. También tengo pensado hacer algo con el American Ballet. Me gustaría bailar por última vez en Buenos Aires, en una función al aire libre como la que hice en el 1986 en la Avenida 9 de Julio, a la que vinieron 100.000 personas. Ya veremos. ¿Cuál es su visión sobre el estado de la danza en España? Siempre dije que en España hay talento para la danza. Hay muchas figuras españolas por todo el mundo. No quiero criticar, pero sorprende que un país con dos grandes teatros como el Real de Madrid y el Liceo de Barcelona, no tenga una compañía clásica que lo represente. Por ejemplo, en el American Ballet hay por lo menos 5 o 6 bailarines españoles. Resulta más sorprendente porque a la gente le gusta el ballet. De hecho, las salas se llenan. Me da mucha lástima no haber hecho nunca una obra completa con el Ballet Argentino en España, una función entera de Don Quijote, o de Romeo y Julieta, por ejemplo baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra El Álbum 1 12 3 13 4 2 14 5 15 16 8 6 7 10.11 | marzo 2004 19 17 20 9 10 11 18 1-2. The Irish International Dance Company en su espectáculo The Spirit of the Dance. 3. Bebo Valdés acompaña el cante de Diego el Cigala. 4. The Royal Philharmonic Orchestra nos visitó el 7 de noviembre. 5. El pianista Andreas Haefliger. 6-7-8. Dos momentos de recogimiento de la Compañía Nacional de Danza. En medio, Nacho Duato posa en los pasillos del edificio. 9. El Ballet Clásico sobre hielo de San Petersburgo. 10-11. El Cascanueces imita una lámina de Degas. 12-13. Austeridad y minería a cargo del ballet de Cristina Hoyos. 14. La gran bailarina nos dedicó su sonrisa más sincera. 15-16-17-18. Mayumana se sirven de cubos de basura y de aletas de buceo para generar ritmo. 19-20. En Navidad, el musical Oliver convocó a los más pequeños. 21-22. Decorados de Óscar Tusquets para la representación teatral La Tienda de la Esquina. 23-24. María Bayo y Christophe Rousset al frente de Les Talens Lyriques. 25. Angela Spivey. 26. Apoteosis final en el musical rock En Nombre de la Infanta Carlotta. 21 22 23 24 25 26 baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra 1 2 5 4 3 7 6 12.13 | marzo 2004 9 10 11 8 1. Isabel Rey y la Orquesta de Cadaqués. 2. Sir Neville Marriner firma en el Libro de Honor de Baluarte. 3-5. Sobre el suelo del escenario principal, los tuaregs del desierto del grupo Tartir. 4-6-7. Color y agilidad a cargo de los Tambores de Burundi. 8. Un primer plano de Kurt Masur. 9. La London Philharmonic Orchestra en plena faena. 10. El tango sentado de Julio Bocca: sensualidad y aplomo. 11. El bailarín argentino convocó las olas. baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra Un año de reposo por cada composición lírica. El cliente tiene razón Rossini: el último barroco Todavía resuenan en nuestros oídos los acordes de L’occasione fa il ladro, ópera bufa de Rossini que narra cómo el aventurero Parmione usurpa la identidad del conde Alberto y se presenta ante la prometida de éste, aprovechando que ella aún no le conoce. No nos resignamos a que los eventos terminen con la caída del telón. Creemos que la divulgación de sus aspectos colindantes fortalece el recuerdo que dejan en el espectador. Ojalá que la lectura del siguiente texto redunde en el disfrute del lector. Revela las claves biográficas de un genio que hacía cantar a sus amantes para inspirarse. S 14.15 | marzo 2004 on numerosas las anécdotas de Rossini. Como es habitual en los genios, el compositor de Pésaro poseía un carácter singular, dominado por rasgos extremos. Apelado el “Señor Estrépito”, era célebre por su fanfarronería, su ambición y su jocosidad. En 1813, el empresario-director del teatro de San Marco se encontraba molesto con él porque se había comprometido a estrenar una obra con un teatro rival, así que le dio un libreto nefasto para que construyera con él una ópera. Obligado por contrato, Rossini cumplió el encargo, pero, en venganza, entregó la partitura de Il signor Bruschino repleto de disonancias: en los pasajes en los que el argumento reclamaba una música tierna, colocó sones que evocaban cólera, las frases burlescas de los actores las acompañó de sones fúnebres, y así con todo el tratamiento musical. En el estreno cundió el caos: los que se encontraban avisados de aquella trapacería, rieron hasta la extenuación con una representación disparatada; el resto protestó con vehemencia. Otro suceso curioso lo protagonizó cuando el ejército austríaco tomó Bolonia dos años después, y Rossini se negó a huir de la ciudad. A los días, se presentó en el cuartel austríaco y se comprometió a componer un himno para el emperador Francisco I de Austria. La sorpresa de los militares debió resultar mayúscula cuando descubrieron que lo que el compositor había entregado antes de darse a la fuga, era el himno a la independencia de Italia escrito por él sólo unos meses antes. Cronología del frenesí Bromista, juguetón, colérico. Con este racimo de cualidades, no sor- prende que Gioacchino Rossini haya pasado a la historia de la música como el maestro de la ópera bufa, esa comedia grotesca sin afán de trascendencia opuesta a la ópera seria. El estudioso Frédéric Vitoux explica la diferencia entre ambas variantes del teatro lírico: “A la ópera seria, es decir, a la tragedia de un hombre que desafía a los dioses o al destino y que terminará siendo aplastado por ellos, responde la ópera bufa, historia divertida de un personaje que se ríe del mundo, de los prejuicios y del poder, que se hace subversivamente cons- ciente y triunfa burlándose de todos los obstáculos”. Durante el s. XIX, Italia vivió el auge de la ópera. En todas las ciudades proliferaban cantantes, compositores o empresarios ávidos de nuevas representaciones. Este esplendor, unido a su talento, propició que la fama de Rossini prendiera rápidamente. Puede decirse que vivió una existencia similar a la de los futbolistas de nuestros días: quemó sus etapas vitales con una velocidad que le agotó tempranamente. A los doce años, compuso sus primeras piezas para violines, violonchelo y contrabajo, las Seis sonatas a quattro. A los dieciocho, sin terminar los estudios de música, estrenó su primera ópera bufa en uno de los teatros más importantes de Italia, el San Moisés de Venecia. A los veinte, se convirtió en un músico veterano, al responsabilizarse en la misma temporada de representaciones en Milán y Venecia, así como sufrir la censura en la obra L’equivoco stravagante, donde un amante desafortunado hace creer a su rival que su amada es un eunuco travestido. A los treinta y cinco, se convirtió en rentista gracias a sus ganancias, llegando a adoptar la plácida condición de jubilado bonachón a los treinta y nueve años. A una juventud repleta de viajes, encargos y estrenos que le valieron la unánime consideración de “mejor compositor del mundo”, le siguió un prolongado silencio en el que el genio de Pésaro únicamente produjo piezas breves de uso privado. Su biografía delata una curiosa simetría: escribió 40 óperas, y descansó los posteriores cuarenta años, hasta su óbito en 1868. Su retiro ha llamado la atención de los estudiosos, que consideran una suerte de enigma que el más cotizado compositor italiano de su época imprimiera este parón a su carrera. Aunque las causas que lo explican deben rastrearse en sus coordenadas biográficas, parece que el agotamiento se debió a varios factores: un carácter