LA COMPENSACIÓN.docx - SelectedWorks

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Universidad Nacional Mayor de San Marcos
From the SelectedWorks of Ricardo Geldres Campos
Summer April 18, 2016
LA COMPENSACIÓN.docx
Ricardo Geldres, Campos
Available at: http://works.bepress.com/ricardo_geldres/25/
LA COMPENSACIÓN
Ricardo Geldres Campos 
El medio normal a través del cual la obligación se extingue es el pago, que importa una actividad
desarrollada por el deudor con el fin de satisfacer el interés del acreedor. No obstante, en
muchas oportunidades, la obligación no se extingue por el pago, sino mediante otros medios. En
este último supuesto nos encontramos en el escenario de los medios de extinción de la
obligación distintos al cumplimiento. Así tenemos, la condonación, la remisión, la novación, etc.
En el presente artículo me voy a encargar de realizar un análisis de la compensación.
I.
LA COMPENSACIÓN
La compensación viene a ser un modo de extinción de las obligaciones distinta al cumplimiento,
en virtud del cual, las obligaciones recíprocas que una parte tiene frente a la otra (como
acreedora y deudora al mismo tiempo), vienen extinguidas, sin necesidad de un estricto
cumplimiento (ejercicio de la prestación) o pago, bastando solamente cumplir los requisitos
previstos por la ley. Para que opere la compensación debe tratarse de prestaciones recíprocas,
líquidas, exigibles y de prestaciones fungibles y homogéneas. El artículo 1288 del Código Civil
señala lo siguiente: “Por la compensación se extinguen las obligaciones recíprocas, líquidas,
exigibles y de prestaciones fungibles y homogéneas, hasta donde respectivamente alcancen,
desde que hayan sido opuestas la una a la otra. La compensación no opera cuando el acreedor
y el deudor la excluyen de común acuerdo”.
La compensación supone la existencia de dos partes, cada una deudora y acreedora, de modo
que las obligaciones dispuestas a su cargo se extinguen coetáneamente, sin necesidad de un
cumplimiento por parte de una de ellas. Si las obligaciones son por montos iguales, entonces las
mismas se extinguen totalmente, por otro lado, si las obligaciones son por montos diferentes, la
obligación de mayor monto se extingue parcialmente hasta el límite de la obligación de menor
monto.
II.
FUNDAMENTO DE LA COMPENSACION
El fundamento de la compensación no viene a ser el principio de la interdependencia de las
obligaciones, sino el principio de la economía de los cumplimientos, en virtud del cual se trata de
impedir que las partes se vean obligadas a, la una frente a la otra, exigir sus prestaciones para
realizar un resultado económico directamente realizable mediante el venir a menos de las
reciprocas pretensiones1.

Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Profesor Adjunto de Derecho Civil en la Pontificia
Universidad Católica del Perú y en la Universidad Nacional Mayor de San Mayor de San Marcos
1 BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4. L’obbligazione. Milano: Giuffrè.1990, p. 479
Como se ha dicho acertadamente “la compensación responde a dos principios: Mediante el
principio de economía de los actos jurídicos, es inútil, además de inoportuno, ejecutar dos
prestaciones recíprocas cuando ambos pueden ser fácilmente evitados. Por el principio de
garantía de la realización del crédito, el deudor más solvente podría ser perjudicado, en cuanto,
si no existiera la compensación, no siempre podría realizar coactivamente su propio crédito,
habiendo pagado su deuda”2.
En ese mismo sentido Ragozini ha dicho: “La extinción de los recíprocos débitos-créditos se
funda, más que todo, sobre exigencias de simplificación, evitando el inútil empleo de medios de
pago y, en general, innecesarias oposiciones a la actividad de cumplimiento, también ejecutiva,
perjudicial para la agilización del comercio y de las empresas”3.
III.
NATURALEZA JURÍDICA.
Sobre la naturaleza jurídica de la compensación, la doctrina se ha encargado de elaborar una
serie de teorías que permitan explicar adecuadamente la misma. En ese sentido, tenemos tres
teorías que se han ocupado sobre el tema: la teoría de la finta solutio, la teoría de la doble
confusión, y la teoría de la compensación como un instituto sui generis4.
La primera teoría ha señalado que la compensación se asimila al pago, considerándola, por
tanto, una finta solutio. La teoría ha sido contestada, en el sentido de que falta una efectiva datio
del bien; en segundo lugar la compensación también puede ser parcial, y en tal caso, no puede
ser asimilada a un pago porque no extingue el débito y no satisface el crédito, y además porque,
no son relevantes los requisitos de capacidad (la compensación opera también si uno de los dos
sujetos es incapaz, mientras el pago realizado por un acreedor incapaz no libera al deudor si
éste no prueba que no obtuvo algún provecho)
Los autores a favor de segunda teoría han señalado que en la compensación nos encontramos
frente a una doble confusión. En efecto, como en la confusión, también tenemos aquí la reunión
en el mismo sujeto de la cualidad del deudor o del acreedor. No obstante, en contra de la
mencionada tesis, se ha dicho que el paralelo o la similitud no puede ir más allá de un enfoque
genérico, porque un presupuesto fundamental de la confusión es que la cualidad de deudor y
acreedor coexistan en un mismo sujeto, pero también frente al mismo sujeto; sin embargo, tales
cualidades coexisten para una sola relación obligatoria. Por el contrario, en la compensación el
sujeto es acreedor y simultáneamente deudor frente a otro sujeto distinto, para dos diversas
relaciones obligatorias.
