20090109 Ostiraleko artikuluak

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Ostirala, 2009ko urtarrilak 9
Gaza nos grita
Iosu Perales
Tiempos nuevos en Cuba
Ignacio Ramonet
Epaiketa eskandalagarria
Tasio Erkizia
Préfet... d’en finir
Txetx Etcheverry
Regreso al País Vasco
Antonio Alvarez-Solís
Año Económico Nuevo: demasiadas tareas pendientes
Por qué el desempleo es mayor en la Unión Europea que en EE.UU.
Juan Torres López
Vicenç Navarro
Los movimientos sociales ante la privatización de los servicios públicos
Ana Hernando
Campesinos que no ven el año nuevo
Helen Groome
El liberalismo subraya el sentimiento de libertad más que la libertad efectiva Jean-León Beauvois
Por qué Baltasar nunca será negro, negro de verdad
Paco Roda
Gaza nos grita
Iosu Perales, analista internacional
Deia 2009/01/03
La campaña militar sionista contra la población de Gaza se
desarrolla en un marco internacional de impunidad que
podría resultar asombrosa si no fuera costumbre. La matanza
es tan injustificada que algunas voces ya hablan de errores
¿hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?
Desde hace ya tiempo la Franja de Gaza era el objetivo
preferente de los políticos sionistas que compiten en
brutalidad: tratan de ganar unas próximas elecciones
demostrando quién es más carnicero. Por su parte, el ejército
que tuvo que abandonar Líbano duramente golpeado por
Hezbollá necesitaba una victoria. Las necesidades internas
han confluido en Israel para atacar un nuevo gheto de
Varsovia con un cambio de actores: bombardear a una
población encerrada, con las fronteras selladas, es un acto
criminal y cobarde.
Es verdad que la persecución de judíos fue durante siglos
un deporte en Europa. Auschwitz fue un espanto que marcó
la conciencia de Alemania hasta tal punto de que ahora, para
congraciarse, ha decidido dar por bueno el genocidio de
palestinos. ¡Pobre Alemania! "Como antes otros alemanes
mataron judíos, ahora estamos obligados a justificar que
otros judíos maten a palestinos" viene a decir la señora
Angela Merkel. A la misma altura está la reacción
norteamericana, con la diferencia que su Administración de
turno hunde sus raíces morales en el fango de Abu Gharaib y
de Guantánamo: su comportamiento guerrerista y de
violación de los derechos humanos es su propia historia. Por
su parte, la Unión Europea, sin política exterior y sin unidad,
emite comunicados salomónicos que sólo sirven para que
Israel respire y el pueblo palestino muera un poco más. ¡Qué
pronto se olvida quién es el ocupante y quién el ocupado,
para referirse únicamente a un escenario de violencias! En
los gobiernos europeos, además de un complejo ideológico,
puede más el derecho a hacer negocios que los derechos
humanos.
En cuanto al comportamiento de Hamás, para mí al menos
no es aceptable. No hay legitimidad alguna que pueda
justificar sus cohetes Kazan a sabiendas de que con ello
provocarán una respuesta brutal del sionismo, facilitándole
excusas para su política de genocidio. No basta con apelar al
derecho de resistencia de una población encerrada,
embargada, castigada, para dar por bueno una espiral de
víctimas civiles. Me temo, además, que Hamás actúa con el
apoyo de gobiernos de la región (Irán y Siria) que utilizan el
conflicto palestino-israelí y, más aún, el sufrimiento de la
población palestina, para desviar problemas internos y para
su diplomacia internacional.
Ahora bien, culpar a Hamás de cuanto está ocurriendo en
Gaza sería un claro abuso de tergiversación de los renglones
de la historia. En realidad, los Kazan son solamente una
burda excusa para proseguir golpeando al pueblo palestino
como es la costumbre israelí desde hace 60 años. Es la
potencia ocupante, la misma que está colonizando la
palestina histórica utilizando la extrema violencia, la
exclusión sistemática y los castigos colectivos, para construir
un gran Israel etnicista, la que está bombardeando a la
población de forma inmisericorde. Es Israel quien ha desoído
46 recomendaciones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas. Es Israel la que incumple resoluciones del Consejo
de Seguridad de la ONU sobre el regreso a las fronteras de
1967, el retorno de refugiados palestinos y el estatus de
Jerusalén. Es Israel quien ha rechazado la sentencia del
Tribunal Internacional de La Haya contra el muro del
apartheid con que ha disgregado y aislado a Cisjordania.
Alguien dijo que la grandeza reside en la verdad que se sea
1
capaz de soportar. Quienes no señalan la culpabilidad
principal en Israel no tienen grandeza alguna.
Pretender que los israelíes son patriotas que se defienden y
los palestinos terroristas que agreden es una burda
falsificación de la realidad. No es un problema de mera
disputa de territorios. Es un problema de potencia ocupante
colonizadora contra un pueblo que tiene la mala educación
de no renunciar a sus derechos. El asunto es que cuando uno
dice estas cosas corre el peligro de que le llamen antisemita.
¿Son antisemitas mis amigos judíos que no son sionistas y
están horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿no son
acaso semitas los propios árabes? ¿a qué viene esa tendencia
judía a adjudicarse en exclusiva la categoría de semitas? No,
no se trata de que seamos antisemitas, se trata de la justicia,
de la verdad.
¿Qué podemos esperar de la matanza de Gaza? ¿Acaso la
inauguración de un nuevo proceso de paz?
Lamentablemente, si encierras a una población en un campo
de concentración como es la franja, si les suprimes el agua y
los alimentos, y les cortas la luz; si destruyes sus casas, sus
campos de cultivo, sus escuelas, sus centros públicos; si les
atacas con bombas que matan a sus seres queridos, a muchos
niños y a muchas mujeres; si dejas cientos y cientos de
heridos y a muchos los incapacitas de por vida; finalmente
quedarán los supervivientes llenos de rabia y de ira. Los
supervivientes medio-muertos, medio-vivos. Dispuestos a
convertirse en bombas humanas.
Posdata: esta mañana de martes he hablado con
internacionalistas también encerrados en Gaza, ellos por pura
voluntad, por una solidaridad generosa que llega hasta el
riesgo. Sus voces se unen para pedir un boicot internacional
a Israel. Y, es que vista la incompetencia de gobiernos y de
organismos internacionales, sólo nos queda la esperanza de
una ciudadanía universal activa que en Gaza se juega eso que
hemos dado por llamar valores universales.
Tiempos nuevos en Cuba
Ignacio Ramonet
Radio Netherland /Rebelión 2009/01/08
Cuando se cumplen 50 años de la victoria de la revolución
en Cuba, ¿qué balance se puede establecer de un
acontecimiento que impactó, durante decenios, a toda
América latina ? y ¿ cuales son los principales problemas
que enfrenta hoy ese país ?
Los aspectos positivos del balance son conocidos, a veces
espectaculares y relativamente fáciles de establecer : mejoras
significativas en la lucha contra el racismo y contra el
machismo; inmensos progresos en materia de educación y
cultura; avances descomunales en lo que concierne a la
salud, la reducción de la mortalidad infantil y el progreso
sanitario en todos los conceptos (relativamente a su
población, Cuba forma más médicos que cualquier otro país
del mundo); triunfos impactantes en toda suerte de deportes
y en todo tipo de competiciones; afirmación de la identidad
cultural y nacional; solidaridad internacionalista contra el
colonialismo, el neocolonialismo, el imperialismo y el
racismo de Estado (sin la ayuda de Cuba, Angola, por
ejemplo, no sería independiente, y el apartheid surafricano
no se hubiese derrumbado); defensa de la soberanía nacional
frente a medio siglo de hostigamiento y acoso
estadounidenses…
Conviene recordar siempre, a la hora de juzgar a la
revolución cubana, que este gran proceso de transformación
social se ha desarrollado en una atmósfera de acorralamiento
constante por parte de la principal potencia economicomilitar. La cual ha usado de toda clase de métodos -abiertos
y encubiertos- para intentar tumbar el proceso: atentados,
terrorismo, subversión, campañas de propaganda,
inoculación solapada de epidemias, leyes anticubanas, etc.
Ningún país del mundo ha resistido a 50 años de agresión
norteamericana, excepto Cuba.
Pero esa misma resistencia heroica ha tenido un costo no
sólo económico, no sólo en términos de sufrimiento para los
ciudadanos, sino político. Y éste no ha sido pequeño. Porque
las autoridades de La Habana hicieron suyo el lema de
Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas : «En una
fortaleza asediada, toda disidencia es traición». Lo cual
contribuyó a limitar mucho el debate interno, bajo los
pretextos de «no darle armas al adversario» y de «no ser
aliados objetivos del enemigo». Eso permitió también, a
veces, convertir discrepancias naturales en herejías
sancionadas.
Otro lema dominante: «Dentro de la Revolución todo,
fuera de la Revolución nada». También se trocó, por
momentos, en un dogma cómodo para excluir y normalizar,
en la medida en que nadie había definido cual era
exactamente el perímetro preciso de la Revolución.
Todo esto, sumado a las dificultades económicas,
agravadas después de 1991 por la desaparición de la ayuda
aportada por la Unión Soviética, multiplicó el descontento
social y el número de disidentes políticos. Se aceleró el
fenómeno de la emigración clandestina, sobre todo hacia
Estados Unidos (unos dos millones de cubanos, 18% de la
población de la isla, residen en ese país), y se acentuó la
oposición política y su consiguiente contención (hay unos
200 presos por este motivo según Amnesty International).
