Miércoles 25 á& ISoMkmbm di íMñt, 4 i # I,¥l.¿—Jifai«r® Sf i 5 PXUHQU U¿. DIARIO LIBERAL FUNDADOR; . D, PEDRO CALVO ASENSÍO. ^KlicXÜb L>J* tSUiáaKLCION. MABBlBzMeB, 14 rB.-~-PBOViNOiAB : SugcriciondirectaArim.,^6 r t . ; SOM., iíG.'-^For eomisionado é giremdo *sia Administración, trim., 54 r s . ; sem. 102: a t o , 200. Áttiillaé, 160 rB. aem.—Filipina» y América del Sur, 200 rs. sem.—Frtmeia y Portugal, 76 n. (20 fraacoa) trim.—Beato de llnropa. 18Q la. aem ~~ Faiaea con qne Eapafia no ha celebrado >;onveni« postal, 200 ra aemeetrti Las snecriciones deben pagaras al hacer el pedido de cada nna de ellae, BúitBBOFi snBi.^08: ü n real - Amincios, nn real línea; eemunieaáos. de 4 á 20 re. linea. La Medaoeion no responde de lo» originaleg que se la remitan, n> te encarga de devolverlos. PÜJSTOS ÜE BUSCmOIÜÍS, MADBIO: Adminiatracion de ILs ISeePlta» Yalverde, 13, s en todas iasübi-erías. PBOVIHOIAS : Oficinas de JLa I b e ^ p l n » girando directamente ó en caaa de anesíro^ oomisionadoa. Cuba : Halana, Charlainy Fernandez,—Filipinas, A.dmínistracion del Diario de Manila.— Lisboa, D. Jaan de la Torre, 64, rúa Dos Caes dos Boldados, 64.- - Paj-íg, librerías üenné Schuiitz, rué Favart, 2 ; Braohet, rne de l'Abbaye, núm. 8; y en la librería Española de) Pasaje Jonffroy. —Landres, A. Serrano, 3, Guilford Place Bnssell gqnare , W . O. NeioYork, H . Baillíere. y en las principales librerías de todos loa países, DIRECTOR: CARLOS RÜBÍi). y relacionar su teoría con su práctica, do-' g a e SB bandera y n a a su »cento al grito inmediata, condision sine qux non de la So • psñol no pnede hp.osrsí có spUce de actos las urnas á mezclarse con los {.ícaros heque lo rrsbajun á la faz d« ia Euro ia cu-t;-, rejes liberales. qne saluda el triunfo de la L i - eiedai. biegindose anta las imperiosas exijencias nniversal bertad y del Derecho en la herdica tierra »Tal es nuestro grito de guerra al aco- y fe hallan en contradicción o n los rasEso es muy propio de los neos. del espíritu del hombre ó del pueblo entre de Gerona y Zaragoza, de Santander y meter la nueva campaña. En ella intenta gos característicos de su limpia historia.» EL PO RVENIR D S ESPAN1. B'^jar. remos, m u y señaladamente, conveac r á quí^n vá á reinar. Hacemos notar ciertas palabras subraLeemos con sa'isfaccion en La Reforma: I. »Oaando agotado el anfrimiento y e n - los mismos poseedores de es^ílavi^s (con el yándolas, para que veaa nuestros lectora Procuraremos esplícarnos: «EQ la última manifestación que tuvo, ejemplo de J a m a i c a y de Antigua) da la oenddoa de V<M'(ÍÜ nz» hemos roto coa u n La iniaensa mayoría de los grandes heToda idea nocesita ua hombre, como pasado de infatiaias, de ruina y de escán- conveniencia para sus propios intereses cómo se espre?an los hjrabres que en olVn-. lugar en Biircelona, los monárquicos, los chos, ya sean favorabtes, ya contrarios á toda alma necesita un cuerpo. Esti fuerza dalo, para stspicar dignamente á nn sitio de adherirse á la abolición radical; en tiempo ridicu!izaban é iusuiíabrta a! gen- republícdinos, se encontraron freute á frenla humanidad, ora ínapulseo á ésta en el sim|.iática, que es inflexible, necesita, como en el concierto da ios grandes pueblos; ella, también, l e g a r e m o s hasta evidenciar ralPrim, y hada pedían todo gé;jero d te, i<iguietido el itinerario que respectivacamino del adelanto, ora sirvan de obs- toda ley da relación, para existir, que los cuando la mano de la B^vola ñon hn pues- los infames propósitos y los asquerosos in- castigos para los que nos atrevíamos á c.i rni^nto se habían marcado. La manife.