A. y S. t. 236 p. 16-21 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

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Reg.: A y S t 236 p 16-21.
En la ciudad de Santa Fe, a los seis días del mes de abril del año dos mil diez, se reunieron
en acuerdo los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, doctores Daniel
Aníbal Erbetta, María Angélica Gastaldi, Mario Luis Netri y Eduardo Guillermo Spuler, con la
presidencia del titular doctor Rafael Francisco Gutiérrez, a fin de dictar sentencia en los autos
caratulados "HERRERA, Julio José contra QUILICI, José Luis y otros -Daños y Perjuiciossobre RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. C.S.J. N° 24, año 2008). Se resolvió
someter a decisión las siguientes cuestiones: PRIMERA: ¿es admisible el recurso interpuesto?
SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente? TERCERA: en consecuencia, ¿qué resolución
corresponde dictar? Asimismo, se emitieron los votos en el orden en que realizaron el estudio de
la causa, o sea, doctores: Netri, Gastaldi, Erbetta, Spuler y Gutiérrez.
A la primera cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo:
Mediante resolución 539 del 28.11.2007, la Sala Cuarta de la Cámara de Apelación en lo
Civil y Comercial de Rosario concedió parcialmente el recurso de inconstitucionalidad interpuesto
por la aseguradora citada en garantía (Protección Mutual Transporte Público de Pasajeros) contra
el auto dictado por esa Sala -integrada- que resolviera rechazar la apelación y confirmar la
resolución por la cual no se había hecho lugar a la impugnación de planilla articulada por ella.
En el examen de admisibilidad que impone el artículo 11 de la ley 7055, efectuado con los
principales a la vista, encuentro satisfechos los recaudos formales de la impugnación y el planteo
esbozado por la recurrente ostenta entidad constitucional suficiente para operar la apertura de
esta instancia extraordinaria.
Voto, pues, por la afirmativa.
A la misma cuestión, la señora Ministra doctora Gastaldi, los señores Ministros doctores
Erbetta y Spuler y el señor Presidente doctor Gutiérrez expresaron idéntico fundamento al vertido
por el señor Ministro doctor Netri y votaron en igual sentido.
A la segunda cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo:
1. Corresponde reseñar sucintamente aquellos aspectos del caso que son conducentes a la
resolución del recurso ahora en análisis:
1.1. Julio José Herrera inició juicio por daños y perjuicios contra la Empresa de Transporte
Urbano de Pasajeros Zona Sud y/o U.T.E. Martín Fierro (línea 146) y/o propietario y/o guardián del
colectivo, por los daños sufridos como consecuencia de haber caído del colectivo que reanudó la
marcha mientras él trataba de descender, estimando el monto reclamado en $29.640
correspondiente a los rubros gastos de traslados y farmacéuticos, daños físicos, lesión estética,
daño moral y daño psicológico.
Asimismo, habiéndose citado en garantía a "Protección Mutual Seguros del Transporte
Urbano de Pasajeros", ésta solicitó su declinación oponiendo defensa de "no seguro" o de
"inexistencia de seguro" que la vinculara ni con el demandado ni con el rodado que se dice
conducido en el siniestro en cuestión, contestando subsidiariamente la demanda y solicitando su
rechazo y negando todos los hechos, el derecho y la documental no reconocida.
A su turno también los demandados contestaron negando los hechos, derecho y
documental, alegando la falta de culpabilidad del conductor del colectivo.
El actor solicitó el rechazo de la excepción opuesta por la citada en garantía asegurando
que al momento de presentar el reclamo el seguro de transporte era prestado por la codemandada.
La citada en garantía afirmó, por su parte, que al momento del hecho el demandado no se
encontraba asegurado en "Protección Mutual" en virtud del endoso que anulaba la póliza y que, a
todo evento, el contrato de seguros preveía una franquicia de $40.000 a cargo del tomador, la cual
había sido impuesta por resolución de la Superintendencia de Seguros de la Nación, a lo que no
hubo oposición sino que fue ratificada por la propia Municipalidad de Rosario, destacando que, en
caso de acogerse la demanda, el monto no superaría dicha cifra.
El Juez de primera instancia hizo lugar a la demanda condenando a los demandados José
Quilici y a la empresa de transporte demandada y, "solidariamente y en los términos convenidos
contractualmente", a la citada en garantía "Protección Mutual", a pagar al actor la suma de
$15.740 con más intereses del 8% anual hasta la sentencia y en adelante el doble de la tasa
pasiva promedio mensual vencida del Banco Central de la República Argentina y costas a la
vencida (arts. 251 C.P.C.y C. y 505 C.C.) (fs. 185/189v.).
