A ñ o X L I L — N ú m . 14.420 Red. y Talleres, Marqués de Cubas, 7. Martes 19 de abril de 1932 Red. y Talleres, Marqués de Cubas, 7. *V'^-'WV\XN^>'V\X,-*.-'VV^>.X.-:Xv-X-.^\^ '«•'VWWW.X-^ • V V - ' W * •X.-V-'V.'VNVVV.VSX.N'VS^VSW--» ^ ^,-\. 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No afec- ción antes de la comparecencia, el litos comunes que t a a ninguna de las onodificaciones actor será responsable de las costas se hallaban en la o. novedades introducidas en la re- causadas si se probase que en tiempo cárcel de Marassi ciente -dispcsición por el ministro de oportuno se le había ofrecido el pa^ (Genova) habían Justicia, Sr. 'Albornoz. Es un peque- go ; y el inquilino, si se probase que montado en la priño nido de, crueldad estéril oculto había sido con anterioridad requesión u?ia verdadera entre la farola do cuidados sociales rido al pago en la forma ordinaria. fábrica particular que es. el,' decreto todo. Cuando no se justifique ninguna de de moneda, falsa. Hállale este nidajo en el párrafo estas circunstancias, las costas serán En la requi.%a heprimer-a del artículo 4.°, y dice así: satisfechas por mitad. Realizada la cha se han encontra«El in<q;uilino podrá evitar el desahu- consignación y siendo ya improcedendo varios cientos de cio ('Se refiere al desahucio por fal- te el desahucio por falta de pago, se monedas de cinco y t a de pago) consignado el descubier- continuará el procedimiento, si alguimitadas, to ^ n el Juzgado dentro del término na de las partes lo solicitara, para el de diez liras perfectamente d^' tercero día, contado desde el si- sólo efecto de decidir quién ha de obra de los citados reclusos. Lo que asombra, a todo el viundQ g;i'iiente al de la citación.» pagar las costas. no es que los malhechores hayan poDe modo que solo cuando el inSi la consigniaclón se hiciera en el dido fabricar. moneJa, dentro de la quilino deudor esté en condiciones momento de la compiarecencia o despenitenciario cíe consignar el descubierto dentro pués de ella será preciso que el in- severidad del régimen del tercer día, únicamente en este quilino consigne juntamente con el fascista, sino que éste sólo se relaje caso evitará que lo desahucien. Si su ¡ descubierto, las costas procesales cau- para conceder libertades a la gente capacidad adquisitiva no es lo sufi- sadas hasta ese instante. De otra maleante, y en cambio no puedan discientemente ágil para reimir en se- forma, no se le a d m i t i r á lia consigna- frutar trato de gentes los presos políticos. t e n t a y dos horas, «contra reloj», la ción. Por lo visto, Mussolini es tan amicantidad adeudada, nadie ni nada lo Los desahucios que se entablen go de la libertad que permite inclulibrarán de ponerse en relación con una agencia de mudanzas o con la por causas distintas de la indicada so delinquir dentro de las cárceles. Comisión del Juzgado. Al sonar la se tramitarán con arreglo a los ar- Lo único qxie no deja que se fabrique, ni en eUas ni fuera de eÜas, es última campanada de la hora seten- tícmlos 14 y siguientes.» Esto o algo parecido. la libertad misma. t a y dos, en la vida del inquilino nace esta alarmante realidad: entre nc]niiiiiiMii[]iiiniiiiiiic]iiMiiinniniiiiiiiiiiiit3iiiiiniiiii(]iiniiiiinii:]ii)iniiiiii[]iiiiii!iiHi[]iiiiiiijiiii[]iHii!iiiiii[]iiiiiiiiiiiiE]iiiiiiiiiiiiE]iiiiiiiiiiiii él y el casero la moneda ha dejado de ser un instrumento de cambio de ATENTADO CONTRA EL SEÑOR CASABES OOIBOSA curso forzoso. El dinero del inquili«C no/ es y no es dinero. Guando el ministro de la Oobernaolón. aoompaiado de su esposa, se disponía