Por último, a favor de la compensación entendida como un instituto sui generis se ha señalado
que la misma no se asimila a otro instituto jurídico y es un modo de extinción de la obligación,
NOBILI, Chiara. Le Obbligazioni: Manuale e applicazioni pratiche dalle lezioni di Guido Capozzi, seconda edizione,
giuffrè, 2011, p. 187
3 RAGOZINI, Diego. “Compensazione”. En: Le obbligazioni. Diritto sostanziale e processuale. A cura di Pasquale
Fava, Tomo I, caratteri generali, adempimento, inadempimento, Milano: Giuffrè, 2008, p. 892
4 FRANCESCHETTI, Paolo y MARASCA, Massimo. “L’obbligazione altermativa”. En: Le obbligazioni. Maggioli
editore, 2008, p. 349; NOBILI, Chiara. Le Obbligazioni: Manuale e applicazioni pratiche dalle lezioni di Guido
Capozzi, seconda edizione, giuffrè, 2011, p. 188.
2
con caracteres propios y originales. Es un modo de extinción satisfactivo porque satisface el
interés del acreedor, y simultáneamente extingue el débito, sin necesidad de que se lleve a cabo
alguna actividad (modo de extinción satisfactivo, pero no solutorio) por ninguna de las partes.
Ella importa, usando una expresión sugestiva, “un intercambio reciproco de extinciones”.
IV.
CLASES DE COMPENSACIÓN
1. LA COMPENSACIÓN VOLUNTARIA O CONVENCIONAL
La compensación voluntaria es aquella que se verifica cuando existe un acuerdo contractual, en
virtud del cual, las partes deciden compensar las deudas que una tiene frente a la otra5. Sobre el
particular, el artículo 1289 del Código Civil establece: “Puede oponerse la compensación por
acuerdo entre las partes, aun cuando no concurran los requisitos previstos por el artículo 1288.
Los requisitos para tal compensación pueden establecerse previamente6”.
En ese sentido, “la compensación voluntaria entra en la categoría de los contratos extintivos. Ella
puede estar dirigida a extinguir determinadas relaciones obligatorias o puede fijar las condiciones
necesarias y suficientes para la producción del efecto compensatorio entre las partes (pacto de
compensación futura)7”
El acuerdo contractual compensatorio puede ser celebrado con anterioridad al nacimiento de las
obligaciones recíprocas o posterior a ellas8. En el primer escenario, las partes acuerdan ir
compensando las obligaciones que surjan sucesivamente en virtud del contrato celebrado.
Piénsese en el contrato de cuenta corriente que es usual entre comerciantes y banqueros.
La formalidad del contrato de compensación es libre, pues no existe norma que establezca lo
contrario9. Tal como lo señala el dispositivo normativo anteriormente señalado, la compensación
“La compensación voluntaria tiene el mismo fundamento de la compensación legal, es decir, la economía de los
cumplimientos. Mediante la compensación, las partes simplifican sus relaciones, evitan un intercambio superfluo de
cumplimientos y reducen las prestaciones debidas al saldo entre dar y tener”: BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4.
L’obbligazione. Op. Cit., p. 511
6 En ese mismo sentido el Código Civil italiano había establecido lo siguiente en el artículo 1262. Por voluntad de las
partes puede tener lugar compensación aun cuando no concurran las condiciones previstas por los artículos
anteriores. Las partes pueden también establecer preventivamente las condiciones de tal compensación.
7 BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., p. 509
8 “De conformidad con el artículo 1252 del cod. Italiano, las partes pueden también establecer preventivamente las
condiciones de la compensación; en tal caso estamos ante la presencia de una suerte de negocio reglamentario con
el cual las partes establecen la compensación, también, de sus créditos futuros. Es decir, las partes podrían
establecer preventivamente las condiciones que se requieren para que opere la compensación (por ejemplo pueden
pactar que compensaran automáticamente todos los débitos de cierto monto, o todos los débitos que tienen por
objeto cosas de un cierto tipo); al momento en el que los créditos y débitos vendrían a coexistir con las
características que las partes han determinado, se verificará la compensación, que tendrán efecto ex nunc”:
FRANCESCHETTI, Paolo y MARASCA, Massimo. “L’obbligazione altermativa”. En: Le obbligazioni. Maggioli editore,
2008, p. 357-358
9 “La idea de la compensación voluntaria como una remisión recíproca no puede ser compartida en cuanto que las
partes no renuncian gratuitamente a sus derechos. Por tanto, es inapropiado la referencia a la dación en pago
porque esta se caracteriza por la ejecución de una prestación que se sustituye a la originaria, mientras el efecto
extintivo de la compensación no presupone la ejecución de una prestación. A la compensación es extraña la
problemática de la invalidez del cumplimiento, de los remedios del acreedor contra los vicios de la prestación, del
recupero de la originaria pretensión creditoria. Por el contrario, podría suceder que un crédito sea resuelto o
5
voluntaria no exige cumplir los requisitos previstos por la ley para la compensación legal, en
tanto que prima, ante todo, la voluntad de las partes plasmada en el contrato. En tal sentido “la
extinción de las recíprocas obligaciones se regula por el contrato, mientras la disciplina legal
establecida para la compensación es aplicable en cuanto ella no haya sido derogada por las
partes. En particular, para saber en qué momento se determina el efecto extintivo resulta
necesario interpretar el acuerdo de las partes. A falta de una diversa indicación, tal efecto debe
entenderse producido inmediatamente desde el momento en el cual llegan a existir las
condiciones previstas por las partes para la compensación, si se trata de un pacto de
compensación futura10”.
