propósito del programa Al director Sugerencias:

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propósito del programa
Aprender la importancia de tres Creencias Fundamentales de nuestra Iglesia Adventista del Séptimo Día,
esta tercera parte trata el tema del don de profecía.
Al director
Este programa se hará con una plataforma tradicional. La escena del drama se hará luego con entradas y
salidas. Utilice jóvenes de distintas edades. Este programa se realizará en tres sábados consecutivos con
la intención de marcar y enseñar estas doctrinas en la iglesia. Por ello en cada programación se leerán las
tres creencias fundamentales.
Sugerencias:
ti'
Proyectar imágenes del santuario, y libros del Espíritu de Profecía.
ti'
Colocar citas en la decoración que hablen sobre el santuario , el Sábado y el Espíritu de Profecía.
ti'
Este día podría ser reconocida la persona que más domine la doctrina del don profético , puede hacer
preguntas a la congregación y de esta forma elegir un ganador. Sería adecuado obsequiarle un libro
o cualquier otro detalle al ganador.
ti' Lectura Biblia de los tres programas: Éxodo 25: 8; Éxodo 20: 8-11; Apocalipsis 19: 10.
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Tres grandes pilares (parte 3) 171
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Introducción (director del programa):
Esta es la tercera parte de una serie de programas donde queremos hablar de tres doctrinas que son de vital im­
portancia para nuestra iglesia, tres doctrinas que marcan una diferencia entre nosotros y los demás, tres creencias
que nos hacen un pueblo especial.
Leeremos nuevamente las 3 creencias que estamos estudiando, y repasando su nacimiento en la historia de nues­
tra iglesia.
El ministerio de Cristo en el santuario celestial. Hay un santuario en el cielo, el verdadero tabernáculo que el
Señor erigió y no el hombre. En él ministra Cristo a favor de nosotros, para poner a disposición de los creyentes los
beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido una vez y para siempre en la cruz. Cristo llegó a ser nuestro gran
Sumo Sacerdote y comenzó su ministerio intercesor en ocasión de su ascensión. En 1844, al concluir el período
profético de los 2.300 días, inició la segunda y última fase de su ministerio expiatorio (Hebreos 8: 1-5; 4: 14-16; 9:
11-28; 10: 19-22; 1: 3; 2: 16, 17; Daniel 7: 9-27; 8: 13-14; 9: 24-27; Números 14: 34; Ezequiel 4: 6; Levítico 16;
Apocalipsis 14: 6-7; 20: 12 ; 14: 12; 22: 12)
El sábado. El bondadoso Creador, después de los seis días de la creación, descansó el Séptimo día, e instituyó el
sábado para todos los hombres como un monumento conmemorativo de la creación . El cuarto mandamiento de la
inmutable ley de Dios requiere la observancia del séptimo día ,sábado , como día de reposo , adoración y ministerio ,
en armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús , el Señor del sábado. El sábado es un día de agradable comu­
nión con Dios y con nuestros hermanos (Génesis 2: 1-3; Éxodo 20: 8-11; Lucas 4: 16; lsaías 56 5-6; 58: 13-14;
Mateo 12: 1-12 ; Éxodo 31: 13-17; Ezequiel 20: 12 , 20; Hebreos 4: 1-11; Deuteronomio 5: 12-15; Levítico 23: 32;
Marcos 1: 32)
El don de profecía. Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una señal identificadora de
la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena G. de White. Como mensajera del Señor, sus escritos
son una permanente y autorizada fuente de verdad que proporciona consuelo, dirección, instrucción y corrección
a la iglesia . Ellos también establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe ser probada toda ense­
ñanza y toda experiencia Uoel2: 28-29; Hechos 2: 14-21 ; Hebreos 1: 1-3; Apocalipsis 12: 17; 19: 10).
wtrada de la plataforma
Himno de los conquistadores
Lectura Biblia: Apocalipsis 19: 10
Oración
Bienvenida
Drama:
En Apocalipsis 12, Juan describe la mujer como la iglesia, yen 12: 17 y 19: 10 hace énfasis en que la iglesia
verdadera posee el don de la profecía.
Voz: A fines del 1830 un joven americano de color que se había convertido a los 17 años se mudó a Boston para
prepararse para el ministerio, su nombre era William Foy. En 1842 Foy recibió dos visiones impresionantes, más
tarde publicó una descripción en un folleto titulado la experiencia Cristiana de William Foy, junto con las dos vi­
siones que recibió en los meses de enero y febrero de 1842.
Conquistador: En la noche del martes 18 de enero de 1842 Foy, de 23 años de edad, se reunió con un grupo de
cristianos para orar y estudiar la Biblia, durante la reunión recibió la primera de 4 visiones.
