DIOS PATRIA REY

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EL CRUZADO ESPAÑOL
Semanario defensor de la Comunión católico-monárquica
D I O S
P A T R I A
D E B E R E S D E L JAIM ISTA
Año
1
La suscripción, la venta y el anuncio son
la vida dcl periódico. El leal tradicionalis­
ta debe procurárselos a
¡
V ie r n e s S n o v ie m b r e 1929
M A D R I D
E L CRU ZAD O ESPAÑ OL
Mirando al porvenir
¡Ya salió el tópico!...
La política del avestruz
Martin Lázaro ha puesto el paño al
pulpito de E l Debate. Y nos ha endil­
gado un sermón, sin texlo ni avema­
ria, sobre el movimiento político ac­
tual con vistas al futuro de la Patria,
y el buen señor—como todos los de su
escuela— declara guerra a muerte al
pasado y diserta acerca de lo que debe
ser la sucesión de la vigente Dictadu­
ra, que, por lo que parece, va ya car­
gando más de la cuenta a los que un
día la aclamaron con vítores deliran­
tes, en la significación genuina del vo­
cablo.
«Urge— nos dice—volver (s ic) la
mirada hacia el porvenir para empren­
der una obra positiva de reconstruc<íión, sólidamente asentada sobre los
cimientos que hoy ofrece la sociedad
española.'! Y añade en tono doctoral
que para ello «existe en España una
poderosísima fuerza conservadora, que
abarca la inmensa mayoría del país y
que es más fácil de coordinar ahora
•que en Í875i>.
Y , ¿sabéis por qué? Porque han ■per­
dido su i'mpoTlancia las (ñvisiones di­
násticas y otras diferencias que cntonce.s con.stituian abismos insondables.
Así nos lo dice; pero, ¿nos lo dice en
serio? ¿Cree sinceramente en la verdad
de sus afirmaciones? En esta hipótesis
— única admisible para no calificarle
de mendaz— sólo pudo caer en tan
erróneo concepto de la realidad públi­
ca imitando al avestruz cuando, per­
seguida, mote la cabeza bajo el ala
pensando —valga la expresión— que,
por no verle, no existe su enemigo.
Salga, salga de su gabinete, cerra­
do a los aires de la vida política y so­
cial; baje, baje de la torre de marfil
de sus convencionales apriorismos y...
respire. Respire el amlnente saludable
de la verdadera España; no el corrom­
pido de esta Corte, en que jamás es­
tuvo reflejado el espíritu (Je nuestra
Raza, sino el puro y confortador de
las Regiones, en las que siempre la­
tieron vigorosos los alientos restaura­
dores del país. Entonces advertirá lo
infundado de sus juicios acerca de la
situación actual en orden a las cuestiones, así doctrinales como dinásti­
cas, que hogaSo, al igual que antaño,
nos separan a los unos de los otros:
a los tradicionalistas que. sin renun­
ciar a los progresos legítimos del pre­
sente, recibimos alientos y lecciones
de! pasado para conquistar la ventura
del porvenir, y a los adversarios de la
Tradición que, rompiendo todo víncu­
lo de unión intelectual y afectiva con
las generaciones precedentes, ansian la
reconstitución de la Patria sobre los
cimientos movedizos de concepciones,
más o menos utópicas, sin raigambre
en la Historia nacional.
Porque todo el que examine imparcialmente, sin prejuicios falaces, con
perspicacia de verdadero hombre de
gobierno, el estado presente de las
ideas y aspiraciones del pueblo espa­
ñol, deducirá una conclusión radical­
© Biblioteca Nacional de España
mente contraria a la contenida en las
transcritas afirmaciones, pues notará
sin esfuerzo rjue los fidelísimos solda­
dos de la Comunión tradicionalista es­
tán ütistancialmcntc donde siempre es­
tuvieron, propugnando hasta la muer­
te los mismos principios salvadores,
defendiendo basta el sacrificio la mis­
ma Dinastía insobornable, representan
do a la auténtica España frente a la
España artificiosa constituida sobre
ideas, anhelos y personas que son la
antítesis del carácter viril de nuestra
gloriosa ascendencia.
Es cierto— lo consignamos con noble
sinceridad—que, a consecuencia de
una escisión deplorable, hubo en el
seno de esta Causa una funesta agita­
ción, que dió como resultado el apar­
tamiento de algunos de sus adictos;
pero no lo es menos que, pasada la
REY
PRECIO S D E SU SCRIPCIO N
Trimestre, 2 pesetas ; semestre, 4 ; año, 8.
Número suelto, 15 céntimos. Administra­
ción, Mayor, 31, tercero.
Ó 01 . 16
APARTAD O DE CORREOS 771
san en los términos a que venimos re­
firiéndonos.
Observadlo; pero... [observadlo bieni
España, víctima inocente del régimen
constitucional y parlamentario, empu­
jada hacia el abismo de la ignominin
por los liberales de todo.s los matices
y denominaciones, hubiera caído ya
en lu más destructora y sangrienta de
las anarquías, si un general con for­
tuna no hubiese arrancado violenta­
mente las riendas del Poder a ios que
tan antipatrióticamente las empuña­
ban en beneficio propio y en mengua
del país.
Se instauró la Dictadura en 13 de
septiembre de 1923. Estamos en 8 de
noviembre de 1929. No son muchos
años los transcurridos. Y , sin embargo,
¿dónde están esos partidos turnantes
que detentaban la representación del
Admiración y »aludo
¡Os llama el deber!...
El galardón del jairaista
¡Caballeros fuertes y de voluntad in­
quebrantable que habéis permaneci­
do fieles a vuestra Causa y a vuestro
Caudillo!... Para vosotros, dignos su­
cesores de la antigua y noble hidal­
guía española, mi admiración más
profunda.
Continuad, hombres de temple de
acero, propugnando nuestro Ideal, que
cuanto más os cueste defenderlo esta­
réis más orgullosos de vosotros.
Y más grande será el premio de
vuestra fidelidad.
¡Adelante!
Os saluda,
ISABEL DE C A S T ILLA
Doña Elvira de Borbón, gravísimamente enferma
Ha sido viaticada
Con profundo sentimiento leemos en nuestro fraternal co/eg’a E L COR R E O -C A T A L A N , bajo estas mismas íifufares, ¡o que reproducimos a
continuación'.
t Anoche, a ¡as doce, la Agencia Atlante nos trasmitió por teléfono ¡a si­
guiente noficia que babia recibido de la capital de Francia'.
Paris, 2.-~Se halla gravisimamente enferma Doña Elvira de Barbón,
hermana de Don Jaime.
Hoy le fueron administrados ios últimos sacramentos.
Los médicos temen de ua momento a otro un funesto desenlace.—A.
Con verdadera pena nos hemos enterado déla anterior noticia, y al hacer­
la pública, nonos cabe duda de que con igual sentimiento la recibirán nues­
tros lectores y amigos, a quienes suplicamos desde el fondo del alma que
unan s u s fervientes preces a las nuestras a ñn de que el Cielo conceda a la
egregia Enferma loque más le convenga para su alma, sirviendo esto de
consuelo al acongojado corazón de nuestro amado Jefe en momentos tan crí­
ticos para la vida de su idolatrada Hermana, t
excitación de los primeros instantes,
serenados los espíritus y calmadas his
pasiones, volvieron antes, vuelven abo.
ra y volverán mañana a la Casa sola­
riega del Honor y de la Lealtad cuan­
tos salieron de ella, más que por ver­
satilidad en las convicciones o apostasía ante el halago de ofertas seduc­
toras, por ofuscación pasajera del es­
pejismo fascinante de engañosos pres­
tigios o de sofística elocuencia. Y unos
y otros, íntimamente unidos en la
Bandera y en el Abanderado de la úni­
ca restauración nacional, sabrán cum.
p lir la patriótica misión que las cir­
cunstancias les demanden, con fe y
heroísmo gemelos a los que ofrenda­
ron sus padres — los paladines inco­
rruptibles de Garlos V, de Carlos VI,
de Carlos V II— por su Religión, por
su Patria y por su Monarquía.
Pero, ¿qué más? Hablan con tanta
persuasión los hechos mismos de hoy
que, más que absurda, parece invero­
símil la actitud de cuantos se expre­
pueblo? ¿Dónde, esos prohombres om­
nipotentes? ¿Dónde, esas robustas or­
ganizaciones? ¿Dónde, esas masas tan
influyentes que llevaban a España de
Anás a Caifás — o, lo que tanto mon­
ta, de liberales a conservadores— se­
gún el capricho de los maese Pedros
del retablo político? Eran una ficción
en la farsa nacional y bastó la espue­
la de un militar justamente indignado
para que se disolvieran, como la pom­
pa de jabón al más leve contacto del
aire.
Y , en cambio, los tradicionalistas
estamos aquí. Aquí estamos, a pesar
de todas las circunstancias adversas,
de todas las persecuciones sufridas,
de todas las defecciones lamentadas,
con la misma jerarquía, y la misma
organización, y las mismas instituciones, y los mismos Círculos, y la mis­
ma Prensa, que tuvimos en los días an­
teriores al advenimiento del Directo­
rio. Y esta Prensa, y estos Círculos, y
estas instituciones, y esta organiza­
ción, y esta jerarquía, señalan dife
reci.is fundamentales en doctrinas y
personas, que no puede borrar la ne­
gación arbitraria de nuestros enemi­
gos de la derecha, del centro o de 1.
izquierda.
Afirm ar cosa distinta, porque así
convenga a los interesad >s,
gnj.as
de perder lastimosamente el tiempo.
Sépanlo así Marín Lázar'", el ibario
cortesano que se ufana co.i sus vacuas
declamaciones y todos los av-stmees
de la política española que cierran lis
ojos a la realidad para ii' vor .. lo
que tanto les ofende y desu,^ a' i, a po­
sar de constituir la sòlidi espvranza
de la salvación nacional. '
Y cuenta que aun no he¡ viv rec.jgido toda la alusión. Quedamos, pues—
si no con las espadas alta«- y desüuri.is
en guisa de descargar dos fiirihundos
fendientes, como el valeroso vizcaíno
y el famoso Don Quijote— con la es­
tilográfica en mano dispuestos a ma­
nifestar sin eufemismos ni nebulosi­
dades cuanto la defensa de la verdad
nos aconseje y el lápiz de la censura
oficial nos permita.
MODESTINUS
Esta sociedad se ha estragado con
los •manjares raciovalislas. N o reco­
brará sus fuerzas antiguas y su vigo­
rosa salud, sino con el alimento ca­
tólico.
Cuenta con no alterar el lema de
nuestros abuelos: Dios, Patria, Rey.
.451 lo escribían: Dios, Patria, Rey.
En el siglo pasado hubo hombres
que creían mucho en el Rey, poco en
Dios, casi nada en la Patria.
Estos realistas ayudaron a engen­
drar a Mirabeau y a Robespierre.
Porque amo la libertad, aborrezco
él liberalismo.
E l liberalismo nos ha podrido, y el
parlamentarismo nos ha puesto en
guerra.
Los perversos son pocos; muchos,
los alucinados; muchísimos, los mise­
rables; infinitos, los Ionios.
A. APARISI Y GUIJARRO
EL CKUZAÜO
Pagina ü.—Aftu i.