En ese sentido, pueden ser compensados, por ejemplo, dos créditos ilíquidos o dos créditos
inexigibles11. No obstante, los requisitos de reciprocidad y certeza de las obligaciones resultan
necesarios: El requisito de la reciprocidad de los débitos y créditos por motivos intuitivos y el
requisito de la certeza, porque de lo contrario, nos encontraríamos frente a un supuesto de
transacción12.
Sin embargo, “alguna duda se ha manifestado en relación a la posibilidad de compensar dos
créditos ilíquidos. Aquí la duda no concierne a la posibilidad de un acuerdo de este tipo, sino al
hecho de que en tal situación nos encontraríamos fuera de los alcances de la compensación: si
los débitos no son líquidos, se ha dicho, la compensación asumiría naturaleza aleatoria, dado
que las partes no podrían conocer el monto efectivo de sus créditos recíprocos y entonces
podrían económicamente reemplazar o ganar.
La compensación voluntaria también se puede verificar por decisión unilateral de una de las
partes de compensar, siempre que se cumplan los requisitos que exige la ley. Así lo ha dispuesto
el artículo 1288 del Código Civil: Por la compensación se extinguen las obligaciones recíprocas,
líquidas, exigibles y de prestaciones fungibles y homogéneas, hasta donde respectivamente
alcancen, desde que hayan sido opuestas la una a la otra. La compensación no opera cuando
el acreedor y el deudor la excluyen de común acuerdo.
Nótese que la norma establece la necesidad de que una parte oponga la compensación a su
favor, de modo que la misma solo procede a petición de parte, y no puede ser declarada de
oficio por el juez. En ese sentido, podemos señalar que nuestro Código no ha seguido la posición
del legislador francés en el sentido de que la compensación opera por el simple ministerio de la
ley: En nuestro sistema jurídico se excluye la compensación legal.
devenga en inexistente por nulidad o anulabilidad del título. En tales casos, no se verifica o viene a menos el efecto
extintivo de la compensación, y el crédito contrapuesto deberá entonces ser pagado”: BIANCA, Massimo. Diritto
Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., p. 511
10 BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., p. 510
11 “Es esta una figura que puede asumir relevancia con respecto a los débitos y créditos de cualquier naturaleza: no
homogéneos entre sí (un débito de dinero puede compensarse con una obligación de hacer); infungibles (el débito
de pintar un cuadro puede compensarse con la obligación de entrega de antigüedades); no líquidos (el débito que
nace de un hecho ilícito puede compensarse con el precio de una compraventa confiada a un árbitro); no exigibles
(un débito no vencido puede compensarse con un crédito futuro)”: BRECCIA, Umberto. “Le obbligazioni”. En:
Trattato di Diritto Privato. A cura de Giovanni Iudica y Paolo Zatti, Milano: Giuffrè. 1991, p. 723
12 FRANCESCHETTI, Paolo y MARASCA, Massimo. “L’obbligazione altermativa”. En: Le obbligazioni. Maggioli
editore, 2008, p. 357
2. LA COMPENSACIÓN LEGAL
La compensación legal es aquella que se verifica por ministerio de la ley, sin necesidad de un
acuerdo previo de las partes, trayendo consigo la extinción de las obligaciones hasta la
concurrencia de sus valores. Existen dos sistemas diferentes en la compensación legal: aquella
que opera ope legis y la que requiere un acto de oposición de una de las partes. El primer
sistema es el recogido en ordenamientos jurídico contemporáneos como el francés y el español.
En estos sistemas la compensación opera por ministerio de la ley, sin necesidad de un acto de
oposición. Basta con que se cumplan los requisitos de reciprocidad, exigibilidad, exigibilidad,
liquidez y fungibilidad de dos obligaciones entre acreedor y deudor, para que la ley las declare
compensadas.
El segundo sistema es el recogido en ordenamientos jurídicos como el italiano. En este sistema,
aparte de los requisitos mencionados anteriormente (reciprocidad, exigibilidad, exigibilidad,
liquidez y fungibilidad), resulta necesario un acto de oposición de la parte, para que la ley declare
compensadas a las obligaciones: Si ese acto de oposición, las obligaciones se mantienen
vigentes, debiendo, por consiguiente, las partes cumplir con sus obligaciones. Así el artículo
1241 del Códice establece que la compensación extingue las deudas desde el día de su
coexistencia. El juez no puede declararla de oficio.
Nuestro ordenamiento jurídico ha adoptado este último sistema, pues el artículo 1288 establece
la necesariedad de la oposición de una parte frente a la otra. Por consiguiente, en nuestro medio,
la compensación no opera por ministerio de la ley, en tanto que se requiere como un requisito
indispensable la oposición.
Generalmente el acto de oposición se presenta en un proceso judicial o arbitral (a modo de
contestación), debiendo aclararse que en este supuesto, el pronunciamiento del juez es, por
tanto, meramente declarativa, resultando ser un acto de mera declaración que extingue créditos
recíprocos desde el momento de su coexistencia13.
