INSEGURIDAD E INTRANQUILIDAD

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INSEGURIDAD E INTRANQUILIDAD
“Hoy lo puedo contar… mañana no sé”, así narraba una señora, entre lágrimas y
sollozos, el asalto sufrido a su humilde comercio al mismo medio televisivo en el cual,
antes de veinticuatro horas, se había trasmitido el programa “Santo y seña “, en el
que se expusieron gravísimas denuncias relativas a la inseguridad que vivimos los
montevideanos y que lamentablemente se está expandiendo hacia ciudades del
interior e incluso al medio rural.
En dicho programa se desnudaron crudamente situaciones a
las que,
lamentablemente día a día y desde años atrás, nos hemos ido acostumbrado a
convivir con ellas y poco a poco nos van deshumanizando y vamos aceptando robos,
asaltos crímenes como otro acontecimiento más del diario vivir, pero a su vez cuesta
creer que la máxima autoridad de la seguridad pública y que por mandato
constitucional es el encargado de velar por la seguridad de los habitantes de la
República nos diga eufemísticamente que se trata de “una sensación térmica”,
olvidando olímpicamente el Artículo 7° de la Constitución donde reza que “los
habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de vida,
honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad”.
Como se pudo ver en el programa que nos ocupa, los comerciantes y algunos vecinos
no tienen libertad ya que viven entre rejas, temen por su vida, y la delincuencia les
impide trabajar libremente, algunos fueron robados hasta tres veces pero no
olvidemos que hay comercios que han sido asaltado en más de veinte oportunidades;
pero también debemos de tener en cuenta que el asentamiento Aquiles Lanza cercano
a Carrasco Norte y al Complejo Euskalerría , donde habita alguna gente de trabajo es
un lugar ideal para el escondite de los malhechores y que los habitantes honestos de
esa zona no se animan a denunciar por miedo a represalias, como tampoco denuncian
personas que han sufrido rapiñas o arrebatos porque se sabe de antemano que la
policía nada hará y en muchos casos ni se molestan en tomar nota ni registrar el
hecho, aspecto éste que de por sí desmerece cualquier estadística.
Además de los barrios nombrados se recomienda visitar el informe sobre zonas
calientes que aparece en nuestro sitio Web:
http://ceddhhu.uy/seguridad/seguridad21agosto156seteimbre2.pdf
Casualmente, el día que se grabó el programa de marras hubo oportunidad de ver un
mega operativo de saturación por parte de las fuerzas del orden, una vez finalizado
éste todo volvió a ser como antes y de las notas efectuadas por el periodista se pudo
apreciar el odio que sienten algunos de los habitantes contra la policía y ahí radica la
mala política de no tener una estrategia de acercamiento de las fuerzas del orden con
los barrios marginales haciéndoles notar que una vigilancia constante es para
erradicar la delincuencia y no en contra de las personas honestas que habitan el
barrio. Un operativo gigantesco una o dos veces por año no conduce a nada, como
tampoco sirve tener una garita con un policía que al caer el sol abandona el puesto.
No entraremos a detallar estadísticas de robos y criminalidad en general, éstas se
tratan en otros artículos de nuestra página, pero sí diremos que es ridículo prometer
electoralmente el rebajar la delincuencia en un 30%, se tendría que haber dicho que
se aplicaría la tolerancia “cero” que tan buenos resultados le dio al ex alcalde Rudolph
Giuliani de la ciudad de Nueva York y porque no decirlo está rindiendo en nuestro
medio en el control alcohólico a los conductores.
No es de recibo que el Observatorio de la Criminalidad diga que dentro de todo, el
barrios y algunas de sus esquinas no son las más peligrosas de Montevideo y que las
hay peores y como frutilla de la torta nos agrega a modo de guiño, tratando de
brindarnos cierta tranquilidad, que es dónde menos armas de fuego se usan para
cometer delitos, se estila más el arma blanca, menuda excusa para quitar entidad a lo
grave de la situación por la que atravesamos.
Es muy difícil encontrar a un ciudadano que no haya sido víctima de arrebato o rapiña,
hasta la clase política ha sentido este flagelo en carne propia y no hubo miramiento
por parte de los delincuentes para discernir si era de izquierda, centro o derecha,
diputados o ministros o simples ediles, ciudadanos de a pie, todos hemos caído en la
redoma de la química delincuencial.
Giambattistra Vico, considerado uno de los padres de la sociología, en su obra
“Ciencia nueva” (S.XVII-XVIII) nos dice en su 3ª. Tesis referente a la Edad humana
que es la de la etapa moderada y racional, sin embargo nuestra sociedad está
viviendo dentro de la 2ª Tesis donde hay despilfarro, fuerza bruta y violencia,
aspectos éstos que nos llevan a pedir que por favor la autoridad competente de una
vez por todas tome cartas seriamente ante la inseguridad y recuerde la “Teoría de las
ventanas rotas” ,de los politólogos norteamericanos Wilson y Kelling, que dice que
cuando en un edificio se rompe el vidrio de una ventana y no se repara, los vándalos
romperán otro y así sucesivamente hasta verificar que nadie lo habita, posteriormente
se apoderan de la propiedad.
Nuestra sociedad ya tiene muchas ventanas rotas es tiempo de comenzar a repararlas
con el fin de que no nos ocupen los indeseables nuestra construcción social, ya de por
sí bastante deteriorada.-
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