Tesis Pedro Hernandez

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DIVISIÓN DE PROCESOS NATURALES.
CONOCIMIENTOS Y PRÁCTICAS TSELTALES PARA EL
AUTODESARROLLO COMUNITARIO ;
EN EL EJIDO JERUSALÉN, LAS MARGARITAS, CHIAPAS .
TESIS
QUE PARA OPTAR EL GRADO DE
LICENCIADO EN DESARROLLO SUSTENTABLE
PRESENTA
NOMBRE DEL ALUMNO
PEDRO HERNANDEZ LUNA
DIRECTOR DE TESIS
DR. LEON ENRIQUE ÁVILA ROMERO
GENERACIÓN 2005-2009
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Septiembre 2010.
AGRADECIMIENTOS
No hubiera sido posible concluir esta investigación sin la participación entusiasta
de los que iniciaron el trabajo en la formación de la comunidad, que más tarde se
adopto con un reconocimiento por la procuraduría agraria como un ejido; así
mismo de aquellos que han participado en la construcción de las nuevas formas
de organización comunitaria. Quiero hacer mención de forma especial aun
maestro que me inquieto a volver a mirar a mi comunidad, pero, esta vez con una
mirada crítica, con un pensamiento más extenso, en identificar aquello que no
todos los ojos ven, aquello que para muchos importancia no tiene, al que
constantemente insistía en una formación profesional más integral, pero, sobre
todo por su apoyo profesional en la orientación de algunos artículos
constitucionales que el presente requirió, al maestro Juan Ignacio Domínguez.
A don Sebastián Hernández Meza, quien sembró la semilla de lo que hoy es
nuestra comunidad, por su disponibilidad en cada entrevista y permitir reconocer la
historia oral que se tiene; a don Sebastián Luna Gómez, por darle la vida y
legalidad a la comunidad, así mismo por su apoyo y reflexión; a don Diego
Hernández Meza, por sus aportes y comentarios para el trabajo; a mi abuelo
Alonso Luna Sántiz y mi abuelita María Gómez, por la paciencia que me tuvieron
en cada entrevista y sobre todo el esfuerzo grande por retroceder la memoria en el
pasado. A mi querida abuela María Intzín López (difunta), por sus sabios consejos,
pero, sobre todo por sus aportes en la fundación de la comunidad, a todos y cada
uno de los que con trabajo y esfuerzo, pero sobre todo por su entrega en cada
momento en la vida comunitaria de Jerusalén.
Así mismo quiero agradecer el apoyo brindado de una y otra forma para hacer
posible la terminación de este trabajo, a Ofe y Neto por sus incondicional apoyo, a
Migue y Carmen, por cuidar de mis pequeños; a don Ramiro Gómez Sánchez, por
sus aportes en el trabajo.
Al amigo don Fernando, comité de Fray Pedro Lorenzo de la Nada, Ocosingo, por
su gentil apoyo en la reflexión de algunos conceptos presentados en este trabajo.
A Tere, por sus observaciones y apoyo, por su paciencia y espera. Al Doctor León
Enrique Ávila Romero, por su asesoría en la realización de este trabajo, pero
sobre todo por la confianza que me brindó para hacer realidad la culminación del
presente.
Finalmente, a mi señor padre Antonio Hernández Intzín, por ser un ejemplo de
perseverancia, por sus consejos críticos y constructivos y también por sus aportes
en el trabajo; a mi señora madre Lucía Luna Gómez por darme la vida, pero sobre
todo por su paciencia, espera y sus sabios consejos. A Bartolo, Mari, Alonso,
Sebas, Juan y Miguel, por ser mis hermanos y sobre todo el apoyo que me
brindaron y la confianza que me tuvieron.
A todos los que han formado esta memoria colectiva.
DEDICATORIA
Por la reflexión infinita,
por ser el ejemplo de la voluntad de nuestra madre tierra
a mi gran pequeño héroe Pedro,
por sus paciencias y tolerancia
a la princesa del hogar Lumil Nichim,
al gran pequeño dueño de las sonrisas Ignacio
a la mujer incondicional que me comparte su vida y
por ser la madre de mis pequeños, a Tere.
Con especial gratitud
A la mujer y hombre que me trajeron al mundo
A mis estimados y queridos hermanos.
A los hombres y mujeres tseltales que engendraron la semilla
del conocimiento por generaciones…
Índice
Agradecimientos
Dedicatoria
Resumen
Introducción
Cap. I EL PENSAMIENTO TSELTAL EN LA FORMACIÓN DE UNA
COMUNIDAD.
1.1
Proceso de la búsqueda y obtención de la tierra…………………………...13
1.2
Primeras gestiones para la regulación y reconocimiento de la tenencia de la
tierra………………………………………………………………………………….…..20
1.3-La construcción de la identidad cultural tseltal en el territorio……………..….24
1.4 El significado cultural de la naturaleza en la cosmovisión tseltal……….……29
Cap II FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL
2.1 La Asamblea Comunitaria…………………………………………………….….36
2.2 La Integración de la Mujer en le Asamblea Comunitaria………………….….40
2.3 A‟tel tuneletik yu‟un lumaltik (cargos comunitarios y sus implicaciones)…...44
2.4 Procedimientos para la elección y nombramiento de los a‟tel tuneletik yu‟un
lumaltik ……………………………………………………………………………….….50
Cap.
III
FORMAS DE ORGANIZACIÓN PARA EL USO, MANEJO Y
ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES Y SERVICIOS COMUNITARIOS
3.1 Formas de organización para la
gestión de necesidades y la asamblea
comunitaria……………………………………………………………………………….66
3.2 Formas de manejo y administración de los bienes y servicios públicos
comunitarios……………………………………………………………………………...73
3.3 Formas de uso, manejo y cuidado de la madre tierra…………………………...79
Cap. IV NORMAS Y ACUERDOS COMUNITARIOS……………………………...87
4.1 Los acuerdos escritos y verbales………………………………………………...88
4.2 Ley comunitaria………………………………………………………………….…89
4.3 Komon a’tel…………………………………………………………………………92
4.4 La impartición de la justicia……………………………………………………….95
Cap. V EL PENSAMIENTO COMUNITARIO PARA EL LEKIL KUXLEJAL…….105
5.1 Democracia, Soberanía y Libertad……………………………………………...111
5.2 Libertad y Respeto…………………………………………………………….....114
5.3 Derechos y Obligaciones Comunitarios………………………………………..116
5.4 La comunicación y el diálogo de saberes…………………………………...…118
5.5 El lekil kuxlejal………………………………………………………………….....121
RECOMENDACIONES Y CONCLUSIÓN GENERAL…………………………….124
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………..…133
ANEXOS…………………………………………………………………………….....136
RESUMEN
Hablar de conocimientos y prácticas de los pueblos originarios, es trastocar su
modo de organización, trabajo y convivencia entre los que integran y forman parte
de una comunidad. Es analizar las palabras y conceptos que existen desde la
cosmovisión indígena. Remover esta memoria colectiva que ha resistido por más
de 500 años, es una ventana abierta del pasado que pudo ser capaz de mantener
una unidad entre los pueblos, basado en el respeto, la tolerancia y la autonomía.
Encontramos muy diversas particularidades del saber indígena, que nos traslada a
la explicación real y concreta de los alcances e implicaciones de dichos
conocimientos. Nos envuelve a reflexionar sobre los nuevos retos y desafíos que
se encara frente a las políticas institucionales del Estado y el desconocimiento de
los Acuerdos de San Andrés.
Esta presente investigación, expone los conocimientos y prácticas de los pueblos
originarios, en particular del Ejido Jerusalén, municipio de las Margaritas, Chiapas;
que significan actualmente una alternativa para la generación de un autodesarrollo
comunitario, basados en la autogestión y la autodeterminación que encamina a un
modelo comunitario autónomo.
Palabras Clave: Tsoblej, xchapelbatik, autogestión, autodeterminación, autonomía,
buen vivir.
STSAEL K’OP
K’alal ya xk’opootik ta swenta snopbenal sok yatelul stalel snopel yu’un
lumaltik, ya tatik ta alel de bit’il ya xchab sbaik, x-a’teik sok bit’il smon stsob
sbaik ta jun pam lum. Sok xan ya noptik yilel sok yayel te stene ten k’op
a’yej.
Te yilel ya’yel te sjolil yu’un mam mechuntik, te bit’il kujchem yu’unik
k’axem ta 500 ja’wil, k’anuk ta yilubel k’inal ta na, te banti ya stak’ kiltik te
bit’il ju’ yu’unik xchapelsbaik ta montsobel, banti la yich’ sbaik ta muk’ ta jun
pajal, ta spasel te bilñuk te tu yu’unik ta snopbenal ta stukelik.
Bayel te bitik sjelosbaix ta swenta snopbenal yu’un te spama pam lumaltik, te
ya yak’ noptik te stulanil sk’oplal swenta yich’albatik ta muk’, swenta komo
beel, jich bit’il swenta mon tsob batik ta a’tel ta jun pajal, swenta ma tatik
uts’inel yu’un te sk’op te kaxlanetik, te bit’il ma la yich’ik ta muk’ te sk’op
smantal te lumaltike.
Ja’ yu’un te ateline, ya yak’ ta ilel te snopbenal sok yatelul te sp’ijil te te
bats’il winik antsetik ta lumaltik Jerusalén, sok te yabel sk’oplal te bit’il k’ax
tulan sok t’ujbil te ya mon tsob batik ta a’tel, swenta jo’otik ya kaltik, noptik
son x-ateotik ta spasel te biluk ya sk’an pasel ta swenta slekutesel te
lumaltike.
INTRODUCCIÓN
Pasarán los días y los meses; llegarán vientos fríos y el girasol morirá. Pero antes habrá producido
hijos; encerrados en la semilla los embriones resistirán “las nieves y vientos del gélido invierno”
para germinar en la primavera. Tras la muerte, la resurrección: el mundo es siempre joven. Y
pasaran los siglos y los milenios. Cambiará el clima y los girasoles no podrán vivir en este lugar. Ya
no habrá girasoles, pero existirán otras plantas descendientes de ellos que habrán transformado
sus estructuras para subsistir. La vida sigue adelante porque es un sistema abierto, autorregulado
y evolutivo. (Rojas G. Manuel. 2003).
Metafóricamente los pueblos originarios son la semilla del girasol, han resistido
como pueblos muchos factores adversos que de manera constante han impedido
caminar de manera firme. Han vivido por más de 500 años en el total abandono, la
discriminación, la humillación y los despojos. Esta es la historia desconocida o
mínimamente considerada sobre la triste realidad y trato hacia los pueblos
originarios de Chiapas, y de todo el país.
La presente investigación aborda los conocimientos y prácticas tseltales, que han
sido sustento para la generación de un modelo de autodesarrollo a nivel
comunitario. Los conceptos que se han ido preservando a través de los años, que
se han venido transmitiendo de generación tras generación; un sistema de
enseñanza y aprendizaje, basado en el enseñar haciendo y aprender participando.
Se analiza desde diferentes niveles y contextos el uso de la palabra y los
conceptos que han sido productos de un debate y práctica comunitaria.
Se trata de encaminar otros procesos comunitarios que generen más y mejores
oportunidades de todos aquellos que integran la comunidad; la cual que se
sustenta y se forma como una organización social compleja; donde las familias
son la base.
En todos los capítulos que tiene esta investigación, se habla de primera persona;
porque ser parte de un pueblo originario, motiva a expresar desde adentro los
sentimientos y las emociones. Es un reto además para exponer lo que se vive y
se aprende en la comunidad, de cambiar el paradigma de la investigación donde
generalmente el trato es de sujeto-objeto y no de sujeto-sujeto como debería de
ser.
Los procesos organizativos comunitarios, implican en la actualidad, retos que en
ocasiones se entiende como un desafío a las políticas del Estado; pero, como
producto de nuestra reflexión nos hemos dado cuenta que dichos desafíos, retos;
existen por aquellos que no respetan nuestra organización, nuestro pensamiento,
nuestra razón humana. Las comunidades indígenas, se organizan para satisfacer
sus necesidades; para gestionar todo lo que necesitan para un vivir bien. Se
busca trabajar con el respeto de las instituciones, se procura hacer valer nuestros
derechos. Pero, cuando esto no sucede, se vuelve necesario
y fundamental
buscar otros caminos, de crear otras formas de trabajar, donde se respeten los
derechos de cada individuo y el pensamiento colectivo.
Parece que este camino se fortalece con la autogestión y la autodeterminación; el
hacer desde el modo y recurso comunitario lo que se necesita, o bien crear otras
estrategias encaminadas a los mismos objetivos; es también remover distintas
posturas que se tienen de diferentes modelos de autonomía, sus escala y
alcances que se prevén; la autonomía se entiende como un modelo alternativo de
desarrollo comunitario (Velasco C. Saúl. 2003), claro, remarcando la importancia
de considerar dentro del modelo de la autonomía comunal.
Estos elementos organizacionales que parte desde la historia, hasta los logros y
avances que se tienen, que ha sido planteado como los objetivos de esta presente
investigación. Queda abierto pues, un campo donde queda mucho que hacer,
donde hay mucho que investigar, pero sobre todo hay mucho que aportar para
seguir construyendo una comunidad que particularmente busca su modo de
desarrollo, bajo los principios de una autonomía comunitaria.
Esta investigación plantea la hipótesis que “los conocimientos y prácticas
tradicionales de los pueblos originarios, son bases fundamentales para la
generación de su autodesarrollo con el pleno respeto a su cosmovisión “.
Investigar y descubrir los conocimientos que aquí se vierten se logra con una
investigación de campo, con la realización de entrevistas individuales y en grupos
focales; quizás una de las estrategias que facilitó llevar a cabo los trabajos de
campo, fue el tipo de entrevista en las cuales no se plantearon preguntas
cerradas, sino dejar que el entrevistado pudiera expresarse libremente.
La problemática en esta investigación, se refiere
puntualmente a los
conocimientos y prácticas tseltales que propician un autodesarrollo comunitario,
ya que muchos de los saberes se han ido ignorando y sustituyendo con otras
prácticas que difícilmente pueden ser muy bien aplicadas o en su caso
entendidas; sin embargo, la sustitución o el desuso de conocimientos propios de
los pueblos originarios, genera una gran dependencia en diferentes niveles en la
organización comunitaria.
Este documento es el resultado de la discusión actual de los habitantes del ejido
Jerusalén, que retoman el camino hacia
donde los conocimientos
modelos alternativos de desarrollo,
tseltales, en este caso, se pone en práctica y se
empieza una nueva etapa de revalorización, pero, existen todavía algunas
debilidades. Es una tarea que corresponde a cualquier miembro de una
comunidad originaria, exponer y fortalecer estos procesos comunitarios para su
práctica y conocimiento de las futuras generaciones.
Es importante recalcar que cada uno de los conceptos aquí presentados, están
cayendo en desuso, las generaciones presentes consideran de poca importancia,
pero, son estas las que han permitido encaminar otros modos de trabajo que han
dado resultados favorables para la comunidad. Así mismo debemos asumir una
responsabilidad colectiva para que cada pueblo se le respete su conocimiento y
sus prácticas, fomentándolo desde el diálogo de saberes y la interculturalidad,
desde el modo comunitario.
Cap. I EL PENSAMIENTO TSELTAL EN LA FORMACIÓN DE UNA
COMUNIDAD.
1.1Proceso de la búsqueda y obtención de la tierra.
Trazamos nuestro destino en un sueño, varios días trabajé para construir y levantar la esperanza,
nuestra esperanza de un futuro mejor, pero, un día, un preciso día decidimos emprender nuestro
camino, todos con la esperanza en la mano y el recuerdo de nuestra madre que dejamos todos,
algunos para siempre…
(Sebastián Hernández Meza)
La falta de oportunidades y condiciones para mejorar en el futuro la calidad de
vida, la pobreza, abusos de autoridad, pero sobre todo la carencia de un espacio
para cultivar la vida, que es la tierra; ha sido históricamente el motivo y razón de
que muchos hombres y mujeres organizados, migren de un lugar a otro. No es
suficiente un apoyo o un proyecto institucional para garantizar la sobrevivencia,
sino se hace en un pedazo de tierra.
La necesidad del hombre y el hambre de la sociedad para garantizar más y
mejores oportunidades para sus próximas generaciones, abre los caminos en
zonas y tierras desconocidas, pierde el miedo y se impone la razón y el respeto
del hombre y la mujer con la naturaleza; esta es la situación de los hombres y
mujeres tseltales que un día decidieron dejar y abandonar sus vidas en Ch‟akoma,
Jomalnichim, Mats‟ab, parajes del municipio de Tenejapa, en los Altos de Chiapas;
para buscar tierras y tener derecho y oportunidad de trabajar para sobrevivir, sin
antes superar lejanías y penurias en esta intensa búsqueda.
Los encuentros e intercambios que realizan las organizaciones sociales o
religiosas han sido espacios de oportunidades, de luchas y nuevos horizontes; es
donde se forjan los sueños y se levantan las esperanzas.
Tal es así, que el ejido Jerusalén, inicia su historia en un encuentro religioso,
donde se encontraba participando el señor Sebastián Hernández Meza, quien
fungía como catequista dentro de la religión católica. Crecido y formado bajo los
principios de colectividad y el sentir la necesidad de apoyar a los otros hermanos;
es como se empieza a valorar y considerar las carencias con los habitantes de los
diferentes parajes del municipio de Tenejapa. Además de que las condiciones de
vida en los parajes son pocos conocidos
entre familias, ya que una de las
características de un paraje, es de que las casas de cada familia se encuentran
muy separadas unas de otras, no podía haber una comunicación constante, no se
podían organizar para solicitar apoyos para mejorar el pueblo, todo dificultaba;
pero principalmente debido al crecimiento de los integrantes de cada familia, la
tierra ya no alcanzaba para todos, solo se tenían pequeñas superficies, que no
eran suficientes para realizar trabajos y cultivar
granos básicos para el
autoconsumo como el frijol y el maíz.
Además es importante destacar la gran injusticia hacia los pueblos originarios, ya
que es otro el modo de impartir la justicia, el cual no tenía nada que ver con el
trato que se le da a los kaxlanes, ya que
no se podía denunciar ante las
autoridades sucesos como muertes, ya que el que daba parte a las autoridades de
él se le culpaba de ese acto, además si un cadáver aparecía cerca de una casa,
se le culpaba al dueño de la casa de cometer el crimen aunque no fuera así; todo
ello le llamamos abuso de autoridad; es por eso, que los tseltales en aquellos
tiempos no acostumbraban acudir con las autoridades del gobierno y de los ricos,
de hecho hasta en los tiempos actuales acuden más con autoridades comunitarias
que con las autoridades del estado o federal, porque
la justicia no llega y no
alcanza para todos.
Conocieron otro tipo de abuso de autoridad, aquello que los consideraban
animales en la fuerza del trabajo, muchos finqueros y caciques imponían largas
jornadas de trabajo y un pago miserable, pero, a ellos nadie les decía nada, todo
era abuso y un total abandono; es entonces, cuando se piensa en la posibilidad
de buscar nuevas tierras, sin importar donde y a qué distancia se encontraba. Se
empieza a pedir información sobre tierras nacionales con posibilidades a
ocuparse; en una primera propuesta encontrada eran tierras localizadas en el
municipio de Simojovel, sin embargo dichas tierras ya se encontraban ocupadas
por un ingeniero, aunque este no estaba realizando actividad alguna sobre la
porción de tierra, pero, el pensamiento e interés de buscar tierras, debía darse sin
conflictos, invasión y despojo a otros grupos sociales colectivos.
Semanas después, en un encuentro de catequistas, los representantes del Ejido
Nvo. Huixtán, municipio de las Margaritas, comentaron por esos rumbos existían
tierras que todavía podían ser ocupadas. Concluida su
palabra, en un rostro
tseltal figuraba una sonrisa con nuevas esperanzas. Una
fe y voluntad se
encendieron. Es entonces que en el mes de febrero de 1969, los señores
Sebastián Hernández Meza, Miguel Intzín Ramírez y Pedro Intzín Ramírez
realizaron la primera visita en tierras nacionales ubicadas en el municipio de Las
Margaritas, actualmente la región III Fronteriza. Esta primera visita tenía como
objetivo conocer la existencia de las tierras; su cuerpo y su vestidura, su color y
generosidad; esta era la primera vez que los tenejapanecos llegaban a un punto
del corazón de la Selva Lacandona, que más tarde dejaría de latir, pero el otro, lo
que estaba llegando estremecía y aceleraba en cada paisaje que los ojos
alcanzaban a distinguir; en el canto de las aves, y en la voz de los animales que
alegraban y, en ocasiones, los asustaban por el temor a la inmensidad de lo
desconocido. Sin embargo, se sabía por los abuelos que
“los dioses crearon
primero todos los árboles, las plantas y los animales, para que cuando los
hombres fueran creados ya estuvieran también todo lo que les iban a servir para
vivir y por ello los abuelos dicen que se debe respetar y cuidar todo cuanto hay en
la tierra porque son antecesores o hermanos mayores de los hombres” (Gómez
Teresa, 2010).
El caminar dentro de la selva era difícil y abrir los caminos lo era más. Sin
embargo para hacer en poco tiempo la búsqueda, siguieron los caminos del
venado, del jabalí y de otros mamíferos medianos; sus caminos y nuestros
caminos se hicieron uno mismo; aquellos ya eran dueños del territorio desde hace
mucho, y los otros tan nuestros apenas llegaban.
Esta primera visita, también fue un primer llamado de la tierra al hombre en un
sueño; ante los ojos maravillados y el corazón alegre brotaron estas palabras: “se
ve todo puro, todo verde; florece la esperanza de levantar y hacer crecer una
comunidad. Aquí la tierra nos recibe para vivir en ella”. Entre la emoción y la
realidad de la existencia de las tierras encaminaron sus pasos de regreso a
Tenejapa.
Al llegar empezaron a difundir la posibilidad de obtener un pedazo de tierra en
otros espacios del estado de Chiapas; pedazos de tierra para sembrar el maíz, el
frijol, la calabaza, el chile, y todo lo que se requiere para vivir.
Mucha gente en los parajes advirtió esta oportunidad de cambiar su vida, de
buscar y construir el lekil kuxlejal que es igual al buen vivir, que implica recuperar
la vivencia de nuestros pueblos, recuperar la Cultura de la Vida y recuperar
nuestra vida en completa armonía y respeto mutuo con la madre naturaleza (León
Osvaldo, 2010), pensando que esto es posible lograrlo también en otras tierras, en
condiciones más justas, desde una comunidad donde se tenga el contacto directo
entre familias, se comparta el espacio, se trabaje en forma colectiva, que todos
aporten y luchen para mejoras del pueblo. Este es el tipo de comunidad que se
pensó formar, de cooperación y vida fundamental en común, pero también de
respeto y reconocimiento de nuestras diferencias y similitudes, de crear una propia
forma de organización y solucionar los problemas en forma conjunta, de trabajar
todos para el bien de todos, una comunidad que se forme de familias o individuos
capaces de entender y respetar las formas de organización que se vayan creando;
este es el sentido de crear y establecer una comunidad; “la comunidad regula,
integra, limita, prescribe, acompasa, celebra, acompaña. Cada sujeto se sintoniza
y a su vez influye, algo de él hay en todo aquello, algo del poder y los recursos de
su familia. La comunidad potencia las posibilidades de la familia, protege a la
familia y se nutre de ella…la comunidad no depende de ninguna familia, depende
de todas en conjunto”; (Paoli Antonio.2003), pero la familia no es el núcleo de la
comunidad sino la comunidad misma. Sin embargo estos sueños se acabaron
para muchos y no todos por la amenaza de quitarles los pocos derechos (si es
que habían) que tenía en sus parajes, otros tantos fueron amenazados por
quitarles la mujer y se resistieron para no perder a la esposa y a los hijos; pocos
fueron quienes apoyaron y ayudaron en hacer una realidad ese sueño, ese anhelo
de construir y formar una comunidad diferente a los parajes aislados, separados e
incomunicados de ese tiempo.
Como resultado de este proceso organizativo, únicamente se juntaron los
corazones, los sueños y la esperanza de 14 personas, entre hombres y mujeres,
decididos a hacer caminos, de trabajar juntos, de cooperar para las necesidades
comunes, sin importar tanto el linaje de cada familia, sino “la comunidad captura
el sentido de responsabilidad y de acción independiente que caracteriza a esta
forma organizacional y que al mismo tiempo puede funcionar dentro de las
fronteras de otras formas de organización” (León Osvaldo 2010) en este caso en
particular, dentro de las religiones; una de las primeras formas de manifestar esta
necesidad de organización, justamente se da cuando se compran
una olla,
cántaros, comal, cuchillo y otros utensilios de cocina que fueron adquiridos por el
dinero de todos que habían cooperado a base de trabajo.
El día 16 de abril de 1969, reunidos en la casa de los maristas en la ciudad de San
Cristóbal de Las Casas, planearon los caminos a andar, los lugares a pasar y las
responsabilidades que cada uno le correspondería. El sol ya estaba puesto, la luz
por encenderse y la esperanza comenzaba a caminar, cuando estos hombres y
mujeres daban sus pasos rumbo a Nvo. Huixtán. Era el día 17 de abril que
empezaba a figurarse un nuevo horizonte.
Durante dos días intensos de caminata se llegó al poblado Nvo. Huixtán; de San
Cristóbal a SEDUE (donde actualmente es el Parque Nacional de Lagunas de
Monte Bello) viajaron en carro y de SEDUE a Nvo. Huixtán lo hicieron caminando.
La noche se había hecho presente horas antes de llegar al destino, alrededor de la
media noche arribaron a las casas de los hermanos huixtecos, donde recibieron
todo tipo de apoyo, los cuales nunca se olvidan así pasen muchos años más.
Mientras los hombres y mujeres duermen de cuerpo; el alma y espíritu ya
caminaban en las veredas de la nueva tierra; esa fuerza, ese sueño, los encaminó
en la madrugada del día 19 de abril de 1969 al dirigir sus pasos rumbo a las tierras
de la selva virgen.
El hombre y la mujer tseltal pensó que estar cerca del Río Jabalí (así le llamaban
los primeros habitantes de la comunidad al Río Santo Domingo), facilitaría las
actividades y la obtención del agua, es por ello que se establecieron a las orillas
de la misma donde ahora es propiedad de los señores Antonio Pérez López y
Diego Sántiz Hernández; construyeron la primera casa con techo de palma, allí
vivieron todos; las mujeres se encargaban de hacer la comida, de cocer la verdura
y moler el pozol para todos.
Construido un espacio en el cual pasar la lluvia y el descanso; los hombres
empezaban a trabajar la tierra para cultivar el maíz y frijol, así comenzó a florecer
la vida de un pueblo, trabajando la esperanza de todos; quizás como una prueba
final, fueron las lluvias intensas que llenaron el río hasta desbordar de sus cauces,
pasando a llevar lo poco que habían comprado de utensilios de cocina y
entendieron entonces los hombres y mujeres tseltales que no podían quedarse allí
a vivir y si eso no lo consideraban, se podría causar su muerte; de esta forma el
universo indicaba lo inmenso y ordenado de su existencia (Salazar Manuel, et al.
1999).
Hombres y mujeres empezaron a caminar para buscar el lugar en el cual construir
la casa, hasta llegar donde se encuentra la actual zona urbana del ejido; este
asentamiento se dio cuando identificaron menos riesgos de inundación,
encontraron
manantiales
y un
pequeño
determinantes, una que otra estrategia más.
arroyo,
esos
elementos
fueron
La historia no termina aquí, en la primera oportunidad que tuvieron para viajar de
regreso a Tenejapa para visitar a los familiares, muchos ya no regresaron a las
tierras encontradas
se enfermaron y otros no se acostumbraron ante las
condiciones muy vulnerables
y las carencias que se tenían, pero, es de esta
forma como se logra algo en la vida de los tseltales.
Fue hasta 1973 cuando de forma definitiva se
consolida la comunidad y se
definen los habitantes que tomarían posesión de las tierras, como ejidatarios,
ahora normada por la Procuraduría Agraria, pero, no parecía definitivo y no lo fue;
a pesar de ser posesionarios de las tierras, varios entregaron sus derechos a
otros, y abandonando estas oportunidades.
Tumbar los árboles necesarios que también se usarían para levantar las primeras
casas, abrir los primeros caminos; disipar los peligros. Entre lágrimas, enojos,
tristezas, problemas, hambre, frío, pero, con una perseverancia enorme, hizo que
la flor que un día se plantara, hoy suelte su aroma y fragancia de lo que hoy es el
ejido Jerusalén; hoy se camina el fruto del trabajo y esfuerzo de algunos que
todavía están con nosotros y de aquellos y aquellas que se han adelantado en
nuestro destino como lo establecen nuestros creadores y formadores.
La tierra no es un espacio material útil solo para sembrar. Desde su cosmovisión,
los tseltales la han entendido como el espacio sagrado que construye y destruye
cuanto existe en nuestro entorno, incluyendo la vida del hombre. Es así como se
logra construir esta comunidad. La tierra no es de unos cuantos, es de todos, es
nuestra casa, nuestra madre, porque es el punto de partida y el de destino de
nuestra existencia.
1.2 Primeras gestiones para la regulación y reconocimiento de la tenencia de
la tierra
Era la primera vez que tenía que viajar a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, sin letra y sin palabras; sin
saber cómo y con quienes teníamos que hablar, pero, la fe y la voluntad nos abrió la boca y el
pensamiento germinó aquel día en que por necesidad teníamos que pedir y exigir…
(Sebastián Luna Gómez)
La lucha por la tierra ha estado presente en nuestra historia, las muertes que se
dieron durante la guerra de la independencia de nuestro país, marcaron el punto
inicial de la construcción de nuestra patria, originada en los pueblos indígenas
(según prescribe la Constitución Política de nuestro país). Un siglo más tarde, se
desata la guerra de la Revolución Mexicana, teniendo como principal lema: “la
tierra es de quien la trabaja”, que definitivamente marcó en esos tiempos el inicio
de una lucha que hasta en nuestros días ha sido interminable. Como invasiones
ilegales se calificaron el posicionamiento de muchas tierras en el país, todas
aquellas que fueron tomados por diferentes grupos sociales de clase baja.
En el caso del estado de Chiapas, el reparto de tierras se vino a desarrollar a partir
del año 1914 hasta 1988; es importante mencionar que en 1914 en Chiapas inicia
el levantamiento armado que venia dándose a partir de 1910, es decir dentro del
desarrollo de la revolución mexicana, ya que en nuestro estado los efectos de la
revolución no se dejaba sentir sino hasta en 1914. Este levantamiento armado que
se desarrolla a partir de este año, se da por los terratenientes, quienes fueron
apoyados por sus trabajadores; lo que significa que en Chiapas la guerra de la
revolución mexicana no se desarrolla directamente por los campesinos peleando
por el acceso a las tierras, sino fue una guerra de terratenientes defendiendo el
poder y control de grandes extensiones de tierras y así conservar tener a los
grupos sociales de clase baja.
Muchas extensiones de tierras fueron ocupadas primero por ingenieros, o
funcionarios del gobierno; estas tierras no eran trabajadas y sí se realizaban
trabajos, maltrataban a sus empleados, hubo un sometimiento masivo de
trabajadores y mal pagados.