^tato sobre el tapete, si no rasaelto, aquellos tereses que se ocultan bajo protestas de meter el crícnñn de defenderlo. cion que interrumpió la ntarcba de la otra' táculo á su progresiva raarcha, ora la Sa- términos relacionados pn^ídan unirse; que fjroblemas capitales que importan á la un patriotismo, y hoy de un liberalisino ¿En qué consiste e.sta me[amí)ifo'sis?-Lñ-. aorió sus filas y permitió el paso, saludánn u n c a probado, pero nunca invocado en hotir,a de oueRtra P*t,r'a y á los int^ireses gan retroceder absurdamente , reconocen sean hábiles para esta unión. circunstancias han cauhind i; los entóac-^ dose recíprocamente republicanos ? motolos del mundo de la civilización, no h a - vano. su motivo de existir ea una idea que los perseguido'» han llegado á oOteaer el triiiiiSeamos más claros: bría apóstrcfs bastante enérgico, ni adj^ »Si lió nos animase el calor de la idea, oca fo drt su causa, y hoy sus e;ícas'neoed(irR< nárquicos con entusiastas gritos á la Liberha dado vida, y que es preciso analizar con Una ¡dea , por más graode, por más t'vo bastante duro para coadenar el olvido daría ali^into el recuerdo de nuestro p a s a - se lamentan y ponen el gdto en el cielo tad. Es hecho es sigidlicativo y demuestra de aquellos millares de desgraciados que la escelencia de esta escuela práctica del antelación al suceso, como es forzeso exa¡Humildes nacimos, y hoy... hoy p s justa que fuera en si, ¿po Iria reinar en un e a Cuba y Puerto -Rico arrastran Su exi&- do. deoios! Dificultada por leyes tí'-áuisas, con porque á í«s antiguos ídolos se les dá su efercicio de las libeitad'ís populares.» minar el pensamiento para concebir la pa pueblo, si los hombres que componen, éste t e n c u sin patria, sm familia... sin dera poderosos enemigos en las et-fíras oíioiíi- merecido, nó riaiuu'izíodoios dai asqueroE^lo es bello, esto es digno, esto es prolabra razonada. . y c u y a libertad, de hoy más, no les, indiferente el público al crlm«n, que sas caricatura:?, que eso niin;;a lo hsn h la rechazaba? Seguramente nó. Más aún: ohos, pio de verdaderos ciadadaiios libres. pued') retardarse un momento, sin que sin pensarlo cometía, y sin ítiás rejuvsos cho los Verdaderos liberales, sino S;ÍCIÍKI Una estatua precisa siempre un escultor; ¿Seria conveniente que reinara? Tampoco. Mucho nos alegramos de trascribir una* mcurramo» en g r a v e é ineaaas*ble respoa los de un reducido número da asocia- á la luz pública sus escandaloíos h-ihos, sin éste, en el orden natural no se concibe Acabaría por viciarse, por faisear sus pria- sabilidad ante Dios, ante el mundo y a n t e q«e noticia tal para que sirva de lección á cuanos, la Sociedad dió sos piimeros paao^. que pueden ser ji)Zj;ados por todos, porqutos creen que el liberalisioo es el desla existencia de aquella, como no se com- cipioí, por len-r que sujetar sus teorías á la historia. Pdro iqaé erirol Ofalores emioeates, poe- cometidos filaron á la füZ del mund). orden. tas, panlicistas, y h>i-ti d a ñ a s qa^s neprende un hecbO sin uta idea que le presi- una interpretación equivocada, y por mo > Los momentos son íSfítifios; los proble Ba>t:i de hidalguías, sííñores re.lnictorí s nian la tripla diade a a de la virta i, cA t-i El Pueblo español, en su mayor parto, da. Nosotros buscamos siempre un Dios al rir, alfio,seuiaudo un deplorable prece- mns apreiniantes; las solucionaos urJAUtes. lento y la belleza; todos, sin psrt-jü-T-co.r de El Siglo, acerc.i de varios piírsonaje.H ha dado y está dando grandes pruebí».s de Al fin el ánimo público se ha decidido soTer el universo, del mismo modo que bus dente para su futura resurrección. al primitivo círculo, todos acalierou. a S'S de vuestro partido quü úlliíaameote figü sensatez, á pesar de las continuas escúabre e a esciavitol, que conao h a dicho