Auras del Turia
Este Rey no da mercedes
¿Do miramos?
¿Al Septentrión?
iPodredumbre! ¿Miramos al Medio­
día? ¡Putrefacción! ¿Observamos el
Oriente? ¡Abyección! ¿Contemplamos
el Occidente? ¡Asquerosa corrupción!
¿Dónde iremos, Señor, do podamos
contemplar la Verdad, destello divi­
no de Vuestra grandeza, sin los cela­
jes, sin ios velos que la malicia hu­
mana tejió para envolverla, so pretex­
to de que su hermosa desnudez po­
día herir a la inocencia, cuando, en
realidad, únicamente hiere y atrae a
la farisaica hipocresía de los que cu­
brieron, para no verla, la Verdad di­
vina?
Espíritus observadores, inquietos y
descentrados de la positivista realidad
del siglo, inaravilláraonos al ver cuán
tristes hechos tienen realización ver­
gonzosa en la vida moderna y cómo
aquellos que, por sus elevados cargos
y preeminencias, debieran ser el fa­
ro luminoso que alumbrara a las gen­
tes entregadas a su gobierno y direc­
ción, se convierten en cobardes pastores que inclinan su cayado ante el
lobo triunfante y le agasajan y hacen
multitud de zalemas, en tanto que las
semillas que al amparo del lobo se di­
funden por los prados do pasturan las
ovejas, envenenan a éstas, las enlo­
quecen y las matan, reduciéndose ca­
da día más y más el rebaño, en tan­
to los pastores siguen inclinando sus
cayados ante los dientes de los lobos.
¡Señor de los Cielos! ¿Do iremos
donde te veamos honrado y reveren.
ciado sin regateos ni murmuraciones?
Pasó Tu día, esa jornada de amor
que el Pontífice felizmente reinante
consagró a Tu Realeza... Pasó el Día
de Cristo-Rey y nosotros, aferrados al
Ideal, Caballeros de la Quimera, lo­
cos y desequilibrados, según el lenguaje de gentes acomodaticias; nos­
otros, Señor, los tradicionalistas, nos
llenamos de tristeza e indignación al
ver cómo os tienen olvidado, incluso
aquéllos que jamás debieran olvida­
ros.
Los cuerdos, Señor, al paso de las
Instituciones que otorgan mercedes;
a! paso de las personas que, con sus
regalías, distribuyen cargos; al paso
de los aceros triunfantes, se apresu­
raron no ha mucho tiempo a engala­
nar las fachadas de sus casas y pala­
cios, a demostrar públicamente su
alegría y reconocimiento ante los po­
derosos de lii Tierra...
Llegó tú día; llegó el día de CristoRey, y esos sedicentes católicos aver­
gonzáronse de mostrarse públicamen­
te como vasallos Tuyos, y ni un solo
edificio oficial, ni las casas ni pala­
cios de quienes debían dar el primer
ejemplo, mostraron su px'iblico rego­
cijo en festejaros como a Rey que go­
biernas y mandas.
¡Ah, Señor! Si fuérais Rey de los que
otorgan honores, cargos, prebendas,
¡cuántas públicas zalemas recibirías!...
Pero asi, a pesar de los deseos del
Papa para que mostremos pública­
mente nuestro júbilo y nuestro reco­
nocimiento a la Realeza de Cristo...;
tan solo el Círculo Jaimista de la Sul­
tana Mediterránea, el Seminario Con.
ciliar y dos centenares de domicilios,
entre los cuales destacaba el de ilus­
tre prócer y apóstol tradicionalista,
mostraban su vasallaje a Cristo-Rey!
Entretanto, recorrimos, observadores,
la ciudad y los domicilios de los pri­
mates de cierta acción social tampo­
co mostraban su vasallaje a CristoRey... ¿Para qué? Cristo no puede con­
ceder favores oficiales que hagan pros,
perar la vida de entidades bancarías...
No todo es pobredumbre en el ver­
gel español.
Esas muestras de amor, de reveren­
cia, de vasallaje, que los tradiciona­
listas ofrecieron el último domingo
© Biblioteca Nacional de España
octubrino al R ey de reyes, nos dicen
que aún hay esperanzas de salvación.
;SI, sí!... Quedan fieles hijos de Cris­
to-Rey que adornan sus moradas y di­
cen a su Rey, remedando los versos
que en una escuela aprendí de los pu­
ros labios de un niño;
K.SPANÜL
^'ie^nes, « de novienilirc de 1P20
¡Baja, Señor,
y manda, reina, impera,
en nuestro pobre hogar:
pobre y desconocido,
pero con tu presencia, enriquecido,
y muy feliz, porque te sabe amar!...
C. PAULO Y BONDIA
Ultimos botones de muestra
¡Representante de la Tradíción!=El artículo 11.4a tác°
tica del silencio.=¿¥ esa es su independencia?...
¡Dios se lo perdone!...
¿ Creen mis lectores que lo más peregri­
no de las afirmaciones de E l Debate es lo
expuesto y comentado en mi escrito prece.
dente ? Pues se equivocan.
Lo más peregrino de los asertos de ese
colega se consignaba en un fondo que in­
sertó poco antes del desastre de Anual ; fon­
do en el cual aseguraba que don Alfonso
era el representante genuino del Tradicio­
nalismo español. Y como prueba de ello re­
cordaba que, eu la inauguración de un pan­
tano, calificó a Carlos I de gran Monarca.
Y , por si no fuero esto rotundo y persuasi­
vo, añadía que el jefe del Estado aprove­
chaba muchas ocasiones para cantar las glo­
rias nacionales. Y no daba más razones.
Hablamos en serio.
¿ Luego' una Dinastía que enarboló duran­
te un siglo la Bandera de la Tradición ha­
ciendo tres guerras civiles que salvaron a
España de la impiedad y de la revolución ¡
una Dinastía que rechazó el trono porque se
le entregaba a condición de que jurase una
Constitución liberal ; una Comunión que ha
creado la verdadera y única literatura tra­
dicionalista, no suponen nada en este res­
pecto ? I Nada !...
E l Tradicionalismo está representado par
los que han implantado un régimen neta­
mente liberal, o por los que le han jurado
respeto y defensa.
t Que cómo puede ser esto ? Y a lo han oí­
do u.stedes. ¿N o basta decir que Carlos I
fué un gran Rey y cantar en muchas ocasio­
nes las glorias españolas ? l Que ha jurado
una Constitución, negociación y antítesis de
las ideas tradicionalistas y está donde está
al amparo de la misma? ¡Qué importa!...
¡ Qué importa ! Ha proclamado que Car­
los I fué un gran Monarca y eso, amigos
míos, es tan convincente que E l Debate se
considera en el deber de aclamarle como
paladín del Tradicionalismo, negando, por
ende, ese título a la. Dinastía y a la Comu­
nión que dieron, con heroica abnegación, to­
do cuanto fueron y tuvieron— su patrimo­
nio, su cultura, su vida— en holocausto de
esos altísimos ideales.
1 Madres españolas cue l’evistefs de la ma­
no a vuestros hijos para alistarlos en los
ejércitos de la Tradición; mártires de la
Fe y la Lealtad que pioristeis en los cam­
pos de batalla, besando la mano de vuestro
Caudillo, en aras de la Tradición; insignes
patricios que entregt.ísteis vuestras fortunas
por el triunfo de la Tradición ; sabios in­
signes que luchásteis desde la tribuna, el
libro y el periódico en pro de las ideas y as­
piraciones de la Tradición. ¡ Os engañásteis !...
Equivocásteis el camino. Alguien había
de decir que Carlos I fué un gran Rey, y
con eso — ¡ sólo eso 1— .arrancaría la Bande­
ra de la Tradición al Hijo de Carlos VII.
* * •
Risum tenéátis... ?
«Se conserva, acertadamente, íntegro el
artículo II de la Constitución del 76.»
T a l afirmó el rotativo madrileño en el
primero de los escritos que dedicó al exa­
men del anteproyecto de las Leyes funda­
mentales acariciado por la Dictadura. Y no
dijo más sobre este punto. ¡ Ya era bastante I
En las numerosas polémicas que el Car­
lismo ha sostenido con católicos enemigos,
jamás solían éstos defender doctrinalmente
ese artículo- Partían siempre del principio
de que no era posible materialmente modi­
ficarlo. Es decir, estaban conformes con
nosotros en que no podía, como principio,
tanto por acatamiento a las decisiones del
Romano Pontífice como por considerarlo
atentatorio a la unidad católica.
¡ Ha bastado que se creyese a f Jaimismo
debilitado, a consecuencia de ingratitudes e
infidelidades, para que se hayan decidido a
declarar dicho precepto como invulnerable,
en momentos en que, según ellas, el régi­
men sigue una política francamente dere­
chista !...
*
*
»
No somos tan ingenuos que nos sorpren­
da tal conducta. Es la eterna historia de los
católicos dinásticos.
E l Debate— que para comentar declara­
ciones de cualquier politiquillo de segunda
o tercera fila, tiene un editorial— no dedicó
ni un ligero comentario al hermosísimo Ma­
nifiesto que D. Jaime de Borbón dirigió a
sus leales a raíz de la defección mellista, a
pesar de sus catoücísimas afirmaciones en
todos los aspectos — religioso, político, so­
cia le internacional— de la vida española.
i Y , en cambio, poco antes había dispensa­
do amable acogida en sus columnas a las
imputaciones de Mella y a un artículo de
Hojas tradicionalistas, felinamente escogi­
do, en el cual se negaba el catolicismo del
ilustre Caudillo de la Tradición! ¡ Y a la
natural protesta de los caballeros legitimistas, respondió con la política del silencio
más absoluto! ¡ Y mientras ajAicaba este
proceder innoble a la organización política
de la Comunión católico-monárquica nacio­
nal, no ocultaba su entusiasmo ante lo más
insignificante de la disidencia, y le faltaba
espacio para contarnos cualquier detalle re­
ferente al socialismo español, y prodigaba
sus atenciones a partidos y partidillos libe­
rales y conservadores !
* • •
i Oh, independencia de E l Debate ! ¿ Quién
no te admira ? Para ti eran antes los socia­
listas que los que sacrificaron salud, como­
didades, hacienda, vida, en la guerra y en
la ación civil, por la Religión, p o rla Patria
y por el Rey.
¡ Dios le perdone el mal que nos hizo !
; No le tenga Dios en cuenta e! daño in­
menso que produjo a nuestra querida Espa­
ña !...
ARAGON ES
Zaragoza, noviembre de 1929.
Fallecieron los siguientes correligionarios ;
— En Barcelona, don Mariano Durán, ope­
rario de E l Correo Catalán.
— En la misma población, doña Catalina
Castellá y Vila, esposa de don Honorato Oliver.
— En Tolosa, a la avazada edad de ochen­
ta años, don Gregorio Mágica y Amiano,
veterano que sirvió en el Ejército Carlista
como cabo de brigada del sexto batallón de
Guipúzcoa, titulado de Loyola, que man­
daba el Teniente Coronel don Cipriano Ló­
pez Blanco, muerto en la gloriosa acción de
Mendizorrotz.
