Sábado 09.10.10 IDEAL GRANADA 7 «No se puede vivir con el permanente recuerdo de las víctimas y la victimología» Rosario de la Torre Prados Viuda de Luis Portero García Diez años después del asesinato de su marido, Rosario de la Torre ha dejado atrás la rabia pero no la firmeza para luchar contra ETA :: M. V. COBO [email protected] GRANADA. Rosario de la Torre recuerda que el día que su marido fue asesinado habían quedado para comer en casa con sus hijas. Ella estaba en la cocina cuando los terroristas acabaron con la vida de Luis Portero García en el portal del bloque, de un disparo. Las horas siguientes fueron interminables y confusas para ella y su familia. Hoy se cumplen diez años de aquel atentado que le arrancó parte de su vida, pero en las palabras de Rosario ya no hay rabia. Pero admite que «aún duele». –¿Quién le dio la noticia de que habían disparado a su marido? –Estaba en la cocina, con la comida, cuando oímos un estruendo enorme, como si una librería enorme llena de libros se cayera, muy lejos, pero dentro del edificio. De repente sonó el timbre sin parar. Salí corriendo y vi a la vecina del tercer piso, blanca como la pared y me dijo: «Tu marido». Inmediatamente me pensé lo peor. Bajamos por la escalera mis hijas y yo. En el portal nos encontramos un espectáculo bastante macabro y dramático. Estaba tendido en un charco de sangre y no respiraba. –¿Pensaron desde el principio que podía ser un atentado de ETA? –De ETA no, supimos que alguien le había atacado. Luego pensé, que como él estaba amenazado por ETA, habían sido etarras. –La donación de los órganos de su marido fue toda una lección –Curiosamente, ese mismo día, una hermana mía intensivista estaba aquí en un congreso y en cuanto lo supo se vino para estar con nosotros en Traumatología, en todo momento. Ella fue la que, en el momento en que mi marido estaba con electroencefalograma plano, nos habló de la posibilidad de donar órganos. Como mi marido en vida ya había hablado de eso, pues dijimos que sí. No se pudo donar el corazón porque estaba dañado por la parada, pero sí donamos las válvulas, el hígado, los dos riñones, los ojos. Seis personas recibieron sus órganos. En uno de los premios periodísticos que lleva el nombre de Luis, un señor que es de Málaga se me acercó y me dijo que, aunque estaba prohibido, me lo tenía que decir: que él llevaba el hígado de mi marido y que desde entonces estaba fantásticamente. Es un señor mayor que mi marido. Gracias a dios, logramos que personas que estaban fatal, tuvieran vida. Por eso hicimos la Fundación más tarde, para rememorar aquella donación. Rosario de la Torre, en el parque que hay junto a la casa en la que sigue viviendo. :: RAMÓN L. PÉREZ –¿Fueron conscientes de la reacción ciudadana que hubo tras el asesinato? –Nosotros estábamos en una nube y nos enteramos después por la prensa. Durante una semana no me enteré de nada. Me sorprendió muchísimo que 200.000 personas salieran a la calle. No me esperaba que Granada reaccionara así, y la facultad también –Rosario ha dado clases en Políticas y Sociología hasta hace poco–, que organizaron una manifestación los alumnos por su cuenta, con las manos blancas. Mi director de departamento me dijo que me tomara el año entero pero le dije que ni hablar, que tenía que poner la cabeza en otra cosa y me incorporé enseguida. Y entonces me fui enterando de más cosas. –¿Es necesario perdonar para se- guir adelante? –Se puede perdonar, pero no se puede olvidar. Una cosa es perdonar y otra olvidar. Lo normal sería que te pidieran perdón. Tú puedes perdonar el hecho en sí, pero no perdonar a la persona si ella no te pide perdón. –¿Qué huella cree que quedó en la ciudad de su marido? –Yo creo que impactó mucho la donación de sus órganos. Y Luis fue el primer fiscal jefe. Y él era una persona muy afable y sencilla y se llevaba bien con todo el mundo. –Sigue viviendo en la misma casa, ¿por qué? –La primera reacción es irte. De hecho, en el kiosco donde compro la prensa me preguntaban cuánto pedía por el piso. Pero nunca lo he puesto en venta ni he pensado en marcharme. Ahí estaba el despacho de mi marido, era nuestra casa. Y me Ha habido en los últimos tiempos una lucha real y auténtica del Gobierno actual contra ETA Puedes perdonar el hecho en sí, pero no perdonar a la persona si ella no te pide perdón habían quitado a mi marido pero no me iban a quitar mi casa esta gentuza. Le costó trabajo a mis hijas los primeros días, porque la huella estaba en ese portal todavía. Pero se asume el reto de tirar para adelante. –¿Cómo se lanzaron a crear Dignidad y Justicia? ¿En qué consiste ese trabajo? –Se creó porque cuando mi hijo Luis fue presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), mi hijo Daniel llevaba los juicios. Yo nunca he pertenecido a la AVT. Yo les rogué a los dos que teníamos que seguir adelante con nuestra vida. No podíamos estar viviendo con el recuerdo permanente de las víctimas y de la victimología que hay alrededor de todos estos temas, que existe eso también. Ellos me prometieron que estarían un año y se marcharon. Y cuando otro señor asumió la presidencia de la AVT, no pudo seguir desarrollando el mismo papel. Entonces, decidimos seguir con nuestra lucha y asumimos todos un compromiso de firmeza en esa inalcanzable, inabarcable e inacabable lucha legal contra el terrorismo de ETA. Consiste, fundamentalmente, en investigar la trama civil, económica, social de apoyo a ETA. Porque si ETA no tuviera dinero y apoyos no podría matar. Sin embargo tiene cantidad de dinero, que de alguna parte sale. Y eso es lo que se está haciendo con Dignidad y Justicia. A veces nos encontramos obstáculos, no solo en determinados jueces, que han hecho cosas raras, sino también de la Fiscalía, que ha tenido una época que ha estado al dictado del Gobierno, tiempo en el que era el Fiscal General del Gobierno, y no del Estado. En la época de la negociación lo pasamos mal, realmente mal. –¿Tiene ETA menos raíces hoy? –No me atrevería a decirlo, no lo sé. Porque ellos tienen la kale borroka, y toda la juventud esa a la que le lavan el cerebro en las escuelas e ikastolas, diciéndoles un montón de mentiras de lo que es la historia de España. Lógicamente toda esa juventud con el cerebro lavado son discípulos maravillosos para la kale borroka primero y para ETA después. Y luego, yo no sé la cantidad de etarras que puede haber en Francia. Ahora se está hablando de que la cabeza de ETA está en Venezuela y que Chávez acoge a esa cúpula. No sé lo que hará el Gobierno español al respecto. Es una trama tan compleja, que es difícil decir si está más débil o no. Yo calculo que sí, porque ha habido en los últimos tiempos una lucha real y auténtica del Gobierno actual contra ETA. Pero de ahí a decir que está para morir, no sé. Ojalá. –¿La define la palabra víctima? –No me define para nada. Víctima fue mi marido, nosotros somos familiares de una víctima, pero no me gusta que nos llamen víctimas. · Reportaje especial sobre el atentado, con testimonios inéditos, en : ideal.es