llamamiento. Ei Pueblo de M-iirii sabís rabao en el poder. camos una idea beiiéfi ja detrás de un iieciones cop que los reaccionarios tratara de perf-^ctamet^te la Joata'R'íToluníonafia de Licalicemos más nuestras obserraqué solemnidad revistieron aa"3triís Í » « Aún hemos d« ver qufi ?e pide su cslra- hacerle manchar el limpio blasón do &us Míidfid, es un ultraje á la natumlez'i hu^acho fecundo en coostícuaacias saludables tings; á nosotros nos consta el intaréí creciones. dicioQ ; sí, 8Ú« hornos de ver físl"; y si n > glorias. •tii y ima af-enta para la N^eton g(t«, úñca para el género humano. ciente con qao se asistió á ellos... i h í r a La idea libre ha triunfado. Nada más ya en el mundo civilizado¡ la conserva *n toda nos eoorgnUiice el r- suí'oaio quo h*n te lo vióraosüs, taato peor para la R-íVolacioii Siga así el Pueblo y merecerá las más Por eso ante la marcha de la humaniint^giiUdd. La ofíi'iíi'ín est4 espitada por lógico: era muy justo que sucediese así, y su niáo. En casi todas las eapitsifí.s d-j Hía,y-í y para cuantos con ella eslumos idenliii entusiastas alabanzas de la preosa liberal tos meetings qne en Madrid, Barcelona, dad, obediente á la infli^xible ley del proy de toda Europa. ha sucii'dido. Esta idea vá á traducirse en J a e o , Soria, Alna^na de Aragón y otras ña se están constituyenio s >i3ied 'des abn - cados. licioaistas, y nuostros esfai-rzí.-i s«"á;-) HÍ? • La Nación tiene qsie abrir un gran pro greso, cuando por encima de esa jigaute c i a d a d s , h a n t niio efecto. L a s oxoosihechos, en hechos realas y positivos , en tiva y valieutsmeníe a t J a u d a í í S . Paes Ceso: hé aquí por lo oue nn le h«m<is controversia de pási(mes vtjmos irradiar El periódico El Ejército' y h Armada con millares de firmas, llnsvjn sobien: [adelante!.Qaa ai á -.-i^tíia h . r a s ya nf> abierto ya en IHS oolüma'is do L-v IBERIA. hechos prácticos; ¿da qué manera? Hé aquí nloaes, bra el Gobierno provis'o- a', y á la ignopide la supresión de los 28 gíibiernos milifulgente la luz de la verdad, de la razón, el punto difícii de la cuestión. T-,(da idea rancia 6 el abandono de a-'í»' sacede hoy hay n a «ífl/aíiiíía, pyuHmoo de^ir en 1869 .Nó venganza; juslicíii e» io que jía- tares resíabí'ecidos arbitranament-í por el que no hay y a un solo esdum. T a l do be de la inteligencia; cuaado vemos ai escladimos. tieo'i dos faces: una admirable, ot>a posi- el e''tu.iiasm3 m á s coamoveior por la ser el fin á e ia nueva «amputa.*. último ministerio Narvaez al declarar á la Yo romper SUS cadenas y coavartirse en cau*a iie nuestros hermanos los negros. Penínsola eu estado escepcionat , cuyos tiva; la teoría y la práctica. La una dibu- F51G>bi?rno, pne-i, tiene imiirescindible>Q3a ii03 secunden todos los hotabres hombre; cuando miramos los Pueblos, ayer Ácercáridose PI plazo para la adms ion gobiernos cuestan al Tesoro 1.368.000 reaja, la olra construye. éQoá es necesario toeuts qne n"np'í:'M : de esta problema: las hour«doa; quo nos aijoyon con 6ncer;s <i3de no.'eías que h.m de a>ípirar al protnio les al año. autótaatas y hoy libres, verter el cáliz de paM complementar el principio? Unir Us Cóí'íos Gjnstitoy-'íDt'^s', en todo cas-?, ti-í- cisioa, ahora qu* pn'id-sn, tod'^s los lib^ra- ea el cerlámtu de la Acadenria Españoa, Sia entrar en el fondo del asunto, parér'p"n que dai-la u n a solución definitiva. l94 cíe Gaoa y Pu^rt-) R e o , e a t r e isuyos sus iágrímas sobre las ruinas de la institudos «1.1 el terreno de la posibilidad. Sin ar- a h o r a , pue?!, son m á s necesarios que mártires «e cueutii.i atuJioLmistas como se nos Suplica por algunos escritores lo cenos justa la petición. ción pasada, é iluminar con el brillo de su