perezoso, el miedo al fracaso, su ociosidad y, sobre todo, el desgaste que le ocasionó el trabajo en París, donde renunció al estilo bufo en favor de la ópera seria. Antes de emprender el traslado a Francia, Beethoven le había aconsejado no doblegarse a las exigencias de empresarios y público. “¿Es usted el autor del Barbieri de Siviglia?”, suspiró el alemán al verle entrar en su cuartucho de Viena. “Le felicito; es una excelente ópera bufa. La leí con gran placer. Mientras exista la ópera italiana, se la representará. No intente hacer más que óperas bufas; sería desafiar al destino querer triunfar en otro género”. Tenía treinta años cuando, tras triunfar en Italia, Rossini se mudó a París. En el país galo recibió el encargo de dirigir el Teatro Italiano, e inició la segunda época de su producción, más corta que la primera, en la que se olvidó definitivamente del género bufo en favor de las óperas serias. Fue una transición forzada en la que tornó la ironía por la grandilocuencia. Llegó a ser nombrado Primer Compositor del Rey e Inspector general del Canto en Francia. Pero, aunque su fama no dejó de crecer, es en este momento cuando a Rossini le abandona ese componente hedonístico con que había enfocado sus anteriores –y estresantes– años. Aquel genio irreverente se había convertido en un autor trascendente, al precio de dejar de divertirse con la música. Sufrió crisis nerviosas e hipocondría, y se separó de su mujer, la española Isabella Colbran, para casarse con Olympia Pélissier, quien se convirtió en su protectora inseparable. Pero lo más importante es que decidió apartarse de la escena pública para no hacer casi nada. Engordó, rentabilizó su patrimonio, y dedicó sus energías a la gastronomía y a las relaciones sociales. Paralelamente, el público le olvidó conforme sus óperas dejaron de representarse. El solomillo Seguramente, aun hoy habrá quien lamente los cuarenta años de talento desperdiciado en comedores y cafés. La retirada de Rossini deja abierto el interrogante de qué hubiera pasado si hubiera mantenido esa inspiración y energía que sólo le acompañó en su juventud. A la hora de efectuar un balance artístico, los críticos señalan que marcó una época. Según Frédéric Vitoux, “con Rossini termina la grande y suntuosa tradición de la ópera barroca del siglo XVIII”. El de Pésaro fue, además, el único compositor que supo conciliar humor y drama, uno que igual que provocaba la carcajada en la platea, la hacía retemblar con la magia de sus composiciones. Por si fuera poco, dejó una obra abundante que da para muchas representaciones. No seamos, pues, demasiado exigentes con su tiempo de ocio: si nuestro hombre lo administró con un notorio desequilibrio, es una cuestión que sólo le atañía a él. Una última curiosidad. Francia, que reserva nombres de platos a creadores ilustres, recuerda aún a este ocioso que canjeó la fama por la buena vida. La ambivalencia se mantiene: el mismo nombre que en un auditorio es sinónimo de ópera bufa, en un restaurante denomina un solomillo de buey cubierto de foie-gras. La fama del gran vividor resuena en los conservatorios y en los fogones franceses Ilustraciones: fernando Pagola Infancia de un maestro El hambre y la falta de reconocimiento: he aquí las bichas con las que lidian los músicos flamencos. Es posible que la carrera trazada por Paco de Lucía durante cuarenta años haya contribuido, más que ninguna otra cosa, a la difusión de una música popular que necesita figuras emblemáticas para dejar de ser mirada por encima del hombro por las artes cultas. A diferencia de la enseñanza clásica, el flamenco no ha subsistido encriptado en los pentagramas. Pateado en tascas, sollozado al alba en gargantas aguardento- Dos talentos y un objetivo Paco compuso bandas sonoras y tocó para diversos cantaores en sus primeras giras. La Revista, El Mundo, diciembre 1993 sas, el flamenco ha conformado el alimento emocional de una población enquistada en la pasión, la miseria y el apartamiento. De ahí la importancia de que Paco de Lucía desde la cima reclame respeto para unas sonoridades marginales que, de su mano, convocan el interés del público en auditorios de todo el mundo. Y de ahí, también, que a la orgullosa reivindicación de sus señas de identidad se añada esa tensión callada que en él convive con su portentoso talento. “Siempre he tenido rabia” declaró en la revista La Caña, “la mía me viene de niño, cuando en el mundo del flamenco y mucho más fuera de él, y sobre todo dentro de la guitarra clásica, a los guitarristas flamencos se les trataba con absoluto desprecio. Eso es lo que me ha movido a tocar con la velocidad con la que toco. Y eso, la velocidad, no se estudia porque es la forma de luchar contra la inseguridad y el miedo”. Ha sido la emoción transmitida por su arte así como la apertura de nuevos caminos estilísticos, lo que le ha proporcionado la gloria a este músico que venía figura desde pequeño. El joven Paco comenzó a tocar por imperativo paterno. Antonio Sánchez Pecino sometió a sus hijos a un esforzado aprendizaje, creyendo que la música les ayudaría a ganarse los garbanzos. Al principio, Paco marcaba con las palmas el ritmo al padre en los ensayos de éste. “Incluso antes de tocar la guitarra”, declaró una vez a la revista Jaleo, “yo conocía todos los ritmos –soleá, bulería,...–, y le podía decir a mi padre: ‘esa falseta está fuera de compás’. Y mi padre decía: ‘¿Qué? ¡Mierda!’, y me ponía a hacer el compás sobre la mesa, y comprobábamos que era cierto”. Después agarró por sí mismo el instrumento, formó el dúo “Los chiquitos de Algeciras” con su hermano cantaor Pepe, y maravilló con una destreza precoz que le permitió, a la edad de quince años, dar su primera gira por EE UU, acompañando a otros músicos. “Necesito saber en cada disco que me estoy jugando la vida. Y no es cuestión de dolores de espalda. Es una lucha contra el tiempo, la edad, la falta de energía, de estímulo”. Si Paco de Lucía no hubiera existido, el flamenco seguiría confinado en locales de parranda, maltratado por adinerados y reducido al disfrute personal de unos pocos privilegiados. O quizás habría sido arrinconado definitivamente por las discotecas de lujo. Desde luego, la figura de Camarón sería menos poderosa, y a la guitarra flamenca no se le consideraría un lenguaje musical de altura. Paco de Lucía: duelo por una guitarra rota Paco de Lucía. 15 de mayo a las 20 h 16.17 | marzo 2004 C ada nota que Paco de Lucía ha pulsado quizás constituye una pugna por borrar uno de los peores recuerdos de su infancia: el de la madrugada en que vio a su padre entrar en casa con la guitarra rota. Antonio Sánchez Pecino, progenitor estricto y figura ineludible en el itinerario del maestro, alternaba las faenas del campo con la de músico a sueldo en las juergas de Algeciras. Aquellas reuniones colmadas de alcohol, mujeres y tocaores que sonorizaban la parranda, constituían el capricho de los adinerados. En la de aquella noche, un señorito ebrio privó al padre de Paco de su herramienta de trabajo, al propinarle un puntapié a su guitarra. Ese día, Paco se dio cuenta de que el hambre permitía la subsistencia del flamenco en las juergas, pero también estrangulaba su dignidad artística, al someterlo a los antojos señoriales. Pasado el tiempo, cuando ya se había labrado el reconocimiento internacional, Paco renunció a tocar en Sevilla el día de la Hispanidad de 1989 en un festival titulado “Soñadores de España”. La razón es que su nombre salía empequeñecido en el cartel anunciatorio, frente a los de Julio Iglesias y Plácido Domingo. El gesto fue percibido como una muestra de arrogancia, pero el guitarrista matizó el desplante. “Esto me llenó de rabia”, declaró, “no porque supusiera un desprecio hacia mi persona, sino porque era un desprecio al flamenco”. 