3. LA COMPENSACIÓN JUDICIAL
La compensación judicial14 es aquella que se verifica en virtud del pronunciamiento del
magistrado, requiriendo para su eficacia, por tanto, la emisión de una sentencia. Ahora bien, para
que proceda la compensación judicial no se requiere que estén presentes todos los requisitos
previstos por la ley (liquidez, exigibilidad, homogeneidad y fungibilidad), en tanto que podría faltar
uno de ellos: la liquidez, siempre que su monto sea de fácil liquidación por el juez. Sobre el
particular el Código Civil italiano en el artículo 1243, 2º párrafo establece lo siguiente: “Si la
deuda opuesta en compensación no es líquida, pero de fácil y rápida liquidación, el juez puede
CARON, Alessandra. “Compensazione”. En: Il Diritto. Enciclopedia Giuridica Del Sole 24 Ore, diretta da Prof. Avv.
Salvatore Patti. Volume 3. Prima edizione, ottobre 2007, p. 372
14 “La compensación judicial es actuada por el juez cuando los dos débitos son homogéneos y exigibles, pero uno
de los dos no es líquido (por ejemplo, el débito del resarcimiento del daño por incumplimiento o por hecho ilícito, aún
no determinada en su exacto monto). El juez, si lo considera de fácil y pronta liquidación, puede declarar la
compensación por aquella parte del débito que le aparece ciertamente como existente o, previa liquidación, por su
totalidad”: GALGANO, Francesco. “Le obbligazioni in generale. Il contratto in generale. I singoli contratti”. En:
Trattato di Diritto Civile. Volume secondo, seconda edizione accresciuta, Cedam, 2010, p. 103
13
declarar la compensación en cuanto a la parte de la deuda que reconoce existente, y puede
también suspender la condena por el crédito ilíquido hasta la verificación del crédito opuesto en
compensación”
Así “en la compensación judicial el crédito debe ser cierto y exigible, pero puede faltar el requisito
de la liquidez; el juez, en efecto, puede declarar la compensación cuando el crédito opuesto en
liquidación no sea líquido, sino sea de fácil y pronta liquidación. Se discute si puede faltar el
requisito de la homogeneidad. Se entiende, por parte de la jurisprudencia, que tal requisito no
pueda faltar, sino deba ser entendido en sentido no restrictivo; por ejemplo, un crédito de dinero
podrá ser compensado con un crédito de cosas, siempre que resulte del tarifario o de la lista de
precios15”.
En ese mismo sentido se ha dicho: “La compensación judicial se asemeja a la compensación
legal en los presupuestos de homogeneidad y de exigibilidad; no se requiere el requisito de la
liquidez, siempre que el débito opuesto en compensación sea de “fácil y pronta liquidación”, de
manera que el juez pueda determinar fácilmente el monto; el tal caso el juez podría declarar la
compensación para la parte del débito que reconoce existente y podría también suspender la
condena para el crédito líquido hasta determinar el monto del crédito opuesto en
compensación16”
En la compensación judicial la liquidez se establece por el juez en el curso del proceso. En este
caso, la sentencia tiene valor constitutivo17, porque determina la producción de los efectos sobre
los créditos. Por tanto, ella no tiene eficacia retroactiva, sino opera ex nunc, con la consecuencia
de que los débitos no se extinguen desde el momento de su coexistencia18.
V.
LOS PRESUPUESTOS DE LA COMPENSACIÓN LEGAL
El primer párrafo del artículo 1288 del Código Civil señala que por la compensación se extinguen
las obligaciones recíprocas, líquidas, exigibles y de prestaciones fungibles y homogéneas, hasta
donde respectivamente alcancen, desde que hayan sido opuestas la una a la otra. Nótese que la
norma señala que resulta necesario la oposición para que las obligaciones se consideren
compensadas. En atención a lo señalado en el dispositivo normativo, resulta crucial saber en qué
consisten cada uno de los requisitos mencionados para una mejor comprensión de la misma.
1. RECIPROCIDAD
FRANCESCHETTI, Paolo y MARASCA, Massimo. “L’obbligazione altermativa”. En: Le obbligazioni. Maggioli
editore, 2008, p. 357-358
16 BRECCIA, Umberto. “Le obbligazioni”. En: Trattato di Diritto Privato. A cura de Giovanni Iudica y Paolo Zatti,
Milano: Giuffrè. 1991, p. 726
17 “La declaración judicial de la compensación tiene naturaleza constitutiva. Esta tiene efecto desde el momento de
la sentencia o del pronunciamiento provisorio por la parte que es objeto de ella”: BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4.
L’obbligazione. Op. Cit., p. 507
18 CARON, Alessandra. “Compensazione”. En: Il Diritto. Enciclopedia Giuridica Del Sole 24 Ore, diretta da Prof. Avv.
Salvatore Patti. Volume 3. Prima edizione, ottobre 2007, p. 374
15
Para que proceda la compensación se requiere que existan dos partes recíprocamente
acreedoras y deudoras entre sí, de modo que cada una de las partes sea al mismo tiempo
deudora y acreedora de la otra.
