AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 QUEJOSO: **********. MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ SECRETARIA: MIREYA MELÉNDEZ ALMARAZ SUMARIO Previa substanciación del procedimiento administrativo de origen, el Director General Jurídico de lo Contencioso Administrativo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario impuso una multa a la institución bancaria quejosa, con fundamento en el artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, vigente hasta el diez de enero de dos mil catorce. Dicha determinación fue recurrida en sede administrativa por la institución bancaria, ante el Secretario adjunto de dicho Instituto, quien confirmó la decisión apuntada. Con motivo de lo anterior, la institución bancaria promovió juicio de amparo indirecto, en el que señaló como actos reclamados, tanto la inconstitucionalidad del artículo 91, fracción II, citado, como su acto de aplicación. De ese juicio conoció la Juez Décimo Segundo de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, quien concedió la protección de la justicia federal al considerar que la multa fija contemplada por dicho precepto es contraria al artículo 22 constitucional. En contra de tal determinación, algunas de las autoridades responsables interpusieron recurso de revisión y, a su vez, la quejosa interpuso recursos de revisión adhesivos a cada uno de los principales. De esos medios de impugnación, tocó conocer al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, el cual resolvió remitir el asunto a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, al estimar que el examen de constitucionalidad de la porción normativa impugnada, es de competencia originaria de este Alto Tribunal. Lo anterior, da origen a la presente resolución. 39. Cámara de Diputados del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. Por lo que hace a los motivos de disidencia expresados por dicha autoridad, los mismos se hicieron consistir en que fue incorrecta la decisión de declarar inconstitucional el artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario (vigente hasta el diez de enero de dos mil catorce), por las razones siguientes: a) Porque una interpretación sistemática del citado numeral y del artículo 92 de la misma ley, permite afirmar que la expresión “un tanto” se refiere a una cantidad que va del cero al cien por ciento del monto que el banco infractor haya omitido enterar al Instituto; de ahí que no se trate de una multa fija y, AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 b) Porque tal decisión transgrede el artículo 28 constitucional que, por analogía, prohíbe exentar de multas y recargos a quienes hayan incurrido en alguna conducta que por ley, amerite una sanción pecuniaria. 40. Ambos motivos de inconformidad son infundados pues, al contrario de lo que aduce la recurrente, el artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario vigente hasta el diez de enero de dos mil catorce, sí establece un monto fijo por concepto de la multa para el caso de que las instituciones bancarias falten a su obligación de enterar las cuotas establecidas en la propia ley; de ahí que tal disposición sí impide que la autoridad encargada de imponer dicha penalidad tome en cuenta el monto del perjuicio sufrido por el fisco con la infracción; la negligencia o mala fe del causante, o la espontaneidad de su conducta para acatar la ley; si se trata de una infracción aislada o de una infracción insistente; así como, la capacidad económica del infractor, para llevar a cabo la individualización de la sanción. 41. Lo anterior se advierte en el contenido del citado numeral, vigente hasta el diez de enero de dos mil catorce, que a la letra dice: Artículo 91.- El Instituto impondrá las siguientes sanciones por las infracciones administrativas a que se refiere el artículo anterior: I. Por violación a las fracciones I y II del artículo anterior, multa de mil a diez mil veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal; II. Por violación a la fracción III del artículo anterior, multa por el equivalente a un tanto de la cuota omitida, y III. Por violación a las fracciones IV, V, VI y VII del artículo anterior, multa de hasta el tres por ciento del capital pagado o hasta veinte mil veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal, lo que resulte mayor. 2 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 42. Como consta en la disposición transcrita, ésta es clara en establecer como sanción, una multa equivalente a “un tanto” de la cuota omitida cuando las instituciones de banca múltiple no cubran en tiempo y forma las cuotas a su cargo en los términos establecidos en el artículo 90 de la propia ley. De este modo, ante lo categórico de la prevención apuntada, no es válido inferir que ese “tanto”, va del 0% (cero por ciento) al 100% (cien por ciento) de la cantidad que el banco infractor haya omitido enterar al Instituto, como lo pretende interpretar la recurrente. 