Descargar ABCMercosurRÃo+20.docx

Anuncio
14/7/2011 | Alicia Moreno , PNUMA
Río + 20, la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Sostenible
En junio de 2012, a 20 años de la Cumbre de la Tierra y a 40 años de la Conferencia de Estocolmo sobre
Ambiente Humano, las Naciones Unidas han convocado a una nueva Conferencia sobre Desarrollo
Sostenible. ¿Será posible en los tres días de la Conferencia, y en momentos en que los temas ambientales
vuelven a ser considerados como una traba al desarrollo, acordar un documento político que oriente el rumbo
hacia un nuevo paradigma?
En junio de 2012, se cumplirán 20 años de la realización de la Cumbre de la Tierra y a la vez, 40
años de la Conferencia de Estocolmo sobre Ambiente Humano, lo cual da cuenta del tiempo
transcurrido desde que la temática ambiental comenzó a ser abordada en el marco del Sistema de
las Naciones Unidas. No es posible hablar de esta próxima Conferencia sin una referencia a las
anteriores, al contexto en que fueron convocadas, sus objetivos y, por supuesto, a sus resultados.
1. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano, Estocolmo, ´72
Fue realizada en junio de 1972 en Estocolmo, Suecia, con la participación de representantes de
más de cien países. En su documento final, la Declaración de Estocolmo, se afirmaba que los
problemas medioambientales locales tenían repercusión sobre todo el planeta, y solamente la
estrecha cooperación entre los diversos sectores sociales de todos los países, y el emprendimiento
de acciones serias y coordinadas podrían aportar una respuesta coherente, eficaz y duradera.
Para muchos juristas, los 26 Principios contenidos en esta Declaración constituyen el punto de
partida del Derecho Ambiental, la base de una legislación blanda en la materia. En efecto, a partir
de Estocolmo, las consideraciones ambientales comenzaron a ser incluidas tanto en las nuevas
Constituciones, como en aquellas que se modificaron y/o actualizaron.
Es importante señalar el rol que jugó la Primer Ministro de India, Indira Ghandi, cuya frase “La
pobreza es la peor forma de contaminación”, quedó instalada como síntesis y metáfora de la visión
de los países en desarrollo frente a los problemas ambientales. Lamentablemente, una década
después, en diciembre de 1984, una fábrica de pesticidas de Union Carbide, instalada en Bhopal,
India, sufrió un escape de gases altamente tóxicos, que provocaron la muerte de miles de
personas y más de medio millón de afectados.
2. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Río ´92
En junio de 1992, en Río de Janeiro, y con la presencia de representantes de 172 gobiernos, se
celebró la denominada Cumbre de la Tierra (The Earth Summit), que culminó con la aprobación de
la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, un conjunto de Principios que
definieron los derechos y obligaciones de las sociedades y los Estados en la materia; la Agenda
21, un programa de acción mundial; la Declaración de Principios relativos a los Bosques; la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; el Convenio sobre la
Diversidad Biológica, y se iniciaron las negociaciones para la Convención de Lucha contra la
Desertificación y la Sequía. Esta Cumbre será la encargada de asentar y fortalecer el concepto de
desarrollo sostenible, y de instalar el Principio de responsabilidades diferenciadas entre países
desarrollados y en desarrollo frente a la problemática ambiental.
3. La Cumbre Mundial del Desarrollo Sostenible, Johannesburgo 2002
A diez años de la Cumbre de Río, y con el objetivo de realizar un examen de los progresos
alcanzados o pendientes, la Asamblea General convocó a la Cumbre Mundial del Desarrollo
Sostenible. El encuentro fue precedido de intensos trabajos previos. En América Latina y Caribe,
los Ministros de Medio Ambiente, aprobaron la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el
Desarrollo Sostenible (ILAC), la cual respondía a la necesidad de reflejar las singularidades,
visiones y metas de la región, teniendo en cuenta, ante todo el Principio de responsabilidades
comunes pero diferenciadas.