18.19 | marzo 2004 Pero el acontecimiento más importante de su carrera lo conforma la irrupción de Camarón de la Isla. Como corresponde a toda mitología, existen distintas versiones del encuentro en Madrid, años 60, pero lo que importa ahora es que ambos se intuyeron complementarios desde el principio. Paco quedó admirado por la garganta de Camarón, que no desafinaba ni en los gemidos más prolongados, pero también vio que su apertura de miras resultaba ideal para redibujar los cimientos de una música enclaustrada en sus propios prejuicios. Se habían juntado dos monstruos en estado puro, dos visionarios con una intención muy precisa: ensanchar los márgenes del flamenco sin traicionar la fidelidad a sus raíces. Un complicado ejercicio de acrobacia, como se ve. Giras, piques, grabaciones, hallazgos estilísticos, madrugadas compartiendo el duende, que Paco recuerda con nostalgia: “Fueron meses juntos en el mismo cuarto. Ha sido la época más bonita de mi vida como artista, porque estábamos tocando y cantando a todas horas, noches enteras inventando cosas. Era creativo y estimulante”. Sin embargo, los diez discos que Paco de Lucía grabó con Camarón tuvieron que sufrir la reticencia de los puristas del género, que se resistían a aceptar que el flamenco, ese orgullo del Sur, había dejado de pertenecer a los arqueólogos para convertirse en un arte palpitante. Poco importaba. Sólo era cuestión de dejar pasar el tiempo. Nacho Sáenz de Tejada explica algunas de las aportaciones del dúo: “Guitarrista y cantaor. Cerebro e intuición. El siglo y el segundo. Paco de Lucía renovó el toque flamenco al poner boca abajo las estructuras tradicionales de la soleá y la seguiriya; del tiento y del tango; de la alegría, de la bulería. Su mano izquierda ya no está pegada a la cejilla; recorría todo el mástil. El pulgar de la mano derecha no era el único protagonista del toque; el virtuosismo del arpegio y del picado necesitaba todos los dedos. Las armonías de los palos flamencos se multiplicaron por cien y sus falsetas asombraron a los músicos de jazz más reconocidos. Era justo lo que necesitaba Camarón para crear un cante único, de melismas desconocidos, una nueva jondura”. Los problemas llegaron en la hora de la muerte del genial cantaor. Dicen que influenciado por su entorno profesional y derrumbado por el cáncer, Camarón reclamó en televisión parte de los derechos de autor de las piezas que Paco de Lucía había compuesto con su ayuda y firmado con su nombre. La confusión llegó a impedir la despedida final de los dos amigos, no así que Paco llevara sobre sus hombros el féretro de su amigo hasta la sepultura. El rumor, las acusaciones y el desánimo causado por la pérdida, provocaron en Paco un estado de confusión que le apartó de la guitarra durante más de un año. Fueron demasiados acontecimientos para su carácter introvertido. Demasiadas miserias obstaculizando el recorrido del creador. Aunque, en rigor, debe decirse que no era la primera vez que se alzaba el dedo acusatorio contra el de Algeciras. El arte de Paco siempre ha estado cuestionado; de un lado, por voces puristas que desconfiaban de sus logros. Y por académicos de la guitarra, del otro, que trataron de cribarle cuando se acercó a la música culta y encaró las partituras del concierto de Aranjuez. Por un tiempo pareció que apostar por él era tomar partido por una coyuntura. El regreso “Echo mucho de menos los discos que hacía con Camarón. Eso era algo regular en mi vida, cada equis tiempo, me encerraba con él y estábamos meses juntos haciendo un disco. Eso me nutría a mí, me daba inspiración, me daba gusto”. Revista Flamencoworld.com, 2001 Una vez purgada la angustia, Paco volvió a su asfixiante ritmo de ensayos, a su obsesión por la nota limpia y el ritmo perfecto. Volvió a encallecerse los dedos para pulsar ese abanico de acordes que dejan suspendida en el aire una tremolina de magia y jondura. Varios discos publicados y una casa recién adquirida en Toledo tras su descanso en Cancún, han servido para recordar la talla de quien fuera nombrado seis veces seguidas mejor guitarrista del mundo por la revista Guitar Player. Con 57 años, ha dejado declarada su intención de apartarse de las giras mundiales, para dedicarse a la creación. Lo cual quiere decir que cada vez será más difícil verle vencer su timidez para exhibir esa dureza de carácter con que afronta cada recital como un combate contra sí mismo. Y es que la presión del entorno, la crítica o las expectativas que él mismo ha colocado en lo más alto, son factores que el genio acusa en su piel hasta el punto de tensar su voluntad. Pero mientras va despidiéndose, aquel niño de clase baja al que su madre huntaba el pecho con petróleo creyendo combatir la pulmonía, seguirá presentándose al público con un foco que le dé en plena cara. Es su estrategia para reconcentrarse en su orgullo del Sur y regalarnos otra muestra de su talento inabarcable Nota: las declaraciones citadas en el texto, así como gran parte de la información, han sido tomadas del libro “En Vivo” de Juan José Téllez, Editorial Plaza Abierta, Madrid 2003. Zapatos, bolsos y complementos | Avda. San Ignacio, 9. Pamplona | 948 225 794 Paco de Lucía. 15 de mayo a las 20 h Paco de Lucía y Camarón de la isla. finales de los 70 Madama Butterfly. 7 y 9 de mayo a las 20 h G Madama Butterfly Mujer abandonada mirando el mar El drama japonés de Puccini fue estrenado por primera vez en 1904 en Milán, cosechando un fracaso inicial que obligó al maestro italiano a rehacer la obra. Cien años después, Madama Butterfly visita Pamplona dirigida por el genial dramaturgo inglés Lindsay Kemp. iacomo Puccini comprobó que la pieza de teatro escrita por el dramaturgo americano David Belasco en la que se había inspirado para componer su ópera, estaba basada en un hecho real. Al parecer, a mediados del siglo XIX, los oficiales de las armadas francesa, británica y norteamericana poseían el privilegio de esposarse con una geisha durante su estancia en Japón. Una vez finalizada, su compromiso se restringía a una compensación económica en el momento de la partida. Normalmente, no se generaban sentimientos de desazón al deshacerse la unión, pero a la dama que inspiró el personaje de Cio-Cio-San (Madama Butterfly), debió resultarle insoportable el abandono de un hombre por el que había renunciado a su religión y a su cultura. El estreno inicial en 1904 en La Scala de Milán se saldó con un sonoro fracaso. Sin embargo, el compositor italiano rehizo la obra para reestrenarla tres meses después cosechando, esta vez sí, el éxito. Desde entonces, han sido numerosos los montajes de la tragedia de Puccini, adaptándose incluso al cine. Madama Butterfly se ha convertido en una ópera singular, por sus resonancias exóticas y su dimensión psicológica. 