Integración del docente de la Universidad Experimental Libertador

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INTEGRACIÓN DEL DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL LIBERTADOR-IPB CON
SUS UNIDADES DE INFORMACIÓN
1
Quintana F. 1
Doctorado, UFT, Venezuela.
[email protected]
PALABRAS CLAVES
Bibliotecas Universitarias, Formación Docente, Usuarios, Fenomenología
RESUMEN
Todas las universidades poseen unidades de información que son diseñadas para servir de
apoyo a las actividades académicas e investigativas y satisfacer las necesidades de
información de los usuarios que forman y hacen vida en el ámbito universitario, pero las
transformaciones producto de las nuevas TIC, parecieran fortalecer las tendencias que
pronostican que estas unidades de información han dejado de tener sentido en un mundo
en el que la información supera los límites físicos y donde el usuario se relaciona
directamente con la información a través de la computadora. Por ende, el propósito del
estudio es describir en la realidad como se da la relación entre los docentes de la UPEL-IPB
del Sector Este y la biblioteca y/o centro de documentación. El estudio se abordó desde el
paradigma cualitativo, bajo el método fenomenológico, y entre las técnicas se empleo la
observación participativa y la entrevista semiestructurada. Se realizo un análisis crítico al
discurso obtenido de los informantes clave, pudiendo describir la realidad y hacer una
reflexión sobre el papel de la Biblioteca como mediador entre los procesos de enseñanzaaprendizaje y su apoyo al Docente en la investigación y en la generación de nuevo
conocimiento; desprendiéndose las formas apropiadas para favorecer este rol y poder
establecer canales de comunicación que fortalezcan el vínculo interactivo bibliotecadocente; consolidando la institución, sus actores y el papel de los gerentes.
25
INTRODUCCIÓN
Para que una Universidad pueda
apertura nuevas carreras la oferta es
analizada, estudiada y revisada por
instancias superiores como la OPSU para
su visto bueno y aprobación, un
elemento primordial de esa revisión
consiste en verificar la existencia de
garantía para el acceso de información
pertinente al área de estudio de la
propuesta. En otras palabras, se debe
contar en los Centros de Información con
existencia de colecciones bibliográficas,
no-bibliográficas o electrónicas que
apoyen el desarrollo curricular del
contenido a trabajar.
Se preguntaran ¿porqué la importancia
de una actualización bibliográfica en la
Universidad y su acceso? Podemos
simplificar la respuesta en una frase:
todo conocimiento adquirido o generado
parte o surge de la revisión de una teoría
ya establecida o plasmada
en la
literatura. Si esto es cierto, podemos
concluir porque la necesidad de la
garantía, de ello dependerá o influirá la
calidad de lo que se pretende dictar.
Si se cuenta con una buena dotación
bibliográfica en cantidad y calidad se
goza de una aprobación y si no, se le da
condicionada al compromiso adquirido
de trabajar en ese factor. Es el caso
cuando se apertura las nuevas
especialidades de música, informática y
educación especial, las Unidades de
Información
de
la
Universidad
Pedagógica Experimental Libertador- IPB
no contaba con la existencia de
materiales para brindarles apoyo a las
mismas en su proceso de enseñanza-
aprendizaje, siendo esto vital por cuanto
hoy en día el crecimiento o producción
de la información es acelerado y de
proporciones gigantescas y los cambios
tecnológicos van a un paso delante de
los conocimientos para muchas áreas.
Esta realidad se observa en la biblioteca
cuando los estudiantes realizaban
búsquedas infructuosas de literatura en
esas áreas conformándose con los
materiales de referencia y acudiendo a la
Internet y a la adquisición de materiales
fotocopiados suministrados por los
docentes. Este panorama fue observado
y se evidenció a través de la gerencia de
la Unidad de Biblioteca generándose
inquietud por no poder satisfacer esas
necesidades. Sabemos que la OPSU
envía o asigna recursos a las bibliotecas y
es deber de éstas velar por su eficiente
inversión, obligación o responsabilidad
compartida conjuntamente con los
docentes ya que, a través de ellos se
llega a las necesidades reales de
información y simultáneamente al
estudiantado y a los que generan
investigación en la Institución.