En 1968, un grupo de hombres y mujeres tseltales del municipio de Tenejapa se
organizaron para buscar nuevas tierras, construir
nuevos espacios para la
sobrevivencia y en la generación de condiciones para el buen vivir de sus
generaciones; fue entonces que en 1969, en el mes de abril ocuparon tierras en la
región fronteriza, perteneciente al municipio de Las Margaritas. Ante el temor de
ser desplazados por otros grupos necesitados, los primeros habitantes del poblado
que actualmente se llama Jerusalén, se organizaron para realizar la gestión
correspondiente de la tierra, para ello, a finales de 1969 nombran al señor
Sebastián Hernández Meza como el primer comité ejecutivo comunitario; quien
tuvo la responsabilidad de viajar a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez para buscar a las
autoridades correspondientes para la legalización de las tierras ocupadas.
Las primeras gestiones que se empezó a realizar, se dificultó todo, en primer
lugar, las tierras ocupadas por los pobladores de Jerusalén, se encontraban
legalmente poseída por el Ing. Manuel Ortega, mismo que era funcionario de la
dependencia de la Agraria Mixta, se desempeñaba como uno de los operadores
de programas de reparto de tierras; en segundo lugar, la discriminación por ser
miembro de un grupo étnico, los llamaban “amigos y hermanos de los monos”,
como podemos ver en estas expresiones: “cuando llegaba a la oficina en Tuxtla,
para ser atendido tenía que llegar desde temprano, pasar el hambre y en muchas
ocasiones el frío en las mañanas y cuando llegaba mi turno para ser atendido, los
funcionarios de las dependencias me decían, ¿qué te trae por aquí? ¿A caso no
te necesitan los monos allá en la selva?, ¿por qué tienen que venir a chingar? Tú y
tu gente deberían de ponerse a jugar con los monos, se parecen mucho a ellos y
¿no veo por qué estas aquí? Si licenciado tiene usted mucha razón, le decía, pero,
también tenemos necesidades como ustedes, también queremos comer pero con
el fruto de nuestro trabajo, por eso estoy aquí”.
Pasaron tres años de larga gestión, no se pudo tener los resultados esperados. Es
entonces que en 1973, comisionan a los señores Sebastián Hernández Sántiz y
Sebastián Luna Gómez, para viajar a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez para iniciar
una nueva gestión; estos señores para ser recibidos por las autoridades de las
dependencias de Liga de Comunidades Agrarias y de la Agraria Mixta se
presentaron como secretarios del Comité Ejecutivo comunitario del poblado
Jerusalén; quizás la insistencia de estos gestores, como resultado de este viaje,
fue que a los 8 días después, llegara en la comunidad
una comisión para
supervisar la extensión de las tierras ocupadas, posteriormente se prosiguió con la
delimitación del polígono; al obtener estos resultados, los habitantes del poblado
Jerusalén, se emocionaron y celebraron este gran logro; sin embargo la
experiencia del señor Sebastián Luna Gómez estuvo llena de humillación,
discriminación y desprecio.
En 1974 la comisión de la Agraria Mixta decreta el inicio del reconocimiento de las
tierras ocupadas por los tseltales provenientes de los Altos de Chiapas, municipio
de Tenejapa, la creación de un ejido que responde al nombre de Jerusalén; en
esta misma visita, la asamblea comunitaria nombra al señor Sebastián Luna
Gómez con 17 años de edad, como el 1er Comisariado Ejidal; todas las gestiones
que se tenía que hacer, los trámites y solicitudes lo encabezó el Comisariado
Ejidal; transcurrieron ocho años, es decir en 1982, se logra por una resolución
presidencial
el
reconocimiento
legal
del
ejido
Jerusalén;
estableciendo
colindancias con las siguientes comunidades: al norte con La Fortuna del Gallo
Giro, al este con Zacualtipan y Santo Domingo Las Palmas; al sur con Nvo
Matzam y Nvo Huixtán; al oeste con Nva Poza Rica y Santo Tomás(ver anexo). Es
a partir de este año en que se obtiene el plano agrario del ejido y en este mismo
año, se realiza el cambio del comisariado ejidal a lo que don Sebastián Luna
Gómez ejerció durante ocho años de gestión y logrado los objetivos, es relevado
por el señor Alonso Hernández Meza, quien fuera el secretario del 1er comisariado
ejidal.
La otra parte importante que debe señalarse en estas gestiones, son las formas en
que se organizaron los habitantes de Jerusalén; inicialmente debido a la falta de
ingresos familiares, los jefes de la familia e hijos, migraban al ejido Nuevo Huixtán,
en busca de trabajo, ya que se tenía que cooperar la cantidad de $5.00 M/N (cinco
pesos) para el pasaje de los gestores; para obtener dicha cantidad, se requería
trabajar durante una semana, parecía una situación muy difícil de superar, se
necesitó de mucho valor, entrega, confianza y trabajo colectivo.
Cuando cuesta conseguir los medios para realizar los trámites o cuando es fruto
del sudor, se exigen resultados y cuando esto no se tiene como se espera, la
gente toma otras acciones y busca nuevas alternativas.
Podemos darnos cuenta, que desde el inicio la formación del ejido ha exigido
resultados positivos, pero también lo ha demostrado con su trabajo.
La tenencia de la tierra en la formación de un ejido, juegan diversos factores
culturales, sociales, políticos, económicos y ecológicos; se establecen principios
comunitarios, que finalmente son como normas de respeto a la vida. entendiendo
que también es un derecho que todos como seres humanos y aún con
pensamiento diferente tenemos; vale la pena citar el resumen realizado durante
las discusiones de la Declaración Americana de Derecho de los Pueblos Indígenas
en 2003, que a la letra dice: “Los derechos territoriales son una de las principales
reivindicaciones de los pueblos indígenas en el mundo. Esos derechos son el
sustrato físico que les permite sobrevivir como pueblos, reproducir sus culturas,
mantener y desarrollar sus organizaciones y sistemas productivos.”... “Estos
derechos [territoriales] no son solamente una cuestión de bienes inmuebles, y no
deberán basarse en el clásico enfoque de “propiedad” sobre el que se basa el
derecho civil. Abarcan un concepto más amplio y diferente que está relacionado
con el derecho colectivo a la supervivencia como pueblo organizado, con el control
de su hábitat como una condición necesaria para la reproducción de su cultura, y
para su propio desarrollo” (citado por Toledo Víctor.2004)
Estas discusiones integra justamente el sentir comunitario, como podemos darnos
cuenta que en el ejido Jerusalén, la tenencia de la tierra es vital para nuestra
sobrevivencia, de oportunidades; no es con la idea de formar caciques, es de
terminarlas y saber compartir, usar y querer lo que se tiene, porque todo es obra
de nuestros creadores y formadores. Porque “la base o punto de partida para el
ejercicio de la autonomía es y debe de ser ante todo el espacio territorial de la
comunidad” (Velasco Saúl.2003).
1.3-La construcción de la identidad cultural tseltal en el territorio
Hablar sobre la identidad tseltal es hablar de nuestro modo de ser, pensar, sentir
y vivir; es hablar de nuestro talel
al definirnos como bats’il winik (Hombres
verdaderos). Un bats’il winik en Tenejapa es o son aquellos individuos que son
capaces de pensar y actuar en el servicio de una sociedad colectiva, pero son
también aquellos que respetan nuestro modo de ser y de vivir; también quienes
aprenden a vivir con el respeto de nuestra madre tierra, claro, todo desde nuestro
modo establecido por nuestros antepasados, de nuestra teoría y nuestra práctica.
La migración que se hace de Tenejapa a Jerusalén, no solo significó un cambio de
contextos y de casa; sino que implicó una serie de cambios y adaptaciones en el
nuevo contexto, entiéndase desde la forma de vivir y convivir entre los hombres
hasta las formas y modos de vida con la naturaleza; uno de estos cambios y
adaptaciones a la que me refiero, es precisamente el clima, salir de un clima frío
para llegar a un clima cálido, este primer cambio fue determinante entre los que
decidieron quedarse a vivir allí y los que aunados a los problemas mencionados
en el apartado anterior decidieron abandonar sus sueños, no se acostumbraron; el
siguiente cambio a enfrentar es el tipo de vegetación, salir de zonas con
vegetación mediana de pinos encinos a la selva y toda su diversidad que en ella
se encontraban, no fue fácil, en primer lugar muchos de los primeros habitantes
temían el ataque de los animales y serpientes que les podía poner en riesgo su
salud y su vida; en muchas ocasiones confundían el maullido del gato del monte
con el del tigrillo, del saraguato el rugir de los jaguares.
Sin embargo este temor no queda ahí, sino que surge el temor con la diversidad
de especies de flora, ya que hay plantas que
lastiman la piel, por ejemplo
encontramos una planta que se caracteriza por tener hojas anchas y tallos
flexibles, generalmente se tiende sobre la vegetación baja y en algunos casos se
trepa en los árboles, el problema no son sus características, sino lo que contiene
en sus hojas, que al pasar en ella lastima y crea escozor y ardor en el cuerpo,
actualmente esta planta se le conoce como la, otra especie de árbol que causó
temor es una que se caracteriza por tener abundantes ramas, hojas anchas y
abundante líquido de color blanco; el daño que causaba este árbol es
precisamente al entrar en contacto el líquido con alguna parte del cuerpo; sus
efectos son inmediatos hace que brote abundantes granos en la piel y provoca un
escozor fuerte que en la persona le puede generar fiebre, esta especie se le
conoce actualmente como ak’ chamel te’ (el árbol brujo). Estas especies que en
la selva encontraban, no existía en Tenejapa, por lo tanto eran especies
desconocidas; conforme fueron pasando los años fueron reconociendo estas
características y teniendo cuidado sobre todo al estar cerca de ellas de igual forma
que la fauna existen características propias y particulares de cada especie, que
se deben aprender a identificar y respetar, sobre todo que a partir de estas fechas
formarían parte de la vida de los tseltales.
En el aspecto social fue necesario cambiar, del pensamiento individual al
colectivo, adaptarse a la forma de vida en comunidad y sobre todo aprender a
organizarse como todo un pueblo; existen grandes pérdidas, que no fue posible
fortalecerlas, sobresalen el respeto y reconocimiento de lugares sagrados.
Llegar en tierras desconocidas únicamente respetaron e inclusive realizaron rezos
en los manantiales, pero, poco duró esta práctica, las religiones que se fueron
integrando en la comunidad, satanizaron estas actividades, lo cual se decía que
quien practica los rezos era ya un brujo; son como las consideraciones del
Medioevo europeo, que sustentan
la visión
de los misioneros cristianos
fundamentalistas que consideran el chamanismo de los pueblos indígenas como
“adoración diabólica”, y que creen que, como “Comandos de Cristo”, tienen una
misión, que les ha dado Dios: “llegar a los perdidos hasta que hayan salvado al
último de ellos”, en “el último bastión de Satanás” (Colchester Marcus. 2003), por
eso muy pocos acostumbraban rezar en sus milpas, en espacios donde sufren
alguna caída y sustos. Lo que Marcus plantea como chamanismo indígena, tiene
un sentido peyorativo para nuestros pueblos, porque no existen chamanes; lo que
existen son iloles, ch’abojones y ts’unujeletik indígenas; sin embargo, todo este
proceso de conocimiento y reconocimiento forman parte importante en la
construcción de la identidad tseltal en el territorio.
Para los tseltales, el territorio tiene un significado más amplio, no solo es el
espacio donde se cultiva el maíz, el frijol, la calabaza y otras especies para el
sustento familiar. “El territorio como ámbito fundamental en la creación y
mantenimiento de la vida social: El territorio, reconocido como espacio social es un
producto social históricamente constituido por la dinámica de las relaciones
sociales, económicas, culturales y políticas y de las relaciones entre sociedad y
naturaleza” (Osorio Flor).
También podemos
entenderla como “el espacio apropiado y valorizado
simbólicamente e instrumentalmente por
los grupos humanos,
en el cual se
proyectan las concepciones del mundo, por lo que este puede ser considerado
como zona de refugio, medio de subsistencia, fuente de recursos, área geopolítica
estratégica, tierra natal, objeto de apego efectivo y lugar de inscripción en un
pasado histórico” (Ávila León, 2010)
.
En nuestra lengua (la lengua de los tseltales), se define la porción de la superficie
terrestre en la que se realiza una actividad productiva, perteneciente a una sola
comunidad como lum que significa tierra; mientras que el concepto de territorio se
le llama lum k’inal. Literalmente puede traducirse; tierra montañosa, tierra con
vida, tierra con sabiduría o territorio.
En la búsqueda de la razón del ser en su medio, se escuchan expresiones como
estas: te me’ kaxailtike lom k’ax t’ujbil, lom k’ax lek, ya snelintes te bitik
chopol ya pastik ta stojle, ya skanantaotik, ya sjunotik, ya yich’otik ta muk’,
ya sk’anotik; k’alal najt banti ya xbatik ta le a’tele, ya xk’ax jun chebuk k’al te
jun kotantike, ta patil ya xjul ta joltik te lumk’inaltike, kotantikuk te ayotik ta
ajk’ nax-a, ya xlijk mel kotantik, ya xk’ootik ta ok’el. K’alal jich ya xk’ot ta
tojoltike ja me yu’un te lum balumilale ya xlijk yik’otik sutel ta lumaltik,
ja’tome xjune kotantik a te k’alal ya sutotiktal ta natike, ja yu’un te me’
kaxailtike ya yik’otik ta a’tel ta komon; significa: “nuestra madre tierra es tan
bonita, tan buena, que soporta todos nuestros errores todo lo malo que hacemos
sobre ella, nos cuida, nos acompaña, nos estima y nos quiere; cuando nos vamos
lejos de ella para buscar trabajo, pasamos algunos días felices, pero, después
empezamos a sentir tristezas, empezamos a recordar nuestra tierra, hasta
quisiéramos en un solo rato volver en ella, nos ponemos a llorar. Cuando esto
sucede, la madre tierra, nos llama de regreso y recuperamos la felicidad hasta que
estamos de regreso, por eso la madre tierra nos llama a trabajar de forma
colectiva” (Palabras del señor Pedro Hernández Meza, Ch‟acoma, Tenejapa,
Chiapas). Estas palabras nos hacen reflexionar y entender que el territorio se
constituye por aquellas tierras con vida y sabiduría; es decir se considera territorio
tseltal donde se aplique y replique el conocimiento propio de este grupo étnico.
Este no se limita con polígonos, no se delimita políticamente, porque no es con el
fin de tener una propiedad privada sino un futuro común.
Cuando don Pedro Hernández Meza nos dice que la tierra llama al cuerpo del ser
que se aleja en busca de trabajo a otros lugares, nos explica la importancia
cultural que tiene la tierra para el individuo, la relación íntima que se tiene entre el
cuerpo del hombre y mujer tseltal con la madre tierra; del lugar de origen, esto es
lo que podemos llamarle “xch‟ulel kuxlejaltik, que justamente se manifiesta la
espiritualidad del espacio” (Hernández Pedro, citado por Woynar Marion.2008).
Estos sentimientos íntimos suceden y se expresan en la mujer y hombre tseltal, lo
que hace que estos seres se pronuncien orgullosamente originarios de un
determinado lugar, pero sobre todo, es
una construcción colectiva de
características propias de todos aquellos que comparten el espacio y que se
identifican como partes y miembros de ese grupo social. Este es el mismo proceso
de la construcción de una identidad cultural sobre un territorio, basados en la
autogestión, autodeterminación de los pueblos tseltales, cimentadas de sus
propias formas de hacer y decir las cosas, de enseñar y compartir el fruto del
esfuerzo y trabajo colectivo, de esta forma se hace la posesión de la tierra y el
espacio a través de la autonomía.
Los tseltales se pronuncian como responsables en el cuidado, manejo y uso de la
tierra y otros productos de los ciclos naturales que comprende sus territorios, mas
no se consideran dueños de ello; entendiendo que todos somos prestadores de la
vida, que todos necesitamos de todos para el desarrollo comunitario de los
pueblos, nadie debe ser dueño de nada, ya que la tierra llama al hombre y mujer
tseltal a trabajar de forma colectiva. Estos son las características que los identifica,
que se construyen desde lo colectivo, desde donde podemos poner en práctica los
conocimientos, donde podemos decir este es nuestro territorio, es nuestro trabajo,
nuestra forma de organización y nuestro modo de vida, es la suma de estas
características que nos hace ser una comunidad de bats’il winiketik, que
trabajan, luchan y se esfuerzan para integrarse y formar parte del territorio; es así
como se define una comunidad tseltal de batsil winik antsetik.
La verdadera identidad es esta, no los colores de los partidos políticos que ahora
aprovechan las condiciones vulnerables de nuestros pueblos; no es la identidad de
Jerusalén, al proclamarse hoy mayoritariamente del PRD y mañana del PVEM ( o
del partido que sea); eso son solo intereses de unos cuantos; tampoco es
identidad al decirse mayoritariamente miembros de la religión CATÓLICA, o del
PRESBITERIANO o SABÁTICOS, son también grupos que en muchas ocasiones
han cambiado la forma de trabajar y organizar
a la comunidad, principalmente el
primero solo han convertido a la comunidad como un centro de subastas cuando
llegan los tiempos electorales.
He aquí donde toma mayor importancia la reflexión sobre la identidad de los
pueblos, la lucha por conservar y la resistencia por mantenerlo vivo, es como dice
Osvaldo León que: “La identidad está relacionada con el vivir bien. Si
no
defendemos nuestra identidad, nos vamos a morir, vamos a desaparecer. Por
tanto, en el Vivir Bien no nos contentamos con defender nuestra dignidad, lo más
importante es defender nuestra identidad, que viene a ser el fundamento de
nuestra dignidad y más allá de ésta. Es más importante conservar nuestra
identidad a que nos consideren dignos”.
1.4 El significado cultural de la naturaleza en la cosmovisión tseltal
Para nosotros… los árboles, animales y otros seres que existen en el universo, es
el paso a otra vida de nuestros hermanos que dejan de vivir como hombres o
mujeres. Nosotros somos parte de un todo, somos hombres y mujeres, somos
árboles, somos animales domésticos y silvestres, somos peces o alguna especie
viviente en el agua, somos fuego, agua, tierra y viento, pero también somos
piedra; por eso decimos que todos los seres que habitamos el universo, somos
hermanos que debemos respetarnos, escuchar y caminar…
Considerando que todo tiene vida, entonces todo tiene nombre, tiene alma y
espíritu; somos todos complementos de un todo; el agua que corre de los ríos o
que brota de un manantial, el árbol viejo que se esta muriendo, la piedra que no
camina y que se desgasta con nuestras miradas, las aves, animales y todo cuanto
existe en nuestro entorno son parte de nuestra vida, porque “el ser humano no
puede deslindar su existencia de la naturaleza, pues al igual que los otros seres
vivos, de ella depende su sobrevivencia (Nahmad Sittón citado por Sánchez A.
Miguel. 2005).
Lo que hoy se le llama recursos naturales, para los tseltales es la vida; ya que
como hombre o mujer tseltal, una planta o la corteza de un árbol, un animal o ave
e inclusive insectos, el agua nos curan y nos dan salud en nuestros pueblos.
La tierra, los árboles, los ríos y los animales no representan un uso comercial, sino
que tiene un sentido más profundo, todos se relacionan y la desaparición de una,
genera un malestar (desequilibrio), puede causar la muerte de otros. Nadie es
dueño de nada, todos somos dueños de todo; es decir, lo que tú no tienes si yo lo
tengo, te doy y viceversa.
Se tiene un principio comunitario en el que se debe dar sin vender, se tiene que
compartir con todos y usar sin acabar.
Lamentablemente esta forma de ver y entender de compartir y convivir, se ha ido
cambiando; en la actualidad existen muchos cambios, muchos acostumbran a
vender un árbol, a rentar manantiales y la misma tierra, debido a nuevos patrones
de cambio que obedecen totalmente a una lógica del capitalismo. Sin embargo se
sabe que la
naturaleza es de nuestros creadores y formadores. Y no deja de
significar todo para los tseltales, es la vida y la cultura de nuestro pueblo.
Encontramos diversas formas de pedir y dar ofrendas, pedir perdón, pedir permiso
antes, durante y después de una acción o actividad humana. Así encontramos
diversas clases de rituales; para trabajar la tierra, los ancianos acostumbran
realizar el siguiente rezo: muk’ul tatik, ch’ul metik, me’ kaxail, wokolawal te
bit’il lek ayon sok te kal nich’an te ta balumilale; ja’ nix jich ya kalbet wokol
yu’un te bit’il ya wak’betik te we’el kuch’baltik ta jujun k’al, ja’ yu’un ch’ul
me’, jme’ kaxail
manchuk ya
ya
k’anbet wokol ta tojol te yakuk a kanantaotik sok
ta jmul te k’alal ya xlijkon ta a’tel ta tojole, koltaon a ta
slekutesel te kuxinele, kanantaben te biluk ay ku’un ta tojole, ma me jowiluk
ya kak’ wokol ta a’tel ch’ul me’…ja’ jich k’op kayej ta tojol jme’ kaxail,
tsakben a te a majtan ku’untik te kich’obetale, significa: “Dios poderoso, bendita
madre, madre tierra dueña de la vida, te doy gracias por darnos salud con mis
hijos en la tierra; así mismo te doy gracias por los sagrados alimentos que nos das
día tras día, por eso bendita madre te pido de favor que nos cuides y
no
pequemos al iniciar un trabajo sobre tu cuerpo, ayúdanos a mejorar nuestra vida y
cuides, protejas todo lo que tengo en ti y que mi trabajo no sea en vano…estas
son mis palabras para ti y recibe esta pequeña ofrenda que trajimos para ti”.
(Palabras de la señora María Intzín López).
Cuando se trata de actividades en donde se necesite cortar un árbol o matar un
animal, el rezo sólo es para pedir perdón; por ejemplo al cortar un árbol se dice:
jmuk’ul tat, jme’ jkaxail ya k’anbet ta tojol te manchukme ya tuy kuxlejal
yu’un te bit’il ya boj te te’ ak’ a wun, skajme te jich ya xtun kune, ma me x-a
wich ben ta muk sok koltaon ta spael te katele… significa: dios padre, madre
tierra, les pido ante ustedes que no sirva para cortar el tiempo de mi existencia
que hoy tenga que cortar los árboles, por que son para mí de utilidad y necesidad
y ayúdenme a poder hacer bien este trabajo (Pedro Hernández Meza). En este
rezo, se invoca al dios creador y formador y a la madre tierra, se le pide perdón y
ayuda para realizar el corte de un árbol y que su uso se lleve de la mejor manera.
Son solo fragmentos que aquí están representados, en realidad un rezo es
extenso, con sentimiento profundo que guarda la memoria de nuestros
antepasados.
Estas dos formas de pedir y dar, nos demuestran la importancia que tiene el
saber reconocer y respetar para ser reconocido y respetado por los creadores y
formadores de nuestras vidas como tseltales, es importante mencionar que no
solo existen estas dos formas de dar y pedir, es solo un ejemplo ya que existen
muchas más.
Espiritualmente encontramos una gran diversidad de lenguaje en la comunicación
del hombre a las deidades a las que se les invoca para pedir y dar ofrendas,
permisos y apoyo para realizar actividades o acciones sobre la medre tierra.
El proceso de integración del hombre y la mujer tseltal en tierras con otras
características a comparación del lugar de nacimiento, como es el caso de los
habitantes de Jerusalén, se producen cambios, pero, son superados cuando se
llega al reconocimiento y respeto a los elementos que integra el espacio o
contexto común; se tiene de conocimiento que los árboles tienen vida, así como
los animales tienen sentimientos, hablan, cantan, gritan y lloran cuando se les
hace daño; el agua es bendita, también tiene vida y es capaz de quitarnos la vida
si nos portamos mal con todo lo que en ella viven.
Cuentan los tseltales de Jerusalén, que un señor de origen Guatemalteco, le
gustaba salir a pescar en el río, y siempre lograba pescar peces grandes y esto lo
hacía seguido; un día soñó aquel hombre que alguien entre sus sueños le dijo que
ya dejara de pescar “la tierra nos da mensajes constantemente y también nos
indica y nos advierte sobre nuestro comportamiento con los seres que la habitan
(Salazar Manuel, et al. 1999), fueron tres veces que este hombre soñaba lo mismo
hasta que llegó el día en que el Dios del agua se cansó de dar peces al pescador
y un día encontraron a este ahogado en el río sobre unas piedras donde
aparentemente nadie podía morirse ahogado por el río; es entonces que no solo
es el mal uso que se pueda dar, sino también el exceso y abuso que se puede
ejercer en el uso de lo que existe.
El proceso de integración se facilita cuando el hombre y la mujer tseltal se va por
voluntad, o como se dice en tseltal jun yo’tan ya xbajt y sobre todo cuando jun
yo’tan ya xk’ot o pisil yo’tan ya xk’ot, que significa llegar con todo el corazón o
con un solo corazón en nuevas tierras; este sentimiento se manifiesta con la
presencia incondicional del hombre y la mujer en otras tierras y la madre tierra lo
siente y se hace feliz que otros seres lleguen a acompañarla, los recibe y los
protege, les da comida y salud; todo ello es posible darse cuenta de esta
aceptación al ausentarse las enfermedades del espíritu o del alma y se vive en
paz y uno se siente a gusto en el espacio donde se vive.
La belleza natural de los ecosistemas, inundan los ojos de un hombre o mujer
tseltal al adornarse con la presencia de los hijos, pero, es de preocuparse que
estos se puedan integrar a la naturaleza siempre con respeto, de otro modo podría
darse muchos problemas, como en el siguiente relato: “Un día normal como todos,
habían clases, pero, el sol era intenso aquel mes de abril, cuando Guadalupe,
Alonso, Juan y otros compañeros de la escuela primaria, se escaparon de las
clases para irse a nadar en el muk’ul ja’ no queriendo quedarse en lo que era el
muk’ul nuxibal que estaba a unos cuantos metros de la escuela ya que
seguramente los padres se darían cuenta, entonces no tendría caso haberse
escapado de las clases y la diversión acabaría pronto, entonces se fueron al
muk’ul ja’, tan pronto llegaron y se pusieron a nadar, lo peor minutos más tarde
intentaron darse un paseo con el cayuco que estaban atados en estacas en la
orilla del río, tanto eran las travesuras y en un descuido el cayuco se ladeo
inundándose, estos adolecentes sabían nadar, pero, eso no le fue suficiente a
Guadalupe, tuvo que hacer su último esfuerzo para salvar su vida y con el apoyo
de sus compañeros lo logró, pero muy asustados. Transcurrieron algunas horas
de lo sucedido, Guadalupe se estaba muriendo de temperatura, no sabían lo que
tenía, hasta que este contó a su mamá lo que había sucedido en el muk’ul ja’ y es
cuando la mamá acude con la Señora María Intzín López para solicitarle su apoyo
para ir a curara su hijo y esta señora acepta ir, recomendando que si Guadalupe
estaba acompañado en el incidente, los involucrados debían ir también ya que
ellos no están librados de cualquier enfermedad que les pueda quitar la vida a
consecuencia de lo sucedido; así fue y todos llegaron al muk’ul ja’, doña María
hizo su trabajo y al final de todo, recomendó a los presentes tenerle mucho
respeto al río, ya que el agua cuando se enoja es capaz de quitarnos la vida y les
dijo que se tiene que aprender a respetar todo, se tiene que usar cuando sea
necesario y sobre todo se debe demostrar mucha tranquilidad, de otra forma el
agua ya yik’ betik ch’uleltik (atrapa nuestro espíritu) y nuestro cuerpo se enferma
y puede morirse sino se atiende a tiempo; desde entonces Guadalupe, Alonso,
Juan y los otros les quedó en mente esta enseñanza, que muchos de nosotros lo
recordamos”.
Este acto se le conoce como xjachel ch’uleltik, que quiere decir “levantar nuestro
espíritu”, pero lo que significa es “recuperar o reintegrar nuestro espíritu en
nuestro cuerpo”, es lo que le llaman curación de espanto.
Aparentemente una narración, un relato puede significar como producto de una
creación literaria, sin embargo en esta ocasión no lo es; es un caso que se vivió,
es una enseñanza que nos
pone en tiempos reales; es decir, refleja nuestra
verdadera situación. Los jóvenes poca importancia le han dado a los
conocimientos y significados de los elementos de nuestro ecosistema, los
ancianos son quienes poseen estos saberes y son ellos quienes nos rescatan de
nuestros actos equívocos.
En concreto, podemos darnos cuenta que la madre tierra nos proporciona todo lo
que necesitamos todos, unos más otros menos, según nuestro comportamiento y
respeto. Los árboles no son sólo materiales para hacer fuego; los animales no
solo sirve para comer; los gusanos y las serpientes, así como la piedra; tienen
otro significado e importancia en la vida de los tseltales, quizás decir que somos
árboles, animales domésticos y silvestres, peces o alguna especie viviente en el
agua, que somos fuego, agua, tierra, viento y también piedra en lo más mínimo
parezca una expresión muy romántica, no lo es porque precisamente forma parte
de nuestro linaje y es parte actual de nuestro nombre; por ejemplo encontramos a
los Gómez Te’; los Sántiz Tuts’; a los Hernández Tonjol; Hernández Ch’en; los
López Puy y muchos otros linajes tseltales que se conocen todavía en nuestra
actualidad
como los ts’a muk, k’ulej, k’intun, ch’ajkax, tujk’awil, mentes,
kojtom, wakax, ch’ux, sabin, ts’ujkin, chuch y varios de estos conceptos no
tienen traducción al castellano, pero, todas se refieren a un linaje. Además esta
presente en nuestro cuerpo estos elementos, por ejemplo los tseltales le llaman
ste’el patil la columna vertebral y así podemos
mencionar
otras partes del
cuerpo que se le nombra de diferentes formas, pero, que responden a la
nomenclatura de las partes de un árbol; también los tseltales dicen que un bebé
tiene ya’al en su cabeza y finalmente entre los tseltales dicen que somos fuego
porque indiscutiblemente el cuerpo tiene calor, tiene fuego y que cuando se
transmite en exceso ocasionamos daño, principalmente a los niños recién nacidos
que sufre del sk’alel sitil y los mayores podemos padecer del sk’alel eil; el ser
viento es por la manifestación de la presencia de los muertos, que en algunas
ocasiones pueden convertirse en vientos fríos y ocasionarnos daños.
En fin, en la cosmovisión tseltal toman un sentido de existencia pero sobre todo un
significado en la salud de nuestros pueblos, desde siempre han sido también
fuente de nuestro bienestar común, ya que son nuestras medicinas; el aire que
respiramos no es algo que se defina por si solo, sino depende de nuestras
acciones la salud o enfermedad que nos pueda traer y generar, todo depende de
nuestra acción humana.
Aprender a vivir con respeto, aprender a respetar lo que existe, es alargar nuestra
vida, es generar y construir nuestro propio futuro; todo depende del snael yich’el
ta muk’ para alcanzar el lekil kuxlejal. Este es un proceso de cambio para volver
a nuestro camino, estamos reconstruyendo el Vivir Bien, en el cual cada uno
conservamos nuestra propia identidad, se respeta al individuo, se respeta al árbol,
a las plantas. A todo mundo se respeta, a todo el conjunto, como también al ser
humano y su entorno (León Osvaldo 2010), quizás esta expresión denote que la
importancia de conservar, no solo sirve para mantener por más años los
ecosistemas, sino la oportunidad de mantener nuestra vida.