En tal sentido, la reciprocidad importa que entre los mismos créditos y débitos existan los
mismos sujetos, quienes son acreedor y deudor del otro. Ahora bien, una pregunta que surge es
la siguiente ¿Las obligaciones que se pretenden compensar deben originarse en virtud de un
contrato con prestaciones reciprocas? La respuesta resulta negativa. De hecho, no importa la
fuente de donde provengan las obligaciones, en tanto que si se verifica la existencia de créditos
y débitos entre los mismos sujetos, opera la compensación. En ese sentido, las obligaciones
podrían provenir de una misma fuente (contrato) o de fuentes distintas.
Por tanto, debe quedar claro que la reciprocidad a la que alude la norma, no hace referencia al
contrato con prestaciones reciprocas, sino a la existencia de créditos y deudas entre los mismos
sujetos, no importando la fuente de donde provenga, pudiendo ser un mismo título o distintos
títulos.
La exigencia de que solo se pueden compensar deudas recíprocas que pertenecen mutuamente
al acreedor y al deudor, importa la exclusión de compensar deudas que pertenecen a terceros.
En ese sentido, el deudor principal no podría oponer a su acreedor la compensación, lo que el
acreedor deba al fiador. Téngase en cuenta que el deudor ostenta una deuda personal con su
acreedor, y el fiador ninguna, en tanto que solo es un garante, no pudiendo el deudor disponer,
por tanto, del crédito que pertenece a éste último.
Asimismo, los deudores de una sociedad (o persona jurídica en general) no pueden oponer la
compensación a su favor con los créditos que tengan contra uno de los socios. Téngase en
cuenta que la sociedad es un sujeto de derecho distinto a sus miembros, por ende, las deudas
que tiene la primera con terceros, en nada afecta la esfera jurídica de los segundos. En tal
sentido, el crédito particular que tiene un acreedor con la sociedad no puede ser compensado
con la deuda que asume frente a un socio.
En ese mismo sentido, las deudas de la sociedad conyugal no pueden ser compensadas con el
crédito particular que tuviera el deudor contra uno de los cónyuges. Téngase en cuenta que la
sociedad conyugal y el cónyuge son sujetos distintos, por ende, el crédito o la deuda que tenga
una no afecta en nada el crédito o la deuda de la otra.
En mandatario requerido para que cumpla su deuda, no puede oponer la compensación la deuda
que su acreedor ostenta contra el mandante. En este caso, falta el presupuesto básico de que
las dos partes por derecho propio sean acreedoras y deudoras.
EXCEPCIONES AL PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD
Ya habíamos señalado que un presupuesto necesario de la compensación es la presencia de
dos personas (físicas o jurídicas) obligadas una frente a la otra en posición de reciprocidad, en
el sentido de que deban estar representadas por dos centros de intereses diversos. Por
consiguiente, solo los obligados principales podrían oponer la compensación a su favor, no
pudiendo hacerlos otros sujetos
No obstante, existen casos excepcionales en donde la compensación no necesariamente deba
ser opuesta por el obligado principal. Así el artículo 1219 del CC establece que “El garante
puede oponer la compensación de lo que el acreedor deba al deudor”. Nótese que la norma
establece que el garante, que no es un obligado principal, pueda oponer la compensación a su
favor. La justificación de la norma resulta clara: el garante es un sujeto que no puede ser
obligado más de lo que el principal deba, por ende, se encuentra en la posibilidad de actuar
todos los mecanismos posibles (defensas) dispuestas a favor del obligado principal. En tal
sentido, si el obligado principal pudiese oponer la compensación a su favor, el garante tendría
también todo el derecho de oponer la compensación
2. LIQUIDEZ19
Las obligaciones que se pretenden compensar deben ser liquidas, es decir, deben existir con
certeza, de modo que sea determinada o determinable la cuantía de su objeto. La justificación de
tal premisa es que resulta indispensable saber en qué consisten ambas obligaciones y el monto
de su objeto, a fin de conocer cuánto se podría compensar.
En ese sentido, no se pueden compensar obligaciones inciertas, es decir, aquellas que no se
pueden determinar con certeza su existencia y cuantía. Piénsese en las obligaciones que se
discuten en un proceso judicial o arbitral (litigio), en donde la determinación de su cuantía
depende de una sentencia o laudo arbitral, respectivamente. Por ejemplo, una deuda ilíquida es
la obligación resarcitoria, en tanto que para su procedencia tendría que demostrarse todos sus
elementos: el factor de atribución, la causalidad, el daño, la imputabilidad20.
En ese sentido se ha dicho que “el débito es líquido, precisamente, cuando su monto es
determinado o determinable mediante una mera operación aritmética. La incerteza del monto del
débito impide la compensación legal, en tanto que hace incierta la medida en virtud del cual, las
recíprocas posiciones creditorias deban extinguirse. La no liquidez no implica aun incerteza
sobre el título de la obligación y no impide, por tanto, que la compensación sea dispuesta por el
juez (compensación judicial)21”
3. EXIGIBILIDAD
Las obligaciones que se pretenden compensar deben ser exigibles, es decir, no deben provenir
de un título (contrato) que contenga a un plazo o condición suspensiva, a menos que el término
se haya vencido, situación que convierten en exigibles los créditos. Asimismo una pretensión es
La liquidez supone certeza de la obligación: “La compensación legal, presupone la certeza de ambos créditos, en
el sentido que debe tratarse de relaciones no condicionales, precisamente, de relaciones que no se originan en
virtud de negocios sometidos a condición suspensiva. Certeza también quiere decir determinación de la relación, en
relación a los titulares de la obligación o en relación al objeto: debe tratarse de relaciones cuya determinación no se
realice en función al ejercicio de poderes discrecionales o de factores objetivamente inciertos”: BIANCA, Massimo.
