SALMO 51 Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa. Lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu; devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. ¡Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío! y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado Tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. ESTRUCTURA 1. Verso síntesis, apelación a la misericordia (3) 2. El reino del pecado (4-11) 3. El reino de la gracia (12-19) 4. Adición posterior (20-21) INTRODUCCIÓN Siempre se ha querido conocer al gran devoto de Yavé, al que la 1 humanidad debe este precioso poema. Hay diversidad de opiniones. La tradición Judía designa a David por autor, después de haber pecado con Betsabé. Pero el poema parece posterior ya que el estilo conecta muy bien con los profetas, sobre todo, con Isaías y Jeremías. "Los seres que son genios son contemporáneos del futuro más que del propio tiempo" (Pascal). El Salmo 51 fue escrito por "un David típico que representa a cualquier pecador" (P. Schákel). En este sentido podemos decir que es el salmo de cada uno de nosotros: el tuyo y el mío. DESARROLLO v.3. "Misericordia, Dios mío, por tu bondad. Por tu inmensa compasión borra mi culpa" Desde el principio el salmista no busca justificaciones ni apela a la justicia sino a la misericordia, a la gran misericordia de Dios. Desde el principio el salmista busca dejar su pecado en el gran mar de la infinita bondad de Dios. Esto le hace abrirse a la esperanza y perder todo miedo. "Ahora el miedo por los pecados que descubro en mí mismo me desespera; ahora la esperanza de tu misericordia me sostiene. Y porque tu misericordia es más grande que mi miseria yo no cesaré de esperar" (Savonarola). v 4-5. "Lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado" Comienza el reino del pecado. Estos pocos versículos están llenos de la palabra pecado, culpa. Estoy envuelto en pecado. Estoy empecatado. Soy pecador de nacimiento. Frente a esta realidad apabullante del pecado sólo cabe el reconocimiento del mismo. Sí, he pecado, lo reconozco y no intento justificarme. Aquel fariseo de la parábola que intentaba justificarse a sí mismo y despreciaba al publicano salió del templo con todos los pecados que tenía y uno más: el de soberbia. Se justificaba a sí mismo. Por eso Dios no lo pudo justificar. Pero ¿qué ocurre cuando uno reconoce su pecado? Reconoce que Dios es justo, que Dios es santo. Que Dios no ha fallado en la alianza sino que toda la culpa está en el que ha pecado. Dios entonces le justifica es decir, aplica sobre él la justicia salvífica y le hace justo, le hace bueno. "Cuando el hombre dice: "he pecado" ningún ángel de destrucción puede ya tocarle" (Schechter). "Dar gloria a Dios es aceptar que Él tiene razón. He aquí la condición previa para la fe" (Lutero). v 6. "Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces" El pecado, antes de ser injuria a un hombre es traición a Dios. David pecó con Betsabé y, sin embargo, dice "He pecado contra Ti". Cuando el Faraón oprime a los israelitas en Egipto es Dios quien se da por ofendido (Ex 9, 27). "Puesto que todos somos miembros de Cristo ¿cómo no pecar contra Cristo si pecas contra los miembros de Cristo? Que nadie diga: puesto que yo no he pecado contra Dios sino contra mi hermano yo sólo he pecado contra un hombre: mi falta es ligera o nula" (San Agustín). 2 v 8. "Te gusta un corazón sincero y en mi interior me inculcas sabiduría" De una parte aparece la sinceridad desde lo íntimo del hombre. Y eso le agrada a Dios. Por otro lado está esa zona misteriosa y secreta en la que Dios mismo trabaja como Maestro interior. Y de ahí surge la confluencia entre la sinceridad del hombre y la sabiduría de Dios. Dios provoca la verdad de la conciencia con su gracia. "Entonces los hombres serán amaestrados interiormente por Dios" (Is 54, 13). El fruto será el abrazo del hombre con Dios. v 9. "Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve" El hisopo es una planta aromática que se usaba para las purificaciones rituales (Lev 14, 4). El blanquear más que la nieve alude a la blancura del Líbano, deslumbrante bajo el sol. Aquí no se trata de una purificación externa como mantienen los protestantes: "los pecados se encubren, se raen, no se imputan". Es decir, quedan ahí en el hombre aunque Dios, con vistas a la justicia de Cristo en la Cruz, no se les tenga en cuenta. Por eso la frase de Lutero es clara: "el hombre es, al mismo tiempo, justo y pecador". La teología católica es distinta. Apoyándose en éste y otros muchos textos bíblicos decimos que el hombre justificado queda totalmente nuevo por dentro. Su alma blanquea como la nieve. Dios arroja los pecados a lo profundo del mar, o los echa a la espalda para no verlos más. Más adelante insistiremos en esto. "No es suficiente que la gracia divina sea imputada. Es necesario que sea implantada" (Card. Newman). v 10. "Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados" Es una consecuencia lógica de todo lo dicho. El juicio divino (que no es jurídico sino bíblico, es decir, salvífico) restituye al pecador la alegría de vivir que el pecado le había arrebatado. Al pecador le han quedado los huesos rotos por el pecado. Y esos huesos rotos tienen que ser recreados para ser de nuevo una criatura viviente. v 12-14. "Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme... no me quites tu santo espíritu; devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso" "Crea en mí" Es la palabra que aparece en el Génesis en la creación de las cosas, bará. Se habla de una nueva creación. El salmista no le pide a Dios que cambie su corazón de piedra en un corazón de carne. Su oración es más atrevida: le pide que le cambie el corazón viejo por uno nuevo. Ese corazón ya está cansado y hay que sustituirlo por otro. Y, como el crear sólo es obra de Dios, por eso le pide al Espíritu Santo, una y otra vez, que le dé un espíritu firme, un espíritu generoso, para hacer este prodigio de la gracia. Se trata de una especie de "comunicación del corazón de Dios al corazón del hombre en vistas a instalar allí el amor que se había perdido" (A. Carré). Por eso convertirse es algo más que cambiar de ruta o cambiar de actitudes 3 morales. Es un cambio radical. "Es entrar en el Océano de un amor que tiene orilla por todas partes y por ninguna tiene fondo" (M. Blondel). Como efecto inmediato viene la alegría que ha resonado con timidez en la primera parte y ahora estalla. Ahora entendemos las palabras del Señor: "Habrá más alegría en el cielo por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión" (Lc 15, 7). Esa alegría inmensa, indescriptible, que siente Dios por nosotros cuando nos convertimos de corazón, deberemos tenerla nosotros cuando, de corazón, nos perdonamos. v 15. "Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti" Otro efecto admirable de la conversión es el celo por la salvación de los pecadores. El que ha sido así perdonado por Dios se convierte en predicador entusiasta del perdón. Y predica un perdón gratuito, alegre, creador. El que ha hecho experiencia del perdón de Dios dedica su tiempo a hablar de ese perdón. Él era un pecador y ahora es un ser nuevo. Invita a la alegría del nuevo nacimiento e invita, con fuerza, a dejar para siempre aquellos viejos rencores, aquellos prejuicios, aquella manera tan ramplona y mezquina de ver a los hermanos. v 18. "Los sacrificios no te satisfacen" Más que inmolar víctimas de reemplazo como ordena la ley (Lev 1, 4) es mejor renunciar a las costumbres pecadoras y saber "inmolarse uno mismo". "La humilde contrición de los pecados es para ti el sacrificio que te place, un perfume mucho más suave que el humo del incienso... allá se purifica y lava toda iniquidad" (Kempis, Imitación de Cristo). v 20-21. Estos versos fueron añadidos después del destierro... Es todo el pueblo el que pide a Dios que se olvide de sus transgresiones. Dios puede reconstruir las murallas de Jerusalén, las externas y, sobre todo, las de la comunidad purificada en el destierro. ORACIÓN Misericordia, Señor, por tu bondad" ¡Misericordia! ¡Qué palabra tan rica de contenido! Está compuesta de miseria y cordia. Es decir, corazón. Lo nuestro es la miseria. Y el corazón es de Dios, ¿y qué ocurre cuando se encuentra el corazón de Dios con nuestra miseria? Pues que la miseria desaparece como desaparece la escarcha a la salida del sol. "Yo reconozco mi culpa" Ante Ti, Señor no quiero buscar excusas ni justificaciones. Como el publicano de la parábola me postro ante Ti para decirte lisa y llanamente: he pecado. Reconozco que soy pecador y esto de nacimiento. "En pecado me concibió mí madre". Toda mí existencia viene marcada por el pecado. Pero sé que mirando y remirando mi pecado no voy a salir del mismo. Por eso yo necesito mirarte a Ti, necesito encontrarme contigo para que me devuelvas la alegría de sentirme salvado, de sentirme querido por Ti. "Crea en mí un corazón puro" Yo no te pido simplemente que cambies mi corazón, sino que me des un 4 corazón nuevo. Con este corazón viejo yo he fracasado y, desde ahora, yo quiero emprender una vida nueva. Que mí conversión sea un nuevo nacimiento. Haz que sepa estrenar el amor, estrenar la esperanza, estrenar la alegría de vivir en tu amor. Y, con estos ojos nuevos del amor, haz que ame a mis hermanos sin prejuicios. Que no me fije en su pasado negativo. Que sepa mirarlos como si hoy los conociera por primera vez. "Mi lengua cantará tu justicia" Desde esta nueva situación yo quiero ser el cantor de tu bondad. Quiero pregonar al mundo entero tu amor misericordioso. Haz de mí, Señor, un apóstol de tu amor perdonador. FRASES "Aunque nuestros pecados fueran negros como la noche, la misericordia divina es más fuerte que nuestra miseria. Una cosa sirve: que el pecador deje entornada la puerta del propio corazón. El resto lo hará Dios". (Faustina Kowalska, mística polaca) "Hacer agua pura con el agua mala, hacer agua joven con el agua vieja; hacer agua nueva con el agua usada... hacer almas frescas con las almas viejas, hacer almas claras con las almas turbias. Almas impuras que llegan a ser puras... Es el más bello secreto que hay en el jardín del mundo". (Peguy) "Dios es excelso y tiene 100 misericordias. De éstas, 99 se las retiene dentro y sólo una la ha manifestado al mundo terreno. En virtud de ésta, las criaturas se muestran recíproca compasión: la madre se enternece del hijo y el animal es afectuoso con su criatura. Y cuando llegue el día de la Resurrección, Él juntará esta misericordia con las 99 y las pondrá sobre las criaturas y cada una será amplia como el cielo y la tierra". (Al-Ghazali, maestro místico del s. XI) PREGUNTAS 1. Cuando Dios me perdona me crea de nuevo. ¿Sé crear yo también un corazón nuevo en relación con las personas a quienes perdono? ¿Quito todos los prejuicios? ¿Las miro como si ahora acabara de conocerlas? 2. Cuando Dios me perdona pone dentro de mí una alegría que me cala hasta los huesos. ¿Siento esa alegría cuando perdono y me siento perdonado por mis hermanos? 3. Una vez que he experimentado la maravilla del perdón, ¿me hago pregonero, propagandista de este mismo perdón que yo he recibido gratuitamente? SALMO 52 ¿Por qué te glorías de la maldad y te envalentonas contra el piadoso? Estás todo el día maquinando injusticias, tu lengua es navaja afilada, autor de fraudes; prefieres el mal al bien, la mentira a la honradez; prefieres las palabras corrosivas, lengua embustera. 5 Pues Dios te destruirá para siempre, te abatirá y te barrerá de tu tienda; arrancará tus raíces del suelo vital. Lo verán los justos, y temerán, y se reirán de él: "Mirad al valiente que no puso en Dios su apoyo, confió en sus muchas riquezas, se insolentó en sus crímenes". Pero yo, como verde olivo, en la casa de Dios, confío en la misericordia de Dios por siempre jamás. Te daré siempre gracias porque has actuado; proclamaré delante de tus fieles: "Tu nombre es bueno". ESTRUCTURA 1. Acusación contra el malvado (3-7) 2. Los justos preven su ruina total (8-9) 3. Confianza en el favor divino y acción de grcias (10-11) INTRODUCCIÓN Aparentemente se podría pensar en un poema de carácter sapiencial. Pero este género es frío y el tono de este salmo es cálido, emotivo, pasional. El salmo contiene elementos de acusación profética, con actos de confianza y de acción de gracias. Algunos autores han pensado que el salmo aludiría a David. Otros, en cambio, hablan de un simple hombre de Dios muy relacionado con el templo: un levita, un sacerdote, que ha sufrido afrentas por un competidor pérfido. DESARROLLO v 3. "¿Por qué te glorías de la maldad y te envalentonas contra el piadoso?" El autor entra ex abrupto en escena. En este caso no se dirige a Dios, sino a un hombre malvado que maquina constantemente contra el piadoso y se gloría de los resultados que le proporciona el mal. Nunca es bueno gloriarse de las cualidades que uno tiene. Todo lo que tenemos lo hemos recibido de Dios. Pero aquí el malvado se está gloriando del mal. Se trata de una persona que ha prescindido de Dios y encuentra satisfacción en obrar el mal. Se ha enriquecido prescindiendo de todo freno moral. Diríamos que los negocios sucios van mejor sin Dios. Y se ríe del justo, del honrado, del que paga sus impuestos. v 4. "Estás todo el día maquinando injusticias, tu lengua es navaja afilada, autor de fraudes" Triste situación: emplear todas las horas del día en hacer el mal. Ése es su trabajo. Ése es su oficio. Aquí no se trata de fallos morales. El obrar el mal es una vocación, un modo de vida, algo que conforma y estructura su 6 persona. Todas las energías de su vida las tiene orientadas hacia la destrucción. Su lengua se ha convertido en navaja afilada. Notemos que la navaja es un instrumento doméstico en manos del barbero. Y ella se convierte en arma mortífera. Así la lengua, doméstica y social, que la empleamos para la conversación entre familiares y amigos y para dialogar con otras personas extrañas, la convertimos en instrumento de muerte. Cuántas veces hundimos a las personas con la lengua. v.5-6. "Prefieres el mal al bien, la mentira a la honradez; prefieres las palabras corrosivas, lengua embustera" Por ser libres podemos optar por el bien o por el mal. A veces el bien ejerce sobre nosotros una fuerza de atracción. Podemos quedar seducidos por la verdad, la belleza, el amor. Pero, en el caso del salmista, es el mal el que ejerce sobre él una especie de seducción. El opta por el mal y prefiere la mentira a la verdad. Parece decirnos: con la verdad no vas a ninguna parte. Todos te comen. Todo el mundo se te ríe. En cambio, con la mentira tú puedes amasar grandes fortunas. Para estas personas no cuenta para nada ni la dignidad de la persona, ni los derechos humanos. Todo vale con tal de conseguir sus objetivos. El fin justifica todos los medios. v. 7. "Pues Dios te destruirá para siempre, te abatirá y te barrerá de tu tienda; arrancará tus raíces del suelo vital" Dios debe intervenir. No puede dejar que el mal triunfe sobre el bien. El malvado, que se había metido como un intruso en la casa de Dios, será arrojado como basura que se barre y se bota. "Barreré de ella hasta el polvo y la dejaré como roca desnuda" (Ez 26, 4). Te arrancaré de la tierra a cuajo. Como el leñador saca de la tierra el árbol muerto. Arrancado de la casa de Dios ya no tendrá sitio donde habitar. Fracaso existencial: se le quita el suelo donde apoyarse. Es Dios la casa y el suelo; la tierra y el aire. El que prescinde de Dios va a la ruina total. v. 8. "Lo verán los justos y temerán, y se reirán de él" Del castigo sacará el justo un reconocimiento a Yavé. El temor hay que traducirlo por admiración y asombro. Ciertamente hay unos aspectos de venganza propios de esa época. Tendrá que venir Jesucristo a limar todas esas asperezas del Antiguo Testamento y elevar la moral a cumbres insospechadas: "Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace salir el sol sobre buenos y malos y manda la lluvia sobre justos e injustos" (Mt 5, 44-45). v 10. "Pero yo, como verde olivo, en la casa de Dios, confío en la misericordia de Dios por siempre jamás" Conviene tener presentes los contrastes entre la conducta del malvado y el piadoso salmista. EL MALVADO: a) Es excluido de la tienda de Dios. b) Se ha confiado a sus riquezas. c) Tiene una lengua dañina. 7 EL SALMISTA: a) Está enraizado en el Templo. b) Se ha confiado en el Señor. c) Con su lengua alaba a su Señor. "Como verde olivo". La vida del salmista está creciendo junto al Señor. Hunde sus raíces "al borde de la acequia" (Sal 1) y de ahí chupa la savia, la vida. "El Señor te había llamado olivo frondoso, cargado de hermosos frutos" (Jer 11, 16). El verdor es símbolo de juventud. Su vida no envejece. No hay lugar al cansancio, a la rutina, al desmayo. Mantiene siempre la frescura de sus compromisos, de su Alianza, de su amor primero. La cercanía de Dios es fuente perenne de ilusión, de gozo, de felicidad. La fe no es algo al margen de la vida. El hundir las raíces en Dios es enraizarse en la vida con todo lo que ésta tiene de debilidad, de fragilidad. Confiar en Dios es confiar en alguien que nunca te va a dejar, que jamás te va a abandonar. El justo permanecerá en el Santuario. La casa de Dios será su propia casa. Allí experimentará su cercanía y su amor. v. 11. "Te daré siempre gracias porque has actuado; proclamaré delante de tus fieles: Tu nombre es bueno" El salmista da gracias a Dios porque ha actuado en favor suyo. Pero el salmista lo que realmente quiere celebrar es la obra de Dios en el gobierno de este mundo. Ni el impío o el tirano aquí en cuestión es un individuo definido, ni el yo del salmista un justo aislado. Ambos son representantes de un diverso género de hombres: los que confían en sí mismos y siguen su propio capricho y los que confían en Dios y se rigen por su ley. Lo que el salmista nos quiere inculcar es la confianza en el Señor. Dios sólo busca nuestro bien. Por eso debemos darle gracias en todo tiempo. Nuestra lengua no está hecha para la mentira, la calumnia, la crítica destructiva, la murmuración. Nuestra lengua nos la ha dado Dios para proclamar su Nombre, para decir al mundo lo grande, lo bueno, lo maravilloso que es nuestro Dios. El apóstol Santiago ha profundizado bien en este órgano tan pequeño que puede hacer grandes cosas para bien o para mal. "¡Qué bosque tan grande puede quemarse con un pequeño fuego! Y la lengua es ese fuego" (Stgo 3, 5-6). "El hombre es capaz de dominar toda clase de fieras, de aves, de serpientes... pero nadie ha podido dominar la lengua" (v. 7-8). Y termina diciendo: "De la misma boca salen bendiciones y maldiciones... De un mismo manantial no puede brotar, a la vez, agua dulce y agua amarga" (v. 10-11). El salmista ataca la lengua fanfarrona, la que se siente orgullosa de poder hacer el mal. Podríamos acabar con esas bellas palabras de Pedro acerca de jesús: "Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca; injuriado, no devolvía las injurias; sufría sin amenazar, confiando en Dios, que juzga con justicia" (1 Pe 2, 22-23). 8 ORACIÓN "Prefieres el mal al bien" Para mí, Señor, el único bien eres Tú. Y el gran mal la ausencia de Ti. Y, a pesar de todo, muchas veces prefiero mis gustos, mis caprichos, mis egoísmos antes que a Ti. Perdona mi obcecación y mi pecado. De aquí en adelante Tú serás siempre mi bien, mi único bien. No quiero bienes que no tengan la raíz en Ti. Son pasajeros y engañosos. Todas las fuentes de la felicidad están en Ti. "Pero yo, como olivo verde, en la casa de Dios" Yo quiero llevar una vida llena de verdor, es decir, llena de alegría, de ilusión, de felicidad. Aunque vaya teniendo años yo quiero mantener siempre mi alma joven, quiero disfrutar de tu eterna juventud. "Confío en la misericordia de Dios" Cada día, Señor, tengo menos confianza en mí mismo. Me veo pequeño, débil, limitado. Desde esta experiencia de pequeñez me alzo a Ti. Sé que eres bueno, indulgente, acogedor. Sé que perdonas y olvidas. Traigo ante Ti el pequeño río de mi miseria para que desemboque en el gran mar de tu Misericordia. "Yo te daré gracias siempre" Yo, Señor, quiero aprender a darte gracias siempre. Hasta ahora só lo me acuerdo de darte gracias cuando las cosas me salen bien, como yo quiero. Cuando se cumple mi voluntad. Ayúdame a cumplir en todo tu voluntad y a fiarme de que lo que Tú quieres es siempre lo mejor para mí. Ayúdame también a saber darte gracias por Ti mismo, por lo grande que eres en la Naturaleza y en la Historia. Que mi acción de gracias brote de mi corazón y sea la mejor expresión de mi amor a Ti. FRASES "Este salmo nos hace despertar ante la justicia divina tan largo tiempo oculta y desconocida". (F. Delitzsch) "En el Antiguo Testamento la certeza de que Dios reina y juzga con justicia se adquiere en medio de la vida cotidiana. En ella es donde se decide si Dios es Dios, si Dios interviene y se preocupa de los seres humanos". (Kraus) "Probar que yerra el que insensato fía sólo en la fuerza, el cálculo y el nombre; que la justicia es fuerza y mejor guía; que en lo alto Dios existe todavía y en nuestra tierra, el hombre". (Himno litúrgico) PREGUNTAS 1. A veces prefiero el mal al bien. Pero, ¿acaso el obrar el mal me ha aportado felicidad? 2. ¿Qué estoy yo haciendo de positivo en la comunidad en la que estoy viviendo? 3. ¿Me preocupa el estar alegre para poder aportar alegría a los demás? ¿Me preocupa vivir con ilusión para poder dar ilusión a los demás? ¿Caigo en la cuenta de que estoy llamado a ser un evangelio vivo para la gente? El Salmo 53 es repeticíón del Salmo 14. Lo encontrará en el Tomo 1, en la página 111. 9 SALMO 54 Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras; porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte sin tener presente a Dios. Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Devuelve tú su maldad a mis contrarios y destrúyelos, por tu lealtad. Te ofreceré un sacrificio voluntario dando gracias a tu nombre que es bueno porque me libraste del peligro y he visto la derrota de mis enemigos. ESTRUCTURA 1. Llamada de Dios (3-4) 2. Exposición del peligro en que se encuentra (5) 3. Profesión de confianza en Dios (6-7) 4. Acción de gracias (8) INTRODUCCIÓN Este salmo queda considerado por todos como un lamento individual. Por la confianza en que se apoya en Dios como el único que puede hacer justicia sobre él y salvarle de sus enemigos, atisbamos que se trata de un hombre de una fe profunda. El salmista nos invita a la confianza en Dios. Él va escribiendo las líneas de nuestras vidas que no ven nuestros ojos humanos. "El salmo presenta reminiscencias de Jeremías y de la teología del Deuteronomio acerca del nombre de Yavé. Debe ser considerado de la época del post-exilio" (Deissler). DESARROLLO 10 v 3. "Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder" El salmista comienza con un vocativo llamando a Dios con confianza. No ha llamado a las puertas de nadie ni le interesa que le abran otras puertas. Quiere que le salve Dios. Acude al nombre de Dios. El nombre indica el poder de Dios actuando. Dios se hace presente por la fe del que le invoca. "El nombre del Señor es como una torre fuerte" (Prov 18, 10). "Por tu nombre" significa por esa fama que tienes, conseguida a pulso, de hacer justicia al que no se puede defender. Lo tuyo es mantener siempre ese buen nombre. v 4: "Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras" El salmista le pide a Dios que le escuche. Que no se limite a oírle. Que tenga tiempo para él a pesar de sus infinitas ocupaciones y esto crea ya un clima de confianza. v 5. "Unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte sin tener presente a Dios" Ahora describe a sus enemigos. Son unos extraños, es decir, unos que no actúan como vecinos, como próximos. Sólo me buscan para herirme y hacerme daño. Son violentos. Literalmente: se echan al cuello (donde está la respiración) para matarme. Y lo hacen sin tener presente a Dios, es decir, sin poner delante a Dios. Huyen de la realidad de Dios. Les falta el sentido religioso de la vida. Por eso actúan de esa manera. ¿Quién sería capaz de obrar el mal si pusiera a Dios por delante? La falta de Dios trae esas malas consecuencias. v. 6. "Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida" ¡Pero ahí está Dios!... Es una frase que contrasta con la negación anterior. El salmista parece que quiere mostrar a Dios como algo que se pudiera ver... Y es que Dios para él es una realidad viviente. Notemos que en el salmo aparecen tres nombres de Dios: ELOHIM (Dios), ADONAY (mi Señor) y YAVÉ (Señor). Ese Dios del inicio se transforma ahora en mi Señor, justamente en el centro del salmo y en el centro de su oración íntima. "No temas porque yo estoy contigo. No lances alrededor de ti miradas angustiosas porque yo soy tu Dios. Vengo en tu ayuda. Yo te hago fuerte. Yo te sostengo con la derecha de mi justicia" (A. Deissler). "Él sostíene su vida". El salmista se siente seguro en Dios, como pisando una tierra firme. Sin El se desmoronaría todo su ser. Sin Él la vida sería el sin sentido, el caos, la nada. El tema de Dios no lo podemos plantear a niveles teóricos sino existenciales. Cuando nos piden razones de nuestra fe debemos contestar no con las palabras, sino con la misma vida. Dios debe ser para nosotros: el suelo en que nos afirmamos, el aire que respiramos, el pan con que nos alimentamos, el agua con que saciamos la sed de eternidad que anida dentro de nuestro corazón. De vez en cuando nos debemos hacer este tipo de preguntas: ¿Quién está sosteniendo actualmente mi vida? ¿Quién sostiene la vida de mi grupo, de mi comunidad? 11 v 7. "Devuelve tú su maldad a mis contrarios y destrúyelos por tu lealtad" Una de tantas frases de los salmos que nos hacen daño a nuestros oídos habituados a las dulces palabras del Sermón de la montaña. Estamos dentro de la ley del talión donde se pide para el enemigo el mismo mal que éste pretendía hacerte a ti. Yavé devolverá contra los malvados el mismo mal que ellos han tramado contra el orante. Dios ha empeñado su palabra de atender al desvalido. Por eso apela a la lealtad. Notemos que en la venganza hay algo más que un instinto pasional. Se mira a la liberación que va a tener el oprimido y la satisfacción de la exigencia de justicia. Más que venganza se pide justicia. Recordemos que, en estos tiempos, no está elaborada la teología de la otra vida. La justicia se tiene que realizar aquí en este mundo. v. 8. "Te ofreceré un sacrificio voluntario dando gracias a tu nombre que es bueno" El sacrificio voluntario es el espontáneo, el que sale del corazón, el que no es forzado ni obligado, el que se hace a gusto y con el fin de complacer a Dios. Esas obras enteramente libres son las que más agradan a Dios. Y para que pudiéramos obrar de esa manera Dios nos ha hecho libres. "Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decísíón para que así busque espontáneaxr.,rlte a su Creador y, adhiriéndose libremente a éste, alcance la plena y bienventurada perfección" (Gaudium et Spes). Cuando el salmo habla de sacrificio voluntario habla del que está fuera de catálogo. Fuera de lo mandado o exigido. En una pura complacencia interna. Como decía Santa Teresa "contentos de poder contentar a Dios". Ésta es la mejor manera de agradecer a Dios. v 9. "Porque me libraste del peligro y he visto la derrota de los enemigos" Ver la derrota de los enemigos supone constatar, a todas luces, la acción de Dios en favor del salmista. Así aparece que Dios es Dios y ha hecho honor a su buen nombre, a su fama de salir en defensa de los humildes e indefensos. En este salmo se aprecia que Dios es más grande que nuestra necesidad. A veces nosotros queremos presionar a Dios con nuestras necesidades. Y Dios nos da mucho más de lo que nosotros pedimos. Este salmo nos invita también a mantener la fe en la adversidad. Es ahí donde uno da la medida de la talla de su fe. Es ahí donde uno dice con la vida lo que dice creer con las palabras. El creyente de verdad, en situaciones de dificultad, constata un verdadero crecimiento en la fe. "He visto la derrota de los enemigos". Notemos que muchas veces los enemigos peores los llevamos dentro de nosotros mismos. En muchas ocasiones hemos luchado nosotros inútilmente. Hemos querido liberarnos y no hemos podido. Pero también hemos constatado que, en la medida que perdíamos nuestras propias seguridades humanas y nos afirmábamos del todo en Dios, hemos experimentado en nosotros verdaderas maravillas. Hemos de buscar en nuestra vida espiritual los llamados milagros del corazón. Éstos son los más importantes. El dejar de ser egoístas, el poder amar como nos manda Jesús, incluso a los enemigos, el poder estar siempre 12 disponibles para el servicio desinteresado a los demás, etc., esto es un don, un regalo de Dios, un verdadero milagro interior. Dice San Agustín que la conversión de Pablo fue más milagro que la resurrección de Lázaro. Y ciertamente, con la conversión de Pablo se han dado unas ininterrumpidas conversiones en cadena. Lázaro volvió a morir y fue sepultado. Pablo sigue vivo: llamando, sugiriendo, incitando a convertirnos a Dios. ORACIÓN "Oh Dios, escucha mi súplica" Hoy, Señor, no te pido que me hables, sino que me escuches. Lamentablemente en este mundo hay poca gente que quiera escuchar. Hay mucho ruido, muchas prisas, muchas ganas de hacer cosas... pero nadie tiene tiempo para escuchar. De hecho, hay mucha gente enferma por falta de comunicación. Pero Tú, Señor, eres distinto. Siempre nos escuchas, siempre tienes tiempo para nosotros. Cuando nos invitas a la oración, ¿qué otra cosa buscas, sino nuestro encuentro y el deseo de que pongamos en Ti todas nuestras preocupaciones? "Sin tener presente a Dios" En este mundo secularizado en que vivimos cada día, Tú, Señor, cuentas menos. La gente se está acostumbrando a vivir prescin diendo de Ti. Luchan, trabajan, hacen planes y proyectos pero sin tenerte presente a Ti. Y es por eso que abundan tanto los mentirosos, los violentos, los farsantes, los corruptos. Hazte, Señor, presente en nuestro mundo. Te necesitamos. Hoy más que nunca. Aunque nosotros nos apartemos de Tí, Tú nunca te separes de nosotros. "El Señor sostiene mi vida" Yo, Señor, no quiero hablar de Ti de una manera fría, puramente teórica. Quiero hablar de lo que Tú supones en mi vida, de lo que Tú haces en mí. Tú eres mi roca, mi fundamento. Sin Ti, mi vida se derrumba. Vengo a ser como esa casa edificada sobre la arena. En cambio, contigo, me siento fuerte, soy como la casa bien edificada sobre roca. "Te ofreceré un sacrificio voluntario" Sí, quiero ofrecerte un sacrificio de alabanza y de acción de gracias nacido del corazón. No quiero darte nada forzado ni obligado. Quiero hacer de mi vida una donación libre y espontánea. Quiero experimentar el gozo de las obras libres como las de Adán en el paraíso. FRASES Para el cristiano este salmo es una oración llena de grandeza y Je fuerza pero enriquecida con una resonancia nueva". (Deíssler) "Yo domino a los demonios desde lo alto y no les hago más caso que a las moscas. Los encuentro singularmente flojos. Desde que se ven despreciados, todo coraje les abandona. Atacan a los que se rinden a su discreción". (Santa Teresa de Jesús) "Estos (los impíos) florecen con la felicidad del siglo, perecen por la fuerza de Dios. Florecen para el tiempo, perecen para la eternidad. Florecen con falsos bienes y perecen con verdaderos males". (San Agustín) PREGUNTAS 13 1. ¿Tengo presente a Dios en mi vida? ¿En qué se nota? ¿CVento con Dios en mis determinaciones personales? 2. ¿Me siento distante de alguna persona de mi comunidad? ¿Qué hago para acercarme? 3. La gente de la calle, ¿ya nota que es Dios quien está sosteniendo mi vida? SALMO 35 Dios mío, escucha mi oración, no te cierres a mi súplica, hazme caso y respóndeme: me agitan mis ansiedades. Me turba la voz del enemigo, los gritos del malvado; descargan sobre mí calamidades, y me atacan con furia; se me retuercen dentro las entrañas, me sobrecoge un pavor mortal, me asalta el temor y el terror, me cubre el espanto; y pienso: "¡Quién me diera alas de paloma para volar y posarme! Emigraría lejos, habitaría en el desierto, me pondría en seguida a salvo de la tormenta, del huracán que devora, Señor, del torrente de sus lenguas". Veo en la ciudad violencia y discordia: día y noche hacen la ronda sobre sus murallas; en su recinto, crimen e injusticia, dentro de ella, calamidades; no se apartan de su plaza la crueldad y el engaño. Si mi enemigo me injuriase, lo aguantaría; si mi adversario se alzase contra mí, me escondería de él; pero eres tú, mi compañero, mi amigo y confidente, a quien me unía una dulce intimidad; juntos íbamos entre el bullicio por la casa de Dios. Que los sorprenda la muerte, que bajen vivos al Abismo, pues la maldad anida entre ellos. Pero yo invoco a Dios, y el Señor me salva: por la tarde, en la mañana, al mediodía, me quejo gimiendo. Dios escucha mi voz: su paz rescata mi alma de la guerra que me hacen, porque son muchos contra mí. Dios me escucha, los humilla 14 el que reina desde siempre, porque no quieren enmendarse ni temen a Dios. Levantan la mano contra su aliado, violando los pactos; su boca es más blanda que la manteca, pero desean la guerra; sus palabras son más suaves que el aceite, pero son puñales. