II. INTRODUCCIÓN Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), son una serie de compuestos que tienen cuatro propiedades generales comunes: altamente tóxicos, persistentes y tienen una duración de años, incluso décadas, antes de degradarse en formas menos peligrosas, se evaporan y se desplazan largas distancias a través del aire y el agua y se acumulan en el tejido adiposo. Estas propiedades son una combinación peligrosa. Debido a su persistencia y movilidad, los COP están literalmente en todas partes del mundo, incluso en el Ártico, la Antártica y las islas remotas del Pacífico. Su atracción al tejido adiposo, fenómeno conocido como “bioacumulación”, significa que aun cuando un veneno inicialmente se dispersa ampliamente y de forma ligera, gradualmente éste se comienza a concentrar a medida que los organismos consumen otros organismos en la dinámica de la cadena alimentaria. Los productos químicos alcanzan niveles altos, hasta varios miles de veces más que los niveles de base, en los tejidos adiposos de las criaturas del extremo superior de la cadena alimentaria, tales como los peces, las aves predadoras y los mamíferos, entre ellos los seres humanos. El convenio de Estocolmo aborda el problema que plantean estos productos químicos tóxicos comenzado con 12 de los contaminantes orgánicos persistentes más peligrosos que se han creado. Nueve plaguicidas: aldrina, clordano, DDT, dieldrina, endrina, heptacloro, hexaclorobenceno, mirex y toxafeno. El convenio también apunta a dos productos químicos industriales, el hexacloro benceno (HCB), que también se utiliza como plaguicida y puede ser subproducto de la fabricación de los mismos, y la clase de productos químicos industriales conocidos como bifenilos policlorados (PCB). Los PCB han recibido mucha publicidad por haber contaminado peces y generado varios escándalos de salud pública, incluida la contaminación del aceite de arroz en el Japón en 1968 y Taiwán en 1979.1 1 Eliminando los COP´s del Mundo, proyecto NIC/03/G41/1G/99. 10 PNUD/MARENA Proyecto Habilitante COP La evidencia de la toxicidad de los PCB se conoció a inicios de la década del 70´s. En 1976, bajo el Acta de Control de Substancias Tóxicas (The 1976 Toxic Substances Control Act) en Estados Unidos se prohibió la producción, manipulación, distribución y comercialización de los PCB. La misma prohibición se dio en el Reino Unido en 1986 como parte de una iniciativa de la Comunidad Económica Europea, (CEE); sin embargo se reconoció que los PCB seguirían existiendo en equipos ya construidos, por lo que el Reino Unido y otros países del Mar del Norte determinaron en la Tercera Conferencia del Mar del Norte de 1990, encarar y destruir definitivamente los PCB a fines de 1999 y para los países que no pertenecen al Mar del Norte que participaron de la Convención de París, hasta el año 2010. En lo relativo a los Bifenilos policlorados, derivado del Convenio de Estocolmo establece que cada Parte deberá: a) Eliminar el uso de los bifenilos policlorados en equipos (por ejemplo, transformadores, condensadores u otros receptáculos que contengan existencias de líquidos residuales) a más tardar en el año 2025, con sujeción al examen que haga la Conferencia de las Partes, adoptar medidas de conformidad con las siguientes prioridades: i) Realizar esfuerzos decididos por identificar, etiquetar y retirar de uso todo equipo que contenga más de un 10% de bifenilos policlorados y volúmenes superiores a 5 litros; ii) Realizar esfuerzos decididos por identificar, etiquetar y retirar de uso todo equipo que contenga más de un 0,05% de bifenilos policlorados y volúmenes superiores a los 5 litros; iii) Esforzarse por identificar y retirar de uso todo equipo que contenga más de un 0,005% de bifenilos policlorados y volúmenes superiores a 0,05 litros; b) Conforme a las prioridades mencionadas en el apartado a), promover las siguientes medidas de reducción de la exposición y el riesgo a fin de controlar el uso de los bifenilos policlorados: Informe Preliminar Sobre la Situación de Bifenilos Policlorados (PCB) en Nicaragua 11 ° Utilización solamente en equipos intactos y estancos y solamente en zonas en que el riesgo de liberación en el medio ambiente pueda reducirse a un mínimo y la zona de liberación pueda descontaminarse rápidamente; ° Eliminación del uso en equipos situados en zonas donde se produzcan o elaboren alimentos para seres humanos o para animales; ° Cuando se utilicen en zonas densamente pobladas, incluidas escuelas y hospitales, adopción de todas las medidas razonables de protección contra cortes de electricidad que pudiesen dar lugar a incendios e inspección periódica de dichos equipos para detectar toda fuga; ° Velar por que los equipos que contengan bifenilos policlorados, descritos en el apartado a), no se exporten ni importen salvo para fines de gestión ambientalmente racional de desechos. Dentro de este contexto Nicaragua da continuidad a la identificación de fuentes importantes donde se encuentren PCB, especialmente transformadores, condensadores y desechos de aceites conteniendo PCB como una de las actividades del proyecto “Asistencia Inicial para Habilitar a Nicaragua a Cumplir con sus Obligaciones Derivadas de la Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes COP” (NIC 10 000 14042), llevado a cabo por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), financiado por el Global Environment Facility (GEF) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). III. PROPIEDADES GENERALES DE LOS PCB Los PCB son una familia de sustancias químicas orgánicas compuestas de dos anillos de benceno unidos por un enlace carbono-carbono, como se muestra en la figura 2. Los átomos de cloro se sustituyen en uno o en los diez lugares disponibles restantes. El número y la posición de los átomos de cloro determinan la clasificación y propiedades de las distintas moléculas. 12 PNUD/MARENA Proyecto Habilitante COP