43. Ciertamente, si bien es cierto que para la aplicación de las normas, es necesario, en primer término, desentrañar su significado, en ejercicio de los métodos hermenéuticos, gramatical, sistemático, teleológico, histórico, causal, entre otros, y sólo una vez desentrañado éste puede verificarse su aplicación al caso concreto, lo cierto es que la interpretación propuesta por la autoridad recurrente no se obtiene ni aun a partir del sistema que conforma la imposición de las sanciones a las instituciones bancarias, es decir, ni aun considerando que las autoridades, en el ejercicio de la facultad reglada de imponer multas, deben atender a lo dispuesto por el artículo 92 citado, el cual les obliga a seguir el procedimiento señalado en la Ley Federal del Procedimiento Administrativo, en cuyo artículo 73 se establecen parámetros para evaluar la infracción (reincidencia, gravedad, intención y daños) y actuar en consecuencia, pues lo definitivo es que la disposición que se examina es clara en establecer que la violación a la fracción III del artículo 90, da lugar a la imposición de una multa por el equivalente a un tanto de la cuota omitida, situación que impide a las autoridades administrativas imponer una multa por una suma distinta de la que corresponde a las cuotas que la institución bancaria haya dejado de enterar. 3 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 44. Al respecto, cabe destacar que el ejercicio propuesto por el órgano legislativo recurrente no se limita a interpretar el enunciado normativo de que se trata, esto es, no se dirige a atribuir un significado al artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro a partir de los elementos que la integran, antes bien, proceder de la manera que sugiere la inconforme implica incorporar componentes ajenos a la norma, como es el parámetro “hasta” que en modo alguno se encuentra inserto en la disposición que se analiza, por lo que de acceder a su petición, se admitiría que el órgano jurisdiccional está facultado para legislar, ello, en franca contravención a las disposiciones que, en el tema de competencias, se establecen en el orden jurídico mexicano. 45. Sin que resulten aplicables al caso las tesis con los rubros: “MULTA. LA SEÑALADA EN EL ARTÍCULO 76, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, NO ES VIOLATORIA DE LAS GARANTÍAS DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD CONTENIDAS EN EL NUMERAL 31, FRACCIÓN IV, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.”1 y “MULTAS, CUANTIFICACIÓN DE 1 Tesis aislada XVII.2o.17 A, emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, publicado en la página ochocientos ocho, tomo XVI, Diciembre de 2002, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyo contenido dice: “El artículo 76, fracción II, del Código Fiscal de la Federación establece que se impondrán multas entre un mínimo del 70% a un máximo del 100% de las contribuciones, al que omita su pago, incluyendo las retenidas o recaudadas, excepto tratándose de contribuciones al comercio exterior y sea descubierta por las autoridades fiscales mediante el ejercicio de sus facultades. Ahora bien, de lo anterior se advierte que el legislador fija entre un mínimo y un máximo la sanción pecuniaria aplicada al contribuyente que omita enterar al fisco las contribuciones retenidas o recaudadas, lo que permite a la autoridad hacendaria individualizar la sanción pecuniaria que imponga al contribuyente, y si bien puede argumentarse que el porcentaje mínimo es nominalmente alto, ello no es correcto si se atiende al monto de las contribuciones omitidas; además, no puede decirse que la multa sea desproporcional o excesiva, pues la sanción será directamente proporcional al monto de la contribución que se dejó de pagar. Así, si disminuye la cantidad cuyo pago se omitió disminuirá la multa, lo que conduce a establecer que el legislador ha observado las garantías de proporcionalidad y equidad que consagra el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Federal; la última porque se dará el mismo trato a quienes se colocan en similar situación, es decir, si incurren en omitir el pago de una cantidad determinada, en proporción a la misma serán sancionados todos por igual, siendo evidente la intención del legislador de cuidar el ingreso fiscal y de sancionar en mayor proporción en la medida en que se dejen de cubrir por parte del contribuyente mayores cantidades, que obviamente serán producto de mayores ingresos que resulten gravables; pero desde luego, la proporción en el monto de esas sanciones no sólo se basa en la cantidad que se omitió pagar, sino además en las consideraciones que hará la autoridad que imponga la sanción, atendiendo, entre otras, a la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, si es reincidente. Por lo que es de concluirse que las multas contenidas en la fracción II del artículo 76 del Código Fiscal de la 4 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 LAS, EN MATERIA FISCAL [TESIS HISTÓRICA].”2, en virtud de que ambos criterios interpretan disposiciones que contienen un mínimo y un máximo para la imposición de la multa, lo que no ocurre en el presente asunto. 46. Por otro lado, es igualmente infundado el agravio en el que el órgano legislativo inconforme aduce que, con su decisión, la juez constitucional transgredió el artículo 28 constitucional que prohíbe la exención de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes (artículo que –dice– también resulta aplicable al caso de las multas y sanciones) y rebasa sus atribuciones constitucionales, al invadir la esfera de competencias del poder legislativo de forma ilegal. 47. Lo infundado de ese agravio estriba en que la decisión de la juez federal en modo alguno se dirige a exentar de la imposición de una sanción que se ha impuesto a la quejosa con motivo del incumplimiento a sus obligaciones fiscales, antes bien, la manera de proceder de dicha autoridad de amparo encuentra su fundamento en los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo que, ante la Federación, en modo alguno son violatorias de las garantías de proporcionalidad y equidad contenidas en el artículo 31, fracción IV, constitucional” (énfasis añadido). 