La Avalancha - Gobierno

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Año I.
Pamplona 24 de Septiembre de 1895.
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Núm." 13
LA AVALANCHA
BEYISTA QUISCEHAL ILUSTHADJL
Biblioteca
Católico-Propagandista.—Tejerla,
LA USURPACIÓN DE ROMA.
Después que, los franceses abandonaron á Roma,
las tropas piamontesas se prepararon ú apoderarse de
la que ellos llamaban su capital. Intentaron para ello
amedrentar al gran Pío IX con la amenaza de recluirlo
en el Vaticano, pero el inflexible N o n possumus del
inmortal Pontífice fue la digna respuesta á tan impía
pretensión.
Nada diremos de los emisarios secretos enviados
por los revolucionarios á la capital del orbe católico
para alterar el orden público, cual asi convenía á sus
siniestros fines; nada tampoco de la carta hipócrita de
Víctor Manuel a! Papa, de la que fue portador el conde
de San Martino; nada de la vergonzosa invasión de los
Estados Pontificios por 70.000 piamonteses mandados
por el tristemente célebre Cardona; nada del ataque
cobarde y desigual á la ciudad sitiada, ni de la heroica
defensa de ésta, ni del terrible apostrofe del Papa á los
invasores: «Si no podemos impedir al ladrón la entrada, conste al menos que lo hace por fractura;»
porque son estos hechos que permanecen imborrables
en nuestra imaginación y harto dolorosa la herida, que
no pretendemos ni queremos que jamás se cicatrice.
Infausto día es este que conmemoramos, 20 de
Septiembre de 1870, de crueles recuerdos para la Iglesia católica y de duelo profundo para su Jerarca Supremo; por eso L A A V A L A N C H A se asocia al universal
dolor, eleva su protesta enérgica hasta la Cátedra infalible como muestra de reprobación perpetua contra c!
sacrilego atentado; dedica este humilde recuerdo á Pío
IX, uno de los más esclarecidos Pontífices que han conocido los siglos, y reitera á su augusto sucesor, el sapientísimo León XIII, rendido homenaje de inquebrantable adhesión.
POBRES Y RICOS.
m.
la felicidad es una planta que no brota e'n
mundo, se equivocan lastimosamente los
q la creen encontrar en las riquezas; y los que
suponen que solo los pobres padecen y que para ellos
solo son las penalidades y desgracias de la vida. No
porque las llagas se cubran con vendas de oro y seda
duelen menos, y la fastuosidad y el lujo se conciliar!
/OJIO
24, PAMPLONA.
muy bien con un corazón triste devorado de toda
clase de amarguras. Los ricos son los menos y los
pobres los más en inmensa mayoría, y en la serie de
calamidades que afligen al mundo, les ha de tocar
mayor parte á los segundos. Los ricos, claro es, pueden combatir mejor el hambre y el frió y disfrutar de
muchas comodidades de que por necesidad han de
carecer los pobres, pero por justa ley de compensación también necesitan muchísimo más que los pobres para satisfacer en algún tanto los deseos de su
corazón.
Todos llevamos en nuestra frente grabado el sello
de la desgracia, y en vano el hombre luchará contra
el destino marcado por la Providencia. Aquí trabajar
y sufrir; allá gozar ó padecer según seamos ó no fieles á la ley santa de Dios; pero todos aquí sujetos á
las penas del destierro, sin que pueda suavizarlas
otra cosa que la esperanza bienhechora de la felicidad
de ultratumba, y por mas que el hombre quiera cambiar el curso de la Providencia siempre resultará, según la sentencia del Espíritu Santo por boca de Salomón que reunió en sí todo lo que pudiera hacer
feliz al hombre en este mundo, riquezas, poder y placeres, resultará todo vanidad y vanidad de vanidad.
Así que con pocas diferencias, aun desde el punto
de vista mundano, no es más feliz la vida de los ricos
que la de los pobres, á no sor que se exceptúe la clase ínfima de los pobres, la de los mendigos, y los que
están postrados en la última miseria. Los males físicos de los pobres se compensan de algún modo con
la menor suma de males morales, y las comodidades
y bienestar temporales de los ricos llevan consigo
bastantes inconvenientes.
