qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiop asdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwe rtyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf COLEGIO DE BACHILLERES ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn PLANTEL 5 SATELITE CULTURA TEOTIHUACANA mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjkl zxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopa sdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwert yuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn mrtyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcv INTEGRANTES: CHAVEZ ALCARAZ ELIZABETH RAMIREZ SOTO PERLA MIRIAM SOLIS CUAUTLE MARLENE GRUPO:217 INDICE ORIGEN DE LA CULTURA TEOTIHUACANA INICIOS DE LA CIUDAD. DECADENCIA. URBANISMO. ORIGEN DE LA CULTURA TEOTIHUACANA. La ciudad, o mejor dicho, el imperio de Teotihuacán empezó enseguida a mostrar su importancia con la enorme influencia que tuvo en el resto de ciudades mesoamericanas: se han encontrado vestigios de la civilización teotihuacana en valles como el de Oaxaca, el de Veracruz, o incluso en algunos territorios de cómo en Salvador y Nicaragua. Hay varias razones que explican los motivos por los que una ciudad como era Teotihuacán había llegado a convertirse en un gran imperio: miles de peregrinos llegaban cada poco tiempo a la ciudad en busca de consuelo espiritual y para visitar los grandiosos monumentos que en ella se habían construido para honrar a los dioses; además el comercio floreciente de artículos de lujo, de alimentos y de útiles para la vida diaria no dejaba de crecer; y además estaba el gran espíritu guerrero del pueblo teotihuacano, con el que mostraban sus ansias de conquista de nuevos horizontes. Esto se veía potenciado en aquellas regiones en las que por su riqueza o por sus características eran especialmente deseadas. Esto ocurría por ejemplo con la región de lo que a día de hoy se corresponde con el estado de Hidalgo. En esta zona existen muchas minas de diferentes minerales sobre todo de obsidiana, con el que se hacía adornos y objetos dedicados al culto religioso. Pero sobre todo esta región tenía el control de las minas de caliza, y para cualquier pueblo primitivo tener el control sobre un mineral tan preciado era fundamental para su progreso. De hecho al lado de los yacimientos de caliza de Tula, se han encontrado más de 80 importantes asentamientos teotihuacanos lo que da una idea de lo crucial que era para este pueblo el mantener el control de la zona Otras regiones que en el pasado se habrían encontrado sometidas al poder de Teotihuacan serían la zona que conforma lo que hoy en día es el estado de Guerrero. En esta zona se han encontrado abundantes máscaras ceremoniales teotihuacanas. Podemos citar también lo que correspondería a la región de Veracruz. En esta zona hay un asentamiento que tiene una especial importancia o consideración y que nos hace poder afirmar con total seguridad que en aquella zona estuvo el pueblo teotihuacano. Estaríamos hablando de una zona en la que se han encontrado restos arqueológicos casi idénticos a los teotihuacanos e incluso una distribución muy similar de los edificios. La influencia del pueblo teotihuacano se dejó sentir también en zonas del occidente de México. Pero donde esta influencia se dejó ver de una forma más evidente fue en las zonas mayas más importantes como puede ser la península del Yucatán, en Guatemala o en Copán. Todo esto no hace más que indicar dos hechos muy importantes que no debemos pasar por alto: el primero la gran influencia que tuvo esta ciudad en toda la zona de Mesoamérica puesto casi no hay cultura que no estuviera influenciada por esta, y el segundo, que todas las regiones de Mesoamérica estaban conectados entre sí ya fuera por medio de los intercambios comerciales o ya fuera por medio de la conexión entre los peregrinos de los grandes centros religiosos. Por lo que se refiere a la desaparición del imperio Teotihuacano decir que en realidad más que una desaparición estaríamos hablando de un abandono: quizás porque los materiales mineros que tantas riquezas le habían traído a estos pueblos se agotaron erosionándose el suelo y convirtiendo un territorio muy fértil y productivo en una tierra yerma y desértica. O quizás por las diversas conquistas de otros pueblos, pero el caso es que sobre el siglo VIII la población abandonó esta ciudad, y se fue esparciendo por todo el territorio mesoamericano. Inicios de la ciudad Detalle de un entierro colectivo de sacrificados como parte de los ritos de consagración de la pirámide de la Serpiente Emplumada (fase Miccaotli, c. 200 d. C.). En este caso, todos los cuerpos sepultados tenían las manos atadas tras la espalda. El collar está hecho de piezas que simulan mandíbulas humanas, pero otros sujetos enterrados con este portaban collares de mandíbulas auténticas. Entre el año 100 a. C. y el principio de la era común, Teotihuacan comenzó a concentrar un importante número de habitantes provenientes de todo el valle del Anáhuac. Al crecimiento de Teotihuacan contribuyeron los emigrados de Cuicuilco, que habían iniciado un éxodo que terminó por despoblar aquella ciudad. La fase Tzacualli de Teotihuacan (1-150 d. C.) es aquella en la que se establecen las bases de la planificación urbanística de la ciudad y se definen varios rasgos característicos de la cultura teotihuacana.