El finado, persona respetabilísima de vi­
da ejemplar, era padre de dos eminentes
músicos tolosanos que residen en la actua­
lidad en América, don Tomás y don Rafael,
el primero de los cuales compuso el Himno
a los Mártires ~
3 e la Tradición, grave y ma­
jestuoso, dedicado por su autor a la Juven­
tud Carlista Tolosana.
E L CRUZADO ESPAÑ OL pide a sus lec­
tores una plegaria en sufragio de los her­
manos difuntos y acompaña en su profundo
dolor a las familias de los mismos.
R. I. P.
Bases del Ideal
Dios es Soberano de todo
La política es el arte de gobernar
los pueblos.
Gobernar es dirigir a un ser, indi­
vidual o colectivamente considerado,
hacia su fin próximo o remoto.
Para dirigir es necesario conocer
la naturaleza, origen y fin del dirigi­
do, y, además, poseer jurisdicción,
propia o delegada, sobre él.
Dios, Creador del mundo en su variada y armónica cantidad y cuali­
dad, es Causa ejemplar de todos los.
seres, y de todos tiene su conocimien­
to pei'fectlsimo eternamente. La Creación, con sus múltiples especies, re­
cibe su verdad efectiva y metafísica,
por la conformidad de su entidad
creada con la Idea inmutable del
Creador.
Esta conformidad de las substan­
cias creadas con el tipo mental existente en la Inteligencia infinita e in­
mutable. de Dios, es lo que dá funda­
mento seguro y fijo a la verdad lógica
o ciencia humana, consistente en la
conformidad de las ideas y juicios dela criatura racional con la realidad
de las cosas como son en sí.
Es decir: Dios hace verdaderas to­
das las cosas que crea, al hacerlas con­
forme a la Idea inmutable que de ellas,
tiene al crearlas. Esta es la verdad'
objetiva o metafísica.
La criatura racional hace verdade­
ras las cosas objeto de su entendimien­
to, en cuanto que forma de ellas ideas.
y juicios que estén conformes con sureal entidad.
Esta es la verdad lógica o participa­
da, dependiente de las cosas como son
en sí, y superior a las inclinaciones ocaprichos del sujeto, sus ideales o jui­
cios.
Dios, pues, tiene conocimiento de
los seres creados y posibles, puesto
que Dios los crea o puede crear, lo queno sería posible si no los conociese.
Y así como los conoce y los crea li­
bremente, los conserva en el ser por
la acción de las causas segundas, y, fi­
nalmente, los gobierna sabia y amoro­
samente. dirigiéndolos a sus fines res­
pectivos y adecuados en la ordenada se­
rie de la escala de los seres.
Dios es el único ser infinito y abso­
luto. No tiene límites su entidad. N o
tiene ninguna relación de dependencia
ni oposición con ningún otro ser.
Por lo mismo, su gobierno del mun­
do ha de ser y es único y absoluto,
y sin ningún defecto intelectual o mo­
ral.
En su infinita Inteligencia no cabeel error o la ignorancia.
En su Voluntad santísima no hay
ninguna imperfección.
He aquí una política divina natural,
la Providencia, dirigiendo y ordenan­
do los seres a sus fines y un Gobiernoabsoluto siempre amoroso y provechopara la comunidad de seres que pue­
blan el inmenso mundo
Dios, por consiguiente, es el Rey »
Jefe de Estado de todo lo que existe,
y su poder y su gobierno es absoluto
y sin dependencia, porque esencial­
mente le corresponde la jurisdición
como Creador y Amo de todas 1;l»
cosas.'
Es, además, su gobierno paternal,
porque sus leyes y preceptos se fun­
damentan en la bondad y la verdad,
y se encaminan a la felicidad del mun­
do y de sus seres por medio de la
consecución del respectivo fin su­
premo.
A los seres materiales, los muevo
como motor inmóvil.
A los seres racionales e intelectua­
les, como último bien.
Y la existencia, la conservación, el
orden, el movimiento y la felicidad
del mundo, reclaman y proclaman su
gobierno absoluto y providente.
JOSE SOBRON
Logroño, noviembre de 1929.
Viernes, 8 de noviembre de 1929
DE
O JEO
KL CRUZADO ESPAÑOL
Página 3.—Año I.
DE
Ultima noticia
A -profósito...
Continúa la campaña que, según los zur-dos, nada tiene de sectaria, nuestro cunoci•do don Alejo, el de los judíos de Palesti­
na, nos recuerda el escándalo de las rejas
del sepulcro de los Reyes Católicos en Gra­
nada.
Cuando yo las vi, nada de particular no­
té en ellas, fuera de su insignificancia, y
ruando el escándalo zurderil— y, por t.anto,
farisaico— > se aclaró que bien tasadas val'drán sus cien pesetas.,. ¡A l pésol
Pero... hay que renovar el rescoldo del
desfajo artístico y hacer un poco de fobia.
Nos dice también que en Zamora se ven­
dió una iglesia románica, y el dueño nuevo
la' pagó con la venta de un sepulcro, que
salió para Madrid.
¿ A qué vienen esos aspavientos, Alejillo,
si la iglesia no salió de España, y el sepul­
cro no pasó de Madrid ? ¿ Dónde está la
merma del tesoro nacional, que es de lo
que se trata?
Otro periódico trina porque se quieren
-quitar los altares de la Catedral de Santiago, y seguro que ni los ha visto, o entien­
de tanto de arte como yo de castrar ranas.
Porque. ¡ vamos I, aquel barroco muerde,
tira de espaldas a uno, y pega allí— lo mis­
mo que en cualquiera parte— , de malo que
•es, como a un Santo Cristo un par de pis­
tolas. ¿ Y no es herejía artística un románi­
co tan puro, el más puro, con un abultadí­
simo y horripilante barroco que crispa loa
nervios, y que está pidiendo a voces el ha­
cha o la hoguera ?
La Vo> dice que no e.s sólo por la Igle­
sia, y que también se detuvieron esos grex o s ; pero no quiere saber que se detuvieron
porque salían sin hablar al portero, sin el
permiso que marcan las leyes.
E l Sol va baj.tndo el diapasón ; quiere
paliar tanta fobia y dice que aplica la mis­
ma doctrina a los particulares, que el Es­
tado debe impedir esa.s exportaciones, como
impide la salida del oro, el trigo y otros
productos.
Pero si prohíbe la salida del oro, da bue­
nas pesetas por él, y por el trigo y otros
productos, tampoco se perjudica a nadie, si
no es acaparador, que se enriquece con el
hambre de todos.
Por lo demás, la'Cfimparación no es exac­
ta ; es difícil usar bien de las comparacio­
nes.
Sólo al ingenio de Doña Fobia — que es
tan agudo como punta de colchón— se le
‘Ocurre comparar un Vel.ázquez con unas fa­
negas de algarrobos.
E l Estado, en virtud del dominio alto,
puede lim itar, no destruir, la propiedad;
pero nunca con daño manifiesto del propie­
tario. Las obras de arte no tienen nunca
precio fijo, y son siempre del que más da,
sin que el Estado pueda rebajar el último
precio, si se emporra en que no salgan y
han de quedarse con ellas.
Dice E l Sol que también puede impedir
l a venta de una colección de Coyas de un
aristócrata ; pero no dice que el Estado o
'él mismo eslí obligado a mantener al aris­
tócrata si no hay de qué.
Añade que el mismo Estado no puede
vender nada de la Nación y pregunta muy
ufano ;
Qué diría la Iglesia si un minis"tro vendiese un Velázque o un Greco del
Museo Nacional ?»
Pues muy sencillo. Doña Fobia. Si lo
vendía sin justa causa, como buen minis­
tro, hacía una burrada; si con justa causa,
usaba del derecho de propiedad.
¿ O es que E l Sol se ha creído que la Igle­
sia es como la zurdería, que ahora le da un
puntapié a un principio liberal, luego un
pisotón a otro, después una coz a otro, más
tarde arrastra por la letrina a otro, Im go
lo limpia y lo pone en el trono, y siempre
diciendo : ¡ Viva la Pepa ! ? L a Iglesia sien­
ta un principio 'y ^ él se atiene con todas
sus consecuencias. O tira de la cuerda para
todos o para nadie.
En fin. Doña Fobia, ¿por qué no se al­
borotó u.sted cuando Rusia vendía obras ar­
tísticas, a pesar de su adoración por ellas ?
Y a ver si subsanamos esto con el zurde­
ril señor Oyejero.
Este dice en el Heraldo qoe en España
nadie sabe nada de arte y que en su clase
«ntran ellos y ellas completamente ayunos.
1 Cómo si estuviesen obligados, y con lo di­
fícil que es entender en esto 1 Y añade que
los curas saben menos, y que les enseñen en
los seminarios.
Si el señor Ovejero hubiese ojeado un
plan de estudios de curas, vería que en casi
todos los seminarios hay un curso de una
asignatura que se llama Arqueología y Beilas Artes.
Pero, seguramente, que hubiera sido
igual, porque a eso nos tienen aco.stumbrados los zurdos.
i Ya está dentro I
Me parece que dije que el ex jaimista se­
ñor Minguijón, y seguramente autor del ar­
tículo uTradicionalismon del Diccionario
Espasa — así salió él— , estaba a medio ca­
mino para meterse en el corro liberal. Me
parece que ya se coló.
(Continúa al final de la cuarta
columna de esta misma plana.)
© Biblioteca Nacional de España
A Q U I
Sobre censuras...
Signe la gravedad de Doña Elvira de Borbón
Cúmplenos advertirlo a todos «n general
y particularmente a algunos de nuestros
A l cerrar la edición de nuestro número. las noticias que nos ¡legan acer
más asiduos e ilustrados colaborades.
E L CRUZADO ESPAÑ OL está someti­
ca de ¡a enfermedad de Doña Elvira de Borbón y florbón acusan el mismo
do a tres censuras ; a la de su Dirección,
estado de gravedad expuesto en nuestra primera plana.
a la de la Autoridad eclesiástica y a la que
la vigente Dictadura impuso a los periódi­
Padece una angina de pecho que le produce grandes su/riraienfos, los
cos toda naturaleza.
cuales soporta con ejemplar entereza y resignación cristiana.
Nada hemos de manifestar acerca de la
primera,
ya que equivaldría a repetir con­
Conserva per/ecíamenfe lúcidas todas sus facultades mentales, a¡ punto
ceptos publicados reiteradamente en estas
de que ni en un sólo instante ha perdido el conocimiento.
columnas.