Examinemos tres clases de ricos; uno de pueblos,
otro de población pequeña y otro de capital; y tres
clases de pobres en los mismos sitios, y fijémonos
por un momento en su vida. Sea el primero un .rico
de aldea que lo es ú á fuerza de ahorros y economía,
de una porción de generaciones, ó cuyo antecesor adquirió los caudales prestando al interés compuesto
de un 6o por ioo; oque tuvo la suerte de hacer fortuna en la América con negocios más ó menos lícitos;
ó que el pequeño comercio ó industria que algún
tiempo manejó le rindiera pingües ganancias. Este
tal ocupa una casa bastante regular, acaso amueblada
con lujo, y se dá buea trato en la mesa, pero pare usted de contar. El aburrimiento en que vive le proporciona más malestar que al pobre el trabajo rudo en
que se emplea. En cambio éste disfruta de las expansiones del día de liesta, los que solo con no trabajar
le son agradables; y su apetito voraz suple con ventaja la calidad de los manjares del rico. Ignoíi milla
cupido, no hay deseo de lo que se desconoce, y esto
en grado máximo para con los pobres de aldea, para
los que pasan completamente desapercibidos los mil
entretenimientos á que se entrega el mundo mientras
que el rico de aldea los disfruta á temporadas para
después entristecerse con sus recuerdos y aburrirse
soberanamente en su soledad.
Si el rico es de población pequeña disfruta de las
ventajas de la sociedad en el casino, visitas y paseos;
pero como dice el proverbio: ó co/te ó cortijo; la etiqueta suele ser muy tirana en esta clase de poblaciones y exigiéndole mucho en el vestir y en el trato social, le proporciona pocas ventajas en la variedad y
bien pronto la vida se le hace monótona y fastidiosa.
En cambio el pobre disfruta de las ventajas de la población sin ningún inconveniente, puede los días'de
fiesta comer un poco mejor porque generalmente van
LA AVALANCHA.
más subidos los jornales, las ferias le proporcionan
divertimiento con espectáculos gratuitos 6 casi gratuitos como vacas y volatines; y el porvenir no le
asusta porque tiene hospital bien montado y en épocas extremas no faltan personas caritativas que atiendan á sus necesidades.
Kn las capitales y grandes poblaciones encontramos muchas clases de ricos: unos engolfados en los
negocios de banca 6 de grandes industrias, llevan
una vida de impresiones continuas, sin apego á la familia ni á nada más que al interés. Otros dedicados
exclusivamente ú satisfacer sus gustos y caprichos
llegan una vida sibarita que los convierte en seres cndefiles, enfermizos y raros, con los que no se puede
contar más que para saraos y teatros; y haciendo de
la noche día y vice-versa, corren en busca de emociones cada vez más fuertes; en pos siempre de nuevas
aventuras; ó consumen sus intereses en el juego,
hasta que al íin todo les causa desdén y fastidio.
Otros encontramos víctimas de una ambición sin limites, metidos de cuerpo y alma en la política y por
consiguiente en una agitación continua sin reposo
para nada. Los pobres en las grandes poblaciones no
lo pasan ciertamente bien, pero si son sufridos y
amantes del trabajo, éste por lo regular no suele ser
muy violento y les proporciona recursos para las pequeñas necesidades que se han creado. Porque se ha
de tener en cuenta que los gustos é inclinaciones de
cada uno guardan relación con las circunstancias
particulares en que se han formado; asi que una sardina arenque dá mayor gusto á un gallego en Madrid,
que una ración de pavo trufado servida en Kornos le
proporciona á uno de los sietemesinos perfumados
que tanto abundan en la Corte.
En fin que Oíos ha dispuesto sabiamente que los
males tísicos tengan desproporción en los males morales; una desavenencia de familia en los ricos es de
muchísima mayor trascendencia que en los pobres,
etc.; sin meternos ahora en el sentimentalismo, verdadera plaga que se ha introducido en las clases elevadas y comunicado á las clases medias, por el que
en una desgracia de familia hay que hacer aspavientos sin cuento para demostrar la delicadeza del sentimiento. ¡Puro gentilismo!
Te
EL MATRIMONIO-NEGOCIO.
¡Casarse! es lo más fácil, lo más usual, lo más corriente del mundo. ¿Hay buen genio—dinero—si?Délo usted por hecho. ¿Hay honra—dinero—sí?, ya
está consumado. ¿Hay educación~dinero~sí? tenemos boda.
Preguntándole un día al gran pescador del siglo,
Napoleón I, qué medios eran necesarios para mover
camorra con fruto á las naciones, contestó ladeándose dos líneas el tradicional tricornio: «Tres medios
únicamente: i." dinero; 2." más dinero; j.° muchísimo dinero.»
Nuestra sociedad, que en el arte de sacar consecuencias sustanciosas se pinta sola,—figúrense ustedes cómo andará de ligera, que hay químicos que
hasta sacan espíritu de una chaqueta vieja,—dijo: Si
.. Bonaparte funda en el dinero el todo de una guerra,
bien podemos nosotros sus ex-súbditos y aprovechados discípulos decir que el nervio de todo... es el
dinero.