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará; no permitirá jamás que el justo caiga. Tú, Dios mío, los harás bajar a ellos a la fosa profunda. Los traidores y sanguinarios no cumplirán ni la mitad de sus años. Pero yo confío en ti. ESTRUCTURA 1. Introducción (2-3) 2. Lamentación (4-9) 3. Súplica contra los enemigos (10-16) 4. Expresión de confianza (17-22) 5. Exhortación final (23-24) INTRODUCCIÓN Se trata de un salmo de lamentación y súplica en un peligro grave. El orante se entretiene en describir larga y confusamente, como confuso está su interior, una situación donde la perfidia y el mal campan por todas partes hasta anidar en el mismo corazón de la ciudad. El salmista vive en un clima de un natural abandono en Dios. "Alma tierna, extremadamente impresionable, no tiene nada de combativo" (E. Podechard). Todo lo que piensa es poder decir: "Oh Dios mío, escúchame, no te ocultes". El salmista más que un justo es un santo. Los versículos 19ab-24 parecen cánticos diferentes: "Restos de un poema insertado aquí sin razón" (H. Gunkel). El P. Alonso Schókel dice que en el salmo se da un movimiento de vaivén: entrar y salir; recogerse y asomarse; expandirse y concentrarse. ¿En qué época fue escrito? Nos atenemos a la opinión más general de que se trata de época tardía. "El estilo y la lengua del salmo sugieren más una época posterior al exilio que una época anterior" (W. Oesterley). DESARROLLO v.2. "Dios mío, escucha mi oración, no te cierres a mi súplica" El salmista le pide a Dios algo tan sencillo como que le escuche, que le atienda. "Que no se cierre"... Cerrarse es un modo de desentenderse. A veces Dios cierra los ojos para no ver. Se tapa los oídos para no escuchar (Is 1, 15). En realidad se trata de una estrategia por parte de Dios para hacer cambiar la conducta del pueblo. "Hacen subir a su corazón sus ídolos y los ponen de tropiezo, ¿y voy a escucharles? (Ez 14, 3). Pero Dios siempre tiene abiertas las puertas del corazón. "Él es la puerta" (Jn 10, 9). Es Él quien, con infinito amor, llama a nuestras puertas: "Estoy a 15 la puerta y llamo" (Ap 3, 20). v.3. "Hazme caso y respóndeme: me agitan mis ansiedades" La situación del salmista es tan dura que teme el perder la cabeza. "Vago de acá para allá, reflexionando y meditando, dando vueltas sin descanso, de un pensamiento a otro" (Delitzsch). v 4. "Me turba la voz del enemigo" Hay un barullo de multitud, me siento mareado en medio de los apretujones, y las voces hostiles son gritos de guerreros en combate. vv.5-6. "Se me retuercen dentro las entrañas... me cubre el espanto" Lo mismo que existe un amor entrañable, nacido de las entrañas, hay también un dolor que sale de dentro, de lo más hondo, de lo más profundo. Y tiene tanta fuerza que es como un río desbordado que me arrolla y me anega. vv.7-10. "Y pienso: ¡Quién me diera alas de paloma para volar y posarme! Emigraría lejos, habitaría en el desierto, me pondría en seguida a salvo de la tormenta, del huracán que devora, Señor, del torrente de sus lenguas" Decimos que el miedo es malo. Y el salmista tiene mucho miedo. Por eso su imaginación está pensando en la huída. Envidia la capacidad de volar que tiene el ave: alas de paloma. ¿Se inspira en la paloma del arca que se aleja de los hombres aprisionados en el arca, cercado de aguas hostiles? El pájaro quiere reposo después del vuelo... Esto le sirve al autor para expresar sus sentimientos: huir de los hombres y pedir al desierto un lugar de acogida. Pero se encuentra con un huracán que todo lo aniquila. Es como una fiera que todo lo devora. "Torrente de lenguas", es decir, palabras y discursos de los enemigos que fluyen amenazadores. Normalmente los canales son benéficos, sirven para "alegrar y fecundar la ciudad" (Sal 46, 5), pero aquí se han vuelto perniciosos. La lengua que debería ser instrumento de convivencia se ha vuelto factor de división. v. 11-12. "Veo en la ciudad violencia y discordia: día y noche hacen la ronda sobre sus murallas; en su recinto, crimen e injusticia... no se apartan de su plaza la crueldad y el engaño" En las murallas, signo de seguridad ciudadana, hacen la ronda día y noche la violencia y la discordia. Han suplantado a los centinelas. Esta es la situación al exterior. En el recinto, donde antes habitaba el derecho (Is 1, 21), se han instalado el crimen, la injusticia y las calamidades. En la plaza del mercado, lugar de convivencia y donde se administra la justicia, se violan todos los derechos. Pensemos en nuestras comunidades cristianas. Cuando ha desaparecido el amor, la fraternidad, la solidaridad... sobran todas las murallas y los centinelas. Cuando se enfría la caridad todos los enemigos están al acecho. v.13-15. "Si mi enemigo me injuriase lo aguantaría... pero eres tú, mi 16 compañero, mi amigo y confidente, a quien me unía una dulce intimidad; juntos íbamos entre el bullicio por la casa de Dios" Con el enemigo siempre hay distancias. Al amigo se le abren todas las puertas: las de la casa y, sobre todo, las del corazón. Se le deja que pase hasta dentro. Nos hemos entregado a él saliendo de nosotros mismos. La traición del enemigo es comprensíble, pero la del amigo nos duele en lo más íntimo. Los enemigos del salmista no son extranjeros, sino de Jerusalén. Gente que, a pesar de estar en la ciudad santa y en el Templo, han perdido el sentido de Dios. El amigo que le traiciona es alguien de la misma mentalidad, de la misma naturaleza afectiva, el que ha compartido con él el mismo celo por Yavé: es un sacerdote o un levita. Ha tenido con él comunión de culto. Es la traición del sacerdote amigo o de la hermana religiosa. ¡Cómo duele! Jesús llamó a Judas amigo. Le lavó los pies y le dio a comer del mismo plato... Los evangelistas remarcan con asombro: ¡era uno de los Doce! v. 17-18. "Pero yo invoco a Dios, y el Señor me salva: por la tarde, en la mañana, al mediodía..." No es la huída lo que salva al salmista. Tampoco los amigos. Sólo la oración a Dios intensa y repetida: por la mañana, la tarde y la noche. Esta oración alude a la oración de los patriarcas: oración con Abrahán que se levantaba pronto para orar en el lugar donde antes había estado con el Señor (Gen 19, 27). Oración con Isaac que salía a meditar en el campo al atardecer (Gen 24, 63). Con Jacob que se dispuso a pasar la noche orando (Gen 28, 11). v 19. "Su paz rescata mi alma de la guerra que me hacen..." La paz no es ausencia de guerra. Para un judío la paz, shalom, es el cúmulo de todos los bienes mesíánicos, es la felicidad plena. Esa paz interior es un don de Dios, fruto de su oración. v 23. "Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará; no permitirá jamás que el justo caiga" Una voz interrumpe el discurso. ¿Qué es esa? Hay dos interpretaciones: a) litúrgica, a la parte de un salmista responde un oráculo oficial por parte de un funcionario del templo. b) psicológica: el orante escucha una voz interior. Dios se hace oír en lo íntimo del corazón del salmista. Éste le habló a Dios con el corazón abierto. Por esa misma puerta del corazón se ha colado Dios. v 24. "Pero yo confío en ti" La confianza del salmista se halla inconmoviblemente asentada en Yavé. El salmista no ha confiado en las instituciones, en los decretos, en las leyes. Se ha fiado, como en otras ocasiones aparece en los salmos, de una persona. Y esa persona es Dios. ORACIÓN "Se me retuercen por dentro las entrañas" En la Biblia, Señor, se nos habla de amor entrañable, el que viene de dentro, el que nace de las entrañas. Hoy el salmista nos habla de dolor 17 entrañable, dolor íntimo, que sale de las entrañas y que no deja descansar ni vivir. Tú no has creado este dolor pero lo has padecido cuando todo tu cuerpo se retorcía en la cruz. Dame fortaleza en esos momentos. Haz que no pierda la fe. Y sepa poner en Dios Padre toda mi confianza. "¡Quién me diera alas de paloma!" Sí, dame alas, no para huir del mundo ni desentenderme de los problemas. Dame alas para cobijarme dentro de Ti. Dame alas para saber elevarme por encima de las circunstancias y situaciones difíciles y encontrar en Ti la auténtica solución. Dame alas para volar a mis hermanos que sufren como yo y poder ayudarles desde mi propia experiencia de dolor. "Pero Tú eres mi amigo" Nadie como Tú conoce la traición de los amigos. La has vivido en tu propia carne, Judas ha sido tu apóstol, tu confidente. Ha compartido contigo mesa y trabajo. Y, sin embargo, se ha servido de tu amistad para clavarte el puñal de la traición. Haz, Señor, que yo nunca te traicione. Haz que sepa responder con fidelidad a la amistad que me has brindado. "Pero yo confío en Ti" Déjame decir con tu apóstol: "Sé bien de quién me he fiado". Otros pueden confiar en la plata, en sus propias cualidades, en los amigos de este mundo. Yo prefiero confiar en Ti. Como María, tu madre, quiero abandonarme en Ti y poder decir: "Yo siempre he confiado en el Señor y me ha ido muy bien". FRASES "Las alas son la contemplación, con la cual pasamos de las criaturas al reposo en la Santísima Trinidad". (Orígenes) "El autor de este salmo es un jeremías destinado a sufrir en un mundo donde la intriga y la injusticia le aseguran el éxito". (E. Kissane) "Por la tarde el Señor en la Cruz; por la mañana en la Resurrección; al mediodía en la Ascensión. Contaré por la tarde la paciencia del que muere, anunciaré por la mañana la vida del que resucita, pedi ré al mediodía que escuche al que se sienta a la derecha del Padre". (San Agustín) PREGUNTAS 1. ¿Me he visto alguna vez traicionado por los amigos? ¿Cuál ha sido mi reacción? 2. ¿Quiénes son los centinelas que rondan las murallas de mi comunidad? ¿El amor... el servicio.... la fraternidad? ¿O tal vez el enojo, la mentira, la mediocridad? 3. Mi experiencia de vida comunitaria, ¿me capacita o me frena a la hora de crear nuevos lazos de amistad con las personas de afuera? SALMO 56 Misericordia, Dios mío, que me hostigan, me atacan y me acosan todo el día; todo el día me hostigan mis enemigos, me atacan en masa. Levántame en el día terrible, yo confío en ti. 18 En Dios, cuya promesa alabo, en Dios confio y no temo: ¿qué podrá hacerme un mortal? Todos los días discuten y planean pensando sólo en mi daño; buscan un sitio para espiarme, acechan mis pasos y atentan contra mi vida. Resérvalos para el desastre, derriba con tu ira a los pueblos, oh Dios. Anota en tu libro mi vida errante recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío. Que retrocedan mis enemigos cuando te invoco, y así sabré que eres mi Dios. En Dios, cuya promesa alabo, en el Señor, cuya promesa alabo, en Dios confio y no temo: ¿qué podrá hacerme un hombre? Te debo, Dios mío, los votos que hice, los cumpliré con acción de gracias: porque libraste mi alma de la muerte, mis pies de la caída; para que camine en presencia de Dios a la luz de la vida. ESTRUCTURA 1. Petición de ayuda (2-4) 2. Exposición de' la situación (6-10) 3. Acción de gracias; (13-14) INTRODUCCIÓN Salmo de lamentación y súplica en la persecución. Un hombre agobiado invoca a Dios como testigo de la injusticia que sufre. Apela al juicio de Dios. Con su fe profunda descubre que una oración bañada en lágrimas va a tocar el corazón de Dios y se confía a Él. En este salmo habla la sed de justicia que ha abrasado el interior del hombre de todos los tiempos. Por eso hay que saber leerlo con toda reverencia relativizando los términos en que se expresa. La verdad última es que Dios sigue la pista de los sufrimientos y dolores humanos. DESARROLLO v 2-4. "Misericordia, Dios mío, que me hostigan, me atacan y me acosan todo el día... Levántame en el día terrible, yo confío en ti" El salmista comienza con la palabra misericordia. El Dios de Israel no es un Dios insensible como los dioses paganos, sino extremadamente compasivo. Es ésta la riqueza de la fe judía. ¿Qué se entiende por misericordia? Existe una bella paráfrasis parenética del judaísmo: "Señor, sé tentación; pero si yo pecare sé misericordioso conmigo a fin de que yo me arrepienta". La misericordia no sólo tiene una restauración cuando uno ha pecado, sino también ejerce un poder preventivo. Para no pecar, lo mejor es poner por delante de nosotros todo el amor misericordioso de Dios. El verbo "acosar" aquí significa aspirar con fuerza el aire: es el que jadea o 19 resuella. Con la misma avidez con que un luchador respira ruidosamente antes de entablar pelea, así están los enemigos sobre mí. Los enemigos son muchos: agresivos, incansables, ocupan las alturas. Son encrespados, con una superioridad física y con una actitud de orgullo frente al salmista. El salmista no niega el miedo~ lo tiene bien justificado ya que él está solo frente a muchos. El es pacífico y los enemigos son violentos. Pero la confianza está todavía más justificada ya que ellos son sólo hombres pero el Señor, en el que ponen toda su confianza, es Dios. v 5. "En Dios cuya promesa alabo, en Dios confío y no temo: ¿qué podrá hacerme un mortal?" Este estribillo tiene tres elementos: a) alabanza a la palabra de Dios, b) confianza en Dios, c) no temer al hombre. El estribillo acaba con una pregunta: ¿qué podrá hacerme un mortal? Ciertamente el hombre puede hacer mucho daño. Lo más terrible no es el elemento cósmico, sino la crueldad y violencia del hombre. "La naturaleza hiere pero no se ensaña, no carga de odio los golpes" (P. Schókel). Con todo define el ser entero como mortal, en contraste con Dios: fuerza, vida, eternidad. Por eso decía Jesús: "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo y ya no pueden hacer más" (Mt 10, 28). v 6. "Todos los días discuten y planean pensando sólo en mi daño" Triste y lamentable situación: se pasan el día pensando cómo hacer daño, cómo más daño, cómo verle más hundido, cómo poder desprestigiarlo más. Qué contraste con la vida de Jesús de quien se dice que "pasó por la vida haciendo el bien". v 7. "Buscan un sitio para expiarme, acechan mis pasos y atentan contra mi vida" Así como el cazador persigue su presa y va siguiendo las huellas que deja el animal en su huída, así también los enemigos están al acecho, siguiendo todos los pasos que da el perseguido. Es el acecho, ocultamiento, rastreo, silencio, espionaje la parte más peligrosa de la guerra. Los enemigos no dan la cara, rastrean las huellas hasta que se da con la persona. Psicológicamente una persona no puede vivir sintiéndose expiada. Entra en juego lo más sagrado de la persona: su libertad. v 8. "Resérvalos para el desastre, derriba con tu ira a los pueblos, oh Dios" Aquí, ciertamente, se pide venganza. Así como se guarda la cizaña hasta que llegue el fuego, aquí se pide a Dios que su ira reaccione contra los enemigos. Detrás de estas palabras duras hay un deseo de justicia de muchas vidas de hombres que han sufrido en sus carnes la opresión y la muerte injustas. El salmista quiere dejar claro que está vivo en la historia el Dios que hace justicia sobre esta tierra. v 9. "Anota en tu libro mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío" 20 Este es el verso más bello del salmo. El P. Schókel lo traduce de esta manera: "¿Conducen las andanzas del hombre a alguna parte? Pues Dios va a registrarlas en un libro suyo, convirtiéndolas en trayectoria vital con sentido. ¿Para qué sirven las lágrimas? Desahogo del alma, solidaridad del cuerpo con la pena del espíritu. Dios va a recogerlas y almacenarlas como algo valioso, que hace suyo". Todas las andanzas, el océano inmenso de la humanidad entera no se pierden para Dios. Cristo peregrinó con nosotros y oró con gemidos y lágrimas. "Él mezcló sus lágrimas con las nuestras, como una esencia que diluye su aroma en una masa de agua. Él consagró nuestras andanzas y lágrimas dándoles un valor nuevo, permanente" (A. Schókel). v 10. "Que retrocedan mis enemigos cuando te invoco, y así sabré que eres mi Dios" La derrota del enemigo injusto es una manifestación de poder y misericordia de Dios a favor del salmista. Los enemigos retroceden. Los que contemplan el triunfo de la justicia por la que han sentido sed y han rezado, ven que todo ha sido obra de Dios. Dios está vivo y presente en la historia de los hombres. Esta tierra no puede quedar más en dominio de los perversos. v 13. "Te debo, Dios mío, los votos que hice, los cumpliré con acción de gracias" El salmista ha hecho alguna promesa al Señor. Él está feliz de poder cumplirla. El salmista es agradecido y es feliz de poder ofrecerle a Dios un sacrificio de acción de gracias. Todos nosotros estamos entrampados con Dios. Constantemente derrama beneficios sobre nosotros. La palabra gracias no debería caer de nuestros labios. v. 14. "Porque libraste mi alma de la muerte, mis pies de la caída; para que camine en presencia de Dios a la luz de la vida" Caminar en la presencia de Dios es la alternativa de las andanzas. Caín tenía que alejarse de la presencia de Dios para andar errante y sin destino. El orante devana su vida en presencia y compañía de Dios. El hombre sigue caminando en esta vida pero abierto a la trascendencia "en la presencia de Dios". Ésta es la vida del orante: penas y alegrías; gozos y lágrimas, pero siempre en compañía de Dios. En el salmo ha habido una ascensión. Del sufrimiento se ha pasado a la fe. De la fe, a la confianza. De la confianza al abandono total en Dios. Esta es la mística del hombre de todos los tiempos. Este salmo nos invita a orar por la justicia. Ahora bien, una oración por la justicia debe estar respaldada por una vida preocupada por las injusticias del mundo. Una vida que no quede interrogada por el cúmulo de injusticias que cada día nos rodean, difícilmente puede hacer creíble su oración. Nos deben doler en carne viva todos los atropellos a inocentes. Nosotros debemos recoger el grito de los que sufren y ofrecerlo a Aquel que murió víctima de la injusticia más grande que ha cometido la historia: clavar en una Cruz, al Santo de Dios. 21 ORACIÓN "Buscan un sitio para espiarme" Señor, no me gusta que me espíen, que me controlen, que sigan mis pasos para sorprenderme en mis fallos y poder acusarme. Tú me has hecho libre y me has dado anchura para caminar. Y no es que quiera hacer mi capricho, mi gusto abusando de mi libertad. Quiero vivir mi libertad con anchura de corazón. Quiero, sobre todo, vivir en el ancho y espacioso océano de tu amor. Quiero gozar de esa libertad que Tú me has conquistado. "Anota en tu libro mi vida errante" Mi vida errante es mi vida de peregrino con mis aciertos y mis errores, con mis luces y mis sombras. Mi vida errante es esta vida humana de penas y sufrimientos de gozos y esperanzas. Esta vida es la que yo quiero que tomes en tus manos y la peses en una balanza. Pero que seas Tú el Juez y no otra persona. Anota, suscribe, conserva mi vida en tu libro y dale un vistazo de vez en cuando. No me importa que leas mis fallos y mis errores. Lo importante es que Tú la mires con cariño. Escríbeme en tu libro. Méteme en tu libro. Llévame en tu libro. Tú eres un Dios que conviertes en amor todo lo que tocas. "Recoge mis lágrimas en tu odre" Que nuestra vida es una valle de lágrimas no es una bonita metáfora que cada día recitamos en la Salve. Es una realidad. Es una definición. Recoge mis lágrimas en tu odre. Haz que no se malogren mis lágrimas. Ellas son expresíón de mis propios sentimientos. Lágrimas de dolor en las horas amargas. Lágrimas de emoción y júbilo en las horas felices. Guarda mi vida con amor. Recuérdala con cariño. Repásala con gozo. Toma mis lágrimas. Es todo lo que tengo para ofrecerte. FRASES "Cristo es la luz de los vivientes". (San Agustín) "Alabo la Palabra que se ha hecho carne débil y de esta manera ha hecho presente a Dios entre nosotros. En Él se apoya mi confianza a pesar de la carne ajena que me ataca; a pesar de la carne propia que me asedia y desanima. Por su resurrección me consta de que está conmigo, puedo caminar aquí en su presencia, a su luz, y esperar la victoria definitiva de la vida sobre la muerte". (P. A. Schókel) "En el Antiguo Testamento la carne es siempre lo que distingue cualitativamente al hombre y lo diferencia de Dios, no en el sentido de un dualismo materia-espíritu, sino de una oposición entre la fuerza y la debilidad". (E.Jacob) PREGUNTAS 1. ¿Vivo con paz, con gozo, con libertad... sabiendo que camino en la presencia del Señor? 2. ¿Sé anotar en el libro de mi comunidad todos los valores, cualidades y aspectos positivos de cada uno(a) de mis hermanos (as)? 3. ¿Sé guardar en mi corazón las lágrimas de mis hermanos para mezclarlas con las mías en un gesto de solidaridad? 22 SALMO 57 Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí. Desde el cielo me enviará la salvación, confundirá a los que ansían matarme, enviará su gracia y su lealtad. Estoy echado entre leones devoradores de hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada afilada. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. Han tendido una red a mis pasos, para que sucumbiera; me han cavado delante una fosa, pero han caído en ella. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar y a tocar: despierta, gloria mía; despertad, cítara y arpa, despertaré a la aurora. Te daré gracias ante los pueblos, Señor, tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad que es más grande que los cielos, por tu fidelidad que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. ESTRUCTURA 1. Súplica y confesión de confianza (2-4) 2. Descripción de la situación del salmista (5-7) 3. Acción de gracias (8-12) INTRODUCCIÓN Una serie de pequeños detalles aproximan este salmo al anterior: - idéntico modo de comenzar: misericordia, - súplica individual, - el mismo ambiente litúrgico. Todo ello nos podría hacer pensar que el salterio recoge en estos salmos (53-58) alguna pequeña colección de salmos empleados en las celebraciones litúrgicas de acción de gracias. Este salmo concreto suena a Miserere y Eucaristía. Miserere porque implora la misericordia de Dios y Eucaristía porque da gracias al Señor por 23 los beneficios obtenidos. El salmo alude a la oración de la mañana, cuando el cuerpo y el espíritu están descansados, cuando reina en el ambiente un remanso de silencio y de paz. Y cuando la misma naturaleza nos invita a una frescura paradisíaca. El estribillo que aparece en los v. 6 y 12 interrumpe la descripción de la situación y cierra el salmo. DESARROLLO v 2. "Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad" El salmo comienza con un grito de angustia moderado con la expresión de confianza. Busca asilo en el Santuario. Es una posible referencia al Templo y a su derecho de asilo. No olvidemos que unos querubines cubrían el arca con sus alas. Por otra parte es una imagen conocida en la Biblia: "Como águila que revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a volar, así el Señor extendió sus alas y, tomándolos, los llevó a cuestas" (Dtn 32, 11). "La sombra de las alas es una visión cotidiana del hombre próximo a la naturaleza: pequeñas cabecitas en el borde de un nido, bajo las plumas; un grupo de pequeños patitos con las alas desplegadas que llaman... es casi una sensación de la fe" (Brillet). El mismo Jesús alude a esta imagen al hablar de Jerusalén: ¡Cuántas veces te he querido cobijar como la gallina a sus polluelos y no has querido!... Aquí parece que la fe consiste precisamente en eso: en dejarse cobijar bajo las alas de Dios y la no-fe el rechazar ese cobijo. v 3. "Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí" El Dios Altísimo no significa lejanía, sino contraste. Este Dios que es tan importante y está tan encumbrado es el que baja a protegerme. Una anécdota rabínica nos cuenta: "Dios envió una araña para tejer una tela y ocultar a David en la cueva". "Al Dios que tanto hace por mí". Es bueno recordar al Dios de cada día, al que cada día nos abruma de beneficios, nos cerca con su bondad. Lo que Dios ha hecho a través de toda la vida por nosotros eso es algo que sólo Dios y cada uno de nosotros conocemos. v 4. "Desde el cielo nos enviará... su gracia y su lealtad" En la mitología cananea los dioses eran acompañados por dos intendentes. La bondad y la lealtad de Dios es la escolta que Dios envía para acompañar a sus fieles. v 5. "Estoy echado entre leones devoradores de hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada afilada" Describe la crítica situación con la imagen frecuente de unos leones. En la boca exhiben una lengua no carnosa, sino afilada como una espada, y unos dientes que son lanzas y saetas. Destrozan, descuartizan, consumen. A pesar de todo, el salmista vive tranquilo. Rescatamos unas bellas palabras de un libro del Qumrán: "Tú no me has abandonado en medio de los leones que muerden los huesos y chupan la sangre... Tú has cerrado la boca de los leones cuyos dientes eran como espadas... Tú has amordazado sus dientes de modo que no pueden despedazar el alma.... Has metido su 24 lengua como una espada en la vaina". v 6. "Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria" Aquí en este estribillo aparece Dios como un juez, puesto en pie en el cielo, para dictar sentencia justa. Y al levantarse, toda la tierra se llena de gloria como se llena de luz cuando se levanta el sol. Notemos que gloria en hebreo es el peso de un ser, su valoi. Cuando Dios se levanta, toda la tierra se postra en adoración ante su poder, su majestad. v. 7. "Me han cavado delante una fosa, pero han caído en ella" Este versículo forma parte de la ley del talión. La teología yavista afirma que debe recaer sobre los enemigos el mal que éstos están preparando para los amigos de Dios. v.8-9. "Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar y a tocar despierta, gloria mía. Despertad, cítara y arpa, despertaré a la aurora" Frente a los enemigos que caen en la fosa, él está firme, decidido, animoso. Su firmeza nace de la confianza en Dios. Ahora se convierte en el gran despertador. Tiene que despertar a su propia alma, debe sacudir su sueño él, el primero para estar bien despierto. Después debe despertar a los instrumentos musicales a quienes personifica. Deben haber quedado dormidos. "Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en la rama" (Bécquer). Estos instrumentos, como señal de duelo, se habían dormido. Ahora vuelven a sonar. Finalmente tiene que despertar a la misma aurora antes de que llegue su hora. Visión grandiosa que personifica a los instrumentos musicales como si fueran miembros de un coro y a la aurora como personaje celeste que puede adelantar su cita. Y es el hombre el despertador y el cantor de la naturaleza que está expectante para unirse en alabanza al Creador. v.10. "Te daré gracias ante los pueblos, Señor, tocaré para ti ante las naciones" La acción de gracias es un acto público que proclama a Dios, más allá de los límites del pueblo escogido. Es Yavé el verdadero rey de todos los pueblos. v.11. "Por tu bondad que es más grande que los cielos, por tu fidelidad que alcanza las nubes" ¿Quién es bastante grande para abarcar el cielo? ¿Y quién bastante grande para abrazar la tierra? El salmista tiene dentro de sí una alabanza y una gratitud que le rebasa, le estalla... Quiere comunicarla incluso a los seres inanimados Aprendamos, con el salmista, a ser agradecidos con Dios. Toda nuestra vida está hilvanada de favores, tejida de beneficios divinos y nuestro ser es un recipiente vacío y profundo donde Dios vierte incesantemente sus gracias. Nuestro agradecimiento debe ser intenso y constante. 25 Este salmo nos marca ya la dirección del verdadero creyente. Es propio de la fe el tener tiempos de prueba. Precisamente por eso es fe. Para nosotros los cristianos, la fe en Jesús es algo más que confiar en Dios, propio de toda alma religiosa. No es propio de cristianos el sentir constantemente la desazón de la fe sin sentir la presencia cercana de Jesús. De ahí que el creyente puede llegar a vivir en medio del mayor sufrimiento con una auténtica sensación de paz. "Yo les aseguro que ustedes llorarán y estarán tristes, mientras que la gente del mundo se alegrará. Sin embargo, aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en alegría" (Jn 16, 20). En cada una de nuestras victorias, debemos entonar un himno de gratitud a quien nos ha ayudado a conseguirlas, a quien acrecienta nuestra fe, esperanza y caridad e instaura su reino sobre la tierra. A la fidelidad de Dios a través de nuestra vida responderemos con una fe sostenida y mantenida hasta el final. ORACIÓN "Me refugio a la sombra de tus alas" Señor, cada día que pasa me siento más limitado, más débil, más frágil. Tú me hiciste de barro. Por eso me rompo a cada paso. Pero, al mismo tiempo que palpo y experimento mi fragilidad siento que una fuerza interior me sostiene. Es tu soplo. Es tu espíritu. Yo quiero vivir y crecer a la sombra de tu Espíritu. Como vivió tu madre María. Como la gallina protege y cobija a sus polluelos así yo quiero estar siempre protegido por Ti, cobijado en tu infinito amor. "Invoco a Dios que hace tanto por mi" Quisiera, Señor, tener los mismos sentimientos de gratitud que tenía el salmista. Él es consciente de todo lo que has hecho por él por eso te alaba, te invoca, te agradece. Repaso mi vida, mi pequeña historia. Toda ella está tejida de favores y de gracias. Toda ella está hilvanada de tu amor. Me pregunto: ¿quién soy yo sin Ti? ¿Qué queda en mí si tú, Señor, retiras de mi vida tu presencia? Gracias por haber hecho tantas y tan maravillosas cosas en mí. "Tu bondad es más grande que los cielo" Los cielos son altos, anchos, inmensos. No los puedo abarcar. Así de grande e infinita es tu bondad. Hazme comprender, Señor que tu amor es incomprensible. Me supera. Me rebasa. Dame esa capacidad de admiración que has puesto en los niños para quedar asombrado, sobrecogido ante la inmensidad de tu amor. En la vida, Señor, hay días oscuros, momentos difíciles en los que uno comienza a dudar de todo. Que en esos momentos jamás dude de la grandeza de tu amor. "Tu fidelidad alcance alas nubes" Qué bonito es en la vida el poder fiarse de las personas. Mucho más lindo el poder fiarse de Dios. Un amigo tuyo, Pablo, dijo en cierta ocasión: "yo sé de quien me fío". Y jamás se sintió defraudado por Ti. Haz que yo sepa confiarme en Ti como se confía la palmera al viento, y el esposo fiel a su esposa enamorada. FRASES 26 "Mi alma durmió en medio de leones feroces. Tan tranquilo estaba que dormía cuando quería". (S. Jerónimo) "Yo despertaré a la aurora. No la aurora a mí". (Quínchi) "Toda la estancia de Cristo en la tierra fue una aurora... hasta que el sol se acostó para levantarse de nuevo y despejar la aurora con el resplandor de una nueva luz... De la Resurrección recibió el sol un esplendor nuevo, una luz más serena... Entonces el sol se alzó sobre el cielo, difundió sus rayos sobre la tierra".(San Bernardo) PREGUNTAS 1. ¿Vivo sereno y tranquilo sabiéndome amado de Dios? 2. ¿Sé fiarme de las personas de mi comunidad? 3. Ante tanta gente insegura que camina sin saber adónde va, ¿sé crear espacios de seguridad, de sosiego y de paz? SALMO 58 ¿Es verdad, poderosos, que dais sentencias justas? ¿Que juzgáis rectamente a los hombres? Al contrario, en el corazón planeáis delitos, y en la tierra, vuestra mano inclina la balanza a favor del violento. Se extravían los malvados desde el vientre materno, los mentirosos se pervierten desde que nacen: llevan veneno como las serpientes, son víboras sordas que cierran el oído, para no oír la voz del encantador, del experto en echar conjuros. Oh Dios, rómpeles los dientes en la boca, quiebra, Señor, los colmillos a los leones; que se derritan como agua que se escurre, que se marchiten como hierba pisoteada; sean como babosa que se deslíe al andar, como aborto que no llega a ver el sol. Antes de que broten como espinas de un zarzal, que los consuma el fuego como a los cardos. Y goce el justo viendo la venganza, bañe sus pies en la sangre de los malvados; y comenten los hombres: "El justo alcanza su fruto, porque hay un Dios que hace justicia en la tierra". 