Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí EL ASESORAMIENTO PSICOPEDAGÓGICO: UNA PERSPECTIVA CONSTRUCTIVA Eulalia Bassedad, “El asesoramiento psicopedagógico: una perspectiva constructiva”, Barcelona. Adriana Estefanía Martínez Rentería 12 de febrero de 2012 INTRODUCCIÓN En el presente trabajo se expone el asesoramiento psicopedagógico: una perspectiva constructiva, donde la autora del documento Eulalia Bassedas hace una reflexión sobre la intervención educativa en el ámbito escolar. Se mencionan diferentes autores tales como: Vygotski que a traves de sus tesis podemos afirmar que el aprendizaje es un impulsor de las capacidades intelectuales del individuo donde se trabaja la zona de desarrollo próximo, Coll donde afirma que el sujeto participa activamente en la construcción de la realidad, Ausubel sobre el aprendizaje significativo en los alumnos, etc. A continuación se expone el trabajo colaborativo que se lleva en una institución para atender las necesidades educativas especiales que llegue a presentar un alumno y cuál es nuestra función como maestros de educación especial para la atención de estos, brindando los apoyos necesarios, cambios en la metodología y recursos didácticos que ayuden al acceso de los contenidos. Para realizar este ensayo tome en cuenta la lectura de Eulalia Bassedas “El asesoramiento psicopedagógico: una perspectiva constructiva” con mis conocimientos a través de las practicas docentes y durante mi formación como docente. El objetivo de este trabajo, es tomar en cuenta las ideas principales acerca del asesoramiento psicopedagógico, en el cual diferentes autores dan su punto de vista acerca de cómo el aprendizaje influye en las capacidades intelectuales de un individuo. EL ASESORAMIENTO PSICOPEDAGÓGICO: UNA PERSPECTIVA CONSTRUCTIVA Desde mediados de los años setenta y principios de los ochenta han ido creándose diversos equipos psicopedagógicos compuestos generalmente por psicólogos, pedagogos y trabajadores sociales. La necesidad de definir el modelo de intervención ha conducido a los profesionales a discutir las estrategias e instrumentos a utilizar y las situaciones conflictivas encontradas, las líneas, que guían el trabajo del psicólogo en la escuela, son consideradas desde una perspectiva psicopedagógica que intenta valorar tanto los aspectos psicológicos como los pedagógicos que están presentes en el contexto escolar. El objetivo final de un servicio psicopedagógico es conseguir una incidencia real y efectiva dentro de la institución escolar, tanto con vistas a contribuir a la mejora de la calidad de la enseñanza como a encontrar soluciones adecuadas a los problemas de inadaptación y de fracaso escolar (Bassedas y otros, 1981, pág. 71). Se hace una referencia explícita a dos aspectos inseparables: 1. Contribuir a la renovación pedagógica de la escuela. 2. Ayudar a superar las dificultades de los alumnos que fracasan. Haciendo énfasis a lo anterior, hemos observado que para llevar con éxito un servicio psicopedagógico es necesario llevar a cabo un trabajo colaborativo entre alumnos, enseñantes, padres de familia e institución escolar, con el fin de satisfacer las necesidades que se presenten dentro de la escuela y brindar una intervención psicopedagógica que ayudará al alumno a acceder a los contenidos utilizando metodología, recursos materiales adaptados, estrategias, etc. El concepto de asesoramiento que nos satisface actualmente, y que recoge la experiencia acumulada, lo define como un trabajo conjunto y de colaboración con el maestro cuyo objetivo es producir cambios en la situación que se presenta. El objetivo principal de la escuela, en el ámbito social en el que nos movemos, es enseñar y la tarea que los alumnos deben realizar en ella es aprender. Algo que es necesario saber, es que los alumnos no solo aprenden, sino que los maestros también, me refiero a que los maestros o docentes en formación aprendemos de los alumnos, no específicamente en conocimientos sino de la vida, concuerdo que la escuela su principal objetivo es enseñar, pero se ha observado que la sociedad está enfocada en que la escuela es la que educa, pero en realidad se educa primero desde el hogar y para tener un buen aprendizaje debemos tomar en cuenta diferentes contextos en donde se desarrolla el alumno. El psicopedagogo debe implicarse en compartir los objetivos de la escuela. Por esta razón es muy importante que todos los profesionales que trabajan en la institución educativa, tomen partido por una explicación sobre cómo se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que ello facilitará una intervención coherente. En el paradigma constructivista, el sujeto participa activamente en la construcción de la realidad y el conocimiento que poseemos del mundo exterior es sin duda una mezcla de sus propiedades reales y de nuestras aportaciones en el acto de conocimiento (Coll, 1979, pág. 65). Partiendo de las tesis de Vygotski (1985) donde se da mención en que el aprendizaje posibilita y precede el desarrollo de las capacidades a esto se le atribuye un gran valor al aprendizaje como impulsor de las capacidades intelectivas del individuo y como motor que estimula los