informe de diagnóstico institucional y de la seguridad ciudadana en

Anuncio
INFORME DE DIAGNÓSTICO
INSTITUCIONAL Y DE LA
SEGURIDAD CIUDADANA EN EL
DISTRITO NACIONAL
Septiembre 2006
1
Índice
Capítulo I
El contexto nacional y regional del Caribe. Aspectos conceptuales de la criminalidad
y la seguridad ciudadana.
1.1 El contexto nacional y regional del Caribe……………………………… pág.11
1.2 Aspectos conceptuales de la seguridad ciudadana……………………… pág.16
Capítulo II.
Descripción territorial, demográfica y socio-económica del Distrito Nacional y sus
munícipes………………………………………………………………….. pág.19
2.1 Características socio-demográfica del Distrito Nacional, según circunscripciones y
barrios……………………………………………………………………….. pág.21
2.2 Características socio-demográfica de los residentes en el Distrito Nacional... pág.25
Capítulo III.
La evaluación situacional de la criminalidad y de las muertes violentas en el
Distrito Nacional..…………………………………………………………… pág.29
3.1 La incidencia de la criminalidad compleja en el Distrito Nacional..……….. pág.49
3.2 La droga en la República Dominicana y su incidencia en el Distrito Nacional pág.50
3.4 La situación carcelaria de República Dominicana y el Distrito Nacional…… pág.54
3.5 La dimensión subjetiva de la criminalidad…………………………………... pág.58
3.4.1 Preocupaciones y necesidades insatisfechas de la Población de la Capital... pág.58
3.4.2 Principales problemas que están afectando la vida cotidiana en los barrios...pág.59
3.4.3 Los valores y modos de vida más apreciados por los/as capitaleños/as en la
construcción de sus proyectos de vida…………………………………………… pág.62
3.4.4 La percepción social del estado de los servicios en los barrios……………. pág.64
3.4.5 Soluciones que en el rol de asesor del Alcalde dan los munícipes a los problemas
que afronta el Distrito Nacional……………………………………………………pág.66
3.4.6 La delincuencia y su percepción social entre los residentes de la capital...... pág.67
3.4.7 La victimización en los residentes del Distrito Nacional………………… pág.72
3.4.8 La percepción social de la corrupción y de la incidencia de la droga……… pág.74
3.4.9 La estigmatización social de los que pasan por prisión..…………………… pág.74
3.4.10 Las instituciones vistas desde la percepción social de los capitaleños/as…pág.75
3.4.11 Sugerencias al gobierno central para reducir la criminalidad………….…. pág.75
3.4.12 Factores que en la percepción social de los munícipes contribuirían a la seguridad
ciudadana en el Distrito Nacional……………………………………………….. pág.76
Capítulo IV
4.1 Aspectos normativos e institucionales de la Seguridad Ciudadana en República
Dominicana y en el Distrito Nacional……………………………………………pág.78
4.2 Aspectos normativos e institucionales del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
…………………………………………………………………………………….pág.80
4.3 Autoridades superiores del Ayuntamiento del Distrito Nacional. Misiones y
funciones………………………………………………………………………… pág.82
4.4 La seguridad ciudadana en el ámbito del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Enfoques y características………………………………………………………. pág.83
Líneas de acción recomendadas para el fortalecimiento de la seguridad ciudadana
en el Distrito Nacional…………………………………………………………. pág.89
2
Actores que contribuyeron a este diagnóstico………………………………… pág.91
Bibliografía……………………………………………………………………… pág.93
Anexos…………………………………………………………………………... pág. 95
3
Referencia introductoria del Sr. Niky Fabiancic, Representante en República
Dominicana del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.
Informes que comparan cifras y hechos acerca de temas relacionados con política,
justicia, pobreza y seguridad en los países de América Latina, como el ‘Informe sobre la
Democracia en América Latina’ nos muestran en general para República Dominicana
cifras relacionadas al crimen que son significativamente mas bajas que aquellas de los
países que nos rodean e incluso mas bajas que el promedio de la región. No obstante,
encuestas como la DEMOS o el Latino barómetro nos muestran cada año un incremento
de la sensación de inseguridad pública.
Esta denomina “percepción ciudadana de inseguridad” es uno de los aspectos claves a la
hora de analizar cualquier política pública o programa de Seguridad Ciudadana. La
misma se convierte en una de las preocupaciones principales que manifiesta la
ciudadanía en las sociedades Latinoamericanas. Preocupaciones manifiestas que en
muchas de ellas van creciendo por encima del desempleo, la sanidad y la educación y
forman un nuevo reto de las sociedades actuales, de los Estados, como garantes de la
salvaguarda del bienestar de la ciudadanía, y para el desarrollo humano de sus
ciudadanos.
Sin el afán de querer debatir o dudar las cifras sobre las cual se basan las encuestas y los
informes, es un hecho que las estadísticas judiciales y policiales en República
Dominicana no son unívocos y por consecuencia distan de ser fiables. Por consecuencia
las políticas acerca de la seguridad ciudadana han sido basadas en general sobre la
sensación de inseguridad pública, incrementando la represión en vez de solucionar los
problemas por sus raíces.
Para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la seguridad
pública o ciudadana es un problema integral, no solamente relacionado al crimen, el
narcotráfico, el terrorismo y la violencia, sino también relacionado a problemas sociales
y económicos. Así, es vista como un asunto relacionado directamente con el respeto por
la vida y la dignidad. Además el PNUD reconoce que el problema de seguridad y
convivencia ciudadana tiene sus raíces a nivel local, ya que allí los problemas son
vividos y sentidos por los ciudadanos. No obstante, las soluciones deben ser integradas
y por consecuencia buscadas a dos niveles. El Estado debe garantizar el estado de
derecho y proveer políticas sociales y económicas que garantizan los derechos
ciudadanos y la seguridad pública. Los gobiernos locales tienen, a su vez, la obligación
de crear un ambiento seguro, garantizando vías publicas seguras, agua y saneamiento,
recogido de basura, etc.
Lo antes descrito presenta el problema como un tema transversal, para el cual se
requieren soluciones integradas. No obstante, para ser efectivo no solamente se
requieren soluciones desde el lado del Estado, también hace falta una activa
participación de la ciudadanía, reconociendo que son ellos los actores que de mas cerca
conocen los problemas y los que mejor saben evaluar la efectividad de las soluciones
planteadas.
El actual Diagnostico Institucional y de la Seguridad Ciudadana en el Distrito Nacional
ha nacido a raíz de los problemas y los convencimientos arriba mencionados. Es para
República Dominicana una primera aproximación para medir los problemas que existen
4
acerca de la seguridad ciudadana, la violencia y el crimen y describir sus raíces. Por ello
este diagnostico no pretende ser un trabajo que presenta nuevas estadísticas, ni nuevas
causas. Lo que si hace es que por primera vez trata de cruzar distintas fuentes de
información y que presenta una visión integrada del problema desde una perspectiva
local.
Con la publicación de este diagnostico el Ayuntamiento del Distrito Nacional y el
PNUD cumplen con uno de los objetivos mas importantes del proyecto de “Provisión de
cooperación técnica para mejorar la seguridad ciudadana en la República
Dominicana”, ya que para captar toda la información ha sido necesaria la cooperación
de varias instituciones, como la ONE, el Ministerio Publico, la Policía Nacional,
organizaciones de base de los distintos barrios de la ciudad y la Secretaria de Interior y
Policía. El mismo les ha servido y les servirá a estas organizaciones para definir
políticas públicas acerca del mismo tema y también, tal como esperamos, para seguir
cooperando entre ellas. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo está y
estará comprometida para brindar el apoyo y la asistencia técnica requerida por las
instituciones y los ciudadanos y las ciudadanas Dominicanas.
Niky Fabiancic
Representante PNUD
en República Dominicana
5
Referencia introductoria del Sr. Roberto Salcedo, Alcalde de la Ciudad de Santo
Domingo de Guzmán, Distrito Nacional.
El documento que presentamos, "Diagnóstico Institucional y de la seguridad Ciudadana
en el Distrito Nacional", ha sido el resultado de un interesante y relevante esfuerzo de
coordinación interinstitucional entre el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), la Policía Nacional, la Fiscalía del Distrito Nacional, la
Procuraduría General de la Republica, la Secretaria de Estado de Interior y Policía y el
Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Este esfuerzo de coordinación, se ha realizado en el marco del proyecto de "Provisión
de Cooperación Técnica para Mejorar la Seguridad Ciudadana en la Republica
Dominicana", ejecutado con el concurso de las instituciones mencionadas bajo la
coordinación del Gobierno de la Ciudad de Santo Domingo.
En lo que respecta al informe propiamente dicho, es importante resaltar los hallazgos
que nos permiten delimitar en términos conceptuales y metodológicos, o en términos
equivalentes, la formulación de políticas y de estrategias de intervención para el
abordaje de la problemática de seguridad ciudadana en el contexto de la ciudad de Santo
Domingo. Entre esos hallazgos cabe resaltar:
•
•
•
•
La complejidad consustancial al tema de la seguridad en Santo Domingo, que
demanda de un profundo cambio de paradigma y orientación de los enfoques
circunstanciales y reactivos hacia puntos de vistas orientados al desarrollo
humano local.
La delimitación geográfica de las áreas con mayores dificultades en materia de
seguridad ciudadana en el Distrito Nacional: las circunscripciones dos y tres.
La focalización sociodemográfica o identificación de la franja de grupos de edad
y sexo significativamente concernidos con la problemática en cuestión en las
circunscripciones referidas: el grupo comprendido entre los 18 y 29 años de
edad.
La especificación de las causas y las tipologías del delito más allá de su
enunciación retórica o como lugar común de la discusión pública y mediática del
tema: la falta de oportunidades laborales en un sentido mas amplio que el
termino "desempleo"; los bajos niveles educativos y de instrucción vocacional;
la violencia intrafamiliar, los delitos contra la propiedad, entre otros,
debidamente documentados y referenciados en términos socio urbanos y
económicos.
Los hallazgos anteriores, hacen de este diagnostico por si mismo un instrumento con
una singular doble condición: un necesario documento de referencia para la apropiada
intelección de la problemática en cuestión y por si mismo, una herramienta valida para
la formulación y orientación metodológica de las estrategias de intervención y abordaje
de la problemática de seguridad ciudadana.
Una reflexión de fondo que se deriva de los cuadros, tablas y gráficos, es que en esencia
la problemática de seguridad ciudadana es una cuestión de derechos y deberes
ciudadanos. Es decir, derechos que han sido conculcados a grandes segmentos
demográficos generando exclusión y pobreza, derechos jurídicos y también derechos
sociales: oportunidades de educación, empleo, salud, recreación, que han traído como
6
consecuencia que ciudadanos e instituciones incumplan sistemáticamente con sus
deberes y compromisos cívicos.
En lo que respecta al proyecto y como se ha dicho precedentemente, el diagnostico en
seguridad ciudadana constituye un resultado de partida para otros igualmente
interesantes de productos. Entre ellos cabe mencionar: la formulación de la estrategia
de seguridad ciudadana; la elaboración del Manual Cívico Ciudadano, orientado al
desarrollo de una ciudadanía responsable; el Observatorio Ciudadano, definido como
un sistema de gestión, desarrollo, monitoreo y divulgación de información sobre la
materia; el programa de formación, en el marco del cual se han impartido los
diplomados en "Políticas Publicas de Seguridad Ciudadana" y en "Seguridad
Ciudadana, Investigación y Análisis de la Criminalidad y Estrategias de Prevención
Comunitaria desde los marcos Conceptuales de la Policía Nacional". El primero fue
coordinado conjuntamente con el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y
contó con la participación en calidad de facilitadores, de reputados expertos regionales
en seguridad publica y ciudadana, mientras que el segundo se ha focalizado en el tema
de la actuación policial.
Es fundamental acotar que el mantenimiento de la seguridad publica es de acuerdo al
ordenamiento jurídico vigente una competencia "primaria e indelegable" del Estado por
medio de la Secretaria de Estado de Interior y Policía y la Policía Nacional. En tal
sentido, la participación del gobierno local se realiza en el marco de lo que las leyes
permiten y sobre todo tomando en cuenta la proximidad que tiene el Ayuntamiento con
las y los ciudadanos.
Por tanto, desde la perspectiva municipal la seguridad ciudadana constituye una materia
transversal conjunto de intervenciones urbanas auspiciadas desde el gobierno local, que
tiendan a mejorar la calidad de vida urbana, la calidad y cobertura de los servicios
municipales, las mejoras de infraestructura y equipamiento del espacio publico y en
especial, de la promoción de una convivencia ciudadana que fortalezca el capital social
de nuestro Santo Domingo.
Por ultimo, es importante aseverar que así como este proyecto pudo convocar a diversos
actores institucionales, los esfuerzos por implementar una estrategia de seguridad
ciudadana no pueden tener menor capacidad de participación publica privada, ya que en
un país como la República Dominicana y una ciudad como Santo Domingo, orientada la
economía de servicios, la seguridad ciudadana no puede ser una asignatura de
importancia marginal. De su calidad depende tanto nuestra capacidad de hacernos mas
competitivos en el sector turístico y de procurar la inversión de capitales internacionales
que nos ayuden a construir una sociedad y ciudad más prosperar e incluyente.
Agradezco en mi calidad de Alcalde, el esfuerzo de las instituciones colaboradoras
concernidas con el proyecto y en particular del equipo de trabajo de nuestra institución
que ha asumido el proyecto como un desafío que va más allá del compromiso político o
profesional.
Roberto Salcedo,
Alcalde de la Ciudad de Santo Domingo.
7
Introducción
Este trabajo pretende ser un diagnóstico de carácter preliminar y exploratorio que
incluye dos dimensiones de cuestiones relacionadas con la seguridad ciudadana en el
ámbito del Distrito Nacional. Por un lado el comportamiento y evolución de la
criminalidad y la violencia en el mencionado distrito, y por el otro, se refiere a aquellos
aspectos normativos e institucionales relacionados con el diseño, planificación y
coordinación de políticas en materia de seguridad ciudadana en el ámbito del
Ayuntamiento del Distrito Nacional.
La descripción y el análisis de las problemáticas objeto de ambos diagnósticos, se
ejecutaron, en el primer caso, en correspondencia con los paradigmas teóricos y
axiológicos de la criminología contemporánea y de las organizaciones internacionales
como el PNUD, vinculadas a los conceptos de desarrollo humano y seguridad humana,
promovidos desde inicio de la década de los 90, y donde el respeto por la vida y la
dignidad humana centran los análisis del tema objeto de diagnóstico. En cuanto al
segundo, siguiendo como parámetro los lineamiento establecidos en relación a la
formulación de diagnósticos institucionales en materia de seguridad por parte del
PNUD.
Como limitaciones de este informe debemos señalar, en primer término el poco tiempo
con que se contó para acometer esta evaluación diagnóstica, la dispersión o inexistencia
de la información y la lentitud, con que esta, fue brindada a los consultores. Igualmente,
los resultados que se brindan tienen que ser valorados como no conclusivos, pues han
sido producto del análisis de la información primaria, secundaria y de encuestas y
dinámicas de grupo realizada por los consultores y otros autores, que representan sólo
una parte de la realidad de lo que acontece en la capital, en los temas de criminalidad y
seguridad ciudadana.
El informe contará con una Introducción, en la cual se efectúa una breve descripción del
objeto sobre el cual se realizo el trabajo y se brindan de manera sintética algunas
características del mismo y de la manera en que este se desarrolló. El Capitulo I esta
dedicado a la descripción del contexto nacional y regional en materia de seguridad
ciudadana y de aspectos conceptuales en materia institucional, al respecto. El Capítulo
II está dirigido a efectuar una descripción territorial, demográfica y socio-económica del
Distrito Nacional, dando cuenta de algunos indicadores que inciden dentro del
fenómeno objeto de evaluación. El Capitulo III hará referencia a la dinámica situacional
de la seguridad en el Distrito Nacional, tanto a lo concerniente a la dimensión objetiva
de la seguridad, haciendo comparaciones con algunas provincias con características
similares (Santo Domingo y Santiago de los Caballeros) y a nivel regional; como al
análisis de la dimensión subjetiva de la seguridad, los valores y modos de vida
legitimados por los capitaleños. Finalmente en el Capitulo IV, se desarrolla una
descripción del marco legal, normativo e institucional referido a la seguridad ciudadana
en el Distrito Nacional y una descripción de la visión y las dependencias del
Ayuntamiento dedicados a funciones de seguridad ciudadana, presentándose asimismo
un conjunto de recomendaciones, al respecto.
8
Capítulo I
El Contexto Nacional y Regional del Caribe. Aspectos Conceptuales de la
Criminalidad y la Seguridad Ciudadana
1.1 El Contexto Nacional y Regional del Caribe
La criminalidad como fenómeno socio-cultural histórico de carácter complejo, es
asumido por la literatura criminológica y de referencia de las organizaciones
internacionales, condicionado por las características de cada etapa histórica, de la
evolución de la sociedad civil y su relación funcional o disfuncional con el sistema
socio-económico y político, ya sea de una región, país, estado, provincia o como en este
caso capital de una nación, como lo es el Distrito Nacional.
La evolución de este fenómeno social no puede verse alejada del contexto regional y en
especial del Caribe, condicionado por las características socio-culturales que han
incidido históricamente en la construcción tanto de la identidad nacional como en los
proyectos de nación que, hasta el momento, no han llenado las expectativas de sus
ciudadanos, en lo que a seguridad de desarrollo humano, respecta.
En este sentido se puede aducir múltiples factores causales1, entre los más importantes
mencionaremos:
La herencia cultural de una violenta colonización que culminó en el
genocidio de la población aborigen y el desarraigo violento, de su medio
socio-cultural, de la población africana. Este proceso no sólo fue
mediatizado por el ejercicio de la violencia sino también por altos niveles
de corrupción; ambos fenómenos desarrollados e interiorizados
estructuralmente y psico-socialmente dentro de los diferentes estratos
sociales en el Caribe.
Modelos autoritarios que han permanecido hasta nuestros días y que han
estimulado el desarrollo de una clase política acostumbrada a este tipo de
forma de expresión, tanto en la ejecución de la gerencia de los destinos
nacionales como en la proyección y el ejercicio político en la oposición.
En este sentido, se destaca el desarrollo de una violencia institucional e
institucionalizada por la presencia de dictaduras, golpes de estado y una
historia de construcción democrática muy frágil.
Ausencia de una Política Social estable y coherente con un proyecto de
nación y ciudadanía que llene las expectativas de la población como capital
humano y dentro de la cual sea insertada una Política Criminal orientada a
la prevención como fórmula efectiva para frenar la espiral de violencia
social y el desarrollo de formas de vida auto sostenibles, participativas y de
convivencia ciudadana.
1
Existen dos trabajos sobre la temática en el área caribeña del reverendo Cela en Cuadernos de la
Reforma, República Dominicana y otro de Milán Acosta, G. sobre “La anomia social en el Caribe”
(FLACSO, 2001)
9
En este sentido, a lo largo de esta última década la sociedad ha visto la
promoción e “implementación” de diversas políticas dirigidas al control de
la criminalidad, de carácter esencialmente reactivo, parcial y discontinuo
en el tiempo, que al final muestran su poca efectividad e incrementan la
desvalorización de las gerencias políticas y de las instituciones
involucradas en ellas.
Procesos de corrupción extendidos dentro del entramado socio-político y
económico nacional que, hasta el momento, cuentan con un alto nivel de
impunidad y que unido a los altos índices de pobreza, han ido
incrementado, paulatinamente en el tiempo, la tolerancia ante ciertos
delitos, como respuesta a los vacíos de una deficiente política social y una
inexistente política criminal que haga valer los valores de un desarrollo
humano orientado a la sostenibilidad, por la capacidad, el esfuerzo personal
y el respeto a las normas de convivencia social.2
En este escenario histórico que vive el país, se aplica el concepto trabajado
por E.R. Zaffaroni de realismo criminológico marginal en el que se señala
la relación (i) dominio-poder-discurso, (ii) el poder controlador disciplinario
de la Policía, Ejército y Medios Masivos de Comunicación (iniciado desde
la colonización), (iii) el ejercicio del control hacia los sectores de mayores
carencias, (iv) una alta población penal en prisión preventiva, instituciones
violentas y violatorias de los derechos humanos, carentes de las más
mínimas condiciones para la convivencia humana y (v) una alta
estigmatización y exclusión social de la pobreza y de aquellos que han
pasado por el Sistema de Justicia Penal.
Unido a lo anterior, se ha conformado, en las últimas décadas, amplios
procesos de anomia social, cuyas causas al igual que el delito son múltiples,
pero que en el caso del Caribe incide, de manera significativa, la no
correspondencia o ruptura entre los fines, expectativas y aspiraciones de
vida, refrendados por la mayoría de la sociedad, y los medios para su
obtención puestos a la disposición de la ciudadanía por la sociedad, así
como el incremento de los procesos de exclusión y discriminación social
por el origen de clase, lo que causa la inaccesibilidad práctica para sectores
amplios de la población, de mecanismos para lograr un modo de vida digno
y sostenible.
Es por ello que, ante los rigores de la vida cotidiana, una parte relevante de
los caribeños han adoptado como solución, individual y familiar, a sus
necesidades materiales, variados modelos de comportamiento que transitan
por una diversidad de procesos incluidos los de anomia social -- no sólo las
propiamente delictivas--como la apropiación de bienes y servicios estatales o
privados, el robo en todas sus variantes (con fuerza o con violencia e
intimidación), la prostitución o actividades asociadas a ella, el ejercicio de la
2
Se destaca el fraude bancario del 2003, el hecho de corrupción más grave en la historia de República
Dominicana, estimado en más de 100 mil millones de pesos y que profundizó la crisis económica en el
país, incrementando la deuda pública, los nuevos pobres y el índice de desempleo. Aún los principales
autores de este hecho se encuentran sin juzgar. En este sentido, como en otros de este tipo en
Latinoamérica la justicia se ha encontrado con múltiples obstáculos.
10
violencia en todas sus modalidades, el narcotráfico y la participación en la
corrupción, entre otras, sino también la emigración legal como ilegal –ambas
con carácter transitorio o definitivo--, el vivir de la recepción de remesas
familiares, el trabajo en sectores de la economía informal y el trabajo en
sectores que estén vinculados a la divisa como moneda que mantiene el
equilibrio funcional de cambio y que cada día adquiere una mayor presencia
en nuestras economías.
Este proceso anómico, ha venido empujando a muchos individuos,
fundamentalmente jóvenes, a la vía del logro ilegal de los estándares de
vida, promoviendo una conducta de tolerancia desde la subjetividad
individual y social que se refleja en el irrespeto de las normas de
convivencia y de las vías legitimas para alcanzar el éxito personal, entre las
más importantes.
La extensión del narcotráfico dentro de la región del Caribe, como puente
natural hasta su destino final, y en particular dentro del territorio nacional,
ha ido teniendo una significativa presencia, en la última década, en las
zonas urbanas más importantes del país y dentro de ellas en los barrios
populares de Santo Domingo, Distrito Nacional y Santiago de los
Caballeros, así como algunas ciudades fronterizas y turísticas, haciendo
más compleja la situación y evolución de la criminalidad, en tanto actividad
de carácter internacional, altamente tecnificada y con más o menos altos
niveles de organización y manejo de la corrupción, en todos los sectores
sociales.
El incremento en las últimas dos décadas del armamentismo civil, en el caso
de la República Dominicana, y las insuficientes regulaciones y control tanto
de la comercialización como de la tenencia o posesión de las armas de
fuego3y una carencia de una cultura ciudadana de responsabilidad cívica
frente a la tenencia de armas de fuego y a favor del desarme.
La utilización de la represión como instrumento por excelencia, por los
actores con poder político decisorio e instituciones vinculadas a la
seguridad ciudadana, y cuya expresión concreta se caracteriza en el Caribe
por:
Los incrementos en las fuerzas policíacas y el fortalecimiento de sus
estructuras, dando no sólo mayor apoyo material sino poder de
represión.
El incremento de la violencia policíaca focalizada en los “operativos”,
las detenciones indiscriminadas de ciudadanos y las víctimas por los
“intercambios de disparos” y de “mutilaciones” de supuestos
delincuentes, así como de los hechos delictivos que se cometen contra
policías.
3
Reporte de EFE de entrevista al Secretario de Interior y Policía, publicado en “El Caribe” el día 6 de
julio 2005, el mismo declaró que actualmente 159, 646 civiles tienen licencia para porte de armas de
fuego. Departamentos de Seguridad del Estado cifran las armas ilícitas en poder de la ciudadanía entre
100 000 y 200 000.
11
El involucramiento de las fuerzas armadas en el patrullaje policiaco,
así como en las acciones de represión y control delictivo,
incrementando, ante la percepción social, la desvalorización de la policía
y fortaleciendo los sentimientos de inseguridad y de poca efectividad
gubernamental ante la criminalidad, además de mostrar a los visitantes y
turistas una imagen de estado de sitio.
Los incrementos de las penas y el uso indiscriminado de las sanciones
privativas de libertad que impone el sistema de justicia penal, en
especial a los delitos vinculados con la criminalidad tradicional y no de
la criminalidad compleja.
Amplios procesos de exclusión social y de etiquetamiento de los que
cumplen sanción, sin una política social focalizada hacia ese sector, que
impide su reinserción social e incrementa la reincidencia criminal.
Aumentos a corto y mediano plazo de la incidencia del delito y de los
que están en el ejercicio de la criminalidad, como forma de vida, así
como de los procesos de organización de la actividad criminal y por
ende hechos cada vez más violentos.
Un discurso dual, entre los que detentan el poder político, jurídico, policiaco
y religioso, así como de aquellos que controlan los medios de información
masiva, por un lado el mensaje punitivo y represivo de “cero tolerancia a la
delincuencia” y de “mano dura” que dan carta blanca a los excesos y las
violaciones de derechos humanos, de las fuerzas del orden público; y por el
otro el del “respeto a los derechos ciudadanos” y “las garantías
constitucionales”, este último, casi siempre tomado como “tabla de
salvación”, ante los reclamos de las ONGs vinculadas a los derechos
humanos y la institucionalidad, así como de la opinión pública en general.
Bajo este escenario contextual las sociedades caribeñas van caracterizándose por una
alta conflictividad, reflejada en el incremento de los indicadores de robo, violencia
criminal, delito de cuello blanco, prostitución, participación del narcotráfico, suicidio y
emigración, conductas reactivas que responden al nuevo orden económico y a la
organización social que de él se ha derivado y que aún no ha podido dar solución a la
nueva situación de necesidades, motivaciones, intereses, aspiraciones y expectativas
individuales y colectivas que han emergido, unido a las tradicionales, históricamente
insatisfechas.
En el caso específico de la delincuencia, como fenómeno socio-cultural, producto
esencialmente de contextos sociales disfuncionales y que nutre sus filas y víctimas, en
los sectores poblacionales sometidos a procesos de exclusión, va adquiriendo una fuerte
vigencia en la cotidianidad de las sociedades caribeñas, en tanto se incrementa, gana en
organización, se internacionaliza e incide y participa con mayor presencia y agresividad
dentro de las relaciones de poder de nuestros Estados, como válvula de escape a las
relaciones sociales agresivas, frustrantes y degenerativas del desarrollo individual y
social.
Esta realidad, profusamente explotada por los medios masivos de comunicación, está
actuando en la conformación de la ideología de la inseguridad ciudadana, que por una
parte va deslegitimando los valores culturales tradicionales, democráticos y humanistas,
las instituciones gubernamentales y los proyectos socio-políticos en ejecución, mientras
12
que por la otra contribuye a la construcción en el sujeto individual de una identidad
ideológica y psicosocial violenta, defensiva del entorno e insegura, añorante de la
ideología y el actuar punitivo autoritario, así como el fortalecimiento del simbolismo
del exceso de normas y el recrudecimiento de la penalidad, como instrumentos para
mantener el orden y la cohesión social.
Esta resocialización ideológica de la ciudadanía a través de los medios de comunicación
viene reconstruyendo la orientación de los proyectos individuales de vida hacia el
micro medio familiar y laboral, cada vez más cerrado al “agresivo entorno”, generando
auto exclusión del contacto y la participación ciudadana, así como el fortalecimiento de
valores de violencia, como fórmula para preservar la integridad individual y familiar, o
sea un individuo sin responsabilidad social hacia lo que acontece al interior de la
nación, motivado a “defenderse” y “segregarse” de la amenaza de los Otros.
(E.R.Zaffaroni, R. del Olmo, L. Anillar de Castro, J.M. Rico, A. Baratta y E. Carranza,
entre otros)
Es por ello, que cuando en un contexto socio-histórico concreto de carácter complejo,
como es el caso del Distrito Nacional, la criminalidad sufre cambios ostensibles en
indicadores de violencia delictiva (incremento de los hechos de homicidios) y
criminalidad compleja (en este caso narcotráfico y delito de cuello blanco), unido al
incremento de la percepción de la ciudadanía (real o imaginaria) en algunos parámetros
como los de: crecimiento delictivo, impunidad de los comisores, fundamentalmente los
vinculados a los hechos de corrupción y fraude; indefensión ante la magnitud del delito,
falta de expectativas en el desarrollo humano personal y familiar y descrédito,
desconfianza o generación de temor en el actuar de las instituciones vinculadas a
brindar seguridad ciudadana; entre los más importantes, es reflejo de relaciones
disfuncionales de poder que han sido estables durante décadas, y que han marcado, con
su agresividad, la evolución y desarrollo de la sociedad, agudizando las desigualdades
sociales y por ende el comportamiento del fenómeno delictivo, como el producto más
agresivo de esas relaciones de violencia social.
“La reducción de las tasas de criminalidad en las zonas urbanas de América Latina,
especialmente las de violencia homicida, debe ser vista como una condición para el
logro de las metas del Milenio, toda vez que los más afectados son los jóvenes de
zonas marginadas de las ciudades de la región. No de otra manera se podrá haber
mejorado considerablemente para el año 2020, la vida de por los menos 100 millones
de habitantes de los barrios más precarios.”4
En este sentido, con el objetivo de revertir a favor del desarrollo humano y la
gobernabilidad democrática, la situación objetiva y subjetiva del estado de la seguridad
ciudadana, en el Distrito Nacional como capital de la República Dominicana, se hace
necesario el presente diagnóstico, como guía base que orientará la proyección de
cualquier política integral en materia de seguridad ciudadana del Ayuntamiento, como
gobierno local, en cooperación con las instituciones y organizaciones internacionales y
del gobierno central como la Secretaría de Estado de Interior y Policía, el Ministerio
Público y la Policía Nacional, así como de la sociedad civil, más involucradas en cuidar
y desarrollar el disfrute pleno de ese derecho en la ciudadanía.