En ese contexto, el grave accidente de salud padecido por
Fidel Castro en julio de 2006 y su lógica retirada de la vida
pública han conducido a la elección de Raúl Castro a la
Presidencia en febrero de 2008.
En un primer tiempo, Raúl y su equipo se han dedicado a
tres temas prioritarios: alimentación, transportes públicos y
alojamiento. Tres dominios donde las carencias, las penurias
y las disfunciones favorecen un malestar permanente de la
población. En esos tres sectores, se han constatado algunos
avances.
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Por otra parte, las nuevas autoridades han estimulado un
gran debate general en el que participaron más de un millón
de cubanos para tratar de mejorar el funcionamiento de la
economía y luchar contra el burocratismo y la corrupción.
Numerosas críticas se emitieron contra algunos responsables
y contra algunos funcionamientos del Estado socialista. Por
ejemplo, Aurelio Alonso, subdirector de la muy oficial
revista Casa de las Américas, no dudó en reprobar «una
economía demasiado estatizada» ; en reclamar «una
economía que deje espacios para otras formas de propiedad»;
en denunciar «un sistema excesivamente estatizado,
demasiado burocratizado con un nivel de participación
popular demasiado limitado en la toma de decisiones de todo
orden» ; y hasta en poner en causa «el papel del Partido que
debería ser modificado, porque el Partido no puede dirigir al
Estado, el pueblo es quien debe dirigir al Estado».
Alfredo Guevara, compañero de universidad de Fidel
Castro, es uno de los históricos de la revolución, pero no es
ciego ante las sombras. En recientes debates intelectuales ha
criticado el deterioro de la enseñanza y la educación y ha
abogado por la necesidad de "reinventar" el socialismo
cubano e introducir cambios en el modelo, vitales para que la
revolución sobreviva.
El cantante Pablo Milanés, uno de los artistas más
emblemáticos de la revolución cubana, ha sido aún más
radical en sus críticas : «Yo no confío ya en ningún dirigente
cubano que tenga más de 75 años porque todos, en mi
criterio, pasaron sus momentos de gloria, que fueron
muchos, pero que ya están listos para ser retirados. Hay que
pasar el testigo a las nuevas generaciones para que hagan
otro socialismo, porque este socialismo ya se estancó. Ya dio
todo lo que podía dar (…) Tenemos que hacer reformas en
muchísimos frentes de la Revolución, porque nuestros
dirigente ya no son capaces. Sus ideas revolucionarias de
antaño se han vuelto reaccionarias».
De ese debate franco y abierto ha salido una agenda de
reformas deseadas por una mayoría de cubanos; y el nuevo
equipo ha comenzado a ponerlas en práctica. Los transportes
públicos han mejorado gracias a la importación de autobuses
procedentes de China. En la agricultura, Raúl Castro es
consciente de que la independencia alimentaria es una
conquista fundamental sin la cual no puede haber soberanía
política posible. Cuba importa cerca del 80% de lo que
consume para su alimentación. Un gasto tanto más
injustificado cuanto que más de la mitad de sus tierras
fértiles están sin cultivar… Raúl Castro ha lanzado la
consigna : «La tierra para aquellos que produzcan alimentos
para todos». Esa es la prioridad. Y ya han empezado a
entregarse hectáreas a campesinos voluntarios con la única
obligación de producir y de contribuir a la soberanía
alimentaria de la isla.
Otras medidas –reclamadas desde hace tiempo por la
ciudadanía– han sido adoptadas igualmente. Todo cubano
que posea pesos convertibles (CUC) puede por fin alojarse
en hoteles que estaban hasta ahora reservados a los
extranjeros. Lectores de DVD, computadoras, hornos de
microondas, motos y teléfonos celulares están en venta libre.
Los cubanos también podrán comprar y vender sus vehículos
o sus apartamentos. De igual modo, el visado indispensable
para poder viajar al extranjero podría suprimirse. Numerosas
absurdidades administrativas, causadas por una excesiva
burocratización, empiezan a desaparecer. La administración
del Estado está siendo reestructurada, aliviada. Habrá menos
ministerios y menos obstáculos administrativos para que la
vida de los ciudadanos sea más normal y menos penosa. A
cambio los cubanos están invitados a trabajar más ; y
algunos servicios, gratuitos hasta ahora, podrían dejar de
serlo.
En una reciente entrevista al diario Juventud Rebelde,
Raúl Castro ha anunciado que los salarios serán menos
igualitarios y corresponderán más al trabajo realizado ;
también ha repetido que la gratuidad será suprimida en
varios sectores; y ha revelado que una de sus tareas
prioritarias consistía sencillamente en poner a los cubanos a
trabajar: «Tenemos que eliminar gratuidades. Si queremos
equilibrar los salarios en el justo papel que deben
desempeñar, hay que, paulatinamente o simultáneamente, ir
eliminando gratuidades indebidas, que fueron surgiendo por
aquí y por allá ; y subsidios excesivos. (…) Tenemos que
darle el verdadero valor al trabajo, y podemos quedarnos
roncos hablando y predicando ese concepto, que si no
tomamos las medidas para que las personas sientan la
necesidad vital de trabajar para satisfacer sus necesidades, no
acabaremos de salir de este bache.(…) Hay que trabajar,
crear y ahorrar. Esa es la situación. Creo que se entenderá.
Son verdades ; por duras que sean, nosotros no podemos
edulcorarlas, tenemos que decirlas».
En otras palabras, el comunismo deja de ser un objetivo.
La realidad y la práctica han demostrado que no funciona. Y
el pragmatismo impone una evolución del socialismo
cubano. Porque una revolución no es sólo un balance; una
revolución es y debe ser siempre un proyecto.
¿Se dirigirá hacia modelos de tipo chino o vietnamita ?
Probablemente no. Cuba, como la historia de su revolución
lo demuestra, seguirá su propia vía. Habrá cambios en la
economía pero es poco probable que asistamos a una
«perestroika» cubana, a la adopción de un «comunismo
neoliberal» o a una «apertura política» con elecciones
multipartidistas. Las autoridades permanecen convencidas de
que ese tipo de «transición» reabriría la vía para una forma
más o menos declarada de anexión por parte de Estados
Unidos. En este momento de graves dificultades debidas a
los recientes huracanes y a la crisis financiera internacional,
su preocupación central es de mantener la unidad de la
sociedad.
El desafío principal siguen siendo las relaciones con
Washington. Raúl Castro ha anunciado públicamente que
está dispuesto a sentarse en la mesa de negociaciones para
discutir con las autoridades estadounidenses el conjunto de
los problemas entre los dos países.
La incógnita principal será de saber si Barack Obama
aceptará ese ramo de olivo que le ha ofrecido el Presidente
de Cuba, y si por fin negociará el final del embargo
comercial de la isla. Lo sabremos el 17 de abril cuando, con
ocasión de la Cumbre de las Américas en Puerto España
(Trinidad y Tobago), el mandatario estadounidense defina su
nueva política para el hemisferio.
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Epaiketa eskandalagarria
Tasio Erkizia
Berria 2009/01/06
Urtarrilaren 8an, Euskadiko (hiru probintzietako) Auzitegi
Gorenean epaiketa guztiz berezia eta harrigarria egingo da.
Berezia, lurralde hauetako lehendakaria eta PSOE zein
Batasuna alderdietako beste zazpi politikari jesarriko
direlako akusatuen aulkian. Oraingoan zein den egin duten
bidegabekeria? Oso gauza arrunta eta beharrezkoa: Euskal
Herriak bizi duen gatazka politiko gordinari konponbidea
emateko bidean zenbait bilera egitea eta elkarrizketaren
bidea erabiltzea.
Lurralde bateko hiru alderdietako zortzi zuzendari politiko
epaitzea gutxienez oso deigarria da edozein herrialde edo
estatutan. Horrelako gertaera bat kezkagarri bilakatzen da
zortzikote hori nazio bateko hiru alderdi politiko nagusien
ordezkaria denean. Eta areago, edozein gizarte zibilizatutan
eskandalagarria eta sinesgaitza da arazo bati irtenbidea
emateko elkarrizketa bultzatzeagatik epaitzen badira. Non
ezagutu da politikoen arteko elkarrizketa delitu bilakatzea?
Baina bai, Espainiaren menpe dauden herrialdeetan hori
ere gertatzen da. Datozen egunetan Bilbon epaituak izango
dira Juan Jose Ibarretxe (EAJ); Lopez eta Ares (PSOE) eta
Arnaldo, Rufi, Petrikorena, Barrena eta Olatz Dañobeitia
(Batasuna). Ordezkari politiko hauen bekatu bakarra bakea
bideratzeko burutu dituzten elkarrizketa saioak dira.
Epaileek «desobedientzia» leporatzen diete, baina zeri eta
nori «desobedientzia»? Elkarrizketa bideak ere oztopatu nahi
dituzten epaileen agindu batzuei? Ez al digute erakutsi bada,
bakea balore preziatua dela eta hori lortzeko «infernuko
deabruarekin ere» mintzatu behar dela ?
Ez da txantxetakoa. Zortzi pertsona horientzat -tartean lau,
politika egiteagatik kartzelan daudenak- dakarren enbarazu
eta sufrimendutik harago esanahi handiko epaiketa da. Ez da
epaiketa arrunta, Europako historia guztian segur aski
aurrekaririk gabekoa izango baita.
