La Palabra Israelita VIERNES 21 DE OCTUBRE DE 2005 11 Las enfermedades genéticas judías En el artículo anterior revisamos 10 de las denominadas "Enfermedades Genéticas Judías". Decíamos, también, que este nombre se debía a que estos males afectaban entre 20 y 100 veces más a los ashkenazíes que al resto de la población mundial. Comentamos, además, que a pesar de que no existe un listado oficial, son al menos 15 (más cuatro que afectan casi exclusivamente a los sefardíes) las condiciones que suelen reconocerse como tales, que la gran mayoría son de Herencia Autosómica Recesiva y que éstas pueden generarse debido a mutaciones de genes (Enfermedades Mendelianas) o a combinaciones específicas de ciertos factores genéticos. En esta segunda parte describiremos aquellos desórdenes que no siempre se incluyen en los listados "judíos", ya sea porque no son exclusivos del pueblo de Israel, no son fatales, son tratables o se requieren muchos estudios para determinar su incidencia en la comunidad judía. Además, al final expondré aquellas enfermedades relacionadas con los sefaradíes. Deficiencia del Factor XI Más conocida como Hemofilia C, la Deficiencia del Factor XI es una coagulopatía hereditaria poco frecuente. Este es un mal de Herencia Autosómica Recesiva cuyo gen está presente en uno de cada ocho a diez judíos ashkenazíes y uno en cada 190 manifiesta síntomas y molestias asociadas a esta dolencia comparado con uno en un millón en el resto de la población mundial. Como su nombre lo dice, el enfermo presenta una deficiencia del Factor XI, proteína que ayuda a la sangre a coagular y es activada por la Trombina, aumentando la tendencia del afectado a las magulladuras, al sangrado nasal o a sangrar con orina. A pesar de que esta enfermedad es considerada como leve, ella puede agravarse después de una cirugía, una extracción dental o una lesión. El diagnóstico de la deficiencia del factor XI se puede realizar de tres formas: a partir del estudio clínico de pacientes con tendencia hemorrágica, en la evaluación de un tiempo de tromboplastina parcial activado (TTPA), y en el estudio familiar. Más información: http://www.hemophilia.org/home.htm Hiperplasia Suprarrenal No-clásica (NCAH) Este es un desorden de Herencia Autosómica Recesiva, en el cual uno de cada tres judíos ashkenazíes es portador, afectando a uno de cada 27 de estos descendientes de europeos orientales (comparado con 1 de cada 100 individuos de otros orígenes). Esta enfermedad es el resultado de un defecto en una de las cinco enzimas suprarrenales encargadas de convertir el colesterol en cortisol, una hormona esteroide activa en carbohidratos y proteínas metabólicas. El NCAH es una variación de la Hiperplasia Suprarrenal Congénita y comienza a producir cambios a cualquier edad, ya sea en la infancia como al entrar a la adultez. No representa, en forma inmediata, una amenaza para la vida y tiene un amplio rango de síntomas que muchas veces pueden superponerse con otros desórdenes, dificultando su diagnóstico. Los síntomas causados por la producción de un exceso de andrógenos, una forma de hormona sexual masculina, se traduce en la aparición temprana (o inapropiada) de características masculinas como acné severo, excesivo bello facial y corporal y/o pubiano y axilar, baja estatura, pelo y piel grasos, ansiedad, depresión, migrañas, irregularidades menstruales, infertilidad y cambios de ánimo. Más información: http://caresfoundation.org/ symptoms.html Sordera no Sindrómica La Sordera no Sindrómica (sordera sin otros trastornos o síndromes asociados), al igual que las enfermedades anteriores, es un mal (II parte) POR JOANNA WURMANN de Herencia Autosómica Recesiva causado por mutaciones que producen defectos en una proteína (conexina 26) del oído interno, resultando en una pérdida de la audición que puede ser ligera o severa. Uno de cada 20 a 25 ashkenazíes es portador de alguna de las dos mutaciones más comunes del gen causante de este mal (comparado con 1 entre cada 35 caucásicos). De manera similar, la enfermedad afecta cuatro veces más a este tipo de judíos que al resto de la población. Enfermedad del Almacenamiento del Glucógeno tipo 1a (GSD1a) También conocida como la Enfermedad de Von Gierke, este es un desorden que produce una acumulación del glucógeno en el riñón y el hígado, causando un agrandamiento de estos órganos e Hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en la sangre). Los enfermos presentan hambre, fatiga e irritabilidad y crecimiento lento. En el caso de que no sea tratada, puede producir complicaciones como Gota, Osteoporosis, Hipertensión