4
“Herramientas para la gestión local de la seguridad ciudadana, Proyecto regional para la gobernabilidad
local & Bureau para la prevención y recuperación de crisis”. PNUD, mayo 2004, pág. 5
13
1.2 Aspectos conceptuales de la seguridad ciudadana.
La seguridad pública supone una situación social libre de riesgos, peligros y conflictos,
en cuyo marco los ciudadanos pueden gozar y ejercer sus derechos, libertades y
garantías constitucionales y en la que existen políticas, estrategias y mecanismos
institucionales eficientes tendientes a prevenir, controlar y/o neutralizar aquellos
riesgos, peligros o conflictos concretos y previsibles que lesionen derechos, libertades y
afecten la calidad de vida ciudadana; y a mitigar sus efectos en caso de que estos se
concreten.
Ello implica necesariamente la formulación, implementación y evaluación de un
conjunto de políticas y acciones integrales dirigidas a garantizar la paz pública por
medio de la acción de seguridad preventiva y la conjuración de delitos, faltas y de todas
aquellas situaciones que contribuyen a generar fricciones, desórdenes y malestar
ciudadano. Esto supone a su vez, como condición institucional necesaria e
indispensable, la existencia de: dependencias adecuadas y recursos humanos
gubernamentales capacitados, que permitan desarrollar de manera efectiva las
actividades de protección de esos derechos ciudadanos frente a eventuales interferencias
arbitrarias o injustas.
En este sentido, se debe afirmar la idea de que la ciudadanía se puede ejercer de manera
efectiva y amplia cuando el sistema institucional y los poderes públicos son eficaces en
la protección de los derechos de las personas y en la preservación de las condiciones
socio-económicas de dichas personas y en la regulación efectiva del desenvolvimiento
de la vida social por parte de las instancia publicas y gubernamentales.
El mantenimiento de la seguridad pública en el ámbito de la República Dominicana y
por lo tanto en la jurisdicción del Distrito Nacional, es responsabilidad primaria e
indelegable del Estado Nacional a través de la Secretaría de Interior y de la Policía
Nacional de República Dominicana (PN).
Sin embargo, no se puede dejar de considerar el hecho de que la autoridad política y
administrativa que reviste la mayor proximidad con la sociedad, sus percepciones,
demandas y preocupaciones es la autoridad política local y en el ámbito específico del
Distrito Nacional es el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN); el cual pese a no
revestir autoridad en materia de seguridad publica estrictamente policial, de hecho se ha
convertido en buena medida en la primera línea de contención de las demandas y
requerimientos de la sociedad en el territorio de su jurisdicción.
Los conflictos que afectan la seguridad ciudadana no son hechos aislados y
descontextualizados del marco territorial, social e institucional en cuyo contexto se
producen; sino que constituyen una expresión específica y acotada de un problema
social complejo que lo circunscribe y enmarca. Por esta razón, la intervención debe
orientarse hacia dos finalidades, por un lado la atención exclusiva de esa manifestación
conflictiva, en función del mantenimiento de la seguridad pública, procurando eliminar
tal expresión lesiva de derechos y garantías ciudadanas, reducir su frecuencia o
severidad, atenuar sus consecuencias y/o disminuir su probabilidad de ocurrencia,
mediante la intervención policial de prevención y por otra parte, debe materializarse un
accionar estatal dirigido a prevenir y atenuar aquellas condiciones que enmarcan y
eventualmente favorecen la aparición y concreción de estos tipos de incidente. Es en
14
este ámbito de acción en donde la autoridad del Ayuntamiento del Distrito Nacional
tiene un rol y de hecho asume una participación relevante en función de sus atribuciones
normativas específicas.
La conflictividad social vinculada al delito, a faltas y a incidentes de violencia se puede
agrupar a grandes rasgos en tres diferentes categorías. El delito organizado,
protagonizado por entidades criminales con distintos -pero siempre relativamente
importantes niveles de organización-, que cometen hechos delictivos con la finalidad
exclusiva de obtener una rentabilidad económica, conformando de hecho empresas
delictiva. El delito común violento, representado generalmente por atentados contra las
personas y la propiedad, principalmente homicidios, asaltos a mano armada, robos y
hurtos, protagonizado por delincuentes individuales o a veces formando pequeños
grupos con escaso nivel de organización. Finalmente, se encuentran aquellos incidentes
de conflicto social constituidos por delitos menores, desordenes y faltas que afectan el
orden público protagonizados por delincuentes y transgresores menores de proyección
estrictamente local o derivados de fricciones vecinales sin resolución. Potenciados por
la agudización del contexto socio-económico y por la falta de canales de negociación y
encauzamiento de divergencia, entre vecinos que se acentuaron en su momento al
compás de retracción del Estado en su rol de regulador de las relaciones sociales y
proveedor de un marco mínimo de resolución de problemas.
Ahora bien este conjunto de problemas, que no se inscriben ni en la criminalidad
organizada ni en la delincuencia común violenta, impactan de manera directa en el
desenvolvimiento de la vida local y contribuyen para alterar significativamente el
panorama y la percepción local de seguridad. Por lo general en el plano vecinal y
barrial, que en su conjunto constituyen el espacio territorial y social de mayor
proximidad a la autoridad política del Distrito Nacional, el tipo de conflictividad que
atenta concretamente contra la seguridad de los ciudadanos deriva tanto de la actividad
delictiva violenta como de los incidentes de conflicto social.
Cada conflictivo que se produce se desarrolla en un contexto social específico y en el
marco de interacciones entre actores que los protagonizan e intervienen en su desarrollo
de diversas maneras. Por lo tanto, el conocimiento fehaciente y el análisis de los
diferentes tipos de eventos conflictivos, sus distintas formas de manifestación,
frecuencia temporal, horarios y lugares de manifestación, individuos involucrados, los
contextos sociales e institucionales en los cuales estos se desenvuelven, así como los
diferentes modos de intervención estatal llevada a cabo frente a cada circunstancia
específica, constituye una tarea fundamental para llevar a cabo una estrategia preventiva
eficiente de seguridad a nivel local, por parte de la autoridad política que corresponda a
la jurisdicción y respecto a la cual se canalizan los reclamos y demandas ciudadanas en
esta materia.
Al respecto vale la pena consignar, que si bien en los países de América latina en
general y en República Dominicana, en particular, el estado nacional ha subsumido a la
policía en un cuerpo organizado a nivel nacional, cierto es también que esta modalidad
de organización institucional es característico de los últimos cincuenta años. En este
país, históricamente y con anterioridad a estos años, la policía tenían una dependencia
orgánica y funcional a nivel nacional, pero también funcionalmente se encontraba a
órdenes de las autoridades locales y tenía facultades para controlar y aplicar
reglamentaciones a nivel municipal. En este sentido, se señala que la Ley de la Policía
15
N° 4984 (1911) establecía que la policía en sus funciones administrativas dependerá del
Secretario de Interior y Policía; pero en los municipios recibía órdenes de jefes
municipales.
Más allá de esta referencia sobre la historia político institucional más bien profunda de
República Dominicana, que refiere a la cercanía de la autoridad de seguridad policial
con la autoridad local; en la experiencia institucional de las últimas décadas, las
autoridades locales y del Distrito Nacional en particular, no han ejercido funciones ni
han asumido responsabilidades en materia de seguridad a nivel local, a similitud de las
circunstancias características de la mayor parte de los países de América latina.
Más recientemente, los gobiernos locales han avanzado en materia de seguridad pública
sobre la base de dos criterios; por un lado establecer vinculaciones y coordinaciones
operativas directas con la autoridad policial con jurisdicción en el distrito, adoptando un
criterio de no injerencia en la gestión de estos asuntos y de apoyo directo –con medios
económicos y de apoyo operativo- a la policía local. Por el otro, se ha registrado por
parte de las autoridades políticas locales una estrategia de aproximación, abordaje y
contención de los problemas y demandas sociales en materia de seguridad a nivel local
así como el desarrollo de algunas herramientas de gestión, en el marco de un contexto
normativo y constitucional que por lo general es extremadamente acotado a tal efecto.
En el caso del Ayuntamiento del Distrito Nacional esta instancia ha decidido abordar las
cuestiones relacionadas con la seguridad desde una perspectiva integral, no
estrictamente policial de seguridad, como consecuencias de circunstancias propias que
se vienen verificando desde hace unos años en el distrito, a saber: un incremento
significativo de los hechos delictivos en general y de aquellos con rasgos de
criminalidad violenta en particular y un proceso de pérdida de confianza por parte de la
sociedad en el cuerpo policial abocado a funciones primarias de seguridad en el distrito
y la necesidad de desarrollar e intervenir en un contexto en el cual surgen problemas de
seguridad y convivencia no necesariamente relacionados con hechos criminales pero sí
vinculados a problemas de interacción y de vínculos sociales locales.
Al respecto no puede dejar de señalarse que la organización y el funcionamiento de las
dependencia abocadas a cumplir funciones relacionadas con la seguridad a nivel local se
debe efectivizar sobre la base de dependencias gubernamentales e instrumentos de
gestión que permitan: i) determinar, identificar y comprender el conjunto de incidentes,
problemas y percepciones de seguridad ciudadana y convivencia local y ii) brindar la
posibilidad de diseñar, planificar y evaluar el impacto de la intervención estatal,
estableciendo una relación equilibrada, proporcionada y razonable entre el tipo y
modalidad de situación a prevenir y contener y la forma e intensidad de la intervención
estatal; facilitando un empleo racional de los recursos logísticos, operativos y humanos
empleados en estas actividades y permitiendo una permanente readecuación de la
intervención misma.
16
Capítulo II
Descripción territorial, demográfica y socio-económica del Distrito Nacional y sus
munícipes.
Santo Domingo de Guzmán, fundada en 1502 e identificada como la Ciudad Primada de
América. En la década de los años 40 del siglo XX, ante la incipiente industrialización,
adquiere una considerable expansión por la emigración interna, la que funda y construye
alrededor del antiguo centro urbano, barrios, villas y ensanches, llegando a alcanzar un
área de 1,381.96 km2, hasta el año 2002 en que se pone en vigencia la Ley No.163-02
que divide su territorio en 5 Municipios, ostentando el Distrito Nacional la condición de
Capital de la República Dominicana en un territorio de 104.44 km2 y una población de
913,540 habitantes.5
El Distrito Nacional ocupa un perímetro que lo limita los cauces de los ríos Ozama e
Isabela, al este y norte, de manera respectiva; y la Avenida Luperón y el mar Caribe al
oeste y sur.
El Distrito Nacional como estructura política, de reciente constitución (año 2 002), está
sufriendo un proceso de organización en la construcción de una estrategia que redefina
y pondere una planificación integral del uso y desarrollo de sus recursos (territoriales,
financieros, humanos, físicos, entre otros), de acuerdo a las competencias llamadas a
asumir por las ciudades de la región como forma de integración a la sociedad global
contemporánea6.
Dadas sus características socio-demográficas unido a la diversidad de organizaciones
de la sociedad civil con que cuenta y las demandas de servicios a la que debe responder
ante la ciudadanía, el Distrito Nacional, como ciudad capital, lo identificamos como un
territorio urbano complejo, en el que han incidido las diversas políticas públicas (hasta
el momento reactivas y circunstanciales y sin resultados efectivos) dirigidas a prevenir o
reprimir la criminalidad, tanto del gobierno nacional como local, este último
recientemente incorporado a estos esfuerzos, por lo que solo será posible hacer una
evaluación parcial de impacto, en este diagnóstico, en cuanto al incremento percibido en
la calidad de vida de estas medidas, entre los capitaleños.
En el territorio del Distrito Nacional confluyen la presencia de 1, 377 organizaciones de
la sociedad civil, siendo las más importantes las Juntas de Vecinos (400), las
Asociaciones Religiosas (330), los Clubes y Ligas (135), la Asociación de Padres y
Amigos de la Escuela (93) y las Organizaciones Sindicales/Buhoneros (85). (Ver tabla
adjunta)
5
La República Dominicana en cifras 2004. Oficina Nacional de Estadística (ONE)
Plan Estratégico. 1er Congreso. Santo Domingo 2015. Ayuntamiento del Distrito Nacional. República
Dominicana, marzo 2005
6
17
No.
Tipo de Organización
1
Juntas de Vecinos
2
Asociaciones Religiosas (Iglesias)
3
Clubes y Ligas
4
Asociación de Padres y Amigos de la Escuela
5
Organizaciones Sindicales/Buhoneros
6
Fundaciones
7
ONGs
8
Grupos de Mujeres
9
Espacio de Coordinación
10
Grupos Juveniles
11
Comité de Defensa de los Derechos Humanos (DDHH)
12
Asociación de Micro-Empresarios
13
Grupos Artísticos/Cultural
14
Cooperativa/Económica
15
Red/Coordinación
16
Gremio Profesional
17
Grupos de niños/as
18
Asociación de Empresarios
Total
Fuente: Dirección de Desarrollo Humano. Ayuntamiento del D.N.
Cantidad que
existen
400
330
135
93
85
61
54
50
40
31
28
23
13
10
9
7
5
3
1,377
El Ayuntamiento del Distrito Nacional, a la población en desventaja social,
fundamentalmente de los barrios de la zona Norte, mediante su Dirección de Bienestar
Social brinda servicios médicos, hace operativos preventivos de salud, así como de
salud ambiental y proporciona sarcófagos y lugares de enterramiento a sus munícipes.
Desde agosto 2002 hasta diciembre del 2005, los servicios médicos del Ayuntamiento
han brindado más de 7 000 consultas, de las cuales más de 500 han sido Emergencias.
Por especialidades las consultas de Medicina Interna han alcanzado un total de 3, 397,
seguido de las de Ginecología con 2, 503, Geriatría 754 y Pediatría 322. Los sectores de
Los Guandules, Cristo Rey, La Ciénaga, Gualey, Guachupita, La Zurza, Villa Agrícolas
y Capotillo, son han sido los que más han solicitado esté tipo de servicio municipal,
coincidentes todos con los barrios de mayor carencia de seguridad de salud.
Entre los operativos de salud realizados se destaca la entrega de medicamentos, a través
de la Juntas de Vecinos en los sectores de Gualey, Los Guandules, 27 de febrero, Hoyo
de la Zurza, Cristo Rey, Villa Juana, Capotillo, Cañada de los Dulceros, La Laguna, Los
Coquitos, Ensanche Espaillat y La Ciénaga, entre otros. El monto de los medicamentos
donados en operativos y consultas asciende a $456, 909.08 pesos dominicanos
Se han realizado talleres de intervención de salud ambiental como el denominado “Las
UNAP y su intervención en salud ambiental” organizado por la OPS y la Región V de
SESPAS en el 2003, ejecutado en Villa Francisca, San Carlos, El Manguito, 30 de
marzo, Ensanche Luperón y los Praditos (donde se realizaron visitas de terreno
identificando problemas ambientales).
Entre los proyectos que se plantea esta Dirección de Bienestar Social se encuentra las
Funerarias Municipales, el Programa de Prevención contra la Filariosis (a través de
CENCET de SESPAS), Programa de Prevención de Embarazos en adolescentes (en
coordinación con CONAPOFA de SESPAS) y la ampliación de servicios del Centro
18
Médico Municipal, todos ellos de importancia social y que deberán ser objeto de la
debida atención en aras de su implementación práctica en la capital.
2.1 Características socio-demográfica,
circunscripciones y barrios7.
del
Distrito
Nacional,
según
Los 66 barrios, enmarcados dentro del nuevo territorio del Distrito Nacional fueron
divididos, en el marco de la Ley No. 163-02, en 3 circunscripciones, contando la
circunscripción No.1 con 38 barrios, mientras que la No.2 y 3 con 14 barrios, de manera
respectiva. (Ver tabla No.1 en anexos).
La mayor densidad poblacional en el Distrito Nacional se concentra en la
circunscripción No.3, territorio ocupado por los barrios populares de la Zona
Norte de la Capital, indicando el alto nivel de hacinamiento en que viven sus
pobladores. (Ver tabla adjunta)
Densidad poblacional según circunscripción.
Número de
hombres
1
141314
2
116146
3
173238
Total
430698
Datos trabajados según Censo 2002
Circunscripción
Número de
mujeres
175441
122571
184830
482842
Total
316755
238717
358068
913540
Densidad
poblacional
8150
8337
9692
8747
Uno de cada 5 hogares de la Capital es pobre.
La Circunscripción No. 3 posee la mayor proporción de hogares pobres con
un 33% de sus hogares, seguida por la No. 2 (20%) y la No.1 (5%.). Ver
gráfico adjunto
7
Las fuentes de información de este capítulo están básicamente referidas al Censo del 2002, así como en
este sentido, se recibió la colaboración de los estadísticos Guillermo Milán (ONE) y Daysi García
(Ayuntamiento D.N.) para los procesamientos de la información por circunscripciones.
19
Porcentaje de hogares pobres por circunscripción del D.N.
33
35.0
30.0
20
25.0
20.0
15.0
5
10.0
5.0
0.0
1
2
3
Circunscripción
Datos Trabajados desde el Mapa de la pobreza 2005, ONAPLAN
Los Barrios con mayor nivel de pobreza según el número de hogares pobres
son:
Domingo Sabio
La Zurza
Palma Real
Ensanche Simón Bolívar
Ensanche Capotillo
Gualey
Hogares con mayor nivel de pobreza por barrios
Porcentaje
del total de
BARRIO
hogares del
barrio
San Carlos
649
21.5
Cerros de Arroyo Hondo
74
22.2
Nuevo Arroyo Hondo
989
22.6
Los Peralejos
368
23.1
Villa Consuelo
1668
23.6
Arroyo Manzano
199
24.1
Villa Juana
2405
25.7
Villas Agrícolas
1093
25.9
24 de Abril
1140
26.0
Cristo Rey
4005
26.5
Mejoramiento Social
2354
28.1
Villa Francisca
1983
29.1
María Auxiliadora
2993
29.4
Palma Real
2807
35.2
Ensanche Simón Bolívar
2346
36.6
Ensanche Capotillo
3242
39.4
Gualey
2021
48.4
La Zurza
2660
51.9
Domingo Savio
6487
52.2
La Isabela
179
61.7
San Diego
8
72.7
Fuente: Mapa de la Pobreza 2005, ONAPLAN
Número de
hogares
pobres
20
La tasa de desocupación en el D.N. es de 11.45, por debajo de la media
nacional estimada en cerca de un 16%8. Sin embargo, el análisis de este
indicador por circunscripciones, nos indica que la No.3 y la No. 2 ostentan
una tasa de desocupación mayor a la del D.N., siendo, esta más crítica en la
circunscripción No.3, mientras que en la No.1 esta variable está muy por
debajo de la tasa de la capital. (Ver gráfico adjunto y tabla No.2 en
anexos)
Tasa de desocupación según circunscripciones
16
13
12
12
9
8
4
0
1
2
3
Circunscripciones
Fuente: Censo 2002 y Encuesta de Fuerza de Trabajo Banco Central 2002.
Es preciso destacar que, desocupación e índice de condiciones de vida son
dos indicadores fuertemente correlacionados, cuando mejoran las
condiciones de vida los niveles de desocupación son menores y viceversa.
Esto que es una verdad simple, constituye la base de cualquier política
contra la pobreza, la disminución sustancial del desempleo y de la
criminalidad.
En este sentido, la pobreza como concepto de individuos que pertenecen a los hogares
en desventaja social, que no pueden acceder en igualdad de condiciones a la media, a las
oportunidades sociales y a una vida digna, se focaliza en las circunscripciones No.3 y
No. 2. Es en esas dos circunscripciones y entre ellas, prioritariamente la No.3,
donde se deberán concentrar los esfuerzos de los gobiernos central y local ante
cualquier estrategia en políticas públicas relacionadas con la seguridad y los derechos
ciudadanos (básicamente empleo, escuelas laborales y ayuda a la inserción en el
8
Según datos de Encuesta Fuerza de Trabajo 2002
21
mercado laboral, servicios comunales y de mejoramiento ambiental, educación y
salud, entre los más importantes y decisorios para mejorar los índices de
criminalidad).
Dentro de estas políticas públicas se deberá priorizar la atención a 15 barrios, que por
los indicadores analizados, están identificados como los más pobres en el Distrito
Nacional. (Ver tabla adjunta).
Los 15 Barrios más necesitados de llevar una política social que mejore la
desocupación y las condiciones de vida
Circunscripción
Nombre del área
geográfica
Hogares
pobres
Porcentaje de
hogares pobres
2
Palma Real
2807
35.19
12201
14.74
2
Los Peralejos
368
23.10
1488
14.17
2
Cristo Rey
4005
26.53
16007
12.87
3
La Zurza
2660
51.85
10544
14.88
3
Mejoramiento Social
2354
28.10
8885
14.17
3
Villa Francisca
1983
29.05
7039
13.55
3
Villas Agrícolas
1093
25.89
4440
13.51
3
María Auxiliadora
2993
29.39
12115
13.43
3
Ensanche Capotillo
3242
39.39
12837
13.33
3
Villa Juana
2405
25.68
9103
13.21
3
Gualey
2021
48.43
7898
13.11
3
Domingo Savio
6487
52.18
24927
13.04
3
Villa Consuelo
1668
23.65
5880
12.99
3
Ensanche Simón Bolívar
2346
36.57
9826
12.83
3
24 de Abril
1140
26.00
4628
12.70
Total
37,572
Personas
Tasa
pobres Desocupación
147,818
Datos trabajados desde el Censo del 2002 y el Mapa de la Pobreza 2005, ONAPLAN
En cuanto a la percepción de las fuentes de contaminación barrial, las tres
circunscripciones coinciden en señalar los ruidos que hacen los vehículos
y motores, mientras que en las circunscripciones No. 3 y No.2 se señala las
aguas estancadas, la acumulación de basura y la situación de
contaminación de cañadas.
22
Las circunscripciones No. 3 y No.1 son coincidentes al identificar como fuentes de
contaminación de sus barrios el ruido de las fábricas y talleres. En este sentido,
igualmente la circunscripción No. 1 señala el humo de las fábricas y talleres, mientras
que la No.3 identifica la música alta de vecinos, bares y colmados que radican en el
barrio. (Ver tabla adjunta).
Percepción de fuentes
de contaminación en
barrios
Aguas estancadas
Envasadora de gas
Bomba de gasolina
Música alta, Bares,
Colmados y Vecinos
Acumulación de
basura
Cañada con basura o
agua estancada
Ruido vehículos,
motores
Humo, gases de
fábricas y talleres
Ruidos de fábrica y
talleres
Desechos de fábrica,
talleres y clínicas
Ruidos, humo de
plantas eléctricas
Circunscripción
1
2
3
44.7%
5.3%
7.9%
17
2
3
92.3%
7.7%
.0%
12
1
0
92.9%
7.1%
.0%
13
1
0
52.6%
20
69.2%
9
100.0%
14
73.7%
28
92.3%
12
85.7%
12
5.3%
2
84.6%
11
50.0%
7
100.0%
38
92.3%
12
100.0%
14
28.9%
11
7.7%
1
7.1%
1
18.4%
7
7.7%
1
28.6%
4
5.3%
2
.0%
0
.0%
0
65.8%
25
15.4%
2
14.3%
2
Datos Trabajados desde el Censo 2002.
2.2 Características socio-demográfica de los residentes en el D.N.
La distribución poblacional por sexo indica un índice de masculinidad de
89 hombres por cada 100 mujeres.
.
Una población fundamentalmente joven, entre 0 y 39 años, siendo los
menores de 18 años, los de mayor proporción (niños/as y adolescentes).
Igualmente es interesante la proporción de los mayores de 50 años
estando, en este grupo etáreo, 1 de cada 5 capitaleños. Ver gráfico
adjunto.
23
Distribución porcentual por edades, D.N., 2002
9
De 60 ó más
8
De 50 a 59
11
De 40 a 49
De 30 a 39
16
De 18 a 29
22
Menor de 18 años
34
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
Fuente: Censo 2002.
Se evidencia una mayor proporción de los menores de 18 años en las
circunscripciones No. 2 y 3, mientras que en la No.1 se destaca por sus
diferencias con el resto, la alta proporción de los que ostentan 50 años o
más de edad. Ver tabla y gráfico adjunto.
CIRCUNS.
1
2
3
Total
Menores
de 18 años
%
29
37
37
34
Entre 18 y
29 años
%
22
23
22
22
Entre 30 y Entre 40 y Entre 50 y De 60 ó
39 años
49 años
59 años
más años
%
%
%
%
16
13
9
11
16
11
7
7
15
11
7
8
16
11
8
9
Datos trabajados desde el Censo 2002.
24
Distribución procentual según edad y cirunscripción, D.N., 2002
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Menor de 18 Entre 18 y 29 Entre 30 y 39 Entre 40 y 49 Entre 50 y 59 De 60 ó más
años
años
años
años
años
años
Circn. No.1
Circn. No. 2
Circn. No. 3
Datos trabajados desde el Censo 2002.
Mayor índice de los que alcanzaron el nivel universitario (graduados o
no), a los del resto del país, primando el nivel de primario básico y
medio de escolaridad. Ver gráfico adjunto.
Disttribución porcentual por nivel educacional alcanzado, para 5 años ó más,
D.N., Censo 2002
0.7
No respuesta
Universitario
26.3
Secundaria/tecnico medio
27
40.2
Primaria-basico
1.2
Primaria inicial
4.7
Ninguno
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Fuente: Censo 2002
25
Los beneficiarios del servicio de la educación pública se concentran en la
circunscripción No. 3 y No. 2, así como el índice de repitencia escolar,
siendo, este último, más crítico en la circunscripción No. 3,
coincidiendo con el territorio donde se concentran en mayor proporción
los hogares pobres. (Ver tabla adjunta).
Características de los beneficiarios de la educación pública, según circunscripción,
D.N, Censo 2002
Porcentaje de los que
Circunscripción
Repitencia Escolar
asisten a Escuela Pública
1
42
8
2
66
12
3
76
15
Total
61
12
Datos trabajados desde el Censo 2002
La desocupación también se evidencia de manera crítica entre los jóvenes
entre 18 y 29 años de edad, y residentes de las circunscripciones No.3 y
No.2, por orden de significación.
En el caso de los jóvenes de 18 a 29 años la tasa de desocupación, en
relación a la del D.N. (11.45), es más alta en las tres circunscripciones,
sin embargo se hace significativamente más crítica en la
Circunscripción No.3, coincidiendo con los jóvenes de los sectores más
pobres.
Tasas de desocupación por edades y circunscripciones
Tasa
Tasa
Tasa
Tasa
Tasa
Circunscripción
18-29
30-39
40-49
50-59
60 años o
años
años
años
años
más
1
12.49
8.16
8.31
7.54
7.23
2
14.72
10.03
9.70
9.07
9.46
3
16.13
11.99
10.97
11.10
10.34
Total
14.50
10.03
9.58
9.08
8.75
Datos trabajados desde el Censo 2002
Cabe señalar, que es en la franja de edad de 18-29 años y en lo fundamental en la
circunscripción No.3, donde se debe ejercer la intervención de manera prioritaria,
orientada a la vinculación de la juventud al empleo, ello elevaría no sólo el nivel de
vida de esos jóvenes y sus familias en desventajas social, sino también, como medida
preventiva activa, evitaría que fueran a engrosar las filas de la delincuencia o los sacaría
de ella, en el caso de los que ya están dentro.
26
Capítulo III
La evaluación situacional de la criminalidad y de las muertes violentas en el D.N.
La criminalidad en República Dominicana ha ido en incremento, de manera sistemática
desde la década de los 80, como en la mayoría de los países latinoamericanos. Datos de
Naciones Unidas de esos años, ubicaban ese crecimiento a nivel mundial en un 5%
anual.
La República Dominicana que en los 80 había tenido un crecimiento lento de la
criminalidad de mayor impacto social, en lo fundamental los delitos violentos contra la
vida, con tasas cercanas a 6 por cada 100 mil habitantes, ya en los 90 su tasa mantenía
los incrementos señalados por Naciones Unidas --aunque no existen cifras disponibles
confiables—y podía ser estimada entre 10 y 12 muertes por cada 100 mil habitantes y
donde la mayor proporción de esas muertes se ubicaban, mayormente en la Capital
(antiguo Santo Domingo) y Santiago de los Caballeros.9
En esas décadas la República Dominicana y la región del Caribe de habla hispana (R D.,
Cuba y Puerto Rico) estaban ubicados dentro de los países con un nivel medio/bajo de
criminalidad, con relación a otros de la región como El Salvador (más de 100 muertes
por cada 100 mil habitantes), Colombia (70 muertes por cada 100 mil habitantes) y
Argentina (30 muertes por cada 100 mil habitantes), mientras que para América Latina
la tasa era en 1997 de 25.10 por cada 100 000 habitantes10.
Para los primeros años de la década del 2000 y en lo fundamental los tres últimos años
del quinquenio 2001-2005, las cifras señalan un incremento significativo de los hechos
de violencia en el país. (Ver tabla y gráficos adjuntos)
Muertes Violentas en República Dominicana (1999-2005)
Año
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Total
Número de
muertes
violentas
1,187
1,099
1,065
1,242
1,649
2,260
2,403
10.905
Tasa por 100 000 ha.
14.39
13.09
12.49
14.51
18.73
25.25
26.41
Fuente: Procuraduría General de la República
9
Milán Guillermo, La criminalidad en el Caribe. Represión y prevención. (2001)
Para este último indicador se tomó los datos citados en “Herramientas para la gestión local de la
seguridad ciudadana. Mejores prácticas” PNUD, los cuales fueron a su vez tomados de “La democracia
en América Latina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos. PNUND 2004.
10
27
Comportamiento del homicidio en RD,
1999-2005
30
2 6 .4 1
2 5. 2 5
25
3000
2500
18 .73
20
2000
14 . 3 9
14 . 51
13 . 0 9
15
12 . 4 9
1500
10
1000
5
500
0
0
1999
2000
2001
2002
2003
Tasas por 100 mil ha.
2004
2005
Numero de homicidios
Fuente: Procuraduría General de la República
Es a partir del año 2003 en que se produce un incremento sustancial de la tasa de
homicidio, estaría por evaluar si esto se corresponde con el comportamiento secular
asumiendo una serie mayor (mas número de años).
Igualmente, es de interés señalar que el incremento de la tasa de homicidios (por 100
mil ha.) con respecto al año 1997, en el 2004 es de un 75%., mientras que para el
2005, el incremento alcanzó, un 78%, cumpliéndose los pronósticos realizados, para
ese año. (Ver gráfico de su incidencia en la capital: Santo Domingo y Distrito Nacional)
Comportamiento de la incidencia del homicidio en la
Capital , 1997-2005
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
1300
1200
1100
1000
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
Fuente: Procuraduría General de la República.
28
Muertes Violentas en el 2005 en los 3 Centros Urbanos más importantes del país: Distrito
Nacional, Santo Domingo y Santiago de los Caballeros en comparación con el resto del
país.
Centro Urbano
Muertes
Homicidios
Intercambio
Tasa de
Violentas
de Disparos Homicidios por
(Homicidios e
100 000 ha
Intercambio de
disparos)
Distrito Nacional
395
337
58
36.89
Santo Domingo
659
558
101
30.70
Santiago de los
260
183
77
20.15
Caballeros
Total de muertes
1324
1078
236
violentas.
