Evoluci¶on y Ciencia L¶opez Ortiz Geovani* y Francisco Javier Olvera Ram¶³rez** *[email protected], **Depto. de Biolog¶³a UAM-Iztapalapa. [email protected] Recibido: 24 de febrero de 2006 Aceptado: 26 de abril de 2006 man where not any more the center of the universe. The second revolution was made by Darwin to place life as result of a \continuum" where variability sexual reproduction and adaptation as a natural selection example means biological success. The paradigms of evolution, cellular theory, homeostasis and inheritance transform naturalism into Biology science at end of XIX century. The third shock to man \ego" was the unconscious discovered by Freud because he put out consciousness of the center of human action. Resumen El conocimiento cient¶³¯co alcanz¶o un lugar importante por haber suspendido la vigencia de los paradigmas establecidos, respaldado en su metodolog¶³a. Hist¶ oricamente ha formado parte de un proceso ininterrumpido que ha tocado todas las expresiones humanas. La magnitud, importancia y trascendencia de los logros cient¶³¯cos cuando se suman, produce las revoluciones cient¶³¯cas esto es, cambian la percepci¶ on, interpretaci¶on e interacci¶on del hombre con su dios, su entorno/h¶abitat y su grupo social. Cop¶ernico produjo la primera revoluci¶on cient¶³¯ca al mostrar una imagen en donde la tierra ya no es m¶ as el centro del universo y por lo mismo el hombre tampoco. La segunda revoluci¶on, la ocasionada por la teor¶³a de la evoluci¶on de Darwin, que sit¶ ua la vida como resultado de un \continuum" donde no han cesado la variabilidad, la reproducci¶on sexual y la adaptaci¶ on como ejemplo de selecci¶on natural y por lo mismo de ¶exito biol¶ogico. Darwin con su teor¶³a establece el paradigma de la evoluci¶on que sumado al de la teor¶³a celular, el de home¶ostasis y de la herencia, transforman al naturalismo en Biolog¶³a al ¯nal del siglo XIX. El tercer golpe al ego del hombre es el descubrimiento de Freud: el inconsciente, porque quita a la conciencia del centro del actuar humano. Los grandes cambios en la ciencia Moviles ad superstitionen perculsae semel mentes |las mentes volubles son arrastradas a la superstici¶ on|. T¶ acito. Son pocos los descubrimientos cient¶³¯cos que han hecho \temblar" las bases del mundo conocido; nombres como los de Cop¶ernico, Kepler y Galileo entre otros, han ¯gurado en la historia de la ciencia porque cambiaron de una manera indeleble la visi¶ on que el hombre ten¶³a del universo. La modi¯caci¶ on de postulados cuyas bases se cre¶³an inamovibles, llevaron a grandes transformaciones en la concepci¶ on, visi¶ on y utilidad en diversos ¶ ambitos del conocimiento, cuando ocurren estos cambios irrevocables, se habla de revoluciones cient¶³¯cas; ¶estas se mani¯estan y marcan ciertos momentos de la historia y, se re¯eren a transformaciones en toda esa actividad de b¶ usqueda, acumulaci¶ on, ordenamiento de informaci¶ on y conocimiento que modi¯ca la forma de imaginar el mundo; entre las caracter¶³sticas m¶ as importantes de tales revoluciones se pueden establecer claramente dos: una se re¯ere a elaboraciones que han surgido en el devenir de la ciencia y que cambian todo el panorama del conocimiento cient¶³¯co previo (Cohen, 1985). El otro factor explica que dichas revoluciones surgen de manera parcial en peque~ nas comunidades de estudiosos cuya caracter¶³stica principal es esa constante: duda-explicaci¶ on-predicci¶on y Abstract The scienti¯c knowledge has achieved special status because it interrupted the paradigms standing supported by its methodology, and moreover historically has acted on all the humans expressions. The scienti¯c revolutions are given by magnitude, the importance and transcendence