a embarcar en un remolcador de la Junta de Obras del Ouadalpivir, m obrero del puerto se dirigió ' ' a él con un martillo en actitud amenazadora; pero fué inmediatamente detenido Si el propietario demandante se üiega a recibirlo voluntariamente, graciosamente, el inquilino no pue- d e obligarle a que lo tome. La ley —el decreto de inquilinato—ampara esta decisión, y el juicio sigue su trayectoria. No oreemos necesario descubrir ahora lo que es un juicio do desahucio. Estamos, si no acostumbrados, • familiarizados con esa escenografía PARECE QUE SE TRATA DE UN PERTURBADO tíe los muebles en la calle, última escena del drama. Tampoco hace falSEVILLA 19 (4 t.).—Al disponerse a embarcar el ministro de la Got a recordar que en este negocio jurídico (llamado también, y con ma- bernación, acompañado del gobernador civil de la provincia, señor Sol, y de las espesas de ambos, en uno de los yor propiedad, «juicio de lanzamienremolcadores de la Junta, de Obras del to») no se persigue el cobro de algo Puerto del Guadalquivir p a r a dar superfino. Razonablemente, no es líun paseo por el río antes de almorzar cito suponer mala fe en esta especie parece ser que un obrero de los que de deudores. Cuando se deja de pagar trabajan en el muelle se fué hacia el la casa es que la miseria ya ha hunseñor Casares Quiroga en actitud de dido muchas veces su pico en los gran violencia, blandiendo en sü mano protagonistas de la aventura. Carederecha u n instrumento de trabajo, cería también de oportunidad que que, según se asegura, era un martillo. intentáramos saber el matiz exacto Las personas que rodeaban al señor de esa especie de invitación «sui géCasares, incluso el gobernador, que se neris», que es una demanda de desdio perfecta cuenta de la situación, ahucio por la cual el hombre para evitaron que el obrero llegase al lugar quien la vida sólo indiferencia o que ocupaba el m i n i s t r o ; le detuvieron crueldades tuvo es requerido^ a que y fué rápidamente trasladado a la Corenuncie voluntariamente a vivir bamisaría de Vigilancia. jo techado, si no quiere que otro Lo rápido del suceso y la prontitud hombre lo lance de allí violentacon que fué detenido el agresor han mente. evitado que los periodistas adquirieran No entra en nuestro deseo intentar del hecho mayores detalles, y la reserva calificaciones más o menos arriesgaque en los centros oficiales se guarda es das y, en estos momentos, de pelitan absoluta que hasta el presente se grosas resonancias. Lo es, esto sí, carece de toda referencia, corno no sea coadyuvar con fervor en Tina_ obra del relato que hacen los testigos preque estimamos de justicia y piedad. senciales. • Conocido el inmenso volumen dé No obstante hay quien asegura que el detenido es un sujeto que ha dolor y quiza de injusticia social que sido expulsado d e l Tercio Extranjero. se pone en marcha al iniciarse un juicio de desahucio por falta de pago ; I D E N T I F I C A C I Ó N DEL I N D I V I D U O sabidos la insuperable amargura, la SEVILLA 19 (5 t.).—El individuo que atentó contra el ministro de la impotente deseperacion y el revuelo d e sollozos que contiene esa hojilla Gobernación, Sr. Casares Quiroga, se llama Fernando Jiménez, de veintide papel que es una demanda de séis años de edad. Procedía de Madrid y tiene su residencia en Barcelona, desahucio por falta de pago, ¿por donde estuvo afiliado a la Bolsa del Trabajo. Además era licenciado del qué no se concede al demandado un Tercio. Según parece, ha declarado que como no tenía trabajo y se haplazo algo mayor que estos mezquinos llaba en un estado