Cap. II FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL
2.1 La asamblea comunitaria
Entonces, casi por apagarse el sol, nuestra charla con Don Sebastián estaba en
su punto más interesante; una que otras contradicciones pero, al final,
concluyendo con aportes de ambos y entendiendo que el conocimiento se
construye desde el pueblo, desde nuestras relaciones sociales y el respeto que le
damos a nuestros compañeros y autoridades de nuestra comunidad, así como
todo lo que en ella existe.
Hay conceptos que se pueden traducir al castellano, hay otras que no, pero, eso
ahora no nos interesa si
tiene o no traducción, lo importante es que todavía
tengamos nuestra palabra; es pues con este preámbulo, iniciamos una discusión,
que más tarde se desarrollaba en colectivo.
Mientras abría el libro de recuerdos y remover en la memoria histórica de la
comunidad, la cual esta llena de
muchos sentimientos y nostalgias, por los
sufrimientos vividos, pero, también por lo que significaba desde entonces el hacer
realidad un sueño; tratamos de entrar al tema del significado de la Asamblea
Comunitaria, nos enfocamos a platicar sobre cómo se trabaja, para lograr tener
acuerdos para gestiones y mejoras de la comunidad; entonces, nos olvidamos en
darnos la tarea de definir el significado y los elementos de los integra.
Era el mes de febrero de 2010, los habitantes de la comunidad tenían que
reunirse, en esta ocasión no era para organizarse para la fiesta de la fundación del
ejido, la celebración y festejos del bicentenario y centenario de la “Independencia”
y la Revolución Mexicana tampoco eran los objetivos; era algo más importante,
algo que serviría para darle salud al pueblo, para quitarle y curar las
enfermedades y heridas que tiene nuestra comunidad.
Todo empezó por un intento de robo, unos miembros de la comunidad de
Jerusalén habían detenido a un transportista de otra comunidad con el objetivo de
despojarlos de los bienes que llevaban, pero, esta vez falló la estrategia, por eso
solo quedo en el intento; sin embargo los involucrados fueron encarcelados por
varios días en la agencia municipal comunitaria, mientras se hacían las
investigaciones por la autoridades de la comunidad.
En segundo momento después de tener los resultados y los primeros acuerdos
como sentencias parciales definidos por todas las autoridades del ejido, integrado
por los miembros del Agente Auxiliar Municipal, Comisariado Ejidal, Consejo de
Vigilancia, así como la participación de ex autoridades y los señores mayores de
edad, este último retoma una mayor importancia y se practica lo que los k‟iche‟ le
llaman Nanimaj tzij, que significa respetar la palabra, la que viene de la madre, de
la abuela y del abuelo ( Salazar Manuel, et al.1999), se convoca a la reunión de
todos los habitantes de la comunidad, en estos casos las mujeres no participan de
forma directa y presencial.
Para el caso mencionado, el Agente Auxiliar Municipal, es quien inicia y dirige la
plática, expone el caso, los avances y acuerdos que se lograron alcanzar durante
las reuniones que se realizaron por todas las autoridades; en algunos momentos
el Suplente del Agente, apoya con intervenciones parciales y una vez expuesto el
caso, el Agente cede la palabra a
las autoridades presentes, para ampliar o
complementar lo dicho; generalmente la autoridad que toma la palabra después
de ser expuesto el caso, justifica y explica las razones del por qué se convoca a
una reunión de todos los habitantes de la comunidad y exhorta a tener madurez,
seriedad, respeto, tolerancia y mucha calma para las intervenciones que se vayan
a desarrollar
y sobre todo explica que los acuerdos alcanzados por las
autoridades no son definitivos y que corresponde a todos definirla para hacerlo “un
acuerdo de todos”.
Después de todo este proceso,
la palabra y el pensamiento se expresaron
libremente, la gente pregunto sobre algunos aspectos que no hayan quedado de
manera clara y entendible; y se dan más intervenciones, cuestionando los
acuerdos alcanzados y las sanciones establecidas por las autoridades y empiezan
a dar otras propuestas y sugieren otras sanciones; de un problema surgen otras,
el pensamiento es diverso y es difícil lograr acuerdos cuando no todos coinciden
en las propuestas y en ocasiones se suspende
la reunión si no se logran
acuerdos, esta reunión no fue la excepción, la gente se cansa, se desesperan y
ellos son los que determinan si se continúa la discusión o no, las autoridades
fungen como moderadores, facilitadores para llevar a cabo las discusiones,
resumen y exponen las aportaciones de toda la gente, más no pueden obligar e
imponer a que se continúe una reunión si para la gente ya no hay condiciones.
La gente actúa de acuerdo al comportamiento general de los acusados cuando
son asuntos de delitos, apoyan y disminuyen las sanciones si a consideración de
ellos es excesivo, pero si uno se porta y actúa mal, incrementan las sanciones si
son pocos.
Fueron varias reuniones y se establecieron, por primera vez en Jerusalén, mesas
de trabajo, algo que no se hacía, más bien eran discusiones de entre todos, como
una plenaria, dadas las circunstancias fue necesario hacer mesas de trabajo y al
finalizar cada reunión, se exponían en plenaria los resultados; algunos trataban de
subajar el nivel de las discusiones y el grado de las sanciones, pero eran muchos
que decían que había llegado el momento de limpiar la comunidad, de sacar lo
malo, de trabajar con respeto y legalidad, de curar esas enfermedades que han
introducido el alcohol y el libre tránsito y compra de vehículos robados.
Después de varias semanas se lograron acuerdos importantes, se tomaron las
mejores decisiones, aunque tal vez tengan algunas debilidades, pero quedo en
responsabilidad de las autoridades hacer respetar esos acuerdos y la gente exigió
el cumplimiento de las funciones de las autoridades respectivas, para el bien
común.
Como este caso, así se discute sobre las actividades que se requieren hacer para
el bien común, las autoridades plantean las actividades, dan propuestas y también
reciben en las reuniones quincenales o mensuales y la gente es quien decide y
define; la diferencia
que podemos encontrar en asuntos relacionados para el
desarrollo comunitario, es de que por lo general las reuniones lo dirigen
las
autoridades del ejido, es decir, el comisariado ejidal o a quien le corresponda.
Estas reuniones, se define en tseltal como tsoblej , donde
todos participan,
piensan, reflexionan, comentan, exponen, proponen, deciden y actúan todos; lo
importante no es quién dice, sino cuál es mejor; lo importante no es que todos
piensen igual, sino lograr acuerdos entre todos.
Pasaron algunos meses, la primavera se despedía, un aniversario más se
celebraba, y nuestra reflexión concluía así: lo que en castellano se define como
Asamblea Comunitaria, los tseltales de Jerusalén la definen como tsoblej; esta
palabra describe la acción de reunirse, de estar cerca los unos a los otros, de
encontrarse como personas y seres humanos que luchamos y trabajamos para un
mañana mejor; en la lengua tseltal existen dos niveles de tsoblej; el primero, se
conoce como tsoblej yu’un winiketik, que se refiere a la reunión o asamblea de
los hombres; que se caracteriza por llevarse a cabo, como un primer nivel de
reflexión; toda persona que asiste a un tsoblej, tiene de responsabilidad de
transmitir a la familia todo lo que se platica y se le pide la opinión de la mujer para
dichos casos y en un próximo tsoblej, se dan los aportes generados desde la
familia; en este tipo de tsoblej únicamente participan los hombres de forma directa
y presencial; un segundo nivel es lo que se le llama muk’ul tsoblej yu’un winik
antsetik; se caracteriza por la participación de hombres y mujeres de forma
directa y presencial, en el caso del ejido Jerusalén, este tsoblej, se realiza dos
veces al año; el primero se lleva acabo el día 31 de diciembre y el segundo, se
realiza en el mes de junio o julio; se exponen todos los problemas presentados e
inclusive si las mujeres tiene inconformidades sobre los acuerdos tomados, es
momento de exponerlo o expresarlo públicamente.
Ambos tipos de tsoblej, sus elementos y dinámicas que la integran no pueden ser
mejor explicadas desde cómo se entiende en la comunidad en la práctica, es pues
la Asamblea quien decide y acuerda, es la máxima autoridad de un pueblo, “es un
importante elemento organizativo que da sustento a la autogestión indígena”
(Vázquez Sócrates, et al.2006), las autoridades representan el interés colectivo
del pueblo, son eso, representantes y no seres autoritarios.
El ejemplo expuesto, describe las características y elementos que integra un
tsoblej; porque nos reunimos todos, porque nos tenemos cerca, porque nos
queremos escuchar y hablar de frente. Es tsoblej porque no solo nos reunimos
como personas o sujetos, si no que reunimos nuestras ideas, pensamientos,
sentimientos…reunimos nuestra fuerza, la fuerza y la vida de nuestra palabra; eso
es el tsoblej, la fuerza de nuestra palabra, la palabra de todos, la palabra de
nuestro pueblo.
2.2 La integración de la mujer en la asamblea comunitaria
Tuvimos que trabajar duro, a veces nos tomaban en cuentan y a veces no…se decía que la mujer
nos correspondía estar trabajando dentro de la casa, después de las jornadas en el campo;
nuestro trabajo empieza desde la madrugada antes que despierte el hombre de la casa y los hijos
y nos acostamos después de que todos hayan dormido…es nuestra rutina diaria, con trabajo,
esfuerzo y sacrificios logramos con los hombres dar vida a este, que es ahora nuestra comunidad
(María Gómez Jiménez).
El trabajo y la entrega de la mujer ha sido fundamental para la construcción de
esta nueva comunidad. En mil maneras participa y trabaja, para hacer de este
pueblo con una sociedad más consiente; ella educa, enseña con ejemplos, cuida
y protege. Este es el trabajo de la mujer, que lucha y se s acrifica para que los
suyos tengan un mañana mejor; habla del lekil kuxlejal como una meta a
alcanzar y un anhelo por lograr, muchas veces se descuida y da todo para sus
hijos.
Desde 1969, las mujeres han trabajado para la comunidad, han aportado mucho,
pero, poco valorado hasta hace algunos años. La mujer no se le daba prioridad
para integrarla en una escuela para recibir la educación que imparte el gobierno,
ya que se pensaba que la mujer, viene al mundo para dar hijos y trabajar en la
casa, viene a ser madre y no a ocupar cargos comunitarios como los hombres;
desde entonces la mujer ha sido discriminada por su sexo, pero, también aunado
a ella, se cree que no son capaces de pensar como los hombres, que las
capacidades físicas determinan las capacidades intelectuales.
Una vez establecida la comunidad, según los primeros habitantes, las mujeres
participaban en las discusiones para los trabajos comunitarios e inclusive en la
toma de los primeros acuerdos, pero, cuando fue creciendo la población esa
participación fue menos intensa y directa; solo los hombres se podían organizar en
grupos
y conformar
organizaciones
para fines
diversos,
así surge las
organizaciones de Organización Regional de Pueblos Indios (ORPI), Sociedad
Cooperativa Agropecuaria denominada OCEASUR, Confederación Nacional
Campesina (CNC) y otras, en las cuales no aparecía el nombre de una mujer
como parte de dichas organizaciones, esta dinámica se mantuvo por varios años.
Empezaron a aparecer las primeras organizaciones de mujeres, que dio origen en
la necesidad de solicitar molinos de nixtamal, esto con la finalidad de reducir el
tiempo de trajo para moler la masa para hacer las tortillas y el pozol para el trabajo
de los hombres; años más tarde, esta iniciativa de crear y formar organizaciones
fue tomando mayor importancia y mayor aceptación en los hombres, se empezó a
reconocer que la mujer, tiene la capacidad de organizarse y trabajar de forma
colectiva para lograr satisfacer las necesidades comunes.
Como no recordar la organización de las mujeres tejedoras, dedicadas a bordar
los trajes tradicionales de hombres y mujeres tenejapanecos; la organización de
mujeres que gestionaron los molinos de nixtamal que hasta la fecha sigue
funcionando; la organización de mujeres en trabajos de hortalizas, que adornaban
los huertos familiares con la diversidad de especies vegetales comestibles que
sembraban, ahora disuelta; son varias las primeras organizaciones que se crearon
en su tiempo y son muchos que actualmente existe con fines diversos;
lamentablemente también existen mujeres ambiciosas que se olvidaron de todas
las que dieron su vida a la organización, y lucran solas con los frutos del trabajo
de otras mujeres, pero, esto son así, es parte de lo que ahora se conoce como
política. La cual es mal entendida y aplicada, que llega sucia desde donde viene.
Toda esta dinámica expuesta, no solo significa una manera de explicar el logro o
los avances alcanzados por las mujeres, sino es una forma de conocer el sustento
de la participación de la mujer en la Asamblea Comunitaria o en el tsoblej, es
además la razón por la cual la mujer tiene un lugar dentro de la comunidad; por
que no solo la mujer se beneficia con el motor de nixtamal, como tampoco se
beneficia sola para hacer bordados y tejidos tradicionales, son aportes que reviven
la cultura de nuestro pueblo, son gestiones que visibilizan las necesidades de las
mujeres, que luego es una necesidad de todos; alejándonos un poco sobre
recientes conflictos entre mujeres en una organización; son ellas quienes han
dado el ejemplo de un trabajo honrado, de un trabajo en equipo y colectivo; son
ellas quienes son capaces de discutir y saber aceptar las mejores propuestas de
trabajo, porque antes de velar por sus intereses particulares o individuales,
primero piensan en los hijos, en los demás, de todos quienes formamos parte de
la comunidad.
Es pues un ejemplo a seguir, pero sobre todo una tarea aprender desde estas
formas de trabajo que se sustentan con los principios de yichel batik ta muk para
alcanzar el lekil kuxlejal.
La integración de la mujer en la asamblea comunitaria, se escribe desde una
historia de lucha entre los miembros de un mismo pueblo, de demostrar con
trabajo la capacidad que se tiene para trabajar y gestionar; todo esta situación
planteada ha sido la manera de cómo la mujer ha ganado su lugar entre los
hombres; gracias a algunas mujeres que impulsaron a sus compañeras a trabajar
y luchar por sus necesidades, pero sobre todo de ganarse con estos trabajos el
lugar que les corresponde dentro y fuera de la comunidad.
En forma muy precisa
podemos decir que la mujer participa en la toma de
decisiones, como se hizo mención en el apartado en el muk’ul tsoblej yu’un
winik antsetik, que es donde y cuando se eligen las autoridades de la comunidad;
en otros casos solo aporta de forma indirecta para la asamblea.
Todavía no existe alguna mujer que se encuentre desempeñando funciones y
cargos
designado por la comunidad, quizás tenga que pasar algunos años
todavía para que esto pueda ser posible.
Muchos estigmas han sido superados, la mujer al igual que el hombre se les
brinda mayores oportunidades para seguirse preparando, claro, esto a las nuevas
generaciones; ya existen en la comunidad al menos seis mujeres con un grado de
escolaridad universitaria, esperamos estas se involucren más en la comunidad y
sobre todo abran más espacios y promuevan la equidad de género dentro de la
comunidad.
Se reconoce el trabajo de la mujer, pero, hay otro elemento que impide que la
mujer asuma mayores responsabilidades en cuanto a cargos comunitarios, este
elemento es la Biblia, ya que según los señores mayores, algunos ex catequistas,
dicen que Dios estableció que el hombre debe asumir la responsabilidad por la
mujer y no la mujer por el hombre (génesis cap.3, vers.16), este apartado de la
Biblia es un arma y un sustento para que muchos hombres digan que la mujer
debe permanecer bajo el mando de los hombres. Sin embargo debe recordarse
que hace a penas algunos años acudieron las autoridades integrados por puros
hombres, a la organización de las mujeres del molino de nixtamal, para solicitar
aporten a la comunidad una cantidad de $10,000.00 M/N. (diez mil pesos) para
completar lo que se requiere para la celebración del aniversario de la fundación
del ejido, ojalá no solo sirvan las mujeres para estar aportando dinero y en verdad
puedan en algún momento servir para el pueblo.
2.3 A’tel tuneletik yu’un lumaltik (Cargos comunitarios y sus implicaciones)
En las prácticas tseltales, para las formas
de organización social, establecen
principios comunitarios; que no solo sirve para aceptar o rechazar programas y
proyectos
para mejoras del pueblo, tampoco para poner al mejor postor la
comunidad por intereses particulares; sino se trata de servir trabajando, de ir
organizando y escuchando la voz de todos, para que esto pueda darse, ha sido
necesario crear estrategias de trabajo y organización; ha sido necesario también
buscar otros canales de comunicación, pero sobre todo personas que sean
capaces de escuchar y hacer de las propuestas bases de trabajo y organización
comunitaria; las necesidades en una comunidad, es de todos, claro, todo aquello
que sirva para un beneficio común.
El desorden, la involuntariedad, la exclusión y el individualismo se tratan de
desechar en la forma de organización de los tseltales, se trata de trabajar en
equipo, de hecho se ha trabajado en colectivo, ante las necesidades que el
hombre y la mujer tseltal han tenido; no solo se piensa en el presente, ni en los
que están ahora, sino se trabaja pensando en el yal snich’an te alnich’an (en el
hijo de los hijos); es decir, se trabaja pensando en futuras generaciones, en el
caso de los tseltales se piensa en el futuro de los nietos; aquellos que todavía no
han nacido. Esto significa que el pensamiento tseltal razona y actúa en el presente
cuidando que no afecte el futuro de otras generaciones, tal y como pensaron
nuestros mam me’chuntik por nosotros.
Las prácticas y los conocimientos tseltales, han sido herramientas importantes
para la generación de un modo alternativo del autodesarrollo comunitario, que se
trabaja y se sirva para el pueblo; sin embargo, ha sido necesario establecer
normas y acuerdos, pero también gente que haga cumplir los mandatos del
pueblo, la palabra de todos, gente que coordine y que organice, reúna y sirva para
la comunidad, por eso se nombran los a’tel
tuneletik yu’un lumaltik; a’tel
significa trabajador; tuneletik quiere decir servidores; yu’un significa que es
propiedad de y lumaltik significa pueblo o comunidad; una traducción literal sería
como los servidores trabajadores del pueblo o de la comunidad; estos tienen la
función de representar la palabra y decisión de la gente en nuestra comunidad,
transportan y transmiten la palabra de todos a otros, otras instituciones o personas
u organizaciones; son eso, son representantes del pueblo, que son nombrados
para trabajar y servir, pero, que no debería mandarse solos, sino por la decisión
de la comunidad que les otorga el poder, “un poder que se entiende como el
control de quienes dirigen a un conglomerado humano, desde un simple grupo
hasta un pueblo…es pues el buen criterio, la capacidad, la habilidad y destreza de
quien dirige o controla lo que le permitirá alcanzar ese objetivo o sea superar las
dificultades que los gobernados presentan” (Tzaquitzal Efraín, et al.2000) , es
tanto como mandar obedeciendo.
En la comunidad de Jerusalén, se entiende de esta forma el papel y la función de
los a’tel tuneletik, gente que debe trabajar, obedecer y mandar, se debe hacer
respetar, no por imposición y su cargo, sino por su conducta y trabajo en la
comunidad, se entiende pues que el respeto o el ich’el ta muk’ se gana con el
trabajo y no se impone abusando.
Las características del a’tel tunel, deben de ser personas con un amplio criterio y
visión para el desarrollo comunitario y región, debe ser capaces de cuidar el
interés colectivo y no personales, deben ser personas con
una conducta
aceptable para la gente, no importa el grado de estudios, pero, por lo menos debe
saber leer y escribir, para no ser engañados por cualquier persona; hable bien o
no el castellano, pero, que tenga valor de hablar y defender la voz y palabra
comunitaria, eso se busca en un a’tel tunel.
Ahora bien, hemos hablado sobre las implicaciones de un Servidor Trabajador
Comunitario para el pueblo; ahora trataremos de entrar en el corazón y la mirada
de un a’tel tunel, por que no solo importa como lo vemos como miembros de la
comunidad a ellos, sino que también, qué piensan y sienten con la responsabilidad
que tienen; es complejo la situación que vive un a’tel tunel cuando ejerce su
cargo y se enfrenta con diverso problemas que tiene origen desde la sociedad que
lo gobierna, pero, también los problemas familiares que enfrenta, que debe
hacerlos un lado para poder participar en la resolución de problemas comunitarios,
debe saber hacer uso del
sentido común y el sentido comunitario; a lo que
muchos lo ven difícil y complicado. Podemos darnos cuenta como lo expresan
algunas personas que han sido ya servidores comunitarios: “ te spasel a’tel tunel,
lom k’ax tulan, ya sk’an p’ijotik, ya sk’an muk’ ko’tantik, ya sk’an muk’ k’inal
ya kaytik swenta jich lek ya chaptik a te lumaltike, yu’unme ja’ jich ya xben a
te a’tele; te spasel a’tel tunelej ya me sk’an ya kaybetik sk’op te winik
antsetike; xch’unelme k’op, xch’unelme mantalil, abatinel yu’un te lumaltike”
significa: ejercer un cargo comunitario, es muy difícil, necesita inteligencia,
necesita que tengamos un gran corazón, saber razonar para solucionar y
organizar bien el pueblo, porque así se logra encaminarnos bien; ejercer un cargo
comunitario, significa escuchar a la gente; es obedecer el mando del pueblo, es
servir para el pueblo”, esto significa un grado de dificultad mayor, por que no solo
se sirve pensando en las implicaciones sociales, sino el papel del a’tel tunel y su
familia delante de la gente, no solo se necesita un dominio de palabra o el poder
de convencimiento de la gente; sino un amplio respeto que se debe demostrar
ante todos quienes somos miembros de la comunidad, la expresión de tener
muk’ul o’tan no solo es tener el corazón grande o un gran corazón, sino que
significa ser fuerte, ser honrado, ser respetuoso, ser imparcial en el momento de
tomar decisiones, sin velar o cuidar el interés de solo unos cuantos si no es la
mayoría; el p’ijil no solo significa ser inteligente para hablar, sino se considera p’ij
cuando el a’tel tunel lo refleja con los hechos, cuando sabe escuchar y hablar a
la gente, que le toma en cuenta su palabra, su decisión y su necesidad; por otro
lado, en la expresión nos hace entender que un a’tel tunel se pone y se dispone
para servir a su comunidad, por eso dice que debe ser un ch’unel maltal, que
debe ser abat de la gente; eso es lo que realmente significa un a’tel tunel y eso
la persona que es elegido por la comunidad lo sabe, por eso en ocasiones hay
personas que de acuerdo a sus capacidades rechazan el cargo y agradecen la
confianza que se ha depositado, pero, exponen sus deficiencias y si la gente lo
considera eligen otro.
Este último proceso, actualmente en la comunidad de Jerusalén, se ha ido
ignorando, ahora se dice que para ser un a’tel tunel se debe aprender haciendo,
nadie nace sabiendo dirigir un pueblo, organizar una comunidad, sino que es un
aprendizaje constante, que también cambia de acuerdo a las necesidades de los
tiempos, la práctica hace a la gente conocedora de sus capacidades y no lo que
se cree o se supone.
Esta es la situación actual, que se nombra para aprender, porque se cree que en
la comunidad se enseña y por la participación en la comunidad se aprende;
porque no se necesita una escuela para formar a’tel tuneletik, la enseñanza
comunitaria se sustenta en la práctica diaria.
Con estos cambios que ahora nos hemos referido, podemos decir entonces que el
a’tel tunel, se forma en lo colectivo, en la práctica y eso lo tienen en claro y tratan
de hacer lo mejor que pueden y que las capacidades lo permitan. El xch’unel
mantalil, toma mayor importancia para el ejercicio de los cargos, porque es el
pueblo quien elige, pero también es quien destituye del cargo.
Se recuerda los siguientes acontecimientos en la comunidad de Jerusalén:
El primero es el caso de un Agente Auxiliar municipal, que por abuso de autoridad,
trata de dar solución a un problema comunitario, beneficiando a los que infringen
los acuerdos comunitarios y no consultó a la gente de la comunidad para
determinar entre todos la situación y solución del problema presentado, siendo
esto
de gravedad; como consecuencia por indicaciones de la asamblea
comunitaria, este Agente fue encarcelado y destituido de su cargo.
Un segundo caso, un Comisariado Ejidal, que trata de violentar un acuerdo
comunitario el de no penetrarse en propiedades ajenas sin el consentimiento de
los dueños; acusado de otros cargos, fue encarcelado y tuvo que pagar una
sanción económica al ser liberado; apoyado por la mayoría de los habitantes de la
comunidad, decide voluntariamente renunciar su cargo, aunque la gente se opuso,
insistió hasta logar su sustitución, no fue destituido como el primer caso, sino una
renuncia voluntaria.
Estos dos casos presentados aparentemente son similares, sin embargo hay una
gran diferencia, cuando una persona ocupa cargos comunitarios y es destituido
por la gente, es totalmente reprochable por los habitantes de la comunidad, “pues
lo peor que le puede ocurrir a un gobernante es que el pueblo lo abandone cuando
éste le necesita, que no crea en él, que no le obedezca o aún más, que luego lo
combata” (Tzaquitzal Efraín, et al.2000) y el que por decisión propia renuncia a su
cargo como el segundo caso, se le reconoce su honradez y dignidad, se le respeta
porque se considera que es una persona capaz de reconocer y aceptar sus
errores, vaya el segundo caso, se hace para mantener el respeto de la familia,
para hacer menos la crítica y la burla, porque así se demuestra que el error
cometido, es responsabilidad única de quien la comete y no es producto de una
educación inculcada desde la familia.
Como podemos darnos cuenta ser un a’tel tunel es complicado, implica diversos
valores y morales sociales-familiares, no solo es una temporada de servicio y
trabajo en la comunidad, sino una oportunidad de hacerse respetar y valorar en la
comunidad; por eso hay ex servidores comunitarios que se recuerdan con respeto,
hay otros por ser abusivos y corruptos y otros tantos que no se mencionan.
Es responsabilidad de cada cual aprender como uno quiera, pero, teniendo en
cuenta que en el momento de asumir responsabilidades dentro de la comunidad,
tendrá que ser como el pueblo quiera, es “mandar obedeciendo haciendo
obedecer”.
Una de las estrategias que es utilizado por los a’tel tuneletik, como para saber
cómo van en el trabajo con la comunidad; quincenalmente realizan reuniones con
los hombres, en estos se discuten problemas que se hayan presentado o se
exponen avances de trabajos que se están realizando. Así mismo en estos tsoblej
se exponen las necesidades que tienen los a’tel tuneletik, para solicitar el apoyo
de la gente, mediante la autorización del uso de recursos disponibles; nadie puede
tomar y darle un uso, cosas que es propiedad de toda la comunidad, tiene que ser
solicitado, en caso contrario, se procede a una sanción que la misma comunidad
discute y establece.
Este proceso demuestra lo cerca que trabajan con la gente los a’tel tuneletik, es
la oportunidad de hacerse escuchar, pero, también de escuchar la opinión de
todos.
Es pues, un compromiso grande ser servidor comunitario, porque se tienen que
aprender en la práctica y la comunidad apoya para que esto sea posible; entiende
y disponen sus recursos para lo que se necesite, no importa cuanto, pero, siempre
que se haga como una inversión. Cuando todo esto se da, el que ocupa un cargo
comunitario, se siente feliz, se siente respaldado y trabaja con gusto y dice: “binax
ko’tantik yu’un te k’alal ya skoltaotik te lumaltike, junax ko’tantik yu’un ya
xbajt te mel o’tane sok binax sbuts’ k’inal ya kaytik a que significa “el corazón
se pone feliz cuando el pueblo nos apoya, nos sentimos con un solo corazón, se
va la tristeza y que gusto sentimos cuando esto es así”.
Cuando se tiene la vocación de servir, se trabaja honradamente, se utiliza el
recurso que dispone la comunidad cuando sea necesario, se evalúa lo que se
tiene que hacer y se piensa para gobernar en colectivo, esto es tener un sentido
comunitario, sentir la necesidad de todos como un compromiso a resolver, de
trabajar sin percibir un sueldo y que sobre todo, velar y trabajar por y para la
comunidad.
Sin embargo, ya existen cambios, han empezado a presentarse otros intereses,
que sin dudas rompe con este tipo de sentir comunitario y en ocasiones se
dispone la comunidad al mejor postor, nos referimos a los partidos políticos, que
son capaces de comprar votos, de manipular y condicionar a las autoridades de la
comunidad y estos con la intención de quedar bien, manipulan a la comunidad de
distintas formas y en el mejor de los casos, estas autoridades comunitarias les dan
un puesto en el gobierno municipal, no para apoyar más al pueblo, sino para
convencer más gente y fortalecer la presencia del partido político en gobierno y
cuando sea necesario, cambiarse de color y partido según conveniencias
particulares, como fue lo sucedido en el año 2010.
Esto es muy preocupante, porque hay gente que rechaza este abuso de los a’tel
tuneletik, porque velan y trabajan por su beneficio personal y no colectivo;
aceptan proyectos que no son de importancia en la comunidad, aceptan proyectos
que en otras comunidades los rechazan y no se piensa en lo que realmente se
necesita, se esta perdiendo la capacidad de exigir con valor lo que el pueblo
quiere y necesita y no lo que el gobierno piensa que necesitamos.
Referirnos a los actos de corrupción, no estamos lejos, ya muchos dicen que eso
existe ahora, otros prefieren guardar silencio como una manifestación de la duda;
mientras tanto, es importante reflexionar para el bien de la comunidad, de pensar
en colectivo, de trabajar en colectivo, para mantener nuestras prácticas y
reivindicar nuestros caminos para llegar al lekil kuxlejal; que se entiende como el
respeto de todo aquello que es de la comunidad, que es parte de nuestro modo de
organización en nuestro pueblo; señores de los gobiernos y dependencias,
considérenlo, los a’tel tuneletik, son producto y parte de nuestra organización en
la comunidad, no son agentes o promotores de venta.
2.4 Procedimientos para la elección y nombramiento de los a’tel tuneletik
yu’un lumaltik (autoridades del ejido).
Recuérdese que la vida democrática
supone un estado de derecho
y un poder sin violencia para que pueda convertirse
en autoridad legítima (IDEA. 1999).
Lo importante es saber elegir quién debe ser un a’tel tunel para la comunidad,
saber de su vida y su conducta ante todos, porque este será quien por tres años
tendrá que estar trabajando y sirviendo para la comunidad, algunos durante un
año tendrán la responsabilidad de impartir justicia o el de velar por el bienestar y la
calidad de los servicios con que cuenta la comunidad para el desarrollo de sus
generaciones.
Hablar de la elección y nombramiento de los a’tel tuneletik de nuestra
comunidad, es referirnos de cómo se hace valer la palabra y decisión de hombres
y mujeres, es un proceso que se le llama yich’elbatik ta muk’ ta pisiltik que
significa tomarnos en cuenta todos, o el de stsobel yip k’op ka’yejtik significa
juntar la fuerza de nuestra palabra, para un bien común y sobre todo para seguir
trabajando y gobernándonos desde nuestros propios modos, quizás el nombre de
los cargos que actualmente existe en la comunidad, en su mayoría fueron
impuestas por instituciones y autoridades de los diferentes niveles de gobierno, lo
que vale la pena remarcar, es el papel y la función que desempeñan cada una de
ellas, además de las obligaciones que se tiene normada desde las reglas
institucionales, la comunidad añade otras responsabilidades a nuestros a’tel
tuneletik; dichas responsabilidades son productos de las discusiones colectivas,
pero, que vienen a fortalecer la vida y cultura de nuestros pueblos.