Huelga, asimismo, toda indicación repecA su ¡ado se bailan consfanfeznenfe sus Hermanos nuestro augusto Cau­
to a la segunda a cuantos recuerden que,
dillo, la Archiduquesa Doña Blanca y la Princesa de Massime.
según cumple a tradicionaüstas de convic­
ción, los que aquí escriben y colaboran son
antes que nada hijos sumisos e incondicio­
nales de la Iglesia, cuyos dogmas procla­
man con fe absoluta y cuyas augustas deci­
siones a acatan con todos los fervores de
In memoriam
su corazón,
En cuanto a la censura oficial, nos limi­
taremos a expresar que los que la ejercen,
cumpliendo instrucciones generales del Go­
bierno, procuran llevar a cabo su difícil e
ingrata misión con toda nobleza para el ad­
versario, al que tratan de evitar las po-iRecibido con retraso este y en los labios se lanzaban como leo­ bles molestias, siempre que ello sea roinpatible con su deber; pero... a veces meten
nes al combate.
original del ilustre amigo qve
Sin decir nada de más, puede afir­ el lápiz en palabras o frases que, aunque
con él inaugura su valiosa co­
marse que por la Causa y en defensa sensible, estamos obligados a retirar.
laboración en estas columnas,
En conclusión ; no siempre nos es dado
de Don Carlos se derramó la sangre
le publicamos teniendo en cuen­
más noble de España. El Ejército car­ insertar cuanto al efecto se nos enví.a, unas
ta que no han perdido actuali­
lista llegó a ser poderosísimo y el arro­ veces por no encajar en las normas del Se­
dad el recuerdo inolvidable y
las patrióticas observaciones a jo y bravura de sus soldados eaus-^ manario y otras por tener que someternos a
asombro al mundo entero. Nadie pue­ las circunstancias políticas de los actuales
que el mismo se refiere.
momentos.
de negar esta verdad, que constataron
Aprovechamos esta ocasión
Inleüigeníi, pauea I...
la mayoría de obispos, del clero y de­
para dar nmslra sincera bien­
El día de San Carlos
venida a tan culto legilim ista y
felicilarnos por contarle desde
hoy entre las más competentes
plumas que han de cooperar a
los fines de este Semanario.—
N . de la R.
más católicos de aquellosdías...
Habla de la situación — que nada tiene
de antilibcral— como uno de casa.
No podía ser itenos. Las cosas caen del
lado a que se inclinan, o al opuesto del
se separan.
Se nos dirá que, a pesar de todo es- que
Corrientes de aproximación titula un ar­
to, la estrella del Carlismo comenzó
tículo de los muchos que publica en E l De­
a palidecer..., que llegó un momento
bate. Como el más perfecto ministerial se
explica.
Hoy, 'i de noviembre, es San Car­ que las sombras de la desconfianza se
Y porque Romanones se aproxima, dice
manifestaron
en
aquellas
aguerridas
— i que es decir !— que hacen lo mismo los
los Borromeo. Esta fecha y este santo
tropas y que, vencidas o traicionadas,
políticos del régimen anterior. Toma el rá­
despiertan en las almas de los viejos
bano, digo, la parte por el todo. Y tam­
tradicionaüstas dulces y gratos recuer­ desaparecieron de la escena guerrera
bién comenta, pero imperceptiblemente, la
dejando un desengaño más que llorar
dos. Recnerdos de días, ya lejanos,
libertad de los zurdos.
a
los
amantes
de
la
causa
íntegramen­
en que l a ‘Comunión tradicionalista vi­
Escribe que la herencia de Maura está en
te
católicas
y
española,
qué
para
mu­
la Asamblea, no en su hijo Gabriel, ni en
brava de entusiasmo en celebración
de la onomástica de su Señor y Cau­ chos significó su confiscación en sus Osorio y Gallardo, su antiguo colaborador
en un partido de derechas, partido ante.s
bienes, la miseria o el destierro...
dillo... Que no es bajeza servir con
de nacer.
No
lo
vamos
a
negar.
¿Para
qué?
desinterés a su Señor y militar con
que, excluyendo el bombo que le da
Pero si fué una desgracia para noso­ a Y
Maura, sin duda porque su doctrina está
lealtad en las huestes de su Caudillo,
tros
que
fuese
vencido
el
formidable
plasmada en la Asamblea. Y Primo de Rive­
cuando el Señor y el Caudillo son dig­
ra tiene dicho que cl maurismo era uno de
procer del tljército de la Cruz, del
nos de noble pleitesía.
tantos del anterior, y, a su ver, con mucha
Ejército
carlista
que
había
jurado
su­
Los que fuimos actores en esas so­
razón.
cumbir
o
limpiar
a
Espe^ña
de
la
lepra
Añade que, sin defender la Dictadura,
lemnidades durante más de treinta
del liberalismo, lo fué asimismo para
confiesa que ésta ha abierto el camino de
años, no podemos dejar, en esta fecha,
las aproximaciones. Y le da bien al parche
de tributar un recuerdo al que íué au­ todos los católicos sin excepción. Sí,
en pro del asambleísta señor Peman y a su
fuimos
vencidos.
Y
gracias
a
esta
de­
gusto Jefe de nuestra Comunión ama­
libro sobre la Unión Patriótica, de los que
rrota,
y
dueño
el
vencedor
de
los
des­
nada digo por si la censura.., Confiesa
da, Don Carlos de Borbón y AustriaEste, Caudillo de los ejércitos carlis­ tinos de España, hemos tenido que que para desmilitarizar fué un acierto la
de la U . P. y que hace tiempo la
tas en la última guerra civil y mante­ presenciar, en cincuenta años, tantas creación
Dictadura inició un descenso gradual, sien­
nedor inclaudicable de las patrias tra­ ignominias, tantas iniquidades, tantas
do etapas importantes la Asamblea y el re­
miserias y humillaciones, que asuste querimiento
de nuevos concursos políticos.
diciones .
e indigna el considerarlas a todo buen
I Y a qué hora salta Minguijón ! ¡ Cuan­
Pero esté en el mundo tan extendi­
patriota.
do E l Debate se aparte del Gobierno y de
da la ingratitud, que el Carlismo y sus
la U. P, por bo ser conservadores ni de or­
Caudillos la han sufrido valerosamen­
den 1
¿ Tiene más sabiendo Minguijón ? ¿ A
te de la sociedad española, hasta de
quién nos agarramos ?
las clases más selectas, en las que con
Y todavía dice míás, que a ese movimien­
mayor motivo debiera imperar la jus­
Lógico y racional es creer que si en
to deben corresponder todos lealmente, sin
ticia y el reconocimiento, habiendo si­ lugar de ser los ejércitos carlstias los
más miras que el bien público.
Pero, ¿ es que no tenemos ya ese bien pú­
do ellas la más favorecidas por la san­ vencidos hubiesen sido los triunfado­
blico? Y si no se acude, ¿ese bien público
gre de nuestros soldados.
res — que representaban todo lo con­ desaparece ? ¡ Qué defensores le salen al
trario en doctrinas y procedimientos—
Gobierno más endebles! Yo creo que aun
España no hubiera sufrido ignorai,
cuando no vaya nadie siguen las cosas co­
mo van, y cuanto menos bulla más clari­
nias tantas de un régimen nefasto que
dad.
ha dado lugar con su mal gobierno a
¿Quiere usted ser asambleísta? ¿E s us­
la implantación del actual régimen de
ted de la U. P. o es el capitán Araña ?
Nadie qii econozca un poco la his- dictadura, del cual son muy pocos los
¿ Cree usted que no se puede volver a
la normalidad sin ser de la Asamblea o de
toria de los últimos cincuenta años que tienen legítimo y justo derecho de
la U. P ? Pues... ¡ métase usted de una vez,
podrá negar que hubo un día en que
quejarse.
SI no está metido I
Don Carlos de Borbón, enarbolando la
¡No! No tenéis derecho ni razón de
Pero, i por Baco !, no deje de ser cató­
Bandera gloriosa de la España cristia.
lico, aunque sea de los especiales, no vaya
abominar del estado actual de cosas
usted a perder la dignidad, el decoro y la
na, lanzóse a la arena del combate,
los que en hora y ocasión oportuna no
consecuencia política. Y procure convencer
haciendo resonar por todas partes el
supisteis prestar vuestro apoyo a lo
a nuestro consecuente enemigo E l Debate
grito de guerra contra los enemigos
que hubiera sido remedio radical a para que vuelva... hasta que llegue el otro
de la Religión y de la Patria, contra
los males de la Patria. Fuisteis enton­
____
A RISTA RK O S
los secuaces y adoradores del m il ve­
ces maldito liberalismo. Y los hijos
de España, los verdaderamente hijos
de España corrieron a engrosar las fi­
las del nuevo ejército de Cruzados que
con el nombre de Jesús en el corazón
ces comodones, egoístas y cobardes.
¡Dejad, ya que antes no supisteis
obrar, a que obre ahora la mano de
la Providencia!
JUAN M A R IA ROMA
Razones ajenas a nuestra voluntad,
nos impiden publicar en este número
las diez y seis páginas de folleto pro­
metidas.
Correspondencia
de la Dirección
B. de M . — Pamplona.— Recibidos clickis,
original y carta. He leído ésta con verdade­
ro interés. Tiene razón y merece toda mi
gratitud ; mas si estuviera usted aquí no le
extrañaría mi suspicacia. Dispénsemela, us­
ted que es tan bondadoso e hidalgo y...
i pelillos a la mar 1
/ . S.— Logroño.— i Me abruma usted I No,
señor, no puedo admitir ecas afirmaciones
sino en cuanto son hijas de una amistad
efusiva, a la que slnceramenie^orresponSo.
E l pseudónimo a que alude no responde
a esas imaginarias virtudes, .«ino a la admi­
ración del que le usa hacia el célebre juris­
consulto romano; admiración que feintió
al estudiar el derecho del pueblo-rey en sus
disciplinas universitarias. ¿ Entendido ?
Y ... nada más. Trabajemos como buenos.
Así, Dios bendecirá nuestro esfuerzo y ale­
jará de nuestro "horizonte periodístico los
temores que le asaltan y... ¡ me asaltan I
/. de A. — Madrid..— ¿Y o su Don Pedro i
No calzo tantos puntos, 'amigo mío. Ni mi
cultura es tanta que puede concederme la
satisfacción de servir de Mentor a joven
de tan relevantes prendas literarias e inte­
lectuales, ni la franqueza de mi carácter se
avendría con el silencio cuando me obli­
gase — si a tanto se atreviese mi petulan­
cia— a dirigirle por las sendas luminosas
de la inspiración. ¡ No, no ! Usted ha con­
fundido la puerta.
Sus cuartillas me placen y van a las li­
notipias.
j No es ése su verdadero nombre ? En tal
caso, le ruego me indique el suyo, en la
confianza de que, si así le conviene, le
guardaré el secreto. Más que por mera cu­
riosidad, lo hago por cumplir las normas
generales impuestas a nuestro Semanario.
M.
Aleluyas
Historia de un periodista
Si no falta mi memoria,
voy a contaros la historia
de un inquieto periodista
que tuvo muy poca vista.
Nació pequeñito y feo
y aficionado al jaleo.
Cuando era chico, travieso,
quitaba a su madre el queso
y otros chicos en contienda,
le comían la merienda.
Jugaba con las chiquitas
a la comba y a las pitas.
Creció con gran alborozo
hasta que llegó a ser mozo;
y tras largos devaneos
logró ingresar en Correos.
Luego se hizo de la Prensa
con satisfacción inmensa,
y en la Prensa no sabia
el pobre lo que escribía.
En sus escritos groseros
faltó a algunos caballeros,
al mezclar a sus esposas
con m u jer^ licenciosas.
Fué un milagro que en la fecha
no le abrieran una brecha.
Después atacó furioso
a un concejal prestigioso,
y con ataques iguales
atacó a otros concejales.
En cambio, a tres edilillos,
les daba bombo y platillos,
y al cacique que adoraba
de la levita tiraba;
pero el cacique caído
no podía darle oído.