desesperado, en un momento de excitación intentó atentres días para que pueda consignar tar contra el ministro de la Gobernación. Se cree que se t r a t a de un perturbado. su descubierto 1 Si lo que el propietario persigue iMiiitiiiiiiuiiiiiiiiiiiinii!iiiiiriiiniiiiiiitiiiii]iiiniiiiuiniiiiiiNnnc3iiininiiii[]iiniiiiiiiic:iinMiiiniE]iiiiiiiiniiniiiiiniiiU[]iiiiiiiiiinE]iHiiin es cobrar la mensualidad o mensualidades insatisfechas, mientras haya U N A M U L T A DE D I E Z M I L PE- S E G Ú N M A N I F I E S T A E L GOBERpleito todo momento debe ser apto SETAS NAOOR p a r a que el inquilino que quiera pagar pague. Si lo que el casero persigue es cosa distinta..., razón de más p a r a obligarle a que acepte el pago que se le ofrece. Siempre y cuando les garanticemos que las costas causadas de mala fe por arrendatarios poco escrupulosos serán, inexorablemente, de cuenta de los causant-es, los propietarios no creamos que se opusieran a esta amisliaLa dirección del periódico «La CoBARCELONA 19 (3 t.).—El goberción, de la que, en último extremo, rrespondencia» ha recibido el siguien- nador civil ha recibí' a med' día a sólo beneficios obtendrían. Con ella te oficio del ministerio de la Gober- los periodistas, a quienes ba manilos caseros podrían recuperar lo que nación : festado que en la cárcel no hay achoy, con esos tres días imposibles, «En el periódico de Madrid tituni un solo preso gubernar a r a vez rescatan; es decir, arrien- lado «La Correspondencia», y en su tualmente do impagado y costas. Y el juicio número correspondiente al día 14 tivo, pues el único > -. qued ba '- . de desahucio sería un poco más «jui- del actual, se publica, bajo el título sido libertado ayer tarde. Agregaba cio cobratorio» y un bastante menos «Pajaritas de papel», un suelto, en el Sr. Moles r;ue «Solidaridad Obrera» se obstinaba en asegur • que que«juicio de lanzamiento». cuyo texto se emplean expresiones daban varios detenidos a disposición que constituyen actos definidos en el I Cómo dar forma iegal a la refor- apartado quinto del artículo 1.° de de la autoridad ; pero esto cz fwlso, ma? Muy sencillamente. Introducien- la ley de 2i de octubre de 1931, y ya que los únicos presos q J h" • en do una pequeña modificación en el que se mencionan en el artículo 2.° circunstancias análogas son un ex'artículo cuarto del decreto. del mismo cuerpo legal. En su vir- tranjero, que aguarda la • resolución «Art. 4.° Únicamente por falta de tud he resuelto imponer al mencio- del oportuno expediente por estar pago podrán los arrendadores a quie- nado periódico «La Corresponden- considerado como indesenble y quo nes sea aplicable este decreto utilizar cia» una multa de 10.000 pesetas. será expulsado de Esoaña, y otrr'. contra sus inquilinos la acción de Contra esta resolución concede 1 a dos, sujetos a la jurisdicción de Cue• desahucio en la forma regulada por ley citada la facultad^ de reclamar i'va por el delito de sedición militar, la legislacióar común. El inquilino po- ante el Consejo de ministros en e] y que no están sometidos a }a autoridad civili "-drá - evitar el desahucio consignando plazo de cinco días.» Se aplica la lef de Defensa de En la cárcel de Barcelona no la Repilica a "La Correshay ni un solo preso Qubernativo lACAVEBNAl «¿Pero, y Pradera? Tiene usted un , poco olvidado a Pradera...», escriben ' algunos lectores del «Pele Melé». No lo crean. Pradera es un caso especial, que no puede desaprovecharse. Pero le liemos dejado descansar una temporadíta en la cueva de Altamira con el imponderable amigo Beunza, jefs indiscutible