Lo establece el artículo 2o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en la fracción III que a la letra dice: “elegir de acuerdo con sus normas,
procedimientos y prácticas tradicionales, a las autoridades o representantes para
el ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, garantizando la
participación de las mujeres en condiciones de equidad frente a los varones, en un
marco que respete el pacto federal y la soberanía de los estados”. Este mandato
se tiene desde siempre, la elección de los a’tel tuneletik, no es la excepción, son
espacios abiertos, donde se discuten y se decide por lo mejor, por aquello que
signifique una esperanza para seguir trabajando y f ortaleciendo nuestra
organización comunitaria; se tiene la participación de hombres y mujeres.
En la comunidad de Jerusalén, existen dos categorías de a’tel tunel; la primera lo
integran los muk’ul a’tel tuneletik, que literalmente traducido significa grandes
servidores comunitarios; sin embargo lo que quiere decir es que son los a’tel
tuneletik con mayor importancia en la comunidad; su importancia no parte de los
años de servicio que dan, sino el grado de dificultad que se requiere para ejercer
dichos cargos y sobre todo porque son ellos quienes directamente tratan y
resuelven problemas relacionados con la madre tierra; entiéndase de incendios,
invasiones,
despojos,
compra-ventas,
transferencias
y
otros
conflictos
relacionados con la tierra; pero también porque son ellos que en coordinación
tratan de solucionar los problemas que se presentan en la comunidad; todo esto
significa estar coordinados y un amplio criterio de trabajo en equipo; en resumen
podríamos decir que son los kuch k’inaletik o kuch lumaltik, ambas expresiones
se refieren a que son ellos que se encargan de sostener el cuidado de la madre
tierra y
la salud de la comunidad, que se entiende no por la ausencia de
enfermedades del cuerpo, sino de problemas que causan un mal en nuestra
comunidad como los conflictos, enfrentamientos y otros que violen los acuerdos y
normas comunitarias.
Esta primera categoría de a’tel tuneletik lo integran
los siguientes y sus
respectivos equipos de trabajo: Comisariado Ejidal, Consejo de Vigilancia y
Agente Auxiliar Municipal.
La segunda categoría, lo integran a’tel tuneletik de bajo nivel de participación
para los asuntos a los que se mencionaron anteriormente, esto no quiere decir que
sean menos importantes, sino que se ocupan específicamente a trabajar y s ervir
por lo que son nombrados; tienen la obligación de informar a los muk’ul a’tel
tuneletik de todos los problemas que se vayan generando, con el fin de ir
solucionando entre todos; algunas de ellas se integran únicamente de todos
aquellos que son miembros de la comunidad y otras se integran por gente que son
de otras comunidades, con el fin de darles el espacio que les corresponde y tener
un espacio y representación por aquello que es de interés regional.
En el ejido Jerusalén, existen dos formas de elegir los a’tel tuneletik; los primeros
como los muk’ul a’tel tuneletik son elegidos en un muk’ul tsob lej yu’un winik
antsetik; la segunda forma son electos y nombrados en un tsoblej yu’un
winiketik, este se realiza de acuerdo a la lista de trabajo comunal; es decir las
elecciones son directas y por lista, que significa que son cargos que deben ocupar
todos y que se van turnando, por un período de un año o más.
A continuación se describen con mayor detalle los cargos comunitarios que
existen en la comunidad y sus formas de elección y lo que les corresponde hacer
cada una de ellas, sus obligaciones y derechos:
Muk’ul a’tel tuneletik
Comisariado Ejidal. Lo integran seis personas: el presidente, el secretario y
tesorero, todos con sus respectivos suplentes. Actualmente no reciben ningún tipo
de capacitación para ejercer sus cargos por parte de la procuraduría agraria u
otras dependencias a fines, simplemente se transmiten sus responsabilidades de
a’tel tunel saliente y el a’tel tunel entrante, esto ha sido desde que se nombró el
primer Comisariado Ejidal, instruido por las autoridades de la Agraria Mixta en
aquel entonces; sin embargo las responsabilidades comunitarias, se aprenden con
la vivencia en la comunidad, con la participación en los tsoblej, donde se exponen
los trabajos y esto sirve como una manera de “enseñar haciendo y de aprender
participando”, no hay una mejor forma de ir fortaleciendo estas prácticas, porque
los errores no sirven para condena, si no es para aprender.
Las funciones que le corresponde realizar el Comisariado Ejidal, en sus primeros
años de nombramiento y de fundación del ejido, era gestionar la legalización de la
tenencia de la tierra, su reconocimiento institucional a las dependencias
correspondientes, de obtener el plano agrario y lograr el resolutivo presidencial
con el decreto del diario oficial sobre el establecimiento del ejido, además era
quién atendía los asuntos relacionados con la tenencia de la tierra.
Actualmente es el a’tel tunel gestor en la comunidad, se encarga pues de
solicitar, tramitar, pedir ante las instituciones gubernamentales todo aquello que se
necesite para el desarrollo comunitario; sus funciones dentro de la comunidad, son
quienes se encargan de organizar a la gente, de escuchar, anotar y sistematizar
las propuestas que se vayan dando con fines de desarrollo; además tiene la
función de participar en la resolución de conflictos de cualquier tipo, siempr e que
la autoridad responsable lo solicite.
El comisariado ejidal figura como la máxima representación comunitaria, toda
gestión, solicitud, trámite que se requiera hacer sin el sello, la firma o
consentimiento de este es nulo. Uno de los requisitos indispensables para ser
electo y nombrado a este cargo es tener el certificado agrario y para la comunidad
debe saber leer y escribir, para hacer menos el abuso ante otros.
Consejo de Vigilancia: lo integran seis personas: el presidente, el secretario y el
tesorero, con sus respectivos suplentes. Hasta la fecha no reciben ningún tipo de
capacitación para ejercer sus cargos por parte de las dependencias o instituciones
gubernamentales a fines, es el mismo procedimiento que el del primero, solo se
transmiten de a’tel tunel a a’tel tunel los conocimientos que llevan a cabo. Lo
mismo es un proceso de enseñanza aprendizaje basado en el “enseñar haciendo
y de aprender participando”, se sabe que un consejo de vigilancia tiene la función
de cuidar que no se den invasiones de terrenos de unos a otros de la misma
comunidad o de otras comunidades.
La comunidad de Jerusalén, le añade la responsabilidad de vigilar los trabajos de
los miembros del comisariado ejidal y fundamentalmente de cuidar que nadie
mueva el ts’akanse refiere a la colindancia, pero que se acostumbra señalar con
un monton de piedras o algún especie de árbol en un determinado lugar, para
afectar a otros en sus tierras, este a’tel tunel tiene la obligación de recomendar en
cada muk’ul tsob lej yu’un winik antsetik el de no vender la tierra, no mover el
ts’akan en su lugar original como una estrategia de ganar más tierras y afectar a
otros. También tiene la responsabilidad de participar en la resolución de
problemas comunitarios, siempre que le sea solicitado o que le competa
directamente.
Estos dos primeros cargos, que son parte del muk’ul a’tel tunel, se eligen bajo el
siguiente procedimiento: se convoca a un muk’ul tsob lej yu’un winik antsetik
con tres meses de anticipación, la gente utiliza este tiempo para ir seleccionando
los posibles candidatos a ocupar dichos cargos, algunos acostumbran formar
pequeños grupos de discusión para entre ellos escoger su candidato, es pues que
cuando llega el día de las elecciones se saben quienes posiblemente van a ocupar
el cargo; la responsabilidad de los pequeños grupos que se forman es presentar
ante la presencia de hombres y mujeres su candidato; anteriormente se
acostumbraba de escuchar y conocer
el nombre de los candidatos y
posteriormente elegir entre esos candidatos solamente uno y ese era el que
quedaba como presidente y se repetía el procedimiento para nombrar el suplente;
todo el mismo procedimiento para elegir el secretario, tesorero y los respectivos
suplentes. Implicaba mucho tiempo, pero, eso no era problema; el problema es
que la población fue creciendo y más cargos empezaron a surgir; antes había
mucho que escoger, ahora ya no, por eso el proceso a cambiado, ahora se
proponen dos personas y automáticamente ya son parte de a’tel tunel, solamente
la gente elige quien de esos dos será el presidente y el suplente, esto se
selecciona con el voto directo, es decir basta levantar la mano y de acuerdo a la
cantidad de votos se designa el cargo que les corresponde ocupar, se repite el
procedimiento hasta culminar con los cargos necesarios a elegir, actualmente ya
no se le respeta a alguno que se niegue a ocupar su cargo, porque es un deber
comunitario y cuando el pueblo elige no hay paso a tras.
En este proceso de elección participan las mujeres, también se le toma en cuenta
su palabra y su decisión, e inclusive se les deja la responsabilidad de dar el voto
de confianza en caso de empate o simplemente por fomento al respeto, también
las mujeres proponen y nombran sus candidatos y son capaces de defender su
postura ante todos, anteponiendo desde luego su justificación y sus razones.
Ambos cargos tienen una duración de tres años, la elección se realiza de acuerdo
el mes y año en que se cumple el período, en algunos casos se alarga el plazo por
actividades en proceso y que se requiera la presencia de los a’tel tunel en
funciones.
Agente Auxiliar Municipal: es el último a considerarse parte de los muk’ul a’tel
tuneletik, lo integran 12 personas: el Agente, Suplente, Tesorero, Comandante de
policía y 8 policías más. Se capacitan una vez ocupando el cargo, este es
responsabilidad del municipio. El procedimiento de elección, es similar a los
anteriores, la diferencia esta en que se proponen tres nombres para el cargo, la
gente es consiente de la importancia de saber elegir, entre los tres propues tos se
elige quien va a ser el agente, el suplente del agente y el tesorero, posteriormente
se elige de forma directa el Comandante de policías, generalmente nombran a la
persona fuerte físicamente, se sigue con la elección de los policías; algo
importante, es ahora obligatorio tener la representación de los kanjobales dentro
de estos a’tel tuneletik, ya que sirve como una estrategia de escuchar a ellos, de
hacer valer sus palabras, de no cometer una injusticia contra ellos cuando alguno
se implique en un problema y que esto no sepa hablar castellano, al menos habrá
quien dentro de los a’tel tuneletik pueda transmitir la palabra; es una práctica de
lo que establece el Art. 2, fracción VIII de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos que a la letra dice: (…) “Los indígenas tienen en todo tiempo el
derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tenga conocimiento de su
lengua y cultura”. Esta práctica se desarrolla entre miembros de los pueblos
originarios que hablan una lengua diferente al otro, y se a entendido en la
comunidad la importancia de esta práctica no solo co0ntar con un traductor, sino
que uno de ellos sea miembro de la autoridad.
Sus funciones de este equipo de trabajo es hacer respetar y cumplir los acuerdos
y normas comunitarias basados en los usos y costumbres de la comunidad,
garantizar la seguridad de todos, impartir la justicia comunitaria. Además es como
una representación del municipio dentro de la comunidad, cuando la comunidad
considera necesario turna los casos a las autoridades competentes establecidas
por el estado; su mayor compromiso es con la comunidad.
Esta autoridad tiene la facultad de participar en la resolución de problemas dentro
y fuera de la comunidad, siempre que le sea solicitado, trabaja en la impartición de
la justicia en coordinación con
los anteriores y en caso necesario con
la
asamblea comunitaria, todo va dependiendo la gravedad de las faltas o delitos
cometidos.
Los tres tipos de a’tel tuneletik tiene la obligación de informar cada semestre
sobre sus actividades realizadas, aparte de aquello que se da cada mes, en este
caso lo hace en un muk’ul tsob lej yu’un winik antsetik, pero, además
cumpliendo con el período de servicio, deben rendir cuentas e informe por escrito
y detallado de sus actividades, así como los gastos realizados, cuando no existen
dudas no hay preguntas; cuando hay desconfianza, entonces sí hay preguntas y el
a’tel tunel saliente tiene la obligación de aclarar las dudas y en caso de no
justificar sus gastos, se le hace reponer la cantidad de dinero que no se justifica.
A’tel tuneletik
Este es el segundo nivel de a’tel tuneletik, que tienen menor nivel de
participación a comparación con los muk’ul a’tel tuneletik, como se menciona en
los párrafos anteriores, se dedican a cuidar el funcionamiento de espacios y
servicio comunitarios específicos y están bajo jurisdicción de los muk’ul a’tel
tuneletik, no significa que sean menos importante, sino que obedece otros fines
muy definidas, ya que consiste en cuidar lo que ya se tiene. Todos los diferentes
cargos se eligen de acuerdo a una lista que se tienen en la comunidad, es como el
padrón de gente que ya se encuentra dispuesto a servir en la comunidad;
podemos decir que son cargos que todos en algún momento tienen que ocupar. A
continuación se enlista estos cargos:
Comité de Salud: lo integran cinco personas que son el presidente, secretario,
tesorero y dos vocales; tienen la función de velar por el cumplimiento y
funcionamiento del centro de salud, representan a la comunidad ante el personal
que integra dicha institución, así como autoridades externas a fines; participan y
apoyan en las actividades y campañas de salud, son portavoces de la gente a los
médicos y de los médicos a la gente de la comunidad; sus responsabilidades está
directamente establecida y normada por la institución y por la gente hacer respetar
su palabra y decisión cuando sea necesario. Se elige cada año, de acuerdo a la
lista o padrón comunitario.
Comité de Plantas Medicinales: esta integrado por cinco personas que son
electos por la gente y de acuerdo al padrón comunitario; sin embargo existe la
integración de otras personas que pueden ser hombres o mujeres con
especialidades definidas, los integrantes que nombra la gente son el presidente,
secretario, tesorero y dos vocales.
Los otros integrantes que lo conforman encontramos las parteras, que son
mujeres capacitadas o formadas desde el seno familiar, hierberos, hueseros que
estos no son elegidos por la comunidad, sino que es un servicio que prestan de
forma voluntaria. Surge esta nueva forma de hacer salud por las deficiencias que
se tuvo en un principio la atención que se brinda en el centro de salud, hay días,
como actualmente sucede, que no están presenten los médicos, en el peor de los
casos, hay médicos, pero no hay medicinas; esta propuesta de la medicina
tradicional basado en el uso de plantas, significa hasta en la actualidad una
verdadera alternativa para cuidar la salud, reduce el costo de medicinas, y lo
mejor, a veces no es necesario comprarlas, basta con ir al campo y cortar en ellas.
Por esto, la función de un a’tel tunel yu’un snail poxil wamal (servidor
comunitario en la casa de plantas medicinales)no es recetar, sino enseñar; claro
esta, que nada es de de la noche a la mañana, es un proceso, un ak’ poxil
wamal (hierbero)sabe eso, es consiente de su cargo y su trabajo, pero no debe
cobrar por su servicio, porque es parte de un servicio comunitario, tiene derecho
de cobrar la medicina, pero lo que se paga en realidad son los insumos que se
utilizan para elaborar pomadas o jarabes, porque eso ya se hace.
Este cargo no solo brinda servicios a los habitantes de la comunidad, sino de toda
la región. Su capacitación se realiza gracias a la colaboración de otras
organizaciones en el estado, como lo es la OMIECH con sede en San Cristóbal de
Las Casas, a través de intercambios de conocimientos y experiencias.
Este cargo no se limita el período, algunos tardan por más de dos años, algunos
por seis y pocos por más de diez o más años, un ak’ poxil wamal, debe tener la
voluntad de aprender, de prepararse y algunos dicen que es parte de su don, de
su smajtan (regalo o don) por nuestros creadores y formadores y este cargo lo
consideran como una oportunidad de servir y hacer lo que se le tienen
encomendado en sueños es el caso de un huesero, partera o hierbero y otros
tantos lo hacen por pura obligación y estos no tardan más que un año.
Como podemos darnos cuenta, este cargo es muy difícil ejercer, pero son dignos
de respeto y admiración de aquellos que siguen trabajando sin ser obligados y
generando estas oportunidades de vida de todos aquellos o nosotros que no
tenemos suficiente dinero para comprar medicinas, que luego nos da
enfermedades, como son las farmacéuticas. A diferencia de otros cargos, trabajan
sin ser obligados, no tienen horarios como todos, porque preservar el bienestar y
la salud es cuestión a toda hora.
Comité de
Tienda Comunitaria: se integra por seis personas que son el
presidente, secretario, tesorero y tres vocales, se capacitan para la administración
de los recursos que se llegan a obtener en las ventas que realizan diario, dicha
capacitación la obtienen por personal especializado que les apoya la Compañía
Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), es esta empresa que les
surte y que inicialmente era también quien entregaba la mercancía y de las ventas;
la comunidad le quedaban los porcentajes.
Actualmente el 95% de la inversión que se tiene en la tienda comunitaria, es
propiedad de la comunidad, todavía se surten de dicha empresa, en algunos
casos, compran mercancías en otras tiendas de abarrotes. La importancia de la
tienda comunitaria, además de ofrecer precios bajos de los productos, sirve como
una manera de tener el recurso comunitario activo en una inversión que le genera
ganancias y utilidades para todos, los comités no perciben sueldo, porque es parte
del servicio comunitario, son nombrados directamente como los casos anteriores y
tiene una duración de un año.
Comités de Educación: la comunidad de Jerusalén, tiene
cuatro niveles
educativos el de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria, cada uno de
estos niveles tiene su propio comité a excepción del preesc olar tiene el mismo
comité con la educación primaria; algunas de las características específicas son
las que se mencionan a continuación:
-
El comité de educación preescolar y primaria, lo integran cinco personas,
que son el presidente, secretario, tesorero y dos vocales; son elegidos por
la gente de la comunidad, siguiendo la lista comunitaria, ocupa el cargo el
que le toca su turno, tenga o no hijos en cualquiera de estos dos niveles
educativos, pero, es parte del servicio que se debe dar en la comunidad; la
responsabilidad de los comités de educación, es velar el funcionamiento de
la escuela, vigilar que los profesores asignados cumplan con su deber, el
de llegar en la comunidad, hacer su trabajo y respetar los acuerdo
comunitarios; también les corresponde realizar trabajos para mejoras de la
institución, acompañar a los docentes en todo proceso de gestión y/o
trabajos pertinentes. El cargo tienen una duración de un año escolar.
-
Comité de educación secundaria, se integra por seis personas que son el
presidente, secretario, tesorero y tres vocales más; anteriormente se
elegían los tres primeros que sean miembros de la comunidad y los tres
vocales que fueran de otras comunidades, con el fin de tener la
representatividad de los que no son miembros o habitantes de la
comunidad, sin embargo no se tenía una comunicación constante e implica
mayores gastos para que esto fuera posible; entonces entre todos los
padres de familia que tuvieran hijos en esta institución, decidieron dar la
facultad a la comunidad de elegir y nombrar todos los integrantes del comité
que fueran habitantes de Jerusalén, con el propósito de agilizar los trabajos,
lograr un verdadero trabajo en equipo, porque se consideró que era
necesario estar presente en la comunidad, para cuidar que todo este bien,
que los profesores trabajen bien y se eviten que alguno llegue a dar clases
en estado de ebriedad, además de que ahora se tenían que hacer cargo y
coordinarse en actividades con el Jefe del Albergue escolar comunitario de
dicha institución, ahora se tiene que llegar a rajar leña y a realizar otros
trabajos en las instalaciones de dicho espacio comunitario, por eso no fue
negar la representación de otras comunidades el hecho de nombrar todos
los integrantes del comité que sean de
Jerusalén, sino una vez más,
apoyar a la región.
Esta es la responsabilidad del comité de educación secundaria, hacer
trabajar a los profesores de tiempo y forma, reducir los problemas de
alcoholismo en ellos, porque si hubo en algún momento. El cargo dura una
año escolar, por trabajos pendientes y necesarios trabajan y sirven durante
las vacaciones; en este caso se eligen entre todos aquellos que tienen hijos
estudiando en esta institución.
-
Comité de educación preparatoria, lo integran cuatro personas, un
presidente, secretario, tesorero y un vocal. Todos sus integrantes son
habitantes del ejido Jerusalén, ha sido un aprendizaje la experiencia del
caso anterior, igualmente se nombran entre los que tienen hijos estudiando
dentro de la institución; acompañan a los académicos a realizar las
gestiones correspondientes para mejorar la institución, y así obtener
mejores servicios para la formación de jóvenes en el nivel media superior,
así mismo se cuida que exista respeto dentro y fuera de la institución, que
todos tanto alumnos y profesores respeten los acuerdo comunitarios, es la
función de los comités de educación.
Como podemos darnos cuenta, los comités de educación de los diferentes niveles,
coinciden en sus funciones, de trabajar velando porque la educación se imparte y
de forma responsable, tomando en cuenta y respetando los
acuerdos
comunitarios; se acompaña en la formación del individuo con el respeto que se
merece una comunidad, que la educación no solo es aquello que se imparte
dentro de las cuatro paredes, sino que es una constante preparación en la vida
diaria, los profesores enseñan, la gente de la comunidad enseña y si eso se
aprende y muy bien, será un aprendizaje bien lograda, que no solo se es producto
de un modelo y sistema que finalmente forma parte del poder.
La educación debe ser una prioridad para nuestros pueblos, pero para eso, la
gente debe integrarse, debe exigir y servir en ella, debemos formar parte de ello,
cambiar el paradigma de una enseñanza teórica o como se dice “que en la
escuela donde el que enseña es un profesor, se enseña lo que se cree que es y
no lo que debe ser; en la comunidad en cambio, se enseña haciendo, se enseña lo
que es y no lo que se cree o se supone” (Sebastián Hernández Meza).
Hablar de educación; es hablar desde dónde empezamos a formarnos; el ¿cómo?
Es una tarea de todos, es responsabilidad de todos y parece que así se esta
entendiendo desde nuestra comunidad.
Comité de Turismo: es reciente en la comunidad, se integra por 15 personas que
se encuentran asignados en diferentes áreas que corresponde a la actividad
turística. Su elección del comité, también es de acuerdo a la lista comunitaria; su
funcionamiento es ofrecer Servicio Turístico en la comunidad para los visitantes,
se encuentra abierto todos los 365 días del año, todos los miembros registrados
en la lista comunitaria se turnan para ir a colaborar en las actividades del atención
al turista y los miembros del comité también se turnan, la diferencia es de que
ellos van con mayor frecuencia. Son los comités que se encargan de la
administración de este espacio, los ingresos y los egresos, es responsabilidad
directa de ellos, están obligados a rendir informas de todos los movimientos
financieros y administrativos que se realizan durante la administración, buscan de
manera propia capacitarse para brindar más y mejores servicios a los clientes.
Este cargo tiene una duración de un año.
Patronato de Electricidad: se conforma de tres personas que son nombrados
por la comunidad, pero, se apoyan con especialistas comunitarios sobre
electricidad, los nombrados por la gente son el presidente, secretario y tesorero.
La elección se realiza de acuerdo a la lista comunitaria; es responsabilidad de sus
integrantes capacitarse y prepararse para sus funciones. Aquí hay que resaltar un
aspecto importante, la resistencia; desde 1995 el ejido no paga los servicios de
electricidad ante la CFE; esto se da por la mala calidad de servicio que se tenía y
las altas tarifas que se pagaban; trataron en varias ocasiones buscar un diálogo
con las autoridades de alto mando de la CFE, sin embargo nunca aceptaron y es
más, los ignoraron, ante esta postura, el ejido determina suspender sus pagos
correspondientes y decide mantenerse en resistencia.
Ante este problema, se vieron con la necesidad de buscar en diferentes espacios
capacitarse para hacer trabajos de electricidad, pagaron con recurso propio a
personal de la CFE para que brinde una capacitación intensiva, para el
mantenimiento de la red e instalaciones eléctricas; la capacitación no fue tan
amplia y se requirieron otros cursos que se fueron aprendiendo a través de la
práctica, hasta lograr desarrollar habilidades importantes dentro del quehacer
eléctrico; logrado todo esto, la comunidad se organiza para mejorar sus
instalaciones con recurso propio, cambiar los transformadores viejos, por nuevos
e incrementar la cantidad de estos, se fueron cambiando los postes y el tendido
eléctrico, hasta llegar a la instalación del alumbrado público.
Cuando se dependía de la CFE en todo el ejido se contaba con tres
transformadores de voltajes, hoy en día con el trabajo propio de la comunidad, se
cuenta para uso habitacional cuatro transformadores de voltaje, uno para la
escuela secundaria, para la escuela preparatoria y el centro eco turístico, en total
se tiene actualmente siete transformadores eléctricos con sus respectivas
instalaciones y redes.
El buen funcionamiento de estas instalaciones, es el trabajo de los patronatos de
electricidad comunitaria, con el apoyo de
personas con más conocimientos y
experiencias sobre el tema. Se coopera mensualmente la cantidad de $10.00 M/N
(diez pesos) para utilizarlos en mantenimiento y para lo que se necesite.
Todos los cargos comunitarios aquí presentados, podemos darnos cuenta que
requiere de voluntad, de disposición, de trabajo en equipo, de un amplio sentido
social, porque no se cuidan y se trabajan por intereses personales o particulares,
sino que se trabaja para un bien común, se trabaja respetando a las instituciones
externas si estos respetan nuestro modo y si no se trabaja en resistencia y en el
yilelbatik ta tukeltik, que significa “ver o trabajar por nosotros mismos” que se
aproxima al concepto de autonomía a un nivel y escala comunitaria.
Toda preocupación por servicios, es por la intensión de garantizar
y generar
condiciones para el lekil kuxlejal, basado en estos casos a lo que se le llama un
modelo de autodesarrollo comunitario.
Cap.
III
FORMAS DE ORGANIZACIÓN PARA EL USO, MANEJO Y
ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES Y SERVICIOS COMUNITARIOS
3.1 Formas de organización para la gestión de necesidades y la asamblea
comunitaria
Hablar sobre formas de cómo se organiza la comunidad para trabajar en la gestión
de recursos para satisfacer las necesidades colectivas, es hablar también de las
discusiones que se realizan desde el tsoblej yu’un winiketik, así mismo sus
implicaciones y las responsabilidades sociales que se encomiendan para todos.
Primero empezaremos analizando cómo se entiende y se lleva a cabo la
organización en la lengua tseltal, un segundo momento analizar el significado de
una necesidad, sus discusiones para su satisfacción y los nuevos caminos
andados ante la negativa de los gobiernos en satisfacer nuestras necesidades
como pueblo.
La organización se entiende como una acción fundamental para llevar a cabo la
realización de algo, de construir entre todos, espacios, condiciones para el lekil
kuxlejal de todos nosotros. En la lengua tseltal se le llama xchapelbatik, que
implica el saber yich’elbatik ta muk’. La palabra xchapel significa literalmente
arreglar, resolver algo; lo que quiere decir y lo que significa en nuestra lengua, es
buscar arreglar o resolver algo en conjunto, es buscar el consenso y los acuerdos,
eso es xchapel, pensar y discutir en colectivo y el concepto de yich’elbatik ta
muk’; yich’elbatik significa llevarnos, ta significa en y muk’ significa grande;
llevarnos en grande, sin embargo lo que quiere decir la palabra, es darnos el lugar
que nos corresponde a todos, es también engrandecer nuestra palabra, la fuerza
de la palabra, nuestro pensamiento y nuestra razón, es eso, tomarnos en cuenta
con nuestra palabra, pero también podríamos deducir y ser muy específicos al
decir yich’al ta muk’ k’op kayetik, que quiere decir tomar en cuenta nuestra
palabra, la palabra de todos, engrandecer aquello que nos permita tomar mejores
decisiones y que signifique una mejor propuesta.
El xchapelbatik en nuestras comunidades es fundamental, porque es la base de
nuestras acciones en lo posterior; es la base del trabajo colectivo, si no existe el
xchapel, la vida en la comunidad se convierte en relajo, pierde sentido y no habría
procesos de desarrollo, seríamos un pueblo sin
cultura y sin vida. El sna’el
xchapelbatik, se aprende en la comunidad, se aprende en la familia, es producto
del conocimiento de nuestros antepasados, las estrategias que sirven o se utilizan
para llevar a cabo se han ido cambiando, unos menos otras más.
La carrera contra el tiempo, para muchos significa un fracaso, para nuestra
comunidad se toma como un reto a desafiar…se ha hablado mucho de teoría,
ahora es tiempo de narrar lo que pasa en la comunidad: como ya es costumbre de
nuestros gobiernos, el gobierno al servicio de los kaxlanes, siempre dejan al final
la aprobación de los proyectos de la comunidad en el mejor de los casos y en
otras la dejan al final, porque cambian nuestro proyecto y nos ofrecen otras obras
menos importantes que las solicitadas y obligan a decidirse por una de ellas
(porque generalmente presentan dos, donde más les conviene y les deja dinero
para su bolsillo) ya que de lo contrario no se obtiene nada, lamentablemente se
toma una dicen que es peor nada, pero “yo digo” que es mejor que nos den lo que
realmente necesitamos o nada, porque el pollo que trata de de tragarse un grano
de maíz sin saber si esta cocida o no, a veces llega a tirarse en el lodo para sacar
de su pico lo tragado, pero ahora sale el grano de maíz junto con su excremento,
a veces como decimos vulgarmente se termina cagando y batiéndose en ella.
Pero, no nos detendremos en eso, es una necesidad fisiológica de cualquier ser,
lo importante es cómo se trabaja y se organiza.
Cada uno de los habitantes de la comunidad tiene el compromiso de hacer pública
sus propuestas para mejoras de la comunidad, servicios que se necesitan, recurso
u otras a fines y es responsabilidad de los a’tel tuneletik recibirlas, discutirlas y
evaluarlas o bien las propuestas surgen desde cada una de los a’tel tuneletik que
existen en la comunidad, como ya vimos en el capitulo anterior, es una de sus
obligaciones
de los muk’ul a’tel tuneletik, exponerlo en un tsoblej yu’un
winiketik, se argumenta su importancia, una propuesta se acompaña con otras
que son alternativas y la gente discute, evalúa y considera cuál es más importante
para solicitar y sobre todo que sea aquello que genere un beneficio para todos y
por
más tiempo, un primer momento de tsoblej se expone y se analizan las
propuestas y se deja como una tarea informar en la casa y con la familia se
discute y se decide y en un segundo momento se toman las decisiones,
considerando las aportaciones de todos los participantes, generalmente la
propuesta se forma entre todos, se construye en consenso; es el mismo
procedimiento que se aplica cuando un gobierno impone otros proyectos diferente
a lo solicitado, la diferencia es de que ahora se tiene que trabajar por obligación y
crea un descontento entre los habitantes de la comunidad, aquí no se logra un
consenso, sino es por mayoría de voto.
Trabajar y gestionar estas necesidades, queda en responsabilidad de los muk’ul
a’tel tuneletik, la gente coopera con dinero si no hay lo suficiente en el ahorro
comunitario, en algunos casos se nombra personas que se encarguen
específicamente en dicha responsabilidad acompañado desde luego por los
miembros del
muk’ul a’tel tuneletik, durante el proceso de
gestión los
responsables de ello tienen la obligación de informar los avances que se van
teniendo.