Y como para muchos el matrimonio en proyecto
es un edilicio que se va á levantar ó una fábrica que
se piensa establecer, antes de poner mano á la obra
es preciso indagar á fondo los pies cúbicos de piedra.
los ladrillos, la cal, el yeso y demás que son necesarios para la construcción, y sumar después para venir
en conocimiento si el querer está en armonía con el
poder.
Kscena preparatoria. Personajes: dos individuos
graves que peinan canas ó pelucas, á gusto del consumidor. Se hacen los encontradizos.
— Parece que los chicos se miran con buenos ojos;
supongo habrá usted traslucido que...
—Sí, señor, estoy al cabo de la calle, perfectamente enterado.
— ¡Qué diantre!... que se casen, pues. ¿No es usted de mi opinión?
—Conforme, siempre que los capitales corran parejas. Doy en dote á mi hija 50.000 duros pagados en
el plazo de un ano, en buena moneda trincante y sonante.
—Mi hijo, como heredero, entrará en posesión
de mis bienes al morir yo, y desde que contraiga
matrimonio será su único administrador, que no estoy para quebraderos de cabeza: es preciso hacer
plaza á la juventud.
—Cabal.
Punto redondo: sin más preámbulos ní investigaciones pueden ustedes darse por convidados á la boda, que se verificará cuando la modista presente el
traje y se hayan diligenciado los pasos con la Curia.
¡Pero basta esto? ¿Cómo si basta? ¿Sabe usted lo
que son y lo que significan 50.000 duros? Que los
chicos apenas se conocen, nada importa: que, según
se murmura, son de opiniones, gustos y sentimientos
distintos, bobada: que se dice si hay ocultas en ciertas épocas, y manifiestas en otras, ciertas enfermedades hereditarias que con el tiempo pueden..., se pasa
por todo: que si él es esto y ella lo otro, nada, nada:
¿los cincuenta mil vendrán ó no vendrán? De fijo:
pues déjese usted de majaderias. ¡El dinero! el dinero hace simpáticos dos caracteres diametral mente
opuestos; el dinero es el medicamento-panacea que
lo cura todo; el dinero es el agua cristalina y pura
que lava todas las manchas, y muy superior á las del
Leteo que borran la memoria de lo pasado, según la
Mitología. Que los chicos no reflexionan, vaya con
Dios, la juventud es aturdida, ligera, entusiasta.—
Pero ¿y las madres? Cuidado; no critique usted á las
madres: ¿qué puede desear una madre que adore á
sus hijos, más que su felicidad? IZ\ dinero la proporciona, dá respeto y consideración social, logra coches,
joyas y trajes, palcos principales en los teatros y espléndidos banquetes y saraos, servidumbres de gran
tono, y hasta un negrito para abanicar. ¿Conoce
usted otra felicidad? Por esto las cariñosas madres
son las primeras en echar las redes para esta clase de
pesca: las pobres se afanan y envejecen tras ese bello
ideal, y en su entusiasmo materno hasta saltan por
los papeles ridículos... Hombre, me mira usted con
unos ojos que me están diciendo á gritos que estoy
delirando, y no tiene usted razón: desde el punto de
vista antiguo en que se coloca, solo divisará horizontes mezquinos de esos que retratan los deberes recíprocos del esposo y de la esposa, las amarguras que
se experimentan en el hogar doméstico, las espinas
que se clavan pisando balsámicas flores, los melancólicas ocasos de la vida que hacen brotar sangre de
nuestros corazones y lágrimas de nuestros ojos; amarguras, espinas y ocasos que solo curan y alegran la
sólida base cristianayla santa dulcísima resignación,
que nos muestra un más allá después de lo presente.
Salga su mercé de este camaranchón estrecho, suba
á la azotea en que estoy colocado, y su vista se espaciará por los panoramas sin límites ni confín de la
moda dominante, de esa moda que para conocer la
felicidad del individuo ó de la familia no tiene otro
barómetro más fiel que el dinero que se gasta; deesa
LA AVALANCHA.
llega el día del cansancio, del fastidio, como es muy
usual; si se carece del consuelo de la única amiga,
que es la Religión de Jesucristo, la sola que calma
las aviesas pasiones y cicatriza las enardecidas llagas
sociales: si mientras bullen en la desbocada imaginación de los esposos ideas trastornadoras cae una
chispa que prenda al montón de combustible preparado, entonces ¡ay! entonces se añade una página
más á ese voluminoso libro en cuya portada se lee:
Escándalos matrimoniales... Separaciones... Divorcios...
Continuaría, pero se vienen hacia mi inofensiva
persona media docena»de
zánganos envejecidos en la
ciencia de pescar grandes
dotes infructuosamente y
de bajar escaleras con una
calabaza mayúscula debajo
del brazo, y en ademan
hostil me preguntan:
—Diga usted, parlanchín de á cuarto, ¿es su
mercó de aquellos que dicen al casarse «contigo pan
y cebolla?»