Principales Centros
Urbanos
Total de muertes
1089
888
201
violentas en el resto
del país
Total General
2403
1966
437
Fuente: Procuraduría General de la República
Las estadísticas señalan al Distrito Nacional como el centro urbano dominicano que
ostentó la mayor tasa de homicidios por cada 100 000 ha., durante el 2005 (36.89), lo
que es indicativo que, con respecto al año 2004, continuamos ocupando un lugar
medio-alto en relación a otras ciudades latinoamericanas.
Tasa de homicidio en diferentes ciudades de America Latina
2
SA N T I GO D E C HILE
7
M ON T EV I D EO
23
B OG OT A
27
C I U D A D D E M EX I C O
27
C I U D A D D E PA N A M A
28
LI M A
37
C A PI T A L ( D . N . Y SA N T O D OM IN GO)
57
M ED ELLI N
92
C A LI
133
CARACAS
0
20
40
60
80
100
120
140
Tasa por 100 m il ha
Fuentes: Revista América Economía 2004 y 2003. Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Colombia. 2004. Datos de la Procuraduría General de la República11.
11
Parte de1 estos datos citados por Hugo Acero Velásquez en su trabajo “Los gobiernos locales y la
seguridad ciudadana”. PNUD. 2005.
29
Analizando el comportamiento de las muertes violentas desde 1999-2005 existe
mayor incidencia de estos hechos:
•
•
•
•
•
•
•
En los 3 principales centros urbanos del país: Distrito Nacional, Santo
Domingo y Santiago de los Caballeros.
En los meses de mayo, julio, noviembre y diciembre.
Los fines de semana (viernes, sábado y domingo).
El horario nocturno y madrugada
La franja etaria de 21 a 30 años
Por género el comportamiento victimológico es similar al resto de
Latinoamérica. Las víctimas en su gran mayoría son del sexo masculino.
Se pone de manifiesto a partir del 2005, el crecimiento de la letalidad de los
robos, asaltos y atracos que tienen como resultado un incremento del uso de
la violencia y de las muertes (510 víctimas y 49 victimarios) .
En el 2005, según las circunstancia de las muertes violentas a nivel nacional, estas
fueron fundamentalmente por: causa indeterminadas (31%), rencillas y riñas (27%),
robo, atracos y asaltos (23%), intercambios de disparos (18%), centros de diversión
(5.7%), muertos por policía y militares fuera de servicio (5.2%), femenicidios (4%) y
droga (2.5%). Este comportamiento se ha mantenido de enero-agosto 2006. (Ver tabla
anexa)
Comportamiento de las muertes violentas de enero-agosto del 2006
Circunstancias de las
Número de muertes
Porcentaje
muertes violentas
enero-agosto 2006
Rencillas o Riñas
392
20.4%
Causa Indeterminada
385
20.0%
Víctima de robo o atraco
231
12.0%
Intercambio de Disparo
204
10.6%
Centro de diversión
132
6.8%
Femenicidios
70
3.6%
Tratando de robar o atracar
70
3.6%
Muertos por policías y
57
2.9%
militares fuera de servicio
Drogas
37
1.9%
Fuente Procuraduría General de la República
Las víctimas en una proporción significativa son menores de 30 años y los días más
críticos de ocurrencia de hechos de homicidios coinciden con los fines de semana,
mientras que en el caso de los horarios los nocturnos y la madrugada son los más
vulnerables para este tipo de hecho12.
Según las características de las víctimas y de los victimarios conocidos, las
circunstancias y los lugares donde se perpetraron la mayoría de los hechos de muerte
violenta (en su mayoría barrios de residencia de las víctimas y en menor proporción
centros o cercanías de centros de diversión), se puede inferir que muchos de los mismos
ocurrieron bajo los efectos de la exposición de los ciudadanos a factores de riesgos
12
Datos proporcionados por la Procuraduría General de la República.
30
previsibles y evitables (fundamentalmente del alcohol, otras sustancias
psicotrópicas y la legitimación de la resolución de conflictos en cultura de violencia
en la población).
El análisis de la cifras evidencia una significativa impunidad en los hechos de muertes
violentas por homicidio al no poder determinar en una proporción apreciable las causas
de estos delitos (causas indeterminadas, 31% para el año 2005 y 20.4% para eneroagosto 2006), así como estar muy asociadas la letalidad de las riñas y los robos/atracos
y asaltos. Sólo en una proporción menor están involucradas a los centros de diversión.
Hay que destacar que en relación a igual periodo del 2005 las muertes violentas por
causas indeterminadas han disminuido en un 10%, lo que pudiera ser indicativo de una
mayor operatividad policíaca en el descubrimiento de los autores y las circunstancias de
las muertes violentas.
Estos resultados evidencia la necesidad de fortalecer con recursos materiales y humanos
capacitados, la investigación criminal en función del esclarecimiento delictivo; y la
educación ciudadana orientada a la convivencia de paz y la promoción de una cultura
ciudadana de no violencia, que incluya el desarme de la población y donde el centro sea
la revalorización de la vida humana.
En relación a los centros de diversión se deberá organizar todo un trabajo de educación
cívica en la co-responsabilidad y empoderamiento de este sector empresarial, de sus
competencias como actores que no sólo brindan un servicio sino también inciden en la
problemática de la violencia y de la inseguridad ciudadana, mediante el cumplimiento
de las leyes municipales y estatales relacionadas con el control de la seguridad
ciudadana en esos negocios y en el entorno donde están ubicados. En este sentido, se
recomienda comenzar esta organización en función de la georeferendación delictiva de
los homicidios y en específico por la circunscripción No.3, donde se producen más
muertes violentas vinculadas a estos negocios. (Ver tabla anexa)
Muertes violentas producidas en los diferentes barrios/sectores del Distrito
Nacional en el año 2005
Lugar que
ocupa en la
ciudad
1
1
2
3
5
6
7
8
9
10
11
Barrio/Sector/Avenida
Número de
Muertes Violentas
Circunscripción
Domingo Savio (incluye
los sub-barrios
Guachupita, Los
Guandules y La Ciénaga)
Capotillo
Villas Agrícolas
Cristo Rey
Gualey
Arroyo Hondo
Ensanche Espaillat
24 de Abril (incluye el
sub-barrio Las Cañitas)
María Auxiliadora
Villa Consuelo
Ensanche la Fe
39
3
32
32
26
20
19
18
17
3
3
2
3
2
3
3
15
14
13
3
3
2
31
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
27 de Febrero
Villa Juana
Ave. 27 de Febrero
Los Prados
San Carlos
Villa Francisca
Mejoramiento Social
(incluye el sub-barrio
Villa María)
Mirador Sur
Gazcue
Ensanche Simón Bolívar
Ensanche Luperón
Ensanche Quisqueya
Honduras
Máximo Gómez
Zona Colonial
Zona Universitaria
La Ciénaga
Carretera Sánchez
Ensanche Kennedy
Ensanche Naco
Villa Fea
Ave. Independencia
Los Restauradores
Miraflores
Los Cacicazgos
Evaristo Morales
Bella Vista
Ciudad Nueva
Juan Bosco
El Millón
El Portal
Las Praderas
Ensanche Piantini
Ensanche Núñez de
Cáceres
La Zurza
13
12
9
8
7
7
7
3
3
--1
3
1
3
6
6
6
5
5
5
4
4
4
4
3
3
3
3
2
2
2
2
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
3
3
1
1
3
1
1
3
1
2
1
--1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
3
Fuente: Procuraduría General de la República
(--) Señala los lugares indeterminados con relación a la circunscripción de pertenencia
Las cifras expuestas en la tabla anterior son indicativas que la mayoría de las muertes
violentas en el 2005 fueron acaecidas en la circunscripción No.3, coincidente muchos
de los sectores donde ocurrieron estos hechos, con los focalizados como los de más
alta tasa de desempleo, peores condiciones de vida y deficientes servicios públicos.
(Ver tabla adjunta)
32
Condiciones de los barrios donde se produjeron la mayoría de los hechos de
muerte violenta en el Distrito Nacional. 2005
Porcentaje
Nombre del área Hogares
Personas
Tasa
Circunscripción
de hogares
geográfica
Pobres
pobres Desocupación
pobres
2
Cristo Rey
4005
26.53
16007
12.87
3
Ensanche Capotillo
3242
39.39
12837
13.33
3
María Auxiliadora
2993
29.39
12115
13.43
3
24 de Abril
1140
26.00
4628
12.70
3
Villas Agrícolas
1093
25.89
4440
13.51
3
Villa Francisca
1983
29.05
7039
13.55
3
Villa Juana
2405
25.68
9103
13.21
3
Gualey
2021
48.43
7898
13.11
3
Villa Consuelo
1668
23.65
5880
12.99
Datos trabajados desde el Censo del 2002 y el Mapa de la Pobreza 2005, ONAPLAN
Un análisis más profundo del comportamiento anual de este indicador lo ameritaría
sectores tradicionalmente residenciales como Arroyo Hondo (ubicado entre los 6 con
mayor índice de muertes violentas de la ciudad), Los Prados (lugar 15), Mirador Sur y
Gazcue (19 y 20 de manera respectiva), para establecer los factores que han incidido en
este posible desplazamiento delictivo, máxime cuando las muertes violentas se
incrementaron a partir del segundo semestre del 2005 cuando ya se estaba ejecutando el
Plan de Seguridad Democrática en varios sectores de la capital.
Hay que destacar que de enero a agosto del 2006 en relación a igual período del 2005,
se evidencia un decrecimiento de las muertes por homicidio en el distrito,
fundamentalmente en los barrios intervenidos por el Plan de Seguridad Democrática, no
así en algunos otros sectores no beneficiarios, donde el crecimiento se mantiene a
niveles anteriores o ha habido un relativo crecimiento como en el caso de Domingo
Savio, 27 de Febrero, Gazcue, Los Prados y Ensanche Paraíso. (Ver tabla adjunta)
33
Muertes violentas por homicidio e intercambio de disparos según sectores de mayor
incidencia enero-agosto 2006.
Lugar que
Barrio/Sector/Avenida
Número de
Circunscripción
ocupa en la
Muertes Violentas
ciudad
1
Domingo Savio (incluye
25
3
los sub-barrios:
Guachupita, Los
Guandules y La Ciénaga)
2
27 de Febrero
13
3
3
Villa Consuelo
11
3
4
Arroyo Hondo
11
2
5
Cristo Rey
11
2
6
Villas Agrícolas
10
3
7
Mejoramiento Social
10
3
(incluye al sub-barrio
Villa Maria)
8
Capotillo
9
3
9
Ensanche la Fe
6
2
10
24 de Abril (incluye el
6
3
sub-barrio Las Cañitas)
11
Gazcue
5
1
12
Los Prados (incluye el
5
1
sub-barrio Los Praditos)
13
Villa Francisca
5
3
14
Gualey
5
3
15
Los Ríos
4
2
16
Villa Juana
4
3
17
María Auxiliadora
3
3
18
30 de Mayo
3
1
19
Ens. Paraíso
3
1
20
San Carlos
2
1
21
Simón Bolívar
2
3
22
Bella Vista
2
1
23
Carretera Sánchez2
2
1
24
Ensanche Luperon
2
3
25
La Feria
2
1
26
La Zurza
2
3
27
Los Restauradores
2
1
Fuente: Procuraduría General de la República.
El resto de los sectores tuvieron 1 muerte violenta o ninguna en el periodo de enero-agosto 2006
El comportamiento de las muertes violentas de enero-agosto 2006, sigue indicando una
significativa incidencia en los sectores de la circunscripción No.3, algunos de ellos han
continuado, aunque en menor proporción, su comportamiento del año 2005 (Domingo
Savio, 27 de Febrero, Villa Consuelo, Mejoramiento Social, Villas Agrícolas y
Capotillo). Igualmente se evidencia que sectores tanto de la circunscripción 2 como de
la 1, catalogados antiguamente como “seguros” (Arroyo Hondo, Los Prados, Los Ríos y
Gazcue), siguen aportando cifras significativas de muertes homicidas.
Comparando los meses de enero-agosto 2005-2006 en los tres principales centros
urbanos dominicanos, se aprecia una disminución de las muertes violentas, aunque
34
poco significativa en cuanto a tasa se refiere, en el Distrito Nacional (65 muertes
menos) y Santiago de los Caballeros (74 muertes menos), sin embargo, el
comportamiento de este indicador es totalmente contrario en el caso de la provincia de
Santo Domingo, existiendo un incremento de 49 muertes, lo cual es indicativo de un
real desplazamiento de la delincuencia hacia ese territorio, ante las acciones
implementadas bajo el Plan de Seguridad Democrática en los dos primeros territorios.
(Ver tabla adjunta)
Provincia
Santo Domingo
Distrito Nacional
Santiago de los Caballeros
No. de muertes de
enero a agosto 2005
444
257
192
No. De muertes de
enero-agosto 2006
493
192
118
Fuente: Procuraduría General de la República.
Comportamiento de las muertes por intercambios de disparos:
Las muertes por intercambios de disparos tuvieron un crecimiento ostensible en el
período 1997-2005, que pasó de 78 muertes en el 1997 a 230 en el 2003 (con un
incremento de casi tres veces)13, mientras que en el 2005 el incremento fue casi 6
veces mayor con respecto al año 1997, con 437 muertes, o sea de cada 5 homicidios 1
fue por intercambio de disparos, concentrándose la mayoría de las muertes en Santo
Domingo, Santiago de los Caballeros, Distrito Nacional y San Pedro de Macorís,
por orden de incidencia. (Ver tabla adjunta)
Muertes por intercambios de disparos en el 2005, según provincias más afectadas
Provincia
No. de muertes
Santo Domingo
101
Santiago de los Caballeros
77
Distrito Nacional
58
San Pedro de Macorís
42
San Cristóbal
28
La Romana
24
La Vega
23
Duarte
16
La Altagracia
13
Fuente: Procuraduría General de la República.
En el caso de los muertos por “intercambios de disparos” en el Distrito Nacional, estos,
por la percepción social, son asociados a los operativos policiales, dentro de los barrios
populares, como forma de ejecutar la prevención situacional dentro de los barrios
denominados “calientes” de la capital y otras provincias como Santo Domingo,
Santiago de los Caballeros, San Cristóbal y San Pedro de Macorís.
El análisis anual de este indicador, evidencia que el comportamiento de las muertes por
intercambio de disparos presenta una pequeña disminución en el último semestre del
13
Según estadística de la PN
35
años 2005 (julio-diciembre), en dos de los principales centros urbanos (Santo Domingo
y Santiago de los Caballeros), sin embargo, en el caso del Distrito Nacional estos
hechos mantuvieron su comportamiento en comparación al primer semestre del 2005,
indicando que en el territorio del distrito la violencia en los enfrentamientos
policía/presuntos delincuentes se mantuvo al mismo nivel. (Ver tabla anexa)
Muertes por intercambios de disparos en los 3 principales centros urbanos en el
2005.
Provincia
No. de muertes de
enero a junio 2005
Santo Domingo
56
Santiago de los Caballeros
40
Distrito Nacional
29
Fuente: Procuraduría General de la República.
No. De muertes de
julio a diciembre
2005
45
37
29
Total de muertes
por intercambio
de disparos 2005
101
77
58
Analizando el comportamiento de las muertes por intercambios de disparos en el primer
semestre del 2006 (enero-junio) comparado con igual periodo en el 2005, se evidencia
una disminución significativa en número de muertes por esta causa, en los 3 centros
urbanos más importantes del país. (Ver tabla adjunta)
Provincia
No. de muertes de
enero a junio 2005
Santo Domingo
56
Santiago de los Caballeros
40
Distrito Nacional
29
Fuente: Procuraduría General de la República
No. de muertes de
enero a junio
2006
33
27
13
En este sentido, la provincia de Santo Domingo es el territorio donde existe una mayor
proporción en la disminución de las muertes por intercambio de disparos, con 23
muertes menos, seguido por el Distrito Nacional con 16 y por último Santiago de los
Caballeros con 13 muertes menos, a igual periodo del 2005.
La agresividad que adquieren los cuerpos policíacos ante la percepción de inseguridad
ciudadana (real o imaginaria), reforzada por una amplia publicidad de impacto, a veces
irresponsable y poco analítica del comportamiento del fenómeno de la criminalidad,
por los medios de comunicación masiva; genera una falsa imagen de efectividad en los
operativos policíacos, que se traduce coyunturalmente, en “legitimidad” y “apoyo” de
una parte de la ciudadanía, deseosa de tranquilidad ciudadana, contribuyendo esta
valoración momentánea a elevar el nivel de victimización y selección indiscriminada
dentro de los grupos en desventaja social por parte de esta institución14.
Sin embargo, los resultados de los operativos policiales, como medidas reactivas ante el
reclamo de la población de seguridad, al final históricamente, han puesto en evidencia la
falta de medios materiales, de preparación de sus fuerzas así como de información y
14
Liriano Alejandra, Milán Guillermo., Pons Daniel, Investigación de los barrios Los Guandules y Los
Alcarrizos, FLACSO 2001, Díaz M, Dinámicas de grupos de jóvenes realizadas en los barrios Capotillo
y Villas Agrícolas, mayo 2005 y dinámica de grupo realizada a líderes barriales de la Zurza, Las Cañitas,
24 de Abril, Guachupita y Los Guandules, agosto 2005.
36
análisis de la Policía Nacional, para proceder de manera efectiva y selectiva contra la
delincuencia, en el lugar y momento pertinente.
Este actuar, igualmente ha estado matizado en el primer semestre del año 2005 y en el
primer semestre del 2006, por una fuerte presión de la ciudadanía y el poder político
del país a la Policía Nacional, de acciones eficientes contra la criminalidad y al unísono
llevar el proceso de reestructuración policial, que han agravado el desempeño efectivo
de esa institución. Sólo en el año 2005 fueron dados de baja, por diferentes causas
incluido el retiro y la corrupción, más de 2 000 agentes de las filas de la policía, lo que
implica una contracción de la respuesta operativa, hechos constatados en la praxis
criminológica de los países del área del Caribe (Cuba décadas de los 70 y años 198993).
Esos resultados han reforzado en la población las valoraciones de ineficacia de la
policía nacional para disminuir el delito y la imagen negativa, que dentro de la sociedad
civil tiene, vinculada en la percepción popular a la represión y victimización de los
jóvenes de los barrios y de sus familias, y no así de los delincuentes; a la corrupción y
al incremento del temor en los barrios, pues no sólo se tienen que cuidar de la
delincuencia sino también de los agentes del orden, impidiendo el disfrute de los
derechos ciudadanos, tales como, el de libre tránsito, entre las expresiones más
relevantes, recepcionadas en diferentes estudios de percepción15.
Se destaca que en los primeros seis meses del año 2005, y en particular entre los meses
de marzo-junio, dentro de los barrios, cerca de 5 000 personas fueron detenidas
indiscriminadamente en operativos de la policía, ciudadanos a los que al menos se les
fue violado el derecho constitucional de libertad de tránsito. Sólo en el último operativo,
denominado “Operación Paloma” iniciado el 25 de julio del 2005, fueron detenidas
3,816 personas, de las cuáles una ínfima parte (el 9%), tenían cuentas pendientes con la
justicia. Según informe de la Policía, durante el operativo fueron ocupadas 31 armas de
fuego y 299 armas blancas, lo que muestra la poca efectividad de este tipo de acciones,
valoradas dentro de sus altos costos económicos y humanos.
Los barrios más víctimizados en el D.N., por los operativos policíacos han sido
históricamente los más pobres y los de mayor incidencia de la delincuencia tradicional y
en los últimos años de la denominada criminalidad compleja asociada al micro-tráfico
de drogas, entre ellos Capotillo, 24 de Abril, Gualey, Las Cañitas, Guachupita,
Villas Agrícolas, Simón Bolívar, Loma del Chivo, Cristo Rey, Villa Consuelo, Villa
Francisca y 27 de febrero.
Sin embargo, los resultados de esta forma de hacer la “prevención situacional” por la
Policía Nacional no fueron los esperados desde el punto de vista de disminución de los
índices delictivos y del incremento de la percepción de seguridad de los ciudadanos, ni
fueron favorablemente acogidos ni por parte de la ciudadanía residente en esos barrios,
que se consideraba victimizada de manera múltiple (por el desamparo social, la
delincuencia y la policía) ni por la sociedad civil representada por el “Foro Ciudadano”
15
Encuesta Gallup República Dominicana, agosto 2006. Díaz M. Dinámica de grupo realizada el 5 de
agosto del 2005 entre líderes barriales. Díaz M. y Milán G., encuesta realizada entre líderes de las Juntas
de Vecinos de Capotillo el día 13 de agosto 2005. Pérez C., Milán G., Díaz M., investigación realizada
en Santo Domingo y La Romana, Grupo ESQUIS. INTEC, 2002. Liriano A., Milán G. y Pons D.
investigación realizada en los barrios de los Guandules y Los Alcarrizos. FLACSO, 2001
37
(Organización que agrupa en su seno a más de 100 ONGs, entre ellas Participación
Ciudadana, FINJUS, Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios y el Centro de
Estudios Sociales Padre Juan Montalvo), y que en su reunión anual realizada el 13 de
agosto del 2005 dejara patente su posición, al respecto.
Tanto los reclamos de la sociedad civil como el análisis de lo logrado por esta forma de
ejecutar la prevención, en un balance anual de la ejecutoria del Gobierno para el tema de
seguridad, culminó con el resultado de que el Secretario de Interior y Policía Franklin
Almeyda reconociera en declaraciones a la prensa hechas el 18 de agosto del 2005, que
“los operativos indiscriminados afectan mayormente a personas inocentes y se desarma
a los que usan sus armas legalmente y no se logra reducir la delincuencia”, “… son una
molestia para la población y que en ocasiones se violan los derechos humanos de los
transeúntes”. En ese mismo marco, el Dr. Almeyda anunció la suspensión de los
operativos barriales y que “en lo adelante la forma de operación de la policía será
orientada selectivamente hacia los delincuentes”16, pautando una nueva forma de hacer
prevención situacional al nuevo Jefe de la Policía Nacional, Mayor General Bernardo
Santana Páez.
A un año de esta suspensión, nuevamente la presión ciudadana conminada por la
percepción social de baja efectividad de desempeño policial ante la criminalidad, hizo
que el protagonismo del liderazgo nacional, desde la Presidencia de la República,
creara el Consejo de Gobierno Ampliado en materia de seguridad, el 17 de julio, el cual
inició su agenda de trabajo implementado un grupo de disposiciones orientadas a la
reducción de los horarios de expendio de bebidas alcohólicas en los centros de
diversión, el patrullaje mixto policía/fuerzas armadas en el horario de 8 de la noche a 6
de la mañana y emitiera medidas para un mayor control de armas de fuego.
En encuesta de la firma Gallup República Dominicana, realizada del 3 al 5 de agosto
con una muestra de 1, 200 personas, los resultados evidencian el alto apoyo de la
población a las medidas adoptadas por el Consejo Nacional de Seguridad (96% de los
entrevistados), así como más de 8 de cada 10 personas (88%) estuvo de acuerdo con
los horarios establecidos para el expendio de bebidas alcohólicas en los centros de
diversión, mientras 9 de cada 10 ciudadanos encuestados apoyó la prohibición de
importación de armas de fuego y municiones.
Igualmente, un poco más de 9 de cada 10 entrevistados favorecen la decisión
gubernamental de coordinar las labores de la Dirección Nacional de Control de Drogas
(DNCD), la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI) y la Policía para que de
manera conjunta identifiquen y combatan los puntos de drogas, así como apoyan la
identificación y el control tanto de los vehículos de motores como de los que ejercen la
actividad de servicio de motoconcho.
En el análisis del impacto de estas medidas gubernamentales, como de los resultados de
la encuesta anteriormente citada, se evidencia que el apoyo casi unánime de la
población a estas regulaciones responden a sus aspiraciones de conseguir seguridad ante
el incremento de la criminalidad y la poca efectividad que en su enfrentamiento había
sido mostrada hasta el momento para las demandas de la percepción social17, indicando
16
El Caribe, edición del 19 de agosto del 2005
Encuesta Nacional de Hogares, ENHOGAR-2005 de la ONE realizada en 20 000 hogares del país, 7 de
cada 10 dominicanos mayor de 12 años se sienten insatisfechos con la actuación de la policía.
17
38
que este fenómeno rebasaba el control y la ejecutoria de contención y conminación del
Estado.
A un mes de implementadas las medidas más de 30 000 personas en los centros urbanos
más importantes del país han sido detenidas y revisadas, sólo los fines semana son
objeto de revisión y detención más de 2 000 personas y más de 500 son detenidas con
fines de investigación. Hasta el día 22 de puesta en marcha las disposiciones
gubernamentales, 576 personas habían sido arrestadas (menos del 2% del total de los
detenidos) por diferentes delitos pendientes. En los registros a vehículos, motores y
personas se han encontrado irregularidades del control vehicular, en específico
diferentes ilegalidades de carencia y vencimiento de matrícula, revista y otros
documentos como los más importantes y en menor escala objeto de robo. Asimismo, se
han incautado en una proporción poco significativa a la cantidad de detenciones, armas
de fuego, portadas de manera ilegal o de procedencia no clara u objeto de delito, armas
blancas así como estupefacientes.
Una reflexión analítica de este proceder gubernamental nos indica que, no obstante a los
resultados de impacto favorable en la población de las disposiciones gubernamentales,
estas deben ser vistas desde una perspectiva transitoria, con fines organizacionales de
conformación de un serio y concertado plan integral en materia de gobierno de la
seguridad, donde estén presentes y participando activamente, todos los actores claves,
incluidos los gobiernos locales como socios gerenciales y soporte del gobierno central,
en los territorios locales.
Igualmente, se deben afinar algunas medidas como las de patrullaje y las de control de
los centros nocturnos, de acuerdo a las normas especializadas del trabajo operativo
policíaco y de organización urbana de estos negocios, en función de no dar una imagen
de estado de sitio a la ciudadanía y en particular al turista, que generen un incremento
de los sentimientos de inseguridad y de violación de los derechos ciudadanos. En este
sentido, se deberá conminar al empresariado dedicado a los servicios de diversión y
recreación de asumir su responsabilidad con la seguridad integral de su negocio y de los
que asisten al mismo, así como con el entorno donde están enclavados, en función de la
convivencia de paz y respeto al otro.
En el caso de esto último, se deberán emitir o hacer cumplir las normativas vigentes
tanto a nivel de gobierno central como municipal unido a una fuerte educación
ciudadana y una integración efectiva de estos actores a los planes y programas en
materia de seguridad como forma de ejercer la prevención pro-activa y no reactiva
como hasta el momento ha estado ocurriendo.
En este sentido, ya se ejecuta en el distrito la Resolución 153-00056 de seguridad en los
lugares públicos cerrados, la cual igualmente fue puesta en marcha de manera reactiva,
a raíz de la explosión accidental ocurrida en el Diamond Mall en el mes de junio del
presente año. En los 132 lugares de diversión inspeccionados por la Comisión de
Seguridad que da seguimiento a esta Resolución se constató que en su mayoría carecen
de los niveles de seguridad necesarios para operar como centros de concentración de
grandes cantidades de personas.
39
La situación de las armas de fuego dentro del contexto nacional:
Matiza la situación de la seguridad de manera desfavorable, la cantidad de armas
(legales o ilegales) en manos de la población civil y que tiene como contraparte la
relativa facilidad para adquirirlas y la inexistencia de una política orientada hacia el
desarme en el país, unido a un sistema de control y verificación vulnerables y la
aceptación, por parte de un sector de la población, de su tenencia, ante los problemas
de inseguridad ciudadana18. Todo ello, es agravado, en el imaginario social, por la
mediatización de una cultura machista muy arraigada, donde el arma, como objeto,
adquiere significados psico-sociales fetichistas, muy relacionados al poder, al status y al
autocontrol de los destinos individuales y familiares. 19
Según datos aportados en entrevista concedida a EFE por el Secretario de Interior y
Policía, Dr. Franklin Almeyda, en la actualidad 159,648 civiles tienen licencia para
porte de armas de fuego. En ese reporte de prensa se señala que Departamentos de
Seguridad del Estado estiman entre 100 000 y 200 000 las armas ilícitas en poder de la
ciudadanía, mientras que declaraciones del intendente de Armas de la Secretaría de
Estado de Interior y Policía Estanislao Gonell destacó que cada día esa institución
recibe entre 600 y 700 expedientes, de los cuales una parte significativa son
aprobados.20
Este marco contextual adverso explica la cifra de que 7 de cada 10 homicidios21, que se
producen actualmente en el país y en lo fundamental en Santo Domingo, Distrito
Nacional y Santiago de los Caballeros, sean consumados mediante armas de fuego
(mayormente pistolas y revólveres).
Asimismo, ante la incapacidad de dar respuesta efectiva al problema de la delincuencia
por parte de los gobiernos caribeños, se ha podido constatar en las clases medias y alta
un incremento paulatino de la ideología de la privatización de la seguridad y de la
justicia (Del Olmo 1998) como vía efectiva de “autodefensa” y de “protección”, siendo
cada vez más común ver la construcción de comunidades residenciales y laborales
protegidas por compañías privadas, promoviéndose dentro de estos sectores sociales,
valores de auto-exclusión a su entorno social en detrimento de la convivencia y la
socialización en los espacios públicos citadinos.
18
Díaz M. Encuesta realizada a líderes comunitarios agosto 2005 ya citada.
En el 2001, se habían registrado en el país 25 armerías. Citado por Lillian Bobea en su trabajo
“Economía Política de la inseguridad y desafíos a las políticas de seguridad ciudadana en la República
Dominicana” pág. 196.
Para adquirir una licencia de porte de armas de fuego se debe aprobar un examen de dopaje, un test
psicológico-psiquiátrico, obtener una certificación del Ministerio de las Fuerzas Armadas, y una carta de
buena conducta de la PN y pagar el coste correspondiente de impuesto de la nueva licencia que es de 4
900 pesos (163 dólares)
20
Reporte de EFE/ El Caribe/CDN digital “Asesinan a más de cuatro dominicanos al día con armas de
fuego”, 6 de julio 2005. El coste de un arma oscila entre 29 000 pesos (966 dólares) y 80 000 pesos (2
666 dólares), pudiendo encontrarse en oferta has por 24 000 pesos (823 dólares), siendo las pistolas las
más compradas. Los que la compran y tienen su tenencia se caracterizan por ser en su mayoría hombres
entre los 25 y 45 años de edad.
La realidad de República dominicana no está ajena de la del continente Latinoamericano donde el 42% de
los homicidios son provocados por armas de fuego y ante 80 millones de armas que se calculan estén en
circulación en el continente según informe de la Conferencia de Revisión del Programa de acción sobre
Armas Pequeñas y Ligeras celebrado en julio del 2006, en la sede de la ONU en Nueva York
21
Datos proporcionados por la Procuraduría General de la República..
