San Salvador, a las doce horas con cincuenta y cuatro minuto

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129-2011
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce horas con
cincuenta y cuatro minutos del día tres de junio de dos mil once.
El presente proceso constitucional de hábeas corpus fue promovido a su favor por el
señor Christian Alexander Cruz Cruz, a quien se le procesa por los delitos de desórdenes
públicos y ejercicio violento del derecho.
Analizada la pretensión y considerando:
I.- El peticionario expuso en su solicitud de hábeas corpus que: “…el día cuatro de abril
del año dos mil once fui privado de libertad y llevado a las bartolinas de la delegación policial de
Ilopango, atribuyéndoseme los delitos de desordenes públicos tipificados en el Art. 348, y
Ejercicio Violento del Derecho Art. 319 ambos del Código penal. Que de acuerdo al Art. 11
inciso segundo de la Constitución de la República solicito se me realice Hábeas Corpus, en vista
que se me ha restringido mi libertad de manera ilegal, no existiendo hechos, fundamentos ni
elementos probatorios que comprueben la existencia de los delitos antes mencionados, atentando
además contra mi integridad física, psíquica y moral” (sic).
II.- Efectuado el examen liminar de la pretensión, esta Sala advirtió vicios en la misma,
razón por la cual mediante la resolución de fecha doce de abril de dos mil once, notificada el día
once de mayo del mismo año, previno al solicitante señalara la autoridad judicial o administrativa
contra la cual dirigía su reclamo; el acto o actos concretos a partir de los cuales consideraba
estarse restringiendo de forma inconstitucional su derecho de libertad física; y los motivos
específicos en los que fundamentaba la violación constitucional al derecho referido, así como a
sus derechos de integridad física, psíquica y moral.
Así, por medio de escrito presentado en la Secretaría de este Tribunal el día dieciséis de
mayo del presente años, el señor Cruz Cruz evacuó la prevención en los términos siguientes: 1señaló que su reclamo lo dirige contra la Alcaldesa Municipal de Ilopango y la Fiscalía General
de la República; 2- el acto contra el cual reclama es su captura.; y 3- los motivos en los que basa
su reclamo consisten en: “…haberme coartado la libertad ambulatoria, afectándome
emocionalmente, al punto de tener problemas familiares ya que mi familia tuvo que incurrir en
gastos imprevistos por la misma situación, manteniendo una conducta de sosobra de lo que podría
pasar con mi persona afectándolos emocionalmente y todo por acusaciones y hechos planteados
contra mi persona que nunca sucedieron” (sic).
III.- Vistos los extremos de la queja propuesta, esta Sala considera necesario citar la
resolución de HC número 121-2010 de fecha 23/07/2010 a fin de exponer las siguientes
consideraciones jurisprudenciales: a) la pretensión de hábeas corpus y la competencia de la Sala
de lo Constitucional en el conocimiento de la misma; y b) la facultad de examinar de forma
liminar la pretensión de hábeas corpus y de rechazar in limine litis –al inicio– la demanda
presentada.
En ese sentido se tiene:
a) El hábeas corpus como proceso constitucional, constituye un mecanismo de
satisfacción de pretensiones que una persona aduce frente a una autoridad judicial o
administrativa e incluso particular cuando su libertad física o la de la persona a cuyo favor se
solicita se encuentra ilegal o arbitrariamente restringida, así también cuando la restricción no
exista pero sea inminente su producción; en consecuencia, todo proceso de Hábeas Corpus
supone una pretensión, que es su objeto, la cual consiste en el restablecimiento del derecho de
libertad física de la persona favorecida.
En reiterada jurisprudencia constitucional se ha puntualizado que la correcta
configuración de la pretensión de hábeas corpus acredita a esta Sala conocer de aquellas
afectaciones constitucionales que infrinjan directamente el derecho de libertad física del
favorecido. Por tanto, su ámbito de competencia está circunscrito al conocimiento y decisión de
circunstancias que vulneren normas constitucionales con afectación directa del derecho
fundamental de libertad física.
De tal manera, para configurar la pretensión en un hábeas corpus es necesaria la
invocación de haberse vulnerado alguna de las categorías fundamentales objeto de tutela en dicho
proceso, así también que se identifique el acto de la autoridad o del particular, en virtud del cual
se ha generado la transgresión a la libertad personal y/o integridad personal; así, en caso de no
señalarse tales elementos, esta Sala en su jurisprudencia ha considerado viciada la pretensión
planteada.
Asimismo, este Tribunal ha exigido para la debida configuración de la pretensión, la
incorporación de la argumentación fáctica y jurídica, conforme a las cuales se relacionan los
motivos de hecho y de derecho, que describan y fundamenten la transgresión de, índole
constitucional a la libertad o integridad personal.
b) El examen liminar de la pretensión permite detectar ab initio –al inicio– del proceso, la
existencia de vicios formales o materiales en la pretensión, los cuales imposibilitan el
conocimiento del fondo del asunto o tornan inoperante la tramitación completa del mismo; de
manera que, una vez advertidos al inicio del proceso la presencia de vicios en la pretensión, la
misma debe rechazarse.