Esta labor, Unidad de InformaciónDocente no se lleva a cabo; durante años
se ha buscado la implantación de
mecanismos que propiciaran el trabajo
conjunto de estos elementos, no siendo
muy efectivos. Existe una desvinculación
generalizada entre el trabajo del docente
y las bibliotecas como su fuente principal
de acceso libre y gratuito a la
información que amerita para el diseño
de su cátedra, su enriquecimiento
personal y el desarrollo de sus
actividades de investigación.
26
Del porqué de esta desvinculación
pudiésemos decir de manera hipotética
tiene origen en la falta de conciencia en
cuanto a la existencia de la biblioteca y
en cuanto a su rol del deber ser; falta de
motivación basado en las carencias que
se observan en las bibliotecas; falta de
tiempo para consultas; cuentan con sus
propios recursos para la adquisición de
materiales y/o servicios; facilidad y
costumbre en el trabajar con materiales
fotocopiados
adoctrinando
a
los
estudiantes a tener la información de
manera fácil, sin pasar por el aprendizaje
de buscar y ubicar información como
parte de su crecimiento como
investigador; entre muchas otras.
Pero lo planteado más que buscar una
relación causal de culpabilidad o
responsabilidad, tiene la intención de
establecer la necesidad imperiosa o
existente en que la Universidad está
responsabilizada de determinar a través
de un estudio la realidad observada,
dando fe de la existencia de una
situación problemática que debe
solventarse en pro de un mejor
desarrollo y crecimiento de todos los que
forman parte de la comunidad upebista.
Si no conocemos con precisión las
fuentes que hacen que el docente no
busque la integración de sus actividades
con las unidades de información,
difícilmente
se
observará
correspondencia entre los diseños
curriculares, bibliografías recomendadas
en ellos y su existencia en la biblioteca.
Tanto el docente, las unidades de
información
y
las
autoridades
pertinentes, deben y están obligados a
tomar acciones para mejorar esta
realidad, que pueden quedar sugeridas
en un estudio de lo descrito.
Considerando que puede ser que los
docentes universitarios necesitan una
formación específica en el área de
información, que les permita superar
esta deficiencia y que les ayude a saber
estructurar su docencia e investigación,
con la biblioteca.
El crecimiento de los docentes
universitarios en niveles de relación con
sus
unidades
de
información,
potenciarían en éstos conductas tales
como la iniciativa, la curiosidad o la
creatividad por la formación, así como
una apertura hacia el consumo y uso
crítico de la información de sus formas y
accesos. Se quiere que los profesores
universitarios sientan que su aprendizaje
y formación en el área informacional es
valiosa para el desarrollo, no sólo su
conocimiento práctico sino también del
metodológico y del teórico, debemos
partir de sus creencias y racionalizarlas
ayudándoles a focalizar el objetivo final;
en definitiva, que sepa gestionar su
tiempo y los nuevos espacios de
enseñanza-aprendizaje que se propician
en la actualidad.
El tema se torna relevante por contribuir
de manera teórica y práctica al
conocimiento de una realidad en una
Institución educativa que puede ser la
representación de muchas instituciones
del mismo orden que sean de iguales
características y presenten realidades
similares e inclusive puede ser una
realidad enmarcada en el contexto
latinoamericano.
27
Este tipo de estudios va también en pro
de la economía de tiempo y recursos de
ambos actores, en cuanto a adquisición
bibliográfica
de
pertinencia,
acondicionamiento de los servicios
bibliotecarios, apertura al docente del
acceso a la bibliografía sin inversión de
sus recursos propios, entre otros.