61 27 ESTRUCTURA 1. Contre los jueces malvados (2-6) 2. Imprecaciones (7-10) 3. Conclusiones (11-12) INTRODUCCIÓN Este salmo va contra los jueces inicuos que tratan de violar, en detrimento de raza y religión, las prescripciones más sagradas de la ley natural y el yavismo. "Un salmo de violencia tejido de invectivas pero un salmo de alta inspiración moral y social" (G. Brillet). El salmista sufre por el corrompido orden de cosas que hay en el mundo. No duda en hablar alto y fuerte. Se trata de un saneamiento moral. Pide un cambio de valores. Por otra parte está en juego lo supremo. ¿Es Dios el Señor y Juez del universo? ¿O rigen el mundo otros poderes demoníacos? Al final (v. 11) dirá con vigor profético: ¡hay un Dios que juzga en la tierra! En cuanto a su estilo poético podemos decir con F. Delitzsch: "En ningún otro salmo se hallan en tan estrecho espacio tantas imágenes exuberantes". DESARROLLO v. 2. "¿Es verdad, poderosos, que dais sentencias justas? ¿Que juzgáis rectamente a los hombres?" El comienzo es un apóstrofe irónico e hiriente: hay hombres en la tierra que tienen por oficio el hacer justicia. Para ello han recibido un poder. ¿Lo emplean, realmente, para su fin? Las palabras no se dirigen a los jefes de pueblos enemigos. Van dirigidas a los nobles de Israel, a los jueces que han olvidado sus deberes. Según la mitología cananea el ejercicio de la justicia lo tenían los dioses inferiores, y si lo ejercían mal, incurrían en la censura de su jefe superior. El verdadero Dios, ¿sería menos exigente en relación a los que ejercen la justicia en su nombre? "Bañar los pies en sangre" pertenece al lenguaje imaginativo de la pasión más que a un rito vengativo y cruento. A nosotros nos escandalizan estas frases. Y no debemos olvidar los cristianos que, en la cruzada de 1099, la sangre de los prisioneros 28 masacrados subía hasta las rodillas de los caballos. Y comenta muy bien N. Daniel: "Es la peor profanación de los lugares santos conocida por nosotros". "Para presentarse en testimonio de la conciencia y de Dios ellos mismos deberían ser hombres de Dios y de conciencia" (G. Brillet). v 3. "...en la tierra, vuestra mano inclina la balanza a favor del violento" Dios quiere una justicia recta, es decir, inflexible e irrevocable. No puede tolerar una mano enemiga que incline la balanza en favor de nadie, y menos del violento. "A veces en nuestras Iglesias, los representantes de Dios, cuando se trata de dar un veredicto de inocencia o culpabilidad, no saben rechazar las coimas que les ofrecen" (A. Maillot). v 4-6. "Se extravían los malvados desde el vientre materno, los mentirosos se pervierten desde que nacen: llevan veneno como las serpientes, son víboras sordas que cierran el oído, para no oír la voz del encantador..." Estos son malos por naturaleza, no por fragilidad o desviación posterior. Su malicia es congénita, está en la misma raíz de su existencia. "Tienen una malicia tan profundamente enraizada que se manifiesta en la vida y se remonta al nacimiento... tienen como un veneno que conduce a la desmesura final" (L. Ligier). Su malicia es como un río desbordado que no se puede detener. "Cuando el mar brotó del seno de la tierra ¿quién le puso compuertas para contenerle?" (Job 38, 8). Lo peor de todo es que parece que no hay posibilidad de cambio, ni voluntad del mismo. "¿Puede un negro cambiar de color? ¿Puede un leopardo quitarse sus manchas? Pues tampoco ustedes, acostumbrados al mal, pueden hacer lo bueno" (Jer 13,23). Parece que conscientemente cierran sus oídos a toda voz de cambio de conducta. Cuenta la leyenda que las serpientes pegan un oído a tierra y se obturan el otro con la cola para no oír al encantador. Dice un himno del Qumrán: "¡Cuántas malicias hay en el corazón. Son un veneno de serpiente!" El encantador sabe un conjuro para amansar a la serpiente, para hacerla inofensiva por un tiempo. Pero estos malvados no quieren perder su veneno. v. 7. "Oh Dios, rómpeles los dientes en la boca, quiebra, Señor, los colmillos a los leones" El salmista no anda por las ramas. Pide a Dios que desaparezcan del mapa. Que acaben ya de dar dentelladas a los buenos. v 8-9. "Que se derritan como agua que se escurre, que se marchiten como hierba pisoteada; sean como babosa que se deslíe al andar, como aborto que no llega a ver el sol" "Como agua que se escurre". Es algo que desaparece... "pasa el deshielo y se secan los arroyos; viene el calor y se acaba el agua" (Job 6, 17) "Como hierba pisoteada". Alude al marchitarse, al desaparecer de una flor: 29 "La hierba se seca y la flor se marchita cuando el soplo del Señor pasa sobre ellas" (Is 40, 7). "Como la babosa que se deslíe al andar". Alude a la creencia popular de que la baba, que el limaco deja al andar, es la disolución de su sustancia. "Como aborto"... debería anularse su existencia. De judas dijo el Señor: "Más le valiera no haber nacido". "Es preciso que se borre toda huella. Hasta el recuerdo del mal. Es preciso que sobre la faz del mundo que Dios construye, la maldad del perverso no deje ninguna arruga" (E. Beaucamp). v. 10. "Antes de que broten como espinas de un zarzal, que los consuma el fuego como a los cardos" No hay que dar tiempo a que crezca la mala hierba. Hay que arrancarla antes de que pueda hacer daño. Alude a que esos jueces inicuos deben ser arrancados en pleno vigor. v 11. "Y goce el justo viendo la venganza, bañe sus pies en la sangre de los malvados" Sólo en este versículo aparece la palabra venganza. Y comenta Santo Tomás: "Se alegrarán no de la venganza, sino por ella y por la justicia divina". v 12. "Y comenten los hombres: "El justo alcanza su fruto porque hay un Dios que hace justicia en la tierra" Sentencia en la que el justo expresa su legítimo consuelo. En definitiva es el Dios de toda justicia el que debe tener la última palabra. Dios no puede ver indiferente el triunfo de las fuerzas del mal, sino que ha dispuesto aplastar la cabeza hostil de la serpiente. Con la intervención de Dios las aguas volverán a su cauce: los malvados habrán recibido su merecido; los justos podrán alegrarse. El justo juez no deja impunes las injusticias humanas y premia la conducta honrada y limpia. Por sus imprecaciones este salmo no se reza en la liturgia de las horas. Pero podría incluirse dándole su explicación y, sobre todo, viéndonos nosotros mismos incluidos en él de alguna manera. Quiero acabar con unas palabras luminosas del P. Alonso Schókel a propósito de este salmo. "El peligro al leer este salmo está en identificar los malvados con los otros y el justo e inocente con nuestro grupo. Si somos capaces de leer el salmo dirigiéndolo de modo que también nos alcance a nosotros, este salmo puede ser muy importante en la vida cristiana. Puede contrarrestar el peligro de pietismo y privatismo. Puede alimentar la sed de justicia."Cuando el impío maldice a Satanás, se maldice a sí mismo" (Sir 21, 27)". ORACIÓN "¿De verdad, poderosos, que dais sentencias justas?" Señor, cuando echo una mirada al mundo que me toca vivir, siento malestar, enojo, turbación. A veces, hasta me da hastío. Los poderosos aplastan a los humildes; los ricos a los pobres; los grandes a los pequeños y los jueces ponen su mano pesada sobre la balanza para inclinarla a favor de 30 los malvados y violentos. Tú también, cuando vivías en este mundo, eras muy sensible al tema de la injusticia. Con qué amargura interior pronunciaste aquellas palabras: "Los jefes gobiernan con tiranía a los súbditos" (Mt 20, 25). "Se extravían los malvados desde el vientre materno" El vientre materno es lo más íntimo, lo más tierno, lo más sagrado. En ese lindo taller trabajas Tú la vida. Pero hay personas que absorben el mal desde la misma cuna. Y lo mismo que existe el amor entrañable, el nacido de las entrañas, existe también el mal fontal y radical, nacido en la misma raíz de la existencia. Me duele y me da pena el pensar que haya personas que pasan por la vida haciendo el mal. Y esto como por inclinación innata. Todo lo contrario de lo que hiciste Tú. Ellos siempre llevan en su corazón el veneno de la maldad. Tú, en cambio, siempre llevas contigo un manantial de bondad. ¡Señor, enséñanos a vivir!... "Hay un Dios que hace justicia en la tierra" Gracias, Señor, por estas bellas palabras del salmista. La injusticia, el odio, la corrupción tienen tal fuerza y tal magnitud que nosotros nos sentimos impotentes para combatirlos. Pero Tú, Señor estás con nosotros, trabajas a nuestro lado, luchas codo a codo con tantas personas de buena voluntad que quieren un mundo justo, más limpio, más transparente. Gracias, Señor, porque asumes personalmente los compromisos sociales en favor de los pobres, los pequeños y los indefensos. FRASES "La prevaricación del juez es uno de los más grandes pecados del hombre". (Emmanuel) "Los topos excavan la tierra pero raramente se elevan hasta la luz del día". (Santo Cura de Ars) "Un peregrino sin albergue llega a su país y no lo reciben: él entonces llama inhumana a esa ciudad, dice que entre bárbaros habría hallado acogida. Siente la injusticia porque la padece; tú quizás no la sientes. Has de considerarte peregrino para comprender cómo te duele que te nieguen lo que tú niegas al peregrino. Padeces hambre. Otro tiene pan en abundancia y le sobra; sabe que tú necesitas y no te lo da. Te enfadas porque sientes hambre. Enfádate también cuando estás saciado y sabes que otro pasa hambre". (San Agustín) PREGUNTAS 1. ¿Te molesta, te inquieta, te quita el sueño la falta de justicia en nuestro mundo actual? 2. ¿Sabes descubrir injusticias dentro del grupo, de la comunidad en la que vives? ¿Tienes valor para afrontarlas? 3. Ante un mundo de tanta corrupción, ¿trabajas por ser honesto y transparente? SALMO 59 Líbrame de mi enemigo, Dios mío, protégeme de mis agresores; 31 librame de los malhechores, sálvame de los hombres sanguinarios. Mira que me están acechando, y me acosan los poderosos. Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor, sin culpa mía, avanzan para acometerme. Despierta, ven a mí encuentro, mira: tú, el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel. Levántate y castiga a las naciones, no tengas piedad de los traidores. Vuelven por la tarde, ladrando como perros, y vagan por la ciudad: mira cómo sueltan la lengua, sus labios son puñales: "¿Quién nos oye?" Pero tú, Señor, te ríes de ellos, haces burla de los arrogantes. Estoy velando contigo, fuerza mía, porque tú, oh Dios, eres mi alcázar; que tu favor se adelante, oh Dios, y me haga ver la derrota del enemigo. Dales muerte, Dios mío, para que mí pueblo no lo olvide; dispérsalos y derríbalos con tu potencia, Señor, escudo nuestro. Cada palabra de sus labios es un pecado de su boca; queden prendidos en su arrogancia, en las mentiras y maldiciones que profieren. Que tu cólera los acabe, que los acabe, y no dejen rastro; para que se sepa que Dios gobierna en Jacob y hasta el confín de la tierra: Vuelven por la tarde, ladrando como perros, y vagan por la ciudad: dan vueltas buscando comida, y hasta que no se hartan, van gruñendo. Pero yo cantaré tu fuerza, por la mañana aclamaré tu misericordia; porque has sido mi alcázar y mi refugio en el peligro. Y tañeré en tu honor, fuerza mía, porque tú, oh Dios, eres mi alcázar. 32 ESTRUCTURA 1. Petición de socorro (2-10), 2. Intervención divina sobre los enemigos (11-18) 3. Cada una de las partes acaba con la proclamación de confianza en la liberación (v. 7 y 17). INTRODUCCIÓN Salmo de lamentación y súplica por parte de un hombre injustamente perseguido. Es tenebrosa y abominable la imagen de unos enemigos ansiosos de dar muerte. El salmista pide a Dios que intervenga como "Dios vivo". El salmista es un individuo ultrajado que debe tener un rango elevado en Israel. Es un representante de los fieles de Israel. Más que de extranjeros parece que aquí se trata de los propios israelitas infieles. La situación obedece a una crisis interna de Israel. Debido a la temática y vocabulario muy próximo a Isaías y Jeremías, el salmo habrá que situarlo en torno a la época del exilio. DESARROLLO v 2-3. "Líbrame de mi enemigo, Dios mío, protégeme de mis agresores; líbrame de los malhechores, sálvame de los hombres sanguinarios" Hay una acumulación de adjetivos in crescendo para designar a los adversarios: agresivos, malhechores, sanguinarios. El salmista hace una invocación apremiante a Yavé. "Llamada a Yavé formulada en términos que dan a entender que está en juego la vida del que suplica" (Podechard). La petición que le hace a Dios es ésta: Sálvame. Al pie de la letra significa encarámame, es decir, ponme en una altura donde no puedan llegar los enemigos; hazme inaccesible a ellos. Bonita oración: elévame hacia Ti, ponme por encima de las cosas, de mis problemas; muy cerca de ti y ¡defiéndeme! v 45a. "Mira que me están acechando, y me acosan los poderosos. Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor, sin culpa mía, avanzan para acometerme" El salmista muestra la injusticia de su persecución que aquí es descrita como un ataque militar. ¡Sin tener ninguna culpa! El salmista no dice que no haya cometido nunca ningún pecado. No es un presuntuoso. Él afirma categóricamente que no ha cometido el delito que se le acusa. v. 5b-6. "Despierta, ven a mi encuentro, mira: tú, el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel. Levántate y castiga a las naciones, no tengas piedad de los traidores" "Despierta". Hace salir al Señor de su sueño, su silencio, su inactividad. El salmista tiene certeza de que Dios va a intervenir: "Porque el Señor va a salir de su palacio para castigar por sus pecados a los habitantes de la tierra" (Is 26, 21). En los ritos cananeos se habla de clamores para despertar. Con ellos se instaba a una divinidad agonizante a que despertara y volviera a la vida. En 33 el salmo ha desaparecido el trasfondo mitológico. Los clamores sólo sirven para exhortar a Yavé a que intervenga. El salmista apela a títulos solemnes del Señor: el Dios de los ejércitos estelares o soberano cósmico es el mismo Dios de Israel o soberano histórico. El Señor no puede mostrar piedad con los criminales que no quieren arrepentirse. Tener piedad con éstos significaría crueldad con las víctimas inocentes. Así el propio jeremías dice: "No me dejes perecer con tu paciencia" (Jer 15, 15). v 7. "Vuelven por la tarde, ladrando como perros, y vagan por la ciudad" Este estribillo se va a repetir en el v. 15. Estos perros a los que alude el salmo no son los perros domésticos, amigos del hombre. Son perros salvajes, famélicos, peligrosos. Habitan en descampado y acceden a la ciudad para apagar el hambre con los desperdicios de la comida. Su boca babea y asoman colmillos relucientes como puñales. Su aullido suena a amenaza. Esos perros significan hombres ávidos, despiadados, con un hambre insaciable de devorar. v 8. "Mira cómo sueltan la lengua, sus labios son puñales: ¿Quién nos oye?" Aquí hay una arrogancia blasfema contra Dios. ¿Quién nos oye? ¿Acaso hay alguien que escuche? ¿Acaso no está demasiado alto para atendernos? Es una faceta del ateísmo. En aquella época es impensable el ateísmo teórico. Pero sí se daba el ateísmo práctico, es decir, el que piensa que Dios no tiene que ver nada con nuestras cosas. Es un Dios apartado totalmente de nuestra historia. v. 9. "Pero, tú, Señor, te ríes de ellos, haces burla de los arrogantes" Se ríe. Se trata de un antropoformismo propio de los salmos. Colocan a Dios actitudes de los hombres. Se intenta destacar el dominio de Yavé sobre el Universo y la soberanía absoluta de Dios que no sale aún de su ocultamiento pero que repele ya toda resistencia. v. 10. "Estoy velando contigo, fuerza mía, porque tú, oh Dios eres mi alcázar" Lo normal en el salterio es que Dios vele por el salmista, por su vida. Aquí los papeles se invierten audazmente: el que vela por su Dios es el salmista y tendrá que gritarle para que despierte. Los israelitas tenían organizadas sus velas nocturnas en el templo, recordando la noche en que el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto: "Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberían estar vigilantes, generación tras generación" (Ex 12, 42). La noche en vela es memorial de la vela que hizo el Señor al liberarlos. Pensemos en aquella noche de la Cena Pascual y del huerto de los olivos donde el Señor, con su sangre, nos otorgaba la salvación definitiva. Hay aquí un fuerte llamado a nuestra oración en la noche, nuestras adoraciones nocturnas, para mantener vivo en nosotros lo que hizo Jesús. 34 v. 12. "Dales muerte, Dios mío, para que el pueblo no lo olvide" El v. 12 no expresa un impulso inhumano, sino el ardiente deseo de que se haga visible en todas partes la demostración de la intervención de Dios y que esta intervención tenga efectos duraderos. v. 13-14. "Cada palabra de sus labios es un pecado de su boca; queden prendidos en su arrogancia... que tu cólera los acabe y no dejen rastro; para que se sepa que Dios gobierna en Jacob y hasta el confín de la tierra" La conducta de los malvados se concentra en el uso y abuso de la palabra. Pues bien, lo que dicen se vuelva contra ellos y así serán víctimas de su arrogancia. Así se revelará la justicia de Dios que gobierna a su pueblo y a todo el mundo. v 16-17. "'(Los enemigos) dan vueltas buscando comida, y hasta que no se hartan van gruñendo. Pero yo cantaré tu fuerza, por la mañana aclamaré tu misericordia" El yo del salmísta contrapone enfáticamente al ellos. La mañana es tiempo de reconocimiento gozoso. La mañana clausura con júbilo la experiencia dramática. Se acabaron los gruñidos y aullidos. Es hora del canto. Cantando a Dios siente y expresa su liberación. Para ello selecciona dos atributos divinos ya mencionados: la fuerza para desbaratar a los agresores y la lealtad para proteger a su devoto inocente. Dios en persona ha sido su verdadero refugio. v 18. "Y tañeré en tu honor, fuerza mía, porque tú, oh Dios, eres mi alcázar" "Y tañeré..." Hace poco había dicho velaré. Ahora dice: tañeré. Este cambio minúsculo y superficial del salmista revela un cambio profundo. Ahora el salmista estalla en una alabanza. No sólo vela, sino que canta, agradece, alaba. La oración es expresión de nuestra vida y debe expresar lo que llevamos por dentro. Si tenemos un ánimo apagado hacemos una oración de súplica, de lamento. Si nuestro ánimo está jubiloso entona un himno de gratitud y de alabanza. ORACIÓN "Despierta, ven, mira" A veces, Señor, me da la impresión de que estás dormido y quiero que despiertes. Me da la impresión de que estás lejos y quiero que te acerques. Me da la impresión de que estás distraído y quiero que me mires y me atiendas. Yo sé que es sólo una impresión. Porque si Tú pudieras dormir despertarías sin cosas. Si Tú te alejaras, mi corazón se quedaría frío, si Tú dejaras de mirarme, me moriría de pena. Si vivo es porque Tú estás despierto. Si vivo es porque Tú estás dentro de mí. Si vivo es porque Tú no te has cansado de mirarme. ¡Gracias, Dios mío! "Tú eres mi alcázar" Vivo en la ciudad. Paseo por las grandes calles y avenidas. Respiro por todas partes aire de libertad. ¡Qué hermoso es poder vivir tranquilo y en paz! 35 Pero, de pronto, unos intrusos desconocidos asaltan la ciudad y perturban el orden. Por todas partes cunde el miedo y la opresión. ¿Qué hacer? ¿A quién acudir? Señor, en esos momentos levanto mis ojos hacia Ti, que eres mi refugio y mi alcázar. Contigo me siento seguro y recupero la paz. "Señor, que tu favor se adelante" Señor, permite que te pida que seas Tú quien se adelante. En realidad Tú me tomas la delantera. Me adelantas en sabiduría, en poder, en santidad... Pero, sobre todo, me adelantas en amor. Tú nos amaste primero. Haz que yo asuma siempre mi rol de ir por detrás. Quiero seguirte donde Tú vayas. Y bien amarrada mi mano al arado, yo no quiero volver la vista atrás. "Tañeré en tu honor" Señor, cuando Tú no estás todo suena a silencio mortal. Cuando Tú apareces todo se llena de música. Yo quiero cantar para Ti y hacer de mi vida una alabanza de gloria. Tú te mereces todo. Acepta esta pequeña flauta de mi vida y llénala de tu música para que nunca deje de alabarte. FRASES "La fe no arregla automáticamente la vida... si así fuera esto sería el fin de la fe". (G. Brillet) "Si el alma no está en guardia... peor para ella". (Garrone) "La destrucción del hombre invalidaría la obra de Dios". (Gregorio de Nisa) "Con la boca, no con las manos, han dado muerte a Jesús". (Orígenes) PREGUNTAS 1. ¿A quién suelo acudir en los momentos de dificultad? 2. ¿Sé encontrar en mi comunidad un alcázar seguro donde yo recobro la paz del corazón? 3. Constantemente vienen a mí personas inseguras: con problemas, con desesperación. ¿Qué respuestas les estoy dando? SALMO 60 Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas, estabas airado, pero restáuranos. Has sacudido y agrietado el país: repara sus grietas, que se desmorona. Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, dándole a beber un vino de vértigo; diste a tus fieles la señal de desbandada haciéndolos huir de los arcos. Para que se salven tus predilectos, que tu mano salvadora nos responda. Dios habló en su santuario: "Triunfante ocuparé Siquén, parcelaré el valle de Sucot; mío es Galaad, mío Manasés, Efraín es yelmo de mi cabeza, Judá es mi cetro; 36 Moab una jofaina para lavarme, sobre Edom echo mi sandalia, sobre Filistea canto victoria". Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte, quién me conducirá a Edom, si tú, oh Dios, nos has rechazado, y no sales ya con nuestras tropas? Auxilianos contra el enemigo, que la ayuda del hombre es inútil. Con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos. ESTRUCTURA 1. Lamentación ante una derrota nacional (3-7) 2. Oráculo del poder de Dios sobre los pueblos (8-10) 3. Complemento de la lamentación y búsqueda de motivos de esperanza (11-14) INTRODUCCIÓN En este salmo hay que distinguir tres etapas: La primera sería de una súplica comunitaria con probable alusión a la invasión de un país extranjero procedente del Norte y derrota de Israel. En un segundo lugar, un salmista añade a esta lamentación unos versos que completan y modifican su óptica: es mejor quedarse con Dios que huir sin él. En la tercera parte, para confirmar este planteamiento de fe el compositor recurre a un oráculo antiguo que habla de la soberanía de Dios sobre los pueblos y lo inserta en el centro de la lamentación (v. 8-10). El oráculo apoya un cambio de visión teológica: lo importante ya no será huir sino apoyarse en Dios. Se puede y se debe contar con Yavé y sólo con Él. Magnífica reacción de fe ante los cálculos humano. DESARROLLO v 3. "Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas, estabas airado, pero restáuranos" Como el pueblo es propiedad de Dios que lo protege, la gran catástrofe bélica indica que Dios ha rechazado a su pueblo. El salmista pide que esa situación no sea definitiva, sino que sea Dios mismo quien restaure a su pueblo. Notemos que el pueblo de Israel no deja a su Dios ni aunque lo vea alejado y enojado. Espera una restauración que sólo Dios se la puede dar. v. 4. "Has sacudido y agrietado el país: repara sus grietas que se desmorona" La catástrofe bélica tiene una resonancia cósmica: la tierra, el país ha sufrido la catástrofe. "La tierra temblará terriblemente, se sacudirá, se hará pedazos"(Is 14, 19). También San Pablo nos hablará de las repercusiones cósmicas del pecado: "Sabemos que hasta ahora la creación entera sufre como una mujer 37 dolores de parto" (Rom 8,22). Cuando yo peco la tierra se pone a temblar. v. 5. "Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, dándole a beber un vino de vértigo" El salmista insiste en que ese castigo no ha sido para el enemigo sino para tu pueblo. Es tu aliado a quien has hecho sufrir desgracias. Nos has dado a beber un vino que perturba, que tortura, que enloquece. Un vino de castigo. "Despierta... Jerusalén, tú que has bebido de la mano del Señor la copa de su cólera; el cáliz del vértigo lo has bebido hasta las heces". v. 6. "Diste a tus fieles la señal de desbandada haciéndolos huir de los arcos" Una señal de desbandada. La bandera izada en un alto o lugar visible usábase para indicar el sitio donde los combatientes pudieran concentrarse y huir. Es como decirle a Dios: Tú has favorecido nuestra huida... v. 7. "Para que se salven tus predilectos, que tu mano salvadora nos responda" Los que acusan a Dios, los que se lamentan ante él, ellos mismos son los que dicen: Somos tus predilectos. Se consideran personas para quienes Yavé es una realidad viva, saben que son amados por él incluso en el juicio. "La mano salvadora". Es la mano derecha y es gesto de protección y, de parte de Yavé indica seguridad de salvación. v.10. "Dios habló en su santuario: Triunfante ocuparé Siquén, parcelaré el valle de Sucot; mío es Galaad, mío Manasés, Efraín es yelmo de mi cabeza, Judá es mi cetro; Moab una jofaina para lavarme, sobre Edom echo mi sandalia, sobre Filistea canto victoria" En estos versículos encontramos la respuesta de Dios. Se trata de un antiguo oráculo que se repite en la presente ocasión. La tierra prometida es propiedad de Dios. Efraín representa al reino septentrional y Judá el reino meridional. Moab, Edom y Filistea son los reinos vasallos en tiempo de David. Aquí aparece Yavé como vencedor que ha conquistado grandes territorios y que ahora los reparte como botín. Reclama su derecho de posesión. Se presupone que los territorios de Israel septentrional enumerados en los versículos 8-9 habían caído en manos extranjeras en el año 722 a. C. Por tanto, se decreta que el antiguo orden de posesión y dignidad, tal y como existe desde tiempos antiguos, no ha sido abolido. Canaán es el país de Yavé. El reino del norte (que se halla en manos extrañas) es propiedad de Yavé. Efraín no ha sido rechazado. Como el yelmo pertenece a quien protege con él su cabeza en la lucha, así Efraín pertenece a Yavé quien se presenta aquí como guerrero. Los estados vasallos rebeldes de Edóm, Moab y Filistea quedan también bajo la jurisdicción de Yavé. En una imagen atrevida dice que el mar Moab (Mar Muerto) es la jofaina de Yavé. 38 Arrojar el zapato es una expresión simbólica que designa la toma de posesión de algo. Dios ha comprado a Edom. Toda la tierra está sometida al poder de Dios. El salmista al oír este oráculo divino, ¿va a perder la esperanza? Nosotros, aunque pecadores, seguimos siendo propiedad de Dios. Él nos ha comprado pero "no con oro ni plata, sino con la preciosa sangre de su Hijo" (1 Pe 1, 18-19). v 11-12. "Pero, ¿quién me guiará a la plaza fuerte, quién me conducirá a Edom, si tú, oh Dios,... no sales ya con nuestras tropas? Huir a Edom ya no tiene sentido si Dios no lo quiere, si él no apoya esa fuga, huir sin Dios al frente es una temeridad, una locura. Lo mejor es quedarse y luchar amparados en el auxilio único de Dios. A veces, también nosotros tenemos tentaciones de huída. Unas veces es hacia fuera, creyéndonos todo lo que el demonio nos sugiere de libertad, de felicidad al margen de Dios. Otras veces la huída es interna. Nos atrincheramos dentro de nosotros mismos, huimos de las exigencias del evangelio. No queremos saber nada de la fe como riesgo y aventura. Dios no puede estar en esa huida. v. 13. "Auxílianos contra el enemigo, que la ayuda del hombre es inútil" El salmista no quiere decir que no sirva la ayuda humana. Constantemente la Biblia nos invita a ayudarnos y solidarizarnos unos con otros. El salmista afirma categóricamente que la ayuda del hombre, al margen de Dios, no sirve para nada. El pueblo tiene que poner su confianza plenamente en Dios. v 14. "Con Dios haremos proezas" El salmo termina poniendo toda su esperanza en Dios. El que ha llevado al pueblo de la esclavitud a la libertad, el que tantas maravillas ha hecho en el pasado, seguirá haciéndolas en el presente si le somos fieles. ¡Si nos fiáramos de Dios!... Cuántas maravillas podríamos hacer a lo largo de toda nuestra vida. Toda nuestra pequeña historia de salvación ha estado apoyada en él, sostenida por él. "Es de destacar el espíritu de fe del salmista que, en medio de las actividades militares de los enemigos, atribuye a Dios los acontecimientos que se van sucediendo" (E. Podechard). Encontrar la esperanza en la Palabra: esa ha sido la solución del orante del salmo. Para que la Palabra engendre esperanza hay que tomarla como algo dicho directamente a mí, como libro de mi alianza. Hay que hacer el largo camino de adhesión a Jesús. La esperanza viva no es algo, sino alguien. Alguien que va delante de mí, que está metido dentro de mí, que ocupa el centro de mi corazón. ORACIÓN "Oh Dios nos rechazaste... pero restáuranos" Señor, Tú nunca abandonas ni desprecias. ¿Cómo puede decir el salmista que nos rechazaste? ¿No será que fuimos nosotros los que te olvidamos y te rechazamos? Tú eres el sol que siempre alumbra e ilumina. Fuimos nosotros los que cerramos los ojos a la luz. No te canses, Señor, de 39 acercarte aunque nosotros nos empeñemos en alejarnos. No te canses, Señor, de rehacernos, aunque nosotros nos empecinemos en destruirnos. No te canses, Señor, de ser bueno con nosotros aunque nosotros, a veces, no seamos buenos contigo. "Mío es Galaad, mío Manasés" Todo es tuyo, Señor, y todo te pertenece. Nosotros no podemos presentar ante Ti ningún título de propiedad. Tú nos has creado y somos tuyos. Haz que nos sintamos orgullosos de pertenecerte. Haz que siempre nos sintamos felices de poder servirte. "¿Quién me conducirá a Edom si Tú no sales ya con nuestras tropas?" Tú, Señor, das seguridad en la vida. ¿Adónde podemos ir sin Ti? Todos nuestros planes, proyectos, iniciativas fracasan si Tú no caminas a nuestro lado. Quítanos, Señor, el orgullo de querer caminar solos. "Auxílianos, que la ayuda del hombre es inútil" El salmista no habla en teoría. Es un hombre que ha vivido mucho, que ha experimentado mucho. Ha constatado la fragilidad del ser humano y lo poco que vale la ayuda del hombre. Aunque quiere, muchas veces no puede dar solución a muchas cosas. Haz, Señor, que nos apoyemos en Ti y sintamos la ayuda de tu brazo poderoso. FRASES "Nosotros lucharemos y Él dará la victoria". (Juana de Arco) "Cristo está siempre preparado 'para correr como vencedor hacia la victoria' (Ap 6, 2) con el fin de que los fieles le supliquen como el salmista". (Cardenal G. Saliege) "La Iglesia ha conocido momentos donde parecía que llegaba su fin: en el s. III con las persecuciones sangrientas reiteradas; en el s. IV donde triunfaba el arrianismo; en el s. X donde el clero se avergonzaba; en el s. XVI donde renacía el paganismo y donde el protestantismo separaba la fe de la mitad de Europa... Y sin embargo, Dios, por mano de sus santos, ha colocado todo en orden". (J. Weber) PREGUNTAS 1. ¿Me he sentido alguna vez rechazado por Dios? 2. ¿Soy consciente de que mi comunidad es posesión de Dios? ¿Caigo en la cuenta de que obrar contra la comunidad es ir contra algo que le pertenece a Dios? 3. Cuando hago una tarea, una misión, una obra de apostolado, ¿en quién me apoyo? SALMO 61 Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi súplica. Te invoco desde el confín de la tierra con el corazón abatido: llévame a una roca inaccesible porque tú eres mi refugio y mi bastión contra el enemigo. Habitaré siempre en tu morada 40 refugiado al amparo de tus alas; porque tú, oh Dios, escucharás mis votos, y me darás la heredad de los que veneran tu nombre. Añade días a los días del rey, que sus años alcancen varias generaciones; que reine siempre en presencia de Dios, que tu gracia y tu lealtad le hagan guardia. Yo tañeré siempre en tu honor, e iré cumpliendo mis votos día tras día. ESTRUCTURA 1. Súplica de un exiliado (2-5) 2. Oración po (6-$) 3. Conclusión, con promesa de cumplir sus votos (9) INTRODUCCIÓN Este salmo se refiere claramente al género de súplica. En él encontramos dos estratos: el primero trata de una súplica individual de un exiliado de Jerusalén que añora la ciudad. En el segundo estrato se ha insertado una oración litúrgica por el rey. Si el salmista abriga la firme seguridad de ser escuchado individualmente, ¿por qué no pedir por una institución tan querida entonces, como era la monarquía? Y eso precisamente ha hecho la mano del liturgista amante de la monarquía davídica. Lo que uno aprecia de verdad trata de transformarlo en oración. La fecha de composición es incierta, pero habría que situarla antes del exilio, cuando la monarquía alcanzó su esplendor. DESARROLLO v 2. "Dios mío, escucha mi clamor" El salmo comienza con un verso de introducción invocando a Dios. Psicológicamente necesita afianzar su confianza en el poder salvador de Dios. Por otra parte, al decir Dios mío hace referencia a una intimidad. En toda oración es muy importante crear un clima de intimidad, de confianza, de seguridad en Dios. Y esto más cuanto mayor es la inseguridad que nosotros sentimos. Este tiempo es ya parte de la oración. En algunas catedrales el pórtico es tan importante como lo que hay dentro. v 3. "Te invoco desde el confín de la tierra con el corazón abatido: llévame a una roca inaccesible" "Desde el confín de la tierra". Teóricamente puede referirse a un extremo del territorio o un país extranjero, como en el salmo 42. Pero aquí, por el contexto significa un símbolo de lejanía espiritual. Es un amante del templo y su ciudad. Lejos de allí su corazón desfallece, le falta suelo, se