Diritto Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., p. 484
20 “No es líquido, por ejemplo, el crédito de la víctima de un accidente de tránsito, siempre que su daño no se haya
traducido en cifras de una sentencia o de un acuerdo con el responsable. Por el contrario, es líquido el crédito
expresado en cifras, y también el crédito de una suma determinable con operaciones meramente aritméticas”:
TRIMARCHI, Pietro. Istituzioni di diritto privato. 12a. ed., Giuffrè Editore, Milano, 1998, p. 399
21 BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., p. 485
19
exigible cuando no existan otros impedimentos jurídicos del ejercicio de la pretensión crediticia22.
En ese sentido se ha dicho: “La simple “coexistencia” de los débitos recíprocos, fundados sobre
títulos distintos, no es suficiente: si los débitos existen, pero no son exigibles, no se puede
pretender el cumplimiento; pues aún falta uno de los presupuestos de aplicación de la
compensación legal”23.
En ese sentido, no se podrían compensar obligaciones naturales en tanto que en ellas hace falta
la pretensión o exigibilidad. Téngase en cuenta que la exigibilidad solo es un requisito para la
procedencia de la compensación legal, mas no en la compensación voluntaria, de manera que
en este último supuesto si procede la compensación frente a obligaciones naturales.
En ese sentido se ha dicho: “Parte de la doctrina excluye la compensación en las obligaciones
naturales en tanto que la obligación natural no puede producir otros efectos que los de la solutio
retendi, por consiguiente, hasta que no se haya realizado el pago espontáneo, la obligación
natural debe considerarse inexistente y no podría presentar vicisitudes que la afectan. Por el
contrario, se ha dicho que debe negarse que pueda operar la compensación legal entre una
obligación legal y natural, pero no existen motivos para negar que sea posible en la
compensación voluntaria. En efecto, en la obligación natural falta la característica de la
coercibilidad (consecuentemente de la exigibilidad) y no se cumplen los requisitos previstos por
el artículo 1243, primer párrafo del Cod. Italiano. No obstante, los sujetos podrían establecer que
la compensación se produzca fuera de los requisitos legales, y entonces, podría faltar el requisito
de la exigibilidad. Por otra parte, se ha dicho que no existe razón suficiente para un resultado
que podría igualmente lograrse con un acuerdo espontaneo de las partes (Perlingieri). Por el
contrario, debe excluirse que las partes puedan pactar preventivamente la compensación de una
obligación natural futura”24.
En ese mismo sentido se ha dicho “resulta evidente que la compensación voluntaria puede
extinguir una obligación ya sea una obligación natural y una obligación civil, ya sea dos
obligaciones naturales”25.
4. FUNGIBILIDAD
Las obligaciones deben ser fungibles, esto es, deben pertenecer a un género y calidad, de modo
que sean susceptibles de reemplazarse unos por otros. No obstante, para que opere la
compensación se requiere que la prestación no sea fungible por sí misma, sino frente a la otra
“La compensación supone que los débitos sean exigibles, es decir, que se haya vencido el término para el pago y
que no subsistan otros impedimentos jurídicos para el ejercicio de la pretensión creditoria. Si el término se ha
vencido, la dilación acordada gratuitamente por el acreedor no es un obstáculo para la compensación. En tal sentido
encuentra aplicación una regla tradicional, guiada por la necesidad de evitar un perjuicio abusivo a cargo del
concedente. El significado práctico de la dilación gratuita es en efecto normalmente un acto de tolerancia del
acreedor, en virtud del cual se abstiene provisoriamente de exigir el cumplimiento. Tal significado no excluye por
tanto que el acreedor pueda obtener ventajas del efecto extintivo de un medio diverso al pago, como la
compensación”: BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., pp. 485-486
23 BRECCIA, Umberto. “Le obbligazioni”. En: Trattato di Diritto Privato. A cura de Giovanni Iudica y Paolo Zatti,
Milano: Giuffrè. 1991, p. 725
24 FRANCESCHETTI, Paolo y MARASCA, Massimo. “L’obbligazione altermativa”. En: Le obbligazioni. Maggioli
editore, 2008, pp. 359-360
25 NOBILI, Chiara. Le Obbligazioni: Manuale e applicazioni pratiche dalle lezioni di Guido Capozzi, seconda edizione,
giuffrè, 2011, p. 192
22
prestación que se pretende compensar, de modo que entre el acreedor y deudor, las
prestaciones sean recíprocamente intercambiables, la una con la otra.
Piénsese en la compensación entre dinero con dinero, café con café, o trigo con trigo. No
obstante, no se podría intercambiar, manzanas con café, porque estos bienes no son fungibles
entre sí.
La fungibilidad solo se presenta en los bienes muebles, y no en los bienes inmuebles, pues estos
últimos no son intercambiables, salvo que por un acuerdo contractual, se realice algo distinto. De
hecho, el bien inmueble, por su naturaleza nunca podría pertenecer a un género, ya que existe
una necesidad de que estén plenamente ciertos.
El dinero es el bien fungible por excelencia, tanto así que en nuestra realidad la compensación
opera normalmente entre obligaciones con dinero.