1.2. Habiéndose practicado planilla por el actor, la citada en garantía la impugnó señalando
que, como la misma no superaba la suma de $40.000 establecida en la franquicia y la sentencia la
condenaba "en los términos establecidos contractualmente", no le era oponible; y, en relación a los
intereses, afirmó que se había incurrido en anatocismo al capitalizar los correspondientes al
período del 8%.
En lo que ahora es de interés, el Tribunal a quo rechazó la impugnación considerando que
la condena a la citada en garantía "en los términos convenidos contractualmente" jugaba en la
relación contractual asegurado-aseguradora, mas no frente a la víctima del hecho dañoso, siendo
inoponible frente a ésta, sin perjuicio de la facultad que le asistía de repetir lo pagado contra el
asegurado (fs. 281/284).
1.3. Apelado que fuera ese decisorio por la citada en garantía, la Sala lo confirmó,
declarando inoponible la franquicia inserta en el contrato de seguro de autotransporte de
pasajeros a la víctima de un accidente de tránsito (fs. 343/346).
2. Contra dicho pronunciamiento la compañía aseguradora "Protección Mutual" interpone
recurso de inconstitucionalidad por considerarlo arbitrario y violatorio del debido proceso (artículo
1, inciso 3, ley 7055).
El núcleo planteo impugnativo estriba en que el Tribunal se aparta sin ningún fundamento
de la jurisprudencia sentada por la Corte nacional sobre el tema en debate, puntualmente al caso
"Villarreal" del 29.8.2006 en el cual se dispuso que "...en el seguro de responsabilidad civil, la
franquicia pactada en la póliza es oponible al tercero damnificado..." (f. 352 v.).
3. Le asiste razón a la recurrente.
3.1. La cuestión constitucional traída a esta Corte refiere al tema de la oponibilidad frente a
la víctima de un accidente de tránsito de la franquicia contenida en el contrato de seguro de
autotransporte.
Sobre dicha materia este Tribunal ha tenido oportunidad de pronunciarse en la causa
"Molina" -que resuelve en el día de la fecha- donde se afirmó que la Corte nacional, en
Fallos:329:3488, al resolver la causa "Villarreal" (invocada por la aseguradora "Protección Mutual"
en estos autos como eje de su impugnación), el Alto Tribunal ha sostenido que: "asiste razón a la
recurente toda vez que el a quo, al decidir incluirla en la condena y consecuentemente desestimar
lo acordado entre el tomador y la aseguradora en cuanto a la franquicia, prescindió de lo dispuesto
en la ley 17418 que específicamente establece que la sentencia de condena contra el responsable
civil será ejecutable contra el asegurador 'en la medida del seguro' (art. 118, tercera parte) y de la
normativa dictada por la Superintendencia de Seguros de la Nación que prevé como cobertura
básica del seguro de responsabilidad civil de vehículos destinados al transporte público de
pasajeros una franquicia de $40.000 (Res. N° 25.429/97, Anexo II, cláusula 4), sustentando dicha
solución en la mera afirmación dogmática que ese descubierto viola lo dispuesto en el artículo 68
de la Ley de Transporte". Asimismo agregó que si bien el mencionado artículo 68 "impone la
obligación de asegurar todo automotor, acoplado o semiacoplado, deja a salvo las estipulaciones
de las condiciones del contrato a lo que fije la autoridad en materia aseguradora".
Dicho criterio de la Corte nacional no fue producto de una innovación o cambio
jurisprudencial al respecto, sino que había ya sido expuesto en precedentes por ella misma
citados en la mencionada causa (Fallos:313:988; 321:394 y el dictamen del Procurador en "Nieto,
Nicolasa del Valle c/ La Cabaña S.A. y otro").
Más aún, recientemente ha entendido en la causa "Cuello, Patricia D. c/ Lucena, Pedro"
(del 7.8.2007), pronunciamiento que si bien fue emitido con posterioridad al fallo de Cámara
sometido ahora al test de constitucionalidad, fue anterior al auto mediante el cual dicho Tribunal
concedió el presente recurso de inconstitucionalidad, y no viene sino a ratificar el criterio ya
sentado por la propia Corte en la causa "Villarreal" y sus similares en cuanto a la oponibilidad de la
franquicia.