Aitortzen dut huts egin dudala aurreikuspenetan. Beti
pentsatu izan dut inoiz ez zela epaiketa hau egingo. Ziur
nengoen Espainiar Estatuko indar faktikoei ez zitzaiela
interesatzen sistemaren deslegitimazioa hain urrun eramatea
baina badirudi gutxi axola zaiela edo beste interes batzuk
lehenesten dituztela. Ez litzateke batere harritzekoa lehen
saioan bertan behera uztea, baina halere, joan diren
muturrera heltzea oso larria da. Kezkagarria bezain
adierazgarria da; azterketa politiko sakona merezi du.
Batetik, demokrazia eza adierazten duen epaiketa da,
demokrazia zero egoeraren isla garbia. Izan ere, demokrazia
deitzen den edozein sistemaren oinarriak, besteak beste, bi
hauek dira: herriaren nahia edo borondatea betetzea
(ekinbide publiko guztien oinarria) eta hori gauzatzeko
ezinbestekoa den estatu bateko botere banaketa bermatzea;
hain zuzen ere, epaiketa honek bete-betean hausten dituen bi
printzipioak. Zeren eta noren izenean, bakearen aldeko
herriaren garrasiari entzungor eginez, epaile batzuek
elkarrizketa saioak delitutzat jo ditzakete ? Zein
printzipioren arabera oztopatu dezake epaile batek
konponbidea lortzeko edozein herritarrek egin dezakeen
ahalegina? Eta herritar hori ordezkari politikoa bada, nor dira
epaileak ekinbide politikoen egokitasuna neurtzeko?
Bai badakit, legea txiklea bezain malgua eta
interpretagarria denez, epaileek euskarri formalak izango
dituztela; baina betiere ez demokraziaren defentsan, beste
interes politiko batzuen izenean baizik. Honelako epaiketak
begi-bistan uzten du Espainiako Estatuan ez dagoela
demokraziarik eta salbuespen egoeran bizi garela adierazten
du.
Bestetik, politikoak beraiek sorturiko amaraunean
kateaturik gelditu dira. Alegia, alderdien lege antidemokratikoaren morroi dira. Ezker abertzalearen aurka
sorturiko tranpak bete-betean harrapatu ditu. PSOE izan zen
alderdiak ilegalizatzeko sortu duten legearen asmatzailea.
Eskuinean duen alderdi neo-frankista baino harago joan
nahirik, ezker abertzalea suntsitzeko bidean, Euskal Herriko
sektore zabal baten eskubide sozial eta politikoak urratzen
dituen legea ohiko duten harrokeriaz bultzatu zuen. Eta orain
sare horretan gatibu aurkitzen dira. Eskuinaren esku utzi
zuen lege antidemokratikoa Lopez eta Aresen aurka erabili
dute Carmelo Barrio eta enparauek.
Gainera, elkarrizketaren bidea kriminalizatzea dute
helburutzat. Epaile batzuen xedea eta jomuga konponbide
politikoa ere kriminalizatzea al da? Jakin badakigu PPren
aspaldiko ametsa dela Euskal Herrian elkarrizketa eta
negoziaziorako bide eta aukera guztiak deuseztea, arrazoi eta
arazo politikoei, Francoren garaietan legez, indarrez eta
bortizkeriaz erantzunez. Azken negoziazio saioetan,
Espainiako estatuan kazetari legez lanean diharduten anitzek
behin eta berriz PSOE salatu dute ustez elkarrizketa bidea
hartzen zuelakoan, ezker abertzalearekin hitz egitea bera ere
hutsegite larria bailitzan adieraziz. Garai hartan Zapateroren
alderdikoak ez ziren gai izan elkarrizketaren bide
demokratikoak indarrez eta serioski defenditzeko eta orain
zenbait epailek PPren helburu politiko hori beraren gain
hartuz deabrutu nahi dute. Alegia, arazo politikoak
bideratzeko mundu guztian normaltzat eta egokientzat
hartzen duten negoziazio eta elkarrizketa bideak ilegaltzat
eta delitutzat jotzea dute helburu, ondorengo hilabete edo
urteetan horrelako tentaziorik eduki ez dezaten.
Azkenik, azpimarratu nahi nuke, erabakitze eskubideari
dioten beldurra dela epaiketa honen sakoneko arrazoia.
Alegia, Konstituzio eta Autonomi Estatutuek jartzen
dizkiguten mugetan gobernu berria osatzeko bilerak balira,
ilegalizatutako alderdiren bat tartean izan arren, ez liokete
inolako garrantzirik emango. Edo beste modu batera esanda,
ezker abertzalearen errendizioa negoziatzeko bilerek
bedeinkazio guztiak izango lituzkete baina, aldiz, Euskal
Herriaren etorkizuna askatasunean eraikitzeko saiakerak
debekatu nahi dizkigute. Beraz, gakoa ez da ilegalizatutako
4
alderdiarekin bildu direla, zertarako bildu diren baizik.
Gakoa, bileren helburua eta mamia da. Ez dute aitortuko,
baina bistan da epaiketa honetan ideiak eta proiektu
politikoak kriminalizatzen direla. Gehiegi esatea al da modu
negoziatuan eta baketsuan erabakitze eskubidea gauzatu ahal
izateko aukera epaitu nahi dutela ?
Epaiketa hau, Europa guztiarentzat eskandalagarria izateaz
gain, Euskal Herriaren aurkako eraso bortitza da. Nazio
bezala, sigla ezberdinen gainetik, erantzun sendoa eta zabala
mereziko lukeena. Epaile batzuek ez dute eskubiderik
herriko agintariak eta zuzendari politikoak mespretxu
horrekin tratatzeko eta are gutxiago gure herriaren
etorkizuna elkarrizketaren bidez zabaltzeko beharrizana
oztopatzeko.
Préfet... d’en finir
Txetx Etcheverry
Alda 2009/01/01
“Prefetak gaur debekatu nahi duen elkarte bakarra
preseski bortxa gabeko estrategien efikazitatea
erakusteko sortu zena da”
“Zer izan behar da Estaduaren jokamoldea? Erantzun
egokiak aurkitzea pausatutako galdeari edo galderen
pausatzea bera, debekatzea?”
Il se passe des choses étonnantes dans le département des
Pyrénées-Atlantiques : Le Préfet y tente en effet d'interdire
Euskal Herriko Laborantza Ganbara (EHLG), une
association très appréciée, et employant dix salariés qui
pratique le Grenelle de l'environnement depuis presque 4
ans. Et il le fait pour protéger les intérêts de la Chambre
d'agriculture départementale aux pratiques diamétralement
opposées à ce que peut être l'esprit du Grenelle de
l'environnement. Le même Préfet attaque au Tribunal
administratif des communes -souvent rurales- qui votent des
subventions de 50 ou de 100 euros à cette association, qui
promeut l'agriculture paysanne et durable, pour " manque
d'intéret local" de cette subvention. Mais dans le même
temps, il ne dit pas un mot sur les 30 000 euros de
subventions qu'a votés le Conseil Général des PyrénéesAtlantiques pour participer à l'édification d'un mémorial à...
Colombey-les-deux églises ! Espelette, connue dans toute la
France pour son piment, production agricole s'il en est, voit
attaquée sa subvention à EHLG pour manque d'intérêt local,
mais pas la subvention qu'elle vote à la même période pour
aider la campagne de Paris pour se porter candidate aux jeux
olympiques. Le Préfet des Pyrénées-Atlantiques écrit à tous
les maires pour leur indiquer ce qu'il convient qu'ils fassent
ou qu'ils ne fassent pas. Il conteste une pétition contre sa
propre tentative d'interdire l'association EHLG, et sousentend dans son courrier que signer cette pétition
constituerait une initiative contraire à la loi !
Arme de dénomination massive : Dans ce pays marqué par
l'histoire de la violence qu'est le Pays Basque, la seule
association qu'harcèle le Préfet des Pyrénées- Atlantiques est
justement une association animée par les partisans de la nonviolence et des voies pacifiques. La seule association que
tente aujourd'hui d'interdire le Préfet, c'est une association
qui a justement été créée pour essayer de montrer l'efficacité,
la validité des stratégies non-violentes. La seule arme de
cette association, c'est son nom, et c'est cette arme là, qui
dans le Pays Basque d'aujourd'hui, est insupportable au
Préfet des Pyrénées- Atlantiques. Ce nom qui signifie en
langue basque " Chambre d'agriculture du Pays Basque"
justifie à ses yeux la fermeture de l'association, le
licenciement de ses dix salariés, la menace d'une peine de
prison ferme pour son président, Ce nom porterait atteinte au
monopole de la Chambre d'agriculture des PyrénéesAtlantiques, monopole auquel le Préfet –qui est considéré
comme un Sarkozyste convaincu- accorde tellement
d'importance qu'il est prêt à faire embastiller un paysan pour
le protéger, au moment où la mode dans son camp politique
est pourtant à la privatisation de la poste, de l'électricité, des
transports publics, des systèmes de retraites et d'assurance
Ce nom en langue basque se verrait soudain doté d'une
valeur juridique par le même Préfet des PyrénéesAtlantiques qui justement conteste de manière permanente et
systématique toute valeur juridique aux actes et délibérations
en langue basque. Empêcher de poser cette question qui Au
delà du débat sémantique et juridique que je laisse aux juges
le soin de trancher, le centre du problème qui nous occupe
est que le nom choisi sert à poser, de manière forte, de
manière permanente, de manière pacifique, une question :
celle de l'absence d'institutions répondant à la forte volonté
collective du Pays Basque nord de se prendre en charge dès
aujourd'hui. Quelle doit être l'attitude de l'Etat ? Trouver les
réponses adaptées à la question posée ou empêcher de poser
la question ? Le Préfet des Pyrénées-Atlantiques - comme
ceux qui le commandent- a choisi la seconde option. Il croit
que quelque chose de bénéfique sortira de l'écrasement d'une
association dont le travail est apprécié et reconnu par la
grande majorité des paysans et des habitants de ce pays. Il
croit que l'interdiction judiciaire de cette manière pourtant
pacifique de continuer à poser la revendication en question
pourra donner quelque chose de positif.