20.21 | marzo 2004 La esencia de Lindsay Kemp Antes de Madama Butterfly, Lindsay Kemp dirigió las óperas El Barbero de Sevilla de Rossini y La Flauta Mágica de Mozart. Él mismo ha declarado que su pretensión a la hora de abordar una pieza clásica, no consiste en realizar algo original ni en buscar puntos diferenciadores con el trabajo de directores precedentes, sino, más bien, en adivinar la intención inicial con que el autor la compuso. Digamos que el objetivo principal de Kemp se basa en trasladar esa voluntad primigenia a la escena. Para Madama Butterfly, el dramaturgo inglés estudió detenidamente la partitura de Puccini, así como las características intrínsecas de la historia narrada, tratando de buscar la esencia de la obra. En sus apuntes, Kemp señala que “recibo mis instrucciones directamente de la música y busco trasladar sus impulsos a imá- genes teatrales.... Los decorados y el vestuario, la iluminación y sobre todo el movimiento y la emoción, todo eso debe estar profunda e íntimamente unido a la textura de la música”. Es por ello que la escenografía encargada a Giulano Spinelli se caracteriza por una deliberada simplicidad: el protagonismo del montaje no debe girar sobre artificios decorativos. Una interpretación adecuada se basta para transmitir la belleza y el drama de la historia. Los elementos que Lindsay Kemp ha querido poner de relieve son tres: la melodramática historia de amor, el ambiente japonés y el mar. El horizonte de Madama Butterfly Con una mezcla de ilusión y de angustia, Cio-Cio-San aguarda el retorno de su marido, Pinkerton. Por ello, el mar aparece en el montaje en forma de lámina que preside constantemente la escena, y que parece recoger en silencio la tensión de la espera. Esa presencia inmutable hace presente la distancia entre las culturas japonesa y americana, así como el trecho geográfico que separa este Oriente donde Cio-Cio-San espera y aquel Occidente al que se fugó su esposo después del enlace. La omnipresencia del océano surge de la fascinación de Lindsay Kemp por este elemento, que en sus apuntes lo define como “el infinito más allá de la identidad, símbolo de la libertad, del éxtasis y de la muerte. Por eso los marineros son como ángeles: figuras humanas que se mezclan con el infinito. También son emblemas de lo que es amar: una identidad personal que lucha contra el deseo ardiente de superar sus límites”. En cuanto a la decoración, el director británico ha querido representar un Japón más onírico que real, más evocado que reproducido. La razón, nuevamente la encontramos en la partitura original. Kemp se dio cuenta de que Puccini no había realizado una mímesis de la música oriental, sino que los aires japoneses se hallaban insertos en su propia manufactura europea. Por ello, advirtió que la puesta en escena no debía LA CRÍTICA HA DICHO “Con cuatro pinceladas, mucho buen gusto, agudo saber dramático y una sensibilidad que se manifiesta inagotable, el genial Kemp ha construido un espectáculo sensual y sugerente, clásico y novedoso, abierto a un infinito que confunde y conecta culturas, y que él entiende como símbolo de la libertad, el éxtasis y la muerte”. Justo Romero. El Mundo caer en un hiperrealismo de líneas y elementos, ni en la copia detallada de un ambiente japonés. La escena debía reproducir la tensión entre forma y vacío de la estética japonesa, pero desde una perspectiva meramente alusiva. Kemp señala en sus apuntes: “Cierto, en mi trabajo convierto los grabados japoneses, la magia de sus tradiciones musicales y teatrales, en un mito personal, una recreación evocadora más que una imitación. Es igual que lo que hace Puccini, que evoca su visión de Japón con un vocabulario musical personal pero completamente europeo”. Un cuidadoso trabajo que sobrecogerá al espectador. De la mano de Lindsay Kemp, Madama Butterfly vuelve a sufrir aquella decepción que la desgarró por primera vez en La Scala de Milán, hace exactamente cien años La Cubana, 4, 5, 6, 7 y 8 de abril Todo es posible con La Cubana Olite, agosto de 1985. La Cubana inaugura los Festivales de Navarra 22.23 | marzo 2004 S eguro que en el nuevo montaje de La Cubana, Mamá quiero ser famoso, habrá sorpresas. Son casi veinticinco años los que el grupo catalán lleva divirtiendo al público con su particular modo de concebir el teatro. Desde que en 1983 invadieron las calles de Sitges con situaciones inverosímiles interpretadas en mercados, escaparates o balcones, su nombre se asocia irremediablemente con la palabra desconcierto. Ellos no se sienten demasiado atraídos por escenificar una trama a la manera ortodoxa, con personajes bien definidos y un reparto de papeles prefijado. La Cubana busca, antes que nada, aturdir al espectador para, seguidamente, apelar a su complicidad. En sus producciones, el teatro se convierte en un emplazamiento único, donde todo puede ocurrir. Desde que el público se vea obliga- do a salir a escena para improvisar un aria, hasta que una catástrofe ficticia pero muy real, interrumpa la función. Cualquier cosa es posible. Ni siquiera cuando han adaptado obras clásicas de teatro como La tempestad de Shakespeare, la función ha discurrido por un cauce convencional. Para La Cubana, un texto conforma la excusa para desarrollar una realidad paralela en el recinto teatral, una situación generada a partir de acontecimientos ajenos al argumento de la obra, en la que se cree incertidumbre. Su teatro lucha contra la pasividad del espectador, rompe los límites entre escenario y público, y le ofrece una buena dosis de diversión. El grupo lleva aplicando esta filosofía durante casi un cuarto de siglo, veinticuatro años de algarabía e ingenio que han desplegado en una amplia variedad de espectácu- los: inauguraciones, colaboraciones televisivas o intervenciones urbanas. De sus inicios mantienen el control artístico sobre todos los aspectos de la obra, desde que ésta sólo es una idea germinal hasta su materialización definitiva. A pesar de haberse convertido en una compañía de grandes producciones, no han perdido el espíritu artesanal: son ellos mismos quienes se encargan de confeccionar el vestuario, de pintar los decorados, o de cargar y descargar la camioneta. En su nuevo montaje, el tema elegido es la televisión. Con ánimo de plantear una crítica al estado actual de la pequeña pantalla, Mamá quiero ser famoso cobra la forma de espectáculo desmadrado y colorista. Siguiendo el formato de gala televisiva, describe la obsesión de ciertas personas por ser famosas, sin tener en cuenta el esfuerzo personal o artístico De la Habana ha venido un barco cargado de... La Cubana, 4, 5, 6, 7 y 8 de abril Dels vicis capitals fue su primer montaje. Se representó en 1980 y se basaba en tres entremeses anónimos mallorquines del s. XVIII: el entremés de los golosos burlados, el de las mujeres yermas y el del pescador. Con esta primera elección, ya ponían de relieve su preferencia por el teatro al aire libre. La obra estaba concebida para ser representada en escenarios naturales, sin la tarima que interpusiera distancia entre el público y la compañía. Las puertas, balcones y ventanas abiertas de una casa, oficiaban de improvisado decorado desde el que los actores realizaban su interpretación. Cubanadas a la carta Otra vez la calle. Como la realidad lo absorbe todo, planificaron más situaciones extravagantes con el objetivo de encontrar la implicación del público, darle la vuelta a situaciones cotidianas y experimentar sobre nuevos entornos. Curtidos en sus anteriores montajes, La Cubana conocía ya de qué modo se generan reacciones imprevistas en