hunde. De ahí que pide la roca inaccesible de Dios. Allí se sentirá seguro. "El corazón abatido" es el corazón desmayado, es decir, se siente inseguro e impotente. Notemos que la cercanía o lejanía no es cuestión de kilómetros. Es cuestión de amor. Yo puedo estar muy cerca de mi mamá aunque viva físicamente muy lejos de ella. Por el contrario, un matrimonio puede vivir en la misma casa y en el mismo lecho y estar muy lejos por la falta de amor. 41 "Sin el amor que encanta, la soledad del ermitaño espanta. Pero es más espantosa todavía La soledad de dos en compañía". (Campoamor) Sentir la lejanía de Dios como falta de aire, falta de suelo... es una bonita experiencia religiosa. Equivale a decir: yo no puedo vivir sin él. A esta experiencia se refiere el salmista cuando dice: "Te invoco desde el confín de la tierra". v 4. "Porque tú eres mi refugio y mi bastión contra el enemigo" El "Tú eres mi refugio" puede tener dos traducciones: a) Puede significar que el salmista ya ha encontrado una zona segura donde refugiarse. Sus enemigos, aunque le persiguen, ya no le pueden hacer daño. "El nombre del Señor es una torre poderosa a la que acuden los justos en busca de protección" (Prov 18, 10). b) Puede expresar la confianza apoyada en experiencias precedentes. Por eso es tan importante tener experiencias positivas de Dios para los momentos de dificultad. v. 5. "Habitaré siempre en tu morada refugiado al amparo de tus alas" "Habitaré siempre". El que está a gusto con una persona quiere perpetuar la experiencia. Cuando se trata de humanos esa experiencia se desea hasta la muerte. Por eso los enamorados se dicen: te querré hasta que la muerte nos separe. Cuando se trata de una experiencia con Dios no hay límite. Pablo, lleno de emoción, exclama: "Y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes 4, 17). Las alas aluden a los querubines del arca que sirven de pedestal a Yavé y significan protección salvadora para los que están cerca de Dios. Se lee en el libro del Éxodo: "Pon dentro del arca la ley que te voy a dar. Allí me encontraré contigo y, desde lo alto de la tapa, de entre los dos seres alados que están sobre el arca de la alianza, te haré saber todas mis órdenes para los israelitas" (Ex 25,21-22). Las leyes de Dios no son normas frías, externas a la persona. Las da Dios a los israelitas en un encuentro personal con él. Todas las normas cristianas dimanan de un encuentro vivo y personal con Jesús. v. 6. "Porque tú, oh Dios, escucharás mis votos y me darás la heredad" La heredad es la parte correspondiente en la tierra prometida. La que entregó Dios a las tribus. No olvidemos que la tribu de Leví se quedó sin heredad porque Dios era su herencia (Sal 23). El salmista se siente feliz con su suerte. Y es que, de vez en cuando, los cristianos nos debemos hacer esta pregunta: ¿Estamos contentos con nuestro Dios? v.7-8. "Añade días a los días del rey, que sus años alcancen varias generaciones; que reine siempre en presencia de Dios, que tu gracia y tu lealtad le hagan guardia" Son varias las peticiones por el rey y conviene desglosarlas. Se pide una larga vida. Una vida que sobrepase la media normal. Hay que tener presente que, en esta época, no existe perspectiva de vida futura. La señal de la bendición de Dios será una vida larga aquí en este mundo. Se pide que reine siempre en presencia de Dios. En la mentalidad del salmista sólo un reino concebido según el proyecto de Dios tiene garantías 42 de perpetuidad. El rey debe plegarse constantemente a la voluntad de Dios. Y esto lo debe hacer todos los días de su vida. En el reino de Israel ha habido de todo. Pero han abundado los reyes que no han gobernado según el corazón de Dios. Todavía pide más para el rey: que le guarden la gracia y la lealtad de Yavé. Con esta escolta privilegiada el rey podrá ir a cualquier parte y todo le saldrá bien. ¿A quién podrá temer en el camino? Lo que en realidad está pidiendo el salmista para este rey es que se cumplan las promesas davídicas: que el rey no sea depuesto, que su reinado sea vitalicio, que la dinastía no sea amenazada. Las conjuras de palacio y los manejos extranjeros son hechos bien conocidos en la historia. v. 9. "Yo tañeré siempre en tu honor, e iré cumpliendo mis votos día tras día" El salmista tiene un alma muy sensible, muy delicada. Le promete a Dios cantar siempre en su honor. Parece que ha encontrado en la alabanza una fuente de felicidad. Honrar a Dios, glorificar a Dios, darle gusto en todo... esa es su vocación, su razón de ser. Lejos del salmista los así llamados compromisos por un tiempo. El salmista cumplirá con Dios todos los días. Todos los días le ofrecerá sacrificios, pero sobre todo, le ofrecerá el regalo de su corazón. Hoy día asustan a los jóvenes los compromisos de por vida. También tratándose de Dios. Hay que saber conectar con el salmista y descubrir con él, el gozo de un servicio de amor. "El cristiano puede rezar este salmo, añorando la presencia de Dios en el templo. Pero llegado al templo terreno, siente una nueva nostalgia por aquel templo celeste, donde el rostro de Dios se manifiesta. Allí podrá habitar por siempre junto a Dios, allí tendrá la heredad de los que veneran el nombre del Señor Jesús" (P. Schókel). El salmista nos invita a rezar por nuestros gobernantes, por nuestros superiores, por todos los que están constituidos en autoridad. Pero hemos de pedir que todos los que tienen autoridad la ejerzan, según el plan de Dios. Ojalá que todos entendamos la autoridad como un buen servicio a Dios y a los hermanos. ORACIÓN "Te invoco desde el confín de la tierra" A veces, Señor, me siento lejos de Ti. Me parece que estoy en el fin del mundo. Todo me parece extraño y desconocido. No encuentro tierra donde afirmar mis pies. ¡Y me hundo! Desde esa lejanía, desde ese abismo, yo, "Señor, te grito: 'Escucha mí clamor". Yo no puede vivir sin Ti. Me falta suelo. Me falta aire. Me falta luz. Me falta pulso. ¡Me faltas Tú! Ven cerca de mí ahora que yo estoy lejos. "Me refugio al amparo de tus alas" Las alas, además de servir para volar, también sirven para proteger, cobijar, anidar. No pretendo, Señor, volar demasiado alto porque me podría caer. Simplemente quiero que tus alas me protejan, me den cobijo y me ayuden a crear un nido de amor. Y en ese templo no tengo necesidad de piedras, sino 43 de alas. Las piedras dan frío. Las alas calientan. Haz que yo viva siempre en esa abrasadora cercanía de tu presencia. "Cumpliré mis votos día tras día" Es muy fácil y hasta resulta bonito cumplir los votos en el día de la profesión religiosa. Lo difícil es guardarlos cada día. Y lo que te pido, Señor, es mantener la ilusión de mi entrega todos los días de mi vida. Que no me canse de servirte, que no me canse de quererte. Que sepa estrenarte cada día y nunca te hagas viejo entre mis manos. Haz que no pierda el amor primero. Que no caiga sobre mí la rutina. Que cada día sepa descubrirte como novedad. Cumpliré mis votos día tras día. FRASES "En este salmo todo gravita alrededor de un deseo". (Manati) "El cristiano, ¿no hará una oración constante para evitar la locura de los hombres que viven el gran sufrimiento y la gran angustia de estar lejos de Dios? (G. Garrone) "En este salmo aparecen la misericordia y la verdad. La misericordia para prometer y la verdad para cumplir". (San Agustín) "Puedes decir lo que quieras de la eternidad, y puedes decir cuanto quieras porque, por más que digas, dirás de menos. Pero algo has de decir para pensar en lo que no puedes decir". (San Agustín) PREGUNTAS 1. Mi cercanía física de Dios (Bíblia, capilla, rezos), ¿me está llevando a una cercanía en la fe y en el amor? 2. ¿Sé llevar a mi oración a todos los miembros de mi comunidad? ¿Estoy mirando a todos y cada uno de los miembros de mi comunidad con una mirada de fe? 3. Mi presencia física, ¿es signo de la presencia de Dios? Cuando las personas están conmígo, ¿tienen la sensación de haber estado cerca de Dios? SALMO 62 Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. ¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre todos juntos, para derribarlo como a una pared que cede o a una tapia ruinosa? Sólo piensan en derribarme de mi altura, y se complacen en la mentira: con la boca bendicen, con el corazón maldicen. Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. 44 De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio. Los hombres no son más que un soplo, los nobles son apariencia: todos juntos en la balanza subirían más leves que un soplo. No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón. Dios ha dicho una cosa, y dos cosas, que he escuchado: "Que Dios tiene el poder y tú, Señor, la gracia; que tú pagas a cada uno según sus obras". ESTRUCTURA 1. Declaración de confianza e imprecación á los enemigos (2-8) 2. Invitación al Pueblo a que, tenga canfianza (9-11) 3 Oráculo conclúsivo (12-13) INTRODUCCIÓN Todavía es éste un canto de perseguido pero muy diferente de los anteriores. Ni un grito, ni un gemido, ni una censura. Una atmósfera de serenidad, de reposo. Nada que ver con los poemas de este género. G. Brillet, con su alma poética, describirá al salmo de esta manera: "Un lago alto, oculto entre las montañas; ningún viento en el rostro. La paz casi en silencio". En este salmo se mezcla la enseñanza y la experiencia. Lo que aquí se narra es fruto de la paz que brota del corazón del salmista. El yo del salmista no habla desde un púlpito elevando, ni desde la cátedra de maestro. Su lenguaje es cercano y emotivo y eso que viene de un ambiente de persecución y aflicción. Por eso es más convincente. El salmista ha descubierto la paz del corazón, la disfruta y la ofrece a tantos corazones inquietos. Él ha buscado la paz sólo en Dios. ¿Quién es el autor? "Poco importa si es el yo de un rey o de un hombre cualquiera. No lo dice y, al ocultarse, hizo de su experiencia un menaje universal" (A.González). Un salmo muy querido por los autores: "Sí, todos los puntos apuntan alrededor de la idea de confianza" (G. Brillet). "Este salmo expresa el acto de fe más explícito de todo el salterio" (J. Goldstein). Por.las afinidades con Ezequiel y II Isaías había que datarlo del tiempo del exilio. DESARROLLO v.2-3. "Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; 45 sólo él es mi roca... mi alcázar: no vacilaré" "Sólo en Dios" experimenta el creyente la paz y el sentido de la lucha. Lo repite machaconamente a lo largo y ancho de todo el salmo. Es una afirmación solemne, enérgica. No quiere ni oír otros razonamientos que le vienen de fuera. "Descansa" es decir, se tranquiliza, se calma. Implica una fatiga precedente. La confianza es un resultado. Ya la introducción plantea el tema que será centro de su ulterior desarrollo: afirmar la confianza en Dios como valor vital supremo. Y esto se hace con la energía de quien sabe que nada ni nadie podrá hacerle caer en vacilación, zozobra o inquietud. El salmista corta cualquier tentativa que intente desviarle de una decisión existencial. El salmista se serena mirando a Dios. Refuerza su actitud acumulando posesivos: "mi descanso", "mi salvación", "mi roca", "mi fuerza", "mi esperanza". "El alma del salmista descansa en Yavé; encuentra paz cuando se vuelve hacia Él; se serena mirando hacia Él" (Kraus). v 4-5. "¿Hasta cuando arremeteréis contra un hombre, todos juntos para derribarlo como a una pared que cede o una tapia ruinosa? Sólo piensan en derribarme de mi altura, y se complacen en la mentira: con la boca bendicen, con el corazón maldicen" "¿Hasta cuándo?" Encierra un matiz de inutilidad de todo ese trabajo que se toman los impíos. Es como decir; ¿hasta cuándo vais a perder el tiempo? El salmista (un solo hombre) se dirige a sus perseguidores (que son muchos). Arremeten contra él como los ejércitos asaltan con ímpetu las murallas de una ciudad. Se trata de una operación conjunta, bien pensada, de constantes arremetidas para derribar un muro que ya se cuartea. Pero ese muro ruinoso, al confiar en el Señor, se ha convertido en muro inexpugnable. El mismo Dios va a convertir a jeremías en "una muralla de bronce" (Jer 15, 20). "Derribarme de mi altura". La altura que ha conseguido el salmista no es de orden social o político sino religioso. Los enemigos con mentiras y patrañas intentan tirarlo de la altura de Dios, de la altura adquirida con su fe inquebrantable. Dicen bonitas palabras con la boca y en su corazón habita el veneno. Maquinaciones con apariencia de amabilidad, incluso de amistad. v. 6-7. "Descansa sólo en Dios alma mía... sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré" Repite el mismo estribillo pero llenándolo de un nuevo contenido. Al principio era espontáneo. Ahora hay una afirmación total en la confianza a Yavé. Dios no es un muro que se tambalea, sino una roca bien firme y segura. v. 8-9. "De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confiad en él; desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio" Es notable el paso que hace del singular al plural. Del refugio mío al refugio nuestro. Ahora está la asamblea reunida. El salmista se siente fuerte con la meditación que ha hecho sobre Dios. Y desde la propia experiencia, 46 exhorta al pueblo a fiarse de Dios. Todos deben contar con Yavé. Invita al pueblo a desahogarse ante Dios. Al pie de la letra significa derramar el corazón en Dios como si el corazón fuese un recipiente de sentimientos. "Estoy desahogando mi pena delante del Señor". Una frase parecida de Ana (1 Sam 1, 15). Y es ésta una bonita oración cuando estamos cargados de problemas y angustias: nos ponemos delante del Señor y vamos derramando, volcando nuestras preocupaciones ante él. Es lo que dirá Jesús en el Nuevo Testamento: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas y yo los haré descansar" (Mt 11, 28). v. 10. "Los hombres no son más que un soplo, los nobles son apariencia: todos juntos en la balanza subirán más leves que un soplo" Los hombres, sin distinción de plebeyos y nobles, no sólo son mentirosos, sino que son una mentira radical. Parecen ser algo y no son nada: "Habitan en casas de arcilla cimentadas de barro: entre el alba y el ocaso desaparecen" (Job 4, 19). No son más que un soplo. Se pueden colocar a todos los hombres del mundo juntos en un platillo de la balanza y en el otro platillo un soplo y el platillo de los hombres subirá. Un soplo pesa más que toda la humanidad junta. ¿Es una hipérbole pesimista? Se supone que el salmista está hablando así porque está comparando la humanidad con relación a Dios. En su presencia son nada. "Mirad, las naciones son gotas de un cubo y valen lo que el polvillo de la balanza. En su presencia las naciones todas son como si no existiesen" (Is 40, 15-16). v. 11. "No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón" La confianza en Dios excluye el poner el corazón en otras cosas. No hay que poner las ilusiones en las cosas injustas: robo, violencia. Pero ni siquiera hay que poner el corazón en las justas: la riqueza. El salmista no va contra la riqueza, sino que condena el confiar en ella. "El que confía en sus riquezas, se marchita" (Prov 11, 28). v. 12. "Dios ha dicho una cosa y dos cosas, que he escuchado: Que Dios tiene el poder y tú, Señor, la gracia" "Dios ha dicho una cosa". Se trata de un proverbio numérico. Proverbios de numeración ascendente cuyas cifras se llenan de contenido en función de la última. Aquí lo que quiere decir el salmista, de una manera y otra, es que toda su confianza se apoya en el poder y la gracia. Es como decir: Dios sí que es poderoso, en contraste con la debilidad humana. Dios sí que es fiel y justo en contraste con la infidelidad y la injusticia de los hombres. "En la reunión de la fuerza y la gracia se expresa la esencia de la fe en el Dios del Antiguo Testamento" (A. Weiser). El salmista ha sido un hombre inflexible en sus afirmaciones. Ninguna duda, ninguna vacilación. Nadie ha sido capaz de bajarle ni un milímetro de la altura que había adquirido con Yavé. "Dice la fe: Dios sólo. Y la experiencia dice: los hombres también y los medios humanos también. Dice el salmista: Mi experiencia dice que 'sólo Dios'. ¿Los hombres? Un soplo. ¿Los medios humanos? ¿La fuerza? ¿La riqueza? ¡Nada!" (G. 47 Brillet). Insistimos en esto: el salmista no desprecia al hombre y a los medios humanos. Sólo dice que ellos, sin Dios, son apariencia. No son nada. Con Dios todo tendría sentido. ORACIÓN "Sólo en Dios descansa mi alma" Señor, en mi cuerpo finito y limitado has puesto un alma semejante a Ti, con capacidades infinitas. Mi cuerpo puede descansar en la tierra, en la hierba o en el lecho. Pero mi alma, con aspiraciones tan altas, con deseos tan profundos, con anhelos tan sublimes sólo puede encontrar reposo en Ti. Sólo se harta con tu pan. Sólo se sacia con tu agua. Sólo se embriaga con tu vino. Sólo se llena con tu presencia. "Sólo piensan en derribarme de mi altura" Señor, no por mi esfuerzo ni por mis méritos, pero sí por tu gracia y tu favor, he conseguido alcanzar la cima de tu presencia, la altura de tu cercanía. Mis enemigos me ven y sienten envidia; me miran y quieren derribarme. Pero yo sé que Tú eres mi roca y contigo me siento seguro. En la altura me lleno de tu Espíritu, del aire puro y limpio que, como suave brisa, me abraza y acaricia. Dame fuerza para permanecer siempre en esa altura de tu amor. "Desahogad ante él vuestro corazón" Mi corazón es como una vasija que se va llenando de inquietudes, zozobras, angustias y ansiedades. A veces siento que voy a reventar... y digo: ya no puedo más. Es entonces cuando más me apetece estar contigo y escuchar de tus propios labios esas palabras tan lindas: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré". Es como derramar mi corazón en el tuyo y sentir que el peso desaparece. Entonces una inmensa paz se apodera de mí. "Y tú, Señor"... El salmista ha estado hablando en tercera persona. De repente, le ha embargado un sentimiento profundo. Entonces ha dejado en suspenso el hilo de sus razonamientos y se ha quedado a solas contigo, saboreando tu inefable compañía. Haz, Señor, que tu persona, tu presencia, llene mi corazón de alegría y de emoción hasta el punto de perder súbitamente la noción de las cosas que me preocupan. Esos instantes fugaces pero intensos son los que llenan de plenitud esta precaria vida humana que no es más que un soplo. FRASES "Es una gran revelación, en su aparente simplicidad, una revelación que renueva la vida y el mundo: que el Todopoderoso es bueno y que el Todobueno es poderoso". (G. Brillet) "Dios es la única esperanza porque, en toda la historia, los hombres frecuentemente han demostrado que no pueden contar con ellos mismos. Visión pesimista pero realista de la historia de la humanidad". (Rabíno Josy Eisenberg) "El muro que se cuartea o se inclina es la naturaleza humana viciada por el pecado, y las potencias malignas arremeten con él para derribarlo". (San Atanasio) 48 PREGUNTAS 1. En mi oración personal, ¿he experimentado a Dios como des canso? ¿Acudo a Él cuando me siento fatigado o agobiado? 2. ¿Siento necesidad de contar a mi comunidad mis experiencias de fe cuando hacemos oración comunitaria? 3. Ante tanta inseguridad de la gente que me rodea, ¿sé ofrecerles seguridad desde mi fe arraigada en Dios? La fe de Jeremías era como una muralla de bronce, ¿se parece en algo a la mía? SALMO 63 Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agotada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti y tu diestra me sostiene. Pero los que buscan mi perdición bajarán a lo profundo de la tierra; serán entregados a la espada, y echados como pasto a las raposas. Y el rey se alegrará con Dios, se felicitarán los que juran por su nombre, cuando tapen la boca a los traidores. ESTRUCTURA 1. Busqueda ardiente del salmista por su Dios (2-3) 2. Necesidad imperiosa de una intImidad (7-9) 3. Acción de gracias por el bien suprmo (41-6) 4. Seguridad del rey frente a sus enemigos (10-12a) 5. Adición litúrgica (12b) INTRODUCCIÓN Este salmo alcanza una de las cumbres de la espiritualidad del Antiguo Testamento. Todas las afirmaciones apuntan a una aspiración definitiva de todo hombre de fe: vivir solamente dependiendo de Dios. "Este salmo es un canto de amor místico" (Delitzsch). "Es la expresión religiosa de un alma tomada totalmente por Dios" (J. Calés). Para el salmista Dios lo es todo. El bien que sobrepasa a todo lo demás. El único que compensa, con creces, todos los infortunios de la existencia. 49 Este salmo es como el encuentro de dos sedientos: Dios y el hombre. Encuentro de la sed infinita de Dios por darse en amor al hombre. Y la sed del hombre por responder a ese amor. Se realiza aquí una célebre frase de San Gregorio Nacianceno: "Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Dios". DESARROLLO v.2-3. "Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agotada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria!" Se cambia el nombre común de Dios por Elohím, nombre de la Alianza. Ésta estará presente en el centro del salmo. El salmista no le reza a Dios, sino a mi Dios. Quiere decirle claro desde el principio: "Tú eres mi Dios". Se recargan los pronombres personales o posesivos en un tuteo amoroso: mi Dios, te busco. Tengo sed de ti. Quiere vivir en Dios como en su propio hogar. "Para vivir no quiero islas, palacios, torres; qué alegría más alta vivir en los pronombres" (Pedro Salinas). La nostalgia de Dios la experimenta como necesidad biológica. El salmista se parece a una tierra abrasada por el sol implacable. Necesita humedad, necesita agua. La tierra está reseca, agrietada. En el salmo 42-43 el salmista estaba en un país rocoso y este ambiente le hablaba de su sequedad interior. Ahora el alma está agrietada, hecha grietas, como los labios resecos de la tierra. Es una imagen viva que habla del deseo de Dios que siente el salmista. Notemos que el mayor acercamiento a Dios es ya el deseo de acercarse. "No me buscarías si no me hubieras encontrado" (San Agustín). Y así lo han deseado los santos: "La sed despierta tal deseo que morimos si nos vemos privados de él. Muero porque no muero" (Santa Teresa). "Es como un fuego como yo os deseo" (Teilhard de Chardin). "Viendo tu fuerza y tu gloria". La gloria en la Biblia no es como en el mundo griego la fama. Es el peso de una persona. Y esto contempla el salmista: el peso que Dios tiene en su vida... v. 7-9. "En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti... y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti y tu diestra me sostiene" La nostalgia de Dios se ha convertido en una pesadilla, en una grata obsesión, hasta llegar a quitarle el sueño. "Mientras estoy acostado, las voluntades de mi Dios están en mi corazón. Me levanto por la mañana para hacer lo que Él desea" (inscripción egipcia). Cerca del arca se acurruca como un pequeño pájaro y allí se siente seguro. Y comenta San Agustín: "¿Queremos crecer? Permanezcamos como pajaritos pequeños bajo esas grandes alas de Dios... Seremos grandes si, bajo El, quedamos siempre pequeños". "Mi alma está unida a ti". La imagen es viva y plástica. No se trata simplemente de agarrarse a Dios como con la mano. Tiene un sabor deuteronómico: aquí el estar unido a Dios expresa una intimidad conyugal. El salmista está unido a Dios con el ardor y la fusión del abrazo amoroso. 50 No podía el místico elegir una imagen más certera para indicar su situación respecto a Dios que la del amor esponsal. "Eres Tú. Soy yo. Yo te adoro. El tiempo, el espacio se evaporan... Yo olvido el universo y a mí mismo. Pero esta necesidad del éxtasis, este fuego sagrado que me abrasa, este peso divino que me aplasta eres Tú, Dios mío, yo estoy en Ti. De nuevo, Tú" (Lamartine). El salmista expresa un amor de enamorados. Para el tiempo... se pierde la noción del espacio... Se olvida de todo... y de sí mismo. Experiencia de éxtasis: de salir de sí mismo para abandonarse en el Otro. v 4. "Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios" No es la vida como tal, sino la comunión con Yavé lo que constituye el don supremo que el hombre puede recibir. Y dice, a este respecto, el gran especialista bíblico Gerhard von Rad: "Esta comprensión de fe del salmista nos hace comprender la honda transformación de todos los valores de la vida que se han llevado a cabo en esta experiencia. Para Israel, la vida y su prolongación había sido el mayor de sus bienes. La distinción entre la gracia y la vida era algo completamente nuevo en Israel. Significaba el descubrimiento de lo espiritual como una realidad más allá de la caducidad de los bienes temporales". Una vez más es la experiencia de Dios la que ha ido haciendo teología en el pueblo de Dios. ¿No estamos nosotros lejos de ese modo de hacer teología? ¿Dónde aprendió Sor Isabel tantas cosas tan bellas y profundas de la Trinidad? v 5. "Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote" Si Dios vale más que la vida, toda la vida es corta para alabarle, bendecirle, adorarle, glorificarle. En esto consiste la razón suprema de su vida. El alzar las manos a Dios, como aparece en 1 Tim 2, 8 no es signo de imploración, sino de glorificación. v. 6. "Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos" La enjundia y la manteca significa la mejor comida (Jer 31, 14). En el Levítico se prohíbe comer grasa porque se la reserva para los sacrificios de Yavé (Lev 7, 23-25). Significa metafóricamente la abundancia y plenitud de Dios y esto en una experiencia casi táctica y gustativa. San Agustín nos comentará este versículo diciendo que se trata de una lujuriante santidad espiritual. Esta experiencia interna el salmista la expresa externamente a través de unos labios llenos de canciones. El salmo parecería terminado aquí dejando al poeta inmerso en una experiencia gratificante. No obstante, a partir de ahora, aparece un ataque inesperado contra el enemigo. v. 10-11. "Pero los que buscan mi perdición bajarán a lo profundo de la tierra; serán entregados a la espada, y echados como pasto a las raposas" Algunos autores incluso han pensado que estas estrofas son ajenas al texto original. Pero esto es desconocer el sentido profundo del salmo. ¿Qué decir? 51 a) La mayor parte de los salmos de intimidad tienen estrofas contra los enemigos. La plena realización del amor a alguien pide que desaparezcan aquellos que están haciendo mal a quien se ama. La felicidad de estar con Dios no es una huída, un refugio perezoso, sino un compromiso de luchar día a día contra el mal. b) El salmista ha venido a orar con un problema concreto. Se trata de un infortunio que proviene de los adversarios. Pero se ha metido tanto en la oración y se ha sentido tan feliz con Dios que su problema ha pasado a segundo término. Ha hecho de su problema un trampolín para acercarse más a Dios y perderse en Él. Ha trascendido el problema. Y precisamente en este sentirse tan amado por su Dios es donde ha encontrado la verdadera solución a su problema. "Echados como pasto a las raposas". Es un gesto de mucha crueldad. La mayor ignominia es un cadáver insepulto, expuesto a los animales. "El muerto que no encuentra sepultura, no tiene reposo. Está condenado a errar sin fin en el mundo infernal" (E. Podechard). No saben distinguir entre pecado y pecador. Lo que se desea es que desaparezca de raíz el mal. v. 12. "Y el rey se alegrará con Dios, se felicitarán los que juran por su nombre" El rey es símbolo del pueblo, representante del mismo, con promesas y privilegios especiales. Jurar por el rey es ponerle a él como garantía. Todos se felicitan. Júbilo de todos que dependen única y exclusivamente de Dios. ORACIÓN "Oh Dios, Tú eres mi Dios" Señor, Tú no eres para mí el Dios de los filósofos y los sabios, sino el Dios de la Alianza: el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob. El Dios de la historia, el Dios de mi historia. Tú eres mi Dios. Tú eres mío. Más que mi pensamiento, eres Tú. Más que mi corazón, eres Tú. Más que mi vida, eres Tú. Sin mí, eres Tú. Pero yo sin Ti no soy yo. Mi alma está apegada a Ti. Tú me sostienes, Tú eres la razón de mi vivir. "En el lecho me acuerdo de Ti y velando medito en Ti" Tú, Señor, estás en mi corazón. Y el corazón nunca deja de latir: por la mañana y por la noche. Levantado y acostado. Yo quiero vivir contigo a ritmo de corazón. Mis días han de ser para alabarte y mis noches para adorarte. Mis días para servirte y mis noches para soñarte. Déjame derramar mi vida ante Ti en un bello canto a dos coros. "A la sombra de tus alas canto con júbilo" Un pájaro canta tranquilo sobre la rama cascada porque sabe que tiene alas para volar. Yo no soy un pajarillo. No tengo alas para volar, pero canto tranquilo sobre la frágil rama de mi existencia porque Tú, Señor, me prestas tus propias alas que me protegen, me cobijan y me lanzan a la altura. Hazte presente en mi corazón y toda mi vida será alegría y júbilo. "Tu diestra me sostiene" Tu diestra Señor, es fuerte, poderosa. Con tu diestra abriste el mar en dos partes y hundiste en él a carros y caballos de los egipcios. Con tu mano poderosa creaste el cielo, la tierra, el mar y cuanto contiene. 52 Hoy, Señor, busco tu brazo. No tu brazo poderoso, sino tu brazo amoroso. Más que ser fuerte, apoyándome en tu poder, quiero hacerme débil descansando en tu amor. Déjame terminar mi oración con esos bellos versos de tu gran amigo San Juan de la Cruz: "Entrada sea la esposa en el ameno huerto deseado, y a su sabor reposa; el cuello reclinado sobre los dulces brazos del Amado". FRASES "Tengo hambre de Él. Él es quien excava los abismos en mi alma. Abismos que sólo Él puede llenar". (Sor Isabel) "Simplemente juntos estamos felices... Es vuestra propia felicidad la que vibra en mí. Me haces vivir tan cerca de ti que se acrecienta mi nostalgia de la vida eterna". (Abbé Thellier) "Lo que amenaza, lo que esteriliza la vida religiosa es no ser atentos con Dios; no desear encontrarle, no desear verle. Dios tiene alegría de manifestarse en nosotros pero sólo puede manifestarse a los que tienen hambre y sed de Él". (Evely) "En el salterio nada parecido a esta hambre de Dios innata en el hombre recto; nada parecido a esta búsqueda del Señor y del reposo en Él, que constituye la piedad profunda". (J. Weber) PREGUNTAS 1. ¿He sentido alguna vez en mi vida sed de Dios? ¿En qué se ha manifestado? - Cada uno(a) puede contar sus experiencias personales. 2. El salmista evoca tiempos en que ha sido feliz en el Santuario, en las celebraciones con sus hermanos. ¿En qué momentos yo me siento a gusto con mi comunidad? 3. ¿Qué puedo aportar yo, desde mi experiencia personal y comunitaria, a la gente de la calle? SALMO 64 Escucha, oh Dios, la voz de mi lamento, protege mi vida del terrible enemigo; escóndeme de la conjura de los perversos, y del motín de los malhechores. Afilan sus lenguas como espadas, y disparan como flechas palabras venenosas, para herir a escondidas al inocente para herirlo por sorpresa y sin riesgo. Se animan al delito, calculan cómo esconder trampas, y dicen: "¿Quién lo descubrirá?". Inventan maldades y ocultan sus invenciones, porque su mente y su corazón no tienen fondo. Pero Dios los acribilla a flechazos, por sorpresa los cubre de heridas; su misma lengua los lleva a la ruina, 53 y los que lo ven menean la cabeza. Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios, y medita sus acciones. El justo se alegra con el Señor, se refugia en él, y se felicitan los rectos de corazón. 111 ESTRUCTURA 1. Introducción invocatoria (2-3) 2. Acusación de los enemigos y revelación de sus planes (4-7) 3. Intervencion de Dios (8-9) 4. Cónclusión y reaecíón de 1a multitüd (11-12) INTRODUCCIÓN Se trata de un salmo de súplica individual pero con una novedad: tiene una dimensión profética con una clara evocación al juicio de Dios. Por eso algún autor prefiere clasificarlo entre los salmos de exhortación profética. Se trata de una profecía de carácter yavista: ante el problema del mal se profetiza, con una fe inquebrantable en Yavé, Dios justo, que la verdad de Dios y el triunfo de la moral serán una realidad. "El poema compuesto con arte no carece ni de originalidad ni de vigor" (E. Podechard). DESARROLLO v.2. "Escucha, oh Dios, la voz de mi lamento, protege mi vida del terrible enemigo" La queja brota de la amargura interior y se lo manifiesta a Dios. Orar es poner delante de Dios nuestra vida tal y como la estamos viviendo. Así han orado los hombres de Dios: "Por eso no cerraré la boca, voy a quejarme en la amargura de mi alma" (Job 7, 16). La oración de Ana está regada con lágrimas, se desahoga ante Dios y no se calla: "Lo que me hace hablar es el gran dolor y la amargura que siento" (1 Sam 1, 15-16). Quejarse, lamentarse, gritar... ante Dios en los momentos de dolor y sufrimiento es una bella oración que Dios acepta con gusto. 