of the scienti¯c pro¯ts, and have changed the perception, interpretation and interaction between man and god, habitat and social group Copernicus produces the ¯rst scienti¯c revolution when showed the image where the earth and 7 8 su dial¶ectica, que establece \. . . que un paradigma existente ha dejado de funcionar adecuadamente en la [explicaci¶ on] exploraci¶on de un aspecto de la naturaleza, hacia el cual, el mismo paradigma hab¶³a previamente mostrado el camino. . . "(Kuhn, 1993). Un punto importante en la explicaci¶on de estos grandes cambios es el siguiente: la ciencia se desarrolla a medida que aumenta la diversidad de puntos de vista en torno a un objeto de estudio, la trascendencia y calidad de resultados que producen, as¶³ como, la cantidad de ¶ ambitos que toca este conocimiento; dicho conocimiento se genera a partir de la sistematizaci¶ on en la observaci¶on, y la recopilaci¶on de datos obtenidos y su correspondiente integraci¶on; los cuales a su vez permitir¶an la s¶³ntesis de nuevos elementos que har¶ an que la ciencia se diversi¯que y adquiera una dimensi¶on m¶as grande en los distintos tipos de saber humano (Fig. 1). De tal forma, se considera que la ciencia es un paradigma fundamentado |acotado a tiempo y espacio|, un conocimiento sistematizado que se apoya en axiomas y postulados previamente establecidos que gozan de cierto rigor (Guti¶errez, 1999). Figura 1. Relaci¶ on entre las revoluciones cient¶³¯cas y la generaci¶ on del saber cient¶³¯co. Todos estos aspectos son importantes en la deconstrucci¶ on de la Ciencia. Uno de los aspectos que m¶as ha in°uido en el surgimiento de nuevas revoluciones cient¶³¯cas, se asocia a la sustituci¶on de paradigmas que centraban al hombre en el dogma, como punto de partida para la comprensi¶ on de los fen¶omenos del universo. La trascendencia de la teor¶³a copernicana del heliocentrismo, adem¶ as de establecer que la Tierra giraba alrededor del Sol, tambi¶en describ¶³a lo que ocurr¶³a con ContactoS 60, 7{14 (2006) los cuerpos celestes, aun a pesar de que la humanidad creyera que la tierra al ser creaci¶ on divina, deb¶³a ser el centro del universo. Cop¶ernico \atent¶ o" contra toda creencia geocentrista y puso ¶enfasis no en el credo, sino en lo fenomenol¶ ogico de lo que realmente suced¶³a. Newton es otro ejemplo de esto y, cuando de¯ne que todo movimiento en la naturaleza es atribuido a una fuerza externa que al aplic¶arsele ocasiona el desplazamiento, se establece un principio que contrast¶ o con la m¶ axima: \ni una hoja de arbol se mueve si no es a trav¶es de la voluntad de ¶ dios". De nuevo quedaba demostrado que sin importar lo que el ser humano creyese de s¶³ mismo, la realidad no pod¶³a ser interpretada arbitrariamente |parafraseando a S¶ ocrates|, el funcionamiento del mundo natural es independiente, a lo que pueda o quiera percibir el hombre. Cuando Newton establece las leyes del movimiento y la gravitaci¶ on universal, cambia de manera radical todo conocimiento previo que el ser humano ten¶³a respecto a la naturaleza del desplazamiento de los cuerpos, aun cuando pensadores como Thomas Hobbes y otros, consideraron que los cambios de posici¶ on eran el resultado de fuerzas de¯nidas, es Newton quien al establecer un m¶etodo sistematizado para el an¶ alisis de los factores que determinan el movimiento de los cuerpos, puede teorizar al respecto. Su in°uencia fue tal, que en siglos posteriores se convirti¶ o en el pilar de una de las obras m¶ as importantes que ha generado el ser humano, y cuyo contenido representaba en ese entonces, el conjunto de todas las ciencias: el enciclopedismo, que proclama la preponderancia de la raz¶ on sobre la autoridad, la tradici¶ on y los dogmas religiosos. Las