El investigador es parte de la comunidad
en la que se observa la realidad por lo
que cuenta con el tiempo y los recursos
necesarios y tiene el apoyo institucional
para la realización de acciones que lleven
al continuo mejoramiento de la realidad
educativa en la que se está inmersa.
Busca establecer cambios ya sea a través
de un conjunto de sugerencias a seguir o
de acciones a tomar: elaboración de
cursos, adiestramiento de los docentes,
directrices en cuanta responsabilidad de
trabajo, conformación de comisiones
reales de trabajo conjunto entre los
actores, etcétera. Se debe entonces crear
de manera efectiva esa relación docentebiblioteca, en pro de la universidad y la
excelencia.
Para hacer posible la realización de la
investigación es necesario formular un
conjunto de interrogantes que permitan
despejar las inquietudes del investigador:
¿Cómo
se
visualiza
desde
la
intersubjetividad la interrelación de los
docentes con las unidades de
información?
-¿Cómo satisfacen los docentes sus
necesidades de información?
-¿Cuál es el estado del arte de las
unidades de información en relación a
sus servicios a los docentes?
-¿Cómo es la interacción del docente con
las unidades de información?
-¿Es necesario investigar sobre la
integración del docente con las unidades
de información?
Propósitos del estudio
A la luz de las interrogantes que se
formularon se fijaron los siguientes
propósitos del estudio:
-Describir en la realidad como se da la
relación entre los docentes de la UPELIPB del Sector Este y la biblioteca y/o
centro de documentación.
Conocer como se da el acceso a la
información en el docente universitario
de planta.
Precisar cómo se gestiona la acción
bibliotecaria en cuanto a su prestación
de sus servicios a la comunidad docente.
Determinar
los
elementos
que
intervienen en pro de la integración del
trabajo docente y las unidades de
información.
Construir recomendaciones para
integración docente-biblioteca.
la
ASPECTOS TEORICOS
Se pretende realizar aproximaciones
desde los antecedentes y buscar
definiciones de conceptos claves para el
estudio, considerándose un marco
conceptual que le sirva para comparar y
28
contrastar los resultados
investigación
y no para
categorías.
de la
generar
Al momento de realizar la búsqueda de
información se determinaron los puntos
o áreas de interés, como son: a) estudios
del mismo orden que versen sobre la
capacitación docente en el área de
biblioteca y/o centros de información; b)
centros de información y sus políticas
para llegar a los usuarios entre ellos el
personal docente de instituciones de
educación superior y c) estudios que
verse de teorías en la cuales nos
basaremos o que
servirá de
fundamentación a la investigación como
lo es la relacionada a la formación de
usuarios manejada en la actualidad por la
UNESCO como el DHI: Desarrollo de
Habilidades Informacionales.
Las búsquedas se realizaron de manera
básica en los centros de información de
la UPEL-IPB, UCLA y IUETAEB, y en un
segundo momento en Internet. Trabajo
que ameritó tiempo, en vista que, los
títulos no siempre son buenos
indicadores del contenido y las palabras
claves
no
son
empleadas
adecuadamente,
dispersándose
las
búsquedas y corriendo el riesgo de pasar
por alto documentos de valor para la
investigación.
Los programas de formación docente y
los pensum de pre grado no contemplan
en su mayoría el área relacionada con el
uso y manejo de las unidades de
información como un recurso o
herramienta para su crecimiento y
formación profesional o para el
desarrollo y apoyo de la actividad
docente en una institución de educación
superior. El trabajo de Rodríguez (1994)
que versa sobre la Biblioteca de la UPELIPB no entabla relación entre el centro y
los docentes y los trabajos de grados que
tocan el tópico de formación docente
como los de Paradas (2005), Calzadilla
(2007),
y Araya (2007), no hacen
referencia alguna a las Unidades de
Información ni siquiera como recurso
didáctico; no se establece vínculo alguno
entre los actores del estudio.