e Insuficiencia Renal, pudiendo llevar al coma e incluso a la muerte. Estudios recientes indican que uno en cada 71 judíos de descendencia ashkenazí son portadores de una de las mutaciones culpables de esta enfermedad. Por suerte, las pruebas detectan a l 99 por ciento de los portadores. Enfermedad de la Orina con Olor a Jarabe de Arce (Miel de Maple) (MSUD) Este desorden está marcado por la imposibilidad de metabolizar tres aminoácidos. Esta falla metabólica produce una acidosis (exceso de fluidos ácidos en el cuerpo), síntomas en el Sistema Central Nervioso y olor a miel de maple en la orina. En los casos más severos de MSUD, los primeros síntomas que se presentan en el recién nacido (tipo clásico) son: escaso apetito, irritabilidad y el aroma característico de la orina. En pocos días se decaen, pierden el reflejo de succión, tienen llanto débil y comienzan a quedar flácidos, con algunos episodios de rigidez. Sin un diagnóstico y tratamiento, las manifestaciones continúan agravándose, llevándolos a convulsiones, coma y muerte. El diagnóstico y tratamiento inmediato son esenciales para prevenir daños permanentes como retardo mental, impedimento físico, y muerte. En un reciente estudio de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva York se sugiere que uno entre 81 ashkenazíes porta el defecto genético responsable del MSUD. Enfermedades de Predisposición Genética Cáncer mamario y/u ovárico El cáncer mamario es una enfermedad en la cual las células mamarias crecen y se reproducen de forma anormal y puede presentarse como un bulto, engrosamiento o un cambio en la piel. Las investigaciones han demostrado que tanto el cáncer mamario como el ovárico son causados por factores genéticos influidos por el medioambiente. Hace más de 10 años los científicos fueron capaces de identificar los genes del BRCA1 y BRCA2 culpables de entre el 5 y el 10 por ciento de los tumores mamarios. En el caso de las mujeres judías ashkenazíes, se estima que el 2.5 por ciento (es decir 1 en 40) son portadoras de una de las alteraciones de estos dos genes. Es importante saber que las mujeres que presentan estos cánceres hereditarios, por lo general, tienen una historia personal de cáncer antes de los 50 años, ya sea con presencia de la enfermedad en ambos pechos o varios tumores primarios en la misma mama; más de un familiar con cáncer mamario diagnosticado antes de los 45 o 50 años; uno o más familiares afectados por cáncer mamario bilateral o multifocal; y una historia familiar positiva de cáncer ovárico o mamario masculino. Por su parte, el Cáncer Ovárico es un asesino silencioso que, debido a que es una enfermedad de predisposición genética, afecta un poco más a las mujeres ashkenazíes que al resto de la población. La clave para luchar contra el cáncer ovárico es la concientización: comprensión de la enfermedad, identificación de los síntomas y conocimiento de la historia médica familiar. Entre los signos y síntomas se encuentra una presión o sensación de saciedad en la pelvis (Gases, hinchazón, calambres o indigestión), sangrado vaginal, cambios en las rutinas de la vejiga y los intestinos, constipación, náusea, diarrea y frecuente micción, una persistente acidez estomacal, pérdidas o aumentos de peso inexplicables, fatiga severa, pérdida del apetito, y a veces no hay síntoma alguno. Para curarlo sólo existe la cirugía. Sin embargo, pareciera ser que reduciendo el número de ovulaciones se disminuye el riesgo al cáncer ovárico, lo que se logra a través de la anticoncepción oral, amamantamiento, el embarazo, la histerectomía y/o la remoción de los ovarios. Para las mujeres con alto riesgo se recomiendan exámenes pélvicos anuales o semianuales y ultrasonidos transvaginales y otras pruebas específicas a partir de los 2535 años. Algunos tipos de Cáncer de Colon también son considerados como Enfermedades de Predisposición Genética Judías. Enfermedades Sefardíes Beta Talasemia o Anemia de Cooley La Beta-Talasemia es causada por una baja cantidad de hemoglobina, componente de los glóbulos rojos encargado de transportar el oxígeno. Como resultado, estos últimos pueden ser anormales y no estar en condiciones de transportar suficiente oxígeno al cuerpo. En cada molécula de hemoglobina existen dos tipos principales de proteínas llamadas globina alfa y globina beta. Los individuos afectados con Beta-Talasemia no producen suficiente cantidad de las últimas o sus funciones están atrofiadas. Existen tres formas principales de Talasemia beta, con síntomas que van desde severos hasta leves, e incluso puede no existir ningún efecto