modi¯caciones en la interpretaci¶ on del mundo y los descubrimientos de grandes cient¶³¯cos, no s¶ olo sirvieron para tener un mejor entendimiento de la naturaleza de las cosas, fueron se~ nales inmensas que cambiaron la concepci¶ on que el g¶enero humano ten¶³a de si mismo, porque ampliaron los l¶³mites de la ciencia-conocimiento y transformaron la vida cotidiana de la sociedad. En efecto, a lo largo de la historia de la ciencia, han existido revoluciones cient¶³¯cas cuya base se asocia directamente a conceptos de orden sociol¶ ogico (Chalmers, 1992), y cuyas repercusiones fueron visibles en todos los estratos sociales. Uno de los cambios m¶ as grandes en la ciencia fue la publicaci¶ on del libro: El origen de las especies en 1859 en el cual, el ingl¶es Charles Darwin (Fig. 2) Evoluci¶ on y Ciencia. L¶ opez Ortiz Geovani y Francisco Javier Olvera Ram¶³rez. 9 La importancia de Darwin \S¶e a la perfecci¶ on el d¶³a cuando se cre¶ o la tierra y cuando apareci¶ o el hombre sobre ella, fue el domingo 23 de octubre del a~ no 4004 a.C. a las nueve de la ma~ nana"; dec¶³a John Lightfoot en el siglo XVII y muchos le creyeron porque iba de acuerdo con la tradici¶ on judeocristiana, pero sobre todo porque de esta manera el hombre ten¶³a asegurado su origen divino. La concepci¶ on cronol¶ ogica sobre el origen del hombre posterior al de las plantas, monstruos marinos, aves, bestias y especies restantes de la creaci¶ on, se relacionaba con la voluntad de Dios seg¶ un consta en la Biblia. Figura 2. Charles Darwin plante¶ o en el Origen, la \transmutaci¶ on" de los organismos. Su teor¶³a evolutiva cambi¶ o para siempre la visi¶ on creacionista del mundo y las especies. Foto Elliot y Fry. plantea su propia teor¶³a de la evoluci¶on de las especies. Donde la tesis central de la misma consisti¶ o en explicar que todos los seres vivos presentes en la actualidad, provienen de unos cuantos organismos ancestrales, los cuales se diversi¯caron a trav¶es del tiempo para divergir en nuevas especies; no como resultado de \fuerzas" teleol¶ogicas, sino como producto |principalmente| de la selecci¶on natural. La teor¶³a darwinista perme¶o no sin cierta di¯cultad, todos los ¶ ambitos del conocimiento, esto hizo que fuera considerada como una de las m¶as grandes revoluciones cient¶³¯cas. De tal manera, existe no s¶ olo en la historia de la ciencia, sino en la historia de la humanidad una era predarwiniana y otra postdarwiniana, donde la visi¶on del mundo fue cambiada para siempre. En un di¶alogo sostenido entre Hilary Putnam y Bryan Magee, este u ¶ltimo menciona la repercusi¶ on que la teor¶³a de la evoluci¶on tuvo sobre la cultura en su sentido m¶ as amplio. . . ; \se extendi¶o de una manera tal que alcanz¶o las artes, la religi¶on y consecuentemente las instituciones sociales" (Magee, 1993, p. 248). Al ¯nal aunque el conocimiento-ciencia se desarrolla en peque~ nos ¶ambitos y en ocasiones permanece all¶³ durante largo tiempo, es hasta que se vincula transformando la sociedad que se habla de revoluci¶ on, de innovaci¶on. El cambio de paradigmas siempre ha estado asociado a una serie de factores y circunstancias que llevan a que lo establecido pierda vigencia. La evoluci¶ on de las especies no fue diferente. Emp¶edocles fue de los primeros pensadores en postular que los organismos cambian a lo largo del tiempo, incluso mani¯esta que el origen de las especies que habitaban la tierra estaba asociado a antepasados mar¶³timos. Posteriormente y despu¶es de casi XX siglos el franc¶es George Louis Leclerc, conde de Bu®on plante¶ o la posibilidad de que las especies pudiesen presentar cambios a lo largo del tiempo, consider¶o tambi¶en que organismos ancestrales pudieron haberse modi¯cado