10 ALGUNOS TEMAS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA El bien común Lo que hacemos con nuestras vidas afecta las vidas de las personas que están alrededor nuestro, y lo que hacen los demás afecta nuestras vidas. Nadie puede vivir una vida que no esté afectada por los demás, ni pretender que lo que hace no afecte a otras personas. El “bien común” es el bien de la mayoría de las personas, no el de una minoría. El bien común es el conjunto al mismo tiempo de las necesidades de los individuos y de la comunidad. Se debe buscar el bien de toda persona. La búsqueda del bien común nos enseña a tomar decisiones y acciones que tengan en cuenta las necesidades de la mayoría y permita a las personas satisfacer sus necesidades. Mater et Magistra, 65, 71, 78-81; Pacem in Terris, 53-66,136; Gaudium et Spes, 26, 74; Populorum Progressio, 54; Octogésima Adveniens, 46; Redemptor Hominis, 17; Sollicitudo Rei Socialis, 26, 33-34; Centesimus Annus, 9, 37-38, 47 Solidaridad Tenemos que ocuparnos y preocuparnos de las necesidades y problemas de los demás, tanto como de los propios. Esto es solidaridad. Solidaridad es permanecer con los demás, especialmente con los pobres y marginados y considerar sus necesidades y problemas tan importantes como los propios. Pacem in Terris, 98; Sollicitudo Rei Socialis, 38-40; Centesimus Annus, lOc, 33, 41d, 51 Subsidiariedad Generalmente las personas tienen capacidad de hacer un diagnóstico de la situación en que se encuentran, decidir lo que se debe hacer y llevar a la práctica su decisión. Ellas son responsables de su propio desarrollo. Subsidiariedad es permitir a las personas que decidan por ellas mismas y acudir a una autoridad superior sólo si las personas no pueden tomar decisiones por sí mismas. Quadragesimo Anno, 79-80; Mater et Magistra, 51-52, 54-55, 57-58; Pacem in Terris, 140-141; Laborem Exercens, 17 2 Paz Si las estructuras en nuestra comunidad, país o mundo son justas y nos permiten amar totalmente a nuestros vecinos, entonces la paz existirá. Sin embargo si las estructuras son injustas y promueven los derechos de unos a costa de los otros, y facilitan que algunos consigan más que los otros, entonces la paz no existirá. La paz es más que la ausencia de violencia. La paz existe cuando cada persona es tratada con dignidad, tiene lo que necesita para vivir una vida fecunda y tiene el espacio para desarrollarse como persona en su totalidad. La doctrina sobre la paz nos enseña a trabajar para acabar con la dominación, el abuso de poder, la violencia, la violación de los derechos humanos en nuestro mundo, y la promoción de la justicia y el bien común. Pacem in Terris, 109-117; Gaudium et Spes, 78-82; Populorum Progressio, 53, 76; Sollicitudo Rei Socialis, 23-24, 26, 39; Centesimus Annus, 5c, 14b; 17 a, b; 19a, 23c, 28c, 29a 3 Integridad de la Creación Dios creó el mundo y nos hizo sus administradores. Es una responsabilidad importante. Lo que hagamos al mundo hoy afectará las vidas de nuestros hijos en el mundo del mañana. El medio ambiente mundial es precioso y no puede soportar tanto abuso. Es nuestra obligación proteger y cuidar el medio ambiente en el que vivimos. Como buenos administradores, tenemos que usar con cuidado los recursos mundiales en beneficio de todos, tanto para el presente como para el futuro. Mater et Magistra, 196-199; Octogesima Adveniens, 21; Redemptor Hominis, 8, l5; Laborem Exercens, 4; Sollicitudo Rei Socialis, 26, 29, 34; Centesimus Annus, 37-38 CONSTRUYENDO GRUPOS PARROQUIALES DE JPIC – Manual de formación. Grupo intercongregacional de JPIC (Roma) 2003 Manual para promotores de Justicia Paz Integridad de la Creación - Promotores de JPIC, Roma 1997 4