—No, señores: pertenezco á la cofradía de los
tontos que suelen exclamar: si en el matrimonio
después de maduro examen, de unidad de pareceres, de mutua y añeja
inclinación, de fortunas
semejantes, de edad proporcionada-y de robustez
hereditaria, hay sus tropiezos y sus nublados, ¿qué
será si solo el interés,el oro,
el tanto por ciento le acompañan?
Será lo que vemos todos los días: que el marido
se dinje hacia el Poniente
y que la mujer se encamina
para el Levante, que en la
Cuna no se puede ya con
las causas de divorcio, que
la crónica escandalosa se
hace cargante, y que se
siembra una semilla de
malos ejemplos que prometen cosecha segura.
¿Quieren ustedes que cite
nombres?
— ¡No, no, no!...
Ale lo figuraba: lo bueno es no meneallo, pero lo
mejor es ser menos comerciantes y más esposos. HasSi: SANTIDAD F.I, PAPA PÍO IX.
ta otra.
moda que no dá Importancia al hombre por lo que
vale, sino por el traje que viste, de esa moda, en íin,
que levanta pedestales de su grandeza con las pobres
fortunas que desmorona. ¿No es esto más alegre? ¿no
respira el materialismo más lozano?
Escena segunda: ya se han saboreado los dulces
de la boda; luce en el firmamento de aquel matrimonio-negocio la luna de miel, pero tan pálida, tan triste, que nada bueno augura. Pareja que se ha lanzado
en el proceloso mar de la vida siempre agitado por
amenazadora borrasca en un buque hermoso, sí, empavesado pon las banderas de la ilusión; lleva por
lastre el oro de los cónyuges que puede mucho, pero le ialta para salir triunfante de las tormentas un
buen piloto y una segura
áncora. Pero ¿quién piensa
en naufragios en aquellos
días de plácida bonanza?
¿quién se detiene para considerar en su origen lo que
•en realidad es el matrimonio? Por otra parte, son jóvenes, huérfanos de toda
experiencia, solo conocen
del mundo las flores de
mil matices que alfombran
la fácil senda de los goces:
no se les ha dicho—fuera
entristecerles—que en el
matrimonio para un día
claro hay veinte turbios;
y como su educación, siguiendo la costumbre mercantil, no tiene por base la
maternal Religión que enseña á sufrir con paciencia
los contratiempos de la vida y á dispensarse mutuamente las laltas que con
tanta prodigalidad cometemos, se pueden apostar
mil contra uno que al primer nublado que asome
se trasiorma aquel lago
apacible en reñidero de
gallos.
Porque, desengañémonos: vivir según el mundo
y exclusivamente para el
mundo, tiene sus inconvenientes: la belleza física se
marchita con los picaros
años, el genio se agria con
los pesares, los deberes
entre el marido y mujer se
hacen cada día más apremiantes, más rígidos, aunqud todo lo cubra un manto
de oro, oro que muchas
veces es el gran corruptor del hogar doméstico: si
P. DF. V.
Más luz que la luz del sol.
Cuando cruzo los paseos,
Cuando por las calles voy.
Todas las gentes me miran
Y me tienen compasión.
LA CIEGA.
¡Qué ciego es el mundo, madre!
¡Qué ciegos los hombres son!
Piensan, madre, que no existe
Yo oigo que hombres y mujeres
Murmuran á media voz:
— «¡Pobre ciega! ¡pobre ciega,
Que no ve la luz del sol!»
Cristo es mi luz, es el día
Cuyo brillante arrebol
LA AVALANCHA.
No se apaga de la noche
Con el obscuro crespón.
José le llaman... es bendecido...
Y de lo eterno camina en pos.
¡¡Salve, patriarca, padre amoroso,
De cuantos aman de Dios la ley!...
. • ..
Bendito seas, José glorioso!... _ i . • •
Salva á la Iglesia, danos reposo,
A eterna dicha lleva á tu grey!
J. L. O./,.
Yo veo la luz divina
Y su eterno resplandor;
• '
Mis ojos, madre, son ciegos,
Pero mi espíritu no.
Tal vez por eso no hiere
El mundo mi corazón.
Cuando dice: —«¡Pobre ciega,
Que no ve la luz del sol!»
. \-
1
EL WAGÓN.
Hay muchos que ven el cielo;
El trasparente color
De las nubes, de los mares
La perpetua agitación;
Mas cuyos ojos no alcanzan
A descubrir al Señor,
Que tiene á leyes eternas
Sujeta la creación:
Xo veo lo que ellos ven,
Nt ellos lo que veo yo,
Ellos ven la luz del mundo,
Yo veo la luz de Dios.