quilí'Cio. et dihujíinle es iaoüeioso. na in- nunca ia íé, «I valor, la &ctiwidai,.laener- A.güefo, D-jlmoute y Ruiz Baivi--, y c u j a conveniente que seria proro^ar dicho plazo Economías sobre todo. . nueva aurora el abismo de su abjecta útil , porque po irá hallar su compíifi-ro gí»; y la Sociedad abohcienista los tendrá. libertad s a r í a u n a of'enta, si oo regeneras:* algunos meses más, pu'^s muchos jóvenes, »Al volver á campaña , coa los recursos al negro. D ) esta manera, con la a u t o r i atonía; cuando vemos los tronos seculares En París se anuncia la publicación de con el tiempo; pero si inoficioso mienlrás que nos dá la Libertad, para j u n t a r losi '^a dad de la i i e a y la fuerza del número, p o - de ideas avanzadas, no han trabajado para este concurso. en atención a! espíritu BHO- un folleto que se supone será el prograderretirse ante la voluntad de las paciofa^^rzos d í todos los hombres honradla y no le encuentre. dremos pedir y recabar justicia de S s p a ñ a calniíeo que reinaba en dioha corporación, ma de la ulterior conducta de Isabel da nes, como bolas de nieve á presencia del pe Hr el v&s del dyresho para los escla • Descorramos por compíelo el velo. ¿Có- vos, la Sociedad necesitei b - c r una d'icla- y Wgioa da la Sevulaciou. y sobre todo uor la iijlliiencia que en ella Borbon. sol, buscamos siempre una idea, que ea»'tíadrij, 19 te nü?lí?ro.hfe da 186S.—Ei tenía el prófugo señor Caíalina. mo puede en Espilla maniffSt<irse ia idea racion. Ha^ta ayer h a figo ado en so b i o presideatf: Na vacilamos ea asegurar que ios partiJOAÓ M-ÜSÍ* O'ofjsñ.—L-s v i coolrámos en la teoría de la razón y de la Hoy qriií, coaío íodu.-í iñS institucior.fts, darios de i a ex-reina pierden lastiinosalibr : bajo el aspecto de uoa Ropública, ó d e a un ipma seocillo, qo'zá vago: la Sa- cepresidentes: B as Piíirrad -^SmUio Gas justicia. Ilea que lleva en su «xisteacía la cied'id ireia entonces qn« bastaba á sus telar.—José E;h-^vray.—Ma.iueí Bí.'í-'r ha de sufrir rrfjrmiíS la .academia , seria mente ei tiempo en todas esas cabalas. La de una monarquía? flofp g ' i í a r t a n sd'o ABGLICI'-.N , pues qne_ ra.—Francisco G i ' c í * Lopfz.—Voiüif-.á: conveniente que se dilatíiSH la admisión dd existencia de tanto suceso admirable; idea Nación no puede olvidar tan pronto lo mal ¿Es posible la República en España, frente á ella se alz=4bííTi. y oon p o d r e s en " Joaquín M^ría Sau Romü —G^ibrí i R> Tiüvídas, qi'.a vence el 51 de dicienibre que esa mujer ha pagado los inmensos saque entraña toda una aspirácioa universal, (^levadüfl iegiones, unos cuantos, ó dt'S- drigaez y Bíue iiíitj.—Síi^i.írnarido M rní toda una vida, toda ucia civiiizacioa, toda una vez daiio el espíritu de! país, la> leu- grpciadoa, ó criminalfS q n e , á de-ípe"ho y Pren lí r.^íst. — fflstaiiKs'.Ho Fga^^-as.— próximo, y ñsí podrían tomar partt) los ¡a- criíicios que el país ha hecho para aseguji;énios que no han tnajíio mis norusa en una ley, que es el alma del mundo. Lo que deuciasdi éste, sus «spiraciones, su ra.'do d<* l a voz de los tiempos y el ejemplo del tíugenif) García Rniz. — B-irtiafao G-iteía, sus inspiraciones que la civilización y el rarla en el trono. ttiundo civilizado, s'ist nínn la eteroidaíí —Ni8olá=i Sílaiefíin y Aior.so —iR^fViel Hay restauraciones imposibles. de ser? Los republicanos dicen que sí; la es justo, lo que es razonado, sa cuaaple á át^ ia fao'avitud. A ia hora actual, estos M. de Labr-».—Jo.-e' 0>rt v OUu.—W n progreso. inmesisa mayoría de los españo'es con es- esclavistas hfsn d>'S8pare!?ido : y a tolos despecho do los siglos. AyguHisüs i z o . — J . A d- B r ^ z a . La Esperanza comienza su artículo de ta que oó. En el artículo segundo conti- quí.renitf:' la r.holi'iio;!, annq>ie de diferea c«siao —E luardo G'ia-.