Y el periodista azaroso
hacía muy bien el oso.
Entonces el desgraciado
pensó cambiarse de lado;
pero nadie le quería
por su fatal osadía;
y en unión de unos vecinos
se fué a escardar cebollinos;
llegó a reconocer él
que ahora estaba en su papel.
Y aquí termina la historia
que he fiado a mi memoria...
la historia de un periodista
que tuvo muy pnca vista.
EL CONDE DE K E N T Y
© Biblioteca Nacional de España
\iernt‘á, 8 do noviembre de 191'.).-
EL CRUZADO ESPAÑOL
Pápiaa -'i.- Año 1.
1
8
4.
Calendario legitimisia
H e ch o s y p e r s o n a je s
■
■
En la gufrra — como
<.n la paz— el enemigo
procuró siempre atraer
hacia su campo a los de­
fensores del Altar y del
Trono," unas veces recu­
rriendo a la amenaza y
V IE R N E S
otras valiéndose del ha­
San CUuCio
lago.
Los que fueron de cora-,
zón soldados del santo
Ideal, lejos de sentir la seducción de las
ofertas, ni el temor de los peligros, aviva­
ron más y más su fe y su herofsmo cuando
el adversario quiso herir su honor con esos
indignos procedimientos.
Los otros... los Be¿ del OU, ¡qué pronto
claudican! ¡ Y qué funestos son para el
triunfo de la Causa 1
Procuremos alejarlos de ella, pues ella es
sólo para los abnegados j sólo para los lea­
le s ; sólo para los que están dispuestos a
dar su patrimonio y su vida por la Reli­
gión, por España y por el Derecho.
Noviembre
8
m tm
4.
i
1■ • .
I
S
Queriendo conmemor.ar el brillante
hecho de armas que tuvo lugar en los
días 7, 8 y 9 de este mes al pie de
Montejurra y Monj.irdín, y dar al
mismo tiempo una prueba de mi gra­
titud y satisfacción por el heroico
comportamiento a mi valiente Ejér­
cito,
Vengo en decretar lo siguiente :
Artículo I.® Se crea una Medalla de
distinción para perpetuar la memo­
ria de un hecho que tanto honra a
mi Ejército.
Art . 2
Tendrán derecho a
usar esta Medalla los Generales, Je­
fes, Oficiales y (lases de tropa que
asistieron en cualquiera de los tres
días a tan gloriosa batalla.
Art. 3.® Esta Medalla serti de hie­
rro en forma de Cruz, llevando en el
centro las fechas del combate, en el
exergo la leyenda Patrocinio de la
E F E M E R ID E S DE L A SEM ANA
Día 8 1834. r.js
carlistas ocupan a
Peralta
(Navarra).
1851. Carlos V I con­
fiere a Díaz Cev.tllos el título de Ca­
ballero de la Real
Orden de San Il'-rmenegiido . (899
Carlos V II escnbe
al general
Moorc
acerca del regiona­
lismo.
Día 9. 1868. Don Rafael Tristany es nom­
brado Comandante general de la provincia
de Tarragona. 1873. Ación de Villar del
Pedroso — Victoria de Montejurra— Moriones abandona las posiciones de Estella.
Día 10. 1834. Acción de Arrancudiaga.
1873. Asciende a Teniente general don Ra­
fael Tristany. 4874. Acción de Oyarzun.
Día u . 1873. Carlos V i l dirige a sus vo­
luntarios de Navarra, Vizcaya, Alava, Cas­
tilla y la Rioja una encomiástica Orden
general con motivo de la batalla de Montejura. 1891. E l Duque de Madrid envía su
pésame a la Duquesa de la Unión de Cuba
por la muerte de .su hermano el General
don Carlos Calderón, antiguo Coronel de
los Guías del Rey.
Día 12. 1822. Acción de Zalla.
Día 13. 1848. Don José Pons (a) B ef del
O li se pasa a los liberales y éstos le reco­
nocen el grado de Brigadier.
Día 14. 1833. Zumalacárregui. a petición
de los más distinguidos jefes y oficiales, se
encarga del mando superior del Ejército de
Navarra. 1839. Don Ignacio Brujó derrota
cerca de Solsona al General Valdés. 1879Muere en Tortosa el General don Fran­
cisco de Alemany y Gil de Bernabé.
LA «GRAN VICTORIA»
.Así denominó Carlos V II, en carta a la
Reina Margarita, la que obtuvieron las ar­
mas leales en 7, 8 y 9 de noviembre de
1873. Y la denominó bien, pues tuvo ‘ eliz motivo para escribir a su egregio Tío, el
Duque de Módena:
(cSi Oroquieta hubiera necesitado una re­
vancha, no cabe mÜs completa que la de
Montejurra, y por mucho que gozara Mo­
rlones de aquel fácil triunfo sobre gente
desarmada, mucho más es lo que debe ha­
ber sufrido ahora, obligado a retirarse con
sus 18.000 infantes, 1.500 caballos y 24 pie­
zas de artillería. Y o no contaba más que
con 14 batallones, 250 caballos y 4 cañoncitos de montaña, que de nada me servían,
pues no les era posible contestar a los
Krupp enemigos por e.star éstos fuera de
alcance, lo cual no impidió a mis heroicos
artilleros permanecer firmes en su puesto.»
En recuerdo de tan gloriosa jornada,
preceptuó lo que sigue :
Despacho de la
Administración
M. del C.- -Tudcla.— Recibidas ocho pe­
setas hasta 25 de julio 1930.
C. J.— Dicasiillo.— Idem fd. £d.
F. J.— Tuy.— Idem id. id.
C. B.— Navas del Pinar.— Idem id. id.
A. A ..-Irún.— Idem id. id.
T . V.— Morata de Tajuña.— Idem Id. idA. R. G.— Cía.— Idem id. id.
F . T .— Valladolid.— Recibidas cuatro pe­
setas hasta I febrero 1930.
do a una brillante posición, ofreció en Pa­
rís sus servicios al Rey legítimo a raíz de la
revolución de septiembre, quedando a las
órdenes inmediatas de aquél con el empleo
de Capitán. Fué elegido diputado a Cortes
en 1872 ; pcTo, al informarse del próximo
alzamiento carlista, dimitió el cargo y tra­
bajó activamente en la realización de em­
préstitos y adquisición de armas. E l día 20
de septiembre de! mismo año repasó la fron­
tera a las órdenes del general Olio, y poco
después .se distinguid por su arrojada bra­
vura en Azpeitia, Monrea!, Oñate, Eran!,
Lecumberri, Estella, Dicnstillo y Puente-IaReina. En esta última acción ascendió a Te­
niente Coronel; ganó la faja de Brigadier
en Lácar, en la que tomó tres veces a la
bayoneta Monte-Esquinza, y conquistó el
empleo de Marisca! de Campo en Monte­
jurra. Terminada la campaña fué a la emi­
gración, llevando en su pecho tres cruces
rojas del Mérito Militar, y siempre fiel a
su Bandera y a su Abanderado entregó sw
alma a Dios en la capital de Francia.
LA M U E R TE DE U N LE A L
SS U0HTE.’ ÜSS¿
Virgen, y en los brazos superiores
D io í, Patria, Rey, con cuatro flores
de lis en los ángulos. Irá pendiente
de cinta roja; todo con arreglo al
modelo aprobado.
Dado en mi Cuartel Real de Estella
a 9 de noviembre de 1873.— Está ru­
bricado de la Real mano.— A mi Jefe
de Estado Mayor G<‘neral. ^
U N CA R A CTE R GEN EROSO
«Con la muerte de tu
hermano pierdo un ami­
go fiel, un servidor he­
roico, u'i compañero leal
de los buen is como de
los malos di.is cu-.a no­
bleza de alma he podido
apreciar en más de vein­
te Bños de trillo conti­
nuo, y España pierde uno
de los caracteres gene­
rosos, a-tivos y empren­
dedores de que esté tan
necesitada.» T a l esctibió
Carlos VI í ?■ la Duque­
sa de la Unión de Cuba, en carta fechada
en Venecia el 11 de noviembre de 1891, re­
firiéndose a don Carlos Calderón y Vazco,
fallecido unos días antes.
i Bien merecía los augustos elogios I Na­
ció en Granada el 13 de junio de 1845 en
el seno de aristocrática faroüiá. Renuncian­
El jueves próximose cumple el quin­
cuagésimo aniversario
de la muerte del h?
roico General don
Francisco de AK.many, ocurrida en Tor­
tosa, donde había
venido al mundo el
2t de febrerp de 1815
Obtenido en mayo
de 1874 el pase a la
reserva del Estado
Mayor General, se
presentó con sus tres
hijos en Tolosa a
Carlos V II, el cual
'- 'i
le nombró Coman­
dante general de In­
genieros. Se batió ea
Abárzuza; ascendió a Mariscal de Campo
el 25 de julio del mismo año; fué direc­
tor facultativo del sitio de Irú n ; creó e*
I de. enero de 1875 la Academia de Oficia­
les de Ingenieros de Campaña en Vergara,
donde también se estableció, a propuesta
suya y a la del General Maestre, la Aca­
demia facultativa de Artillería e Ingenie­
ros; presidió la Junta Vasco-Navarra en­
cargada de facilitar recursos a la División
de Castilla, y éñ febrero de 1876 se unió
a Lizárraga, a cuyo l.ido tomó activísima
parte en las últimas operaciones.
Concluidas éstas, emigró a Francia, re­
sidió en Burdeos hasta 1877 y de vuelto a *u
Patria falleció dos años de.spués leal a sus
juradas convicciones.
Página 5.— Año I
Recuerdos
¡Qué lástima!...
Nunca como hoy, al tomar la plu­
ma para enviar estas líneas a EL CRU­
ZADO ESPAÑOL, tni corazón está tris­
te y siente el alma bajo el peso de tre­
menda angustia, influenciado,- sin
duda, por el imperioso resorte del
amor.
En mi última visita al Solar vasco,
donde se deslizó, entre cordiales efu­
siones, m i risueña juventud; en ese
rincón privilegiado por la Naturale­
za, honra y orgullo de España, he
visto con profunda pena, con dolor
inmenso, la actitud—equivocada, es­
toy cierto— de numerosos herma­
nos nuestros en Ideal, hermanos que.
ridos con quienes compartí en mu­
chas ocasiones, alegrías y pesares, vic­
torias y... hasta estacazos que, profu­
samente repartíamos cuando, a! grito
de ¡Viva la Religión', ¡Viva España! o
[Viva el Rey!, hicimos huir a los in­
transigentes secuaces de la Niña o del
separatismo absurdo, al pretender
atropellar nuestros derechos o inte­
rrumpir nuestras manifestaciones, o
asesinar a mansalva o a traición a los
que jamás dimos asilo al miedo, ni
ante el peligro volvíamos la cara.
Innumerables son las luchas y su­
cesos acaecidos en aquella tierra hos­
pitalaria, y en los que tomamos parte
activa al lado de aquellos valientes,
hoy distanciados dei Legitimismo tra­
dicional; pues aunque no soy vasco de
nacimiento, por ser fuerista de cora­
zón — como todos los jaimistas— me
consideraron y quisieron como a un
hermano de sangre, ya que el mismo
amor y e! mismo sacrificio fueron, son
y serán para los verdaderos tradicionali.stas el móvil de nuestros actos, el
código de nuestra disciplina y el se­
creto de nuestro valor.