2 Tesis de jurisprudencia histórica, 379 (H), emitida por el Primer Tribunal Colegiado En Materia Administrativa Del Primer Circuito, publicada en la página mil setecientos setenta y cinco, del apéndice de mil novecientos diecisiete-septiembre de dos mil once, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. cuyo contenido es: “Precisando criterios anteriores, este tribunal considera que para la cuantificación de las multas fiscales, cuando la ley señala un mínimo y un máximo, la autoridad debe razonar su arbitrio y tomar en consideración los siguientes elementos básicos: a) el monto del perjuicio sufrido por el fisco con la infracción (elemento que a veces ya está considerado en la norma, cuando los límites de la multa se fijan en función del impuesto omitido); b) la negligencia o mala fe del causante; o la espontaneidad de su conducta para acatar la ley, aunque extemporáneamente; c) si se trata de una infracción aislada, o de una infracción insistentemente repetida por dicho causante, y d) la capacidad económica del infractor. Pues la multa debe ser proporcional al daño que la infracción causa, y para fijarla se debe considerar la malicia y la reiteración del causante, así como sancionar con distinta medida a quienes tienen diferente capacidad, para no lastimar más a quien tiene menos, por una causa semejante. El único monto que las autoridades pueden imponer sin razonar su arbitrio, demostrada la infracción, es el mínimo, pues ello implica que se ha aceptado un máximo de circunstancias atenuantes. Pero para imponer un monto superior al mínimo, sin que su determinación resulte arbitraria y caprichosa, las autoridades están obligadas a razonar el uso de sus facultades legales al respecto, para no violar el principio constitucional de fundamentación y motivación (artículo 16), y dar a los afectados plena oportunidad de defensa, respecto de los datos y elementos que sirvieron para individualizar la sanción. 5 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 inconstitucionalidad de la norma impugnada, le obligan a ordenar su inaplicación al banco quejoso, de manera que si dicha orden de manera circunstancial trae como consecuencia que se le deje de imponer la sanción ahí establecida, ello no significa que se ha dispensado su incumplimiento, antes bien, éste ni siquiera fue evaluado por la autoridad de amparo ante la inconstitucionalidad de la disposición en que se funda tal penalidad, sin que dicha contingencia pueda ser reprochable al juzgador de amparo que ha advertido una oposición de la norma legal con los principios de la Carta Magna, pues en todo caso, es el legislador el responsable de las consecuencias de su acto al no haberse ceñido a los principios constitucionales al emitir la norma. 48. Subprocurador Fiscal de Amparo, en representación del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. En relación con los motivos de disidencia expresados por dicha autoridad, esta Primera Sala advierte que los dos primeros también son infundados. a) En el primero de ellos, el subprocurador referido alega que fue inexacta la consideración de la juez de Distrito, al sostener que la norma impugnada no contiene un mínimo y un máximo para su individualización, pues con tal afirmación pasa por alto lo dispuesto en los artículos 20, 22 y 23 de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, así como el criterio sustentado por la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación3, en el sentido de que no se viola el artículo 22 constitucional en los casos en que determinada norma no establezca expresamente la facultad de la autoridad para 3 Tesis aislada 2a. L/2009, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a foja doscientos setenta y dos, tomo XXIX, mayo de dos mil nueve, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro: “MULTAS POR INFRACCIONES RELACIONADAS CON LAS OBLIGACIONES DE PRESENTAR DOCUMENTACIÓN Y DECLARACIONES. LOS ARTÍCULOS 184, FRACCIÓN III, Y 185, FRACCIÓN II, DE LA LEY ADUANERA, NO VIOLAN EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.”. 6 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 individualizar la sanción, pero sí contenga implícitamente tal obligación, lo que –en su concepto– ocurre en el presente caso, dado que las cuotas que deben enterar las instituciones bancarias se determinan sobre la captación de recursos que las instituciones bancarias realizan del público inversionista, por lo que ante una mayor captación, su cuota se incrementa y como consecuencia, su falta de pago, tiene repercusión en el monto de la sanción a que se hace acreedor. En este orden de ideas, la recurrente sostiene que a una institución con mayor captación, que incumpla en el pago de las cuotas, le corresponde una sanción mayor, lo que implícitamente toma en cuenta la capacidad económica de las instituciones bancarias sancionadas y el riesgo en que pone a sus inversionistas. b) Por lo que hace al segundo agravio, el inconforme alega que la Juez de Distrito no tomó en cuenta el precedente resuelto por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al revolver el amparo en revisión 744/2011, donde estableció que el porcentaje fijo del diez por ciento (10%) de las acciones excedidas para sancionar al infractor, que establece el artículo 91, de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, no resulta inconstitucional, puesto que permite a la autoridad administrativa imponerle una sanción, considerando su condición económica y la gravedad de la conducta realizada, la cual está directamente vinculada con el porcentaje de las acciones que la persona posee en contravención de la ley, por lo que si el valor de las acciones excedidas es cuantioso (en cuyo caso la falta es más grave), la multa también lo será; pero si es ínfimo (supuesto en que la infracción es leve), la sanción pecuniaria será menor. 