;
••
Y siempre que ellos murmuran:
—«¡Pobre ciega!» Digo yo:
— «¡Pobres ciegos, que no ven
Más luz que la luz del solU
X.
SAN JOSÉ AL PIE DE LA CUNA.
Junto a la cuna donde reposa
Dios hecho niño por nuestro amor.
Vela un anciano de faz rugosa,
Frente apacible, mirada hermosa,
Do se reflejan paz y estupor.
Grave es su rostro; bella su alma
Más que los bosques del azahar,
Nada perturba su dulce calma, ; ..
Entre millares tendrá la palma
De dicha excelsa de eterno amar.
Es el obrero santo elegido
Allá en la mente del mismo Dios
Para ser ayo fiel del ungido;
VISTA GENERAL DE
RONCESVALLES.—
-
r
.
Imagen de la vida pasajera
es el tren en que voy arrebatado,
viendo cruzar fugaces por mi lado
cuantos seres encuentro en mi carrera.
Yo voy en buen asiento de •primera,
del calor y del viento resguardado,
y el mismo tren conduce al desgraciado
que ocupa duro asiento de tercera.
Mas aunque así sulramos ó gocemos
separados los dos, cualquiera advierte
que la misma distancia recorremos,
é igual (en lo terreno) es nuestra suerte:
pues ambos dentro poco pararemos
en la estación de término: ¡la muerte!
M. R. C.
LA CALUMNIA.
El odio ruin de un corazón podrido
sugirió vil pensar á una vil mente,
y una boca aún más vil, arteramente,
sembró la negra especie en un oído.
Aquello arroyo fue que, sin ruido,
deslizóse al principio cual serpiente:
aquello, á poco en bramador torrente
vióse y en mar furioso convertido.
Náufrago aquel honor, vencer quería
¡qué insensatez! el ímpetu salvaje
del mar de la calumnia turbulento..
Mas le agotó las fuerzas agonía;
'*
se cerró sobre él triste el oleaje
¡Aún sobre aquella tumba brama el viento!
• • - , - . . • . - . .
• • . / • • . - . • •
(Fotografía del socio 1). Rafael Albisturl
R .
v M .
LA AVALANCHA.
NUESTROS GRABADOS,
•
'
Pío
IX.
No cabe la menor duda de que todos los lectores
de nuestra Revista habrán sentido en su corazón impulsos de amor, de compasión y de admiración, al
mirar hoy el retrato del inmortal Pontüice Pió IX.
Impulsos de amor, porque nos recuerda á un padre amantísimo; de compasión, porque nos trae a la
memoria las iniquidades de que lué víctima el más
bondadoso de los hombres; de admiración, porque,
á pesar de correr tan bravas tormentas, le vemos levantarse sereno en medio de las persecuciones, venciendo y perdonando á sus enemigos.
No hay más que contemplar nuestro grabado,
para convencerse de la verdad con que habló la prensa de Europa, cuando la elección del Papa Pío IX:
«Es un Pastor, que reúne en su augusta persona todas las cualidades exteriores que inspiran amor y respetoy todas ias virtudes eminentes que deben formar
á los grandes Papas. Pió IX es alto de estatura, tiene
una fisonomía dulce y tranquila y salud excelente. Su
alma es pura, como la de un ángel; su caridad mayor
de lo que le permiten sus recursos.»
Con sumo gusto recordaremos ahora las principales fechas de su vida:
Nuestro llorado Pontiíice nació en Sinigaglia,
pequeña ciudad de los Instados Pontificios, en 13 de
Mayo de 1702. Sus padres pertenecían á la ilustre
familia de los condes Mastai-Fcrretti, cuya nobleza se
remonta al siglo XIII. Recibió en el Bautismo los
nombres de Juan Alaria. .María, porque la Condesa
su madre, le había consagrado á la Reina de los Angeles, para que fuese ángel; Juan, por una promesa
hecha por la misma piadosa Condesa, para que su
hijo fuera sacerdote.
El año 1803 entró como alumno en el célebre colegio de Volterra, dirigido por los Padres Escolapios,
siendo allí acabado modelo de aplicación y de piedad
cristiana.
En 1809 recibió la tonsura. Fue reclamado en Milán para guardia de honor; pero sus padecimientos
epilépticos fueron justa causa para eximirle del servicio. Estudió Teología en la Academia eclesiástica
de Roma, bajo la dirección del P. Graniari, quien
solía decir de Mastai, que Dios le había dado un corazón de Papa.
El año 1819 recibió las órdenes menores y en
Abril del mismo año celebró por vez primera, la santa
Misa en la iglesia de Santa Ana dei Falc^nani. El
Asilo de huérfanos Tata Giovanni, íué testigo de la
ardiente caridad del nuevo sacerdote.