¡Lástima grande, profunda lástima
que al alma me llega, me produce esa
iijfj ü R '.'^ A iJO
actitud cquivocada\ Por ella la actua­
ción de esos nuestros hermanos, será
corno la semiila caída en estéril tierra,
ya que no sirva —como es de temer—
de abono fecundo pai’a el sostenimien­
to í/ desarrollo de la mala semilla.
Dejemos para otro día, Dios me­
diante, las consideraciones sobre las
Sección
Viernes, 8 de noviembre S.^ 1919.
enseñanzas y analogías que nos da la
Historia de nuestra Patria, al recordar
casos y orientaciones como las que
motivan la actitud de muchos de nues­
tros hermanos de Vasconia, y la lla­
mada cariñoFiR v fraternal que Ies ha­
cemos desde estas columnas.
CATALENO
Democracia
¡Qué mentira!...
Bernard Shaw, en su comentado
discurso radiotelefónico, ha compara­
do la democracia con un globo que •
hacen elevar unos cuantos para que la
multitud le contemple embobada,
gratuita
mientras ella mete la mano en el bol­
sillo del pueblo .
Daniel Constanz, redactor-jefe de la
Revista Europea, celebró en Londres
una interesantísima entrevista con el
famoso
dramaturgo irlandés, cuyas son
CRUZADO ESPAÑOL y estar al co­
las siguientes manifestaciones;
rriente en el pago de Jos correspon­
«— ¿De modo que no cree usted en
dientes recibos.
la democracia?— le pregunta Constanz.
— Ni usted tampoco— replica BerSegunda. Remitir el importe del
pedido al hacerse éste, siempre que nard Shaw— , ni ninguno de los que
explotan la palabra. En eso sólo creen
se conozca previamente aquél, pues
los imbéciles. Hablando no hace mu­
ello facilita extraordinariamente la
cho con Baldwin, que simulaba ante
contabilidad de la Sección.
mí un gran fervor por la democracia
y
por el derecho del pueblo a elegir
Tercera. Dirigir la correspondencia
a sus representantes, le pregunté:
así: Sr. D. Bruno Ramos Martínez.
"Pues si cree usted en eso, ¿por qué
Redactor de EL CRUZADO ESPAÑO L
no deja usted que los obreros de sus
Apartado 77i. Madrid.
empresas industriales elijan ios direc­
tores y los ingenieros? ¿Es que es me­
nos complicado conducir una gran na­
ción que dirigir una fábrica de galle­
Advertencias interesantes
tas? ¿Por qué no les deja usted ele­
gir, por votación, los Consejos de A d ­
a) Por estos servicios, lejos de ministración de, que forma usted par.
te?» Pues Baldwin se me calló como
cargar a nadie comisión ninguna, se
un muerto. Desengáñese usted. Sólo
procurará beneficiar a nuestros co­ los pueblos en que minorías selectas
rreligionarios en relación a los pre­ se impongan inteligentemente harán
cosas de provecho. Hubo una época en
cios corrientes en el mercado.
que las naciones se podían permitir
b) Se facilitarán catálogos a cuan­ ese entretenimiento de la democracia,
pero la guerra demostró que no ser­
tos lo soliciten, sin que por ello se
vía para nada. Parlamentos había en
comprometan los interesados a com­ Francia, en Inglaterra, en Alemania,
prar ninguna de las obras de los en -áustria-Hungría, en Italia, en Ñor.
teaméríca, en la misma Rusia. ¿Qué
mismos.
hicieron? ¿Impidieron la matanza ho­
c) Todos los pedidos se servirán rrenda, opusieron un serio reparo a
la oleada de barbarie? A I contrario. '
con la mayor rapidez posible.
Se pusieron a entonar himnos bélicos,
Adquisiciones de obras
EL CRUZADO ESPAÑOL, desean­
do corresponder al favor creciente de
sus lectores, ha establecido una seccióii gratuita de encargo con respecto a diferentes servicios de esta Corte.
Sin perjuicio de ir ampliándola a
medida que las circunstancias de nues­
tra organización nos lo vayan permi­
tiendo, hemos comenzado por abrir la
de
Encargos de Jdbrería
Está al frente de la misma nuestro
querido compañero de Redacción don
Bruno Ramos Martínez, activo y ex­
perimentado, pues cuenta ya con mu­
chos años de práctica en este gremio,
especialmente en el que afecta a la
Librería Religiosa
Los que desearen gozar de las ven­
tajas del anunciado servicio deberán
reunir las siguientes
Condiciones
Primera.
Ser suseriptores de EL
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Viernes. 8 de noviembre de 1919.
EL CRUZADO ESPAÑOL
Página 6.— Año 1.
y los mejores representantes del pue­
blo que iba a morir en las trinche­
ras, dedicaron los párrafos más sono­
ros a enardecer a las masas y a pro­
clamar que cada país tenia toda la
razón para ir al sacrificio.
— Pero el Parlamento inglés...
— Es lo mismo que los otros. Tan
inútil como los demás. Mete menos
bulla, pero es porque los ingleses ha­
blamos en voz más baja que los fran­
ceses, por ejemplo, o que ustedes los
italianos, que se pasan la vida gri­
tando. Por lo demás, perdemos el tiem­
po tan alegremente como los continen­
tales. El pueblo se entretiene en vo­
tar porque eso le divierte. Y unas ve­
ces es conservador y otras laborista.
Le da lo mismo. La cuestión está en
saberle engañar y yo puedo asegurar­
le a usted que eso es la cosa más fácil
del mundo porque el pueblo, como
colectividad, no sabe nada de nada.
Creer en la razón del número es in­
fantil, y yo hace muchos años que
despedí a mi señora.»
El tiempo nos va dando la razón a
los genuinps tradicionalistas españo­
les, que fuimos, somos y seremos la
antítesis viviente y militante del ré­
gimen parlamentario y democrático a
usanza liberalesca.
Y poco a poco lo van reconociendo
así los auténticos intelectuales del
mundo entero.
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título de «Proveedor pontificio» por
los Sumos Pontífices Pío X (5 de abril
de 1907); Benedicto X V (20 de junio
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Viernes. 8 de noviembre de i929
Espejismos de la apreciación
Dos potencias desviadas
Hay dos hechos en los días actua­
les que, aunque a primera vísta anta­
gónicos, son consecuencias de un mis­
mo mal.
De una parte, parece que el hombre
quiere ser sólo bestia. La expresión
de su vida — la literatura más en boga,
la más aplaudida música, el arte más
admirado— es el endiosamiento de la
materia, pero de la materia en su ope­
ración más grosera: la rastrera hipersensíbilidad de lo erótico.
En el otro extremo, se ha llegado al
culto de la Razón, que, colocada en un
trono altísimo — lugar al que jamás
soñó llegar— , más que del dios que
ciertos hombres creen ver, ofrece as­
pecto de bufón, de simio revestido con
los atributos de la realeza.
Es un antiguo mal el que se recru­
dece... La literatura que más corre no
es el reflejo de la verdadera vida del
hombre: no es la expresión bella de lo
que en nosotros es característico: el
alma y sus matices. Va ciega, alocada, buscando triviales motivos en
nuestra fisiología, y nos presenta algo
que es de hombres, pero que es igual­
mente de perro, de asno, de... bestia.
Y los corifeos de esa literatura no
se detienen a meditar sobre lo deni­
grante de su O cupación, y sus libros
son comprados, leídos, celebrados, por
quienes, con ánimo escuderil, se dejan lijar la epidermis, porque eso pro­
duce en su médula el acto reflejo de
una excitación placentera... No quie­
ren llegar al tranquilo goce del pla­
cer consciente — caso de que lo com­
prendan— , porque esa modalidad del
placer exige sometimiento a dirección,
y el escudero no quiere pasar por los
melindres de una mesa... Prefiere co­
mer cebolla sentado a solas en el duro
suelo, pues, de esta suerte, puede su
estómago grosero manifestar libre­
mente el proceso de su función... El
villano no siente, sobre sí, la mano del
caballero que, en cada momento, re­
prime sus desaforadas ansias y sus
plebeyos movimientos.
• • •
¿Y la razón? La razón se encontra­
ba demasiado alta, pero... aún fué
elevada... y además se confundió su
esencia.
Pensaron sus adoradores que la Luna
tenía luz propia, y ansieron suna.-uir
el Sol.
¿Para qué es necesario Dios —se di­
jeron— si existe la razón?.., Se elevó
su pedestal al delirar sobrí' su osen,
cia, y pretendióse que fuera el faro
sempiterno que alumbrara todos los
rincones de la Vida; pero... ¿es posible
que un espejo funcione si no existe
luz?
No vieron el absurdo y continuaron
en su terquedad. Siguen hoy su ca­
mino hacia el reino de la razón. En
su pedestal se han construido escalo­
nes. y esos hombres suben y suben;
mas, al »legar — los que llegan— al
fin de su camino, nada encuentran...
El templo — en que idealmente la ha­
bían colocado— está vacío, pues la ra­
zón no jindía ser luera de Dios...; la
molécula de acero no se aparta del
imán cuando la influencia de ese imán
fué sentida un día.
Y aquéllos hombres que emplearon
lo mejor de su vida en tan necio em­
peño, han quedado agotados. Sin fuer,
zas para emprender el regreso, han
de permanecer, mientras su vida du­
re, en aquel templo vacío..., templo
que tiene un nombre: manicomio.
« ft «
Falso o verdadero el aforismo «los
extremos se tocan», es lo cierto que
el alarde de la exhibición del hombre
bestia — la concentración del ideal en
el placer bajuno— y el culto a la Ra­
zón se identifican: son una misma co­
sa: falsa apreciación de valores; reba­
jamiento de tonos, que debieran ser
vivos, y exaltación de los que por na-
© Biblioteca Nacional de España
B L CRUZADO ESPAÑOL
Página 7.— Afioi.
turaleza fueron débiles. El lienzo dedera? ¿Por qué, en vez de la mujer,
la Vida es la negativa de lo que de- pintan la hembra?
biera ser; pero es una negativa cuyos
Notoria es la influencia de los es­
trazos están desfigurados... Falta dicritos sobre' las ideas. Si la presenta­
rección. Son el camino del beodo.
ción de temas de la vida se hiciera con
Si se examinara lo que cada po­
veracidad, los hombres obrarían tal
tencia tiene de humano y se presen­ vez con dignidad mayor. Como resul­
tara exclusivamente eso, la Literatu­ tado tendríamos la desaparición de
ra cambiaría de aspecto: sería más
todos los tipos de castigadores. No de­
suave, y más humana, y más cauti­ jarían de repetirse los casos de don­
vadora, pues nada hay tan bello co­ juanismo; pero, ¿a qué cantarlos? ¿No
mo la Verdad.
consideraríais ridículo llevar al cam­
Si la esencia de la Literatura es i-l po de la Literatura el proceso de una
sentimiento, medítese que la más gran­ digestión, o el de una diabetes?
de afección del hombre no es la sen­
sualidad — mera e.xcitación nerviosa,
Desgraciadamente, el mal está espuramente animal— sino el Amor; y
parcido sobre la tierra y es ruda e
que este sentimiento presenta una in­ imposible tarea recogerlo.
mensa variedad de matices: amor a
Ello no obstante. Dios nos creó para
Dios, amor a la Humanidad, amor a la ser perfectos y a trabajar, con su au­
Naturaleza, amor a la Vida...
xilio, por su Reino estamos destina­
¿Por qué, pues, se recoge solamen­ dos.
te el amor a la mujer? ¿Por qué no se
JLiAN DE A LA V A
da a ese amor su significación verdaMadrid, noviembre de 1929.