La gestión para satisfacer las necesidades, se realiza porque justamente se
entiende por tratar de lograr y obtener recursos para construir y generar espacios
que se requieren, la necesidad se entiende como tal, las carencias que se tiene, la
falta de ese algo que se solicita, se entiende en tseltal como aquello que ya xtun
ku’untik (que nos sirve) pero que mayuk ku’untik (no tenemos), esa es una
necesidad comunitaria, así se entiende, por eso se trabaja, se lucha y se esfuerza
para lograrlo; muchas veces se logra con mucha discriminación o lo único que se
trae de regreso es la burla y el desprecio de “nuestros gobiernos”.
Un pueblo que depende solo de “su gobierno municipal” o de los diferentes
niveles, es un pueblo condenado al fracaso y abandono; porque no se puede
esperar otra cosa, ya no hay mucha esperanza en ellos, y quizás las artes de
magia han aumentado aquellos que hacen desaparecer y aparecer los recursos
destinados para las comunidades; esta es otra historia que ahora nos toca relatar,
pero, sí analizar otros caminos, aquellas que se abren desde la comunidad con
los mismos objetivos, por satisfacer las necesidades, pero desde otro modo.
Cuando no existe un acuerdo en la comunidad, la gente se desespera, son
capaces de abandonar un tsoblej e irse sin esperar otra cosa más que una
próxima reunión y se tratará entonces de buscar otra manera de dialogar, otra
estrategia, aunque pasen los días o semanas e inclusive meses, se llega a
alcanzar un acuerdo, durante este proceso no existe discriminación entre las
personar, no se humillan por tratar de sobreponerse de unos a otros, porque la
intención no es dominar a otros; es buscar hablarse de frente. Es necesario
aclarar también que en los tsoblej, no se ausentan las discusiones fuertes, a
veces se presentan fricciones entre los miembros de la comunidad, anteriormente
en casos extremos se daban agresiones, pero no por defender intereses
particulares, sino de
hacer valer la palabra de todos, no se genera una
consecuencia de desintegración en la organización, sino que se toma como parte
de los niveles de discusión que se da.
Actualmente las agresiones ya no se dan, se prioriza el respeto entre los seres y
miembros de la comunidad; es por eso que nadie puede tolerar que otros
discriminen y humillen a otros, menos que sean funcionarios del gobierno,
aquellos que su obligación es servir al pueblo y no servirse de ello; sin embargo la
historia es diferente, nuestra historia es otra y nuestros tiempos y la memoria de
nuestros abuelos exigen respeto.
Una forma de hacer respetar nuestra comunidad, nuestros principios, nuestra
identidad, la dignidad, es la resistencia, que no se entiende como un total cerrazón
en nuestro pueblo, porque terminaríamos asfixiándonos, así también le
negaríamos la oportunidad a otros de tener otras oportunidades que debido a
nuestras carencias no podríamos brindar desde nuestra comunidad.
La resistencia parte de la lógica de hacer de nuestro modo las cosas que
necesitamos, desde luego los recursos de una y otra forma se tiene que
conseguir; es el caso del ejido Jerusalén, que está en resistencia sobre los
servicios de electricidad, no significa que no disfrute de ese servicio; la resistencia
está en no pagar por ese servicio, pero que se tiene que trabajar y cooperar para
mantener funcionando las instalaciones con que se cuenta, la diferencia está en
que se sigue pagando, pero, ahora el recurso queda en la comunidad y se inviert e
para los mismos fines, se cuenta con gente altamente capacitada para servir en
los trabajos de electricidad y no se necesita gente del CFE para solucionar algún
problema sobre el servicio de electricidad.
La resistencia tiene que ver con la iniciativa comunitaria, de contar con los medios
para seguir disfrutando de los servicios que forman parte de la propiedad de la
nación y que no se está robando nada, se está haciendo lo que hace falta en todo
el país, disfrutar del servicio, pagar por él e invertir lo necesario y no esperar que
se deteriore, es usar el dinero para lo que es.
En el ejido Jerusalén, se resiste ante las políticas y se defiende aquello que es de
todos los mexicanos y que es obligación de los gobiernos proveernos de esos
bienes, ¿que si florece esta práctica?, el ejido desde 1994 esta en resistencia, su
crecimiento y mejoramiento de este servicio es con sus propios recursos, se
encuentra mejor que aquellas comunidades que le siguen pagando a la CFE.
Actualmente, la comunidad entiende la importancia de trabajar organizados, de
resistir cuando no hay otras alternativas, se ha empezado con mayor importancia
a trabajar desde un modo diferente, porque no hay de otra, no hay otro camino si
se quiere lograr un desarrollo comunitario, el yil ya’yel sbaik ta stukelik no solo
significa vernos, sentirnos o escucharnos, trabajar por nosotros mismos, implica
saber hacer las cosas, saber organizar, tener conocimiento de nuestra realidad,
tener los recursos necesarios, disponer el tiempo y trabajar en colectivo, eso
significa, lo que los kaxlanes le han llamado procesos de autogestión y
autodeterminación comunitaria, que más bien es el camino a la autonomía; porque
la comunidad decide cómo se hacen los trabajos, dónde y cuándo.
Existen diferentes concepciones referente a la autogestión, quizás uno de los
aportes de diferentes autores que han reflexionado en
encontramos que
torno a la temática,
la autogestión indígena, se “concibe como el motor de
resistencia y cambio a la vez, es decir, por medio de la cual las comunidades han
mantenido sus tradiciones y costumbres, al igual que la identidad, pero a la vez es
un agente de cambio porque es por medio de ella como se puede ir adaptando a
lo que les exige la presión externa, sin perder su identidad como sociedades que
tienen sus propias formas de concebir el mundo, una organización basada en el
respeto mutuo y el servicio comunitario”. Los
cambios que se van generando de
acuerdo al ritmo de la dinámica comunitaria, que no se sujeta necesariamente a
otras dinámicas externas; los mismos pueblos dan y quitan velocidad a estos; sin
embargo, hoy en día existen otros factores que aceleran nuestra dinámica
comunitaria, me refiero a la globalización, pero, aún hay pueblos que han resistido
ante este modelo depredador y otros tantos tratan de reorientar la vida
comunitaria; es importante tener en claro pues que “la autogestión indígena no se
somete al poder de una persona y menos a la sumisión de muchos, sino que más
bien se trata del poder comunitario o poder del pueblo, acordado en asamblea”
(Vargas José.2006).
Por otra parte la Autonomía se configura como un espacio. Espacio físico,
delimitado por arroyos, bosques, campos y montañas. Espacio social, ámbito del
ejercicio de la libertad individual y la ritualidad colectiva. Espacio identitario, en el
cual cultivar tradiciones, relaciones, lenguajes; en donde desarrollar la identidad
individual y colectiva. Espacio jurídico en fin, hecho de obligaciones y sanciones,
de recomendaciones y tutelas, dentro de la comunidad así como fuera de ella.
Espacio, para mencionar dos palabras muy importantes de la historia mexicana,
de tierra y de libertad (Díaz Héctor.1991 citado por Frutta Emiliano.2007).
Se entiende entonces que en la autonomía debe haber vínculos, se debe evitar
confusiones en la práctica, en Jerusalén, se entiende y se considera la necesidad
de vínculos y relaciones con externos, pero, que estos no deben imponer; la
autonomía está, sobre todo, en la capacidad de asumir los vínculos y los
condicionamientos para saber actuar desde ellos; la autonomía es un principio de
la libertad, que se sustenta en la capacidad de control de nuestros actos
individuales o colectivos (Gordillo Lourdes.2008). Quizás no solo Stuart Mill
piensan que la autonomía reside en la carencia de vínculos y que consiste en
considerar que cuantos menos vínculos, más libres y autónomos somos para
decidir; puesto que también hay comunidades que piensan de esta forma, que
creen que una mejor manera de generar la autonomía es aislarse.
Por otra parte podemos mencionar algunos de los hechos concretos que podemos
mencionar, para ejemplificar este esfuerzo comunitario de autogestión y
autodeterminación comunitaria y la autonomía, encontramos las siguientes: el
primero, es lo ya mencionado sobre el servicio de electricidad; el segundo, la
construcción de la casa de plantas medicinales, que años más tarde se ampliaría
con fondos del Proyecto de Desarrollo Social y Sostenible Chiapas, denominado
PRODESIS, definido por la Comunidad Europea para la zona núcleo de la Selva
Lacandona y con fines de ordenamiento ecoproductivo del territorio; el tercero la
construcción de aulas del COBACH-110; cuarto la construcción de la casa de los
médicos del centro de salud; un quinto, es aquello que se ha realizado en
pequeños grupos, que actualmente abarca el 70% de la población total de la
comunidad, el servicio del agua entubada, que se ha trabajado desde los propios
recursos de cada familia, construyendo sus tanques para el almacenamiento de
agua, así como el tendido de la red de distribución de líquido.
Podemos darnos cuenta de los aportes de la comunidad, que no solo sirve para
beneficiar a la gente local, sino que tienen un alcance regional, construir todo esto,
no es fácil, requiere de mucha organización, coordinación en todos los trabajos.
Esto es lo que Jerusalén hace, que no solo es levantar edificios, sino exigir que
esos edificios funcionen bien, por eso existen tantos a’tel tuneletik, que se
reparten las responsabilidades, que se involucran en todos los procesos, no para
hostigar sino para garantizar el respeto del pensamiento diferente; es este modo
diferente que se piensa para trabajar desde otra forma, del modo de esos “otros”
que nos llaman, que para nosotros es una alternativa para seguir generando un
autodesarrollo comunitario.
3.2 Formas de manejo y administración de los bienes y servicios públicos
comunitarios
En el apartado anterior, se presenta varios aspectos
del funcionamiento de
algunos bienes y servicios comunitarios, en este capítulo nos daremos la tarea de
analizar a detalle todas sus implicaciones y su importancia que tiene para generar
otras condiciones para el autodesarrollo comunitario, trabajado desde diferentes
modos.
En estas actividades se han desarrollado, existe un gran esfuerzo comunitario y
el trabajo colectivo, así como el nivel de organización alcanzado; básicamente
entender los fines a percibir está el de generar mejores condiciones del lekil
kuxlejal, que se sustenta desde el aprendizaje y la inducción del sna’el kuxlej o
el de sna’el k’inal; el primero, sna’el significa saber, kuxlej significa vivir; es decir
“saber vivir”; el segundo, sna’el significa saber y k’inal se refiere a la razón,
“saber razonar”. Estos dos conceptos presentados tienen un alcance muy
complejo, porque para otros puede significar otra cosa, porque sí existen otros
significados, pero, en esta ocasión nos referimos en cuanto al contexto de hacer
uso de la razón para la vida en la comunidad.
Particularmente, se describe el manejo y administración de espacios donde se
brindan servicios y se generan ingresos para la comunidad; me refiero
básicamente a los siguientes: la Tienda comunitaria, el centro ecoturístico y la
agencia municipal comunitaria.
Tienda Comunitaria
Se establece en el año de 1993 con la inversión total de la Compañía Nacional de
Subsistencias Populares (CONASUPO); llega a la comunidad con la finalidad de
apoyar en la economía local, ya que en esta tienda se vendían productos básicos
para el consumo familiar con un costo menor a otras tiendas; además uno de los
objetivos planteados desde un principio, es
que conf orme fuera avanzando el
trabajo en la administración, los intereses que vaya generado el capital de la
inversión, un porcentaje debía quedar para la comunidad y otro a la empresa.
Una de las condiciones para establecerse esta tienda, era de que la comunidad
dispusiera de un local, además nombrar un comité que se responsabilizaran en el
manejo y administración de la tienda; se nombraron a los comités y desde
entonces se vienen turnando para ocupar dicho cargo; desde el principio ningún
comité ha gozado de sueldo.
El porcentaje de ganancias que se lograba obtener, se destinaba para los muk’ul
a’tel tuneletik, estos que le daban uso para realizar diversas gestiones para
mejoras de la comunidad, pasaron algunos años, este manejo lo cambiaron
porque ya no era redituable para la comunidad, seguir trabajando y aportando más
y recibiendo la misma cantidad que el inversionista, entonces priorizan la opción
de incrementar el capital comunitario a través de las ganancias que se obtenían,
es decir, en vez de destinar
para los muk’ul a’tel tuneletik, se invertía
nuevamente en la tienda, era una manera de ir pagando el capital del inversionista
externo, porque la gente consideró que “tanto se trabaja y así se tenía que ganar”
y no “mucho trabajo para ganar nada”, porque eso es lo que sucedía.
En el año 2000, se logra pagar al 100% del capital de CONASUPO, aunque por
intereses de la empresa se mantiene una inversión de $5,000.00 M/N. (cinco mil
pesos), esto sirve para garantizar que la empresa hoy Diconsa siga surtiendo la
tienda comunitaria con mercancías de abarrotes, se logra precisamente con el tipo
de manejo que se dio, durante esos años se procuró no tomar un solo centavo
para uso comunitario, para que en poco tiempo se lograra tener un capital total
comunitario.
Este acontecimiento ha sido determinante por muchas razones; el primero porque
ahora, forma parte de un capital comunitario; el segundo porque sigue ofreciendo
productos a bajo costo y el tercero, porque es donde ahora se obtienen recursos
para necesidades de la comunidad.
Actualmente la tienda comunitaria sigue funcionando, se ha mejorado el local con
el propio recurso que de ahí se obtiene y como ya se
mencionó en otros
apartados, forma parte de espacios y servicios que deben brindarse por a’tel
tunel de la comunidad; hasta la fecha no se ha tenido ningún conflicto al respecto,
porque en determinados tiempos se brindan y rinden informes.
Centro ecoturístico
Esta actividad es reciente en la comunidad, se establece en Marzo del año 2003
con el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
(CDI), uno de los objetivos planteados desde las primeras gestiones y que esta fue
establecido por las dependencias gubernamentales era generar
económico comunitario y que
un desarrollo
los habitantes del ejido se beneficien de esta
actividad, pero, cuando los trabajos de construcción se terminaron; personal de la
Secretaría de Turismo (SECTUR) llegaron a la comunidad a querer establecer
otras condiciones, por ejemplo el ingreso que se obtuviera, un porcentaje se tenía
que enviar a esta dependencia, en cuanto a la administración se tenía que realizar
bajo la supervisión de la CDI y el de la SECTUR; sin embargo la comunidad
decidió que no, rechazó esta propuesta y como consecuencia estas dependencias
se deslindaron de responsabilidades para promover y difundir esta zona turística,
así como un seguimiento permanente del proyecto.
Por lo anterior, más de un año, el centro ecoturístico permaneció abierto sin recibir
turistas, sin embargo la gente se organizó y buscaron formas para difundir, así
empezaron a llegar los visitantes.
Los comités comunitarios de turismo son los encargados del manejo y
administración de este espacio, buscan apoyo en diferentes dependencias y
organismos para seguir mejorando el espacio y ofrecer más y mejores servicios a
los visitantes; por ello podemos decir que la responsabilidad de los comités es
trabajar arduamente, para buscar financiamiento, estas gestiones en muchos
casos han sido ignoradas y no ha quedado de otra, que trabajar con el recurso
propio que se obtienen de dicho centro.
En el año 2006-2007, el grupo de comités comunitarios bajo la presidencia de don
Diego Ramírez Guzmán, optaron por invertir para la difusión del centro ecoturístico
a través de carteles y trípticos, con esta inversión que se realizó en el mes de
enero empezó a incrementarse la cantidad de visitantes, diversos grupos
religiosos y organizaciones se interesaron en realizar sus eventos en este centro
ecoturístico, para el mes de abril ya se había logrado extender la difusión.
Este trabajo fue una iniciativa de dos estudiantes universitarios, que preocupados
para el desarrollo comunitario, propusieron esta estrategia de difusión, así mismo
apoyaron a repartir el material en diferentes ciudades y espacios; refleja no solo
una buena coordinación, sino la confianza de los señores mayores de edad a sus
estudiantes con sus propuestas.
La Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) ha apoyado a esta actividad,
mediante cursos y capacitaciones al personal que presta su servicio para estas
actividades; actualmente apoyan en la gestión de proyectos para fines de mejoras
y ampliación del espacio.
Entre los servicios que ofrece el centro ecoturístico esta los siguientes:
Restaurant, Palapas, Cabañas, kayac, descenso en río, senderos en diferentes
rutas y un amplio espacio de balneario.
Esta actividad turística ha sido de mucha importancia para la comunidad, porque
se obtiene un ingreso muy considerable para el uso de necesidades colectivas. Su
administración y manejo sigue siendo por parte de los comités, la gente de la
comunidad apoya diariamente ya que se turnan para ir a prestar el servicio en este
centro; aunque a la fecha se ha nombrado tres
personas más que se le ha
llamado gestores, todavía no se logra ver el resultado de sus trabajos, la
comunidad espera y sabe que se tendrán resultados algún día.
Agencia Municipal Comunitario
Es una representación del gobierno municipal en la comunidad, sin embargo esta
representación, más bien es una institución comunitaria en la impartición de la
justicia bajo los usos y costumbres de los pueblos originarios.
Se presenta aquí en este apartado, porque también es una instancia donde se
obtiene ingresos significativos para la comunidad, sin embargo no se describe con
detalle su funcionamiento. Anualmente se llega a obtener un ingreso de hasta
$100,000.00M/N (cien mil pesos), derivado de multas y/o sanciones. Este ingreso
se toma para realizar diversas gestiones, se reparte un porcentaje para cada
directiva de los muk’ul a´tel tuneletik, otro porcentaje se destina para mejorar
instalaciones de otros espacios o servicios y el resto se deposita en una cuenta
bancaria a nombre de la comunidad. Esta repartición se hace justamente por
decisiones colectivas, nadie las hace por mandar.
Podemos darnos cuenta que en estas tres instancias es donde se obtienen
ingresos significativos; recordemos que cada a’tel túnel se coordina para los
trabajos, así mismo para los gastos. Estas tres instancias son la base para el
nuevo camino a andar, es lo que empieza a dar vida a la autogestión, y la
autodeterminación para el autodesarrollo comunitario. Lo podemos confirmar con
lo que ya esta hecho, se han construido escuelas, casas de salud y logrado
equipar a todos los a’tel tuneletik con radios de comunicación, logrando mayor
eficiencia en la comunicación y organización de los servidores comunitarios, por
otra parte es importante mencionar que actualmente se acostumbra mejorar las
instalaciones y los espacios donde se obtiene el recurso, por ejemplo, ante la falta
de apoyo del gobierno para el proyecto de turismo, el centro ecoturístico
comunitario autofinancia la construcción de cabañas, se esta pensando por más y
así podemos mencionar otras.
La integración de
financiero
una tesorería comunitaria, que administre todo el recurso
derivado de las tres instancias
más importantes que tiene la
comunidad y a través de ella otorgar créditos a los habitantes de la comunidad;
definir condiciones para que esto sea posible, es una tarea pendiente, pero ya se
esta pensando en ello.
Lo que importa ahora es esta forma de organizarse, de trabajar en colectivo para
un beneficio común; de estas tres instancias se ha logrado mejorar las
instalaciones y la red eléctrica comunitaria, de esta forma se empieza a caminar
hacia la construcción de un modelo comunitario autónomo, de hacer desde un
modo propio, desde una teoría y práctica propia; se piensa desde ¿cómo?
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Con qué? Y ¿para qué? Se trabaja; se razona pensando
para el lekil kuxlejal que se sustente desde el jun pajal yich’elbatik ta muk’;
jun significa uno; pajal significa igual; yich’elbatik significa llevarnos; ta es una
preposición que se usa en toda oración , que cumple la función de unir las
palabras para formar oraciones o frases y muk’ significa grande; es decir
“llevarnos todos por igual en grande”, pero, lo que realmente quiere decir
es
respetarnos como personas con nuestro modo particular de pensar y vivir, la
grandeza no es de tamaño, no se refiere al volumen, sino de importancia que
debemos darnos, significa saber hacer las cosas, saber trabajar, pensar, saber
vivir con respeto y que finalmente se traduce en una práctica del k’ux kaybatik,
k’ux significa dolor y kaybatik significa sentirnos; es decir “sentirnos en el dolor”,
que tiene una explicación profunda, un sentimiento íntimo entre los seres, un
contacto más allá de lo físico y social, más bien es un contacto cultural espiritual.
3.3 Formas de uso, manejo y cuidado de la madre tierra
“Mi padre lo dice [el fracaso de la cosecha] se debe a una falta de agua y lluvia,
porque antes de hacer la milpa dejaron algunos árboles que
pueden rápidamente convertirse en bosque
y guardar el agua, pero ahora no lo hacen.
Todos los bosques se están cortando.
No hay sombra y la tierra está seca.
Ahora hay tanta tala que no hay agua ni bosques, sólo hambre”.
(Edilberto Ucan Ek, descendiente maya).
Existe un sinfín de conocimientos y prácticas tseltales para el cuidado de la madre
tierra, del trabajo y sus implicaciones ante los ajaw que resguardan determinados
espacios de trabajo, pero que estos conocimientos han cambiado y muchas de
ellas en desuso, porque ahora ya no se trabaja para vivir, sino para acumular;
muchas veces ya no mediante la producción de autosustento sino por la vía del
mercado.
La milpa se entristece, ya no está la calabaza, el chile, las verdolagas, hierba
mora, la mostaza, el chipilín y las variedades de frijoles que se acostumbraba
sembrar, algunas domesticadas otras que son silvestres, se han marchado todos
dejando triste a la milpa y empobreciendo al hombre, ya no hay verduras en la
milpa, ya no es milpa es solo el cultivo de maíz.
La tierra se esta cansando, pero aún es joven, apenas cumple los 43 años, de
hecho en abril la cumplió, se le hizo su fiesta, pero ya no se le ofrendó, ya nadie
se acuerda de ello, solo piensan en lo bien que deben pasar los hombres, así se
vive ahora.
Ya no hay respeto, se le aplica fertilizantes químicos a la producción, se le aplica
veneno a nuestro alimento, por eso ya no hay variedad, por eso la tierra se esta
cansando.
Por otro lado las políticas gubernamentales para el desarrollo parece tenderse a
favorecer la ganancia, el fortalecimiento de la iniciativa privada, y la explotación de
la madre tierra y todo lo que en ella existe; “el desarrollo es un concepto que se ha
utilizado para hacer referencia al crecimiento económico, que los países deben
tener” (Chalé Pedro, et al.2005) con ello, la extinción de especies, pérdida de
ecosistemas enteros y culturas alternativas.
El modelo de
desarrollo que existe actualmente, se orienta únicamente en
procurar el desarrollo económico y generar una vida mejor
e ignorar la
conservación ecológica. “En nuestras comunidades no buscamos, no queremos
que nadie viva mejor, como nos hablan los programas de desarrollo. El desarrollo
está relacionado con el vivir mejor, y todos los programas de desarrollo
implementados entre los Estados y los gobiernos, absolutamente todos los
programas de desarrollo desde la iglesia, nos han orientado a buscar un vivir
mejor”. Porque para el vivir mejor, se hace necesario explotar, se produce una
profunda competencia, se concentra la riqueza en pocas manos. Vivir mejor es
egoísmo, desinterés por los demás, individualismo” (David Choquehuanca.2010).
Esta preocupación lo han demostrado los diferentes niveles de gobierno que
existen, con excepción de la administración de Lázaro Cárdenas (1934-1940),
como presidente de la república consideró la importancia de impulsar el desarrollo
económico con la conservación ecológica (Pont L, Raúl. 1999). En los gobiernos
posteriores se le ha venido apostando a lograr un desarrollo económico a costa
de la destrucción ecológica.
En 2010 podemos darnos cuenta, que la situación poco ha cambiado, más bien se
integra otros modelos de desarrollo que no es -como ellos dicen- “amigable al
ambiente”, se siguen implementando
programas federales para el campo,
orientados en el uso de paquetes tecnológicos, cada vez más tóxicos y peligrosos
e inclusive aumentando la producción de especies exóticas para la generación de
biocombustibles. Lo peor de todo no es que el proyecto no alcance para todos,
sino que llega en todos los rincones, contaminan en todas partes, destruyen todo,
añadiendo que estas prácticas violentan la vida de nuestros pueblos, debemos
recordar que en los últimos años “el discurso ecologista que valora los territorios
indígenas y etnoconocimientos tradicionales, como contribución a la conservación
de la biodiversidad han tomado mucha fuerza. Recíprocamente, los movimientos
indígenas se apropiaron de los códigos discursivos de la biodiversidad, para
defender
y
legitimar
sus
demandas
territoriales,
enriqueciendo
su
conceptualización” (Toledo Víctor.2004). Esta es la situación en 2010, parece no
acabarse ahí; preocupa que los gobiernos se interesen por todo esto, cuando por
necesidades distintas las comunidades de difícil acceso solicitan apoyos, se les
niega que “porque no hay como llegar hasta ellos”; pero existen casos peores.
En el estado de Chiapas, la situación es peor aún, se culpa a las comunidades,
ejidos, poblados como los causantes del deterioro ambiental; se dice que no
saben trabajar la tierra y destruyen cuanto hay, estas expresiones han sido un
gran pretexto y argumento para llevar a cabo decretos de expropiación de terrenos
comunales, con ello generando una violencia inhumana sobre las comunidades
indígenas, como los casos de los Montes Azules, donde frecuentemente se dan
desalojos forzados y violentos, donde el derecho de la mujer y el niño y la niña se
echan a la basura en ese momento, porque no se les respeta, argumentan que
esto lo hacen con el fin de garantizar la conservación de los recursos naturales; se
han formulado propuestas y reformas a las leyes del estado para garantizar la
conservación ecológica; dichas leyes se reforman sin la participación y
consideración de los pueblos originarios, se convoca a organismos nacionales e
internacionales, grupos de investigadores y académicos a participar en las
discusiones de las reformas, ¿y los que vivimos en Chiapas? Pareciera que las
políticas gubernamentales y del Estado mexicano concluyen en que el color de
nuestra piel, nuestra lengua y nuestra altura son estigmas que nos impiden ser
considerados como miembros de este estado y esta nación, pero, sobre todo nos
deja claro, que la preocupación por la conservación de los recursos naturales y
con ello la creación y expansión de Áreas Naturales Protegidas, se hacen
cuidando los interese de inversionistas extranjeros; porque son ellos los que tiene
derecho a entrar en estas zonas, a realizar sus “investigaciones científicas” que en
la realidad no es más que una bioprospección ilegal y la biopitratería que ellos
realizan, pero, como siempre, a ellos no se les dice nada.
Estamos consientes de que algún día todo esto va a cambiar, porque tiene que
cambiar… a lo lejos las montañas en que vivimos, allá donde el sol se recoge en
las tardes y la noche se enciende al apagar el día, volvemos a nacer con nuevas
esperanzas, al saber que un día a otro siempre es diferente aunque ante los
kaxlanes sigamos igual o peor para ellos.
Para los tseltales el concepto de desarrollo se explica en el cumplimiento del lekil
kuxlejal que no solo significa desarrollo, sino
una expresión amplia y compleja
de entender, viene dando la explicación en su concepto del buen vivir, que
significa tener salud, educación, alimentación, paz, crecimiento basados en los
principios de la autonomía.
No se le puede llamar k’ulejal un desarrollo a costa de la destrucción del medio,
tiene su punto de equilibrio en el sna’el yich’el ta muk’, skanantael, stuntesel ta
slajinel te biluk ay (saber querer, cuidar, usar y manejar todo lo que existe); es
entonces que para los pueblos originarios, en particular de los mayas tseltales en
Chiapas, el concepto de conservación simplemente
no es aplicable en los
términos que se plantean, para
los pueblos originarios
todo tiene uso,
importancia en el ciclo de nuestra existencia de todos los seres
vivos,
considerando que nosotros los mayas-tseltales somos parte de un todo, somos
seres dependientes de la existencia de otros y que no vivimos aislados los unos
de los otros; somos árbol, somos animales, somos agua, tierra, fuego, viento y
también somos piedra; somos parte de lo que hoy llaman RECURSOS
NATURALES, según la explicación de nuestros abuelos, por ello se dice que: “No
existen territorios sin seres vivos, tampoco seres vivos sin territorio”.
Compartir el territorio en una comunidad implica la necesidad de una organización;
en específico lo podemos observar entre los tseltales, cuando se organizan en la
planeación inicial sobre el uso y manejo de todo lo que se disponen en el territorio,
por ello desde el muk’ul tsoblej se definen dónde se tiene que destinar para
realizar las actividades productivas, así como áreas que deben estar cuidadas por
todas y todos.
Las áreas productivas se definen de acuerdo a las características del suelo o la
madre tierra, la localización de agua, las pendientes que presenta el terreno, su
color, la textura y en algunos casos la accesibilidad a ellos. Estas características
se van considerando de acuerdo al tipo de actividad que se desea realizar, en
algunos casos no necesariamente se cumple con dichas características si la
actividad productiva no necesita de todos ellos. Algunos ejemplos de cultivos que
podemos mencionar son las siguientes:
a) El maíz y frijol; para estos cultivos, los tseltales acostumbramos sembrarlas
en tierras de color negro, aunque no necesariamente existan manantiales u
otras fuentes
de agua; para ello, acostumbramos
que este cultivo se
desarrolle en zonas intervenidas y en espacios de vegetación baja, con el
propósito de que el cultivo no se afecte por animales o plagas; algunos
tseltales ubican sus cultivos de acuerdo donde el sueño indique, se cree y
obedece a un mandato divino, de otra forma el cultivo no rendirá buenas
cosechas o frutos (según don Alonso Luna Sántiz, tseltal de Jerusalén, las
Margaritas). En la lengua se le denomina estos espacios de cultivo para el
maíz y frijol como yaxal lum, literalmente traducido como tierra verde, pero,
el significado real es tierra fértil; generalmente se acostumbra en
temporadas de siembra, ubicarlos en tierras con pendientes de hasta 45º.
b) El café; para este cultivo que ahora en algunas familias todavía significan
fuentes de ingreso, se ubican en tierras negras o coloradas, con pendientes
de hasta 60 ó 70º; este cultivo algunos productores acostumbran ubicarlas
en tierras donde se localizan fuentes de agua, para cumplir las labores que
requiere este cultivo, principalmente el lavado del grano; además, debe
localizarse en terrenos accesibles.
c) La piña; se cultiva en tierra colorada, sin considerar otras características
que sea tierra fértil.
d) Otra actividad que tiene mayor exigencia, es la ganadería, para la que
indistintamente se usan terrenos planos o accidentados, sin embargo no
debe faltar un río, manantial o lago, por lo que generalmente se buscan
humedales sin importar si es tierra negra o colorada.
Los ancianos tseltales dicen que la tierra manifiesta si acepta el cultivo o no, en l a
medida de que dicho cultivo rinda su fruto; en algunas ocasiones cuando la tierra
no acepta el cultivo o la actividad que en ella se realiza, hace que la siembra no
brote en su totalidad y seque las plantas, sin dar fruto o en el caso de la actividad
ganadera o de alguna otra con fines de producción animal, hace que una o varias
de ellas se enfermen y mueran sin que los tratamientos que se suministre haga
efecto
y cuando esto sucede la persona dueño de dichos animales deberá
cambiar el lugar de producción o realizar una serie de actividades rituales, donde
se le debe ofrendar al cuidador de la tierra y se pide permiso para que permitan
llevarse a cabo las actividades productivas, de otra forma vivirá condenado a que
se enfermen y mueran sus animales. De esta forma se puede uno dar cuenta la
importancia cultural que tiene los espacios de producción de alimentos de origen
vegetal o animal; los espacios productivos no solo se establecen por querer, sino
porque allí deben ser.