7 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 49. Como se anticipó, tales motivos de disidencia son infundados. 50. En relación al establecimiento de multas fijas, cabe destacar que el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte ha determinado que las multas fijas violan el artículo 22 de la Constitución Federal, pues en la realidad imponen una idéntica penalidad, de manera invariable e inflexible a una serie de casos heterogéneos, lo cual genera un tratamiento desproporcionado a los particulares4. 51. Si bien, al sentar este criterio se determinó que, en consecuencia, las leyes "al establecer multas, deben contener las reglas adecuadas para que las autoridades impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la conducta que la motiva y, en fin, todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción", posteriormente, se ha considerado que la facultad de la autoridad administrativa de individualizar la multa en estos términos –que buscan la proporcionalidad– no necesita estar reglada de forma explícita en la ley de la materia, sino que basta que en la norma que contempla la multa se establezca un mínimo y un máximo5. 4 . Tesis de jurisprudencia P./J. 10/95 emitida por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 19 del Tomo II (julio de 1995) del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto: "MULTAS FIJAS. LAS LEYES QUE LAS ESTABLECEN SON INCONSTITUCIONALES. Esta Suprema Corte ha establecido que las leyes, al establecer multas, deben contener las reglas adecuadas para que las autoridades impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la conducta que la motiva y, en fin, todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción, obligación del legislador que deriva de la concordancia de los artículos 22 y 31, fracción IV, de la Constitución Federal, el primero de los cuales prohíbe las multas excesivas, mientras el segundo aporta el concepto de proporcionalidad. El establecimiento de multas fijas es contrario a estas disposiciones constitucionales, por cuanto al aplicarse a todos por igual, de manera invariable e inflexible, propicia excesos autoritarios y tratamiento desproporcionado a los particulares." 5 Tesis aislada 2a. CXXV/99 emitida por la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, que esta Sala comparte, visible en la página 586 del Tomo X (octubre de 1999) del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto: "MULTAS FIJAS. LAS LEYES QUE EMPLEAN LA PREPOSICIÓN ‘HASTA’, NO SON INCONSTITUCIONALES. Esta Suprema Corte ha establecido que las leyes, al establecer multas, deben contener las reglas adecuadas para que las autoridades impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la conducta que la motiva y, en fin, todas aquellas circunstancias que 8 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 52. El hecho de que una multa se contemple legalmente, configurándola entre un mínimo y un máximo, provee a la autoridad aplicadora un abanico de combinaciones amplio cuya individualización debe determinar la autoridad conforme a las circunstancias particulares que rodean al infractor. 53. Sin embargo, en este preciso asunto, al contrario de lo que alega la recurrente, la circunstancia de que la imposición de las cuotas ordinarias y extraordinarias que deben cubrir las instituciones bancarias a favor del Instituto de Protección al Ahorro Bancario sí esté circunscrita a un mínimo y a un máximo, no implica que la conducta omisa que da origen a la sanción, consistente en la falta de enterar las cuotas establecidas en la ley, se encuentre también graduada ex ante. 54. Ciertamente, el hecho de que el importe de las cuotas que deben enterar las instituciones bancarias no pueda ser menor a un cuatro por ciento (4%) sobre el importe de sus operaciones pasivas y que las cuotas extraordinarias tampoco puedan exceder del “ocho por ciento (8%) al millar” sobre el importe total de las operaciones pasivas de la institución, solamente arroja el dato de las cantidades que aquélla deben enterar al Instituto por concepto de cuotas. 55. Ahora bien, puede ser que dicha cantidad no se haya enterado de manera dolosa e intencionada, con el ánimo de defraudar al Instituto tiendan a individualizar dicha sanción, obligación del legislador que deriva de la concordancia de los artículos 22 y 31, fracción IV de la Constitución Federal, el primero de los cuales prohíbe las multas excesivas, mientras el segundo aporta el concepto de proporcionalidad. Por lo tanto, el hecho de que un precepto emplee la preposición ‘hasta’ no implica que contemple una multa fija, en virtud de que precisa un término de cantidad que no puede exceder el juzgador al aplicar la multa y si bien es cierto que no se hace referencia a la cantidad mínima, también lo es que en forma implícita, pero clara, sí está determinada, puesto que, el mínimo a imponer resulta una unidad monetaria y el máximo hasta donde el