54 v. 3. "Escóndeme de la conjura de los perversos y del motín de los malhechores" El salmista se ve amenazado por un conjunto de enemigos. Quiere ocultarse, esconderse. ¿Dónde encontrará mejor refugio? Ha pensado tal vez en el templo. Pero a veces ni siquiera el templo se respeta (Sal 11). Lo tiene claro: no hay mejor refugio que Dios mismo, su persona. Ahí va a sentirse seguro. v. 4-5. "Afilan sus lenguas como espadas, y disparan como flechas palabras venenosas, para herir a escondidas al inocente, para herirlo por sorpresa y sin riesgo" Son imágenes sacadas de la caza y de la guerra para caracterizar los tratos pérfidos de los enemigos. La espada es símbolo de la lengua tajante y las flechas representan las palabras hirientes y amargas. En varias culturas las armas de caza y guerra llevaban veneno. También lo llevan las palabras de los enemigos. El versículo 5 tiene un matiz especial: el tomar a la víctima por sorpresa. Apostados sobre escondites estratégicos, pueden actuar sin riesgos y sin miedo. No se trata de una batalla abierta, dando la cara. Tienen guardadas las espaldas y la sorpresa es factor ventajoso. ¿Cómo es el inocente? La raíz tmm indica algo circular, completo. Como queda definido un día o un año. Lo que quiere decir que este inocente es un modelo de equilibrio humano y religioso. v. 6. "Se animan al delito, calculan cómo esconder trampas y dicen: ¿quién lo descubrirá?" "Se animan..." se enfervorizan, se estimulan para hacer el mal. Calculan cómo hacer más dañinas sus trampas. Y dicen: ¿quién lo descubrirá? Niegan a Dios el poder de descubrir lo oculto, lo secreto. Es un modo de ateísmo: "El Señor no lo ve, el Dios de Jacob no se entera" (Sal 94, 7). Si peco nadie me verá; si miento a escondidas, ¿quién se enterará? Hay una especie de oposición: frente a la perfección del justo se opone la perfección del crimen. ¡Qué bien saben hacer el mal!... v. 7. "Su mente y su corazón no tienen fondo" Puede tratarse de un proverbio. De hecho jeremías dice: "Es insondable el corazón de una persona" (Jer 17, 9). Pero aquí no se está haciendo un análisis del ser humano, sino que les sirve a los perseguidores para probar que el delito está tan profundo que no lo puede ver ni Dios. v. 8-9. "Pero Dios los acribilla a flechazos, por sorpresa los cubre de heridas. Su misma lengua los lleva a la ruina, y los que lo ven menean la cabeza" "Pero Dios..." Sin ningún tipo de preparación aparece Dios disparando flechas. Los malvados no pueden ocultarse, de repente ahí están las heridas. El contra ataque, por parte de Dios, está tan bien preparado que sin necesidad de silbar las flechas, han quedado heridos los enemigos. Fueron vencidos con las mismas armas que ellos combatían. Y para ellos está reservado el trato que la perfidia humana reservaba al inocente. 55 Mover la cabeza es un acto de desprecio. Así se lo hicieron a Cristo (Mt 27, 39). El enemigo que se ilusionaba de que nadie lo viera ahora es visto por todos. Y ahora todos, al verlo, mueven la cabeza burlándose de él. En el espíritu de la ética yavista, el pecado contra el débil es pecado contra Dios que es su defensor. No nos olvidaremos de recordar que, en esta época donde no hay una perspectiva del más allá, el castigo debía darse en esta vida. Así aparece la justicia de Dios y cómo Él es el que realmente defiende a los pobres, inocentes e indefensos. v. 10. "Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios y medita sus acciones" El temor es el asombro ante el proceder de Dios. Es la admiración de la gente ante un Dios tan grande y poderoso. Se afianza la fe en Yavé y se reflexiona sobre sus acciones. La meditación no es abstracta. No se trata de reflexionar sobre los atributos de Dios, sino sobre el actuar de Dios. Meditar es pasar por delante de los ojos todo lo que Dios ha obrado en favor del inocente. Hay que ser buenos para que Dios nos ayude. Como el salmista. v. 11. "El justo se alegra con el Señor, se refugia en él, y se felicitan los rectos de corazón" El justo es aquel que siempre está con el Señor. Sabe estar con el cuando todo le sale mal, cuando los enemigos están acechando ahí a la vista de todos. Él se refugia en Dios. Y sabe dar gracias en los momentos de júbilo, cuando Dios ya ha intervenido en favor suyo. El justo sabe llenar su corazón de esperanza cuando el triunfo es todavía incierto, y sabe llenar su corazón de gozo cuando Dios se manifiesta como el triunfador. El salmo nos hace una fuerte llamada a la oración, a saber contar con Dios en los momentos de gozo y de dolor. Y parece que hay una correspondencia entre la oración y la vida. Hay una oración intensa cuando es intensa la vida que llevamos entre manos. Vidas mediocres y oraciones altísimas de contemplación parece que son cosas incompatibles. La excelencia de la oración se mide por la vida y no al contrario. Dios nos impulsa a una vida de entrega total, de amor totalmente desinteresado, de exigencias cada vez más fuertes. Para eso necesitamos una oración especial. Nosotros, por nuestros propios medios, no podemos amar tal y como Dios nos lo pide. Por eso la exigencia de la oración brota de la indigencia para vivir el amor y los compromisos de la Alianza. También el salmo nos invita a la fraternidad. Hay una especie de increencia fraterna: es el hablar de espaldas a nuestros hermanos. No se trata solamente de un fallo moral o una falta de lealtad a otra persona. Es la manifestación más clara de que Dios no está con nosotros, de que su Espíritu ha desaparecido. En la comunidad se deben dar espacios para decir las cosas de una manera fraterna, buscando siempre el bien del otro. También debemos de estar preparados para encajar una crítica constructiva cuando se dice en la comunidad, estando presente la persona interesada, y con la recta intención de conseguir una superación en el camino de nuestra perfección. "Dichoso aquel que ama y respeta a su hermano tanto cuando está lejos 56 como cuando está con él, y no dice a sus espaldas nada que no pueda decir con caridad delante de él" (San Francisco). ORACIÓN "Escucha, oh Dios, la voz de mi lamento" Señor, hoy mi oración brota de lo más profundo de mi ser. Quiero que escuches lo que está sucediendo en lo más hondo de mi corazón. Mi herida es profunda y mi dolor intenso. Toda mi alma es una llaga. Mírame primero y escúchame después. Que sea mi propio sufrimiento el que llame a tus puertas y conmueva tu corazón compasivo. "Su corazón no tiene fondo" Tú, Señor, has puesto en nosotros un corazón sin fondo. Y nos has dado la libertad para que podamos almacenar en él el bien o el mal, el odio o el amor. Si optamos por el bien podemos alcanzar un amor sin límites, sin medidas... Pero si optamos por el mal, podemos llegar a la crueldad más refinada. Este corazón sin fondo nos da miedo. Señor, haz que nosotros sólo sepamos emplearlo para el bien. "El justo se alegra con el Señor" Yo no quiero otra felicidad, sino la que viene de Ti, Señor. Las otras felicidades son vanas y falsas. Rozan la piel pero no llegan al corazón. Son superficiales y pasajeras. Yo no quiero saciar mi sed con un vaso de agua. Quiero que me des el manantial. Quiero saciarme de Ti. Quiero bañarme en Ti. Quiero sumergirme en tu amor. "Se felicitarán los rectos de corazón" En este mundo lleno de corrupción y de injusticias da la impresión de que son los malos los que triunfan. Son los que más hablan, los que más gritan, los que más llenan las plazas y celebransus victorias. Pero Tú nos aseguras que habrá fiesta para los honrados, los sencillos, los de corazón recto y sano. Gracias, Señor, porque nos garantizas el triunfo de los buenos. FRASES "Llega el hombre de corazón profundo, el hombre de verdad perfecta, que conserva la imagen de Dios. Contra él las flechas son impotentes, como arañazos infantiles". (Eusebio) "Que se acerque el hombre a la cima más alta de su corazón y Dios será ensalzado". (P. Monsabré) "Si el impío pudiera volverse contra Dios, lo haría. Impotente se vuelve con furor contra el inocente que manifiesta a Dios sobre la tierra". (A. Chauraqui) PREGUNTAS 1. ¿Acostumbro a rezarle a Dios desde mi vida? ¿Me presento ante Él con mis problemas vivos? 2. Muchas veces nos reunimos en la comunidad para acusarnos de nuestras faltas y reconciliarnos. Pero, ¿nos solemos reunir para celebrar juntos lo bueno que Dios ha depositado en el corazón de cada uno? 3. ¿Sé cortar drásticamente una conversación en la que se está hablando mal de una persona ausente? SALMO 65 Oh Dios, tú mereces un himno en Sión, 57 y a ti se te cumplen los votos, porque tú escuchas las súplicas. A ti acude todo mortal a causa de sus culpas; nuestros delitos nos abruman, pero tú los perdonas. Dichoso el que tú eliges y acercas, para que viva en tus atrios: que nos saciemos de los bienes de tu casa, de los dones sagrados de tu templo. Con portentos de justicia nos respondes, Dios Salvador nuestro; tú, esperanza del confín de la tierra y del océano remoto; tú que afianzas los montes con tu fuerza, ceñido de poder; tú que reprimes el estruendo del mar, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos. Los habitantes del extremo del orbe se sobrecogen ante tus signos y a las puertas de la aurora y del ocaso las llenas de júbilo. Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia de Dios va llena de agua, preparas los trigales: riegas los surcos, igualas los terrones, tu llovizna los deja mullidos, bendices sus brotes; coronas el año con tus bienes, tus carriles rezuman abundancia; rezuman los pastos del páramo, y las colinas se orlan de alegría; las praderas se cubren de rebaños, y los valles se visten de mieses que aclaman y cantan. ESTRUCTURA 1. Cercanía de Dios en el Templo (2-5) 2. Presencia de Dios en la creación y la historia (6-9) 3. Presencia- de Dios en lo diario y pequeño (10-14) INTRODUCCIÓN El salmo 65 es un himno de alabanza al Dios Creador y ordenador del Universo, que perdona pecados y provee para que la tierra dé su frutos. La alegría y la gratitud llenan esta poesía. Se hace una primera aclamación al Señor que habita en Sión. En este lugar privilegiado Dios recibe el culto y otorga el perdón. Luego el horizonte se ensancha hasta los confines de la tierra. Finalmente se eleva la gratitud por la buena cosecha. Algunos autores, al ver la diversidad de motivos, han dudado sobre la unidad del salmo. Pero, con la mayoría de autores, hay que mantener la unidad por encima de todo. Precisamente en esta unidad está la grandeza del poema. DESARROLLO 58 v 2. "Oh Dios, tu mereces un himno en Sión, y a ti se te cumplen los votos" Hay una invitación al agradecimiento. Algunos autores dan una traducción que, aunque se aparte del pensamiento bíblico, es muy sugerente, traducen así: "Para Ti el silencio es alabanza". Es lógico que esta traducción haya fascinado a los místicos y hayan hecho bellas explicaciones. "Como en el caso de una perla de gran valor, todo lo que se pueda decir del silencio sería despreciable" (Baya Paguda, místico judío, s. XVI). El célebre pensador judío del s. XII, Moisés Maimónides, dice: "No hay verdadera oración sino en el silencio". Otro judío, Emmanuel, dirá: "No hay que hablar nunca de Dios, sino callar en Dios. El silencio ante Dios no es inmovilidad o incomprensión, sino admiración, sorpresa". Pero la traducción de los LXX parece la más probable: "Tú mereces un himno en Sión". Sión es el monte santo donde está el templo, lugar privilegiado donde se reza a Dios y se cumplen los votos. Este lugar es el quicio sobre el que gira toda la vida religiosa en Israel. Pues bien, este lugar merece ser honrado, ser alabado. v 3. "Porque tú escuchas las súplicas. A ti acude todo mortal" Todos los seres humanos se dirigen a Dios que recibe un título sugerente: el escuchador de súplicas. La humanidad sabe que sus lamentos no caen en el vacío. Asentado en medio de las alabanzas que suben de la tierra, no se olvida de los gritos de dolor de esa misma humanidad desgarrada. v 4. "Nuestros delitos nos abruman pero tú los perdonas" El peso del pecado es más fuerte que nosotros y dobla nuestras espaldas. "Mi iniquidad es tan grande que yo no la puedo soportar" (Gen 4,13). Así hablaba Caín. "He pecado entregando sangre inocente" (Mt 27, 4) Así se expresaba judas. El peso de su pecado le llevó a la desesperación. Pero hay que destacar los dos pronombres antitéticos del salmo: el nosotros de la primera parte y el yo de la segunda. Nuestros pecados son enormes, pesados, numerosos. Pero Dios es más grande que nuestros pecados. Pero Él los perdona. "Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana" (Is 1, 18). v. 5. "Dichoso el que tú eliges y acercas... que nos saciemos de los bienes de tu casa, de los dones sagrados..." Un aspecto positivo del perdón es la cercanía con Dios. Se restablece la Alianza que se había roto. Todos tienen ahora una residencia bajo la sombra protectora de Yavé. Se habla de saciedad espiritual y corporal. Se alude a los sacrificios de comunión. Los sacerdotes también comían de los mismos. "Haré que los sacerdotes coman los mejores alimentos y que mi pueblo disfrute en abundancia de mis bienes" (Jer 31, 14). Pero no sólo los sacerdotes, sino 59 todo el pueblo debe disfrutar de los bienes de Dios. "Las víctimas ofrecidas en sacrificio se han convertido en cosas santas, pero no por eso han perdido su sabor y su poder nutritivo... así se aprecia mejor la prodigalidad de Dios" (Bonard). v. 7. "Tú que afianzas los montes con tu fuerza, ceñido de poder" El poeta se remonta a la creación. Como un obrero o albañil Dios se ciñe para el trabajo, toma en sus manos piedras o ladrillos y los va colocando en sus puestos para cimentar un edificio o levantar sus muros. Así Dios, constructor gigantesco del orbe, toma en sus manos montañas enteras y las coloca aplomadas y resistentes, cada una en su puesto. v. 8. "Tú que reprimes el estruendo del mar, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos" El mar siempre ha sido para el israelita algo terrible. El mar concentra las fuerzas rebeldes y levantiscas que intentan, en vano, contrastar el poder de Dios. En lo cósmico, el océano con su oleaje; en lo histórico, las naciones con sus ejércitos. Ambos poderes se asocian. Y los dos son vencidos por Dios. Dios no sólo vence el poder cósmico, sino la violencia histórica. "Ruido de pueblos inmensos, ruido como bramido de mares, fragor de naciones como el estruendo de aguas que corren vehementes. Las naciones retumban como el fragor de muchas aguas, pero Yavé las amenaza y ellas huyen lejos" (Is 13, 4). v. 9. "Los habitantes del extremo del orbe se sobrecogen ante tus signos, y a las puertas de la aurora y del ocaso las llenas de júbilo" Ahora, reconstruida la armonía del cosmos y de la historia, todas las criaturas van a postrarse ante Él, como ante un Pantocrátor. Los habitantes del mundo hasta sus extremos, al presenciar la intervención salvadora de Dios, se llenan de júbilo y temor. Expresión clásica de la experiencia bipolar de la divinidad: el Dios tremendo y fascinante. Sobrecogimiento y fascinación. Las puertas del oriente y el ocaso son puertas por donde los astros salen y retornan. Ellas se llenan de júbilo. El poeta introduce una especie de orquesta cósmica o tal vez danza en la que participan a dos coros: el de la mañana (oriente) y el de la tarde (occidente). Es decir, todo el horizonte cósmico. Oriente, país de sol; occidente, tierra de luna y estrellas. A dos coros y en un canto frenético se entregan al gozo de la danza. ¿Quién es el director de esta fiesta? Dios. Es una especie de danza litúrgica en el gran Templo cósmico. Es Job quien nos dice que, mientras Dios pone la piedra angular del Cosmos "las estrellas de la mañana cantan a coro y los hijos de Dios gritan su gozo" Qob 38, 7). Una gran asamblea constituida por personas y criaturas personificadas celebran las acciones de Dios en la creación y la historia. "Hasta los embriones en el seno materno cantan tu alabanza" (Talmud). v. 10-14. Cambio repentino. En vez de visiones gigantescas el poeta acerca 60 a Dios a lo menudo, lo ordinario, cualquier detalle le detiene. v. 10. "Cuidas de la tierra, la riegas... la acequia de Dios va llena de agua" Visitas la tierra. Aspecto amoroso de Yavé. La embriaga de lluvia de amor. Lluvia que empapa y penetra... v. 12. "Coronas el año con tus bienes" Lo llena de plenitud. La corona la forman la lluvia, el trigo y toda vegetación... Los carriles son las marcas que los carros hacen al pasar muchas veces por el mismo camino; lo cual es signo de buena cosecha. v. 14. "Las praderas se cubren de rebaños, y los valles se visten de mieses que aclaman y cantan" Dejemos la explicación de este texto al P. Luis A. Schókel: "Las colinas se orlan de alegría que es el verdor de viñedos y frutales; las praderas se revisten de rebaños, que ilustran en blanco el verdor de la hierba; los valles se ponen un manto de mieses. Al coronarse el año, vestidos todos de fiesta, con sus trajes policromos, entonan un canto de júbilo". Y lo maravilloso es que el Dios que deposita a plomo montañas y reprime océanos, se pone a regar y esponjar la tierra. Es como si el Dios de la segunda parte del salmo se hubiera retirado de la vida pública y cósmica para dedicarse ahora a las tareas agrícolas menudas. Esta es la belleza y grandeza de este salmo. "En el arco de los meses la tierra se vuelve tan bella y digna de ser saludada como a una reina; desde el invierno hasta el otoño, pasando por la primavera y el verano, cada estación ha cincelado un festón de su diadema" (Bonnard). ORACIÓN "¡Oh Dios, Tú mereces un himno en Sión!" El himno es la oración más sublime por ser la más desinteresada. Tú, Señor mereces que en mi oración yo sólo piense en Ti. En estos momentos yo no quiero estar para nada ni para nadie. Sólo me interesas Tú. Hoy no vengo a suplicarte ni siquiera a darte gracias por los beneficios recibidos. Vengo a hundirme en Ti en un silencio profundo. Vengo a perderme en Ti. Tú sólo mereces que yo te alabe no tanto por tus dones, sino por Ti que eres el Supremo Don para mí. "Con portentos de justicia nos respondes" Tu justicia, Señor, es gracia, es salvación. Nosotros muchas veces nos vemos aplastados por nuestros delitos y, sin embargo, Tú nos respondes con beneficios. Hoy me quiero sentir ante Ti pequeño y avergonzado. Avergonzado no tanto por mis pecados sino por no haber sabido responder a tu inmensa bondad. "Con grandes favores castigabais mis delitos". Eso decía de Ti una gran amiga tuya, Santa Teresa. Ese es el modo tan original que Tú tienes de castigar. Señor, que sepa responder con amor a tu gran amor. "La acequia de Dios va llena de agua" Tu acequia, Señor, la llenan tantas vidas de hombres y mujeres que han vivido en plenitud. Son los santos. Tu acequia se ensancha con María, la 61 llena de gracia. Y tu acequia queda desbordada con la vida de tu Hijo Jesús de cuya plenitud todos hemos participado. Una acequia maravillosa llena de fe, de esperanza, de amor. En esa acequia quiero sumergirme. Por esa corriente yo quiero ser arrastrado... "Tus carriles rezuman abundancia" Lo mío, Señor, es lo mezquino. Lo tuyo la sin medida. Yo todo lo mido, todo lo cuento, todo lo calculo. Tú te das del todo. Eres un derrochador, un despilfarrador. ¿Cuándo, Señor, me entregaré del todo? ¿Cuándo sabré y aprenderé a perder mi vida para salvarla? ¿Cuándo me fiaré plenamente de Ti? y... ¿cuándo será ese cuando? FRASES "Dios nos bendice y nosotros le bendecimos. Primero nos bendice a nosotros el Señor, después bendecimos nosotros al Señor. Aquella es la lluvia; éste es el fruto. Así se devuelve el fruto a Dios, que llueve sobre nosotros y nos cultiva. Cantemos con devoción no estéril, no con voces vacías, sino con sincero corazón. Por algo se llama a Dios Padre, el labrador". (San Agustín) "La adoración es el supremo esfuerzo del alma que sobreabunda y no puede decir más". (Lacordaire) "Como un perro que ladra a la luna, yo había quedado fascinado por un rayo... ¡Renacer en el momento de morir!" (F Mauriac) PREGUNTAS 1. ¿Sé alabar a Dios... darle gracias... decirle a boca llena que estoy contento y feliz con Él? 2. La oración con ese Dios tan grande e inmenso... ¿me impide dedicarme a las cosas más pequeñas de cada día y a los detalles con mis hermanos(as)? 3. ¿Caigo en la cuenta de que la Creación es una bonita escuela de teología? En mis grupos de apostolado, ¿les enseño a descubrir a Dios en la Naturaleza? SALMO 66 Aclamad al Señor, tierra entera, tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria; decid a Dios: "Qué temibles son tus obras, por tu inmenso poder tus enemigos te adulan" Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres: transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente; sus ojos vigilan a las naciones, para que no se subleven los rebeldes. Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, 62 haced resonar sus alabanzas: porque él nos ha devuelto la vida, y no dejó que tropezaran nuestros pies. Oh Dios, nos pusiste a prueba, nos refinaste como refinan la plata, nos empujaste a la trampa, nos echaste a cuestas un fardo: sobre nuestro cuello cabalgaban, pasamos por fuego y por agua, pero nos has dado respiro. Entraré en tu casa con víctimas para cumplirte mis votos: los que pronunciaron mis labios y prometió mi boca en el peligro. Te ofreceré víctimas cebadas, te quemaré carneros, inmolaré bueyes y cabras. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca, y lo ensalzó mi lengua. Si hubiera tenido yo mala intención, el Señor no me habría escuchado; pero Dios me escuchó, y atendió a mi voz suplicante. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su favor. ESTRUCTURA 1. Himno comunitario de alabanza (1-7) 2. Acción de gracias comunitaria (8-12) 3. Acción de gracias individual (13-19) 4. Conclusión (20) INTRODUCCIÓN Este salmo se compone de dos piezas pertenecientes a dos géneros emparentados entre sí: el himno y la acción de gracias. La primera parte es un himno entonado por una comunidad que se manifiesta en el uso de la primera persona del plural. La segunda parte de acción de gracias está pronunciada por un individuo, al parecer, en presencia de una comunidad. Hay que salvar la unidad del salmo aunque el principio (v.1-4) y el final (v. 20) pudieran ser tomados de algún documento anterior. El principio, para crear un clima de alabanza y el final, para que sirviera de epílogo. El salmo, como la contemplación de un paisaje presenta dos miradas distintas: una de tipo general y la otra baja a lo más concreto. Pero en todo Dios merece ser alabado. DESARROLLO v. 1-4. "Aclamad al Señor, tierra entera, tocad en honor de su nombre... decid a Dios: qué temibles son tus obras... que se postre ante ti la tierra entera" 63 El primer cuadro trata de una invitación que hace el salmista a que toda la tierra alabe al Señor. Y se trata de una aclamación, es decir, una publicación a gritos, con fervor, con entusiasmo. Israel es un pueblo, en una comunidad de naciones, que no puede encerrarse para gustar y saborear los privilegios de Dios. Su experiencia religiosa debe compartirla con otros pueblos. Tocad indica el acompañamiento musical. Todo lo que tiene relación con Dios no es sólo para ser dicho, sino para ser celebrado, para ser cantado. El salterio, que recoge las alabanzas del Señor, es como la fiesta del corazón de todo un pueblo. "Qué temibles son tus obras". Hay una exclamación ante las obras de Dios tanto en la creación como en la historia. Lo que motiva la alabanza no es la mera trascendencia de Dios, sino su presencia activa en medio del pueblo. v 5-6. "Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres: transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río" "Venid a ver". El poeta piensa en el paso del mar Rojo y en la marcha de Josué al atravesar el Jordán. Aquellas acciones del pasado están siempre presentes. Y estos hechos sobre Israel tienen significación universal. "Más maravillosa todavía que la travesía del mar Rojo es la maravilla de tantas personas que atraviesan sanas y salvas el mar pernicioso del mundo puesto en las manos del maligno y que, rompiendo las olas siempre agitadas de esta existencia temporal, llegan, llenos de vida, a las orillas de las promesas eternas, para gozar de Dios mismo, contemplado cara a cara" (San Roberto Belarmino). v. 7. "Con su poder gobierna eternamente; sus ojos vigilan a las naciones, para que no se subleven los rebeldes" Aquí hay un elogio al poder soberano de Dios. En forma sugestiva viene representado como un gran príncipe encerrado en una fortaleza inatacable puesto sobre una cumbre altísima. Desde allí, como un centinela, abarca con su mirada a las naciones y nada se escapa de su control. Su mirada no sólo abarca en extensión sino en profundidad a todo el ser. Sobre todo a los enemigos rebeldes. Esta mirada de Dios les impide elevarse sobre sí mismos. El salmista, en esta situación, invita a los pecadores a que acojan la invitación a la alabanza y adoración. Que se vuelvan sensatos y humildes servidores del Creador. Así todo les irá bien. v 10-12. "Oh Dios, nos pusiste a prueba, ...nos empujaste a la trampa, nos echaste a cuestas un fardo: sobre nuestro cuello cabalgaban, pasamos por fuego y por agua, pero nos has dado respiro" Para Dios el sufrimiento tiene un valor pedagógico, educativo. "Acuérdense de todo el camino que el Señor su Dios les hizo recorrer por el desierto durante cuarenta años para humillarlos y ponerlos a prueba a fin de conocer sus pensamientos y saber si iban a cumplir o no sus mandamientos" (Dtn 8, 2). Trampa es alusión a la caza pero también se puede traducir por cárcel, es decir, angustia, miseria. Fardo algunos traducen por el dolor, aflicción. Dios había golpeado los lomos, la energía vital de Israel. 64 Cabalgar sobre el cuello. Hace alusión al triunfo militar. La escena toma movimiento como si se tratara de la caballería enemiga que todo lo aplasta y allana. Pasar por agua y fuego es el símbolo clásico de la prueba intensa. De todas las pruebas sabe sacar el Señor. "Si tienes que atravesar las aguas, yo estaré contigo, los ríos no te sumergirán. Si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, la llama no te podrá quemar porque yo soy Yavé, tu Dios, el Santo de Israel, el Salvador" (Is 43, 2-3). Dios nos puede poner a prueba, pero al final siempre nos da respiro, siempre nos abre un camino y nos da salida. Siempre nos lleva a un espacio abierto, hacia una tierra de libertad. v 13-15. "Entraré en tu casa con víctimas para cumplirte mis votos, los que pronunciaron mis labios... te ofreceré víctimas cebadas, te quemaré carneros..." Ahora el silencio rodea al coro solemne y comunitario de la asamblea litúrgica que ha profesado solemnemente su fe. Y se eleva ahora la voz del solista que, representando a todo el pueblo, quiere cumplir sus votos hechos en momentos de peligro. El salmista es un hombre agradecido a Yavé. Quiere ofrecer los mejores sacrificios, los animales cebados, y el holocausto donde se quemaba todo ante Yavé. Es el reconocimiento total a Dios. Todo el templo está lleno del humo del sacrificio, un sacrificio agradable a Dios. La escena es delicada, llena de ternura. Como Abel que escogía lo mejor de sus carneros para Dios. A Dios no hay que darle lo bueno, sino lo mejor. v 16. "Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo" El salmista invita ahora a los fieles a escuchar. Tiene necesidad de decir, de contar, de narrar lo que Dios ha hecho con él. No lo puede decir a cualquiera, sino a aquellos fieles que sintonizan con él y se van a alegrar de su experiencia. Hay aquí una bonita pincelada para afirmar el auténtico valor de nuestra participación comunitaria. Se trata de contar experiencias, vivencias, sensaciones, emociones y de lo que Dios hace en el corazón de cada uno, y esto para enriquecimiento mutuo. También la Virgen cantó lo que el poderoso hizo en élla. Para eso es necesario que la comunidad sintonice. Que se haya creado un clima de una gran confianza, donde uno goce del don del otro. v. 18. "Si hubiera tenido yo mala intención, el Señor no me habría escuchado" La palabra intención viene del latín in-tendere, tender hacia otro. Cuando se trata de Dios hay que ir con la verdad por delante, con una transparencia total. Con una coherencia entre lo que dicen nuestros labios y lo que se vive en el corazón. Con Dios siempre hay que jugar con limpieza. v. 20. "Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su favor" La oración es cercanía, comunión, elimina toda distancia. Es un puente 65 entre Dios y nosotros. Nosotros subimos a Dios con nuestra plegaria y Él baja a nosotros con sus dones, con su misericordia. Cuando nuestra oración es de alabanza, entonces Dios se siente orgulloso y feliz de nosotros. No le buscamos sino por Él mismo. Descubrimos que nuestra felicidad está en relación con la felicidad de Dios. Atisbamos que el hacer las delicias de Dios es la cumbre de nuestra oración. Jesús solía decir: "Yo hago siempre lo que agrada al Padre" (Jn 8, 29). Éste debería ser el verdadero programa de un cristiano, de una persona que quiere seguir a Jesús en todo. ORACIÓN "Venid a ver las obras de Dios" Señor, hoy me siento llamado a ser tu colaborador, tu mensajero, tu apóstol. No pretendo dar lecciones de alta teología. Mas bien quiero acompañar a la gente sencilla a contemplar y disfrutar de tantas maravillas que Tú has creado para nuestro recreo. Haz, Señor, que yo sea un buen catequista. Que a través de tantas obras visibles a los ojos, la gente sepa descubrir tu mano invisible. Todo lo has creado por amor. Concédenos la gracia de sentirnos atraídos por la belleza de tus criaturas y poder entonar, con ellas, un himno de alabanza a tu santo Nombre. "Alegrémonos con Dios" Hay muchas personas que no saben disfrutar de la vida. Creen que para ser felices hace falta tener mucha plata y ser un privilegio de la fortuna. Son pocos los que saben gozar de la vida sencilla: de un amanecer, de una puesta de sol, de un día de campo, de un encuentro con la familia o con los amigos. Pero son muy pocos aquellos que saben gozar con Dios. No con los dones de Dios, sino con Dios mismo. Ese manjar exquisito sólo lo disfruta un grupo privilegiado de personas: son los santos. "Os contaré lo que Dios ha hecho conmigo" Lo que Dios ha hecho con cada uno de nosotros, eso sólo Dios y nosotros lo sabemos. Pero todos tenemos nuestra pequeña historia de salvación: una linda historia tejida con hilos invisibles de amor. ¿Qué hubiera sido de mí si Dios no hubiera estado presente en mi vida? Y actualmente, ¿qué sería yo sin Él? Si yo estoy aquí y vivo es porque Él me ama. De todo esto yo quiero hablar. Necesito hablar. Quiero salir a la calle para gritar a la gente el inmenso cariño que Dios nos tiene. Yo quiero ser misionero, pero misionero de su amor. FRASES "Te damos gracias por tus misericordias de sangre, por tu redención de sangre. Porque la sangre de tus mártires enriquece los lugares santos. Porque donde un santo murió, allí el suelo es santo y la santidad no se alejará de aquel lugar aunque lo pisoteen los ejércitos, aunque los turistas vengan a visitarlo con sus guías. Desde aquel suelo surge lo que siempre renueva la tierra... Por eso le damos gracias a Dios". (Del libro: Asesinato en la Catedral de Milán) "Padre celestial, Tú tienes todos los dones en las manos. Danos la certeza 66 de que todo viene de ti: que el gozo no nos separa de ti... y que ningún dolor pone una barrera entre nosotros y Tú; sino que en el gozo podemos ir en busca de ti y en el dolor podemos quedamos contigo. Así que, cuando nuestros días estén terminando y el hombre exterior caiga en la ruina, la muerte no nos alcance con su nombre frío y terrible, sino que venga serena y amiga, con tu saludo y anuncio, con el testimonio de ti, nuestro Padre que estás en el cielo". (Kierkegaard) "Ante Dios esté nuestro deseo de embriagarnos de la riqueza de su casa y de beber del arroyo de su delicia; porque con Él está la fuente de la vida y a su luz veremos la luz, cuando nuestro deseo quede saciado por aquellos bienes y no haya lugar de buscar entre gemidos sino sólo poseer todo en el gozo". (San Agustín) PREGUNTAS 1. ¿Sé hacer de mi sufrimiento un lugar teológico donde descubro a Dios? ¿O más bien, el dolor me aparta de Dios? 2. La comunidad de Israel sabía releer el pasado actualizándolo en los acontecimientos presentes. ¿Hasta qué punto esta influyendo la vida de Jesús en la marcha histórica de mi comunidad? 