Allí, el Máximo Tribunal nacional expresó que "la franquicia no es arbitraria ni
inconstitucional, ya que es un límite razonable del riesgo para las aseguradoras" agregando que el
deber del asegurado de responder por $40.000 es beneficioso para la víctima, porque con su
inclusión la empresa de transporte tomará todos los recaudos para evitar la producción del daño;
también resaltó que si la aseguradora tomase todo el riesgo, el asegurado no contaría con ningún
incentivo para actuar diligentemente y hacer todo lo que esté a su alcance para la evitación del
resultado.
En dicha causa la Corte nacional analizó las normas y principios que se hallaban en juego
efectuando una interpretación integral y armónica entre ellos. Así, considerando el artículo 68 de
la ley 24449, la resolución n° 25.429/1997 de la S.S.N., los artículos 109 y siguientes de la ley
17418 y diversos artículos del Código Civil (1137, 1195, 1197, 1199) concluyó en que "las reglas
de la responsabilidad civil y del seguro están asentadas sobre un delicado y complejo equilibrio...";
"...que los contratos tienen efectos entre las partes y no pueden beneficiar ni perjudicar a terceros,
salvo excepciones conocidas. Cuando se afirma que la víctima está perjudicada por la franquicia,
y ello la hace inoponible, se modifica una regla establecida en el derecho civil desde 1804...".
Finalmente y con remisión al artículo 118 de la ley 17418 en tanto prevé que la condena
contra el responsable civil será ejecutable contra el asegurador "en la medida del seguro",
concluyó que existiendo franquicia, el descubierto obligatorio es oponible al tercero damnificado y
la sentencia no podrá ser ejecutada contra la aseguradora sino en los límites de la contratación.
3.2. Esta reseña expuesta da cuenta que el planteo recursivo de la impugnante convence
de que esta doctrina judicial elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación subsume el
caso de autos impidiendo la confirmación del pronunciamiento impugnado.
Ello así en atención a que los fundamentos dados por el A quo para resolver, si bien
encontrarían apoyatura en criterios jurisprudenciales y doctrinarios orientados a proteger a la
víctima de un accidente, se enrolan en una postura totalmente contraria a la sostenida por la Corte
de la Nación en causas que ostentan similitud de hecho y de derecho.
Y si bien la Sala sostiene que esos precedentes de la Corte nacional, serían inaplicables en
la especie -en tanto consideró que el descubierto era irrazonable y desnaturalizaba la
obligatoriedad del seguro de responsabilidad exigido por la ley 24449-, lo cierto es que no ha
logrado desarrollar una fundamentación suficiente que denote que los criterios enunciados no
puedan proyectarse a la solución de autos.
En efecto, al expresar sus fundamentos en favor de la inoponibilidad de la franquicia
respecto de la víctima del accidente, el Tribunal echó mano de los siguientes argumentos: a) el
derecho como ordenamiento social justo debe privilegiar un criterio "solidarista" y la función social
del seguro; b) la fijación de un monto elevado para la franquicia conlleva a que la gran mayoría de
los daños queden a cargo de las empresas de transporte (debajo de $40.000); y c) la función del
contrato de seguro queda desnaturalizada porque se ven afectados los intereses de los
damnificados por accidentes, desvaneciéndose la garantía de una efectiva percepción de la
indemnización por daños.
Dichas cuestiones han sido suficientemente tratadas, analizadas y resueltas por la Corte
nacional en los precedentes referenciados, con lo que el Tribunal se ha apartado de la doctrina
constitucional, no brindando nuevos argumentos que así lo justifiquen, por lo que el
pronunciamiento impugnado debe ser anulado como acto jurisdiccional válido a tenor de la
doctrina de la arbitrariedad.
Una vez más corresponde recordar que la doctrina emergente de los pronunciamientos
dictados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en su carácter de intérprete y salvaguarda
final de la Constitución y de los derechos y garantías en ésta contenidos (Fallos:1:340; 301:778;
308:490; 311:2478; 316:2940; etc.), debe ser en principio acatada en razón de que no obstante
que ese Tribunal "sólo decide en los procesos concretos que le son sometidos y sus fallos no
resultan obligatorios para casos análogos, los jueces inferiores tienen el deber de conformar sus
decisiones a aquéllos" (Fallos:25:364; 212:51 y 160), toda vez que "por disposición de la
Constitución Nacional y de la correspondiente ley reglamentaria, la Corte Suprema tiene autoridad
definitiva para la justicia de la República (arts. 100, Constitución Nacional, y 14, ley 48;
Fallos:212:51).