un ámbito “no teatral”. Por ejemplo, si una persona (un actor) entra en un mercado y se pone a hacer la compra cantando, es lógico que cunda la sinfonía y el resto de la clientela (la real) se una al canto con su propio repertorio. O, si en la terraza de un bar alguien se ríe de forma estridente, es probable que el contagio genere un mar de carcajadas gratuitas. Situaciones inauditas que, no obstante, ocurrían y desarrollaban sus propios desenlaces en 1988. Cegada de amor Este espectáculo de 1994 partió de un planteamiento teórico: ¿por qué el público se emociona más en el cine que en el teatro? Toda una paradoja, porque en el cine vemos fotogramas animados sobre una tela en blanco, mientras que en el teatro son los actores de carne y hueso quienes comparecen ante el espectador. Al curioso dilema trató de dar respuesta La Cubana con un híbrido entre ambas disciplinas. Se trataba de escenificar una película de argumento pintoresco que, en un momento, dado rectificaba su desarrollo. Algunos actores distribuidos por la sala protestaban por tal negligencia, llegando a influir el ambiente de la sala sobre la escena, y viceversa. A partir de entonces, se producía un intercambio de papeles, algunos actores salían de la representación y ciertos espectadores entraban en ella. Como suele ser habitual, el público terminaba desconcertado por un hilo argumental indescifrable y la invasión de su espacio natural: el patio de butacas. Cubana’s Delicatessen Con este proyecto, la compañía renun- 24.25 | marzo 2004 ció al marco cerrado de las salas para trabajar en entornos urbanos. Se trataba de convocar la curiosidad ciudadana hacia una serie de situaciones estrafalarias representadas en mercados, calles y escaparates. De este modo, trocaban uno de los preceptos tradicionales del teatro, ya que el espectador no tenía la posibilidad de elegir la obra. Era la compañía teatral la que escogía a su público, topándose con él en su rutina cotidiana y modificándose con su participación. Desde 1983 hasta 1985, pudieron verse en pueblos y ciudades de la geografía española, personas que quedaban encerradas en escaparates, amantes semidesnudos que huían del dormitorio descolgándose por balconadas o mercaderes que vendían piedras de refinadas cualidades macrobióticas. Nadie quedó indiferente. La tempestat Con la experiencia recogida en la calle y habiendo comprobado que la intervención del espectador generaba acontecimientos imprevistos, en 1986 regresaron al teatro para abordar la obra homónima de Shakespeare. Pero su intención no era desarrollar el texto del dramaturgo inglés, sino abortarlo al poco de su inicio. Una tempestad provocada por la compañía en el exterior del teatro, llegaba a afectar a su interior hasta el punto de truncar la representación y convertir la sala en un refugio a la catástrofe exterior. El desconcertado público era aleccionado con un cursillo de supervivencia y, finalmente, se organizaba un dispositivo de emergencia para ser evacuado entre calamitosos incidentes. La obra finalizaba cuando se había desalojado, sano y salvo, al último espectador. Una noche en la ópera Con esta recreación de la ópera Aída volvieron a perturbar la apacibilidad del espectador antes incluso de dejarle tomar asiento. Para empezar, después de algunos malentendidos, se le acomodaba en la parte trasera del espectáculo. Desde allí tenía la posibilidad de contemplar la función así como la vida interna de la misma: las tramoyas, los cambios de escenario, las entradas y salidas de los personajes... Después, por estos imprevistos que pasan en el teatro, se convencía a los espectadores de que su colaboración era esencial para la buena marcha de la misma, de modo que a algunos se les invitaba a encarar papeles de sacerdote, soldado o incluso cantante de ópera. Un nuevo abuso, inteligente y divertido, de la confianza público-actor. Representado en Barcelona, fue el espectáculo más visto de las temporadas 2001 y 2002 en la ciudad condal. Arcadi Volodos, 25 de abril a las 20 h Arcadi Volodos Manos que dibujan 26.27 | marzo 2004 C uando un virtuoso como Arcadi Volodos irrumpe en el universo musical, su dominio del instrumento provoca el asombro de los críticos, que se resisten a aceptar que la genialidad no es explicable. Arcadi ha declarado alguna vez que nunca ha ensayado escalas por lo que, desde el punto de vista técnico, considera que sus marcas son mediocres. De hecho, Volodos nunca ha participado en las competiciones de piano que jalonan los currucula de los pianistas de su generación. Intrigado por esta afirmación, un crítico del periódico alemán Suddeutsche Zeitung, le preguntó de dónde sacaba “esas escalas plateadas, esos arpegios luminosos y esas octavas estruendosas que incluía con tanta facilidad en sus conciertos”. Arcadi respondió que era la escucha de música y no su interpretación, lo que le había ayudado a desarrollar en su cabeza una especie de imagen sonora que después trataba de proyectar durante la ejecución. Resulta difícil comprender a qué murmuración interior se refería Volodos con ese imposible concepto de imagen sonora, pero después apuntillaba: “algunas personas piensan que sólo porque una pieza contenga muchas notas, ya resulta difícil de interpretarla. Pero Desde su debut orquestal, Arcadi Volodos no ha dejado de actuar a las órdenes de las batutas más prestigiosas del mundo. eso no es cierto. La gran dificultad reside en la forma de la música, en conseguir esa imagen sonora que la pieza debe cobrar en tu cabeza. Una vez que la tienes, puedes tocarla cuantas veces quieras”. Sin habérserlo propuesto, Arcadi trataba de definir la música como un ente inefable, compuesto de notas que aparecen cuando se pulsa una tecla con un dedo, pero cuya teorización resulta inabarcable, por pertenecer al ámbito privado de la percepción personal. Volodos conoce un secreto privado que patrimonializan los grandes músicos, pero cuyo descifrado permanece oculto para el resto de los mortales. Si estas consideraciones resultan cautivadoras, no sorprende menos descubrir que Arcadi no se tomó en serio el estudio del piano hasta los 16 años. Una edad tardía si consideramos que sus contemporáneos Lang Lang, Van Cliburn, Helen Huang o Adam Neiman dieron sus primeros conciertos antes de los 13 años. Nació en 1972 en San Petersburgo, en el seno de una familia de músicos. Comenzó estudiando canto influenciado por sus padres, que eran cantantes. Pero a los ocho años se pasó al piano, y cursó estudios en Moscú, San Petersbugo, París y en la Escuela Reina Sofía de Madrid, con Dimitri Bashkirov. A pesar de su corto período de formación, su debut orquestal en 1996 en Nueva York fue remarcable, lo que le sirvió para adquirir rápidamente prestigio internacional. Al año siguiente, Volodos ya se encuentra haciendo giras por Europa con la Royal Concertgebouw Orchestra, un tour que culminó en una actuación televisada por la cadena británica BBC. Desde entonces, no ha dejado de actuar a las órdenes de las batutas más prestigiosas, ofreciendo a la vez numerosos recitales en solitario en auditorios del mundo entero. Su primera grabación discográfica fue editada en 1997, y ganó numerosos premios, entre ellos el prestigioso “Record Critics Award” alemán. De él se ha escrito que “sabe combinar su virtuoso dominio atlético de las teclas con una profunda inteligencia musical y una gran sensibilidad