Tenía entonces treinta y un años; el Nuncio que
Pió Vil enviaba á Chile pidió y obtuvo que el Reverendo Mastai le acompañara con el cargo de auditor.
Al cabo de tres años, en los que trabajó con verdadero celo apostólico en el Nuevo .Mundo, volvió á
Roma, donde fue elevado á la prelatura y nombrado
presidente del hospicio de San Miguel.
León XII, en 21 de Mayo de 18.27, ^e nombró Arzobispo de Spoleto; siendo entonces tan grande su
pobreza, que para pagar sus bulas, hubo de vender
una corta hacienda que le quedaba.
En 18'ji logró desarmar a los cuatro mil revolucionarios, que llegaron á las puertas de Spoleto.
El año 1852 Gregorio XVI trasladó al Iltmo. Mastai-Ferretti a la sede de I mola. .Siendo Arzobispo á
los treinta y cinco años, fue creado Cardenal in pectorc en el Consistorio de 23 de Diciembre de iSjo, y
proclamado el 14 de Diciembre de IS.JO, con el titulo
de San Pedro y San Marcelino.
finalmente el año 1^.(7 subió á la silla de San
Pedro; admirando á todo el mundo católico su elección por los sucesos milagrosos de que se vio rodeada.
En sus treinta y un años de pontificado, ni aun
los impíos pudieron hallar en su conducta un acto
de qué acusarle.
Eué bondadoso, pero enérgico; juez y padre; despreciador de sus intereses, pero invencible defensor
de los de Jesucristo, cuyo digno Vicario fue en la
tierra, y de cuya vista lué u gozar el 7 de Febrero
de 1S78.
Al escritor ruso Ivan Ivanoff, que en una hoja extraordinaria publicada en Barcelona injurió á los ministros de la religión católica, se le ha procesado exigiéndole 3.000 pesetas de fianza carcelaria.
La opinión aplaude la activa campaña emprendida en Barcelona contra esa clase de escritores, cuyas
malsanas doctrinas no pueden menos de ser rechuzadas por todos.
Son varias las municipalidades italianas que, habiendo sido invitadas al aniversario de la toma de
Roma, se niegan á asistir, por constituir el acto una
ofensa á la Religión católica.
¡Muy bien por los católicos de Italia!
El Demófilo de las infames 'Dominicales ha venido
aparar..., no podía menos, en la cabreriza. Los inmundos artículos con que semanalmentc brindaba á
sus lectores esa nauseabunda publicación ha sido la
causa de que se le lucran retirando todos, salvo algunos pocos á quienes primero había quitado ella
todo pudor y vergüenza. Y cuando todos nos preparábamos á aplaudir su desaparición, hemos leído la
noticia de que el buen Demójilu las ha vendido á los
protestantes, como habría podido venderla á la Sociedad de abonos que se la hubieran pagado á buen
precio. El gran Demóíilo, pues, con sus Dominicales,
aunque continúen llamándose librepensadoras, aunque hayan combatido siempre toda religión positiva,
aunque alardee por millonésima vez de independíente, se ha hecho esclavo de la más positiva y vil de las
religiones heterodoxas, hundiéndose por fin en el al—
banal, donde paran todas las inmundicias de que
Dios libre á la Iglesia católica.
El Consejo de Estado en Francia ha declarado que
donde haya un templo protestante con carácter consistorial, no puede sacarse en público procesionalmentc el Santo Viático. Esta odiosa declaración, hija
del despecho sectario, pone de relieve qué clase de
hombres gobierna á la desdichada Francia. En la
Universidad oficial de París, la antigua Soborna, hay
dos cátedras de teología, una protestante y otra israelita, ambas costeadas por el gobierno, pero no hay
ninguna cátedra de teología católica. Esto mismo
pasa con los Seminarios. Y ¡viva la igualdad!!!
Se ha inaugurado en Meppcn (Ilannover) el monumento elevado á Windthorst, el antiguo ¡efe del
partido católico alemán, y una de las primeras figuras parlamentarías del moderno Imperio germánico.
A la ceremonia asistieron muchos diputados católicos y una gran concurrencia que se calcula en más
de 1 ^.000 personas. En los discursos pronunciados
con motivo de este acto se recordaron los principales
hechos de la vida política de Windthorst, sus luchas
parlamentarias con Bismark, su enérgica y afortunada
LA AVALANCHA.
campaña en los días del Kidturhampf, la organización
que dio á los elementos católicos, todo aquello, en
lin, que le dio tan legítimo renombre é hizo de él una
de las personalidades más importantes de su país..