3. venid.., os contaré. ¿A qué convocamos en nuestras catequesis? ¿Simplemente a que se informen sobre un tema religioso? ¿O a que escuchen lo que Dios hace en nuestras vidas? SALMO 67 El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. La tierra ha dado su futuro, nos bendice el Señor nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. ESTRUCTURA 1. Oración deprecatoria (2-3) 2. Estribillo (4-6) 3. Juicio de Dios (5) 4. Frutos de la tierra (7) 67 5. Bendición de conclusión (8) INTRODUCCIÓN Este salmo es difícilmente clasificable. Se trataría de una oración de la comunidad que implora la bendición de Dios. Invocación y alabanza son dos registros fundidos en una gran armonía. El salmo quiere unir a otros pueblos a esta tarea de la alabanza que Israel ha asumido como consecuencia de su fe, o sea, quiere asociar a los pueblos a la misma fe. Un soplo de universalidad atraviesa todo el salmo. Si es verdad, como dice Gunkel, que el salmista no se cansa de proclamar que la bendición de Dios descansa sobre Israel, es también verdad que la bendición israelita es como una semilla plantada en el mismo corazón de la historia y está llamada a convertirse en un árbol enorme y universal. DESARROLLO v.2. "El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros" El salmista tiene presente la poderosa actividad vital de Yavé en la famosa bendición del libro de los Números: "Que el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor te mire con agrado y te muestre su bondad; que el Señor te mire con amor y te conceda la paz" (Num 6, 24-26). Lo que pide el salmista es que esa bendición magnífica se haga realidad aquí y ahora. Le pide que le mire con agrado, que se manifieste como un Dios, fuente inagotable de amor y de paz. Según la mentalidad judía la bendición de Dios da intensidad a toda la vida concedida por Dios. Cuando Dios me bendice crece en mí el deseo de ser cariñoso, amable, honrado, servicial. Cuando yo recibo la bendición de Dios es como si mi vida creciera hacia adentro, tuviera más profundidad... "Ilumine su rostro". Es como decir, irradia luz como el sol en un día sereno. ¿Nos detenemos a pensar lo que sería una vida iluminada por el rostro de Dios? Habría paz, alegría, serenidad, equilibrio, amabilidad, dulzura... Nada más hermoso y gratificante que vivir con una persona a quien le ha tocado un rayo de luz derivado del rostro de Dios. La misma sabiduría humana, reflejo de la luz de Dios, serena al hombre y le hace cambiar: "La sabiduría ilumina la cara del hombre y hace que cambie su duro semblante" (Qoh 8, 1). v 3. "Conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación" Israel es una tierra privilegiada, una tierra amasada por las manos de Dios. Pero hay otra tierra, la de los gentiles, que por estar lejos de Dios, vive todavía en caos primitivo (Gen 1, 2). Esta tierra debe acercarse a Dios, debe conocer los planes de Dios y el actuar de Dios sobre el pueblo de Israel. Este camino se puede hacer patente para todos aquellos que desean también recibir la bendición de Dios. v. 4 y 6. "Oh Dios, que te alaben íos pueblos, que todos los pueblos te alaben" El estribillo es un medio didáctico para manifestar el deseo intenso, la petición ferviente, la invitación calurosa a todos los pueblos a que agradezcan los inmensos beneficios a Dios. 68 El salmista es un forofo, un entusiasta de Dios. Ha experimentado personalmente todo lo que Dios ha hecho con su pueblo de Israel. Dios ha derrochado maravillas y las naciones deben conocerlas para que se unan al himno de alabanza y glorificación que Israel tributa a Dios, el único Dios. El salmista no busca un proselitismo. La alabanza a Dios, la acción de gracias, la glorificación es algo que le brota del corazón. Y eso le hace plenamente feliz. Esto mismo le ocurre a este pueblo privilegiado. ¿Por qué no invitar a otros pueblos a que tengan a Yavé por Dios? ¿Por qué dejarlos en sus esclavitudes? ¿Por qué acallar esa hambre y sed que tienen en sus almas profundamente religiosas? El salmista no obliga, no conmina, simplemente expone y ofrece a otros pueblos su fe. v 5. "Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra" Los caminos que suscitan la alabanza de Israel y que ínvolucran a los demás pueblos en una misma dinámica laudatoria quedan concretizados en la justicia de Dios. La gran tarea de Dios, del Dios auténtico, es hacer justicia. En efecto, si Dios es justo, el hombre encuentra su sitio en el mundo. El hombre puede vivir tranquilo sabiendo que los malvados, los corruptos, los aprovechados, no van a triunfar. Si Dios es justo ya no se levantará el hombre contra el hombre, ni habrá pueblos humillados ni hombres y mujeres aplastados en sus derechos humanos. Y esto es lo que estimula al canto, a la alegría profunda, a la alabanza. El salmista hace suya la oración del rey de Salomón en la dedicación del Templo: "Que estas cosas que he pedido al Señor nuestro Dios, las tenga él siempre presente, día y noche, para que haga justicia a su siervo y a su pueblo Israel y para que todas las naciones de la tierra conozcan que el Señor es Dios y que no hay otro" (1 Re 8, 59-60). El gozo del que habla el salmista es tan grande que abarca al hombre entero. Si se trata de lo interior, ese gozo se vive interiormente como exultación. Si se exterioriza, recibe el nombre de exaltación. Con el cuerpo y el alma; con la mente y el corazón; con silencios y aclamaciones debe alabar el salmista y su pueblo Israel a su Dios. Y así los otros pueblos se unirán en una alabanza común. "Nosotros llevamos la imagen de Dios. Es para hacerla resplandecer sobre los paganos, y las naciones vengan a conocer la salvación y a marchar en un camino auténtico" (San Agustín). v. 7. "La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor nuestro Dios" Lo que se pedía en el v. 2 ya es algo palpable, visible y observable: La tierra ha dado sus frutos, y esto como manifestación palmaria de la bendición de Dios. Nosotros apenas nos hacemos idea de lo que significa una cosecha abundante para un pueblo agrícola que vive del campo. De ahí va a venir la paz en las familias, el bienestar económico y la confianza en un futuro halagüeño. Por otra parte la fecundidad de la tierra siempre ha sido en Israel prueba de elección y de bendición. "A ti y a ellos (los descendientes) les daré toda la 69 tierra de Canaán donde ahora vives, como su herencia para siempre; y yo seré su Dios" (Gen 17,8). Esta tierra que Dios ha dado a Israel es rentable, da una buena cosecha. Es normal que los pueblos vecinos, ante unos argumentos tan tangibles, quieran unirse a Israel y así quedar protegidos por un Dios tan justo y tan dadivoso. v. 8. "Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe" Con esta última bendición de Dios, todos los confines de la tierra van a venir a reconocer y venerar al Dios de Israel. Si en algo ha insistido este salmo es en abrir puertas y ventanas a Israel. Es un salmo de corte universal. Es expresión de un hebraísmo abierto, de marco profético, bien lejano de la segregación a la cual Esdras y Nehemías destinarán al Israel del post-exilio y que quedará como una pesada herencia mental y cultural del judaísmo. La famosa carta de Aristea (s. II/I a.C.), escrito judío muy notable porque nos habla de las vicisitudes por las que pasó la traducción de los LXX, contiene un párrafo que dice así: "Teniendo en cuenta el culto idolátrico de los pueblos, el legislador, dotado por Dios en su sabiduría de una ciencia universal, nos ha circundado con un recinto sin brechas y con muros de hierros para evitar también la mínima mezcla de otros pueblos con nosotros que, puros en el cuerpo y en el alma, adoramos al único y poderoso Dios, libres de creencias absurdas". Tendrá que venir el Nuevo Testamento para rescatar ese aire fresco de universalidad que respira el salmo que acabamos de comentar. Tendrá que ser Cristo, clavado en una cruz, el que "rompa el muro de separación, es decir la enemistad... para crear de los dos un sólo hombre nuevo" (Ef 2,1416). Así en la gran casa de nuestro Padre Dios nadie se sentirá huésped ni peregrino (Ef 2, 19). ORACIÓN "El Señor tenga piedad y nos bendiga" Hoy, Señor, quiero hacer mía la oración del salmista. Quiero pedirte dos cosas: piedad y bendición. Piedad para que perdones mi vieja vida de pecado: mi pecado de orgullo, de autosuficiencia, de creer que puedo llevar una vida honesta prescindiendo de ti. ¡Perdóname, Señor! Pero, sobre todo, vengo a pedirte que me bendigas, es decir, que hables bien de mí, que me mires con cariño, que me recuerdes con ternura. "Ilumine su rostro sobre nosotros" La tierra, cuando llega la noche, está oscura y fría. Por la mañana, sale el sol y todo se calienta, todo se ilumina. Hoy llego hasta ti como tierra oscura y fría que necesita de tu luz y tu calor. Tu luz que ilumine mi inteligencia; tu calor para que abrase mi corazón en tu amor. Con mi corazón abrasado en tu amor quiero que todas las gentes te descubran como el Padre lleno de bondad. "Que canten de alegría las naciones" El salmista lleva para todas las naciones un mensaje de canto y de alegría. Así quiere presentar a Dios ante ellos, como el Dios de la alegría, del júbilo y la fiesta. Y yo me pregunto: ¿Qué Dios estoy presentando a la gente? ¿El Dios del miedo? ¿El Dios de la tristeza? ¿El Dios de la lejanía? 70 Señor, hoy quiero pedirte perdón por lo mal que he predicado de ti. Muchas veces no he sido testigo de tu Resurrección. No he sabido presentar tu mensaje como una explosión de alegría y de felicidad. "La tierra ha dado su fruto" Señor, lo reconozco. A veces he perdido la esperanza en el futuro. He hablado más de las dificultades de la siembra que de la alegría de la cosecha. He pensado más en la simiente que se pierde al borde del camino o se ahoga entre cardizales, que en la espiga llena y dorada que da el treinta, el sesenta o el ciento por uno en una magnífica cosecha. FRASES "Dios no aumenta con nuestra bendición ni disminuye con nuestra maldición. Es el hombre el que aumenta bendiciendo a Dios y disminuye si le maldice". (San Agustín) "Cuando nosotros tomamos el pan para comerlo con alegría es bueno pensar en el Creador que nos ha dado la tierra con sus fuentes, y darle gracias". (W. Oesterley) "La tierra ha dado su fruto. La tierra es la santa madre de Dios, María, que viene de nuestra tierra, de nuestra semilla, de este barro, de este terreno, de Adán... Ella ha dado su fruto... ¿Quién sabe qué fruto?. Una virgen desde una virgen; el Señor desde una esclava; un Dios desde el hombre; el Hijo desde la madre, el fruto de la tierra, el grano de trigo caído en la tierra y resucitado en muchos hermanos". (San jerónimo) PREGUNTAS 1. ¿Sé agradecer a Dios los frutos de la tierra que, con tanta generosidad me regala? ¿Me gusta bendecir a Dios cuando me pongo a la mesa para comer los alimentos? 2. ¿Simpatizo con el espíritu abierto y universal del salmo? ¿Vivo a gusto en el grupo o comunidad que Dios me ha asignado? 3. ¿Me dejo iluminar la vida por Dios para transmitir luz, serenidad, confianza y alegría al mundo que me rodea? SALMO 68 Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su presencia los que lo odian; como el humo se disipa, se disipan ellos, como se derrite la cera ante el fuego, así perecen los impíos ante Dios. En cambio, los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. Cantad a Dios, tocad en su honor, alfombrad el camino del que avanza por el desierto, su nombre es el Señor: alegraos en su presencia. Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. 71 Dios prepara a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece, sólo los rebeldes se quedan en la tierra abrasada. Oh Dios, cuando salías al frente de tu pueblo y avanzabas por el desierto, la tierra tembló, el cielo destiló, ante Dios, el Dios del Sinaí, ante Dios, el Dios de Israel. Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la tierra extenuada; y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. El Señor pronuncia un oráculo, millares pregonan la alegre noticia: "Los reyes, los ejércitos van huyendo, van huyendo, las mujeres reparten el botín. Mientras reposabais en los apriscos, las palomas batieron sus alas de plata, el oro destellaba en sus plumas. Mientras el Todopoderoso dispersaba a los reyes, la nieve bajaba sobre el Monte Umbrío". Las montañas de Basán son altísimas, las montañas de Basán son escarpadas: ¿por qué tenéis envidia, montañas escarpadas, del monte escondido por Dios para habitar, morada perpetua del Señor? Los carros de Dios son miles y miles: Dios marcha del Sinaí al santuario. Subiste a la cumbre llevando cautivos, te dieron tributo de hombres: incluso los que se resistían a que el Señor Dios tuviera una morada. Bendito el Señor cada día, Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. Dios aplasta las cabezas de sus enemigos, los cráneos de los malvados contumaces. Dice el Señor: "Los traeré desde Basán, los traeré desde el fondo del mar; teñirás tus pies en la sangre del enemigo, y los perros la lamerán con sus lenguas". Aparece tu cortejo, oh Dios, 72 el cortejo de mi Dios, de mi Rey, hacia el santuario. Al frente marchan los cantores, los últimos, los tocadores de arpa, en medio las muchachas van tocando panderos. "En el bullicio de la fiesta bendecid a Dios, al Señor, estirpe de Israel". Va delante Benjamín, el más pequeño, los príncipes de Judá con sus tropeles, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. Oh Dios, despliega tu poder, tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro. A tu templo de Jerusalén traigan los reyes su tributo. Reprime a la Fiera del Cañaveral, al tropel de los Toros, a los Novillos de los pueblos. Que se te rindan con lingotes de plata: dispersa las naciones belicosas. Lleguen los magnates de Egipto, Etiopía extienda sus manos a Dios. Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor que avanza por los cielos, los cielos antiquísimos, que lanza su voz, su voz poderosa: "Reconoced el poder de Dios". Sobre Israel resplandece su majestad, y su poder, sobre las nubes. Desde el santuario Dios impone reverencia: es el Dios de Israel quien da fuerza y poder a su pueblo. ¡Dios sea bendito! ESTRUCTURA 1. Introducción (2-4) 2. Invocación hímnica (5-7) 3. Del Sinaí a Sión (8-17) 4. Invocación himnica (20-21) 5. Oráculo (22-24) 6. Cortejo hacia el santuario (25-32) 7. Conclusión - hímnica (33-36) INTRODUCCIÓN "Este salmo se parece, en su idea general, a una grandiosa catedral, rica en detalles y con partes en ruinas y adornos borrados... En su esplendor, todavía deslumbrante es, en efecto, el salmo más difícil del salterio, pero una de las más bellas obras del lirismo religioso" (G. Brillet). El tema general sería el siguiente: Dios se reveló en el Sinaí, y desde allí se pone en marcha delante de su pueblo conduciéndolo por el desierto hasta 73 introducirlo en la tierra prometida, hasta llevarlo a Sión donde está su Santo Templo. Oda dedicada al Dios rey. La ambientación es de una fantástica fiesta de victoria. El rey entra en su capital escoltado por un pueblo alborozado que va al Templo a dar gracias. Escuchemos el canto como una marcha heroica, como una gloriosa epopeya que arranca a Israel de la atmósfera ordinaria de todos los días. Es el salmo ideal para procesiones hacia el Templo. DESARROLLO v.2-4. Introducción "Se levanta Dios y se dispersan los enemigos". El punto de arranque del salmo está tomado del libro de los Números: "Cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: 'Levántate, Señor` (Num 10, 35). ¿Para qué se levanta Dios? Para que desaparezcan los enemigos. La aparición luminosa e incendaria del rostro divino, en los justos es fuente de esperanza; en los impíos es causa de terror. Como el humo desaparece en la nada, así Dios dispersa a los enemigos; como la cera se derrite ante la llama, asimismo los impíos son aniquilados. "Cantad a Dios, tocad en su honor"... A la victoria responde un himno que se entona en la procesión por el desierto. Los justos entran en la tierra prometida. Los rebeldes se quedan en la tierra calcinada. Este es el otro éxodo, el que va de Babilonia a Jerusalén. Es Dios que, como buen padre, prepara una casa al país roto por tanta dispersión. v. 8-9. Gran procesión del Sinaí a Sión Es Dios quien libera a su pueblo marchando a la cabeza. Su aparición en el Sinaí hace temblar los cielos y la tierra. Por otra parte Dios manifiesta una condescendencia paternal. Al pueblo hambriento lo colma de maná o codornices; al pueblo sediento le brinda agua que mana de una roca; al pueblo menesteroso y errante le brinda patria. El cielo destila lluvia menuda. No es el agua de aguacero o chubasco repentino que daña la tierra. Es lluvia fina y abundante que riega la tierra de cultivo. En realidad, la frase original es mucho más expresiva. Dice así: "agitas una lluvia generosa". No es la lluvia que cae por el peso de la gravedad, sino una lluvia que desciende por el movimiento que le imprime una mano invisible y cariñosa. Para el pueblo de Israel, todos los dones naturales son regalos ofrecidos por un Dios bueno, que cuida de su pueblo. "Las palomas batieron sus alas de plata". Frase de difícil traduc ción. Para unos sería el emblema de un Israel exaltado después de la victoria de Débora. Para otros, significaría los estandartes militares de los que se apoderaron los israelitas. Sería una señal de victoria. En el botín había materiales de oro y plata. En ellos se reproducían imágenes de divinidades. Y esto, ¿qué quiere decir? De una manera sarcástica, se ríe de las divinidades de los paganos que no sólo no han podido liberar al pueblo, sino que han caí do ellos mismos como objeto de botín. "Las montañas de Basán son altísimas". Los habitantes de Basán creen que Dios va a elegir esas montañas por ser las más altas. Pero Yavé ha escogido 74 para instalarse el monte Sión, de cumbre modesta. La altura de un monte o de una persona no la dan ni la orografía ni la estatura física, sino Dios. Por eso el profeta Isaías había dicho: "En los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el templo del Señor. Será el monte más alto, más alto que cualquier otro monte" (Is 2, 2). Para un cristiano el monte más alto fue el del Calvario donde murió Jesucristo. No hay mayor altura. Nunca el amor ha escalado una cima más alta. Ese es el monte que debemos imitar nosotros si queremos dar la talla como cristianos. v. 20-21. Invocación hímnica El salmista bendice a Dios porque sabe estar a nuestro lado, caminar con nosotros y echarnos una mano levantando nuestras cargas de cada día. Pero, sobre todo, sabe darle gracias porque se pone en la puerta de la muerte para liberarnos y salvarnos de sus garras. v. 22-24. Oráculo Ahora se escucha un nuevo oráculo. Dios traerá a sus enemigos desde los últimos extremos, cumbre.s y abismos para derrotarlos. Para expresar que esta victoria es completa, el autor nos la presenta con un imagen forzada e hiperbólica: como una terrible carnicería en la que el vencedor enrojece sus pies en la sangre y las lenguas de los perros lamen esa sangre de los enemigos. v. 25-32. Cortejo hacia el Santuario El pueblo se dispone a dar gracias a Dios con procesiones vibrantes y entusiastas. Allí está el coro de cantores. Un grupo de instrumentos de cuerda. Detrás las muchachas con sus panderetas y tamboriles. Naturalmente, en esta procesión no pueden faltar las tribus. Ha elegido a las más representativas: Judá, Zabulón, Neftalí y los innumerables fieles. "Va delante Benjamín, el más pequeño". Este detalle no puede pasar desapercibido. Dentro de esta gran procesión, el protocolo de Dios manda que el pequeño, el más insignificante, vaya el primero abriendo la procesión. Ese pequeño es el más importante a los ojos de Dios. Es lo que más tarde dirá Jesús: "Yo te bendigo, Padre, Creador del cielo y tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Así te ha parecido mejor" (Mt 11, 25-26). Desde su templo Dios despliega su poder irresistible contra sus enemigos. El reprime hasta la Fiera del Cañaveral. Es el hipopótamo que simboliza a Egipto, esa gran potencia a orillas del río Nilo. También refrena la manada de Toros, es decir poblaciones de oriente, caracterizadas por sus rebaños. Ellos deberán declararse vasallos y venir a Sión a ofrecer sus presentes. Un día, los países más retirados simbolizados por la lejana Etiopía, vendrán a adorar a Yavé. v. 33-36. Conclusión hímnica El cantor invita a todos los reyes, indicando que el Señor es el rey. Su marcha por el desierto fue una imagen de su marcha celeste, como Señor del universo. Él está en los cielos, el área intocable, lo no tangible de la divinidad. Todo el mundo debe saber que hay un caballero de las nubes, 75 envuelto en el manto de la transferencia, fuente de vida y salvación para el cosmos. El Dios del universo se manifiesta de modo especial al pueblo escogido y a través de él a los demás pueblos. Y no sólo manifiesta su poder, sino que hace a su pueblo Israel partícipe de esa fuerza y poder. La conclusión que cierra el salmo amplía los horizontes del actuar divino hasta un futuro en que todos los pueblos de la tierra verán lo que sólo Israel ve hoy: que Dios es salvador de Israel y, a partir de ahí, de todo hombre. En este salmo Dios aparece metido en la historia humana. El Dios grande y soberano que cabalga por las nubes, no se queda en las nubes, sino que baja hasta las chozas de los hombres para consolarles y salvarles. "Porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de Señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre vosotros" (Dtn 10,17-18). ORACIÓN "Dios prepara casa a los desvalidos" Señor, tú quieres que todos tengamos nuestra casa, ese lugar acogedor donde nos sentimos seguros y a gusto, y donde pasamos gran parte de nuestra vida. A ti, Señor, te duele ver tantos hombres y mujeres sin casa, tantos niños de la calle que no tienen hogar. Señor, mueve los corazones de los ricos y poderosos de este mundo para que den abrigo y cobijo a los pobres y desvalidos. "Derrama en tu heredad una lluvia copiosa" Señor, yo soy tu heredad. Me la has dado gratis, como un bonito regalo que me has hecho. Yo te pido que la riegues con una lluvia suave, copiosa y penetrante. Te pido, como Isaías, que la lluvia de tu palabra empape mi corazón y lo disponga a obrar según tu voluntad. "Bendito el Señor cada día" Señor, Dios mío, es fácil alabarte y darte gracias en un día solemne y festivo, cuando todo invita a la alegría y el corazón salta de gozo. Hoy vengo a pedirte otra cosa; quiero bendecirte y darte gracias cada día. Todos los días me das la luz, el sol, el aire, el agua, la vida. Todos los días me das tu amor y tu perdón. Tú nunca te cansas de mí. Haz que yo sepa estrenar mi alabanza y mi acción de gracias cada día, como mi mejor música, para ti. "Dios lleva nuestras cargas" Señor, déjame que te diga que eres maravilloso. Tú sabes bienque, a veces, esta vida se hace dura, difícil, pesada. La carga es demasiado grande y nos aplasta. Pero tú mismo te ofreces a compartir la carga, a ponerte nuestro fardo en tus espaldas. Contigo la vida se hace menos pesada y más llevadera. Tú mismo nos animas a que vayamos a ti con todos nuestros problemas y dificultades. "Venid a mí todos los que estáis cansados y yo os haré descansar" (Mt 11, 28). Que tú seas siempre nuestro descanso. FRASES "El huérfano está unido a Dios por sangre". (Corán) "Si subimos al cielo, si descendemos al infierno, nuestra cabeza sigue 76 estando en sus manos". (Carta de Amarna) "Eres tú el padre del huérfano; el esposo de la viuda; el hermano de la divorciada y el protector del que está sin madre". (Escrito egipcio a su Dios) "¡Oh Dios! ¿Qué armas utilizarás para derrotar los escuadrones furiosos de los enemigos? Yo no veo ni tus rayos, ni tus relámpagos, ni aquella majestad terrible ante la cual las altas montañas se derriten como cera. Yo veo solamente la carne asesinada y la sangre derramada con violencia y una muerte infame y cruel, una cruz y una corona de espinas. ¡Esta es tu armadura bélica! Esto es todo lo que tú opones a tus enemigos". (Bossuet) PREGUNTAS 1. El salmo habla de una historia de salvación. ¿Voy caminando desde Egipto, tierra de esclavitud, a Israel, tierra de Dios, tierra de libertad? 2. Israel es un pueblo que sabe celebrar su historia. ¿Tengo en mi comunidad espacios para dar gracias a Dios por tantos beneficios que ha realizado con cada uno de nosotros? 3. Yavé es el único Dios. Desde esta experiencia, ¿sé ayudar a la gente a liberarse de tantos ídolos? SALMO 69 Dios mío, sálvame, que me llega el agua al cuello: me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en la hondura del agua, me arrastra la corriente. Estoy agotado de gritar, tengo ronca la garganta; se me nublan los ojos de tanto aguardar a mi Dios. Más que los pelos de mi cabeza son los que me odian sin razón; más duros que mis huesos, los que me atacan injustamente. ¿Es que voy a devolver lo que no he robado? Dios mío, tú conoces mi ignorancia, no se te ocultan mis delitos. Que por mi causa no queden defraudados los que esperan en ti, Señor, Señor de los Ejércitos. Que por mi causa no se avergüencen los que te buscan, Dios de Israel. Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre; porque me devora el celo de tu templo, 77 y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. Cuando me aflijo con ayunos, se burlan de mí; cuando me visto de saco, se ríen de mí; sentados a la puerta cuchichean, mientras beben vino me sacan coplas. Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude: arráncame del cieno, que no me hunda, líbrame de los que me aborrecen y de las aguas sin fondo. Que no me arrastre la corriente, que no me trague el torbellino, Que no se cierre la poza sobre mí. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia, por tu gran compasión hacia mí; no escondas tu rostro a tu siervo: estoy en peligro, respóndeme en seguida. Acércate a mí, rescátame, librame de mis enemigos: Estás viendo mi afrenta, mi vergüenza y mi deshonra, a tu vista están los que me acosan. La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco. Espero compasión, y no la hay, consoladores, y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre. Que su mesa les sirva de trampa, sus manjares, de lazo; que sus ojos se nublen y no vean, que su espalda siempre flaquee. Descarga sobre ellos tu furor, que los alcance el incendio de tu ira; que sus terrenos se vuelvan un desierto, que nadie habite en sus tiendas; porque acosan al que tú has herido, cuentan las llagas del que tú has lacerado. Acúsalos, culpa tras culpa, no los declares inocentes; bórralos del libro de los vivos, no sean inscritos con los justos. Yo soy un pobre malherido, Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias; 78 le agradará a Dios más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas. El Señor salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá, y las habitarán en posesión. La estirpe de siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en ella. ESTRUCTURA 1. Grito de socorro y exposición de su situación (2-13) 2. Súplica (14-22) 3. Imprecaciones (23-29) 4. Acciónde gracias (30-37) INTRODUCCIÓN El P. Alonso Schókel se recrea describiendo la intensidad lírica y la capacidad imaginativa del salmo: El salmista se cansa de esperar, se indigna porque le exigen devolver lo que no ha robado, toma a Dios por testigo, se siente devorar por el celo, se le rompe el corazón, estalla en una invectiva contra los enemigos. El texto está sentido y formulado en caliente. Lo sentimos buscando compasión, casi como una limosna, y lo compadecemos. Por otra parte las descripciones son al vivo: La garganta le quema de gritar; para encarecer un número dice más que los pelos de la cabeza, mira cómo cuentan las heridas; nos habla de ojos nublados y espaldas vacilantes. Todo está contado con un gran realismo. No nos cuesta asistir a las escenas. DESARROLLO v. 2-13. Grito de socorro y exposición de su situación v.2-5. El salmista pide a Dios que le salve. La imagen de las aguas que van subiendo de nivel y de hundirse en el cieno, visualizan la situación de apuro. El agua arrolladora expresa el peligro extremo. Y lo que más le duele al salmista es el sentimiento de abandono por parte de Dios. La garganta enronquece gritando hacia el salvador; arden sus ojos esperando al Señor... ¡Y nada! Un tropel de enemigos le persigue sin causa. Le acusan de haber robado y eso es totalmente falso. "Probablemente en esta lamentación quedaron reunidos el llanto y la oración de dos afligidos: uno tal vez acusado de robo (v. 5); el otro, atormentado por su religiosidad y burlado por su fe. El pantano en el que se hunde y las aguas que lo sumergen todo, son las imágenes del hombre al límite de la muerte" (Los salmos explicados para el pueblo). 