artículo autorice, por lo que sí se establece un sistema flexible para la imposición de las multas, cuenta habida que contempla un mínimo y un máximo para que la autoridad haga uso de su arbitrio judicial en la individualización de la fijación de su monto 9 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 o bien que dicha falta atienda a un error de cálculo o a una falsa apreciación de cuáles son los servicios y productos que generan dichas cuotas y cuáles no, como puede ser también que ya la institución de crédito haya faltado a ese deber en otra ocasión, e incluso que, una vez hecho el requerimiento, el banco actúe de inmediato o bien que demore en el pago de sus obligaciones. Luego, siendo la omisión de reportar las cuotas la que genera la sanción (multa), es la calificación de dichas conductas lo que permitiría graduar su monto; de ahí que, en el caso que se analiza, la manera de proceder no puede graduarse a priori o ex ante, como sí ocurrió en el asunto resuelto por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el amparo en revisión 744/2011 de su índice, al analizar la constitucionalidad del porcentaje fijo establecido en el artículo 91, de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, pues en aquél supuesto lo que se sancionaba era precisamente el beneficio obtenido ilegalmente por el accionista al adquirir más títulos valor de los permitidos en la ley, lo que permitía establecer un vínculo entre las circunstancias particulares del caso y el porcentaje fijo establecido en la norma, a partir del cual implícitamente se graduaba la sanción, mientras que en el asunto que ahora se resuelve lo que sanciona el precepto que se tilda de inconstitucional no es la obtención de recursos por parte de los bancos, sino la omisión de reportar ciertas cuotas sobre dicha captación que las instituciones bancarias realizan del público inversionista. 56. En ese tenor, al establecer el artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro, de manera contundente que la multa que ha de imponerse al infractor es por “un tanto” de la cantidad omitida, tal disposición no permite a la autoridad administrativa encargada de imponer la sanción, evaluar la manera de proceder de la institución de crédito ni aspectos subjetivos sobre su actuación, como 10 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 erróneamente lo considera la recurrente, pues lo cierto es que la norma cuestionada impide considerar aspectos como la reincidencia del infractor, la gravedad de la infracción, la intención y los daños que se hubieren producido. 57. En ese sentido, dado que el método establecido para fijar el monto de las cuotas que han de pagar las instituciones de banca múltiple es independiente de la omisión en que incurren aquellas de enterarlas al Instituto, es decir, no guarda una relación directa con la conducta que sancionan los artículos 90 y 91 de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, no es válido afirmar que implícitamente se ha individualizado la sanción y menos aún que se han tomado en cuenta todas aquellas circunstancias que tiendan a particularizar dicha penalidad. 58. En ese tenor no se estima aplicable, ni aún por analogía, la jurisprudencia de rubro: “MULTAS POR INFRACCIONES RELACIONADAS CON LAS OBLIGACIONES DE PRESENTAR DOCUMENTACIÓN Y DECLARACIONES. LOS ARTÍCULOS 184, FRACCIÓN III, Y 185, FRACCIÓN II, DE LA LEY ADUANERA, NO VIOLAN EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.”6 ni lo resuelto por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al revolver el amparo en revisión 744/2011. 59. Tampoco es válido lo razonado por el recurrente, en el sentido de que a una institución con mayor captación, que incumpla en el pago de las cuotas, le corresponde una sanción mayor, situación que – desde su punto de vista– implícitamente toma en cuenta la capacidad económica de las instituciones bancarias sancionadas y 6 Tesis aislada 2a. L/2009, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a foja doscientos setenta y dos, tomo XXIX, mayo de dos mil nueve, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. 11 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 la gravedad de la infracción, porque –agrega– la institución que realiza una mayor captación de recursos del público inversionista debe cubrir una cuota mayor, misma que tiene como objeto garantizar los depósitos de los usuarios bancarios, de forma que la omisión de enterar tal cuota pone en mayor riesgo al público inversionista. 60. La ineficacia de ese argumento radica en que, admitir esa interpretación llevaría a sostener que lo que sanciona la norma impugnada es la capacidad de captación de recursos que las instituciones bancarias llevan a cabo respecto del público inversionista, lo que –como ya se explicó– no es así. 61. Por el contrario, tal como lo resolvió la juez de amparo, con la lectura de la disposición transcrita se advierte que el monto establecido sí constituye una multa fija, porque al imponerla no se toma en cuenta la capacidad económica del infractor, la intencionalidad y los demás elementos que permitan valorar la conducta que se pretende reprimir, sino que de modo directo el artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario establece una sanción que corresponde a “un tanto” de la cantidad omitida, es decir, prevé la aplicación de un monto fijo. 62. En igual sentido se pronunció el Tribunal Pleno, al resolver el amparo en revisión 1199/98, fallado en sesión de veinticuatro