El día 5 de Agosto falleció en Londres el socialista Federico Engels, cuyo testamento, que acaba de
ser registrado, acusa una regular fortuna. Resulta de
este documento que el difunto poseía una fortuna
mobiljaria de 625.875 francos, 3? además en bienes
inmuebles 620.975 íi"aLICOS^ ó sea en junto 1.2.14.850
francos; esto es, unos cinco millones de reales.
¡Y -viva la igualdad!
. La prensa católica y aun gran número de periódicos nada ortodoxos, han afirmado que la conspiración
cubana ha tenido en gran parte por centro de acción
á las logias masónicas, en mal hora consentidas por
el liberalismo gobernante.
El Pueblo Católico, de Jaén, ha publicado estos
días un documento masónico que se ha podido proporcionar, y por él se demuestra que son los mismos
masones los que denuncian, con ocasión de sus fraternales discusiones intestinas, que la conspiración
era ha tiempo fraguada en los templos masónicos que
los patrióticos políticos liberales consideraban conveniente tolerar mientras era encausado inicuamente
el Vicario general eclesiástico de la Habana.
—¿Dices que ese hombre tan rico ha pedido limosna?
—En una esquina.
. •—Ahora dará mucho.
•'. •—No; sigue pidiendo cruces, títulos y honores.
Por no poder el Gobierno llevar á cabo restauración alguna en la antigua Abadía de Santa Alaría la
Real de Xájera, ha sido cedido este templo á los Religiosos Franciscanos.
Una real orden les concede la Abadía en totalidad,
con la condición de que no han de hacer ninguna
restauración en objetos de carácter artístico sin consultar previamente con la Comisión de monumentos
de esta clase.
Es verdaderamente notable que al cabo de medio
siglo de desamortización tengan las manos vivas que
pedir el auxilio de las maldecidas manos muertas para
conservar los restos salvados milagrosamente del espantoso latrocinio de 1836.
El Sr. Arzobispo de Santiago de Compostela ha
publicado un edicto prohibiendo la lectura del periódico La Unión Republicana por contener doctrinas
heréticas contrarias al dogma católico.
Elogian mucho los periódicos italianos el Reloj
Universal, dedicado al Papa ó inventado por Pedro
Azurri, presbítero de la diócesis de Milán, que presenta la hora de las principales ciudades del mundo
en el momento que se quiera consultar, y del que se
harán grandes é inmediatas aplicaciones á los servicios postales y telegráficos.
Se hablaba de tempestades y naufragios.
—No ha tenido usted miedo nunca?—le pregunta
ron á une.
—Una sola vez, un día que estuve á punto de casarme.
/
__„
El Heraldo de Madrid ha escrito un curioso artículo en el que trata de si débese ó no á la publicidad
de la prensa el crecimiento, cada vez más próspero,
de los crímenes y suicidios.
Sirve de base al articulista el siguiente acuerdo
de la Sociedad de ¡Medicina de líerna:
«Habiéndose observado en nuestras grandes ciudades que los suicidios sucédense por series, cuyo
primer caso obra generalmente á la manera de sugestión, arrastrando á ejecutar el mismo acto, sería
de desear que los periódicos se abstuviesen de hablar
de los suicidios y expresamos tal deseo á la prensa
suiza en particular.»
El Heraldo, después de exponer varios interesantes casos que demuestran que el afán de notoriedad es
uno de los más punzantes incentivos del suicidio moderno, como de todos los crímenes y delitos, y de reconocer que la prensa francesa, y su íiel discípula la
española', son las más propicias á transformar en
atractivas novelas los hechos criminales, termina diciendo:
«Sin las narraciones de la prensa no habría tantos
suicidas, ni tantos criminales, ni tantos Várelas, ni
tantas Ritas, ni tantos andantes caballeros que se
dan de estacazos en el campo del honor, para resultar
sangrando heroicamente en las columnas de los periódicos. La publicidad es contagiosa, y se transmite
como la hidrofobia...»
Conversación conyugal:
En la sala, junto á la chimenea, un matrimonio
se calienta, haciendo proyectos para el porvenir.
— Cuando uno de nosotros se muera—dice el marido,— me iré á vivir al campo...
La distinguida escritora católica que se oculta
bajo el pseudónimo de Aurora Lista, nos ha hecho la
merced de veinte ejemplares de su ¡preciosa novelita
La firma del banquero, con destino á nuestra Biblioteca pública.
Muy reconocida queda nuestra Sociedad á tan importante obsequio.
El día 29 de Agosto último, á la edad de setenta
y siete años, murió cristianamente en la ciudad de
Viana el ilustre escritor católico D. Francisco Navarro Vüloslada.
Con la muerte de tan esclarecido varón la causa
católica ha perdido uno de sus más esforzados adalides y las letras uno de sus cultivadores más insignes.