hasta constituir nuevos organismos, hecho que pod¶³a fundamentarse a trav¶es de las migraciones, y los cambios en el ambiente. La contribuci¶ on de Cuvier (1767) al crear el concepto: \f¶ osil" |que describe a un organismo que hab¶³a gozado de vida y, a pesar de estar convertido en \piedra" mostraba semejanzas anat¶omicas que al momento de compararlas con animales actuales permit¶³an establecer cierto semejanza y por lo tanto parentesco|, ampli¶ o la dimensi¶ on y concepci¶ on del tiempo, al inventarse el concepto del llamado posteriormente tiempo geol¶ ogico. En 1802, Jean Baptiste Lamarck para referirse a lo relacionado con el estudio de la vida, habla por primera vez del termino \Biolog¶³a" (Bios = vida, Logos = estudio) y en 1809 da a conocer su obra: Filosof¶³a Zool¶ ogica, en ella establece adem¶ as del concepto de \adaptaci¶ on", el papel preponderante de las circunstancias y de los factores ambientales para dirigir el comportamiento y metas individuales de los animales, y pone ¶enfasis en las acciones y costumbres de los organismos y su deseo de progreso, las cuales modi¯can invariablemente la organizaci¶ on y destino de sus partes. Para ¶el los organismos cambia- 10 ban sin lugar a duda, hecho que a la postre determinar¶³a la existencia de nuevos organismos con antepasados emparentados; manifest¶o tambi¶en que la in°uencia de las circunstancias no puede percibirse de inmediato porque \sus efectos no se vuelven sensibles o reconocibles. . . hasta despu¶es de mucho tiempo". La concepci¶on del tiempo era entonces lo que ten¶³a que cambiar para poder pensar en la modi¯caci¶ on de los organismos. Si se pretend¶³a explicar la evoluci¶ on, no pod¶³a considerarse la edad de la tierra tal y como era interpretada por Lightfoot y sus coet¶ aneos, esta concepci¶on nueva del tiempo basada en los fen¶ omenos de la naturaleza y no en la inmediatez de la escala b¶³blica lunar |la edad de Matusal¶en es un claro ejemplo de ello|, y la duraci¶ on del tiempo basado en las generaciones humanas utilizado como referente tendr¶³a que cambiar para siempre. De tal manera, el estudio del origen de los organismos y del hombre, alguna vez de¯nidos por eventualidades{hist¶oricas, fueron sustituidos por procesos evolutivos cuya causa fundamental era la selecci¶on de la modi¯caci¶on-oportuna para alcanzar la diversi¯caci¶on de las especies, a lo largo de una nueva escala del tiempo. ContactoS 60, 7{14 (2006) alejada de \lo bueno y lo malo" que busca congraciarse con ese otro ¶exito, el religioso. El hecho que Darwin fuera fundador de varias disciplinas es indiscutible (Ghiselin, 1969). Nadie puede negar la importancia de sus repercusiones en la biolog¶³a evolutiva, taxonom¶³a, embriolog¶³a, etolog¶³a y morfolog¶³a, entre otras, as¶³ como su importancia, al contribuir con uno de los paradigmas el de la evoluci¶ on mediada por la selecci¶ on natural que contribuir¶³a a la transformaci¶ on del naturalismo en lo que se denomin¶ o a partir del siglo XX Biolog¶³a. Los otros personajes que contribuyeron a la gestaci¶ on de esta ciencia fueron Teodoro Schwam y Mat¶³as Jacobo Schleiden (1839) que aportaron la teor¶³a Celular, Claude Bernard (1878) formula la teor¶³a de la home¶ ostasis y la teor¶³a de la herencia es decir la Gen¶etica formulada por Gregorio Mendel (1865). La ciencia de la biolog¶³a luego entonces nace de la fusi¶ on de los cuatro paradigmas antes mencionados, que al interrelacionarse producen conceptos centrales uni¯cadores, los cuales se fueron aceptando universalmente, hecho que a la postre validar¶³a la investigaci¶ on biol¶ ogica como mecanismo de soporte de la ciencia biol¶ ogica. Pasaron 50 a~ nos despu¶es de la obra de Lamarck, para que se gestara una nueva