19
40
En este sentido, se observa tanto a lo interno de los que desarrollan esos proyectos de
vida como de los que los facilitan ejecutarlo (compañías privadas de vigilancia), el
fortalecimiento de una ideología centrada en referentes valóricos de punitividad,
exclusión, individualismo, autoritarismo, discriminación y victimización selectiva, así
como de un sentido de pertenencia alejado de los valores de unidad y solidaridad social,
los que fortalecen la cohesión social en torno a un proyecto de desarrollo progresivo,
mientras que cuando ocurre lo contrario, como es en el caso de nuestro país, se
promueve la conflictividad y desintegración social, violencia e ingobernabilidad
ciudadana.22
Las muertes por suicidios:
Las muertes por suicidios 2000-2005 ascienden a 1,961 personas, en su mayoría
hombres. El año 2005 registró la cifra más alta de los que optaron por la decisión de
quitarse la vida con 518 víctimas. (Ver tabla adjunta)
Total de
Muertes
por
suicidio
1 961
2 000
2 001
2 002
2 003
2 004
2 005
359
296
382
406
280
518
Fuente: República Dominicana en Cifras. 2005. ONE
Las muertes por accidentes:
Las muertes por accidentes están concentradas básicamente en las provocadas por
vehículos automotores y por la corriente eléctrica. Según declaraciones del entonces
Secretario de Salud, Sabino Báez, el 23 de julio del 2005, en la puesta en
funcionamiento del Programa Nacional contra accidentes del tránsito, anunció que en el
2004 las muertes provocadas por ese tipo de hechos, sobrepasaron las 4 000 a nivel
nacional, caracterizando a las personas fallecidas entre las edades de 15 a 44 años. 23 La
tasa de muertes por accidentes de tránsito es de 44 por cada 100 000 habitantes,
constituyendo el 20.9% de los delitos juzgados en primera instancia en el 200324. (Ver
tabla adjunta)
22
Se estima que en el año 2 000 habían registrada 98 compañías de seguridad privada. Según datos de
artículo de Raimundo Díaz “Compañías privadas de seguridad, el negocio del milenio”, publicado en la
Revista Rumbos 388 año VII, 9/7/2001, Santo Domingo pág. 40.
Del 2000 a la fecha el negocio de las compañías de seguridad se ha consolidado y todavía no está
debidamente regulada en lo referido al control y selección de personal y su tratamiento y protección
laboral, así como las debidas reglamentaciones en cuanto a las competencias y ejecutoria de seguridad de
estas instituciones.
23
Comprés Leoncio, artículo “Accidentes dejan 4 mil muertos en el 2004”, Diario Libre del 23 de julio
2005 pág. 8
24
Datos procesados del Boletín Estadístico del Poder Judicial de la Suprema Corte de Justicia.
41
Tipo de
muertes por
accidentes
Ahogamiento
Electrocución
Tránsito
2 000
2 001
2 002
2 003
2 004
2 005
Total
348
54
1673
309
21
1436
301
122
1645
300
163
1592
226
110
1370
364
242
1367
1 848
712
9083
Fuente: República Dominicana en Cifras. 2005. ONE
Como se aprecian en las cifras, en el año 2005 hubo un incremento significativo en el
país de las muertes por ahogamiento y electrocución, no así de las muertes por
accidentes de tránsito.
Sin embargo las violaciones de la Ley 241 del Tránsito, continúa siendo la causa más
juzgada en nuestros tribunales con más de 200 000 casos en los últimos dos años.
En el caso del Distrito Nacional, a partir de la contabilización de los accidentes del
tránsito por la nueva división territorial se ha visto un comportamiento estable de la tasa
en 14.77 muertes por cada 100 000 habitantes. (Ver tabla adjunta).
Muertes por
accidentes de
tránsito en los
3 centros
urbanos
principales
Distrito
Nacional*
Santo Domingo
Santiago de los
Caballeros
2 000
2 001
2 002
2 003
2 004
Total
345
298
454
134
135
1366
---
---
---
369
327
696
105
114
116
97
58
490
Fuente: República Dominicana en Cifras. 2005. ONE
* A partir del 2003 se empieza a contabilizar por la nueva división territorial de la provincia Santo
Domingo y el Distrito Nacional
En cuanto a las electrocuciones estás, en lo fundamental, son producto del mal estado
de los cables del tendido eléctrico, tanto público como residencial, o negligencias de la
población al intentar conectarse de manera ilegal al sistema eléctrico o por conexiones o
manipulaciones de equipos eléctricos, de manera irresponsable. Caracterizando a las
víctimas por electrocución, en su mayoría son varones, pobres y residentes de los
barrios populares.
En este sentido, en el D.N., a partir del año 2000 se observa un decrecimiento de las
muertes provocadas por esos accidentes, en relación a la década de los 90. Sin
embargo, en los seis primeros meses del año 2005, 30 capitaleños/as han muerto por
este tipo de accidentes, incrementándose nuevamente las víctimas, en su mayoría
residentes de los barrios populares de la zona Norte de la capital, lo que evidencia el
mal estado de la red de alumbrado público y residencial en los barrios de esa
circunscripción, así como una ineficiente educación preventiva de la población, al
42
respecto25. Estimaciones de este tipo de muerte por accidente en la capital ubican a 58
las víctimas fatales en el 2005. (Ver tabla adjunta).
Año
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003*
2004*
2005*
No. de
Casos
Muertes por electrocución en el Distrito Nacional. Periodo 1993-2002
Sexo
Sexo
Prov.
Prov.
Prov. por
Varón
Hembra
por
por
Planchas
Neveras
Abanicos
Prov.
Por
Cables
Eléctricos
47
46
62
63
72
77
68
16
3
23
Otra
causa
60
11
3
3
2
49
13
5
6
0
95
82
78
12
0
0
0
66
13
0
0
0
83
70
91
15
10
0
0
76
95
18
6
0
0
77
86
19
9
0
0
67
16
1
0
0
0
15
3
1
1
0
0
2
24
2
2
1
0
22
15
16
58
Fuente: Ayuntamiento D.N.
(*) Estimaciones utilizando un ajuste cúbico y los datos en el primer semestre del 2005
5
7
16
20
9
12
8
0
0
0
La relación muertes/lesiones en el contexto de la situación delictiva:
En cuanto a la relación muertes/lesiones, según el procesamiento de los datos aportados
a la Procuraduría General de la República por las fiscalías del país de hechos conocidos
en el 2004, existe un grupo de provincias en que este tipo de relación es mayor a 1 lo
que es indicativo de la letalidad de las agresiones y la posible presencia de organización
criminal. Las provincias mayormente afectadas en este tipo de relación son las grandes
urbanizaciones del país, las fronterizas, las que tienen una presencia fuerte del
turismo y aquellas que tienen un fuerte movimiento de dólares. Hay un grupo de
provincias que hemos calificado de peculiares por desconocer que factores podrían
estar incidiendo en el comportamiento de la relación muertes/lesiones.
Igualmente significamos, que aunque el gran ausente de este análisis por no contar de
datos disponibles para ese año, es el Distrito Nacional, podemos inferir que su
comportamiento es similar al de las grandes urbanizaciones como Santo Domingo y
Santiago de los Caballeros, máxime cuando estas tres provincias tuvieron un desempeño
similar, en estos índices durante el período enero-junio 2005, o sea que también en la
capital podemos suponer la presencia de cierta organización criminal. (Ver tabla
adjunta)
25
Méndez Riamny, artículo “La corriente que mata a los más pobres” presentado en Diario Libre del 18
de julio 2005, pág.20
43
Cálculo de la relación muertes/lesiones para evaluación de organización delictiva a
partir de los resultados de casos criminales conocidos por Fiscalías de todo el país
en el año 2004
SANTO DOMINGO
Relación
Lesiones/Homicidio
>>>1
Posibilidad
Causal
Gran Urbanización
MONTE PLATA
0.53
TOTAL
14.16
Gran Urbanización
DEPARTAMENTO SANTIAGO
SANTIAGO
2.63
Gran Urbanización
PUERTO PLATA
3.83
Turismo
VALVERDE MAO
>>>1
Peculiar
TOTAL
3.18
Gran Urbanización
DEPARTAMENTO LA VEGA
LA VEGA
>>>1
Peculiar
SÁNCHEZ RAMÍREZ
>>>1
Peculiar
MONSEÑOR NOUEL
0.11
ESPAILLAT
0.82
CONSTANZA
0.14
TOTAL
0.43
SAN FRANCISCO DE MACORÍS
SAN FRANCISCO DE MACORÍS
1.93
Peculiar
MARÍA TRINIDAD SÁNCHEZ
>>>1
Peculiar
SALCEDO
>>>1
Peculiar
SAMANÁ
0.16
TOTAL
1.39
Peculiar
SAN CRISTÓBAL
SAN CRISTÓBAL
0.30
AZUA
0.24
PERAVIA
>>>1
SAN JOSÉ DE OCOA
0.54
TOTAL
0.34
Movimiento Dólares
SAN PEDRO DE MACORÍS
SAN PEDRO DE MACORÍS
2.53
EL SEYBO
0.80
Peculiar
LA ALTAGRACIA
1.33
LA ROMANA
0.70
Turismo
HATO MAYOR
15.00
Peculiar
TOTAL
1.35
Turismo
BARAHONA
BARAHONA
>>>1
INDEPEDENCIA
>>>1
PEDERNALES
>>>1
NEYBA
>>>1
TOTAL
>>>1
Frontera
MONTE CRISTI
MONTE CRISTI
>>>1
DAJABÓN
>>>1
SANTIAGO RODRÍGUEZ
>>>1
TOTAL
23.00
Frontera
SAN JUAN DE LA MAGUANA
SAN JUAN
3.56
ELÍAS PIÑA
2.00
44
TOTAL
2.93
Total País (sin D.N.)
1.29
Frontera
Datos trabajados desde la información brindada por la Procuraduría General de la
República.
En cuanto a otras tipificaciones de delitos, nos referiremos a las mismas en base a las
sentencias definitivas dictadas por las cámaras penales del Juzgado de Primera Instancia
julio- diciembre/200326, siendo el Robo (26.7%), las Lesiones (24.8%) y Amenazas
(15.1%) las tipicidades delictivas más juzgadas, dentro entro del D.N (Ver gráfico
adjunto)
Distribución porcentual de hechos juzgados,
2do semestre 2003, Distrito Nacional
Tent at ivas
0.6
Violencia intraf amiliar
0.8
Ot ros delit os contra el menor
1.1
Port e ilegal de armas
1.3
Incendio
1.3
Delit os sexuales (acoso y violación)
1.4
Homicidios y Asesinat os
1.5
Falsif icación
1.6
Abuso de confianza
1.6
Violación propiedad
2.0
Drogas
2.8
Viajes ilegales
4.0
Est af a
4.4
Dif amación e injuria
8.8
Amenaza
15.1
Lesiones
24.8
Robo
26.7
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
Fuente: Boletín Estadístico de la Suprema Corte de Justicia. No.7 (julio-diciembre 2003)
En los casos conocidos por las fiscalías del país en el año 2004, son los más
significativos: el Robo (44.2%), la Droga (20 %), Abuso Sexual (18%), Homicidio
(9.9%) y los Golpes y Heridas (7.7 %). (Ver tabla adjunta)
26
Datos emitidos en el Boletín Estadístico Judicial. Poder Judicial. Suprema Corte de Justicia
45
Casos criminales conocidos por las Fiscalías
Porcentaje
Numero de casos criminales
del país*, año 2004
ROBO
44.20
4,996
DROGA
20.05
2,266
ABUSO SEXUAL
18.08
1,126
HOMICIDIO
9.96
2,044
GOLPES Y HERIDAS
7.71
872
Total
100.00
11,304
Fuente: Procuraduría General de la República. (*) Falta el Distrito Nacional en estas cifras
Igualmente, al analizar las diez tipificaciones delictivas más frecuentes en cuatro
períodos históricos, se evidencia que el Robo ha mantenido un comportamiento más
similar entre el periodo enero 1988 a mayo 1998 en todo el país y el segundo semestre
del año 2003 en el Distrito Nacional. Otros delitos que han tenido un comportamiento
similar en esos períodos han sido los delitos juzgados por Ley de Tránsito y Otras
Infracciones.
En el caso de las Lesiones existen diferencias entre los períodos enero 1999- enero
2000 para el D.N. y así como en el segundo semestre del 2001 para todo el país, con los
anteriormente señalados. Se destaca que los hechos de Lesiones suelen tener una cifra
negra de no denuncia en grandes zonas urbanas como la capital, máxime cuando estos
no ponen en peligro la vida y/o ocurren a lo interno del barrio.
En cuanto al delito de Droga, se observa un comportamiento similar entre enero 1999enero 2000 del D.N. y el segundo semestre del 2001 para todo el país (Ver tabla
adjunta)
Las Tipificaciones delictivas mas frecuentes en cuatro periodos27
Porcentajes
Tipificación delictiva
Enero 1988
a Mayo 1998 (todo el
país)
Enero 1999
a Enero 2000
(D.N.)
Ley de transito
25
28
Otras infracciones
17
27
33
19.18
Robo
17
15
19
17.59
Lesiones
14
6
22
16.29
Amenaza
14
.
.
9.96
Difamación e injuria
3
.
.
5.82
Estafa
2
3
3
2.92
Viajes ilegales
.
.
.
2.61
Drogas
2
9
10
1.84
Violación propiedad
.
.
.
1.34
27
2do. Semestre
2001 (todo el
país)
2do.
Semestre
2003 D.N.
22.45
Datos extraídos de los Boletines Estadísticos de la Suprema Corte de Justicia.
46
Homicidios y
Asesinatos
.
3
2
.
Porte ilegal de armas
.
3
1
.
Asociación
malhechores
3
2
.
Los hechos de Robo mayormente se producen en la Vía Pública (en forma de robo con
violencia e intimidación en las personas, en las variantes de arrebatones de prendas y
carteras, asaltos con armas y carterismo), Residencias y Comercios.
Este comportamiento se mantiene para el 2005 en el Distrito Nacional, según análisis de
sentencias penales realizado en Tribunales de Primera Instancia en cinco localidades del
país (Distrito Nacional, Santo Domingo, La Romana, La Vega y Peravia)28. (Ver tabla
adjunta)
Tipo de infracción por provincias, según muestra
Provincia
Violentos
Propiedad
Otros
Drogas
Distrito Nacional
31.3%
12.5%
40.6%
15.6%
Santo Domingo
62.1%
3.4%
27.6%
6.9%
La Romana
20.7%
6.9%
55.2%
17.2%
La Vega
26.3%
15.8%
47.4%
40.5%
Peravia
33.3%
23.3%
20.0%
23.3%
Total
35.3%
12.2%
37.4%
15.1%
Fuente: Estudio Diagnóstico sobre calidad y acceso de la Justicia Penal en la República
Dominicana. FINJUS, PC y USAID, junio 2006.
En el caso de la violencia intrafamiliar la Unidad de Atención y Prevención de la
Violencia29 del D.N., de abril a junio del 2005 había atendido 2, 374 casos en el Dpto.
de Violencia de Género mientras que en el Dpto. de Abuso Sexual 285 casos,
mientras que de enero a junio del 2006 se habían recibido 40 casos en audiencias de
fondo, se habían logrado 15 sentencias condenatorias e investigaba 161 denuncias30. De
hecho, la incidencia de este tipo de delitos es de menos del 2%, cada uno, de todos los
hechos juzgados en primera instancia, en la capital31.
Según las denuncias radicadas en las 11 Fiscalías Barriales, los sectores residenciales
del distrito mayormente afectados por el abuso sexual son Cristo Rey (circunscripción
No.2), Capotillo y La Ciénaga (circunscripción No.3), en orden de relevancia, según
casos reportados32.
Al analizar la relación del par victimar, se evidencia que los casos radicados en el
distrito no difieren de los reportados en la literatura criminológica. Los delitos sexuales
28
Estudio Diagnóstico sobre calidad y acceso de la Justicia Penal en la República Dominicana. FINJUS,
PC y USAID, junio 2006.
29
La Unidad de Atención y Prevención de la Violencia de la Procuraduría General de la República fue
creada el 29 de marzo 2005
30
Reporte de Febles, Edith, “Reparten 50 años a acusados de violar a menores de edad”, Clave, 14 de
septiembre 2006, pág. 10.
31
Datos extraídos de los Boletines Estadísticos de la Suprema Corte de Justicia. 2003 y 2004.
32
Ídem. Pie de página No. 25.
47
son en su mayoría contra el género femenino (mujeres jóvenes y niñas), donde los
victimarios, en una alta incidencia son conocidos, perteneciendo una cifra significativa
de ellos, al círculo familiar de la víctima.
3.1 La incidencia de la criminalidad compleja en el D.N.
El flagelo de la denominada criminalidad compleja y en específico los delitos
relacionados con la corrupción y el fraude, han tenido un alto impacto dentro de las dos
últimas décadas en la sociedad dominicana, sin embargo en los tres últimos años éste ha
sido crítico, tanto por la gravedad como por la envergadura que han tenido en el destino
futuro de la nación y los obstáculos para hacer valer la justicia en este tipo de delito.
En correspondencia con los resultados objetivos que han tenido, en cuanto al
procesamiento penal y ejecución de la justicia de estos delitos, se percibe, por parte de
la población, una falta de voluntad política, lentitud y poca efectividad de la justicia
para juzgar y condenar a sus comisores, máxime si éstos están vinculados a la clase
política y la económicamente más alta, lo que ha venido a reforzar, la percepción social
dentro de la ciudadanía, de la convicción sobre el alto nivel de impunidad con que
cuentan, estos crímenes en el país.
En este sentido, se ratifica dentro de la opinión pública y en los llamados de las ONGs
como Participación Ciudadana y FINJUS, lo que señalan algunos estudiosos del tema
dentro de la criminología (Sutherland, E., Zaffaroni, E., Baratta A., R., Aniyar L., Del
Olmo R.) sobre la extensión y profundidad estructural que ha alcanzado este tipo de
criminalidad entre aquellas clases y grupos que ostentan el poder político y económico
dentro del país, pudiendo ser un factor detonante de la inestabilidad y desintegración
social de la nación, en un futuro mediato.
Igualmente se destacan por estos autores la correspondencia de la impunidad de los
delitos de cuello blanco con un incremento de la criminalidad tradicional, como
respuesta social reactiva al descontrol, la tolerancia y los antivalores que se promueven
desde el poder político y jurídico para estos crímenes.
Se destacan por su gravedad e incidencia en el futuro de la nación, los casos de fraude
bancario detectados en el 2003, el hecho más grave ocurrido dentro de la historia del
país en relación a este tipo de delito, y cuyos autores principales todavía están a la
espera de ser juzgados.
El descubrimiento del fraude bancario, generó la quiebra de los 3 bancos involucrados
(Baninter, Bancrédito y el Banco Mercantil) y fue gestado desde 1989 amparado por
una supervisión y control bancario deficiente y muy vulnerable a este tipo de
criminalidad. La decisión del entonces gobierno del Presidente H. Mejía fue la del
rescate de los depositantes y ahorrantes (siendo los principales, 19 asociaciones de
ahorros y préstamos, 3 bancos múltiples y varios fondos de pensiones y planes de retiro;
y depósitos de fundaciones, organizaciones no gubernamentales e Iglesias) con los
activos del Banco Central, provocando una fuerte depresión en la economía, el
incremento de la deuda pública, unido al déficit del sector público y cuasi fiscal del
Banco Central y la pérdida de la mayor parte de sus reservas.
48
Los responsables del fraude bancario lograron burlar durante años, a las autoridades
supervisoras y de la autoridad monetaria del país, así como a reconocidas firmas
internacionales de auditores como Prince Waterhause Coopers, lo que habla del nivel de
organización y comprometimiento con la actividad de esta red de criminales.
El costo para el país es estimado en cerca de los 100 mil millones de pesos, lo cual tuvo
una drástica incidencia en el PIB nacional generando una profundización de la crisis
económica y el incremento de la deuda social, retrocediéndose, en este sentido, al año
1996. Como consecuencia dramática para la población de este hecho, son los resultados
de los incrementos de los nuevos pobres y el de desocupación (se estima que entre el
2000 y el 2004 fueron a engrosar las filas de la pobreza 1.3 millones de dominicanos/as,
mientras que más de 800 mil personas pasaron a las filas de la desocupación).
3.2 La droga en República Dominicana y su incidencia en el D.N.
Como corredor geográfico, marítimo y aéreo, el Caribe y en particular República
Dominicana, ha visto el crecimiento progresivo del flagelo del narcotráfico, el cual se
constata en incremento desde fines de la década de los 80 e inicios de los 90,
empezando a sentirse su terrible secuela de violencia social, corrupción, organización
del crimen y destrucción de individuos y familias, en casi todos los sectores sociales,
pero en lo fundamental, en los sectores populares que han visto desarrollarse y
organizarse a lo interno de los barrios, grupos que la trafican y controlan su distribución
y que han elevado los homicidios, las peleas y trifulcas barriales, por el control del
territorio.
En este escenario contextual, y como salida a las precarias condiciones de vida y a la
falta de oportunidades de desarrollo humano, se observa el reclutamiento de jóvenes y
menores, entre 12 y 21 años, los cuáles son los que conforman las estructuras de estas
organizaciones de tráfico y distribución, así como cuidan de sus espacios territoriales
dentro de los barrios33
De acuerdo al análisis de los datos aportados en el Informe del Observatorio
Interamericano de la Droga de la OEA, aún el país puede ubicarse entre un perfil medio
en comparación con otros estados latinoamericanos y en particular dentro de la región
del Caribe, aunque en este último caso no se podrán hacer comparaciones con las
naciones caribeñas de habla hispana (Cuba/Puerto Rico) por no existir información al
respecto. (Ver tabla adjunta)
33
Liriano A, Milán G. y Pons D. Grupos focales y entrevistas a profundidad en el marco del “Estudio de
Percepción de la Seguridad Ciudadana en dos Barrios de Santo Domingo. Gualey y Los Alcarrizos,
FLACSO. 2002
49
Drogas detectadas en diferentes países Latinoamericanos y de la región del Caribe
año 2 003.
País
Tipo de Droga
Marihuana
Cocaína
Heroína Kg.
Kg.
Kg.
58, 340
1, 993
175
Argentina
8, 753
5, 103
-Bolivia
4, 620
2, 411
1
Chile
134, 939
142, 613
629
Colombia
2, 674
6, 848
287
Ecuador
9, 589
32, 249
443
Venezuela
1, 762
4, 291
121
Costa Rica
639
2, 036
6
El Salvador
664
9, 194
-Guatemala
1, 473
5, 628
-Honduras
382
1, 184
82
Nicaragua
834
9, 606
157
Panamá
6, 000
4, 363
-Bahamas
31
45
1
Haití
36, 600
1, 586
-Jamaica
535
1, 226
59
R. Dominicana
Fuente: Informe del Observatorio Interamericano sobre Drogas/OEA
La Droga, como hecho delictivo aparece entre las diez causas más juzgadas en el país
desde 1988, pero con índices que la ubican entre un 2 y un 10% (año enero 1999-enero
2000) en todo el país, sin embargo las cifras demuestran que para ese año esa tipicidad
delictiva alcanzó el 9% de los todos los hechos juzgados en el Distrito Nacional, aunque
en el 2003 y primer semestre del 2004 no alcanzó el 5% del total de hechos juzgados en
Primera Instancia.34
Entre las drogas más incautadas en el República Dominicana, en el periodo 1998 al
2006, están en orden de importancia, el éxtasis, la cocaína y la marihuana. (Ver
tablas adjuntas)
País
Tipo de Droga
Cocaína
Marihuana
Kg.
Kg.
1998-2003
1998-2003
República Dominicana
397, 643
8, 949
5, 459
Fuente: Informe del Observatorio Interamericano sobre Drogas/OEA
Éxtasis
2000-2003
Tipo de droga
decomisada
Cocaína
Heroína
Marihuana
Crack
Hachís
Éxtasis
Droga decomisada del 2004-2006
Año 2004
Año 2005
1,627.0 Kg.
2,233.2 Kg.
38.3 Kg.
121.8 Kg.
311.6 Kg.
562.7 Kg.
4,409.6 g.
14,267.2 g.
0.0
308.5 g.
2,248 unidades
280,722 unidades
Fuente: DNCD35
Enero-marzo del
2006
401.6 Kg.
73.7 Kg.
55.5 Kg.
3, 086.3 g.
0.0
51 unidades
34
Estudio Diagnóstico sobre calidad y acceso de la Justicia Penal en la República Dominicana. FINJUS,
PC y USAID, junio 2006.
35
José M. Medrano, Reportaje del periódico Clave del jueves 13 de abril de 2006, pág. 9
50
En cuanto a los 3 principales centros urbanos el número de casos por droga incautadas
2000-2004 es de 6, 899 casos en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo
y de 1,974 casos en Santiago de los Caballeros.36 El Distrito Nacional es el territorio
donde más casos de drogas han sido detectados en operativos. (Ver tablas adjuntas)
Número de casos de droga incautada en operativo por provincia 2000-2004
Provincia
Casos de droga incautada 2000-2004
Distrito Nacional
6, 402
Santo Domingo*
497
Santiago
1, 974
Duarte
1, 180
San Cristóbal
868
La Altagracia
835
Puerto Plata
689
Peravia
620
La Romana
587
San Pedro de Macorís
412
La Vega
396
Monseñor Nouel
286
Barahona
278
Valverde
277
Maria Trinidad Sánchez
258
Espaillat
202
San Juan
172
Monte Cristi
170
Samaná
141
Salcedo
135
Sánchez Ramírez**
111
* Se comenzó a contabilizar desde el 2004 por la nueva división provincial.
**El resto de las provincias tienen menos de 100 casos de drogas incautadas para entre los años
2000-2004
Fuente: República Dominicana en Cifras. ONE, 2005
Detenidos por Droga en la República Dominicana
Detenidos por
Detenidos por
Detenidos por
droga año 2004 droga año 2005
droga eneromarzo, año
2006
1, 330
3, 840
442
Fuente: DNCD37
Con relación a las personas sometidas a la justicia por delito de drogas, los tres centros
urbanos más importantes del país son los que ostenta la mayor cifra de sometidos,
encabezando la lista el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo con 8, 548
personas que han tenido que responder por esta causa ante los tribunales en los años los
últimos 5 años. (Ver tabla adjunta)
36
37
República Dominicana en Cifras. ONE, año 2005.
José M. Medrano, Reportaje del periódico Clave del jueves 13 de abril de 2006, pág. 9
51
Personas sometidas a la justicia por asunto de drogas por año, según los tres
centros urbanos de mayor incidencia, 2000-2004.
Provincia
Año 2000
Año 2001
Año 2002
Año 2003
Año 2004
Distrito
2, 586
1,935
1,722
1,244
539*
Nacional
Santo
--------522*
Domingo
Santiago
483
514
320
603
422
Duarte
395
328
265
244
319
San Cristóbal
239
146
151
143
172
La Altagracia
191
161
249
214
221
La Romana
132
153
137
142
145
Puerto Plata
128
211
121
152
170
La Vega
48
11
164
115
155
*A partir del año 2004 se comienza a contabilizar por la nueva división territorial.
Fuente: Dirección del Registro Civil de la Junta Central Electoral38
Al analizar la procedencia de las personas sometidas a la justicia por droga, coincide en
que estás son oriundas de los centros urbanos más importantes del país donde, a partir
de la década del 2000 se ha expandido el micro-tráfico, así como el mercado de los
consumidores, seguido de las provincias que están en el camino de la droga como
Duarte, San Cristóbal y La Vega y las vinculadas al turismo (La Altagracia, La Romana
y Puerto Plata).
En cuanto a los medios materiales incautados por las autoridades, producto de la droga,
se identifica en primer término el dinero, seguido de los vehículos y las armas de fuego.
(Ver tabla adjunta)
MEDIOS MATERIALES INCAUTADOS
CANTIDAD
Dinero
3, 014,553 (dólares)
Vehículos
2, 484
(unidades)
Armas de Fuego
485
(unidades)
Inmuebles
358
(unidades)
Barcos
21
(unidades)
Fuente: Informe del Observatorio Interamericano sobre Drogas/OEA
Al igual que la mayoría de los países latinoamericanos afectados por el flagelo de la
droga el fenómeno de la corrupción y el reclutamiento de miembros de las instituciones
antidrogas también muestran su presencia en el país. Según declaraciones a la prensa del
entonces Jefe de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en julio del 2005,
Iván Peña Castillo, esa institución hasta ese momento había expulsado a más de 400
agentes implicados en acciones indebidas39
El fenómeno del narcotráfico seguirá manteniendo su curso en ascenso, en nuestra
nación y en particular su presencia dentro de las grandes zonas urbanas, fronterizas y
las vinculadas al turismo; en tanto su cardo de cultivo continúe siendo el poco
desarrollo socio-económico y los altos índices de pobreza existente en la región y la
nación, la existencia de graves problemas de exclusión ya sea por el género, la raza y
procedencia social, unido a la falta de expectativas y oportunidades de alcanzar una vida
38
República Dominicana en Cifras. ONE, 2005.
Reporte de Méndez, F. “La DNCD ha expulsado a más de 400 agentes”, Diario Libre, 27 de julio de
2005, pág. 16.
39
52
digna y la relativa impunidad con que cuentan estos delitos, al unísono del rápido
ascenso del nivel de vida, de aquellos que se integran a su sistema organizacional.
A pesar de esta situación desfavorable, se evidencia que el consumo de drogas ilícitas
entre los estudiantes del país aún es bajo, lo que se pudo constatar en encuesta realizada
por el Consejo Nacional de Droga (CND) aplicada en el primer trimestre del 2005 a una
muestra de 5, 075 entre estudiantes de 8vo., de 2do. y 3ro. de la educación media, que
abarcó 46 centros públicos y 15 privados del país. Según esta encuesta, el mayor
consumo entre los estudiantes, se realiza en sustancias “legalmente aceptadas” como el
alcohol (66.7%), tranquilizantes (15.1%) y cigarrillos (14.9%). Se señala que la edad de
iniciación en el uso de estas drogas se encuentra entre los 12 y 15 años. Sólo el 1.58%
reconoció haber consumido marihuana y el 0.47% cocaína.
Estos resultados son indicativos de que, hasta el momento, en nuestros centros
estudiantiles de nivel medio la droga no tiene una incidencia significativa lo que los
hace más receptivos a cualquier intervención preventiva, desde la propia Secretaría de
Educación en coordinación con los gobiernos locales y las instituciones relacionadas
con esta problemática, pudiéndolos convertir en multiplicadores de estas acciones de
prevención, en sus entornos familiares como comunitarios. Al respeto, se destacan los
resultados que han tenido las acciones de prevención, sobre está franja de la población,
en España, Canadá y en algunos Estados de los EEUU, como política integral de
intervención, desde los gobiernos locales, orientadas hacia la educación para la vida y el
desarrollo de la conducta responsable ante la toma de decisiones en cuanto al uso de
sustancias psico-trópicas.