En su visión, Foy presenció la recompensa dada a los justos en la segunda venida y le fue mostrada la belleza del
cielo, él vaciló en compartir sus visiones pues sabía el prejuicio que había en contra de los negros. En su visión Foy
vio la recompensa dada a los justos en la segunda venida, no compartió su visión por el racismo.
Si Foy hubiera revelado su visiones el Gran Chasco no hubiera sido con tanto dolor como 10 fue dos años más tarde.
Foy fue llamado a encomendar a otro, pero no lo hizo. Desde entonces no recibió más señales. Foy no recibió
otra visión después del chasco, sin embargo mantuvo su esperanza en la segunda venida de Cristo, continuo su vida
como un pastor querido, falleció el 19 de noviembre de 1893 a los 74 años.
Voz: Poco después del Gran Chasco Hazen Foss, de 2S años de edad, tenía buena educación, era buen orador y
vivía en Portland , Maine tuvo una visión. En esa visión vio el viaje del pueblo adventista hacia la ciudad de Dios, la
misma era igual a la visión de Foy, después del chasco se le pidió que compartiera lo que había visto, pero temien­
do oposición Foss se negó, siguió una tercera visión y la advertencia de que la carga caería en una persona de lo más
débil entre los débiles, que obedecería el mandato del Señor. Una semana más tarde Foss se detuvo para escuchar
una historia poderosa.
(Hombre mira predicar a una mUjer vestida con ropa de la época)
Elena: El maná , el trigo, las almendras, y las uvas, le pedí a Jesús que me dejara comer de ello, pero él me dijo que
ahora no, porque el que come de ese fruto no volverá a la tierra, «tú debes regresar y contar a otros lo que Dios te
ha revelado», me dijo.
(Foss se tapa la cara avergonzado).
Voz: Lo que él oyó fue una narración de una visión idéntica a la que había recibido.
Conquistador: ¿A quién vio Foss esa noche' A Elena Harmon.
Dios llamó a Elena para revelar a su pueblo otras tantas verdades a lo largo de más de setenta años de ministerio
profético.
Misionero
Rumbo
Informe y parte especial
División en clases:
Los adventistas del séptimo día creen que uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una
señal identificadora de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena G. de White. Como mensajera
del Señor, sus escritos son una permanente y autorizada fuente de verdad que proporciona consuelo, dirección,
instrucción y corrección a la iglesia. Ellos también establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe
ser probada toda enseñanza y toda experiencia.
Elena White, una jovencita que con solo 17 años aceptó decir lo que Dios le mostraba, esa joven que sin saber
mucho de letras no tuvo temor como Foss y Foy; ella aceptó ese gran compromiso de guiar al pueblo de Dios.
Quedemos divididos en clases.
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Tres grandes pilares (parte 3) 173
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Conclusión:
En Apocalipsis 12, juan el revelador identifica a la iglesia en los últimos días como «el remanente», «el resto» ...
·los que guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de jesucristo». Creemos que, en este breve
cuadro profético , el Revelador está describiendo a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la cual, no solo guarda «los
mandamientos de Dios», sino que tiene también «el testimonio de jesucristo », el cual es «el espíritu de profecía»
(Apoc. 19: 10).
En la vida y el ministerio de Elena G. de White (1827-1915), vemos cumplida la promesa de Dios de proveer y
otorgar a la iglesia remanente «el espíritu de profecía». Aunque Elena G. de White nunca reclamó para sí el título
de «profeta », creemos que hizo la obra de un profeta, y más que un profeta. Ella dijo : «Mi misión abarca la obra de
un profeta, pero no termina allí» (Mensajes selectos, t.l, p. 40). «Si otros me llaman así [profetisa], no lo discuto»
([bid , p. 39); «Mi obra incluye mucho más de lo que significa ese nombre. Me considero a mí misma como una
mensajera , a quien el Señor le ha confiado mensajes para su pueblo » (Ibíd, p. 40). La misión principal de Elena G.
de White fue dirigir la atención hacia las Sagradas Escrituras. Ella escribió: «Poco caso se hace a la Biblia y el Señor
ha dado una luz menor para guiar a los hombres y mujeres a la luz mayor » (El colportor evangélico, p. 174). Ella creía
que, aunque sus escritos eran una «luz menor », eran luz, y que la fuente de esa luz es Dios.
parte especial sin anunciar
La explicación del santuario, la verdad del sábado y el espíritu de profecía, estas tres revelaciones clave ayudaron
a muchos a seguir después del gran chasco, y aún nos siguen guiando en la actualidad. Dios nunca dejó , ni dejará a
su pueblo sin luz en el camino. Marchemos por el camino que Dios ha trazado para nosotros. «Creed en jehová,
vuestro Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados» (2 Crón. 20: 20).
Oración final
Henry Wellington Florián Montero
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