teor¶³a evolutiva, en ella Darwin consideraba que el origen del mundo y los animales no pod¶³a explicarse de manera fehaciente a trav¶es de la concepci¶on judeocristiana del g¶enesis, cuestiones tan simples y evidentes como el registro f¶ osil simplemente no ten¶³a cabida en las \sagradas escrituras", despu¶es de todo, la inmutabilidad del universo y el creacionismo daban cuenta de ello. Si para Dilthey el grito de guerra del naturalismo era la independencia de la carne; la evoluci¶ on de las especies fue para Darwin la liberaci¶on del cristianismo y de sus fuerzas creadoras. \Esta eliminaci¶ on y superaci¶ on de toda concepci¶on teleol¶ogica constituye |seg¶ un Haeckel| la verdadera haza~ na emancipadora llevada a cabo por Darwin. . . Ahora, y s¶ olo ahora es cuando empieza a ser posible una concepci¶ on de la naturaleza despojada de todo rasgo antropom¶ or¯co" (Citado por Cassirer, 1993, p. 200) Para que Darwin pudiera fundamentar sus investigaciones, tuvo que reunir los conocimientos necesarios, sistematizarlos y mostrar las evidencias precisas, lo cual llevar¶³a a la disoluci¶ on de uno de los paradigmas m¶ as aceptados, que dirigi¶ o la forma de pensamiento durante gran parte de la historia hasta el siglo XIX, que se caracteriz¶ o por reconfortar al ser humano con \su origen divino", ya que \la teor¶³a de Darwin atacaba las creencias m¶ as b¶asicas sobre la posici¶ on de la humanidad en el universo y sobre la mano de dios en la creaci¶ on." (Marantz, 2001, p. 106). Haeckel consider¶ o que la teor¶³a darwiniana s¶ olo pod¶³a ser emulada con la teor¶³a copernicana del universo. El principal m¶erito de Darwin fue el haber prescindido de la concepci¶ on creacionista que el hombre ten¶³a de s¶³ y su entorno, y de esta manera \soltarlo a las leyes de la naturaleza, y de la selecci¶ on natural". En este contexto la teor¶³a darwiniana de la evoluci¶ on fue un parteaguas en la historia de la ciencia y por lo mismo de la humanidad, al revolucionar el concepto creacionista de linaje entre lo divino y lo humano y el linaje darwiniano-biol¶ogico resultado de la diversi¯caci¶on de las formas de vida como ejemplo de posibilidades y, la adaptaci¶on-¶exito a su vez resultado de la selecci¶on natural, por dem¶ as Para entender a Darwin es necesario comprender que gracias a que utiliz¶ o la inducci¶ on como m¶etodo, es que pudo plantear su teor¶³a evolutiva, explicando el origen de una especie, pod¶³a utilizar el mismo esquema en un contexto general, para de¯nir la evoluci¶ on de todas las dem¶ as (Mayr, 1992). Los ejemplos tomados de la naturaleza |aqu¶ellos sobre los cuales Darwin basaba sus investigaciones|, Evoluci¶ on y Ciencia. L¶ opez Ortiz Geovani y Francisco Javier Olvera Ram¶³rez. no eran los que refutaban o reforzaban los supuestos o ideas iniciales; era un conjunto de datos y c¶ alculos |la hip¶ otesis precedente|, lo que pod¶³a arrojar evidencia de un conocimiento irrefutable. De tal manera, no eran los ejemplos tomados de la naturaleza, los que refutaban o reforzaban las hip¶otesis iniciales; era una hip¶otesis precedente lo que pod¶³a arrojar evidencia de un conocimiento categ¶orico; la descripci¶ on que hiciera Vico \legibus, non exemplis, est iudicandu" |hay que conducirse por las leyes, no por los ejemplos| (Vico, 2000, p. 215), fue una caracter¶³stica del darwinismo. La certeza y la pericia con la que Darwin supo plantear su teor¶³a evolutiva le vali¶ o que dos d¶ecadas despu¶es a la publicaci¶on del Origen, la mayor¶³a de los naturalistas adoptar¶ an la visi¶ on darwiniana para la explicaci¶on del mundo natural, ¶el mismo escribi¶o en 1878 \ahora hay unanimidad, al menos entre los naturalistas, cuando hablamos de la evoluci¶on", y es que la