3.3 La situación carcelaria de República Dominicana y el Distrito Nacional.
En múltiples investigaciones criminológicas ha sido demostrado que, las penas
privativas de libertad, no son la solución más eficiente de una problemática tan
compleja como el delito y su papel reeducador o resocializador se ha visto
finalmente deslegitimado, comprobándose que contribuye a la reproducción,
organización y especialización de la delincuencia.
A pesar de la evolución que han sufrido los sistemas penitenciarios desde su creación,
en aras de hacerlos más humanos, en la actualidad, continúan siendo instituciones de un
alto costo económico y social, generadoras de una alta violencia criminal, donde se
vulnera la dignidad y los derechos fundamentales de los hombres allí confinados, los
que sufren esta violencia no sólo de sus custodios sino del resto de la población penal.
La población carcelaria en RD en el 2000 era una de las menores en términos relativos
en toda Latinoamérica, (unos 201 presos por cada 100 mil habitantes) y ha ido bajando
aún más, durante el quinquenio (unos 144 presos por cada 100 mil habitantes en el
2004). Para el Censo carcelario realizado por el FINJUS y la Defensoría Pública de la
Suprema Corte de Justicia, en junio del 2006 en las cárceles del país radicaban 12 708
personas privadas de libertad para una tasa de 140 por cada 100 000 habitantes,
teniendo un discreto decrecimiento con relación al quinquenio 2000-2004, lo cual es
indicativo de que dentro de la población adulta dominicana, pocas personas han pasado
por prisión y por ende, hasta estos momentos, no constituyen un problema los procesos
53
de etiquetamiento social, no así de la estigmatización de los que han pasado por prisión,
que es alta dentro de la percepción social y que será abordada en el siguiente capítulo.
Hay que reconocer que la disminución de los índices de la población penal ha sido
posible por el decrecimiento, de manera significativa, de los denominados presos
preventivos, de un 70% hasta un 52% que se exhibe en la actualidad, y en donde ha
tenido una activa incidencia los resultados de la aplicación del nuevo Código Procesal
Penal y los esfuerzos de la Procuraduría General de la República de disminuir estas
cifras.
En este sentido, el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo para junio del
2006 tenían 4,767 presos para un 37.5% del total. En el caso del distrito la
circunscripción 3 es en la que residen la mayor cantidad de personas privadas de
libertad de los sectores de Villa Consuelo, Las Cañitas, Gualey, Guachupita, La
Ciénaga y Ensanche Simón Bolívar, así como el barrio de Cristo Rey de la
circunscripción 2. Es en estos sectores donde se deberán focalizar programas de
prevención secundaria dentro de la comunidad que tendrá que acoger nuevamente a
estos miembros y entre sus familias en función de la reinserción social favorable de esos
ciudadanos.
En cuanto a los presos preventivos, el Distrito Nacional es la provincia con menos
detenidos en ese estatus. Las provincias que cuentan con mayores índices de presos sin
condena son: El Seybo, Santo Domingo, Monte Plata, Valverde, Samaná, Salcedo, San
Francisco de Macorís, Monseñor Nouel, Hato Mayor, Puerto Planta y María Trinidad
Sánchez las tres primeras con 8 de cada 10 recluidos, mientras que el resto, presentan 7
o más en ese estatus. De estas provincias la más relevante por el número de presos con
que cuenta es Santo Domingo, pues las demás son territorios locales pequeños y el
número de recluidos es menos significativo. (Ver tabla adjunta)
Provincias con mayor estatus de presos preventivos
Provincia
% de Presos Preventivos
El Seybo
87
Monte Plata
85
Santo Domingo
80
Valverde
77
Salcedo
74
Samaná
74
San Francisco de Macorís
73
Monseñor Nouel
73
Hato Mayor
73
Puerto Plata
72
María Trinidad Sánchez
70
Fuente: Procuraduría General de la República..
A pesar de los discretos pasos de avances que se han dado, el gran problema del sistema
carcelario dominicano es el alto nivel de hacinamiento en las 35 cárceles en el país –
estimado como el mayor de América Latina en el 2000 (156%) —lo cual lo hace
altamente inhumano, violento y explosivo.
54
Esta situación se agrava en el hecho de que en casi 30 años de construcción
democrática, ninguno de los gobiernos ha realizado una Reforma Carcelaria efectiva,
sólo se ha pasado de las promesas a paliar los acontecimientos más urgentes ocurridos
al interno del sistema y que siempre dejan un buen número de víctimas fatales, tanto
dentro de los reclusos como de sus custodios. En el mes de marzo del 2005 se produjo
la tragedia de la cárcel de Higuey, que dejó un saldo de 135 muertos y 26 heridos,
víctimas de un incendio provocado por la lucha entre grupos que se disputaban el
control de una celda.
Cabe destacar que este tipo de hecho en las prisiones del país, ha sido recurrente en la
historia de la nación más o menos cada 3 años, con una tendencia a la reducción del
intervalo de tiempo de los sucesos, en la medida que ha avanzado la última década. Sin
embargo, en el caso del ocurrido en la prisión de Higuey, se conmocionó la opinión
pública y removió la sensibilidad del Ministerio Público, quiénes anunciaron en la
persona del Procurador General, la aplicación más acelerada de la Reforma Carcelaria,
llevar mejores condiciones vida a los presos e insertar personal especializado para su
vigilancia y reeducación, todo ello, como forma de revertir el nivel de hacinamiento,
promiscuidad, corrupción, violencia, tráfico de influencias y de drogas, que caracterizan
actualmente nuestros penales.
Se plantea que para fines de año la Reforma esté aplicada en 10 recintos penitenciarios.
De hecho ya han sido egresados de la Escuela Penitenciaria más de 200 agentes, quiénes
estarán llamados a ir sustituyendo progresivamente a las fuerzas de la Policía Nacional e
insertar una atención y tratamiento especializado a la población penal.
Un hecho que agrava la problemática del sistema carcelario en general es que en el país
no se le ha prestado la debida atención a concebir una política preventiva de
reinserción social, mediante el empleo y la capacitación para el mercado de trabajo
y/o para alcanzar mayores niveles de instrucción, tanto de los que están en prisión
como de los que ya cumplieron su sanción. En este sentido, sólo existen pequeñas
voluntades, desde la Iglesia que realizan un trabajo muy limitado en cuanto a ese tipo de
reinserción social.
Este hecho muestra, que aún, no se ha tomado conciencia dentro de los líderes políticos
del país del alcance social y reproductor de la criminalidad que tiene el sancionar a un
sujeto a privación de libertad, sin las garantías mínimas de sustentar a su familia, pues
no sólo se le impone una sanción formal (prevista en el código penal y en los
reglamentos penitenciarios), sino que le adjudicamos también sanciones informales que
son extensivas a su familia y cuyas consecuencias se prolongan más allá del
cumplimiento de la sanción (Méndez, J. M. 1995).
Cabe destacar que al igual que en el resto de Latinoamérica, la inmensa mayoría de los
individuos sancionados a prisión son hombres, jóvenes, con un nivel de instrucción por
debajo de la media nacional, entre ellos un alto porciento de analfabetismo,
pertenecientes a los hogares más pobres y en los que en muchos casos, eran los
proveedores económicos de sus familias y que ante el cambio de estatus y roles
familiares, algunos de sus miembros (hijos, hermanos, esposas/os, sobrinos, etc.) se ven
obligados a integrar las filas de la delincuencia como medio de vida de subsistencia y
como respuesta reactiva a una sociedad que les ha cerrado sus puertas.
55
“El drama actual de la prisión es que engendra más problemas éticos,
sociales, psicológicos y económicos que los que resuelve. La
rehabilitación propuesta por numerosas legislaciones penales del mundo
ha contribuido en la práctica a generar frustración, desesperanza y
rebeldía contra una sociedad que cierra sus puertas a los exdetenidos.
La justicia sigue buscando, sin encontrarlas, medidas de ejecución penal
que respondan eficazmente a la necesidad de reinserción social y moral
de los delincuentes”. (Oliveira, E. 1998, pág. 4)
El fenómeno de la delincuencia y su condena penal como producto esencialmente
social, se le debe dar solución dentro de la propia construcción del proyecto de nación,
promoviendo desde el gobierno central como local, en cooperación con la sociedad civil
y sus organizaciones, una ideología que desarrolle los mecanismos internos de
integración y dignificación social contra los de exclusión y punición, dado que
estos últimos, a la larga, generan desintegración social e ingobernabilidad y que
sean concretizados en una profunda e integral Reforma Carcelaria orientada a la
prevención secundaria del recluso y su familia, y al entorno comunitario a donde
volverá, una vez cumplida la sanción.
56
3.4 La dimensión subjetiva de la criminalidad40
3.4.1 Preocupaciones y necesidades insatisfechas de la población capitalina.
Desde 1999 diferentes estudios tanto de percepción social como de cultura política y
multipropósitos, han mostrado que las preocupaciones principales de los
dominicanos/as tanto a nivel nacional como de la capital giran alrededor de la situación
socio-económica en que se mantiene la nación, la problemática de la pobreza, la
injusticia social y el costo de la vida, así como el estado moral de la sociedad,
haciéndose en este caso énfasis en el incremento de la corrupción, la delincuencia,
el narcotráfico y la pérdida de los valores culturales tradicionales.
Los resultados mantenidos de estas investigaciones a lo largo del tiempo ratifican la
ausencia de una Política Social estable, coherente y efectiva con un proyecto de nación
y ciudadanía, que de respuesta a las expectativas de la población, como capital humano,
y dentro de la cual sea insertada una Política Criminal orientada a la prevención, como
fórmula efectiva para frenar la espiral de violencia social y el desarrollo de formas de
vida dignas, auto sostenibles y participativas que se apodere activamente de la
construcción de sus destinos individuales como sociales, en correspondencia con una
favorable convivencia ciudadana.
En este sentido, todos los estudios sociales referenciados de una u otra forma indican
que, alcanzar la seguridad económica, a la salud, a la educación, a la vivienda y
vivir en un país económicamente estable, en barrios salubres, limpios y seguros de
criminalidad, está dentro de las prioridades a lograr en las expectativas de vida de
los de los dominicanos en general y de los munícipes del distrito en particular.
En encuesta realizada por el Observatorio Ciudadano del 6-9 de agosto 2006, con una
muestra representativa por circunscripciones, ascendiente a 1 200 personas (Ver ficha
técnica en anexos), en opinión de los encuestados los problemas más graves que afectan
al Distrito Nacional están relacionados con las problemáticas del escenario contextual
que vive la nación, señalándose en orden de importancia porcentual, como los más
significativos el desempleo, el alto costo de la vida, la inseguridad, el narcotráfico,
la pobreza y la falta de oportunidades. (Ver gráfico)
40
Los resultados mostrados en este capítulo han sido producto del análisis tanto de las bases de datos o de
la información emitida en los estudios referenciados siguientes:
- Calvo, F., Milán G. y Díaz M, Encuesta Multipropósito de Cultura Política, 1999.
- Pérez C, Milán G., Cabrera B. y Díaz M, La Criminalidad en República Dominicana, 2002.
- Encuesta Latinobarómetro.
- Liriano A., Milán M. Y Pons Daniel. Estudio de los barrios Gualey y Los Alcarrizos. FLACSO,
2001.
- Milán G., Pérez C. y Díaz M. La Percepción de la Criminalidad en Santiago de los Caballeros y
Puerto Plata. República Dominicana. 2004.
Díaz M. y Milán G. Encuesta a Jóvenes Líderes, Operadores del Sistema Jurídico y Policiaco.
2004 y 2005.
- Milán, G. Díaz M. Encuesta Multipropósito de marzo 2005.
- Encuestas realizadas por las firmas Gallup, Hamilton y otras.
- Encuesta Observatorio Ciudadano, agosto 2006.
57
Problemas mas graves que estan afectando al
Distrito Nacional
25.5
La pobreza y la falta de oportunidades
28.5
El narcotráfico
49.5
La inseguridad
53.4
El alto costo de la vida
61.3
El desem pleo
0
10
20
30
40
50
60
70
Porcentaje
Al analizar estas problemáticas por circunscripciones, se evidencia que el desempleo
está incidiendo mayormente en los residentes de las circunscripciones 3 (65.8%) y 2
(63.7%), así como el alto costo de la vida afecta más a los munícipes de la
circunscripción 3 (58.8%), mientras que la delincuencia a los de la circunscripción 1
(57.1%), lo que señala nuevos retos para este sector, hasta hace poco al margen de las
acciones de este flagelo social.
Otras diferencias que se constatan, entre circunscripciones, son las que focalizan a la
circunscripción 3 como la más afectada por la presencia, dentro de sus barrios, del
fenómeno del narcotráfico y el consumo de drogas (34.6%), mientras que la 2, por
la pobreza y la falta de oportunidades (33.3%), lo que es lógico teniendo en cuenta la
alta polarización que existe en esa circunscripción de la distribución (sectores muy
ricos, con altos niveles de vida y sectores en la extrema pobreza y bajo desarrollo
humano).
3.4.2. Principales problemas que están afectando la vida cotidiana en los barrios
Para los encuestados existen dos aspectos de la vida cotidiana a resolver de manera
inmediata en sus barrios, en función de elevar la calidad de vida de sus habitantes, el
primero relacionado con la Energía Eléctrica (80%) y el segundo con la Inseguridad
Ciudadana (79.1%), ambos dos muy correlacionados, siendo el primero un factor
decisorio para la prevención situacional en materia de seguridad, la disminución de los
hechos delictivos y en el alcance de mayores niveles de vida para la población
(avenidas, calles y barrios iluminados es un factor disuasivo, que disminuye la
impunidad de cometer actos delictivos, así como incrementa los sentimientos de
seguridad en la población a la hora de ejercer sus derechos de libertad de tránsito).
Otros aspectos relevantes a resolver por el gobierno de la ciudad, en opinión de los
encuestados son el aseo urbano (39.7%), el sistema de alcantarillado y suministro
de agua potable (36.7%) y el desempleo (11.1%). (Ver gráfico)
58
Problemas principales que afectan vida cotidiana en barrios
11.1
el desem pleo
sum inistro de agua potable y
alcantarrillado
36.7
39.7
aseo urbano
79.1
Inseguridad Ciudadana
80
la Energía Eléctrica
0
10
20
30
40
50
60
70
80
El análisis de estos resultados evidencia que:
Los problemas de energía eléctrica están focalizados no sólo hacia la
estabilidad de su suministro en las áreas residenciales, sino también al
mantenimiento y extensión del alumbrado público de las calles y avenidas de
la ciudad y sus barrios, siendo más crítica esta situación en la
circunscripción No.2. (Ver Tabla)
Energía Eléctrica como problema de la ciudad
Circunscripción
No.1
75.9%.
Circunscripción
No. 2
89.7%.
Circunscripción
No.3
77.6%
Total del
Territorio
80.0%
La inseguridad ciudadana como problema, a resolver urgentemente, en los
barrios, en función de la calidad de vida de sus munícipes, se focaliza dentro
de la percepción social, no sólo por el incremento de los delitos de mayor
impacto social sino por la presencia del narcotráfico y el aumento del
consumo de drogas en los diferentes sectores, la falta de patrullaje
policiaco efectivo, el descrédito en las instituciones del orden público,
señalándose la detención indiscriminada en los operativos y la
corrupción policial y su vinculación con la delincuencia, así como la
violación de los derechos de libre tránsito y de horario a los residentes
de la ciudad y el auge del pandillerismo41.
41
En las encuestas referenciadas anteriormente que tocaron el tema de la efectividad policial 7 de cada 10
encuestado muestran insatisfacción con el actuar de la policía ante la denuncia y ante el llamado de la
población.
59
Se demanda el involucramiento del gobierno local en este aspecto a través
del patrullaje en los espacios públicos y la presencia en los barrios de la
Policía Municipal, así como la implementación de diversos programas
preventivos de educación ciudadana (la convivencia de paz y contra el
desarme y la violencia intrafamiliar).
La presencia del factor del narcotráfico, dentro de los problemas de
inseguridad de la ciudad, es señalado por el 20.2% del total de los munícipes
encuestados.
Asimismo, se destaca que la percepción de inseguridad es mayor dentro
de las circunscripciones 3 y 1, mientras que el narcotráfico como elemento
que viene a complejizar esta percepción, en la circunscripción 3. (Ver
Tabla)
Inseguridad como problema de la ciudad
Circunscripción
No.1
Circunscripción
No.2
Circunscripción
No.3
75.0 %
55.6%
98.9%
Total en el
Distrito
Nacional
79.1%
Los problemas del aseo urbano se focalizan en la falta de estabilidad y
eficiencia en la recogida de los desechos, dentro de los sectores/barrios, así
como el mantenimiento de la limpieza, ornato, fumigación, poda y
restauración de las áreas verdes de la ciudad, siendo las circunscripciones 2
y 3 las que mayores problemas presentan, al respecto. (Ver Tabla)
El aseo urbano como problema a resolver por la ciudad
Circunscripción
No.1
Circunscripción
No.2
Circunscripción
No.3
31.8 %
47.8%
42.1%
Total en el
Distrito
Nacional
39.7%
El sistema de alcantarillado y suministro de agua potable dentro de las
problemáticas que deberá resolver la municipalidad, se centra en la
estabilidad del suministro y ampliación de los beneficiarios del mismo, el
saneamiento de cañadas, el tratamiento de aguas residuales y el
mantenimiento de las tapas a las alcantarillas, focalizándose a la
circunscripción 2 como la que presenta mayores dificultades en este
aspecto. (Ver tabla)
El sistema de alcantarillado y suministro de agua potable como problema a
resolver por la ciudad
Circunscripción
No.1
Circunscripción
No.2
Circunscripción
No.3
32.1%
43.1%
37.1%
Total en el
Distrito
Nacional
36.7%
El desempleo como problema a resolver en los barrios es señalado con
mayor frecuencia por los residentes de la circunscripción 3, lo que viene a
60
complejizar la situación de este territorio, caracterizado no sólo por la
percepción de inseguridad que ostentan sus habitantes, sino también por los
que perciben una mayor presencia de narcotráfico en sus barrios y por los
que han tenido históricamente un mayor nivel de hogares pobres y tasa de
desocupación en la ciudad42. (Ver tabla)
Desempleo como problema a resolver por la ciudad
Circunscripción
No.1
Circunscripción
No.2
Circunscripción
No.3
6.0%
10.0%
16.9%
Total en el
Distrito
Nacional
11.1%
3.4.3. Los valores y modos de vida más apreciados por los/as capitaleños/as en la
construcción de sus proyectos de vida43
Los valores culturales compartidos se identifican como un proceso activo de
construcción, reconstrucción y de-construcción de los mismos, en el que participan
todos los individuos y actores sociales y no sólo algunos grupos detentores del poder
socio-económico. Cuando este proceso ocurre de esa forma, se garantiza la integración
plena del sujeto individual en torno a la cohesión social de la nación, fortaleciéndose
no sólo la democracia y la gobernabilidad sino, lo más importante, la identidad cultural
sobre la base del contrato psicológico de los individuos y grupos sociales en aras de
construir y mantener la estabilidad y el desarrollo progresivo de los proyectos sociales
de vida.
En este sentido, el pacto social que se estaría promoviendo estaría orientado a tratar:
“... de institucionalizar colectivamente un valor común que suponga el derecho de
tener derechos, la igualdad en la toma de decisiones y la ampliación de opciones para
que las sociedades decidan su evolución por sí mismas”. (Calderón, F. 2000, pág. 90),
en correspondencia con los resultados asumidos por el Informe de Desarrollo Humano
de República Dominicana. PNUD.
Los resultados de encuestas realizadas en la capital, por diferentes autores ya citados
desde 1999 hasta la fecha, constatan que los valores culturales tradicionales de
convivencia social, unidos a los que refuerzan la unión y estabilidad familiar y
aquellos que proyectan al individuo en el éxito profesional/laboral, como forma de
ascenso y movilidad social son refrendados por los capitaleños/as.
Sin embargo, en la percepción social de los residentes de la capital se rechaza el
fraude, la corrupción y el hacer político tradicional que no ha sido capaz de dar
respuesta a las expectativas individuales y sociales de vida de los ciudadanos. El
hecho que en las pasadas elecciones se legitimara el hacer del gobierno municipal y su
propuesta estratégica de desarrollo es el indicador más objetivo de las expectativas de
42
Según el informe del Mapa de la Pobreza 2005, ONAPLAN, la tasa
de desocupación, en la
circunscripción 3 era de 13 por cada 100 000 ha.
43
Pérez C., Milán G., Díaz M, Cabrera B., “La Criminalidad en República Dominicana. Resultados de una
encuesta. Valoraciones comparativas”. Grupo EQUIS, INTEC, 2002.
61
cambio que tienen los munícipes vs hacer tradicional y un voto de confianza al
liderazgo del gobierno del distrito.
En la encuesta realizada por el Observatorio Ciudadano anteriormente citada, se
evidencia que los aspectos más valorados de la vida cotidiana por los residentes del
Distrito Nacional están en correspondencia con sus aspiraciones y expectativas y con
sus carencias, insertadas dentro de la problemática contextual que vive la nación, de
inseguridad ciudadana y socio-económica e inadecuados servicios públicos.
En este sentido, el 61.0% de los estudiados lo que más valoran es tener un barrio
seguro de delincuencia y tigueraje y el 53.7%, libre de drogas y traficantes.
Asimismo, un 50.3% aprecia vivir en un sector/barrio limpio, con condiciones
sanitarias y de urbanización adecuadas, mientras que el 47.1% pondera una vida
socioeconómica segura y solvente de sus necesidades.
Al respecto, las circunscripciones 1 y 3 son las que mas valoran vivir en un barrio o
sector libre de delincuencia y con servicios y condiciones de urbanización
adecuadas, mientras que para los residentes de la circunscripción 3 es significativo
lograr un barrio libre del narcotráfico y la droga.
Otros aspectos valorados significativamente son:
Tener la educación personal y familiar garantizada (38.0%)
Poder transitar seguro a cualquier lugar, hora y día (36.2%)
Vivir en un barrio donde exista la armonía, la solidaridad y la convivencia de
paz entre los vecinos (35.7%)
Tener empleo y poder vivir del trabajo (32.8%)
Vivir en un país seguro, estable en su desarrollo socio-económico (31.7%)
Tener garantizada la salud familiar y personal (29.1%)
Vivir en un barrio con espacios públicos donde sus residentes tengan acceso
a una recreación sana (24.8%)
Vivir en un Barrio sin contaminación sonora proveniente de colmadones y
centros nocturnos (24.2%)
Vivir en un país con mayores oportunidades educativas y laborales para la
juventud (22.6%)
Vivir en un sector que cuente con áreas deportivas (22.2%)
Vivir en un sector libre de contaminación ambiental (21.7%)
Vivir en un sector donde se le brinde una mayor atención a los grupos
sociales más vulnerables (madres solteras, menores, envejecientes, etc.)
(21.5%)
62
En relación a estos aspectos, se constata que todos son más valorados entre los
residentes de las circunscripciones 1 y 3 en comparación con la 2, con algunas
diferencias focalizadas en que los munícipes de la circunscripción 1 valoran más, que
el resto, tener garantizada la educación personal y familiar, así como los residentes
de la circunscripción 3 aprecian más poder transitar seguros a cualquier lugar, hora
y día y tener un barrio limpio de drogas y traficantes.
Estos resultados están en correspondencia con las características socio-demográficas de
los residentes de estas circunscripciones y su homogeneidad interna en esos indicadores,
unido a las vivencias cotidianas, a las que están expuestos en sus sectores de residencia.
En el caso de la circunscripción 2, el comportamiento diferente de la misma al resto,
inferimos que pudiera ser producto de los grandes contrastes sociales, muy polarizados,
en que se enmarcan sus diferentes barrios y habitantes.
Al preguntársele a los encuestados cuáles de esos aspectos consideraban que no
estaban garantizados para los residentes de su barrio o sector, hubo coincidencia,
entre las 3 circunscripciones en identificar los mismos factores. (Ver gráfico)
Los 4 aspectos mas valorados comparados con el logro
de garantia social
Tener una vida socioeconómica
segura y solvente de sus
necesidades.
47.10%
29.50%
Vivir en un barrio limpio, con
condiciones sanitarias y de
urbanización adecuadas,
50.30%
Aspectos que no tienen
garantizados
53.70%
Vivir en un barrio libre de drogas y
traficantes
37.30%
61.00%
Vivir en un barrio seguro de
delincuencia y tigueraje
0.00%
Aspectos más valorados
31.50%
43.40%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
63
3.4.4 La percepción social del estado de los servicios en los barrios
A los munícipes encuestados, se les pidió que en términos de Bueno, Regular o Malo
calificaran la situación en sus barrios, del desempeño de los siguientes servicios:
SERVICIOS
Iluminación de calles
y avenidas
BUENO REGULAR MALO
25.7%
51.1%
20.2%
36.2%
42.7%
20.1%
La recogida de basura
y limpieza del barrio
40.8%
38.7%
18.9%
El patrullaje de la
policía
El mantenimiento de
calles, avenidas y
aceras
El respeto a las leyes
municipales de
convivencia
Canchas o espacios
deportivos
Unión y solidaridad
entre vecinos
Juntas de Vecinos
Señalización vial y
rotulación de calles y
avenidas del
sector/barrio
22.2%
41.8%
27.5%
20.2%
40.7%
28.4%
11.3%
38.1%
26.8%
13.7%
39.4%
16.9%
25.6%
51.3%
10.4%
23.8%
39.5%
13.3%
26.4%
38.4%
12.3%
El servicio de agua
potable y
alcantarillado
De acuerdo a los resultados, todos los servicios explorados tienen una calificación
de Regular menos el de recogida de desechos y aseo urbano que es calificado
entre Bueno y Regular. Estos resultados, sin ser los esperados como indicadores
favorables de eficiencia, señalan un reconocimiento de la población al trabajo del
gobierno municipal con relación a años anteriores.44
Sin embargo, por circunscripciones, tienen una valoración más negativa, de casi
todos los servicios, la circunscripción 2, menos en el caso de la iluminación de
calles y avenidas y la convivencia de paz entre vecinos, que es más mal
valorada en la circunscripción 3. Estos resultados avalan la necesidad de una
mayor intervención del gobierno municipal en estos sectores.
44
En encuesta de cultura política realizada en el año 1999 por Calvo F., Milán G. y Díaz M. la recogida
de desechos sólidos, unido a los servicios de agua potable y alcantarillado y el estado de los espacios
públicos eran valorados de manera desfavorable por la población capitaleña.
64
Igualmente, es valorado más negativamente el patrullaje de la policía en las
circunscripciones 1 y 2 en correspondencia con los resultados de percepción de
inseguridad que tienen los residentes en esos sectores, así como es valorado más
positivamente en la circunscripción 3, percepción que se corresponde con la
implementación del Programa Barrio Seguro, con mayor presencia de la policía, en
12 barrios de ese sector. (Ver tabla adjunta)
PATRULLAJE DE
LA POLICIA EN
SUS BARRIOS
Circunscripción 1
Circunscripción 2
Circunscripción 3
BUENO REGULAR MALO
15.8%
33.3%
34.8%
15.7%
48.5%
30.6%
32.9%
45.8%
18.0%
En opinión de los encuestados, No Existen en su sector de residencia, los siguientes
servicios:
SERVICIOS QUE NO PORCENTAJE
EXISTEN EN LOS
BARRIOS
Programas de
calificación para el
82.5%
empleo
Centros de atención y
orientación a las víctimas
69.8%
de delito y violencia
Presencia y acción de los
68.6%
policías AMET
Centros de Cultura
60.7%
Comunitarios/Bibliotecas
Espacios Públicos
49.8%
Fiscalías Barriales
49.8%
65
3.4.5 Soluciones que en el rol de asesor del Alcalde dan los munícipes a las
problemáticas que enfrenta el Distrito Nacional.
Las soluciones que dan los munícipes al Alcalde, a las problemáticas del distrito, están
en correspondencia con las expectativas de la población en la ejecutoria eficiente del
gobierno municipal, focalizadas en:
Brindar un servicio municipal eficiente (84.3%).
Darle continuidad a las políticas públicas implementadas desde su anterior
administración (19.4%).
Contribuir a lograr que la ciudad sea segura para sus habitantes y visitantes
(17.4%).
Contribuir a la inserción en el mercado laboral de los munícipes,
fundamentalmente jóvenes. (15.4%).
Mayor involucramiento del liderazgo municipal con las organizaciones y
habitantes del distrito, en función del conocimiento de sus problemáticas en la
toma de decisiones, así como incentivar la participación y el involucramiento de
la ciudadanía a los programas del gobierno local (9.2%).
Con relación a brindar un servicio municipal eficiente, en orden de relevancia, se
aconseja al liderazgo mejorar:
-
El aseo urbano, estabilizando la recogida de basura, el mantenimiento y
ornato de la limpieza de calles, avenidas y barrios, así como el arreglo
de las áreas verdes incluyendo la poda sistemática de árboles.
-
La creación y recuperación de espacios públicos seguros, con áreas
infantiles y familiares, mobiliario urbano adecuado y de preferencia
protegidos por la Policía Municipal.
-
La reparación, mantenimiento y extensión dentro de calles y avenidas de
los barrios del alumbrado público.
-
Construcción y mantenimiento sistemático de calles, aceras, caminos
vecinales y escaleras, así como su correspondiente rotulación y las
debidas señalizaciones de tránsito.
-
Atención al sistema de alcantarillado, drenaje de aguas negras y
pluviales, así como extensión y mejora del suministro de agua potable
dentro de los sectores más vulnerables de la ciudadanía.
-
Construcción y mantenimiento de Centros Deportivos y de Centros
Culturales Comunitarios, así como la promoción de programas de
educación ciudadana.
66
-
Aplicación de las leyes municipales a los infractores y mayor control
urbano tanto residencial como empresarial.
En relación, a las aspiraciones por parte de los munícipes, de vivir en una la ciudad
segura se sugiere al Alcalde que, desde sus pertinencias ayude a incrementar la
seguridad ciudadana en el territorio. En este sentido, se pide una mayor presencia de la
Policía Municipal en los espacios públicos y calles, avenidas y barrios del distrito,
proponiendo, para ello, la vinculación de los jóvenes a esta institución, incrementar el
número de efectivos y brindarles una mayor capacitación a sus miembros.
Se constata un significativo apoyo a las políticas y programas que ha venido
desarrollando el gobierno municipal desde su anterior mandato. En este sentido, 1 de
cada 5 munícipes manifestaron su apoyo a las políticas públicas municipales
implementadas. Por circunscripciones los que más apoyan la continuidad de las
políticas públicas municipales son los residentes de las circunscripciones 1 y 2,
igualmente y sin ser porcentualmente significativo, son también los munícipes de la
circunscripción 2, los que valoran más desfavorablemente la línea de trabajo
municipal.
En cuanto a la contribución para la inserción en el mercado laboral de los habitantes del
distrito, fundamentalmente jóvenes, se propone la creación de nuevas escuelas laborales
en los barrios, así como el fortalecimiento de las existentes y crear nuevas fuentes de
empleos, involucrando en esta responsabilidad no sólo al gobierno municipal sino
también al empresariado radicado en la ciudad.