Je pense plutôt que c'est Albert Jacquard qui a raison et
qui contrairement au Préfet des Pyrénées-Atlantiques -et à
ceux qui le commandent- a tout compris quand il dit " Au
début, il y a la parole. C'est quelque chose de très sérieux .
Au début de toute action est finalement une parole car une
parole, ça suppose celui qui la prononce et celui qui l'écoute,
qui en tire profit. Par conséquent, empêcher les gens de
parler me semble être une mauvaise voie. Que l'on dise que
c'était pas bien fait, que vous avez tort, que l'on conteste le
contenu je veux bien mais que l'on conteste votre droit de la
prononcer, non ! " Logique de confrontation : Le Préfet des
5
Pyrénées-Atlantiques n'a rien à voir avec Albert Jacquard. Le
Préfet des Pyrénées-Atlantiques cherche la reddition de ceux
qui voudraient faire bouger l'ordre établi. Le Préfet des
Pyrénées-Atlantiques cherche l'humiliation de ceux qui ne
veulent pas renoncer, laisser tomber, arrêter sans acquis
quinze ans d'une lutte exemplairement démocratique et
pacifique. Le Préfet des Pyrénées-Atlantiques cherche à faire
taire les élus qui pourraient contester cette tentative de mise
à mort. Le Préfet des Pyrénées-Atlantiques cherche à donner
tort à ceux et celles qui tentent de démontrer qu'on peut se
faire entendre de Paris sans poser de bombes. Le Préfet des
Pyrénées-Atlantiques cherche l'échec de ceux et celles qui
veulent montrer que les stratégies non-violentes peuvent être
efficaces, peuvent permettre d'avancer et de faire bouger les
choses en Pays Basque. Jusqu'où le Préfet des PyrénéesAtlantiques est il prêt à aller pour cela ?
Regreso al País Vasco
Antonio Alvarez-Solís
Gara 2009/01/02
Siempre repaso con mucho cuidado el Euskobarómetro que
dirige el Sr. Llera. Unas veces acierta y otras no, pero
siempre constituye una referencia obligatoria para cavilar
sobre la política en Euskadi. El profesor Llera es el
equivalente en el País Vasco a lo que significa Victoria
Prego para el análisis de la transición española.
Las noticias de la Sra. Prego sobre la transición siempre
resultan desconcertantes para los que vivimos aquella época
sumergidos hasta el cuello en la política de entonces. He de
decir de entrada que entre la transición que relata la Sra.
Prego y la transición a la que dediqué muchas páginas desde
sus primeros momentos existen unas diferencias que me han
obligado a dudar profundamente de mí mismo. No acierto a
averiguar por qué pasó aquello que no pasó. Lo más seguro
es que la Sra. Prego y yo no vivamos en el mismo país.
Puede ser. A los ochenta años lo único seguro es la duda.
Me sucede lo mismo con el Euskobarómetro. Los
entrevistados por el equipo del Sr. Llera son unos vascos que
yo no tropiezo casi nunca, quizá porque paseo poco la
margen izquierda dadas mis dificultades para caminar. La
margen izquierda mantiene fidelidades que deben ser
residuos de la metalurgia. En cualquier caso, y a juzgar por
las elecciones, abunda en vascos con vistas al sur.
En el último Euskobarómetro los consultados por este fino
instrumento estadístico manifiestan cosas que inclinan a
considerar que existe en estas fechas un empate técnico
electoral entre el PSE y el PNV, pero a continuación esos
mismos consultados hacen pública su preferencia por los
jeltzales en un 33% mientras la preferencia hacia los
socialistas no rebasan el 20%. Quizá yo no sepa leer
estadísticas y la esté leyendo mal, pero si es así el
Euskobarómetro debería acompañarse con un folleto de
instrucciones para su interpretación.
Los vascos con los que hablo habitualmente, también en
un trabajo de campo apreciable, son unos vascos distintos.
Muchos de ellos siguen al PNV, pero manifiestan una
decidida inclinación por el Sr. Ibarretxe frente al Sr. Urkullu.
Yo no sé si esto conviene decirlo, ya que el periodismo está
difícil de nómina, pero quizá ha influido mucho en mí «La
guía de perplejos» de Benjamín Maimónides, que en su
tiempo tuvo casi la misma aceptación que tienen hoy las
obras de Toti Martínez de Lecea. Verdaderamente estoy
perplejo.
Uno de los datos del Euskobarómetro dice que la izquierda
abertzale ilegalizada cuenta con una intención de voto del
7%, más o menos, es decir, que la votarían cien mil
ciudadanos. Yo no sé si este dato lo ha extraído el Sr. Llera
mediante complicadas ecuaciones o asomándose a la
ventana. A mi me salen más vascos abertzales de izquierda,
pero con sólo cien mil sufragios lograrían unos siete
diputados, lo que cambiaría mucho las cosas, ya que en la
Cámara vasca basta contar con 38 sufragios para tener la
mayoría absoluta. Esto es lo que leo en los papeles. También
es verdad que hay papeles y papeles. Acabo de enterarme,
con mucha intriga, que la directora general de Prisiones, Sra.
Gallizo, ha ordenado vigilar especialmente a los presos
musulmanes que lean Gara.
Lo que ya me parece encaje de bolillos es que el Sr. López
vaya a obtener tantos votos según la encuesta cuando los
consultados han mostrado su simpatía por el Sr. Ibarretxe en
un 50%, mientras al líder del PSE lo ven con ternura
únicamente el 23% de los consultados que, sin embargo,
creen, en un 47%, que ha llegado el momento de cambiar de
lehendakari. Como sé que te gusta el arroz con leche debajo
la puerta te meto un ladrillo. Insisto en que la encuesta
necesita una especialización previa para ser leída
correctamente.
Al margen del Euskobarómetro en sí lo que me ha llamado
más la atención es que la Sra. Cospedal, secretaria general
del PP, ha dicho que su partido «hará todo lo posible para
que no haya un gobierno nacionalista en el País Vasco», que
es como lo designan no sólo los «populares» sino los
socialistas que hablan con Madrid todos los días. Sería
fenomenal que sucediese algo así, ya que se habría acabado
la cuestión vasca por unos veinte años, un tiempo, sin
embargo, muy inferior al de la anterior dictadura. Pero esto
de que Euskadi, y no digamos ya Euskal Herria, pueda ser de
nuevo el País Vasco, mediante el concurso de «los
populares» o de los peneuvistas calzados, no me cuadra
tampoco con lo que escucho en la calle o en otros diversos
ámbitos. Insisto en que quizá yo hablo con gente muy
clandestina en cuanto a sus opiniones.
La cuestión es que en las próximas elecciones se decidirá
si los vascos quieren ser vascos de Euskadi o vascos de
Madrid, como eran, sin ir más lejos, los caballeros que
crearon el TALGO y muchas otras cosas. El TALGO fue un
regalo vasco a Franco; en cierto modo, y de cara a la calle
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española, un gesto de adhesión al Régimen que le sirvió a
Franco para preparar el futuro, como también contribuyeron
a ese futuro Lola Flores y Manolo Caracol, que eran algo
parecido, por su capacidad de caja, a lo que se pretendió
vanamente que dieran de sí «Manufacturas Metálicas
Madrileñas». Los vascos que han llevado su trainera al
estanque del Retiro tuvieron mucho brillo en aquellos
tiempos y aún lo conservan hoy, aunque ahora con un
evidente temor a dar bien el salto entre Pinto y Valdemoro.
Conste que con mis pobres medios de investigación he
llegado a concluir, con unas altas posibilidades de certeza,
que la mayoría de vascos desean ser solamente vascos de
Euskadi, incluso en la izquierda real, que es la izquierda
abertzale con sus posibles aliados, como los comunistas
también vascos. Esto no me sorprende nada, ya que los
vascos-vascos han tenido siempre presente la dominación
que ha sufrido secularmente Euskadi, entendiendo por
Euskadi, como es sabido, la actual parte institucional de
Euskal Herria. Me sorprendería mucho, por tanto, que en las
próximas elecciones no se atajase el paso a la lehendakaritza
de los partidos vehiculares de la españolidad. Como también
me sorprendería que en el seno del PNV no se aclararan las
aguas.
El nacionalismo vasco creo que solamente puede
funcionar con futuro si su carta de navegar señala a dos
destinos: la consecución de la soberanía y la reintegración a
la escena política electoral de todos esos vascos que hoy
andan a trancas y barrancas entre la libertad escasa y la
represión abundante. Un Euskadi que observe bien esa carta
de navegación, creo yo, será un Euskadi perfectamente
preparado para entrar en el concierto de los pueblos
europeos. Más todavía: un Euskadi dueño de sí mismo
estaría en correcta disposición para dialogar de modo
efectivo con España. Porque España no necesita andar con la
piedra del País Vasco en el zapato. Basta con que acepte la
igualdad de ambas naciones y abra así las correspondientes
vías de comunicación. Ser vasco de Madrid jamás resolverá
el problema.