pr¶actica de una disciplina promueve la invenci¶on de su propio lenguaje para comunicar con precisi¶on conceptos propios entre grupos cada vez m¶as grandes, as¶³ la generaci¶ on del propio lenguaje se vuelve requisito para pasar del naturalismo a la ciencia, a la Biolog¶³a. Ahora bien, >por qu¶e si muchos otros naturalistas hab¶³an ya considerado la existencia del cambio y diversi¯caci¶ on de los organismos |como Lamarck|, se da por hecho que la evoluci¶on fue pr¶ acticamente propuesta por Darwin? Lo m¶as importante en su obra fue el planteamiento de un mecanismo natural para explicar la diversidad de los organismos, as¶³ como la competencia inter e intraespec¶³¯ca y la adap¶ taci¶ on de los mismos en un ambiente inestable. El no se limit¶ o a exponer una hip¶otesis m¶as, ni escribi¶ o un ensayo ¯los¶o¯co de como cre¶³a que hab¶³an surgido los cambios en la naturaleza. Lo que hizo fue acumular una gran cantidad de datos experimentales para plantear su teor¶³a. \No s¶olo fue un observador, sino un dotado e infatigable experimentador siempre que se encontr¶o con un problema cuya soluci¶ on pod¶³a ser adelantada con un experimento" (Mayr, 1992, p. 24). Evoluci¶ on, ciencia y Homo sapiens La evoluci¶ on es un suceso innegable en la naturaleza, el hecho de considerar que los organismos cambian al trav¶es del tiempo para constituir nuevas especies, es algo que ha generado controversias a lo largo de la historia; sin lugar a duda existen un sin ¯n de preguntas sin respuesta que involucran a los diversos mecanismos evolutivos, incluso el darwinismo en sus inicios, no alcanz¶o la condici¶on de un paradigma, 11 el cual de¯niera todo el contexto del pensamiento evolutivo (Bowler, 1985). Uno de los factores que favoreci¶ o la creaci¶ on del concepto de evoluci¶ on fue la simultaneidad de los estudios que hicieran Wallace y Darwin de la selecci¶on natural, la cual se re¯ere a la supervivencia, al ¶exito en la reproducci¶ on y a la fertilidad de la descendencia como cl¶³max adaptativo. Factores que quedan contenidos en los procesos bi¶ oticos y abi¶oticos de que depende la selecci¶ on natural, que presentan las especies en un momento determinado de su ¯logenia (Mayr, 1992). Tiempo despu¶es August Weisman se encargar¶³a de darle una dimensi¶ on mayor al concepto de selecci¶ on natural y de establecer argumentos s¶ olidos en contra de otras teor¶³as |como el lamarckismo| que pretend¶³a explicar el proceso evolutivo como la transmisi¶ on y herencia de modi¯caciones som¶ aticas favorecedoras (la heredabilidad los caracteres adquiridos), sin considerar que s¶ olo las c¶elulas germinales pueden trasmitir la herencia. Una de las disciplinas que sirvi¶ o para apoyar la evoluci¶ on de los organismos, que combati¶ o al ¯jismo y al creacionismo fue la paleontolog¶³a (Simpson, 1977). Los f¶ osiles eran prueba tangible que existieron m¶ as especies de las que se llegaba a considerar; teor¶³as como el catastro¯smo pod¶³an explicar parcialmente la existencia de estos f¶ osiles; el catastro¯smo pon¶³a en tela de juicio al g¶enesis b¶³blico, puesto que ten¶³a que considerar que la tierra era m¶ as antigua de lo que ense~ naban las \sagradas escrituras". Ahora bien, la u ¶nica representaci¶ on que se apegaba fehacientemente a la teor¶³a darwiniana de la evoluci¶ on, fueron las descripciones paleontol¶ogicas y geol¶ ogicas de la tierra que ¶el mismo hiciera. De tal suerte, \el primer ensayo de Darwin dedicado a la teor¶³a evolutiva estaba enmarcado en el campo de la geolog¶³a, en su discurso acerca de los arrecifes coralinos y no en el de la evoluci¶ on org¶anica" (Smith, 1984, p. 34). La teor¶³a evolutiva modi¯c¶ o las disciplinas biol¶ogicas con tal magnitud que se ha considerado |con