—J F r u a n i o G m z - i ' z Síí dá cosTiO spgnr..) d haberse firmado fondo con las siguientes palabras: Por eso la ¡d^a dd la justic'a y de la raía Dj*nsfa y con h a ' t o diverso fin. nua) emo.'í nuestras observaciones. —Veritura Raiz Ag-oili-r;!.—Julián Bais- el contrato rnlre e¡ rporasenlanin de la zón se traduce m gratidioios iiechos,-á pe«La Revolución, que , como Saturno, chez Ruano.—íáHlvalor S a n l a t s . - - E i aj'ir* »Pues bien: ajastiímos nuestra conducta qué.í de Sarita M-icta.—Joé li>dtÍ!>u-z á.i- casa Roslchild y ol iíiínisrr ije Haclendi), devora sus propíos hijos,..» sar de la tiranía, de las hogueras, de los Idsertaoioa á djníniQaoíion el XÍANIFÍES sobre adqu!.íicioQ de lita.os d«i .5 por 100 á lita ci^cnnetanciias; no nos dejem-ia sor Creemos que la intención da La Espedéspotas, de la ignorancia,5 y de ese ia- To d« la Sociedad übolicioüista f-sp"!!'ia, prí-nd'T con vanas pnlabras; y pu<-s que varez.—Alfredo Vega.—R'Cürdo M.-lma. esleríor, baslante» á prodacir la cuntídad —Contador: Juan de Dius Aimars-^. —Tinranza no habrá sido hicer pasar por suya ménso oleaje de poder que ahoga las al- Cdn el qne estamosfonformes, cotBO lo es- U.s escl'tvidas dci aj- r son hvv abolicionistas sorero: Frisncisco Dalgndo Jago.—Sacre de 400 millones efectivos, con cuya sujia tan campanuda frase, v que por un olvido mas de los tímidos y cubre con espumas taiáii todos los überale^í, en cayos cora o graduales, ía Sociedad no puede menos d« tarios: Julio Vizoarrondo.-Mariano Aryaá.> se liquidarán las operaciones pendientes en involuntario no ha citado el nombre del jro''.lamísr, y así sulemnsraente pide, la París Cíin «araulía de ef otos públicos, y autor. de lujo la conciencia de los ambicioL^os, nes está arraigado el seritirai-into btsmani- abi lición inmediata áe la esclavitud. se ali^ndera al p.fgo del próximo semestre. tario. Este t o s impone el deber de pedir E»tá visto que los neos son el grajo dt pero que se estrel a impotente ante la sere>Poro, ei.tiéLidase bien; que có por esto Dice El Siglo, heredero de La España, En virtud de esta operación, el Gobierüo na roca que sirve de peilestal á la idea coastaatemente la inmediata abolición de la hemos de abandonar el cuidado d i todos cuyo conmihton en la prensa «ra El Espa- rescata 600 millones de treses que ESTABAN la fábula. eBclavitnd, que degrada al hombre equi- los intereses. Manteniendo incdlnme el ñol, aquel periódico que a! general Prím y Justicia y al principio Razón. IGNORADOS en Francia, por consecuencia de pnccipio y no mistificáadoíe en sn r e a l i parándole á loa seres irracioDalss. £1 señor duque de la Victoria ha escrito zación, estudiaremos y propondremos los á nosotros quería cazarnos como Á perros las operaciones hechas por la situación anVerdad es esta tan iunegable, como abLa odiosa institueion de la esclavitud no medios necesarios p s r a que la tracsicion rabiosos: al gobernador civil de Salamanca la carta terior. ' surdarntiote negada; verdad es esta de la puede sosteuerse en países civilizados, j del régisaea de esclavitud al de libertad se «La pluma se resiste á estampar e l g é Gomo ¡os reaccionarios hacían lodos sus que á continuación copiamos, contestando conciencia y de la historia; verdad del mucho meaos en loa q u e , como nuestra b a g a de an modo fácil y eficaz, y con las ñero de ultrajes que en esas torpes é i n tratos y contratos á cencerros tapados, no al parte telegrático en que le noticiaba la mundo, que la siente; verda i de Dios, que altiva ESspaña, h a n hecho t a n jigantescos menores perturbaciones posibles en los mundas