Las Unidades de Información en sus
diferentes áreas administrativas no
contemplan en la actualidad proyectos
relacionados con la integración del
docente a la unidad de servicio. En el año
2004 bajo la gerencia del Jefe de la
Unidad de Biblioteca y Documentación se
llevaron a cabo acciones para que se
cumpliese con lo establecido en el
Reglamento Interno de Biblioteca de la
UPEL en su versión definitiva, donde se
establece puntos como: designación de
un docente de planta como el Delegado
de Biblioteca por los diferentes
departamentos
de
las
distintas
especialidades;
reuniones
departamentales y de biblioteca para
tratar planes de acción, entre muchas
actividades. Esos intentos de integración
comenzaron con buen pie pero (F.
Quintana, conversación personal, Junio 1,
2012), no se les dio continuidad y
quedaron reflejados en la sugerencia de
unos 122 nuevos títulos bibliográficos, de
los cuales solo se adquirieron
aproximadamente el 60% por falta de
disponibilidad en el mercado de la
existencia de la bibliografía solicitada.
Posteriormente
no
se
tiene
29
conocimiento si se siguió trabajando en
lo que bien está establecido por el
Reglamento.
Sí bien no se observa relaciones dirigidas
a la integración de estos dos actores
(Docentes-Unidades de Información),
como podemos dar respuestas a las
preguntas que según Naranjo (2008)
deben hacerse en bibliotecas de orden
universitario como: “¿se han involucrado
en la creación de los planes de estudio de
los currículos académicos?...¿Desarrollan
programas de formación de usuarios
encaminados a cumplir con las funciones
misionales?”(p. 1)
Si se parte de esta realidad el papel de
las bibliotecas universitarias está
orientado a su incorporación o activación
de su rol como apoyo al proceso de
aprendizaje, desarrollando iniciativas y
Servicios de Alfabetización Informacional
que según Gómez (2008) puede
realizarse a través de diversas
metodologías y modalidades. Este
término está relacionado con el saber de
cuándo y por qué se necesita
información, donde encontrarla, como
evaluarla, utilizarla y comunicarla de
manera efectiva.
En el estudio de Pirela (2008) se presenta
un análisis sobre la importancia de las
bibliotecas académicas en el contexto de
la posible incorporación de la
Alfabetización Informativa (ALFIN) como
el eje transversal del currículum de la
Educación Superior, los resultados
apuntan a la necesidad de fortalecer en
la formación profesional en las ciencias
de la información, los roles de mediador
y de promotor socio cultural, “basados
en la mediación cognoscitiva y la
intervención
pedagógico-informativa
para contribuir con los procesos de
apropiación crítica de las fuentes, los
medios y las tecnologías de información y
comunicación” (p.2), mas no le da peso al
compromiso del docente en el proceso.
Existe muchos trabajos en el orden de
desarrollo
de
habilidades
informacionales en instituciones de
orden universitario en las cuales se
vislumbra los esfuerzos por el desarrollo
de ALFIN, tanto de modo autónomo
como en cooperación con los docentes,
para que estos asimilen en su actividad
de enseñanza aprendizaje contenidos
que contribuyan al desarrollo de
competencias informacionales. Esta
realidad en la UPEL-IPB se vislumbra
como un proceso largo y difícil por la
lentitud del cambio de la cultura
universitaria y por la existencia de
muchos condicionantes de la enseñanza
universitaria desde el nivel de entrada de
los estudiantes, a las características de la
información científica en las distintas
disciplinas y la confluencia de intereses
en la organización universitaria, como la
correspondencia de necesidades y
asignación y ejecución presupuestaria,
hasta
el
cumplimiento
de
los
reglamentos establecidos.
El reconocimiento de que existe la
necesidad de tener competencias básicas
relacionadas con la capacidad de hacer
un uso eficiente de la información, puede
contribuir a que se genere un verdadero
interés de buscar la integración de las
unidades de información y los servicios
de ALFIN con los procesos docentes.