justa raz¶ on| como la m¶ axima teor¶³a uni¯cadora en la Biolog¶³a, porque permite comprender el contexto en el que se presentan los diferentes niveles de organizaci¶ on y de complejidad: de lo subcelular a lo celular, lo homeost¶ atico de su funcionamiento interno y con el exterior para acceder a la reproducci¶ on y evidenciar as¶³ su adaptabilidad. Puesto que \no hay campo de la Biolog¶³a en donde la teor¶³a no haya servido de principio ordenador" (Mayr, 1982, p. 17). El 12 estudio de la evoluci¶on es tan vasto, que tan s¶ olo para explicar los aspectos evolutivos relacionados con la Biolog¶³a, existen dos grandes divisiones: por un lado se encuentran aquellos factores relacionados con la sistem¶ atica y la paleobiolog¶³a que tratan de elucidar la historia de la evoluci¶on, y por otra parte est¶ an las causas de la evoluci¶on donde los factores gen¶eticos y conductuales juegan un papel importante (Fig. 3). La teor¶³a evolutiva tambi¶en sirvi¶o como un parte aguas en los estudios antropol¶ogicos, existe la fuerte convicci¶ on que el surgimiento de la Antropolog¶³a moderna se debe a la aparici¶on del Origen de las especies (Dampier, 1986). ContactoS 60, 7{14 (2006) las de alb¶ umina en un 12 %, es decir un 6 % cada uno, se estima que ambos tuvieron un ancestro com¶ un 10 millones de a~ nos atr¶ as (Fig. 4). La alb¶ umina del hombre y del chimpanc¶e di¯eren en un 5 % una de la otra lo cual indica la presencia de un ancestro com¶ un hace 4 millones de a~ nos (Jones et al., 1995). Figura 4. Esquema que representa un par de alb¶ uminas de dos primates. Los segmentos de color corresponden al 6 % de diferencia para cada mol¶ecula, lo cual lleva a establecer mediante metodolog¶³as moleculares que ambos primates tuvieron un ancestro en com¶ un hace 10 millones de a~ nos. El determinar escisiones evolutivas a partir de variaciones moleculares no deber¶³a resultar sorprendente, puesto que uno de los conceptos m¶ as importantes en la evoluci¶ on |de¯nido desde sus inicios|, fue el de variabilidad, Hirszfeld y Hirszfeld se dan cuenta de ello cuando realizan estudios a nivel sangu¶³neo obteniendo que las variaciones no s¶ olo se expresan como un rasgo en el fenotipo sino en los distintos niveles de organizaci¶ on estructural de los organismos (Hirszfeld y Hirszfeld, 1919). Figura 3. Representaci¶ on esquem¶ atica de las Ciencias relacionadas con la explicaci¶ on de la historia y las causas de la evoluci¶ on. (Futuyma, 1998, p. 13) El concepto moderno de evoluci¶on o neodarwinismo sigue respald¶andose en la selecci¶on natural y la gen¶etica de la variabilidad, ahora utilizando herramientas y t¶ecnicas de investigaci¶on y estudio moleculares y bioqu¶³micas (Gutfreund, 1981), dichas investigaciones se relacionan en su mayor¶³a con la variabilidad que presentan los organismos a nivel de prote¶³nas; se han determinado escisiones evolutivas a partir de las diferencias presentes en residuos de amino¶ acidos. Ejemplo de esto es el denominado \reloj de alb¶ umina"; que relaciona los cambios de ¶esta prote¶³na con la ¯logenia de ciertas especies. Estudios moleculares demostraron que la alb¶ umina tiene una tasa de mutaci¶on del 0.6 % cada mill¶ on de a~ nos. Cuando dos primates di¯eren en sus mol¶ecu- La evoluci¶ on del hombre ha sido uno de los temas m¶ as estudiados, investigaciones en marcadores del acido desoxirribonucleico (ADN) mitocondrial y del ¶ cromosoma Y, sirven para generar modelos evolutivos de los humanos modernos (Cavalli{Sforza y Feldman, 2003). Esto ha sido determinante en el estudio de la evoluci¶ on humana, ya que ha aportado pruebas acerca del origen del Homo sapiens. En la actualidad se sabe que el ser humano guarda una estrecha relaci¶ on con diversos