lírica”. Algunos críticos le consideran digno de ocupar el pináculo que dejaron vacante Franz Liszt, Sviatoslav Richter y Vladimir Horowitz. Y quien produjera algunas grabaciones de Horowitz, Thomas Frost, ha dicho que “lo tiene todo: imaginación, color, pasión y una técnica fenomenal para llevar a cabo sus ideas” Orquesta Sinfónica del Teatro Bellini, 8 de junio a las 20 h 28.29 | marzo 2004 Vista interior del Teatro Bellini de Catania, en la Isla de Sicilia, Italia Désirée Rancatore y Orquesta del Teatro Bellini de Catania H ablar de Catania supone revisar su pasado rico en acontecimientos. Al periódico rugido del Etna que intimida a sus habitantes, se une el hecho de que la ciudad ha sido destruida y construida varias veces a lo largo de su historia. Muchos pueblos han buscado asentarse en ella, pero hoy es una apacible localidad siciliana orgullosa de su patrimonio y su personalidad. Se considera que el nacimiento en 1801 del célebre compositor Vinzenzo Bellini constituye el acontecimiento cultural que la ha marcado recientemente. Y es que la gloria alcanzada por sus obras en pocos años, ha acabado por dotar a la ciudad de una significación especial. Bellini murió en 1835 en París en circunstancias no aclaradas, y en 1890 Catania inauguró su suntuoso teatro en su honor. Desde entonces, el Teatro Massimo Bellini ha sabido prorrogar la huella dejada por el compositor. En su hermoso salón de mil doscientas plazas, se programan cada año una temporada de ópera con siete funciones de cada obra, y una temporada de música sinfónica y de cámara, con dos representaciones. Cuenta con una orquesta, con cuerpo de baile y talleres propios. Pero, además, el teatro ha sabido acoger a los cantantes de ópera, los directores de orquesta y los concertistas más aclamados del mundo. Uno de ellos es Stefano Renzini, director milanés habitual en el Teatro alla Scala de Milán. En las últimas fechas ha protagonizado algunos estrenos prestigiosos: El barbero de Sevilla, en Venecia, y Werther en el Teatro Magnani de Fidenza. Su contribución a la ciudad de Catania consistió en dirigir en fechas pasadas La Traviata. Se considera a Renzini un director de gran repertorio. Su alianza con la Orquesta del Teatro de Catania, cuya gira recalará en Pamplona, adquiere matices especialmente emocionantes, puesto que juntos acometerán piezas de la obra de Bellini. Sobra decir que dicha Orquesta, formada por 105 instrumentistas, domina de un modo riguroso las partituras de su ciudadano más ilustre. De Désirée Rancatore, soprano que completa esta conjunción de personalidades, diremos que presenta pedigrí siciliano. Nacida en Palermo en 1977, tiene en su haber varios galardones importantes: el “Ibla Gran Prize” concedido en Ragusa, el “Vincenzo Bellini” conquistado en Caltanissetta en 1995, o el “Maria Caniglia”. Su debut operístico se produjo en el Festival de Salzsburgo de 1996 con la obra de Mozart Le nozze di Figaro. Su éxito de público más importante consistió en la representación de Los cuentos de Hoffmann en el Teatro Bellini en la temporada 97-98, obra que después repitió en París, Londres, Zurich, Palermo y Roma. Desde entonces, ha interpretado papeles en Rigoletto, Don Carlo, Parsifal. Especialmente laureada por la crítica ha sido su intervención en Juana de Arco. En cuanto a conciertos, ha cumplido el papel de solista para la interpretación de Requiem de Mozart en Palermo, y participó en la inauguración de la temporada 2003/2004 en el Teatro alla Scala de Milán baluarte. kongresu jauregia eta nafarroako auditorioa 30.31 | martzoa 2004 Rossini: bizitza orekaren islada Oreka deigarri batek laburbiltzen du Gioacchino Rossiniren bizitza: Pesaroko maisuak 40 opera idatzi zituen eta, ondoren, atsedenaldi luzea hartu zuen 40 urtez, 1868. urtean hil zen arte. Izaera bromazalea, jostalaria eta suminkorra zuen eta opera bufoiaren maisu gisa pasa da historiara, hain zuzen ere, opera serioan ez bezala, asmo berezirik ez duen komedia groteskoaren maisu gisa. Haren gaitasunari esker eta opera mota honek izan zuen goraldia lagun, Rossini berehala egin zen famatu. Gazte ekin zion idazteari eta, etapa guztiak sakonki bizi ondoren, agortua gelditu zen nolabait. Hamabi urterekin konposatu zituen biolin, biolontxelo eta kontrabaxuentzako aurreneko piezak. Hemezortzi urterekin, musika ikasketak amaitu gabe zituenean, bere aurreneko opera estreinatu zuen Italiako antzoki garrantzitsuenetako batean: Veneziako San Moises antzokian, alegia. Hogei urterekin eskarmentu handiko musikaria bihurtu zen, aldi berean, Venezia eta Milango hainbat ikuskizunen ardura hartu ondoren. Hogeita hamabost urterekin eta lortutako irabaziei esker, errentatik bizitzeari ekin zion eta lau urte beranduago erretiratu baten bizimodu lasaia hartu zuen. Parisen bizi izan zituen urteak dira, haren obraren ikerlarientzat, konpositorearen ibilbidearen enigma nagusia; izan ere, musikagile preziatua izaki urte haietan ez zuen obra bakar bat ere sortu. Rossini beti saiatu zen bere publikoari atsegin ematen. Zentzu horretan, ohitu egin zen bere operak, txaloen artean batzuetan eta txistuen artean bestetan, hartuak izatera. Iraganeko lanak pieza berriak osatzeko baliatzen zituen maiz: denbora aurrezteko hainbat musika atal berriro erabiltzen zituen, alegia. Ohitura bitxi honek lan konpromiso ugariak betetzen baimendu zion lanaren erritmoa pixkanaka-pixkanaka moteldu zen arte Paco de Lucia: bihozmina kraskatu den gitarrarengatik Haurtzoroko gertaera batek arrastoa utzio zion Paco de Luciari flamenkoaz izango zuen ikuspegian: gitarra apurtua eskutan bere aita etxera iritsi zeneko goizaldea. Jauntxo dirudunek antolatzen zituzten parrandatan gitarra jotzeaz bizi zen Antonio Sanchez Pecino. Hortik, flamenkoak taberna zuloetan dantzatutako edota eztarri pattartsuetan, egunsenti aldera, negarrak jotako arte gisa bizi iraun du. Paco de Luciak aitaren eskutik jaso zuen zuzenean bere formakuntzaren zati bat. Haur prodijioa izan zen eta gitarra jotzen ikasi aurretik ere, aitari erritmoa zuzentzen saiatzen zen, honek egiten zituen entseguetan. Hamabost urte zituenean egin zuen aurreneko bira, beste musikari batzuk laguntzen. Aurki bere doaia nabarmen egin bazen ere, bere artista bizitzako gertaera inportanteena Camaron de la Isla ezagutu zuenekoa izan zen. Flamenkoa goitik behera aldatuko zuten hamar disko eman zituzten argitara elkarrekin. Hasieratik oso argi izan zuten haien xedea: aurreritzietan kateatua zegoen musikaren aukerak zabaldu, baina sustraietan errotuta zegoenari leialtasuna galdu gabe. Hasiera batean haien arrakasta ez zen puristen artean aintzat hartua izan. Camaron hil zenean, polemika piztu zen; izan ere, ustez Paco de Luciak abeslariaren laguntzarekin konposatu zituen hainbat kanta bere izenean baino ez zituen erregistratu. Lagunaren heriotzak eta egile-eskubideen eztabaidak sortu zion tristuraren ondorioz urtebetez egon zen gitarra jo gabe. Itzuleran, nazioarteko birak utziko dituela prometatu du, dedikazio osoz konposizioan aritu dadin Madame Butterfly: emakume abandonatua itsasoari begira Itsasgizon amerikar batekin ezkondu ahal izateko bere kultura eta erlijioari uko egiten dien CioCio-San geisharen historia kontatzen du Madame Butterflyk. Ezkondu ondoren, senarrak Japoniara ihes egiten du eta Madame Buterfly haren zain geldituko da denbora luzez. Pucciniren opera hau pieza paregabea da, bai psikologikoki erakusten duen