Celebrada entre agosto y septiembre de 2002, en Johannesburgo, esta Cumbre -también conocida
como “Río+10”-, contó con la participación de 190 Jefes de Estado. Sus resultados quedaron
plasmados en la Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible, en el que las
autoridades signatarias asumen la responsabilidad colectiva de impulsar y fortalecer los
fundamentos del desarrollo sostenible. El Plan de Aplicación contiene una serie de medidas para
reducir la pobreza protegiendo el medio ambiente, con cinco estamentos prioritarios para la acción:
agua y saneamiento, energía, productividad agrícola, biodiversidad y salud.
4. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible “Río+20”, Río 2012
A fines de 2009, la Asamblea General decide organizar en 2012 una nueva Conferencia sobre
desarrollo sostenible, definiendo como objetivo: “…obtener un compromiso político renovado en
favor del desarrollo sostenible, evaluando los avances logrados hasta el momento y las lagunas
que aún persisten en la aplicación de los resultados de las principales cumbres en materia de
desarrollo sostenible y haciendo frente a las nuevas dificultades que están surgiendo.”
Asimismo se establecen dos temas centrales de agenda, (que serán examinados y perfeccionados
en el proceso preparatorio): “la economía ecológica en el contexto del desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza” y “el marco institucional para el desarrollo sostenible”. Como resultado
esperado, se identifica un “documento político específico”. (Resolución A/RES/64/236, del 24 de
diciembre de 2009)
A la luz de anteriores convocatorias, las expectativas son modestas, y la vez controvertidas. Sin
dudas, el contexto en el que se desarrollan las negociaciones multilaterales actuales, no resulta el
más apropiado para esperar resultados de envergadura. En efecto, el tratamiento de las cuestiones
relativas al medio ambiente y por ende, al desarrollo sostenible, parece haber entrado en un
laberinto, del que cada día se hace más difícil visualizar una salida.
El entendimiento, avalado por la comunidad científica, de la imperiosidad de modificar los
insustentables patrones de producción y consumo, está quedando relegado a alcanzar acuerdos
en el campo de las regularmente empantanadas negociaciones multilaterales. En ellas, las
diferencias de visión, objetivos e intereses de los países desarrollados y en desarrollo, agrupados
estos últimos bajo el G-77 y China (si es que se puede sintetizar en este grupo la suma de una
intrincada red de países con las posiciones y niveles de desarrollo más diversos), están
postergando y aún desalentando avanzar en modelos de desarrollo sostenibles.
Dan cuenta de ello, las reiteradas decepciones o fracasos, tras cada uno de los encuentros de las
Partes de la Convención de Cambio Climático y del Protocolo de Kyoto, o la reciente 19° Sesión
(mayo de 2011) de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS), donde las diferencias se
impusieron a las coincidencias.
Para complicar más aún el contexto, los temas de agenda planteados para la Conferencia son
mirados con desconfianza, y hasta resistidos en el ámbito del G-77 y China. En efecto, los
representantes de los gobiernos de América Latina y el Caribe ya señalaron en la reunión
preparatoria del proceso a la Conferencia, que no existía consenso respecto de la definición de
economía verde y destacaron sus preocupaciones por el uso del concepto como excusa para el
proteccionismo, por los desafíos de la transformación estructural y las condiciones de acceso al
mercado. Tampoco hay consenso en lo referido a gobernanza ambiental, ya que las propuestas
orientadas a asegurar un rol más significativo a la temática ambiental en el sistema de las
Naciones Unidas, incluyen desde el simple fortalecimiento del PNUMA, hasta la creación de una
organización medioambiental.
Por ello, avanzar hacia la nueva Conferencia sobre Desarrollo Sostenible, en el marco del actual
escenario, parece, desde cualquier perspectiva comprometida con la sostenibilidad, al menos
preocupante, ya que con la reinstalación de la oposición entre economía y ecología, los temas
ambientales han vuelto a ser considerados como una traba al desarrollo.
¿Será posible, en los tres días de la Conferencia, acordar un documento político que oriente el
rumbo hacia un nuevo paradigma? Ya en 2007 el Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008 “La
lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido” del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advertía “Nuestros supuestos sobre el progreso no
podrían enfrentar un desafío mayor que el de armonizar las actividades económicas y el consumo,
con las realidades ecológicas.”
El resultado neto del crecimiento económico, se continúa manifestando en el creciente deterioro
ambiental. Es indudable que se impone una fuerte revisión de nuestra concepción del desarrollo.
Descargar