3IO LA DEMOCRACIA Sil obligación. Sntre los casos que se pueden poner es uno el de haber hecho cesar á vaiios empleados por razón/de economías; pnes se ha de tener presente que sin éstas no se puede menos que aumentar la deuda, cfue ya pasa de un millón.. Ahora desafío á estos señores á que repasen las cuentas, á vor sí ha tenido que aumentarhi, á pesar de todo lo heclio. . Ya sé yo qne unos propietarios están trinando porque les han aumentado la prestación personal en unas cuantas pesetas, donde no pagan por el consumo ni con mucho lo que pueden (y debieran}, después que se ha puesto el fielato, que redunda en su provecho. Uno conozco, que por los cafés se gloria de poseer una hacienda de ochenta mil daros y consiente en trabajar á la, carretera por no pagar ocho ó nueve jornales. Sabed, grandes propietarios, que si se ha puesto el fielato contra ios pobres, tansbién se iva de poner un impuesto cualquiera, llamadle prestación personal, arbitiios, etcétera, la cuestión es qne ayndeis á pagar lo qne se ha de pagar y qne de silgnna parte lia de salir. Mi intento no es abochorhai-lo que quiero es qne cuando tenemos un Alcalde que es Justo, imparcáai y amante del pueblo, como lo e.s sin duda el señor Domenge, lo d^ejeis en paz, ya que vuestro egoísmo no os permito darle decidido apoyo. Dios qniera. que oti-o día no baya de tojnar la jituma para remover cosas que á alguien interesa estén ocultas. Z. ÍManacor, 11 de Septiembre de 1902. CRÓNICA D s i t d a . — Y a se vé que estos doctos ecle- cial á las creencias y buenas costumbres, el giásticos, lo mismo que el sacerdote de I^/. Sr. Obispo de Gerona ha declarado que, sin Deber, no van á pagarnos, aunque á ello les incurrir en pecado, no es lícita la lectura del obligue su Prelado. Acudimo.'i á éste, y he- periódico L A D E M O C R A C I A , que se publica mos de suponer que ifes habrá mandado que .en Olot, y manda que todos los ^que tengan nos den las razones en que apoyaron la cen- ejemplares del mismo los entreguen para su sura, como m a n d a la sagrada Congregación inutilización. Oportunas como siempre, y del índice; y nuestros muy ilustres censores aun si se quiere más que nunca, son en las continúan mudos. H e m o s acudido de nuevo actuales circunstancias esas voces de los al Prelado, y esperamos, que ahora S. E. se- Pastores de Israel contra las alimañas de la rá obedecido y nosotro.s pagados. É l D r . G a r r i g o l a s . — A l g u n o s amigos nos preguntan, qué nos proponemos al publicar la biografía del docto catedrático. Pues se lo diremos sencillamente. T e m e m o s que sus méritos han pasado desapercibidos al Prelado, y , queremos llamar la atención de S. E,, hasta lograr que conceda la jubilación á nuestro amigo, premiándole de este modo los abundantes frutos que de su in" comparable ciencia y virtud h a n sacado los numerosos discípulos, que han escuchado su elocuentísima palabra. B u e n a fé j e i s u í t i c a . — L a Lectura Dominical, que en Madrid publican los jesuítas, nos-honra con el siguiente suelto: «tQtro periódico prohibido.-^Por perjudiDiputació de Girona — Servei de Biblioteques L a buena fé jesuítica resalta en las palabras del suelto, que subrayamos. El decreto de prol>ibición habla de creencias y costumbres de la comarca, y para nada habla d e heregía. Quitando y añadiendo,á su gusto, los jesuítas de Madrid componen un brevage á gusto de los fariseos de por acá, que se encargarán de hacerlo tragar á !a gente sencilla, que tanto se paga de las apariencias, y confunde la santidad con la hipocresía. Veremos si el semanario católico, hace uso de este veneno para cazar incautos. «El D e b e r » , — ¡ M i r é u que n* es de t o t x o aque.9t setmanari! Quan no sab ab quí liabérselas, t a m b é 's baralla a b las festas, encarregant la tasca al cucut. Ja no faltava altra cosa, perqué i paperot acabes de perdre