30
Trabajos como los de la Universidad
Veracruzana (2009), Lau (2008), y Ceretta
(2002), versan en el punto central de la
existencia de una desintermediación
entre el oportuno y necesario acceso y
uso de flujos y centros informativos y el
trabajo docente de formarse, enseñar e
investigar en
los programas de
desarrollo
de
habilidades
informacionales, que deben darse de un
modo planificado en cooperación con los
profesionales
que
gestionan
la
información y los docentes que la
imparten como conocimiento adquirido.
En el estudio toma relevancia la
importancia de la docencia en la
formación universitaria, de la cual Zabala
(2009) registró en su trabajo que algunos
docentes universitarios no creen que solo
la docencia es importante para la
formación universitaria, aparte de una
organización y un ambiente formativo
universitario de calidad; también se
requiere de “la presencia y uso efectivo
de múltiples
recursos puestos a
disposición
de
los
estudiantes:
bibliotecas, salas de computadoras,
lugares de estudio, fuentes de
documentación, etc.” (p. 64).
Entonces, para garantizar una enseñanza
de calidad en la docencia se deben
desarrollar y propiciar varios factores y
uno de ellos son las unidades de
información. El potencializarlas sería
beneficioso para toda la comunidad
universitaria (docentes y estudiantes).
Entre las unidades de información se
entienden bibliotecas, archivos y centros
de documentación y éstas de acorde al
área de información que apoyen se
conceptualizan. En nuestro caso se trata
sobre bibliotecas universitarias la cual
Martínez (1989) define, como aquella
que “…pertenece a una universidad o
institución equivalente y cuyos fondos
bibliográficos están a disposición de los
alumnos para el cumplimiento de los
fines universitarios y bibliotecológicos”
(p. 86) pudiéndose acotar que no solo
está a disponibilidad del estudiantado
como únicos usuarios, también pueden
participar el resto de la comunidad
universitaria como docentes, personal
administrativo y obrero, los cuales se
cuentan entre los usuarios potenciales y
al momento de hacer uso de los servicios
pasan a tomarse como usuarios reales.
La misión de las bibliotecas universitarias
se vincula con la enseñanza (permitir la
transmisión del saber), la investigación
(creación del saber) y la sistematización
(procurar la formación armónica);
aspectos
que
complementan
su
concepción.
La teorización de la realidad que se
pretende estudiar amerita de una mayor
y minuciosa revisión de la múltiple
literatura sobre el tema procurando
adaptarla a la realidad upebista y
fundamentándola en la necesidad de
crear conciencia para la toma de acciones
en Pro de un desarrollo institucional en
búsqueda de la excelencia académica e
investigativa, partiendo de que las
competencias informativas son vitales en
una sociedad basada en el conocimiento
y los caudales de información están ahí,
para quienes tienen competencias (DHI).
31
RECORRIDO EPISTEMOLÓGICO
Para todo estudio es importante revisar
sobre sus doctrinas y el método del
conocimiento científico que lo sustenta,
que no es otra cosa que conocer sobre su
epistemología.
Platón (Atenas, 427-347 a. C) planteó que
el conocimiento de algo es lo que forma
parte a su vez de la verdad y de su
creencia, y por ende desde que apareció
la escritura su intencionalidad se fijo en
la
necesidad
de
plasmar
esos
conocimiento y con ello surgió el trabajo
de tener que conservar y preservar
dichos soportes que contenían la
información.
Los
Grecorromanos
valoraron
la
importancia
del
conocimiento
plasmado
en
los
documentos y trabajaron para la
preservación de las colecciones, sus
espacios y las formas de consulta,
naciendo el término de biblioteca.
Los templos griegos poseían bibliotecas y
archivos y ya en el siglo V a. C. habían
bibliotecas de orden académico como la
de Aristóteles. El Museion en Egipto con
mas de 700.000 volúmenes de obras en
papiros, y la biblioteca pública de Roma
se constituía en el 44 a. C. de mas de
veinte bibliotecas comunitarias.