5. HOMOGENEIDAD
La homogeneidad importa que las prestaciones sean de idéntica naturaleza, es decir, que
consistan ambas deudas en una cantidad de dinero o que siendo fungibles las cosas debidas,
sean de la misma especie o de la misma cantidad.
En tal sentido, se pueden compensar por ser prestaciones homogéneas dinero con dinero, arroz
con arroz y azúcar con azúcar. No obstante, no se pueden compensar aquellas prestaciones que
sean de diversa naturaleza, es decir, dinero con arroz, o arroz con azúcar, por más que tengan el
mismo valor económico.
De hecho, “la compensación opera entre débitos pecuniarios del mismo valor, o pagados en el
mismo valor. Los débitos también pueden ser no pecuniarios, siempre que tengan como objeto
prestaciones fungibles del mismo género o de la misma calidad”26.
VI.
EFECTOS DE LA COMPENSACIÓN
Mediante la compensación se busca extinguir las deudas que una parte tiene frente a la otra, en
su calidad de acreedor y deudora al mismo tiempo. Me parece que en este punto, resulta
necesario distinguir tres escenarios: la compensación legal, la compensación voluntaria y la
compensación judicial, en tanto que las mismas presentan consecuencias jurídicas de diversa
índole.
Respecto del primer escenario debemos precisar que el artículo 1288 señala que la
compensación extingue las obligaciones desde el momento que hayan sido opuestas la una a la
otra. En ese sentido, solo si la parte opone unilateralmente la compensación frente a la otra,
surge el efecto extintivo de las obligaciones, siempre y cuando se hayan cumplido los requisitos
previstos por la ley. De lo contrario, si no se opone la compensación, las obligaciones deben
cumplirse en el modo normal, correlativamente, cada parte puede, al mismo tiempo, exigir el
cumplimiento de las mismas.
26
BIANCA, Massimo. Diritto Civile 4. L’obbligazione. Op. Cit., p. 484
En tal sentido “en virtud de la compensación las obligaciones se extinguen hasta la concurrencia
de los débitos. Esto significa que, en el caso donde las deudas reciprocas sean de un monto
idéntico, ellas se extinguen en su totalidad (compensación total), mientras en el caso donde los
importes debidos por las partes sean diferentes, las obligaciones se extinguen solo en parte, con
supervivencia del mayor crédito (compensación parcial)”27.
En virtud de estas consideraciones, podemos señalar que el legislador peruano se ha apartado
de los modelos imperantes en otros ordenamientos jurídicos, en donde la compensación, para su
eficacia, no requiere ser opuesta, pues ella opera ope legis, es decir, con el simple cumplimiento
de los requisitos previstos por la ley. Basta con que se cumplan los requisitos de exigibilidad,
fungibilidad, homogeneidad, reciprocidad para que las obligaciones se consideren extinguidas,
sin necesidad de una oposición. Es el modelo adoptado por el BGB y el Code francés.
Ahora bien, situación distinta se presenta con la compensación bilateral, es decir, aquella que se
origina en virtud de un contrato (segundo escenario). En esta el efecto extintivo de las
obligaciones no depende mucho de la oposición de la compensación que una parte realice frente
a la otra, sino primordialmente del acuerdo contractual de los privados. Solo si las partes no han
establecido nada sobre el particular, entonces debe considerarse que se requiere la oposición
para que proceda la compensación.
En la compensación judicial (tercer escenario), el efecto extintivo depende más que todo del
pronunciamiento del magistrado. Por tanto, la extinción de las obligaciones se presenta desde la
emisión de la sentencia siendo ella, por consiguiente, ella es constitutiva.
Otra cuestión que merece atención es la retroactividad de la compensación 28. En nuestro
ordenamiento jurídico, la compensación no es retroactiva, es decir, sus efectos no se retrotraen
al momento de la coexistencia de ambas deudas, en tanto que la misma opera desde el
momento en una de las partes opone a su favor la compensación. Las consecuencias de que
nuestro legislador haya establecido la irretroactividad de la compensación son relevantes: los
intereses que se devengan durante ese lapso de tiempo deberán ser reintegradas por el deudor,
la prescripción sigue produciendo sus efectos, la mora sigue produciéndose, etc.
VII.
EXCLUSIÓN CONVENCIONAL DE LA COMPENSACIÓN
La compensación funciona como un medio extintivo de obligaciones. Así como las partes pueden
hacer uso de ellas ya sea a través del contrato (compensación voluntaria) ya sea a través del
ejercicio de la carga (compensación legal), también podrían renunciar a ella anticipadamente. Si
las partes de común acuerdo deciden excluir la compensación, no cabe duda que nos
encontramos frente a un negocio jurídico bilateral. Así, el último párrafo del artículo 1288
establece que la compensación no opera cuando el acreedor y el deudor la excluyen de común
CARON, Alessandra. “Compensazione”. En: Il Diritto. Enciclopedia Giuridica Del Sole 24 Ore, diretta da Prof. Avv.
Salvatore Patti. Volume 3. Prima edizione, ottobre 2007, p. 370
28 Situación distinta se presenta en el Código Civil italiano: La compensación extingue las dos deudas desde el día
de su coexistencia. El juez no puede señalarla de oficio (Artículo 1242, 1º)
27
acuerdo. Por el contrario, si el sujeto legitimado para compensar no cumple con la carga,
entonces simplemente nos encontramos frente a un negocio jurídico unilateral.