(...) Este deber de los tribunales no importa la imposición de un puro y simple acatamiento
de la jurisprudencia de la Corte, sino el reconocimiento de la autoridad que la inviste y, en
consecuencia, la necesidad de controvertir sus argumentos cuando se aparten de dicha
jurisprudencia al resolver las causas sometidas a su juzgamiento (doctr. de Fallos:212:51)"
(Fallos:312:2007), de suerte tal que "carecen de fundamento las sentencias de los tribunales
inferiores que se apartan de los precedentes de la Corte sin aportar nuevos argumentos que
justifiquen modificar la posición adoptada por el Tribunal en su carácter de intérprete supremo de
la Constitución Nacional y de las leyes dictadas en su consecuencia" (Fallos:307:1094; en idéntico
sentido, 311:1644 y 2004; 316:221; 318:1476; 2060 y 2103; "Plan Rombo", agosto 12,1997; de
esta Corte, "Gutiérrez", A. y S., T. 119, pág. 119; "Vallejos", T. 119, pág. 483; "Parón", T. 120, pág.
374; "Dutto", T. 123, pág. 272; "Airasca", T. 139, pág. 22; "O.S.I.M.", T. 142, pág. 58; entre otros).
Voto, pues, por la afirmativa.
A la misma cuestión, la señora Ministra doctora Gastaldi dijo:
Creo necesario destacar, inicialmente, que el cúmulo de litigios suscitados por la cuantía de
la franquicia ($40.000), evidencia la infructuosa recurrencia de reclamaciones de los justiciables.
Circunstancia, ésta, a la que no se ha prestado debida atención por las autoridades públicas, con
perjuicio para los reclamantes, pero cuya solución no se encuentra en el marco del ejercicio de las
atribuciones jurisdiccionales involucradas en el "sub lite".
Sin perjuicio de ello, y por estricta
aplicación de las reglas y principios que rigen los contratos, adhiero a los pertinentes fundamentos
vertidos por el señor Ministro doctor Netri y a la solución que se propicia en consonancia con los
precedentes de la Corte nacional que se citan.
Las costas serán impuestas a la vencida (art. 12, ley 7055).
Voto, pues, por la afirmativa.
A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Erbetta dijo:
Habiéndose cuestionado la validez de tal respuesta jurisdiccional, el detenido examen de la
causa permite constatar que se debaten en el presente caso cuestiones análogas a las que fueran
materia de decisión por esta Corte in re "MOLINA, Marta Ángela contra BRAVO, José Eduardo y/u
otro -Declaratoria de Pobreza e Indemnización de Daños y Perjuicios- sobre RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. C.S.J. N° 207, año 2008) -que se resuelve en el día de la
fecha-, por lo que "brevitatis causae" corresponde remitir a las consideraciones que expusiera en
mi voto en dicha causa, a la luz de las cuales concluyo que la sentencia atacada reúne las
condiciones mínimas que son necesarias para satisfacer el derecho a la jurisdicción que acuerda
nuestra Carta Magna.
Voto, pues, por la negativa.
A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Spuler y el señor Presidente doctor Gutiérrez
expresaron idénticos fundamentos a los expuestos por el señor Ministro doctor Netri y votaron en
igual sentido.
A la tercera cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo:
Atento el resultado obtenido al tratar las cuestiones anteriores, corresponde declarar
procedente el recurso interpuesto y, en consecuencia, anular la resolución impugnada. Remitir los
autos al tribunal que corresponde a fin de que juzgue nuevamente la causa. Con costas al vencido
(art. 12, ley 7055).
A la misma cuestión, la señora Ministra doctora Gastaldi, los señores Ministros doctores
Erbetta y Spuler y el señor Presidente doctor Gutiérrez dijeron que la resolución que correspondía
dictar era la propuesta por el señor Ministro doctor Netri y votaron en igual sentido.
En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Corte Suprema de Justicia de la
Provincia RESOLVIÓ: Declarar procedente el recurso de inconstitucionalidad interpuesto y, en
consecuencia, anular la resolución impugnada. Remitir los autos al tribunal que corresponde a fin
de que juzgue nuevamente la causa. Con costas al vencido.
Registrarlo y hacerlo saber.
Con lo que concluyó el acto, firmando el señor Presidente y los señores Ministros por ante
mí, doy fe.
Fdo.: GUTIÉRREZ-ERBETTA-GASTALDI-NETRI-SPULER- Fernández Riestra (Secretaria)
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