Consideraciones ante la tumba
Descanso sin tem ores
Humilde campo en 'solitaria aldea,
lleno de cruces y sencillas flores,
donde una esquila, plácida, voltea
del Sol a sus postreros resplandores.
« * «
En él reina la paz; tan sólo turba
su solemne quietud las oraciones
de alguna madre en solitaria Ittmba,
y de la esquila los tranquilos sones.
» « *
- A llí no llegan mundanales gritos
ni se escucha el bullir de los que go[zan;
tan sólo están los que en la cruz escri­
tos
vivieran, y no son, y allí reposan.
• « •
¡Dejadles!...
EL CORREO ESPAÑOL
Resumen semanal de la vida católico-monárquica
Misa de sufragio.— F.l próximo domingo,
día lo, se dirá on la iglesia de San Mar­
tin, de esta Corte, a las doce de la maña­
na, una Misa en sufragio d«l alma del
que en vida fué honorable caballero y entu­
siasta correligionario, tesorero de la Direc­
tiva actual de la Juventud Jaimista madri­
leña, don Guillermo Moreno (q. e. p, d.).
La Junta de la expresada sociedad y la
Redacción de E L CRUZADO ESPAÑOL
ruegan a todos los jaimistas residentes en
Madrid su asistencia a tan piadoso acto.
Digno de imitarse_La Sociedad Jaimis­
ta de Borjas Blancas viene introduciendo
notables mejoras en su centro para solar y
expansión de sus afiliados, especialmente
para el elemento joven entre el que reina
gran entusiasmo y regocijo. En breve quedarVi constituido un club deportivo que se
titulará F lo r de Lis. Recientemente quedó
instalado un potente altavoz que causa las
delicias de los numerosos concurrentes al
Círculo que de antemano se prometen ani­
madas y concurridas veladas en las noches
invernales.
I Demos a nuestros jóvenes diversiones
sanas y m orales; cultura, mucha cultura!
Para ello, el deporte sin exceso, el teatro
en casa, nuestra Prensa y actos de sabor
netamente tradicionalista. Este es e! mejor
método de reternerlos en nuestras Socie­
dades y educarlos convenientemente para el
mañana.
i Bien por los entusiastas de Borjas Blan­
cas !
P or Don Carlos de Barbón.— hií Herman­
dad de Veteranos Carlistas de Pamplona
celebró el pasado domingo, día 3, en la
Iglesia de los RR. PP, Carmelitas Descal­
zos, una solemne Misa cantada, con respon­
so, por el eterno descanso del alma del
gran Carlos V II (q. e. p. d.).
A tan conmovedor acto asistieron la en­
tidad organizadora, la Junta Regional, el
Círculo, la Juventud, las Margaritas, re­
presentaciones de E l Pensamiento Nava­
rro, de la Cruzada de la Prensa y una enor­
me concurrencia de correligionarios que rin­
dieron justo homenaje al inmortal Caudillo
de la Tradición española y a quien digna­
mente, sin claudicacione.s, con energía, su­
cede su Hijo Don Jaime I de Borbón y Borbón.
E l agardon.— A todos los correligiona­
rios que deseen participar en los dos bille­
tes adquiridos por la Juventud Jaimista de
Madrid para el sorteo de Nochebuena, se
encarece adviertan a la mayor brevedad la
cantidad que deseen se Ies reserve. A este
efecto dirijan toda la correspondencia, gi­
ros, certificados, etc., a nombre del señor
vicepresidente, Pirarro, 14, Madrid.
— Por su parte, ntiestro querido colega de
Valencia, E l Tradicionalista, también ha
adquirido para el mismo sorteo una bonita
decena que nos olfateamos será tan grata
como los que juega la Juventud madrileña.
i Hagan juego, correligionarios, que esta
es la ocasión I
Para el Certamen Periodisúco._Para es­
te gran Concurso que organiza E l Tradi-
cionalista, de Valencia, van ofrecidos los
siguientes premios :
S. A. R. Don Alfonso de Borbón y Austria-Este, cucharita, planto' y taza de pla­
ta roja, recuerdo de Enrique V de Fran­
c ia ; Exemo. Sr, Marqués de Villores, mag­
nifica escultura del Sagrado Corazón de
Jesús; Exemo. Consejo Regional de Cata­
luña, objeto de a rte; Exemo. Sr. Conde
de Arana, 250 pesetas; Exemo. Sr. D. Lo­
renzo Sácnz Fernández, 250 pesetas; Muy
Ilu.stre Sr. D. Cándido de Recondo, objeto
de arte; Círculo Central de Valencia, no
ha designado; Círculo Instructivo Legitimista de Alcoy, objeto de a rte; Círculo de
San Martín de Provensals. un busto de Don
Jaime I de Borbón; Sociedad Tradiciona­
lista de Pamplona, 200 pesetas; Junta lo­
cal y Círculo de Sueca, magnífica escultu­
ra ; Juventud de Valencia, objeto artístico;
Juventud y Requeté de Sueca, preciosa es*
cultura ; Juventud Jaimista de Madrid, re­
loj-almanaque para despacho, con inscrip­
ción alusiva grabada; Juventud de Pam­
plona, too pesetas ; Requeté de Barcelona,
objeto no designado; E l Correo Catalán,
de Barcelona, too pesetas ; La Tradición,
de Tortosa, colección de obras del Barón
de A rtagán; La Verdad, de Granada, pre­
mio no designado; E L CRUZADO ESPA.
ÑOL, premio no designado; E l Tradicio­
nalista, de Valencia, Pluma de oro iq30.
Conferencias de cultura social-^olltica._
En breve dará una serie de interesantes
conferencias la
Sociedad Tradiciona lista de Plnsencia de las Armas (Guipúz­
coa), en la primera de las cuales — que es­
tará a cargo de un distinguido y culto pe­
riodista de la Comunión— se expondrán
problemas relacionados ron el desarrollo y
florescencia espiritual y material de la Pa­
tria.
A Santo Domingo de la Coleada.— Tene­
mos noticias de que por los pueblos de Ala­
va, Vizcaya, Navarra y Guipúzcoa hay gran
entusia.smo para asistir al mitin y fiestas
jimistas riojanas de Santo Domingo.
Los animosos leales de Mondragón han
completado dos soberbios autocars.
No
turbéis
su
feliz
calma
que duermen hasta el día señalado,
que el polvo vil, unido con el alma,
resurja hacia su Dios, que le ha creado.
De Josafat el valle renombrado
al son de los clarines celestiales,
el tiempo a sus confines ya llegado
ha de llam ar a todos los mortales.
• • »
Y la sentencia justa y merecida
recibirán los siglos y naciones,
cada cual exponiendo allí su vida,
sus virtudes, sus faltas y pasiones.
Humilde campo en apartada aldea
lleno de cruces y sencillas flores;
¡quiera el Señor que m i descanso sea
tranquilo en ti sin penas n i temores!
JOSE FERNANDEZ GUILLEN
(i) Retirado de nestro número anterior
por exceso de original.— N . de la R.
Ecos de sociedad
Grata visita .— Lo fué para nosotros la que
nos hizo en esta Redacción nuestra distin­
guida amiga, infatigable propagandista del
Ideal y cultísima colaboradora de E L CRU ­
ZADO ESPAÑ OL doña Dolores de Gortá­
zar, la cual nos comunicó sus halagüeñas
impresiones en su reciente viaje por las na­
ciones más prósperas de Europa.
Nuestra entusiasta correligionaria saldrá
en breve para Santo Domingo de la Cal­
zada, a cuyos leales saludará en nombre de
cuantos redactamos esta hoja semanal.
i Bien venida y buen viaje I...
Petición de mano.— En Caleña ha sido
pedida la mano de la señorita Pili Rodrí­
guez para don José Ribas.
Viajes.— De regreso de su viaje de estu­
dios se ha encargado de la asistencia facul­
tativa del Consultorio Dental Mercé, de
Igualada, nuestro apreciado correligionario
don José Huguet Gabín.
— Terminado el veraneo, regresó a Pam­
plona don Ignacio de Baleztena.
— Estuvo breves horas en el Círculo Tra­
dicionalista de Puertaferrisa, en Barcelona,
el Exemo. Sr. Conde de Samitier, Jefe re­
gional de Aragón. Allf fué saludad ) por numero.sos correligionarios,
— Se hallan pasando una temporada en
Sarriá, en la residencia del archidume Leo­
poldo Salvador, SS. AA, RR. los Prínci­
pes de Braganza.
Enfermos — En Igualada se halla enfer­
mo don Federico Colls,
— En Manre.sa se h'a agravado en la do­
lencia que viene padeciendo, el respetable
veterano don Luis Carrons, a quien le han
sido administrados los Santo,« Sacramen­
tos.
Vivamente anhelamos un total y pronto
restablecimiento en la salud de nuestros
apreciados correligionarios.
Natalicios.— 'En San Sebastián, e! hogar
del dignísimo Jefe provincial jaimista de
Guipúzcoa, don Cándido de Recondo. se ha
visto aumentado con el feliz advenimiento
ee una preciosísima nena a la que se la im­
puso el nombre de María del Pilar. Tanto
la madre como la recién nacida, gozan de
perfecta salud.
EL CRUZADO ESPAÑOL
Súplica a los doctos
¿Por qué no vienen?...
Ln confesamos con noble ingenui­
dad. Los que inspiramos y escribimos
este Semanario—veteranos y jóvenes- anhelamos exclusiva y desinteresada­
mente servir a la Causa de niiestros
más encendidos amores, a fin de quo
sus principios saludables y sus patrió­
ticos anhelos iluminen las inteligencias
y caldeen los corazones de cuentos es­
pañoles de buena voluntad ansien la
restauración y la ventura de la P a­
tria.
Quiere decir esto que nadie como
nosotros ha de apetecer con tantos
afanes que EL CRUZADO ESPAÑOL
responda a esta misión, ardua cuan­
to eftcaz para el triunfo del santo
Ideal y, por ende, para la suspirada
redención del país.
¿Lo hemos conseguido?... Muchos
son los correligionarios, animosos y
benevolentes, que nos felicitan con
palabras tan laudatorias e incondi­
cionales que para ellos sólo hay en
nuestra acción una falta muy de sen­
tir: la de que, hoy por hoy, no pue­
da convertirse en diaria esta hoja se­
manal. Otros, en cambio, más ínos,
más serenos, más previsores o menos
sensibles al influjo del entusiasmo v
del optimismo, nos exponen en tér­
minos correctos y amistosos los de­
fectos que lamentan en nuestra mo­
destísima labor.
los pedagogos y cuantos en el seno de
nuestra Comunión pueden ilustrarnos
en temas de excepcional importancia
y de candente actualidad, nos aleccio­
nes con sus luminosas doctrinas y, n
la par, enseñen u los distraídos o a
los ofuscados españoles que aquí — en
los principios y aspiraciones de la T ra­
dición nacional— está el remedio ele
los males y de las convulsienes de la
edad contemporánea?