caricaturas expuestas en los sitios deba causar asombro el qu * estuviesna manifestación del día 15. órdenes poiítico, económico y sociaí; ins más públicos de la capital se infiera á Las frases contenidas en la carta no neDí puede engañarse ni engaflaroos. esfaerzos por reconquistar en libertad. pirándonoí p s r a ello, s i n g u l a r m e n t e , en personas d e t e r m i n a d a s , dignas hoy de ocultos esos 600 millones de treses. cesitan comentarios: ellas ponen de relieve ¡Cuántos rincones haDrá quo escudriñar Ahora bieo: ¿qué necesita una idea No cftemos necesario recomendar la los ejemplos q u e nos acaban de d a r Ho mayor respeto no sóio por el carácter de la grandeza de alma del pacificador de Escuando es justa, cuando es razonada, para lectura del Manifiesto, toda vez que sn landa y los Estados Unidos. L a indemni- que algunas se hallan r e v e s t i d a s , sino todavía!! paña. zación á los poseedores, l a organización porque les rodea y ampara la majestad reioar entró ios hombres? ¿No lleva en sí objeto le hace aceptable p a r a todos. lié aquí eldocumeito á que nos ref&> del t r a b a j o , la inmigración blanca en del infortunio. La Regeneración escita á sus correligio- rimos: Hé aquí el notable documento: su complemento? Si no es buena, no debe n u e s t r a s Antillas, la plena libertad comer>/«íM¿íar á la desgracia fue' siempre cosa aceptarse. Sí, ciertamente; pero enmedio «LA SOCIEDAD ABOLICIONISTA ESPA cial, la educación popular, la autonomía impropia de pechos kidJgos, y seria preciso narios á tomar parte eñ la lucha electoral, «LoGxoÑo, noviembre 17 de 1868, provincial, e t c . , e t c . ; serán, por consi- suponer que de esta noble tierra habtm huido aun cuando «probablemente en ningún ÑOLA A LA NACIÓN: »Señor don Ramón Acero y Crespo. de esto, á pesar de todo, la idea necesita >Despnes de dos años de forzada inac- guiente, otros tantos objetos de nuestro todos los sentimientos generosos para ne^ir pueblo de la Península habrá verdadera »Mi más estimado amigo: Recibí e l teleeatndio, spbre los que cada sociedad t e n adaptar sus condiciones á las del hombre ción y violento mutismo, ha llegado el que merecen la reprobación general tamaños libertad.» grama que Vd. me h a dirijido, poniendo drá sn opíDÍon particular, pero qne supon para quien vive; necesita cond^íosarse, hu- instante de qne la Sociedad abolicionista es~ desmanes. Pero á pesar de esto último, se las pro- en mi conocimiento la manifestación c o m drán siempre el principio de la abolición »Seguros estamos de ello: el Paeblo e s - mete muy felices, y no duda en acudir á pletamente pacífica que el dia 15 hicieroa manizarse, materializarse, digámoslo así, fuñóla, con más vigor que nanea, despla- mhvmL 52 Roma, cuaudo se quería decir de una persona que era el colsno del idiotismo, se decía: «Tan estúpido como el principe-duque.» (Jueotan que la primera vez que se presentó ea casa de la duquesa de Borghése, á poco de su llegada de Gesena, Heno aúa de orgullo por su calidad de príncipe-duque, y por la ilustre genealogía que un sabio romano acababa d? descubrirle, tuvo sed y pidió, sin más rodeos, un vaso de agua á la duquesa, la cual, y viéndole apojado en la chimenea, le dijo: ' —Tire u sted por dos veces del cordón que está á su espalda y será servido en lo que desea. El príacipe-dupue se eocojió de hombros y tiró por dos veces dul cordón de la campanilla sin comprender lo que le habían dicho. IgDoraba por completo la aplicación de las campanillas; esa iaveucion de madame de Maintenon, la cual sólo hura una ceateoa de años que se ha i n troducido en el mundo elegante. Su admiración al ver (jue no bien hubo tirado dos veces del cordón de la campanilla