del beuncismo, teoría política que se apoya en el odio foroz al tranvía eléctrico, al aeroplano y al ascensor, como ustedes saben. cilllElLIQiAil «La Correspondencia» moja la pluma en un hígado enfermo y ss i n d i g . I na. ¿En nombre de qué? En nombre del hígado. Ni más ni menos. ¿Quiere hacernos creer acaso que detrás de ella gritan unos retirados? No la hiará nadie caso. Esos relirados serán cinco o seis. Cinco o seis que se retiraron de Annual. ¡ Y a qué paso, señores! LAJ^S^JJ Con la República quedaron suprimidos los títulos nobiliarios- Pero aún S3 ven por ahí. Por ahí es por las columnas de algunos periódicos que, aunque se dicen republicanos, asoman, sin querer, de ese modo su oreja monárquica. «El marqués de tal», «el conde de cual...» Pero, señores pertodistas, qué gana de demostrar que gon ustedes republícanos del 14 de a b r i l . . . ¡ Una Rspúbüca con marqueses!... Y luego esc r i b i r á n : «nosotros los republicanos moderados...» ¿domo republicanos moderados? Monárquicos de incógnito, si es que les fuese posible engañar con la pretendida máscara. Pero la A. S. S. R. (Agrupación A! Servicio de la Sangre Roja) les sale al paso. La A. S. S. R., ants esa defensa ridicula de la sangre azul emprende una calurosa defensa de la sangre roja. Es decir, defiende a la República, Y piensa: «Atengámonos a la ley. No hay ya títulos. ¿Que ustedes siguen usándolos? Pues establecemos inmediatamente otros t i - tulos». y La A. S. S. R. hace un llamamiento a los republicanos qu^ quieran usar un t í t u l o . No tendrárt mas que elegírselo. Y ante el i n d i v l . dúo monárquico que exhiba el suyo, el republicano usará el que se haya otorgado. Ojo por ojo, diente por diente, t í t u l o por t í t u l o . Este es ci lema de la A. S. S. R. RECURSO ANTE ESTA SECCIÓN Para todo ha de haber un orden. Es el t r á m i t e . Es Mxva. parte de la j u ridicidadi, esa palabra q u e tantas veces ha vibrado en el salón de sesiones; esa palabra casi sabia que ha lanzado el Sr. Ossorio Gallardo en algunas ocasiones contra el adversario. La queja política recorre, generalmente, este c a m i n o : primero, a la autoridad inmediata ; luego, a la s u p e r i o r ; después, al Parlamento, Y cuando se han agotado estos recursos sin obtener ningún resultado se acude a la sección «Péle-méle». —Tenga la amabilidad de d.ecir eso en un «Péle-méle», Ante este pequeño T r i b u n a l Supremo ha llegado una queja a la que no se le ha dado satisfacción en instancias anteriores. Se t r a t a del puebla de Oasarrubielos, die la provincia de Madrid, En el Ayuntamiento se exhibe la imagen del Sagrado Corazón, La Gasa del Pueblo ha pedido diversas veces al alcalde que la retire, y el alcalde, tantas otras veces, ha contes. tado que no le da la gana, Un diputado con este tema hizo un ruego en la Cámara. Pero la imagen sigue. El asunto entra, pues, dentro de la judisdicción del «Péle-méle». «Tengan la bondad de decir», etc, Pu,es b i e n : quede aquí i n m o r t a l i zada la testarudez del alcalde de Oasarrubielos, Quede complacido el diputado. Y ahora al amigo Palomo, el simpático gobernador de la prov i n c i a : ¿Quiere usted tener la bondad de llamar al alcalde de Oasarrubielos y darle las opoftunas instrucciones? iiE]iiiiiiiiniiE]iuiiiiiiiiiE]iiiuiiiiiiiE]¡iiiiiiiiiii[:niiiiiiMHt]iiiiiuniUE]inniiiiuiE]iniiniiiUE]iniiiniiiiE]iuiiiiiiiME]iniiiuniiE:iiiiiuiiiii[]iniiiniiin EL ACCIDENTE DE AVIACIÓN OE ESTA MAÑANA El suboficial D. Luis fierrero, que con un Hayllland remolcaba sobre el aeropoerlo de Barajas un planeador, entra con su aparato en