EL CRTIZADO ESPAÑOL les ofrece
de nuevo sus columnas, especialmen­
te n los que eii ellas ven con razón im­
perfecciones que tan fácilmente pue­
den y deben subsanar. Y como no es
de temer un desvío a este sincero y
vehemente llamamiento por parte de
los hidalgos publicistas a que va diri­
gido, les anticipa él testimonio de su
reconocimiento y se felicita de ante­
mano por colaboración tan escogida.
L A REDACCION
N o rm a s de acción
Cuestión de táctica
Nacida la Comunión tradicionalista, como forma política activa, al ca­
lor de épicas gestas, en la actuación
que podríamos llamar diplomática o
pacífica, adolece de muchos defectos
adquirido.s en la actuación bélica; de­
fectos que en ella no lo eran, sino ne-
y...
tacto
riega, procuremos no bajar al plano
de lucha que él prefiera, no discuta­
mos siquiera con él después de haber
hecho rotunda y clara exposición de
nuestros derechos y razones. Olvidémo­
nos de él como si no hubiera nunca
existido para nosotros, dejemos de
HEROE DE LA LE ALTAD
- ..r
* * *
Vaya nuestra sentida gratitud a los
unos y a los otros; mas dispénsennos
los últimos una aclaración y un ruego.
Toda obra humana es, por natura­
leza, deficiente. No iba, pues, la nues­
tra a escaparse de esta ley inexorable
de la vida: menos, cuando los que la
acometimos y, mediante la gracia de
Dios, procuraremos llevarla a cabo de
la mejor manera posible, tenemos que
armonizarla con nuestras cuotidianas
tareas—intelectuales, las de unos; ma­
nuales, las de otros—a que todos nos
vemos obligados para ganar el sueldo
o el jornal indispensable al sustento
propio y al de nuestras familias: que
este periódico se. hace así, robando al
descanso, a la distracción y a veces al
sueño el tiempo indispensable para
redactar, ajustar, administrar y dis­
tribuir cuantos números vienen publi­
cándose hasta la fecha.
Y previa esta confesión espontanea
__hija de, la confianza fraternal que
todos nuestros lectores nos merecen— ,
¿no tenemos en cierto sentido perfectísimo derecho a suplicar a nuestros
cariñosos censores que nos ayuden en
la común empresa, a fin de llenar en­
tre todas los vacíos que deploran ellos
V . . . deploramos nosotros? Porque mu­
chos de los aludidos —todos legitimistas fervientes— poseen vasta cultura,
pluma docta, experiencia dilatada, co­
nocimiento profundo de las cuestiones
políticas, sociales, económicas, docen­
tes, que hoy agitan a España y al mun­
do; cuestiones de trascendencia fun­
damental, que sólo a la sombre fecun­
da y beneficiosa de la gloriosa Comu­
nión católico-monárquica pueden t ^
ner adecuada y verdadera solución. ¿Y
por qué no exponerlas desde estas co­
lumnas —que aspiran a ser reflejo de
la vida tradicionalista nacional— los
correligionarios ilustres que de ese
modo las dominan?
• * *
¿Somos en espíritu y en verdad legitimistas de genuina estirpe? Enton­
ces venimos obligados a dar a la. Cau­
sa la luz de nuestra inteligencia, el
fuego de nuestro corazón y — si las an­
gustias de la Patria nos lo ex ig ies en las reservas todas de nuestro patrimo­
nio, la sangre toda de nuestras venas,
los alientos todos de nuestra vida. ¿Qué
menos que los historiadores, les polí­
ticos, los sociólogos, los economistas,
© Biblioteca Nacional de España
E1 sacrificio de hoy
¿Lo han de negar?
thi diario socialista y clerófobo de
París, Le Pojndaire, está haciendo una
activa e intensa propaganda en su
favor.
Y a este propósito, cita opiniones de
toda índole y tendencia para llevar
al ánimo de sus lectores la convicció«
de que hoy nada, absolutamente nada,
es tan necesario y urgente como la ac­
ción de la Prensa en el triunfo de las
aspiraciones políticas y en el destino
de los pueblos.
Y — ¡admírense los suscriptores de
El. CRUZADO ESPAÑOL!— en uno
de sus números —y en primera plana,
nada menos - -aparecen estos dos pen­
samientos con tipos de imprenta muy
destacados a fin de que todos paren
en ellos su atención:
En iniii'i levantaréis iglesias, predi­
caréis misiones, fundaréis escuelas; to­
das xmeslras biienas obras, ■vuestros
esfuerzos se verán destruidos si no sa­
béis manejar al mismo tiempo el arma
defensiva de ¡a prenso rafólica.—
PIO X.
To, arzobispo, retrasarla la construc­
ción de tina iglesia para participar en
la fundación de. un periódico católico.
C.ARDENAL MERCIER
¡Así habla un periódico sectario de
Franciul Y un colega hilbaino lo co­
menta de este modo: «L o cual he Populaire se lo dice a sus anticlericales
lectores... sin duda para que se ente­
ren muchos católicos que lo ignoran o
parecen ignorarlo, que es aún peor».
*
DON VICENTE SAH.AHIEdOS
Mariscal de Campo del Ejército carlista.
Muerto en noviembre de 1873 a conse ciiencia de las heridas recibidas en la
acción de Retamosa, después de haber derrotado a una columna de la Guar­
dia Civil.
cesarías cualidades para la guerra im ­
puesta por los enemigos de las patrias
tradiciones.
*
*
#
Indudablemente que la benevolen­
cia excesiva con el que dejara nues­
tras banderas en momentos de comba­
te, hubiera sido, tanto en paz como en
guerra, un error incalificable y perjudicial. Sin embargo, hay que distin­
guir entre el desertor contumaz, deseo­
so de perjudicar a sus antiguos cornpañeros — al que propiamente es apli­
cable la palabra Iraidnr— . con el que,
alucinado su entendimiento y fascina­
da su voluntad por inteligencias su­
periores y circunstancias especiales,
deja por un tiempo nuestra Bandera,
creyendo que el equívoco lo padece­
mos nosotros. Este podrá ser llamado
iluso, no traidor.
Con tales equivocados, la táctica a
seguir, no es la de apartarles más,
ya recordándoles su pasado desvío, ya
repitiendo palabras que fueron pro­
nunciadas en momentos de alucina­
ción, o dándoles con ligereza el mote
de traidores, sino, al contrario, hacer
como si no nos acordáramos de su pa­
sada defección, como si fueran el her­
mano que en un momento de pasión
juvenil, deja nuestro lar para buscar
soñadas minas en lejanos continentes,
y tras largo tiempo, vuelve a nuestro
solar y, avergonzado de su devaneo,
no se atreve a llamar a la puerta del
hogar paterno, y entonces el hermano
fiel a su casa y sus mayores, sale y,
• con los brazos abiertos, le presenta le
nuevo al padre, sin permitir que ja­
más se hable de la falta cometida, en
bien de la paz y armonía de la familia.
Si el hermano sigue en su error, por
senderos tan extraviados que le indu­
cen incluso a mortificar la casa sola­
menliu'Io y aludirlo en forma alguna,
y tengamos presente que, si fué trai­
dor, pagará debidamente su falta,
convencidos de que
d traidor no rs menester
siiendo la traición 'pasada.
Recordarlo,
intentar
mortificarle
aplicándole motes, repitiendo sus con­
ceptos erróneos emitidos más o menos
recientemente, en parangón con ideas
anteriormente por él sustentadas, es
darle pábulo, es como si su sombra
nos persiguiera y pudiera aun perjudirarnos, cuando en realidad no es
así. En cambio, al seguir esta tácti­
ca. puede parecer a los que de nuevo
vinieron a nuestros brazos, que quere.
mos i'ecordarles su falta y nuestro
abrazo no ha sido franco y leal como
fuera menester y es en realidad por­
que, aunque directamente no se habla
de ellos, repiten casos y recuerdos de
la falta cometida.
« » «
Hay otra clase de idos de nuestro
campo. Con ellos precisa otra táctica.
Son los que, aceptando honores, ga­
jes o cualquier beneficio a costa de su
colalioración directa o indirecta con el
sistema no tradicionalista, en momen.
tos de franca y decidida lucha entre
la opinión y el sistema; desoyendo,
además, las razones de disciplina y
lógica de la táctica política a seguir,
se alejaron de la organización, ¡eso
sí!, haciendo alarde de que continúan
siendo tan jaimistas como siempre;
pero quedan muy tranquilos con el
puesto que satisfaóe su vanidad o sn
estómago, mientras otros, fieles a la
disciplina de la organización, se sacri­
fican en sus legítimas aspiraciones de
satisfacer incluso necesidades o bien
sufren la persecución por su entusias­
mo V lealtad a la flaiisa.
*
«
¿No será aplicable tan certero juicio
a los tradicionulistas? ¿Conocen todos
los jaimistas la cardinal importancia
que tiene la Prensa leal en la difusión
y victoria de los santos Ideales? Y , so­
bre todo, ¿proceden siempre en armo­
nía con esta imperativa norma de con­
ducta? ¿Protejen con la suscripción, con
el anuncio, con la propaganda, el flo­
recimiento y la influencia del periódi­
co bueno, como se lo aconsejan reite­
radamente las más elevadas autoridades de la Iglesia, se lo mandan en tér­
minos rotiindo.s las instrucciones de sus
augustos Caudillos, y se lo imponen
con oliligación ineludible las constan­
tes lecciones de la experiencia, así den­
tro como fuera de España?
Hoy sólo se pide este sacrificio.
¡Y es tan pequeño en relación a su
trascendencia! ;Y significa tan poco
si lo parangonas con las ejemplos de
abnegación heroica de los paladines
de la Causa inmortal!.-.
GUILLEN DE V IN A T E A
Debemos estar muy alerta con estos
tránsfugas, pues son los que pueden
perjudicar más a nuestra Causa. Es liílcil la lucha con ellos. Gozan de im­
punidad. La libre expresión de la su­
perior voluntad difícilmente, por las
circunstancias que todos conocemos,
puede hacerse pública y ellos prosi­
guen llamándose jaimistas y desorien­
tando a la opinión y a los incautos.
Quizá alguno vuelva al buen cami­
no — ¡bien venido sea!— ; pero no debe
ser sin antes confesar plenamente su
error y justificar su buena fe... Mas
para cuando esto llegue, tengamos en
cuenta el lugar que a unos y otros co­
rresponda, pues no serla justo que,
mientras unos sufrieron persecución
y se sacrificaron, fueren colocados en
igual plano, con los que malévola o
sólo equivocadamente, disfrutaron al
mismo tiempo de gajes, honores y pre­
bendas, merced a sus juegos malaba­
res y equilibrios.
¡Estemos alerta!
DOMINGO F A R E LL V ALLS
Barcelona, noviembre de 1929.
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