sakontasunarengatik bai dituen ekialdeko oihartzunengatik. Ekintza guztia Japonian gertatzen da. Baluarten antzesten den ikuskizunaren muntaia Lindsay Kemp dramaturgo ospetsuarena da. Kemp ez da aritu ekarpen berriak egiten; bere helburua Pucciniren asmoak sumatzea izan da obraren benetako muinera ailegatu ahal izateko. Ildo horretan, istorioaz egiten duen trataera arduratsua eta partituraz egiten duen ikerketa sakona izan dira antzerkigilearen lanaren oinarriak. Hiru osagai jarri nahi izan ditu agerian Kempek: amodiozko istorio melodramatikoa, japoniar giroa eta itsasoa. Eskenatokian itsasoa da nagusi, nolabait, ikuslea bi kulturen artean dagoen distantziaz jabetu arazi nahiez. Honekin batera, Cio-Cio-San itxoiten dagoen mendebaldea eta bere senarrak, ihes egin ondoren, hartu zuen ekialdea, bien arteko distantzia geografikoa gogora arazten dio ikusleari. Dekorazioari dagokionez, Japonia bere horretan agertu baino, iradokitzea bilatu du Kempek. Zentzu horretan, ez du xehetasunez betetako eskenatokia osatu: Puccinik mendebaldeko ikuspuntutik sortu zuen urruneko Japonia islatzen saiatu da, hain zuzen ere La Cubanarekin dena da posible Arcadi Volodos. Marrazten duten eskuak Hogeita bost urte dira ia La Cubana antzerki taldeak bere lan txundigarriei esker ikusleen arreta piztu zuela. Bat-batekotasuna da talde katalandarraren lanaren ardatza. Eskenatokia eta esertokiaren arteko muga hausteko, errealitateak antzerkian duen eraginaz baliatzeko eta ikuslearen parte hartzea sustatuz dibertimendua oinarri egiteko doaiak izan dira konpainia haundi honen ezagurri nagusiak. 1983. urteko Sitgeseko Jaialdian egin zen famatu taldea, hain zuzen ere, kaleetan hainbat egoera sinesgaitz antzestuz harridura eragin zutenean. Ikuskizun hura 122 aldiz antzestu zuten gerora Espainian zehar. Herritarren artean izan zuten harrera onak antzokietan aritzeko aukera eman zien eta kalean ikasitakoa praktikan jarriz, La Tempestat lana eraman zuten tranpaldoetara. Obra ideia soil bat baino ez den unetik hura gauzatu arteko ibilbidean dauden atal guztien gaineko kontrol artistikoa izaten jarraitzen du taldeak, hasierako urteetan bezala. Eta orain muntai handiak egiten dituen konpainia den arren, ez diote eskulangintzari uko egin: jantziak egiten dituzte, dekoratuak pintatzen dituzte eta zama lanak egiten dituzte. Testu klasikoak antzestu dituztenean jatorrizko liburuaren gainean nahi hainbat aldaera egin izan dituzte. Beste irakurketa bat egin baino, aitzaki gisa baliatzen dute orijinala errealitate paralelo bat osatzeko. Bertan, fikziozko egoerak sortzen dira argumentutik at dauden gertaerak oinarri hartuta. Ikuslearengan nahasmena sortuz haren konplizitatea eta parte hartzea bilatzen duen antzerkia da La Cubanarena. Kalean egin dituzten agerraldiak dira aipagarri; izan ere, egunerokotasunaren lokiga aldatzea lortu dute antzerkiaren osagaietaz baliatuz Arcadi Volodos bezalako birtuoso bat unibertso musikalean indarrez sartzen denean eta tresna nola menderatzen duen ikusteak, harridura eragiten du kritikoengan, bikaintasuna ezin dela azaldu onartu nahi ez duten kritiko horiengan, alegia. Arcadik aitortu du inoiz ez dituela eskalak entseatu, beraz, ikuspuntu tekniko batetik, bere lorpenak hala-modukoak direla uste du. “Zilar-koloreko eskala, argizko arpegio eta kontzertuetan hain erraz sartzen zituen zortzidun burrunbatsu horiek” nondik ateratzen zituen galdetu zion behin The German Suddeutsche Zeitung egunkariko kritiko batek. Arcadik zera erantzun zion, bere interpretazioa ez, baizik eta musika entzutea izan zela gero bere buruan irudi soinudun antzeko bat garatzen lagundu ziona. Ondoren, musika jotzerakoan, irudi soinudun hori proiektatzen ahaleginduko zen. “Pertsona batzuk pentsatzen dute pieza batek nota asko dituelako zaila izango dela interpretatzea. Baina hori ez da egia. Benetako zailtasuna musikaren forman dago, hain zuzen ere, piezak zure buruan hartu behar duen soinuaren irudia lortzean dago zailtasuna. Behin hori lortu duzunean, nahi bezain beste jotzen ahal duzu”, zehaztu zuen Arcadik. Hamasei urte zituen arte ez zituen serio hartu piano ikasketak. Kantua ikasten hasi zen eta zortzi urte zituenean pianoari ekin zion. Mosku, San Petersburgo, Paris eta Madrileko Sofia Erregina eskolan ikasi zuen –Dimitri Bashkirovekin–. Formakuntza aldia laburra izan bada ere, bere estreinaldiak bikainak izan dira. Bere aurreneko grabazioarekin sari ugari lortu zituen, tartean, “German Record Critcis Award” sari ospetsua. Geroztik, izen handiko batuten zuzendaritzapean aritu da. “Dena dauka: irudimena, kolorea, pasioa eta bere ideiak garatu ahal izateko teknika aparta”, esan du Horowitzeko grabazio batzuk ekoiztu zituen Thomas Frostek Dessiree Rancatore eta Cataniako Bellini antzokiko orkestra Vinzzenzo Belliniren jaiotza, 1801. urtean, Catania mundu zabalean ezagun izaten lagundu duen gertaera kultural aipagarriena da. Bere obrek nazioartean lortu duten ospeak esanahi berezia eman dio hiriari. Bellini 1835. urtean hil zen Parisen –argitu gabeko egoeran– eta 1890. urtean Cataniak bere izena daraman antzoki dotorea zabaldu zuen. Geroztik, Massimo Bellini antzokiak konpositoreak utzitako itzala mantentzeaz arduratu da. Orkestra eta dantza talde propioak izateaz gain, mundu osoan txalotuak izan diren opera kantari, orkestra zuzendari eta kontzertistak izan dira bertan. Tartean, Milango alla Scala antzokiko ohiko zuzendari Stefano Renzini. Azken urteetan El barbero de Sevilla eta Werther estreinatu ditu zuzendariak Venezian eta Fidenzako Magnani antzokian, hurrenez hurren. Renzini errepertorio zabaleko zuzendaria da. Cataniako antzokiko orkestrarekin bat egitea hunkigarria izan da eta, hain zuzen ere, bietaz gozatu ahal izango da Iruñean emango duten ikuskizunean; izan ere, Belliniren obraren hainbat pieza joko dituzte elkarrekin. Orotara 105 musikarik osatzen duten orkestrak ederki menperatzen du bere herritar ospetsuaren obra. Desiree Rancatore sopranoak osatzen du taldea. Palermon jaioa, 1977. urtean, hainbat sari jaso ditu soprano gazteak, besteak beste, Ragusako ‘Ibla Gran Prize’, Caltanissettako ‘Vincenzo Bellini’ edo ‘Maria Caniglia’ sariak. Bere estreinaldia 1996. urtean egin zuen Salzsburgon Mozarten Le nozze di Figaro lanarekin. Bere arrakasta handiena, ordea, Bellini antzokian lortu zuen 1997-1998 denboraldian Hoffamannen Ipuinak obrarekin. Gerora Paris, Londres, Zurich, Palermo eta Roman kantatuko zuen pieza hura baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra Marzo Jueves 25 - viernes 26. 20 h sala principal Viernes 16 - sábado 17 sala principal Jueves 13 - viernes 14. 20 h sala principal Jueves 10 - viernes 11. 20 h sala principal Jueves 11. 20 h sala principal Orquesta Pablo Sarasate 125 aniversario de la Orquesta Pablo Sarasate Orquesta invitada: i Pomeriggi Musicale Orquesta Pablo Sarasate Director: Ernest Martínez-Izquierdo Solista: Paul Crossley [piano] MICHAEL TORKE Javelin LUTOSLAWSKY Concierto para piano y orquesta SIBELIUS Sinfonía nº 5 op.82 Director: Karl Davis Cantantes: Simon Bowman y Mary Carewe Narradora: Ángela Molina VEINTE PIEZAS QUE GANARON EL OSCAR Orquesta Pablo Sarasate Director: Karl Anton Rickenbacher Solista: Cristina Ortiz [piano] SCHUMANN Concierto para piano op.54 BRUCKNER Sinfonía nº 4 viernes 12. 20 h sala principal Orquesta Pablo Sarasate Director:Ernest Martínez-Izquierdo Solista: Cristina Ortiz [piano] SCHUMANN Concierto para piano op.54 BRUCKNER Sinfonía nº 4 Fundación Baluarte Sábado 13. 