sobre la salud. La Talasemia mayor, el tipo más grave, también se denomina "Anemia de Cooley", en homenaje al médico que la describió por primera vez en el año 1925; la intermedia, es un tipo más leve, y la menor (también llamada "rasgo talasémico"), puede no presentar síntomas, a pesar de que provoca una anemia leve y otras alteraciones en la sangre. La mayoría de los niños con Talasemia mayor parecen saludables al nacer, pero durante el primer o segundo año de vida tienen poco apetito y se vuelven pálidos, apáticos e irritables. Su crecimiento es lento y a menudo tienen ictericia (los ojos y la piel adquieren un color amarillento). Si no reciben tratamiento, el bazo, el hígado y el corazón de estos niños se agrandan considerablemente en poco tiempo. Los huesos se tornan débiles y quebradizos y los huesos faciales se deforman. Los niños con Talasemia a menudo se parecen entre sí. Las insuficiencias cardíacas y las infecciones son las principales causas de muerte entre los pequeños con Talasemia mayor que no reciben tratamiento. Los niños con Talasemia intermedia pueden desarrollar algunas de estas mismas complicaciones si bien, en la mayoría de los casos, el curso de la enfermedad es leve duran- te las dos primeras décadas de vida. Más información: http://www.thalassemia.org/ Fiebre Mediterránea Familiar La Fiebre Mediterránea Hereditaria se caracteriza por dolorosos y recurrentes episodios de fiebre, dolor abdominal, Pleuritis (inflamación pulmonar con dolor al respirar) y/o artritis en la cadera, rodilla y/o tobillo que dura entre dos y tres días. La complicación más severa es la amilosis, una condición resultante del acopio del amiloideo (alimento que contiene almidón) en tejidos y órganos y que impide el funcionamiento de éstos. Los síntomas comienzan frecuentemente entre los 5 y 15 años de edad, presentándose inflamación del recubrimiento de las cavidades abdominal y torácica, la piel o las articulaciones, acompañada de fiebres altas que alcanzan su nivel máximo entre las 12 y las 24 horas. Los ataques y la severidad de los síntomas pueden variar entre pacientes y a veces entre los miembros de una misma familia, y las personas usualmente se muestran asintomáticas entre cada episodio. La incidencia de esta enfermedad es muy escasa, pero en los sefardíes se presenta en uno de cada 200 individuos y uno de cada cinco a siete de los judíos provenientes del Norte de África, Irak, Armenia y Turquía son portadores. En los ashkenazíes la enfermedad se presenta en forma mucho más suave y se estima que uno de cada cinco portan el gen del mal. Más información: www.rarediseases.org/ Deficiencia de Glucosa-6Fosfato Deshidrogenada (en inglés G6PD) La deficiencia de G-6-PD es un defecto hereditario recesivo ligado al cromosoma X, cuyo efecto primario consiste en la baja de la producción de la enzima G-6-PD en los glóbulos rojos. Esto produce hemólisis (descomposición de los glóbulos rojos) y anemia de tipo hemolítica aguda (degradación prematura de los glóbulos rojos) o esferocítica crónica (presencia de glóbulos rojos en forma de esfera). La anemia puede variar en su severidad desde una anemia de por vida o raros ataques de anemia a una enfermedad asintomática. Entre los síntomas, en todo caso, se presenta la fatiga, palidez, dificultad respiratoria, taquicardia, ictericia, orina de color oscuro y agrandamiento del bazo. Más información: http://rialto.com/g6pd/ index.htm Glucogenosis de tipo III (Enfermedad de Cori o Enfermedad Forbes) En la Glucogenosis de tipo III, el hígado y/o los músculos son incapaces de convertir el glucógeno en la glucosa necesaria para la producción de energía debido a una deficiencia de la enzima desramificante, amilo-a-1,6glucosidasa. Las reservas de esta sustancia, por lo tanto, reemplazan a la glucosa sanguínea durante períodos de ayuno y son los encargados de crear la fuerza durante el ejercicio, a través de la molécula de trifosfato de adenosina (ATP). Los enfermos con GSDIII pueden desarrollar hipoglucemia (baja presencia de azúcar en la sangre) al ayunar y hepatosplenomegalia (agrandamiento del hígado). Además, algunos pacientes muestran hipotonía muscular afectando el esqueleto y el músculo cardíaco. EL GSDIII afecta a uno de cada 5.400 judíos de descendencia norafricana y uno por cada 200 mil de la población general y se estima que uno de cada 35 sefardíes es portador de la mutación culpable de esta enfermedad. Más información: www.agsdus.org Para mayor información de todas estas enfermedades, grupos de apoyo, temas halájicos y otras dudas ver: http://www.jewishgeneticscenter.org/