Posteriormente en la época del
renacimiento y la reforma se crearon
innumerables bibliotecas en Europa. Pero
es posterior a la creación de la imprenta
que
se
revoluciona
el
mundo
bibliotecario con la creación del libro
teniéndose
que
sistematizar
su
ordenamiento y durante los siglos XVII y
XVIII se instruía sobre normas y reglas
para el ordenamiento, espacios y
disposición de los documentos y su
conocimiento.
En el siglo XIX y XX, surgen métodos para
clasificarse los crecientes volúmenes.
Nacieron los catálogos y se trabajó sobre
la accesibilidad a la información de
manera eficiente y rápida.Intervinieron
así las técnicas de reproducción, la
aparición de la informática entre muchas
áreas y las bibliotecas especializadas
surgen como resultado de los distintos
fondos documentales. Y se crearon
asociaciones con la finalidad de
compartir sus conocimientos sobre el
mundo de las bibliotecas.
La biblioteconomía nace con el propósito
de formar profesionales que puedan
manejar las bibliotecas en beneficio de
sus usuarios. Formación basada en un
conocimiento empírico y según Alfaro
(2008) se posiciona ante “la idea de
servicio como entidad definitoria y
sustancial de la biblioteca” (p. 5). La
constante y variadas prácticas en lo que
serían los servicios de bibliotecas dio
como resultado la gestación del campo
denominado bibliotecológico donde se
iniciaba su fase de constitución.
Es la biblioteca históricamente el ente
responsable de almacenar, preservar y
difundir el conocimiento. La misma a
pasados por drásticos cambios tanto
culturales como tecnológicos que la han
ayudado a crecer a formarse y
fundamentarse según sus objetivos que
muchos dependerán de la institución de
la cual se soporte y para la cual existe y
es razón de ser.
32
Las bibliotecas universitarias no escapan
a ese fenómeno de constante cambio y
de los problemas y amenazas que
agobian a su ciencia, ellas sigue siendo el
soporte del saber y de los conocimientos
a pesar de realidades como por ejemplo:
la creciente creencia de la desaparición
del libro como un físico tangible a la cual
Carriére y Eco (2010) responden
pertinentemente; como la creencia de la
desaparición del aula de clases como la
conocemos, ambas desencadenantes
inevitables de una posterior desaparición
de la biblioteca.
documento, biblioteca y usuario, y la
objetividad estará precisada por la
objetividad de los mismos. Si se desea
saber mas sobre la epistemología de la
bibliotecología y de la construcción de su
propia teoría, se debe revisar sobre el
tema partiendo o prosiguiendo con los
trabajos de Alfaro (2005) y (2010), que al
igual que otros profesionales trabajan
arduamente por la determinación y
dilucidación de una epistemología
definitoria
en
apoyo
de
la
fundamentación
teórica
de
la
bibliotecología como ciencia.
Pero después de mas de diez años en el
siglo XXI vemos como las bibliotecas
sigue transformándose, incorporando
herramientas de múltiples áreas del
conocimiento que siguen a su vez en
desarrollo, naciendo nuevas bibliotecas y
otras especializándose aún mas, siempre
permitiendo el acceso abierto a la
información, a ese conocimiento
contentivo en documentos en diversidad
de
soportes y que permiten la
diseminación
de
los
productos
investigativos y a su vez del
conocimiento.
METODOLOGIA DEL ESTUDIO
Cabe preguntar si la solución a los
problemas
de
la
disciplina
bibliotecológica se pueden buscar desde
la construcción de su fundamentación
teórica: conceptos, técnicas y métodos; o
de la que se denomina extra teórica, que
se apoya en otras áreas del conocimiento
(cibernética, psicología, sociología…) las
cuales responden a la inclusión de
herramientas que proveen como áreas.