Sobre el particular se ha dicho que “la renuncia a la compensación es un negocio jurídico que
puede tener estructura unilateral o bilateral, puede ser efectuado antes de que opere la
compensación o también en un momento sucesivo, pero en cualquier caso, después del
surgimiento del crédito, ya que de otra manera, faltaría el objeto mismo del negocio. La renuncia
puede ser efectuada en forma expresa o tácita, en éste último caso deberá verificarse en virtud
de un comportamiento concluyente, que sea inequívoco”29.
VIII.
LA COMPENSACIÓN Y LA CESIÓN DE CRÉDITOS
Así como los bienes inmuebles pueden ser transferidos de un sujeto a favor de otro, de igual
manera, los créditos también pueden ser transferidos de un titular a favor de otro. En ese
sentido, juega un rol preponderante la cesión de créditos. La cesión de créditos es un negocio
jurídico unilateral en virtud del cual el cedente (transmitente o enajenante) transfiere su crédito a
favor de otro llamado cesionario, para que éste último pueda ejercer todos los mecanismos
legales a su disposición a fin de satisfacer su crédito. Ahora bien, el negocio jurídico así
celebrado no involucra solo a las partes (cedente y cesionario), pues también resulta relevante la
posición del deudor (cedido), puesto que él se encargará de llevar a cabo el acto de
cumplimiento. De ahí la necesidad de que éste último sea notificado con el acto de cesión de
créditos: sin la notificación la cesión solo es válida pero no surte sus efectos frente al deudor
cedido. Solo a partir de la notificación, la cesión de créditos adquiere eficacia.
Cabe recalcar que con la cesión de créditos solo se transmite el lado activo de la obligación. Por
consiguiente, el deudor sigue manteniendo su misma posición jurídica, debiendo, en
consecuencia, cumplir con su obligación en el lugar y plazo convenidos. Para el deudor, la
cesión de créditos crea una nueva situación. De hecho, a partir de la cesión, el deudor ya no se
encontrará obligado a cumplir su obligación frente al cedente (acreedor originario),
correlativamente, éste último ya no podría exigir el cumplimiento de la obligación, sino frente al
cesionario (nuevo acreedor), quien se encuentra legitimado, asimismo, para exigir el
cumplimiento de la misma: a partir de la cesión de créditos los nuevos titulares de la obligación
son el cesionario y el deudor.
En el campo de la compensación la cesión de créditos resulta relevante. Como habíamos
afirmado en líneas anteriores, la compensación requiere un requisito importante para su
verificación: las deudas que se pretenden compensar deben ser reciprocas, esto es, deben
pertenecer correlativamente a dos partes que son acreedoras y deudoras al mismo tiempo. Solo
si A es acreedor y, al mismo tiempo, deudor de B, se pueden compensar sus deudas. Ahora
bien, supuesto particular se presenta cuando el acreedor transfiere su crédito a favor de otro
sujeto.
FRANCESCHETTI, Paolo y MARASCA, Massimo. “L’obbligazione altermativa”. En: Le obbligazioni. Maggioli
editore, 2008, p. 365
29
En tal situación, si se verifica la cesión de créditos, el deudor solo podrá compensar su deuda
frente al nuevo acreedor (cesionario), en tanto que éste último es el nuevo titular. Problema
mayor se presenta cuando el deudor cedido pretende oponer la compensación frente al acreedor
originario (cedente) pese a la verificación de la cesión de créditos. La problemática planteada es
resuelta por el artículo 1292 del Código Civil que señala lo siguiente: “El deudor que ha
consentido que el acreedor ceda su derecho a un tercero, no puede oponer a éste la
compensación que hubiera podido oponer al cedente”.
Nótese que la norma es bien clara cuando establece que el deudor no puede oponer la
compensación frente al cedente, ya que ésta solo podría ser oponible frente al cesionario.
IX.
PLURALIDAD DE DEUDAS COMPENSABLES
Podría suceder que un mismo sujeto sea titular de varias deudas idóneas para efectuar la
compensación frente a otra, que también es su deudora. La pregunta que surge es la siguiente:
¿Cuál de las deudas debemos tomar en cuenta para la compensación? Desde ya debemos
manifestar que la problemática planteada no presenta mayores problemas respecto de la
compensación voluntaria o bilateral, en tanto que aquí prima la voluntad de las partes plasmada
en el contrato. Por consiguiente, para tal fin, deberá tomarse en cuenta lo previsto por las partes.
No obstante, la problemática continúa si las partes no han previsto nada sobre el particular o si
nos encontramos frente a un supuesto de compensación legal.
Sobre el particular, nuestro Código Civil señala lo siguiente en el artículo 1293: “Cuando una
persona tuviera respecto de otra varias deudas compensables, y no manifestara al oponer la
compensación a cuál la imputa, se observarán las disposiciones del artículo 125930”
Código Civil peruano. Artículo 1259: No expresándose a qué deuda debe hacerse la imputación, se aplica el pago
a la menos garantizada; entre varias deudas igualmente garantizadas, a la más onerosa para el deudor; y entre
varias deudas igualmente garantizadas y onerosas, a la más antigua. Si estas reglas no pueden aplicarse, la
imputación se hará proporcionalmente”.
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