IV.- En atención a lo expuesto, este tribunal al realizar el examen liminar de la pretensión
advierte que el favorecido dirige su reclamo contra la Alcaldesa de Ilopango y la Fiscalía General
de la República en virtud de que fue capturado el día cuatro de abril del presente año; sin
embargo, al momento de exponer los motivos en los que basa la violación a su derecho de
libertad física, este señaló que “…en vista de la existencia de una denuncia calumniosa en mi
contra, referido a hechos que no ocurrieron y el actuar de la Fiscalia General de la República que
sin tener indicios ni pruebas de los supuestos hechos procedió a mi captura…” (sic).
Al respecto, la jurisprudencia constitucional ha determinado que lo relativo a los
elementos de convicción considerados para determinar la procedencia de la restricción al derecho
de libertad de una persona en la comisión de un hecho delictivo que se investigue, es un asunto
atribuido de manera exclusiva a la autoridad judicial que conoce del proceso penal –v. gr.
resolución de HC 81-2010 de fecha 17/06/2010-.
Es decir, el análisis y determinación de tales circunstancias corresponde a los jueces
creados previamente por la ley para conocer en materia penal sobre la existencia del delito y la
participación de la persona imputada. Entonces, lo propuesto es que esta Sala evalúe si la
denuncia a la que se refiere el peticionario y que califica de “calumniosa” como único elemento
que se tiene en su contra, tiene la capacidad para determinar la existencia de los hechos y los
delitos que se le imputan y por tanto, la procedencia de su captura. Circunstancia que debe ser
analizada, como se ha dicho, oportunamente y de manera exclusiva por el juez penal al momento
de verificar los datos que se tengan en contra de una persona y que hagan procedente o no una
restricción a su derecho de libertad física. Por tanto, de existir inconformidad sobre tales
consideraciones, están dispuestos en la jurisdicción penal mecanismos de impugnación que,
presentados con los requisitos legales, permiten solicitar la modificación o revocatoria de lo
decidido.
Entonces, lo propuesto constituye lo que se ha denominado como "asuntos de mera
legalidad", ya que así planteada la pretensión no se han aportado circunstancias que vulneren
normas constitucionales con afectación directa de su derecho fundamental de libertad física, dado
que se presenta a análisis un reclamo sobre la suficiencia de los elementos que soporten la
restricción impuesta. En consecuencia, los alegatos expuestos inhiben a esta Sala de emitir un
pronunciamiento de fondo sobre la pretensión planteada en este aspecto, pues de hacerlo estaría
actuando al margen de su competencia.
Por tanto, se reitera que si a través de este proceso se entrase a examinar aspectos
puramente legales como el planteado, se produciría una desnaturalización del proceso de hábeas
corpus, convirtiendo a esta Sala ―con competencia constitucional―, en una instancia más dentro
del proceso iniciado en sede penal, ocasionando un dispendio de la actividad jurisdiccional; por
lo que, ante la imposibilidad de examinar lo propuesto por el solicitante, deberá emitirse una
declaratoria de improcedencia.
Por otro lado, en lo relativo a los motivos específicos que generan vulneración a sus
derechos de integridad física, psíquica y moral, el peticionario omitió atender lo requerido por
este tribunal, ya que únicamente mencionó sobre este aspecto que “mi familia tuvo que incurrir
en gastos imprevistos por la misma situación, manteniendo una conducta de sosobra de lo que
podía pasar con mi persona afectándolos emocionalmente…” (sic). Es decir, no se expusieron las
razones que permitan identificar el sustento en el que se apoye el reclamo sobre la vulneración a
los derechos invocados en su solicitud; por tanto, la prevención planteada no ha sido evacuada
por parte del peticionario según se requirió por este tribunal, lo que genera la declaratoria de
inadmisibilidad de su pretensión sobre este aspecto.
Por todo lo expuesto y con base en los artículos 13 y 18 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales, esta Sala RESUELVE:
1. Declárase improcedente la pretensión planteada en el proceso constitucional de hábeas
corpus iniciado a su favor por el señor Christian Alexander Cruz Cruz, por constituir un asunto
de estricta legalidad su reclamo sobre la suficiencia de elementos para justificar su captura.
2. Declarase inadmisible la propuesta del peticionario sobre la vulneración a sus derechos
de integridad física, psíquica y moral, por no haberse atendido a la prevención efectuada por este
tribunal, respecto a establecer con claridad los motivos en los que se fundamentaba.
3. Notifíquese.
4. Archívese.
---J. B. JAIME---F. MELÉNDEZ---J. N. CASTANEDA S.---E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.--RUBRICADAS.
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