Lo cierto es que las necesidades del ser
de la disciplina parten de la relación
Se realizó el estudio bajo el paradigma
cualitativo, y el método utilizado fue
fenomenológico,
partiendo de la
premisa que el mundo social es
construido con significados (símbolos)
que el Investigador busca conocer, es
decir, la realidad se constituye mientras
avanza la investigación, recabando las
perspectivas de los diferentes actores
sociales,
quienes
ayudaron
al
investigador a descubrir los significados.
Podemos encontrar que este paradigma
es de índole interpretativo, y que se basa
en un proceso de descubrir. Abarca
enfoques que no se basan en medidas
numéricas, obteniendo la información
del análisis de materiales históricos y de
entrevistas a informantes clave.
De igual manera no hace intento alguno
por sacar conclusiones de carácter firme,
ni de generalizar los resultados a la
población en la que se enmarca la
investigación.
33
Para
respetar
las
características
mencionadas el investigador debió
visualizar el escenario desde una
perspectiva holística y no fragmentada;
buscando comprender; siendo sensible a
los efectos que en las personas cause;
procurando apartar sus propias creencias
y considerando todas y cada una de las
perspectivas como valiosas.
Tendremos
entonces
que
ontológicamente, el estudio planteado es
de carácter relativista sustentado en
realidades sociales. Epistemológicamente
es
transaccional/subjetivista,
reconociendo el papel de la subjetividad
y los valores del investigador en la
construcción del conocimiento. Y
metodológicamente es hermenéutico,
dialéctico, comprensivo,
donde el
Investigador
interpretó
las
construcciones y las discutió con los
actores y en ese intercambio se
transformaron; interpretándose
la
realidad a partir de la desconstrucción y
transformación.El enfoque hermenéutico
de este estudio tiene como misión
descubrir los significados de las cosas,
interpretar lo mejor posible las palabras,
textos y gestos; así como cualquier acto u
obra, conservando su singularidad en el
contexto del que forma parte.
El planteamiento del problema se
desarrolló mediante un razonamiento
inductivo, el contexto del estudio
igualmente
implicó una realidad
determinada pero en un contexto local
como la UPEL-IPB del Sector Este, y para
describirla, se partió de la preparación y
experiencia del investigador como
Bibliotecólogo cuyo tópico de interés en
el inicio de la investigación se basa en
un área de interés amplia.
Para definir el método de una
investigación cualitativa se tomaron
como guía los pasos propuestos por
Maxwell y que según Sánchez (2000) se
determinan
en
cuatro
puntos;
relacionamiento con el grupo o entorno
de la investigación, escogencia de los
sujetos, procedimientos de recolección
de datos, y procedimiento para el
análisis.
Los dos primeros puntos están
relacionados con lo que llamamos
comúnmente definición de la población a
trabajar, determinación de la muestra
precisando los sujetos de estudios y/o
actores. El tercer punto se enmarca en
las técnicas e instrumentos de
recolección de datos o información; y el
cuarto
punto
se
describe
el
procedimiento de análisis de los datos o
información recolectada.
Sujetos de estudio
La población a trabajar se enmarcó en
dos categorías la conformada por los
Docentes de planta de la UPEL-IPB del
Sector Este y los Gerentes y Personal de
la Unidades de Información de ese
mismo sector. La elección de quienes
conformaron la muestra fue no aleatoria
y bajo los criterios de antigüedad mayor
a cinco años: 2 docentes y el supervisor y
asistente del servicio. Cabe destacar que
el Investigador es un actor social
(Coordinador de Biblioteca).
34
Recolección de la información
Entre las técnica con que se trabajó están
la lectura y revisión de documentación:
estadística de usuarios del servicio; la
reflexión de la información encontrada e
interpretación;
entrevistas
a
los
diferentes actores intencionadas en
descubrir y precisar cómo se da la
relación entre los dos entes involucrados;
análisis de discurso y/o análisis de
contenido.
