QUE REFORMA EL ARTÍCULO 224 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, A CARGO DEL DIPUTADO OCTAVIO MARTÍNEZ VARGAS, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD El suscrito, Octavio Martínez Vargas, diputado federal integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71 fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, suscribe la presente iniciativa, y somete a consideración de esta soberanía el proyecto de decreto que reforma y adiciona el artículo 224 del Código Penal Federal, en atención a la siguiente: Exposición de Motivos De acuerdo con la reforma al Código Penal Federal publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de enero de 1983, el enriquecimiento ilícito está tipificado como un delito de los servidores públicos; existe cuando un servidor público no pude acreditar el legítimo aumento de su patrimonio o la legítima procedencia de los bienes a su nombre o de aquellos respecto de los cuales se conduzca como dueño, en los términos de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. El legislador, cuando estableció este delito, tuvo la intención de proteger el patrimonio del Estado; es decir, las sumas de dinero que por razón del cargo deben ser manejadas por el servidor público en cuestión para el cumplimiento de las metas y de los programas asignados en los respectivos planes de desarrollo aprobados por el Estado. La norma jurídica vigente no es suficiente, la sanción que actualmente dispone el artículo 224 del Código Penal Federal respecto al enriquecimiento ilícito ya no se ajusta a la realidad. Ahora bien, si un funcionario público no comprueba la legítima procedencia de 275 mil pesos, se sanciona con penas de tres meses a dos años de prisión; o bien, puede pagar una multa de mil 600 pesos. Y, cuando el enriquecimiento ilegal del funcionario público llega a exceder la cantidad de 275 mil pesos se impondrá una pena de dos a catorce años de prisión, una multa de trescientas a quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal y destitución e inhabilitación de dos a catorce años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos. Como podrán observar las penas no se ajustan a la realidad, y nos preguntamos: ¿Con qué confianza los mexicanos volveremos a aceptar a un servidor público que fue deshabilitado por enriquecimiento ilícito? Las sanciones son tan accesibles que permiten al delincuente volver a delinquir. Necesitamos poner un freno a tanta corrupción; por ello, la propuesta que presento consiste en elevar el delito de enriquecimiento ilícito a grave, que no alcance multa, y aumentar la pena corporal de siete a quince años para aquel que no exceda del equivalente de mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal. Y cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito exceda del equivalente a mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, es decir, cincuenta y cinco mil pesos, se impondrán de dieciséis a treinta años de prisión. Para ambos casos, al momento de cometerse el delito también procederá la destitución e inhabilitación permanente para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos. Es la única vía para combatir a todos los funcionarios corruptos y que piensen dos veces antes de incurrir en el delito. Por lo anteriormente expuesto, pongo a la consideración de la Comisión Permanente la presente iniciativa con proyecto de Decreto Capítulo XIII Enriquecimiento Ilícito Artículo 224. … … … … … Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito no exceda del equivalente a mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de siete a quince años de prisión al momento de cometerse el delito, y destitución e inhabilitación permanente para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos. Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito exceda del equivalente a mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de dieciséis a treinta años de prisión, al momento de cometerse el delito, y destitución e inhabilitación permanente para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos. Artículo transitorio Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Dado en el salón de sesiones de la Comisión Permanente, a 14 de enero de 2009. Diputado Octavio Martínez Vargas (rúbrica)