Actualmente los espacios productivos se encuentran en estado de degradación, ya
que en los últimos años se ha intensificado el uso de fertilizantes químicos,
precisamente fomentado desde las políticas del estado, de aquellos que en sus
discursos manifiestan su preocupación por el deterioro ambiental de nuestro
planeta y hablan justamente de un proyecto de desarrollo sustentable.
Otro de los espacios que se tiene en la comunidad, que sirve no solamente como
una zona de reserva (entendida desde su definición
que no es aplicable en
nuestra lengua), sino de uso comunal y libre acceso, son las llamadas komon
lum k’inal, que finalmente tiende a definirse desde acuerdos de la comunidad, lo
que en castellano se le llama reservas comunitarias.
Las reservas comunitarias se le conoce en tseltal como komon lum k’inal ich’bil
ta muk’ literalmente traducido significa “tierra de todos bien cuidada”. Existen
dos tipos de reservas comunitarias, en el caso del ejido Jerusalén, municipio de
las Margaritas, Chiapas (Ubicado en la periferia de la Biósfera de Montes Azules);
la primera clasificación es la de reserva comunitaria familiar; se caracteriza por
integrar tres niveles que son los acahuales, áreas intervenidas y áreas virgen. Los
acahuales se le llama en tseltal yijil uninal que son espacios con vegetación en
proceso de recuperación (algunos tseltales le llaman tierra en descanso), éstas
áreas son expuestos a ser tierras de cultivo, sin embargo algunas partes se logra
su recuperación total; estas áreas en algún momento han sido tierras donde se
han realizado diferentes actividades productivas.
El segundo nivel que son las áreas intervenidas en tseltal se le llama lok’ib si’
literalmente traducido: salida de leña; son áreas destinadas para obtener leña,
madera de uso múltiple, pero, no se realiza ninguna siembra de algún cultivo que
genera la destrucción de la selva. Las áreas vírgenes se le llama yijil te’tikil
literalmente traducido quiere decir montaña o selva maciza; en esta zona no se
realiza ninguna actividad, se evita la extracción de madera y solamente se acude
en ella para obtener plantas ornamentales, alguna especie vegetal comestible y
plantas medicinales; no se prohíbe el acceso en ella, pero, si se cuida que se
respete lo que en ella existe, esto bajo la responsabilidad de la familia.
La segunda clasificación es la reserva comunitaria ejidal; tiene las mismas
características del lok’ib si’ y del yijil uninal la diferencia parte de que el beneficio
del uso que se le da por ejemplo la extracción de leña se destina para albergues
de la comunidad y en cuanto a la madera es para construcción de obras de uso
comunitario o regional, ninguno en particular o por privados puede gozar de los
beneficios de las reserva, a lo que se refiere de especies mayores, en cuanto a
pequeñas plantas que tiene uso comestible, ornamental o medicinal, es de libre
acceso; su cuidado y protección es responsabilidad de todos los miembros del
ejido.
Como podemos darnos cuenta en
presentada no significa
las reservas comunitarias, la clasificación
división de territorios, es
solo el cuidado y las
responsabilidades que se tiene y se reconoce desde las familias que integran una
comunidad. Las reservas no son áreas donde se prohíbe el paso de otros seres,
sino solo es el espacio que se guarda para los hijos y los nietos, es por ellos que
se tiene que cuidar y saber usar lo que ahora se tiene. Esto se logra únicamente
haciendo valer la palabra de los pueblos, su teoría y su práctica, rechazando el
modelo económico neoliberal. Un nuevo modelo de desarrollo, debe significar para
nuestro pueblo el respeto a nuestros conocimientos, prácticas, formas de
organización eso es lo que entendemos como desarrollo sustentable comunitario y
no un paquete de maíz solidario que destruye a la madre tierra y atenta contra la
vida de los seres que habitamos en la tierra.
CAPITULO. IV NORMAS Y ACUERDOS COMUNITARIOS
En
este capitulo se aborda los aspectos más importantes del ejido; es en el
sentido de las formas
en que se organiza la comunidad. Como sucede en
cualquier tipo de sociedad, se hace necesario establecer normas y acuerdos; que
se toman por todos y se establecen para todos.
Entendiendo además que la vida de las sociedades es dinámica e inclusive
cambian, de esta forma también las conductas, recordemos que la cultura no es
estática, siempre está en continuo movimiento (Chalé Pedro.2005).
Hablar de normas y acuerdos en una comunidad, es el principio de una educación
en la vida; porque es aprender a conocer, respetar para ser respetado. Desde este
momento el individuo se desenvuelve en un contexto donde su libertad se
condiciona con sus actos.
Las normas y acuerdos comunitarios no atan a nadie, enseña los principios de una
vida intercultural, de una convivencia humana con la naturaleza. No solo se
prioriza la seguridad de los humanos, sino también de todo aquello que forma
parte de nuestro territorio. Usar diversos tipos de “recursos naturales”, implica
también una responsabilidad colectiva; la caza de animales, es un tema por la cual
se ha trabajado y debatido por la gente y resuelto con acuerdos, que ahora es
parte de la ley comunitaria.
Vamos a ver que en una comunidad la palabra se respeta. Porque aún existe esa
confianza entre los hombres, pero, también por un lado, es un compromiso social
el hacer respetar la palabra colectiva, me refiero a los acuerdos no escritos, pero,
que son respetados.
Las normas no se imponen, son acuerdos, es la palabra de todos que norma
nuestras vidas, que le da un sentido más humano y razonable; es el principio en
la educación y formación de los individuos, porque se aprende a vivir, porque se
enseña a respetar; porque es un constante aprendizaje, se vive aprendiendo a
diferencia de aquello que nos enseña a ganarnos la vida, como lo es la educación
para la vida, aquello que se recibe en una institución del Estado o de particulares.
“Las normas sociales sugieren una obligación y generan expectativa, la cual
puede entenderse en dos sentidos; por una parte lo que el individuo espera de „los
demás‟, pero al mismo tiempo el individuo esta consiente de lo que „los demás‟
esperan de él. Ambas expectativas son necesarias para que se conforme la norma
social” (Bicchieri, 2006. Citado por Saucedo Odra).
Entendido de esta forma las normas y acuerdos en Jerusalén, proseguimos a
describir con especificidades cada uno de lo que forma parte de estos acuerdos
que norman nuestras vidas, pero, no limita nuestra libertad.
4.1 Los acuerdos escritos y verbales
Los acuerdos son decisiones del pueblo, se toman con la participación de todos.
Surge como una medida de controlar acciones que implican abuso sobre otros,
donde no se considera el jun pajal yich’elbatik ta muk’ que se refiere al respeto
mutuo. Los acuerdos se tiene que respetar, para ello están los a’tel tuneletik
para cuidar que estos se cumplan.
En el ejido Jerusalén, existen dos tipos de acuerdos; el primero, es aquello que
son definitivos, que no existen posibilidades de cambios, ni por el tiempo ni otro
factor; son acuerdos que deben ser aplicados para todos aquellos que en otros
tiempos se integren en la comunidad, estos acuerdos se encuentran registrados
por escrito y se acompaña con la lista de los nombres y firmas de todos quienes
en ese momento ya se encontraban participando en el trabajo comunitario.
El segundo tipo de acuerdo, son aquellas que se sujetan por el tiempo y otras
circunstancias, no significa que sean temporales, simplemente se ajustan
de
acuerdo a los intereses colectivos, podríamos decir que son flexibles, pero
conserva su espíritu. Generalmente estos tipos de acuerdos, son verbales, no
están escritos, pero se respetan.
Ambos tipos de acuerdos tienen sus sanciones definidas, pero que s e sujeta a
consideración de los a´tel tuneletik su aplicación, puede ser
modificado de
acuerdo a la gravedad en que estos sean violados.
A continuación se presentan los acuerdos que existen en la comunidad de
Jerusalén, con sus implicaciones.
Acuerdos escritos
1.- Toda actividad productiva a la cual se realiza la quema, deberá realizarse en
el período comprendido
del 01 de julio al 30 de enero, así mismo es
responsabilidad y obligación quien utilice este método de trabajo establecer
callejones en las colindancias donde se realiza la quema, de igual forma se hará
responsable por daños que ocasione ante cualquier descuido que genere un
incendio mayor. Queda estrictamente prohibido, realizar quemas fuera del período
establecido. Todo aquel que viole este acuerdo se hará acreedor de una multa
económica de $500.00 M/N (quinientos pesos) y en caso de provocar incendios
deberá reparar los daños ocasionados. De igual forma queda responsabilidad de
las autoridades comunitarias hacer cumplir este acuerdo.
CONSIDERACIONES ACTUALES: el monto que fue establecido cuando se tomo
el acuerdo, actualmente se ha modificado, por la razón de que no se le puede
castigar de igual monto aquel que quema una superficie pequeña que aquella que
quema en una superficie mayor. Por eso el monto de $500.00 es ahora lo mínimo
que se puede cobrar, puede ser más teniendo en cuanta lo expuesto.
2.-Se prohíbe estrictamente la venta de bebidas alcohólicas de cualquier tipo
dentro de la comunidad. El desacato a este acuerdo, será sancionando con cárcel
y se definirá por las autoridades
sanción económica a pagar.
correspondientes establecer el monto de la
CONSIDERACIONES ACTUALES: se castigará aquella persona que venda
productos de uso medicinal, como es el alcohol etílico, que se use para consumo
con fines de embriaguez; siempre que esto sea comprobado. Surge esta nueva
consideración por la presencia de estudiantes de nivel secundaria y preparatoria,
quienes al no encontrar
bebidas alcohólicas incurren a la compra del alcohol
etílico como sustituto de los otros.
3.- El trabajo comunitario, es un servicio que se ofrece a la comunidad, por lo
tanto es obligación de cualquier individuo masculino que se case o se junte para
formar una familia, participar en ella y podrá darse de baja cumpliendo los 60 años
de edad.
CONSIDERACIONES ACTUALES: todos los jóvenes que se casen o se junten
para formar una familia, se exentan para el trabajo comunitario siempre y cuando
sigan sus estudios, este deberá presentar su constancia de estudios por la
institución. No se limita hasta que grado.
4.-Se prohíbe la caza de animales de forma indiscriminada; así mismo
todo
animal que sea perseguido en otras tierras a las que no es parte de la comunidad,
en el momento que penetre en el territorio de Jerusalén, será protegido ante este
acuerdo y en caso de que esto no se respete, el infractor se hará acreedor de la
sanción establecida por la comunidad, que consiste en encarcelamiento y un
monto económico que se definirá de acuerdo al especie que se haya cazado; es
decir se considerará su condición de reproducción, localmente se sabe cual
especie esta en peligro de extinción.
Acuerdos verbales (no escritos)
5.-Respetar la propiedad ajena, así como la propiedad colectiva. Ninguna persona
podrá obtener diferentes tipos de productos que sean parte de una propiedad
ajena, así como de la propiedad colectiva.
6.-El buen uso y manejo del agua, es responsabilidad de todos; se debe evitar tirar
basuras, ensuciar el agua de cualquier forma y se debe limpiar la orilla del arrollo.
Así mismo respetar las zonas definidas el lugar para bañarse, que esta definido
por sexos y zonas, así como el cuidado de los manantiales.
7.-Toque de silencio; se da en punto de las 21 horas de la noche, con el fin de
evitar que gente, pero, especialmente los estudiantes anden en las calles y es
también una forma de controlar los actos que pudieran generar un desorden
comunitario. Toda persona que ande fuera de la hora señalada y que no justifique
el motivo de su salida, recibirá una llamada de atención, y si reincide, será
acreedor de una sanción económica. Cuando una persona sea sorprendida
andando en propiedades ajenas, después de la hora señalada y sin la
autorización del dueño de la propiedad, automáticamente será encarcelado y
deberá pagar una sanción económica.
8.-Ninguna persona o propietario podrá enderezar, mover o reubicar sus mojones,
sin la presencia de los otros propietarios con quienes colindan.
9.-Se prohíbe la compra y venta de productos de procedencia ilegal,
principalmente los vehículos, armas de fuego y cualquier tipo de droga.
10.-La impartición de la justicia comunitaria, será única y responsabilidad de las
autoridades comunitarias y estos con la facultad de remitir el caso ante las
instancias correspondientes en caso de ser necesario. Ningún tipo o nivel de
autoridad externo, podrá
hacer valer su ley sin el consentimiento de las
autoridades comunitarios. Así mismo se le prohíbe a la fuerza armada del
Gobierno Federal establecer retenes militares en todo el territorio comunitario.
11.- Todo individuo, es libre de buscar cualquier forma para mejorar la calidad de
su vida, siempre que lo haga con respeto a los acuerdos establecidos.
Son estos acuerdos comunitarios que existen, que se enseñan desde
niños,
porque se tiene que respetar. Parecen simples, pero para nosotros que vivimos en
la comunidad, son tan precisas y extensas que debemos tener en cuenta, que
debemos aprenderla como partes que integramos a la comunidad.
Actualmente se esta trabajando, por crear otros acuerdos importantes, que tiene
que ver con el cuidado de la madre tierra, es una tarea pendiente que se debe
terminar y que seguramente generará un bienestar colectivo, un ambiente sano.
Todos los acuerdos planteados, su violación tiene una sanción, fueron
establecidos para controlar las conductas, para estar mejores organizados, para
hacer valer la palabra de la gente y que son ellos quienes deciden cómo hacer
respetar estas decisiones desde el modo propio de la comunidad tseltal.
4.2 Ley comunitaria
Se entiende por ley a una norma constante generada a partir del consenso de la
base. Entonces, al hablar sobre una ley comunitaria, nos estamos refiriendo a sus
acuerdos, en tseltal se le llama muk’ul mantaliletik yu’un lumaltik, es decir los
mayores mandatos del pueblo, se refiere a las normas más importantes en la
comunidad. Sin embargo, podemos darnos cuenta que la
diferencia de los
acuerdos es que unos están escritos y otros son verbales, pero, al igual que uno y
el otro valen y se respetan por igual.
El contenido de cada acuerdo que se conoce como chap bil k’op, mantienen sus
más estrictos
significados y sentidos, es decir su espíritu; las sanciones
establecidas son las que cambian, pero no los acuerdos en sí.
Particularmente en el Ejido Jerusalén, se entiende como ley comunitaria todas
aquellas normas o acuerdos establecidos por los habitantes de la comunidad,
puesto que no solo rige nuestras vidas y relaciones como personas, sino que rige
la manera de relacionarnos con nuestro medio y la madre tierra. “Una ley que no
es más que la expresión del poder que engloban una regulación jurídica y
sociabilidad humana, que estructura reglas de convivencia basadas en la
reciprocidad, en el respeto mutuo, en el encausamiento de las libertades propias y
ajenas, en el cumplimiento de las obligaciones, en la utilidad compatible con la
cooperación, todo ello
enmarcado en un estado de naturaleza que busca el
equilibrio y la libertad del hombre con el medio físico que lo rodea, principios y
valores que se basan en la reiteración de los hechos y que crean un derecho no
escrito en el poder de la costumbre” (Tzaquitzal Efraín.2000).
La ley comunitaria no solo se sustenta en las leyes sociales, sino también en una
lógica de la naturaleza, la ley natural, que sustenta el posible deterioro de un
ecosistema si no se razona en la forma en que intervenimos y hacemos uso de
todo lo que en ella existe.
Es pues, estos acuerdos lo que dan vida a una ley comunitaria, aquella que se
formula y se reforma con la participación de todos, se hace cumplir en la medida
en que cada autoridad comunitaria la haga respetar, desde luego con un modelo
de gobierno comunitario autónomo.
4.3 Komon a’tel
komon significa de todos y a’tel significa trabajo, es decir, “trabajo de todos”, se
le llama así a toda actividad o trabajo que genere un beneficio para todos, o bien,
se le puede llamar también así con el hecho de que participen muchos en una
actividad, por ejemplo la siembra de la milpa de una familia, se aplica el koltomba
(que significa ayuda recíproca) y se le llama komon a’tel; sin embargo en este
apartado, es una tarea asignada analizar las implicaciones de este, entendida
como komon a’tel swenta lumaltik, “el trabajo comunitario de todos”.
Surge como una estrategia de trabajo que reduce tiempo, que se hace de una
manera rápida y con la colaboración de mucha gente.
Desde los primeros días en que se funda el ejido Jerusalén, se aplica este modo
de trabajo, ya que era difícil trabajar uno solo, por ejemplo, abrir los primeros
caminos, construir la primera casa, preparar las tierras de las primeras milpas,
pero, todo sin percibir un sueldo, más que esperar en lo posterior, ver florecer el
campo y que las primaveras vayan y vengan, el fruto del trabajo siempre madura,
tarde que temprano, pero siempre llega bien y la cosecha a veces es tardada o en
ocasiones muy temprano, así se vive en la comunidad, así se espera el resultado
de los esfuerzos y el trabajo.
Se plantea este modo de trabajo porque se consideró fundamental para lograr
disminuir costos en la realización de los trabajos, además porque no se contaba
con suficiente dinero, para pagar gente que trabaje, se pensó en que
aquella
actividad que se relacionara para las mejoras del pueblo se tenía que realizar
entre todos, trabajando y sufriendo por aquello que se lucha y sueña.
El trabajo colectivo comunitario es una forma de demostrar el interés de lograr las
metas, de construir entre todos, aquello que sea para el bienestar de la
comunidad, es una manera también de saber estimar lo que con el esfuerzo se
logra tener.
Después de lograr que esta práctica sea factible dentro de la comunidad, nace el
interés de normar la participación en el komon a’tel, podríamos decir que se
establecen las primeras reglas de todos los habitantes de ejido; actualmente
todos los hombres que sean casados o juntados en unión libre, tienen la
obligación de participar en el trabajo comunal, puesto que es un acuerdo de todos,
por ello fue necesario buscar formas para tener el control de la participación en
dicha actividad, para lo cual se crea la lista comunitaria, donde se registra el
nombre completo de toda persona que está en condiciones de participar en estas
actividades y es el medio por el cual, los a’tel tuneletik que le corresponde llevar
el registro, están obligados, cada trabajo comunitario se registre la participación
de los que se encuentran en la lista comunitaria, nadie puede mentir, ya que con
la presencia de todos se registra mediante el pase de lista.
Toda persona que no cumpla con esta obligación, acumula faltas; posteriormente
cuando haya alguna actividad que se requiera hacer, se les da la oportunidad para
ir a reponer la falta si es que la persona acepta; en caso contrario, las f altas se
acumulan durante un año, al finalizar el período de servicio de los comités de
educación, que son los responsables de manejar la lista, se cita a las personas
que tuvieron faltas y se les da un plazo determinado para pagar una sanción
económica a la que se hacen acreedores
por incumplimiento. La sanción
económica es de $50.00 M/N (cincuenta pesos) por cada falta; en caso de que no
asista en la cita realizado por los comités, se turna directamente a la agencia
municipal
comunitaria,
donde
ahora
ya
no
solo
pagará
la
cantidad
correspondiente, sino se hará acreedor de otra sanción extra y cuando la persona
se porta con prepotencia y no acepta su falta, además de pagar otras sanciones
se castiga con cárcel.
El komon a´tel, no solo tiene importancia por ser un trabajo colectivo, sino
también porque es una forma o es un medio de cómo lograr tener la participación
en la toma de decisiones en la comunidad por aquello que es komon u’ntik “el
bien de todos”; por ejemplo, cuando hay un tsoblej yu’un winiketik, se prioriza la
participación de todos aquellos que están registrados dentro de la lista
comunitaria; podríamos decir, que el komon a’tel es una forma de ir ganando los
derechos, porque nada se otorga por otorgar, sino que se gana con el trabajo en
la comunidad, el derecho se gana trabajando, cooperando, luchando, porque se
dice que se sufre y se sacrifica y solo aquellos que sienten estas penas, son
capaces de exigir lo justo, porque ya lo trabajaron y lo han vivido, pero, de ninguna
forma el komon a’tel excluye a nadie, hay otras formas de participación en la
comunidad, de tener voz y voto, de igual forma estar registrado dentro de la lista
comunitaria.
La lista comunitaria registra a toda persona masculina que se case o se junte en
unión libre; actualmente se les da un tiempo de seis meses de libertad después
de que se casen, pasando este tiempo los registran en la lista comunitaria, que
sirve como un padrón comunitario para la elección de a´tel tuneletik, sin embargo
se hace excepciones, es el caso de aquellos que laboran como profesores de
educación primaria, que participan en el trabajo comunitario, cooperan y algunos
participan en la toma de decisiones, pero que no ocupan algún cargo comunitario,
se les da la libertad en esos casos.
Por otro lado en la lista comunitaria, se registra el nombre de las mujeres que son
madres abandonadas, ellas deben de pagar a una persona que se encargue de
cubrir los días en que haya komon a’tel, cooperan económicamente, pero, no
tienen participación dentro del tsoblej yu’un winiketik, puesto que en estas
reuniones las mujeres no tienen participación.
En 1994, por acuerdo de la gente y los participantes del komon a’tel, se otorga la
primera baja en la lista comunitaria al señor Alonso Luna Sántiz, en la edad de 50
años. Sin embargo después de algunos años, empezaron a darse cuenta que
otorgar bajas a los 50 años, generaba muchos disgustos, porque habían personas
que se juntaban después de los 30 años de edad y otros que llegaban a formar
parte de la comunidad ya con 50 años de edad, por eso se estableció que será a
partir de los 60 años en que toda persona se le daba de baja en la lista
comunitaria.
Recibir la baja, es dejar de participar en el komon a’tel, dejar de ocupar cargos
comunitarios, pero, se debe seguir pagando por los servicios a las que se hace
uso y sobre todo seguir teniendo participación en los tsoblej.
Quizás existan tratos injustos, porque aquel que se desempeña como profesor,
trabaja por necesidad, trabaja percibiendo un sueldo que es de uso particular, es
la misma necesidad que tiene una persona que sale a buscar trabajo en otros
estados e inclusive de aquellos que van de mojados en los Estados Unidos de
Norte América, sin embargo a ellos se les niega esta oportunidad de estar exentos
de ocupar cargos comunitarios e inclusive en la actualidad, se les hace firmar un
acta de exclusión voluntaria de la comunidad, que a mi particular forma de pensar
es una actitud poco razonable, que bien valdría la pena en repensar sobre estos
casos, de buscar nuevas estrategias de organización y participación comunitaria,
entendiendo que no todos tenemos las mismas oportunidades y condiciones de
hacernos y formarnos como profesionistas, pero, que todos tenemos nuestras
propias necesidades al igual que todos, así mismo quizá se tenga las mismas
posibilidades de contribuir desde otra forma para el autodesarrollo comunitario.
En cuanto a las mujeres que las integran dentro del komon a’tel, que se justifica
como una manera de pagar los servicios que reciben con sus hijos, pero, tampoco
es razonable, puesto que hay mujeres con dos a tres hijos que ya asisten en la
escuela principalmente, no se encuentran en dicho registro, mientras aquellas que
apenas tienen un hijo y que todavía no asisten a la escuela, ya se encuentran
cooperando para la comunidad. En el peor de los casos, el registro se lleva a cabo
sin un previo aviso y consentimiento de las involucradas y en ocasiones se les
avisa o se le da de conocimiento cuando ya han acumulado varias faltas en la
participación del trabajo comunitario o atrasos en las cooperaciones que se han
realizado, generando disgustos.
Inconformidades hay muchas, sus razones también las hay; autoridades más
consientes se necesitan, así como formas de organización más acorde a nuestras
capacidades de participación. Se entiende que el komon a’tel es un principio y
base del komon beel “el camino de todos”, para generar condiciones más
eficientes desde prácticas y conocimientos de la comunidad.
El komon a’tel, es una práctica comunitaria que garantiza los procesos de
autodeterminación de nuestros pueblos, que se trabaja sin ser remunerados, se
trabaja pensando en satisfacer nuestras necesidades, la necesidad de todos
desde una forma propia y viable y sobre todo que fortalece nuestra organización
comunitaria.
Debilidades existen, pero, también hay fortalezas. Compromisos resurgen en cada
momento, la reflexión es constante porque así tiene que ser, porque la vida en la
comunidad es dinámica, nada es estático, se necesita constantemente cambiar
nuestras estrategias de organización y participación, pero, no el conocimiento, las
prácticas y las teorías, puesto que son el sustento de nuestro pueblo y el camino a
la construcción de pueblos
más eficientes, organizados y trabajando para la
generación de procesos para su propio autodesarrollo.
4.4 La impartición de la justicia
Tengo fe en el hombre y en la humanidad. Considero que proponer y practicar la educación
intercultural es participar en la construcción activa de un mundo más solidario y justo. La
humanidad, cada grupo humano y cada hombre va eligiendo a lo largo de la historia y de su vida
entre la cooperación y la lucha, entre la aceptación y el rechazo, entre la guerra y la paz. Hemos
ido aprendiendo modos pacíficos de superar los conflictos propios de la convivencia social y
creando nuevos instrumentos para edificar una vida más humana, más solidaria y más justa.
(Muñoz S. Antonio.1997).
Hablar de lo que le llaman justicia; es hablar del conjunto de órganos que
constituyen el poder jurisdiccional del Estado, cuya misión es la aplicación de las
leyes. En tanto en las comunidades de pueblos originarios la justicia equivale al
lekil chajpanel yu’un bol k’op sok muk’ul mulil chopol ta pasel,”el buen
arreglo sobre problemas menores y delitos graves prohibidas”, implícitamente se
refiere al respeto de las normas y acuerdos comunitarios.
Descrito las dos maneras de entender lo que significa la justicia, es importante
reflexionar sobre la situación actual de nuestro país y estado en particular, sobre el
papel que han asumido las “autoridades” del estado para “impartir la justicia”, así
como otros factores que nos han hecho postular otras teorías desde otros modos,
quizás parte de aquello que le llaman pensamientos diferentes.
A continuación se presenta un caso real, una experiencia vivida de cómo se
imparte la justicia en nuestro estado: “sucedió en 1992, tenía siete años de edad,
mis padres y mis hermanos nos dedicábamos al comercio; mi padre un hombre
trabajador y respetado, con gran esfuerzo logró obtener lo que en aquel entonces
tenía, día y noche se trabajaba, pero nunca era obligado, porque no se estaba con
un patrón que esclavizaba, somos sus hijos que teníamos que aprender a trabajar
y resistir las horas posibles. Poco duró esta vida, como suele suceder en cualquier
lugar, hay gente que se disgusta y hace posible para ver al otro en peores
condiciones; entonces nos cayó la de malas. Una tarde, aquellos inconformes
llegaron en el negocio de mi padre, con el pretexto de pedir que les regalaran
refrescos, se les dio…después de un rato empezaron con insultos, mis hermanos
y yo, nos acercamos a mi padre para cuidar que no lo agredieran, así
fue…buscaron de toda forma caer en sus provocaciones, después de todo lo
lograron. Era una mañana lluviosa cuando se escucharon detonar armas de fuego,
corriendo llegaron en la casa de mi papá a avisar que mi abuelito había sido
agredido por aquellos envidiosos y mis otros tíos, se involucraron a defender su
señor padre; fue un enfrentamiento bastante fuerte; mi abuelita a puro cañón le
destrozaron las costillas, si vivió fue por un milagro, su edad la vulneraba más, una
anciana de 65 años de edad y quien la golpeaba era un hombre de 25 años; una
de mis tías con un balazo en el brazo derecho y la bala no la podían extraer y otro
de mis tíos lo correteaban a puros balazos, varios y varias golpeadas y
lesionadas…la gente fue testigo, las autoridades de la comunidad lo vieron, pero
siempre hay corrupción en donde sea y el nivel de gobierno que exista…acordaron
en presencia del agente auxiliar municipal comunitario, que lo sucedido se tenía
que solucionar en la comunidad, se prohibió hacer una denuncia ante el ministerio
público, eso fue un acuerdo entre los involucrados y el Agente dio su palabra ante
tal hecho…mientras tanto mi abuelita agonizaba, mi tía empeoraba sus dolores
por la bala que no había sido extraída, no se podían morir así, decidieron llevarlos
al hospital de Comitán; casi llegando a la ciudad, unos hombres vestidos de negro
y en compañía de unos jóvenes originarios de la comunidad donde fue el
enfrentamiento, señalaron con su dedo los presuntos agresores; detuvieron a dos
de mis tíos y mi tía herida de una bala, los esposaron y fueron encarcelados en el
cereso de Comitán, todo se complicó, no respetaron el acuerdo tomado, el Agente
comunitario en turno no cumplió con lo escrito ni su palabra, él firmó una acta de
denuncia ante el ministerio público encubriendo a los verdaderos agresores con
falsos delitos levantados…envueltos en esta situación, no hubo mucho que hacer,
el ministerio público en ningún momento tomó declaración de los detenidos, ni una
atención médica recibió mi tía…para que los detenidos pudieran obtener su
libertad, se tenía que pagar la cantidad de $200,000,000.00 M/N. más otros
trámites
(mordidas),
en
total
se
tuvo
que
pagar
la
cantidad
de
$500,000,000.00M/N. con el fin de logar la liberación bajo fianza a los
encarcelados se junto el dinero lo más pronto y se pagó e inmediatamente mi tía
fue internada al hospital regional de Comitán para extraerle la bala que aún
permanecía en su cuerpo después de varios días. El negocio de mi padre se
acabó, porque de ahí se tuvo que sacar todo el dinero que se necesitó.
Para evitar más enfrentamientos, decidieron la familia trasladarse temporalmente
a la ciudad de San Cristóbal de Las Casas; sin embargo esto no significó una
calma, de lo contrario, aquellos otros fueron a perseguir a mis familiares hasta San
Cristóbal, intentaron en varias ocasiones agredirlos con armas de fuego; por ellos,
se acudió ante las autoridades del ministerio público y lo que ellos decían, “que
nosotros los indios apestábamos y que si nos mataban, pues era mejor para que
todo terminara las persecuciones y que eso era lo que debíamos tener claro”,
pero, si teníamos dinero las cosas podrían cambiar y dicho verbalmente por el
ministerio público “si hay dinero, podemos entendernos y si no, no hay como”,
entonces tristes nos teníamos que conformar, arriesgarnos y esperar que nos
mataran sin tener el apoyo de las “autoridades del estado”; pero siempre es mejor
morir en la tierra que nos vio nacer, que morir fuera de ella, así que tuvimos que
regresar a la comunidad a enfrentar lo que fuera posible, ya que no pudimos
pagar el costo de la justicia, el precio de las leyes, o al menos de aquellos que
supuestamente la hacen cumplir y respetar.
