PREPARANDONOS PARA RECIBIR AL BEBE Prepararse física, psicológica y emocionalmente para la llegada de un hijo, es una manera de manifestar desde el embarazo el inmenso amor que somos capaces de dar a esa pequeña extensión de nuestras vidas. Cuando los padres se nutren de información adecuada pertinente al embarazo, vinculación con el bebé intrauterino, bienestar fetal, conducta a seguir durante el parto, lactancia materna y cuidados del recién nacido, están logrando una actitud positiva desde el comienzo, la cual favorecerá en alto grado el desarrollo y nacimiento del bebé. ¿Por qué prepararse para la llegada de un hijo? Hace unas décadas atrás, para muchos la sola idea de prepararse para el nacimiento de un hijo resultaba risible. Bastaba con “alimentarse bien” y esperar dulcemente 9 meses hasta que se presentaran los “terribles dolores de parto”, tan bien narrados por abuelas, tías y hasta nuestras propias madres, quienes competían por haber sido las más sufridas en tal acontecimiento. Afortunadamente esta situación ha cambiado y actualmente los futuros padres se preocupan por obtener la información adecuada que les permita desarrollar una conciencia gestacional para enfrentar con alegría y confianza la llegada y el cuidado del bebé. ¿Dónde obtener la preparación necesaria? Existen varias maneras, por ejemplo: la lectura de libros que brinden información sobre el, embarazo, nacimiento y cuidados del bebé. Otra forma es asistir a cursos destinados a este fin. Muchas personas los siguen llamando cursos psicoprofilácticos. Personalmente yo prefiero nombrarlos como cursos de educación prenatal, porque envuelven mucho más que la preparación para el parto en sí. Esta modalidad ofrece ventajas indudables para los padres, ya que al compartir con otras parejas embarazadas, se sienten apoyados en esa incesable búsqueda de información que persigue disminuir la angustia que representa a veces el enfrentar un acontecimiento trascendental: el nacimiento de un hijo. La sola lectura de libros no permite lo anterior y siempre escuchar la clase de un instructor permite aclarar dudas y beneficiarse de la atención personalizada. Estos cursos se ofrecen en instituciones públicas y privadas, tales como hospitales, clínicas privadas, institutos privados de maternidad, donde profesionales como docentes universitario ,matronas, psicólogos, enfermeras y médicos los imparten. El contenido de estas clases es básicamente el mismo, pudiendo existir variaciones el cuanto al enfoque que imprime el docente, número de clases, el horario y el costo. ¿Cómo elegir un curso o taller adecuado? Es importante indagar sobre varios aspectos tales como: 1) Antecedentes del docente: ¿Es un docente universitario, matrona, psicólogo, médico, enfermera, asistente social? ¿Tiene experiencia en la asistencia a partos?¿Trabaja con un equipo de médicos en particular? Si es mujer: ¿Ha tenido hijos? ¿Podría el instructor acompañar en el momento del parto, en caso de que se necesitaran sus servicios? 2) Enfoque del curso:¿ Ofrece una amplia información sobre el proceso del parto natural y sobre la posible intervención médica que pudiera presentarse, técnicas y aparatos que pudieran utilizarse, ventajas y desventajas? ¿Se toman en cuenta los aspectos emocionales involucrados en el embarazo, parto, post-parto y cuidados del bebé? Ofrece charlas de médicos especialistas? ¿Está contemplada una visita a la sala de partos y retén de niños sanos? ¿Se ofrece asesoría en cuanto a lactancia materna? 3) Otros: Un buen curso o taller debe apoyar sus clases con recursos o medios audiovisuales, debe permitir a los padres participar activamente en el proceso de aprendizaje. Debe brindar material de apoyo que ayude a “ refrescar lo aprendido” . Y entre otros aspectos, el lugar donde se dicta debe ofrecer seguridad, tanto personal como para los vehículos. 