Claro que estas cosas las digo de oído. Si yo tuviera un
Euskobarómetro podría afirmarlas con cierta rotundidad.
Bastaría hacer las preguntas de manera tal que las respuestas
no estuvieran incluidas en las preguntas. Este mecanismo de
predeterminación abunda en el periodismo actual. Los
entrevistadores que salen a la calle no salen para saber sino
para cazar. Supongo que alguien les habrá facilitado la
escopeta dialéctica. Es una pena que el Euskobarómetro me
lleve a esta reflexión general, tan negativa. En cualquier caso
uno sabe que el propio pensamiento depende de la propia
reflexión. Menos mal.
Año Económico Nuevo: demasiadas tareas pendientes
Juan Torres López
El Plural 2009/01/02
Al iniciarse el año la situación económica mundial y
española sigue manifestando su deterioro y los remedios de
naturaleza más profunda y efectiva siguen sin adoptarse. Los
gobiernos occidentales parece que están más pendientes de la
toma de posesión de Obama que de la crisis misma, y que,
mientras tanto (como el propio estadounidense), no han
sabido sino limitarse a inyectar a beneficio de inventario
recursos que alivien los daños que ha provocado la quiebra
bancaria generalizada.
Después de la cumbre de Washington no se ha tomado ni
una sola disposición tendente a resolver el problema
financiero de base. Allí se dio barra libre a los gobiernos
para que adoptaran medidas presupuestarias expansivas pero
ni siquiera las tímidas resoluciones tendentes a proponer
algunos cambios de forma en las finanzas internacionales se
han concretado, y mucho menos, las más profundas que
pudieran evitar nuevos ramalazos y desastres (como los que
con seguridad van a volver a producirse).
Como en cierta medida era previsible, los gobiernos
concernidos en los compromisos de aquella reunión no han
dado paso alguno para proponer medidas que supongan
cambios profundos, al menos, que se sepa. Y si es que lo
estuvieran haciendo cabría sospechar sobre su naturaleza
cuando nada ha trascendido a la opinión pública.
En general lo que parece predominar es un esfuerzo
orientado a evitar que la gente sea consciente de los
mecanismos que han saltado por los aires, del daño profundo
que ha generado la banca, de su fracaso absoluto y del robo
ingente que se ha llevado a cabo delante de las narices de
todos los reguladores y autoridades monetarias y
gubernamentales. Anteponen la paz social a cualquier intento
de reforma que necesitara hablar claro y, sobre todo, a poner
sobre la mesa con nitidez los problemas reales que padecen
nuestras economías.
Esa inacción tan peligrosa y sorprendente tiene varias
causas.
Por un lado, la falta de liderazgo efectivo, tanto en Estados
Unidos (pendiente de lo que finalmente haga Obama) como
en otros lugares del mundo, en la Europa disipada y en la
América Latina confundida y a la expectativa.
Por otro, el gran poder de los responsables de la crisis, los
bancos y las grandes entidades financieras que están tratando
de que se disimule y oculte lo más posible lo que ha
sucedido.
Y finalmente porque en este momento no tienen ideas
alternativas, ni cuerpo teórico que justifique lo que pudieran
hacer, toda vez que se ha demostrado que la religión liberal
que han profesado y profesan los poderosos y sus acólitos es
el gran fiasco, el mayor engaño intelectual de toda la historia
del pensamiento humano.
La cuestión estriba en que si no se adoptan pronto
soluciones habrá más bancos en situación delicada, más
efectos dramáticos sobre la economía real y mayores riesgos
sistémicos en los próximos meses. O se ponen la pilas con
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rapidez o seguramente vivamos en todo el mundo dos
primeros trimestres de susto, de vértigos y de grandes
rupturas en 2009.
La Unión Europea tampoco ha hecho sus tareas. O, más
bien, solo ha hecho (como desgraciadamente ha ocurrido
tantas veces en los últimos años) las tareas que conviene a
los grandes poderes y empresas. Renuncia a la coordinación
efectiva, carece de ideas, de liderazgo, de proyecto social y
de atractivo ciudadano. Incapaz, de proponer medidas de
choque que sean asumidas con disciplina por los respectivos
gobiernos, la Comisión se limita a ser un vergonzoso lobby
al servicio de los intereses financieros que han hecho de la
Unión Europea un traje de su exclusiva talla. Y el
Parlamento, un telonero que solo saca la cabeza de vez en
cuando y generalmente de manera simbólica.
Lo deseable sería que 2009 fuera el año de Europa, de sus
propuestas en posivito, de su diligencia para coordinar
respuestas de progreso frente a la crisis, capaces de resolver
y de aglutinar, de encantar y de construir. Pero hay que ser
mucho más que muy optimista para creer que eso será
posible.
Y lo malo es que si Europa no despierta, si no consigue
sobreponerse a sí misma y abrazar en firme los intereses de
su ciudadanía, lo que se haga en el mundo, si es que algo se
llega a hacer, no tendrá los necesarios contrafuertes, los
contrapesos que garanticen que no solo las respuestas
imperiales sean las que tengan sitio en la agenda planetaria.
En España quedan igualmente muchas tareas pendientes.
Es verdad que tenemos las manos muy atadas como
consecuencia de la dependencia cada vez mayor que
sufrimos por nuestros compromisos financieros, políticos y
monetarios con el exterior. Pero es que tampoco avanzamos
todo lo que podríamos avanzar de cara a modificar nuestro
modelo de crecimiento, las bases de nuestra actividad
económica.
Es cierto que somos cada vez más dependientes porque
cada vez tenemos menos recursos endógenos a nuestras
disposición y que la creciente perdida de disposición sobre lo
nuestro que nos hace perder capacidad de maniobra nos hace
más dependientes. Pero es que ni siquiera nos planteamos
romper ese circulo vicioso, quizá, porque es lo que desean
los poderosos que se enriquecen con esa lógica.
Vamos a vivir un año decididamente difícil pero no
conviene que nos engañemos: lo malo no será la crisis que
nos viene dada sino nuestra incapacidad o nuestra falta de
voluntad y de decisión para afrontarla de modo que
alumbremos un horizonte diferente al que nos la ha traído.
Por qué el desempleo es mayor en la Unión Europea que en
EE.UU.
Vicenç Navarro
El Plural 2008/12/26
Si usted lee las revistas económicas o las páginas
económicas de la prensa diaria de los países de la Unión
Europea (UE.), incluyendo las de España, verá gran número
de artículos de economistas liberales que atribuyen el
elevado desempleo en la mayoría de países de la UE a una
supuesta “rigidez” de los mercados laborales europeos y a lo
que consideran ser una “excesiva” generosidad de la
protección social en aquellos países. Lo que hay que hacer
para disminuir tan elevado desempleo es, según tales autores,
seguir el “modelo liberal” de EE.UU., es decir, desregular
los mercados de trabajo (disminuyendo los costes del
despido del trabajador, entre otras medidas desreguladoras) y
reducir la protección social, tal como hace EE.UU., donde el
gasto público social (18% del PIB) es mucho más bajo que el
promedio de los países de la Unión Europea de los Quince
(28%). La desregulación de los mercados de trabajo y la
escasa protección social existentes en EE.UU. es la causa –
según tales economistas liberales- de que el desempleo en
EE.UU. sea menor que el existente en el promedio de los
países de la UE-15. El problema que tal explicación tiene es
que los datos no lo confirman. Ello no es obstáculo, sin
embargo, para que tal interpretación de las causas del
desempleo en la UE-15, incluyendo España, haya adquirido
la categoría de dogma en los círculos económicos y
financieros europeos (incluyendo los españoles). Y como
todos los dogmas, se reproduce a base de fe, en lugar de
evidencia empírica. Veamos los datos.
El primer dato, de carácter aclaratorio, es que el Estado de
EE.UU. no es un estado liberal. Hablar de “modelo liberal”
cuando se habla del gobierno federal de EE.UU. es mostrar
un profundo desconocimiento de tal estado. El estado federal
estadounidense es profundamente intervencionista en las
áreas económicas, teniendo un comportamiento típicamente
keynesiano. Y ello ha sido así desde tiempos del Presidente
Roosevelt, cuando éste estableció el New Deal como manera
de resolver la Primera Gran Depresión Mundial a principios
del siglo XX. El New Deal fue la intervención federal que se
basó en un gran crecimiento del gasto público como manera
de aumentar la demanda de productos y servicios por parte
de la población –y muy en particular de las clases popularesa fin de estimular el crecimiento económico (el gasto público
en el New Deal alcanzó un 56% del PIB). Tal estímulo fue
facilitado por el establecimiento del Banco Central
Estadounidense (el Federal Reserve Board) que siempre tuvo
como objetivo el estimular el crecimiento económico y la
creación de empleo a partir de garantizar intereses bancarios
bajos, fácilmente accesibles a las empresas y a las personas.
Es más, el aumento del gasto público se hizo, en parte, a
base de aumentar el déficit del presupuesto del estado,
permitiendo un incremento de la deuda del estado. Y el New
Deal inició otra práctica keynesiana, la intervención de
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apoyo a las empresas incluyendo medidas altamente
proteccionistas.