Á su distinguida íamilia hacemos presente nuestro sentimiento y suplicamos á los piadosos lectores
de LA AVALANCHA rueguen con nosotros al Todopoderoso que conceda al alma del finado el descanso de
los- justos.
Por hoy no decimos más del Sr. Vüloslada porque nos proponemos publicar en breve su retrato y
biografía.
Después de larga y penosa enfermedad, sobrellevada con admirable resignación,
ha muerto plácidamente en el Señor la señora D.1 Isabel Simón, esposa
del protector de nuestra Sociedad D. lilas Tembleque, de 1luesca.
Piadosamente pensando, su alma gozará en este
instante de la visión deleitable de Dios. Idea es esta
que habrá de servir seguramente de poderoso lenitivo
al profundo dolor que embarga el, corazón de su
amante esposo y familia á quienes enviamos nuestro
sentido pésame; y por si necesita de los sulragíos de
los vivos suplicamos á nuestros lectores encomienden
á Dios el alma de la finada.
Descanse en paz.
LA AVALANCHA.
De una reseña de los últimos combates que nuestro valiente ejército ha tenido contra los moros de
Mindanao, tomarnos las siguientes líneas:
"También se cita en esta acción el arrojo, la serenidad y el valor del capellán del regimiento infantería número 74, Sr. Figueras, que dentro de la cotia,
rodeado de enemigos y en medio de la lucha, administró la Extremaunción al desgraciado Iíriones, por
cuyo hecho parece ser que se instruirá juicio contradictorio para concederle
la cruz de San Fernando.»
acaban de celebrar para conmemorar el hecho de la
unidad de Italia, principio para esta nación de un
falso esplendor que malamente encubre la bancarrota
económica y religiosa, que ha sido consecuencia de
los nuevos rumbos, la emigración á América alcanza
proporciones alarmantes. Hay poblaciones, como Morízo, de donde se han ausentado más de quinientas
familias, y la miseria en que gime Italia hace temer que
estas tendencias, hijas de la miseria, se acentúen.
Algunos
periódicos
italianos hablan de las divisiones que agitan á la
masonería italiana, la
cual, dívididay todo, aún
conserva poder bastante
para influir en la marcha
política del nuevo reino.
Estas divisiones prueban que la paz huye de
donde Lucifer reina.
En un hotel, en el momento de partir:
—Me pone usted en la
cuenta ocho pesetas de
una cama, y sabe usted
que no me dieron tal cama, porque no la había,
y he tenido que dormir
sobre la mesa de billar.
—Justamente. La tarifa del billar es una peseta por hora.
Hace notar la prensa
de París al dar conocimiento de la aceptación
por parte de Su Santidad León XIII del arbitraje que le ha sido ofrecido por las Repúblicas
de Haití y Santo Domingo
sobre delimitación de
fronteras, que ningún Papa ha sido llamado tan frecuentemente como León
XIII para transigir litigios
de este género hasta por
parte de naciones no católicas.
Su Santidad el Papa
León XIII ha impedido,
con su inextinguible caridad, que se cerrara, por
falta de recursos, el Colegio de artesanos establecido junto á Santa Prisca,
en el monte Aventino, y
dirigido por ¡os Hermanos de las Escuelas Cristianas.
De haberse cerrado el
piadoso establecimiento,
hubieran quedado en gran
desamparo más de ochenta alumnos que allí reciben el pan del cuerpo y el
del alma.
Mr. Gladstone, el famoso estadista inglés, se
retira de la política, y comunícalo así á sus íieles
electores.
El motivo, según su
La escena pasa en un
propia confesión, es fiara
ayuntamiento cuando se
ftensar en su cierna salvacelebra el sorteo de los
ción.
quintos.
Aunque se sonrían
J'AÍM'LUXA.—PATIO DK LA CÁMARA DE COMPTOS
El alcalde. - -¿Tieneuslos impíos, reparen que
REALES DE NAVARRA.
ted algún caso de excepGladstone es el más emición que alegar?
(Cuadro al óleo de I). J'Jnriqtie. Zubiri).
nente hombre de gobierEl quinto.—Sí, señor;
no de Inglaterra, a la que ha prestado importantísique le tengo un miedo horrible á la guerra.
mos servicios. En sus escritos se advierte el sentimiento religioso que le dominaba.
-Mientras los liberales italianos se divierten en
fiestas tan inoportunas y tan inicuas como las que
JEIMMJL.1FICO.
CHAKAUA KX ACCIOX.
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SOLUCIONES AL NÚMERO 11.
!i A la charada en acción,
CAMARERA.
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ISI.A DÍ: CUBA.
PAMPLONA.—Imprenta y Librería de Joaquín Lorda. Calle Chapitela, número 2.
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