se presentó Uü criado con uaa baodeja llena de toda clase de refrescos,-rayó en lo maravilloso. Hubo necesidad de esplicarle el mesanisino de las campanillas, mecanismo que le causó tanta impresión, que en toda la noche no hizo más que tirar del cordón, con no poco trabajo délos criados, y hablar de sus efectos. Y no paró aquí su admiraeiua; cuando todos se retiraron ^alio el último, y eu lugar de hacerse conducir á su casa, el príncipe-duque hizo que le lle- 53 varan al Vaticano, y despertó á su tío para darle cuenla del descubrimiento que acababa de hacer en casa d é l a marquesa. El Papa, que estaba durmiendo, al ver p o r q u é necedad le despertaba su sobrino, tiró del cordón de la campanilla y dijo al que entró de su servidumbre: —Vuelve á acompañar á monseñor Onesti, y otra vez, antes de dejarle entrar á semejantehora, ente" rate de antemano si lo que me va á decir merece la pena de despertarme. La ignorancia del príncipe duque se hacía e s tensiva á todo. Una noche, pocos dias después, encontré de nuevo á su alteza en casa de la marquesa Bocea Paduli-Gentili. Se habló largamente de literatura; y al comparar en sus diferente giros la inglesa y la francesa, se fué nombrando simultáneamente á Shakes peare, Beo Johoson, Racine, Comedie y Moliere. El príncipe-duque oiat y admiraba coa la boca abierta, no conocía á ninguno de estos señores, y aun estoy por decir que era la primera vez que los oia nombrar. Sir Wi'iliam, hablando de la célebre tragedia Mahomel dedicada á Ganganelli, pronunció el nombre de Vollaire. —k. ese, á ese sí que le conozco,—dijo el principe duque saltando de alegría sobre su asiento.— Es un diablo de un alemán, que por cierto ha hecho mueho mal á la santa Iglesia. 5G lujo tipográfico una obra en la cual probaba hasta la evidencia que San Romualdo pertenecía á la familia de Ontsti, y de la cual descendía el sobrino del Papa en linea recta. En virtud de esta genealogía, que como es fácil comprender era incontestable, el primer hijo del príncipe duque, -^ aquel cuyo nacimiento el día 6 de octubre de 1787 proporcionó tan gran alegría á la corte de Roma, — recibió de su tio en las fuentes bautismales el nombre de Romualdo. 49 Santidad habia sido acometido da uno de esos accesos de cólera, tan frecuentes en Pío VI, y que eran el terror de todos los que le rodeaban, reconociendo por causa casi siempre bagatelas de ninguna entidad. Decíase que el Santo Padre, había encargado á su sastre para la solemnidad á la cual debia asistir aquel dia, un traie completo: pero parece ser que un malliadado pliegue de los calzones velaba un tanto la regularidad de las formas en que él poseía su mayor vanagloria. Al notarla, reprochó indignado al pobre sastre aquel defecto, el cual por su parte trató de escusarse con la mayor humildad; pero la escusa escitó más y más la cólera del Sumo Pontifice, quien cuentan que respondió á ella con un t r e mendo bofetón, ' El terror, más que el daño causado, produjo e a e i culpable un violento accidente, del cual volvió en s( gracias á una abundante sangría. Dió comienzo la ceremonia, y durante las dos terceras partes, todo se presentóálas mil maravillas; p e r o l e s directores del colegio de la Propaganda, ^royendo agradar á Su Santidad mostrándole hasta cuan lejos la Iglesia católi-a estendía su dominio, le presentaron un joven negro procedente del Congas El neófito africano, no bien fué presentado, dió comienzo á un discurso, aae á mi corto entender no fué menos elocuente que los anteriores, pero que fué interrumpido mucho antes de la mitad por el Santo Padre, quien levantándose de repente, salif del colegio dando visibles muestras de desagrado-, MÜMOBIAS BE tJHA FAVOEITA. 7 .