3.5.6 La Delincuencia y su Percepción Social entre los Residentes de la Capital
Tanto el crecimiento delictivo como el de la corrupción y el tráfico y consumo de
droga, son fenómenos que en el análisis de los resultados de diferentes investigaciones
realizadas en el país, indican que la actual percepción social es una construcción estable
en la población, que rebasa los marcos de un quinquenio, significando que las
respuestas que han dado los gobiernos centrales como locales al fenómeno de la
seguridad ciudadana y a la criminalidad no han sido efectivas ni han llenado las
expectativas de la ciudadanía, al respecto.45
45
Se tienen referencias del crecimiento delictivo, de la corrupción y el tráfico de droga desde 1999. En
este sentido se señalan coincidencias en los estudios de:
- Calvo, F., Milán G. y Díaz M, Encuesta Multipropósito de Cultura Política, 1999.
- Pérez C, Milán G., Díaz M y Cabrera B., “La Criminalidad en República Dominicana:
Resultados de una encuesta. Valoraciones comparativas”. Grupo EQUIS. INTEC, 2002
- Encuesta Latinobarómetro
- Liriano A., Milán M. Y Pons Daniel. Estudio de los barrios Gualey y Los Alcarrizos. FLACSO,
2001
- Milán G., Pérez C. y Díaz M. “La Percepción de la Criminalidad en Santiago de los Caballeros y
Puerto Plata. República Dominicana”. 2004
Díaz M. y Milán G. Encuesta a Jóvenes Líderes, Operadores del Sistema Jurídico y Policiaco.
2004 y 2005
- Milán G. Díaz M. Encuesta Multipropósito. Marzo 2005
- Díaz M. Encuesta a Líderes de Juntas de Vecinos. Barrio Capotillo. Julio 2005
67
Desde 1999 hasta agosto del 2006, estudios multipropósitos, de cultura política, de
percepción social y criminológicos, realizados en el país, han estado indicando que tanto
a nivel nacional como en la capital, existe una percepción de crecimiento del delito
mantenida, con un carácter estable en el tiempo, dentro de la ciudadanía, cuyo rango ha
ido entre los 6-7 de cada 10 dominicanos y capitaleños, entrevistados en esos años,
incrementándose esta cifra a 8, dentro de los residentes de los barrios de la capital46.
Comparando este indicador entre las provincias de Santo Domingo y Distrito Nacional,
se evidencia que los residentes en la primera provincia, percibían en el 2002, un mayor
crecimiento del delito que los residentes en la capital del país.47
En cuanto al fenómeno de la delincuencia como real o imaginario, los ciudadanos
residentes en la capital en más de 9 de cada 10 lo consideran como un hecho objetivo de
la ciudad.48
Los delitos de robo y los asaltos en la vía pública con armas de fuego o blanca, el robo a
viviendas y de autos son los de mayor ocurrencia identificada por la percepción social.
Los resultados obtenidos en la encuesta realizada por el Observatorio Ciudadano en
agosto 2006, son indicativos de una correspondencia entre la realidad de lo que está
aconteciendo en materia de seguridad en el territorio y la percepción social y los
sentimientos de inseguridad que ostentan los capitaleños.
Para indagar en los sentimientos de seguridad/inseguridad que proyectan en sus
habitantes diferentes lugares de la ciudad, a los encuestados se les dio un listado en el
que deberían de calificar de Muy Seguro, Seguro, Poco Seguro y Muy Inseguro, una
lista de lugares de alta incidencia social.
En este sentido, son calificados como:
Muy Inseguros o Poco Seguros, en orden de relevancia porcentual:
Lugares Muy Inseguros o
Poco Seguros
El Distrito Nacional
El sector o barrio donde residen
El transporte público que da
servicio en el sector o barrio
Los centros de diversión del
sector o barrio donde residen
Los destacamentos de la policía
ubicados en el sector o barrio
Circunscripción
1
69.7%
61.3%
Circunscripción
2
59.3%
62.9%
Circunscripción
3
67.8%
66.9%
66.3%
63.8%
38.4%
56.1%
57.5%
50%
34.8%
51.0%
45.0%
42.7%
33.7%
43.1%
49.1%
41.8%
Total
Analizando la información por circunscripciones, se constata que los resultados se
corresponden con las problemáticas más urgentes a resolver de la vida cotidiana de los
encuestados, ya analizadas. Para los residentes de las circunscripciones 1 y 3 el
- Encuesta Gallup República Dominicana, agosto 2006
Idem
47
Pérez C, Milán G., Cabrera B. y Díaz M, La Criminalidad en República Dominicana, 2002
48
Encuestas Latinobarómetros 2002 (FLACSO) y 2005 (CIES)
46
68
distrito es percibido con un alto nivel de inseguridad, mientras que son percibidos, de
igual manera, por los munícipes, los destacamentos de la policía de sus barrios,
fundamentalmente los enclavados en las circunscripciones 3 y 2.
Los encuestados de la circunscripción 2, son los que más focalizan como inseguros
los centros de diversión de sus barrios, así como los de la circunscripción 1 ven
menos inseguros el transporte público que brinda servicios dentro de su sector, en
comparación con el resto de las circunscripciones.
Muy Seguros o Seguros, en orden de relevancia porcentual:
Lugares Muy
Seguros o
Seguros
Las Iglesias del
barrio o sector
Las escuelas del
barrio o sector
Las universidades
del distrito
Los centros de
salud del sector o
barrio
Plazas
Comerciales del
sector
Circunscripción
1
Circunscripción
2
Circunscripción
3
Total
76.8%
75.5%
90.0%
81.5%
58.9%
52.9%
67.8%
60.7%
61.9%
31.4%
56.8%
52.3%
38.4%
49.1%
64.7%
51.0%
59.2%
24.3%
26.3%
38.1%
Los resultados, muestran que los lugares considerados más seguros en el distrito son, las
iglesias, seguido de las escuelas, los centros de salud y las plazas comerciales
ubicadas en los diferentes sectores y las universidades.
El análisis por circunscripciones, pone de manifiesto que las iglesias, escuelas y
centros de salud barriales son considerados los lugares más seguros para los
habitantes de la circunscripción 3, en comparación con el resto, esto permite definir
estos lugares como centros de referencia asociativos, para promover políticas públicas
municipales y programas de educación ciudadana en ese territorio.
Las universidades y las plazas comerciales de sus barrios son valoradas como
lugares más seguros, en comparación con el resto, por los encuestados de la
circunscripción 1, mientras que en opinión de los residentes de la circunscripción 2,
las universidades están valoradas, significativamente con el menor índice de
seguridad, en comparación con las dos circunscripciones restantes.
Con respecto a los colmados, en valoración de los encuestados, los criterios están
polarizados en dos grupos, los que los consideran lugares inseguros (49.9%) y aquellos
que los perciben seguros (47.5%). Al respecto, se señala que son los habitantes de las
circunscripciones 1 (53.0%) y 2 (50.5%) los que le otorgan una valoración más segura
a estos lugares, mientras que estos criterios disminuyen en la 3 (46.5%).
En una proporción significativa, los encuestados definieron la no existencia de
parques y espacios públicos (46.3%) y locales de organizaciones barriales (45.7%)
en sus barrios, por lo que no se pudo definir la percepción de seguridad/inseguridad, al
respecto.
69
Los hechos delictivos en la percepción social de los encuestados:
Son percibidos como hechos de connotación Muy Grave a Grave y Alta Frecuencia
de Ocurrencia en los barrios, sin diferencias significativas en las tres
circunscripciones, el consumo y tráfico de drogas y los asaltos/atracos, tanto con
armas de fuego como blancas. (Ver tabla)
Hechos Delictivos
Muy Graves o Graves
Consumo de drogas
Trafico de drogas
Asalto/atraco con arma
de fuego
Asalto/atraco con arma
blanca
80.0%
79.7%
Porcentaje de
incidencia frecuente
en el
barrio
72.5%
69.8%
67.3%
50.7%
66.8%
51.9%
Porcentaje
Se perciben como Muy Graves a Graves, pero Sin Alta Frecuencia de Ocurrencia
en los barrios, el pandillerismo, la prostitución y la prostitución infantil, existiendo
algunas diferencias de percepción entre las circunscripciones, siendo valorados estos
hechos delictivos con mayor connotación de gravedad en las circunscripciones 2 y 3,
lo cual es indicativo de una mayor presencia de estos azotes en sus barrios.
Hechos Delictivos
Muy Graves o Graves
Pandillerismo/bandas y
naciones
Prostitución
Prostitución Infantil
Porcentaje
Porcentaje de los que
consideran su
incidencia no
frecuente en el
Barrio
55.6%
50.3%
55.4%
51.3%
51.5%
59.5%
Los hechos delictivos valorados como Leves o sin Ninguna Gravedad y de Poca
Incidencia dentro de los barrios son, las carreras de autos, los accidentes de tránsito,
las riñas y peleas, incluidas las de vecinos, los delitos de agresión sexual o violación
y la violencia intrafamiliar contra menores, existiendo diferencias de valor entre
circunscripciones.
En este sentido, se considera un delito más Grave, la agresión sexual o violación y la
violencia intrafamiliar contra menores en la circunscripción 2, mientras que las
carreras de autos son valoradas con una mayor gravedad en las circunscripciones 3 y
2. (Ver tabla)
70
Hechos Delictivos
Leves o sin Ninguna
Gravedad
Accidentes de tránsito
Carreras de autos
Riñas entre vecinos
Agresión
sexual/violación
Riñas y peleas en el
barrio
Violencia intrafamiliar
contra menores
57.5%
57.3%
54.1%
Porcentaje de los que
consideran su
incidencia no
frecuente en el
Barrio
65.2%
66.5%
59.9%
51.0%
59.9%
50.4%
56.2%
49.9%
65.0%
Porcentaje
La percepción resulta polarizada en varios delitos, tanto por la valoración de
gravedad que se le confieren a los mismos, como por la frecuencia de ocurrencia en los
barrios, con que se perciben. En esta situación están, los hechos de robo de vehículo y
motores (56.3%) y la corrupción policíaca (61.5%), los que son valorados como
Muy Graves o Graves pero en cuanto a la frecuencia de ocurrencia en los barrios,
existen criterios contrapuestos.
Analizando esta última información entre las diferentes circunscripciones, la
corrupción policíaca dentro de los barrios, es percibida con una presencia,
porcentualmente más alta, en las circunscripciones 2 (68.4%) y 3 (64.2%), lo cual es
indicativo de una incidencia real y de la desvalorización de esta institución del
orden público, en esos territorios.
Igualmente, se evidencia polarización, esta vez en relación a su gravedad, de los
delitos de homicidios, violencia intrafamiliar contra la mujer y de balas perdidas,
todos señalados como pocos frecuentes dentro de los barrios.
En el caso de los homicidios, estos son percibidos como Muy Graves o Graves en
las circunscripciones 2 (58.8%) y en la 3 (52.1%), las que aportan según las
estadísticas judiciales la mayoría de las víctimas y de victimarios, sin embargo en la
circunscripción 1 sólo el 31.3% le confiere esta valoración de gravedad.
Con respecto a la violencia intrafamiliar contra la mujer, sólo en la circunscripción
2 los encuestados definen en mayoría a este hecho delictivo de Muy Grave o Grave
(56.4%), en comparación con el resto, donde las valoraciones se polarizan en dos
grupos, sin diferencias significativas entre sí, (los que lo consideran Muy Grave o Grave
y los que lo valoran como Leve o sin Ninguna Gravedad).
71
3.4.7. La victimización en los residentes del Distrito Nacional
Han sido víctimas de delito directo 3 de cada 10 capitaleños encuestado (369 de 1200
personas estudiadas), así como han sido víctimas indirectas de delito, por medio de su
incidencia, en un familiar cercano residente en el distrito, un poco más de 2 de cada 10
estudiado. (Ver tabla)
Circunscripción
1
Circunscripción
2
Circunscripción
3
Total
Víctima de delito
36.6%
20.6%
34.6%
32.8%
Familiar residente en el
distrito víctima de delito
27.1%
26.0%
26.8%
26.7%
Como se puede apreciar son las circunscripciones 1 y 3 las que más han aportado
víctimas directas de delito, mientras que la victimización indirecta, a través de un
familiar cercano, no tiene diferencias significativas, entre los diferentes sectores del
territorio del distrito.
Si comparamos esta información con estudio realizado por el Grupo Equis de INTEC en
el 200249, vemos que la victimización directa no se ha incrementado en el distrito, lo
que ha hecho, desde ese año, es un desplazamiento hacia sectores que antes no tenían
fuera de los límites socialmente tolerables a la delincuencia, unido a las característica
que ha tenido históricamente su enfrentamiento, hasta el momento orientado más hacia
el carácter represivo y circunstancial de impacto social y no hacia la prevención integral
desde un proyecto de nación.
Las víctimas directas de delito lo han sido fundamentalmente de asalto/atraco con
armas de fuego (35.0%), asalto/atraco con armas blancas (30.9%) y robo en la
vivienda (24.9%). (Ver tabla)
DELITOS DE LOS QUE HAN SIDO VICTIMAS
Asalto/atraco con arma de fuego
Asalto/atraco con arma blanca
Robo en la vivienda
Robo de auto
Robo de motos
Estafa
Corrupción por parte de funcionarios públicos, incluido
agentes del orden o del sistema jurídico
Accidente de tránsito
Lesiones/agresión en riñas
PORCENTAJE
35.0%
30.9%
24.9%
7.4%
5.7%
5.2%
5.7%
4.4%
3.6%
49
Pérez C., Milán G., Díaz M., Cabrera B., “La Criminalidad en República Dominicana. Resultados de
una encuesta. Valoraciones comparativas”. Grupo EQUIS, INTEC, 2002.
72
Las víctimas indirectas de delito (familiares cercanos residentes en el distrito que
han sido víctimas de delito), lo han sido de:
DELITOS DE LOS QUE HAN SIDO VICTIMAS
FAMILIARES CERCANOS RESIDENTES EN EL
DISTRITO
Asalto/atraco con arma de fuego
Asalto/atraco con arma blanca
Robo en la vivienda
Robo de moto
Robo de auto
Lesiones/agresión en riñas
Accidente de tránsito
Estafa
Corrupción por parte de funcionarios públicos, incluidos
agentes del orden o del sistema jurídico
PORCENTAJE
34.9%
24.1%
16.2%
10.5%
8.3%
5.7%
4.4%
4.1%
4.1%
Otras peculiaridades de la victimización:
Las víctimas en un 69.5% lo han sido de hechos violentos (asaltos/atracos, lesiones y
agresiones en riñas) fundamentalmente ocurridos en la vía pública (56.9% de estos
hechos), así como de hechos contra la propiedad el 38.3%, mientras que los de
corrupción solo es 5.7%.50
En cuanto a las ocasiones en que han sido víctimas de delito, el 78% ha sido
victimizado en una ocasión, el 18% en dos, mientras que el 2.9% en tres o más
ocasiones.
En el caso de la victimización indirecta, el comportamiento es muy similar, siendo
víctimas de hechos de violencia el 64.7%, de hechos contra la propiedad el 35% y de
hechos de corrupción el 4.1%.
Con relación a las ocasiones en que han sido víctimizados, el 83.5% de los familiares lo
han sido en una ocasión, seguido por el 12.1% que lo ha sido en dos ocasiones y el
2.2%, en 3 o más veces.
En cuanto al ejercicio del derecho de denuncia ante un al ser víctima de un delito,
estudios realizados en el 2002 y 2006 refieren que, 7 de cada 10 capitaleños/as hacen
efectivo ese derecho, ante la justicia o la policía, así como 4 de cada 10 prefiere
averiguar quién fue el autor, y en la mayoría de los casos hacen la denuncia, mientras
que una minoría prefiere resolverlo por su cuenta (toma la justicia por su mano). Más de
1 de cada 10 prefiere igualmente denunciarlo ante la prensa o buscar ayuda en grupos
comunitarios, estos últimos en igual proporción.51
50
La percepción social, en este caso, se manifiesta en correspondencia con los datos de victimización
delictiva de la Procuraduría General de la República, incluidos en los diferentes informes estadísticos de
esa institución de los últimos 5 años.
51
Pérez C, Milán G., Cabrera B. y Díaz M, La Criminalidad en República Dominicana, Grupo EQUIS:
INTEC. 2002
Encuesta Observatorio Ciudadano, agosto 2006.
73
En cuanto a la reacción conductual de los capitaleños/as ante las víctimas de un delito
más de 6 de cada 10 considera que las mismas reciben asistencia sólo de algunos
vecinos o de ninguno, por lo que la solidaridad ante estas personas es baja, similar al
comportamiento de este indicador en los grandes centros urbanos del resto de la
región.52
3.4.8. La percepción social de la corrupción y de la incidencia de la droga:
Con respeto a la corrupción igualmente se ha mantenido la cifra dentro de la percepción
social de 8 de cada 10 dominicanos/as en general y capitaleños/as en particular, que la
perciben en crecimiento desde 1999 hasta la fecha, mientras 3 de cada 10 criollos no se
siente orgullosos de su país por el nivel que ha alcanzado este delito a nivel
institucional. Igualmente se comporta las valoraciones sobre el grado de impunidad de
estos delitos, muy relacionados dentro de la opinión pública con la corrupción
administrativa, política y con el sector privado.53
El tráfico de drogas y su consumo es igualmente valorado en crecimiento desde el 2002
por 8 de cada 10 capitaleños54, mientras que más de 3 de cada 10 personas residentes en
la capital conocen a alguien que haya consumido algún tipo de droga ilegal.55
3.4.9. La estigmatización social de los que pasan por prisión.
En la capital existe una alta estigmatización de aquellos ciudadanos/as que pasan por
prisión, pues más de 7 de cada 10 capitaleños/as estudiados consideran que no deben ser
tratados/as igual que al resto de la personas que no incurrieron en esos hechos. En este
sentido el 50% considera que la conducta social hacia las mismas debe ser de acuerdo al
delito cometido, mientras que el 28.3 % es del criterio de que la actitud social deberá
estar mediatizada a su conducta.56
En cuanto al trato que recibieron en su comunidad, estos ciudadanos una vez egresados
de la prisión, el 54% de los entrevistados reconocieron que fue de rechazo, el 29.7%
consideró que fueron vistos con indiferencia, mientras que sólo en el 14.7%, el barrio lo
acogió sin problemas.
52
Pérez C., Milán G. Cabrera B. Díaz M. La Criminalidad en República Dominicana 2002. Grupo
ESQUIS. INTEC.
53
Calvo, F., Milán G., Díaz M. Encuesta Multipropósito de Cultura Política. 1999. Encuesta
Latinobarómetro. 2002, Pérez C., Milán G. Cabrera B. Díaz M. La Criminalidad en República
Dominicana 2002. Grupo ESQUIS. INTEC.
54
Encuestas Latinobarómetro 2002 (FLACSO) y 2005 (CIES)
Idem
56
Pérez C., Milán G. Díaz M, Cabrera B. “La Criminalidad en República Dominicana. Resultados de una
encuesta. Valoraciones comparativas”. Grupo EQUIS. INTEC. 2002
55
74
Las Instituciones Vistas desde la Percepción Social de los Capitaleños/as
De acuerdo a los resultados de diferentes estudios, la Iglesia es la institución que más
confianza proyecta en los capitaleños/as, seguido de los Medios Masivos de
Comunicación y las FFAA.
Las instituciones menos confiables para más de 7 de cada 10 residentes de la capital
son: la Policía Nacional, el Congreso Nacional, los Partidos Políticos y el Ministerio
Público.57
En el caso del Gobierno Local o Ayuntamiento existen dos grandes grupos de
opiniones, ambas sin tener diferencias significativas, los que confían en el mismo y los
que no le tienen confianza.
3.4.11. Sugerencias al gobierno central para reducir la criminalidad:
Los resultados brindados a continuación son el producto del análisis de una encuesta
realizada entre octubre del 2004 y marzo del 2005 a 26 jóvenes líderes, 18 operadores
del sistema jurídico y 22 altos oficiales de la Policía Nacional.58
Un Gobierno central que se preocupe y trabaje por resolver los principales
problemas del país y de las grandes mayorías.
En este sentido, se espera la ejecución de una Política Social en función del
desarrollo del capital humano y de la prevención delictiva mediante una
mejor distribución de la riqueza nacional.
Eficiencia en el Sistema de Justicia y un fortalecimiento o incremento de las
leyes y penas privativas de libertad, evidenciando la presencia, entre estos
actores, de la ideología punitiva como forma “más eficaz” de controlar la
delincuencia.
Acceso a la educación y mayor desarrollo educacional del país.
Mejorar las condiciones de vida de la población, así como el mayor acceso a
las oportunidades de movilidad social y a las riquezas que genera el país.
Promoción dentro de la cultura socio-política al uso del respeto a los
derechos ciudadanos.
57
Encuesta Latinobarómetro, Encuestas Multipropósitos anteriormente citadas y estudio realizado por el
CIES en el 2003.
En el caso del estudio del CIES se constató que el 73% de los ciudadanos encuestados percibían la
presencia de corrupción en el Congreso Nacional, mientras que el 75% consideraba que los Partidos
políticos sólo defendía los intereses de algunos grupos y de sus dirigentes
58
Díaz M, Milán G. Encuesta realizada entre octubre 2004 y marzo 2005.
75
Diseño y ejecución de una Política Criminal estable dirigida a minimizar las
causas del delito y desarrollar un sistema de seguridad ciudadana más
efectivo.
3.4.12. Factores que en la percepción social de los munícipes contribuirían a la
seguridad ciudadana en el Distrito Nacional:
Los resultados de la encuesta ejecutada por el Observatorio Ciudadano en agosto del
2006, identifican que para los munícipes, los factores que contribuirían a mejorar la
seguridad ciudadana en el distrito están focalizados en garantizar:
Factores que
contribuirían a la
seguridad ciudadana en
el distrito
Patrullaje de la Policía
La iluminación de las
calles y avenidas
La recogida de basura y la
limpieza del barrio
Servicio de agua potable y
alcantarillado
Programas de calificación
para el empleo
Centros de ayuda para el
empelo
Canchas o espacios
públicos deportivos
Espacios públicos
familiares
Mantenimiento de calles y
avenidas
Fiscalías Barriales
Circunscripción
1
Circunscripción
2
Circunscripción
3
Total
88.1%
76.2%
70.4%
78.4%
71.1%
81.3%
73.5%
74.6%
38.9%
55.0%
45.8%
45.6%
24.9%
48.9%
32.7%
33.9%
28.6%
30.7%
37.2%
32.3%
31.9%
27.8%
25.2%
28.3%
27.4%
17.4%
32.5%
26.8%
18.8%
18.4%
33.8%
24.4%
21.9%
26.8%
24.1%
24.0%
24.9%
13.3%
17.5%
19.2%
El análisis de estos los resultados es indicativo de que los encuestados apuestan,
fundamentalmente, a dos factores para mejorar la seguridad ciudadana en el distrito, uno
de ellos, sin competencia de las autoridades municipales y sí del gobierno central (el
patrullaje de la policía) y el otro de pertinencia municipal (centrado en el servicio de
alumbrado público).
El resto de los factores a los que se apuesta, en su mayoría, son de competencia
municipal, salvo el caso de los centros de ayuda para el empleo y las fiscalías barriales
que igualmente son de responsabilidad del gobierno central.
Por circunscripciones existen diferencias a la hora de valorar estos factores. En la
circunscripción 1 se cree más que ayude a mejorar la seguridad ciudadana en el
distrito, el patrullaje de la policía y la creación de centros de ayuda para el empleo,
mientras que en la circunscripción 2, en la iluminación pública, el aseo urbano y en el
servicio eficiente de agua potable y alcantarillado, así como en la circunscripción 3 en
los programas de calificación para el empleo y en los espacios públicos deportivos.
76
¿Qué esperan los capitaleños/as de su gobierno local en materia de seguridad?
En orden de prioridad se espera que el gobierno local en aras de la seguridad
garantice:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Servicio de alumbrado público eficiente y extendido a todas las
áreas del territorio.
Implementación de un sistema de capacitación para el empleo a
través del fortalecimiento de las escuelas laborales y la
diversificación de los oficios que se enseñan.
Implementación de un sistema municipal de ayuda para el empleo.
Servicio eficiente de alcantarillado y tratamiento de aguas
residuales y cañadas.
Servicio eficiente de mantenimiento de calles, aceras, caminos
vecinales y escaleras
Construcción y mantenimiento de Centros Deportivos
Construcción y mejoramiento de viviendas con la participación de
la comunidad.
Fuerte asociación del gobierno local y las organizaciones
comunitarias y la ciudadanía en general.
Servicio eficiente de rotulación de calles, casa, avenidas y
señalizaciones de tránsito en la ciudad y sus barrios.
Servicio eficiente de aseo urbano.
Creación y mantenimiento de espacios públicos
Educación ciudadana
Creación de centros culturales multiusos
Creación de bibliotecas públicas con acceso a INTERNET
Creación de funerarias públicas en sectores de bajos ingresos
Construcción de guarderías infantiles comunitarias
77
Capitulo IV
4.1 Aspectos Normativos e Institucionales de la Seguridad Ciudadana en República
Dominicana y en el Distrito Nacional
En República Dominicana El Presidente de la República es el jefe de la administración
pública y es el jefe supremo de todas las fuerzas armadas y de los cuerpos policiales del
país. Los despachos de los asuntos de la administración pública son llevados por las
Secretarías de Estado creadas por ley y le compete al Presidente de la República
nombrar a los funcionarios que desempeñarán dichas funciones administrativas de
gobierno.
Los asuntos relativos a la seguridad pública son tratados y desarrollados por el
Secretario de Estado de Interior y Policía, dado que entre sus principales funciones se
encuentra la de mantener el orden público y adoptar medidas de seguridad. La Policía
Nacional de República Dominicana es, según la Ley Institucional de la Policía Nacional
una dependencia de la Secretaría de Estado de Interior y Policía y, en ese sentido, el
mando supremo de la misma es ejercido por el Presidente de la República a través del
Secretario de Estado de Interior y Policía. De hecho es el Presidente de la República
quien designa al Jefe de la Policía Nacional.
En el nivel estrictamente policial, el mando inmediato de la mencionada institución está
a cargo del Jefe de la Policía Nacional, quien es la más alta autoridad policial en todas
las cuestiones de mando, organización, instrucción y administración de los cuerpos
policiales, para lo cual es asistido por una Plana Mayor.
Por cierto que durante el transcurso del año 2004 y 2005 se han verificado una serie de
modificaciones orgánico funcionales y estructurales en el ámbito de la Policía Nacional,
que están dirigidas a modernizar y readecuar la estructura organizacional de esta
institución a los efectos de volverla más eficiente así como optimizar los recursos
humanos, operativos y materiales con que cuenta para el cumplimento de sus funciones.
De este modo y de manera articulada con las reformas que se han venido encarando
paralelamente con la conformación del Ministerio Público y la puesta en vigencia del
nuevo Código Procesal Penal, se ha conformado el Consejo Superior Policial integrado
por: i) el Secretario de Interior y Policía, ii) el Procurador General, iii) el Jefe de la
Policía Nacional e integrado por, iv) un conjunto de jefes superiores de la Policía
Nacional con atribuciones en materia de planificación y adopción de decisiones
estratégicas.
En sintonía con cambios orgánico – funcionales propios de instituciones policiales
modernas y a los efectos de su adecuación a los nuevos parámetros de trabajo en
proceso de adopción a partir de la vigencia del nuevo Código y del Ministerio Público ,
en el ámbito de la Policía Nacional de República Dominicana se han conformado tres
áreas policiales específicas: i) la Dirección Nacional de Seguridad Policía Preventiva,
encargada de coordinar, ejecutar y evaluar el esfuerzo de la policía en materia de
prevención y conjuración de hechos delictivos; ii) la Dirección Nacional de
Investigación Criminal y Seguridad Compleja encargada de coordinar, ejecutar y
78
evaluar el esfuerzo de la policía en materia de seguridad compleja e investigación
criminal en función judicial y la Dirección Nacional de Gestión Administrativa
encargada de la gestión de los asuntos administrativos, contables, de personal y
logísticos de la institución .
Así, en el plano formal, la responsabilidad general del gobierno político-institucional de
la seguridad pública y, en su marco, de la conducción y mando estratégico de la Policía
Nacional recae en el Presidente de la Nación y, dentro de su esfera, en el Secretario de
Estado de Interior y Policía, quien es el responsable directo de tales tareas.
Ahora bien, la Policía Nacional no es la única agencia estatal dominicana abocada al
desarrollo de labores de carácter policial. La Dirección Nacional de Control de Drogas
(DNCD) también desempeña este tipo de tareas en todo lo relativo a la prevención,
investigación y represión del consumo, tráfico y comercialización de drogas y
sustancias prohibidas y de la criminalidad conexa tal como el contrabando y
comercialización ilegal de precursores químicos y el lavado de dinero.
La DNCD, creada por Ley 50/88, constituye la institución gubernamental dependiente
del Presidente de la República que está encargada de (i) la prevención y represión del
consumo, distribución y tráfico ilícito de drogas y sustancias controladas en todo el
territorio nacional; (ii) la investigación y preparación para sometimiento a la justicia de
aquellas personas implicadas en aquellas actividades; (iii) la producción de la
inteligencia nacional antidrogas destinada a colectar, analizar y diseminar informaciones
de inteligencia estratégica y operacional referidas al tráfico ilícito de drogas en la
República Dominicana; (iv) el decomiso, incautación y custodia de los bienes y
beneficios derivados del tráfico ilícito, hasta tanto pese sobre éstos, sentencia
irrevocable y definitiva; (v) la implementación de las previsiones regulatorias de la
producción, fabricación, refinación, transformación, extracción, preparación,
distribución o cualesquiera otras operaciones de manipulación de estas sustancias
controladas producidas legalmente; (vi) la coordinación y cooperación con autoridades
policiales, militares y judiciales, en sus esfuerzos comunes para mejorar la lucha contra
el narcotráfico; (vii) coordinación y cooperación con gobiernos e instituciones
extranjeras para reducir la disponibilidad de drogas ilícitas en la República Dominicana
y en el área del Caribe.
Para ello, la dirección general de la DNCD está a cargo de la Junta Directiva integrada
por 5 miembros nombrados por el Presidente de la República, a saber, (i) un
representante de la Presidencia de la República; (ii) un representante de las Fuerzas
Armadas o la Policía Nacional; (iii) un representante de la Secretaría de Salud Pública y
Asistencia Social; (iv) un representante de la Secretaría de Estado de Relaciones
Exteriores; y (v) un representante de la Iglesia Católica Dominicana. Asimismo, en el
marco de las políticas diseñadas y formuladas por esta Junta, la dirección ejecutiva del
organismo está a cargo del Director Nacional de Control de Drogas encargado de la
implementación y control de las mismas.