79 "El dolor tiene su semejanza con las aguas amargas... Es preciso entrar hasta el fondo del alma. Tiene sus olas impetuosas que empujan con violencia y se eleva por las olas; así como el mar, cuando se le cree calmoso se agita a menudo con una nueva furia" (Bossuet). v.8-13. El silencio de Dios le atormenta ya que Dios le hace pasar ante los demás como un gran pecador. Él reconoce que ha pecado, pero de ninguna manera se le pueden imputar tales delitos. De ahí su humillación, los insultos y los menosprecios de los que están a su alrededor, de sus propios hermanos. Además, su celo por la causa de Dios, su fervor, su piedad y su fidelidad en el Templo le proporcionan nuevos sufrimientos. Quienes insultan a Dios le incluyen en sus insultos, los bebedores le mezclan en sus canciones, mofándose de sus prácticas piadosas. La multitud se burla de este solitario que siente celo y entusiasmo por las cosas de Dios y Dios no lo escucha. Se siente atormentado y desgarrado en su interior por parte de aquellos que llevan una vida frívola y liviana. "Pero Dios tiene que hacer quizás que de vez en cuando se alcen tales personas para que sean señal y para que, como Elías, en medio de su aparente fracaso, den testimonio de Dios, un testimonio que ya no se olvidará jamás" (Gerhard von Rad). v.14-12. Súplica El salmista está tranquilo. Dirige de nuevo su oración a Dios. Si no le responde ahora sabe que un día le escuchará. No duda de su amor misericordioso y de su piedad paternal. Por otra parte Él es el Salvador. Le pide que le libre de la inundación, de hundirse en el cieno, del naufragio que le amenaza precipitarse en los abismos que conducen al seol. Dios conoce perfectamente el oprobio del salmista y la afrenta que le ocasionan los enemigos. No le tienen piedad. Entonces era corriente aliviar un poco a los gravemente atribulados, dándoles una comida, un pan de consolación. Pero al salmista, que está amenazado de muerte, se le da veneno y vinagre, alimento que no alivia los tormentos, sino que los acrecienta. v. 23-29. Imprecaciones Según la opinión de entonces, la retribución debe realizarse en la tierra, por eso la maldad de estos adversarios debe recibir su justo castigo. Por eso se impone la ley del talión: ojo por ojo. Sin esto, Dios no sería justo. Se impone la venganza de los enemigos. No se trata de una venganza desenfrenada. Se trata de que el triunfo del justo sobre el malvado, de la verdad sobre la mentira, se producen en este mundo. Ahí es donde se ve si Dios es el Señor y Juez. Se habla, pues, de una sarta de imprecaciones. Todos los males que los enemigos querían para el salmista ahora deben recaer sobre ellos. Por eso pide que sean traicionados esos traidores con venenos en la mesa; con la ruina en la propiedad; con la ceguera en sus ojos, con sus riñones (símbolo de la fuerza) imposibilitados. Que Dios diezme sus rebaños y familia por haberse encarnizado contra un amigo de Dios. Que, en definitiva, sean 80 borrados del libro de la vida. Los enemigos (disimulando que son religiosos) quieren celebrar en el santuario un festín sacrificial, con el cual quieren manifestar su comunión con Dios. Pero Dios no lo consentirá. v 30-37. Acción de gracias v 31-32. Acción de gracias en futuro El salmista alabará el nombre de Dios con cantos. Normalmente se ofrecían a Dios, en un buen sacrificio, toros de tres años. Pero Dios prefiere sentimientos de reconocimiento, de amor verdadero. Prefiere las disposiciones del alma a la sangre de los animales. v. 33-34. Acción de gracias en presente Acción de gracias por los pobres. Está motivada por el hecho de que Dios no desprecia el grito de los cautivos. "¡Cielo, grita de alegría! ¡Tierra, llénate de gozo!... porque el Señor ha consolado a su pueblo, ha tenido compasión de él en su aflicción" (Is 49, 13). v. 35. Y todo el universo es invitado a la alabanza Todas las cosas creadas acompañarán con un himno de alabanza a aquel que ha sido salvado. Así se demuestra que Dios cumplió, cumple y cumplirá su promesa de una manera completa y eficaz. Aquel que estaba anegado en el dolor, empieza a encontrar salida y horizonte en la confianza que brota de la fe. Ese siervo de Dios que ha sufrido, que se ha encontrado abandonado y que ha sido afrentado, es ejemplo y testimonio para todos los que, como pobres, buscan y aguardan la ayuda de Yavé. Algunas aplicaciones del salmo Oración existencial Hay un momento en el salmo en el que el orante ya no puede más. Sus ojos están nublados para poder ver a Dios y su garganta se le ha quedado ronca de tanto invocarlo. ¿Qué puede hacer? Entonces es la persona entera del salmista la que se convierte en oración. Todo él es un suspiro. Todo él es un grito. Todo él se abandona a Dios. Al final todo él será un himno de alabanza y de acción de gracias. La oración llega a su culmen cuando es toda la existencia humana la que se abre a Dios. El celo por las cosas de Dios El salmista tiene celo por Dios. Lo que más le preocupa es que, por su causa, Dios perdiera honor, gloria, poder, justicia. No le importaba su humillación, sino el que Dios se sintiera humillado; no le preocupaba su ultraje, sino que Dios quedara ultrajado. A veces nosotros entendemos el celo de Dios por las cosas externas, por el culto, por el cumplimiento de leyes litúrgicas. Está bien, pero el verdadero celo de Dios se cumple en la continua opción por lo serio de un camino cristiano. Celoso es el que pone la fe en lo más vivo de su persona; el que sabe encajar el silencio de Dios en su vida; el que sabe esperar contra toda esperanza. La verdadera alegría Lo que al salmista le embargó de una inmensa alegría es el haberse visto salvado por Dios. La gran tristeza de nuestra vida es el no haberse dado la adhesión al Jesús que salva. Por el contrario, la verdadera alegría consiste en saberse salvado por Jesús. La verdadera alegría es algo muy profundo 81 que nadie nos puede arrebatar. No es cuestión de hormonas ni de situaciones anímicas. No está fuera de nosotros, sino en lo más hondo del alma. La verdadera alegría brota del misterio pascual. La resurrección de Cristo nos llena de una alegría desbordante. Pero antes hay que pasar por la Cruz. No hay seguimiento de Cristo sin Cruz. El salmo nos invita a saber esperar la hora de Dios, una hora llena de luz. ORACIÓN "Dios mío, sálvame, que me llega el agua al cuello" Señor, a veces me encuentro mal, muy mal. Siento un cansancio vital. Todo me pesa; no encuentro sentido en nada. Estoy de vuelta de todo. A veces me pregunto: ¿Para qué seguir viviendo así? Miro al cielo y lo encuentro nublado. Tú, que en otras ocasiones me has dicho tanto, ahora no me dices nada. Tu silencio cae sobre mí y me oprime como una losa. No sé qué hacer, y sin embargo, yo sé que sólo Tú puedes salvarme. "Me arrastra la corriente" Sí, debo confesar que no soy libre. Me siento arrastrado por la corriente del mundo. Me atrae el placer, la plata, la satisfacción inmediata. Percibo que la corriente no sólo me lleva, sino que me arrastra. Me lleva más allá de donde yo mismo quiero ir. Y lo que es peor: no tengo fuerza para luchar ni para remar hacia arriba. Me dejo guiar por los valores y criterios del mundo que son totalmente opuestos al evangelio. Señor, lo reconozco: si Tú no me ayudas yo no puedo salir de este remolino del mundo que me hunde cada vez más adentro. Ayúdame, dame fuerza para gritar con San Pedro: "Sálvame, que me hundo". "Soy un extraño para mis hermanos" Señor, Tú también has sentido, en tu propia carne, el golpe frío y seco de la ingratitud. Camino de la cruz todos los discípulos te han abandonado y te han dejado solo. Yo también, a veces me siento solo. Acudo a aquellos que llevan mi propio apellido; aquellas personas por las que corre mi misma sangre... y siento extraños. Y es precisamente en esos momentos cuando más necesidad siento de Ti, de Ti sólo y de nadie más. Te necesito. Necesito tu voz cercana, tu mano amiga, tu gesto acariciante. Señor, aunque todos me abandonen, Tú ¡no!. "Buscad al Señor y vivirá vuestro corazón" Hoy, Señor, tu palabra me da consuelo. Tú mismo dices que vivirás en el corazón del que te busca. Ninguna casa, ninguna mansión, ningún palacio me pueden ofrecer mejor que un corazón habitado por ti. Yo soy un eterno buscador de ti. Habita, Señor, en mi corazón y tendré alegría y paz. FRASES "Busco socorro y nadie me da la mano; lloro y nadie viene en mi ayuda; grito y nadie me oye". (Lamentación babilónica) "Solo, solo, completamente solo solo sobre un inmenso, inmenso mar. Ni un santo tiene piedad de mi alma en agonía". (Coleridge) "En Cristo no solamente no hay nada robado sino que Él lo poesía todo sin usurpación. Es despojado para venir a nosotros; con su muerte paga lo que no ha robado: lo que Adán y Lucifer trataron de arrebatarlo. Ellos quisieron robarle la divinidad; perdieron la felicidad". (San Agustín) "No hay duda de que el salmo contiene en figura la pasión de Cristo. Pues 82 el apóstol Juan, al decir que bebiendo vinagre se cumplen las escrituras y al citar el recuerdo de los apóstoles del dicho `el celo de tu casa me devoró', quita toda duda, y confirma que dichos y hechos se refieren a él". (San Hilario) PREGUNTAS 1. A veces parece que Dios se ha olvidado de mí: no me habla, no me escucha, un muro de silencio me separa de Él. En esos momentos, ¿sé esperar con fe? ¿Sigo poniendo en Él toda mi confianza? 2. ¿Sé compartir con mi comunidad, mi grupo, todas las experiencias profundas de fe? ¿Me da miedo comunicarlas? ¿Por qué? 3. Mi actual vida cristiana, ¿tiene alguna influencia en la gente con la que convivo? El Salmo 70 es repetición, con ligeras variantes, de la última parte del Salmo 40 (Sal 40,14-18). Lo encuentra en el Tomo II, en la página 137. SALMO 71 A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo inclina a mí tu oído, y sálvame. Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa, del puño criminal y violento; porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno, tú me sostenías, siempre he confiado en ti. Muchos me miraban como a un milagro, porque tú eras mi fuerte refugio. Llena estaba mi boca de tu alabanza y de tu gloria, todo el día. No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones; porque mis enemigos hablan de mí, los que acechan mi vida celebran consejo; dicen: "Dios lo ha abandonado; perseguido, agarrado, que nadie lo defiende". Dios mío, no te quedes a distancia; Dios mío, ven aprisa a socorrerme. Que fracasen y se pierdan los que atentan contra mi vida, queden cubiertos de oprobio y vergüenza 83 los que buscan mi daño. Yo, en cambio, seguiré esperando, redoblaré tus alabanza; mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Contaré tus proezas, Señor mío, narraré tu victoria, tuya entera. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas; ahora, en la vejez y las canas no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu brazo a la nueva generación, tus proezas y tus victorias excelsas, las hazañas que realizaste: Dios mío, ¿quién como tú? Me hiciste pasar por peligros muchos y graves; de nuevo me darás la vida, me harás subir de lo hondo de la tierra; acrecerás mi dignidad, de nuevo me consolarás; y yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad; tocaré para ti la cítara, Santo de Israel; te aclamarán mis labios, Señor, mi alma, que tú redimiste; y mi lengua todo el día recitará tu auxilio, porque quedaron derrotados y afrentados los que buscaban mi daño. ESTRUCTURA 1. Invocación general (1-3) 2. Súplica en la desgracia (4-13) 3. Afirmación de confianza (14-21) . 4. Acción de gracias (22-24) INTRODUCCIÓN Después de una vida de fidelidad a Dios, un anciano piadoso se encuentra sumergido en una gran angustia. ¡No me rechaces en la vejez! Ésta es la súplica conmovedora y muy actual del salmista. Uno es estimado mientras tiene salud, mientras es rentable, mientras pue de ser útil a la sociedad. Después se le tira como un objeto ya gastado o se le retira al rincón de una amarga soledad. Pero este anciano, que siempre ha vivido con Dios, sabe poner en Él su confianza. Las canas no sólo son signo de vejez, sino de experiencia. Todavía desde esa altura puede ser maestro de vida para muchos jóvenes de hoy. "El poema, en lo que se refiere a la piedad y al espíritu de religión, es una de las más bellas producciones del salterio" (W. Oesterley). 84 DESARROLLO v.1-3. "A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre... mi peña y mi alcázar eres tú" El salmista no pide refugio sino acogida. El refugio lo dan las cosas, las instituciones. La acogida la dan las personas. El salmista se acoge en Dios. Él es su roca que le da firmeza a sus pies vacilantes. Él le da cobijo en un alcázar puesto en la altura, donde no pueden subir los enemigos. Él nunca ha quedado fracasado ni derrotado. Ha llenado su vida con su trabajo honrado y su estilo peculiar de saber hacer bien las cosas. Pero si los enemigos se empeñan en arrebatarle esta etapa final y de todo lo que aún le queda pendiente por hacer, ciertamente se malogrará lamentablemente esta parte última tan importante. v 4-13. Súplica en la desgracia v 5-6. "Tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno, tú me sostenías, siempre he confiado en ti" El anciano repasa su vida pasada. El primer salto lo da a la juventud. Es el tiempo de la rebeldía, de la independencia, de la locuras. Incluso del apartamiento de lo religioso. Pero él ha pasado una juventud tranquila y serena con su Dios. Le ha entregado, muy a gusto, lo mejor de su vida. El mismo Dios le puede decir como a jeremías: "Recuerdo que, cuando eras joven, me eras fiel" (Jer 2, 2). De la juventud salta al nacimiento. Dios ha estado allí desde el primer momento. Fue su cuna antes de nacer y, en el nacimiento, el mismo Dios hizo de comadrona. El salmista se maravilla de que Dios lo ha sido todo para él desde siempre. Bien le puede decir: "Tú, mi esperanza; el objeto de mis deseos; sobre ti yo me he apoyado; tú, mi fuerza; tú, mi bien; para ti ha sido siempre mi alabanza". v. 7. "Muchos me miraban como a un milagro..." Algunos autores presentan esta frase en sentido negativo. Él con su ancianidad y su enfermedad, se ha convertido en signo terrible, manifestación de la cólera de Dios. Según la mentalidad de entonces el anciano que ha vivido una vida con Dios goza de paz y tranquilidad. Si a éste le ocurre una enfermedad se considera que Dios ya no está con él. Por eso le persiguen los enemigos. Pero algún autor, como Ravasi, interpretan esta frase en sentido positivo. "Yo fui, para muchos, uno de tus prodigios, he sido un verdadero milagro de tu amor". Y así parece indicarlo el contexto. Él, sin ser profeta, con su vida, se ha convertido en un signo de fe para todo el pueblo. v. 9. "No me rechaces ahora en la vejez" Si el Señor lo ha protegido en la niñez y en la juventud, ¿cómo lo va a rechazar en la vejez, cuando más lo está necesitando? En la vejez vienen los problemas y las dificultades. Uno se siente estéril. Nadie se acerca, nadie le comprende. "Yo estoy en declive; ya no soy digno de confianza: soy un extraño, un bizarro; vivo en soledad y ya no puedo entenderme con los otros" (J. 85 Newman). v.14-21. Afirmación de confianza v. 14. "Yo, en cambio, seguiré esperando, redoblaré tus alabanzas" El anciano no sólo espera que Yavé le libre del complot que los enemigos han tramado contra él de una manera injusta, sino que sigue esperando en la vida. Él no da la vida por acabada. Todavía le quedan muchas cosas por hacer. En la vida del rey David se cuenta que un fiel siervo llamado Barzilay, estando ya entrado en años, le pidió al rey que lo jubilase y le dejara ir a morir tranquilo. "Pero, ¿a mi edad voy a subir con el rey hasta Jerusalén? ¡Cumplo ya ochenta años! Cuando tu servidor come o bebe, ya no distingue lo bueno de lo malo, ni tampoco si oye a más de su majestad... Déjame volver a mi pueblo, y que al morir, me entierren en la sepultura de mis padres" (2 Sam 19, 35.38). No cabe duda de que es un bonito ejemplo de honestidad pedir la jubilación cuando uno ya no se encuentra con fuerzas para seguir adelante. Pero no es éste el caso del viejo salmista. Todavía se siente con ánimo y con fuerzas. Por otra parte, el tipo de lecciones que puede dar se acomodan perfectamente a su edad. Se va a dedicar a redoblar las alabanzas a Yavé. El anciano puede dedicar siempre sus buenas horas a la oración, a la adoración, a la alabanza. Además este anciano ha tenido un maestro muy especial: Dios. Le toca poner al servicio de los otros lo que él directamente ha aprendido de Dios. v. 15. "Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación" El salmista quiere prolongar su vida no por el simple deseo de vivir, sino por la satisfacción de poder vivir contando y cantando. Contando todas las maravillas que Dios ha hecho en él y cantando porque esta narración la quiere hacer en un tono alegre, festivo, celebrativo. Y en este empeño el día se le hace corto. v. 18. "Ahora, en la vejez y las canas no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu brazo a la nueva generación" El anciano debilitado y frágil se fija en el brazo fuerte y poderoso de Dios. Ha desplegado poder con su fuerza. Por eso, aunque débil, se siente fuerte con la fuerza de Dios. Él no puede morir todavía. Debe contar a las nuevas generaciones quién es el Dios de sus padres. Ese ancianito se siente un privilegiado. Toda su vida ha estado trenzada por el cariño de su Dios. En la vejez todavía ha podido cumplir su misión, su tarea. Esa mano fuerte y poderosa de Dios lo librará del seol y lo introducirá en su casa. "Con tu amor vas dirigiendo a este pueblo que salvaste; con tu poder lo llevas a tu santa casa" (Ex 15,13) v 22-24. Acción de gracias v 22. "Yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad; tocaré para ti la cítara, Santo de Israel" La alabanza de Dios ha llenado la vida de este hombre. El tiempo de su vida lo consumió en los cánticos de alabanza entonados por Israel; cantó las grandes hazañas de Dios y tomó parte, como poeta instruido por Dios, 86 en la tradición sálmica de la comunidad. Como es la vida, es la muerte. Si el salmista ha vivido toda su vida alabando a Dios es lógico que se muera cantando, echando una mirada, llena de nostalgia, a esos instrumentos que tantas veces ha manejado y le han proporcionado tanta satisfacción: el arpa y la lira. "La lira que se deja tocar en su tono sublime. La lámpara que se enciende y, de golpe, se apaga y se reanima con una luz más pura antes de expirar. El cisne ve el cielo en su última hora" (Lamartine). El salmista se muere cumpliendo el deseo mayor de todo anciano: quedar joven de espíritu y de corazón. La plenitud de sus años, con sus inevitables consecuencias físicas y psíquicas, no han sido signo de abandono de Dios, sino de una vida colmada de beneficios, mimada por el cariño del también Anciano (Dn 7, 9) que vive para siempre (Ap 4, 10). ORACIÓN "A ti, Señor, me acojo, no quede yo derrotado por siempre" Gracias, Señor, porque siempre me escuchas, siempre me atiendes, siempre me cobijas. Mi vida siempre ha estado empapada de ti. Mi mamá, al mismo tiempo que me enseñó a andar y a comer, me enseñó a rezar. Con qué facilidad yo pasaba de sus brazos a los tuyos. Me fiaba de ella y comencé a fiarme también de ti. Yo nunca me he sentido defraudado por ti. Yo sí te he abandonado muchas veces pero Tú siempre me has acogido. Por eso me siento orgulloso de ti. "No me rechaces ahora en la vejez" Parece que fue ayer cuando yo era un niño que iba a la escuela, me preparaba para la primera comunión y jugaba con otros niños en la plaza del pueblo. De esto ya han pasado muchos años. Yo entonces veía a la vejez muy lejana y, casi de repente, me sorpren de su proximidad, su cercanía. Las canas ya cubren la cabeza; el paso es corto y vacilante; las manos tiemblan; va faltando la memoria; mis sentidos pierden agudeza. Me entristece el quedarme solo sin apenas nadie con quien poder compartir. La vida, esa vida que saltaba de júbilo en los años de la juventud, ahora se me hace dura, pesada. ¿Qué hacer? Señor, en estos momentos te pido que no me rechaces, pues es cuando más te necesito. Tú eres siempre joven. Eres el único por el cual no pasan los años. Vives en una eterna juventud. Haz que mi alma se sienta joven a tu lado, cada vez más joven en la medida en que me voy acercando más a ti. Como el salmista no doy mi vida por perdida ni por gastada. Todavía puedo ofrecerte el sacrificio vespertino, la ofrenda de la tarde, mi vida convertida en sacrificio de adoración y alabanza. "Dios mío, no te quedes a distancia" Como Moisés en el desierto yo necesito acercarme a ti que eres una zarza que arde sin consumirse. Eres fuego. En la medida que me acerco a ti, me caliento; en la medida que me separo de ti, me enfrío. En la medida que me acerco a ti, vivo. Y en la medida que me separo de ti, muero. Haz que nunca me separe de ti. FRASES "Hasta la vejez eres tú el que me sostiene".(Qumrán) 87 "En la tarde, todavía acuérdate de la luz a fin de que nuestra vida no desfallezca jamás; y cuando aparezca en el horizonte la gloria eterna, tengamos presentes los méritos de la muerte sagrada de Jesús". (Weber) "La muerte ha sido expulsada como entró en el mundo: por un hombre entró, por un hombre fue expulsada. El hombre nuevo ha anulado la muerte. Bajó al abismo en su pasión para levantar consigo al hombre caído en el abismo". (Gregorio de Nisa) PREGUNTAS 1. ¿Sé escuchar a los ancianos y tratarlos con cariño? ¿Estoy convencido(a) de que puedo aprender mucho de ellos? 2. En mi grupo, en mi comunidad, ¿qué lugar ocupan las personas mayores? ¿Se sienten desplazadas, arrinconadas, anuladas? 3. En mi vida concreta, ¿sé aprender del libro de la vida, del libro de la experiencia? ¿Doy oportunidad a las personas mayores de que me cuenten sus historias? SALMO 72 Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes: para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz y los collados, justicia. Que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad; que baje como lluvia sobre el césped, como llovizna que empapa la tierra, que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, de Gran Río al confín de la tierra. Que en su presencia se inclinen sus rivales, que sus enemigos muerdan el polvo; que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos, que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones, que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan: porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará sus vidas de los pobres; él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos. 88 Que viva y que le traigan el oro de Saba, que recen por él continuamente y lo bendigan todo el día. Que haya trigo abundante en los campos, y susurre en lo alto de los montes; que den fruto como el Líbano, y broten las espigas como hierba del campo; que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso, que su gloria llena la tierra. ¡Amén, amén! ESTRUCTURA 1. Invocación(1-2) 2. -Paz y justicia (3-7) 3. Vasallaje y tributos (8-11) 4. Defensa de los pobres (12-14) 5. Tributos de fertilidad (15-16) 6. Conclusión (17) 7. Doxología;conclusiva del 2' libro de salmos (18-20) INTRODUCCIÓN El salmo es una especie de carta magna para aquellos que quieren reinar en nombre de Dios: un reino de dicado a las obras de justicia y paz, marcado por el esfuerzo de liberar a los pobres y oprimidos. "El último salmo que compuso David antes de su muerte y que cantó cuando con sus ojos vio a su hijo Salomón sentado en su tro no" (A. Calmet). DESARROLLO v 1-2. Invocación: "Dios mío, confía tu juicio al rey" Se pide que Dios comunique su juicio, su arte divino de saber gobernar con justicia, a su nuevo representante; legítimo heredero del trono. Así hará prevalecer los derechos del pueblo, especialmente de los pobres y débiles, casi siempre víctimas de los caprichos de los jueces corrompidos y despiadados. Este salmo es una súplica a favor del rey. En él se describe, con imágenes muy expresivas, la función vital del rey en el seno de la comunidad. La nación no podría gozar de bienestar y prosperidad si el rey no aseguraba el orden social mediante un gobierno justo. Israel jamás cedió a la tentación de divinizar a sus reyes. Son representantes de Dios. Hay que ayudarles por medio de la oración. v. 3-7. Paz y justicia 89 v. 3. "Que los montes traigan la paz y los collados justicia" Estando Israel gobernado por un rey justo, el salmista describe las felices consecuencias que se seguirán de ello y lo hace en un lenguaje poético: la tierra, bien trabajada por este rey, se cubrirá de esas dos plantas raras y preciosas: la paz y la justicia. Las colinas, incluso las montañas, las germinará. La acción de un rey justo tiene tanto poder que incluso hará echar raíces de paz y de justicia. v. 5-6. "Que dure tanto como el sol; que baje la lluvia" La lluvia siempre es signo de las bendiciones de Dios. El salmista sabe que el rey, lugarteniente de Dios, tiene poder de enviarla sobre la tierra. "El rostro sereno del rey trae lluvia, su favor es como una nube" (Prov 16, 15). El salmista pide una vida tan larga como el sol... y así seguirá el pueblo recibiendo bendiciones. v. 7. "Que en sus días florezca la justicia" Es una de las metas del rey: hacer justicia. En esto debe poner todo empeño puesto que ésta es la voluntad de Dios a quien representa: "Cuidado con lo que hacéis, porque no juzgaréis con autoridad de hombres, sino con la de Dios, que estará con vosotros cuando pronunciéis sentencia" (2 Cro 19, 6) v 8-11. Vasallaje y tributos v.8. "Que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra" El celo del rey por la justicia se extiende, en primer lugar, sobre Palestina en sus límites ideales: el Mar Mediterráneo y el Mar Muerto: el río Éufrates y la península del Sinaí. Pero el salmista sueña con una soberanía mucho más ancha. Piensa en los países más lejanos: Tarsis (España); Saba, en Arabia y Seba en el Alto Egipto... Está pensando en un reinado de extensión universal, es decir, que llegue a ser el gran rey del mundo. El rey terreno recibe el poder propio de Dios. Este es el sueño hiperbólico del salmista. El salmista tiene derecho a soñar porque se trata de un rey amparado por Dios, representante de Dios. Tratándose de Dios, todos nuestros sueños se quedan cortos. Dios nos da horizontes amplios, nos abre perspectivas maravillosas... v. 12-14. Defensa de los pobres v. 12. "Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector" Esta soberanía no es ansia de poder, dominación tiránica, sino un extender el reinado benéfico de la justicia a favor de pobres, afligidos, indigentes, oprimidos. El rey es el brazo extendido de Dios. El rey no estará dispuesto a sacrificar a sus súbditos más humildes por otros intereses. La vida de los humildes es prioridad. v. 14. "Él rescatará sus vida de la violencia, su sangre será preciosa" Este rey ha apostado por la vida, por la paz, por la no violencia. Aprecia la sangre, símbolo de la vida, como el don supremo. Estamos llamando a las puertas del Nuevo Testamento. "En estas palabras se esboza probablemente la imagen más perfecta de la fraternidad que aparece en el Antiguo Testamento" (G. von Rad). 90 "Esta solicitud de Dios por los pobres se expresa una vez más en quienes aguardan al Mesías, el ungido de Yavé, que hará que se cumpla la voluntad de Dios en la tierra, que cuidará de los pobres y velará porque se les haga justicia" (G. von Rad). v. 15-16. Tributos y fertilidad v. 16. "Que haya trigo abundante en los campos" El trigo es el fruto más precioso de toda la recolección. Este trigo cubrirá a Palestina, hasta las montañas más áridas, un trigo bien granado como la vegetación del fértil Líbano o la hierba temprana de las llanuras desérticas. El rey se convierte en canal de las bendiciones divinas. Esta experiencia tan maravillosa de este rey se convertirá en objeto de atención de los pueblos vecinos. Todos querrán tener para ellos un rey semejante. Estos mismos reyes le pasarán tributos. Ahí está, por ejemplo, el oro de Saba. v. 17. "Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra" El nombre y la fama perpetuarán la vida del rey. Pero más importante es que el rey se hace heredero de la promesa hecha a Abrahán de ser bendición para todos los pueblos: "Y todas las naciones del mundo serán bendecidas... porque me has obedecido" (Gen 22, 18). Los hombres pronunciarán ese nombre bendito como cifra y síntesis de felicidad y ese nombre será, realmente, fuente de bendición divina para todos los pueblos. ¿Qué más se puede pedir? Que dure muchos años y que los pueblos del mundo se beneficien de esta felicidad. v. 18-19. Doxología: "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso, que su gloria llene la tierra. Amén, amén" Estas palabras no pertenecen al salmo. Es una doxología. El salterio estaba dividido por libros. Aquí acababa el segundo libro, es decir, los salmos incluidos entre e141 y e171. La palabra repetida amén no significa simplemente así sea. Es una palabra muy rica y muy difícil de traducir. Poco más o menos querría decir esto: Digo que sí, de todo corazón, a todo lo que tú me dices. Con esta afirmación se cerraría este librito del salterio aprobado con buena gana y con todo el corazón lo que en estos salmos se ha dicho. La doxología es el modo concreto de alabar a Dios, de desear que el honor y la gloria de Dios llene toda la tierra. Y éste ha sido siempre el deseo de las almas santas. "Todas las oraciones y cantos imploran la manifestación de la gloria celestial en el mundo. Mas, si un día ocurriera que toda la tierra estuviera llena de su gloria, entonces ya no sería necesario orar" (M. Buber). ORACIÓN "Bendito sea el Señor, el único que hace maravillas" Oh Señor, tú mereces todo honor, gloria y alabanza. Tú eres la fuente 91 suprema de todo bien. Todas las bendiciones nos las envías tú, desde lo alto. Tú haces maravillas todos los días para todos: haces salir el sol cada mañana y llenas la tierra de su esplendor. Nos das gratis la lluvia y el aire. Recreas nuestros ojos con miles de flores de mil colores, y recreas nuestros oídos con la dulce melodía de los pajaritos. Tú eres el único que sabe hacer estas maravillas visibles, palpables para todos. Pero todavía sabes hacer obras más maravillosas en el corazón de cada uno. Estas son invisibles a los ojos de los demás pero bien palpables para aquellos que las viven. Desde mi propia experiencia personal déjame que dé gracias, a boca llena, por la maravilla de tu amor. "Que los montes traigan la paz y los collados, justicia" La paz que aquí pedimos no es la ausencia de guerra, ni la mera tranquilidad de los pueblos. Pedimos una paz que sea fruto de la justicia. ¿Cómo puede haber paz en una tierra tan mal repartida? Mientras unos se hartan, otros se mueren de hambre. Danos esa paz que viene de los montes, de la altura, de la esfera donde estás Tú, Dios mío, y haz que baje hasta el mismo corazón de los hombres. "Que haya trigo abundante en los campos" Sí, que las mieses ondeen en los campos y los graneros se llenen de trigo. Que haya cosechas abundantes y que de ellas se beneficien los pobres. Que haya pan para todos; hospitales para todos; escuelas para todos; viviendas dignas para todos. Que los pobres puedan vivir con dignidad teniendo cubiertas las necesidades más elementales. Que la principal preocupación de los gobiernos sea la atención a los más necesitados. Quita, Señor, de los cargos políticos a los corruptos, los egoístas, los que aspiran a subir a los altos cargos para conseguir sólo sus intereses personales. Que los gobiernos den leyes justas, equitativas. Que aquellos que tienen la responsabilidad suprema de las naciones creen espacios de equidad y fraternidad. FRASES "Honrad la condición de los pobres a causa del desprecio que el mundo hace de ellos". (Bossuet) "Como la lluvia significa claramente la generación humana, sin ruido y en secreto. Nadie escucha caer el rocío sobre la tierra o sobre el vellón. Así fue la concepción del Señor: el mismo José no se enteró, y un ángel hubo de instruirlo". (Teodoreto) "El sol es el Hijo de Dios, la Palabra del Padre. La luna es la Iglesia, que refleja la luz del sol, que parece crecer y decrecer en las persecuciones y en la paz". (Casiodoro) PREGUNTAS 1. Todas las personas tenemos algo de poder. ¿Sabemos usarlo en beneficio de los más necesitados? 2. En mi grupo, en mi comunidad, ¿hacia donde se dirigen mis ojos? ¿Hacia aquellas personas que más saben? ¿Hacia las que más cualidades tienen? ¿O siento una inclinación, una propensión espontánea hacia las personas más humildes y desprotegidas? 3. ¿Me caen bien e incluso sé colaborar con tantas personas de nuestro 92 tiempo que trabajan por la paz y la justicia ... aunque no sean de los nuestros? SALMO 73 "Qué bueno es Dios para el justo, el Señor para los limpios de corazón". Pero yo por poco doy un mal paso, asi resbalaron mis pisadas: porque envidiaba a los perversos, viendo prosperar a los malvados. Para ellos no hay sinsabores, están sanos y orondos; no pasan las fatigas humanas ni sufren como los demás. Por eso su collar es el orgullo, y los cubre un vestido de violencia; de las carnes les rezuma la maldad, el corazón les rebosa de malas ideas. Insultan y hablan mal, y desde lo alto amenazan con la opresión. Su boca se atreve con el cielo, y su lengua recorre la tierra. Por eso mi pueblo se vuelve a ellos y se bebe sus palabras. Ellos dicen: "¿Es que Dios lo va a saber, se va a enterar el Altísimo?". Así son los malvados: siempre seguros acumulan riquezas. Entonces, ¿para qué he limpiado yo mi corazón y he lavado en la inocencia mis manos? ¿Para qué aguanto yo todo el día y me corrijo cada mañana? Si yo dijera: "Voy a hablar como ellos", renegaría de la estirpe de tus hijos. Meditaba yo para entenderlo, pero me resultaba muy difícil: hasta que entré en el misterio de Dios, y comprendí el destino de ellos. Es verdad: los pones en el resbaladero, los precipitas en la ruina: En un momento causan horror, y acaban consumidos de espanto. Como un sueño al despertar, Señor, al despertarte desprecias sus sombras. Cuando mi corazón se agriaba 93 y me punzaba mi interior, yo era un necio y un ignorante, yo era un animal ante ti. Pero yo siempre estaré contigo, tú agarras mi mano derecha, me guías según tus planes, y me llevas a un destino glorioso. ¿No te tengo a ti en el cielo? Y contigo, ¿qué me importa la tierra? Se consumen mi corazón y mí carne por Dios, mi lote perpetuo. Sí: los que se alejan de ti se pierden, tú destruyes a los que te son infieles. Para mí lo bueno es estar junto a Dios, hacer del Señor mi refugio; y contar todas tus acciones en las puertas de Sión. ESTRUCTURA 1. Introducción (1-3) 2. Conducta de los malvados (4-12) 3. Conducta del salmista (13-16) 4. Destino de los malvados (17-20) 5. Destino propio (21-26) 6. Conclusión (27-28) 7. INTRODUCCIÓN El salmista plantea una cuestión muy actual: ¿Qué hacer cuando la propia experiencia desmiente los planteamientos de la fe? La fe dice: Dios es bueno para los limpios de corazón, pero cada día observamos que prosperan los malvados y los que viven al margen de Dios. En la práctica ellos nos dicen: Se vive mejor sin Dios. Esto provoca en el salmista una crisis fuerte de fe. Y le hace sufrir terriblemente. Parece que en él se condena el sufrimiento de su pueblo: "El salmista ha explicado poéticamente el sufrimiento de Israel bajo la cobertura de su propio sufrimiento". Sin embargo, después de una experiencia fuerte de Dios, ha descubierto que aquellas personas que permanecen al margen de Dios, no tienen futuro. El salmista se ha unido a Dios visceralmente. "Corazón es la palabra que domina en todo el salmo" (Buber). El salmista ve con claridad que sus razonamientos humanos no le dan la solución. Y escoge el de la contemplación. Esto hace que sea "uno de los más grandes genios religiosos de la humanidad" (Grossow). DESARROLLO v 1-3. Introducción v.1. "Qué bueno es Dios para el justo" El salmista, que como veremos en seguida, está en una profunda crisis de fe, quiere dejar bien clara su postura con relación a Dios. La bondad de Dios con el justo es algo incuestionable. 