4) El número de clases también es importante. Podemos desconfiar de un curso donde solo se impartan 3 o 4 clases. Por lo general el número de clases varía entre 9-12 clases o más, pudiendo existir variaciones. ¿Es verdad que la asistencia a estos cursos garantiza un parto sin dolor? Uno de los principios básicos de la preparación para el nacimiento es que la educación elimina el temor. Es bien conocida la relación entre temor-tensión-dolor en relación al parto. Sabemos que el temor causa tensión la cual aumenta innecesariamente el dolor, lo que causa más temor, tensión y dolor estableciéndose un círculo vicioso. La preparación al parto previene este síndrome preparando a las parejas para la realidad del nacimiento. No pretendo afirmar que el seguir un curso prenatal es tomarse una pastilla para no sentir nada, esto es falso. Las parejas preparadas adquieren recursos y técnicas para aceptar, asumir y acompañar a las contracciones, con mayor o menor dolor, teniendo siempre presente que el camino del trabajo de parto tiene una bella recompensa o premio: el bebé tan esperado. La embarazada y su pareja aprenden técnicas de relajación neuromuscular, posiciones antálgicas, respiraciones durante la dilatación del cuello uterino y como realizar el pujo del bebé durante el período expulsivo. El educador prenatal tiene una gran responsabilidad en cuanto a diferenciar la sutil línea que existe entre educar a la pareja o atemorizarla. Estoy segura que ninguna persona en este siglo se sorprende en saber que el parto involucra dolor, en mayor o menor grado. La diferencia está en que las parejas preparadas asumen una actitud bien distinta, aceptan las contracciones, utilizan recursos, trabajan juntos, participan, se apoyan mutuamente y tienen después un bello recuerdo del nacimiento. Por supuesto todo esto funciona si el medio ambiente ayuda, la madre se podrá relajar si se le permite adoptar una posición cómoda para ella, si se puede mover con libertad, si las personas alrededor son útiles y no entorpecen , si su pareja está con ella, y si no se utilizan aparatos en forma rutinaria que a menudo no son absolutamente necesarios. ¿Quién nos puede dar información sobre los cursos? En ocasiones es referido por el obstetra que atiende el embarazo, quien estará enterado de la metodología seguida por un curso determinado, conocerá a la persona responsable de impartir las clases y tendrá contacto con ella. también, a través de referencias de amigos o familiares. Existe en Vzla la Asociación Nacional de Educación Prenatal, de la cual soy miembro, (ANEP) quien también puede brindar tal información necesaria. Puede consultarse su página WEB: www.anep.org.ve. En Caracas existen varios centros de Educación Prenatal, En el interior del país también existen cursos de Educación Prenatal en las diferentes ciudades. ¿En qué consiste el curso de educación prenatal que usted dicta? A través un curso integral, concebido para las pareja, se prepara a los futuros padres, atendiendo sus necesidades individuales, asesorándolos y brindándoles la información necesaria sobre los aspectos relacionados con el embarazo, nacimiento y cuidados del recién nacido: Preparación práctica para manejar las contracciones del trabajo de parto. Preparación teórica: Salud y embarazo. Ejercicios prenatales. Nutrición. Vinculación con el bebé intrauterino y estimulación fetal. Trabajo de parto natural. Intervención médica durante el parto y cesárea. Post-parto. Lactancia Materna. Primeros cuidados, higiene, estimulación y masajes del bebé. Visitamos la sala de pre-parto, la sala de parto y el retén. Las clases del bebé las hacemos con bebés de verdad. A las clases de lactancia están invitadas las abuelas, porque considero que el éxito en la lactancia depende en gran parte del apoyo familiar e incluyo charlas con especialistas en obstetricia, pediatría y lactancia. Observamos videos alusivos a cada clase en particular. A través de una información clara y precisa, con un lenguaje adecuado, se aclaran las dudas que los padres no pueden resolver a través de la lectura o no tienen tiempo o se olvidan de preguntar en la consulta de su médico, de manera que lleguen al parto preparados y que nada les tome por sorpresa. Lic. María de los Ángeles Badenes Educadora Prenatal. Consultora Certificada en Lactancia Materna Teléfonos: Policlínica Metropolitana : 908.02.42. Celular : 0416.635.71.06