Se acabo otras oportunidades de vida. Otras condiciones que a larga bien podía
facilitarnos algunas otras cosas, pero, eso ahora ya no importa; cuando se habla
de justicia, me pregunto ¿que es eso? ¿A qué le llaman justicia?, para responderla
digo: “es aquello que no todos podemos comprarla, es algo que esta lejos de
nosotros y sobre todo aquello que solo cuida a los corruptos y verdaderos
asesinos”; ¿que si tuviéramos el mismo caso ahora?, es preferible y mil veces
acudir con las autoridades del EZLN antes de llegar a las oficinas del ministerio
público, porque nunca nos atendieron, nunca nos escucharon y por ello, ni nos
interesa ni nos inspiran confianza”.
Como este caso, existen en muchas partes de la república mexicana; causa
tristeza y desprecio, porque no es posible que la justicia se entienda como la
libertad de hacer lo que uno quiera y sin que esto tenga su castigo, o que sea
algo que se puede comprar y negociar debajo de la mesa.
Por eso muchos pueblos desconocen las autoridades del estado y de la nación,
porque no hacen otra cosa que negociar, porque la justicia no alcanza para todos,
peor si somos grupos sociales que pertenecemos un origen étnic o. Todo se mide
por el dinero y nada por la razón, muchas veces es mejor tomarse la justicia desde
nuestras propias formas de entender y de castigar a quien se lo busca y que
atente en nuestros pueblos.
El otro modo de entender la justicia, es aquello que se define desde nuestras
comunidades, desde nuestros pueblos, es ahora que las comunidades tienen sus
propias formas de castigar quien viole los acuerdos y normas comunitarias; se
hace valer lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en el Art. 2, inciso A, fracción II que
a la letra dice: “Aplicar sus
propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos,
sujetándose a los principios generales de esta constitución, respetando las
garantías individuales, los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad
e integridad de las mujeres”…
Muchos dicen que estas prácticas de la justicia comunitaria violan los derechos
humanos y se cometen
abusos de autoridad, pero, es importante analizarlos
cómo se entiende la justicia comunitaria, sus implicaciones y el compromiso
colectivo que en ella existe.
Particularmente, esta investigación se realizó en el ejido Jerusalén, municipio de
las Margaritas, Chiapas y es en ello que se describe el proceso organizativo para
la impartición de la justicia o aquella que le llaman lekil chajpanel yu’un bol k’op
sok muk’ul mulil chopol ta pasel.
La comunidad como tal se define como un pueblo organizado, controlado y
gobernado por sus propios a’tel tuneletik; encargados de velar por la seguridad
del pueblo. Antes de entrar de lleno a la justicia comunitaria; es importante tener
las consideraciones siguientes: para el ejido Jerusalén, ha sido fundamental
considerar varios aspectos que implica la prevención de faltas y delitos que
merecen castigo, considerar que el delito se comete por la falta de comunicación
entre las personas, así como problemas internas de cada familia.
La responsabilidad de un a’tel tunel, se define desde la comunidad, representa la
voz y mando del pueblo, en este caso es el Agente Auxiliar Municipal; se somete a
hacer cumplir y respetar las normas y acuerdos comunitarios y todo aquello que
atente contra la integridad física o moral de los individuos, así como todo aquello
que forma parte del territorio del pueblo.
También, ahora, el Agente Auxiliar Municipal tiene en todo momento el respaldo
de la gente, pero, además, es su obligación informar todo delito grave y que
merezca una sanción severa, con el fin de evitar los actos de corrupción y la
parcialidad en el momento de ejercer su cargo, tal y como han sucedido en otros
momentos, como el caso citado al principio de este apartado.
Vamos a referirnos al Agente Auxiliar Municipal, como la persona encargada de
impartir la justicia comunitaria, en tseltal se le conoce como chap k’op, chap se
refiere en este caso al sujeto que arregla, k’op significa problema o palabra, que
podríamos deducir como “persona encargado de resolver los problemas y/o
conflictos”; aunque la verdadera función de un chap k’op, no es dar soluciones a
los problemas o conflictos, sino que ayuda a las partes involucradas a encontrarse
para dialogar y entre ellos otorgarse el perdón o
buscar alternativas menos
agresivos o perjudiciales a los asuntos por las cuales se ven involucradas en un
conflicto o problema; en este caso el chap k’op genera estas condiciones de
diálogo, garantiza el respeto de las partes y la tolerancia.
En otros casos cuando así sucede, que no solamente se agrede a sujetos, sino
que implica la violación de normas y acuerdos comunitarios, entonces el chap
k’op tiene la obligación de hacer respetar y cumplir las sanciones establecidas por
la gente y tiene la facultad de determinar otras sanciones si así lo considera; en
casos más graves, es un deber del chap k’op turnar el caso ante el tsoblej yu’un
winiketik cuando así lo considera y el caso lo amerite. Sin embargo se siguen
diferentes acciones antes de llegar a cometer delitos.
Como se explico en apartados anteriores, cuando se nombra a los a´tel tuneletik,
se acostumbra a exhortar a todos los miembros del ejido a respetar los acuerdos
establecidos desde
muchos años
atrás, así como aquellas que se han
establecido en tiempos recientes, con el fin de evitar problemas posteriores; se
exhorta a respetar toda propiedad ajena; se dice que el respeto es la base de las
buenas relaciones en la comunidad.
Muchos no entienden o no entendemos estos exhortos y cuando menos se piensa,
se involucran en diferentes problemas, hay ocasiones que para evitar llegar ante
las autoridades correspondientes, se trata de resolver las diferencias entre familias
o las partes involucradas en el problema, porque se entiende que buscar la
solución de los problemas, no significa buscarse enemigos, sino cómo buscar
mejorar nuestras relaciones y hacer respetar nuestros modos de vida y cuando
esto se entiende así, no se llega ante las autoridades, existe y se da el sutesel
o’tanil; sutesel es regresar o devolver, o’tan corazón; “regresar el corazón”,
porque
con el acto se desvía el corazón, se le incomoda y se le quita la
tranquilidad, el sutesel o’tanil significa entonces devolverle al corazón su
tranquilidad, su bienestar y esto lo siente el ser, siente tranquilidad, siente paz,
podemos decir entonces que
es igual al arrepentimiento de lo cometido y daño
ocasionado moralmente. Cuando esto no sucede, se llega el caso hasta el chap
k’op, que de igual forma busca generar las mejores condiciones para llevarse a
cabo un diálogo, fomenta el jun pajal yich’el ta muk’ k’op kayetik, el slik stoyel
a’yej, con el propósito de encontrar soluciones más justas, donde no se de una
sentencia o dictamen a favor de uno y perjudicando al otro, sino que implique el
uso de la razón y se refleje en los resultados, hay ocasiones que esto no parece
darse, pero se trata siempre de que se de.
Las conductas sociales de la comunidad cambian, los delitos son otros,
anteriormente en el ejido se encarcelaba hasta 78 horas, porque más de eso ya se
consideraba un delito federal, pero, muchas veces el castigado lo tomaba como
un reto y volvía a cometer la falta y además empezaron a cometer otros tipos de
delitos, que aparentemente empezó a darse sin atentar contra la integridad de
algún miembro de la comunidad, pero sin lugar a dudas se colaboraba con una
banda de delincuentes en todo el estado; es el caso de compra y venta de
vehículos robados, la mayoría de los habitantes de la comunidad compraba estos
tipos de productos, años más tarde empezó a haber intentos de asalto a mano
armada; cometido principalmente por personas y jóvenes recién regresados de los
Estados Unidos de Norte América y cuando se les trataba de multar resistían y
retaban a las autoridades correspondientes a no pagar la multa y permanecer en
la cárcel el tiempo que fuera necesario, hasta logar su libertad sin pagar un solo
centavo de la sanción correspondiente. Entonces al ver este tipo de conducta
retadora, el chap k’op convoca a un tsob lej yu’un winiketik, para exponer lo
que estaba ocurriendo y por decisiones de toda la gente, se acordó que a partir de
ese entonces, todo agresor que cometa faltas graves, se le tenía que imponer una
sanción económica más severa, que rebasa los $60,000.00M/N. puede ser más y
hasta entonces dejar en libertad si logra pagar la sanción, mientras esto no
ocurriera se tenía que mantener preso, ya no había otra forma, porque si se
turnaba a otras instancias, como lo es el ministerio público en poco tiempo podían
quedar en libertad y volver a la comunidad a repetir sus actos; así mismo se le
confiere la facultad al cuerpo de policía comunitaria, a penetrar en propiedades
particulares en caso de ser necesario.
Desde entonces se castiga de esa forma, quienes saben entender y respetar los
acuerdos, se preocupan por pagar su sanción correspondiente e inclusive se les
disminuye la cantidad puesta; parece ser esta nueva medida no es suficiente para
los mal portados; algunos han tratado de solicitar apoyos ante la Comisión de
Derechos Humanos cuando son encarcelados por muchos días, e inclusive han
denunciado a los a´tel tuneletik de cometer abuso de autoridad, pero, no ha
funcionado mucho, como es costumbre de las instituciones del gobierno,
amenazan a las comunidades, pero, no falta algún miembro del a´tel tunel que
conozca sobre los tratados internacionales como el convenio 169 de la OIT, que
respalda las formas de organización de los pueblos indígenas y esto es una de
ellas.
Un chap k’op, busca junto con todos sus integrantes hasta agotar las
posibilidades de encaminar una solución pacífica y menos severo, pero cuando
no las encuentra, convoca a todos los a´tel tuneletik, para buscar entre ellos la
solución y derivado de esta reunión se turna el caso ante toda la gente; entonces
se convoca a un tsoblej yu’un winiketik que este es la instancia máxima para
darle solución a
los problemas suscitados, es esta instancia que define una
solución definitiva, generalmente la sanción es más grave. Cuando los culpados
no acceden a este tipo de sanciones y en solicitud de la parte afectada, se turna el
caso ante las autoridades del EZLN, con ellos se traslada con todo sus
antecedentes y la comunidad da por cerrado el caso.
Por otra parte, cuando el agredido o la parte afectada no es miembro de la
comunidad, se sigue el mismo procedimiento y en caso de una solicitud pronta, el
culpado se turnará a la autoridad que solicite la familia, no sin antes cumplir con la
sanción que corresponde a los acuerdos y ley comunitaria. Cuando el agresor o
culpado no es miembro de la comunidad, en el momento que cometa una falta o
un delito dentro del territorio de la comunidad, automáticamente se somete a los
acuerdos, normas y ley comunitaria de Jerusalén y el mismo procedimiento se le
da cuando el agresor o culpado comete una falta o delito fuera de la comunidad,
debe ser procesado donde cometió dicha falta y si es un delito grave la comunidad
lo castiga y deja a decisión de las otras autoridades de las otras comunidades
definir la situación final, con estas medidas se aplica la justicia, de esta forma se
imparte la justicia, donde nadie puede negociar nada, se tiene que hacer cumplir y
respetar la ley comunitaria, la voz y decisión del pueblo.
Actualmente se esta trabajando en la búsqueda de nuevas formas de impartir
justicia, de reducir los tiempos de encarcelamiento, pero, hacer más severa las
sanciones y que realmente signifique una sanción mas justa y dura, para evitarse
los dichos de violación de derechos humanos, tema que se aborda en el capítulo
posterior.
Sostenido desde el acuerdo comunitario, ninguna sanción aplicada por el chap
k’op será considerado como delito a turnar ante las autoridades del estado, salvo
caso las torturas o mutilaciones, caso que aún ningún chap k’op ha hecho y creo
que ni lo harán, porque es otra forma de castigar y que principalmente lo que se
busca no es recabar una cantidad suficiente de dinero por sanciones, sino que el
culpado pueda darse cuenta de su error, arrepentirse y ser capaz de disculparse
ante sus agredidos u ofendidos. Mientras la conducta social vaya de mal en peor,
se establecerán castigos más severos.
La justicia comunitaria entiende la importancia de la prevención de los delitos; que
debe ser una responsabilidad de cada familia inculcar a los hijos buenos modales,
fomentar el respeto entre personas, la convivencia con respeto, el reconocimiento
de nuestras diferencias, la libertad de cada cual de “hacer lo que uno pueda
hacer”. No se necesita nombrar más policías o que en promedio cada familia este
resguardado por un policía, porque eso significa criminalizar las diferentes formas
de pensar y convivir de las familias.
La justicia es pues una norma de vida en la comunidad, es algo que se cuida y se
trabaja en su procuración; es una medida de controlar las acciones equivocadas
de cada individuo que forma parte de la comunidad; es una medida de corregir
nuestros errores. Aquí la justicia alcanza para todos, no se vende, ni se compra; el
poder no se concentra una sola persona, se representa en varios el mando del
pueblo. En la comunidad se vive libre, siempre que se vive respetando; la libertad
pues, depende del respeto.
Esta es la esperanza de alcanzar todos lo que con el gobierno no hay, aquí
florecen los campos de paz, pero que este se entiende como un proceso que se
debe trabajar día tras día y sobre todo, es responsabilidad de todos, que este sea
posible construirla, respetando nuestro modo de vivir y convivir en nuestra
comunidad, esto es lo que significa el lekil chajpanel yu’un bol k’op sok muk’ul
mulil chopol ta pasel.
CAPITULO. V EL PENSAMIENTO COMUNITARIO PARA EL LEKIL KUXLEJAL
Cuando hablamos de pensamientos, nos referimos al modo de entender los
conceptos, de razonar sobre todo aquello que forma parte de nuestra acción
diaria. El esfuerzo colectivo que aquí se presenta no es una traducción del
castellano al tseltal, quizás sea una tarea pendiente de los lingüistas o traductores
dedicados a ello. Dicho con todo respeto, nadie sueña por servir como un objeto
tecnológico que procese y convierta el “mensaje de un lenguaje elevado a un
mensaje en lenguaje sencillo”.
En
particular
no
es
preocupación
de
esta
investigación
encontrarle
necesariamente una traducción del castellano al tseltal los conceptos, sino
presentar la palabra de los pueblos originarios, aquello que se construye desde lo
colectivo, desde la práctica, que han sido fundamentales para procurar mantener
nuestros conocimientos y prácticas tseltales; lo que hace existir este modo
diferente de pensar y trabajar; este otro modo de entender las cosas, este otro
modo de organizarnos, este otro modo de vivir y resistir desde este rincón olvidado
del país.
Entender desde esta lógica la importancia de hacer valer nuestra palabra, de esta
forma empezar un proceso de dar a respetar nuestro modo diferente de pensar y
expresar dichos pensamientos. Los pueblos originarios tenemos varios principios,
varios códigos que se han resistido durante más de quinientos años. Ahora hemos
decidido recuperar nuestros valores, recuperar nuestros códigos. Nos hemos
organizado para volver a nuestro camino, al camino del equilibrio, camino que nos
permita la armonía entre las personas, pero fundamentalmente la armonía entre el
hombre y la naturaleza (León Verónica.2010).
No es un propósito iniciar una crítica descalificativa del pensamiento kaxlan sin
fundamentos, pero tampoco debe quedarse y hacerse una compilación de
conceptos, para eso ya existen muchos trabajos al respecto, pero, una manera de
respetar el pensamiento diferente es buscar algunas aproximaciones de cómo se
entiende desde la comunidad la palabra y pensamiento de los kaxlanes.
La teoría de los pueblos originarios se sustenta con la práctica; es decir en nuestro
modo de pensar y hacer las cosas surge una teoría que se transmite de
generación tras generación, una manera de que esto sea posible y se conserve
por más años es la práctica, de ahí viene la definición de “los hombres verdaderos,
porque no solo dicen sino porque las hacen”.
Los conocimientos tseltales, en particular de los habitantes de Jerusalén, tiene
una gran importancia, dentro de la lógica que tenemos una opción diferente para
reflexionar y enfrentar nuestra realidad, no estamos obligados a pensar o intentar
pensar desde el castellano, porque tenemos una lengua en la cual podemos y
debemos pensar y reflexionar.
Los conocimientos existen gracias a la
resistencia que han asumido nuestro
pueblo, pero principalmente, que exista una preocupación porque estas
prevalezcan a través del tiempo por la práctica. No hubiera sido posible mantener
y preservar estos conocimientos sin la resistencia, sin la autonomía que se
requiere como bases de la libertad. Es preciso mencionar que diversos factores
debilitan estos conocimientos, en algunos casos caen en desuso; por ejemplo los
conocimientos de trabajar la tierra, de cultivar la milpa, que son básicos para
mantener los ecosistemas, pero, basta ofrecer paquetes tecnológicos para que
estos se deterioren y se destruyan; esto esta pasando actualmente en la mayoría
de las comunidades indígenas, que muchos no lo quieren ver así, es asunto de
ellos.
Al menos debemos estar consientes que el uso de paquetes tecnológicos en la
comunidades, no respeta ni dialoga con el conocimiento local, la extermina y para
siempre, por citar un
caso. Recordemos que los conocimientos
indígenas la
mayoría se conserva gracias a la oralidad y que se conoce todo aquello que se
recuerda. Los conocimientos son nuestras teorías y nuestras teorías definen
nuestras prácticas. Mismos que no solo consisten en hacer fiestas, adorar
diferentes deidades en la naturaleza; sino que implica nuestro modo de organizar
entre hombres, de gobernarnos y regir nuestras conductas y trabajar para generar
condiciones menos adversas con nuestra realidad.
Los conocimientos y prácticas tseltales significan una alternativa para nuestra
comunidad, porque al menos tenemos de dónde pensar y dónde sentir nuestra
necesidad, para luego trabajar en ella y solventar nuestros problemas a nuestro
modo, cosa que con el pensamiento kaxlan difícilmente la conseguimos. Los
conocimientos y prácticas tseltales, nos enseña a vivir y construir la paz, porque
es un proceso; nos enseña a respetar y convivir, nos educa y nos forma como
seres humanos; nos enseña a trabajar y cultivar; nos dice que debemos estimar y
querer lo que hacemos, nuestro trabajo, también nos enseña a involucrarnos y
desenvolvernos en diferentes condiciones y contextos; en otros términos nos
enseña a hacer un modelo de desarrollo sustentable comunitario; ese que ahora
nos dicen que es un modelo alternativo y nos otros la hemos asimilado con
nuestros conocimientos y prácticas diarias comunitarias.
Los conocimientos y prácticas tseltales, en particular, no solo genera condiciones
para un buen vivir en la comunidad, implica la integración de una región de
manera gradual. Quizás aquí me atrevo a
tomar partidario en el modelo de
autonomía comunal, derivado de las discusiones
sobre el modelo regional
planteado por la Asamblea Nacional Indígena Plural para la Autonomía en 19951996 en el marco de los Acuerdos de San Andrés; modelo por la cual se le ha
contrapuesto muchas debilidades, pero, a mi parecer es una de las mejores
alternativas, por que es en la comunidad donde debe empezar a trabajarse, unir
las fuerzas de nuestras palabras con respeto, el pensamiento y la sabiduría, para
encaminar juntos desde adentro alternativas para un mejor desarrollo de nuestras
comunidades y no plantearlas y trabajarlas desde afuera como acostumbran los
gobiernos kaxlanes que dicen trabajar y representar un pueblo sin conocerlo y ni
si quiera tienen la intensión de apoyarlos; es desde adentro, desde la comunidad
donde se conoce y reconoce nuestras necesidades de hambre de justicia y una
educación que realmente se relacione con nuestra realidad. Dicho y hecho en
Jerusalén, de una y otra forma es un proceso de autonomía, que esta empezando
a expandirse, ha replicarse en otras comunidades y articularse con ellos, es otra
estrategia en la formación de una red de comunidades, que más tarde podría
consolidarse en una región.
El autogobierno, la autogestión y la autodeterminación, se logran de acuerdo a las
capacidades locales de decidir y hacer las cosas que se tienen que hacer para el
bien común; es decir se logra si existen conocimientos y prácticas comunitarias
locales.
Con este pequeño preámbulo, entramos al análisis y reflexión de los conceptos
que a continuación se presenta y las aproximaciones que se tiene desde la
práctica tseltal, definida desde otras palabras.
5.1 Democracia, Soberanía y Equidad
Desde dos ámbitos, o dos caracterizaciones sociales, el occidental o del estado
nación, asperjado en el caso mexicano con innovaciones revolucionarias, y el
andado por los pueblos originarios y comunidades campesinas, pueden abordarse
estas definiciones. Más allá de su rotulación positiva, su vigencia histórica es, a
final de cuentas, el saldo donde aflora el valor de cada cual, su estabilidad y
reconocimiento social, su respeto y futuro.
Las definiciones positivas. De acuerdo a la constitución mexicana del 17, el
concepto de soberanía se define de la siguiente manera: “La soberanía nacional
reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del
pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el
inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno (art. 39°).”; el de
democracia, así: “…considerando a la democracia no solamente como una
estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en
el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo (art. 3° II, a) );”;
y el de equidad disperso en varias disposiciones: “(La educación) Contribuirá a la
mejor convivencia humana… la convicción del interés general de la sociedad… (y)
el cuidado … en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de
todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de
sexos o de individuos (art. 3° II, c) );”, “La propiedad de las tierras y aguas
comprendidas
dentro de los
límites
del territorio
nacional,
corresponde
originariamente a la Nación. La nación tendrá en todo tiempo el derecho de
imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así
como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos
naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución
equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo
equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población
(art. 27°).”; “Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para
garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la
Nación y su régimen democrático y que, mediante el fomento del crecimiento
económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza,
permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y
clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución (art. 25°).”; “El Estado
organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que
imprima solidez, dinamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la
economía para la independencia y la democratización política, social y cultural de
la Nación. / Los fines del proyecto nacional contenidos en esta Constitución
determinarán los objetivos de la planeación. La planeación será democrática (art.
26°).”
Nuestras definiciones, las asumidas y vigentes en las comunidades y pueblos. En
principio, consisten en lo mismo, son semejantes, aunque se nombren de otra
manera, con otras palabras. La diferencia reside en el rol que la sociedad o
población mantienen respecto de la aplicación de esas instituciones de
gobernabilidad y gestión de la riqueza pública, pero sobre todo en la estructura de
la distribución de los medios de producción, de los recursos fundamentales a la
vida de todos. Este contraste que ha generado enfrentamientos y dolor sin fin a lo
largo de la historia refiere a un tema central a la convivencia y gobernabilidad: la
gestión y poderes del aparato público frente a los conferidos a la sociedad.
Resolverlo democráticamente ofrecerá soportes y legitimidad a cualquier otra
sustentabilidad, a cualquiera, y deberá ocupar la atención de los futuros
investigadores de la interculturalidad como un espacio de reflexión y crítica y no
solo de complacencia y aproximación de lo aún vivamente confrontado.
Lo que implica la democracia, los tseltales de Jerusalén le llaman yip xkuxinel
lum que significa “la fuerza de la vida del pueblo”, el pueblo de define como lum o
lumaltik, se entiende que este lo integran todos aquellos individuos que viven y
comparte un territorio.
El yip xkuxinel lum implica muchas acciones colectivas, responsabilidades
sociales más comprometidos; aquí también surgen otras palabras como el yip
k’op a’yejtik que significa la fuerza de nuestra palabra; implica también la acción
de jun pajal yich’el batik ta a’yej que significa “tomarnos todos en cuenta con
nuestra palabra”, es llevar a los hechos el sk’op lumaltik que significa “la palabra
del pueblo”. En las acciones se integran todos estos conceptos que hacen que
exista un modelo propio de hacer valer y escuchar nuestra palabra. La soberanía
popular es justamente lo que en tseltal se le llama skom k’op lumaltik, porque es
como se decide y se nombra a nuestros a’tel tuneletik.
Al principio manifestaba una similitud del concepto de democracia, con la práctica
tseltal, ya que cuando se elige o se nombra a los a´tel tuneletik, se lleva acabo
con la participación de todos, entre hombres y mujeres, del pueblo depende que
los servidores comunitarios cumplan con el período correspondiente. Al final de
cuentas, como ya se abordo en otros apartados, el a’tel tunel es un representante
del pensamiento y decisión del pueblo, porque se sujetan en ello cuando haya que
tomar decisiones mas complicadas, no se automandan, preguntan y consultan a la
gente, es aquí donde necesariamente se lleva a cabo el jun pajal yich’el batik ta
a’yej, que se refiere a la consulta colectiva.
El otro concepto que es la equidad, se refiere para los tseltales de Jerusalén, el
yich’elbatik ta muk’, que implica respetarnos, tener en cuenta nuestras
capacidades; el xk’uxutaelbatik, significa estimarnos sin discriminación. Estas
dos oraciones nos hace reflexionar que la equidad, significa para los tseltales de
Jerusalén, darnos lo que necesitamos, pero, considerando nuestras deficiencias,
que nunca deben verse estas deficiencias como factores que limiten nuestra
participación y oportunidades dentro de la comunidad.
La democracia y la equidad desde la comunidad requiere de mayores
compromisos, mayor participación, y las instituciones comunitarias se rigen bajo
esta política local, que trata de promover la participación de todos, la inclusión de
todos los miembros que integran la comunidad, aquí se trata de nombrar a´tel
tuneletik que sean incluyentes y no excluyentes, porque para el autodesarrollo
comunitario se necesita de todos.
5.2 Libertad y Respeto
Mucha gente ha pensado que en nuestras comunidades, no se entienden estos
conceptos; quizás de la manera en que esta escrito, se mal interprete. Hay gente
que hace lo que quiere, donde el individuo se responsabiliza de sus actos. Sin
embargo vale la pena reflexionar sobre el entendimiento e interpretación de estos.
La vida en una comunidad se vive de una manera diferente, se conocen y se
establecen otras leyes; pocas veces se sabe de la Constitución Política de los
Estados Unidos mexicanos, pero algunos tratan de hacer lo que quieran en la
comunidad y dicen que lo respaldan las leyes mexicanas.
Pero, la historia es otra, se rige desde otro modo, donde se debe garantizar la
seguridad y el bien común. La libertad se entiende en tseltal como el hacer lo que
podamos hacer; realmente el término de “podamos”, se refiere precisamente de
las cosas que se hacen respetando las normas comunitarias, no podemos decir
que ya stak’ pastik te biluk ya k’an pastik significa hacer lo que uno quiera, sin
respetar alguna norma o ley.
En el castellano, posiblemente no tenga mucha diferencia entre una oración a otra,
o quizá no tenga el significado que le damos nosotros una coherencia en el pensar
occidental, pero, así se piensa, así se considera la libertad, donde también implica
el sna’el k’inal, saber razonar, porque la libertad se mide de nuestros actos.
Encontramos otros conceptos como el “jlekilaltik que implica el significado de
libertad
sin
referirse
exclusivamente
a
ella.
El
término
tiene
muchas
connotaciones” (Lenkersdorf Carlos.2005); ciertamente se refiere también a la
libertad y nuestro bienestar colectivo.
El respeto se entiende como una norma constante de la vida, que implica el ma
jech uts’inbatik que significa literalmente “no molestarnos”, en sí el concepto de
uts’inel, no solo se refiere en molestar, sino que también quiere decir
no
ofendernos, es decir evitar toda acción que puede generar una ofensa, agresión,
abuso o todo aquello que genere un malestar físico, psicológico y culturalmente. A
esto se refiere el concepto de respeto, para los tseltales de Jerusalén, podemos
darnos cuenta que muchas de sus palabras, se relacionan los unos y los otros,
pero que todos se encaminan hacia la búsqueda del lekil kuxlejal.
El spasel te biluk ya stak’ pastik y ma jech uts’inbatik no solo se aplica entre
los hombres, sino también en todo aquello que forma parte de nuestro territorio,
tampoco se mide por nuestro color y lengua, sino que se trata de reflejarlo con
los diversos grupos con quienes nos relacionamos o convivimos en algún
momento. Es explicable que en la comunidad se acostumbra a saludar a todo
aquel que se cruce en nuestro camino, así sea un desconocido, pero es un ser
que razona, que siente y que es capaz de responder, eso es el respeto, eso es la
libertad, así se entienden y se hacen, desde este modo.
La libertad se gana respetando todas las normas comunitarias, es un acto
cotidiano que debe darse con un amplio sentido común comunitario, basado en el
jun pajal yichélbatik ta muk’, la ayuda y el respeto recíproca.
5.3 Derechos y obligaciones comunitarios
No consideré necesario presentar la definición de estos conceptos desde el
sistema social occidental. Para nosotros en los pueblos y comunidades son tan
claros y vivos. Lo que a nuestra lengua se le llama sujelbatik y el bitik ya stak’
pastik, que quiere decir, y en ese orden, nuestras obligaciones y derechos.
El término sujelbatik, en la comunidad se aplica cuando la persona o el individuo
no actúa por iniciativa propia; todos los acuerdos que forman parte de la ley
comunitaria, se tiene que hacer
por un compromiso, que no necesariamente
tenga que ser por obligación, por eso los a‟tel tuneletik sirven sin ser remunerados,
trabajan como parte del servicio que se tiene que prestar a la comunidad, es un
aprendizaje constante en la educación de la vida.
El tener la posibilidad u oportunidad de llevar a cabo el bitik ya stak’ pastik
depende de
nuestra participación en la comunidad, porque el derecho no se
otorga por obligación de la comunidad; el derecho se gana, se logra trabajando y
respetando dentro de la comunidad; nadie se priva de nada de todo aquello que
podemos hacer y que este dentro de las posibilidades de cada cual y siempre que
no viole la ley comunitaria.
El derecho no se hereda, no se transfiere, no se da por un mandato constitucional,
se gana con el trabajo comunitario. Es así como aprendemos en la comunidad, de
una forma muy sencilla, que no necesariamente se tenga que regir en un escrito
de más de 100 páginas. Por eso nuestras leyes son tan simples, pero que tiene un
gran alcance en nuestras vidas.
Por otro lado, lo que muchos le llaman derechos humanos, tiene que ver con los
derechos colectivos, de eso se rige, nuestras leyes comunitarias nos garantizan
esos, siempre y cuando la respetemos, los derechos humanos no la entendemos
como aquella que establece la constitución, donde después de ser criminales nos
respaldan otras leyes, claro, tampoco se culpa a alguien si no comete un error, por
eso esta el slik toyel k’op a’yej en la impartición de la justicia comunitaria.
Podríamos decir que en la comunidad, se reconocen los derechos y se considera
todos humanos, porque a ninguno debe ser tratado como un animal, o al menos
en los tseltales de Jerusalén, no lo hacen, los castigos se establecen de acuerdo a
la gravedad de las faltas, pero ningún trato es abusivo siempre que se sujete en
ella. En particular a lo que se refiere a los derechos humanos, han
existido
discriminación sobre las sanciones que se imparte desde la justicia comunitaria;
por ejemplo en Jerusalén, actualmente quién viole y violente los acuerdos
comunitarios, se sanciona con cárcel por tiempo indefinido y este tipo de sanción
se dice que es una violación de los derechos humanos y que se comete un abuso
de autoridad, entonces me parece que para aquellos dudosos reflexionen sobre
este pequeño párrafo: La constitución política mexicana, el convenio 169 de la
OIT, planteados en los Acuerdo de San Andrés, establecen que los pueblos
indígenas tienen la liberad de impartir
sus propias formas de normar las
conductas sociales, es decir la justicia indígena y que la máxima autoridad son
aquellos que han sido electos por el pueblo; espero haya quedado claro y se
entienda que la justicia indígena, se relaciona con los derechos y obligaciones
comunitarias, establecidas en la asamblea.
5.4 La comunicación y el diálogo de saberes
“ No hace falta que me comprendas.