procesos de desarrollo. Es muy necesario aportar nuestra visión de la problemática al maestro y buscar conjuntamente las vías que permitan al alumno avanzar, ya sea en el ámbito de la escuela o en los servicios extraescolares. Con esto podremos dar una atención especializada a cada alumno que presente una necesidad educativa especial, ya que se dará una atención dentro de un grupo regular como en USAER en algunos casos o en escuelas de educación especial. En el trabajo de asesoramiento psicopedagógico debe darse un peso importante a todos aquellos aspectos que se refieren a la relación con los maestros, al conocimiento de la institución, y a los aspectos de comunicación y relación presentes en los sistemas integrados por personas. Nuestra intervención como psicopedagogos es la de ayudar a los maestros que tienen alumnos cuyo aprendizaje no es el esperado, haciendo recomendaciones a cerca del modo en que se trabajará con aquellos alumnos que anteriormente se les haya realizado una evaluación psicopedagógica. A pesar de que en un primer momento se acepta la identificación del alumno con dificultades, nuestra respuesta intentará siempre dentro de lo posible ampliar el campo de observación (Selvini, 1985) y tener en cuenta el contexto. Es importante tomar en cuenta el contexto donde se desenvuelve el alumno, ya que podremos nosotros como maestros dar esa intervención a los alumnos y obtener respuestas favorables dentro del aula, pero si en su contexto familiar no es nada favorable, no se podrá llevar a cabo con éxito lo que queremos lograr, puesto que esto es un trabajo colaborativo donde los padres de familia forma parte de esto. Ello implica hacer un análisis que recoja algunos aspectos que transcienden los puramente individuales. Así, se intenta estudiar la situación en la que se producen los problemas, la situación de aprendizaje, la metodología utilizada, los aspectos positivos del alumno, su situación familiar y social. Uno de los aspectos que más importan en el momento de dar orientaciones para ayudar al alumno es que los aprendizajes que éste realice en la escuela resulten tan significativos como sea posible, en el cual este podrá llevarlos a cabo en su vida cotidiana. Según Ausubel, el aprendizaje significativo es un proceso por el que se relaciona nueva información con algún aspecto ya existente en la estructura cognitiva de un individuo y que sea relevante para el material que intenta aprender (Novak, pág. 71). Plantear al alumno aprendizajes significativos permite al maestro situarse en la zona de desarrollo próximo del alumno descrita por Vygotski (1985). Uno de los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta para poder situarse al nivel del alumno es partir de lo que él ya sabe, no de lo que ignora. Coll (1987) ha puesto de manifiesto que para que un contenido de aprendizaje sea potencialmente significativo debe cumplir dos condiciones: por un lado debe tener una cierta estructura lógica y debe poderse insertar en la red de significados que el alumno ya posee, y por otro lado, el alumno debe tener una actitud favorable para aprender significativamente, tiene que poder atribuir un sentido al aprendizaje. La situación de enseñanza-aprendizaje, permite que todos los alumnos puedan evolucionar y aprender, aunque sea a ritmos diversos. Es importante también mostrar la necesidad de valorar los errores, observar las estrategias utilizadas y analizarlas para poder ayudar y conocer mejor a los alumnos. Es conveniente señalar que en las intervenciones como psicopedagogos con grupos de maestros se intenta evitar, en la medida de lo posible, dar recetas metodológicas que los maestros tengan que aplicar directamente. Al contrario, se intenta ir facilitando instrumentos de cambio y pequeñas experiencias que requieran elaboración, aplicación y discusión acerca de los efectos que producen. CONCLUSIÓN Concluyo en que nosotros como maestros de educación especial, debemos tener un trabajo colaborativo con los demás profesionales de la escuela para llevar a cabo un buen asesoramiento psicopedagógico, donde cada personal tenga conciencia de cómo se lleva la enseñanza-aprendizaje de cada alumno y de ahí partir para dar una intervención a la necesidad que presenta el alumno. El objetivo principal de un servicio psicopedagógico es atener a todas las necesidades que presenten los alumnos en una institución consiguiendo la mejora y calidad de enseñanza de cada uno de ellos. Es necesario tomar en cuenta el contexto donde nuestros alumnos se desenvuelven, tener conocimiento de lo que el alumno sabe y de ahí partir para la enseñanza de un contenido, no se puede partir de algo que no se conoce. Nosotros como docentes tenemos la obligación de enseñar y que al enseñar sea significativo en su totalidad para el alumno, donde pueda aplicarlo en la vida diaria para resolver los conflictos que se le lleguen a presentar, etc. Es indispensable que nosotros como maestros de educación especial tengamos contacto con la familia del alumno, para así ofrecerles orientación a los padres de familia en cuanto en lo emocional como en lo relacional, pero al igual ofrecer orientaciones terapéuticas extraescolares.