Estos componentes keynesianos han estado presentes en
todas las políticas públicas de todos los gobiernos federales
tanto republicanos como demócratas. Franklin Roosevelt y
Harry Truman aumentaron el gasto público permitiendo un
elevado déficit del estado federal, con el consiguiente
crecimiento de la deuda pública. Más tarde, el Presidente
Eisenhower combatió la recesión a base de establecer el
Programa Federal de Carreteras, el Federal Aid Highway
Act, que construyó la red de carreteras federales existentes
en EE.UU., red que se construyó, en parte, a base de
aumentar el déficit público hasta un 6% del PIB.
Un tanto semejante ocurrió con el Presidente Nixon, que
explícitamente se definió como keynesiano. E incluso el mal
llamado padre de la revolución liberal, el Presidente Reagan,
aumentó el gasto público significativamente
(primordialmente en la industria militar), aumentando los
impuestos (no sólo una, sino dos veces), siendo el Presidente
que los aumentó más en tiempos de paz en los últimos
cincuenta años. Disminuyó los impuestos del diez por ciento
de renta superior del país, pero los aumentó para la mayoría
de la población. Y financió el aumento del gasto público
también a través del incremento del déficit público que
alcanzó un 6% del PIB. Tal como indicó su Ministro de
Defensa, el gobierno federal tenía la política industrial más
avanzada del mundo capitalista, lo cual realizaba a través del
gasto público militar. Un tanto semejante ocurrió con los
presidentes republicanos Bush padre y Bush hijo, cuando el
déficit federal alcanzó (en ambas administraciones) niveles
superiores al 6% del PIB. Durante todos estos años las
ayudas públicas a las empresas y al mantenimiento de la
infraestructura del país alcanzaron un 7,1% del PIB, el
porcentaje mayor en la OECD. Y hoy estamos viendo como
el Presidente electo Obama está proponiendo (resultado de
una enorme presión popular) como medida de resolver la
enorme recesión un enorme incremento del gasto público
federal (de hasta 800.000 millones de dólares), gasto que
tendrá lugar no en las áreas militares, sino en infraestructuras
de transporte y en servicios públicos como sanidad y
escuelas públicas, así como en empresas de carácter
ecológico, financiándose tal aumento con impuestos sobre
los sectores más pudientes de la sociedad y con un
incremento del déficit del estado que alcanzará más de un
7% del PIB. Por lo general, el keynesianismo estadounidense
ha sido más militar que social. Es decir, el gasto público
social se ha invertido en las industrias militares, pero el
sentir popular antimilitar está forzando un cambio de las
inversiones hacia las empresas sociales y ecológicas.
Es este aumento del gasto público en inversiones en
tiempos de recesión, permitiendo un elevado déficit, lo que
ha permitido a EE.UU. tener un desempleo relativamente
bajo a lo largo de su historia en el siglo XX. Ahora bien,
estas políticas keynesianas contrastan con las políticas
liberales de la Unión Europea que a través del Pacto de
Estabilidad limita el gasto público, no permitiendo un déficit
del Estado por encima del 3% del PIB, y que (junto con la
política de disminuir los impuestos) ha forzado una
reducción del gasto público. Esta reducción de gasto y la
política del Banco Central Europeo de mantener unos
intereses bancarios altos, son la causa del bajo crecimiento
económico y alto desempleo en la UE-15. Esta es la razón de
que la UE tenga un desempleo mayor que EE.UU. Y la
mejor prueba de ello es que los países miembros de la UE15, que durante el periodo 1950-1980 habían tenido un
desempleo menor que EE.UU., pasaron a tener un desempleo
mayor a partir del establecimiento del Pacto de Estabilidad y
de la creación del Banco Central Europeo. El hecho de que
EE.UU. no haya seguido las políticas liberales de la UE (a
EE.UU. no se le hubiera permitido entrar en la UE) es la
causa de que su desempleo sea menor.
El mantenimiento del liberalismo en la estructura
institucional de la UE es la causa de que el desempleo
aumentará mucho más en la UE durante la crisis actual que
en EE.UU. Conociendo la fortaleza del dogma liberal de la
UE en los medios económicos y financieros europeos (y
españoles), puedo predecir que el Consejo de la UE, la
Comisión Europea y el Banco Central Europeo continuarán
diciendo que hay que desregular el mercado de trabajo y
reducir la protección social para disminuir el desempleo,
intervenciones que empeorarán en lugar de mejorar la
situación actual. Lo que se requiere es un cambio muy
sustancial de las prácticas liberales institucionalizadas en la
Comisión Europea y en el Banco Central Europeo, para
recuperar las prácticas que abandonaron cuando se estableció
la Unión Europea.
Los movimientos sociales ante la privatización de los
servicios públicos
Ana Hernando, Asamblea Feminista de Madrid
Diagonal nº 92
Uno de los pilares del paradigma neoliberal –las actuales
recetas contra la crisis no parecen ir a contrapelo de esta
visión– es la privatización de los servicios públicos. La
defensa de lo que queda de lo público puede ser un espacio
de cruce y encuentro transversal de los diferentes
movimientos sociales. Aportamos un análisis sobre la
privatización de la educación.
La aprobación del llamado Decreto Aguirre, del 12 de
marzo de 2008 que aborda los requisitos mínimos para
impartir el primer ciclo de Educación Infantil en la
Comunidad de Madrid, supone una agresión para la infancia
sin precedentes desde la Transición. Las personas más
afectadas serán los y las niñas de entre cero y seis años. Pero
también las mujeres soportarán especialmente sus
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consecuencias. Por ello, desde el movimiento feminista
conviene reflexionar sobre la aplicación de este decreto.
El desarrollo de la Educación Infantil en España ha estado
atravesado por la evolución de aspectos socioeconómicos,
ideológicos, la división sexual del trabajo asalariado y la
asignación social de las tareas de cuidado a las mujeres.
También aparece vinculado a la Transición política. Durante
dicho periodo se desarrollaron con fuerza Movimientos de
Renovación Pedagógica en todo el Estado, que implicaron a
gran parte de la sociedad en la reivindicación del derecho a
la educación de todas las personas, entendiendo el hecho
educativo de forma compleja e integral y superando el
concepto de escuela como mero espacio de adiestramiento.
Surge el concepto de Escuela Infantil frente al concepto
guardería asociado éste a la sustitución de las labores de
cuidado que las madres, recién incorporadas al mercado
laboral, no podían realizar.
La historia de la Educación Infantil ha pasado por
diferentes momentos. La vieja reivindicación de una ley
general que regulara la etapa entre los cero y seis años y los
principios pedagógicos que la sustentaban fueron
diluyéndose. También los Movimientos de Renovación
Pedagógica se desmovilizaron paralelamente a los continuos
cambios legales que iban desvirtuando el proyecto de la
escuela infantil pública: partición de la etapa en dos ciclos,
abandono de algunos principios pedagógicos, recorte
presupuestario y de recursos humanos, junto a un creciente
protagonismo de la iniciativa privada.
El Decreto Aguirre pone la ‘guinda’ a este proceso
degenerativo, proporcionando el marco legal definitivo para
abrir al mercado la educación infantil, en la misma línea que
en otras etapas educativas y servicios públicos como la
sanidad. Los aspectos más relevantes de este decreto son:
incremento notable de las ratios (número de niños y niñas
por aula), recorte del número de profesionales y su
formación, y reducción o desaparición de los espacios al aire
libre. Además, se posibilita utilizar las escuelas para
actividades mercantiles. Todo ello acompañado de una
importante subida (60,24%) en las cuotas que pagan las
familias con menos ingresos, y del desarrollo del ‘cheque
guardería’ (repartir dinero público entre las familias para
‘ayudarlas’ a pagar un centro privado). A la vez, se paraliza
la inversión en el mantenimiento y creación de centros
públicos. Estas medidas tendrán graves consecuencias para
los y las niñas y sobre todo para aquellos y aquellas con
necesidades educativas especiales. También tendrá
consecuencias muy concretas para las mujeres, pues la
Educación Infantil es un sector muy feminizado, tanto desde
el punto de vista de las madres, debido a razones sociales
relacionadas con las tareas de cuidado y la precariedad
laboral, como de las trabajadoras.
La incorporación masiva actual de las mujeres al mercado
de trabajo, junto con sus luchas reivindicativas, han
planteado un importante debate social sobre la necesidad de
compartir las tareas de cuidado que antes estaban
indiscutiblemente asignadas a las mujeres dentro del ámbito
familiar. Esta realidad, unida a un contexto de crisis y
precariedad laboral galopante que afecta también más a las
mujeres, constituye el nudo central de la llamada
‘conciliación familiar y laboral’.
La Comunidad de Madrid utiliza ‘la conciliación’ y la
falta de plazas en las escuelas infantiles públicas para
justificar el decreto, aportando soluciones que perjudican a
las mujeres, atentan gravemente contra la infancia y
trasvasan dinero público a manos privadas. Así, las y los
niños podrán permanecer escolarizados tantas horas y tantos
días como las jornadas laborales de sus padres,
especialmente de sus madres, requieran. Incluso algunas
empresas se han ofrecido a colaborar en esta conciliación
ofertando “guarderías” a sus empleados y empleadas en los
mismos centros de trabajo, cuya gestión y funcionamiento
quedarían exentos del control público y familiar.
El Decreto considera a las criaturas un estorbo para el
desarrollo de la vida laboral de sus progenitores, haciendo
recaer sobre ellas las consecuencias de una organización
social basada en el beneficio privado. Se ponen a disposición
del mercado los más de 30.000 puestos escolares que se
necesitan en el primer ciclo, lo cual representa un jugoso
negocio.