Las entrevistas buscaron saber que tanto
conocen los docentes de la biblioteca y/o
centro de documentación, como
trabajaron la bibliografía contentiva de
los pensum, como se da el proceso de
búsqueda en el docente, que actividades
se realizan en las bibliotecas para llegar
al docente, entre los aspectos
fundamentales.
Estudio de la información recabada
La realidad emergió después de
recolectada la información, al construirse
categorías (que pasaron por el trabajo de
sustentar, triangular, validar), y que
culminó con la elaboración del propósito
inicial que involucraba: búsqueda de
significados, conocimiento de emociones,
comprensión de vivencias, entre otros. La
realidad resultante fue interaccional y
discursiva,
surgiendo
de
las
conversaciones, las acciones que
posibilitaron
su construcción. Una
representación de lo que se recabó, se
observa a continuación: (Docentes =
necesidades
de
información=U.I.+
Colección bibliográfica)
Esa expresión es representativa de la
abstracción de la idea inicial que se
poseía antes de iniciar el estudio y es
representativa de lo que se encontró
como una realidad social observada por
el Investigador y sustentada por los
informantes clave de la UPEL-IPB. La
teorización
del
fenómeno
por
denominarlo de algún modo busca o
persigue la concientización del rol del
docente y su interdependencia con las
unidades de información (U.I.) para la
búsqueda de la excelencia, en el
enriquecimiento
de
la
colección
bibliográfica y por ende de todos sus
servicios.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El docente reconoce que no realiza
investigaciones
bibliográficas
al
momento de planificar su labor como
docente. De igual manera no revisa o
corrobora la existencia de la bibliografía
recomendada en el programa de su
cátedra en las bibliotecas. Todo su
proceso investigativo es cubierto con
materiales que ya posee; o bien, otro de
los medios por el cual ubica y recupera
una parte de la información bibliográfica
que soporta su cátedra es obtenida de
internet que consulta en oportunidades
en su casa o eventualmente desde su
computador personal a través de la red
de la universidad.
Al momento de ser entrevistado el
docente reconoce que es un error no
consultar la biblioteca ya que no revisan
la bibliografía existente y por ende
desconocen si su estudiantes tienen
acceso a la misma. Pero no existe una
intencionalidad en no acudir a las
unidades de información, es mas bien
35
una cuestión de causalidad al tener
acceso a la información por otras vías y
recursos.
Los docentes realizan adquisiciones de la
bibliografía a nivel personal con sus
recursos propios.
El personal de la biblioteca dicen que es
muy extraño ver a un docente consultado
o revisando la existencia bibliográfica en
la biblioteca. Solo algunos docentes
contratados se preocupan por realizar
dicha revisión.
Esa
desvinculación
repercute
negativamente en las bibliotecas ya que
las mismas están ajenas de las
necesidades
bibliográficas,
si
los
docentes no realizan observaciones
sobre el tema de interés.
Si los docentes acuden al servicio se
podrían tener solicitudes de bibliografía
no existente o aumento de ejemplares de
la que si se posee pero que no son
suficientes. Sus requisiciones tendrían un
gran valor que incidiría directamente en
el fortalecimiento de la colección
bibliográfica y no bibliográfica.
Con respecto a la colección no
bibliográfica la misma no es adquirida
precisamente por desconocer las
necesidades, que podrían ser canalizadas
por los docentes.
Si se fortalece el vínculo docentebiblioteca, transmitiendo y dando a
conocer las necesidades existentes, la
colección bibliográfica se fortalece.
Parece sencillo pero hace falta una
campaña de concientización por parte de
la biblioteca invitando al docente a
participar en las unidades de información
haciendo saber sus requerimientos
informacionales. Si esto se da, la
biblioteca tendría las herramientas para
requerir y justificar un mayor monto
presupuestario
Este breve estudio podría servir para
motivar a los entes involucrados y ser el
punto de inicio de ese proceso reflexivo y
concientizado que se requiere para
iniciar un cambio de la realidad
desvinculante
entre
docentes
y
bibliotecas.
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