de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, donde entre otras cosas, este Alto Tribunal, funcionando en Pleno, examinó la constitucionalidad del artículo 77, fracción I, inciso c) del Código Fiscal de la Federación que preveía el aumento de la multa en un 50%, cuando el infractor incurriera en la agravante a que se refiere la fracción III del artículo 75 del propio Código. En dicho asunto se concluyó lo siguiente: 12 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 No se establecen multas excesivas cuando la norma comprende márgenes mínimo y máximo, pues en tal caso la sanción económica respectiva podrá determinarse por la autoridad en relación con la gravedad de la infracción, o por virtud de la concurrencia, en cada caso, de circunstancias atenuantes o agravantes que influyan en la disminución o elevación del monto de la multa. En este contexto, al existir la fijación de un mínimo y un máximo para la determinación de las multas a imponer, la autoridad se encuentra en posibilidad real y jurídica de apreciar la conducta (infractor primario o reincidente), la gravedad de la infracción y la capacidad económica del infractor, para determinar de manera fundada y motivada la sanción individualizada; circunstancia que difiere notablemente de lo que ocurre con las multas fijas. En relación a la norma analizada, el aumento se impone en relación con el importe de las contribuciones retenidas y no enteradas, y no en relación a la multa determinada por actualizarse la conducta sancionada, no obstante que uno y otro aspecto son independientes. Tal disposición es violatoria de los artículos 22 y 31, fracción IV de la Constitución General de la República, por establecer multas fijas en las que no se toma en cuenta la capacidad económica del infractor, su intencionalidad y demás elementos que permitan valorar la conducta que se quiere reprimir. El mencionado artículo 77, fracción I, inciso a), establece una sanción que se refleja en el aumento fijo de un 50% que habrá 13 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 de calcularse con base en el importe de las contribuciones retenidas o recaudadas y no enteradas. Tal porcentaje fijo es lo que impide que la autoridad fiscal, al imponer la sanción, tome en consideración la capacidad contributiva del infractor, la gravedad de la falta, la reincidencia o cualquier otro elemento del que pueda inferirse la gravedad o levedad del hecho infractor. Por lo mismo, es claro que la sanción prevista en tal artículo resulta excesiva y desproporcional a la capacidad económica del infractor y por ende, ese numeral es violatorio del artículo 22 constitucional que prohíbe las multas excesivas y del diverso 31, fracción IV, que aporta el elemento de la proporcionalidad. 63. Las consideraciones vertidas por el Tribunal Pleno, al resolver el asunto, cuya parte medular, en lo que interesa, se ha sintetizado, sirven de apoyo y fundamento para que esta Primera Sala concluya que los agravios de la recurrente resultan infundados. 64. Por lo que hace a los agravios tercero y cuarto, éstos corresponden exactamente a lo planteado por el Director General Jurídico de lo contencioso del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, por lo que su análisis se realizará en el siguiente apartado de la sentencia. 65. Director General Jurídico de lo contencioso del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, en su carácter de responsable y en representación del Secretario Adjunto Jurídico de dicho Instituto. El planteamiento formulado por la autoridad disidente involucra un tema de relevancia sobre la inconstitucionalidad de leyes, como es si los efectos del fallo protector corresponden 14 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 también a un tema de constitucionalidad del que deba conocer este Alto Tribunal. 66. En este sentido, la inconforme no cuestiona la decisión de la juez de distrito sobre la inconstitucionalidad del artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, sino los efectos que dicha juzgadora le imprimió a su sentencia al considerar que tal disposición es contraria al orden constitucional. 67. Al respecto, la recurrente señala que los efectos del fallo protector contravienen lo dispuesto por los artículos 74, fracción V, y 77 de la Ley de Amparo, pues los actos reclamados, consistentes en la norma impugnada y su aplicación, son de naturaleza positiva, por lo que para restituir a la quejosa en el pleno goce del derecho transgredido se debieron restablecer las cosas al momento que guardaban antes de la violación, y no conceder el amparo para que a la institución bancaria quejosa no le fuera aplicada, en lo presente y futuro, la porción normativa tildada de inconstitucional, lo cual la coloca en una posición de “mayor ventaja” respecto de la que tenía al momento de cometerse la violación. 68. Sobre esto, el Instituto inconforme sostiene que mediante la concesión de amparo se vuelve imposible sancionar a la quejosa y se le otorga inmunidad ante el incumplimiento de una ley financiera, no obstante que sí se actualizó el supuesto previsto por la fracción III, del artículo 90, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, vigente hasta el diez de enero de dos mil catorce, cuestión que no estuvo en controversia, habida cuenta que la misma quejosa reconoció la falta de exhibición de las cuotas ordinarias respectivas. 