tipos de Homo (Fig. 5, p¶ ag. 13; Wood, 2002) hecho que no s¶ olo se sustenta en el registro f¶ osil sino a trav¶es de metodolog¶³as moleculares, las cuales se vuelven cada vez m¶ as especializadas. De la misma manera, se ha trazado una historia molecular que asocia al Homo sapiens ac¶ tual con un peque~ no grupo que habit¶ o el Africa subsahariana 130 000 a~ nos antes (Fig. 6, p¶ ag. 13; Hedges, 2000; Jones et al., 1995; Cavalli-Sforza y Feldman, 2003; Ingman et al., 2000), que relaciona sus ¶ or¶³genes con el modelo de la salida de Africa; al establecer adem¶ as, la existencia de fuertes similitudes en las poblaciones humanas. Este tipo de estudios muestra que existen m¶ as diferencias entre dos chimpanc¶es de una misma poblaci¶ on de las que exis- Evoluci¶ on y Ciencia. L¶ opez Ortiz Geovani y Francisco Javier Olvera Ram¶³rez. 13 Figura 5. Filogenia del Homo sapiens y chimpanc¶es. El Sahelanthropus tchadensis es de los primeros miembros pertenecientes a la Familia Hominidae (Tomado de Wood, 2002). Figura 6. Origen y dispersi¶ on de los grupos humanos. El origen del Homo sapiens seg¶ un la teor¶³a de \La salida de ¶ ¶ Africa", postula que la humanidad tuvo su origen en el Africa subsahariana, y que peque~ nos grupos de humanos migraron al resto del planeta, hasta constituir las poblaciones actuales que ocupan las diferentes latitudes (Tomada de Hedges, 2000). 14 ten entre un americano, un asi¶atico o un europeo, lo cual ha permitido que la biolog¶³a molecular se convierta en una herramienta imprescindible en los estudios evolutivos. Consideraciones La evoluci¶ on ha sido fuente interminable en debates cient¶³¯cos, ¯los¶o¯cos y religiosos entre otros. Desde sus inicios la visi¶on darwinista de la transmutaci¶ on de las especies ha generado opiniones adversas, las cuales se han mantenido hasta nuestros d¶³as. Louis Agassiz expres¶o que la teor¶³a de la evoluci¶ on de Darwin era un error cient¶³¯co, falso en sus hechos, anticient¶³¯co en sus m¶etodos y da~ nino en su tendencia; si fuese as¶³, la parte m¶as \s¶olida" de la teor¶³a evolutiva |la concepci¶on darwinista| se hubiese olvidado por completo. Quiz¶as este autor se sintiese en relaci¶on con el proceso evolutivo como lo hicieran en su momento los m¶as sensibles y a°igidos por/con lo copernicano o como ocurre actualmente por \el inconsciente" Freudiano que enfrenta al hombre con su imposibilidad para manejarse en un plano cartesiano y ser due~ no de s¶³, o sea el inconciente ahora ocupa el lugar central antes destinado a la conciencia del hombre. La Biolog¶³a, ha hecho que el ser humano se aproxime de una manera irrevocable e indefectible a los derroteros de la ciencia. As¶³ mismo, posiciona al hombre no como un ente separado del mundo y guiado por su propio antropocentrismo, sino como una especie m¶ as que habita este planeta y que es resultado |al igual que las dem¶as especies| de la expresi¶ on de la vida acaecida 3,800 millones de a~ nos atr¶ as. Bibliograf¶³a 1. Bowler, J. P. El eclipse del darwinismo. Labor Universitaria, Espa~ na, 1985, pp. 37-64. 2. Cassirer, E. El problema del conocimiento. Fondo de cultura econ¶omica. M¶exico, 1993. 3. Cavalli-Sforza, L. and Feldman, M. The application of molecular genetic approaches to the study of human evolution. Nature., 33: pp. 266275, 2003. 4. Chalmers, A. La ciencia y c¶ omo se elabora. Siglo Veintiuno, Espa~ na, 1992, pp.174-181. 5. Cohen, I. B. Revolution in Science. Belknap Press of Harvard University Press, U.S.A., 1985, pp. 82- 91. 6. Dampier, C. Historia de la ciencia. Tecnos. Madrid, 1986, pp. 298-309. ContactoS 60, 7{14 (2006) 7. Futuyma, J. D. Evolutionary Biology. Sinauer Assosiates. 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