La Escuela Infantil es un derecho universal. Sin embargo
su deterioro no ha causado tanta alarma social como el de
otros servicios públicos, quizás, por afectar
fundamentalmente a niñas, niños y mujeres. Es necesario
reivindicar escuelas infantiles suficientes, públicas y de
calidad a la que puedan optar madres y padres
independientemente de su situación laboral. La educación en
general y la infantil en particular, puesto que incide en la
formación intelectual, afectiva y social, determinando el
resto de las etapas educativas y evolutivas de la vida, no
puede estar sujeta a las imposiciones del mercado de trabajo.
Cabe destacar la necesidad de un uso positivo del lenguaje
en nuestras reivindicaciones. Exijamos servicios públicos de
calidad y escuelas infantiles, no “guarderías”. Como mujeres
y feministas no podemos permitir que se utilice la
conciliación familiar y laboral o el derecho de las mujeres al
empleo como coartada para practicar una política injusta y
falsa.
Campesinos que no ven el año nuevo
Helen Groome, geógrafa
Gara 2009/01/07
Entre otras muchas personas que no han celebrado el año
nuevo figuran todas las personas, principalmente hombres,
del sector agrario que se suman a la vía rápida para
solucionar sus problemas: cada año son miles los y las
agricultoras que se suicidan. Así, directamente.
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El caso más conocido, y que tristemente aparece
repetidamente en internet -aunque no en medios de
comunicación más tradicionales-, es el de la India, donde
desde 1997 se estiman en casi 200.000 las personas del
campesinado que se han quitado sus vidas. ¿Qué les empujan
a un acto tan decisivo y final? En la India hablan de
endeudamiento crónico del campesinado, debido a
rendimientos menores que los prometidos con semillas
híbridas y transgénicas vendidas por empresas occidentales,
mayores gastos por compras de agrotóxicos y fertilizantes
minerales, precios irrisorios de las cosechas, etcétera,
etcétera.
El suicidio agrario no afecta únicamente a la India, aunque
allí destaca el alto número de personas muertas, sino que
también caracteriza a las poblaciones agrarias de los otros
continentes. Malas experiencias entre el campesinado
dedicado a la producción de tomate generaron una oleada de
suicidios en Ghana, no hace tanto tiempo. En el Norte, en
países con una agricultura definida como «moderna» (léase
tecnificada y controlada por empresas y bancos) como son
Inglaterra y Gales, más de 700 agricultores (hombres) se
quitaron la vida entre 1981 y 1993. En solamente 3 estados
de los EEUU (Kentucky y las Carolinas), 645 agricultores se
suicidaron entre 1990 y 1998. Uno cada 6 y 5 días,
respectivamente.
En todos estos países la incidencia del suicidio en la
población agraria es mayor que en la población en general.
En China, el suicidio es tres veces más alto en las zonas
rurales que en las metrópolis, en Grecia y Australia dos
veces más. En Inglaterra las llamadas descritas como
«desesperadas» a los servicios sociales de personas que
habitan zonas rurales subieron en un 400% en el 2001. Algo
pasa para que la población rural claudique ante el mundo en
que vive.
A veces motivos «naturales» influyen en el suicidio: así en
Australia se llegó a conocer el suicidio de un agricultor cada
4 días en 2006, arruinados por una larga sequía. En Gales e
Inglaterra la debacle económica resultado de la fiebre aftosa
generó suicidios. Pero, en general, las causas de los suicidios
tienen mucho que ver con la codicia y la avaricia de un
sistema económico que valora por encima de todo los
beneficios económicos de unas pocas personas, implique lo
que implique eso para el resto de la población, en este caso
la agraria y rural. Obligar a las personas (por mil caminos
mezquinos) a endeudarse en modelos agrarios controlados
por tecnócratas, empresas o bancos, manipular el mercado
fijando precios agrarios por debajo de sus costes de
producción, echar violentamente el campesinado de sus
fincas para subsistir únicamente en tierras marginales... hay
personas sometidas a estos procesos que simplemente
prefieren no ver el año nuevo.
Entrevista a Jean-León Beauvois: ”El liberalismo subraya el
sentimiento de libertad más que la libertad efectiva”
Alfonso Serrano y César de Vicente
Diagonal nº92
Jean-León Beauvois, psicólogo social marxista y autor de El
tratado de la servidumbre liberal (editado por La Oveja Roja
este año en español), impartió diversas conferencias en
Madrid y Sevilla a mediados del pasado diciembre, de forma
que pudimos departir con él sobre qué se esconde tras la
ilusión de libertad en las sociedades liberales e individuales.
Diagonal: ¿Cómo describiría las sociedades de los
llamados países occidentales?
Jean-León Beauvois: Me gusta mucho el concepto de André
Bellon, un socialista francés, sobre el ‘totalitarismo
tranquilo’. Tampoco están mal el de ‘totalitarismo
democrático’ o el ‘totalitarismo rastrero’. Esas expresiones
me convienen para caracterizar nuestras sociedades
occidentales. Existen formas de ser dominantes, modos de
pensar dominantes, que impregnan tanto la vida social como
la privada, que transcienden de los debates políticos, y lo
hacen en provecho de un status quo social. Éstas
características son las de una forma de totalitarismo
compatible con las democracias liberales.
A quienes se alejan de esas formas de ser o de esos modos
de pensar ya no se les considera como minoritarios, lo que
significaría reconocerles un estatus político de adversario
potencial, algo útil por tanto para la democracia, sino como
memos. El cuerpo social se ha vuelto muy cohesivo en los
planos ideológico y normativo, y quienes se alejan de él se
convierten en unos inconformistas que hay que aislar o
reeducar. Estamos por ello en una era de consensos blandos,
modos de pensar dominantes que implican finalmente muy
poco contenido, pocas referencias, pero que implican sobre
todo juicios de valor. Ponte a decir en nuestras sociedades,
por ejemplo, que la economía de mercado o los derechos
occidentales de las personas no son la panacea.
Inmediatamente pasarás, como poco, por un insensato. Sin
embargo, la mayoría de quienes te estigmatizan así serían
incapaces de encadenar tres o cuatro ideas consistentes sobre
los conceptos de derechos humanos o de la economía de
mercado. Es lo que ocurre cuando nos hallamos en una
sociedad sin debate, en la que, por tanto, no se pueden
elaborar contenidos, pero en la que reina lo que he llamado
la propagande glauque [propaganda lúgubre], una
propaganda que, a través de los medios, da valor (y sólo
valor) a los ‘buenos’ conceptos. Nos gusta algo, y estaríamos
locos si no nos gustara, pero seguimos sin saber muy bien de
qué se trata.
11
D.: Uno de sus libros más famosos es Las ilusiones
liberales. ¿Cuáles son estas ilusiones del liberalismo?
J-L.B.: En ese libro no hablo de las ilusiones económicas con
las que nos hemos chocado con bastante fuerza. Hablo de las
ilusiones del liberalismo en calidad de doctrina sociopolítica
que se inserta en una ideología individualista. Esas ilusiones
se apoyan sobre el concepto liberal de individuo, un
concepto que se vende como susceptible de compensar los
déficits sociales: en cuanto hay un problema, se
‘individualiza’. Hay posiciones sociales portadoras de
pobreza e incluso de sufrimiento. Pero ¡ah!, dirán,
afortunadamente, si nos olvidamos un poco de lo social, que
no es muy interesante, encontramos que los individuos son
todos unas entidades profundas, muy majas, con un valor
psicológico esencial incluso siendo diferentes unos de otros,
etc. Ahí tenemos una buena ilusión, ya que los individuos
adquieren su valor de individuos en lo social. La gente
socialmente masacrada no puede tener individualidades
luminosas: esto es socialmente, e incluso psicológicamente,
imposible.
D.: Usted ha hablado de la ‘paradoja de la libertad
liberal’. ¿Puede explicarlo un poco?
J-L.B.: La paradoja reside en que nuestras sociedades nos
hayan enseñado a subrayar el sentimiento de libertad más
que la libertad efectiva. Ahora bien, con propagandas la
gente llega a sentirse libre en situaciones en las que
probablemente no lo son. La prueba se manifiesta cuando
vemos a unos y otros hacer las mismas cosas, cosas que sin
embargo no les gustan, que no harían espontáneamente.
Estos individuos analizan muy mal la libertad que les ofrece
una situación. Han aprendido a sobrevalorarla. Y ahí está la
paradoja: el sentimiento de libertad afecta muy poco a las
conductas, muy poco. La gente que se cree libre hace
prácticamente lo mismo que la gente que no piensa serlo. En
cambio, los primeros no dan el mismo sentido a su conducta,
tienden a darle un significado que va a incitarles a
reproducirla. ¿Veis la trampa de las prácticas ‘liberales’?
Declarando libre a una persona sometida, se obtendrá de ella
tanto como si ésta creyese que está obligada, pero continuará
satisfaciéndonos cuando ya no estemos allí.
D.: ¿Existe oposición entre liberalismo y democracia? Si
es así, ¿por qué?
J-L.B.: Creo que la ideología liberal pervierte la democracia.
Ella implica, es su definición, que demos más valor a los
objetivos individuales que a los colectivos. La democracia
implica que los ciudadanos se ocupen de los interesen
colectivos, y yo sigo apegado a esa forma de democracia en
la que no ha desaparecido la libertad de los antiguos, que es
la de poder implicarse en los problemas de los colectivos a
los que se pertenece. El liberalismo cuenta más bien con una
‘democracia de opiniones’ en la que la gente no gestiona
nada, no se compromete con nada, no tiene por qué
considerar los intereses colectivos, pero está siempre lista a
dar una opinión poco elaborada, normativa y, si hace falta,
egoísta.