69. En estos términos, añade que los efectos de la concesión deben ser restitutorios y no constitutivos de derechos a favor de la quejosa, a 15 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 efecto de ponerla en una posición de ventaja frente al orden jurídico nacional. 70. En ese tenor, desde el punto de vista del Instituto inconforme, si la concesión de amparo se debió a la existencia de una multa excesiva que no permitía su individualización, los efectos del fallo debieron ser para que se individualizara la pena impuesta a la institución bancaria, o bien, para que la autoridad responsable actúe de conformidad con el artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al ahorro Bancaria vigente a partir del once de enero de dos mil catorce, la cual sí prevé mínimos y máximos para su individualización, en los que se atiende a las circunstancias específicas del caso. 71. En otra línea argumentativa, la recurrente sostiene que de acuerdo con los criterios de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, resultaba imposible, en sede administrativa, realizar un control difuso de constitucionalidad del artículo TRIGESIMO QUINTO, fracción I, de las Disposiciones Transitorias del Decreto que contiene la reforma financiera de diez de enero de dos mil catorce, con base en el cual, la autoridad administrativa responsable estuvo obligada a imponer la multa según lo estipulado en la legislación vigente al momento de cometerse la infracción, en lugar de aplicar la nueva legislación. No obstante ello, desde su punto de vista, la juez de amparo debió ejercer dicho control y pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de esa norma transitoria, a fin de conceder el amparo sin soslayar la conducta infractora del banco quejoso. 72. Tales motivos de inconformidad son infundados. 73. En primer orden, es necesario hacer algunas precisiones sobre lo que es materia de lite en el juicio de amparo y, por ende, sobre 16 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 cuáles deben ser los efectos de una eventual concesión decretada por la autoridad federal. 74. Sobre ello, el artículo 103 de la Constitución Política, en cuanto al juicio de amparo, dispone que los Tribunales de la Federación resolverán controversias que se susciten por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por dicha Constitución, así como por los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte. Tal cometido se corrobora con el contenido del artículo 1° de la Ley de Amparo que reitera su contenido7. En ese tenor, lo que analiza el tribunal federal al conocer de un juicio de amparo son actos de autoridad, es decir, no resuelve la controversia de origen que dio lugar a dicho acto, antes bien, evalúa que, al emitirlo, la autoridad responsable haya ceñido su actuación a las reglas y a los principios que rigen el orden constitucional, sea éste un acto de naturaleza legislativa, administrativa o jurisdiccional. 75. Tal precisión es relevante en la resolución de este asunto porque en la formulación de sus agravios, las autoridades recurrentes parten de la premisa inexacta de que, en este preciso asunto, correspondía a la juez de amparo tomar en cuenta si la institución bancaria había incurrido en la conducta que sanciona el artículo 90, fracción III, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario y actuar en consecuencia, 7 Artículo 1°. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se suscite: I. Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; II. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados o la esfera de competencias del Distrito Federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y III. Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal, que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u omisiones por parte de los poderes públicos o de particulares en los casos señalados en la presente Ley. 17 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 es decir, al encontrar que la multa que le fue impuesta a la institución de crédito era inconstitucional, dictar alguna medida para que la conducta ilegal (que, desde la óptica de dichas autoridades, quedó plenamente acreditada) no quedara impune y lograr que se le sancionara por el incumplimiento a un ley financiera. Sin embargo, esto no es así. 76. Según se explicó en párrafos precedentes, la juez de amparo no juzga ni resuelve las cuestiones que son materia de la litis en el juicio o procedimiento de origen, lo que evalúa es que el acto de autoridad que resolvió tal controversia se ajuste al orden constitucional. Así, en este caso, siendo los actos reclamados en la demanda de garantías tanto el artículo que establece el monto de la multa que le fue impuesta a la quejosa, como el acto de aplicación de dicho enunciado normativo, una vez analizada la constitucionalidad del precepto, por ser su estudio preferente, el amparo no se concedió porque la multa impuesta fuera excesiva en relación con la infracción cometida, pues de hecho el acto de aplicación ni siquiera fue examinado por la Juez de Distrito, la concesión del amparo obedeció a que el artículo impugnado es contrario a los artículos 22 y 31, fracción IV, de la Constitución General de la República, esto es, porque la norma legal –artículo 91, fracción II, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario– que fundamentó el acto de la autoridad administrativa es inconstitucional al prever la imposición de una multa fija que impide tomar en cuenta las circunstancias particulares de cada caso y graduar el monto de la sanción. 