94 v. 2. "Pero yo por poco doy un mal paso" Aparece la debilidad del hombre. Por poco resbala en su fe. Ha aceptado peligrosamente en su mente razonamientos humanos, incluso ha tenido envidia de los perversos que, sin contar con Dios, prosperan. "El mal es el escándalo del mundo. Y para nosotros el problema mayor es aquel que hace del mundo un problema. Nos impone su presencia sin que nosotros la podamos rechazar. Exige que no busquemos, a la vez, el explicarlo y quitarlo" (L. Lavelle). v. 4-12. "Conducta de los malvados" Aparentemente ellos son los que triunfan: están rebosando salud, no tienen amarguras. Se dan el lujo de abrir sus grandes bocas al cielo en señal de desprecio. El pueblo está arrastrado por ellos y se bebe todas sus palabras. Ese Dios que está más arriba de las estrellas no se entera de nada. Su formulación sería ésta: ¿Piensas que Dios se ocupa de los de aquí abajo? Él se pasea en la bola del cielo sin enterarse de lo que nos ocurre. A los ojos de los hombres están felices, pero Dios está al tanto de todo lo que pasa y van a ser derrotados: "¡Ay de aquellos que se esconden del Señor para ocultar sus planes, que hacen sus maldades en la sombra y dicen: nadie nos ve. Nadie se da cuenta! (Is 29,15). v 13-16. Conducta del salmista El salmista se siente salpicado por la conducta de los malvados. Y piensa: ¿De qué me ha servido a mí el ser bueno? ¿De qué me ha servido todo lo que yo he luchado por conseguir la virtud? ¿Qué clase de Dios es ese en quien creo? Fuerte sacudida a su fe. "¿Es que la virtud sólo es un fantasma y un sueño sin fundamento?" (W. Oesterley). Pero el salmista pronto se da cuenta de que no puede seguir pensando como un pagano. El no puede renegar de su pueblo y de la dignidad de ser hijo de la Alianza. Por eso intenta dar un giro a su modo de pensar y opta por lo que optó Tobías en momentos de apuro: "Desolado hasta el fondo del alma yo gimo, yo lloro y comienzo en los dolores, a rezar" (Tob 3, 1). v. 17-20. Destino de los malvados: "Hasta que entré en el misterio de Dios" Todo esfuerzo humano para comprender el misterio del mal termina en fracaso. El giro se produce en el Santuario de Dios, en el lugar donde Dios está cerca. La reflexión humana comparada con la contemplación iluminada por Dios es como el animal comparado con el hombre: "Yo soy un necio, menos que hombre, no tengo inteligencia humana" (Prov 30, 2). La contemplación confiere al hombre una racionalidad nueva y superior. Desde esta nueva luz, comienza a ver la conducta de los malvados. Es como un sueño. "Con frecuencia, el sueño y la noche tratan de realizar lo que se espera durante el día. Se cree tener un imperio; otro una esposa codiciada; se despierta y no hay nada. Para los impíos el sueño es el desvanecimiento de todo en la muerte" (Casiodoro). v. 21-26. Destino propio v. 23. "Pero yo siempre estaré contigo, tú agarras mi mano derecha" En el santuario siente una presencia cercana, arrolladora. Y descubre, en el 95 fondo de su ser, la alegría y satisfacción que esto comporta. Por eso la frase suena a admiración: ¡Siempre contigo! Yo sé que nunca me vas a abandonar. Allá lejos quedan las dudas, las preocupaciones, los temores, ese dolor que punzaba mis entrañas. Todo está curado con tu presencia. Además me agarras con tu mano derecha, signo de poder. Además esa acción supone un puesto de dignidad. Aunque para mí la mayor dignidad es estar contigo. "Sois familia, amigo, casa, en ti tengo vida y alegría. Yo dejo lejos de mí los falsos bienes del mundo. Oh perla, oh fortuna, Tú eres todo" (Poeta hindú). v. 25. "¿No te tengo a ti en el cielo? Y contigo, ¿qué me importa la tierra? Dice el P. Schókel: "Este verso es una cumbre espiritual del Antiguo Testamento que ha de ser relacionada con la lucha de Jacob (Gen 32) o la experiencia de Elías en el Horeb (1 Re 19)". Toda la serie de bienes que ha visto disfrutar a los malvados y que ha llegado a envidiar pierden su valor comparados con poseer a Dios. La tierra no importa. El encuentro personal desborda y anula todo lo demás. "Unir el precio a los bienes de la tierra es bajarse a nivel de los niños que no se acuerdan de su valor, sino de sus juguetes. La verdadera grandeza es aquella que menosprecia lo que los hombres admiran" (S. Juan Crisóstomo). Aquel hombre que sufría amargamente ya no busca ser sanado. Lo que le importa es Dios. Dios es mi roca y mi porción. Yavé ha llegado a ser para el orante la razón de su existencia. Poseer a Dios y gozarlo - he aquí la clave de la felicidad terrestre y la solución al problema de la retribución. Cielo y tierra, con sus maravillas y sus riquezas, no ofrecen interés alguno para el salmista. Es la posesión de Dios en la que encuentra todas las cosas. "Por encima de lo que Dios da a los buenos y malos, de lo que a veces quita a buenos y malos, por encima de todo esto, reserva algo para los buenos... ¿Qué les reserva? A sí mismo" (San Agustín). ¿Habla el salmo de la felicidad eterna? No olvidemos que el problema del salmo se plantea porque, en aquella época, no existía la creencia en la vida futura. El salmo, ¿resuelve el tema? La fe robusta, que renuncia gozosamente a todo para agarrarse a Dios, en el amor puro, que aprecia esta posesión más que el cielo y la tierra, son más admirables colocados en este horizonte estrecho. Desde que el salmista ha tenido esta experiencia fuerte de Dios todo, absolutamente todo: salud o enfermedad, vida o muerte, ha quedado relativizado. Al salmista sólo le interesa Dios: ¡Nada más! ¡Y nada menos! La leyenda medieval habla del monje que, escuchando cantar un pájaro, cae en éxtasis, y cuando vuelve en sí, han pasado trescientos años. Algo así, dice el P. Schákel, sucede en este salmo: al gozar de una experiencia altísima, profundísima de Dios, descubre vagamente que eso tiene que superar el tiempo. Poseer a Dios de esa manera supera los límites de lo imaginado. "En medio de una vida natural, caduca y pecadora, ha comenzado por dentro una nueva vida entregada a Dios; es prenda de que como Dios, con quien está unido, no puede perecer, tampoco él puede perecer" (Delitzsch). 96 v. 27-28. Conclusión Reafirma el verdadero destino de los malvados y el suyo propio. Y reafirma también su decisión de continuar refugiándose en el Señor y proclamar sus maravillas, de las que ha vuelto a ser, en su experiencia reciente, testigo privilegiado. ORACIÓN "Qué bueno es Dios para el justo" Señor, salgo de mi casa, voy al campo, subo la montaña, me interno en la noche y descubro millones de estrellas... Todo me habla de tu poder. Gracias porque eres tan grande tan poderoso. Me miro a mí mismo. Bajo hasta el fondo de mi propio corazón y te encuentro a Ti: llamándome, atrayéndome, arrastrándome hacia ti. Y digo: Señor, ¡qué grande es tu bondad! Déjame cantar las maravillas de tu bondad dentro de mí. "Pero yo..., por poco doy un mal paso" Sí, Señor, te lo confieso: soy débil, soy frágil. Muchas veces he estado al borde del abismo y Tú, por tu misericordia, me has salvado. Haz que yo reconozca siempre mi debilidad, mi impotencia. Que nunca crezca en mí la mala hierba de la vanidad, el orgullo, la autosuficiencia, el creerme mejor que los demás. Haz que nunca pierda el miedo a caer. Y que este mismo miedo me guarde deresbalar y de dar un mal paso. "Hasta que entré en el misterio de Dios" El misterio es lo indefinido, lo no controlado, lo inabarcable, lo in menso, lo infinito. El misterio, Señor, eres Tú. Mientras yo me mantengo fuera del misterio, dando vueltas a su castillo interior por fuera, tengo muchas dudas; me acosa la incredulidad; me amenaza la envidia de los malos que prosperan en este mundo y viven al margen de Dios. Pero cuando Tú, por pura gracia, me introduces dentro del misterio, dentro de tu persona, dentro de tu propio corazón, todas las dudas desaparecen; el tiempo corre veloz y ya sólo me queda un deseo ardiente de permanecer siempre a tu lado. "Pero yo siempre estaré contigo" No es una promesa ni un deseo. Es la convicción más profunda de mi ser: el estar contigo es la única fuente de alegría y de felicidad para mí. Busquen otros otras fuentes. Yo sólo beberé de la fuente de la felicidad que eres Tú. FRASES "Los judíos edifican en el alma, edifican en el tiempo. Sus verdaderas catedrales son interiores; están en su corazón humano y son consustanciales a la historia". (R. Aarón) "Tú llevas a Dios por todas partes contigo y desgraciadamente lo ignoras. No creas que te hablo de un dios exterior de oro o de plata. Eres tú quien lo llevas". (Epícteto) "¿Por qué mi corazón está tan impaciente? Aquel que cuida de los pájaros, las bestias y los insectos. Aquel que tiene cuidado de ti cuando estás en el seno de tu madre, ¿no te conservará en el presente del que tú has salido? 97 Oh corazón mío, ¿cómo puedes tú olvidarte de sonreír a tu Dios y de errar tan lejos de Él? Tú has abandonado a tu bien amado para pensar en otros. He aquí por qué tu boca es vana". (Híndú, s.XV) PREGUNTAS 1. ¿Tratas de buscar a Dios con la razón o con el corazón? 2. En tu grupo o comunidad, las experiencias fuertes de Dios de una persona, ¿suponen una riqueza para todos? 3. Hay muchas personas que ante la vida de prosperidad de los malvados y corruptos sienten una especie de envidia. ¿Estás preparado para dar razones profundas de tu fe en el Dios que nunca defrauda? ¿Estás contento y seguro con tu Dios? SALMO 74 ¿Por qué, oh Dios, nos tienes siempre abandonados, y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño? Acuérdate de la comunidad que adquiriste desde antiguo, de la tribu que rescataste para posesión tuya, del monte Sión donde pusiste tu morada. Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio: el enemigo ha arrasado del todo el santuario. Rugían los agresores en medio de tu asamblea, levantaron sus propios estandartes. En la entrada superior abatieron a hachazos el entramado, después, con martillos y mazas destrozaron todas las esculturas; prendieron fuego a tu santuario, derribaron y profanaron la morada de tu nombre. Pensaban: "Acabaremos con ellos", e incendiaron todos los templos del país. Ya no vemos nuestros signos, ni hay profeta: nadie entre nosotros sabe hasta cuándo. ¿Hasta cuándo, Dios mío, nos va a afrentar el enemigo? ¿No cesará de despreciar tu nombre el adversario? ¿Por qué retraes tu mano izquierda y tienes tu derecha escondida en el pecho? Pero tú, Dios mío, eres rey desde siempre, tú ganaste la victoria en medio de la tierra. Tú hendiste con fuerza el mar, rompiste la cabeza del dragón marino, tú aplastaste la cabeza del Leviatán, se la echaste en pasto a las bestias del mar. Tú alumbraste manantiales y torrentes, tú secaste ríos inagotables. 98 Tuyo es el día, tuya es la noche, tú colocaste la luna y el sol; tú plantaste los linderos del orbe, tú formaste el verano y el invierno. Tenlo en cuenta, Señor, que el enemigo te ultraja, que un pueblo insensato desprecia tu nombre; no entregues a los buitres la vida de tu tórtola ni olvides sin remedio la vida de tus pobres. Piensa en tu alianza: que los rincones del país están llenos de violencias. Que el humilde no se marche defraudado, que pobres y afligidos alaben tu nombre. Levántate, oh Dios defiende tu causa: recuerda los ultrajes continuos del insensato; no olvides las voces de tus enemigos, el tumulto creciente de los rebeldes contra ti. ESTRUCTURA 1. Súplica y lamentación (1-11) 2. Himno a Dios Creador (12-17) 3. Nueva súplica (18-23) INTRODUCCIÓN Ante el Templo devastado y profanado por los enemigos de Israel, la comunidad, desconcertada, suplica al Señor que se acuerde de la Alianza y se apresure a reparar las afrentas por las que está pasando su pueblo. Para hacer más apremiantes las súplicas se evocan las proezas que realizó el Señor cuando rescató a Israel de la esclavitud y la convirtió en su herencia. En medio de la súplica hay un himno al Dios Creador que tiene por finalidad contraponer el poder manifestado en el momento de la creación y su desconcertante momento presente. DESARROLLO v.1-11. Súplica y lamentación v.1. "¿Por qué, oh Dios, nos tienes siempre abandonados?" Este interrogante es el grito del pueblo afligido que, ante la actuación de Dios, está desconcertado. Es una pregunta llena de estupor con tintes de rebeldía. El pueblo no puede entender a Dios. La imagen que siempre ha dado no se compagina con la que actualmente está dando. Parece que quiere deshacer lo que tanto trabajo ha costado construir. Él aceptó una morada y ahora ha permitido que se incendiara y profanara. ¿Acaso ya no somos ovejas de tu rebaño? La creencia de que el Señor había elegido vivir en el Templo de Jerusalén se iba transmitiendo de generación en generación entre los fieles. El Templo era el centro de la piedad, pero también el símbolo de la estabilidad de Judá. v. 2."Acuérdate de la comunidad" Antes estábamos dispersos. Pero en el Sinaí tú hiciste un pacto con nosotros. Nos constituimos como pueblo de tu propiedad, nos tomaste por 99 posesión tuya. Nosotros te pertenecemos. Para nosotros tú siempre has sido nuestro Dios. Ahora nos sentimos huérfanos y muertos de frío. "Se prepara un universo sin fuego.Y el jardín no tiene flores; inútil andar por las calles, no hay nadie. Ni tierra que te ame" (Turoldo). v.3 "Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio" Dios como un Señor olvidadizo y despreocupado, es invitado a inspeccionar personalmente el Templo en ruinas. No son ruinas recientes, sino viejas. El mismo orante se ofrece de guía y le cuenta, con las ruinas a la vista, todo lo que pasó. La situación no puede ser más calamitosa: en lugar de las alabanzas de los suyos, se oyen ahora los rugidos blasfemos de los enemigos: en lo que era esplendor de arte y fe se está cebando el hacha destructora como si se tratara de un bosque lleno de árboles y dedicados al exterminio. En donde estaban los símbolos sagrados hay ahora insignias profanas. En lo que era el lugar de la asamblea, domina ahora el fuego. Está ardiente tu pueblo, ¿y tú permaneces impasible? Por si fuera poco, quieren arrasar todos los templos del país (v.8). No quieren dejar ni huella de tu presencia. v. 9. "Ya no vemos nuestros signos, ni hay profeta: nadie entre nosotros sabe hasta cuándo" Somos un pueblo acostumbrado a las señales. La llegada del nacimiento del Emmanuel (Is 7, 14) garantizó al desamparado Acaz la pronta intervención de Dios. Y, cuando el destierro de Babilonia, allí había una voz de profeta que levantaba los ánimos caídos y predecía el tiempo de la duración de la prueba: "El Señor dice: cuando se cumplan a Babilonia los setenta años, actuaré en favor de ustedes y les cumpliré mi promesa favorable de hacerlos regresar a este lugar" (Jer 29, 10). Pero ahora nadie de nosotros sabe hasta cuándo va a durar esta terrible situación. "Desde que han muerto Ageo, Zacarías y Malaquías que son los últimos profetas, el Espíritu Santo ha cesado en Israel" (Talmud). "Un silencio denso, extraño, aplastante ha caído sobre todos nosotros y ha penetrado en la tierra" (Hab 2, 20). v.11. "¿Por qué retraes tu mano izquierda y tienes tu derecha escondida en el pecho?" En otros tiempos tú vencías al enemigo con brazo fuerte y mano poderosa. Ahora ese mismo brazo lo tienes en reposo. "El oriental extiende la mano para agarrar o polpear y la retira en el repliegue de su vestido cuando está en el descanso" (E. Podechard). v. 12-17. Himno a Dios Creador v. 12. "Pero tú, Dios mío, eres rey desde siempre, tu ganaste la victoria en medio de la tierra" La inactividad o indiferencia actual de Dios contrasta de una manera especial con la actitud anterior de Yavé que se hizo rey y salvador de Israel favoreciéndoles con su ilimitado poder de creador, especialmente en el éxodo. Esta fue la edad de oro del amor de Dios a Israel, epopeya tan 100 prodigiosa que se la puede comparar a la creación. Realmente Yavé, en tiempos del Éxodo, dividió el Mar Rojo de la misma manera que dividió las aguas superiores de las inferiores cuando la creación (Gen 1, 1-2. 6). v. 14. "Tú aplastaste la cabeza de Leviatán" Dios dominaba todas las fuerzas y nada se le ponía por delante. Incluso aplastó a Leviatán, ese monstruo marino mitológico, símbolo de todos los poderes hostiles. v. 18-23. Nueva súplica v. 18. "Tenlo en cuenta, Señor" Israel es un pueblo con memoria. El mismo Dios le ha enseñado a recordar. Ahora es el pueblo el que le pide a Dios que recuerde. Para Dios recordar algo es tomarlo en consideración y tratar de solucionarlo. Que Dios se acuerde de las blasfemias lanzadas contra él por esos insolentes e impíos enemigos vencedores. Que los someta. v. 19. "No entregues a los buitres la vida de tu tórtola ni olvides sin remedio la vida de tus pobres" El salmista ahora ataca a Dios por su parte más débil: la del corazón. Pide que defienda a su pueblo. Es como una tórtola sencilla, humilde, indefensa. Le acecha el buitre, ese pajarraco impuro que, con su pico en forma de lanza, amenaza devorarla. Esa tortolita: ¡es tu pueblo!... Por otra parte Dios siempre ha sido el gran defensor de los pobres, aquellos que acuden a él porque no hay otro que los defienda: ¡son sus pobres!... v. 20. "Piensa en tu alianza" Lo que está pasando al pueblo no es algo de tipo moral, sino teológico. Dios siempre ha sido fiel a su Alianza aunque el pueblo haya fallado de todas. El pueblo siempre ha confiado en el Dios de la Alianza. ¿Acaso Dios puede dejar de ser fiel? ¿No es como negarse a sí mismo? Yavé debe mirar misericordiosamente y con mirada de salvador a su aliado Israel que se halla en el paroxismo de la angustia. Los mismos habitantes de Jerusalén han tenido que buscar refugio en las cuevas. Dios quiera que no se vean obligados a volver a sus casas con las cabezas bajas, con la humillación de los vencidos. Al contrario, deben regresar como vencedores de estos inicuos enemigos que lo han arrasado todo. ¿Todo? Menos la fe de un pueblo en su Dios. v. 22. "Levántate, oh Dios, defiende tu causa" Dios ha estado demasiado tiempo sentado, es decir inactivo. Es tiempo de que se levante y entre en acción contra los enemigos que no dejan de blasfemar contra él. El salmista quiere poner un contraste entre este levantarse de Dios como en un juicio final grandioso, triunfante, y el levantarse de los impíos que osan desafiar a Dios. Con todo, la forma con que termina el salmo deja aún las cosas en la penumbra. El salmo no dice que Dios se levantó. La única esperanza está en las salvaciones del pasado que siempre se pueden reproducir porque 101 Yavé no puede dejar de ser fiel y salvador. ORACIÓN "¿Por qué, oh Dios, nos tienes abandonados?" Señor, el silencio, la soledad, el abandono son cosecha nuestra. Tú has creado la palabra, la cercanía, la amistad. Tú, puesto a crear, has hecho un paraíso con flores, con ríos, con pájaros. La tierra con sus espinos y abrojos es obra nuestra. Pero Tú has querido hacerte hombre en situación caída para hacer te solidario con todos nosotros. Por eso has experimentado la soledad y el abandono del Padre. Pero no te dejaste vencer ni abatir por la tristeza. Sacando fuerzas de debilidad tuviste el coraje de abandonarte en Dios, de ponerte en manos de tu Padre. Haz que yo también sepa convertir tu abandono en cercanía y confianza. "Tuyo es el día; tuya la noche" Me levanto, abro la ventana y siento que un aire puro y fresco acaricia mi rostro. Una luz mañanera ilumina mis ojos y yo me dejo bañar por ella. Y digo: ¡Es de día! Y, a veces, no caigo en la cuenta de que ese día eres Tú. Sí, Tú, la brisa, el aura, la luz. Al atardecer, poco a poco, me voy internando en la noche. Me dejo impresionar por el silencio, el parpadeo de las estrellas, la intimidad. Y, a veces, no caigo en la cuenta de que esa noche, cuajada de misterios, eres Tú. Perdón, Señor, por mi ingratitud. "Que el humilde no se marche defraudado" Tú, Señor, tienes una bienaventuranza para los humildes y sencillos. Tú mismo dijiste: "Aprended de mí que soy manso y sencillo de corazón". Cuida a los humildes. Guárdalos como a las niñas de tus ojos. Que se sientan a gusto en su sencillez. Que no deseen ni anhelen cambiarse por nadie. Ellos han soportado los golpes de los soberbios y los poderosos de la tierra. Que cuando tengan que dejar este mundo, no se sientan defraudados por ti. FRASES "Para un judío el Templo no sólo estaba considerado como lugar donde se invocaba el Nombre de Yavé, o donde se desarrollaba su culto, sino el lugar de residencia efectiva de Yavé sobre la tierra, lugar de su presencia personal". (E.Jacob) "Señor, tomad la defensa de vuestra propia causa". (Santa Teresa de Jesús) "Penetrad en la estancia del pueblo, encontraréis a unos hombres que hacen leer un libro misterioso a los niños... Lo que hacía hace cinco mil años, el pueblo lo hace ahora. Ha asistido 17 veces a la ruina de Jerusalén y nada le impide volver sus miradas sobre Sión. Los persas, los griegos, los romanos han desaparecido de la tierra y un pueblito que procedió de los grandes pueblos existe todavía sin mezcla, en los escombros de su patria. Si alguna cosa ante las naciones lleva el carácter de milagro, nosotros pensamos que este milagro está aquí". (Chateaubriand) PREGUNTAS 1. ¿He sentido, a veces, la ausencia de Dios con la amargura exis tencial que la vivió el pueblo judío, reflejada en este salmo? 2. La comunidad es comparada en este salmo como una avecilla humilde y 102 sencilla, incapaz de defenderse por sí sola. ¿Cuál ha sido la reacción cuando nos han calumniado sin motivo? 3. Nosotros sentimos la ausencia de Dios. Y tratamos de buscarle con fuerza. ¿Qué hacer con tantas personas que no echan de menos a Dios en su vidas? SALMO 75 Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, invocando tu nombre, contando tus maravillas. "-Cuando elija la ocasión, yo juzgaré rectamente. Aunque tiemble la tierra con sus habitantes, yo he afianzado sus columnas". Digo a los jactanciosos: no jactaros; a los malvados: no alcéis la testuz, no alcéis la testruz contra el cielo, no digáis insolencias contra la Roca. Ni del oriente ni del occidente, ni del desierto ni de los montes, sólo Dios gobierna, a uno humilla, a otro ensalza. El Señor tiene una copa en la mano, un vaso lleno de vino drogado: lo da a beber hasta las heces a todos los malvados de la tierra. Pero yo siempre proclamaré su grandeza y tañeré para el Dios de Jacob: derribaré el poder de los malvados, y se alzará el poder del justo. ESTRUCTURA 1. Introducción (2) 2. Oráculo divino (3-6) 3. Reflexíón (7-9) 4. Concluslón(10-11) INTRODUCCIÓN Este salmo canta a Dios que viene como Juez Supremo. Esta venida ya próxima es motivo de alegría y de acción de gracias para los buenos y un aviso decisivo para los malos. El salmo está dominado por la certeza de que el juez va a actuar. La venida del juez trae consigo un cambio completo de cosas. Los que se alzan arrogantemente van a ser humillados y los humildes exaltados. Para dar más tono a su poema el salmista le confiere una forma literaria original: combina los géneros hímnico, profético y sapiencial. "Este salmo puede ser la respuesta del Señor a la tensa oración contenida 103 en el salmo precedente" (A. Calmet). DESARROLLO v.2. "Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, invocando tu Nombre, contando tus maravillas" El salmista canta las maravillas de Dios. Estas maravillas son aquellas que van a acompañar al juicio de Dios sobre los impíos. Y esto dará honor y gloria a su nombre. "Invocar el nombre de Yavé es reconocer en él al Santo que no deja que exista el mal; el justo juez va a ejercer el juicio" (M. Mannati). En la Biblia Dios aparece unas veces como el lejano y otras como el cercano. "El Señor afirma: Lejos o cerca, yo soy Dios" (Jer 23,23). En el salmo anterior ha aparecido como lejano. Ahora aparece como el cercano. Contra la ilusión del impío, convencido que Dios está lejos e indiferente a las acciones humanas, el poeta recalca que Yavé es un Dios cercano. Más aún, su nombre es: el cercano. Esta cercanía no sólo se manifiesta en las acciones salvadoras para Israel, sino también en el juicio de los impíos y de los injustos que desafían su aparente silencio. v. 3-4. "Cuando elija la ocasión, yo juzgaré rectamente. Aunque tiemble la tierra... yo he afianzado sus columnas" En el tiempo que Dios considere oportuno intervendrá para restablecer la justicia. La misericordia no puede coexistir con la permanente violación de la justicia. El juicio se realiza en la historia y en el tiempo y tiene resonancias de tipo cósmico. Yavé, que es el autor y conservador del orden cósmico del mundo, es también el autor y conservador del orden moral. Existe un paralelo entre el mal y la nada; entre la justicia y el ser. Si Dios ha llamado al mundo y a la humanidad al ser, Dios los convoca también a la justicia. Y, aunque el hombre trate de arruinar este orden y esta armonía con su pecado, Dios mantiene bien firmes las columnas cósmicas que son también columnas morales. El contraste entre terremoto de la tierra y estabilidad de las columnas es una metáfora cósmica para hablar de la inestabilidad de la historia humana y la inquebrantable estabilidad del proyecto divino. v 5-6. "Digo a los jactanciosos: no jactaros; a los malvados: no alcéis la testuz contra el cielo, no digáis insolencias contra la Roca" Hay unas apelaciones directas de Dios a los impíos: son necios, locos, arrogantes y perversos. Es un vano esfuerzo el pretender echar por tierra ese maravilloso orden que Dios ha puesto en la creación. La injusticia es un ataque frontal a ese orden. El cuerno es una vigorosa metáfora oriental que sirve para indicar el poder, en este caso, orgulloso y blasfemo. Dios es el verdadero "cuerno de salvación" (Sal 18, 3). Los malvados quieren arrebatarle el poder a Dios. Hasta ahí llega su insolencia. Hay un contraste entre el ponerse en alto de los soberbios y cielo, símbolo de la altura de Dios. El alto por excelencia es Dios. 104 Esta actitud desafiante del hombre es ya vieja. Desde el orgullo de Adán de querer ser como Dios o el de aquellos que querían levantar una torre que llegara hasta el cielo, hasta la actitud del hombre moderno que quiere construir un mundo sin necesidad de Dios. Es como la pretendida libertad absoluta y soberana que quiere reivindicar el hombre al margen de la voluntad de Dios. "¡Yo soy mi libertad! Desde que me creaste yo ya no te pertenezco... No volveré bajo tus leyes; yo soy condenado a no tener otras leyes que no sean las mías... porque soy hombre, Júpiter, y cada hombre, Júpiter, debe inventar su propio camino" (Grito de Dresde a Júpiter). El cuerno de los locos de todos los tiempos trataría neciamente de chocar contra la Roca indestructible que es Dios, en la vana tentativa de romperla. La firmeza de la justicia divina es parecida a aquellas columnas cósmicas que no pueden ser erosionadas por el mar del caos y de la nada. v. 7-8. "Ni del oriente ni del occidente, ni del desierto ni de los montes, sólo Dios gobierna: a uno humilla, a otro ensalza" Alusión a los puntos cardinales. Para los impíos Dios está ausente tanto del horizonte cósmico como del horizonte histórico, y se creen con fuerza para continuar su carrera hasta el poder y la opresión. ¡Vana ilusión! La suerte de los hombres no va a surgir de ningún poder terrestre que venga de cualquier punto del horizonte. "La rosa de los vientos no tiene ninguna influencia sobre los destinos de los hombres" Q. Weber). Por encima de todos los poderes humanos se alza Dios, el supremo juez, que asigna a cada uno su puesto en la escala del mundo. Sólo Dios juzga a los hombres. El juicio tiene dos aspectos: uno negativo - humilla a los soberbios e insolentes. Y otro, positivo - ensalza a los humildes. v. 9. "El Señor tiene una copa en la mano, un vaso lleno de vino drogado: lo da a beber hasta las heces a todos los malvados de la tierra" "La copa de la ira". Se trata de un vino de mezclas variadas y que bebido en cantidad, hasta la última gota con sus residuos, provoca náuseas y vómitos... hasta quedar, el que lo bebe, reducido a la nada. El juicio ha entrado en su fase ejecutiva. La copa ya ha pasado por los labios de los impíos de la tierra. Hay que beberlo totalmente porque el juicio es eficaz y total. En Jer 25,15-17 el juicio hiere a las naciones que oprimían a Israel. En el salmo es a nivel universal. Yavé debe retomar entre las manos a todo el mundo desde el punto ético y humano. Un mundo que parece escaparse de su autoridad. "Nosotros hemos dado a beber a los enemigos la copa de muerte que provoca la confusión, la desgracia y el oprobio" (poeta árabe). En el salmo anterior el silencio de Dios había hecho mella en el alma del salmista. Daba la impresión de que Dios les había abandonado definitivamente. Los enemigos se estaban aprovechando de esta situación. "Una noche reté a Dios a que, si existía, se declarase. Quedó mudo y nunca volví a hablarle... Yo estaba muy contenta de que no existiera" (S. de Beauvoir). Dios se ha manifestado en este salmo haciendo justicia. Por eso el salmista 105 está feliz y contento. v. 10-11. "Pero yo siempre proclamaré su grandeza y tañeré para el Dios de Jacob: derribaré el poder de los malvados, y se alzará el poder del justo" El salmista no dejará de cantar a este Dios justo, protector de Jacob, pueblo de Israel, que sabe restablecer, en el momento oportuno, la justicia al ensalzar a los oprimidos y al humillar a los opresores injustos. En cuanto este juicio implica un orden nuevo, universal, es siempre del futuro. Pero la fe y la esperanza lo adelantan al presente. El salmista en su devoción, como Ana en su cántico (1 Sam 2, 1-10) y María en el Magníficat (Lc 1, 45-55), vive ya en su momento la experiencia de la justicia futura. Y con él, como en prenda, lo viven también los justos. Y el reino de la justicia se va realizando, lentamente y en silencio. ORACIÓN "No alcéis la testuz contra el cielo" El cielo es la esfera donde Tú estás, el lugar de tu presencia. El cielo no es algo distinto de ti, eres Tú mismo. Ese cielo maravilloso tiene un pórtico que llamamos firmamento: con el sol, la luna y millones de galaxias en el espacio. ¿Quién no se ha estremecido alguna vez en el silencio de la noche, contemplando el parpadeo de las estrellas? ¿Quién no se ha conmovido al constatar que todas esas criaturas son obra de tus manos? Y sin embargo hay personas a quienes el cielo no les dice nada. Ni se asombran, ni se admiran, ni se motivan. Incluso algunos, más osados, alzan la cabeza en actitud altiva y en plan desafiante. Son unos insensatos. Señor, haz que caigan en la cuenta de su error para que se conviertan y cambien de actitud. "El Señor tiene una copa en la mano" Señor, me llena de pavor el pensar que esa copa, como en el caso del salmo, está llena de ira y de cólera, preparada para darla a beber a los malvados. Recuerda que Tú bebiste en Getsemaní la copa de la amargura hasta las heces. Tú has bebido esa copa con amor para evitar que los pecadores la bebieran con dolor. Tú has tomado en tus manos la copa de la salvación y la has ofrecido a tu Padre-Dios en satisfacción de los pecados del mundo. Un día resucitaste y alzaste sobre el mundo la copa de la auténtica felicidad. Tú nos llamas a beber de esa misma copa en el cielo. Mientras tanto danos cada día fuerza para beber la copa del amor sincero y desinteresado; la copa de la solidaridad; la copa de unas vidas ofrecidas y derramadas en favor de nuestros hermanos. "Yo siempre proclamaré tus grandezas" Hay días en los que me siento feliz y contento. Me dan ganas de alabarte, de darte gracias, de proclamar tu gloria. Pero otros días no tengo ganas de nada. Me cansa la vida; me aburre, me hastía. En esos momentos ni siquiera me acuerdo de ti. Dame, Señor, ganas de alabarte todos los días; de agradecerte todos los días y de proclamar por siempre tu grandeza. FRASES "Este salmo opone al influjo del orgullo el remedio de la humildad; 106 consuela a los humildes con la esperanza". (S. Agustín) "La historia de la humanidad hasta el tiempo presente es la historia de la adoración de los ídolos, desde los primitivos ídolos de arcilla y de madera, hasta los modernos ídolos del estado, del jefe, de la producción y del consumo, santificados por la bendición de un Dios idolizado". (E. Fromm) "Dios opera ante todo y en esto Él revela ser Dios, haciendo suya la causa de los oprimidos, de los últimos, de los olvidados. Dios se revela como quien suscita y crea a un pueblo que antes no era pueblo. Mientras otros dioses avalan las victorias de sus pueblos, es propio del Dios único intervenir en el corazón del abandono y del olvido. Así, la revelación se inicia con el más aplastado de los pueblos que pasa proféticamente desde la opresión hasta la libertad". (J. Cardonnel) PREGUNTAS 1. El salmista nos habla de un Dios en quien hay que saber esperar. En los momentos de duda, de oscuridad, ¿sé acudir a Dios con confianza? 2. En el grupo o comunidad en la que vivo siempre hay cosas que me parecen injustas. ¿Sé descubrir la verdad en un encuentro sincero y comunitario con la palabra de Dios? 3. Desde mi experiencia de fe, ¿qué les digo a tantas personas que dudan de Dios porque no actúa de un modo inmediato y fulminante en este mundo? ÍNDICE Salmo 51: "Yo reconozco mi culpa" 10 Salmo 52: "El amor de Dios dura por siempre" 18 Salmo 54: "El Señor me sostiene' 26 Salmo 55: "He puesto en ti mi confianza" 34 Salmo 56: "En Dios confío y no temo" 44 Salmo 57: "En Yahvé me cobijo" 52 Salmo 58: "Hay un Dios que hace justicia" 60 Salmo 59: "Dios mío, líbrame de mis enemigos" 68 Salmo 60: "Con Dios haremos proezas" 78 Salmo 61: "Te invoco desde el confín de la tierra" 86 Salmo 62: "Sólo en Dios descansa mi alma" 94 Salmo 63: "Mi alma está sedienta de ti" 102 Salmo 64: "Protege mi vida del enemigo" 110 Salmo 65: "Tú mereces un himno en Sión" 118 Salmo 66: "Qué admirables son tus obras" 126 Salmo 67: "Que todos los pueblos te alaben" 136 Salmo 68: "Nuestro Dios es un Dios que salva" 144 Salmo 69: "Con el agua al cuello" 154 Salmo 71: "No me abandones ahora que soy viejo" 164 Salmo 72: "Que defienda a los pobres" 174 Salmo 73: "Mi felicidad es estar siempre junto a Dios" 184 Salmo 74: "Acuérdate de tu comunidad" 194 Salmo 75: "Dios - Juez Supremo" 204 107