Hay más de una sabiduría y
todas son necesarias en el mundo;
no está mal que se vayan alternando
(Yourcenar.1998. citado por Leff Enrique. 2002).
En la lengua tseltal, la comunicación se entiende como el staelbatik ta k’op,
staelbatik significa encontrarnos y k’op, particularmente en este contexto significa
palabra, es decir encontrarnos en la palabra; tiene un significado bastante amplio,
porque no solo es hablarse, sino que es decir y comunicar lo que verdaderamente
se siente, la palabra no se expresa de la boca hacia afuera, sino que viene desde
la mente y el corazón, por eso encontramos expresiones como jich ya yal ko’tan
que significa “así dice mi corazón”, el tojk ta ko’tan que quiere decir “nace de mi
corazón”, no es un romanticismo exagerado, sino que es la palabra que se dice y
que esto define la calidad de comunicación que se puede tener entre los miembros
de la comunidad.
En tanto que el diálogo de saberes, se entiende y se dice en tseltal como ya’yel
sok snopel yich’el ta muk’ snopbenal ku’untik ta xchapachajp que significa
“escuchar y aprender a darle importancia nuestro conocimiento por cada grupo”,
significa en un sentido más amplio, justamente el encontrarse a compartir las
experiencias de cada pueblo e inclusive de cada familia; en este que es un
proceso, se integran los conceptos de sna’el yayel a’yej significa saber escuchar
la palabra; yich’elbatik ta muk’ ta jun pajal sok k’optik significa darnos la
importancia de cada uno junto con nuestros conocimientos; yaybel smelol a’yej
significa escuchar y entender el mensaje la información.
La comunicación y el diálogo de saberes como señala Enrique Leff; “implica el
reconocimiento y la protección de conocimientos y saberes tradicionales que
fundan formas diversas de convivencia entre culturas y naturaleza”, así podemos
darnos cuenta que ha sido fundamental en la preservación del conocimiento y
práctica de nuestros pueblos; porque es frecuente encontrarse platicando en un
grupo familiar, desde niños pequeños y hasta los abuelos, generalmente se
acostumbra compartir las experiencias vividas en otros tiempos, se habla de cómo
se trabajaba antes, la manera de organizarse y sobre todo el modo de vida que ha
hecho la existencia de muchas prácticas que aún se
llevan a cabo en la
comunidad.
Por otra parte, cuando existe la necesidad de solucionar algunos problemas o bien
para
elaborar planes para el desarrollo comunitario, en la comunidad de
Jerusalén, se acostumbra invitar a los señores ancianos del pueblo, con el fin de
ayudar a reflexionar sobre los asuntos que se relaciona para el lekil kuxlejal de
nuestras generaciones presentes y de aquellos por venir. De hecho en los tsoblej
se lleva a cabo el ya’yel sok snopel yich’el ta muk’ snopbenal ku’untik ta
xchapachajp, porque
la participación de la gente es diversa, así como las
opiniones vertidas ante los a’tel tuneletik, nadie se le puede privar el derecho de
hablar y expresar sus ideas y conocimientos, quizás el tsoblej, es uno de los
espacios mayores en donde se fomenta el diálogo de saberes, porque no consiste
en simples participaciones, implica mucha responsabilidad en pronunciar lo que se
piensa, se razona con la mente y el corazón, aquí también surge otro concepto el
jich ya yal jol significa así dice mi mente o el de jich a k’ot ta jol que significa así
llegó en mi mente; ambas oraciones describe por sus significados, lo importante
que es el uso de la mente y la razón para opinar. Como ya se hiso mención en
otros apartados, en los tsoblej, participan
hombres y mujeres de diferentes
edades, es el encuentro de las generaciones, del conocimiento para la
construcción y fortalecimiento de las teorías y prácticas tseltales colectivas.
Encontramos otros espacios donde también se lleva a cabo y se fomenta el
yich’elbatik ta muk’ ta jun pajal sok k’optik, me refiero a la iglesia católica en
particular, donde actualmente se reflexiona en grupos, que la integran personas
de diferentes edades, además de que no solo se reflexiona sobre el contenido del
pasaje bíblico que se lee, sino que ahora se integra temas como el de los
conocimientos mayas, aquellos que significaron en sus tiempos un gran respeto
a la madre tierra, en específico la importancia del altar maya, por mencionar una,
porque aquí no solo se platica sobre el proceso de elaboración, sino que s e habla
de la importancia y por qué la integración de sus diferentes componentes, en este
caso lo que le llaman diálogo de saberes, no solo es compartir y escuchar la
palabra, sino que se participa y se comparte el conocimiento haciendo. Es en tanto
que “la unidad del conocimiento y el pensamiento se abre hacia un dialogo de
saberes, donde se confrontan
diversas matrices de racionalidad” (Leff
Enrique.2002).
Para nuestros pueblos la comunicación y el diálogo de saberes, se entiende desde
otra forma, se define con otras palabras. La comunicación es la base de la
conservación del conocimiento, el diálogo de saberes, una manera de respetar y
estimar lo que se sabe, pero, es también un proceso que encamina a nuestra
cultura para la sobrevivencia en los tiempos.
La interculturalidad, otro elemento que sin lugar a dudas esta integrado en
nuestras propias formas de encontrarnos entre pueblos diferentes, requiere mayor
atención tanto en el campo teórico y en la práctica, debemos recordar que la
interculturalidad, es una estrategia más de cómo entre pueblos diferentes
debemos
encontrarnos
con
nuestros
pensamientos
y conocimientos, “la
interculturalidad no solo estar juntos sino aceptar la diversidad del ser en sus
necesidades, opiniones, deseos, conocimiento, perspectiva” (Mignolio.2000,,
citado por Leff Enrique.2003).
5.5 El lekil kuxlejal
Mentir, robar, atentar contra la naturaleza posiblemente nos permita vivir mejor, pero eso no es
Vivir Bien. Al contrario, Vivir Bien significa complementarnos y no competir, compartir y no
aprovecharnos del vecino, vivir en armonía entre las personas y con la naturaleza. El Vivir Bien no
es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor que el otro. Porque para el vivir mejor, frente al
prójimo, se hace necesario explotar, se produce una profunda competencia, se concentra la
riqueza en pocas manos. Vivir mejor es egoísmo, desinterés por los demás, individualismo
(Choquehuanca David. 2010).
Abordado en sus diferentes apartados de este trabajo, otros conceptos que se
tiene y se maneja desde las comunidades, desde donde se hace el conocimiento y
la práctica bases para la organización comunitaria; es sin lugar a dudas un
esfuerzo enorme.
Desde la historia de querer y soñar con otras posibilidades, de un pedazo de tierra
que quizás nunca hubiera sido posible, si nunca se hubiera emprendido el camino
de la búsqueda, se habla sobre la necesidad de mejorar nuestras condiciones de
vida, no para acumular riquezas materiales, sino de tener lo que fuera necesario
para vivir. La madre tierra se concibe así, se piensa y se razona desde este modo,
porque la tierra tiene vida, expresa sus sentimientos de diferentes formas, “con la
tierra se dialoga” (Salazar Manuel, et al) y cuando logramos relacionarnos con ella,
vivimos en paz y armonía con lo que nos rodea. Cada espacio del territorio
ocupado, se conoce y se reconoce constantemente, se vuelven espacios donde se
siembra y se cultiva el conocimiento.
Nuestras relaciones sociales se establecen y se fortalecen de acuerdo a nuestras
acciones, al cumplimiento cotidiano y consciente de nuestros deberes, incluso
alegre, tanto entre hombres y con la naturaleza, una relación de sustentabilidad.
De esta forma y con estos elementos nos encaminamos a la definición del lekil
kuxlejal.
El lekil kuxlejal se define por varios elementos, se define por diversos procesos,
porque no solo es poseer bienes y materiales, es algo más que eso, es sentirse
bien por el trabajo de uno mismo, se genera también según la fuerza de nuestro
trabajo, “la germinación de nuestra milpa, la germinación de nuestro trabajo” (Paoli
Antonio.2003), en sentirse bien con la comunidad y todos con quienes se
comparte el territorio, eso también se le llama lekil kuxlejal.
Para los tseltales de Jerusalén, se manejan diversos conceptos que definen
nuestro modo de vida; encontramos el jun ko’tantik que significa estar en un solo
corazón, pero que describe nuestro estado de ánimo al estar contentos y felices;
snael yich’el batik ta muk’; que se refiere al conocimiento de sabernos tratar por
igual como personas; muk’ul o’tan; tener grande el corazón, se refiere a la
capacidad de resistir emocionalmente cualquier situación;
xchapelbatik significa
organización; sna’el yayel a’yej saber escuchar; snael yayel smelol a’yej,
significa saber escuchar el mensaje de la palabra; komon u’ntik, bien común;
koltomba significa ayuda mutua; stsobel yip k’op ka’yejtik significa juntar la
fuerza de nuestra palabra; lekil chajpanel yu’un bol k’op sok muk’ul mulil
chopol ta pasel, se refiere al buen arreglo de nuestros problemas comunitarios,
que además implica el slik stoyel a’yej que significa buscar equilibrar la palabra
con la razón y la verdad; ch’unel maltal significa obedecer un mandato, se refiere
al mandato del pueblo; xk’uxutaelbatik significa cuidarnos o estimarnos, se
refiere al cuidado que nos debemos dar entre todos sin discriminación alguna;
staelbatik ta k’op significa encontrarnos con nuestra palabra, se refiere al diálogo
de saberes; stuntesel poxil wamal significa usar las plantas medicinales, que no
solo es
cortar una planta, sino que respetar
explicación cultural y su significado para nuestro
toda sus implicaciones, su
pueblo; yip xkuxinel lum
significa la fuerza de la vida del pueblo, se refiere en su sentido más amplio a lo
que se le llama democracia; sna’el k’inal
significa saber razonar; sna’el kuxlej
significa saber vivir; yilelbatik ta tukeltik significa ver por nosotros mismos; se
refiere en un sentido más amplio a todas las prácticas de la autonomía.
Todos estos conceptos y algunas que se omiten por desconocimiento, son
aplicables entre todos los seres vivos que compartimos un espacio, con todo lo
que existe en el mundo como lo menciona bien Antonio Paoli; porque en nuestra
cosmovisión tseltal todo tiene vida, sienten al igual que los hombres, tienen sus
dueños quienes transmiten nuestros mensajes como hombres y mujeres que los
invocamos, por eso se dice que estos conocimientos es aplicable para todos, en
cada rezo y en cada rincón de nuestro territorio.
Debemos recordar que todos fuimos creados y formados por nuestros Dioses, se
sabe que una vez creada la tierra, se crearon los animales, lo dice el Popol Wuj
relata que cuando
hubo terminado la creación de la tierra, se crearon
los
guardianes y protectores de la naturaleza y se establecieron los equilibrios: “… así
fue la creación de la tierra cuando fue formado por el Corazón del Cielo, el
Corazón de de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron,
cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra estaba sumergida dentro del agua.
De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y
meditar sobre su feliz terminación. Luego hicieron a los animales pequeños del
monte; los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los
venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles, guardianes de
lo bejuco” (Popol Wuj citado por Salazar Manuel et al).
Cuando se logra estar en equilibrio con estos elementos, alcanzamos el lekil
kuxlejal. Estar en paz con nuestros compañeros hombres y mujeres, sabernos
respetar y cuidar, escuchar y razonar, aceptar y ser aceptados con la madre tierra
es empezar a llegar al lekil kuxlejal, pero no solo es aquí entre los hombres y
animales, sino también con las deidades del más allá.
Eso es lo que significa lekil kuxlejal; políticamente nos preocupamos por alcanzar
este nivel de vida, con el trabajo propio de la comunidad, estamos consientes de
que puede ser posible, pero, nos preocupa algo, lo más importante, el respeto de
nuestra cosmovisión, nuestra organización, nuestro trabajo y este modo de
razonar para la existencia en este mundo.
RECOMENDACIONES Y CONCLUSIONES FINALES.
Reconstrucción y fortaleza
comunitaria, a través de nuevas
formas de
organización colectiva.
Ante las amenazas a la humanidad y el planeta tierra que nos presentan el cambio climático y
todas las demás crisis hay dos caminos. O seguimos por el camino de la civilización occidental y la
muerte, la guerra y la destrucción, o avanzamos por el camino indígena de la armonía con la
naturaleza y la vida (Choquehuanca David. 2010).
Quizás se ha dicho poco de lo mucho que se hace en la comunidad; nuestras
reflexiones tratamos de ser un poco extensos, pero, también buscar la manera de
un estilo sencillo para hacer llegar este mensaje, que es producto de una reflexión
comunitaria. Cada concepto, cada palabra tienen significados muy extensos,
algunas de ellas tienen varios significados dependiendo la situación y el contexto
en que se usan.
Los conocimientos y las prácticas tseltales de los hombres y mujeres de
Jerusalén, se definen de acuerdo a su contexto, pero principalmente el papel que
han desempañado nuestros mam me’chuntik a lo largo de estos más de 500
años de
colonización; reviven estos conocimientos desde estas partes de la
república mexica, desde estas tierras donde se piensa diferente, donde se posee
una característica particular de un México organizado; donde se trata de crear
nuevas instituciones comunitarias, para seguir garantizando el buen uso de
nuestros ingresos colectivos por un buen gobierno.
De esta forma se entiende la importancia que tiene
seguir
fomentado la
colectividad, de seguir trabajando para generar y construir espacios para un bien
común. Todos laboran sin ser remunerados, nuestros gobiernos comunitarios
saben y entienden su compromiso ante el pueblo, a diferencia de los gobiernos y
servidores públicos del Estado o de la federación que los respalda el art. 127
constitucional en la que se establece que todos los funcionarios y servidores
públicos recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño
de su función…que será determinada anual y equitativamente en los presupuestos
de egresos… en nuestros pueblos no puede haber esto, es una vergüenza recibir
un pago por desempeñarse como comisariado ejidal u otra, cuando la gente
participan todos en la construcción y generación del desarrollo comunitario.
Sin embargo es importante mencionar, que estas características institucionales del
Estado, así como el papel de los funcionarios de los mismos, han perturbado la
legalidad de la administración comunitaria, haciendo crecer la desconfianza sobre
algunos servidores comunitarios. De ahí que se propone crear una tesorería
comunitaria autónoma; es decir que no dependa de ningún nivel de a’tel tunel, su
papel y quehacer en la administración de los recursos comunitarios y que la
autorización de egresos pueda darse únicamente con el consentimiento de la
asamblea comunitaria;
otras
de sus
funciones,
se propone
dejarle la
responsabilidad de quienes ocupen este cargo, de solicitar la justificación de todos
los gastos que se vayan a realizar; es una nueva estrategia de controlar más
eficientemente el recurso y dinero de todos, para seguir construyendo otros
espacios que nunca han sido atendidos por los diferentes gobiernos municipales
que han pasado.
Se propone también la creación de un banco comunitario, donde se pueda otorgar
créditos o préstamos a los miembros del ejido, desde luego para facilitar y cubrir
las necesidades que muchas veces no se logran por los grandes requisitos que
establecen las cadenas de banco en México; se piensa en esta posibilidad, porque
sí existe una cantidad suficiente de recursos invertidos en otros bancos del estado
y sin que estos genere un beneficio para la población local.
Debido al incremento de responsabilidades comunitarias y en muchas ocasiones
dificulta nombrar nuevos a´tel tuneletik, porque casi todos están ocupando cargos
y muchos se han migrado a otras ciudades, estados o países en busca de trabajo;
además de que actualmente se cuenta con el Colegio de Bachilleres de Chiapas
(COBACH) que ofrece la educación media superior, varios jóvenes que egresan
de esta institución, con la pena vemos unirse a la fila de migrantes, porque no
encuentran un empleo digno y tampoco se cuenta con las oportunidades de seguir
otros estudios; una manera de valorar esos esfuerzos de los jóvenes, se plantea la
posibilidad de crear fuentes de empleo comunitario, que pueden ser abiertos por
ejemplo en la tienda comunitaria y el centro ecoturístico comunitario; bajo la
supervisión constante de los a´tel tuneletik. Este sería un gran paso hacia nuevas
oportunidades, y sobre todo una nueva política comunitaria preocupado por
generar oportunidades a sus propios miembros.
Experiencias sobre estas propuestas ya existen y han sido exitosos; encontramos
el albergue comunitario apoyado por la CDI, que ofrece servicios de hospedaje y
alimentación a mujeres que estudian a nivel secundaria, su administración esta
bajo la responsabilidad de un Jefe de Albergue comunitario, que es electo por las
autoridades de la comunidad, este recibe un apoyo económico por su labor;
también existe actualmente un comité de becas para estudiantes de nivel media
superior, quien se encarga de administrar el recurso destinado para tales fines,
que integra hospedaje y alimentación a los estudiantes; el modelo de este
albergue es diferente al primero, ya que se caracteriza por brindar servicios a no
más de dos jóvenes por cada familia, se le llama a este modelo como albergues
familiares, así mismo el comité recibe un apoyo económico mensual.
Las propuestas se están
definiendo; mientras tanto queda mucho que hacer,
mucho que fortalecer. Existen grandes preocupaciones, por aquellos que se han
metido en las actividades políticas del modelo
del país, donde han apostado
ocupar puestos y cargos en el gobierno municipal a costa del pueblo; muchos
dicen que empiezan a haber actos de corrupción, de aquellos que representan al
pueblo y abusan de las facultades otorgadas; esto si es preocupante, porque el
mal que se tiene por dentro, es más difícil darse cuenta que aquello que se ve
venir desde a fuera.
Nuestra esperanza esta puesta en las prácticas y los conocimientos tseltales,
porque se trata de trabajar colectivamente para el bien común, se organizan del
modo propio, velando siempre que estos sean para importancia de todos.
Jerusalén, vive hoy en día un proceso de autodeterminación y autogestión que
según Boourdet es una transformación radical, no solo económica sino también
política, en el sentido de que destruye la noción común de política (como gestión
reservada a una casta de políticos) para crear otro sentido de esta palabra: a
saber, la toma en sus manos, sin intermediarios y a todos lo niveles, de todos sus
asuntos (citado por Arvon Henri.1982), que se ha entendido como la oportunidad
de hacer desde el modo propio sus trabajos que necesita hacerlas.
Existen muchos conocimientos y prácticas que posibilitan estos procesos; ahí esta
el ejemplo del grupo de hombres y mujeres que se organizaron con sus propios
recursos para hacer llegar el agua en sus hogares; no se necesitó de un ingeniero
civil para llegar a realizar los estudios topográficos, tampoco de instr umentos
sofisticados para llevar a cabo dichos estudios, bastó la decisión y el trabajo
colectivo; hoy en día más del 70% de las viviendas locales tienen agua entubada,
se logra con el autofinanciamiento de todos los materiales que se necesitaron; es
cierto hay mucho que mejorar, pero, se esta trabajando para eso; vale la pena
mencionar que este servicio tardo solamente un mes para hacerse una realidad,
lo que ese tiempo para los gobiernos municipales, les lleva para analizar nuestras
solicitudes en sus oficinas.
Conocemos muchas prácticas que ya se han hecho y que han dado resultados
favorables y es en todo ello que se debe seguir trabajando, fortaleciendo
constantemente estas prácticas y evitando a toda costa que la política del
gobierno kaxlan nos debiliten y nos dividan en nuestros pueblos, que parece ser
uno de sus principales objetivos.
Quiero ir concluyendo con estas palabras que a mi parecer debe tomar hoy más
que nunca importancia para las nuevas reflexiones, dicho desde el sentir de los
pueblos originarios, durante los Acuerdos de San Andrés que expone nuestra
realidad, que para decir verdades poco a cambiado; es entonces que me permito
hacer uso de estas palabras ya pronunciadas: “Durante estos 500 años, hemos
sabido esperar para decir nuestra palabra. La dijimos en 1810, pero no fuimos
escuchados; la repetimos en 1910 y poco fue lo que logramos. Pero hoy, a finales
del siglo XX, estos escasos logros que obtuvimos con la sangre de miles de
indígenas mexicanos, nos han sido negados. Por tercera vez en estos últimos 500
años, nos levantamos para decir nuestra palabra, la que hoy, en este espacio,
ante ustedes compañeros, ante ustedes señores del gobierno, ante ustedes
mexicanos y ante todo el mundo, expresamos con la intención de que juntos,
hablemos, nos escuchemos y trabajemos honestamente para construir un país,
una nación, con un proyecto donde todos estemos incluidos y donde nuestra
palabra, dichas
en distintas
voces
e idiomas, encuentren
en nuestros
pensamientos y en nuestros corazones, la respuesta y solución para vivir todos en
libertad, en la democracia, en paz, pero con justicia y dignidad…las comunidades
indígenas mexicanas no somos libres, como tampoco lo es la inmensa mayoría de
los mexicanos. Decimos esto porque para nosotros, ser libre significa ser
escuchados, ser consultados para decidir las acciones y el camino que debe
seguir nuestro país. Ser libres quiere decir, que cada vez que sea necesario, nos
pregunten que debemos hacer para resolver todos juntos nuestros problemas;
preguntarnos si estamos de acuerdo con las decisiones que toma el gobierno en
todos los aspectos de la vida nacional. Esto significa que la libertad empieza por
reconocer que todos los mexicanos tenemos el derecho a decidir esas soluciones,
esos caminos y ese país que queremos” (ponencia presentada en los diálogos de
San Andrés por la organización “Movimientos Civil Zapatista”, titulada: los
derechos y la cultura de los mexicanos, también es de los indígenas. Citado por
Evaristo Jesús.1999).
Hoy han pasado más de 16 años desde que en Chiapas otros tantos indígenas
perdieron la vida, exigiendo lo mismo, exigiendo nos reconozcan nuestros
derechos; no se pide nada que no sea algo humano, no se pide algo que no pueda
ser considerado un derecho que nos corresponde…estamos seguros de exigir lo
justo, de exigir un trato humano.
Se pide el reconocimiento de nuestra cultura, nuestro modo de organizarnos, de
vivir y convivir en nuestro medio; ¿a caso sea necesario volver a matar y morir
para volver a retomar nuestras exigencias?
Abordado en sus diferentes capítulos de esta trabajo, un ejemplo de cómo se vive
y se organiza en la comunidad, un pueblo integrado por indígenas, que han
demostrado una enorme capacidad y creatividad de lograr generar un modelo
alternativo de desarrollo, este que por las instituciones del gobierno no hemos
entendido que es, pero, eso no nos interesa, sólo sabemos que eso nos ha
generado más pobreza y abandono en nuestro pueblos. Pensamos diferente,
creemos que con el conocimiento y las prácticas tseltales en este caso particular,
nos brinda esas oportunidades que en otros espacios y otros conocimientos nos
ha sido negado.
El jun pajal yich’elbatik ta muk’, no solo es tomarnos en cuenta con nuestra
presencia; es tomarnos en cuenta con nuestros pensamientos, es juntar la fuerza
de nuestra palabra por aquello que necesitamos y que podemos hacerlo; esta de
stsobel yip k’op ka’yejtik, significa unir
o juntar la fuerza de nuestros
pensamientos, de aquello que viene de la mente y corazón, que puede reflejarse
en k’uxkaybatik, que significa sentirnos en el dolor, esta capacidad impresionante
de
un sentir comunitario ante el dolor y la necesidad de todos, esta palabra
significa eso, significa también el sabernos estimar y respetar con nuestras propias
diferencias, pero que estos no impiden que podamos compartir un territorio y no
podamos caber en el proyecto que es de la nación.
Políticamente sabemos que tenemos propias formas de organizarnos, de trabajar
y generar diferentes condiciones que nos permita generar condiciones más
estables y justas a lo que le llamamos lekil kuxlejal, que no solo se sustenta por
bienes materiales y sociales, sino que se fortalece con los aspectos culturales y
espirituales de nuestro pueblo. Se desarrolla con la capacidad que tenemos al
entrar en contacto con la naturaleza y todo lo que en ella existe.
Andar en la montaña no nos asusta, ya nos acostumbramos, ya sabemos donde sí
y donde no podemos pasar, donde sí y donde no podemos trabajar y respetar. Es
de esta forma en que empezamos a construir y reconstituir nuestro lum k’inal,
literalmente puede traducirse;
tierra montañosa, tierra con vida, tierra con
sabiduría o territorio, porque eso es lo que es, son tierras donde sembramos y
cultivamos nuestra cultura, nuestro conocimiento, tal y como lo dicen los tseltales
de Jerusalén.
Ya no podemos seguir callados, la historia nos exige levantar nuestra voz, insistir
y aclarar que ahora, por derecho constitucional nos corresponde ejercer nuestro
desarrollo, buscar desde nuestro propio modo. Estamos tratando de respetar lo
que dice la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero no en su
totalidad, porque son leyes que aparentemente nos da la libertad, pero, que en
otros artículos nos condicionan, no queremos una libertad y leyes que nos
condicionen por interese ajenos.
La reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas aprobada en
el mes de abril de 2001, concede de manera general, la posibilidad de que los
pueblos indígenas de México puedan aspirar a ejercer su derecho a la autonomía,
pero no establece ninguna modalidad práctica de sí misma (Velasco C.
Saúl.2003).
Nuestro desarrollo, se va dando a través de la autogestión y autodeterminación
de nuestros pueblos, se construye desde otro modo, desde lo colectivo y cultural.
Lo colectivo tiene como complemento necesario la autonomía de tal forma que al
mismo tiempo que se reconocen derechos y obligaciones, también se parte de la
comunidad; estar en contra de la comunidad significa estar en contra de un bien
colectivo no argumentable solo por un interés egoísta e individualista, por la
fragmentación y la negación de un valor común (Parker, 1998. Citado por Vargas
José.2006).
En cuanto al nuevo modelo de desarrollo que le han llamado sustentable, para
nuestros pueblos significa o quiere decir el respeto y consideración a nuestra
visión y trato de las cosas fundamentales de la vida, nuestro derecho a decidir
desde nuestra comunidad raíz.
Es pues una preocupación, de esta investigación exponer los conocimiento de los
tseltales del ejido Jerusalén, municipio de las Margaritas, Chiapas; evidenciar que
existen conocimientos y prácticas que sustentan nuestra existencia como pueblos.
Que es posible pensar en un futuro digno, en un mañana donde todos los que
estamos y los que vienen podemos encaminarnos hacia nuevas oportunidades
desde otros modos.
Así pensamos y trabajamos, desde este modo en que todavía no nos han
reconocido, no nos respetan, pero, también somos seres que pertenecemos a este
gran país, que tiene una deuda histórica para con nuestros pueblos, porque es
aquí donde se guarda la semilla que dio vida a esta nación independiente.
No pedimos limosnas ni mendigamos más miserias, que tampoco vienen a
nuestros pueblos por nada; queremos que nos reconozcan y respeten, porque
tenemos también nuestro modo y es vigente, y es humano, y es esperanza y
fundamento de nuestra patria mexicana.
Han pasado
más de 500 años, y nuestra historia no ha cambiado, han
transcurrido 16 años desde que otros compañeros y hermanos perdieron la vida.
Ya no nos ignoran, ahora nos codician la flor y el saber, y les atemoriza nuestra
resistencia cuyo ejemplo cunde incluso fuera de nuestras fronteras, contra
sistémico, integral.
Nuestro pueblo no confía en los gobiernos kaxlanes, incluso en aquellos dados a
gente de nuestras comunidades que solo se han corrompido bajo la estructura de
organización política del estado mexicano, ya no hay confianza en las instituciones
como no sea para arrebatarles algo de lo que la riqueza nacional corresponde a
todos, ya no hay esperanza en este México desorganizado, en este México
secuestrado por políticos que viven de la política; de empresarios que toman su
riqueza y futuro, pero existe en nuestro pueblo una esperanza de todos, que
radica en nuestro modo de vivir y organizar, en nuestro
buen gobierno
comunitario, en aquellos que todavía están con nosotros, de aquellos que han
resistido y permanecen en una lucha constante de existencia.
Esta es la historia de este México ayer olvidado y hoy bajo planes de
reordenamiento, de civilizarlo en una sustentabilidad inaplicable, post colonial, de
este México organizado muy desde abajo y en antiguo abrazo, este es el México
que sí queremos, que veremos porque no muera su palabra, esta es la patria y
tierra que construimos a sangre y sudor, y cuando viene preciso, también con
armas, esto es lo que somos, lo que heredamos, en lo que creemos.
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Woynar Marion.2008. 16ª. General Assembly and International Scientific
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September 29 th to October 4th .
Entrevista al señor Alonso Luna Sántiz, fundador de la comunidad; originario del
paraje Matsab, Tenejapa, Chiapas,2009.
Entrevista al señor Antonio Hernández Intzin, ex autoridad comunitario, fundador
del ejido; originario del paraje Ch‟ajcoma, Tenejapa, Chiapas,2010.
Entrevista al señor Sebastián Hernández Meza; fundador del ejido Jerusalén, las
Margaritas; originario de Ch‟ajcoma, Tenejapa, Chiapas, 2009.
Entrevista al señor Sebastián Luna Gómez, 1er. Comisariado Ejidal de Jerusalén
originario de Matsab, Tenejapa, Chiapas, 2010.
Entrevista al señor Diego Hernández Meza, habitante del ejido Jerusalén, ex
autoridad de la comunidad en diferentes cargos comunitarios, 2010.
ANEXOS
PRIMEROS FUNDADORES Y FUNDADORAS DEL EJIDO JERUSALÉN, LAS MARGARITAS, CHIAPAS.
Los que realizaron la primera visita para ubicar y conocer las tierras en febrero de 1969.
-Pedro Intzín Ramírez
-Miguel Intzín Ramírez
-Sebastián Hernández Meza.
Los que llegaron a realizar la siembra de las primeras milpas y que se asentaron en la orilla del río
jabalí el 19 de abril de 1969.
-Sebastián Hernández Meza
-Pedro López Girón
-Alonso Guzmán Girón
-Manuel Girón López
-Miguel López Girón
-Juan López Girón
-Manuel Girón López
-Alonso Girón Ts’e
-Antonio Girón Ts’e
-Lucía Girón Méndez
-María Girón Méndez
-María López Girón
-Antonia Girón López
-María Girón
-María Intzín López
Un tercer momento, los que se unieron en el trabajo, para tumbar los primeros árboles donde
ahora es la zona urbana del ejido:
-Alonso Luna Sántiz
-Juan Luna Sántiz
-Antonio Luna Sántiz
-Sebastián Luna Sántiz
-Agustín Luna Sántiz
-Diego Luna Sántiz
-Antonio Hernández Intzín.
Los eventos más importantes que se han desarrollado dentro de la comunidad que de alguna
forma han ocasionado o generado cambios, encontramos las siguientes:
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1969 fundación de Jerusalén
1972 construcción de la iglesia católica
1975 SSA
1976 se funda la escuela primaria
1982 la construcción de la carretera
1989 introducción de la luz eléctrica
1990 se funda la escuela Secundaria Técnica No.87
1996 entra el agua entubada
1998 Inauguración del centro de salud por el Doctor Ernesto Zedillo Ponce de León
2001 centro turístico
2002 fundación del COBACH
2004 construcción del domo ( auditorio) en el centro
2006 se crea una herbolaria Prodesis.
2007 inauguración de la herborestería de la comunidad por embajadores de la unión
europea.
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