D.: Acaba de publicar en el Estado español el Tratado de
la servidumbre liberal y el Pequeño tratado de
manipulación para uso de gente de bien. ¿Qué
planteamientos comunes y diferentes tienen ambos
libros?
J-L.B.: Coinciden en una idea sencilla: la ilusión de libertad
nos juega muy malas pasadas. El Pequeño tratado define e
ilustra un conjunto de técnicas de manipulación de los
comportamientos que serían estrictamente imposibles sin
esta ilusión. Pero los dos libros son muy diferentes. Con el
Pequeño tratado, queríamos ser muy pedagógicos, explorar
el tema de la manipulación de los comportamientos a través
de la descripción de las investigaciones y de las técnicas
jugando con la sorpresa. Con el Tratado de la servidumbre
liberal he querido tratar un problema mucho más amplio y
quizás incluso más desesperante, ya que al fin y al cabo es el
de nuestras alienaciones psicológicas en el liberalismo.
D.: Usted termina Las ilusiones liberales apelando a una
vida autogestionaria. ¿Cómo sería esta vida, según usted?
J-L.B.: Para mí, la autogestión es la generalización de la
democracia al conjunto del cuerpo social. Es la realización
de dos tipos de ideales: implicarse en la conducción de los
colectivos a los que pertenecemos, la ‘libertad de los
antiguos’, y también la certeza de que cada cual estará
tranquilo en su casa, no observado, sin cuentas que rendir, la
llamada ‘libertad de los modernos’: el compromiso, vida
social, y la opacidad o la vida privada. Nuestras democracias
liberales no realizan ni lo uno ni lo otro. La ‘democracia
participativa’, cuando se ha ensayado, no ha sido mucho más
que una apelación a las posiciones de consumidor. Y la vida
privada está amenazada por las diferentes vigilancias
tecnológicas que permiten saber lo que pensamos, dónde
estamos y con quién.
Por qué Baltasar nunca será negro, negro de verdad
Paco Roda
Diario de Noticias 2009/01/05
En Pamplona, claro. La ciudad que aspira a posicionarse en
la pole position de la cultura europea de 2016 genera, en
ocasiones, delirios colectivos, adhesiones inquebrantables,
aferradas identificaciones de cualquier signo y devoción,
algaradas y psicopatologías sociales de difícil catalogación y
peor digestión. Pues bien, esa ciudad aspirante a cultureta
europea nos ofrece estos días una más de las suyas. Una más
de las que padece y produce a lo largo del año. Quizá una
discusión más propia del Guiness más friki que de un manual
de buenas prácticas europeas.
Es el caso del rey Baltasar, un blanco transustanciado por
unas horas en un negro virtual. Dicen que hace las delicias
de los niños la noche del 5 de enero. Nadie lo duda, lo lleva
haciendo muchos años. Pero ya va siendo hora de que ese
trono, aunque sea de forma simbólica, sea ocupado por
alguien a quien dice representar, un rey negro de verdad.
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Pero cuidado, éste no es un asunto meramente folclórico. El
problema es abordarlo y tratarlo así. Porque no es una
cuestión de chichinabo. Y digo que no es una cuestión
menor, la del Baltasar I de Pamplona porunashoras , porque
esa imagen simbólica que genera y la actuación cabalgatera
que desparrama, se inscribe en un contexto sociocultural
absolutamente diferente de la Pamplona de hace 20 años.
Porque ese icono de la fantasía casposa, encaramado a la
carroza y agitando una negritud betunera, no es real. No es
de este tiempo. Un tiempo ciertamente sustraído a toda
verdad, pero de urgente y necesaria honestidad. Y esa
empieza necesariamente por dar credibilidad a las
simbologías y gestos cotidianos. Aunque duren unas horas.
No es mi intención convertir este artículo en una crítica
del subgénero rosa, o negro, para ser más objetivo. Porque
creo que la cuestión es más seria. Porque la polémica del
Baltasar embreado manifiesta lisa y llanamente el más
vetusto y disimulado racismo. O peor aún. La cuestión
folclórica encubre un profundo y no reconocido colonialismo
interior sobre la población negra. O sobre otras diferentes a
nuestra blancura incontaminada. Porque hay un deseo
profundo de no permitir al otro, al diferente, al ajeno, al
inmigrante, al negro, que esté junto a nosotros. Que ocupe
nuestros lugares, que sea reconocido, que esté a nuestro lado.
La cuestión baltasariana de la Cabalgata de Reyes es algo
más que una cuestión de colores o disfraces. Es una cuestión
de honor. De su presidente, sí, pero también del honor
perdido y no reconocido de los otros, de los allegados desde
las fronteras sangradas del África más empobrecida.
La inmigración, en palabras de Alba Rico, ha globalizado
e interiorizado el colonialismo como norma social y
subjetiva del intercambio desigual con los otros; es decir, ha
generalizado el desprecio, la criminalización y
eventualmente la eliminación -en origen y en destino- de los
que trabajan para nosotros. Este acto, esta negación a dejar el
trono en favor de un negro real, representa y simboliza parte
de esa mentalidad. Sí, ya sé que a estas alturas Baltasar se
estará echando las manos a la cabeza. Pero es así y no de otra
manera como uno debe interpretar la realidad, sus mentiras o
sus escapadas en falso. Y ésta es una de ellas. Disfrazada,
pero una más de nuestro profundo y escondido racismo.
Porque más allá de las razones personales de Baltasar el
Blanco -que son las que sustentan realmente su reinado
nocturno por unas horas- incluso más allá del folclorismo,
aceptado o no, de la Cabalgata de Reyes o de otro tipo de
razonamientos de corte igualitarista defendidos en estas
mismas páginas, uno cree que el asunto de Baltasar, la
negación a ceder simbólicamente ese trono a un negro real,
debe ser interpretado como el ejercicio de nuestra resistencia
a ceder espacios de representación al diferente. Y si ello
ocurre en una manifestación festiva sustentada con fondos
públicos, la cuestión requiere de un ejercicio de honestidad y
sinceridad. Pero nunca de engaños y virtualidades. Y es que
Baltasar es un rey reñido con la realidad de Pamplona y con
el presente social de nuestra ciudad donde viven 980
personas de tez negra que podían ocupar su carroza. Jugar a
ser negro siendo blanco es jugar con ventaja. Algo
impensable a la inversa. Pero si además se juega a ello en
una sociedad a la que aún le falta un largo recorrido en
materia de igualdad de oportunidades entre etnias y razas, la
cuestión se las trae.
Tal vez, Baltasar el Blanco alegue en su favor que él
admite a los negros. Y también a las negras o las
colombianas, las peruanas, bolivianas o chilenas. Eso sí,
siempre y cuando nos lo agradezcan construyendo nuestras
casas, limpiando nuestros suelos, cuidando a nuestros
abuelos y trabajando en nuestros campos sin protestar. Pero
la verdad nos delata: los hemos expulsado de sus países, les
hemos robado y les seguimos robando su riqueza. Y encima
nos disfrazamos de su negra pobreza para repartir felicidad.
¡Qué insoportable deformación de la realidad, de la vida y
del presente!
Que Baltasar siga siendo un blanco camuflado no es
cuestión de tiempo. Baltasar no será nunca negro en
Pamplona mientras esta ciudad esté cerrada a la diferencia. A
los colores que emiten las diversidades. Y de momento no
saca buena nota. Porque no basta con aceptar la
interculturalidad, ese concepto sospechosamente
reaccionario en boca de ciertas instituciones o personajes de
opinión, sino practicarla con el derecho reconocido de los
diferentes. Baltasar, el real, el nacido en Sokoto, en el
corazón de Nigeria y que vive en la calle Descalzos
compartiendo piso con otros cinco compatriotas suyos se
jugó la vida para conservarla. Lo único que tenía. Vino para
proclamar su humanidad y no puede hacerlo sin impugnar la
nuestra; vino para proclamar su derecho a la felicidad, la
libertad y al libre movimiento y no puede hacerlo sin
convertirnos a nosotros, a los blancos satisfechos, en
dictadores y asesinos de su presente.
Si uno pudiera volver a creer, le pediría a Baltasar, no ya
que ceda su carroza, sino que los miles de nigerianos,
senegaleses, gambianos, colombianos, chilenos, bolivianas,
peruanas o ecuatorianas, que trabajan para nosotros, blancos
vanidosos; puedan ocupar otras carrozas, menos
presuntuosas pero más reales, las carrozas de la vida diaria.
Me gustaría verlos a mi lado, ocupando puestos de
responsabilidad en la administración, en las fábricas, pero no
fregando suelos, en la educación o en el sistema de salud.
Por ejemplo. Ese sí sería un pelotazo cultural. Mientras
tanto, le sugiero que revise su maquillaje. Porque a esos
miles de niños que le contemplan, les resulta un tanto
sospechosa tanta negritud de plastilina en un cuerpo y un
alma tan blancos, imposibles de disimular tras el disfraz
benefactor por unas horas. No obstante, iré con mis sobrinas
a la Cabalgata y ante tanta fantasía mi desilusión no será
volver a verle Baltasar. A miles de kilómetros de aquí, en la
franja de Gaza, los reyes judíos del terror entonan nuevos
salmos liberadores. Los que animan un mundo surgido del
bostezo de un diablo.
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