20 h sala principal Orquesta Pablo Sarasate Orquesta Sinfónica de Berlín Orquesta Sinfónica de Euskadi Director: Eliahu Inbal MAHLER Sinfonía nº 6 Sociedad Filarmónica de Pamplona Martes 16. 20 h sala principal Ayuntamiento de Pamplona Concierto de piano Yundi Li Sábado 20 - lunes 22. 20 h sala principal Ópera : L’Ocasione fa il ladro Míercoles 24. 20 h sala principal 32.33 | marzo 2004 Orquesta Sinfónica de Euskadi Dirección musical: Gilbert Varga y Cristian Mandeal Director: Gilbert Varga Solista: Joaquín Achúcarro [piano] S. RACHMANINOV Isla de los muertos, poema sinfónico* Rapsodia sobre un tema de Paganini, para piano y orquesta* M.P. MUSSORGSKY-M. RAVEL Cuadros de una exposición * Obra interpretada por primera vez Domingo 28. 20 h sala principal Concierto de Piano de Kristan Zimmermann Miércoles 31. 20 h sala principal Orquesta Nacional Checa y Coro de Cámara de Praga Jueves 22 - viernes 23. 20 h sala principal Orquesta Pablo Sarasate Director: Howard Griffiths Solista: Iñaki Fresán [barítono] IBERT Divertissement IBERT Canciones de Don Quijote RAVEL Canciones de Don Quijote a Dulcinea MOZART Sinfonía nº 35 K 385 Haffner Sábado 24. 20 h sala principal Abril Jueves 1 - viernes 2. 20 h sala principal Orquesta Pablo Sarasate Director: Felix Krieger Solista: Min Jin [violín] DVORAK Obertura Carnaval op. 92 BRUCH Concierto para violín nº1 op. 26 SCHUMANN Sinfonía nº 4 op. 120 Domingo 4. 20 h Lunes 5. 20 y 23 h Martes 6. 20 h Miércoles 7. 20 y 23 h Jueves 8. 20 h sala principal La Cubana: Mamá quiero ser famoso Cuarteto Hagen Domingo 25. 20 h sala principal Arcadi Volodos Recital de piano Sábado 15. 20 h sala principal Paco de Lucía: Cositas buenas Martes 18. 20 h sala de cámara Vaghi Concerti Coral de Cámara de Pamplona Lunes 24. 20 h sala principal Orquesta de la Suisse Romande Jueves 27 - viernes 28. 20 h sala principal Director: Ernest Martínez Izquierdo Solistas: Marco Rizzi [violín] Garu Hoffman [cello] BRAHMS Doble Concerto para violín y cello op. 102 Sinfonía nº1 Op. 68 Junio Orquesta Sinfónica de Euskadi Jueves 3. 20 h sala principal Mayo Viernes 7 - domingo 9. 20 h sala principal Ópera: Madama Butterfly Jueves 24 - viernes 25. 20 h sala principal Orquesta Pablo Sarasate y Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana Director: Ernest Martínez Izquierdo Director del coro: Jordi Casas Solistas: María Espada, Mark Tucker, Garry Magee HYDN Las Estaciones Orquesta Pablo Sarasate Miércoles 28. 20 h sala principal Dirección musical: Gilbert Varga y Cristian Mandeal Director: Peter Guth La vida un baile: Programa de música vienesa para conmemorar el 200 aniversario del nacimiento de Johann Strauss Director: Shuntaro Sato Solista: Michiko Kamiya [violín] SIBELIUS Andante festivo para cuerdas y tímpani BARTÓK Concierto nº 2 para violín y orquesta SCHUBERT Sinfonía nº 9 “La Grande” Julio Viernes 2 . 20 h sala principal 125 aniversario de la Orquesta Pablo Sarasate Proyección de El ladrón de Bagdad, película de cine mudo dirigida en 1924 por Raoul Walsh, con el acompañamiento musical en directo de la orquesta. Orquesta Sinfónica de Euskadi Dirección musical: Gilbert Varga y Cristian Mandeal Director: Cristian Mandeal Violín: Frank Peter Zimmermann F. MENDELSSOHN-BARTHOLDY Concierto para violín y orquesta G. MAHLER Sinfonía nº 1, “Titán” Martes 8. 20 h sala principal Orquesta Sinfónica del Teatro Bellini de Catania Un miembro de la Royal Philharmonic orchestra minutos antes del concierto baluarte. palacio de congresos y auditorio de navarra b i s e l 34.35 | marzo 2004 T.O.S. (Te Ofrezco Silencio) Qué difícil es esto de la tos, Dios mío. Qué difícil. Porque a mí, que me chiflan las cantatas de Bach, lo paso fatal cuando, nada más apagarse las luces y darse la vuelta el director, me entra ese picor en la garganta que parece enviado por el diablo. Lo tengo comentado con mis amigos: la tos la provoca el diablo, sobre todo en los recitales de música sacra, que cuando el coro alaba las maravillas celestiales, zas, a tres o cuatro espectadores les entra el picor y se sueltan a expectorar como descosidos. Como si lo hicieran a propósito. Un amigo biólogo me asegura que es probable que nuestro organismo, de natural ruidoso, boicotee inconscientemente la delicadeza de un concierto. Porque nuestro cuerpo es estruendoso, asumámoslo. A las respiraciones y las indigestas se le añade que somos una máquina de generar crujidos. Sólo con cruzar las piernas en mitad de un recital, ya parece que quieres fastidiarle al de al lado, y no es así, es sólo que se te ha dormido un pie y al descruzarlo, frotas el pantalón en la butaca y, para colmo, se te cae el programa. El filantrópico de al lado te mira enojado, claro, y uno lo entiende, cómo no lo va a entender, hasta te entran ganas de solidarizarte con él e invitarle a algo para compensarle, pero para eso tendrías que susurrárselo al oído, con lo que le chafarías el final del allegretto. O sea, que difícil. En los recitales hay que estarse quieto, como si el concierto fuera un ejercicio de yoga colectiva, con orquesta al fondo. Lo malo es el picorcillo de la garganta, que no hay misticismo que lo ataje. Con lo que, sea o no el diablo el que nos hurga en la epiglotis, hay que concluir que los procesos catarrales complican las audiciones. Que son antagónicos, vamos. A mi señora le pasó una vez que le dio la ventolera del aire acondicionado en el escote y le entró un ataque de tos y hasta estornudó seis veces seguidas al iniciarse el recital. El director le miró que parecía que la iba a despellejar con la mirada. Claro, me puse un poco tonto en aquella ocasión, no debí hacerlo, lo reconozco, pero entonces yo era un joven recién casado que acudía por vez primera a un auditorio. Me pasé el recital jurando venganza, qué quieren, es el amor. Si a uno, que anda encandilado de su conquista, un tipo le mira con desprecio, por mucho que sea director y por mucho que uno haya pagado una pasta para verle dirigir, se enoja. Le entra un brío de marido protector, un caballerismo un poco bruto que brota del pecho como un orgullo anacrónico. Y entonces se pasa el concierto murmurando venganza, ignorando el placer de la escucha y tosiendo para armar alboroto. Los resultados son contraproducentes, porque la platea no tiende a solidarizarse con el orgullo varonil del acatarrado, sino con el arte boicoteado del director que, por cierto, de vez en cuando se volvía para censurarme con un arqueo de cejas. En aquel momento, lo juro, sentí que el espectador de atrás me clavaba las rodillas en el respaldo y la gente me miraba mal. Fatal, para qué vamos a engañar. ¿Saben cómo acabó el concierto? Todo el mundo me aconsejó una marca de caramelos para la garganta, de eucalipto y sin papel, o que me quedara en la cama. Con mi mujer, si quería. Yo nada, a pesar de la irritación generalizada, hice como que seguía teniendo razón, que a mi señora le había mirado mal el de la batuta, y que ahí había un honor mancillado. Con lo que me estuve dos horas esperando la salida del director en la puerta del auditorio, con un paraguas, y soportando el cabreo de mi señora, que ya no estaba enfadada con el de la batuta, sino conmigo. Por eso digo yo que las toses las anima el diablo. Hay que aguantárselas hasta que acabe el movimiento y, entonces, mezclarlas con los aplausos del respetable Roberto Valencia