79
4.2 Aspectos Normativos e Institucionales del ADN
La Constitucional Nacional de la República Dominicana establece que el Distrito
Nacional es una de las partes en las que se divide políticamente el territorio de la
República Dominicana y es en ese ámbito territorial en donde está comprendida la
capital de la República. Como contexto general hay que indicar que el territorio de la
República Dominicana, tiene una superficie de 48.670 km2, tiene una población de
8.562,541 habitantes y una densidad de 176 habitantes por kilómetro cuadrado. Está
constituido a su vez por un total de 31 provincias y estas están divididas en 218
Municipios y Distritos Municipales.
El Distrito Nacional está a su vez dividido política y territorialmente en tres (3)
Circunscripciones. La Circunscripción N° 1 tiene una población de 246,882 hab. Y una
superficie de 46.49 kmt2. Esta limitada al Norte por la Av. John f. Kennedy y Av. San
Martí, incluyendo el Ens. Kennedy; al Sur por el Mar Caribe; al Este por la Av. México,
Puente Mella y el Río Ozama; al Oeste por la Av. Luperón incluyendo la Urb. Costa
Verde.
La Circunscripción N° 2 tiene una superficie de 43.16 kmt2, una población aproximada
de 205. 116 habitantes y está limitada al Norte por el Río Isabela incluyendo las
urbanizaciones de la Carretera La Isabela; al Sur por la Av. John F. Kennedy y Av. San
Martí; al Este por la Av. Máximo Gómez; al Oeste por la Autopista Duarte.
La Circunscripción N° 3 tiene una población aproximada de 392. 663 habitantes y una
superficie de 14.78 kmt2. Se encuentra limitada al Norte por los Ríos Isabela y Ozama;
al Sur por la Av. San Martín y Av. México; al Este por el Río Ozama y al Oeste por la
Av. Máximo Gómez. Es en ésta circunscripción donde se presenta un cuadro socio –
económico que refleja y concentra los niveles de pobreza urbana más altos del Distrito
Nacional.
La Constitucional Nacional de la República Dominicana dedica su Título VII así como
los artículos 82, 83, 84 y 85 a establecer las bases normativas superiores que establece y
regula el funcionamiento del Ayuntamiento del Distrito Nacional. En los mismos se
establece que el Distrito Nacional (así como el de los Municipios) estará a cargo de un
Ayuntamiento, en este caso institucionalmente denominado Ayuntamiento del Distrito
Nacional (ADN). El mismo estará dirigido por un Síndico del Distrito Nacional, el cual
representa las veces de un Poder Ejecutivo local; el cual será elegido por la ciudadanía
del Distrito cada cuatro anos de acuerdo a lo estipulado por las leyes y la misma
Constitución Nacional, a través de candidaturas que podrán ser propuestas por partidos
políticos o por agrupaciones políticas.
Asimismo el Ayuntamiento del Distrito Nacional está conformado por Regidores, en un
total de treinta y seis (36), quienes constituyen la instancia legislativa denominada Sala
Capitular, que si bien no está explicitada en la Constitución ni en las leyes específicas
como un Poder Legislativo, de hecho funciona como tal. Al igual que el Síndico del
Distrito Nacional, los Regidores que constituyen la Sala Capitular son electos
regularmente por la ciudadanía del Distrito Nacional cada cuatro años y sus
candidaturas son propuestas a través de partidos políticos o por agrupaciones políticas.
80
En particular, el artículo 83 establece que el Síndico del Distrito Nacional es
independiente en el ejercicio de sus funciones y que en materia de arbitrios (artículo
85), el Ayuntamiento podrá establecerlos con la aprobación que la ley requiera siempre
y cuando estos no colisionen o superpongan con impuestos nacionales, obstaculicen el
comercio intermunicipal o de exportación, ni con la Constitución o las leyes.
El ADN representa una entidad de gobierno territorial de características típicamente
locales. De manera más específica el ADN está ordenado y regulado en sus
atribuciones, competencias, y aspectos de organización y funcionamiento por la Ley
3456. En la misma se establece que corresponde al Ayuntamiento del Distrito Nacional
el ordenamiento, la reglamentación y la resolución de todo cuanto fuera necesario o
conveniente para proveer a las necesidades del Distrito Nacional, a su mayor bienestar,
prosperidad y cultura. En ese contexto las atribuciones del ADN están circunscriptas al
ordenamiento, reglamentación e incluso administración de un conjunto de temas
relacionados con servicios, infraestructura y la arquitectura urbana, así como con
relación a la regulación, control e incluso ejecución de las actividades comerciales y de
servicios.
Al respecto se debe destacar que del conjunto de estas atribuciones asignadas a la
autoridad del Distrito Nacional en ningún momento se asigna de manera explicita y
específica la prestación de servicios de seguridad y/o vigilancia. No obstante, al
señalarse que al ADN le corresponde la resolución de:
“todo cuanto fuera necesario o conveniente para
proveer a las necesidades del Distrito Nacional, a su
mayor bienestar, prosperidad y cultura”
En este sentido se establece un amplio margen normativo e institucional, situación que
le permite a esta institución de gobierno local el abordaje de problemas que no
necesariamente están explicitados en el marco normativo.
De este modo el ADN tiene competencia para dictar “acuerdos, ordenanzas,
resoluciones y reglamentos”, a los efectos de asegurar su propio funcionamiento y
cumplimentar las atribuciones asignadas al mismo y además está autorizado a establecer
y aplicar a través de ordenanzas, resoluciones y reglamentos penas monetarias y/o de
arresto de uno a diez días, así confiscaciones de cosas que sean producto de la
contravención o hayan servido para cometerla para quienes las infrinjan. Al respecto,
los Tribunales Municipales del Distrito Nacional fueron establecidos como la autoridad
jurisdiccional para “conocer” en casos de infracciones a las normas municipales.
En este contexto, el artículo 26° de la Ley 3456 establece a la Policía Nacional de la
República Dominicana (PN) como auxiliar de la autoridad del Distrito Nacional,
estipulando la obligación para esa institución nacional de hacer cumplir las ordenanzas,
resoluciones, reglamentos y disposiciones emitidos por ADN y a perseguir y someter a
la justicia a quienes vulneren las mismas.
En este sentido se debe indicar también que el artículo 26° establece que la Policía
Nacional tiene la obligación de hacer cumplir las ordenanzas, resoluciones,
reglamentaciones y disposiciones del Ayuntamiento del Distrito Nacional y de someter
a la acción de la justicia a quienes los infrinjan. En este sentido claramente se le asigna a
la Policía Nacional la competencia para aplicar la normativa formulada, sancionada y de
81
aplicación en la jurisdicción del distrito por parte del Ayuntamiento del Distrito
Nacional.
4.3 Autoridades Superiores del ADN. Misiones y funciones
En el marco normativo mencionado, el Síndico del Distrito Nacional tiene asignado una
serie de funciones relacionadas con aspectos netamente ejecutivos y de aplicación de la
ley, normativas y regulaciones. Brevemente y entre las más relevantes en materia
ejecutiva se puede mencionar: cumplir y hacer cumplir las disposiciones que se refieran
a la administración de los bienes del Distrito; velar por la conservación de los bienes y
derechos al Distrito; velar por la buena marcha y organización de las oficinas, los
servicios, establecimientos y dependencias del Ayuntamiento, comunicar a la Sala
Capitular las deficiencias que observare y proponer cuanto juzgue conveniente para
corregirlas o para mejorar su funcionamiento; velar porque las vías públicas se
mantengan en buen estado de conservación, orden y limpieza y porque se cumplan las
disposiciones legales que a ellas se refieran, disponiendo o proponiendo el
Ayuntamiento cuantas medidas fueran pertinentes para tal fin; velar por el fiel
cumplimiento de todas las disposiciones, relativas a las urbanizaciones, las
construcciones y el ornato.
Asimismo el Vice - Síndico del Distrito Nacional tiene responsabilidades relacionadas
con la ejecución de instrucciones emanadas del Síndico, la representación del mismo en
actos oficiales y tareas de coordinación ejecutiva bajo supervisión del Síndico. Por su
parte el Secretario General tiene asignadas, entre otras, funciones de orden institucional
y político referidas a las vinculaciones político administrativas con los órganos de la
administración municipal, los munícipes y el gobierno central; la coordinación de las
relaciones de la Sindicatura con las autoridades nacionales e internacionales; el
seguimiento de proyectos normativos en la Sala Capitular, poner en conocimiento de
los directores y demás funcionarios municipales las instrucciones y ordenes del Síndico;
coordinar y supervisar las actividades de los Departamentos de Cooperación
Internacional, Ceremonial y Protocolo, Palacio Consistorial, Delegaciones,
Comunicación Estratégica, Defensoría de Espacios Públicos.
Además existe una estructura orgánica funcional que está compuesta por un conjunto de
dependencias –aproximadamente 22-, de nivel de dirección con dependencia directa del
Síndico, Vice Síndico y Secretario General.
Por su parte y en el plano legislativo, el Presidente de la Sala Capitular tiene
atribuciones relacionadas con la administración de la Sala así como con la gestión
legislativa del Ayuntamiento; tales como: Convocar para las sesiones ordinarias y
extraordinarias, dirigir los debates y declarar cerrados la actividad específica de la Sala,
nombrar las comisiones que se determinen, comunicar a quien corresponda los acuerdos
a los que llega la Sala; así como otras funciones estrictamente administrativas. El
Vicepresidente de la Sala tiene la responsabilidad de sustituir al Presidente en su
ausencia y atender todos aquellos asuntos que este le imponga.
82
4.4 La Seguridad Ciudadana en el ámbito del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Enfoques y características.
La autoridad del Distrito Nacional ha impulsado una visión sobre la cuestión de la
seguridad y sobre el rol del Ayuntamiento del Distrito Nacional en los asuntos de la
seguridad local que está caracterizada por encarar estos asuntos desde una perspectiva
integral, reconociendo el rol primario de las agencias estatales policiales dedicadas a
ello, legal y constitucionalmente.
En este sentido el Ayuntamiento del Distrito Nacional orienta sus acciones en materia
de seguridad ciudadana hacia la obtención y preservación de aquellas condiciones
urbanas y territoriales que permitan el desenvolvimiento adecuado de la vida y las
relaciones sociales dentro del ámbito jurisdiccional del Distrito, en el marco de las
competencias y atribuciones de administración, legislación, ejecución, regulación,
control e inspección que le son asignadas por el marco normativo y constitucional
vigente.
Sin embargo, la alta complejidad en materia de seguridad humana del Distrito Nacional
como principal territorio urbano del país, esta enmarcada, no sólo por sus características
socio-demográficas, la elevada incidencia de ciudadanos de otros municipios y turistas,
la diversidad de organizaciones de la sociedad civil con que cuenta y las demandas de
servicios a la que debe responder el gobierno local ante la ciudadanía, sino por la poca
efectividad social de las diversas políticas públicas centrales y locales, ejecutadas
históricamente en el territorio, en función de la seguridad democrática y el desarrollo
humano que no han podido parar el deterioro social ni la brecha de la desigualdad,
adoleciendo de un carácter integral y estable en el tiempo, unido a la falta de
concertación interinstitucional y con las organizaciones de la sociedad civil, en torno a
un proyecto de nación, ciudad y ciudadanía.
La propia complejidad del territorio del distrito hacen necesario el ejercicio del gobierno
de la seguridad con los mecanismos de concertación de coordinación activados entre las
políticas públicas y los programas en marcha, a nivel del gobierno central y los
diseñados dentro de la plataforma programática de gobierno local, como fórmula que de
resultados efectivos a corto, mediano y largo plazo, en materia de seguridad ciudadana
para la capital de la República.
En este sentido, el gran reto del gobierno de la ciudad, en materia de seguridad
ciudadana, es desarrollar el Plan Estratégico de la Ciudad de Santo Domingo 2015 y
revertir el proceso anómico que se ha ido conformando, al interno de la sociedad
dominicana y de sus ciudadanos, lo que ha conculcado los derechos ciudadanos,
generando que tanto instituciones como ciudadanos incumplan sistemáticamente con
sus deberes y compromisos cívicos.
El gobierno del Distrito Nacional tiene claro que, solo desarrollando un gobierno de la
seguridad, dentro de sus pertinencias municipales, concertado, inclusivo y asociativo de
todas las instituciones tanto del gobierno central como de otros gobiernos locales claves
para el distrito, así como de las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en
general, es lo que garantizaría la reducción de la conflictividad social y los indicadores
que generan inseguridad a la ciudadanía, acercándonos a la visión de ciudad para el
2015.
83
En este sentido, hay que reconocer que el tema de la seguridad ciudadana no fue objeto
de interés de los gobiernos centrales y locales hasta el año 2004, llevado de la mano por
el liderazgo del Presidente de la República Dr. Leonel Fernández Reina y conminado
por el escenario contextual de desarrollo, sin precedentes, de la criminalidad en la vida
nacional.
A partir de ese momento, el liderazgo del gobierno municipal del distrito empieza a
trabajar el tema, desde sus marcos legales, con un enfoque conceptual preventivo en dos
vertientes: una a mediano y largo plazo, el Plan Estratégico Santo Domingo 2015,
enfocado en una visión de ciudad humanista y centro capital del Caribe y otra a corto
plazo en la ejecución de diferentes políticas públicas y programas municipales de
defensoría y recuperación de los espacios públicos, fortalecimiento de la policía
municipal desde una visión de acompañamiento y educación ciudadana, combate a los
agentes contaminantes del medio ambiente, de alta incidencia en la seguridad de la
ciudadanía y ordenamiento urbano de la ciudad, entre los más relevantes, unido al
fortalecimiento de los esfuerzos de concertación e integración plena a las políticas
públicas y a los programas del gobierno central que inciden en el territorio del distrito,
tal es el caso del Plan de Seguridad Democrática implementado en 12 barrios de la
capital desde hace un año.
En marzo del 2005 el gobierno municipal del Distrito Nacional auspicia conjuntamente
con el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas PNUD el proyecto
“Provisión de cooperación técnica para mejorar la seguridad ciudadana en la República
Dominicana”, donde sus componentes fueron alineados al Plan Estratégico Santo
Domingo 2015 y su principales resultados han contribuido a:
La conformación de un diagnóstico de la situación institucional y de la
seguridad ciudadana en el distrito, cuyos lineamientos de acción recomendados,
para el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, han servido de base en la
conformación del gobierno de la seguridad municipal.
La creación de un Observatorio Ciudadano, funcionando como herramienta
técnica de monitoreo y análisis del gobierno de la seguridad, para la toma de
decisiones municipales en función de la eficiencia y la efectividad de las
políticas públicas y los programas municipales orientados al desarrollo humano
de los capitaleños y sus visitantes y al cumplimiento del Plan Estratégico para la
capital.
Manual Ciudadano orientado a la construcción de una ciudadanía responsable y
empoderada, tanto de sus derechos como de sus deberes cívicos.
El fortalecimiento a la academia con el auspicio del diplomado de “Políticas
Públicas en seguridad ciudadana” con el Instituto Tecnológico de Santo
Domingo (INTEC) y el PNUD.
El empoderamiento por parte del liderazgo municipal del concepto de gobierno
de la seguridad en su ejecutoria gerencial.
La creación del Comité Técnico del Ayuntamiento del DN en materia de
seguridad ciudadana.
La creación del Comité Interinstitucional para coordinar y concertar los
esfuerzos en materia de seguridad ciudadana.
Se debe señalar que si bien algunos de los proyectos que el Ayuntamiento ha
desarrollado referidos al logro de mejores condiciones de infraestructura, servicios,
84
ordenamiento territorial y facilitación de la vida y las interacciones sociales en el
Distrito, no son programas específicos de seguridad ciudadana por si mismos,
contribuyen, por cierto de manera considerable, al establecimiento de condiciones que
promueven la misma tales como:
Fortalecimiento del Cuerpo de Bomberos y su capacidad de respuesta ante las
emergencias ciudadanas, así como a partir del segundo semestre del presente año
se a puesto en marcha el la reglamentación programa de control de seguridad de
las plazas y centros comerciales y centros públicos, en una primera etapa para
posteriormente pasar a controlar los sectores residenciales.
Fortalecido del trabajo de creación y rescate de los espacios públicos como
socializadores por excelencia de la ciudadanía. En este sentido, se continua
fortaleciendo el programa de animación urbana de los espacios libres (Malecón
Libre, Villa Libres y Cristo Rey Libre), los que han recibido el espaldarazo de 8
de cada 10 capitaleños que abogaron favorablemente sobre la realización y la
continuidad de los mismos en encuesta realizada por el Observatorio Ciudadano
del 6-9 de agosto.
Igualmente, fueron inaugurados en este año 2 parques en el barrio de Capotillo y
se creó el programa de Las Canquiñas (parques infantiles) en diferentes puntos
de la ciudad hasta alcanzar 9 de ellos, 2 de los cuáles están actualmente
funcionando en el parque Mirador Sur de la circunscripción 1 y en la
intercepción Padre Castellanos con Josefa Brea de la circunscripción 3, donde
confluyen varios barrios populares.
Creación de un campamento tecnológico infantil durante el verano, con el
auspicio de INFOTEL y ITLA, que dio servicio a niños y niñas de barrios
populares y de orfelinatos, así como a hijos de trabajadores y a menores que
asistían con sus padres al parque del Mirador Sur. El impacto entre la ciudadanía
de este campamento provocó que se demandara su existencia de manera
permanente. Sólo en un mes de funcionamiento se habían recibido la asistencia
de más de 1000 niños/adolescentes hasta 15 años, los cuales recibieron
preparación y acceso a programas tecnológicos de información, convirtiéndose
en promotores de esta experiencia en sus barrios.
Rescate de 50 avenidas que incluye no sólo la reparación u habilitación urbana
sino también la iluminación, lo que contribuye ostensiblemente a la prevención
delictiva ante una ciudad que se caracteriza por la oscuridad de sus calles,
espacios públicos y avenidas.
Implementación del reglamento para el servicio del manejo de los residuos
sólidos municipales no peligrosos en colaboración con la Agencia de Japón para
la Cooperación Internacional (JICA) y se inauguró un moderno centro integral
de transferencia de basura en el sector de Villas Agrícolas, resolviendo un
problema de contaminación ambiental para los residentes de ese barrio y una
necesidad organizativa y de reglamentación de la ciudad en materia de recogida
de desechos sólidos.
85
En materia estrictamente operacional, en el ámbito del Ayuntamiento del Distrito
Nacional se ha conformado la Dirección de Seguridad Ciudadana que constituye la
Policía Municipal. Dentro del ámbito de la estructura del Ayuntamiento del Distrito
Nacional, el área de seguridad ciudadana tiene dependencia orgánica directa del
Síndico del Ayuntamiento. Este cuerpo especializado fue creado mediante la Resolución
26-2000 del 24 de febrero del año 2000 y tiene asignada un conjunto de funciones que
entre las más importantes son, a saber:
1
Proteger bienes, propiedades e intereses del Ayuntamiento.
2
Realizar funciones de inspección, supervisión y fiscalización, dentro de las
normas y condiciones que establecen leyes, ordenanzas, resoluciones o cualquier
otro tipo de normativa inherentes al Ayuntamiento del Distrito Nacional.
3
Orientar e informar al ciudadano común en torno a un correcto comportamiento
en la vía pública; orientar a las personas que así lo requieran así como a los
visitantes extranjeros.
4
Mantener un estrecho contacto con la ciudadanía en cuanto a recabar de esta el
cumplimiento de sus obligaciones con el Ayuntamiento.
5
Mantener el orden donde quiera que preste servicios, tomando las medidas de
seguridad, para evitar infracciones y hechos atentatorios a las personas, la moral
y las buenas costumbres.
6
Ejercer la vigilancia de los monumentos, parques de recreación, mercados y
otros espacios públicos que se encuentran bajo la responsabilidad del ADN.
7
Garantizar el cumplimiento de las leyes sobre control de licencias y permisos de
construcción.
8
Colaborar con la Policía Nacional en el cumplimento de las labores de tránsito y
regulación de estacionamiento.
9
Levantar actas sobre violaciones a las regulaciones sobre el ornato y la
publicidad en la vía pública.
10 Someter ante tribunales correspondientes a los infractores de los reglamentos
municipales.
11 Desempeñarse como dispositivo de seguridad en todas las actividades que lleve
a cabo el ADN.
Al respecto y teniendo presente las funciones asignadas se puede señalar que se trata
efectivamente de un cuerpo especializado de naturaleza municipal orientado a: i)
cumplir labores de vigilancia del patrimonio y los bienes pertenecientes al
Ayuntamiento del Distrito Nacional, ii) desempeñarse como autoridad de aplicación con
relación a diferentes competencias propias de la autoridad local, iii) orientar a los
ciudadanos y iv) colaborar con otras autoridades en el cumplimento de sus funciones en
la jurisdicción del Distrito Nacional.
86
Originalmente fue conformada en torno un grupo de personal militar y policial
convocado por el Ayuntamiento a tal efecto. Por cierto en la actualidad, su jefatura y un
buen porcentaje de puestos de mando y conducción superior y operacional están a cargo
de personal militar convocado a tal efecto. Actualmente, la Policía Municipal se
encuentra en proceso de formación y readecuación, orgánico y funcional, estando
organizada en cuatro (4) dependencias centrales con nivel orgánico de Departamento, a
saber: Personal, Inteligencia, Operaciones y Logística.
Asimismo está desplegada territorialmente en ocho (8) Destacamentos de Policía
Municipal a saber: Destacamento Proyecto Avenida Duarte, Destacamento del
Ayuntamiento, Destacamento Mercado Nuevo, Destacamento Cementerio Cristo
Redentor, Destacamento Palacio Consistorial, Destacamento Cementerio Cristo Rey,
Destacamento Cementerio Nacional. Asimismo está constituida por otro conjunto de
elementos dedicados a tareas específicas de diferente carácter, algunas de seguridad con
asignaciones específicas, tales como: Seguridad del Alcalde, Clínica Municipal y
Registro Civil; y otras de apoyo al accionar de la Policía Municipal, a saber:
Destacamento, Equipos y Transporte y Servicios Varios.
Al momento la Policía Municipal está conformada por una dotación de 324 efectivos
para el cumplimento de su misiones en el ámbito del Distrito Nacional. Al respecto se
debe señalar que 92 de estos están destinados en el Cuartel General con relación a este
tópico, se puede señalar que alrededor de un 30 % de los efectivos está afectado a
funciones de orden administrativo. Con relación a los aspectos operacionales la Policía
Municipal dispone de 3 camiones de cama corta, 20 motocicletas y veinte bicicletas,
mientras que para la comunicación cuentan con 3 estaciones fijas de radio y 30 radios
portátiles distribuidos entre las diferentes unidades y destacamentos. En cuanto al
armamento, disponen de 138 en su mayoría de corto alcance (revólveres y escopetas).
No se puede dejar de señalar que esta institución municipal se ha configurado con una
estructura orgánica y funcional de rasgos castrenses, con una plana mayor y con
dependencia compartimentadas típicas de estructuras militares.
Finalmente se debe hacer referencia al Cuerpo de Bomberos que tiene dependencia del
Ayuntamiento. En este caso cuenta 6 Destacamentos y un Cuartel General que le dan
servicio a todo el territorio que ocupa la capital, contando con un capital humano de 235
bomberos profesionales y 300 voluntarios. Asimismo en materia operacional cuenta con
16 camiones de combate de incendios, 3 ambulancias en uso, 2 carros-escalas, 2
unidades de salvamento y rescate y 1 unidad acuática. Cada uno de los destacamentos
cubre de 10 a 12 km2, en un tiempo de respuesta de 5 a 10 minutos, en consonancia con
los cánones de este tipo de instituciones a nivel internacional.
Consideraciones Finales
Con referencia al marco normativo general y específico que enmarca un mayor
compromiso del Ayuntamiento del Distrito Nacional en los asuntos de seguridad
pública en su jurisdicción, se debe precisar que la legislación nacional vigente en la
actualidad le asigna de manera univoca la responsabilidad primaria y exclusiva en
materia de seguridad en sus aspectos policiales y de orden público al Gobierno
87
Nacional, a través del marco legal vigente mencionado –la Ley Institucional de la
Policía Nacional-, e institucionalmente a la Secretaría de Interior y Policía y a la Policía
Nacional de República Dominicana.
No obstante, en función de las responsabilidades y competencia que tiene asignadas la
autoridad del gobierno local y desde una perspectiva integral y preventiva de los
asuntos de la seguridad ciudadana, el Ayuntamiento Nacional del Distrito Nacional ha
impulsado y desarrollado una serie de iniciativas y dependencias gubernamentales
abocadas a estos asuntos, que han sido mencionadas a lo largo del presente trabajo. Sin
embargo, en este contexto, en la actualidad el Ayuntamiento del Distrito Nacional
presenta de una serie de falencias claves para un más eficiente desarrollo de acciones,
intervenciones, estrategias y políticas seguridad ciudadana.
Por un lado adolece de instancias efectivas de conducción, gestión y administración
específicas en materia de seguridad ciudadana, lo que se denomina técnicamente “el
gobierno de la seguridad” es decir el diseño, la planificación estratégica y la dirección
superior de las dependencias abocadas a las labores de seguridad ciudadana. En este
sentido las acciones, los programas y las dependencias dedicadas a estos asuntos
dependen de instancias políticas que no contienen estructuras orgánico-funcionales
específicas para el cumplimento de estas funciones.
Por cierto la Dirección de Seguridad Ciudadana se trata de la Policía Municipal, una
herramienta eminentemente operativa que cumple funciones a nivel “táctico”, pero que
debería ser direccionada y evaluada en su desempeño, en el marco de una estrategia
integral y de una instancia de planificación de naturaleza estratégica de los asuntos de la
seguridad ciudadana.
Aquellos emprendimiento institucionales que garantiza el ejercicio del “gobierno de la
seguridad ciudadana”, requiere indefectiblemente de algunas capacidades que solo se
las puede garantizar determinadas herramientas de gestión que son mencionadas en la
parte referida a Recomendaciones de este trabajo y que parte de ellas ya están puesta en
marcha.
De este modo el Ayuntamiento del Distrito Nacional presenta la particularidad de; i) por
un lado haber definido una concepción sobre la seguridad ciudadana y sobre el rol del
Ayuntamiento en esa órbita, que es de carácter preventiva, integral y enmarcada en el,
de hecho, estrecho marco normativo señalado por las leyes nacionales y las normativas
locales; ii) por el otro lado, haber desarrollado y puesto en marcha una serie de
programas de intervención y de dependencias gubernamentales abocadas de manera
directa o indirecta a las cuestiones de la seguridad ciudadana que operan e intervienen
regularmente en el ámbito territorial del Distrito Nacional y iii) finalmente de adolecer
de instancia de gobierno especializadas con responsabilidades para diseñar, planificar,
evaluar y dirigir el esfuerzo integral que desarrolla este gobierno en materia de
seguridad ciudadana.
88
Líneas de Acción Recomendadas para el Fortalecimiento de la Seguridad
Ciudadana en el Distrito Nacional
Concertación comprometida y estable en el tiempo entre las instituciones del
Gobierno Central y el Ayuntamiento del Distrito Nacional con relación a la
aplicación de las políticas pública relacionadas con la seguridad ciudadana para
la capital.
En este sentido, igualmente se hace necesario el fortalecimiento de las alianzas
estratégicas en materia de políticas públicas en función de la seguridad
ciudadana, con los otros Municipios que conformaban el antiguo Santo
Domingo, no sólo por la incidencia de sus habitantes en el territorio del distrito,
sino también con vista al desplazamiento de la delincuencia y a nuevas
modalidades delictivas y de organización criminal que pudieran estar
desarrollándose o que se manifestarán en un futuro próximo.
Conformación en el Ayuntamiento del Distrito Nacional, de una instancia
gubernamental abocada al ejercicio del “gobierno de la seguridad ciudadana”, es
decir al diseño, implementación, gestión y evaluación de las acciones y políticas
de seguridad ciudadana, y a la dirección, administración y coordinación superior
de los programas y dependencias gubernamentales dedicadas a cumplir
funciones en esta materia.
Desarrollo en el Ayuntamiento del Distrito Nacional de una capacidad para
generar diagnósticos de situación fehacientes, sistemáticos y permanentemente
actualizados dirigidos a dar cuenta de la problemática específica que afecta al
distrito en materia de seguridad ciudadana, detallando las diferentes
modalidades, perfiles y dinámicas de conflictos, las principales franjas horarias
y áreas territoriales de desplazamiento, la percepción de la sociedad sobre estas
problemáticas y también respecto a las autoridades. Todo ello, a los efectos de
establecer un estado de situación respecto a los problemas institucionales y
sociales que debe atender y en función de lo cual, se podrá formular la política
de seguridad ciudadana y se dirigirá, coordinará y evaluará la intervención del
Ayuntamiento en este sentido. Este tipo de capacidad es clave también para
aquellas circunstancias en las cuales la autoridad del Distrito Nacional debe
coordinar labores que tienen alguna incidencia o relación con el ejercicio de la
seguridad ciudadana. En este sentido el Ayuntamiento debe garantizarse la
capacidad para generar información propia y para establecer criterios y
parámetros de intervención sobre esa base.
La capacidad para generar diagnósticos requiere la conformación de un
mecanismo de Recolección, Procesamiento y Análisis de Información sobre
Seguridad Ciudadana, el cual se puede materializar estableciendo un esquema
apropiado de compilación de la información registrada referida a los hechos
delictivos, incidentes de conflicto social conocidos y registrados en el ámbito del
distrito municipal. La totalidad de esta información podrá ser obtenida de varias
fuentes, algunas bajo la órbita municipal y otras bajo la dependencia de otras
instancias gubernamentales a partir de la suscripción de convenios. Sobre la base
del elevamiento y análisis de esa información las autoridades del Ayuntamiento
del Distrito Nacional podrá orientar y programar las intervenciones de las
89
diferentes instancias de inspección, regulación y contención en función de los
problemas registrados.
Fortalecimiento del Observatorio Ciudadano, herramienta de información y
análisis, orientado hacia el monitoreo de toda la información necesaria para el
Ayuntamiento para ejecutar, con eficiencia,
su gerencia de Gobierno,
particularmente aquella información que no es registrada por instancias formales
de registro y denuncia mencionada previamente.
Establecer los mecanismos de coordinación necesarios que aseguren la
participación y el involucramiento de las organizaciones comunitarias en el
diseño y aplicación de políticas locales en relación a la seguridad humana,
focalizadas en la prevención, como instrumento por excelencia de contención de
la criminalidad.
Este tipo de desarrollo institucional implica la necesidad de estructurar
programas de capacitación dirigidos a formar el personal del Ayuntamiento en
tópicos y materia relacionada con la formulación y gestión de la seguridad
ciudadana, a los efectos de desempeñarse en las áreas de diseño, planificación,
ejecución, prevención y evaluación de acciones, estrategias y políticas de
seguridad ciudadana.