77. Ahora bien, sobre los efectos que genera la concesión del amparo cuando la autoridad federal, que conoce de un juicio de amparo indirecto, encuentra que la norma general señalada como acto reclamado se opone al contenido de la Carta Fundamental, debe 18 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 decirse que ese tema corresponde, desde luego, a una cuestión de constitucionalidad de la que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene competencia para pronunciarse si acaso alguna de las partes estima que tales efectos no fueron debidamente fijados por la autoridad de amparo, al tratarse de la consecuencia directa del pronunciamiento efectuado sobre la contravención al orden constitucional por parte del órgano legislativo que fue llamado al juicio de amparo para exponer los argumentos que estimara oportunos sobre la constitucionalidad de su acto, en cuyo caso este Alto Tribunal estaría en aptitud de verificar que los efectos dados por la autoridad de amparo correspondan con los que establece la ley. 78. Cabe destacar que, en efecto, dicha consecuencia está dada por el propio legislador, sin que la autoridad de amparo pueda imprimir, en un plano de pura constitucionalidad, un efecto distinto a la concesión de amparo cuando se trata de la declaración de inconstitucionalidad de una norma general, como se explicará enseguida. 79. Los artículos 103 constitucional y 77 y 78 de la Ley de Amparo prevén: Artículo 103. Los Tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite: I. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos humanos, reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por esta Constitución, así como por los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte; II. Por normas generales o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los estados o la esfera de competencia del Distrito Federal; y III. Por normas generales o actos de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal que invadan la competencia de la autoridad federal. Artículo 77. Los efectos de la concesión del amparo serán: I. Cuando el acto reclamado sea de carácter positivo se restituirá al quejoso en el pleno goce del derecho violado, restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación; y II. Cuando el acto reclamado sea de carácter negativo o implique una 19 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 omisión, obligar a la autoridad responsable a respetar el derecho de que se trate y a cumplir lo que el mismo exija. En el último considerando de la sentencia que conceda el amparo, el juzgador deberá determinar con precisión los efectos del mismo, especificando las medidas que las autoridades o particulares deban adoptar para asegurar su estricto cumplimiento y la restitución del quejoso en el goce del derecho. En asuntos del orden penal en que se reclame una orden de aprehensión o autos que establezcan providencias precautorias o impongan medidas cautelares restrictivas de la libertad con motivo de delitos que la ley no considere como graves o respecto de los cuales no proceda la prisión preventiva oficiosa conforme la legislación procedimental aplicable, la sentencia que conceda el amparo surtirá efectos inmediatos, sin perjuicio de que pueda ser revocada mediante el recurso de revisión; salvo que se reclame el auto por el que se resuelva la situación jurídica del quejoso en el sentido de sujetarlo a proceso penal, en términos de la legislación procesal aplicable, y el amparo se conceda por vicios formales. En caso de que el efecto de la sentencia sea la libertad del quejoso, ésta se decretará bajo las medidas de aseguramiento que el órgano jurisdiccional estime necesarias, a fin de que el quejoso no evada la acción de la justicia. En todo caso, la sentencia surtirá sus efectos, cuando se declare ejecutoriada o cause estado por ministerio de ley. Artículo 78. Cuando el acto reclamado sea una norma general la sentencia deberá determinar si es constitucional, o si debe considerarse inconstitucional. Si se declara la inconstitucionalidad de la norma general impugnada, los efectos se extenderán a todas aquellas normas y actos cuya validez dependa de la propia norma invalidada. Dichos efectos se traducirán en la inaplicación únicamente respecto del quejoso. El órgano jurisdiccional podrá especificar qué medidas adicionales a la inaplicación deberán adoptarse para restablecer al quejoso en el pleno goce del derecho violado. (Énfasis añadido) 80. Como se advierte, es la propia Ley de Amparo la que precisa cuál es la consecuencia de declarar la inconstitucionalidad de una norma general cuando ésta constituye un acto reclamado, lo que evidentemente sólo ocurre en el juicio de amparo indirecto, en cuyo caso el Juez de Distrito o el Tribunal Unitario de Circuito, según quién conozca de ese medio de control constitucional, debe ordenar la inaplicación de la disposición que se ha declarado contraria a la Norma Suprema. 20 AMPARO EN REVISIÓN 127/2016 81. Esa manera de proceder de ningún modo coloca a la quejosa en una situación de “mayor ventaja” frente al orden jurídico nacional, ni la ubica en una mejor posición respecto de la que tenía al momento de cometerse la violación, como tampoco le confiere derechos adicionales a los que entonces tenía pues antes, como ahora, la autoridad administrativa no podía imponerle una multa de manera arbitraria, sin evaluar sus circunstancias particulares como lo ordenan los artículos 22 y 31, fracción IV de la Constitución General de la República. 21