[42] La construcción de los edificios de la ciudad se realizan en torno a dos ejes. El eje norte-sur está constituido por la calzada de los Muertos, que en la fase Tzacualli ya se encuentra bien definida. La calzada de los Muertos está orientada 15° 28' hacia el este con respecto al norte geográfico. Durante la fase Tzacualli, el eje este-oeste estaba constituido por el curso del río San Juan, cuyo cauce fue desviado para hacerlo coincidir con una orientación desviada 16° 30' hacia el sur del este.[43] En esta época se ejecutó la primera etapa constructiva de la pirámide de la Luna y ya se había planificado la plaza de este gran edificio, que marca el límite norte de la calzada de los Muertos.[44] Es notable el esfuerzo que se realizó para la construcción de la pirámide del Sol, que practicamente se concluyó en una sola etapa constructiva que se verificó en esta fase. Durante ese tiempo, el centro de la ciudad lo constituía este edificio, representación de la montaña primordial de la que vienen los mantenimientos y constituye el axis mundi de acuerdo con la mitología mesoamericana. La plataforma adosada a la pirámide del Sol es más tardía que el resto del edificio, y parece haber sido construida al final de la fase Miaccaotli.[45] De acuerdo con los trabajos de René Millon, en la fase Tzacualli la población de Teotihuacan rondaba los 30 000 habitantes y la superficie de la ciudad era de 17 km2. Para esta época, Teotihuacan era indudablemente la mayor urbe del centro de México y sólo podían compararse con ella Monte Albán en los valles Centrales de Oaxaca y Cholula en el valle poblanotlaxcalteca. En las excavaciones arqueológicas, se han encontrado restos de cerámica granular, un tipo que también ha aparecido frecuentemente en yacimientos de Morelos y el centro de estado de Guerrero, por lo que se supone que las relaciones comerciales entre Teotihuacan y esas zonas de Mesoamérica ya se encontraban activas en el Preclásico Tardío.[46] Los años que van del 150 al 250 corresponden a la fase Miccaotli. Esta fase se llama así porque era la palabra con la que los nahuas designaban a la calzada de los Muertos. Durante la fase Miccaotli, Teotihuacan se consolida como la mayor ciudad del centro de México. El centro de la ciudad se desplaza hacia el sur con la construcción de La Ciudadela, un recinto que al igual que la pirámide del Sol era una representación de la montaña sagrada primordial. La Ciudadela consiste en un conjunto de trece templos organizados alrededor de una gran plaza donde se encuentra la pirámide de la Serpiente Emplumada. Para la consagración de este templo se sacrificaron más de cien personas que fueron colocadas en entierros colectivos, en grupos de 4, 8, 18 y 20 cuerpos, más aquellos que en solitario fueron sepultados en las esquinas de la base del edificio,[47] incluyendo los niños sacrificados que fueron descubiertos por Leopoldo Batres en cada vértice de cada nivel de la plataforma. De manera paralela a la construcción de La Ciudadela la ciudad quedó organizada en cuatro cuadrantes con la construcción de las avenidas Este y Oeste. Ambas forman un eje casi perpendicular a la calzada de los Muertos, parten de La Ciudadela hacia los respectivos puntos cardinales, marcando la división de los cuadrantes de la ciudad. En la fase Micaotli, la pirámide de la Luna fue ampliada en dos ocasiones, una, entre los años 150 y 200, y la otra hacia el año 225.[48] Millon calculaba que la población teotihuacana de la fase Miccaotli alcanzó 45 000 personas. La superficie de la ciudad llegó a 22.5 km2, la mayor que llegó a tener en toda su historia, aunque la densidad de la población fue creciendo en las siguientes etapas.[49] Las grandes construcciones realizadas en este tiempo revelan que la ciudad era un centro político y económico de gran relevancia en Mesoamérica. Esto atrajo a personas procedentes de otras regiones, y un caso muy notable es el de los zapotecos que se asentaron en Tlailotlacan en el siglo II.[50] Evolución de la superficie y población de Teotihuacan Población Fase Años Superficie estimada Tzacualli 1-50 d.C. 17 km² 30 000 Miccaotli 150-250 d.C 22.5 km² 45 000 Tlamimilolpa 250-450 d.C. 22 km² 65 000 Xolalpan 450-650 d.C. 20.5 km² 85 000 Metepec 650-750 d.C. 20 km² 70 000 Oxtotípac 750-850 d.C. 5000 FUENTE: Matos Moctezuma, 2009: 62, sobre datos de Millon, 1966.