Priorizar dentro de las políticas públicas y programas del Ayuntamiento, a favor
de la seguridad humana a la circunscripción No.3, seguida de la No.2, por ser la
que más altos indicadores de criminalidad y de riesgo social presentan,
básicamente en los parámetros de empleo, asistencia para la inserción en el
mercado laboral, fortalecimiento de las Escuelas Laborales, servicios comunales
y de mejoramiento ambiental y urbano, educación y salud, entre los más
importantes y decisorios para mejorar los niveles de vida y prevenir la
criminalidad.
Promover el desarrollo de programas de cultura ciudadana en los barrios más
vulnerables de las circunscripciones No. 3 Y No.2, fundamentalmente dirigidos
a los niños/as y jóvenes de esos sectores.
Promover programas de habilitación de los espacios públicos en los sectores de
alta vulnerabilidad social, estimulando el empoderamiento de los ciudadanos de
los mismos.
Atender a las necesidades de los sectores más vulnerables en relación a la
seguridad humana, descritas en el cuerpo del informe.
Discusión y evaluación del presente informe en el Comité Técnico del
Ayuntamiento del Distrito Nacional y en el Comité Interinstitucional (Secretaria
de Estado de Interior y Policía, Procuraduría General de la República, Policía
Nacional y el Ayuntamiento del Distrito Nacional), como base para el diseño de
una estrategia en materia de seguridad ciudadana para la Capital de la
República.
90
Actores que contribuyeron a este informe
Coordinadora del Proyecto:
Ma. Mariel Fiat
Consultores:
Ma. Moraima Díaz Arnáu
Ma. Germán Montenegro
1. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Unidad de Gobernabilidad
Democrática.
Pepijn Gerrits (Oficial de Programa)
Ana Álvarez (Asistente Técnica de Proyecto).
2. Procuraduría General de la República
Francisco Gómez Brito, Procurador General de la República.
Lic. Ramón Núñez, asesor del Procurador General de la República.
Lic. Claudia Encarnación, especialista de la Unidad Técnica de Ejecución,
Procuraduría General de la República.
3. Procuraduría del Distrito Nacional
José Manuel Hernández Peguero. Procurador del D.N.
4. Secretaría de Estado de Interior y Policía
Franklin Almeyda Rencier, Secretario de Estado de Interior y Policía
5. Policía Nacional
Mayor General Rafael Guerrero Peralta, Jefe de la Policía Preventiva
Porfirio Quesada, asesor del Jefe de la Policía Nacional
6. Policía Municipal del Ayuntamiento del Distrito Nacional:
General Roberto Almanzar Martínez, Director de la Policía Municipal y de
la Dirección de Seguridad Ciudadana del ADN.
Mayor Waskar de Peña Lizardo, Jefe del Destacamento de la Policía
Municipal.
Mayor Fernando Nivar, Subjefe de la Policía Municipal
7. Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional:
Coronel Oscar Guillermo García, Jefe del Cuerpo de Bomberos del D.N.
8. Comité Técnico del Distrito Nacional y funcionarios del Ayuntamiento, en
particular:
Víctor Gómez, Director de Planificación y Desarrollo Institucional.
William Espinosa, Director de Desarrollo Humano
Mónika Sánchez, Encargada de Espacios Públicos
Daysi García, Encargada de Estadística
Nayla Joa, Encarga de Relaciones Interinstitucionales
91
Alberto García, Desarrollo Humano
Glennys Tejada, Secretaria Ejecutiva
Radamés Rodríguez, Planeamiento Urbano/Espacios Públicos
Dr. Juan Luís Rossi, Bienestar Social
Guaroa Gautreau, Encargado de Presupuesto
Magdalena Díaz, Directora de Gestión de Calidad
Edmundo García, Director del Plan Estratégico de la Ciudad de Santo
Domingo y Director de Planeamiento Urbano
Juan José Guzmán, Director de Animación Urbana
9. Reconocimiento especial a los estadísticos Lic. Guillermo Milán, Oficina
Nacional de Estadística y Lic. Daysi García, Ayuntamiento del Distrito
Nacional, así como a la Lic. Claudia Encarnación, Procuraduría General de
la República, el Lic. Bienvenido Cabrera, Gabinete Social de la Presidencia y
Porfirio Balcálcer, Secretaría de Estado de la Juventud.
92
Bibliografía
Aniyar, L. (1997) Fronteras y Pájaros en Discursos Sediciosos. Año 2, No. 4,
2do. Semestre.
Arizaga, M. (2000) Murallas y barrios cerrados en Nueva Sociedad. No. 166,
marzo-abril.
Bases para la formulación de una política integral de seguridad ciudadana.
Borrador presentado en la mesa de diálogo. Instituto Latinoamericano de
Seguridad y Democracia/PNUD. Octubre 2004.
Briceño, R. (1999) Violencia y desesperanza. La otra crisis social de
América Latina en Nueva Sociedad. No. 164, nov.-dic.
Castellanos, J. P. (1997) Políticas Anticorrupción en el Estado en
Conversatorios de la Reforma. No. 20. Comisión Presidencial para la
Reforma y Modernización del Estado.
Calderón, F. La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano
en Nueva Sociedad. No. 166, marzo-abril.
Calvo, F., Milán, G., Díaz, M. (1999). Cultura política en República
Dominicana. Investigación.
Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, Copenhague. Declaración y
programa de acción (1995).
Cruz, J. M. (2000) Violencia, democracia y cultura política en Nueva
Sociedad. No. 167, mayo-junio.
Del Olmo, R., (1998) La criminología en la cuarta época: del saber al poder
en Conamaj: cuatro temas en Política Criminal, San José de Costa Rica.
Del Olmo, R. (2000) Ciudades duras y violencia urbana en Nueva Sociedad.
No. 167, mayo-junio.
Díaz, M., Baró, J. (1999) La responsabilidad social de la Psicología con los
sujetos que han estado o están privados de libertas y los actores sociales que
con ellos interactúan. Ponencia. Evento de investigadores de las Ciencias
Sociales, La Habana, Cuba.
Díaz M, Milán G. Encuesta a jóvenes líderes, operadores del sistema jurídico
y policiaco. 2004-2005.
Estados en desorden. Los efectos sociales de la globalización. (1995).
Informe del UNRISD para la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.
UNRISD.
El Correo de la UNESCO. (1998). La cárcel una institución en crisis. Junio.
El Correo de la UNESCO. (1998). El nuevo rostro de la pobreza. Marzo.
Encuesta Latinobarómetro 2002.
Grnspun, R., Alvarenga, C,Shamsie, Y. (1999).Hacia una integración desde
abajo: Participación, Sociedad Civil e Integración Centroamericana.
Proyecto SICA/CERLAC/PAR.
Guía para la evaluación del estado de la seguridad ciudadana en América
latina. LAC-SURF, junio 2005.
Herramientas para la gestión local de la Seguridad Ciudadana. Mejores
Prácticas. Proyecto Regional de Gobernabilidad Local & Bureau para la
Prevención y Recuperación de crisis. PNUD. Mayo 2004.
Informe Nacional de Desarrollo Humano. República Dominicana 2005.
Hacia una inserción mundial incluyente y renovada. Oficina de Desarrollo
Humano. Programa República Dominicana, 2005.
93
Liriano A, Milán G. Pons D. Estudio de los barrios Gualey y Los Alcarrizos.
FLACSO, Programa República Dominicana, 2001.
La Democracia en América Latina. Hacia una democracia de ciudadanos y
ciudadanas. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, 2004.
Méndez, J. (1995) Efectos de la reclusión sobre el sujeto y su familia en
Revista chilena de Ciencia Penitenciaria y de Derecho Penal, marzo-dic.
Merton, R. (1965) Teoría y estructura sociales. Fondo de la Cultura
Económica, México.
Milán, G. (1999) La anomia social en el contexto del Caribe actual.
Ponencia. Evento Internacional “Procesos de Gobernabilidad en el Caribe”.
FLACSO República Dominicana.
Milán, G. (2001) La criminalidad en el Caribe: Represión y prevención,
Revista Vértice, FLACSO Programa República Dominicana, No.2, JunioJulio, 2001.
Milán G. (2002) La criminalidad en República Dominicana, Revista Vértice,
FLACSO Programa República Dominicana, No.7, Junio-Julio, 2002.
Milán G., Díaz M. Encuesta multipropósito. Marzo 2005.
Oliveira, E. (1998) Un Sistema en entredicho en Correo de la UNESCO,
junio.
Pérez C, Milán G. Díaz M, Cabrera B. La Criminalidad en República
Dominicana. Resultados de una encuesta en Santo Domingo, Distrito
Nacional y La Romana. Grupo EQUIS. INTEC. 2002
Pérez C., Milán G., Díaz M, La percepción de la criminalidad en Santiago
de los Caballeros y Puerto Plata. Resultados de una Encuesta. Valoraciones
comparativas. Grupo X INTEC. Julio 2004.
Pegoraro, J. (2000) Violencia delictiva, inseguridad urbana. La construcción
social de la inseguridad ciudadana. En Nueva Sociedad No. 167, mayo-junio.
Sutherland, E., H. (1999) El Delito de Cuello Blanco. Ediciones La Piqueta,
Madrid.
Tironi, E. (1990) Autoritarismo, modernización y marginalidad. Editorial
Sur, Santiago de Chile.
Therborn, G. (1987) La ideología del poder y el poder de la ideología.
Editorial Siglo XXI, España.
Violencia en República Dominicana (1999) en Conversatorios de la
Reforma. No. 11. Comisión Presidencial para la Reforma y la
Modernización del Estado.
Velásquez, M. A. (1999) Nuevas modalidades de la corrupción en
Conversatorios de la Reforma. No. 19. Comisión Presidencial para la
Reforma y Modernización del Estado.
Wehle, B. (1999) Trabajo, inclusión y exclusión social. De la globalización
de la economía a la globalización de la pobreza en Nueva Sociedad No. 164.
nov-dic.
Zaffaroni, E. R. (1997) Globalización y Sistema Penal en América Latina:
La Seguridad Nacional o Urbana en Discursos Sediciosos. Editora Freitas
Bastos, Instituto Carioca de Criminología, Río de Janeiro.
Zaffaroni, E. R. (1996) El virus del poder en El Correo de la UNESCO.
Junio.
94
ANEXOS
Tabla No.1 Barrios del Distrito Nacional por circunscripciones
Barrios Circunscripción
Barrios Circunscripción
Barrios Circunscripción
No.1 (38 barrios)
No.2 (14 barrios)
No.3(14 barrios)
Costa Verde
Los Peralejos
La Zurza
Honduras del Oeste
Palma Real
Villas Agrícolas
Honduras del Norte
Arroyo Manzano
Villa Juana
Los Cacicazgos
Altos de Arroyo Hondo
Villa Consuelo
Renacimiento
Los Ríos
Ensanche Luperón
Los Restauradores
Nuevo Arroyo Hondo
Ensanche Capotillo
San Jerónimo
Cerros de Arroyo Hondo
Ensanche Simón Bolívar
Paraíso
Viejo Arroyo Hondo
24 de Abril
Julieta
La Fe
Ensanche Espaillat
Los Prados
La Agustina
María Auxiliadora
El Millón
Cristo Rey
Mejoramiento Social
Mirador Norte
La Isabela
Villa Francisca
Mirador Sur
San Diego
Domingo Savio
Buenos Aires
Los Jardines
Gualey
Miramar
Tropical Malecón
Los Jardines del Sur
Atala
Bella Vista
Quisqueya
Piantini
La julia
Nuestra Señora de la Paz
General Ant. Duvergé
30 de Mayo
Cacique
Centro de los Héroes
Mata Hambre
Ciudad Universitaria
La esperilla
Ensanche Naco
Miraflores
San Juan Bosco
Gazcúe
Ciudad Nueva
San Carlos
Ciudad Colonial
Paseo de los Indios
Fuente: Ayuntamiento del Distrito Nacional
95
Tabla No. 2 Cuadro de pobreza del Distrito Nacional por barrios
Nombre
del Barrio
Hogares
pobres
Porcentaje
Total de
hogares
Personas
pobres
Porcentaje
Total de
personas
24 DE ABRIL
30 DE MAYO
AGUSTINA
ALTOS DE ARROYO HONDO
ARROYO MANZANO
ATALA
BELLA VISTA
BUENOS AIRES
CACIQUE
CENTRO DE LOS HÉROES
CERROS DE ARROYO HONDO
CIUDAD COLONIAL
CIUDAD NUEVA
CIUDAD UNIVERSITARIA
COSTA VERDE
CRISTO REY
DOMINGO SAVIO
EL MILLON
ENSANCHE CAPOTILLO
ENSANCHE ESPAILLAT
ENSANCHE LUPERÓN
ENSANCHE NACO
ENSANCHE SIMÓN BOLÍVAR
GAZCUE
GENERAL ANT. DUVERGÉ
GUALEY
HONDURAS DEL NORTE
HONDURAS DEL OESTE
JULIETA
LA ESPERILLA
LA FÉ
LA ISABELA
LA JULIA
LA ZURZA
LOS CAZICAZGOS
LOS JARDINES
LOS JARDINES DEL SUR
LOS PERALEJOS
LOS PRADOS
LOS RESTAURADORES
LOS RÍOS
MARÍA AUXILIADORA
MATA HAMBRE
MEJORAMIENTO SOCIAL
MIRADOR NORTE
MIRADOR SUR
MIRAFLORES
1140
130
559
365
199
6
119
984
15
0
74
278
26
9
136
4005
6487
19
3242
438
913
104
2346
62
18
2021
45
101
480
2
748
179
153
2660
4
170
134
368
153
230
1495
2993
130
2354
4
8
1
26.0
9.5
14.3
15.0
24.1
0.6
2.1
15.1
0.8
0.0
22.2
7.6
2.7
0.4
14.5
26.5
52.2
0.8
39.4
10.8
14.9
2.9
36.6
1.3
1.4
48.4
1.9
4.3
11.6
0.1
13.1
61.7
7.6
51.9
0.2
4.0
6.1
23.1
5.7
6.3
16.0
29.4
8.3
28.1
0.2
0.7
0.2
4384
1369
3907
2436
825
1085
5546
6502
1895
27
333
3641
967
2271
941
15095
12432
2312
8231
4064
6127
3573
6415
4637
1255
4173
2401
2354
4145
2070
5726
290
2012
5130
2066
4208
2197
1593
2699
3628
9329
10184
1572
8376
1619
1123
468
4628
570
2198
1461
764
18
532
4002
75
0
275
1115
90
30
493
16007
24927
66
12837
1770
3658
397
9826
211
68
7898
191
396
1892
4
2699
719
569
10544
9
662
543
1488
656
1029
5850
12115
467
8885
15
22
2
27.7
12.1
14.6
15.0
23.7
0.5
2.9
16.3
1.2
0.0
20.3
9.2
2.9
0.4
14.2
27.5
54.6
0.8
41.4
11.5
16.1
3.2
38.9
1.5
1.6
49.7
1.9
4.5
12.3
0.1
13.3
64.9
8.8
54.9
0.1
4.3
6.7
24.7
6.3
7.5
15.7
31.0
8.7
29.5
0.3
0.6
0.1
16688
4714
15017
9742
3218
3933
18606
24551
6514
81
1357
12080
3102
7254
3463
58218
45672
8407
30999
15375
22777
12354
25283
14054
4303
15896
9795
8881
15444
6708
20220
1108
6496
19213
7444
15373
8108
6032
10431
13723
37317
39082
5367
30068
5566
3850
1585
96
MIRAMAR
NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ
NUEVO ARROYO HONDO
PALMA REAL
PARAÍSO
PASEO DE LOS INDIOS
PIANTINI
QUISQUEYA
RENACIMIENTO
SAN CARLOS
SAN DIEGO
SAN GERÓNIMO
SAN JUAN BOSCO
TROPICAL-METALDON
VIEJO ARROYO HONDO
VILLA CONSUELO
VILLA FRANCISCA
VILLA JUANA
VILLAS AGRÍCOLAS
Total
9
84
989
2807
24
2
10
394
9
649
8
4
35
1
657
1668
1983
2405
1093
48938
0.4
5.7
22.6
35.2
2.1
2.6
0.3
5.9
0.4
21.5
72.7
0.1
3.7
0.1
11.8
23.6
29.1
25.7
25.9
19.7
2176
1480
4381
7976
1157
76
3320
6700
2493
3025
11
3252
948
771
5563
7053
6825
9366
4221
248427
26
321
3938
12201
97
6
26
1545
30
2477
33
8
119
1
2723
5880
7039
9103
4440
192686
0.3
6.5
23.0
37.5
2.4
2.2
0.2
6.8
0.3
22.9
89.2
0.1
3.7
0.0
12.8
23.7
30.5
27.7
28.1
21.1
7773
4969
17099
32500
4020
273
10472
22841
9652
10815
37
12437
3230
2893
21355
24790
23102
32825
15812
912364
Fuente: Censo 2002 y el Mapa de pobreza del 2005 (ONE, ONAPLAN)
97
Tabla No. 3 Tasa de desocupación por barios, con poblaciones mayores de 200 personas en
PEA, Censo 2002
Tasa _
Barrios
desocupación
LA ISABELA
31.7
LA ZURZA
14.9
PALMA REAL
14.7
LOS JARDINES DEL SUR
14.2
LOS PERALEJOS
14.2
MEJORAMIENTO SOCIAL
14.2
VILLA FRANCISCA
13.5
VILLAS AGRÍCOLAS
13.5
BUENOS AIRES
13.4
MARÍA AUXILIADORA
13.4
ENSANCHE CAPOTILLO
13.3
PARAÍSO
13.2
VILLA JUANA
13.2
GUALEY
13.1
DOMINGO SAVIO
13.0
PASEO DE LOS INDIOS
13.0
VILLA CONSUELO
13.0
CRISTO REY
12.9
ENSANCHE SIMÓN
12.8
BOLÍVAR
24 DE ABRIL
12.7
GENERAL ANT. DUVERGÉ
12.5
ENSANCHE LUPERÓN
12.5
LA FÉ
12.1
LOS RÍOS
12.1
ARROYO MANZANO
12.0
JULIETA
12.0
AGUSTINA
11.5
ENSANCHE ESPAILLAT
11.5
Tasa Distrito Nacional
11.45
HONDURAS DEL OESTE
11.4
30 DE MAYO
11.2
SAN CARLOS
11.1
CIUDAD NUEVA
11.1
MATA HAMBRE
10.9
NUESTRA SEÑORA DE LA
10.6
PAZ
CACIQUE
10.4
CIUDAD COLONIAL
10.2
MIRAMAR
10.1
VIEJO ARROYO HONDO
10.1
MIRADOR NORTE
10.0
COSTA VERDE
9.8
LOS JARDINES
9.7
EL MILLON
9.7
ATALA
9.5
TROPICAL-METALDON
9.5
LA JULIA
9.4
HONDURAS DEL NORTE
9.3
98
LOS RESTAURADORES
ALTOS DE ARROYO HONDO
QUISQUEYA
SAN JUAN BOSCO
NUEVO ARROYO HONDO
MIRADOR SUR
RENACIMIENTO
LOS PRADOS
ENSANCHE NACO
MIRAFLORES
CIUDAD UNIVERSITARIA
GAZCUE
SAN GERÓNIMO
BELLA VISTA
LOS CAZICAZGOS
PIANTINI
LA ESPERILLA
CERROS DE ARROYO
HONDO
Fuente: Censo 2002
9.2
9.1
8.9
8.9
8.7
8.3
8.3
8.2
7.8
7.6
7.3
7.0
7.0
6.9
6.7
5.7
5.5
4.0
99
Tabla No. 4 Tasa de Homicidios por provincias, Enero Mayo 2005
Provincias
Numero de
Tasa de
Muertos por la
Homicidios
Homicidios p/c
PN y M. en
Enero-Mayo 100,000 Habitantes
Servicio
DISTRITO
191
NACIONAL
341
SANTO DOMINGO
19
AZUA
18
BAHORUCO
15
BARAHONA
3
DAJABÓN
43
DUARTE
9
EL SEIBO
5
ELIAS PIÑA
24
ESPAILLAT
8
HATO MAYOR
3
INDEPENDENCIA
34
LA ALTAGRACIA
34
LA ROMANA
47
LA VEGA
MARIA TRINIDAD
15
16 S.
MONSEÑOR
16
17 NOUEL
15
18 MONTE CRISTI
11
19 MONTE PLATA
1
20 PEDERNALES
29
21 PERAVIA
34
22 PUERTO PLATA
6
23 SALCEDO
6
24 SAMANA
61
25 SAN CRISTOBAL
7
26 SAN JOSE OCOA
24
27 SAN JUAN
56
28 SAN PEDRO DE M.
SÁNCHEZ
12
29 RAMIREZ
148
30 SANTIAGO
6
31 SANTIAGO ROD.
22
32 VALVERDE
TOTAL
1263
Fuente: Procuraduría General de la República
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
Tasa sin
Muertos
PN y M.
41.82
32
34.81
37.52
18.19
39.35
16.74
9.67
30.30
20.17
15.65
21.32
18.26
11.80
37.36
30.94
24.41
64
2
0
0
0
5
0
0
4
3
0
7
5
15
30.48
16.28
39.35
16.74
9.67
26.78
20.17
15.65
17.77
11.41
11.80
29.67
26.39
16.62
22.10
1
20.63
19.09
3
15.51
27.02
12.20
9.43
34.14
21.75
12.45
13.06
22.89
22.45
19.91
37.12
1
0
0
7
3
0
1
19
1
1
21
25.22
12.20
9.43
25.90
19.83
12.45
10.88
15.76
19.24
19.08
23.20
15.88
0
15.88
32.59
20.12
27.80
27.76
44
1
2
242
22.90
16.77
25.27
22.44
100
Conjunto de Políticas promovidas o en ejecución por el Gobierno Central y el
Ayuntamiento del Distrito Nacional, en este último año.
Inauguración de 11 Fiscalías Barriales en la capital. Procuraduría General
de la República y Procuraduría del Distrito Nacional. (octubre 2004- julio
2006)
Presentación del Proyecto “Por Amor a tu Barrio”. Ayuntamiento Distrito
Nacional. (enero 2005). Presentación en Capotillo (julio 2005)
Plan de Seguridad Democrática (julio 2005)
Creación de dos Centros de Prevención y atención a la violencia en la
capital y Santiago de los Caballeros. Procuraduría General de la República
y Procuraduría del Distrito Nacional.
Lineamientos de la Política Criminal dentro de los parámetros del Plan
Nacional de Seguridad Democrática. Procuraduría General de la República.
Firma del acuerdo de cooperación para la seguridad ciudadana entre la
Procuraduría General de la República, la Policía Nacional y el
Ayuntamiento del Distrito Nacional.(10 de agosto 2005)
Jornada por la Seguridad y la Paz. Presentación por el Presidente de la
República Dr. Leonel Fernández Reina, del Plan de Seguridad Democrática
en el barrio de Capotillo (20 de agosto 2005)
Creación del Consejo de Gobierno Ampliado para el tema de la Seguridad
Ciudadana. (17 de julio 2006)
Aplicación de las Regulación mediante Disposición del Consejo de
Gobierno Ampliado de la reducción de los horarios de expendio de bebidas
alcohólicas en los centros de diversión, el patrullaje mixto policía/fuerzas
armadas a partir de las 8:00 p.m. hasta las 6:00 a.m. y medidas de control
para las armas de fuego. (julio 2006)
101
Ficha técnica y caracterización socio-demográfica de la muestra. Encuesta agosto
2006. Observatorio Ciudadano.
Metodología:
- Población Objeto
La población objeto de estudio fue, los mayores de 18 años residentes en las diferentes
Circunscripciones y Barrios del Distrito Nacional.
- Diseño muestral
El diseño muestral empleado fue bietápico estratificado (por circunscripciones) y por
conglomerados con probabilidad de selección proporcional al tamaño de estos (pps)
últimos.
En la selección, dentro de los conglomerados, se utilizaron 100 puntos de comienzo
(seleccionados en los mapas de los 48 barrios que conformaron la muestra) y en forma
sistemática (cada dos viviendas) se seleccionan, en cada punto, 12 personas mayores
de 18 años, a una sola persona por vivienda, según cuota establecida por tabla
metodológica. (Ver anexo 1)
En los casos en que la vivienda seleccionada se correspondía con un negocio o empresa
se ignoraba y se seleccionaba la siguiente, y partir de esta última, se realizaba
nuevamente el proceso de selección.
- Tamaño de la muestra
Se asumió la tasa de ocupación por circunscripciones como la probabilidad en el cálculo
de los tamaños de muestra. Los parámetros de la muestra obtenida son los siguientes:
Tamaño de la muestra
1200
Confiabilidad
95%
Error muestral
0.02445466
Coeficiente variación (%)
2.5
Efecto diseño
1.71049857
Precisión
0.04793113
DISTRIBUCION DE LA MUESTA POR CIRCUNSCRIPCION
Circunscripción Tamaño de muestra Puntos de comienzo
1
336
28
2
408
34
3
456
38
Total
1200
100
Como se observa los tamaños de muestra no son proporcionales a la población de cada
estrato, para ajustar esto, en los resultados finales, se utilizaron factores de expansión.
102
- Procedimiento y trabajo de campo:
El instrumento base de la encuesta está conformado por 25 preguntas, de las cuales 23
son cerradas y 2 abiertas, diseñadas 16 de ellas, a obtener información de percepción
social, estados de opinión, problemáticas que afectan a la ciudadanía, expectativas y
proyecciones de los munícipes con respecto a la ejecutoria de su gobierno local. El resto
de las preguntas estaban dirigidas a caracterizar socio-demográficamente a la población
estudiada. (Ver Anexo No.3)
El trabajo de campo fue ejecutado del 6 al 9 de agosto, por 25 encuestadores, 3
supervisores y una Jefa de Campo, jóvenes pertenecientes al programa “Jóvenes por una
Ciudad Posible del ADN”, debidamente entrenados en seminario de capacitación.
El procedimiento de aplicación fue por el método de entrevista, los encuestadores se
identificaban como miembros del Observatorio Ciudadano del Ayuntamiento del
Distrito Nacional, garantizando el anonimato de las opiniones y su utilización para fines
de la toma de decisiones del gobierno local.
La efectividad del trabajo de campo fue de un 100% del plan. Se realizo la validación de
los procesos de campo, codificación y digitación en un 30% de la muestra, estimando el
error en todo el proceso de un 2,3% lo cual es adecuado para este tipo de estudio.
Caracterización socio- demográfica de a muestra
El 52.9% de los encuestados son del sexo femenino y el 47.1% masculino.
Un 43.7% es adulto comprendido entre las edades de 30 a 49 años, un 33.5% es
joven de 18 a 29 años, mientras que el 22.8% ostenta 50 años o más de edad.
El análisis de este indicador, por circunscripciones, evidencia la homogeneidad
de la población de estudiada, en cuanto a los jóvenes de 18 a 29 años. Se pone
de manifiesto diferencias en el sector poblacional envejeciente, focalizándose
la población más vieja en la circunscripción 3 y 1, en orden de relevancia
porcentual, así como la mayor parte de los adultos en las circunscripciones
2.
El 65.8% de los estudiados, tiene de residencia en su barrio, una antigüedad
mayor a los 10 años, siendo los más estables, los munícipes que habitan en la
circunscripción 3 para un 74.3%. Es necesario destacar que la estabilidad de
residencia en los barrios facilita y garantiza la acogida de cualquier política
pública orientada a la prevención, desde el gobierno municipal, siempre y
cuando sean involucrados sus residentes. (Ver tabla)
Tiempo de
antigüedad residiendo
en el barrio
Hasta 10 años residiendo
en el barrio
Más de 10 años
residiendo en el barrio
Circunscripción 1
Circunscripción 2
Circunscripción 3
39.6%
34.8%
24.6%
59.2%
64.0%
74.3%
103
Son mayoría los que alcanzaron un nivel de escolaridad de bachillerato para el
41.2%, seguido, en el 21.4%, por los que ostentan un nivel básico de educación
y por el 15.0% que son universitarios. Tienen un nivel de 6to grado el 13.6%
mientras que el 4.5% no logró rebasar ninguno y el 3.6% ha alcanzado estudios
de postgrado, maestría y en menor medida doctorados.
Por circunscripciones, los que lograron alcanzar niveles superiores de educación
(universitario, educación postgraduada y de grado científico) residen en mayoría
significativa en la circunscripción 1, mientras que en la circunscripción 3
habitan los que menos nivel educacional lograron alcanzar (6to. Grado o
ninguno). Ver tabla.
Nivel Educacional
Ninguno
6to. Grado
7 o 8vo Grado
Bachiller
Universitario
Educación Postgraduada y
de grado científico
Circunscripción 1
4.5
9.2
14.0
38.7
25.6
Circunscripción 2
3.4
12.7
25.0
45.1
10.3
Circunscripción 3
5.3
18.4
26.3
41.0
7.5
7.1
3.2
0.4
En el sector público están empleados el 29.6%, son amas de casa el 16.2%,
desempleados el 13.4%, así como el 9.7% es estudiante, 9.0% está empleado en
el sector privado, el 6.3% es trabajador informal y el 2.5% chiripero. (Ver Tabla)
Ocupación
Sector Público
Sector Privado
Trabajador informal
Técnico/profesional
Independiente
Comerciante/empresario
Estudiante
Chiripero
Ama de casa
Desocupado
Pensionado/jubilado
Circunscripción 1
42.3%
6.5%
4.2%
Circunscripción 2
27.7%
14.5%
2.5%
Circunscripción 3
18.2%
7.7%
11.0%
3.9%
6.1%
4.6%
4.8%
5.1%
---13.7%
14.9%
3.3%
5.1%
12.0%
3.4%
14.2%
10.5%
3.2%
3.5%
12.7%
4.4%
20.0%
13.8%
2.2%
En el análisis de este indicador, se constata que en la circunscripción 1 no viven
trabajadores chiriperos y que son mayoría de los empleados del sector público. Los
residentes de la circunscripción 3 son los que viven en una mayor proporción del
trabajo informal y cargan sobre sus hombros el mayor número de personas no ocupadas
(amas de casa, estudiantes, desocupados y pensionados/jubilados) para un 46.5%, eso la
focaliza como la circunscripción más vulnerable en este indicador, con una alta
conflictividad social latente si no se le presta atención a esta problemática.
Tienen familiares en el exterior el 69.7% de la población encuestada, siendo la
circunscripción 1 la que más ha aportado miembros de su familia a la
emigración (78.0%). Ver tabla.
Familiares en
el exterior
Si
No
Circunscripción
1
78.0%
22.0%
Circunscripción
2
63.0%
36.8%
Circunscripción
3
66.0%
34.0%
Total
69.7%
30.2%
104
Los que tienen familiares en el exterior reciben remesas de los mismos el 42.4%,
siendo las circunscripciones 3 y 1 las más beneficiadas con este aporte
económico, en orden de importancia porcentual. La mayoría, 57.6%, de la
población encuesta no recibe remesas de sus familiares en el exterior. (Ver
Tabla)
Reciben
remesas
Si
No
Circunscripción
1
42.4%
57.6%
Circunscripción
2
38.1%
61.9%
Circunscripción
3
45.2%
54.8%
Total
42.4%
57.6%
105
Descargar