barrena y se mata El sübofíGíal 0. José Luis Albarrán, que pilotaba el planeador, resulta inverosiniümente ileso UNA FIESTA DE AVIACIÓN El miércoles pasado, en el aeroTTüerto de Barajas, se celebró una brillante fiegta de aviación, presenciada por el Gobierno de la República, en la que distintos aviadores rivalizaron en acrobacias y vuelos de planeador. El «clou» do la fiesta lo constituyeron los suboficiales Herrero y Albarrán, sobre ilavilland y en planeador remolcado, respectivamente. La pericia de los bravos aviadores mereció entonces unánimes alabanzas. La singular maestría de que dieron Ibrillantes pruebas parecía eliminar toda idea de riesgo, por la matemática precisión con que trazaban sus acrobacits. llas en que había quedado convertido el aparato extrajeron exánimo al piloto D.. Luis Henrero. LAS HERIDAS Avisados con la urgencia del caso el médico del aeropuerto, doctor Ellees Gaset, y el de Barajas, doctor ChamoiTo Tello, procedieron a rea^ lizar la primera cura al desgraciado aviador, al tiempo que le inyectaban reactivos. Pudieron apreciarle las siguientes heridas : fractura de la base del cráneo, fractura de los dos fémures por el tercio medio • uan herida, penetrante en el lado derecho del tórax y desgarrones en Ja cara y en diferentes partes del cuerpo. • Después de practicada la primera Y SIN EMBARGO,.. cura, el herido fué trasladado al hosA las diez y media de la mañana pital militar de Carabanchel, donde de hoy los mismos suboficiales des- fallecía al tiempo do ingresar. pegaban del aeropuerto de Barajas. Luis Herrero, sobre el Havill-nd es- GOMO SE S A L V O E L P I L O T O D E L PLANEADOR cuela 3l, iba a llevar a Cuatro Vientos, remolcándolo, el plañe 'or piloComo ya hemos dicho, en su caída tado por el suboficial José Luis Al- el ñavilland arrastró al planeador; barrán. La mañana, limpia y despe- pero tuvo el piloto de éste la fortujada, presagiaba un vuelo feliz. na de que se partiera el aparato e a El despegue se realizó n r m r ' ' l e n - dos pedazos: uno, que, unido al cate ; pero, de pronto, a unos cuatro ble del Havilland, fué a correr la' kilómetros del aer uerto, y cuando misma suerte que su remolcador, y los aparatos volaban a unos 200 me- otro sobre el que quedó el piloto, tros de altura, en un Jugar donde suboficial Albarrán, a quien al caer las faldas del monte cercano hacen se le abrió el psjacaídas, que lo deremanso, el Ilavilland picó y, arras- positaba ileso a quince metros ds trando ai planeador, fué a caer en donde su compañero moría. una huerta propiedad del ex duque Sin la fragilidad del planeador hude Fernán Núñez, a unos veinte me- biera corrido Ja misma desgraciada tros de la carretera. suerte. El capataz de la finca, Serapio Ri- LA P E R S O N A L I D A D D E L M U E R vero, y los obreros a sus órdenes TO vieron, ai tiempo que el Havilland se les .venía encima, oómo un hombre El suboficial D. Luis Herrero era descendía a pocos metros en un pa- uno de nuestros más brillantes piloracaídas. tos. Se había especializado en vuelos El del paracaídas, que era D. José de remolque y tenía bien probada su Luis Albairrán, piloto del planeador, pericia, que culminó en la fiesta del rechazó a gritos el auxilio que los miércoles pasado en Barajas. Intelilabradores le ofrecían : gente, bravo, laborioso y muy versa^ —Yo estoy ileso, a mi compañero, do en temas de aviación. Su trágico a mi compañero. fin lia producido honda consternación Se dirigieron entonces al Havi- en los medios aviatorios, donde se lo lland, y. del montón de hierro y asti- distinguía con meirecido afectoe